Aime Cesaire Desde America Latina Libro-libre

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Elena Oliva, Lucía Stecher y Claudia Zapata (Editoras) Aimé Césaire desde América Latina Diálogos con el poeta de la negritud Santiago de Chile, 2010

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Poscolonialidad

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  • Elena Oliva, Luca Stecher y Claudia Zapata (Editoras)

    Aim Csaire desde Amrica Latina

    Dilogos con el poeta de la negritud

    Santiago de Chile, 2010

  • 2

    NDICE

    Pgina

    Prlogo Luca Stecher, Elena Oliva y Claudia Zapata 4 La figura de Aim Csaire Trayectoria y pensamiento anticolonial en el poeta de la negritud Elena Oliva 10 Desde la historia y la poltica A cincuenta aos de la renuncia de Aim Csaire al Partido Comunista Francs Grnor Rojo 22 Pensamiento histrico en Discurso sobre el colonialismo: la historicidad como condicin de posibilidad de una crtica anticolonial Matas Marambio de la Fuente 34 En torno al Cuaderno de un retorno al pas natal: identidad, pensamiento poltico y escritura potica Mara Jos Yaksic 49 Desde los intercambios intelectuales Tensiones y continuidades en la historicidad de la negritud: Aim Csaire ante Frantz Fanon Ricardo Lpez 69 La(s) identidad(es) de Aim Csaire segn Stuart Hall Elsa Maxwell 87 Negritud y cosmovisionismo mapuche frente al poder (neo) colonial. Apuntes (muy) preliminares para una reflexin (auto) crtica Jos Ancn Jara 101 Desde la literatura La humanidad reducida al monlogo: notas sobre Una tempestad desde el pensamiento crtico de Aim Csaire en tres actos y dos intermedios Gustavo Ramrez 126 Historia y poesa en el teatro de Aim Csaire

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    Irmtrud Knig 146 Y la vida brotando impetuosa de este estiercolero. Aim Csaire: resistencia y descolonizacin Alejandra Bottinelli Wolleter 160 Sobre la poesa de Aim Csaire: entre una poltica de la significacin y una meta-potica de la connotacin Christian Anwandter 174 Sobre los autores 195

  • 68

    DESDE LOS INTERCAMBIOS INTELECTUALES

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    Tensiones y continuidades en la historicidad de la negritud:

    Aim Csaire ante Frantz Fanon

    Ricardo Lpez Muoz

    Introduccin

    La negritud no es un concepto nico, si lo entendemos como la vindicacin de la

    condicin humana del negro desde s mismo, enfrentado a la discriminacin y explotacin

    blanca en un contexto colonial. En esos trminos, la negritud tiene en el Caribe ms de un

    autor. En la regin encontramos a figuras como el jamaicano Marcus Garvey (18771944),

    que reivindica a travs de la Asociacin Universal para el Mejoramiento de los Negros

    en 1914 la grandeza de la historia de la civilizacin negra frente al mundo occidental y

    blanco-, y apuesta a que la identidad negra y sus valores culturales sean una fuente de

    orgullo para los negros de las Antillas y de Amrica. Garvey impulsa un movimiento

    poltico y social que auspicia el retorno a frica de la poblacin negra americana, lo que

    para l involucra un regreso a la tierra ancestral, en donde puede y debe reinar la justicia

    perdida con la esclavitud. En Hait, el mdico, escritor y etngrafo Jean PriceMars (1876

    1979) seala al negro como un individuo portador de una historia y una cultura propia,

    contrapuesta a la cultura blanca. En el contexto de la ocupacin norteamericana de Hait

    (19151934) escribe Ainsi parla l'oncle (As habl el to, 1928), ensayo en el que estudia

    los fundamentos histricos y etnogrficos de la cultura haitiana. PriceMars afirma sobre

    todo que los haitianos no son franceses de color, sino una comunidad portadora de una

    doble herencia: francesa y africana. El haitiano es un intelectual, ms que un agitador

    poltico. Sin embargo, desde esa condicin sistemticamente demand a sus compatriotas

    que asumiesen su herencia africana, de la que la oligarqua local siempre reneg (Lpez 65-

    73). Sus postulados fueron respaldados por escritores y poetas agrupados en La Revue

    Indigne [La revista indgena], entre ellos el poeta Jacques Roumain (fundador del Partido

    Comunista Haitiano), quien canalizar en un sentido ms poltico la defensa cultural del

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    negro, asocindola con la confrontacin radical de toda comunidad oprimida por el

    capitalismo.

    La negritud de Garvey, PriceMars y Roumain es parte constitutiva de una reflexin

    ms o menos colectiva de una comunidad de individuos del Caribe que a inicios del siglo

    XX viven las circunstancias de una ya larga discriminacin social, poltica y cultural a

    partir del color de su piel. Esta reflexin propone enfrentar la discriminacin racial desde el

    reconocimiento de una identidad negra, descontaminada de la cultura occidentalblanca.

    Para ello postula la apropiacin de las races africanas de los negros del Caribe como un

    componente determinante en la recreacin de su identidad y su confrontacin con el blanco.

    Tiene tambin una intencionalidad poltica, porque la discriminacin forma parte de las

    estructuras de dominacin, colonial o postcolonial. En ese sentido, la negritud busca ser un

    discurso anti-colonial. Las colonias francesas de Martinica y Guadalupe tambin se ubican

    en el perodo en el centro de esta reflexin. Son colonias, su poblacin es

    predominantemente negra, la discriminacin racial es parte de los instrumentos de

    dominacin de la metrpoli y, tal como acontece en Jamaica y Hait, cuentan con una

    comunidad de individuos que reflexionan acerca de su realidad. La figura ms descollante

    de esta comunidad es el martiniqueo Aim Csaire. l ser quien finalmente acue el

    concepto de negritud tal como hasta hoy es comprendido. Sin embargo, la prctica del

    concepto de Csaire no estar exenta de crtica, la que provendr de otro martiniqueo,

    Frantz Fanon. En algn momento Fanon, como discpulo de Csaire, suscribi la negritud,

    sin embargo los caminos y las experiencias de cada uno sern distintos. Cada cual debi

    reescribir con sus prcticas un discurso que requiri adaptarse a realidades nuevas, distintas

    a las que le dieron origen en la primera mitad del siglo XX, cuando posiblemente ambos

    martiniqueos estaban de acuerdo.

    Circunstancias coloniales de una negritud singular

    Las islas de Martinica y Guadalupe son colonias francesas desde el siglo XVII.

