2005 Empresarios y Empresas en America Latina-libre-libre

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Textos de análisis sobre las distintas tendencias que siguen los empresarios y las empresas de acuerdo al contexto sociopolítico de América Latina.

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  • Auspiciado por el Vicerrectorado Acadmico de la Universidad del Zuliay Fondo Nacional de Ciencia Tecnologa e Innovacin (FONACIT).

    fihnltEste libro colectivo rene trabajos de especialistas y expertos internacionales.Todos los ensayos han sido rigurosamente revisados y evaluados por rbitros.

    Prohibida cualquier reproduccin, adaptacin,representacin o edicin, sin la debida autoriza-cin de las compiladoras.

    Transcripcin y diseo grfico del montaje electrnico: Gerson Berrfosy Shirley Vargas.Diagramacin, montaje computarizado,correccin, encuadernacin e impresin,realizados en ffi*f

    Diseo de cartula: Lisbeth Znaga

    Depsito legal lf 18520M658662ISBN 980-232-9W-2

    Emprcsarios y Empresas enAmrica Latina (Siglos XVIII - XX).Beln Vzquez y Gabriela Dalla Corte (Compiladoras).D.R. @ Vicerrectorado Acadmico de la Universidad del Zuliay FONACITEditorial de la Universidad del Zulia (Ediluz), stano del bloque C.Facultad de Hqmdrnidades y Educacin, Apartado 526.Telfonos: 0261 : 7 596315 al 22Fax:0261 -7596148Maracaibo, Venezuela

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    Empresarios y Empresasen Amrica Latina

    (Siglos Xvlll - XX)

  • AUTORIDADES RECTORALES

    Leonardo Atencio FinolRector

    Rosa Nava RincnVic e r re c to ra Ac ad mi c a

    Jorge PalenciaVc e rre ct o r Admini st rat iv o

    Judith Aular de DurnSecretaria

    Ebrahim Fara ReyesDirector de Edluz

    Michel BertrandFrdrique Langue

    Griselda TaragDarfo G. Baniera

    BelnVzquezLigia Berbesl

    Franz Deter HenselMviana ContiEmma Raspi

    Hernn Venegas DelgadoMrcia Maria Menendes Motta

    Vlctor Alvarez MoralesMoiss Gmez

    Sandra R. FernndezGabriela Dalla Corte

    Rita GiacaloneGermn Cardozo GaluBeatriz Cceres-pfaur

    Mara del Carmen Collado HerreraGladys Villalobos de Gonzlez

    Diana Londoo CoreaLeticia Naranjo Glvez

    Reina ValbuenaJuan Carlos L6pezDlez

    Dale T. MathewsMara del Carmen Vsquez

    Gerson BenlosShirley Vargas

    Gldardo MartfnezMario Cerutti

    Empresarios y Empresasen Amrica Latina

    (Siglos Xvllt - Xx)

    Beln VzquezGabriela Dalla Corte(Compilador:as)

    Repblica Bolivariana de VenezuelaUniversidad delZulia

    Mcenectorado AcadmicoMaracaibo-Venezuela

    2005

  • NorcB GENERALPgina

    AGRADECIMIENTOS

    INTRODUCCIN .......... IPRIMERA PARTE: LA SOLIDARIDAD EN LOS NEGOCIOS: REDESSOCIALES, FAMILIAS Y ESTRATEGIAS EMPRESARIALES ENAMRICA LATINA 31

    La historia social: de ayer a hoy. Michel Bertrand 33Del manejo empresarial de unas vidas nobles. Algunas reflexiones acercade las lites novohispanas y venezolanas del siglo XVI[.Frdrique 1nngue......... 48De la confianza aIa composicin. Cultura del riesgo, de la previsin yde la resolucin de conflictos entre mercaderes del siglo XVIII.Daro Barriera y GriseldaTarrag 70Comerciantes y negocios en Maracaibo, 1752-1812. Beln Vzquez yLigia Berbesf ................... 99La lite caucana en el siglo XIX: comercio, parentesco y amistad.Franz Dieter Hensel Riveros I 15El accionar de las redes sociales en la produccin manufacturera: lascurtiembres de Salta en el siglo XlX. Viviana Conti y Emma Raspi .... 133La familia Valle Iznaga y la diversidad de las empresas esclavistas enCuba. H ernn Venegas Del gado

    SEGUNDA PARTE: EMPRESAS, ESTADOS NACIONALES YREGIONESAL DEBATE 157

    Herangas e direitos, uma discussao sobre transmissao de patrimdmioterritorial em iireas de conflito, sculo XXI. Marcia Mara MenendesMotta........... 159Empresas, familias y sociedades de negocios en la modemizacin deAntioquia. 1880-1925. VcnrIvarezMorales 170Legislacin minera mexicana y proyectos nacionales, siglo XIX.Moiss Gmez .,.....:............. 209El escenario y sus actores: ciudad, regin, burgueses y empresas en elcambio de siglo (XIX-XX). La bsqueda de un modelo de interpretacinpara la historiografa regional. Sandra R. Femndez 223

  • corporaciones empresariales espaolas en Amrica Latina: las cmaras

    "rpRolu, de comercio y la Casa de Amrica de Barcelona (1900-1936)'

    Gabriela Dalla CorteDe empresas familiares a familias de empresas en Amrica Latina.Rita Giacalone .'..........'...

    TERCERA PARTE: LA CONFIGURACIN CULTURAL DE LASEMPRESAS: SUNOIOS E IDENTIDADES

    El comercio alemn en el occidente de Venezuela (siglo XIX)'Germn Cardozo Galu '."...'..'Ingleses en Arequipa decimonnica. Visiones espaciales contradictorias'B eatriz Cce res - P fa ur'. "'..'.'.. " "'Algunos negocios inmobiliarios en la ciudad de Mxico de 1920 a 1930'Mara del Carmen Collado HerreraEl legado cultural del Banco de Maracaibo. Gladys vllalobos de GonzIezEl sindicato antioqueo, formacin y desarrollo (1975-1986)'Diana Londoo CorreaLa empresa como comunidad moral: modelo para afmar. Leticia NaranioGlvezEpisteme moderna y episteme popular: claves interpretativas delcomportamiento del venezolano en el trabajo' ReinaValbuena """"""

    CUARTA PARTE: LAS NUEVAS EMPRESAS"' O UNA NUEVAHISTORIA ECONMICA ............"...

    Agua, energa y grandes centrales hidroelctricas en Antioquia. El casode las empresas pblicas de Medelln (1920-1960). Juan carlos LpezDez .............La industria maquiladora en el Caribe y la liberalizacin de los mercadosde prendas: el caso de la Repblica Dominicana con lecciones para elCaribe. DaIe R. MathewsCultura organizativa punto com. Mara del Carmen VsquezNueva visin econmica de las empresas, la economa digital-global.Gerson Berros Y ShirleY VargasAproximacin al anlisis del discurso de Jeffrey Bezos, de amazon.com.Ideas en tomo a la pragmtica y la semntica de un e-businessman,G ildardo M artne2......Los estudios empresariales en Amrica Latina el debate interminable?Mario Cerut i ."..""..'.""'

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    AGRADECIMIENTOS

    Esta obra colectiva que ponemos a disposicin de los lectores, es resultado delos debates sustentados por investigadores e investigadoras en el marco del ColoquioInternacional "Historia de la Empresa en Amrica Latina, Siglos XVIII-XX.Situaciones relacionales y conflictos", desarrollado durante los das 4 y 5 de octubrede 2001 en la ciudad venezolana de Maracaibo. Dicho evento congreg a calificadosinvestigadores de universidades venezolanas, de varios pases latinoamericanos yeuropeos como Mxico, Argentina, Brasil, Puerto Rico, Venezuela, Colombia, Cuba,Francia y Espaa, en representacin de cuatro universidades nacionales, catorceuniversidades extranjeras, dos institutos de investigacin histrica extranjeros, ascomocon especialistas en historia, sociologa, filosofa, economa, informtica educativa,ciencias polticas, tica y ciencias humanas. En tomo a las actividades cientficasrealizadas, se compafieron experiencias y resultados de investigacin sobre estudiosde historia empresarial desde diferentes perspectivas de anlisis y, entre otros logros,se propuso irnpulsar estudios, grupos de trabajo y lneas de investigacin sobre lasempresas pensadas como agentes sociales y, por ende, en su calidad de agenteshistricos.

    La iniciativa de realizar este Coloquio en la Universidad del Zulia, surgi delos acuerdos del Simposio: "Familia, Empresa y Mercado", organizado durante lasXVII Jornadas de Historia Econmica realizadas en la ciudad de Tucumn (Argentina)en el ao 2000 y coordinado por Gabriela Dalla Corte y Sandra Fernndez. En elmismo participaron gran parte de los investigadores que exponen en esta obra losresultados de sus investigaciones. El Coloquio Internacional del ao 2001, fueorganizado en seis talleres a cargo de coordinadores y de comentaristas que definieronlas lneas generles, tanto de las investigaciones individuales presentadas, como delas problemticas comunes que merecen continuar un debate ms global en vistas alos cambios producidos durante el ao 2003 como consecuencia de la redefinicin dela poltica internacional estadounidense, ahora dirigida a crear un "Eje del Mal" quecoincide, sorprendentemente, con la lnea roja que separa a los pafses que poseenpetrleo de los que carecen de este recurso.

    Agradecemos, entonces, a los coordinadores y coordinadoras de las sesionesde trabajo en los talleres: Moiss G6mez, Beln Vzquez, Sandra Fernndez, Daro

  • Barriera, Mara del C. Vsquez, Gerson Berros y Gabriela Dalla Corte. Igualmente, asus comentaristas: Rita Giacalone, Hemn Venegas, Gildardo Martnez, Vctor Martin,Emma Raspi, Reina Valbuena y Vctor Alvat'ez. Asimismo, el auspicio y apoyoinstitucional de la Universidad del Zulia, por intermedio de sus autoridades rectorales,del Consejo Central del Estudios para Graduados, del Consejo de Desarrollo Cientficoy Humanstico y de las Divisiones de Estudios para Graduados de las Facultades deHumanidades y Educacin, Ciencias Econmicas y Sociales y Ciencias Judicas yPolticas. De igual manera, a los organismos pblicos nacionales, regionales y locales,el Ministerio de Ciencia y Tecnologa, por intermedio del Fonacit y Fundacite-Zulia,la Gobernacin del Estado Zulia, especficamente del Instituto Regional de Depofes,del Archivo Histrico y la Corporacin Zuliana de Turismo, la Alcalda de Maracaibopor medio de la Secretara de la Cmara Municipal y el Instituto Municipal deCapacitacin y Educacin Ciudadana, adems de la Fundacin Banco Maracaibo.Cabe destacar de este evento, la experiencia pionera en su organizacin y de apoyologstico y financiero, pues participaron de manera conjunta las tres Divisiones dePostgrado de las Facultades que integran el Ncleo Humanstico de la Universidaddel Zulia. A estas instituciones y organismos, a los miembros y miembras de la comisincoordinadora, la acadmica, de logstica y tcnico- financiera del Coloquio, lascoordinadoras y compiladoras de esta obra deseamos hacer pblica la colaboracinofrecida para llevar adelante el xito de esta actividad cientfica, as como la posibilidadque nos dieron de reunir a los investigadores que han aceptado volcar sus conclusionesen este libro colectivo.

