150 Cuentos Sufíes - Jalal Al-Din Rumi

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    CUENTOS

    SUFIES

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    Rumi

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    Yalal Al-D in Rum i

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    LA HERMOSA SIRVIENTA

    rase una vez un sultn, dueo de la fe y del mundo.Habiendo salido de caza, se alej de su palacio y, en su camino,se cruz con una joven esclava. En un instante l mismo seconvirti en esclavo. Compr a aquella sirvienta y la condujo a supalacio para decorar su dormitorio con aquella belleza. Pero,enseguida, la sirvienta cay enferma.

    Siempre pasa lo mismo! Se encuentra la cntara, perono hay agua. Y cuando se encuentra agua, la cntara est rota!

    Cuando se encuentra un asno, es imposible encontrar una silla.Cuando por fin se encuentra la silla, el asno ha sido devorado porel lobo.

    El sultn reuni a todos sus mdicos y les dijo:"Estoy triste, slo ella podr poner remedio a mi pena.

    Aquel de vosotros que logre curar al alma de mi alma, podrparticipar de mis tesoros."

    Los mdicos le respondieron:"Te prometemos hacer lo necesario. Cada uno de

    nosotros es como el Mesas de este mundo. Conocemos elblsamo que conviene a las heridas del corazn."

    Al decir esto, los mdicos haban menospreciado lavoluntad divina. Pues olvidar decir "Insh Allah!" hace al hombreimpotente. Los mdicos ensayaron numerosas terapias, peroninguna fue eficaz. La hermosa sirvienta se desmejoraba cada da

    un poco ms y las lgrimas del sultn se transformaban enarroyo.Todos los remedios ensayados daban el resultado

    inverso del efecto previsto. El sultn, al comprobar la impotenciade sus mdicos, se traslad a la mezquita. Se prostern ante elMihrab e inund el suelo con sus lgrimas. Dio gracias a Dios yle dijo:

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    "T has atendido siempre a mis necesidades y yo hecometido el error de dirigirme a alguien distinto a ti.

    Perdname!"Esta sincera plegaria hizo desbordarse el ocano de losfavores divinos, y el sultn, con los ojos llenos de lgrimas, cayen un profundo sueo. En su sueo, vio a un anciano que ledeca:

    "Oh, sultn! Tus ruegos han sido escuchados! Maanarecibirs la visita de un extranjero. Es un hombre justo y dignode confianza. Es tambin un buen mdico. Hay sabidura en sus

    remedios y su sabidura procede del poder de Dios."Al despertar, el sultn se sinti colmado de alegra y se

    instal en su ventana para esperar el momento en el que serealizara su sueo. Pronto vio llegar a un hombre deslumbrantecomo el sol en la sombra.

    Era, desde luego, el rostro con el que haba soado.Acogi al extranjero como a un visir y dos ocanos de amor sereunieron. El anfitrin y su husped se hicieron amigos y elsultn dijo:

    "Mi verdadera amada eras t y no esta sirvienta. En estebajo mundo, hay que acometer una empresa para que se realiceotra. Soy tu servidor!"

    Se abrazaron y el sultn aadi:"La belleza de tu rostro es una respuesta a cualquier

    pregunta!"

    Mientras le contaba su historia, acompa al sabioanciano junto a la sirvienta enferma. El anciano observ su tez, letom el pulso y descubri todos los sntomas de la enfermedad.Despus, dijo:

    "Los mdicos que te han cuidado no han hecho sinoagravar tu estado, pues no han estudiado tu corazn."

    No tard en descubrir la causa de la enfermedad, perono dijo una palabra de ella. Los males del corazn son tan

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    evidentes como los de la vescula. Cuando la lea arde, sepercibe. Y nuestro mdico comprendi rpidamente que no era

    el cuerpo de la sirvienta el afectado, sino su corazn.Pero, cualquiera que sea el medio por el cual se intentadescribir el estado de un enamorado, se encuentra uno tandesprovisto de palabras como si fuera mudo. S! Nuestra lenguaes muy hbil en hacer comentarios, pero el amor sin comentarioses an ms hermoso. En su ambicin por describir el amor larazn se encuentra como un asno tendido cuan largo es sobre ellodo. Pues el testigo del sol es el mismo sol.

