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1. INTRODUCCIÓN Numerosos autores concuerdan, que las especies de la familia Cucurbitaceae son de gran importancia económica a nivel mundial (BISOGNIN, 2002; ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997; LIRA, 1996; WHITAKER y ROBINSON, 1986). El género Cucurbita ha formado parte de todas las culturas indígenas del Nuevo Mundo desde el sur de Canadá, hasta Argentina y Chile (NEE, 1990). En Chile, la especie Cucurbita maxima Duch., tradicionalmente conocida como zapallo camote, representa desde hace años una fuente de alimentación importante para la población. Ésta radica en que su consumo puede ser continuo a lo largo del año, ya sea como producto fresco en verano, o de guarda durante los meses invernales. El cultivo se extiende principalmente desde la Región Metropolitana hasta la Séptima Región, con un total de 4.400 ha durante la temporada 2003-2004, posicionándose como el séptimo cultivo hortícola de mayor superficie en el país (ODEPA, 2005). Tradicionalmente, los frutos maduros han sido parte esencial de la gastronomía chilena. Sin embargo, el actual interés por mantener una vida saludable, ha incrementado las expectativas de mercado de la especie, hacia el desarrollo de alimentos de alto valor nutritivo. En este sentido, el descubrir su potencial agronómico y desarrollar productos con mayor valor agregado, son objetivos meritorios de consideración. Actualmente, en el país existen pocos cultivares comerciales, y en general hay una marcada adversidad contra ellos. Esto se debe a las bajas ventas que registran los

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1. INTRODUCCIÓN

Numerosos autores concuerdan, que las especies de la familia Cucurbitaceae son de

gran importancia económica a nivel mundial (BISOGNIN, 2002; ROBINSON y

DECKER-WALTERS, 1997; LIRA, 1996; WHITAKER y ROBINSON, 1986). El

género Cucurbita ha formado parte de todas las culturas indígenas del Nuevo Mundo

desde el sur de Canadá, hasta Argentina y Chile (NEE, 1990). En Chile, la especie

Cucurbita maxima Duch., tradicionalmente conocida como zapallo camote,

representa desde hace años una fuente de alimentación importante para la población.

Ésta radica en que su consumo puede ser continuo a lo largo del año, ya sea como

producto fresco en verano, o de guarda durante los meses invernales.

El cultivo se extiende principalmente desde la Región Metropolitana hasta la Séptima

Región, con un total de 4.400 ha durante la temporada 2003-2004, posicionándose

como el séptimo cultivo hortícola de mayor superficie en el país (ODEPA, 2005).

Tradicionalmente, los frutos maduros han sido parte esencial de la gastronomía

chilena. Sin embargo, el actual interés por mantener una vida saludable, ha

incrementado las expectativas de mercado de la especie, hacia el desarrollo de

alimentos de alto valor nutritivo. En este sentido, el descubrir su potencial

agronómico y desarrollar productos con mayor valor agregado, son objetivos

meritorios de consideración.

Actualmente, en el país existen pocos cultivares comerciales, y en general hay una

marcada adversidad contra ellos. Esto se debe a las bajas ventas que registran los

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comerciantes, originadas por la insatisfacción que demuestran los consumidores ante

las características organolépticas de los frutos. Comúnmente, se habla del zapallo

chileno tipo camote, como el producto de mayor calidad y aceptabilidad entre los

consumidores.

La perduración de este tipo de zapallo en el país se debe, principalmente, a la labor de

los productores, quienes han almacenado durante años la semilla que se origina de sus

producciones locales. Sin embargo, producto de la escasa selectividad con que

operan, se observa una gran variabilidad de formas, tamaños y colores de los frutos,

lo cual deriva en una alta heterogeneidad de la calidad comercial del cultivo.

Como consecuencia, se hace indispensable reconocer la importancia de producir

variedades mejoradas que permitan a los productores ser más competitivos a nivel

global. WHITAKER y ROBINSON (1986) señalan, que el mejoramiento de

Cucurbita, en Estados Unidos, se ha concentrado en características específicas, como

el color más intenso de la pulpa y un mayor contenido de pro-vitamina A. Sin

embargo, las posibilidades de mejoramiento se incrementan gracias a numerosos

estudios científicos que describen las propiedades farmacológicas de diversas

especies del género Cucurbita. Entre éstas destacan los tratamientos preventivos

contra enfermedades degenerativas, y sus propiedades antiparasitarias (DÍAZ,

LLOJA y CARBAJAL, 2004; XIA, LI, LI y ZHANG, 2003; GUARRERA 1999;

QUEIROZ-NETO et al., 1994). Es por ello, que es preciso caracterizar morfológica y

molecularmente la diversidad de Cucurbita en Chile, el cual es un recurso genético

cuyo potencial es desconocido.

1.1. Primer objetivo general:

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Realizar una colección de germoplasma de zapallo camote (Cucurbita maxima Duch.)

en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima, y hacer un estudio de la variabilidad

fenotípica de frutos y semillas.

1.1.1 Objetivos específicos

- Caracterizar el fenotipo de los frutos y de las semillas de Cucurbita maxima

Duch. recolectadas, con las sugerencias del examen de la distinción, la

homogeneidad y la estabilidad de la UPOV (Unión internacional para la

protección de las obtenciones vegetales), y con la lista de descriptores del

IPGRI (The International Plant Genetic Resources Institute).

- Realizar un análisis de variabilidad fenotípica en zapallo camote, Cucurbita

maxima Duch., a partir de características morfológicas de frutos y semillas de

las accesiones recolectadas.

- Clasificar las accesiones en grupos de características homogéneas, por medio

del análisis Cluster.

1.2. Segundo objetivo general:

Indagar mediante encuestas, acerca del sistema productivo de la especie Cucurbita

maxima Duch., en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima.

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1.2.1 Objetivos específicos

- Establecer las diferencias de manejo productivo de la especie Cucurbita

maxima Duch, entre agricultores de la Región Metropolitana, Sexta y

Séptima.

- Comparar los manejos productivos de grandes, medianos y pequeños

agricultores, dedicados al cultivo de zapallo camote, Cucurbita maxima Duch.

- Determinar las limitantes productivas del cultivo de zapallo camote, para

orientar metas de mejoramiento genético.

1.3. Tercer objetivo general:

Realizar una descripción económica del cultivo de zapallo camote (Cucurbita

maxima Duch.), orientada a determinar la factibilidad de un programa de

mejoramiento genético de la especie en el país.

1.3.1 Objetivos específicos

- Analizar el mercado de zapallo camote y su evolución entre el periodo 1994-

2005.

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- Analizar la factibilidad económica de desarrollar un programa de

mejoramiento genético para zapallo camote.

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2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1. Antecedentes generales:

2.1.1 Origen y domesticación

En Chile, existe información limitada sobre la procedencia exacta y época de

introducción de la especie al país. Según WHITAKER y ROBINSON (1986) y

WHITAKER y CARTER (1946), el origen del género Cucurbita es nativo del

continente Americano, y no se extendió fuera de éste, sino hasta la llegada de Colón

al continente (NEE, 1990). A su vez, WHITAKER y CARTER (1946), señalan que

Cucurbita maxima Duch. sólo fue encontrada en la parte sur de Perú y Bolivia, y en

el norte de Chile. Existen evidencias obtenidas desde sitios arqueológicos de que

Cucurbita maxima Duch. fue extensamente cultivada en tiempos pre-colombinos

(aproximadamente en el año 1492 d.C.) (WHITAKER y ROBINSON, 1986;

WHITAKER y CARTER, 1946).

NEE (1990), señala que las razas de Cucurbita maxima Duch. originarias de América,

incluyen tipos arbustivos de frutos pequeños que se consumen en estado inmaduro. Es

interesante mencionar, que SANJUR et al. (2001), señala que la especie Cucurbita

maxima Duch. fue cultivada en las costas peruanas alrededor de 4000 años atrás. Otro

acontecimiento destacable, es el señalado por WHITAKER y ROBINSON (1986),

quienes indican que en 1842 un cultivar de zapallo tipo Hubbard fue introducido

desde Chile a Inglaterra.

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NEE (1990), reafirma la importancia de los estudios arqueológicos al sugerir que

estos registros permitieron determinar que el género Cucurbita fue uno de los

primeros grupos en ser domesticados. Al menos cinco diferentes especies fueron

domesticadas antes del contacto europeo, formando importantes fuentes de alimento

durante la economía de las Américas (SANJUR et al., 2001). NEE (1990) y SANJUR

et al. (2001) señalan que las especies actualmente domesticadas no derivaron de un

ancestro en común, y que los progenitores siguen existiendo como especies silvestres.

Las cinco especies domesticadas de Cucurbita están separadas por barreras de

esterilidad, así como también, por un número convincente de características

morfológicas, como tricomas, hojas, corolas, estambres, pedicelos y semillas (NEE,

1990). La selección para la domesticación de las cucurbitáceas fue por forma, pulpa

con menos amargor, menor número de semillas y más grandes y frutos de mayor

tamaño, resultando en una gran diversidad genética entre las especies cultivadas

(BISOGNIN, 2002).

BISOGNIN (2002) señala que algunos de los cambios que trajo la domesticación fue

la selección de frutos de mayor tamaño, y que en aquellos frutos que se consumieron

en estado maduro, la selección fue en razón de eliminar el amargor de la pulpa y

obtener un mayor contenido de almidón (PARIS, 1989). Al respecto, BISOGNIN

(2002) indica que la selección de frutos menos amargos fue la clave para la

domesticación de zapallos. NEE (1990) agrega, que el contenido nutricional de las

semillas y las propiedades detergentes de las saponinas encontradas en ciertos frutos

del género, fueron algunas de las razones de la domesticación.

En relación a la taxonomía, la familia Cucurbitaceae incluye aproximadamente 80

géneros y 900 especies (LIRA, 1996). Cucurbita andreana es conocida como el

progenitor silvestre de Cucurbita maxima Duch. Se estima que las regiones planas y

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húmedas de Bolivia, además, de las zonas cálidas del sur de América donde

Cucurbita andreana fue originalmente descrita, pueden ser consideradas como las

zonas de origen de Cucurbita maxima Duch. (SANJUR et al., 2001). De manera más

específica, LIRA (1996) y NEE (1990) han determinado que Cucurbita andreana es

una especie endémica de Argentina y Uruguay. Al respecto, BISOGNIN (2002)

señala que efectivamente la especie Cucurbita maxima Duch. se originó en estos

países, restringiéndose sólo a la zona sur del continente Americano.

2.1.2 Botánica

Cucurbita maxima Duch. es una especie herbácea anual que presenta guías, pero con

internudos más cortos y arbustiva que otras especies del género Cucurbita; posee

hábito de crecimiento postrado (WHITAKER y ROBINSON, 1986; ROBINSON y

DECKER-WALTERS, 1997). Esta especie se caracteriza por tener hojas lobuladas

con suaves tricomas en la superficie (NEE, 1990).

WHITAKER y ROBINSON (1986) indican que las flores son grandes y unisexuales

y se forman en las axilas de las hojas; pueden presentarse solas o en inflorescencias

(ROBINSON y DECKER WALTERS, 1997). Las flores estaminadas se localizan en

el centro de la planta y nacen desde pedicelos largos y delgados. Las flores pistiladas,

en cambio, se localizan en forma distal a las flores estaminadas y nacen desde

pedicelos cortos y rígidos (WHITAKER y ROBINSON, 1986).

La expresión sexual es relativamente estable. Todas las especies del género Cucurbita

son monoicas, por lo tanto, es necesario de un agente polinizador o del viento para

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poder transportar el polen desde las flores estaminadas hacia el estigma de la flor

femenina y lograr la fertilización (WHITAKER y ROBINSON, 1986). Se ha

reportado macho esterilidad en especies de Cucurbita maxima Duch. (WHITAKER y

ROBINSON, 1986 y ROBINSON y DECKER WALTERS, 1997).

2.1.3 Requisitos edafoclimáticos de la especie

La familia de las Cucurbitaceaes pertenece a zonas de climas tropicales o

semitropicales y con temperaturas inferiores a los 10ºC sufre daños por enfriamiento,

observándose amarillez en el follaje y pérdida de frutos (WHITAKER y ROBINSON

1986; ROBINSON y DECKER WALTERS, 1997).

El cultivo requiere de clima caluroso, veranos largos y abundante agua (GIACONI y

ESCAFF, 1998). MAROTO (1995) indica que el zapallo debe sembrarse una vez que

haya pasado el riesgo de heladas, lo que para la zona central del país se produce

después de la primera quincena de septiembre. En general, la germinación de las

semillas es inhibida con temperaturas inferiores a 15ºC y el proceso se desarrolla

rápido con temperaturas entre 25-30ºC (ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

MURRAY, HARTZ y BRADFORD (2005) señalan al respecto, que con 25ºC de

temperatura de suelo, el período de germinación es de cuatro días y que con 20ºC

aumenta de seis a doce días.

El cultivo puede ser establecido en una amplia gama de suelos (MURRAY, HARTZ

y BRADFORD, 2005; ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997). BOYHAN,

GRANBERRY y KELLEY (1999) y GIACONI y ESCAFF (1998), señalan que

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necesitan de suelos fértiles y profundos con buena capacidad de drenaje. El pH

óptimo del suelo debe estar entre 5.6-6.8 y es posible observar hasta un 50% de

reducción en la productividad con CE de 4 a 6 mmhos/cm2 (MURRAY, HARTZ y

BRADFORD, 2005; ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

2.2. Antecedentes genéticos:

2.2.1 Recursos fitogenéticos

Según el CONVENIO SOBRE LA DIVERSIDAD BIOLÓGICA (1992), se define

como recurso genético a todo material genético que tiene valor real o potencial.

MANSUR (2005)* indica que bajo esta definición se podría considerar como

recursos fitogenéticos las 248.428 especies de plantas superiores. Los

fitomejoradores concuerdan que los recursos fitogenéticos pueden ser utilizados para

tres objetivos:

- Servir como germoplasma para generar nuevos cultivares.

- Ser fuente de genes u organelos para ser utilizados por las biotecnologías.

- Permitir estudios de genética, evolución, adaptación, etc.

Se entiende por conservación al manejo, preservación y uso de un recurso genético

conocido, de tal manera, que pueda proporcionar el mayor beneficio posible para las

* MANSUR, L. PhD Genética. Profesor Cátedra de Recursos Fitogenéticos.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.

11

generaciones actuales, pero manteniendo su potencial de satisfacer las necesidades y

aspiraciones de las generaciones futuras (CUBILLOS, 2003).

El IPGRI (2005) señala, que la diversidad se verifica en tres niveles principales: las

combinaciones de las especies que forman ecosistemas distintos, el número de las

especies diferentes y las diversas combinaciones genéticas de las especies. Los tres

niveles contribuyen a sostener los sistemas agrícolas, y a asegurar su productividad.

En particular, la diversidad genética brinda a las especies la capacidad de adaptarse

a presiones cambiantes como las pestes y las enfermedades o la sequía.

Más cercano al fitomejoramiento, HARLAN y DE WET (1971), clasifican a las

especies según su utilización para el mejoramiento genético, es decir que contienen

genes de interés, en tres categorías:

- Acervo génico primario: especies que no tienen dificultad para hibridarse

sexualmente con la especie cultivada.

- Acervo génico secundario: especies que son de difícil cruzamiento con la

especie cultivada.

- Acervo génico terciario: especies que no se pueden cruzar con especies

cultivadas y se necesita usar técnicas de ingeniería genética.

Se reconoce las siguientes categorías de recursos fitogenéticos según su grado de

mejoramiento genético (FEHR, 1987):

- Cultivares comerciales: cultivares modernos, que están en el comercio.

- Líneas genotécnicas avanzadas: similar al anterior, pero no fueron

considerados cultivares comerciales.

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- Líneas genéticas especiales: presentan algún carácter hereditario de interés.

- Cultivares obsoletos: cultivares modernos que se dejaron de comerciar por

substitución por cultivares nuevos.

- Variedades locales o del agricultor: derivada de la selección realizada por

agricultores.

- Materiales malezas: genotipos de la especie que conviven frecuentemente con

los cultivados en estado de malezas.

- Especies malezas emparentadas con el cultivo: corresponden a especies

diferentes al cultivo que conviven con éste en forma de malezas.

- Especies silvestres emparentadas con el cultivo: corresponden a especies

emparentadas con el cultivo, pero que viven en estado silvestre. Tienen un

muy mal desempeño y una gran diversidad genética.

Bajo este esquema, el objetivo fundamental de colectar zapallo (Cucurbita maxima

Duch.) en Chile es captar la mayor cantidad de variabilidad genética en el menor

número de muestras a nivel de variedades locales o del agricultor (MANSUR,

2005)*.

En un sentido contrario, FEHR (1987) señala que la erosión genética ha ocasionado

que muchas variedades locales y cultivares se perdiesen en el pasado. La erosión

genética tiene básicamente dos consecuencias: la vulnerabilidad genética y la

limitación del avance genético.

* MANSUR, L. PhD Genética. Profesor Cátedra de Recursos Fitogenéticos.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.

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CUBILLOS (2003) define como vulnerabilidad genética, a la ocurrencia de un

problema sorpresivo debido a cambios en el ambiente, especialmente bióticos, que

ocasiona pérdida de variedades locales y cultivares, como consecuencia de una

inadecuada variación genética de las especies utilizadas en la agricultura. La

detección de la vulnerabilidad genética permite tener preparados los nuevos cultivares

para el momento en que se produzca el problema. Sin embargo, cuando la diversidad

de los progenitores es insuficiente para soportar el mejoramiento, se limita el avance

genético, ya que los cultivares mejorados que se entregan a la agricultura no

satisfacen por completo la demanda progresiva esperada, limitando el potencial

productivo.

Tarde o temprano el zapallo chileno tipo camote va a ser susceptible del

mejoramiento genético y si una variedad mejorada llegase a ser muy popular, esta

especie va a sufrir una seria erosión genética, ya que las variedades o poblaciones

autóctonas desaparecerán. Por eso, se hace imprescindible colectar esta riqueza

genética y ponerla a resguardo para utilizarla en el futuro cercano o lejano

(MANSUR, 2005)*.

2.2.2 Aspectos de mejoramiento genético del género Cucurbita

El zapallo de guarda cultivado en Chile corresponde a Cucurbita maxima Duch. y se

le conoce como zapallo camote, nombre que no corresponde precisamente a una

* MANSUR, L. PhD Genética. Profesor Cátedra de Recursos Fitogenéticos.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.

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variedad y muestra gran variabilidad de formas y tamaños (LIZANA y MONARDES,

1978). Agregan, que esta alta variabilidad hace difícil evaluar el comportamiento de

post cosecha de los frutos. Además, no hay una forma típica de zapallo camote que

muestre una clara predominancia sobre otras. GIACONI y ESCAFF (1998) señalan

que en Chile varias instituciones y algunos productores están empeñados en

seleccionar el tipo camote, para obtener un tipo mejorado y de calidad uniforme.

Agregan, que los frutos pequeños o de mediano tamaño son deseables para la

comercialización y expendio a los consumidores.

WHITAKER y ROBINSON (1986) señalan que existen alrededor de 25 a 27 especies

de Cucurbita, todas con 20 pares de pequeños cromosomas. Indican además, que las

diferencias morfológicas de las especies parecen estar basadas en mutación de genes,

más que en diferencias en el número de cromosomas.

Hace aproximadamente 60 años atrás, los cultivares de Cucurbita se caracterizaron

por una alta variabilidad genética atribuida en parte a la tendencia de outcross. La

demanda por uniformidad y selección por precocidad y características del fruto

resultó en una alta homocigosis (BISOGNIN, 2002). Actualmente, el desarrollo de

híbridos ha resultado en cultivos más uniformes y homogéneos que aquellos

producidos por polinización abierta (PARIS, 1989). WHITAKER y ROBINSON

(1986) describen como técnicas de mejoramiento genético en Cucurbita, la

polinización manual, hibridación interespecífica e ingeniería genética, como las más

utilizadas. En este último caso, se ha utilizado la bacteria Agrobacterium tumefaciens

para transferir los genes de resistencia de CMV a frutos de zapallo tipo “crookneck”

(ROBINSON y DECKER WALTERS, 1997).

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En relación a las metas de mejoramiento genético, WHITAKER y ROBINSON

(1986) han descrito que en Estados Unidos se ha trabajado en:

- Resistencia a enfermedades.

- Resistencia a insectos.

- Color de la pulpa, ya que se prefiere el color naranjo oscuro intenso, no sólo

por su apariencia, sino también por el contenido de caroteno.

- Domesticación de especies silvestres, ya que existen especies de gran

producción de semillas, ricas en proteínas y aceites.

- Obtención de semillas sin testa, de mejor palatabilidad para la alimentación

humana.

2.2.3 Resistencia a enfermedades

ROBINSON y DECKER WALTERS (1997) señalan que se han reportados pocos

genes involucrados en este tipo de resistencia en especies del género Cucurbita.

