La Agricultura Orgánica y el Cuidado al Medio Ambiente

Muñoz Stephnanie y Torres Carrizoza Jose Rene

Universidad Autónoma de Baja California

La Agricultura Orgánica y el Cuidado del Medio Ambiente

En los últimos años la agricultura orgánica ha mostrado ser una alternativa real al sistema

agrícola imperante, por su incremento en las preferencias de los consumidores y el apoyo

que recibe por parte de ciertos gobiernos como el de la Unión Europea.

El sistema agrícola orgánico no solo ayuda a la salud de las personas, sino que

ayuda a la conservación del ambiente, por sus prácticas y materiales empleados en la

producción orgánica que reduce el empleo de sustancias sintéticas cambiándolas por

orgánicas, y la utilización de prácticas que favorecen el cuidado del ambiente y que

fomentan el desarrollo sustentable en el campo.

En este trabajo daremos una descripción del sistema agrícola orgánico y como

ayuda al cuidado del ambiente y a la propagación de prácticas sustentables. Analizaremos

las actuales desventajas que desalentan la agricultura orgánica.

Utilizaremos aquellos indicadores propuestos en los compromisos de Aalborg, que

sean pertinentes para medir el sistema agrícola orgánico. Y expondremos como las

prácticas de la agricultura orgánica, sumadas a otras acciones propuestas por los

compromisos de Aalborg pueden ayudar a desarrollar una mayor cultura sustentable en la

humanidad.

Sistema Agrícola Orgánico

El término “orgánico” procede del inglés (organic) y fue acuñado por un agricultor

británico en la década de 1950.

Según la FAO, un Sistema Agrícola Orgánico se entiende como un sistema de

producción que trata de utilizar al máximo los recursos, dando énfasis a la fertilidad del

suelo y la actividad biológica, principalmente minimizando el uso de recursos no

renovables y eliminando totalmente el uso de fertilizantes y plaguicidas sintéticos.

Este tipo de agricultura trae como resultado productos cultivados y cosechados sin

el uso de sustancias químicas que puedan afectar la salud del ser humano de manera

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paulatina provocando enfermedades y síndromes de diversa índole, convirtiendo a estos

cultivos en alimentos 100% saludables con un valor nutricional superior a las cosechas no

orgánicas.

Sin embargo, la producción de alimentos orgánicos no solo son convenientes para

la salud sino que de igual manera lo es para el medio ambiente; la ausencia de fertilizantes,

pesticidas, fungicidas y herbicidas químicos favorece el enriquecimiento del suelo y evita la

erosión del mismo, lo que contribuye la formación de procesos de producción sustentables

que velan no solo por la seguridad alimenticia de las personas, sino que también velan por

el cuidado del medio ambiente y la preservación del mismo.

Para que un sistema agrícola sea considerado orgánico debe cumplir con ciertos

requisitos, como lo son: la selección de semillas, los métodos que se utilicen para el

mejoramiento de las plantas, el mantenimiento de la fertilización del suelo, el reciclaje de

materias orgánicas, el método de labranza, la conservación y trato de agua, el control de

plagas sin el uso de químicos, entre otros.

La agricultura orgánica se encuentra definida por normas internacionales

delimitadas por la Federación Internacional de Movimientos de la Agricultura Orgánica

(IFOAM); por una conjunción de 165 países miembros de FAO y la OMS llamada CODEX

ALIMENTARIUS, y en Estados Unidos por la US Food Production Act.

Entre los principales criterios que establece la Federación Internacional de

Movimientos de la Agricultura Orgánica para la elaboración y proceso de productos

orgánicos se encuentran:

Producir cantidades suficientes de alimentos, fibras y otros productos de alta

calidad.

Trabajar en forma compatible con los ciclos naturales y los sistemas vivos en

suelos, plantas y animales a lo largo de todo el proceso de producción.

Reconocer la amplitud del impacto social y ecológico dentro y fuera del sistema de

producción y procesado orgánicos.

Mantener y conservar la diversidad genética mediante la atención, cuidado y manejo

de los recursos genéticos de la granja.

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Fomentar esquemas de producción y distribución locales y regionales.

Desventajas que Desalentan la Producción Orgánica

La producción orgánica resulta bastante benéfica para los agricultores, ya que se

disminuyen considerablemente todas las enfermedades ocasionadas por el uso de pesticidas

y demás sustancias tóxicas.

Este tipo de agricultura puede ser más rentable para algunos productores en la

medida en que dependa de factores como la intensidad del uso de agroquímicos sintéticos,

el tamaño de su mano de obra, el acceso a fertilizantes y pesticidas orgánicos, entre otros.