  • INTRODUCCIN'" Ins agentes, es decir en este caso, Ias empresas, crean el espacio, esdecir el campo econmico, que slo existe por los agentes que seencuentran en l y que deforman el espacio que les rodea, aI queconfieren una estructura determinada. En otras palabras, en Ia relacinentre las diferentes fuentes de campo, es dech entre las diferentesempresas de produccin, es donde se engendran el campo y lasrelacones de fuerza que lo caracterzen".2

    El lector se preguntar por qu hemos optado por iniciar la introduccin deeste libro incorporando una apuesta como la de Piene Bourdieu, quien en su libroLas estructuras sociales de la economa, propone conjugar las situacionesrelacionales y los conflictos en el campo econmico a partir de la presencia de losagentes empresariales en el espacio social. La respuesta puede ser variada y, porsupuesto, se vinculara a una larga tradicin historiogrfica latinoamericana queha buscado las causas de la situacin actual del subcontinente en la gestin eDiccio.nariodelaAdministracinEryaola'compilacin de la Novsima t''iii'i' i t'p:y * 'id":':::X: !: ! !!!i:::':"!:Xi::;

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regones al De te 249

    configurando las Cmaras de Comercio, de industriales y de arrnadores, como lapropia corporacin barcelonesa, denominada "Cmara Oficial de Comercio, In-dustria y Navegacin", que en l9l0 ---cs decir, muy poco antes de crearse la"Casa de Amrica de Barcelona"- contaba ya con ms de un millar de asociados,doblando con exceso, como seala Maluquer de Motes, a las otras Cmaras deEspaa.r6

    El control del Estado se acrecent a travs de una red cooptativa generadaal comps del desanollo de las Cmaras de Comercio, Industria y Navegacin, lascuales estaban obligadas a enviar sus memorias a las corporaciones semejantes enun constante flujo de informacin que era reproducido, posteriormente, en losboletines mensuales que estas ltimas editaban para sus electores y miembros.Adems, enviaban las memorias al gobierno espaol para dar a conocer elmovimiento comercial e industrial. Los servicios prestados por las Cmaras eranla formacin de estadsticas de comercio, industria y navegacin; el suministro deinformes; y el auxilio para la expansin econmica espaola en el extranjero bajola dependencia de la Direccin General de Comercio.

    En abril de 1904 se fij la obligacin de las Cmaras de contestar a laspreguntas o consultas que les dirigiese tanto el gobierno de tumo, como las otrasCmaras establecidas en el extranjero y los particulares. En 1909, la "Asambleade las Cmaras de Comercio" reunida en Valencia, opt por elaborar un proyectode reforma del Cdigo de Comercio y por demandar el restablecimiento de losTribunales de Comercio en nica instancia para economizar gastos. Las reformasadoptadas en dicho ao testimonian el poder de las corporaciones en la definicindel marco jurisdiccional y legal, ya que solicitaron que se codificara separadamenteel comercio terrestre del martimo, englobando y sistematizando en un solo cuerpolegal la catica legislacin de la marina mercante espaola. Tambin llegaron a laconclusin unnime de establecer la legislacin sobre suspensiones de pagos demanera que quedaran garantidos los derechos de los acreedores y su posibilidadde intervenir en los procedimientos judiciales. Las conclusiones de la Asambleafueron elevadas a la Monarqua con la intencin de que sirviesen de base para elestudio de las reformas de la legislacin mercantil.r?

    La creacin del "Consejo Superior de la Produccin y del ComercioNacional" reforz esta tendencia al establecer la tarea de estudiar los medios

    MALUQUER DE MOTES, Jordi, "El ascenso...,cita de p.200

    "La organizacin administrativa del comercio y la industria. Contestacin al cuestionario de la DireccinGeneral de Comercio, Industria y Trabajo>, en BCCNB XXIII, i916, N'256, marzo;

  • 251250 Empresarios y Empresas en Amrica Intina (Siglos XVIII-XX)

    conducentes al desarrollo y expansin del comercio espaol hacia el mercadolatinoamericano. El funcionamiento del Consejo coincidi con la creacin de la"Junta de Comercio Internacional", esta ltima supervisada por la Seccin de In-dustria y Comercio de ese mismo Consejo, y que tena la funcin de fomentar laactividad productiva mercantil. Formada por el subdirector de Aduanas, el jefe dela Seccin Comercial del Ministerio de Estado, y el director de la Escuela Supe-rior de Comercio de Madrid, dicha Seccin se acompa de un "Centro Nacionalde Informaciones Comerciales y Archivo de Sociedades Annimas", cuyo direc-tor era el secretario de la Comisin Permanente de la Junta de Comercio

    'Internacional. El "Centro", por su parte, dependi primero del Ministerio de Estadoy luego del Ministerio de Fomento (este ltimo haba reemplazado al antiguoMinisterio Colonial de Ultramar que haba perdido razn de ser tras la firma delTratado de Pars de 1898).

    El "Consejo Superior de la Produccin y del Comercio Nacional" pas acontrolar todas las instituciones abocadas a convertirse en rganos de accinmercantil con proyeccin empresarial hacia las antiguas colonias. El Real Decretode 1909 impuso tanto al Consejo como al Centro la obligacin de mantenerinformado al Estado de todas las actividades mercantiles y productivas del Reino'En Amrica Latina, objeto de estudio de este captulo, si bien las delegaciones,representaciones y corresponsalas permanentes del Consejo Superiordeban recaeren las Cmaras de Comercio y en entidades y asociaciones patriticas, se introdujola posibilidad de contar con delegados entre los agentes consulares y comercialesprivados.r8

    Una nueva reforma, esta vez de junio de 19l l, se inspir en la base de laagremiacin forzosa de los miembros de las Cmaras y en la fijacin de unsubsidio estatal permanente.re El proyecto de Reglamento qued a cargo de unaJunta compuesta por el jefe del Negociado de Comercio Interior, diversospresidentes de las Cmaras (de Barcelona, Bilbao, Crdoba, Corua, Cdiz,Ma-drid, Oviedo, Salamanca, Sevilla, Tarrasa, Valencia y Zaragoza), as como por elpresidente de la Sociedad "Fomento del Trabajo Nacional" de Barcelona. Laparticipacin de este ltimo organismo es singular desde la perspectivaempresarial. El "Fomento del Trabajo Nacional" se haba organizado en 1889

    , enBCOCNB XVI, 1909, No 172, febero; , en BCCNBXXI, 1916, N" 256, maro;

  • 252 Empresarios y Empresas en Amrica l"atina (Siglos XVIil-XX)

    Cuadro N" ICmara de Comercio e Industria de Espaa enl9l7

    FUENTE: Elaboracin propia a partir de Informe de la Cmara de Comercio y Navegacinde Barcelona al Directoi Generl de comercio, Industria y Trabajo, 10-06-1919, BCCNB,N" 297, agosto de 1919, de acuerdo a datos estadsticos correspondientes al ao 1917'

    Cuadro No 2

    FUENTE: Elaboracin propia a partir de Informe de la Cmara de Comercio y Navegacin de Barce-Iona al Director General d Comercio, Industria y Trabajo, l0-0-1919, BCCNB, N'297, agosto de

    Zonas Provincias y nmero de Cmaras Total zona

    Castilla la Nueva Madrid (comercio): l; Madrid (industria): l; Toledo:no hay Cmara; Ciudad Real: l; Guadalajara: I

    4

    Castilla la Vieja Valladolid: l; Palencia: l; Santander:2; Burgos:3;Logroo: 1; Soria: l; Segovia: l; vila:2; Len:2 t4

    Aragn Huesca. l;Zaragoza: l; Teruel:l 3Vascongadasy Navarra

    4

    Cataluat7

    Andaluca Almera: 2; Granada: 2; Sevilla: l; Crdoba: 2;Huelva: 2',Jan'.2',C\z:5; Mlaga: 2; Las Palmas: ISanta Cruz de Tenerife: I

    20

    Levante Castelln: ll Valencia: l;Alicante: 3;Albacete: l; Murcia: 4 l0Oeste Cceres: 2:Badzioz: l; Zamora (no hay Cmara); Salamanca: 2 5Noroeste Coru, - Lugo: 2; Orense: 1; Oviedo: 4; Pontevedra:4 t4

    Totales 9r

    Zonasde las Cmaras y Contribuyentes enlgl7Zonas Cmaras Contribucin 9o totsl 9o tesoro 4ototal Prsupuesto Tototal

    Castilla la Nueva 4 29.O83 13,6 185.991 t9.7 234.768 25.6

    Castilla Ia Vieja l4 2.350 t2.4 6't.9't8 't,2 6t.449 6,"1Aragn 3 9.853 4,6 30.927 3.3 29.100 3,2

    Vascongadasy Navaa

    4 10.50 5.0 4.000 4,9 46.000 5,0

    De CataluaAndaluca

    t720

    47.751

    31.303

    22,4

    14,7

    280.531

    137.199

    29,8

    14,6

    237.571

    r27.85825,9

    14,0

    [.vante 10 26.t72 t2,3 91.522 9,7 82.t37 8,9

    Oeste 5 13.91r ,5 33.4r7 3.6 tt.7& 3,5Noroeste l4 17.811 8,4 6.315 7,0 65.848

    Tomles 9l 212.764 99,9 939.880 99,8 916.495 100,0

    1919, de acuerdo a datos estadsticos correspondientes al ao 19l?' 25.

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate 253

    corporativamente, es decir, como Tribunal Especial de la Cmara, en calidad deamigables componedores, en las cuestiones suscitadas entre los "elementos" cuyosintereses representaban. Las Cmaras de Comercio, Industria y Navegacin delinterior del Reino tambin tenan estipulado intervenir

    -siempre de acuerdo a laley del 29 de junio de l9ll- "como amigables componedores en las cuestionesque se susciten entre los elementos cuyos intereses representan".23uno de los puntosde inters en la organizacin de las Cmaras fue el robustecimiento del "arbitraje"para resolver los litigios. El contenido del arbitraje se expresaba como justiciarogada de carcter particular y funcionaba en particular en materia de contratos yoperaciones mercantiles. Esta forma de administrar justicia se impuso en todas lasasociaciones y corporaciones mercantiles representadas por las Cmaras deComercio que se fueron consolidando desde principios del siglo XX, incluso enAmrica. La intervencin corporativa supona el procedimiento particular del Tri-bunal especial, y exiga un compromiso previo de acatar la decisin por parte delos litigantes mediante carta dirigida al Presidente de la Cimara. La corporacinexiga la formacin de una Comisin de vocales que llevaba un proyecto de laudo alpleno de la Cmara. Las personas a quienes se confliaba el laudo deban aplicar elderecho mercantil con la flexibilidad propia de la amigable composicin y sus laudosno tenan por qu razonar la decisin ligndola a los estrictos trminos del derecho.2a

    Por otra parte, el no acatamiento de una sentencia arbitral poda dar lugar auna coreccin disciplinaria por parte de la organizacin comercial respectiva o,inclusive, a una accin legal inmediata. No obstante, el acatamiento de la decisinestaba asegurado por el hecho de que los rbitros eran elegidos por los litigantes quecompartan la profesin. De esa maner4 se facilitaban las transacciones empresarialesy mercantiles, a tal punto que la Cmara de Comercio barcelonesa lleg a afirmarque a nadie se le ocurra acudir a otro tribunal que no fuese el de arbitraje, "ni se danunca el caso de tener que recurir a medios extremos para asegurar Ia ejecucin delas sentencias, y en el caso rarsimo de que alguno no se conforme con la sentenciadel ribunal de arbitraje es expulsado en seguida del mercado".s Para asegurar launificacin de criterios, las Cmaras solan consultarse acerca de la forma en queeran implementadas las amigables composiciones, sobre sus preceptos reglamentariosy sobre las obras cientficas publicadas en los diversos pases, como fue el caso dellibro de Ricardo Espejo de Hinojosa editado en Valencia en 1923 y titulado Tiibunnles

    Organizacin de las Cmaras espaolas de Comercio en Ultramar con relacin al senicio de arbitmje,..Fascfculo N" 3, Seccin No I, pp. 4-5.Para un anlisis mltiple e interdisciplinario sobre el Derecho desde la Antropologfa y la Historia vase:BARRIERA, Darfo y DALLA CORTE, Gabriela, Dossier llistoria y Antropologfa Juldicas, en RevistaPtohistoria. Historia, Pollticas de la Histoia, N" 5, Prohistoria y Manuel Surez Ed. Rosario, Argentina,[email protected] XXX, 1923, N" 343, junio; BCCNB XXVII, 1920, N" 303, febrcro.

    23.

    24.