Agregan, que la resistencia a oidio se ha descrito en Cucurbita okeechobeensis y

Cucurbita lundelliana, la cual es controlada por un alelo simple dominante,

denominado Pm. KEINATH y DUBOSE (2000) señalan que existen cultivares

comerciales en Estados Unidos de Cucurbita maxima Duch que presentan algún nivel

de tolerancia a la presencia de oidio.

KEEN et al. (1999) y WHITAKER y ROBINSON (1986) indican que la especie

Cucurbita okeechobeensis ssp. martinezii fue usada exitosamente en Cucurbita

maxima Duch., para transferirle resistencia a oidio. Por otra parte, WHITAKER

(1962), se refiere a Cucurbita lundelliana como una vía factible en la transferencia de

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diferentes caracteres a Cucurbita maxima Duch. Algunas de ellas son resistencia a

oidio, mayor solidez de placenta, hábito de crecimiento perenne, etc.

Otro gen simple, Zym se ha descrito como el encargado de la resistencia a Zucchini

yellow mosaic virus (ROBINSON y DECKER WALTERS, 1997). Esta última

enfermedad se ha reportado en Chile en diversos estudios, como el causante de la

deformación de frutos y disminución de la calidad comercial del cultivo

(MARTINEZ, 2003; PRIETO, 2002). Al respecto, PARIS y COHEN (2002) indican

que se obtuvo una línea resistente de Cucurbita pepo a Zucchini Yellow mosaic virus,

mediante el uso de Cucurbita moschata como fuente del gen Zym. PROVVIDENTI y

ALCONERO (1985) descubrieron que la especie Cucurbita maxima Duch. no posee

genes tolerantes ni resistentes al ataque de esta enfermedad.

BRUNE y LOPES (1994) describieron resistencia de la especie Cucurbita maxima

Duch. a Phytophthora capsici y PROVVIDENTI, ROBINSON y MUNGER (1978)

observaron resistencia a TRSV (Tobacco ringspot virus) y BYMV (Bean yellow

mosaic virus). KRISTKOVÁ y LEBEDA (2000) determinaron una amplia variación

de respuestas de la especie, respecto de la resistencia a WMV-2 (Watermelon mosaic

potyvirus-2).

2.2.4 Resistencia a insectos

KEEN et al. (1999) señala que muchas de las resistencias se han encontrado en

cultivares provenientes de los centros de origen o centros de diversidad. BISOGNIN

(2002), señala que el escarabajo del pepino es atraído por plantas con alto contenido

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de cucurbitacinas, y que las plantas que sean seleccionadas por un bajo contenido de

este compuesto serán menos susceptibles de ser atacadas. Además, indica que la

producción de cucurbitacinas es responsabilidad de un gen simple dominante.

2.2.5 Características de la pulpa

WHITAKER y ROBINSON (1986) establecen que es deseado un color naranjo

oscuro de la pulpa para los frutos de zapallo, no sólo por la mejor apariencia, sino

también por el contenido de β-caroteno, que actúa como precursor de la vitamina A.

La deficiencia de esta vitamina causa una disminución en la resistencia a infecciones,

produce debilidad general del cuerpo y malnutrición (HUGHES, DARLINGTON y

BENDICH, 2004).

Según WHITAKER y ROBINSON (1986), sólo 37 rasgos en el género Cucurbita han

sido determinados como de simple heredabilidad o influenciados por uno o pocos

genes. Al respecto, SINGH (1949) concluyó que dos o más genes están encargados de

diversos rasgos de importancia económica en Cucurbita maxima Duch., entre los

cuales destaca el color de la pulpa. Uno de los genes encargados de su color naranjo

está identificado por el símbolo Rd (ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

WHITAKER y ROBINSON (1986) mencionan que en generaciones tempranas la

selección por caroteno puede hacerse visualmente, sin embargo, en un sistema más

avanzado, se deben hacer mediciones más objetivas de color y contenido de

carotenoides. PANDEY et al. (2003) observó que el contenido de β- caroteno en

Cucurbita moschata Duch., es escasamente afectado por el ambiente, por lo tanto,

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hay un alto grado de influencia del componente genético sobre el total de la

variabilidad fenotípica del rasgo en cuestión.

Es de mencionar, que existe una alta variabilidad en el contenido de caroteno de los

frutos de Cucurbita maxima Duch. (KORZENIEWSKA et al., 2004). Además, se ha

observado una correlación positiva entre su concentración y la intensidad de color

que presenta la pulpa (GWANAMA et al., 2002).

El creciente interés por aumentar el contenido de caroteno en los frutos queda

demostrado en diversas especies, incluyendo Cucumis sativus (SAKATA,

SUGIYAMA y MORISHITA, 2002; SIMON y NAVAZIO, 1997).

Otra línea de desarrollo son los cultivares con semillas sin testa, los cuales permiten

una mejor extracción del aceite y un consumo directo de la semilla (LOY, 1990).

Además, indica que los cultivares, cuyas semillas genéticamente carecen de testa,

poseen el tejido normal de protección, sin embargo, el grosor de la pared secundaria

es el que se encuentra reducido.

2.2.6 Variabilidad morfológica

Cucurbita es una de los géneros con mayor variabilidad morfológica que existe

(LÓPEZ-ANIDO et al., 2003; MONTES-HERNANDEZ y EGUIARTE, 2002; NEE,

1990; WHITAKER y ROBINSON, 1986). WHITAKER y ROBINSON (1986)

señalan que, posiblemente la gran variabilidad que se observa en los frutos de las

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diversas especies del género Cucurbita, sea el resultado de la selección que se ha

hecho en los cultivos, y esto se asocia a que el amplio rango de usos de los frutos

requiere de diferentes formas y tamaños (NEE, 1990). Esta gran variabilidad también

ha sido observada a nivel intraespecífico (FERRIOL, PICÓ y NUEZ, 2004;

FERRIOL et al., 2004; MONTES, VALLEJOS y BAENA, 2004).

Para la caracterización de una especie se estima la variabilidad existente en el genoma

de una población (FRANCO e HIDALGO, 2003). Agregan, que el primer nivel de

caracterización se refiere a la variabilidad detectable visualmente, la cual se divide en

características responsables de la morfología de la planta, características relacionadas

al manejo agronómico y aquellas características que se expresan como estímulos del

medio ambiente; con este objetivo se utilizan descriptores, los cuales registran y

evalúan la forma, estructura o comportamiento de una accesión.

La UPOV (1996) señala que los caracteres que deberán utilizarse para definir los

grupos serán aquellos que la experiencia ha demostrado que no varían, o que varía

poco dentro de una variedad y cuyos diferentes niveles de expresión están repartidos

con suficiente uniformidad dentro de la colección.

En Chile, LIZANA y MONARDES (1978), indican que la diversidad de formas en

los frutos de Cucurbita maxima Duch. es el reflejo de la hibridación natural que

afecta al zapallo tipo camote y que tiene su origen en la mala selección de semillas;

esto hace que la producción de semillas debe considerar condiciones de aislamiento

de un mínimo de 1.660 m para evitar la mezcla entre variedades.

20

LIZANA y MONARDES (1978), además indican que como la comercialización del

zapallo se hace sobre la base del tamaño, es de gran importancia estimar la relación

volumen de pulpa/ volumen total del fruto, y así poder señalar los tipos de frutos más

adecuados en un posible programa de mejoramiento y selección del zapallo de

guarda.

FERRIOL et al. (2003) indica, que se han distinguido diferentes fenotipos en

muestras de germoplasma de Cucurbita maxima Duch. provenientes principalmente

de España y algunos de Sudamérica. Éstos se agruparon de la siguiente forma:

- Tipo banana: tamaño y forma elongada, puntiagudo en ambos extremos,

cubierta suave y semillas color café.

- Tipo turbante: frutos pequeños similares a los utilizados como cultivo

ornamental o consumido como zapallo de invierno.

- Tipo plano de carne anaranjada: con una gran proporción de carne de color

naranja, principalmente utilizado para el consumo humano. De acuerdo, con el color

y la textura de la piel pueden encontrarse tres subtipos.

- Tipo plano a globular de carne clara: presentan una gran variabilidad en el

tamaño del fruto, peso y color.

- Tipo globular de carne anaranjada: son heterogéneo en tamaño y peso del

fruto, a pesar de esto, todos son usados para el consumo humano.

- Tipo cilíndrico a oval: presentan variabilidad en la mayoría de sus rasgos y

existen tipos para diferentes usos.

- Tipo acorazonado

- Tipo Hubbard: de forma ovalada con ambos extremos curvos. Posee semillas

blancas.

21

Al respecto, NEE (1990) describe frutos de Cucurbita maxima Duch. de forma

globosa, forma de pera, elongados, planos, de cubierta lisa o rugosa y con presencia o

ausencia de surcos.

2.2.7 Propiedades farmacológicas y usos alternativos de especies del género

Cucurbita

El uso de plantas de la familia Cucurbitaceae como tratamientos herbales

tradicionales, ha sido descrito en diversos países (ANDRADE-CETTO y

HEINRICH, 2005; DVORKIN y SONG, 2002; GUARRERA, 1999).

En relación a la especie Cucurbita maxima Duch., DIAZ, LLOJA y CARBAJAL

(2004) indican que posee propiedades antihelmínticas, tenífugas, vermífugas, y que se

estima que el principio activo presente en la especie sea la fitosterolina. Agregan,

que el efecto antiparasitario activo se logra mediante la ingesta del extracto de

semillas. GUARRERA (1999) señala que esta especie es frecuentemente utilizada en

Italia, principalmente en las zonas rurales, debido a sus propiedades antiparasitarias.

QUEIROZ-NETO et al. (1994) observó que la ingesta de estas semillas no produce

problemas de toxicidad en el hombre.

AMORIM, MARQUES y CORDEIRO (1991), señalan que el extracto etanólico

crudo (CEES) de semillas de Cucurbita maxima Duch., administrado oralmente,

mostró una fuerte actividad contra la malaria, reduciendo en un 50% los niveles del

patógeno.

22

VILLASEÑOR et al. (1996) aisló un compuesto denominado espinasterol desde

flores de Cucurbita maxima Duch., demostrando su potencial anticancerígeno

(VILLASEÑOR y DOMINGO, 1996).

Otra investigación efectuada por JAYAPRAKASAM, SEERAM y NAIR (2003),

determinó que el extracto de Cucurbita andreana demostró gran potencial

anticancerígeno e inhibición de la enzima COX-2, principalmente por la actividad de

las cucurbitacinas B,D,E e I.

En este mismo aspecto, XIA, LI, LI y ZHANG (2003), purificaron y caracterizaron

una proteína inactivadora de ribosoma (RIP) desde semillas maduras de Cucurbita

moschata llamada Moschatin, de la cual se ha extraído su inmunotoxina y se ha

aplicado exitosamente para la selectiva destrucción de células de melanoma humano

in vitro.

La especie Cucurbita pepo L. ha sido descrita como tratamiento contra la hiperplasia

prostática benigna, observándose una notoria mejoría en diversos problemas urinarios

(CARBIN, LARSSON y LINDAHL, 1990). DVORKIN y SONG (2002),

recomiendan este tratamiento durante la fase I y II de la enfermedad.

La actividad hipoglicémica de la especie Cucurbita ficifolia Bouche, administrada

oralmente en forma de jugo de frutos, ha sido ampliamente estudiada, y se ha

comprobado en forma exitosa que logra disminuir los niveles de glucosa en la sangre

de sujetos que presentan diabetes (ANDRADE-CETTO y HEINRICH, 2005;

23

QUANHONG et al., 2005; ALARCÓN et al., 2002; ACOSTA et al., 2001; RAMOS,

FLORES y ALARCON, 1995; RAMOS et al., 1992).

Además de lo señalado anteriormente, SUPHAKARN, YARNNON y

NGUNBOONSRI (1987), indican que las semillas de zapallo pueden ser utilizadas

como un potencial agente en disminuir el riesgo de cálculos renales. MAHMOUD,

BASIOUNY y DAWOUD (2002) describen el positivo efecto del extracto de semilla

de zapallo, mezclado con nueces de areca, como tratamiento contra la heterofiasis y

por último, FAHIM et al. (1995), observó el efecto positivo del aceite de semillas,

frente a las alteraciones causadas por la artritis.

El contenido de caroteno en los alimentos y su importancia nutritiva ha cobrado gran

interés en el último tiempo. BERMUDEZ et al. (2004) y RODRIGUEZ-AMAYA

(2003), señalan que el caroteno cumple un rol de protección frente a enfermedades

relacionadas con la edad, como enfermedades cardiovasculares, cataratas,

degeneración macular y diferentes tipos de cáncer (ITO, et al., 2005; OZASA et al.,

2005). BERMUDEZ et al. (2004), indica que la fuente de β- caroteno de la población

hispana se debe principalmente a la ingesta de zapallo (Cuadro 1).

CUADRO 1. Composición nutritiva de 100 gramos de zapallo camote cocido.

Componente Contenido Componente Contenido

Agua 89,00 % Sodio 1,00 mg

Carbohidratos 8,80 g Vitamina A 357,00 UI

Proteína 1,00 g Tiamina 0,08 mg

Lípidos 0,50 g Caroteno 0,32 mg

24

Calcio 14,20 mg Riboflavina 0,02 mg

Fósforo 20,10 mg Niacina 0,69 mg

Fierro 0,34 mg Acido ascórbico 9,80 mg

Potasio 439,00 mg Valor energético 39,20 cal

Fuente: UNIVERSIDAD CATÓLICA, 2005.

Los mayores aportes nutricionales de zapallo camote, mencionados anteriormente,

son comparados con la ingesta diaria sugerida por OLSON, ROCK y ROSS (2006),

en la cual recomiendan un consumo diario de 2000 a 3000 IU de vitamina A, 75 mg

de ácido ascórbico y 3.5 g de potasio, para lograr una alimentación saludable.

RODRIGUEZ-AMAYA (2003) y WHITAKER y ROBINSON (1986), señalan que

uno de los principales roles de ciertos carotenos es ser precursor de la vitamina A. En

este sentido, la FAO (2005) señala, que la carencia de esta vitamina provoca diversas

enfermedades: resequedad ocular o xeroftalmia y aumento de la tasa de mortalidad

infantil. En un esfuerzo por reducir esta deficiencia, VAN JAARSVELD et al.

(2005), incorporó en la alimentación pre-escolar una variedad de papa anaranjada,

con mayor contenido de β- caroteno, demostrando en forma positiva la viabilidad de

esta estrategia nutricional.

Algunos de los usos alternativos descritos para especies de la familia Cucurbitaceae

son:

- Producción de aceite de semillas de Cucurbita pepo L. como aderezo de

ensaladas (MURKOVICH et al., 1996).

25

- Harina de Cucurbita maxima Duch. para la formulación de diversos alimentos

(sopas, queques, etc.) (GARRIDO DE CAYUELA, GUAIPO y

VILLAVECENCIO, 1988).

- Uso del híbrido Cucurbita maxima Duch. x Cucurbita moschata Duch., como

efectivo portainjertos en cultivo de sandías y pepinos, con el objetivo de

lograr un mayor crecimiento de la planta y obtener resistencia a nemátodos

(YETIŞIR y SARI, 2003; ECHEVARRÍA et al., 2002).

- Estudios recientes en Chile, han demostrado que una enzima proteolítica

extraída de la pulpa de Cucurbita ficifolia puede ser usada en el tratamiento de

aguas servidas, provenientes de industrias de procesamiento de alimentos

derivados del pescado (FAO, 2006).

2.2.8 Colecta de germoplasma

HEDRICK (1984) señala que una adecuada metodología de muestreo de alelos

resulta crucial para la conservación de germoplasma, si se desea lograr una buena

representación de la diversidad genética de los recursos. De acuerdo al IPGRI

(2003), el parámetro básico para medir la variación en una población dada, es la

riqueza de alelos: el número de alelos distintivos en un único locus. MARSHALL y

BROWN (1995), señalan que lo anterior se aprecia con un gran número de

marcadores de loci, después que las muestras han sido tomadas.

A su vez, STEEL y TORRIE (1960), dicen que un muestreo aleatorio debe considerar

básicamente cinco fases: identificación de objetivos, definición de la población y de

las unidades de muestreo, elección de la muestra, realización del muestreo y análisis

26

de los resultados. El desarrollo de una estrategia eficiente de muestreo va a depender

de lo extensa que sea la información sobre el tipo y variabilidad genética de la

población y su distribución en el área geográfica (ENGELS Y VISSER, 2003).

CUBILLOS (2003), indica que el tamaño óptimo debe incluir al menos un

representante de un genotipo que contenga el alelo deseado A1 y que se encuentra en

la población en frecuencia p. Esto se calcula con la fórmula:

( )( )p

Pn c

−−

=1ln1ln

Si se considera como alelo raro uno que este en frecuencia de 1% en la población,

entonces es necesario colectar 60 individuos para tener un 95% de seguridad que al

menos un individuo, con ese alelo, está presente en la colección (MANSUR,

HADDER Y SUAREZ, 1990).

Conservar material genético como semilla es la forma más investigada, más usada y

el método más conveniente para la conservación ex situ (ENGELS Y VISSER, 2003).

Las semillas son frecuentemente esparcidas para secarse bajo condiciones cálidas y

de sequedad. Las semillas que están listas para el almacenamiento deben tener una

humedad del 5% y permanecer en un ambiente oscuro dentro de envases herméticos

con una temperatura de 5ºC y 25% de humedad relativa. Bajo estas condiciones, las

semillas del género Cucurbita pueden permanecer viables por 10 años o más

(ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

27

2.3. Antecedentes productivos de la especie:

2.3.1 Componentes de rendimiento

El cultivo se establece por siembra directa, se disponen cuatro semillas en cada

casillero y se utiliza una dosis de 3-4 kilogramos de semilla por hectárea. Luego, una

vez desarrollado el cultivo se realiza un raleo para dejar tan sólo dos o tres plantas por

metro lineal, las más robustas y sanas (GIACONI y ESCAFF, 1998).

La distancia de plantación que recomiendan GIACONI y ESCAFF (1998) es de 4-5

metros entre hileras y 2-3 metros sobre hilera. El número de plantas por hectárea

varía desde 667 a 1.250 dependiendo de la distancia que se utilice. Sin embargo,

MAROTO (1995) propone un marco de plantación menor, con una distancia entre

hilera de 2-3 metros y de 1 metro sobre la hilera. De esta forma, se obtienen

densidades de 3.333 a 5.000 plantas por hectárea. ROBINSON y DECKER-

WALTERS (1997), han observado que el uso de densidades muy altas (22.000

plantas/ha) produce frutos muy pequeños para ser comercializados.

LOY (2004) señala que existen mecanismos internos, regulados por factores

genéticos, que determinan el número de frutos por planta, es decir, que a medida que

aumenta la densidad de plantación, el número de flores femeninas decrece, pero la

relación entre flores y número de frutos obtenidos a la cosecha se mantiene. En los

cultivares tipo Banana y Blue Hubbard, de la especie Cucurbita maxima Duch.

(ambos con frutos de gran tamaño), demostró que sólo el 5 a 8% de las flores

femeninas alcanza a desarrollar frutos maduros.

28

En relación al tamaño del fruto, LOY (2004) observó que en ciertos cultivares, el

tamaño de aquellos frutos que se desarrollaron tardíamente en la temporada fue

mayor a los que se desarrollaron en forma temprana, posiblemente debido a que los

frutos de mayor tamaño se encontraron ubicados cerca de las hojas jóvenes, de mayor

actividad fotosintética. El autor, además señala que: “existe una correlación positiva

entre el tiempo de polinización y el tamaño del fruto”. Al respecto, WINSOR,

PERETZ y STEPHENSON (2000), observaron que en la especie Cucurbita

foetidissima, el mayor depósito de polen se produce en flores con dos horas de

antesis, debido a que durante este período ocurren múltiples visitas de insectos

polinizadores. Además, observaron que estos frutos logran un mejor llenado de

semillas. Como consecuencia de un mayor número de semillas, STEPHENSON,

DEVLIN y HORTON (1988), observaron que los frutos de la especie Cucurbita pepo

crecen con mayor rapidez y logran un mayor tamaño.

MAROTO (1995) indica que los rendimientos medios de una producción de zapallos

están comprendidos entre 20 y 50 ton/ha. GIACONI y ESCAFF (1998) agregan que

se puede esperar entre dos mil a tres mil unidades por hectárea.

2.3.2 Fertilización

En relación a la fertilización, MAROTO (1995) indica que los niveles de extracción

del cultivo para producir 20 ton/ha, son de 110 kg de N, 28 kg de P2O5, 125 kg K2O,

132 kg de CaO y 27 kg de MgO. Al respecto, DE GRAZIA et al. (2003) estableció

que la relación 50N:100K produce el mayor rendimiento precoz y comerciable en

Cucurbita maxima var. zapallito (Carr.) Millán.