    Ambas son tempranamente espacios destinados al cultivo de caa de azcar, lo que

    conlleva la importacin forzada de grandes contingentes de africanos para laborar, bajo

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    rgimen de esclavitud, en las plantaciones caeras. A consecuencia de ello, en las dos islas

    la poblacin ser predominantemente negra y esclava. En el contexto de la Revolucin de

    1848, Francia aboli la esclavitud en sus colonias antillanas. A partir de ese momento sus

    habitantes tambin recibieron la nacionalidad francesa y el derecho de cada colonia a tener

    una representacin en la Asamblea Nacional de Francia. Seguramente fueron las

    circunstancias radicales del movimiento revolucionario que entonces aconteca en la

    metrpoli lo que determin tal generosidad. A partir de entonces, los nuevos ciudadanos

    iniciaron un proceso en el que poco a poco fueron ocupando ciertos espacios (limitados, por

    cierto) en la administracin de sus territorios, as como distintos puestos en la

    administracin de las colonias francesas en frica. Gradualmente se constituy as un

    sector social mesocrtico negro en ambos territorios.

    No obstante, este proceso no signific para sus habitantes el fin de la discriminacin

    racial sobre la que se haba construido el rgimen esclavista abolido. Al contrario, dicha

    discriminacin se sostuvo, se reelabor y devino ms compleja, conforme la expansin

    colonial francesa se incrementaba en frica a lo largo del siglo XIX, y tambin a medida

    que en Europa se extenda un potente debate acerca de la nacin, en donde lo racial

    constitua uno de sus componentes relevantes. A modo de ejemplo, casi coincidiendo con la

    abolicin de la esclavitud en las Antillas, se difundieron en Francia las tesis de Joseph

    Arthur de Gobineau, enunciadas en su Essai sur l'ingalit des races humaines [Ensayo

    sobre la desigualdad de las razas humanas] publicado entre 1853 y 1855. Dichas tesis se

    orientaban a fundamentar la superioridad de la civilizacin y la raza blanca europea

    (pura, pero susceptible de ser mezclada), frente al carcter inferior de las razas negra y

    amarilla. En trminos similares se expresaba hacia 1871 Ernest Renan, quien proclamaba

    como raza de amos, guerreros y conquistadores a los blancos europeos, mientras que a la

    raza china le adjudicaba una vocacin de obreros manufactureros, y a la raza negra, la

    de labradores de la tierra. Ambas requeran de la gua y administracin de la raza blanca,

    en beneficio de ellas. Estas ideas eran parte de una discusin de escala europea acerca de la

    manera cmo se conformaban las naciones en el viejo continente, pero tambin eran

    funcionales a los procesos de expansin colonial francesa sobre frica y Asia.

  • 72

    Durante la segunda mitad del siglo XIX, los efectos de estos discursos los sufrieron

    sobre todo los pueblos de frica y Asia, en el contexto de la expansin del colonialismo

    francs y europeo. Sin embargo, los nuevos ciudadanos franceses de las Antillas tambin

    estuvieron sujetos a una discriminacin asociada a estos discursos. No solo vieron limitado

    el acceso a la gestin local de sus territorios conforme lo establecan normativas especficas

    francesas, que reservaban a los metropolitanos los puestos claves de la gestin de las

    colonias. La discriminacin involucr tambin grados relevantes de paternalismo de parte

    de los blancos, que se expresaron en la incorporacin de percepciones entre la poblacin

    negra de que su movilidad y ascensin social y cultural se vinculaba con el grado en que

    integraban a su conducta maneras y educacin francesa (y obviamente blanca). En otras

    palabras, se instal entre la mayora de la poblacin negra la idea de que para ser

    efectivamente un francs civilizado, era necesario blanquearse culturalmente para

    legitimarse ante una Francia generosa y civilizada.

    No obstante, el hecho de que los antillanos fueran ciudadanos franceses introdujo un

    ingrediente especial en la evolucin de esta cultura de blanqueamiento. Estos ciudadanos

    con derechos limitados transformaron en una reivindicacin el ejercicio pleno de esos

    derechos, tal como corresponda a cualquier ciudadano de la metrpoli. A ello contribuy el

    ir y venir de antillanos a Francia, en funcin de educarse, para cumplir el servicio militar,

    para ser parte de la administracin colonial francesa en frica, o por simple emigracin en

    funcin de mejores expectativas de vida. Este flujo llev tambin a que los antillanos, al

    regresar a sus territorios, importaran formas de organizacin social, sindical y poltica

    propias de Francia. Dentro de estas organizaciones muchas veces filiales de

    organizaciones metropolitanas- la exigencia de una ciudadana efectiva y plena fue casi

    siempre un componente ineludible de sus demandas.

    De esta forma, a inicios del siglo XX, tanto en Martinica como en Guadalupe, un

    conjunto de organizaciones polticas y sociales reclamaron la departamentalizacin de sus

    territorios. La departamentalizacin significara la plena vigencia de las leyes y normas

    propias de un Departamento francs, conforme a la estructura poltico-administrativa de

    Francia, el fin del estatus colonial de las islas y el pleno ejercicio de la ciudadana para sus

    habitantes. Era la manera de acceder a la igualdad de derechos, el consecuente fin de la

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    discriminacin y el efectivo y total acceso a la administracin de las islas. Esta

    reivindicacin, que rpidamente fue adoptada por la mayora de la poblacin de las islas, se

    enfrent, a lo largo de la primera mitad del siglo, a la oposicin sistemtica de la metrpoli,

    que en ocasiones lleg a reprimir por la fuerza a los manifestantes por la

    departamentalizacin.

    Sin embargo, paralelamente al desarrollo de esta demanda, aconteca un nuevo

    fenmeno en el mbito cultural. El flujo migracional de estudiantes antillanos a Francia

    llev al encuentro de algunos entre ellos el martiniqueo Aim Csaire con estudiantes

    africanos. De dicho encuentro surgi un debate acerca de la discriminacin, la desigualdad

    y el colonialismo. Estos debates, ms que ser un intercambio de criterios abiertamente

    polticos, se desplegaron dentro del mbito de la historia, la literatura y el vnculo comn

    que compartan los distintos interlocutores: todos eran negros.

    La negritud al fin

    Aim Csaire es un joven martiniqueo que desembarca en Pars en 1931 para

    completar sus estudios secundarios y a partir de 1934 ser alumno de la Escuela Normal

    Superior. Ese ao tambin entra en contacto con un grupo de estudiantes antillanos y

    africanos; entre ellos, los poetas Lon Gontran Damas, de Guyana; Guy Tirolien, de

    Guadalupe; y el poeta senegals Lopold Sdar Senghor. Comparten la percepcin de ser

    discriminados, y sobre todo la de ser parte de una vasta comunidad negra, an alienada por

    la cultura blanca, y que sin embargo es portadora de una identidad que se asocia a su

    historia y a valores culturales propios. Esta sensibilidad los moviliza, los lleva a debatir

    desde sus distintas experiencias la condicin humana del negro. Juntos tambin fundan en

    1934 la revista Ltudiant noir. En ella Aim Csaire enuncia el concepto de negritud.