    El sabio anciano pidi al sultn que hiciera salir a todoslos ocupantes del palacio, extraos o amigos.

    "Quiero, dijo, que nadie pueda escuchar a las puertas,pues tengo unas preguntas que hacer a la enferma."

    La sirvienta y el anciano se quedaron, pues, solos en elpalacio del sultn. El anciano empez entonces a interrogarla conmucha dulzura:

    "De dnde vienes? T no debes ignorar que cadaregin tiene mtodos curativos propios. Te quedan parientes entu pas? Vecinos? Gente a la que amas?"

    Y, mientras le haca preguntas sobre su pasado, seguatomndole el pulso.

    Si alguien se ha clavado una espina en el pie lo apoya ensu rodilla e intenta sacrsela por todos los medios. Si una espinaen el pie causa tanto sufrimiento, qu decir de una espina en el

    corazn! Si llega a clavarse una espina bajo la cola de un asno,ste se pone a rebuznar creyendo que sus voces van a quitarle laespina, cuando lo que hace falta es un hombre inteligente que loalivie.

    As nuestro competente mdico prestaba gran atencinal pulso de la enferma en cada una de las preguntas que le haca.Le pregunt cules eran las ciudades en las que haba estado aldejar su pas, cules eran las personas con quienes viva y coma.

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    El pulso permaneci invariable hasta el momento en quemencion la ciudad de Samarkanda. Comprob una repentina

    aceleracin. Las mejillas de la enferma, que hasta entonces eranmuy plidas, empezaron a ruborizarse. La sirvienta le revelentonces que la causa de sus tormentos era un joyero deSamarkanda que viva en su barrio cuando ella haba estado enaquella ciudad.

    El mdico le dijo entonces:"No te inquietes ms, he comprendido la razn de tu

    enfermedad y tengo lo que necesitas para curarte. Que tu

    corazn enfermo recobre la alegra! Pero no reveles a nadie tusecreto, ni siquiera al sultn."

    Despus fue a reunirse con el sultn, le expuso lasituacin y le dijo:

    "Es preciso que hagamos venir a esa persona, que lainvites personalmente. No hay duda de que estar encantado contal invitacin, sobre todo si le envas como regalo unos vestidosadornados con oro y plata."

    El sultn se apresur a enviar a algunos de susservidores como mensajeros ante el joyero de Samarkanda.Cuando llegaron a su destino, fueron a ver al joyero y le dijeron:

    "Oh, hombre de talento! Tu nombre es clebre entodas partes! Y nuestro sultn desea confiarte el puesto de joyerode su palacio. Te enva unos vestidos, oro y plata. Si vienes, serssu protegido."

    A la vista de los presentes que se le hacan, el joyero, sinsombra de duda, tom el camino del palacio con el coraznhenchido de gozo. Dej su pas, abandonando a sus hijos, y a sufamilia, soando con riquezas. Pero el ngel de la muerte le decaal odo:

    "Vaya! Crees acaso poder llevarte al ms all aquellocon lo que sueas?"

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    A su llegada, el joyero fue presentado al sultn. Este lohonr mucho y le confi la custodia de todos sus tesoros. El

    anciano mdico pidi entonces al sultn que uniera al joyero conla hermosa sirvienta para que el fuego de su nostalgia se apagasepor el agua de la unin.

    Durante seis meses, el joyero y la hermosa sirvientavivieron en el placer y en el gozo. La enferma sanaba y se volvacada vez ms hermosa.

    Un da, el mdico prepar una coccin para que eljoyero enfermase. Y, bajo el efecto de su enfermedad, este ltimo

    perdi toda su belleza. Sus mejillas palidecieron y el corazn de lahermosa sirvienta se enfri en su relacin con l. Su amor por ldisminuy as hasta desaparecer completamente.