En un principio, la agricultura orgánica era de interés principalmente para pequeños

productores; sin embargo, con el continuo crecimiento de la demanda de este tipo de

productos cada vez más productores se ven más tentados a modificar sus procesos en la

búsqueda de mayor rentabilidad.

A pesar de ello existen limitaciones técnicas con algunos productos orgánicos en

algunas situaciones donde todavía no hay buenas alternativas por el uso de agroquímicos.

Una de las principales desventajas que se presentan para los productores, es que este tipo de

agricultura no permite el uso de fertilizantes ni demás sustancias químicas que resultan

peligrosas y tóxicas, y esto genera dificultades sobretodo en las producciones a gran escala.

También supone un mayor empleo de mano de obra, lo que aumenta el coste de producción

limitando la capacidad productiva de aquellos agentes que no disponen de un amplio capital

o de créditos por parte de bancos o instituciones.

Otra desventaja radica en los precios; al ser productos con un coste de producción

más elevado, es natural que el precio final sea considerablemente más alto en comparación

a los productos no orgánicos, lo que limita la interacción del producto con el consumidor

con base en la capacidad de compra del último.

Para equilibrar el impacto del precio en los consumidores, el productor debe optar

por un diseño de mercado que haga verdaderamente atractivo el producto y justifique, a

través de la descripción de sus beneficios, la inversión en productos orgánicos.

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Aunque en ocasiones los elevados costos de producción se deben a la falta de

materiales orgánicos como abonos, ya que al no ser muy utilizados el mercado para este

tipo de producto es escaso, lo que eleva sus costos y su disponibilidad, que en ocasiones

causa que tales materiales deban de ser importados.

Otra desventaja de la agricultura orgánica es el lapso de tiempo que debe de esperar

un agricultor convencional para que el suelo donde cultivaba pueda ser considerado

orgánico, que en general se debe de esperar tres años.

Indicadores que Miden los Beneficios al Ambiente de la Agricultura Orgánica

Los compromisos de Aalborg buscan “incorporar elementos de sostenibilidad a las

ciudades” para poder alcanzar la “ciudad sostenible”. De los diez compromisos de Aalborg

utilizaremos el tercero y cuarto que son medidos mediante la huella ecológica, los restantes

los utilizaremos en el apartado siguiente mostrando como la suma de varias acciones que

van desde los estilos de vida de los ciudadanos como las decisiones que toman los

gobiernos pueden potencializar el estilo de vida orgánico que a la larga ayudan al cuidado

del ambiente.

El tercer compromiso, bienes naturales comunes y el cuarto, consumo y formas de

vida sustentable, utilizando como indicador la huella ecológica, que es definida “como la

cantidad de territorio apropiada por las comunidades humanas (ciudades, regiones, estados)

para mantener su grado de desarrollo y la satisfacción de sus necesidades de producción de

bienes y servicios, así como la absorción de sus residuos”.

Mediante este indicador podemos observar que la producción orgánica disminuye el

agua que se utiliza en la agricultura. Un estudio de la Sustainable Agriculture Farming

Systems (SAFS) de la University of California-Davis muestra que los sistemas orgánicos

tiene un tercio de los movimientos de agua en la superficie y subterránea que se presentan

en la agricultura convencional. El mismo estudio muestra que el sistema orgánico es más

eficiente en reservar nitrógeno y tiene un impacto positivo en la calidad del suelo,

incluyendo una mayor actividad biológica y duplicando la materia orgánica en 10 años.

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En cuanto al consumo de energía, un estudio de la USDA’s Sustainable Agriculture

Research and Education (SARE) muestra que un sistema orgánico consume de tres a cuatro

veces menos energía que un sistema convencional, y también produce seis veces más

biomasa por unidad de energía consumida.

Una de las prácticas principales que favorecen el cuidado del suelo de la agricultura

orgánica es la rotación planeada en los cultivos, lo que beneficia la fertilidad del suelo y el

control de las plagas.

Entonces con el mayor cuidado que se le da al suelo, la producción orgánica ayuda a

reducir el total de hectáreas necesarias para la producción agrícola, por sus prácticas

sustentables que incrementan el periodo de vida de los suelos. De igual manera ayuda a

reducir la huella del carbono al reducir el consumo de energía al consumir de tres a cuatro

veces menor energía que un sistema convencional; también reduce la huella hídrica, al

aprovechar de mejor manera el agua, reducir su consumo y contaminarla menos.