29

ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997), indican que deficiencias nutricionales

de micronutrientes producen clorosis y deformación de frutos. Además indican que la

fertilización foliar es una forma efectiva de entregar estos minerales. Agregan que en

el estado de Florida, es frecuente aplicar 168 kg de nitrógeno, 134 kg de fósforo y

202 kg de potasio, parcializados entre la preparación del suelo y el momento de la

siembra.

BLUM et al. (2003), señala que la aplicación de estiércol de ave en dosis de 3 kg/m2

aumentó el rendimiento de frutos en el cultivar “Tetsukabuto” (Cucurbita maxima x

Cucurbita moschata) en aproximadamente un 120%.

2.3.3 Riego

Los riegos se realizan por infiltración. Los primeros riegos se hacen por los surcos de

siembra, los cuales a medida que se desarrolla la planta se van desplazando en forma

gradual, antes de que las guías los invadan (GIACONI y ESCAFF, 1998).

ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997) señalan que las cucurbitáceas se

benefician de riegos suplementarios porque presentan una gran tasa de transpiración.

El riego debe suspenderse a medida que se acerca la época de cosecha, de lo contrario

se pueden producir partiduras en los frutos (ROBINSON y DECKER-WALTERS,

1997).

2.3.4 Plagas y enfermedades

30

En relación a plagas y enfermedades, diversos patógenos atacan a Cucurbita maxima

Duch. Éstos se resumen en el Cuadro 2 y 3.

CUADRO 2. Principales enfermedades de la especie Cucurbita maxima Duch. durante el cultivo.

Tipo de enfermedad Nombre común Nombre científico

Fungosa Oidio Erisyphe cichoracearum

Phytophthora Phytophthora spp.

Marchitez Fusarium oxysporum

Viral CMV Virus mosaico del pepino

SqMV Virus mosaico del zapallo

WMV-II Virus mosaico de la sandía raza 2

ZYMV Virus mosaico amarillo del zucchini

Fuente: MARTINEZ, 2003; PRIETO et al., 2001; GIACONI y ESCAFF, 1998; ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997.

CUADRO 3. Principales plagas que afectan a la especie Cucurbita maxima Duch. durante el desarrollo del cultivo.

Nombre común Nombre científico

Pulgón Aphis gossypii

Arañita Tetranichus urticae

Mosquita blanca Trialeurodes vaporarium

Fuente: GIACONI y ESCAFF, 1998; ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997.

En relación al control de enfermedades, la aplicación de azufre para prevenir la

aparición de oidio, es una práctica indispensable en el cultivo de zapallo de guarda

31

(GIACONI y ESCAFF, 1998). El azufre es aplicado al follaje de las plantas cuando la

temperatura no es demasiado elevada, de lo contrario puede ser fitotóxico

(ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

La prevención de Phytophthora spp. se hace por medio de prácticas culturales, esto

es, diseño de estructuras de desagüe y uso de mesas de plantación de mayor altura

(ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997).

Fusarium solani f.sp. cucurbitae se transmite por semilla, por lo tanto, el uso de

semilla desinfectada es un efectivo manejo preventivo (GIACONI y ESCAFF, 1998;

ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997). De lo contrario se produce caída de

plántulas o marchitez completa de plantas adultas (GIACONI y ESCAFF, 1998).

En relación al control de virus, MURRAY, HARTZ y BRADFORD (2005)

recomiendan monitorear constantemente el predio en busca de vectores. Explican,

que la mayoría de los virus son transmitidos por áfidos, excepto el SqVM que es

transmitido por el escarabajo del pepino. El control de insectos se hace por medio de

la aplicación de insecticidas y eliminación de malezas (ROBINSON y DECKER-

WALTERS, 1997).

GIACONI y ESCAFF (1998) indican que las malezas son frecuentemente eliminadas

a través de control manual. MURRAY, HARTZ y BRADFORD (2005) señalan que

el hábito de crecimiento rastrero de las cucurbitáceas les permite competir bien con

las malezas, una vez que el cultivo está establecido.

32

2.3.5 Polinización

ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997) indican que la polinización de la

mayoría de las especies de la familia Cucurbitaceae se hace por abejas u otros

insectos. Indican, que algunos agricultores instalan colmenas de abejas de miel

durante la floración de las plantas, con el objetivo de incrementar la calidad de los

frutos o mejorar la producción de semillas, dependiendo de los objetivos del cultivo.

GIACONI y ESCAFF (1998) recomiendan un empleo no menor a 10 colmenas por

hectárea.

LOY (2004) señala que la falta de actividad de abejas se traduce en rendimientos

pobres. Agrega que la temperatura mínima para la dehiscencia del polen es de 9 a

10ºC y que la germinación del polen y crecimiento del tubo polínico ocurren a

temperaturas de 20 a 30ºC.

2.3.6 Cosecha y guarda de frutos

Según GIACONI y ESCAFF (1998) señalan que la cosecha consta de tres etapas:

1. Cosecha: se debe hacer un distanciamiento gradual de los riegos, hasta su

supresión en el período de precosecha. La labor debe realizarse antes de

comenzar el período de heladas, ya que la acumulación de humedad sobre la

superficie del fruto predispone la presencia de pudrición blanda en bodegas.

La cosecha debe hacerse cuando los frutos estén bien maduros, ya que un

mayor contenido de azúcar produce un mejor comportamiento durante la

guarda.

33

2. Curado: el primero se hace en el potrero, dejando los frutos al sol durante

algunos días. Al llevar los frutos a las bodegas se realiza un segundo curado a

25-30ºC y 70% de humedad relativa durante dos semanas. ROBINSON y

DECKER-WALTERS (1997) indican que el propósito del tratamiento con

alta temperatura, es promover la formación de callo sobre cualquier herida

adquirida durante la cosecha y transporte.

3. Almacenamiento: Las producciones a gran escala obligan a depositar los

zapallos en cinco a seis capas, con una esmerada revisión semanal. Se separan

los frutos que presentan inminentes picaduras, las cuales son eliminadas

cortando los pequeños sectores dañados, para luego aplicar una pasta

fungicida sobre el corte. Estos frutos se comercializan tan pronto sea posible

(ILIC, 1993). La condición óptima es mantener una temperatura de 12ºC y

70% de humedad relativa del aire. ROBINSON y DECKER-WALTERS

(1997) indican que los zapallos maduros pueden ser almacenados por más de

seis meses dependiendo del cultivar.

El zapallo de guarda requiere que para un buen resultado económico se produzcan

frutos de buen desarrollo y madurez, con adecuado manejo de post cosecha,

especialmente durante la corta, curado y almacenamiento (ILIC, 1993).

Al respecto, HARVEY, GRANT y LAMMERINK (1997) observaron que los

zapallos tipo “Buttercup”, que son dejados por mayor tiempo en las guías, adquieren

un mejor color, la cubierta se engrosa y el contenido de sucrosa y sólidos solubles se

incrementa. BYCROFT, CORRIGAN e IRVING (1999) aumentaron la temperatura

de almacenaje, de este tipo de frutos, a 30 y 33ºC por siete días, logrando aumentar el

color de la pulpa y el contenido de sucrosa en forma considerable. El incremento de

34

color sigue produciéndose durante la guarda de los frutos (WRIGHT y GRANT,

1999).

Los problemas que producen mayores pérdidas en el cultivo del zapallo de guarda son

las enfermedades fungosas durante el almacenamiento de los frutos. GIACONI y

ESCAFF (1998) señalan que las que producen el mayor porcentaje de daños son las

siguientes:

- Picada negra, causada por Alternaria alternata que se presenta en condiciones

invernales, asociada a presencia de heladas.

- Pudrición blanda húmeda, causada por Rhizopus nigricans que se presenta

durante el otoño e invierno en el país.

- Picada rosada, causada por Fusarium moliniforme. Se caracteriza por ser una

pudrición seca al inicio y después semiseca con coloración rosada en la pulpa.

En condiciones de agua libre, puede penetrar en los frutos sin heridas.

El control para los tres casos, consiste en almacenar los frutos a temperaturas de 9-

15ºC y 70% de humedad relativa, desinfección de bodegas, estructuras de madera,

entre otros, y evitar daños físicos durante las labores de cosecha y transporte

(GIACONI y ESCAFF, 1998). ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997)

recomiendan que los frutos de zapallo sean almacenados en cajas o bins durante el

periodo de almacenaje, lo cual permite una mayor circulación de aire entre los frutos

y una reducción en las pérdidas por enfermedades.

35

El ataque de enfermedades durante la guarda de los frutos puede tener consecuencias

económicas significativas para los comerciantes. Es posible que de lo almacenado, el

50% sufre daños, siendo el ataque de hongos el motivo principal (ILIC, 1993).

ZORZANO (1987), indica que en Chile, el almacenamiento se realiza generalmente

en bodegas sin regulación ambiental, no siempre bien limpias ni desinfectadas, y no

siempre se guardan frutos totalmente sanos, lo que resulta en pérdidas considerables

de poscosecha.

2.4. Antecedentes comerciales y económicos:

El zapallo es uno de los alimentos más indispensables para el consumidor nacional,

prueba de esto es la inelasiticidad que demuestra su demanda ante las fuertes

fluctuaciones temporales del precio. El tipo preferido en el mercado es el camote, y

sólo en épocas de escasez de este tipo, entran al mercado los zapallos tronco u hoyo y

otros tipos precoces de reciente introducción (UNIVERSIDAD CATÓLICA, 2005).

El zapallo de la región productora se destina a los mercados del centro y sur del país.

La mayor parte de la producción que se cosecha en los meses de marzo y abril, es

adquirida por mayoristas, quienes la almacenan para regular la oferta en función de

los pronósticos de precio, período en el cual se desarrollan distintos procesos y

alteraciones en el producto (MARTINEZ, 2003).

36

El riesgo en que se incurre al almacenar es muy grande, pues aunque se observan

variaciones de precios de hasta el 1000% entre la cosecha y la época de mayor

escasez, las pérdidas de producto almacenado por pudriciones y daños mecánicos es

muy grande, y la variación de precios antes señalada no ocurre siempre en esta

proporción (ILIC, 1993).

Según ILIC (1993), los intermediarios minimizan los riesgos comprando la

producción en la mata y eligiendo junto a un grupo especializado en el manejo del

zapallo en poscosecha, los frutos que reúnan las mejoras condiciones sanitarias y de

calidad para un buen comportamiento en el periodo de almacenaje.

ILIC (1993), estableció tres zonas relativamente definidas en la estacionalidad de los

precios del zapallo: el período de precios medios se ubica entre diciembre y febrero,

en que se transa el 20% del total producido, correspondiente a zapallo temprano y

stock de zapallo de guarda; un período bajo, entre marzo y agosto, en el cual se

comercializa el zapallo de guarda almacenado, y que corresponde al 65% del total

tranzado en la temporada; un período alto, entre septiembre y noviembre, en el cual

se comercializa el zapallo de guarda que ha resistido en buenas condiciones el

almacenaje. En este período se tranza el 15% del total, motivo por el que se obtienen

los mejores precios.

ILIC (1993), señala que dentro de las modalidades de producción de zapallo, el

zapallo de guarda almacenado es la que produce el mayor margen neto por hectárea.

37

De acuerdo a la clasificación utilizada por ODEPA (2005), se distinguen diferentes

calidades comerciales de zapallo camote, en las ferias mayoristas:

- Calidad extra: frutos de gran tamaño, cuyo peso fluctúa entre 25 y 30 kg.

- Primera calidad: frutos de buen aspecto sanitario, cuyo peso fluctúa entre 19 y

24 kg. Se aceptan leves defectos en la superficie.

- Segunda calidad: frutos cuyo peso fluctúa entre 12 y 18 kg. Se aceptan leves

deterioros en la superficie y defectos de coloración.

- Tercera calidad: frutos con claras evidencias de daño y algunos defectos de

forma y color. Su peso fluctúa entre 7 y 11 kg.

Los frutos que presentan pudriciones, tales como, picada negra, pudrición blanda

húmeda y pudrición negra, se denominan lozas. Éstos son separados y comercializado

a un precio menor aún cuando se trate de zapallos de buen tamaño y calidad

(ODEPA, 2005).

38

3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Metodología de aplicación para el análisis de variabilidad fenotípica de la

especie:

En la primera etapa del estudio, se realizó una colecta de accesiones de zapallo

camote en la zona central del país. Estas muestras fueron utilizadas posteriormente

para la descripción morfológica de frutos y semillas, y para el análisis de variabilidad

fenotípica de la colección.

3.1.1 Lugar de recolección del germoplasma de Cucurbita maxima Duch.

La recolección de germoplasma se realizó en las regiones Metropolitana,

Sexta y Séptima, debido a que esta zona concentra el 96% de la superficie total de

zapallo camote del país (ODEPA, 2005).

Las localidades visitadas fueron Valdivia de Paine y Curacaví en la Región

Metropolitana, Nancahua y Pelequén en la Sexta Región, y Pelarco y Duao en la

Séptima Región (Anexo 1 y 2).

3.1.2 Tamaño de la muestra

39

La definición del tamaño de la muestra se hizo en base a fundamentos genéticos y

probabilísticos. MARSHALL Y BROWN (1995), indican que el criterio general

aceptado para una colecta de germoplasma, es asegurar que al menos una copia del

95% de los alelos a una frecuencia mayor a 0.05 (5%) sea incluida en la muestra; una

muestra al azar de 59 gametos de la población es suficiente para lograr el objetivo.

Se utilizó el programa computacional Trait Recovery Program, diseñado por

MANSUR, HADDER y SUAREZ (1990), para calcular el número específico de

progenies requerido en la muestra. El resultado obtenido del programa coincidió con

lo propuesto por MARSHALL y BROWN (1995).

Entonces, considerando un tamaño muestral mínimo de 59 ejemplares, se colectaron

101 accesiones de Cucurbita maxima Duch. en la Región Metropolitana, 61

accesiones en la Sexta Región y 62 accesiones en la Séptima Región (cada accesión

es un fruto).

3.1.3 Recolección de accesiones

El trabajo en terreno se inició en el mes de abril del año 2005. En esta época se

realizó un recorrido exploratorio de las regiones en estudio para conocer la situación

del cultivo, la ubicación de las áreas de producción y la disponibilidad de los

agricultores, y así poder determinar el método más apropiado de recolección.

40

Debido a la avanzada etapa fenológica del cultivo, los frutos habían sido

recientemente cosechados y llevados a los lugares de almacenamiento. Por este

motivo, se decidió recolectar frutos procedentes de las bodegas de los agricultores. El

muestreo de frutos se realizó al azar.

Una de las características del cultivo de zapallo camote en Chile, es el bajo número

de frutos que se obtiene por planta. Esta situación se discutirá detalladamente más

adelante, sin embargo, para efectos de la recolección, esto permitió asegurar que

hubiera independencia en las muestras extraídas de las bodegas.

Además, al momento de la colecta los frutos no habían pasado por procesos de

selección. Luego, al no existir una calidad uniforme, se evitó hacer una selección

involuntaria de caracteres que predominaran sobre el resto de las muestras.

Las accesiones fueron transportadas a la Quinta región para la caracterización

morfológica de frutos y semillas.

3.1.4 Caracterización morfológica de frutos y semillas

Para la descripción fenotípica de frutos y semillas, se utilizaron caracteres

cuantitativos y cualitativos preestablecidos (Anexo 2). En este caso, se diseñó una

planilla con descriptores morfológicos específicos para Cucurbita maxima Duch., a

partir de las sugerencias del IPGRI y del examen de la distinción, la homogeneidad y

41

la estabilidad de la UPOV. Para cada una de las características se estableció un valor

que determinara el nivel de expresión en la tabla de caracteres (UPOV, 1996).

Siete características cuantitativas fueron evaluadas en los frutos: longitud (cm), ancho

(cm), relación largo/ancho, diámetro ecuatorial (cm), peso (kg), espesor promedio de

la carne (cm) y la relación espesor promedio de carne/longitud del fruto. Se evaluaron

además, diez caracteres cualitativos: forma del fruto, forma del extremo peduncular,

forma del extremo apical, número de colores de la cubierta, color principal y color

secundario de la cubierta, distribución del color secundario, textura de la cubierta y

color de la pulpa. Se utilizó una regla corriente y una pesa (± 1 kg) para realizar las

mediciones. El registro de colores se efectuó por observación, por lo que estuvo

sujeto a la apreciación del evaluador; en este caso, se caracterizó sólo el color

predominante del fruto (fenotipo). Las tonalidades producidas por efecto de la sobre

exposición al sol o por el contacto de los frutos con el suelo, no fueron consideradas.

Luego de la caracterización de los frutos se procedió a la extracción de semillas.

Éstas, una vez extraídas, se limpiaron en forma manual de los excesos de pulpa, y se

lavaron, según lo indicado por ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997).

Posteriormente y de acuerdo a las recomendaciones de los agricultores, las semillas se

secaron en harneros a temperatura ambiente, hasta el momento en que se desprendió

la cutícula transparente que recubre la testa. Cada muestra de semillas se trabajó

como una unidad individual.

42

En la semilla se evaluaron tres características cuantitativas: longitud promedio de diez

semillas (cm), peso de diez semillas (g) con humedad entre 8%-11% y número de

semillas por fruto. Las características cualitativas evaluadas fueron: forma, color

(cubierta y margen) y textura. Se utilizó una regla corriente y luego el programa

Sigma Scan Pro 5.0 para verificar la dimensión de las semillas. El contenido de

humedad se midió con un analizador de humedad electrónico marca Boeco modelo

BM001. Éste se ajustó a una temperatura de secado de 130ºC, de acuerdo a la

recomendación del ISTA (2003). Se utilizó una balanza digital para determinar el

peso (± 0.001 g).

Se diseñó además, un registro fotográfico de cada accesión que incluyó: vista frontal

y apical del fruto y corte longitudinal. El registro visual de las semillas se realizó con

un scanner. Cada imagen se compuso de treinta unidades.

3.1.5 Análisis de datos

Los datos de los caracteres cuantitativos y cualitativos de los frutos y semillas

recolectados fueron ingresados a una tabla Excel, de donde se extrajeron para realizar

los análisis estadísticos.

En la descripción de la muestra, los datos cualitativos se evaluaron por medio de

gráficos de frecuencia. Además, se utilizó el análisis de correspondencia simple para

analizar el grado de asociación entre categorías de dos variables. Las variables

43

cuantitativas, se analizaron a través de descriptores estadísticos. El grado de

asociación entre dos variables cuantitativas se determinó por medio de análisis de

correlación simple. Se utilizaron los programas estadísticos SPSS y Statistic, para

efectuar los análisis.

El análisis de variabilidad fenotípica para los caracteres cuantitativos, se basó en el

método de componentes principales (análisis multifactorial). Este análisis es una

técnica de síntesis de la información, o reducción de su dimensión. En este caso, los

componentes principales o factores son una combinación lineal de las variables

originales, con independencia entre sí (JOLLIFFE, 2002).

La agrupación de las accesiones se realizó mediante un dendograma o Cluster, por

medio del cálculo de distancias euclidianas entre las variables. Los resultados

obtenidos se verificaron a través de un resumen estadístico de diagramas de cajas

comparativo para cada variable numérica. El análisis de datos se efectuó en el

programa estadístico SPSS.

Para integrar la información aportada por las variables cualitativas al análisis de

variabilidad fenotípica, se calculó el grado de asociación de cada una de ellas con los

grupos de accesiones formados por el análisis Cluster. Para ello, se realizaron pruebas

de independencia, mediante test Ji- cuadrado (X2), utilizando el programa estadístico

SPSS.

44

3.1.6 Conservación de accesiones

Las semillas de las accesiones fueron envasadas, en forma individual, dentro de

mallas plásticas (1 kg de peso), cuando éstas alcanzaron un contenido de humedad

cercano al 10%. Cada accesión fue descrita e identificada en base al protocolo de

colecta diseñado por IPGRI (2003), que sugiere los parámetros que deben ser

observados al momento de la recolección o descriptores de pasaporte (fecha de

colecta, características medioambientales del lugar de colecta, ubicación exacta del

predio, etc.).

Las accesiones se almacenaron en las dependencias de la Facultad de Agronomía de

la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, en donde se dispuso un lugar

aislado de las altas temperaturas y del exceso de humedad. De acuerdo a ROBINSON

y DECKER-WALTERS (1997), las semillas de cucurbitáceas pueden ser conservadas

hasta 10 años a una temperatura de 5ºC y 25% de humedad relativa, cuando éstas

tienen una humedad del 5%. En este caso, las semillas se conservarán hasta el

momento en que se inicie el estudio molecular de las muestras.