    Cuando el amor depende de los colores o de losperfumes, no es amor es una vergenza. Sus ms hermosasplumas, para el pavo real, son enemigas. El zorro que vadesprevenido pierde la vida a causa de su cola. El elefante pierdela suya por un poco de marfil.

    El joyero deca:"Un cazador ha hecho correr mi sangre, como si yo

    fuese una gacela y l quisiera apoderarse de mi almizcle. Que elque ha hecho eso no crea que no me vengar."

    Rindi el alma y la sirvienta qued libre de lostormentos del amor. Pero el amor a lo efmero no es amor.

    EL PREDICADOR

    Haba un predicador que, cada vez que se pona a rezarno dejaba de elogiar a los bandidos y desearles toda la felicidadposible. Elevaba las manos al cielo diciendo: "Oh, Seor: ofrecetu misericordia a los calumniadores, a los rebeldes, a los

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    corazones endurecidos, a los que se burlan de la gente de bien y alos idlatras!"

    As terminaba su arenga, sin desear el menor bien a loshombres justos y puros. Un da, sus oyentes le dijeron:"No es costumbre rezar as! Todos estos buenos deseos

    dirigidos a los malvados no sern escuchados."Pero l replic:"Yo debo mucho a esa gente de la que hablis y por esa

    razn ruego por ellos. Me han torturado tanto y me han causadotanto dao que me han guiado hacia el bien. Cada vez que me he

    sentido atrado por las cosas de este mundo, me han maltratado.Y todos esos malos tratos son la causa por la que me he vueltohacia la fe."

    ABANDONAR LA COLERA

    Un da, alguien pregunt a Jess:"Oh, profeta! Cul es la cosa ms terrible en este

    mundo?"Jess respondi:"La clera de Dios, pues incluso el infierno teme esta

    clera!"El que haba hecho la pregunta dijo entonces: "Existe

    algn medio para evitar la clera de Dios?"Jess respondi: "S! Hay que abandonar la propiaclera! Pues los hombres malvados son como pozos de clera.As es como se convierten en dragones salvajes."

    Es imposible que este mundo ignore los atributoscontrarios. Lo importante es protegerse de las desviaciones. Eneste mundo, la orina existe. Y la orina no podr convertirse enagua pura sin cambiar de atributos.

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    LA INCITADORA

    Un da, un suf volvi a su casa de improviso. Ahorabien, su mujer reciba a un extranjero, procurando incitarlo.

    El suf llam a la puerta. No era su costumbreabandonar la tienda y regresar tan pronto a la casa, pero,dominado por un presentimiento, haba decidido regresar ese dapor sorpresa. La mujer por su parte, estaba muy segura de que sumarido no volvera tan pronto. Dios pone un velo sobre tus

    pecados para que un da te avergences de ellos. Pero quinpuede decir hasta cundo dura este privilegio

    ?En la morada del suf no haba escondrijo alguno niotra salida que la puerta principal. Ni siquiera haba una mantabajo la cual habra podido ocultarse el extranjero. Como ltimorecurso, la mujer visti al extranjero con un velo para disfrazarlode mujer. Despus abri la puerta.

    El extranjero con su disfraz pareca un camello en unaescalera. El suf pregunt a su mujer:

    "Quin es esta persona con la cara velada?"La mujer respondi:"Es una mujer conocida en la ciudad por su piedad y su

    riqueza.""Hay algn favor que podamos hacerle?" -pregunt el

    suf.

    La mujer dijo:"Quiere emparentar con nosotros. Tiene un carcternoble y puro. Vena a ver a nuestra hija, que, desgraciadamente,est en la escuela. Pero esta seora me lo ha dicho: "Sea o nohermosa, quiero tenerla como nuera!" pues tiene un hijoincomparable por su belleza, su inteligencia y su carcter."