    Tambin le corresponde a Csaire profundizar dicho concepto al escribir en 1939 Cuaderno

    de un retorno al pas natal, poema en donde presenta a la negritud como la idea que debe

    estructurar y canalizar la ruptura del negro con la discriminacin y el encuentro con su

    cultura, distinta a la occidental:

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    oh amistosa luz oh fresca fuente de la luz los que no han inventado ni la plvora ni la brjula los que nunca han sabido domar ni el vapor

    ni la electricidad los que no han explorado ni los mares ni el cielo pero sin los cuales la tierra no sera la tierra corcova tanto ms bienhechora cuanto que la tierra

    abandona ms a la tierra silo donde se preserva y madura lo que la tierra tiene de

    ms tierra mi negritud no es una piedra cuya sordera arremete

    contra el clamor del da mi negritud no es una mancha de agua muerta en el ojo muerto de la tierra mi negritud no es una torre ni una catedral se zambulle en la carne roja del suelo se zambulle en la carne ardiente del cielo agujerea el agobio opaco de su erguida paciencia. Ei para el Kailcedrato real! Ei para los que nunca han inventado nada para los que nunca han explorado nada para los que nunca han domado nada (94, 96).

    Es cierto que la negritud que Csaire enuncia en Cuaderno de un retorno al pas

    natal no es una formulacin necesariamente precisa o evidente. Sus versos apelan a la

    diferencia, a la no pertenencia a un Occidente blanco, creador no lo desconoce, pero

    tambin dominador. Al mismo tiempo se identifica con una visin casi inocente de un

    mundo que quiere ser el propio, asociado a la tierra, a la naturaleza, y en el que el autor se

    sumerge como un elemento ms, para finalmente rendir homenaje a quienes son parte de

    esa tierra y sobre todo de un futuro pendiente de construir, pero que no tiene que ver con

    aquel Occidente creador y opresor. Su negritud interpreta de forma lrica la identidad de

    esa vasta comunidad de personas definidas por los blancos como negros, y que se localizan

    en Pars, pero tambin en frica, en el Caribe, en Norteamrica y en Latinoamrica. Ella

    quiere ser la intrprete de una nueva visin de esta comunidad, que debe ser construida por

    ella misma. Su negritud denuncia y rechaza la asimilacin cultural, el blanqueamiento, la

    imagen del negro pasivo, incapaz de poseer y crear una civilizacin. Convoca a conocer y

    difundir entre los negros la grandeza de la historia de su civilizacin frente al mundo

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    occidental, y sobre todo apuesta a que la identidad negra y el conjunto de valores culturales

    del mundo negro, sea una fuente de orgullo para sus portadores. La negritud del

    martiniqueo no es as un programa poltico. Es sobre todo una apelacin a descubrir una

    identidad que contiene valores hasta entonces negados u ocultos, que pueden y deben

    oponerse a la cultura blanca occidental, pero que tienen un valor en s mismos. En el

    mbito de las manifestaciones culturales de raz negra de entonces, especialmente entre

    poetas, escritores y artistas, el concepto enunciado por Aim Csaire se constituye en un

    referente determinante.

    Por otra parte, la negritud de Csaire est antecedida por los planteamientos que han

    hecho Marcus Garvey y Jean PriceMars, entre otros. Pero ambos lo han hecho en

    circunstancias distintas, y con un eco a veces restringido. Csaire, a diferencia de ellos, se

    encuentra en el lugar y en el momento preciso para que su concepto tenga una vasta

    difusin y aceptacin. Pero adems, la propagacin de la negritud de Csaire se explica

    porque es un concepto plstico. Da cuenta de un diagnstico y hace una propuesta en

    general aceptada por la intelectualidad negra de entonces: la existencia de una antigua pero

    vigente asimilacin cultural, a la que se debe oponer el reconocimiento de una an ms

    antigua cultura negra. El diagnstico y la propuesta del concepto adquieren una validez que

    no se ubica en un polo especfico, que no sea la comunidad negra y su cultura, donde sea

    que se encuentre. Poda no ser seductora una propuesta de vindicacin de la cultura del

    negro que no involucraba ms que reconocerse?

    A punto de iniciarse la Segunda Guerra Mundial, Csaire retorna a Martinica. Sin

    embargo, la guerra llega tambin a las Antillas con el rgimen de Vichy. Bajo el nuevo

    gobierno toda forma de participacin dentro de los gobiernos locales de Martinica y

    Guadalupe desaparece. Clandestinos, los partidos polticos antillanos adhieren al gobierno

    en el exilio del General De Gaulle, exigiendo, eso s, con el retorno de la Repblica, la

    definitiva departamentalizacin de las colonias. De Gaulle lo acepta. Csaire, producto de

    la represin del rgimen, opta en 1944 por residir en Hait.

    Finalmente, en 1945 Csaire es elegido Alcalde de Fort de France (capital de

    Martinica) y diputado ante la Asamblea Nacional por el Partido Comunista Francs. Es l

    quien presenta la ley para la departamentalizacin de Martinica, Guadalupe, Guyana y la

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    isla de la Reunin en 1946. La ley es aprobada ese ao. Parece que al fin los ciudadanos de

    las Antillas podrn serlo a cabalidad.

    Las mscaras de la negritud

    Al poco tiempo de su implantacin, para buena parte de los antillanos es evidente

    que la departamentalizacin no haba llegado tal y como haba sido su aspiracin. La ley

    que la estableci exiga un reglamento de aplicacin. Dicho reglamento en la prctica

    defini que la departamentalizacin de las Antillas se efectuara de manera gradual. Caso a

    caso, las nuevas y viejas leyes y reglamentaciones, de ejecucin inmediata en la Francia

    metropolitana, necesitaran normativas especiales para su aplicacin en los nuevos

    Departamentos Franceses de Ultramar. Por otra parte, tambin resulta evidente que el

    paternalismo francs y la discriminacin subyacente en l siguen siendo la base subjetiva (y

    colonial) del relacionamiento entre blancos y negros.

    Desde lejos, acompaan la decepcin que embarga a los antillanos, la represin que

    sufren por parte de Francia los nacientes movimientos de liberacin nacional en frica

    negra, adems de los que se desarrollan en Argelia y Viet-Nam. Sin embargo, esta lejana

    es slo geogrfica. Parte de la comunidad intelectual de las Antillas que ha abrazado la

    negritud se siente convocada no slo a solidarizar con estos movimientos. Tambin vincula

    su sentimiento de decepcin ante la nueva realidad de las Antillas con las luchas anti

    coloniales que se desarrollan del otro lado de Atlntico. El ejemplo ms evidente de esta

    convergencia la encontramos en el martiniqueo Frantz Fanon.

    Fanon, siendo nio, ha sido alumno de Aim Csaire. En Francia participa en la

    resistencia contra la ocupacin alemana. A partir de 1945 estudia medicina en Lyon.