3.2. Metodología de aplicación para la descripción de manejos agronómicos de la

especie:

Se diseñó una encuesta dirigida a los productores de zapallo camote (Cucurbita

maxima Duch.), con el fin de recopilar información acerca de los principales manejos

45

agronómicos que se efectúan durante el cultivo y durante el período de almacenaje de

los frutos. Para ello, se visitaron diferentes predios agrícolas y bodegas de la zona

central del país.

3.2.1 Lugar de recolección de datos

Los datos se recolectaron en diversas localidades de la Región Metropolitana, Sexta y

Séptima. En la Región Metropolitana se visitaron las localidades de María Pinto,

Curacaví, Lonquén, Melipilla, Padre Hurtado, Viluco, Valdivia de Paine y Patagua.

En la Sexta Región, las localidades de San Vicente Tagua-Tagua, Santa Cruz,

Rancagua y Nancahua, y en la Séptima Región, las localidades de Pelarco, San

Clemente, Duao y Curicó (Anexo 1 y 2).

3.2.2 Diseño de la encuesta

Se formuló una encuesta en razón de obtener información sobre los principales

manejos agronómicos del cultivo. Se definieron los siguientes ítems de preguntas:

- Ítem 1. Antecedentes productivos: método de establecimiento, componentes

de rendimiento, fechas de siembra y cosecha, tipo de cultivo.

- Ítem 2. Cuidados del cultivo: principales problemas sanitarios, manejo de

fertilización y aplicación de pesticidas, manejo de polinización.

- Ítem 3. Semillas: origen de la semilla, parámetros de selección de frutos para

la producción de semillas, parámetros de selección de las semillas, técnicas de

almacenamiento y uso de semilla híbrida.

46

- Ítem 4. Período de guarda: problemas sanitarios, porcentaje de pérdidas de

frutos, infraestructura.

- Ítem 5. Atributos de calidad: características físicas y organolépticas esperadas

en los frutos.

- Ítem 6. Comercialización: volumen de venta, lugar de venta, destinos de

producción y precios (Anexo 3).

Al inicio de la investigación se realizó un período de validación de la encuesta, con el

objetivo de verificar la agilidad de las preguntas, la veracidad de las respuestas y

poder mejorar la interacción del evaluador con el agricultor. Para ello, se recorrieron

las tres regiones en estudio y se encuestaron 15 agricultores (33% del total) de

diferentes localidades.

3.2.3 Tamaño de la muestra

Se trabajó con los datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística

(INE), obtenidos del VI Censo Nacional Agropecuario del año 1997. Mediante éstos,

se obtuvo información sobre el número total de agricultores dedicados a la

producción de zapallo camote y la superficie de cultivo correspondiente a cada

predio.

Se hizo un muestreo no probabilístico, proporcional al número de agricultores

dedicados al cultivo de zapallo camote, ubicados en las regiones Metropolitana, Sexta

y Séptima. Debido a que los datos obtenidos no han sido actualizados desde el año

1997, se consideró la información entregada por los propios encuestados para conocer

47

la ubicación de otros agricultores dedicados al rubro, lo que impidió la aleatoriedad

de las muestras.

Para definir el tamaño de la muestra, se consideró la superficie predial de cada

agricultor. Aquellos predios con superficies menores a una hectárea no fueron

considerados, debido a que fue difícil obtener información sobre su ubicación y la

continuidad de producción (Anexo 4).

Se consideró, además, que la superficie cultivada influye sobre las prácticas

agronómicas realizadas por el agricultor. Así, la superficie destinada a la explotación

de zapallo camote en cada predio, se utilizó como variable para calcular la varianza

poblacional (Anexo 5). Debido a la anomalía de los datos, y para no afectar la

varianza, se consideraron las superficies entre [1-11] ha, lo que representó al 92.1%

de los agricultores (Figura 1).

Este valor, se incorporó posteriormente en la fórmula de varianza poblacional:

Donde x es la variable, representada por las superficies prediales entre 1 y 11 ha, µ es

la media poblacional y N es el número total de agricultores en las tres regiones.

48

FIGURA 1. Distribución de las superficies (ha) prediales utilizadas para el cultivo

de zapallo camote, en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima.

0,05,0

10,015,020,025,030,035,040,045,050,0

1-2 6-7 11-12 16-17 22-23 30-31 55-56 90-91

Superficie predial (ha)

Porc

enta

je (%

) de

pred

ios

92.1% de la población de agricultores

Sólo el 7.9% restante posee superficies mayores a 11 ha.

49

Posteriormente, se calculó el valor de la desviación estándar que fue incorporado en

la fórmula de tamaño muestral:

Se utilizó un nivel de significancia (α) de 0.05, nivel de confianza (1- α) de 0.95,

error estándar (d) de 1, 1- α/2 de 0.975 y Z (0.975) de 1.96.

Así, se definió que es necesario encuestar a 20 agricultores para obtener una muestra

representativa de las tres regiones en estudio. De todas formas, se encuestaron

agricultores con superficies prediales mayores a 11 ha, de modo de obtener

información sobre el manejo agronómico realizado por grandes productores. Con este

criterio, se encuestó un total de 45 agricultores, de los cuales 16 pertenecieron a la

Región Metropolitana, 15 a la Sexta Región y 14 a la Séptima Región.

3.2.4 Estratificación de agricultores

Para determinar si existen diferencias culturales, productivas y de mercado entre los

agricultores de una misma región, se estratificó a la población en base al tamaño

predial en grandes, medianos y pequeños agricultores. Se realizó una estratificación

independiente para cada región, debido a la marcada diferencia de tamaños

observados.

50

La distribución de los datos se visualizó por medio de histogramas (Figura 2). La

curva se dividió en tres secciones, y posteriormente, se calculó la varianza de cada

sección designada, con la finalidad de obtener tres grupos de características

homogéneas.

El grupo de agricultores, cuyos predios presentaron las menores superficies de cultivo

dedicadas al cultivo de zapallo camote, se clasificaron como “pequeños agricultores”.

De igual forma, se definieron los grupos correspondientes a medianos y grandes

agricultores. Así, la estratificación por región quedó determinada de la siguiente

forma:

- Región Metropolitana: pequeños agricultores con superficies entre 1-2 ha;

medianos agricultores con superficies entre 2-6 ha; grandes agricultores con

superficies mayores o iguales a 6 ha de cultivo.

- Sexta región: pequeños agricultores con superficies entre 1-2 ha; medianos

agricultores con superficies entre 2-10 ha; grandes agricultores con superficies

mayores o iguales a 10 ha de cultivo.

- Séptima región: pequeños agricultores con superficies entre 1-2 ha; medianos

agricultores con superficies entre 2-4 ha; grandes agricultores con superficies

mayores o iguales a 4 ha de cultivo.

El análisis de datos fue conducido por medio de estadística descriptiva. Se utilizó el

programa Excel para el registro de datos y se utilizaron tablas de resumen y gráficos

para determinar la frecuencia de las respuestas.

3.3. Metodología de aplicación para el análisis económico:

51

0

20

40

60

80

100

120

140

1-2 6-7 12-13 17-18 24-25 37-38 57-58 90-91

Superficie del predio (ha)

Núm

ero

de p

redi

os

FIGURA 2. Distribución del tamaño del predio, perteneciente a los agricultores de la

Región Metropolitana, de acuerdo al VI Censo Nacional Agropecuario del año 1997.

PEQUEÑO

MEDI ANO

GRANDE

52

3.3.1 Descripción y evolución del mercado

A partir de los datos obtenidos en la encuesta, se extrajo información acerca del

proceso general de comercialización de zapallo de guarda, sus volúmenes de venta,

destinos de producción, precios al productor y su orientación de venta. Esta

información se complementó con reiteradas visitas a las ferias mayoristas de Lo

Valledor y Mapocho, localizadas en la ciudad de Santiago, de donde se extrajo

información acerca de la cadena comercial y los diferentes agentes que operan en

ella.

La información entregada por los agricultores se utilizó para elaborar una ficha

técnico-económica del cultivo y para determinar los costos de producción. Se utilizó

como base la información técnica disponible en el Instituto de Desarrollo

Agropecuario (INDAP) del año 2006. Para el análisis de costos los precios se

actualizaron, a los correspondientes a febrero, del mismo año.

La descripción económica, que involucró el análisis de volúmenes de venta, ingresos

y evolución histórica de precios, se desarrolló en base a fuentes de información

secundaria. En este caso, se utilizó la base de datos disponible en la Oficina de

Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del año 2006. Se trabajó con los precios

reales sin IVA, pertenecientes al período 1994-2005, obtenidos de las transacciones

realizadas en los mercados mayoristas de la ciudad de Santiago.

Con el objetivo de evidenciar los precios en moneda de poder adquisitivo a la fecha,

se calculó un coeficiente de corrección, en base a la relación del IPC actual con el

53

IPC de años anteriores. Se utilizaron los registros de la base de datos del Instituto

Nacional de Estadística, para todo el período de estudio (1994-2005).

Para realizar el análisis de ciclos de precios, se calculó en primer lugar, el precio

promedio anual para cada calidad comercial de frutos, entre los años 1994 y 2005.

Con estos datos se extrajo una media general, la cual fue utilizada para graficar el

comportamiento de los precios. Se supuso una misma proporción de ventas para cada

una de las calidades existentes (extra, 1ª, 2ª, 3ª y 4ª).

Para analizar la situación productiva nacional, se recurrió a la misma fuente ODEPA,

en este caso, los datos sobre superficie correspondieron al período 1989-2000.

El procesamiento de la información se realizó en el programa Excel. Se utilizaron

gráficos y tablas para analizar el comportamiento de los datos.

3.3.2 Análisis de factibilidad económica de un programa de mejoramiento genético

Se realizó un análisis exploratorio que involucró los siguientes pasos:

1. Determinación de la demanda aparente de semilla de zapallo camote a nivel

nacional.

2. Cuantificación del tamaño económico del mercado de semilla de zapallo

camote.

3. Determinación de la superficie necesaria para abastecer de semilla mejorada

al mercado nacional.

54

4. Cuantificación de los costos y tiempos de un programa de mejoramiento

genético en zapallo camote.

5. Consideraciones adicionales al estudio de factibilidad.

Para estimar los costos del programa de mejoramiento genético en zapallo camote, se

utilizó la información de INDAP (2006) y la experiencia laboral del profesor

MANSUR (2006)*, quién señaló los costos de manejo del cultivo y de la mano de

obra. Se consideró un período de 10 años desde el comienzo del programa de

mejoramiento hasta la obtención de la semilla mejorada apta para ser comercializada.

Los datos técnico-económicos utilizados en el análisis, se obtuvieron de la

información entregada por los agricultores, datos de bibliografía y observación en

terreno.

* MANSUR, L. PhD Genética. Profesor Cátedra de Recursos Fitogenéticos.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.

55

4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS

4.1. Descripción de la muestra de germoplasma y análisis de variabilidad fenotípica

de la especie:

4.1.1 Tamaño de frutos y semillas

Se observó una amplia diversidad de tamaños entre las 224 accesiones recolectadas

(Cuadro 4). Las correlaciones existentes entre las variables cuantitativas se presentan

a continuación (Cuadro 5); éstas se discutirán en detalle más adelante.

CUADRO 4. Descriptores estadísticos para las variables cuantitativas evaluadas en Cucurbita maxima Duch.

Parámetros

Variables cuantitativas Mínimo Máximo Rango/

D. estánd.

Media %

Variación

Varianza

Longitud de frutos (cm) 12 52 5.5 26.2 28.0 54.0

Ancho de frutos (cm) 14 50 6.5 28.8 19.0 29.8

Diámetro ecuatorial (cm) 30 138 6.8 91.1 17.6 255.5

Peso de frutos (kg) 1 25 5.6 9.2 46.4 18.4

Grosor medio carne (cm) 1.5 121 7.0 5.3 27.7 2.2

Longitud de semilla (cm) 1.3 2.7 7.5 2.1 11.5 0.06

Peso de 10 semillas (g) 1.3 7.85 6.4 3.5 32.7 1.4

56

CUADRO 5. Matriz de correlación simple de las variables cuantitativas evaluadas en Cucurbita maxima Duch.

Longitud

fruto

Ancho

fruto

Diámetro

ecuatorial

Peso

fruto

Grosor

pulpa

Longitud

semilla

Peso

semilla

Longitud fruto 1

Ancho fruto 0.477** 1

Diámetro ecuatorial 0.245** 0.848** 1

Peso fruto 0.517** 0.816** 0.847** 1

Grosor pulpa 0.172** 0.284** 0.286** 0.275** 1

Longitud semilla 0.154* 0.194** 0.272** 0.272** 0.003 1

Peso semilla 0.200** 0.252** 0.309** 0.357** 0.025 0.650** 1

** Correlación significativa a un nivel de 0.01;* Correlación significativa a un nivel de 0.05

La accesión Nº 21 proveniente del primer agricultor encuestado mostró el mayor peso

de fruto con 25 kg. De este mismo agricultor, se obtuvo el segundo fruto de mayor

peso, la accesión Nº 33, con 24 kg. Esta accesión, además mostró el mayor tamaño de

semilla, con una longitud y peso (10 semillas) de 2.7 cm y 7.85 g, respectivamente.

La accesión de menor tamaño recolectada correspondió a la Nº 3 del cuarto agricultor

encuestado, con una longitud de 12 cm, un ancho de 14 cm y 1 kg de peso (Figura 3).

Respecto del grosor de la pulpa, el mayor grosor promedio (12 cm) se observó en la

accesión Nº 7 del séptimo agricultor encuestado. En forma opuesta, el menor grosor

promedio de carne, se registró en la accesión Nº 12 del octavo agricultor, con 1.5 cm

(Figura 4).

57

FIGURA 3. Comparación del tamaño de fruto de Cucurbita maxima Duch entre dos

accesiones recolectadas, durante mayo del año 2005.

Ancho

Longitud

58

FIGURA 4. Comparación del grosor de la pulpa entre dos accesiones de Cucurbita

maxima Duch. recolectadas, durante mayo del 2005. La accesión Nº 7 proviene de la Región Metropolitana y la Nº 12 de la Sexta Región.

59

El menor peso de semilla (diez unidades) se registró en la accesión Nº 4 del séptimo

agricultor, con 1.25 g. De este mismo agricultor, se obtuvo la menor longitud

promedio de semilla, en la accesión Nº 15, con 1.3 cm de largo (Figura 5).

4.1.2 Forma

Se observó una gran variabilidad de formas, lo cual concuerda con lo señalado por

FERRIOL, PICÓ y NUEZ (2004). Los morfotipos aplanado y redondo fueron las más

frecuentes en la muestra. Las otras formas observadas fueron: cilíndrica, disco,

elongado, piriforme y turbante superior. La forma elongada sólo se observó en las

accesiones provenientes del cuarto agricultor, sin embargo, debido al pequeño tamaño

de la muestra no es posible atribuirlo a un factor de selección genético. Hubo dos

accesiones pertenecientes al décimo agricultor (Nº 13 y 34), cuya forma no se

encontró clasificada en los descriptores utilizados. Ambas accesiones presentaron una

forma similar a la cilíndrica, pero de menor longitud, la cual fue denominada como

forma cuadrada.

La forma del extremo peduncular más frecuente fue la plana, con un 59.4% del total

de la muestra. En el extremo apical, se observó un 37.5%, tanto para la forma

deprimida, como para la plana. En ambos extremos, lo menos frecuente fue observar

formas en punta.

Se determinó mediante gráficos, que las formas redondas, elípticas y acorazonadas se

asociaron con la forma plana del extremo peduncular. Además, la forma turbante

superior se relacionó con la forma protuberante del extremo peduncular.

60

FIGURA 5. Comparación del tamaño de semillas de Cucurbita maxima Duch. entre

dos accesiones recolectadas, durante mayo del 2005. Ambas accesiones provienen de Curacaví, Región Metropolitana.

61

En el otro caso, la forma redonda de los frutos se relacionó significativamente con las

formas deprimidas y planas del extremo apical (Figura 6).

La presencia de surcos se registró en el 91.5% de las accesiones. Los surcos de forma

redonda fueron los más predominantes, con un 68.3% del total. Se observó,

gráficamente, que estos surcos están muy relacionados con los morfotipos redondo,

aplanado, elíptico y acorazonado. La forma intermedia de surcos (entre redonda y

forma de V) se encontró relacionada con la forma cuadrada de la colección.

En relación a la forma de las semillas, el 62.8% de la muestra presentó forma elíptica,

el 36.3% forma elíptica estrecha y sólo el 0.9% presentó forma elíptica muy estrecha.

No se observaron formas diferentes a las utilizadas por los descriptores.

4.1.3 Color

El número de colores presentes en la cubierta de los frutos varió de uno a tres. Lo más

frecuente fue observar un color predominante y otro secundario (52.7%). Éste último,

se define como el segundo color con mayor predominancia observado en la cubierta

El 69.6% de la muestra estuvo conformada por frutos, cuyo color principal de

cubierta fue verde, café o gris, en diferentes intensidades. En este caso, el color verde

claro y el verde medio fueron los más observados, con un 16.1% y 13.4%

respectivamente.

62

Row.CoordsCol.Coords

2D Plot of Row and Column Coordinates; Dimension: 1 x 2Input Table (Rows x Columns): 10 x 4

Standardization: Row and column profiles

Dimension 1; Eigenvalue: ,17892 (61,78% of Inertia)

Dim

ensi

on 2

; Eig

enva

lue:

,073

39 (2

5,34

% o

f Ine

rtia)

12

3

4

56

79

10

15

12

3

4

-1,0

-0,5

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

-2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0

Forma del fruto (+) Nº Forma extremo apical (●) Nº Redondo 1 Deprimido 1 Aplanado 2 Plano 2 Disco 3 Protuberante 3 Cilíndrico 4 En punta 4 Elíptico 5 Acorazonado 6 Piriforme 7 Elongado 9 Turbante superior 10 Otro 15

FIGURA 6. Gráfico de correspondencia simple entre dos variables cualitativas: forma

del fruto y forma del extremo apical, evaluadas en las accesiones de Cucurbita maxima Duch.

63

El 30.4% restante fue conformado por diferentes colores observados en muy baja

frecuencia. Estos colores fueron amarillo, crema, naranjo y rojo, en diferentes

intensidades.

El análisis de gráficos reveló que no fue posible asociar un color de cubierta a una

forma específica de fruto. De igual modo, no se logró establecer una forma de

identificar el color de la carne a través del color de la cubierta (Figura 7).

Respecto del color secundario de la cubierta, lo más frecuente fue observar la

coloración gris (36.6%). El color verde grisáceo, verde y crema, registraron un

17.9%, un 15.2% y un 10.7% respectivamente. Sólo el 8% de los frutos no presentó

color secundario en la cubierta, luego se observó en los gráficos que la ausencia de

color está muy asociada al color principal crema claro.

La distribución del color secundario sobre la cubierta presentó una gran variación de

patrones. La presencia de franjas longitudinales en los frutos resultó ser un patrón

común de distribución del color secundario, observándose en el 38.1% de los casos.

En el 26 % de las accesiones se presentó acompañado de alguna otra forma de

distribución (manchas, pecas, etc.) y en el 12.1% como patrón único. La segunda

distribución más frecuente fue en forma de manchas, con un 26.2% del total.

El color de la pulpa varió de crema claro a naranjo rojizo oscuro. Lo más frecuente

fue observar el color naranjo oscuro, con un 32.1% del total de la muestra, seguido

del color naranjo medio con un 29%. En baja frecuencia se registraron los colores

crema y amarillo, con un 1.3% y 5.3% respectivamente.

64

Row.CoordsCol.Coords

2D Plot of Row and Column Coordinates; Dimension: 1 x 2Input Table (Rows x Columns): 22 x 11

Standardization: Row and column profi les

Dimension 1; Eigenvalue: ,23725 (31,44% of Inertia)

Dim

ensi

on 2

; Eig

enva

lue:

,162

78 (2

1,58

% o

f Ine

rtia)

12

3

4

56

8

9

10

11

12

14

1519

20 21

22

23

2425

2627 1 2

4

5

6

78

910

11

12

-1,5

-1,0

-0,5

0,0

0,5

1,0

1,5

-4,0 -3,5 -3,0 -2,5 -2,0 -1,5 -1,0 -0,5 0,0 0,5 1,0

FIGURA 7. Gráfico de correspondencia simple entre dos variables cualitativas: color

principal de la cubierta y color de la carne, evaluadas en las accesiones de Cucurbita maxima Duch.