    El suf dijo entonces:

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    "Somos gente pobre y esta mujer es rica. Semejantematrimonio sera como una puerta hecha mitad de madera y

    mitad de marfil. Ahora bien, un vestido hecho a medias de seda yde pao avergenza a quien lo lleva.""Es justamente lo que acabo de explicarle -dijo la mujer-

    pero me ha respondido que no le interesan los bienes ni lanobleza. No ambiciona acumular bienes en este bajo mundo.Todo lo que desea es tratar con gente honrada!"

    El suf invoc otros argumentos, pero su mujer afirmhaberlos expuesto ya a su visitante. A creerla, aquella seora no

    tomaba en cuenta su pobreza, aunque sta fuese extremada.Finalmente, dijo a su marido:

    "Lo que busca en nosotros es la honradez."El suf aadi:"No ve nuestra casa, tan pequea que no podra

    esconderse en ella ni una aguja? En cuanto a nuestra dignidad ynuestra honradez, es imposible ocultarlas pues todo el mundoest al corriente. Tiene, pues, que suponer que nuestra hija notiene dote!"

    Te cuento esta historia para que dejes de argumentar.Pues nosotros conocemos tus vergonzosas actividades. Tucreencia y tu fe se parecen, hasta confundir a cualquiera, a losdiscursos de esta mujer. Eres un mentiroso y un traidor como lamujer de este suf. Te avergenzas incluso ante gente que notiene rostro limpio. Porqu no habras de avergonzarte, por una

    vez, ante Dios?

    LA CALDERA DE ESTE MUNDO

    Los deseos de este mundo son como una caldera y lostemores de aqu abajo son como un bao. Los hombres piadosos

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    viven por encima de la caldera en la indigencia y en la alegra. Losricos son los que aportan excrementos para alimentar el fuego de

    la caldera, de modo que el bao est bien caliente. Dios les hadado la avidez.Pero abandona t la caldera y entra en el bao. Se

    reconoce a los del bao por su cara, que es pura. Pero el polvo, elhumo y la suciedad son los signos de los que prefieren la caldera.

    Si all no ves suficientemente bien como parareconocerlos por su rostro, reconcelos por el olor. Los quetrabajan en la caldera se dicen: "Hoy, he trado veinte sacos de

    boiga de vaca para alimentar la caldera."Estos excrementos alimentan un fuego destinado al

    hombre puro y el oro es como esos excrementos.El que pasa su vida en la caldera no conoce el olor del

    almizcle. Y si, por azar, lo percibe, se pone enfermo.

    LOS EXCREMENTOS

    Un da, un hombre cay desvanecido en medio delmercado de perfumes. Ya no tena fuerza en las piernas. Le dabavueltas la cabeza, por lo molesto que se senta a causa delincienso quemado por los comerciantes.

    La gente se reuni a su alrededor para ayudarle. Algunos

    le frotaban el pecho y otros los brazos. Otros incluso le vertanagua de rosas en el rostro, ignorando que aquella misma agua erala que lo haba puesto en ese estado.

    Otros intentaban quitarle sus vestiduras para permitirlerespirar. Otros le tomaban el pulso. Los haba que diagnosticabanun abuso de bebida, otros un abuso de hachs. Nadie, endefinitiva, encontr el remedio.

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    Pues bien, el hermano de este hombre era curtidor. Tanpronto como supo lo qu suceda a su hermano, corri al

    mercado, recogiendo en su camino todos los excrementos deperro que pudo encontrar. Llegado al lugar del drama, apart a lamultitud diciendo:

    "Yo conozco la causa de su mal!"La causa de todas las enfermedades es la ruptura de los

    hbitos. Y el remedio consiste en recobrar esas costumbres. Poreso existe el versculo que dice: "La suciedad ha sido creada paralos sucios!"

    As pues, el curtidor, ocultando bien su medicamento,lleg hasta su hermano e, inclinndose hacia l como para decirleun secreto al odo, le puso la mano en la nariz. Al respirar el olorde esta mano, el hombre recobr enseguida el conocimiento y lasgentes alrededor, sospechando algn truco de magia, se dijeron:

    "Este hombre tiene un aliento poderoso, pues halogrado despertar a un muerto."

