Incapacidad de la familia para desplegar todas las capacidades del hombre.

El hombre tiene una gran cantidad de capacidades, como ya vimos. Muchas veces nos sorprende la infinitud de sus posibilidades: siempre continúa avanzando en el descubrimiento de la verdad, por ejemplo. En cada caso es diferente: algunos tienen gran capacidad deportiva, musical, matemática, artística. Los grandes genios en estas áreas son ejemplos de la increíble potencialidad humana.

Como ya vimos, el hombre necesita de otros para poder desplegar sus capacidades. También los genios. Y también todos nosotros. La familia, si bien es una sociedad que está allí para el desarrollo del hombre, no es un campo fértil para el desarrollo pleno de todas nuestras potencialidades. El hombre precisa del contacto con otras personas además de las que integran su familia para poder desplegar sus potencias. Para el deportista un club: imaginemos a Messi si nunca hubiera salido de su familia. Claramente no jugaría como juega hoy. O a Beethoven no aprendiendo música con profesores y maestros del piano. Hoy no sabríamos de su existencia. Así, podríamos seguir con cualquier caso.

El hombre, no obstante, debe desplegar sus capacidades del mejor modo que le es posible: su perfeccionamiento y su felicidad dependen de ello. Por eso, es necesaria la existencia de otras sociedades. El hombre las forma justamente ante la imposibilidad de la familia de responder a la multiplicidad de direcciones en las que crecen las capacidades que posee desde que nace, y que debe ir perfeccionando a medida que crece. Una buena familia debe preparar y ayudar a que una persona justamente crezca hasta que necesite salir de la misma familia para poder seguir su desarrollo: al igual que a una planta se la deja en una maceta para que esté protegida mientras es joven, pero con el fin de que pueda crecer lo suficiente para que en algún momento haya que sacarla de allí y ponerla en tierra, donde seguirá creciendo hasta que madure y dé fruto.

CUESTIONARIO.

38) ¿Es la familia importante para el desarrollo de una persona? Fundamentar su respuesta.39) ¿Alcanza la familia para que una persona pueda desarrollarse plenamente? Explique su respuesta.

Dinámica en la formación de grupos crecientemente abarcativos.

Como dijimos antes, la familia, si bien necesaria en el desarrollo de una persona, no constituye por sí misma un lugar adecuado para desarrollar todo lo que el hombre tiene para desarrollar. Si el fin de la familia es la perfección humana, hay que decir que la familia no está en condiciones de alcanzar su fin por sí misma. Ésta es la razón por la que las familias, o miembros de ellas, se unen y forman grupos más grandes y que las abarcan, dentro de los cuales pueden sí alcanzar más perfectamente sus objetivos propios. Por ejemplo, si el fin de la familia es entre otros la educación de los niños, pueden muchas familias unirse para formar un Colegio en donde este fin se pueda alcanzar con más facilidad y perfección. El Colegio es así una sociedad de familias o de miembros de familias, en donde se busca aquello que la familia no puede hacer por sí misma. Su misión es secundaria, delegada por las familias, que forman el Colegio justamente para eso. Es, como veremos, una misión subsidiaria. A su vez, el Colegio mismo puede unirse a otros Colegios para formar entre ellos otro grupo, que tenga un fin que un solo Colegio no pueda alcanzar sólo, pero que

unido organizadamente a otros (es decir, formando una sociedad) sí. Este grupo también tendrá una misión subsidiaria de la familia, pues su fin será ayudar a los Colegios, que a su vez están para ayudar a las familias.

Resumiendo: puesto que la familia sola no alcanza para que los hombres que la integran alcancen su perfección, es necesaria la existencia de sociedades mayores, más abarcativas, que existan para que los hombres puedan perfeccionarse más acabadamente.

40) Explique de qué modo van surgiendo las diversas sociedades suprafamiliares.

El desarrollo humano reclama al Estado: el hombre es naturalmente político.

Según lo visto anteriormente, el hombre es un ser que tiene capacidades que debe perfeccionar. Esas capacidades o potencias sólo se pueden desarrollar organizadamente junto a otros, es decir, en sociedad. Si bien la familia es el primer ámbito donde se propicia este desarrollo, ella es insuficiente para que todos los aspectos humanos puedan alcanzar mayores y mayores alturas. Por eso es que los hombres se agrupan en sociedades mayores y más abarcativas que le permiten hallar lugares más aptos para el perfeccionamiento de sus potencialidades. Esto se va dando de modo creciente y cada vez más abarcativo. La naturaleza humana misma reclama este movimiento de crecimiento social, en tanto sus potencias tienden naturalmente a su propia perfección, la cual es el fin único de toda sociedad. Sólo la creación de una sociedad en la cual todas las capacidades humanas puedan desarrollarse en plenitud podrá poner fin a este “tironeo” hacia adelante. El bien común de las sociedades es justamente la perfección (o el ámbito propicio para ella) de los hombres que las forman. El Bien Común de la sociedad más abarcativa, más allá de la cual no tiene sentido crear otra, será aquél que perfecciona completa y totalmente todos los aspectos y potencias humanas.

El Estado se muestra como encarnando esta sociedad perfecta. Decimos perfecta en tanto no necesita de ninguna mayor para alcanzar sus fines, a diferencia de, por ejemplo, el Colegio, que necesita de la Municipalidad para tener seguridad y algunos servicios como el agua y la luz, para poder alcanzar su fin propio que es la educación de los alumnos. El Estado se basta a sí mismo para poder obtener todo lo necesario para llegar a su Bien. Y puesto que el Bien del Estado es que el hombre pueda alcanzar su perfección plena, entonces resulta que el Bien del Estado es lo mismo que el Bien Último del hombre, al menos en esta vida.

CUESTIONARIO.

41) ¿Cuál es la diferencia entre el Estado y las demás sociedades?42) ¿Por qué el hombre tiende naturalmente a formar el Estado?