    Aunque la mayor parte de su vida no reside en Martinica, su primer ensayo Piel negra,

    mscaras blancas, publicado en 1952, refiere a ella y a sus circunstancias coloniales, no

    obstante la departamentalizacin. Al inicio de su ensayo se interroga acerca del objetivo de

    su raza, y se responde: No buscamos otra cosa, nada menos, que liberar al hombre de color

    de s mismo, para luego agregar, El blanco est encerrado en su blancura () El negro en

    su negrura () hay negros que quieren demostrar a los blancos, cueste lo que cueste, la

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    riqueza de su pensamiento, la igual potencia de su espritu () Cmo salir de este

    crculo? (8-10). Este dilema atraviesa su ensayo, y para intentar resolverlo diseccionar

    parte de la sociedad martiniquea, en gran medida desde sus propias vivencias y

    percepciones.

    Fanon escoge en primer lugar el dilema del lenguaje en Martinica. Un dilema acerca

    del cual Csaire hasta entonces no ha hecho sino referencias indirectas. Para Fanon, si algo

    pone en evidencia la existencia del creole (el idioma que hablan los negros de las Antillas)

    es la presencia entre los habitantes de las Antillas de un doble discurso respecto a su

    bsqueda de un espacio social que los reconozca: se expresa en francs ante el blanco y an

    ante ciertos antillanos, como una manera de buscar una paridad cultural a travs de un

    idioma que le ha sido inducido como expresin de civilizacin. Sin embargo, en su vida

    ms cotidiana se expresa en creole, y por su intermedio pone de manifiesto su diferencia

    con el otro occidental, as como la fuerza de su cultura, capaz de generar un idioma

    distinto al del colonizador. Pero en 1952 no es evidente que esto ltimo sea percibido as.

    Al contrario, prima entre los habitantes de las Antillas la bsqueda de una legitimizacin

    social donde el blanco y su idioma es la medida de lo civilizado. Sin embargo, para Fanon

    no es ste el dilema mayor. Ms grave le parece que an desde el idioma del colonizador, el

    negro es tratado despectivamente. El idioma francs es un componente ms de la

    discriminacin principalmente por el tono y la forma que debe asumir el negro cuando se

    expresa en francs ante un blanco. Si -seala-, al negro se le pide que sea un buen negro;

    establecido esto, todo lo dems viene solo. Hacerle hablar negrito supone adherirlo a la

    imagen que de l se tiene, untarlo de negro charol, aprisionarlo, hacer de l la vctima

    eterna de una esencia, de un aparecer del cual l no es responsable (29, nfasis en el

    original). Este dilema no est resuelto para Fanon. Ms que la valorizacin de la existencia

    de un idioma propio, el creole, el martiniqueo denuncia y ataca el uso diferenciado que

    hacen el blanco y el negro del francs, que no obstante ser el puente comn de

    comunicacin, est impregnado del desprecio del blanco hacia el negro, desprecio que

    finalmente termina impregnando al negro.

    A lo largo de su ensayo Fanon trasunta rabia, y hasta impotencia, ante la

    discriminacin que sufre su pueblo y l mismo: Cochino negro! o, simplemente,

  • 78

    Mira, un negro! () Yo llagaba al mundo ansioso de encontrar un sentido a las cosas,

    mi alma henchida del deseo de estar en el origen del mundo, y hete aqu que yo me

    descubra objeto en medio de otros objetos (90). Fanon siente angustia y quiere salir de

    ella, quiere encontrar una alternativa que le devuelva su dignidad. Pero su experiencia solo

    le reafirma que es un individuo que por su color de piel est cosificado ante el blanco. Por

    ello, casi hablndose a s mismo, dice: decid afirmarme en tanto que NEGRO. En vista

    de que el otro dudaba en reconocerme slo me quedaba una solucin: hacerme conocer

    (95).

    La conciencia de su condicin de negro necesariamente discriminado no lo lleva, sin

    embargo, a situarse al lado de los dems discriminados (que no sean los de su raza).

    Polemizando con Jean Paul Sartre, piensa en las circunstancias extremas de discriminacin

    y sufrimiento vividos por los judos en el curso de la Segunda Guerra Mundial. Pero afirma,

    el judo no es integralmente lo que es. l s lo es: Estoy sobre-determinado desde el

    exterior. No soy el esclavo de la idea que los otros tienen de m, sino de mi parecer

    (Ibd.). Pero, cmo entonces reafirmarse en tanto que negro? Fanon evoca entonces los

    poemas de Csaire en Cuaderno de un retorno al pas natal, y con ellos siente enrojecer

    de sangre (103). Se siente interpretado por la negritud, que lo invita libremente a escarbar

    en sus orgenes africanos.

    No obstante, al final de su ensayo, vuelve a s mismo. No reniega de la negritud,

    pero termina por situarse entre y desde los negros explotados, ms all del color del que los

    explota. Desde ellos y con ellos convoca al combate en nombre de los sufrimientos ms

    elementales y dramticos: la explotacin, la miseria, el hambre. Su condicin humana,

    aquella que ha descubierto a travs de su experiencia y desde la negritud, es la que mueve

    su convocatoria. Su postura final trasunta sobre todo humanismo. Termina entonces

    haciendo una pregunta que es la respuesta a su angustia inicial: Acaso no me ha sido dada

    mi libertad para edificar el mundo del Tu? (192, nfasis en el original).

    Csaire revolucionario

  • 79

    Dos aos antes de la publicacin de Fanon, Csaire ha publicado un ensayo de tono

    similar: Discurso sobre el colonialismo. Csaire est conmocionado ante la fuerza que

    alcanzan entonces los movimientos de liberacin nacional de frica, as como los de

    Argelia y Viet-Nam. Tambin lo indignan las acciones represivas de Francia a estos

    movimientos. Pero, cmo expresar esta conmocin y esta indignacin: como negro, como

    antillano o como francs?