  • 254 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIil-XX) Parte II. Empresas, Estados Naconales y Regiones al Debate 255

    elegibilidad, asegurado slo a los ciudadanos ingleses, es decir, sbditos britnicos,y neg la subvencin a sus Cmaras en el exterior. Se agruparon en ese entoncesen la Asociacin de Cmaras de Londres. A partir de las vertientes francesa ybritnica, las Cmaras creadas por los Estados europeos siguieron caminos distintos;en unos casos se mantuvieron como asociaciones privadas, y en otros asumieronel carcter de oficiales; tal fue, como veremos, el caso de Espaa. En Alemaniaexisten indicios de proyectar Cmaras de Comercio en el extranjero a pafir de1888, pero no recibieron subvencin del Estado. Las nicas federadas fueron lasCmaras radicadas en Amrica del Sur. Holanda, por su parte, mantuvo el carcterprivado de estas asociaciones y la constitucin de una Federacin de las Cmarasholandesas en el extranjero se discuti por primera vezenl9l9. Por un Real Decretode 1870, Italia plante la instalacin de Cmaras de Comercio en el extranjerocuando la poblacin italiana fuese realmente importante en esas zonas, es decir,donde hubiese una "densa colonizacin italiana".27 Las Cmaras fueron definidascomo asociaciones libres de comerciantes e industriales italianos, bajo los auspiciosde las autoridades diplomticas y consulares del Reino. Se intent garantizar aslas relaciones regulares entre el gobierno, las Cmaras en el exterior y lasmetropolitanas y se asegur el carcter nacional admitiendo slo a ciudadanositalianos como miembros activos, es decir, con derecho a ser elegidos para cargosdirectivos. Estos proyectos, no obstante, no tuvieron xito, pero los que llevaban lavoz cantante en este proceso eran las Cmaras italianas de Buenos Aires, las cualesconvocaron a una reunin en Roma en el ao l9l I para conseguir su reorganizaciny reconocimiento, reunin que finalmente no se efectu. Este proyecto, sin em-bargo, fue recogido por el Instituto Colonial Italiano, el cual intent convocar auna reunin general, sin conseguir unanimidad. La Primera Guerra intemrmpiesta poltica, situacin agravada por el rechazo manifestado a concederrepresentacin a los extranjeros, aunque en algunos casos se acept la participacinde extranjeros en las Cimaras italianas sin superar un tercio del total de los miembrosactivos, es decir, garantizando la mayora absoluta de los italianos.

    Estados Unidos, finalmente, influido por la experiencia francesa, cont conun escaso nmero de Cmaras radicadas en el exterior. A partir de 1914, opt porconceder crditos y facilitar fondos a sus comerciantes, convirtindose en losbanqueros del mundo, generando as un sistema bancario y de crdito a largo plazo.Las Cmaras surgieron sin apoyo econmico ni poltico del Estado, admitieron ensu seno a americanos y extranjeros y permanecieron como independientes respectode los gobiernos.2s

    Organizacin de las Cmaras espaolas de Comercio en Ultrama...,Fascfculo Nol,Seccin No I,p.8."Adelantos realizados por los Bancos de los Estados Unidos en los pafses extranjeros y en espccial cn laAmrica espaola", RM XXV 09.07.1925, N" 493, pp. 158-159.

    de Comercio y l*gislacin Mercantil Espaola: era un procedimiento insustituibletanto si los litigantes eran de la misma nacionalidad como si pertenecan a

    naciones

    distintas, dondi los trmites judiciales eran, de hecho' impracticables'2

    Empresas, comerciantes y corporaciones: intereses encontrados'

    La naturaleza jurdica de las cmaras de comercio espaolas en el extranjero,por su parte, puede ser entendida haciendo un breve repaso comparativo de la

    situacin internacional de las cmaras de los pases que sirvieron-de_modelo a

    E.punu, en particular Francia, Inglaterra, Alemania' Italia y Holanda' En efecto'

    para expandir su economa, en t gl Francia cre una comisin interparlamentariaie encuesta acerca de la labor de los Agentes Consulares franceses, a fin de conocercon exactitud los pases donde los ciudadanos de origen francs podlan sostener

    sus Cmaras. Las tres primeras Cmaras se instalaron en Londres, Barcelona y

    e,teanaria: Estableci n los Estaturos de las cmaras de comercio en el exterior

    iu ir"."n"iu de los cnsules con derecho a asistencia en las reuniones comopresidentes de honor, y exigi la correspondencia con Ministros' Agentesliplolnri"o, y consulares, y Cmaras de la Metrpoli. Francia garantiz elcarciet..riacional,, de sus Cmarai, restringindolas slo para los ciudadanos franceses'

    Su crecimiento hizo que el Prime, ongr"to de las Cmaras francesas, tealizadoen Burdeos en 1g07, incluyese delegads de las cmaras en el extranjero y en lascolonias, y la oficializacin de "L'nion des Chambres de Commerce Frangaises l,Etranr,.aux Colonies et aux pays de Protectorat". La novedad de este sistema__qu" tol-o como sede la ciudad de pars a travs de un comit PermanenteintegradoporundelegadodecadaCmafayquefueelnicoensugneroduranteuno,

    "on la particularidad que soslay la intervencin de las cmaras

    metropolitanurl fu" la exclusiSn de las Cmaras de la estructura jurisdiccionalfrancesa.

    Inglatena, por su parte, estableci su primera Cmara de Comercio en el

    e^traneio en el o lg7), egiendo la ciudad de Parfs como primer espacio decontrolpalasuexpansin""on.,ni.u.Sinembargo,carecideunaley.referenteaiu org*ir".iOn y iuncionamiento de estas asociaciones, que se mantuvieron comoentidades de iniciativa privada y sin ningn carfuctet oficial hasta el alo 1922' enqu" tu"ron definitivamente organizadas tomando como modelo las Cmaras del

    interior del Reino Unido, legalizadas en su calidad de sociedades limitadas' En

    l92l Inglatena fij la calidd de "miembro activo", con derecho de voto y de

    26. BCCNB XXX, 1923, N" 343, junio; BCCNB XXXI, 1924, N" 350, enero; BCCNB XXXV' 1928' N"400, maro; BCCXS XXXI[,'iszo, N" 374, enero; o rganizacinde las cnaras espaolas de comercioen IJltramar con relacin al senicio de arbitraie"'Fgscfculo N" 3' Seccin No I '

    )128.

  • 25 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (SiSlos XVIil-XX)

    Esta estructura expansiva hizo que hacia 1923 funcionaran en Amrica y

    Filipin.as 108 Cmaras de Comercio Eitranjeras, excluyendo de esta contabilidadias peninsulares a las que dedicamos una atencin especial, que dominaban el

    "rp"lo mercantil de las ciudades ms importantes, como se puede analizar de los

    pr""ntu", del Cuadro N" 3 (Cmaras e Comercio Extranjeras en Amrica yFilipinas en 1923).

    Cuadro No 3CmarasdeComercioExtranjerasenAmricayFilipinasenl923

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate 257

    Un repaso tal muestra que exista dualidad de criterio en la concepcin quelos diversos Estados tenan de las Cmaras de Comercio, situacin reconocida porlos comerciantes y empresarios espaoles:

    "Los Estados intervenconistas han considerado siempre a esosorganismos como factores gubernamentales destinados a aligerar lalabor comercial de los agentes consulares. Los Estados de tradicineconmica liberal han coincidido, en cambio, en estimar lqs Cmarasde Comercio en el extranjero como un produclo natural de la inciativaprivada".2e

    Desde IDEA, as como desde los burgueses nucleados en torno a las Cmarasde Comercio de la pennsula y de "Ultramar", la segunda alternativa era la mstentadora en el vnculo que la iniciativa privada pretenda establecer con las antiguascolonias latinoamericanas. Pero en lneas generales, un hecho representativo delcarcter de las Cmaras es que estas ltimas deban estar interconectadas a travsde un organismo de carcter intemacional, lo cual demuestra que las corporacionesasumieron que en un contexto histrico y econmico complejo los aneglosinternacionales eran la salida obligada.3o La Cmara de Comercio Internacionalobtuvo representacin en los Congresos mercantiles que se realizaron en las dosprimeras dcadas del siglo XX en Lieja, Boston, Londres, Praga y Pars, encuentrosque fueron intemrmpidos durante la guerra. El Congreso de Praga, por ejemplo,insisti en la importancia de la compilacin de los usos y costumbres comerciales,demanda que coincidi con la planteada durante el "Congreso de la Exportacinde Zaragoza" de 1908. El debate en torno a los usos y las costumbres vena deantao: el Cdigo de Comercio de 1829, redactado por una Comisin de magistrados

    "La organizacin administrativa del comelcio y la industria. Contestacin al cuestionario de la DircccinGeneral de Comercio, Industria y Trabajo", en BCCNB XXI[, 19 16, N" 256, maro.Diversos antecedentes podan ser citados para legitimar el proceso de internacionalizacin emprendidopor el "Primer Congreso Nacional de las Cmaras espaolas en Ultramar", reunido en diversas ciudadesespaolas en 1923; como ejemplo: el "Congreso lberoamericano" realizado en Madrid en 1900; el"Congreso de la Exportacin", organizado enZat.agoza en 1908; Ia "Asamblea de las SociedadesEspaolas Americanistas de Barcelona" convocada por la Casa de Amrica en l9 I l; asl como los diversos"Congresos de Economa Nacional" que se hicieron en la penfnsula, en particular el de Madrid de l9l7y el de Valencia de 1918. Dichas experiencias fueron continuadas tras la himera Guerra Mundial graciasa los acuerdos celebrados en Europa y Nofeamrica entre l9l8 y 1923: Congreso italiano Colonial deRoma en l9l9; las Convenciones Norteamericanas del Comercio Exterior de 1919, 1920, 1921,1922:laSegunda Conferencia Comercial Panamericana de Washington en l9l9; el Congreso Constitutivo de laCmara de Comercio Intemacional de Parls en 1920, la Semana Francesa del Comercio Exterior deParls en I92l; el Congreso ltaliano para la exponacin de Miln de 1922 y el Congreso Belga de laExportacin de Bruselas en 1922. Datos en Los Congresos de expansin econmica de Europa yNofteamrica desde I919 a 1923, Informe del Comit Organzador, Primer Congreso Nacional delComercio Espaol en Ultramar, Grficas Reunidas, Madrid, 1923.

    Pas Sede(ciudad)

    NOCmaras

    Vo TotalCmaras

    7o

    Argentina Buenos Aires 1l r0.2 l5 13,9Rosario de Santa e 4 3,-tBolivia LaPaz 2,8 3 2.8

    Pernambuco J 2.8

    2l 19,4Sao Paulo 7 6,5

    Panam 0.9Manaos, Amazonas 0,9Belem 0.9

    Canad Montreal 1 t-9 2 1.9

    Chile Valoaraso 'l 6.58 7.4Sntiaso I 0-9

    Colombia Bogot J 2.8Barranquilla I 0,9 4 3.7

    Cuba Habana 4 J, 4 3,7Ecuador Guayaquil 2 1,9 2 1,9Estados Unidos

    -W-ashirgton 2 1,9

    27 25NuevaYork t7 15,7San Francisco 4 3,7Chicaeo 2 1.9Detroit 0-9Nueva Orleans 0.9

    Filioinas Manila 2 l-9 2 1.9Hat Puerto Prncipe 0.9 I 0.9

    Mjico Miico 7 6-5 9 8,3Monterrey I 0.9Tampico 1 0,9

    Per I.imna 3 2,8 3I

    flnrorrav Montevideo 6 5,5 6 5.5

    Venezuela Caracas 0.9 0,9

    Total 108 t(\)To l0E INVo

    ?9

    30

    FUENTE: Elaboracin propia de organizacin de las cmaras espaolas de comercio en ultramar'

    Colegiacinen ellas decomerciantei y productores espaoles' Co".:):"9:llti9}:::**J"f.-u.rtionuo General, t' y Z' peribaos, Ponencias del Comit Organizador Presentadas alr.1... Cong..ro Nacional dei Coercio spaol en Ultramar, Barcelona-Madrid, Fasclculo NoI, Seccin " t, Ed. Grficas Unidas, Madrid, 1923,p'39-42'

    ]l

    ru

  • 258 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIILXX)

    y jurisconsultos, as como de personas versadas en los usos y las prcticasmercantiles, ya haba planteado este tema desde la perspectiva jurdica. A finalesde 1919, acabado el primer conflicto blico mundial, la Cmara de ComercioInternacional volvi aponerse en funcionamiento, solicitando a las corporacionesmercantiles espaolas, en particular a la barcelonesa, apoyo firme para fomentar elTribunal de Arbitraje.3r La pregunta planteada por las Cmaras fue la posibilidadque tenan para resolver los problemas expuestos crudamente por la guerra:

    "Es evidenle que las Cmaras oficiales no tienen la misma libertadque las de organizacin privada paraformar parte de una institucininternacional constituido como Cmara de Comercio y que un acto oun acuerdo de la misma que contrariase las mras econmicas opolticas de un pas cualquiera donde las Cmaras sean oficialesbastara para provocar una resolucin del Poder pblico que obligasea stas a dejar de pertenecer a la Cmara Internacional, tanto mscuanto, emanando los recursos que obtienen las Cmaras oficiales deun acto de gobierno, de Ia coaccin que la autoridad les presta pararecaudarlos, con carcler general, en rigor no pueden aportarlos ainstituciones de carcler internacionql sin autorizacin expresa o tcitade su gobierno"12

    La primera reunin de la Sociedad de las Naciones -realizada

    en 1920, yque supuso 3l encuentros y la participacin de 4l representantes de los Estadosmiembros-, mostrara que uno de los temas ms importantes era la creacinpermanente del Tribunal de Justicia Internacional, de acuerdo al Art. 14 del Pactoy al Art. 36 que defina la competencia del tribunal a materias y cuestiones sometidaspor las partes, as como a casos especiales previstos por los Tratados y Convenios.33La Conferencia Econmica Internacional de 1926, por su parte, seal a la Sociedadde las Naciones su conviccin de que "la paz econmica contribuir en gran maneraa garantizar la seguridad de los pueblos", proclamando la necesidad de "examinalas dificultades econmicas que se oponen al restablecimiento de la prosperidadgeneral, asf como de poner en claro los mejores medios de vencer estas dificultadesy de evitar los conflictos",u Las ideas fundamentales de la Sociedad de las Naciones

    BCCNB XXV, 1920, N 306, mayo; BCOCNB XV 190E, Il|" 170, dieicmbrcl BCCBN XX' l9l5' If242,enerci BCCNB Xxvtll, 1921, lf 323, octubrcl XXIX, 1922,If 333, agosto'BCCNB XXVil, 1920, tf 306, mayo,BCCNB XXXIV 1927, tf 390, mayo; rla primera reunln de la Socicded do las Nacloncsr do A'Monfort(eontsponsalydelogadodelaCasadeAmrlca),RMXXI,2?.01'192t,N3?7,pp' l?'16'BCCNB XXXI, 1926. \to 384, noviombrc.

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Re giones al Debate 2s9

    se vincularon con ra necesidad de "dar ms libertad a un mundo trabado hasta hoypor obstculos acumulados.tanto por la guerra y sus consecuencias como por farsasconcepciones econmicas"como vemos, ra restauracin econmica de Europa fue una de las grandespreocupaciones de la cmara de Comercio Internacional

    -{onstituida en 1g20con representantes de los Estados unidos, Francia, Gran Bretaa, Italia y Blgica,y en la que se debati sobre er carcer oficiar sin resorverse ";;;g;i"."o debaservir-, junto a la abolicin de las prohibiciones de importacin,;il;;;;

    mercancas, y esto se reflej en el proyecto mercantir y empresarial espaor enAmrica' A partir de esta comprobacin, ra bsqueoa oe mercao, rue p*u unos lasolucin ----en particular para las corporaciones mercantiles- mients que paralas organizaciones internacionares, ctmo ra sociedad de las Naciones, la salidafue la eraboracin de un pact' supranacional. Todas "rtu, "rour"giu, ,*"outun o,roaspecto: los comerciantes pretendan continuar regulando sus tratos mediante lacultura y moralidad mercantir sin recurrir, en ro poiible, a tos precepto,

    "rtutal"r.Estas prcticas indudablemente venan de antao y de la necesidad de establecerfrmulas altemativas de resorucin de conflictos. Daro Baniera y GriseldaTanagdescriben la manera en que esta curtura mercantir encuentra firi^ion "n

    un procesocultural vinculado inclusive con prcticas religiosas.35

    -

    Este universo jurdico y cultural insistJ en perrnanecer en los lmites delDerecho Internacionar gue se gesta a Io rargo del siglo XIX en el marco de laconstitucin de los Estados Nacionares qur r" inrturun "iAmric;ru;;o "t pr*".ode independencia. Er cdigo vigente en Espaa desde ros p.ir..oi aius der ao1886 haba establecido que ,os actos de comercio se regiran por ras disfosicionesdel cdigo de comercio; en su defecto, por los usos de comercio observadosgeneralmenb y, a farta de ambas reglas, pot ru. del derecho c;il;,;; generar,coincide con las prcticas locales iert. z.. Esta simple efinicion, sin embargo,

    :":T'rr.gt3yes. probremas para un proyecro qu. ,.ndru u uuuJo-n*"l* fronterasdel Estado Nacional para-expandi.ri . iu. untiluu, colonias. Este aserto es vlidosi pensamos en el ejemplo que nos da la cmla de comercio y avegacion aeBar*:elona convertida en una de las entidades que pidi mantener er derecho civilcataln por sobre roda legislacin unificada ei stao .spJoi.iJ

    31.

    32,33.

    34,

    35' BARRIERA, Darfo y TARRAG, Grisclda, cDc l confrna.rl_comporicin, culrun dcr rieco, dc trffi;:to.

    y do ra rcsolucin dc conflictos rnt* r.t"tJrir dcr Silo XVIII,, rrabqjo incruido cn ocrr36' BccNB XXvI' t9r9' No' 290, oncro- BCCM xxVII, 1920, No,304 y No, 30i, mro-br': BCCNBxXVl' l9l9' No. 299, octubn, p, 5 . aotrt a" ,il i"$iracun ac usor y nstumbns comcrerars da rotmcrcado dc Ultrunar, himcr rupo dol Cu.r,ion"iricrsl, lo y 20 lpfodo, poncncla dcl Comitotrni'dc prcecnrrdr rr primlr on"." ..i"nii.ibo.i"i piiiioi ii.r,i*oron. yMdld, Frcfcuto No, t, Socctn M ;Bd. Orln."*, Uadrid, 1923,

  • 20 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIU-XX)

    Las Cmaras Espaolas de Comercio en Ultramar como objeto de debate

    La Cmara de Pars, la ms antigua, sirvi de modelo a Espaa para establecersus Cmaras en el extranjero, las cuales tienen origen en la Real Orden circular dediciembre de 1886, en el Memorandum del Ministerio de Estado del 7 de octubrede 1886 ---el cual solicit la constitucin de dichos organismos en Lima, Mjico,Valparaso, Buenos Aires, Nueva York, Pars y Tnger-, y en las "Basss para laorganizacin de las Cmaras de Comercio en el extranjero" elaboradas por laSeccin de Comercio del Ministerio de Estado. Gracias a esta normativa, lasCmaras fueron calificadas de "instituciones de carcter privado, librementeformadas por los comerciantes e industriales espaoles que residen en pasesextranjeros, bajo la tutela de las autoridades diplomticas y consulares".3T

    A mediados de 1886, el Ministro Moret se dirigi a los representantesdiplomticos de Espaa en el extranjero, encarecindoles la necesidad de crear enotras naciones Cmaras de Comercio espaolas para beneficiar al Reino. El gobiemoespaol comunic a sus agentes consulares la decisin de crear Cmaras deComercio en el extranjero y el deseo de que fuesen formadas slo con nacionales,es decir, ciudadanos espaoles: "han de componerse de espaoles, y slo con muyraras excepciones...podra admitirse en ellas extranjeros"; el gobierno transmitiel Memorandumy envi un modelo de reglamento.3s

    La primera ciudad en contar con una Cmara espaola fue Londres en 1886,seguida de Pars, Buenos Aires {ue suspendi sus actividades a poco de fundarsehasta ser reorganizada en lgl4-,Tnger, Nueva York, Argel y Montevideo. En elextranjero, Espaa concedi algo original: asegur la colegiacin voluntaria adiferencia de lo que ocurra en la pennsula. Entre las atribuciones concedidas adichos organismos figura la intervencin en amigable composicin y arbitraje,decidiendo en las cuestiones sometidas a su criterio por diversos solicitantes: loselectores o asociados de Ia Corporacin para las cuestiones litigiosas mercantilespendientes; los comerciantes del pas donde se hallase establecida la Cmara ensus cuestiones con electores o asociados de stas; los comerciantes o productoresresidentes en Espaa.3e

    Dicho Memorandum fue publicado en La Gaceta de Madrid el da8 de octubre de 1885. El Memorando,ascomo el modelo de bases para el Reglamento de una Cmaa de Comercio se encuentran en la ColeccinLegislativa, tomo 187, pp. 684-693; , en Organizacin de las Cmaras espaolas de Comercio en Ultramar...,Fascculo N" i, Seccin N' I, pp. 33-39. en Diccionario..., pp. 836-850.Organizacin de las Cmaras espaolas de Comercio en Ultramar,.. Fascfculo N" l, Seccin N" l;Boletn Jurdico...; Apndice de 1923,pp.373-375; Tambin SEMPERE, Antonio, lfistoria de la Cmaraespaola de Comercio d.e la Repblica Argentina,Edicin de la Cmaa, Buenos Aircs, 1998.

    3't.

    38.39.

    Parte II. Empresas, Estados Naconales y Regones al Debate

    En diversas normativas se permiti la paulatina incorporacin de personasvinculadas a la actividad mercantil, es decir, representantes y apoderados deempresas o sociedades domiciliadas en territorios que corespondan a otrasCmaras, as como corredores de comercio y consignatarios de buques, profesoresmercantiles, agentes de cambio y Bolsa, y comerciantes e industriales extranjeroscon diez aos de residencia en Espaa. Esta ltima condicin se hizo extensiva aCuba y Puerto Rico en 1888.40

    En 1923,las Cmaras Espaolas en el extranjero estaban ubicadas casi en sutotalidad en Amrica y Filipinas. Haba25 Cmaas en Manila, La Habana, Mxico---{reada en l9l2-, Bayona, Ginebra, Caracas, Lisboa, Tetun, Marsella, Orn,Ro de Janeiro, Valparaso, Burdeos, Bogot, Rosario, Guayaquil y La Paz. LaCmara de Comercio Espaola de Bananquilla, en Colombia, cont desde l9l7con una delegacin de la creada en Bogot en 1916 por su carcter de "emporiocomercial", La presencia de las Cmaras en determinados pases de Amrica coin-cide con el ndice mercantil.

    Los Cuadros No 4 ("Valor del comercio de Espaa con los pasesiberoamericanos y Filipinas,l9L3 y 1920"), N'5 (Comercio de Expofacin espaola Ultramar durante los aos 1901, 1905, 1910, l9l5 y 1920, valor calculado enpesetas, moneda que ha desaparecido desde la introduccin del Euro), y N" 6("Comercio de Importacin de Ultramar durante los aos l90l , 1905, 1910, 1915y 1920") grafican el trfico de importacin y exportacin. Dichos cuadros permitenpercibir la importancia de algunos Estados latinoamericanos muy concretos en elcomercio con Espaa, tomando diversos referentes anuales de las dos primerasdcadas del siglo XX.a'

    Cuadro No 4Valor del comercio de Espaa con los pases iberoamericanos y

    Filipinas, 1913y 1920

    Organzacin de las Cmaras espaolas de Comercio en Ultramar... Fascfculo N" l, Seccin N' l; en Diccionario..., pp. 836-850; de Rafael Vehls, RM XXIII, I 1.01.1923, N" 427, pp. l -3.Referencias en RM XVI[, 14.02.1918, N" 300, p. 39;

    "Las Cmaras de Comercio en el extranjero> deRafael Vehils, RM XXIII, I 1.01.1923, N" 427, pp. 1-3;

    "La Cmara de Comercio espaola en Barranquillo>RM XVII, 07.06.1917, N'282, pp. 185-186; VICENS VIVES, J.; NADAL, J.; ORTEGA, R., "Amrica enla retina de los espaoles", en VICENS VIVES, J, (dir) "Burguesa, Industrializacin, Obrerismo", HistoriaSocial y Econmica de Espaa y Amrica,Ed.Teide,Barcelona, 1959, tomo IV vols.2,pp.27-32.

    261

    Pases1913 1920

    Importacin Exportacin Saldo Irnportacin Exportacin SaldoArgentina l10.970 70964 - 40006 134330 96465 - 3'1865Bolivia 8l +81 221 139 -82Brasil 14436 5468 - 8968 28684 7980 -20704

    40.

  • 262 Empresarios y Empresas en Amrica I'atina (Siglos XVIU-XX)

    Continuacin.