    Ya ves. Toda persona que no se convenza por elalmizcle de estos consejos se convencer ciertamente por losmalos olores. Un gusano nacido en los excrementos no cambiarde naturaleza al caer en el mbar.

    LA TIERRA Y EL AZUCAR

    rase un hombre que haba adquirido la costumbre decomer tierra. Un da entr en una tienda para comprar azcar.

    El tendero, que no era un hombre honrado, usabaterrones de tierra para pesar. Dijo a nuestro hombre:

    "Este es el azcar mejor de la ciudad, pero utilizo tierrapara pesarlo."

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    El otro respondi:"Lo que necesito es azcar. Poco me importa que los

    pesos de tu balanza sean de tierra o de hierro!"Y pens para s:"Siendo un comedor de tierra, no poda uno caer

    mejor."Se puso el tendero a preparar el azcar y el hombre

    aprovech para comerse la tierra. El tendero not su maniobra,pero se guard mucho de decir nada, pues pensaba:

    "Este idiota se perjudica a s mismo. Teme ser

    sorprendido, pero yo slo tengo un deseo: que coma el mximode tierra posible. Ya comprender cuando vea lo poco de azcarque quedar en la balanza!"

    Experimentas un gran placer cometiendo adulterio conla vista, pero no te das cuenta de que, al hacerlo, devoras tupropia carne.

    EL ORO DE LA LEA

    Un derviche vio un da en sueos una reunin demaestros, discpulos todos del profeta Elas. Les pregunt:

    "Dnde puedo adquirir bienes sin que me cuestennada?"

    Los maestros lo condujeron entonces a la montaa ysacudieron las ramas de los rboles para hacer caer la fruta.Despus, dijeron:

    "Dios ha querido que nuestra sabidura transforme estosfrutos, que eran amargos, en aptos para el consumo. Cmelos. Setrata desde luego de una adquisicin sin contrapartida." Al comeraquella fruta, el derviche sac de ella tal sustancia que, aldespertar, qued pasmado de admiracin.

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    "Oh, Seor! dijo, ofrceme, tambin a m, un favorsecreto."

    Y, en el mismo instante, le fue retirada la palabra y sucorazn qued purificado."Aunque no hubiese otro favor en el paraso, pens,

    ste me basta y no quiero ninguno ms."Ahora bien, le quedaban dos monedas de oro que haba

    cosido a sus vestiduras. Se dijo:"Ya no las necesito puesto que, en adelante, tengo un

    alimento especial."

    Y dio estas dos monedas a un pobre leador pensandoque esta limosna le permitira subsistir durante algn tiempo.Pero el leador iluminado por la luz divina, haba ledo en suspensamientos y le dijo:

    "Cmo puedes esperar encontrar tu subsistencia si noes Dios quien te la procura?"

    El derviche no comprendi exactamente lo que queradecir el leador, pero su corazn qued entristecido por estosreproches. El leador se le acerc y deposit en el suelo el haz delea que llevaba al hombro. Despus dijo:

    "Oh, Seor! En nombre de tus servidores cuyos deseosescuchas transforma esta lea en oro!"

    Y, al instante, el derviche vio todos los troncos brillarcomo el sol. Cay al suelo sin conocimiento.

    Cuando volvi en s, el leador dijo:

    "Oh, Seor! En nombre de los que empaan tu fama,en nombre de los que sufren, transforma este oro en lea!"Y el oro volvi al estado de lea. El leador volvi a

    echarse el haz al hombro y tom el camino de la ciudad. Elderviche quiso correr tras l para obtener la explicacin de estemisterio, pero su estado de admiracin, as como su temor ante laestatura del leador lo disuadieron de ello.

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    No formes parte de esos tontos que dan media vueltauna vez que han adquirido intimidad con el sultn!

    EL LORO

    Un tendero posea un loro cuya voz era agradable y sulenguaje divertido. No slo guardaba la tienda, sino que tambindistraa a la clientela con su parloteo. Pues hablaba como un ser

    humano y saba cantar... como un loro.Un da, el tendero lo dej en la tienda y se fue a su casa.