    En su ensayo Csaire ataca el cinismo, el doble estndar de la civilizacin

    occidental, que ubica muy especialmente en Europa. No cuestiona, aparentemente, su

    civilizacin, en trminos de su aporte cultural. Europa es, a su entender un cruce de

    caminos;el lugar geomtrico de todas las ideas, el receptculo de todas las filosofas, el

    lugar de acogida de todos los sentimientos,el mejor distribuidor de energa (Discours

    sur le colonialisme17 10). Sin embargo, le critica no haber resuelto los problemas del

    proletariado y los del colonialismo. Esto ltimo parece ser clave en su texto. Csaire habla

    aparentemente como colonizado, como vctima, como un antillano que sita su espacio de

    vida y su condicin de dependencia a la misma altura de Indochina, Madagascar y frica

    continental. Desde esa posicin percibe a la colonizacin en funcin de la descivilizacin

    del colonizado. Funcin que tiene como efecto su degradacin. Hasta cierto punto ello es

    coherente con su concepto de negritud. sta quiere vindicar la historia y la cultura del

    negro, y su capacidad de construir o recrear un futuro que sea expresin de su

    civilizacin. Sin embargo, Csaire, casi con vergenza de francs, desglosa las

    construcciones discriminadoras y racistas que sostienen al colonialismo, el mismo que hasta

    1946 ha oprimido a Martinica. A partir de Renan, describe cmo desde la propia Europa se

    elaboran los discursos que la sitan como una comunidad racialmente superior, llamada a

    someter a pueblos necesariamente inferiores de Asia y frica. Y se pregunta: Quin

    protesta ante estas ideas? ningn escritor autorizado, ningn acadmico, ningn

    predicador, ningn poltico, ningn cruzado del derecho y la religin, ningn defensor del

    ser humano (Discours sur le colonialisme 17). Su pregunta -es inevitable pensar de otra

    manera- es un llamado a la intelectualidad francesa, de la que al parecer se siente parte. No

    encuentra entonces respuesta. De all que su conclusin sea que una nacin que coloniza,

    17Todas las citas del Discours sur le colonialisme y del Discours sur la ngritude, son traducciones mas.

  • 80

    que justifica la colonizacin, es una civilizacin enferma, que puede terminar negndose a

    s misma. Hitler ya ha sido entonces un ejemplo de ello (Discours sur le colonialisme 18).

    Csaire en su ensayo abunda en ejemplos, preferentemente franceses, de violencia y

    devastacin en la conquista colonial. Por ello reitera que la colonizacin deshumaniza al

    hombre ms civilizado, que la conquista colonial basada en el desprecio del nativo,

    tiende a modificar invariablemente al conquistador, quien para darse buena conciencia se

    acostumbra a ver en el otro a la bestia, y tiende a transformarse l mismo en bestia

    (Discours sur le colonialisme 21). Por otra parte, Csaire tambin desarma los paradigmas

    de otra vertiente de los discursos colonialistas, que denomina la buena conciencia del

    conquistador. Dicha vertiente pretende valorar el aporte de la colonizacin entre los

    pueblos sometidos: progreso material, mejora en la calidad de vida, desarrollo de

    infraestructura. Aunque crtica respecto a los mtodos represivos para instaurar el

    colonialismo y someter a sus comunidades, la buena conciencia del conquistador apuesta

    al trato paternal del colonizado. En definitiva, apuesta a convencerlo de los beneficios

    civilizadores de los recin llegados. Sin embargo, al momento de refutar esta visin,

    Csaire recurre a una personal interpretacin de la historia de las sociedades sometidas.

    Idealizndolas, plantea que Eran sociedades comunitarias, nunca de todos para algunos

    pocos. () Eran sociedades no slo antecapitalistas, sino tambin anti-capitalistas. ()

    Eran sociedades democrticas, siempre. () Eran sociedades cooperativas, sociedades

    fraternales (Discours sur le colonialisme 25, nfasis en el original). En rigor, Csaire sabe

    que ello no era as. Sabe que el mundo colonial es sumamente complejo, y que encierra

    desigualdades. Acaso ya no lo ha dicho Fanon? Al mismo tiempo, casi en contradiccin

    con lo anteriormente dicho, Csaire apela a la bsqueda del progreso entre los pueblos

    sometidos por el colonialismo, progreso que sita dentro de parmetros europeos, a lo

    menos en lo que refiere a la materialidad de esta bsqueda: escuelas, caminos, puertos. Ms

    an, plantea que esas son las demandas de los colonizados, y que por tanto estos van hacia

    delante, en busca de esa civilizacin que Europa les niega (Discours sur le colonialsime

    28).

    En su Discurso sobre el colonialismo Csaire critica una amplia gama de discursos

    europeos, y muy especialmente franceses, que buscan legitimar el colonialismo desde su

  • 81

    perspectiva ms devastadora; aquella que basa la conquista colonial en la superioridad del

    blanco europeo sobre el resto del mundo. Incluso critica sus variables ms benignas, o

    aquellas que desde una perspectiva antropolgica, justifican el colonialismo apelando al

    buen trato y la igualdad jurdica entre conquistador y conquistado. Sin embargo, se tiene la

    impresin de que siempre, o casi siempre, Csaire lo hace sumido en una contradiccin en

    donde se cruzan su condicin de francs, antillano y negro. Ello parece colocarlo a mitad de

    camino entre lo racialmente superior y lo inferior, en trminos de sentirse tributario de

    la cultura francesa, y de cierta mirada ubicada en la ciudad letrada francesa. Parece

    querer proteger a Francia y a sus referentes ms sagrados (o que l entiende como

    sagrados): la libertad, la igualdad, la fraternidad, referentes que deberan proyectarse sobre

    los espacios conquistados; que deberan ser defendidos por la comunidad intelectual

    francesa, por eso pregunta quin protesta ante estas ideas? Sin embargo, Csaire no quiere

    ser un servidor de significaciones que no comparte. Es por ello que es su condicin de

    negro identificado con la negritud, la que lo lleva a identificarse con sus iguales raciales de

    frica. Por ello su Discurso sobre el colonialismo es casi a pesar de l un vehemente

    ataque al colonialismo, en donde intenta ubicarse como un negro ms, como una vctima

    ms, no obstante que las Antillas, el lugar donde se encuentran sus races, no forma parte de

    su crtica. De hecho, las Antillas solo aparecen mencionadas dos veces en su ensayo.

    Quizs lo que an no puede percibir Csaire en 1955 es que la convergencia

    suscitada de su encuentro parisino de 1931 con frica que se traducir finalmente en su

    concepto de negritud est tomando nuevas formas. El orgullo de ser negro, la apropiacin

    identitaria de su historia, de su civilizacin y su capacidad de recrearla, sigue en 1955

    cumpliendo una funcin liberadora, pero ajustada a un contexto nuevo, que ha visto

    aparecer los movimientos de liberacin nacional en el imperio colonial francs. La negritud

    es complementaria a estos movimientos, los alimenta, pero ellos no se agotan en ella.

    Cuando nace la negritud como discurso especfico, reconocido y legitimado, an no

    existen los movimientos de liberacin nacional africanos. Las Antillas son an colonias en

    su sentido ms puro. Sin embargo, cuando Csaire publica su Discurso sobre el

    colonialismo, la rebelin del frica negra est en marcha, y sin embargo, Martinica y

    Guadalupe son al fin (y a pesar de sus restricciones) Departamentos de Ultramar. Quizs

  • 82

    por ello, ms que la negritud, es Csaire quien se ve entrampado en una contradiccin

    aparentemente insalvable. Posiblemente en 1934 la negritud se localiza, como propuesta

    cultural e identitaria que va a expresarse sobre todo a travs de la poesa, en la periferia de

    la ciudad letrada francesa y en los bordes de la modernidad. Sin embargo, veinte aos

    despus, la departamentalizacin ha acercado al centro de la ciudad letrada a la negritud, de

    la mano de Csaire. Ello, empero, no quiere decir que la negritud pierda su autonoma.