Color principal cubierta (+) Nº Nº Color de la carne (●) Nº Verde claro 1 Rojo medio 14 Crema claro 1 Verde medio 2 Rojo oscuro 15 Crema medio 2 Verde oscuro 3 Café claro 19 Crema oscuro 3 Crema claro 4 Café medio 20 Amarillo claro 4 Crema medio 5 Café oscuro 21 Amarillo medio 5 Crema oscuro 6 Gris claro 22 Amarillo oscuro 6 Amarillo medio 8 Gris medio 23 Naranja claro 7 Amarillo oscuro 9 Gris oscuro 24 Naranja medio 8 Naranjo claro 10 Verde gris claro 25 Naranjo oscuro 9 Naranjo medio 11 Verde gris medio 26 Naranja rojizo claro 10 Naranjo oscuro 12 Verde gris oscuro 27 Naranja rojizo medio 11 Naranja rojizo oscuro 12

65

El color naranjo rojizo en intensidad media y oscura se registró en el 13.4% de los

casos. Posiblemente, la presencia del color naranjo oscuro en mayor frecuencia, sea

atribuible a la selección que han hecho los consumidores por este tipo de frutos. Esto

se pudo constatar en terreno, en donde se observó una clara predilección por zapallos

con este color.

En relación al color de la semilla, la cubierta blanca con margen blanco se observó en

el 42.6% y la cubierta café con margen bronceado en un 39.9%. En las muestras

restantes se observaron estos mismos colores, pero en combinaciones diferentes:

cubierta blanca y café con margen bronceado, cubierta blanca y café con margen

blanco, y cubierta bronceada con margen blanco.

Lo más frecuente fue observar semillas de forma elíptica de color blanco con margen

blanco y de color café con margen bronceado.

4.1.4 Textura

El 98.2% de los frutos presentó cubierta de textura lisa y sólo el 1.8% restante

presentó rugosidad en la epidermis. En cambio, en las semillas se observó menor

variación entre ambos caracteres. El 54.3% registró textura lisa y el 45.7% fue de

textura rugosa.

4.1.5 Variabilidad fenotípica

66

Por medio del análisis de correlación simple, se pudo determinar que las relaciones

más importantes fueron las de morfología del fruto. Según ROJAS (2003), los

coeficientes > 0.40 corresponden a relaciones que representan patrones naturales de

asociación, como por ejemplo, peso y diámetro del fruto. Entre estas variables, se

obtuvo una alta correlación entre diámetro ecuatorial del fruto con el ancho (r =0.85)

y entre el diámetro ecuatorial del fruto con el peso del fruto (r =0.85). En segundo

lugar, se estableció una alta correlación entre el peso del fruto y el ancho (r =0.82).

De menor importancia fue la relación que se produjo entre el peso y ancho del fruto

con la longitud del fruto (r =0.51 y r = 0.48).

Otra asociación importante fue la formada por el peso de la semilla y la longitud de la

semilla (r =0.65). Todas las correlaciones señaladas fueron positivas.

Como se mencionó anteriormente, todos los caracteres presentaron un amplio rango

de valores, lo que corrobora la gran diversidad presente en la colección. Según lo

señalado por LIGARRETO (2003), los coeficientes de variación superiores al 8%

indican que existe un amplio rango de dispersión para cada descriptor. En este caso,

el coeficiente de variación indicó que el peso del fruto fue el de mayor variación, con

un coeficiente de 46.48% (Cuadro 4). Esto también fue observado por MORA et al.

(1999) para la especie Cucurbita moschata Duch. El segundo carácter con mayor

variabilidad entre las accesiones fue el peso de la semilla, con un coeficiente de

variación de 32.74%. Las variables que presentaron una mayor uniformidad entre las

accesiones fueron la longitud de las semillas, diámetro ecuatorial y ancho del fruto.

En el análisis de componentes principales se pudo observar que de las siete variables

cuantitativas, tres poseen un valor característico 1≥ , siendo éstos los de mayor

67

importancia en el estudio, con una representación del 80,06% de la variación total. El

primer componente contribuyó con 46,64%, el segundo con 19,12% y por último el

tercer componente contribuyó con un 14,29% (Cuadro 6).

CUADRO 6. Componentes principales seleccionados por su valor característico (λ ≥ 1) a partir de siete variables cuantitativas evaluadas en Cucurbita maxima Duch.

Proporciones de la varianza total Componentes

principales

Valores

Característicos (λ) Absoluta (%) Acumulada (%)

1 3.265 46.65 46.65

2 1.339 19.13 65.77

3 1.000 14.29 80.07

Por medio de la correlación entre los descriptores cuantitativos originales y los

componentes principales, se pudo establecer que el primer componente está asociado

con la morfología del fruto, dada por el peso (0.92), ancho (0.91) y diámetro

ecuatorial (0.88); en menor proporción, incidió la longitud del fruto(0.55). El segundo

componente está asociado al peso (0.89) y longitud de semilla (0.88), y el tercer

componente se relacionó con el grosor de la carne (0.99) (Figura 8; Cuadro 7).

68

Factor Loadings, Factor 1 vs. Factor 2 vs. Factor 3Rotation: Varimax raw

Extraction: Principal components

LAPPE

E_C

L_SP_S

FIGURA 8. Distribución de las variables cuantitativas sobre el primero, segundo y

tercer componente principal en la caracterización de una colección de Cucurbita maxima Duch. (L_S: longitud semilla, P_S: peso semilla, E_C: espesor carne, L: longitud, A: ancho, P: peso, D_E: diámetro ecuatorial).

69

CUADRO 7. Correlación entre las variables originales y los tres primeros componentes principales en la caracterización de una colección de Cucurbita maxima Duch.

Componente 1 Componente 2 Componente 3

Longitud fruto 0,5449 0,1365 0,1398

Ancho fruto 0,9113 0,1074 0,0395

Diámetro ecuatorial 0,8841 0,1757 -0,0112

Peso fruto 0,9149 0,2127 -0,0069

Espesor carne 0,0074 0,0123 0,9881

Longitud semilla 0,1358 0,8786 0,0484

Peso semilla 0,1872 0,8904 -0,0211

Explicación de la Varianza 3,1250 1,6983 1,0092

Proporción Total 0,3906 0,2123 0,1261

De lo anterior, se establece que los tres componentes principales contienen variables

que discriminan bien la colección de Cucurbita maxima Duch. Sin embargo, la alta

contribución del primer componente con respecto a los demás, hace suponer que éste

logra una eficiente discriminación de la colección por sí solo. Según lo estudiado por

MONTES, VALLEJOS y BAENA (2004), el peso y ancho del fruto en la especie

Cucurbita moschata Duch., forman parte de las características utilizadas para

establecer la clasificación de las accesiones.

Al realizar el análisis Cluster (Cuadro 8), se optó por la eliminación de dos

accesiones. La primera, fue una observación atípica que formó una estrata

independiente (accesión Nº 11 del primer agricultor), la cual no fue representativa de

la colección. La segunda, fue una accesión que no presentó semillas (accesión Nº 11

del undécimo agricultor). En este caso, el programa SPSS la clasificó como caso

perdido.

70

CUADRO 8. Matriz de distancias euclidianas de las variables cuantitativas evaluadas en Cucurbita maxima Duch., utilizadas en el análisis Cluster.

Longitud

fruto

Ancho

fruto

Diámetro

ecuatorial

Peso

fruto

Grosor

pulpa

Longitud

semilla

Peso

semilla

Longitud fruto 0

Ancho fruto 107,82 0

Diámetro ecuatorial 998,32 947,60 0

Peso fruto 270,39 295,75 1237,53 0

Grosor carne 337,72 366,02 1300,70 127,52 0

Longitud semilla 376,76 407,18 1351,45 124,41 111,32 0

Peso semilla 354,48 384,43 1328,30 103,54 103,48 27,57 0

De esta manera, se establecieron dos grupos claramente definidos por el tamaño de

los frutos (Figura 9). El primer grupo lo constituyeron los frutos de tamaño pequeño y

el segundo grupo, los frutos de gran tamaño. Los resultados obtenidos por medio del

análisis de componentes principales, fueron corroborados por medio de diagrama de

cajas comparativo para cada variable cuantitativa (Anexo 6). En este caso, la

longitud, ancho, peso y diámetro ecuatorial de los frutos fueron significativamente

diferentes entre ambos grupos.

En relación a las variables cualitativas, se determinó que sólo dos variables son

dependientes de los grupos de accesiones conformados por el Cluster, ellas son,

forma del extremo apical y forma del extremo peduncular de los frutos (Cuadro 9).

71

FIGURA 9. Dos grupos de accesiones de Cucurbita maxima Duch. formados a partir

del análisis Cluster. El primer grupo corresponde a accesiones de gran dimensión y el segundo, a accesiones de pequeño tamaño.

2

1

72

CUADRO 9. Tabla de valores X2, obtenida mediante la relación entre las variables cualitativas y ambos grupos de accesiones de Cucurbita maxima Duch.

Características cualitativas Valor X2

Forma del fruto 0.797

Forma extremo peduncular 0.039**

Forma extremo apical 0.012**

Surcos 0.478

Color principal de la cubierta 0.224

Color secundario 0.795

Distribución del color secundario 0.305

Textura de la cubierta 0.316

Color de la carne 0.578

Forma de la semilla 0.227

Color de la semilla 0.785

Textura de la semilla 0.313

**P < 0.05

En este caso, el grupo de frutos pequeños tuvo una mayor asociación con la forma

peduncular plana y la forma apical deprimida. En cambio, los frutos grandes se

asociaron, principalmente, con la forma peduncular protuberante y la forma apical,

también protuberante. Las otras variables no están influenciadas por el tamaño de los

frutos, luego estas características cualitativas medidas en los zapallos fueron

irrelevantes para discriminar las accesiones de la muestra.

4.1.6 Caracterización de las accesiones

73

El análisis de variabilidad fenotípica permitió establecer dos grupos de accesiones,

cuyas características morfológicas se resumen en el Cuadro 10.

CUADRO 10. Promedio y desviación estándar de los caracteres cuantitativos de dos grupos de accesiones de Cucurbita maxima Duch. y caracteres cualitativos discriminantes.

Grupos

Accesiones de tamaño

grande

Accesiones de tamaño

pequeño

Longitud fruto (cm) 31.1 ± 5.3 24.9 ± 7.1

Ancho fruto (cm) 36.2 ± 4.3 27.0 ± 4.0

Diámetro ecuatorial (cm) 114.8 ± 9.7 85.6 ± 10.4

Peso fruto (kg) 16.0 ± 4.1 7.6 ± 2.2

Grosor medio carne (cm) 6.0 ± 1.8 5.1 ± 1.3

Longitud semillas (cm) 2.1 ± 0.2 2.0 ± 0.2

Peso de 10 semillas (g) 4.2 ± 1.1 3.4 ± 1.1

Largo fruto/ancho fruto 0.9 ± 0.1 0.9 ± 0.3

Grosor carne/longitud fruto 0.2 ± 0.1 0.2 ± 0.1

Forma extremo peduncular Protuberante Plana

Forma extremo apical Protuberante Deprimida

La relación que se estableció entre el largo del fruto y el ancho sirve para estimar la

forma del fruto (FERRIOL, PICÓ y NUEZ, 2004). En este caso, en ambos grupos

predominaron las formas redondas y aplanadas, cuyos valores son cercanos a 1.0. Los

resultados obtenidos en la relación grosor de la carne/longitud del fruto coinciden con

los observador por FERRIOL, PICÓ y NUEZ (2004), con los cuales establecen que

frutos de forma globular a aplanada tienden a tener valores iguales a 0.2.

74

Un resultado preliminar de la caracterización de accesiones de Cucurbita maxima

Duch., fue la obtención de dos grandes grupos, cuya divergencia fue principalmente

debida al tamaño de los frutos. Sin embargo, un estudio más detallado debe

considerar otros factores tales como la fisiología de la planta, morfología de tallos y

hojas, hábitos de crecimiento, rendimiento, etc. En este caso, se podrá realizar un

análisis de varianza genética, determinar el efecto del medio ambiente y discriminar

las accesiones mediante las características que presenten una alta heredabilidad

(LIGARRETO, 2003).

Además, es importante mencionar que la posibilidad de complementar el registro

visual con una evaluación molecular de las accesiones, resultaría extremadamente

eficiente para definir la existencia de ecotipos de zapallo chileno, y así poder

determinar aquellas accesiones que podrán ser utilizadas como fuente de

mejoramiento genético.

4.2. Aspectos productivos del cultivo:

4.2.1 Establecimiento del cultivo

El establecimiento del cultivo se realiza desde la primera quincena de septiembre

hasta inicios de noviembre, cuando el riesgo de heladas ha disminuido

considerablemente y la temperatura del suelo comienza a ascender. La germinación

de las semillas es inhibida con temperaturas bajo los 15ºC (ROBINSON y DECKER-

WALTERS, 1997). En la Sexta Región se inicia la siembra en forma más tardía que

en la Región Metropolitana, después del quince de octubre, sin embargo, en la

75

Séptima Región se observó que la mayoría de los agricultores comienzan la labor

después del dieciocho de septiembre, lo que podría garantizar un período de cosecha

libre de lluvias. La extensa trayectoria de los productores en el rubro agrícola, les

permite inferir sobre el momento más adecuado de siembra; en este caso, el uso de

instrumentos de registros climáticos es poco frecuente entre los agricultores.

La duración del cultivo es de seis a siete meses, por lo tanto, la cosecha se extiende

desde el primer día de marzo hasta el primero de mayo. Es importante mencionar que

la cosecha de los frutos de zapallo de guarda se debe hacer cuando éstos alcanzan la

madurez fisiológica, para conseguir mejores condiciones de almacenaje (BRECHT,

2005).En este sentido, BRECHT (2005) señala que el índice de madurez de los frutos

se produce cuando el pedúnculo presenta una apariencia corchosa y comienza la

absición del fruto. Las frutas cosechadas en estado inmaduro tendrán una calidad

comestible pobre debido a que contienen menos carbohidratos almacenados

(CANTWELL y SUSLOW, 2005).

Tradicionalmente el cultivo se hace al aire libre, sin embargo, el 18% de los

agricultores encuestados realiza en forma paralela el cultivo bajo túnel. En este caso,

la época de siembra es a fines de agosto y la finalidad es obtener frutos para consumo

temprano (noviembre y diciembre), época en que la oferta de zapallo de guarda es

muy limitada y el precio alcanza los valores más elevados del año. Aunque la semilla

utilizada para ambas modalidades de cultivo es la misma, no es objetivo de esta

investigación referirse a las características del cultivo destinado al consumo fresco.

El grado de tecnificación de las labores de establecimiento del cultivo es bastante

bajo. En general, se realiza siembra manual y sólo el 30% de los agricultores utiliza

76

máquinas sembradoras. Éstos últimos corresponden a grandes productores, con

superficies igual o mayores a siete hectáreas.

En relación a los manejos de siembra y/o plantación, el 89% de los encuestados

señaló que realiza siembra directa. El uso de almácigos es bastante reducido y el 11%

de los agricultores que afirmó su utilización, lo hace sólo en una fracción de la

superficie total; el resto se realiza por siembra directa. Esto se debe, a que los

agricultores prefieren hacer sus propios almácigos, lo que significa un costo extra en

mano de obra e infraestructura, y el beneficio obtenido corresponde principalmente a

precocidad y no aumento de rendimiento. El costo adicional de la producción de

almácigos determina que los agricultores prefieran utilizar siembras en alta densidad,

en vez de utilizar técnicas de almácigo-trasplante. Esto concuerda con lo señalado por

DE GRAZIA et al. (2005), quién indica que el número de frutos que se obtiene por

planta es independiente al tipo de establecimiento, y que el sistema de almácigo y

trasplante en plantas de Cucurbita maxima Duch. var. zapallito, produce una cosecha

anticipada respecto de los cultivos iniciados por siembra directa, lo que no es

relevante en un sistema de guarda.

4.2.2 Componentes de rendimiento

Respecto de la densidad de plantación, la más utilizada es de 1667 plantas por

hectárea, lo que corresponde a una distancia de siembra de 4 x 1.5 m. Por otra parte,

una mínima fracción de agricultores, el 4%, señaló utilizar distancias de plantación

menores, incluso de 3.8 x 0.5 m, lo que en forma teórica corresponde a 5263 plantas

por hectárea. Sin embargo, se debe mencionar que la finalidad de la siembra de alta

densidad es poder contar con un número adecuado de plantas al inicio de la

77

producción, ya que la semilla corriente que normalmente se comercializa en Chile no

es sometida a pruebas de germinación, pureza o sanidad que garanticen un número de

plantas acorde a los rendimientos esperados.

En el caso de que el porcentaje de germinación, en este tipo de siembra, sea alto, se

realiza un raleo de plantas dejando una distancia adecuada para el desarrollo del

cultivo (aproximadamente 6 pl/m2). LOY (1990) señala que tanto el número como el

peso de los frutos, decrecen a medida que aumenta la densidad de plantación debido

principalmente a la competencia de nutrientes, agua y luz que se genera entre plantas

vecinas. Otra forma de contrarrestar el efecto de la baja germinación es sembrar dos a

tres semillas en un mismo casillero y eliminar el excedente de plantas después de la

germinación (ROBINSON Y DECKER-WALTERS, 1997). Esta práctica es realizada

por el 13% de los agricultores encuestados, principalmente por aquellos que realizan

siembra manual. El resto de los agricultores establece las semillas de forma

individual, situación que se observó en el 100% de los agricultores que trabaja con

máquinas sembradoras.

La dosis de semilla utilizada varió de uno a cinco kilogramos por hectárea. Sin

embargo, más del 70% de los agricultores indicó utilizar dosis igual o menores a 2.5

kilogramos por hectárea. Esto se observó en las tres regiones estudiadas, sin importar

el tamaño de los predios.

En relación al rendimiento, la mayoría de los agricultores reconoció que el volumen

de producción por hectárea, es generalmente inferior al rendimiento potencial del

cultivo. La cifra varió de 20 a 40 ton/ha. De ésta, el 40% de los encuestados indicó

obtener rendimientos inferiores a las 25 ton/ha y sólo el 2% de los agricultores afirmó

78

producir 40 ton/ha. Se debe destacar, que a pesar que el porcentaje de germinación

influye sobre el número de plantas finales, éste factor se mejora con el uso de

siembras de alta densidad. Sin embargo, el bajo número de frutos que se obtiene por

planta es el principal factor que incide sobre los bajos rendimientos obtenidos. El

69% de los agricultores indicó que cosecha un fruto por planta y sólo el 7% de ellos,

señaló cosechar de cinco a seis frutos por planta (Figura 10). Éstos últimos,

pertenecen a la categoría de grandes agricultores, los cuales, invierten una mayor

cantidad de recursos en sus producciones.

4.2.3 Fertilización

El programa de fertilización del cultivo es muy variado entre los agricultores. Se

puede destacar que aquellos agricultores que obtienen buenos rendimientos por

hectárea aplican 200 kg de nitrato de potasio y 160 kg de fosfato diamónico en

presiembra, y luego repiten la aplicación de nitrato de potasio (150 kg/ha) en el mes

de noviembre. Además, realizan cuatro aplicaciones de calcio foliar, en dosis de 500

cc/ha en 200 l de agua, a partir del momento en que se inicia la cuaja del fruto. Esto

previene el desarrollo de “blossom end rot”, un desorden fisiológico caracterizado por

el desarrollo de tejido necrótico en el extremo apical del fruto (ROBINSON y

DECKER-WALTERS, 1997).

El 6 % de los agricultores señaló no integrar programas de fertilización en sus

producciones. Esto se observó sólo en agricultores con baja capacidad productiva,

pertenecientes a la Región Metropolitana.

79

0%

10%

20%

30%

40%

50%

60%

70%

80%

90%

100%

1 2 5 6 1 a 2 1 a 6 5 a 6

Número de frutos/planta

Porc

enta

je d

e A

gric

ulto

res

FIGURA 10. Distribución del número de frutos por planta, según el total de

agricultores encuestados.

80

4.2.4 Control fitosanitario

Los principales problemas sanitarios durante el cultivo se deben a hongos, virus y

algunas plagas. El orden de importancia que se les asignó a los organismos

fitopatógenos en función del número de productores afectados, fue el siguiente: el

67% de los encuestados indicó tener problemas causados por oidio (Erysiphe spp.), el

47% problemas de deformación de frutos causados por virus, 33% reportó daños

producidos por pulgón, 24% señaló pudrición de plantas por ataque de Fusarium spp.,

el 18% indicó daños causados por gusanos cortadores y pudrición de frutos por

Botrytis spp. y por último, el 2% de los agricultores señaló daños causados por

cucunillas.

Los agricultores incorporan en sus calendarios de actividades un programa

fitosanitario de acción preventiva, especialmente para oidio. Este consiste en aplicar

azufre en polvo en dosis de 50 kg por hectárea cada 15 a 20 días desde que la planta

tiene cuatro hojas verdaderas. Las azufraduras son indispensables para el cultivo de

zapallo de guarda (GIACONNI y ESCAFF, 1998). Sin embargo, el 20% de los

encuestados afirmó hacer sólo controles curativos, es decir, después de observar los

primeros síntomas en las plantas. Éste último grupo está compuesto por medianos y

pequeños agricultores. En el caso de hacer control curativo, se utilizan

benzimidazoles, los cuales también son aplicados para el control de Botrytis spp.