    De pronto, el gato del tendero divis un ratn y se lanzbruscamente a perseguirlo. El loro se asust tanto que perdi larazn. Se puso a volar por todos lados y acab por derribar unabotella de aceite de rosas.

    A su vuelta, el tendero, advirtiendo el desorden quereinaba en su tienda y viendo la botella rota, fue presa de granclera. Comprendiendo que su loro era la causa de todo aquello,le asest unos buenos golpes en la cabeza, hacindole perdernumerosas plumas. A consecuencia de este incidente, el loro dejbruscamente de hablar.

    El tendero qued entonces muy apenado. Se arranc elpelo y la barba. Ofreci limosnas a los pobres para que su lororecobrase la palabra. Sus lgrimas no dejaron de correr durante

    tres das y tres noches. Se lamentaba diciendo:"Una nube ha venido a oscurecer el sol de misubsistencia."

    Al tercer da, entr en la tienda un hombre calvo cuyocrneo reluca como una escudilla. El loro, al verlo, exclam:

    "Oh, pobre desdichado! Pobre cabeza herida! Dednde te viene esa calvicie? Pareces triste, como si hubierasderribado una botella de aceite de rosas!"

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    Y toda la clientela estall en carcajadas.Dos caas se alimentan de la misma agua, pero una. de

    ellas es caa de azcar y la otra est vaca.Dos insectos se alimentan de la misma flor, pero uno deellos produce miel y el otro veneno.

    Los que no reconocen a los hombres de Dios dicen:"Son hombres como nosotros: comen y duermen igual quenosotros."

    Pero el agua dulce y el agua amarga, aunque tengan lamisma apariencia, son muy diferentes para quien las ha probado.

    EL POZO DEL LEON

    Los animales vivan todos con el temor del len. Lasgrandes selvas y las vastas praderas les parecan demasiadopequeas. Se pusieron de acuerdo y fueron a visitar al len. Ledijeron:

    "Deja de perseguirnos. Cada da, uno de nosotros sesacrificar para servirte de alimento. As, la hierba que comemosy el agua que bebemos no tendrn ya este amargor que lesencontramos."

    El len respondi:"Si eso no es una astucia vuestra y cumpls esta

    promesa, entonces estoy perfectamente de acuerdo. Conozcodemasiado las triquiuelas de los hombres y el profeta dijo: "Elfiel no repite dos veces el mismo error"."

    "Oh, sabio! -dijeron los animales-, es intil quererprotegerse contra el destino. No saques tus garras contra l. Tenpaciencia y somtete a las decisiones de Dios para que El teproteja!"

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    "Lo que decs es justo -dijo el len-, pero ms valeactuar que tener paciencia, pues el profeta dijo: "Es preferible

    que uno ate su camello!""Los animales:"Las criaturas trabajan para el carnicero. No hay nada

    mejor que la sumisin. Mira el nio de pecho; para l, sus pies ysus manos no existen pues son los hombros de su padre los quelo sostienen. Pero cuando crece, es el vigor de sus pies el que loobliga a tomarse el trabajo de caminar."

    -Es verdad, reconoci el len, pero por qu cojear

    cuando tenemos pies? Si el dueo de la casa tiende el hacha a suservidor, ste comprende lo que debe hacer. Del mismo modo,Dios nos ha provisto de manos y de pies. Someterse antes dellegar a su lado, me parece una mala cosa. Pues dormir noaprovecha sino a la sombra de un rbol frutal. As el viento hacecaer la fruta necesaria. Dormir en medio de un camino por el quepasan bandidos es peligroso. La paciencia no tiene valor sino unavez que se ha sembrado la semilla."

    Los animales respondieron:"Desde toda la eternidad, miles de hombres fracasan en

    sus empresas, pues, si una cosa no se decide en la eternidad, nopuede realizarse. Ninguna precaucin resulta til si Dios no hadado su consentimiento. Trabajar y adquirir bienes no debe seruna preocupacin para las criaturas."