Acciones Conjuntas Hacia la Sustentabilidad

En los compromisos de Aalborg se estipula como la suma de los diez puede llevar a

alcanzar la conformación de una ciudad sostenible, los diez pueden ayudar a convertir la

agricultura orgánica en una realidad, en este apartado mostraremos como la acción conjunta

de la población, los gobiernos y los organismos internacionales pueden alcanzar estas

metas.

En el primero, formas de gobierno, se debe de tomar en cuenta las propuestas e

informes que se presentan por parte de los ciudadanos y productores que prefieren la

agricultura orgánica, por su beneficio para la salud, el ambiente y la economía local.

En el segundo, gestión municipal hacia la sustentabilidad, en la agenda local 21 se

le debe de dar prioridad a la producción orgánica, en especial en las regiones de alta

producción agrícola. Y para mitigar el daño que causa al ambiente el transporte de

alimentos se debe de apoyar la producción y el consumo orgánico local.

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En el quinto, planificación y diseño urbanístico, un buen diseño urbano, en el que se

consideren las vías de entrada y salida de vehículos que abastecen de alimentos ayuda en

general a mitigar el daño que causa el transporte al ambiente. También debe de

considerarse los lugares donde se venden productos orgánicos, dándole prioridad a los que

venden este tipo de productos y a la ves emplean acciones para la sustentabilidad.

En el sexto, mejor movilidad y reducción del tráfico, en la medida de lo posible se

debe de incentivar a los productores orgánicos que utilicen vehículos que limiten los

efectos que el transporte causa al ambiente, ayudando con subsidios a los productores que

los utilicen o facilitando estos vehículos a los productores que los necesiten o se

comprometan a cambiar de una modo de producción convencional a uno orgánico.

En el séptimo, acción local para la salud, se debe potencializar el estilo de vida

orgánico, mostrándole a la población que el consumo de productos orgánicos beneficia a su

salud y les sirve para prevenir las enfermedades que causan a la larga el consumo de

productos agrícolas convencionales, en especial, el de los productos donde se emplean más

químicos.

En el octavo, economía local viva y sostenible, se debe de procurar el consumo de

los productos orgánicos producidos en la región, en especial a los pequeños productores.

De igual manera se debe de ayudar a todos aquellos productores que buscan hacer el

cambio de un modo de producción convencional a uno orgánico, ya que este reduce la

contaminación industrial.

En el noveno, igualdad y justicia social, la producción orgánica paga mejor a los

trabajadores, debido al mayor nivel de capacitación que utiliza, de igual manera al reducir

el uso de químicos ayuda a la salud de sus trabajadores, por lo que ayuda a mejorar su

bienestar.

Finalmente, de lo local a lo global, se debe de buscar estandarizar las certificadoras

para llegar a un empleo lo más igual posible, tomando en cuenta las diversidades locales

existentes, para facilitar la comercialización de los productos orgánicos. De igual manera

mediante los organismos internacionales pertinentes como la FAO, y demás agencias de

ayuda y cooperación internacional deben de procurar la producción orgánica y facilitar la

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entrada de esos productos, siempre y cuando el país que los envía cumpla con ciertas

prácticas como el comercio justo para así poder lograr un mundo más equitativo.

Finalmente los ejemplos que localmente se puedan mostrar referentes a los beneficios de la

producción orgánica deben de ser usados mostrando cómo sí es posible cambiar el modo de

producción agrícola convencional por uno orgánico y estar más cerca de un mundo más

sustentable y justo.

Referencias:

Ecological Footprint. My Foot Print. Centre for Sustainable Economy. Disponible en:

http://myfootprint.org/es/ [20/11/11].

George Kuepper, Lance Gegner (2004). Organic Crop Production Overview:

Fundamentals of Sustainable Agriculture. National Sustainable Agriculture Information

Service (ATTRA). Disponible en: http://www.nal.usda.gov/afsic/pubs/ofp/ofp.shtml

[20/11/11].

Los Compromisos De Aalborg (2004). Aalborg + 10. CCRE. Disponible en:

http://www.ccre.org/docs/Aalborg03_05_span.pdf [20/11/11].

Rafael L. Pinto. Estudio de Mercado de Productos Orgánicos Bolivianos. General de la

Asociación Latinoamericana de Integración ALADI.

Sustainable Agriculture Research and Education (SARE). Transitioning to Organic

Production. Sustainable Agriculture Network (SAN). Disponible en:

http://www.nal.usda.gov/afsic/pubs/ofp/ofp.shtml [20/11/11].

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