    Cuadro No 4Valor del comercio de Espaa con los pases ibeoamericanos y

    Filipinas, l9l3 Y 1920

    Palses1913 1920

    Importacin Exportacin Saldo Irnportacin Exportacitt Saldo

    Colombia l54l 3330 + 1789 4269 2790 r479Costa Rica 28 't t1 + 683 606 466 t4(Cuba 24',17 64538 + 62061 16978 80973 + 63991

    Chile 5868 7584 + 1716 32949 3359 - ,osqfEcuador 3774 1088 -2686 2308 539 176tGuatemala 26 98 +72 6'l 4l -2fHonduras 150 + 150 50 20 -?(Mxico 6260 r585 l + 9591 985 I l35M + 365!Nicaragua 25 3M + 279 57 85 +2fPanam t94 3208 + 3014 50 l05l I + 1O461Paraguay 732 - 712 94 -9Peru 312 1585 + l213 259 2128 + 186{Puerto Rco 7854 2s02 - 5352 6216 3029 - 318iEl Salvador 350 278 -'12 436 106 - 33(SantoDomingo 42

    725 + 683 r55 100 -5:

    Uruguay 5633 10851 + 5218 '1708 13t46 + -5431Venezuela 9835 3't72 - 60,63 19493 12t4 - 16);t9Amrica t7ul7 183088 + 12671 26468r 238595 - 2608(Filipinas 214W 7050 r 4?50 26034 2384 - 2365(Ultramar r 9l 817 r90r38 t679 2907t5 240979 - 4973(

    Total con Iberoamrica 353.505.000 Total conlberoamrica

    503.276.0U

    Total de Espaa 2.388.024.00( Total de Espaa r {oo r'.on fYlTotal Amrica l49o Total Amrica 19o/1

    FUENTE: Elaboracin propia a partir de las Ponencias del Comit Organizador presentadasal Primer Congreso Nacional del Comercio Espaol en Ultramar, Barcelona-Madrid' Ed'Grficas Unidas, Madrid, 1923. - significa negativo; + significa positivo'

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate

    Cuadro N" 5Comercio de Exportacin espaol a Ultramar durante los aos 1901., 1905, 1910,

    l9l5 y 1920, valor en pesetas

    FUENTE: Elaboacin propia en base a "Modalidades especficas del comercio deexportacin a los pases de Ultramar y medidas de proteccin que requiere", Segundo Grupodel cuestionario general, 3"'perodo, Ponencia del Comit Organizador presentada al PrimerCongreso Nacional del Comercio Espaol en Ultramar, Sevilla, Fascculo No l, Seccin N"l, Ed. Sucesores de Rivadeneyra, Madrid, 1923. Apndices, p. 149.

    263

    Pases 1901 1905 19r0 1915 1920Arsentina 12.950.14t 30.097 68.749.370 68.223.561 96.5s9.560Bolivia 46.834 31.6r 3 34;t55 146.r99 139.850Brasil t.t40.4't3 1.901.507 2.085.859 3.585.576 7.981.496Colombia 2.280.945 5.176.66t 2.088.230 2.226.993 2.791.290Costa Rica 208.067 312.219 952.t44 354.696 466.608Cuba s8.497.375 73.092.970 55.629.794 57.652.131 81.024.069Chiie 3.215.698 3.542.562 7.923.280 2.624.666 3.359.373Ecuador t7t.8'16 6'17.427 791.779 1.68't.290 539.M7Filioinas r1.822.293 t2.422.t04 8.384.602 5.t92.249 2.384.658Guatemala 21t.432 80.48 r t14.486 r01.548 41.708Honduras 63.201 50.759 79.896 20.570Mxico 8.768.882 r7.462.313 t2.o't6.053 1.469.585 13.505.529Nicarasua 2.994 6r.234 6.301 28.449 85.733Panam 4.435.633 4.524.781 10,505.082Paraguay 67.50'7 IPeni 200.098 435.51I 967.654 981 .864 2.128.983

    Puerto Rico 5.248.823 3.562.260 3.503.743 2.128.48t 3.020.267El Salvador 35.312 60.595 323.035 239.071 l0.518SantoDominso

    535.471 309.038 658.206 970.167 100.487

    UruAuay s.277.255 10.878.375 9.673.9t4 t2.54't.670 13.151.907Venezuela r.94s.405 t.863.494 2.028.642 3.314.786 3.126.U3Totales n2.690.482 t62.068.M7 180.427.480 t68.079.641 241.039.878Estados Unidor 19.290.053 35.3 14. l 88 13.505.134 62.783.728 77.951.628

  • *l

    264 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIII-XX)

    Cuadro No 6comercio de Importacin de ultramar durante los aos 1901, 1905' 1910, 1915 y

    1920, valor en Pesetas

    FUENTE: ,.Modalidades especficas del comercio de importacin a los palses de Ultramary medidas de proteccin que requieren" , Segundo Grupo del Cuestionario General, 3erperodo, Ponencias del Comit Organizador presentadas al Primer Congreso Nacional del

    bomercio Espaol en ultramar, Sevilla, Fascculo N". 2, seccin N".1, Ed' sucesores deRivadeneyra, Madrid, 1923, P.79.

    con la Primera Guerra Mundial cambiaran varias cosas: Europa perdi elmonopolio de los transportes por mar y la venta de gnefos y artculos andenominados "coloniales".Inglaterra, que tuvo el primer puesto como dependenciacomercial y centro de exponacin para el comercio mundial, cedi esta posicin aEstados Unidos, que aprovech la coyuntura para establecer relaciones directas

    .**&

    Pases 1901 1905 1910 1915 t920Arsentina 2s.4r2.201 43.926.420 40.551.019 86.381.313 134.33r.582

    Bolivia 57.087 259 27.667 69.235 22t.229Brasil 5.047.889 9.256.083 1.322.795 12.717.280 28.684.108

    Colombia L 154.755 649.630 674.271 3.011.017 4.269.083

    Costa Rica r.196.697 404.518 18.953 53.309 606.739

    Cuba 3.053.956 5.411.5t7 4.r00.626 10.031.881 16.978.452

    Chile 1.425.800 2.044.248 6.316.288 8.503.099 32.949.988Ecuador 4.393.4'18 3.335.056 3.018.894 3.669.334 2.308.592

    Filipinas 16.732.601 17.018.130 I 8. 190.791 21.9't5.496 26.034.763

    Guatemala 4.854.644 t.498.324 240.530 28.814 67.382

    Honduras 8.629 2.083 50.504

    Mxico 2.Ols.392 4.723.696 5.689.759 6.2't3.1t9 9.581.399

    Nicaragua 317.166 52.r6'l 31.347 160.549 57.992

    Panam 86.865 t2l.l I I 50.703Paraguay 28.605 223.748 46.569 432.533 94.743

    Peni 303.620 606.554 1.79t.984 219.063 259.787

    Puerto Rico 3.984.446 4.609.505 6.594.381 9.25t.783 6.226.273

    El Salvador 519.988 2.030.96r 887.326 347.983 436.706

    SantoDomingo

    33.05 I 16.530 66.97t 155.935

    Uruguay 5.266.363 6.859.173 5.236.240 '7.94'.t.480 7;to8;n9Venezuela 9.058.951 6.686.271 7.116.894 9.580.517 t3.493.159

    Totales ptas. 84.857.244 109.452.790 rr2.0t8.799 t80.776.999 284.567.838Estados Unido 119.528.594 49.299.981 |0.246.307 29'7;7'.14.935 33t.345.952

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate 26s

    con el resto del continente, ocupando grandes mercados y convirtindolos endepositarios y distribuidores. En relacin al capital norteamericano en el extranjero,la primera guerra modific las relaciones intercontinentales, un desequilibriofinanciero por el que Estados Unidos enviaba capitales para ser invertidos enferrocarriles, obras pblicas, bancos y azucareras. Espaa buscaba, mientras tanto,recuperar su anterior podero como eje articulador del comercio europeo y americanopor las condiciones excepcionales de sus puertos para redistribuir mercancas en elMediterrneo. La revista mercantil iberoamericana editada en Barcelona y Ma-drid, Mercurio, aconsejaba mientras tanto imitar a Inglaterra en la promocin delas relaciones comerciales eliminando la proteccin arancelaria y aduanera,favoreciendo la distribucin industrial a travs de la divisin internacional deltrabajo: "una reparticin ms racional de las industrias entre los diversos pases.Lo que precisa no es obras sobre las relaciones comerciales, necesariamenteextrnsecas e insignificantes, sino actuar sobre las relaciones ms profundas de laproduccin".42 Las Cmaras entraran de lleno en los debates internacionales, queplanteaban directamente la cuestin de la competencia empresarial de los Estadoseuropeos.

    El control de la representacin, la cuestin de la ciudadana, el poder del Estado

    En 1923, el rey Alfonso XIII, en el marco de la inauguracin del PrimerCongreso que reunira a todos los espaoles radicados en Amrica y Filipinas yque mencionamos en la introduccin, crey vef en esa instancia, y en el comerciocon Amrica, la posibilidad de recuperar un lugar de poder a nivel empresarialpara Espaa en el contexto intemacional. Pero, a diferencia de las Cmaras deEspaa, las de Ultramar no contaban con recursos permanentes. Supresupuesto deingresos consista en subvenciones del gobierno, fijadas en cada caso de acuerdocon los informes enviados por los agentes diplomticos o consulares y en base a lainversin del monto solicitado. Estos organismos, adems, carecan derepresentacin en los organismos del Estado relacionados con la poltica econmicade gobi'rrno, en particular con el Consejo Superior de Cmaras de Comercio,Industria y Navegacin, el Instituto de Comercio e Industria ----creado en 1922-,el Consejo Superior de Fomento y la Junta de Aranceles.a3

    BCCNB XXXV 1928, No. 407, octubre, A propsito de la Confeencia Intemacional del Trnsito deRafael Vehils, RM XXI, 07. 04.1921, No. 382, pp.73-74;La verdadera emancipacin de Achille Loria,RM XX, 12.02.1920, No. 352, p.42; RM XX,29.01.1920, No. 351, p.26.Discurso del Rey Alfonso, en Discursos pronunciados en la Sesin Inaugural del Primer CongresoNaconaldelComercio Espaol en Ultranar,0l.O3.1923,d. Mercurio Revistalbercamericana,TipograftaLa Acadmica, Barcelona, 1923, p.16; Boletln Jurldico...Apndice de 1923, p.p.373-375. Alfonso XIIIaccede al poder en 1902.

    42.

  • 266 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIil-XX)

    Las Cmaras espaolas en el extranjero admitieron en un principio comomiembros activos ---es decir, con derecho a elegir y ser elegidos- a espaolesestablecidos en el territorio de su circunscripcin, con lo cual los hijos de espaolesque, por el hecho de nacer fuera de la pennsula, carecan entonces de nacionalidadespaola, quedaban fuera de la posibilidad de representar o ser representados en lacorporacin empresarial. Esto fue percibido por la Cmara espaola establecidaen Londres que opt por poner en pie de igualdad a los espaoles establecidos enGran Bretaa y en sus colonias.

    Este sistema de inclusin y exclusin incidi en el sistema electoral: lasCmaras estaban capacitadas para elegir libremente sus Juntas o Consejos directivosy, a fin de garantizar a todos sus miembros la intervencin en su designacin, antesde laAsamblea General se nombraba una Comisin especial encargada de preparafla lista de candidatos a cargos vacantes. La lista era expuesta en las oficinas de laCmara durante las cuatro semanas precedentes a la eleccin. Se podan tomar enconsideracin otras candidaturas si eran apoyadas por el lVo de los miembroselectores de la Cmara. Todos los resultados de la eleccin, deban sercomunicadosal Ministerio de Estado. En cuanto a los extranjeros aceptados en las Cmarasespaolas, de acuerdo al Art. 9 de la Real Orden de 1923 que intent paliar losefectos del debate en torno a la ciudadana a nivel corporativo, se estableci que:

    "Podrn permanecer en las Cmaras ofciales espaolas de Comercioen (Jltramar como membros activos de las mismas, adems de losespaoles dedicados la produccin, al comercio y las profesionesauxiliares, los extranjeros de origen espaol y los hiios del pafs dondelas Cmaras estn establecidas, en la proporcin de una cuafta parlecomo mximo y requirindose en lodo caso para tomtr acuerdos, tantoen las Juntas directivas como en las generales, que los espaoles seencuentren en la misma proporcin de mayora. lns dems exffaniercspodrn ser admitidos con el carcler pasivo de socios cooperadores,sin. derecho, por tanto, al voto ni los cargos electivos. Tinnbin podrnser socios cooperadores los espaoles no residentes en el pas de laCmara que contribuyan al sostenimienlo de la misma" 'a

    En este sentido, si bien las Cmaras de Comercio recuerdan la estructura delos consulados de comercio

    -instituciones clsicas del Antiguo Rgimen que

    desaparecen en Europa y Amrica a mediados del siglo XIX y cuya ausencia tendi

    44. de Rafael Vehils, RM XXI[, I1.01.1923, No 427, pp. t-3iVase en paicular

  • +f

    268 Empresarios y Empresas en Amrica latina (Siglos XVIII-XX)

    Continuacin.Cuadro No 7

    Cmaras Espaolas de Comercio en Amrica y Filipinas enl923;condicin de ingreso Y membresa'

    Sede Aoctacin

    u^^i^-alil ol Categora YN'de miembros

    Sistema deRepresentacinmiembros

    San Pablo t920Lima r920 Espaoles Y

    descendiente23 electores Otros electores: extran-jeros hasta el l07o total

    asociados

    Manila 1899 Espaoles Numerarios (residentes enManila) y corresPonsales

    (residentes en ciudades deArchipilago y FiliPinas).