Lo más utilizado para el control de insectos es un producto del grupo de los

organofosforados de nombre comercial Tamaron (i.a. metamidofos), el cual es de

amplio espectro y de rápida acción. A pesar de su alta toxicidad, resulta una opción

atractiva para los agricultores, por su bajo costo.

81

No hubo respuesta respecto del control de Fusarium spp. ni de las enfermedades

virales. En este sentido, GIACONNI y ESCAFF (1998) sugieren que para el control

de Fusarium spp., es importante establecer las plantaciones en suelos con buena

capacidad de drenaje y tener especial cuidado en no mojar las guías durante las

labores de riego. Agregan, que es muy importante utilizar semilla sana, ya que ésta es

una vía de transmisión del hongo.

En cuanto a las enfermedades virales, MARTINEZ (2003) señala que la

sintomatología observada en los frutos de zapallo en la Región Metropolitana, es

atribuible a la acción de Zucchini yellow mosaic virus (ZYMV). Se observó que los

frutos deformes afectados por este virus son igualmente comercializados y es común

observar esta sintomatología en las bodegas y locales de venta, lo que fue

corroborado en terreno (Figura 11). En Chile, en los últimos años, ha aumentado el

porcentaje de frutos de zapallo de guarda deformes y de menor tamaño a causa de la

presencia de este virus (MARTINEZ, 2003; PRIETO et al., 2001), situación que

según PRIETO et al. (2001), fue confirmada por el Servicio Agrícola Ganadero. La

forma de transmisión de este virus es a través de áfidos y de manera no-persistente

(CREAMER, 2005; CRADOCK, GRAÇA y LAING, 2001). Otro efecto observado,

es que las semillas provenientes de frutos enfermos presentan un menor vigor de

germinación, medido a través del cálculo del índice de velocidad de emergencia

(MARTINEZ, 2003).

82

FIGURA 11. Frutos de zapallo camote con deformaciones, comercializados en la

feria de Lo Valledor, Región Metropolitana.

83

El uso de mulch reflectante y de acolchado de paja, reduce las poblaciones de áfidos,

ya que las coberturas reflejan radiación de onda corta y alteran la apariencia del

cultivo, modificando el patrón de búsqueda de los insectos (CRADOCK, GRAÇA y

LAING, 2001). En Chile, las especies de áfidos transmisores del virus son: Aphis

citricota, Aphis gossypii y Myzus persicae (AUGER et al., 2001). Es importante

destacar que es posible que el virus pueda sobrevivir en la testa de las semillas

recolectadas de plantas previamente infectadas, especialmente cuando queda

remanente de pulpa sobre las semillas (SIDEK, 1999). Sin embargo, PROVVIDENTI

(2000) indica que el mejor control se obtiene con variedades resistentes; agrega que

esta característica ha sido descrita en una especie de zapallo silvestre (Cucurbita

ecuadorensis) y en una línea de Cucurbita moschata proveniente de Nigeria.

4.2.5 Polinización y cuaja

Un factor determinante en el rendimiento, es la adecuada polinización de las flores.

Todas las especies de cucurbita son monoicas, esto significa que los granos de polen

deben ser transportados por algún tipo de agente, diferente al viento, para que se

produzca la polinización (WHITAKER y ROBINSON, 1986). Gran cantidad de

autores concuerdan que la abeja de miel doméstica actúa como polinizador

(ROBINSON y DECKER-WALTERS, 1997; NEPI y PACINI, 1993; WHITAKER y

ROBINSON, 1986). Si la polinización es baja se obtiene una baja producción o de

mala calidad (GIACONNI y ESCAFF, 1998; WHITAKER y ROBINSON, 1986), es

por eso que se recomienda el empleo de al menos diez colmenas por hectárea

(GIACONNI y ESCAFF, 1998).

84

Una opinión contraria ha sido estudiada por SHULER, ROULSTON y FARRIS

(2005), los cuales indican que los predios con colmenares no tienen un mayor número

de abejas por flor que aquellos sin colmenas, lo que probablemente refleja la falta de

afinidad de la abeja de miel con respecto a este cultivo. En este sentido, SHULER,

ROULSTON y FARRIS (2005), ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997) y

WHITAKER y ROBINSON (1986), concuerdan que especies silvestres de abejas

como Peponapis spp y Xenoglossa spp. logran una mayor eficiencia de polinización

en varias especies del género Cucurbita. En Chile, se desconoce la presencia de estas

especies. Sin embargo, se sabe que el área de distribución es reducido, por lo tanto, la

abeja de miel sigue representando ser la mejor opción en cultivos comerciales

(PASSARELLI, 2002; WHITAKER y ROBINSON, 1986).

Se observó que el 93% de los agricultores utiliza un número igual o menor a cuatro

colmenas por hectárea, lo que sugiere que una de las causas del bajo número de frutos

por planta, se deba a una ineficiente polinización. Es interesante destacar, que sólo un

agricultor utiliza el número de colmenas recomendado por GIACONNI y ESCAFF

(1998). En forma coincidente, este agricultor obtiene el mayor número de frutos por

planta (seis frutos), logrando un rendimiento superior al promedio del resto de los

agricultores (40 ton/ha), sin registrar diferencias importantes en el calibre de los

frutos.

Existe un número de agricultores que utiliza fitohormonas para promover la cuaja de

los frutos, sin embargo, no es un manejo que se haga regularmente en el cultivo. El

15% de los encuestados, señaló realizar esta práctica luego de ser fecundada la flor.

El nombre comercial del producto utilizado es Biozyme y está compuesto por

extractos vegetales y tres tipos de promotores: citoquininas, giberelinas, auxinas. Las

citoquininas actúan en el proceso de división celular que ocurre en los primeros

85

estados de desarrollo del fruto, y las giberelinas y auxinas inducen la posterior

elongación celular (SALISBURY, 1992). En este sentido, es destacable mencionar

que dos de los tres agricultores que logran un rendimiento de cinco a seis frutos por

planta, hacen dos aplicaciones de este producto en la temporada, la primera al

iniciarse el desarrollo del fruto y la segunda veinte días después.

4.2.6 Almacenaje de frutos

El principal objetivo del almacenaje de frutos es satisfacer la demanda de zapallo en

aquellos meses en que hay escasez del producto fresco en el mercado, y por lo tanto,

comercializar al mejor precio de venta. Este período se extiende desde el mes de

marzo hasta el mes de diciembre, dependiendo de las condiciones ambientales y

fitosanitarias de la guarda.

Del total de agricultores entrevistados, el 49% indicó realizar almacenaje de frutos en

sus propias dependencias. En este caso, se observó que el 100% de los grandes

agricultores realiza el ciclo completo de producción, es decir, desde la siembra hasta

el término del período de guarda. En cambio, se observó que los medianos y

pequeños agricultores optan frecuentemente por vender sus producciones al momento

de la cosecha. La principal razón, es que no cuentan con la infraestructura necesaria

para almacenar frutos y no disponen de recursos suficientes para iniciar la

construcción de las bodegas. Sólo el 33% de los medianos agricultores y el 7% de los

pequeños agricultores, señaló realizar actividades de bodegaje.

86

En general, aquellos agricultores que guardan grandes volúmenes de frutos,

complementan sus producciones mediante la compra de frutos provenientes de

agricultores más pequeños, o bien de aquellos que no consideran el período de guarda

dentro de su ciclo productivo. Por esta razón, sería importante dirigir el programa de

mejoramiento genético a satisfacer las necesidades de los bodegueros, ya que éstos

tienen el poder de decidir si el producto que compran cumple con sus requerimientos.

La capacidad de almacenaje de los agricultores encuestados varió de 40.000 kg a seis

millones de kg, durante la temporada 2005. En este caso, se observó que los

agricultores de la Región Metropolitana, específicamente de la localidad de Valdivia

de Paine, almacenaron los mayores volúmenes de frutos.

4.2.7 Principales problemas de almacenaje

En relación a los problemas fitosanitarios que se producen durante la guarda, el 95%

de los agricultores, coincide en que se trata de un hongo conocido comúnmente como

“Picada negra”. De acuerdo a la opinión de los agricultores, este hongo es el

principal causante de las pérdidas, debido a su rápida diseminación por el interior de

las bodegas. GIACONNI y ESCAFF (1998) señalan que esta enfermedad es

producida por Alternaria alternata, cuya aparición se predispone en condiciones de

baja temperatura y alta humedad relativa. En un estudio más reciente realizado en

Chile, AUGER, ESTERIO y MEZA (2002) determinaron que el agente causal de la

“Picada negra” es el hongo Ulocladium cucurbitae (Letendre & Roum.) E.G.

Simmons, Sin. Alternaria cucurbitae Letendre & Roum (SIMMONS, 1982). De

87

acuerdo a ZITTER (1992), la formación de conidias es dependiente de la temperatura;

éstas se manifiestan en tres diferentes formas: forma alternaroide, forma intermedia y

forma ulocladioide. La forma alternaroide se desarrolla con temperaturas de 8ºC.

Es posible pensar, que las frecuentes pudriciones observadas durante el almacenaje,

no son causadas por un sólo agente, sino más bien por un complejo de hongos. Se ha

descrito, la presencia de Alternaria cucumerina, y de los géneros Fusarium,

Rhizopus, y Aspergillus en frutos con síntomas de pudrición (ROBINSON y

DECKER-WALTERS, 1997; GIACONNI y ESCAFF 1998; LATORRE, 2004). En

este sentido, una buena estrategia de control implica realizar un estudio más profundo

respecto de los hongos causantes de las pudriciones en almacenaje.

Actualmente, los bodegueros realizan prácticas culturales para minimizar las

pérdidas. Esto es, subir la temperatura interna de las bodegas, por medio de fogatas

dispuestas en su interior. Su experiencia indica, que disminuye el ataque de la “Picada

negra” cuando la temperatura ambiental se encuentra sobre 12 ºC. Ésta práctica, es

realizada principalmente por agricultores, cuyas bodegas tienen una alta capacidad de

almacenamiento. En este caso, sólo el uso de fuentes adicionales de producción de

calor, logra mantener el volumen de aire a una temperatura nocturna media constante.

CANTWELL y SUSLOW (2005), señalan que la temperatura recomendada para el

almacenamiento de frutos es entre 12–15ºC, bajo 10ºC se produce daño por frío y

aumenta la predisposición al ataque de hongos; por el contrario, sobre 15ºC se

produce una excesiva pérdida de peso y de color, disminuyendo la calidad comercial.

Agregan, que un 60% de HR se considera óptima durante el período de guarda.

88

En cuanto a estrategias de control químico, AUGER, ESTERIO y MEZA (2002)

indican que el uso de fungicidas como Proclhoraz-Carbendazim para el control de

Ulocladium cucurbitae, resulta satisfactorio. En este sentido, la desinfección de

bodegas y camiones, al término del período de guarda, podría resultar de gran

importancia para reducir la diseminación de las esporas y evitar su permanencia en el

interior de las bodegas.

Un factor determinante de la condición fitosanitaria de los frutos, es el momento de la

cosecha. Al respecto, BRECHT (2005) señala que la madurez agronómica del zapallo

de guarda coincide con la madurez fisiológica del mismo. Un indicador externo del

momento apropiado de cosecha es la lignificación del tallo (aspecto corchoso) o

inicio de la absición del fruto (BRECHT, 2005; CANTWELL y SUSLOW, 2005).

Los efectos contrarios que se pueden producir por un inadecuado momento de

cosecha son descritos por BRECHT (2005) y CANTWELL y SUSLOW (2005) como

mayor predisposición al ataque de hongos y pérdida de peso en frutos cosechados

inmaduros, y desarrollo de pulpa seca y fibrosa en frutos sobremaduros.

Otro problema registrado, fue el daño mecánico observado en los frutos, producto de

una mala manipulación al momento de la cosecha y durante el almacenaje. En este

caso, el 50% de los agricultores señaló que el deterioro físico contribuía a la pérdida

de rendimiento.

89

4.2.8 Manejo cultural de la guarda

Para tener un mejor entendimiento del daño mecánico señalado anteriormente, es

necesario describir los manejos culturales relacionados a la descarga de frutos desde

los camiones y al manejo que se realiza al interior de las bodegas.

Respecto de la etapa de descarga, se observó que es una faena que involucra el

trabajo de varias personas en forma simultánea. Consiste en establecer una línea de

desplazamiento desde el camión hasta la bodega, mediante el traspaso manual de los

frutos por medio de las personas que conforman la línea (Figura 12). Como se

observa en la figura, es posible pensar que la frecuencia de daño mecánico es elevada,

debido principalmente a la dificultad de manejar frutos de gran tamaño y peso. Dado

el grado de tecnificación con que se opera en Chile puede resultar poco aceptable la

integración de líneas mecánicas de desplazamiento. Sin embargo, el beneficio

monetario producto de la reducción de daños, podría resultar atractivo para los

agricultores.

En relación a los manejos que se realizan durante el período de guarda, el volteo de

frutos descrito por GIACONI Y ESCAFF (1998) resulta de primera importancia.

90

FIGURA 12. Manejo de la descarga de frutos de zapallo camote, una vez cosechados

y transportados a los lugares de almacenaje.

91

Una vez que los frutos son descargados, éstos son dispuestos en pilas de cuatro a

cinco frutos de altura (Figura 13). El manejo consiste en voltear los frutos, por lo

menos una vez a la semana, para verificar su estado físico y sanitario. Como se pudo

observar en la mayoría de las bodegas visitadas, el espacio que se deja para efectuar

esta labor es muy reducido. Esta situación favorece la formación de heridas sobre la

cubierta de los frutos, las cuales sirven como vías de ingreso a los hongos de

poscosecha.

Al igual que lo señalado por GIACONI Y ESCAFF (1998), los frutos que presentan

daños inminentes de hongos (infección superficial) son separados del resto para

extraer el área infectada y la zona de avance del patógeno, y luego aplicar cal en la

zona tratada. Estos frutos se denominan “picados”, y como bien señaló ILIC (1993),

son comercializados de forma inmediata. Los frutos que presentan un mayor grado de

ataque, con podredumbre interna del fruto, son denominados “loza”, y también son

comercializados pero a un precio muy inferior del resto. En este caso, el aplicar cal no

tiene una función relevante, ya que este procedimiento se hace con fines estéticos y

no sanitarios.

4.2.9 Cuantificación de pérdidas

El porcentaje de pérdidas registrado en las encuestas varió de un 10% a un 50%. Sin

embargo, el 30% de los agricultores señaló tener pérdidas aproximadas a un 40% del

volumen total almacenado, lo que pone de manifiesto la gran necesidad de establecer

92

FIGURA 13. Disposición de los frutos de zapallo camote al interior de una bodega,

localizada en Valdivia de Paine, Región Metropolitana.

93

mejorías técnicas en este aspecto (Figura 14). Según lo observado por los agricultores

y bodegueros, el mayor porcentaje de pérdidas se produce durante el período

invernal, debido a una mayor incidencia de ataques fungosos. Las pérdidas

comienzan a disminuir al momento en que la temperatura ambiente comienza a

ascender y la humedad relativa disminuye.

Como se ha mencionado anteriormente, tanto el ataque de hongos fitopatógenos,

como la manipulación de los frutos origina una importante reducción del volumen

comercializable. En una primera aproximación por solucionar este problema, se debe

considerar el análisis de la calidad y diseño de la infraestructura con la cual operan

los agricultores.

4.2.10 Infraestructura

Durante el estudio fue posible observar ciertas características, que permitirán sugerir

una forma de atenuar las pérdidas durante el período de almacenaje.

En este sentido, se observaron diferentes tipos de estructuras, desde bodegas simples

hasta bodegas con alto nivel de inversión. Se tomará como ejemplo, la bodega del

agricultor José Torres de la localidad de Duao de la Séptima Región, para describir un

sistema de alto grado de eficiencia:

94

0

1

2

3

4

5

6

7

8

10 15 20 25 30 40 50

Pérdida porcentual de frutos

Núm

ero

de A

gric

ulto

res

FIGURA 14. Distribución de la pérdida porcentual de frutos de zapallo camote, según

el total de agricultores encuestados.

95

- La bodega cuenta con una superficie de 480 m2, utilizada para almacenar

400.000 kg de frutos, lo que se traduce en aproximadamente 800 kg/m2

(aproximadamente 45 frutos con un peso promedio de 17.6 kg). El porcentaje

de pérdidas registrado fue del 10% del total; esto se debió a que al disminuir

la altura de cinco a dos capas de frutos, se logró un efecto positivo de la

circulación de aire entre las pilas.

- Toda la estructura fue construida con madera, mediante tapas de pino forradas

con papel fieltro y postes de pino, espaciados cada 2 m. Se observaron

ventanas a todo lo largo, con sus respectivas tapas. Esto permite ventilar

durante las épocas de mayor calor y reducir las pérdidas por convección en la

temporada invernal.

- El suelo estaba cubierto con arena y aserrín, con lo cual se reduce la

propagación de enfermedades fungosas que provocan escurrimientos de los

frutos.

- En cuanto a los elementos de control de humedad y temperatura, se

observaron extractores de aire, ventiladores de aire en el interior de la bodega

y quemadores de combustión lenta, manejados con aserrín. Con éstas se

pueden eliminar los excesos de humedad y mantener una temperatura

nocturna constante, aproximada a los 12ºC, en la época de invierno. En

cambio durante el verano el propósito es mantener una temperatura moderada,

cercana a los 15ºC según lo indicado por CANTWELL y SUSLOW (2005).

En este sentido, el manejo de la ventilación mediante ventanas y ventiladores,

es de gran importancia.

De esto, se desprende que todo el mejoramiento técnico está orientado a permitir una

mejor circulación de aire entre los frutos, y al manejo de las condiciones ambientales

internas de la bodega.

96

Bajo estos principios, la oportunidad de integrar conocimientos basados en el manejo

ambiental de los invernaderos, crea un área de estudio de gran potencialidad. En este

caso, el objetivo es combinar el uso eficiente de la superficie, evitando la sobrecarga

de frutos y permitiendo un mejor control de los problemas sanitarios. El uso de cajas

para almacenar frutos, recomendado por ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997)

puede ser una alternativa fácil y económica para los bodegueros chilenos. Otra

alternativa, pudiera ser el uso de estanterías móviles o plataformas en altura que

permitieran una mejor distribución de los frutos.

4.2.11 Aspectos relacionados al uso de semillas

Una actividad complementaria al almacenaje de frutos, es la comercialización de

semilla corriente de zapallo camote. Al respecto, se observaron dos formas de

abastecimiento. La primera se refiere a la auto-producción de semillas, y la segunda,

a la compra de semillas proveniente de lugares de almacenamiento de frutos. Sin

embargo, la disponibilidad de frutos almacenados no es un factor que determine la

frecuencia de esta actividad. En este caso, se observó que el 50% de los agricultores

que guarda frutos, no extrae semillas para su auto-abastecimiento, y las adquiere de

otros productores o bien, de las ferias mayoristas de las principales ciudades (Figura

15).

En este caso, son mayoritariamente los grandes agricultores, los que proveen de

semillas al resto de la población (Figura 16). Este manejo se realiza durante los meses

de invierno, cuando los frutos han alcanzado el mejor nivel de madurez.

97

FIGURA 15. Representación de la proporción de agricultores dedicados a la

producción de semillas corriente de Cucurbita maxima Duch., a partir del 100% de agricultores encuestados.

100% Agricultores

49% Almacena frutos

51% Venta inmediata a

bodegas

50% Auto-produce

semillas

50% Compra semillas

17% Auto-produce

semillas

83% Compra semillas

98

FIGURA 16. Composición de agricultores, según vía de adquisición de semillas de

Cucurbita maxima Duch. para establecer sus producciones.

100%

Agricultores

33%

Auto-produce semillas

67%

Compra semillas

67%

Grandes

Agricultores

27%

Medianos Agricultores

6%

Pequeños

Agricultores

20%

Grandes Agricultores

37%

Medianos Agricultores

43%

Pequeños Agricultores

99

PEDROSA et al. (1987), observó que el mayor vigor en semillas del híbrido

Cucurbita maxima x Cucurbita moschata, se obtuvo de frutos con un estado de

madurez avanzado o que pasaron por un largo período de almacenaje. DEMIR,

ERASLAN y SARIYILDIZ (2005), comprobaron que la mayor calidad de semillas

de Cucurbita maxima Duch. se logró con frutos almacenados por 60 días.

En relación a la compra de semillas, se observó que el 80% de los agricultores

entrevistados prefiere semillas que se comercializan en la Región Metropolitana, aun

cuando sus centros de producción se ubiquen en la zona centro sur del país.

Posiblemente, esto se deba a dos situaciones: primero, que la mayor competencia

entre los comerciantes de la Región Metropolitana origine menores precios de venta,

y segundo, que la larga trayectoria de los productores en el rubro, genere un mayor

nivel de confianza en los compradores.