    Csaire es quien la enuncia, y en el instante despus de enunciarla, adquiere alas propias, y

    se va con quien quiera apropiarse de ella. As lo hace Senghor en el Senegal, y as tambin

    lo hace Fanon, en su Piel negra, mscaras blancas. De esta forma, la fuerza liberadora de

    la negritud se encuentra en quienes hacen uso liberador de ella, en quienes la adaptan e

    integran a los nuevos movimientos anticoloniales que aparecen a partir de 1945. Csaire

    intenta hacerlo. Su ensayo es un vehemente llamado a detener la brutalidad del

    colonialismo francs, pero tambin es una evidente declaracin de que la realidad de

    Csaire ha cambiado, y que la adaptacin que hace de su negritud proviene de esa

    convergencia tan contradictoria como real de ser negro, ser antillano y ser francs. No por

    gusto ser diputado en la Asamblea Nacional durante cuarenta y ocho aos, y alcalde de

    Fort de France durante cincuenta y seis aos.

    Frantz Fanon ante la negritud

    La crtica de Fanon a la negritud no es la crtica a Aim Csaire. Este ltimo es el

    autor del concepto, pero como hemos dicho, el mismo se reproduce y adapta a la evolucin

    de las circunstancias de las Antillas y de frica. Por otra parte, el Fanon de 1952 no es el

    mismo de 1961, cuando escribe un nuevo ensayo: Los condenados de la tierra. En 1956,

    dos aos despus del inicio de la guerra de liberacin nacional de Argelia, ha adherido a esa

    causa. Pasa a ser miembro de la redaccin de El Moudjahid, rgano del Front de Libration

    Nationale (Frente de Liberacin Nacional, FLN) de Argelia. Es perseguido por las

    autoridades francesas. Hasta su muerte es un militante anticolonialista que encuentra su

    espacio de accin en la lucha de Argelia por su independencia.

  • 83

    En Los condenados de la tierra, Fanon centra su atencin en el colonizado africano.

    A ste lo presenta como un individuo con una historia y una cultura propia y en ello sigue

    a Csaire- que debe oponerse al y a lo occidental. Desde esta oposicin concibe la

    liberacin de frica del colonialismo. Pero adems plantea la necesidad de un hombre

    nuevo, que debe nacer del propio proceso de liberacin, emancipado de la alienacin

    blanca. Su rechazo a lo occidental supone un rechazo a sus formulas de sociabilidad y de

    hacer poltica, en tanto stas apelan ms a la razn del colonizador y a la supremaca

    blanca, que a la opcin de franca y radical ruptura que a su entender permea a los

    movimientos de liberacin nacional africanos (Los condenados de la tierra 31, 38).

    Aunque en la primera parte de Los condenados de la tierra Fanon reclama como

    legtimo derecho que los pueblos colonizados sobre todo africanos- ejerzan la violencia

    para liberarse de sus metrpolis, de sus reflexiones y propuestas interesa sobre todo la

    diseccin que efecta de los distintos procesos por los cuales el sometido se ve sujeto a la

    colonizacin de su cultura, de sus modos de vida, e incluso de su perspectiva liberadora. Si

    para Fanon es necesaria una ruptura poltica radical de las colonias con sus metrpolis, ella

    debe involucrar tambin una ruptura con la alienacin cultural a la que est sujeto el

    colonizado. Es por eso que siempre desde frica ataca no solo la explotacin que ha

    sufrido ese continente. Ataca tambin la opcin de simple relevo de parte de las lites

    negras que se constituyen en reemplazo del poder colonial, y que sin embargo sostienen y

    prolongan las desigualdades heredadas del colonialismo. La ruptura con el colonialismo

    tiene as para Fanon un carcter de liberacin nacional, donde la nacin una cuestin que

    para 1961 est pendiente o en sus primeros asomos en el continente africano debe

    asociarse a la creacin de una conciencia ligada a la bsqueda de una opcin igualitaria.

    Esta perspectiva, que para llevarse a efecto apela adems a formas de organizacin y de

    perspectiva poltica propias de los aos sesenta (crear conciencia, romper con la cultura

    colonial, combatir por la causa emancipadora, romper con los moldes burgueses) introduce

    un componente que en las Antillas nunca llega a estar presente, ni an en la negritud: la

    construccin de la nacin.

    Desde esta perspectiva, Fanon interpreta a la negritud como un componente del

    camino hacia la liberacin nacional, pero que no lo agota:

  • 84

    los cantores de la negritud opusieron la vieja Europa a la Joven frica, la razn fatigosa a la poesa, la lgica opresiva a la naturaleza piafante; por un lado rigidez, ceremonia, protocolo, escepticismo, por el otro ingenuidad, petulancia, libertad, hasta exuberancia. Pero tambin irresponsabilidad (Los condenados de la tierra 194).

    Para Fanon dicha irresponsabilidad radica en no vincular la cultura africana a la

    construccin de una cultura nacional. La negritud convierte a la comunidad africana en el

    referente cultural del mundo negro, y la lleva a incluir en ella a la dispora negra. Ello

    degrada la historicidad de las comunidades negras, que tienen diferencias que no son

    circunstanciales, sino que forman parte de su evolucin histrica, no obstante que se

    encuentren enlazadas y hagan causa comn ante el colonialismo y la cultura blanca. De esta

    manera, la negritud, que una vez fuera un referente esencial para las comunidades negras en

    su bsqueda de identidad, es susceptible en el entender de Fanon- de transformar en un

    callejn sin salida una identidad que no llega a cuajarse en un espacio geogrfico y

    comunitario, en la medida que no da cuenta de las diferencias que existen entre cada

    comunidad, an desde la perspectiva de su alienacin colonial, y que puede incluso

    posponer el desarrollo de una cultura nacional al interior de cada una de esas comunidades,

    especialmente si estn en lucha con el colonialismo (Los condenados de la tierra 196-197).

    No obstante, la crtica de Fanon a la negritud, aunque relevante, no es agresiva con

    Csaire. Los dilemas que el rebelde martiniqueo est enfrentando se enmarcan dentro de

    los movimientos de liberacin nacional africanos, en donde la cultura a su entender- es un

    componente esencial a la hora de configurar naciones. Es la alienacin cultural en frica la

    que le interesa. Quizs en ese sentido, est polemizando con formas de negritud propias de

    ese continente, tributarias del concepto enunciado por Csaire, pero que estn desarrollando

    un camino propio en las circunstancias de frica de los aos sesenta. De hecho, Fanon

    sobre todo arremete con agresividad en contra del intelectual colonizado africano; es

    decir, aquel individuo que asume una lectura occidental de la independencia de los

    pueblos de frica, y que ms que ir al encuentro de un hombre nuevo instala un discurso

    de liberacin en la lgica del colonizador. El mundo en que se mueve Fanon en 1961 es

    muy distinto al de Csaire. Y Fanon parece estar consciente de ello.