    As, cada una de las partes desarroll sus ideas por

    medio de muchos argumentos pero, finalmente, el zorro, lagacela, el conejo y el chacal lograron convencer al len.As pues, un animal se presentaba al len cada da y ste

    no tena que preocuparse ya por la caza. Los animales respetabansu compromiso sin que fuese necesario obligarlos.

    Cuando lleg el turno al conejo, ste se puso alamentarse. Los dems animales le dijeron:

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    "Todos los dems han cumplido su palabra. A ti te toca.Ve lo ms aprisa posible junto al len y no intentes trucos con

    l." El conejo les dijo:"Oh, amigos mos! Dadme un poco de tiempo para que

    mis artimaas os liberen de ese yugo. Eso saldris ganando,vosotros y vuestros hijos."

    -Dinos cul es tu idea, dijeron los animales.-Es una triquiuela, dijo el conejo: cuando se habla ante

    un espejo, el vaho empaa la imagen."

    As que el conejo no se apresur a ir al encuentro dellen. Durante ese tiempo, el len ruga, lleno de impaciencia y declera. Se deca:

    "Me han engaado con sus promesas! Por haberlosescuchado, me veo en camino de la ruina. Heme aqu herido poruna espada de madera. Pero, a partir de hoy, ya no losescuchar."

    Al caer la noche, el conejo fue a casa del len. Cuandolo vio llegar, el len, dominado por la clera, era como una bolade fuego. Sin mostrar temor, el conejo se acerc a l, con gestoamargado y contrariado. Pues unas maneras tmidas hacensospechar culpabilidad. El len le dijo:

    "Yo he abatido a bueyes y a elefantes. Cmo es que unconejo se atreve a provocarme?"

    El conejo le dijo:

    "Permteme que te explique: he tenido muchasdificultades para llegar hasta aqu. Haba salido incluso con unamigo. Pero, en el camino, hemos sido perseguidos por otrolen. Nosotros le dijimos: "Somos servidores de un sultn " Perol rugi: "Quin es ese sultn? Es que hay otro sultn que nosea yo?" Le suplicamos mucho tiempo y, finalmente, se quedcon mi amigo, que era ms hermoso y ms gordo que yo. Demodo que otro len se ha atravesado en nuestros acuerdos. Si

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    deseas que mantengamos nuestras promesas, tienes que despejarel camino y destruir a este enemigo, pues no te tiene ningn

    temor." -Dnde est? dijo el len. Vamos, mustrame elcamino!"

    El conejo condujo al len hacia un pozo que habaencontrado antes. Cuando llegaron al borde del pozo, el conejose qued atrs. El len le dijo:

    "Por qu te detienes? Pasa delante!""Tengo miedo, dijo el conejo. Mira qu plida se ha

    puesto mi cara!"-De qu tienes miedo?" pregunt el len.El conejo respondi:"En ese pozo vive el otro len!"-Adelntate, dijo el len. Echa una ojeada slo para

    verificar si est ah!-Nunca me atrever, dijo el conejo, si no estoy

    protegido por tus brazos."El len sujet al conejo contra l y mir al pozo. Vio su

    reflejo y el del conejo. Tomando este reflejo por otro len y otroconejo, dej al conejo a un lado y se tir al pozo.

    Esta es la suerte de los que escuchan las palabras de susenemigos. El len tom su reflejo por un enemigo y desenvaincontra s mismo la espada de la muerte.

    SALOMON Y AZRAEL

    Un hombre vino muy temprano a presentarse en elpalacio del profeta Salomn, con el rostro plido y los labiosdescoloridos.

    Salomn le pregunt:

  • 7/22/2019 150 Cuentos Sufes - Jalal Al-Din Rumi

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    Este resumen que usted acaba de leerpertenece a una librera virtual en la que puede

    disfrutar libros de la forma cmo despus se explica.O puede ojear y disfrutar partes de los textos de esosejemplares, tal como hara en cualquier librera entres dimensiones. A continuacin ver cmofunciona todo esto.Es muy sencillo e interesante.