Sin embargo, la gran escala de compra-venta de los mercados mayoristas de Santiago,

hace que éstos funcionen como centros de acopio y abastecimiento a nivel nacional.

Esto provoca que la semilla corriente que se comercializa en estos mercados, sea

extraída de frutos provenientes de diversas regiones productoras, y sea destinada a

abastecer al resto del país. Aparentemente, esta constante redistribución del material

vegetal entre comerciantes y productores, tendría un efecto genético homogenizador

de la especie.

A modo de descripción, se observó que los comerciantes mayoristas que se dedican

sólo al almacenaje de frutos, también extraen semillas para comercializarlas en sus

100

puestos de venta. El precio registrado varió de $15.000 a $30.000 por kilogramo,

dependiendo de la oferta en el mercado. Sin embargo, se observó que los frutos de

origen híbrido, como el caso de la variedad Jamboree, también son utilizados con

fines de multiplicación de semillas (Figura 17). El uso de estas semillas (F2), produce

cultivos muy desuniformes, con una capacidad de resistencia a enfermedades muy

inferior al inicialmente observado en el híbrido comercial. En este caso, y de acuerdo

a los propios agricultores las pérdidas alcanzan el 70% del volumen total almacenado.

4.2.12 Parámetros de selección en la multiplicación de semillas

El 100% de los agricultores que producen semillas afirmó tener parámetros de

selección de frutos para la producción de semillas. En este caso, se observó que las

características de mayor importancia en la selección, son frutos medianos, de 15 a 18

kg de peso, forma redonda, inserción pistilar pequeña y cubierta de textura lisa.

Esto se debe a que la homogeneidad en el tamaño y forma de los frutos, facilitan el

manejo al interior de las bodegas y la disposición de los frutos en las pilas. Una

inserción pistilar pequeña sirve de barrera a la entrada de hongos, y la textura lisa

evita que el roce que se produce entre los frutos forme heridas sobre la cubierta que

faciliten el ataque de patógenos.

Al respecto, se puede señalar que la calidad organoléptica y por tanto la calidad

comercial no parece ser de primera importancia en la selección.

101

FIGURA 17. Comercialización de semillas de zapallo extraídas de frutos híbridos de

la variedad Jamboree, en la feria de Lo Valledor, Región Metropolitana.

102

En relación a la selección de semillas, sólo el 13% de los encuestados señaló eliminar

semillas vanas. En este caso, no se consideran sus características morfológicas como

parámetro de selección.

4.2.13 Almacenaje de semillas

Cabe destacar, que el 53% de los agricultores indicó no contar con lugares adecuados

para almacenar semillas, y generalmente sólo se guardan en bolsas plásticas al

resguardo de roedores. La falta de control de las condiciones ambientales puede ser

un factor influyente en la baja calidad germinativa de las mismas. En este sentido, se

deben considerar las condiciones de almacenaje para semillas propuestas por

ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997), mencionadas en la metodología para la

conservación de las accesiones.

Los datos obtenidos, señalan que el 60% de los agricultores prefiere almacenar las

semillas, por lo menos dos años, antes de utilizarlas. Al respecto, NERSON (2004),

observó que en otras especies de la familia Cucurbitaceae, como en Cucurbita pepo

L., el porcentaje de germinación obtenido inmediatamente después de la extracción

de las semillas, fue igual al registrado después de dos años de almacenamiento. En

otra publicación, NERSON (2004), señala que la capacidad germinativa de semillas

de melón (Cucumis melo L.), se incrementó después del quinto año de almacenaje.

4.2.14 Semillas híbridas

103

Como se mencionó anteriormente, las mejorías logradas en la actualidad en semillas

híbridas, no satisfacen a los productores tradicionales de zapallo de guarda, lo que

puede deberse a la pérdida de características fenotípicas y/u organolépticas que se

consideran importantes en la cultura o, a que no se han logrado resolver de manera

eficiente los problemas productivos de mayor trascendencia.

Al respecto, el 87% de los agricultores afirmó conocer la variedad híbrida, de nombre

comercial Jamboree, que es la más conocida en el país. Sin embargo, sólo el 13% de

ellos tuvo una opinión positiva respecto de su uso, principalmente, debido a la

resistencia a enfermedades que presenta.

Por el contrario, el mayor problema se debió a la baja aceptación que tiene entre los

consumidores, lo que causa un reducido volumen de ventas. Respecto de las críticas,

destacan en orden de importancia: mal sabor, elevado valor de la semilla, malas

características de guarda, pulpa seca, indeseado color de pulpa y pulpa delgada.

Con esto se observa, que a pesar que no se incluyan características organolépticas en

la selección de frutos para semillas, éstas son de gran importancia, ya que influyen

sobre la aceptación de compra de los consumidores.

A pesar de las críticas, se observó que el 69% de los grandes agricultores, además de

utilizar semilla corriente, utiliza semilla híbrida (Jamboree) en parte de su

producción. Sin embargo, esto representa sólo al 11% del total de agricultores

104

encuestados y las superficies son comparativamente muy inferiores a las de zapallo

camote.

4.2.15 Atributos de calidad en frutos

Se identificaron diversas características relacionadas a la morfología del fruto que se

consideran de importancia para aumentar la calidad comercial de la especie (Figura

18). Como se observa en la figura 18, la mayor parte de los agricultores coincidió en

que el color de la pulpa es un factor influyente en la decisión de compra de los

consumidores. Esto coincide con las metas de mejoramiento genético que proponen

ROBINSON y DECKER-WALTERS (1997) para Estados Unidos, principalmente

por la importancia del contenido de carotenos de los frutos.

En este caso, se produjo la combinación de aquellas características que mejoran el

periodo de guarda, con aquellas que incrementan el valor comercial de los frutos. En

el caso de estas últimas, se observa que la presencia de surcos bien formados en los

frutos, es una característica estética deseada por los agricultores.

En relación a la semilla, se debe considerar como primera instancia, mejorar las

condiciones de almacenaje y realizar una selección más detenida de los frutos que se

destinan a la multiplicación.

105

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

100

A B C D E F G H

Características Morfofisiológicas

Porc

enta

je d

e A

gric

ulto

res (

%)

FIGURA18. Distribución de las características morfofisiológicas más relevantes en la

calidad de los frutos y semillas de zapallo camote, de acuerdo a los agricultores encuestados (A: color de pulpa naranjo oscuro; B: forma de fruto redondo; C: tamaño medio; D: cubierta lisa; E: acostillado; F: mayor capacidad germinativa de la semilla, G: inserción pistilar de tamaño pequeño; H: color de la cubierta verde oscuro).

106

4.3. Análisis de mercado y evolución económica del cultivo:

4.3.1 Caracterización del proceso comercial

De acuerdo a lo observado en terreno y a los datos analizados a partir de la encuesta,

existen tres tipos de comerciantes involucrados en la venta de zapallo de guarda:

- Bodegueros o revendedores localizados en las ferias mayoristas, que compran

la producción de diferentes agricultores y almacenan los frutos para su venta,

a partir del mes de marzo hasta diciembre.

- Productores que poseen bodegas propias y guardan frutos hasta el mes de

diciembre.

- Productores que no cuentan con sistemas de bodegajes y venden sus

producciones inmediatamente después de la cosecha (marzo-abril), a

comerciantes o productores con capacidad de guarda.

La actividad que realizan los agricultores depende de la relación costo-beneficio del

negocio, la cual a su vez se relaciona con el número de hectáreas que se destinen al

cultivo de zapallo camote. Es importante analizar que del total de agricultores

entrevistados, el 82% de aquellos que almacenan frutos, poseen superficies iguales o

superiores a siete hectáreas de cultivo. Por el contrario, la mayor parte de los

agricultores que no cuentan con infraestructura de almacenaje, poseen superficies

entre una y dos hectáreas (Cuadro 11).

107

CUADRO 11. Superficie de cultivo y actividad de los agricultores, dedicados a la producción de zapallo camote, encuestados en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima.

Actividad Superficie Porcentaje

7-200 ha 82% Almacena frutos

2-5 ha 18%

1-2 ha 78% No almacena frutos

1-5 ha 22%

El destino de la producción se dirige a dos grandes mercados nacionales: el mercado

mayoristas compuesto por ferias mayoristas, supermercados y agroindustria, y el

mercado minorista, compuesto por ferias al detalle (feriantes), negocios de abarrotes

y verdulerías.

Los frutos que presentan daños por pudrición son separados del resto y se destinan a

la venta inmediata. En ningún caso, se comercializan frutos sanos, ya que el objetivo

es mantener un alto volumen de frutos hacia el término del año, para obtener mejores

precios de venta. El volumen de venta mayorista se hace por tonelada, en cambio, en

la venta minorista, el volumen mínimo es una unidad. La venta a consumidores

finales se hace frecuentemente por trozos de medio o de un kilogramo.

En el proceso de comercialización, actualmente existe una alta integración de carácter

vertical en el negocio, por parte de los productores-bodegueros (con superficies

iguales o superiores a siete hectáreas). Éstos arriendan locales en las ferias mayoristas

para vender personalmente su producción. Lo más probable es que éste sea el grupo

de productores que manejan el negocio, con una perspectiva de mediano a lago plazo,

108

debido a que poseen hoy capital en infraestructura de guarda, que les obliga a

permanecer en él, para recuperar los costos de inversión.

La encuesta demostró que una parte menor de estos agricultores (2%), envían

productos a supermercados, con presentaciones distintas a las tradicionales, por lo

que aumentan el valor agregado y el margen de ganancias. No se pudo obtener

información sobre la producción y volúmenes utilizados por el sector agroindustrial,

pero se estima que éstos son poco significativos, respecto de las cantidades tranzadas

para consumo directo.

Por otro lado, los pequeños agricultores, aquellos con superficies menores a dos

hectáreas, no presentan integración hacia adelante en el negocio. Por tal motivo, lo

más probable es que se enfrenten a mayoristas e intermediarios con menor poder de

negociación, y sean el segmento que modifique la superficie nacional de zapallo de

guarda, ante cambios bruscos de precios entre temporadas, afectando la oferta y el

valor de venta de los frutos.

4.3.2 Situación productiva nacional

Respecto de la evolución de la superficie sembrada, ODEPA (2006) sólo registra

datos desde el año 1989 hasta el año 2000, período en el cual la superficie nacional se

ha mantenido estable, registrándose un aumento del 1.6% (Cuadro 12). Sin embargo,

al analizar los datos por temporada se puede señalar que existe un grado de variación

de la superficie cultivada, posiblemente causada por la entrada o salida del negocio de

109

pequeños y medianos agricultores, influenciados por el precio obtenido la temporada

anterior.

CUADRO 12. Evolución de la superficie nacional sembrada con zapallo camote, periodo 1989-2000.

Temporada Superficie Total (ha) Porcentaje de Variación

89-90 4293

95-96 5756 +34%

96-97 4566 -20%

97-98 5130 +12%

98-99 5038 -1.8%

99-00 4365 -13%

Porcentaje de variación general (89-00) +1.6%

Fuente: ODEPA, 2006.

Como se observa en el (Cuadro 13), el número de explotaciones con superficies

menores a siete hectáreas supera en un 316% a las de mayor superficie. Esto confirma

la influencia de los pequeños y medianos agricultores sobre las variaciones anuales de

la superficie explotada.

CUADRO 13. Distribución del número de explotaciones en la Región Metropolitana, según superficie de cultivo dedicada a zapallo camote, año 1997.

Superficie Número de explotaciones Porcentaje

[1-7[ ha 362 81%

≥ 7 ha 87 19%

110

Total 449 100%

Fuente: INE, 1997.

A nivel regional, se puede mencionar que la zona de mayor importancia productiva

del país se concentra en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima, las que en

conjunto representan el 96% de la superficie total (temporada 1999-2000) (Cuadro

14).

CUADRO 14. Representación porcentual de la superficie nacional de zapallo camote por región, durante la temporada 1999-2000.

Región Superficie (ha) Porcentaje

Primera 5 0.1%

Segunda - -

Tercera 53 1.2%

Cuarta 50 1.1%

Quinta 45 1.0%

Metropolitana 2900 66.4%

Sexta 840 19.2%

Séptima 449 10.3%

Octava 15 0.3%

Novena 7 0.2%

Décima 1 0.02%

Undécima - -

Duodécima - -

Total 4365 100%

Fuente: ODEPA, 2005.

111

En este caso, la Región Metropolitana aporta la mayor superficie sembrada, luego la

Sexta Región y posteriormente, la Séptima Región. Esta situación se ha mantenido

desde el año 1989 (Figura 19).

4.3.3 Ficha técnica y costos de producción

Si se compara el margen neto que obtiene un agricultor que vende su producción en el

mes de marzo, versus un agricultor que incluye el período de guarda en el ciclo

productivo, se observa que este último obtiene un 73% más de ganancias por hectárea

cultivada (Cuadro 15). En el primer caso, el agricultor obtiene un margen neto de

$2.049.124, mientras que al vender inmediatamente después de la cosecha se obtiene

un margen neto de $1.187.582 (Anexo 7).

CUADRO 15. Comparación de costos y margen neto de una hectárea de zapallo camote, en dos orientaciones productivas.

Zapallo no almacenado Zapallo almacenado

Ingreso bruto $2.640.000 $5.500.000

Costo total $1.452.418 $3.450.876

Margen neto $1.187.582 $2.049.124

112

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

89-90 95-96 96-97 97-98 98-99 99-00

Temporada

Supe

rfici

e (h

a)

Metropolitana Sexta Séptima

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 19. Evolución de la superficie de zapallo de guarda en las regiones

Metropolitana, Sexta y Séptima, periodo 1989-2000.

113

Las ganancias pueden aumentar en la medida que el manejo de la guarda sea

adecuado y se cuente con una buena infraestructura de almacenaje, que permita

controlar las condiciones ambientales internas de la bodega. De esta forma, se crean

dos situaciones favorables: la primera es que el porcentaje total de pérdidas se reduce,

y la segunda es que se llega con un mayor volumen de frutos hacia el término del año,

logrando así un mejor precio promedio por unidad de venta.

4.3.4 Análisis de volúmenes de venta en mercados mayoristas

En los últimos seis años, las ventas en los mercados mayoristas de Santiago, están

experimentando un fuerte proceso de reconcentración a favor de la feria mayorista Lo

Valledor, con un crecimiento en el período 2000-2005 de un 143%. La pérdida de

competitividad la ha experimentado la feria mayorista Mapocho, que redujo sus

ventas en un 81.4%. Por otro lado, la feria mayorista Vega Poniente, ha incrementado

sus ventas en un 246%. Sin embargo, su participación en el mercado se puede

considerar menor, del orden del 3.5% en el año 2005 (Cuadro 16).

CUADRO 16. Evolución del volumen (unidades) de ventas de zapallo de guarda en mercados mayoristas de Santiago (2000-2005).

Año Lo Valledor Mapocho Vega Poniente Total

2000 1.232.595 220.999 31.350 1.484.944

2001 2.209.890 144.751 30.925 2.385.566

2002 3.445.780 86.061 34.102 3.565.943

2003 3.187.065 72.593 45.065 3.304.723

114

2004 3.097.410 75.610 37.800 3.210.820

2005 2.988.690 40.991 108.570 3.138.251

Variación periodo

2000-2005

142,5% -81,4% 246,3% 111,3%

Fuente: ODEPA, 2006.

La feria mayorista de Lo Valledor se caracteriza por tranzar los mayores volúmenes

de frutos anualmente. Durante el año 2005, este número alcanzó un monto cercano a

los tres millones de unidades, lo que representa 46.379 toneladas. Como se

desprende del cuadro, el volumen comercializado en las ferias Mapocho y Vega

Poniente no supera el 5% del total (Figura 20).

4.3.5 Análisis de ingresos por ventas en mercados mayoristas de Santiago

Al revisar los ingresos por ventas en términos reales, se observa que en los tres

mercados mayoristas de Santiago, el volumen del negocio, resultado de multiplicar

precios promedios reales mensuales sobre volúmenes transados de zapallo de guarda,

arroja un rango de 1.959 a 11.198 millones de pesos anuales, siendo el año 2005 el de

mayor ingresos por ventas en los últimos seis años (Figura 21).

A partir de los datos de ODEPA (2006), se pudo inferir que en las ferias mayoristas

de Santiago, los años de menor oferta registran los mayores ingresos por venta. Al

respecto, y de acuerdo a lo señalado por los propios productores, el alto precio por

115

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

4000

2000 2001 2002 2003 2004 2005

mile

s de

unid

ades

Vega PonienteMapochoLo Valledor

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 20. Evolución del volumen de ventas de zapallo de guarda en mercados

mayoristas de Santiago (2000-2005).

116

-

500

1.000

1.500

2.000

2.500

01/0

003

/00

05/0

007

/00

09/0

011

/00

01/0

103

/01

05/0

107

/01

09/0

111

/01

01/0

203

/02

05/0

207

/02

09/0

211

/02

01/0

303

/03

05/0

307

/03

09/0

311

/03

01/0

403

/04

05/0

407

/04

09/0

411

/04

01/0

503

/05

05/0

507

/05

09/0

511

/05

$ m

illon

e s

Lo Valledor Mapocho Vega Poniente

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 21. Evolución de los ingresos estimados de zapallo de guarda por ventas

en mercados mayoristas de Santiago (2000-2005).

2000 $ 1.959 millones

2001 $ 5.512millones

2002 $ 6.992millones

2003 $ 4.793millones

2004 $ 6.697 millones

2005 $ 11.198 millones

117

kilogramo alcanzado durante el año 2005, se debió a que un número importante de

agricultores reemplazó el cultivo de zapallo de guarda por maíz, atraídos por el precio

ofrecido por la agroindustria de alimentos avícolas. Esto habría producido una

disminución en la oferta nacional de zapallo camote (Anexo 8).

4.3.6 Análisis de precios de venta productor-mayorista

Durante el año 2005, se estimó en la feria mayorista Lo Valledor una diferencia de

precio aproximado a un 20% entre productores y revendedores. Así, por ejemplo,

para el mes de abril se registró un precio revendedor-mayorista de $145 por

kilogramo y un precio productor de $115 por kilogramo.

Se debe mencionar, que los precios al productor no están disponibles en la base de

datos utilizada (ODEPA, 2006), por ello esta situación no refleja lo sucedido en años

anteriores o el comportamiento del precio en otros mercados mayoristas de la zona

(Figura 22).

4.3.7 Evolución histórica de precios

Los datos muestran que la variación anual de precios promedios históricos (1994-

2005) de zapallo de guarda, comienza a ascender notoriamente a partir del mes de

julio, con los máximos según ferias entre noviembre y diciembre. Se aprecia que en

los tres casos se produce un aumento superior al 100% entre el mes de abril y el

último mes del año. Particularmente, se observa un aumento del 240% en la feria de

118

0

50

100

150

200

250

300

350

400

450

abr may jun jul ago sep oct nov dic

$*kg

Mayorista Productor

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 22. Comparación del precio de venta de zapallo de guarda entre revendedor

y productor, en feria mayorista Lo Valledor, año 2005.

119

Lo Valledor, un 120% en la feria Mapocho y un 190% en la Vega Poniente (Figura

23). Se hace evidente entonces la preocupación por mantener frutos de buena calidad

sanitaria hacia el último trimestre del año.

Respecto de los precios alcanzados en la feria Mapocho, éstos comienzan a declinar a

partir de octubre. Las causas directas de esta disminución se desconocen, sin

embargo, es posible atribuirlas a un temprano arribo de zapallos para consumo fresco

desde la zona norte del país y/o a una menor calidad de infraestructura de almacenaje,

lo que provocaría la venta de frutos de inferior calidad al final del período. Desde otra

perspectiva, la disminución del precio podría estar influyendo con el desplazamiento

de los volúmenes de venta hacia la feria Lo Valledor, como anteriormente se ha

mencionado.

Al analizar la variabilidad de precios mensuales históricos, se observa que los

coeficientes de variación son elevados en todas las calidades de frutos (sobre el 50%).

Éstos, además, llegan a superar el 80% (cuarta calidad) en el primer trimestre del

período de guarda, logrando precios más estables a medida que se aproxima el mes de

noviembre. Durante el mes de diciembre, se observa nuevamente un leve aumento en

la variación de precios, lo que posiblemente se deba a la competencia producida por

la introducción del producto fresco al mercado y a la influencia del costo de

transporte de los frutos (flete) desde regiones hacia los mercados de la Región

Metropolitana.

120

0

50

100

150

200

250

300

350

400

abr may jun jul ago sep oct nov dic

$*kg

Lo ValledorMapochoVega Poniente

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 23. Estacionalidad de precios históricos (1994-2005) de zapallo de guarda,

en mercados mayoristas de Santiago.