  • 85

    Conclusin

    En febrero de 1987, Aim Csaire imparti una conferencia en la Florida

    International University, Miami. All seal:

    La Negritud, ante mis ojos, no es una filosofa. () La Negritud no es una metafsica. () La Negritud no es una pretenciosa concepcin del universo. () Es una manera de vivir la historia en la historia: la historia de una comunidad donde la experiencia aparece, a decir verdad, singular con sus deportaciones de poblacin, sus transferencias de hombres de un continente al otro (Discours sur la ngritude 82).

    De esta manera Csaire repeta una vez ms una definicin de la negritud amplia,

    flexible, tal y como (aunque no textualmente) la haba enunciado en la dcada del treinta.

    Difcil pensar no suscribirla, an hoy, por parte de cualquier negro que se sienta

    discriminado, y alienado por la cultura blanca.

    Sin embargo, Csaire agreg tambin que la negritud era expresin de una

    revuelta contra el reduccionismo europeo En ese punto, quizs su negritud quedaba

    en entre dicho. Si la negritud se expresa a travs de los hombres que la enarbolan y hacen

    uso de ella para fines liberadores de ese reduccionismo, Csaire haba hecho de su

    negritud una contradiccin insalvable al denunciar ms como europeo reducido que como

    negro sublevado, el colonialismo en frica a travs de su Discurso sobre el colonialismo.

    Pero, no era lgico que as le sucediera al Alcalde de Fort de France y diputado a la

    Asamblea Nacional de Francia? Era posible otra posicin desde el Departamento Francs

    de Ultramar de Martinica? Se tiene la impresin de que el dilema de Csaire ante la

    denuncia del colonialismo en frica era entonces reflejo del dilema de la

    departamentalizacin. Ella era el instrumento para el fin del colonialismo en las Antillas. Y

    aunque en 1955 sta an no lo demostraba, la aspiracin de los antillanos de alcanzar una

    efectiva igualdad se focalizaba exclusivamente en sta. Poda el alcalde de Fort de France

    pensar algo distinto?

    Tambin en su conferencia Csaire record el rol de fermento de la negritud en el

    contexto de las independencias africanas de los aos sesenta. Y ciertamente, tena razn. La

    negritud fue un canal para la toma de conciencia de parte de los africanos sobre su

  • 86

    condicin colonial. Que en algn momento se agotara como catalizador de esa toma de

    conciencia no es responsabilidad de ella ni de su autor. Simplemente frica evolucion

    hacia formas distintas de enfrentamiento al colonialismo, y desde el momento en que

    apareci la nacin como camino y objetivo de la liberacin, como referente cultural la

    negritud result insuficiente para enmarcar las naciones que deban nacer en frica. Por eso

    Fanon haba sido crtico con la negritud, aquella negritud asentada en frica, pero no con

    Csaire. l no era responsable de que su hija volara con alas propias.

    Bibliografa Csaire, Aim. Cuaderno de un retorno al pas natal. Trad. Agust Bartra. Edicin bilinge. Mxico D. F.: Ediciones ERA, 1969. __________. Discours sur le colonialisme; suivi de Discours sur la ngritude. Paris : ditions Prsence Africaine, 1955 et 2004. Fanon, Frantz. Los condenados de la tierra. Mxico D. F.: Fondo de Cultura Econmica, 1972. __________. Piel negra, mscaras blancas. Trad. ngel Abad. Buenos Aires: Editorial Abraxas, 1973. Lpez Muoz, Ricardo. La lite decimonnica haitiana: su afrancesamiento". Anales del Caribe 11 (1991): 65-73.

  • 195

    Sobre los autores

    Jos Ancn Jara es licenciado en Artes con mencin en Teora e Historia del Arte,

    Universidad de Chile y Master en Antropologa, Universitat Autnoma de Barcelona,

    Catalunya, Espaa. Es miembro del Centro de Estudios y Documentacin Mapuche Liwen

    de Temuko, institucin que ha desarrollado una labor de documentacin, investigacin y

    difusin de la cultura y sociedad mapuche en distintos mbitos de la sociedad regional y

    nacional. Ha realizado investigacin y docencia en temas relacionados con la historia

    mapuche del siglo XIX y contempornea, y relaciones intertnicas. Actualmente es docente

    de la Escuela de Antropologa de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano e

    investigador independiente.

    Christian Anwandter curs estudios de Letras en la Universidad Catlica de Chile entre el

    ao 2000 y el 2002. Obtuvo su licenciatura de pregrado en Letras Modernas con mencin

    en Literatura general y comparada en la Universidad Paul Valry Montpellier III.

    Posteriormente se gradu como master en Historia y Semiologa del texto y de la imagen en

    la Universidad Denis-Dideron Paris VII el ao 2006. A partir del ao 2008, cursa el

    doctorado de la misma escuela doctoral, dirigida por Julia Kristeva. Sus reas de trabajo

    son la poesa chilena, poesa francesa, teora literaria as como las relaciones de esta con las

    ciencias sociales.

    Alejandra Bottinelli Wolleter posee ttulos de Magster en Estudios Latinoamericanos y

    Licenciada en Literatura de la Universidad de Chile y cursa el doctorado en Estudios

    Latinoamericanos en esa misma universidad. Actualmente dedica sus estudios a identidades

    culturales y nacionales en Chile y Amrica Latina. Tiene publicaciones sobre colonialismo,

    racismo, intelectuales, proyecto nacional y poder. Su tesis doctoral en desarrollo construye

    una perspectiva sobre el discurso intelectual latinoamericano en el proceso de formacin de

    los Estados-nacionales (1850-1910) a travs del anlisis de la obra de Ricardo Palma,

    Francisco Bilbao, Benjamn Vicua Mackenna, Carlos Octavio Bunge, Euclides da Cunha,

    Jos Mart y Manuel Gonzlez Prada.

  • 196

    Irmtrud Knig es profesora de Estado (Universidad de Chile), Magster en Germanstica

    (Universidad Tcnica de Berln) y Doctora en Literatura (Universidad de Bonn). Como

    profesora asociada del Departamento de Literatura de la Facultad de Filosofa y

    Humanidades de la Universidad de Chile, realiza docencia de pre- y postgrado. Es autora de

    dos libros, Bertolt Brecht y John Gay: Dos visiones de mundo y La formacin de la

    narrativa fantstica hispanoamericana en la poca moderna. Ha publicado artculos y

    notas en revistas nacionales y extranjeras. Sus actuales investigaciones se orientan hacia los

    estudios de literatura comparada con nfasis en literatura latinoamericana y literatura

    europea. Entre los aos 2003 y 2008 fue directora del Departamento de Literatura de la

    Facultad de Filosofa y Humanidades, Universidad de Chile. Actualmente es directora de la

    Escuela de Postgrado de dicha Facultad.