    Puede visitar esta librera enhttp:/ / www.personal.able.es/ cm.perez/ libreriavirtual.htm

    Qu es LIBROS PARA DESCARGAR?

    Es una nueva forma de comprar libros yrecibirlos en su ordenador. Tambin puededescargar libros GRATIS

    Qu ventajas obtengo por comprar as loslibros?

    Es mucho ms fcily rpidode recibir. Si semanda por el sistema tradicional, tarda varios das enllegar. Adems, en otros casos, los portes los pagarausted, o se le cargaran en el precio final. Sin

    embargo, al adquirir libros por este sistema, todoslos gastos de envo son gratis, con el ahorro quesupone para usted. Por otra parte, al ser nulos losgastos de imprenta y distribucin, se ofrecen unosprecios que no existen en los libros en papel.

  • 7/22/2019 150 Cuentos Sufes - Jalal Al-Din Rumi

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    Cmo s que me llegan los libros?

    Usted recibir en la cuenta de correo que elijalos libros que adquiera. Este sistema estprobadoygarantizado.

    Es compatible con mi ordenador?

    Los libros se mandan comprimidos en formatoPDF con la finalidad que sean compatibles concualquier sistema (PC, Mac, Linux y otros). Al ser unformato comprimido, tardan menos en llegar. Detodas formas, si as lo indica usted, puede recibirlosen formato DOC (World de Windows) o en formatohtml (el mismo que la pgina web que ahora estusted viendo). Fcilyefectivo.

    Puede descargar gratis el lector de PDF enhttp:/ / www.adobe.es/products/acrobat/ readstep2.html

    Qu temas se pueden adquirir?

    Libros de temas que no se suelen encontrar encualquier librera. Naturalmente, encontrar temastratados en

    EL ARTE DE LA ESTRATEGIA enhttp:/ / www.personal.able.es/ cm.perez/ o enconsonancia con su lnea. Hallar libros sobre elxito, sobre elpoder, sobre la sexualidad, sobre lamente

  • 7/22/2019 150 Cuentos Sufes - Jalal Al-Din Rumi

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    Puedo ver los libros antes de comprarlos?

    Por supuesto, y le animamos a hacerlo. Todosexaminamos un producto antes de adquirirlo, y aquno va a ser menos. De paso, podr leer captulos ofragmentos de todas las obras ofertadas.

    Puedo hacer copias?

    Por supuesto que si, todas las copias quequiera. No hay ningn dispositivo que impida hacercopias electrnicas o en papel. Hacemos esto porqueconsideramos que ya que usted paga por unproducto, es muy librede hacer con el lo que quiera(aunque los que reciban las copias no pagen).

    Es seguro comprar con tarjeta en Internet?

    Comprendo que resulta chocante realizarcompras por Internet. El sistema de pago funcionade tal manera que:es seguro(nadie puede interferirlos datos), nadie conoce el n de su tarjeta y que yomismo he hecho la prueba comprando libros y todofuncion a la perfeccin.

    En el caso de que no tenga tarjeta, ya hahabido otras personas en su situacin que lo hansolucionado de la siguiente manera: han pedido aotra persona que si tena tarjeta fuera el que lesrealizara la compra. Despus le abon en metlico elimporte de la adquisicin.

  • 7/22/2019 150 Cuentos Sufes - Jalal Al-Din Rumi

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    Me quedan algunas preguntas, me las podraaclarar?

    Encantados de ampliar informacin. Puedeenviarme un mensaje en el que exprese sus preguntasa [email protected]. Es una forma de agradecerle deantemano la oportunidad de servirle, que espero tener algnda.

    Reciba un cordial saludo

    Carlos Martn Prez

    PUEDE ENVIAR ESTE EJEMPLAR AQUIEN DESEE. ES MAS, LE ANIMO AHACERLO. SU PRESTIGIO AUMENTARNOTABLEMENTE AL HACERLO.

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