121

La mayor variación de precios entre calidades de frutos para un mismo mes, se

produce en los meses de julio y agosto, y posteriormente en diciembre, en donde el

precio promedio histórico de la primera calidad supera en un 35% al precio de la

cuarta calidad (Cuadro 17). Se puede pensar, que en los meses de invierno, en donde

hay una mayor incidencia de ataques fungosos, la comercialización de frutos sanos de

calidad superior adquiera una mayor importancia en el comercio, logrando un precio

significativamente mayor al de los frutos de menor calidad. Durante el mes de

diciembre en cambio es probable que la favorable diferencia de precios adquirida por

los frutos de mejor calidad, se deba a la limitada oferta que queda al final de la

temporada.

CUADRO 17. Variación de precios mensuales (actualizados a diciembre del 2005) de zapallo camote, en mercados mayoristas de Santiago.

Precio promedio histórico mensual ($*kg)

Mes Extra 1ª 2ª 3ª 4ª Media DE* CV**

abr - 99.4 100.9 100.9 121.6 105.7 ±9.2 8.7%

may 105.3 104.0 94.6 83.8 89.7 96.1 ±8.3 8.6%

jun 107.8 101.8 98.5 96.1 83.2 97.5 ±8.2 8.4%

jul 129.0 104.1 99.2 92.4 82.1 101.4 ±15.7 15%

ago 155.8 138.2 131.3 125.9 110.1 132.3 ±15 11%

sep 187.5 183.6 178.3 175.4 159.1 176.8 ±9.8 5.5%

oct 182.4 242.2 235.7 235.8 231.9 225.6 ±21.9 9.7%

nov - 292.4 288.0 282.7 268.9 283 ±8.9 3.1%

dic - 346.1 324.1 288.3 225.0 295.9 ±45.8 15%

Fuente: ODEPA, 2006. * DE: desviación estándar; **CV: coeficiente de variación.

122

A una escala anual, se observa una tendencia alcista de los precios históricos

registrados en los mercados mayoristas de Santiago (Figura 24). En los últimos seis

años, se registró una alza de precio del 94% durante la temporada 00-01, seguido de

dos años consecutivos de disminución del precio, en las temporadas 01-02 (15%) y

02-03 (36%). Durante la temporada 03-04 se produjo nuevamente un ascenso del

precio, esta vez en un 51%, sin embargo éste fue menos notorio en el último período

(04-05), con sólo un alza del 6% (Cuadro 18).

CUADRO 18. Variación de precios promedio anuales (actualizados a diciembre del 2005) de zapallo camote, en mercados mayoristas de Santiago.

Precio promedio anual ($*kg)

Año Extra 1ª 2ª 3ª 4ª Media

1994 87.7 89.8 94.3 100.3 70.8 88.6

1995 142.2 177.8 198.7 230.1 179.0 185.6

1996 118.7 118.2 132.4 128.4 107.6 121.1

1997 226.8 252.1 292.5 327.1 288.8 277.5

1998 - 129.9 110.1 76.1 57.3 93.3

1999 133.9 142.6 117.8 84.3 62.2 108.2

2000 - 152.7 129.3 92.5 77.2 112.9

2001 165.3 242.6 226.8 210.6 251.1 219.3

2002 - 192.7 195.0 178.1 177.7 185.9

2003 105.9 143.3 129.7 110.2 104.6 118.7

2004 - 233.3 223.4 216.9 286.7 240.1

2005 - 275.2 253.5 236.1 255.6 255.0

Media 140.1 179.2 175.3 165.9 159.9 137.2

DE* ±45.8 ±59.6 ±64.6 ±79.0 ±91.2 ±68.2

CV ** 32.7% 33.3% 36.9% 47.6% 57.0% 40.8%

Fuente: ODEPA, 2006. * DE: desviación estándar; **CV: coeficiente de variación.

123

0

50

100

150

200

250

300

1994

1995

1996

1997

1998

1999

2000

2001

2002

2003

2004

2005

$*kg

Precio Lineal (Precio ) Polinómica (Precio )

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 24. Tendencia y ciclos de precios de zapallo de guarda en mercados

mayoristas de Santiago, entre el período 1994-2005.

124

A su vez, en la figura 24 se observan ciclos de cinco años entre mínimos relativos de

precios, suponiendo que existe una proporción de ventas similar para todas las

calidades de frutos. Sin embargo, durante el último período (a partir del año 2000) la

curva se ha mantenido estable, con un pronóstico positivo para la temporada 06-07.

Se debe recordar, que el modelo no considera variables externas (accidentes

climáticos, ataque de plagas y enfermedades, y otros) que puedan afectar la oferta y

precio del producto en las siguientes temporadas.

4.3.8 Otras variedades de zapallo

A partir de la base de datos de ODEPA (2006), se pudo obtener información respecto

de la comercialización de otras variedades de zapallo y su disponibilidad en el

mercado. Se observó, que existen diversos cultivares destinados al consumo fresco,

sin embargo, existen sólo dos alternativas de zapallo para guarda, la variedad híbrida

Jamboree y el tipo camote. Éste último, se encuentra disponible a lo largo de todo el

año; durante los meses de diciembre, enero y febrero se comercializa el producto

fresco, y a partir del mes de abril comienza la venta del zapallo de guarda (Figura 25).

Como se ha mencionado anteriormente, el cultivar híbrido no tiene una elevada

aceptación por parte de los consumidores nacionales, lo cual se demuestra con los

bajos volúmenes tranzados en las ferias mayoristas de Santiago (Figura 26). Así, se

observa que para el año 2005, el volumen de frutos comercializados no supera el 4%

del volumen de zapallo camote. Aparentemente, la variedad Jamboree es de reciente

introducción, ya que sólo se registran datos a partir del año 2003.

125

Meses del año (enero → diciembre) Variedad/tipo 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12

Hoyo Pascuino La Serena plomo La Serena verde Relleno Japonés Jamboree Camote Sin especificar

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 25. Período de comercialización de diferentes tipos o variedades de zapallo,

en mercados mayoristas de Santiago (1994-2005).

126

0

500

1000

1500

2000

2500

3000

3500

2003 2004 2005

Vol

umen

(mile

s de

unid

ades

)

Jamboree Camote

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 26. Comparación del volumen (unidades) de la variedad Jamboree, con

respecto del volumen de zapallo camote, comercializados entre el período 2003 y 2005, en la feria mayorista Lo Valledor.

127

De igual forma, el precio promedio alcanzado por esta variedad ha permanecido por

debajo del precio registrado para zapallo camote (Figura 27). Durante el año 2003, se

observa que el precio de este último supera en un 37% al del Jamboree. Es importante

considerar ambos factores al momento de introducir una variedad mejorada al

mercado, ya que si bien es cierto que la variedad Jamboree tiene ventajas

agronómicas considerables respecto del camote, su éxito comercial depende del nivel

de satisfacción que experimenten los consumidores.

4.3.9 Factibilidad económica de realizar un programa de mejoramiento genético

Como primera aproximación se hizo un cálculo teórico de la demanda aparente anual

de semilla de zapallo en el país. Se estableció que es del orden de los 9.902 kg al año

(Cuadro 19). Como base del cálculo, se consideró la superficie nacional registrada

por ODEPA (2006), correspondiente a la temporada 99-00.

CUADRO 19. Cálculo de la demanda aparente total (DAT) anual de semilla mejorada de zapallo, a nivel nacional.

Superficie nacional

(ha)

Dosis promedio de

semilla (kg/ha)

Total

(kg/año)

4.951 2 9.902

128

0

50

100

150

200

250

2003 2004 2005

$*kg

Jamboree Camote

Fuente: ODEPA, 2006. FIGURA 27. Comparación del precio promedio por kilogramo alcanzado por la

variedad Jamboree, con respecto el valor del zapallo tipo camote, entre el período 2003 y 2005, en la feria mayorista Lo Valledor.

129

Al asumir un porcentaje de germinación del 90%, se estima que la demanda bruta

total (DBT) de semilla de zapallo de guarda y temprano será de 10.892 kg al año.

Considerando que la semilla corriente se utiliza tanto para producción temprana,

como para guarda, el análisis se hizo en base a la superficie sembrada para ambos

cultivos.

Con esta información se pudo establecer la dimensión del negocio en términos

monetarios. Como dato de referencia, se utilizaron los precios de semilla, manejados

por los agricultores (Cuadro 20).

CUADRO 20. Comparación del volumen del negocio, con tres valores reales de semillas de zapallo.

Tipo/variedad Camote Camote Jamboree

Valor kg/semilla* $15.000 $30.000 $132.000

Volumen del negocio $163.380.000 $326.760.000 $1.437.744.000

* Valores referenciales, año 2005.

Estos valores, suponen que el 100% de los agricultores adquieren semilla del

comercio formal, situación que como se ha señalado anteriormente, no corresponde a

la realidad del país. Al respecto, y a partir de los datos obtenidos en la encuesta, se

estimó que el 67% de los agricultores compra semillas anualmente. Si se considera

esta información se observa la siguiente situación (Cuadro 21):

130

CUADRO 21. Volumen del negocio, considerando que el 67% de los agricultores adquiere semilla de zapallo en el comercio formal.

Porcentaje de compradores Volumen del negocio

100% de loa agricultores $163.380.000 $326.760.000 $1.437.744.000

67% de los agricultores $109.464.600 $218.929.200 $963.288.480

Sin duda, la posibilidad de establecer un programa de mejoramiento genético resulta

más atractivo al considerar el precio de la variedad híbrida. Sin embargo, los

productores al tener la alternativa de autoproducir semillas a un costo mínimo, ha

dificultado el uso masivo de cultivares mejorados.

Otro factor que contribuye a definir el tamaño del negocio, es establecer la superficie

de suelo necesaria para satisfacer la demanda bruta de semilla de zapallo. Para el

cálculo, se utilizó el peso promedio de semillas registrado en la colección de

Cucurbita maxima Duch (Cuadro 22).

CUADRO 22. Diferentes escenarios, utilizados para determinar la superficie necesaria para satisfacer la demanda bruta de semillas de zapallo.

Escenarios según número de frutos/planta

Nº plantas/ha 1.250 1.250 1.250

Nº frutos/planta 0.5 1 2

Nº frutos/ha 625 1.250 2.500

kg semilla/fruto 1.6 1.6 1.6

kg semillas/ha 1.000 2.000 4.000

DBT (kg/año) 10.892 10.892 10.892

Superficie (ha) 11 5.5 2.7

131

Con esta información es posible inferir que bastará con una superficie entre 3 y 11 ha

para abastecer el mercado nacional de semilla de zapallo, en el supuesto de que el

total de productores adquieran la variedad mejorada.

Se debe recordar, que en las muestras recolectadas se observó una alta variabilidad en

el contenido de semillas por fruto, registrándose un valor de 1.6 ± 0.8 kg, por lo tanto,

el resultado debe tomarse con precaución.

En otro sentido, para tener una aproximación de costos de un programa de

mejoramiento genético, se debe considerar lo señalado por MANSUR (2006)*

(Cuadro 23). Mediante este cálculo se puede estimar el tiempo en que demorará

recuperar la inversión inicial del proyecto (este cálculo considera sólo los costos del

programa de mejoramiento genético, sin el período de comercialización) (Cuadro 24).

CUADRO 23. Aproximación al costo de un programa de mejoramiento genético para zapallo camote.

Factor Valor (US) anual Duración Valor (US) total

1. Personal

- Genetista

- Ayudante

US 40.000 10 años US 400.000

2. Mano de obra US 20.000 10 años US 200.000

3. Costo producción (ha) US 7.500 10 años US 75.000

Total US 675.000

* MANSUR, L. PhD Genética. Profesor Cátedra de Recursos Fitogenéticos.

Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Facultad de Agronomía.

132

CUADRO 24. Período de recuperación de la inversión inicial del programa de mejoramiento genético en zapallo, según volumen del negocio.

Caso 1

(valor referencial

semilla corriente)

Caso 2 (valor referencial

semilla corriente)

Caso 3 (valor referencial

semilla híbrida)

Ingreso anual* $109.464.600 $218.929.200 $963.288.480

Costo total proyecto $ 348.975.000 $ 348.975.000 $ 348.975.000

Año de recuperación de

la inversión

13º año 12º año 11º año

* Se consideró una demanda de semillas del 67%, según resultados de la encuesta.

En el caso Nº 3, se observa que la inversión se recupera rápidamente después de

concluido el programa de mejoramiento genético, generando ganancias a partir del

11º año. El considerar este valor de venta, podría resultar en una primera instancia,

poco atractivo para un número importante de compradores. Sin embargo, si se

considera la negativa opinión de los agricultores frente al uso de la actual semilla

híbrida (Jamboree), es posible pensar, que su baja demanda no se deba al precio

comercial, sino más bien a la inadecuada relación costo-beneficio que genera. En este

sentido, el introducir una variedad mejorada que cumpla con las expectativas del

consumidor, será percibido como una inversión necesaria, capaz de incrementar la

rentabilidad actual del negocio.

Algunas consideraciones adicionales al análisis:

1. Los agricultores manifestaron una significativa oposición a las variedades

mejoradas de productos hortícolas, causado principalmente por un problema

de desinformación. Esta situación ha creado entre los agricultores de menor

133

nivel cultural, una asociación equivocada entre semilla mejorada y semilla

transgénica, lo cual genera una marcada desconfianza del tema.

2. La semilla corriente constituye un fuerte competidor para la semilla mejorada.

Las principales ventajas de la semilla corriente son su fácil acceso y su bajo

valor comercial.

3. Las situaciones descritas anteriormente pueden poner en riesgo el potencial

negocio, ya que se observó que se comercializa con éxito la semilla

proveniente de frutos híbridos (F2), las que son ofrecidas al público sin

advertir sobre su baja calidad.

4. El desarrollo de un programa de mejoramiento genético debe ser capaz de

ofrecer un producto que incremente la rentabilidad del negocio de zapallos,

sin perder las propiedades organolépticas del fruto y considerando además, un

precio competitivo de mercado. Es importante capacitar a los agricultores

respecto de las propiedades de la semilla mejorada, mediante pruebas de

campo que permitan demostrar los beneficios del nuevo producto.

134

5. CONCLUSIONES

La colección de Cucurbita maxima Duch, presentó una gran variabilidad fenotípica.

De las características evaluadas, sólo la textura lisa de la cubierta de los frutos,

resultó ser un patrón común entre las accesiones recolectadas. Se determinó una alta

correlación entre el diámetro ecuatorial del fruto con el ancho y peso, y entre el peso

y ancho del fruto. Éstas variables, además explicaron en alto grado la varianza total

de la colección, permitiendo identificar dos grupos de accesiones. En cuanto a las

características cualitativas, sólo las formas de los extremos apical y peduncular de los

frutos, resultaron ser discriminatorias de la colección.

No se determinaron diferencias de manejos culturales entre regiones, pero se

estableció que la Región Metropolitana es el mayor centro de abastecimiento de

semilla corriente del país, en donde se extraen semillas de frutos provenientes de

diferentes localidades y se redistribuyen hacia las regiones Sexta y Séptima, lo que

aparentemente generaría un efecto genético homogenizador en la especie. En relación

a las prácticas agronómicas, no existe un alto grado de inversión y desarrollo técnico

del cultivo en el país, sin embargo, los grandes agricultores integran sistemas de

almacenaje a sus producciones, con las cuales obtienen una mayor rentabilidad del

cultivo. Esto les permite desarrollar mejoras agronómicas comparativamente

superiores a las que realizan los agricultores que no poseen capacidad de guarda.

El uso de semilla corriente produce limitaciones productivas importantes, dentro de

las cuales destaca la susceptibilidad de la especie al ataque de hongos, especialmente

durante el período de almacenaje de frutos. Se determinó además, que el color

135

naranjo oscuro de la pulpa y la uniformidad de formas y tamaños en los frutos, son

metas de mejoramiento genético para el país.

Las positivas proyecciones de precios del zapallo camote y la poca variabilidad que

ha sufrido la superficie sembrada desde 1989, indican que es un mercado estable. A

su vez, la importancia alimenticia del zapallo en la dieta de la población y sus ricas

propiedades nutricionales, sugieren que es factible desarrollar un programa de

mejoramiento genético en el país, orientado a resolver problemas sanitarios o la

búsqueda de nuevos usos farmacológicos y nutritivos.

136

6. RESUMEN

El zapallo (Cucurbita maxima Duch.) es importante en la dieta de los chilenos, siendo tradicionalmente cultivado en el país el tipo camote, el cual es apreciado por la cocina chilena por su calidad organoléptica. Sin embargo, el desarrollo del cultivo especialmente en el aspecto genético es rudimentario. No existen variedades mejoradas del tipo camote y la fuente de semilla proviene de los mismos frutos que se comercializan para consumo. Por lo tanto, se hace necesario conocer la situación actual del cultivo para evaluar las necesidades de investigación y desarrollo, e inclusive para un proyecto de mejoramiento genético. El estudio se realizó en las regiones Metropolitana, Sexta y Séptima, que concentran sobre el 90% de la producción nacional. Se formó una colección de 224 accesiones de zapallo camote, en las cuales se evaluó la variabilidad fenotípica de frutos y semillas. Además, mediante encuestas realizadas a 45 agricultores, se recopiló información acerca de las prácticas agronómicas y limitantes productivas del cultivo. Finalmente, se utilizó la base de datos de la Oficina de Políticas Agrarias (ODEPA) para describir económicamente el mercado nacional. Los resultados indican que existe una alta diversidad fenotípica para las dimensiones de los frutos y de las semillas, tanto así, como la forma de éstos. Es muy probable que la utilización de semillas con escasa selección por parte de los agricultores genere la alta variabilidad morfológica observada en el cultivo y, por lo tanto, producciones desuniformes y altamente susceptibles al ataque de enfermedades. Por otro lado, se determinó que el color naranjo oscuro de la carne y la forma redonda de los frutos de mediano tamaño, son características comerciales muy importantes. Se estableció, además, que es un cultivo rentable, pero cuyo manejo es complejo. Los agricultores con superficies mayores a 7 ha manejan infraestructura para almacenaje y obtienen mejores utilidades que los pequeños agricultores que venden sus producciones después de la cosecha a precios inferiores. Una de las principales limitantes de la producción son las enfermedades fungosas, principalmente, oidio causada por Erisyphe cichoracearum. El principal problema de poscosecha también es el ataque por hongos, como Ulocladium cucurbitae que causa la “Picada negra”. Existe una estabilidad de la superficie sembrada en alrededor de 4000 ha, desde el año 1989. Dado los precios de la semilla corriente se justificaría el mejoramiento genético, por parte de una empresa pequeña, con aportes del estado en sus inicios. El objetivo principal sería la resistencia a enfermedades. Es imperativo almacenar la variabilidad genética presente hoy en el cultivo para su uso en el futuro. Se estima que el uso de variedades mejoradas podría reducir la variabilidad que actualmente existe en el cultivo.

137

7. ABSTRACT

The traditionally cultivated Chilean squash (Cucurbita maxima Duch.), or “camote”, is an important crop within the Chilean diet and it is highly appreciated in Chilean gastronomy due to its organoleptic quality. Nevertheless, the development of this crop is rudimentary, particularly in its genetic improvement. In fact, there are no improved varieties in Chile, and the seeds come from the same fruit sold for consumption. Therefore, research is needed to investigate the current status of the crop in order to assess research and developing needs including breeding programs. The research was done in the Metropolitan, Sixth and Seventh Regions, where over 90% of the national production is concentrated. Two hundred twenty-four accessions of Cucurbita maxima Duch, were collected and assessed for fruit and seed phenotypic variability. Information about agricultural practices and production limitations was provided by 45 farmers by means of a survey. Finally, a database from the Office of Agrarian Policy (ODEPA- Oficina de Políticas Agrarias) was consulted to form an economic description of the domestic market. The findings revealed that there is a high phenotypic diversity in both fruit and seeds, as much for their dimensions as their shape. It is likely that the use of seeds poorly selected by the farmers, and the mode of reproduction of the crop, generates the high morphological variability observed and the consequent non-uniform production, which is highly susceptible to pathogens. One of the main limitations for the production and post-harvest storage of Chilean squash are fungal diseases, mainly powdery mildew caused by Erisyphe cichoracearum and Ullocladium cucurbitae, which causes black rot. It also was determined that the dark orange flesh color and rounded shape in the medium-sized fruits are very important commercial features. It was further established that the crop can be profitable, but its management is complex. Farmers with production units of over 7 ha are able to afford storage infrastructure, and thus obtain better profits than do smaller farmers that sell their products right after harvest at lower prices. Cultivation of Chilean squash has been stable at about 4,000 hectares since 1989. Given the prices paid by farmers for unimproved seed it would likely be profitable for a small seed company to develop improved varieties, if it could be supported by government grants in the initial stages. The main objectives would be to improve resistance to diseases and fruit quality. It is imperative that the crop’s present genetic variability be banked for future use. It is estimated that the use of improved varieties could reduce the variability currently existing in the crop.

138

8. LITERATURA CITADA

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