    Numerarios,cotTesponsales,cooperadores y

    protectores.

    Mxico DF t912 Espaoles ? l7 electores Electores esPaoles

    vfontevide< 1901 Espaoles Ydescendientes

    58 firmas comerciales.Honorarios y suscriPtores

    Otros electores:extranjeros afines

    a Esoaa

    NuevaYork

    1887 Espaoles,descendiente,

    todas lasnacionalidades

    62 electores Socios de nmero(espaoles y americanos)y cooperadores de todas

    las nacionalidades

    RfoJaneiro

    l9l6 Espaoles 89 electores Activos, cooPeradoresy adherentes

    Rosario,Argentina

    t920 Espaoles ydescendientes

    80 electores Activos, adherentesy honorarios.

    Valparaso l9l9 Espaoles Ydescendientes

    128 electores Otros electores: extran-jeros hasta el l07ototal asociados

    FUENTE: Elaboracin propia en base a "organizacin de las cmaras Espaolas de

    Comercio en Ultramar. Coleiiacin en ellas de comerciantes y productores espaoles' Con-

    curso del Estado,,, primer Girpo del cuestionario General, l'y 2" perfodos, Ponencias delcomit organizador prrrrnt"u. al himer congreso Nacionat del comercio Espaol en

    Ultramar,Barcelona.Madrid'FascfculoNol,seccinN.l,Ed.GrficasUnidas'Madrid'1923. Mercurio, 15-07-1920, N'363, p' 177'

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate 269

    La Casa deAmrica y la "Conferencia de Cmaras yAsociaciones Espaolasde Comercio en Amrica" de 1929.

    Mientras esto ocurra con las Cmaras de Comercio, tanto las del Reinocomo las de Ultramar, en Barcelona IDEA proyect en 1929, poco antes de lacrisis de Wall Street, la organizacin de la Conferencia de Cmaras y AsociacionesEspaolas de Comercio en Amrica. En dicha Conferencia se acept la modificacinestatutaria del IDEApor los que la sociedad se coloc bajo el Patronato Internacionalde las Cmaras o Asociaciones Nacionales de Comercio de los pases de AmricaLatina, tanto las vinculadas al comercio como a la produccin. En 1930 ratificaronel Convenio de Patronato (firmado en la Conferencia de Cmaras y AsociacionesAmericanas de Comercio de 1929) la Confederacin Argentina del Comercio, dela Industria y de la Produccin, la Cmara Central de Comercio de Chile, la CmaraNacional de Comercio de Uruguay, as como la Confederacin de Cmaras deComercio de Mxico. A mediados de 193 I ya haban ratificado la Convencin delPatronatoArgentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paragua Peni, Uruguay,Venezuela, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Nicaragua, Panam, Cuba, Rep.Dominicana, Puerto Rico, Mxico, es decir, l8 pases, excluyndose Honduras,que no asisti a la Conferencia, as como los Estados que no dependieron de lacolonizacin hispana: Brasil, Hait, Estados Unidos y Canad.as Esta negativa dedichos pases fue valorada por la Casa de Amrica de manera significativa:

    "Se ve de una manera precisa que todos los pases de origen espaoldel continente americano han aceptado confruicin el Patronato denuestra entidod y que en cambio aquellos de origen extranjero hanquerdo demostrar de modo ben claro que han hecho de estaproposicin que no poda ser ms. desinteresada, una cuestin alparecer racista, lo que es verdaderamente de lamentar sobre lodo porlos Estados Unidos del Norte, Canad, Brasil y Ha, han merecidode nuestra institucin en los ltimos aos una consideracin igualque los dems, habiendo ampliado nueslras'Notas de Amrica' coninformaciones de los referidos pases...la negativa de los pasesindicados no ser un obstculo para que se contine laborando en elsentido de hacerles comprender la conveniencia que para ellos y para

    45. ArchivolCCl,LibrodeActasdelaSociedadcCasadeAmrica>,Barcelona,20.l0.l9l3a18.05j927,Acta de la Asamblea General Extraordinaria 18.05.1927, Asistentes: Mndez, Prez Martln, Soler, Vias,Viada, Vehils (director)i ,mimeo enACA, Archivo IDEA, Caja Cuestiopes Econmicas, Museo (1933-1934);ArchivoICCI, Libode Actas del IDEA,02.O7.1927 a 10.07.1933, Sesiir 30.10.1930, Asistentes: Mndez, Viamata, Bonet,Nadal, Obregn, Viada, Carbonell (secrctario) y Sesin 17.09.1931, Asistentes: Mndez, Cajiao, Clav,Prez Mann, Viada, Carbonell (secrctario).

  • 270 Empresarios y Empresas en Amrica latina (Siglos XVULXX)

    el Instituto implicara el que se convencieran de los servicios quepodramos prestarles, obteniendo Ia aprobacin del Convenio" '46

    Con todo esto, el IDEA funcion como una asociacin internacional quetena como finalidad el estudio y colaboracin en el campo de las relacioneseconmico-sociales deAmrica y Filipinas con Espaa en particular, pero tambincon el resto de Europa. De acuerdo al documento constitutivo del Patronato, IDEA,con domicilio legalen Barcelona, no deba "mezclarse en cuestiones de carcterpoltico" (Art. l, punto c).a? Pese a aceptar esta condicin' y pese tambin al apoyoie ta burguesa espanola a un lado y otro lado del Atlntico, el ao 1930 fue dealguna mnera el inicio del fin para la corporacin que llegara al ao 1936 dandoesiertores. La negativa del gobierno monrquico a concedef una subvencinextraordinaria llev al IDEA a suspender empleados o a rebajar sus sueldos en unatercera parte, adems de reducir gastos generales de la entidad. Adems, IDEArecibi iel Ayuntamiento de Barcelona la negativa formal a su pedido de instalarel Museo Permanente de Productos Naturales y Recursos Econmicos deAmricaen el Palacio de Artes Grficas.a8 La Guerra Civil acab por desmontar todo esteproyecto, con el exilio de algunos de sus miembros como Francesc camb y RafaelV"t ift, ambos radicados en Argentina, el primero coordinando el funcionamientode la CHADE (Compaa Hispanoargentina de Electricidad) y el segundo comopresidente de la Cmara Espaola de Comercio de Buenos Aires y como fundadorde la Editorial "Sudamericana".

    En un texto elaborado en 1961 por los miembros de IDEA que volvieron delexilio o que permanecieron en Barcelona, y estando Espaa an bajo gobiernofranquista, se resea que:

    "Cusndo -transcurridos 1935 y primeros de 1936-

    estaba todo enmarcha para un programa escalonado, aniversario de lafundacin'

    Archivo ICCI. Libro deActas del IDEA,02.07.1927 a 10.07.1933, Sesin 30.10.1930, Asistentes: Mndez,Viamata, Bonet, Nadal, Obregn, Viada, Carbonell (secretario)Institut d'Economia Americana. Constituci del Consell Superior de Patronat. Antecedents del conveni

    lntemacional i documenrs ofcials de ratifcaci. Casa d'America, Barcelona, 1932, pp, I 5'17' La versininglesa en By-taws and intimal Regularions, Instituto de E-conomla Amercana, Intemacional Associa-tin ofEconmia Expam rbn. Casa d Amrica, Bacelona, 19291 la versin francesa en srarrr t Rglament

    Intreur Instituto e Economa Americana, Association Internatonale d'Expansion ,conomique,Casade Amrica, Barcelona, 1929. Tambin en Anexo de Memotia de la Conferencia de Cmaras yAsociacones Americanas de Comercio, convocad por el Instituto de Economla Americana (IDEA)'

    celebrada en Barcelona, Espaa, desde el 2 I al 26 de octubre de I 929, Imprenta de la Casa de la Caridad'Barcelona, 1930. PP. 357'310.Archivo ICCI, Lib de Actas del IDEA ,0?.o7.1927 a 10.07.1933, Sesin 30.10.1930' Asistentes;Mndez.viamata, Bonet, Nadal, obregn, viada, carbonell (secretario); ACA, Archivo IDEA, Caja CuestionesEconmicas, Museo (1933-1914), Cafa del Presidente del IDEA al Alcalde de Barcelon' conde deGells, Barcelona, 15.07. 1930.

    46.

    41.

    Parte lI. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate 271

    segunda reunin de patonolo y conmemorocin del Real Decreto deI8 de diciembre de 1936, se suspendi toda actuacin a mediados dedicho ao y nuestra Casa de Amrica no volvi a dar fe de vida hasta1939, abriendo nuevamente sus puertas an no organizada el da 2 deabril (de 1939), un da despus de terminarse la guerca de liberacin.Y cuando nos preparbamos para continuar en 1940 nuestra siemprenutrda correspondencia con nuestos Delegados en Amrica, Cmarasde Comercio, de Industriay de Agricultura, organismos econmcos yDepartamentos oficiales, estall la Segunda Guerra Mundial que nosimpidi actuar libremnte por la dificuhad de las comunicacones,obligndonos a dedicarnos al Archivo General de Economa(Biblioteca y ficheros), ya que la censura impidi durante aos el envoa Europa de revistas y peridicos Qmericlnos".ae

    La segunda mitad del siglo XX abrira un nuevo proceso en el que las Cimarasde Comercio y la "Casa de Amrica" de Barcelona perderan todo su poder. Pero,como he intentado demostrar en este trabajo, la burguesa espaola, en particularla catalana, aprovech la configuracin de la "Casa de Amrica" as como elfuncionamiento de las Cmaras Espaolas de Comercio en Ultramar para restablecerel dilogo mercantil con sus antiguas colonias americanas y con Filipinas. Losrasgos de dichas Cmaras, tanto de las que se radicaron en el Reino como de lasque se establecieron ms all del Atlntico, recuerdan en mucho las pretensionesde los comerciantes en torno al funcionamiento de los Consulados de Comercio,abocados a la defensa judicial y corporativa de sus miembros. Las Cimaras sirvieronentonces para diversos objetivos, en particular la fijacin de costumbres y usossobre los cuales apoyar los laudos y amigables composiciones ascomo el arbitraje,y la proteccin de los intereses de los miembros de diferentes Cmaras ubicadasen pases diversos. Este artculo ha podido mostrar, entonces, el crecimientoexponencial de las Cmaras de Comercio espaolas, con hegemona en Castilla laNueva y Catalua, y de las de "Ultramar", con el monopolio de mercaderes denacionalidad espaola que residan regularmente en Amrica.

    La Rev i s t a C ome rc ial Ib e ro ame ric ana M e rc urio, interesada en "reconquistar"mercados que hasta poco antes haban formado parte del imperio peninsular, y losdebates en el seno de las Cmaras de Comercio, en particular de la Crnaa Oficialde Comercio y Navegacin de Barcelona, constituyen fuentes de informacinineludibles para entender el proceso de dilogo que se abre a nivel del comercioentre Espaa y Amrica a partir de 1898. LaCmara sealaba que:

    49. CARBONELL TORTS, Francisco de A., Ls Bodas de Om de la Casa de Amrica IDEA, Homeraje aRafaelVehils Grau-Bol(var(director 191 1- 1936), dactado el histoial pon.,su actual dircctor-secretario,Barcelona, abil 1961, en ACA, Corrcspondcncia del l.D.E.A. Caja Historia-Socios'

  • 272 Empresarios y Empresas en Amrica Latina (Siglos XVIil-XX)

    "Precisamente la debilidad de Espaa para eiercer una influenciamoral que acerque aquellos pueblos (latinoamericanos) a la antiguametrpoli radica en eI hecho de carecer de fuertes lazos econmicos.Los intereses unen a los pueblos como a los individuos mucho msque las afecciones. Esencialmente los exportadores de mercancas eimportadores de capitales para eI desarrollo de sus riquezas natu'rales dependen los pueblos hispano-americanos de los mercadosexteriores. Espaa no ha podido ser ni su mercado ni su banquero.Les compramos poco y en su consecuencia les vendemos pocotambin"so.