    Ricardo Lpez Muoz es licenciado en Historia en la Universidad de La Habana y

    candidato a doctor en Estudios Latinoamericanos en la Universidad de Chile (becario

    MECESUP UCH0710). Se ha especializado en historia de Amrica Latina y del Caribe.

    Tambin se ha dedicado a la gestin del patrimonio cultural. Actualmente se desempea

    como profesor en la Universidad Alberto Hurtado. Entre sus publicaciones se cuenta La

    salvacin de la Amrica; Francisco Bilbao y la Intervencin Francesa en Mxico (1995) y

    Gestin Participativa en Bibliotecas Pblicas. Los desafos de trabajar con la Comunidad

    (1999).

    Matas Marambio de la Fuente es estudiante de Licenciatura en Historia de la

    Universidad de Chile, actualmente se encuentra realizando su tesis sobre museos y

    exposiciones en Chile y Argentina durante el perodo nacional-popular. Es becario de

    colaboracin acadmica en el rea de teora y metodologa del Departamento de Ciencias

    Histricas de la Universidad de Chile. Miembro de EXPASIVA: Red de pensamiento

    desviado, colectivo de jvenes interesados en arte, filosofa, post-feminismo y crtica

    cultural. Sus intereses estn en el campo de los estudios visuales, la historia cultural

    latinoamericana, y la teora de la historia.

  • 197

    Elsa Maxwell estudi espaol y relaciones internacionales en Augsburg College

    (Minneapolis, Estados Unidos), y est finalizando el magster en Estudios

    Latinoamericanos en la Universidad de Chile, en donde se ha especializado en las

    literaturas caribeas contemporneas. En los ltimos aos, sus principales lneas de

    investigacin han abordado las propuestas identitarias de intelectuales jamaiquinos en la

    dispora, as como la produccin literaria de mujeres caribeas. Asimismo, est preparando

    una investigacin sobre las primeras generaciones de escritoras del Caribe hispnico y

    anglfono y su aproximacin hacia la experiencia colonial. Actualmente se desempea

    como directora asistente del Centro de Estudios de CIEE en Santiago de Chile.

    Elena Oliva es sociloga de la Universidad de Chile y actualmente se encuentra

    terminando el magster en Estudios Latinoamericanos en el Centro de Estudios Culturales

    Latinoamericanos de la misma universidad. En su tesis de magster trabaj el movimiento

    de la negritud de Aim Csaire, especializndose en el rea Caribe, sobre todo en temas

    raciales, identitarios y culturales. Sus lneas de investigacin se complementan con los

    estudios postcoloniales y el pensamiento anticolonial en Amrica Latina.

    Gustavo Ramrez es licenciado en Lengua y Literatura de la Universidad Alberto Hurtado.

    Dedic su trabajo de tesis al anlisis y comentario de las propuestas poltico-sociales de los

    autores de la dispora caribea en los Estados Unidos, insertas en sus obras ficcionales.

    Actualmente se encuentra en la etapa de correccin de su primer poemario y espera

    continuar su carrera acadmica cursando el magster en Estudios Latinoamericanos en la

    Universidad de Chile.

    Grnor Rojo de la Rosa es profesor de castellano, Doctor en Filosofa y profesor de

    literatura espaola e hispanoamericana. Actualmente se desempea como acadmico de la

    Facultad de Filosofa y Humanidades de la Universidad de Chile, y como director del

    Centro de Estudios Culturales Latinoamericanos de la misma universidad. Es especialista

    en literatura y cultura latinoamericana, en teora crtica y en teatro latinoamericano. Ha

    recibido varios premios y distinciones, entre ellos el Premio Ezequiel Martnez Estrada, de

  • 198

    Casa de Las Amricas, Cuba, al mejor libro de ensayo publicado entre 2006 y 2007 en

    Amrica Latina, por su libro Globalizacin e identidades nacionales y

    postnacionales,de qu estamos hablando?, otorgado el 2009, y el Premio del Consejo

    Nacional del Libro y la Lectura al mejor libro de ensayo publicado en Chile en 2008, por

    Las armas de las letras. Ensayos neorialistas.

    Luca Stecher Guzmn es Doctora en Literatura Chilena e Hispanoamericana por la

    Universidad de Chile y Magster en Filologa General e Hispnica por la Universidad Libre

    de Berln. Es acadmica del Departamento de Lengua y Literatura de la Universidad

    Alberto Hurtado, donde actualmente dirige la carrera de Licenciatura en Lengua y

    Literatura. Sus reas de investigacin abarcan la literatura caribea contempornea, la

    escritura de mujeres y las relaciones entre literatura y movimientos migratorios. Es

    investigadora responsable de un Proyecto Fondecyt dedicado al estudio de la obra narrativa

    y ensaystica de las escritoras Michelle Cliff, Jamaica Kincaid y EdwidgeDanticat.

    Mara Jos Yaksic es Licenciada en Lengua y Literatura de la Universidad Alberto

    Hurtado. Ha sido ayudante de cursos sobre literatura latinoamericana y teora literaria en la

    misma universidad. Durante el 2007 estudi en la Facultad de Filosofa y Letras de la

    Universidad de Buenos Aires. Realiz su tesis de pregrado en torno a las relaciones entre

    literatura e historia en la obra de Carlos Droguett a partir de un enfoque sociocrtico.

    Actualmente trabaja y gestiona Librera Proyeccin ubicada en el centro de Santiago y se

    encuentra aceptada para cursar el magster en Estudios Latinoamericanos de la Universidad

    de Chile.

    Claudia Zapata Silva es licenciada en Historia, profesora de Historia y Geografa,

    Magster en Estudios Latinoamericanos y Doctora (c) en Historia; ttulos y grados

    otorgados por la Universidad de Chile. Se ha especializado en historia contempornea de

    Amrica Latina y en movimientos indgenas (siglo XX), dedicndose al estudio de la

    emergencia y el pensamiento de los intelectuales indgenas en Amrica del Sur. Entre sus

    publicaciones destacan su compilacin Intelectuales indgenas piensan Amrica Latina,

  • 199

    Universidad Andina Simn Bolvar / Abya Yala / CECLA-UCH, Quito, 2007 y la co-

    autora del libro Postcolonialidad y nacin, realizado junto a Grnor Rojo y Alicia

    Salomone, LOM, Chile, 2003. Actualmente es acadmica del Centro de Estudios Culturales

    Latinoamericanos de la Universidad de Chile, donde desempea el cargo de Coordinadora

    del Magster en Estudios Latinoamericanos.