    La frmula empresarial como fondo de cualquier ejercicio poltico ointelectual esti en la base de este modelo de relacin que intent conjurar las prdidasde las ltimas colonias espaolas en Amrica y Filipinas.

    Conclusiones

    Este trabajo ha pretendido abordar el esfuerzo de reorganizacin de las fuerzasmercantiles espaolas a partir de la "prdida" de Cuba, Puerto Rico y Filipinas,mercados que hasta el ao 1898 estuvieron capturados por intereses espaoles.srJordi Maluquer de Motes seala en su estudio acerca del ascenso de la burguesaindustrial catalana, que hasta 1929 Catalua fue "el norte del sur" espaol, por elhecho de que la regin concentraba la industria espaola, a la par del Pas Vasco yel tringulo noroccidental italiano formado por Piamonte, Lombarda y Liguria.52De acuerdo a Maluquer de Motes, fue el algodn el producto que, desde finales delsiglo XVIII y durante el siglo XIX, hizo que los viajeros de paso por Catalua serefiriesen a ella como de una "pequea Inglaterra"s3.

    50. BCCNB XXXI 1924, N" 361, diciembre.51. Sobre la transformacin de la vida econmica y mercantil catalana durante el siglo XIX, tomando en

    consideracin los efectos de la prdida del mercado restringido de tipo colonial para la economfa domsticade familias de Catalua, vase un trabajo anterior de mi autorfa: DALLA CORTE, Gabriela, "La suertede los patrimonios y las empresas: la difusa frontera entre el negocio y la familia en tiempos de cambiosocial (1790-1830)", en BARRIERA, Darfo y DALLA CORTE,Gabriela (comps.), Espacios de FamiliaTbjidos de tealtades o campos de confrcntacin? Espaay Amrica, siglos XVI.XX,Jitanjfon, Morelia,Mxico,2003.

    52. MALUQUER DE MOTES, Jordi, "El ascenso....53. Noobstante,nosloellextilhizodelaregincatalanaunpolodedesarrollo:tambinelvino,elaguardiente

    y las manufacturas entre las que cabe citar el hierro, el papel, los navfos..', vase DALLA CORTE'Gabriela, Vda i mort d'una aventura al Riu de I PIan, Jame Alsina i Verjs, I770.l836,lublicacionsde l'Abadia de Montserrat, Coleccin Biblioteca Sena D'Or, Bacelona, Prlogo de Pilar Garcfa Jordn,20(n.

    Parte II. Empresas, Estados Naconales y Regones al Debate 273

    Este proyecto se llev a cabo paralelamente gracias a tres ensayos llevadosadelante por la burguesa catalana, los cuales han llamado nuestra atencin en estetrabajo. En primer lugar, las Cmaras de Comercio, surgidas formalmente en Espaaen 1886 y posteriormente declaradas "oficiales" por la monarqua. En segundolugar, la fundacin en 1900 de un rgano de prensa mercantil que tena dos sedes,Barcelona y Madrid, y que adopt el ttulo de Revista lberoamericana Mercuriopara dar ms fuerza simblica al carcter mercantil del vnculo. En tercer y ltimolugar, el funcionamiento a partir de l9ll de la Casa de Amrica de Barcelona,organismo privado que perdur hasta 1976 y que cont con socios espaoles yamericanos captados por la Revista Mercurio. Estos ensayos tuvieron como tareaexplcita frenar el avance mercantil de las potencias europeas en Amrica Latina,as como detener el proyecto panamericanista de los Estados Unidos. Ladocumentacin del archivo privado de la Casa de Amrica de Barcelona, as comolos debates al interior de las Cmaras de Comercio espaolas y la publicacin de laRevista Mercurio, que sali aluz a partir de l90l y dej de editarse en 1938 enplena Guerra Civil espaola, son un semillero de la doctrina econmica y jurdicasobre el que se sustent la "modema fraternidad" hispanoamericana. La modernafratemidad era llamada as por los contemporneos para hacer referencia a la nuevavinculacin econmica con mercados considerados "naturales" para Espaa porsu carcter colonial, pero que ya no podan ser sometidos polticamente. Los tresensayos, entonces, tuvieron a su cargo la delimitacin de una serie de reas deinters que me interesa sealar aqu. En primer trmino, la definicin de un campocomn de usos y costumbres mercantiles y jurdicas; en segundo trmino, elestablecimiento de organismos que pudiesen resolver extrajudicialmente losconflictos y pleitos entre mercaderes espaoles y latinoamericanos. En tercertrmino, la articulacin de una red de delegados en Amrica, en gran parte espaoleso de ascendencia espaola, que informaban rpidamente a la burguesa peninsularacerca de las condiciones de mercado y de los mbitos en que era ms beneficiosoinv'ertir en los negocios.

    El perodo que he elegido, 1900-1936, muesfra la enorme preocupacin de lascorporaciones mercantiles espaolas y latinoamericanas por aseguru un ordeninternacional de paz,liderado por la Sociedad de Naciones, y en el que fuese posibleencontrar frmulas de resolucin alternativa en conflictos econmicos suscitadosentre grupos econmicos de diferentes pases que no podan acudir a sus propiasjurisdicciones nacionales. En ese sentido, es posible entender porqu un organismocomo la Casa de Amrica decide formar parte de la Sociedad de Naciones en ladcada de 1920, o porqu la Revista Mercurio promovi la fundacin del TribunalInternacional de Comercio, y porqu las Cmaras Espaolas de Comercio articularonlos intereses de comerciantes de las Cmaras del Reino por un lado, as como de lasCmaras Espaolas de Ultramar, por el ofro, sin olvidar la Crimara Internacional.

  • #f

    274 Empresarios y Empresas en Amrca Intina (Siglos XVIII-XX)

    La base del proyecto de resolucin de conflictos entre empresarios ycomerciantes espaoles y latinoamericanos fue el desarrollo de frmulas deconciliacin, mediacin y arbitraje as como la amigable composicin entremiembros de las Cmaras de Comercio. La exigencia de pefenecer a las Cmarascomo condicin sine qua non de acceso a esa forma de hacer derecho es lo que leda ese carcter corporativo al proyecto, un proyecto corporativo que se consagren el procedimiento de Tribunales mercantiles por fuera de la justicia estatal de lospropios Estados Republicanos en juego. Con el gobierno espaol encabezado porel General Primo de Rivera (1923-1929),la crisis de Wall Street, el fin de lamonarqua y la proclamacin de la Segunda Repblica en 1931, la burguesa qued,como afirma Maluquer de Motes, en un segundo plano.5a Sin embargo, estasprcticas empresariales y mercantiles que se articulan porfuera del funcionamientode los Estados Nacionales debe llamar la atencin de las y los historiadores de laempresa, de la economa y de la situacin social y poltica de Amrica Latina.Quizs en estas historias perdidas y olvidadas del pasado iberoamericanoencontremos algunas explicaciones del presente del subcontinente, un presente enel que las empresas y los empresarios, as como los comerciantes y los mercados,conviven conflictivamente con los Estados Nacionales.

    DE EMPRESAS FAMILIARESAEAMILIAS DE EMPRESASENAMRICALATINA

    Rita Giacalone

    Introduccin: la privatizacin de SIDOR

    La privatizacin de la Siderurgia del Orinoco (SIDOR) a fines de 1997 sirvede punto de partida en este trabajo para analizar las razones que llevamn a unconsorcio de empresas de Argentina, Mxico, Brasil y Venezuela a adquirirla ypara observar tambin los cambios sufridos en las ltimas dcadas por grandesempresas de origen familiar del sector sidenirgico, como Techint de Argentina eHylsa de Mxico. El anlisis de estos casos nos lleva a discutir en la ltima partede qu forma las empresas familiares latinoamericanas han ido perdiendo parte desus caractersticas iniciales pero mantienen y refuerzan otras como una manera deconstruir un entomo de interacciones sociales y econmicas que les resulten tiles.

    54. MALUQUER DE MOTES, Jordi, "El ascenso..., cita de p. 201.

    Parte II. Empresas, Estados Naciotwles y Regiones al Debate

    Fue el Fondo de Inversiones de Venezuela lFiV) el que llev a cabo el procesode privatizacin de empresas estatales, iniciado durante el gobierno de Carlos AndrsPrez(1989-1993) como parte del programa de reformas estructurales denominadoEl Gran Viraje. Este proceso se inici con empresas pequeas y de poca importanciapara el gobiemo, pero tambin durante esa administracin se privatizaron la empresatelefnica (CANTV) y las lneas areas VIASA y Aeropostal. Luego de la eleccinpresidencial de diciembre de 1993, el gobierno de Rafael Caldera enfrent la crisisbancaria generada por la quiebra del Banco Latino suspendiendo las privatizacionesy dando marcha atrs con respecto a muchas reformas adelantadas por el gobiernoanterior. Sin embargo, para mediados de 1996 el fracaso de medidas, tales como elcontrol de cambio oblig a retomar el camino de las reformas estructurales, lascuales incluan la desestatizacin de empresas. En este lapso la privatizacin queconcentr la mayor atencin del gobierno y la oposicin fue la de las empresas dela Corporacin Venezolana de Guayana (CVG).

    SIDOR formaba parte del conjunto de 56 empresas estatales bajo el controlde la CVG en el oriente de Venezuela.r Su origen se remonta al descubrimiento enlos aos cuarenta de importantes yacimientos de hieno en el Cerro Bolvar, cercade la confluencia de los ros Orinoco y Caron, los que por aos alimentaon lasexportaciones de las compaas estadounidenses U.S. Steel y Bethlehem Co., hastasu nacionalizacin en I 975. Desde I 952 grupos del sector privado haban propuestola creacin de una industria sidenirgica venezolana en base a ese mineral de hierro,pero el gobierno militar de Marcos Prez Jimnez prefin negociar su instalacincon la compaa italiana Innocenti antes que con el sector privado domstico. Estasnegociaciones culminaron luego de su cada en la fundacin de SIDOR en 1964.2

    Durante la dcada siguiente los cuantiosos recursos financieros que ingresaronal gobierno venezolano por el boom internacional de los precios del petrleopermitieron a ste no slo la adquisicin e incorporacin a la empresa de las minasde hierro, sino tambin la aplicacin de un ambicioso programa de expansintecnolgica de sIDoR, el cual la dej profundamente endeudada en el exterior sinque se alcanzaran las metas de produccin propuestas. De esta forma en 1980 seestimaba que si SIDOR tuviera que operar en un mercado no protegido, dejara deexistir.3 Para 1989 comenz un proceso de reestructuracin interna que incluy eldespido y la reasignacin de tareas para cerca de 7.000 trabajadores, el cierre deplantas obsoletas, el traslado al sector privado de los servicios de apoyo y la

    KLINE, Elizabeth, "Up for Grabs ", Business Venezuela, october 1995, p. I ?.SRNOA gERNNDEZ, Jess, en Economa Hoy,l4.O2.g7.CORONEL, Gustavo, Una perspectiva gerencial de la Corporacin Yenezolana de Guayara, Servilibros,Sabana del Medio, Carabobo, 1995, p.59; KELLY Janet, "The Comparison ofstate Enterprises acrossInternational Boundaries: The Corporacin Venezolana de Guayana and the Companhia Vale do RioDoce", Ponencia presentada en la Conferencia sobre Public Enterprise in Mixed Economy LDCs, Bos-ton Area Public Enterprise Group, April 3-5 1980, p. 30.

    275

  • 276 Empresarios y Empresas en Amrica latina (Siglos XVnl-XX) Parte II. Empre sas, Estados Nacionales y Re giones al Debate 277

    comienzo la adquisicin de SIDOR estuvo al alcance slo de posibles compradoresextranjeros, entre los que descollaron distintas empresas latinoamericanas.

    En cuanto a los objetivos que las empresas latinoamericanas esperabanalcanzar mediante la compra de SIDOR, Alonso Ancira Elizondo, vicepresidenteejecutivo del Grupo Acero del Norte (GAN) de Mxico, diferenciaba entre los delas firmas brasileas y argentinas, interesadas en controlar el mercadolatinoamericano del acero, y los de las firmas mexicanas que buscaban "dar valoragregado [al acero mexicano] en Venezuela para cubrir nuestras necesidades tantoen exportacin como en el mercado interno mexicano".e Con respecto a lasnecesidades de exportacin a que se referaAncira Elizondo, estimaba que la comprade SIDOR era vital para que las empresas mexicanas pudieran seguir aprovisionandoa Estados Unidos y Canad de productos a base de acero

    -automviles yelectrodomsticos, especialmente-, que representaban unos 40 millones de dlaesde sus exportaciones despus; de la firma del Tratado de Libre Comercio de Amricadel Norte (TLCAN) en 1993. En este sentido se observa que para 1997 un 79Vo deltotal de las exportaciones de acero de Hylsa corresponda a productos de alto valoragregado.ro

    En lo relativo al mercado domstico de Mxico, Michael Moskowitz,especialista en acero latinoamericano de la Credit Suisse-First Bank (CSFB),consideraba que, en la medida en que la existencia desde 1994 del acuerdo de librecomercio del Grupo de Los Tres -{olombia, Mxico y Venezuela- permita laexportacin de Venezuela a Mxico con tarifas arancelarias bajas, era necesariopara las empresas mexicanas controlar la estabilidad de los precios domsticos delacero. Mientras tanto los objetivos de los empresarios argentinos y brasileosrespondan a una estrategia ms regional que domstica y pueden resumirse en laexpresin de Tito Cosavella, gerente general de la empresa argentina Siderca delGrupoTechint: "no queremos que un competidor ponga pie en esa planta [SIDOR]".I1

    La magnitud de la operacin de compra de SIDOR se observa a pafir de lasdclaraciones de un representante de la empresa estadounidense Salomn Brothers,asesora del gobierno de Rafael Caldera en esta venta. Segn ste, aunque la subastacontemplaba slo un TOVo de las acciones de SIDOR, la propuesta mnima debaalcanzar al menos 671 ,5 millones a los que se agregaban inversiones por un totale 1.621millones de dlares entre las deudas que se asuman y la necesidad demodernizar la tecnologa de la planta.r2 Lo elevado del precio determin dos

    Economia Hoy, 25.11.96.El Nacional,l3.12.97; ELZONDO, Felipe de Jess, "Hylsamex: Diez aos de acendrada mundializacin",en Acero Lotinoamericano N" 446, enero-febrero 1998, p. 52.Dams de El Financierc, 19.12.97 y Economa Hoy,21.05.97.Economa Hoy, 15.12.97.

    reduccin de la variedad de productos fabricados por la empresa. Apesar de todosestos cambios en 1997 un observador calificado declaraba que "era imposible seguirtapando el sol con un dedo: los productos fabricados [por SIDOR] tenan un costosuperior a su valor de venta".a

    En el proceso de privatizacin de la Siderurgia del orinoco (SIDOR) se fij unprecio base calculado en unos 1.200 millones de dlares por el 100% de la empresa,u los qu" ," ugregaban "pasivos ambientales" por cerca de 65 a ?5 millones de dlarespara tratamiento de aguas y gases y adecuacin de suelos, adems de clasulas que

    oUtigauan a los compiadores a asumir las deudas de la empresa. Cabe agregar que el

    gobiemo venezolano se reserv el30Vo de las acciones de SIDOR con el propsitoe ponerlas en manos de sus trabajadores y de pequeos ahorristas.s

    En el contrato de compra-venta tambin se obligaba a los compradores amantener en condiciones operativas a la empresa por cinco aos, a aprovisionar deacero al mercado domstico y a asegurar la inamovilidad laboral de 9'000trabajadores durante el primer ao de su gestin, a lo cual se agregaba el costo deurtuuliru, la tecnologa de SIDOR para alcanzar niveles de produccin queaseguraran su viabilidad futura. Todos estos costos eran compensados, sin em-barlo, por las ventajas que la empresa ofreca: cercana a vastos depsitos de ma-teri prima y a puertos que facilitaban las exportaciones, suministro amplio yeconmico de gai y electricidad

    -SIDOR cuenta con los recursos hidroelctricos

    de la represa d" Cuti y con gigantescos depsitos de mineral de hierro de alto tenor(557o)-y esrar sliamenie afianzadadentro del mercado subregional andino.

    Lo cuantioso de la inversin incidi en que el contrato de compra-ventaestipulara que las empresas interesadas deban tener una capacidad productivamnima de I milln de toneladas de acero por ao, lo cual dej fuera de todaposibilidad la compra de la empresa sidenrgica por una empresa venezolana' Frentea la protesta de los empresarios venezolanos, el ministro de CORDIPLAN, Teodoropetkoff, atribuy la situacin de debilidad de las empresas venezolanas alcapitalismo de tado: rbot "bajo cuya sombra no creci ms nada, salvo un sistemaaptyado en el petrleo".7 La limitacin ms importante para el capital nacionalfue que la empresa se puso en venta en un solo bloque por considerarse que habfa

    uniaaOes ae prbduccin de la misma que, si se vendieran en forma separada, quedaran

    sin compradores y obligaran al gobierno venezolano a efectuar gastos enorTnespara ma;tenerlas operando sin el resto de la empresa.s De esta forma, desde el

    Economa Hoy20.06.91 Y 19.02'91.BARBOSA, lsidro, en El Financiero,23.12.97 .El Naconal, 13.12.97; Economa Hoy, 23.01.97, lZ'02'97,18'02'97' 04'0'l '97 'Economa Hoy,07 .01.97 .B. SANTISTEVAN y M.L. VSQUEZ, en Economa Hoy, 20'05'97 '

    9.10.

    I l.t2.

    4.5.6.7.8.

  • 278 Empresarios y Empresas en Amrica latina (Siglos XVIILXX)

    desarrollos: por una parte, la conformacin de consorcios de empresas que no sepresentaron en forma aislada a la licitacin sino aliadas entre ellas para poderhacer frente a la inversin demandada, y, por otra, que de los cinco consorciosprecalificados se retiraran dos (la Corporacin Siderrgica Internacional

    -KobeSteel, Nissho Iwai, Marubeni y Tomen de Japn, Hicks, Muse, Tate & Furst LatinAmerica Fund de Dallas, Texas, Estados Unidos, y Sicartsa de Venezuela- y elConsorcio AIS

    -Altos Hornos de Mxico y Grupo Acero del Norte de Mxico-la semana previa a la venta.Se presentaron a la subasta en diciembre de 1997 el Consorcio Amazonia

    -Hylsa de Mxico, Siderar de Argentina y Thmsa de Mxico del Grupo Techint,as como Techint Engineering Co. de Panam, Sivensa de Venezuela y Usiminasde Brasil, empresas que producan ms de 12 millones de toneladas de acero lquidoantes de la compra de SIDOR, lo que equivala a un 25Vo de la produccin total deAmrica Latina

    -,r3 el Consorcio Aceros del Orinoco -IMSA de Mxico, CSN eItabira Rio Doce de Brasil, CSN de Venezuela y Aceros del Pacfico de Chile- yel de Ispat

    -Ispat de Mxico, Holanda y Panam-.El primero fue el ganador con una oferta equivalente a un precio de2.301.703. 100,62 dlares por el 1007o de las acciones

    -alrededor de un SlVo msque el precio base-, quedando segundo Aceros del Orinoco y tercero, lspat, conpocas diferencias entre sus ofertas. Aunque el precio pagado fue consideradodemasiado alto por los analistas internacionales, Alejandro Elizondo Barragn,presidente de Hylsa, consideraba que era factible volver competitiva a la empresamediante la reconversin de su planta de hieno esponja con la instalacin detecnologa propia de Hylsa. No se esperaba que SIDOR diera dividendos durantesus primeros aos pero, si se modernizaba, la expectativa era que pasarfa de producir3 millones de toneladas anuales al doble, aumento que sea absorbido por losmercados de Colombia y Venezuela principalmente.ra

    La mayor participacin del Consorcio Amazonia corresponda al GrupoTechint (40Vo entre Siderar de fugentina, TAMSA de Mxico y Techint EngineeringCo. de Panam), seguido por Hylsa (307o), Sivensa de Venezuela (207o) y Usiminasde Brasil (ll%o). Su Junta Directiva qued constituida por el venezolano AdnCelis (hoy, Maritza Izaguirre) como presidente, el argentino Daniel Novegil(Siderar) como presidente ejecutivo y los siguientes directores titulares: Luis A.Romero (Sivensa), Javier O. Tizado (Siderar), Enrico Bonatti (Tamsa), CarlosJimnez Barrera (Hylsa) y Marcus JurandikTambasco (Usiminas).t5 La presidencia

    CnnCl, Agustfn, "La apuesta de Sivensa por la globalizacin" , en Acero Latinoamericano N" 450,ILAFA, Santiago de Chile, setiembre-octubre 1998, p. 53.Dttos de Economa Hoy, 19.12.9?,06 y O7.11.97 y 28.01.98 y El Nacional,24.12.97.ILAFA,'Noticias", Aceo Latinoamericano N" 447, mao-abril I 998.

    t

    13.

    14.15.

    Parte II. Empresas, Estados Nacionales y Regiones al Debate

    del Consejo de Administracin correspondi al mexicano Alejandro ElizondoBarragn, representante de la mayor empresa individual inversionista (Hylsa), laque tambin obtuvo 4lugares dentro de ese Consejo. Techint se reserv la direccingeneral y otros 4 puestos y los restantes 3 fueron divididos entre Sivensa (2) yUsiminas (l). Para hacer frente a la inversin el Consorcio Amazonia obtuvo uncrdito de J.P. Morgan por 00 millones de dlares, destinandos 500 millones parapagar al gobierno venezolano y el resto, para cancelar los intereses de los primeros500.'

    Sealbamos en 1999 que:

    " (Jn factor que parece tener incidenca sobre el proceso de aiuste que

    Ilevan a cabo los empresarios... es la generacin de vnculos con grupossimilares de otros pases... Estos vfnculos esumen... laforma de nuevosacuerdos s e ctoriale s transfronterizo s o transnacionales...( lo que )permite, en especal en aquellos casos en los cuales el sector escontrolado por pocas empresas grandes, que stas establezcanacuerdos para apoyarse mutuamente y prevenir el ingreso de nuevoscompetidores" .t1

    La privatizacin de SIDOR sirve para ilustrar esta afirmacin por cuanto lasempresas siderrgicas rivales al nivel nacional se asociaron con las de otras nacionesantes que con las de su propio pas, a excepcin de las mexicanas AHMSA y GAN,que se asociaron entre s. Sin embargo, debe destacarse que en este ltimo caso nose trataba de empresas rivales ya que en 1991, durante el proceso de privatizacin(e la primera, el GAN haba adquirido dos plantas de aceros planos de AHMSA,29Vo de su planta de Pea Colorada, la mquina de colada continua de Sicartsa ylas minas de carbn de Coahuila.t8 Por lo tanto el consorcio AIS (AMHSA yGAN) no puede considerarse resultado de una alianza estratgica entre empresascmpetidoras dentro del mercado mexicano sino como un intento por crer unared de filiales extranjeras, similar al caso del consorcio de la Ispat. Se observatambin que las mayores empresas argentinas y brasileas

    -Siderar y CSN,respectivamente- no se asociaron entre s para participar en la compra de laempresa siderurgica venezolana pero lo hicieron con empresas de otros pasesIatinoamericanos, comportndose como empresas rivales dentro de un mismo

    16. BARBOSA, Isidro, en El Financiero,23.12.971, FLORES, Oscar, Monterrey industial, 1890'2000,UDEM-CONACYI Monteney, 2000' p. 209.

    17. OIACALONE,Rita,Integracin,intereseseideas.LosempresariosdeColombia,MxicoyVenezuelafrente al Grupo de Los Tres, Editorial Nueva Sociedad, Caracas, 1999, p. l9.

    18. BROWN, Flor y GUZMAN, Alenka, "Cambio tecnolgico y productividad en la siderurgia mexicana,1984-1994",