Post on 21-Jul-2022
TRABAJO DE GRADO
APROXIMACIONES A LA EXTERNALIZACIÓN EN LA LITERATURA SOBRE
TERAPIA NARRATIVA
PAMELA CROMBIE DIAZ
UNIVERSIDAD DE LOS ANDES
FACULTAD DE PSICOLOGIA
PREGRADO EN PSICOLOGIA
Bogotá, Colombia
2016
Directora: Ana Lucía Jaramillo Sierra
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Tabla de contenidos
Resumen…………………………………………………………………………………………...4
Introducción………………………………………………………………………………………..5
Relevancia y justificación del estudio……………………………………………………………..7
Fundamentos teóricos…………………………………………………………………………….10
Terapia narrativa………………………………………………………………………….10
Externalización.…………………………………………………………………………..17
Revisión teórica……………………………………………………………………….………….19
Metáforas………………...……………………………………………………………….20
Uso del lenguaje………………………………………………………………………..…22
Aspectos políticos………………………………………………………………….……..23
Procedimiento……………………………………………….……………………………27
Cambios……………………………………………………………….………………….28
Metodología………………………………………………………………………………………31
Recolección de datos……………………………………………………………………..31
Análisis de la información……………………………………………………………..…33
Resultados……………………………………………………………………………..…….……38
Metáforas…………………………………………………………………………………38
Aspectos políticos………………………………………………………………………...40
Procedimiento………………………………………………………………………….....43
Cambios…………………………………………………………………………………..46
Discusión…………………………………………………………………………………………53
Limitaciones………………………………………………………………………………….…..56
Referencias……………………………………………………………………………………….57
3
Anexos………………………………………………………………………………………….65
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Resumen
Con el fin de explorar lo que los autores entienden por externalización, etapa inicial de la terapia
narrativa, se llevó a cabo un análisis temático. Dicho análisis se realizó sobre textos de
investigación, tanto de artículos empíricos como de reportes de caso, en los cuales se
identificaron cuatro principales componentes: metáforas, aspecto político, procedimiento y
cambios. Se encontró que la metáfora de oposición es más utilizada que otro tipo de metáforas.
Sobre el aspecto político, la deconstrucción juega un papel importante pero la despatologización
es un aspecto que se debe tener más en cuenta. Respecto al procedimiento se encontró que falta
hacer precisiones sobre los pasos específicos para la externalización, puesto que hay confusión.
En cuanto a los cambios, se evidencian que los más frecuentes son reducción de malestar,
empoderamiento, reconstrucción de narrativa, cambio de relación con el problema y cambio de
percepción de identidad. Se encontró que la motivación es uno de los efectos de la
externalización aunque no sea reportado frecuentemente. A partir de la información encontrada
en relación a lo que propone la teoría sobre externalización, se propone formación e investigación
en el tema, puesto que la terapia narrativa es un tema sobre el cual no hay suficiente investigación
y menos en Colombia, donde su aplicación también es reducida.
Palabras claves: terapia narrativa, externalización, metáforas, deconstrucción.
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Aproximaciones a la externalización en la literatura sobre terapia narrativa
White y Epston (1990), tomando como base planteamientos de Bruner, Bateson y Foucault
formularon la terapia narrativa. Este tipo de intervención es una propuesta de psicoterapia que se
caracteriza por presentar varias etapas que contribuyen a generar cambios en las vidas y
relaciones de las personas. Este tipo de terapia pertenece al enfoque terapéutico del
construccionismo social, “que enfoca las relaciones entre personas y las normas culturales y
sociales que las moldean, en vez de las imaginarias dinámicas intrapsíquicas” (Payne, 2002, p.
51). A su vez, hace parte de las terapias posmodernas las cuales se caracterizan por entender la
terapia como un proceso discursivo donde las personas son agentes que construyen su identidad a
través de la interacción con otros y de la narración (Tarragona, 2006). Asimismo, este tipo de
terapias le dan un enfoque especial al lenguaje, pues a través de éste se construyen las narrativas
de vida de las personas.
Una de las etapas fundamentales para esta terapia es la externalización, etapa inicial del
proceso. La externalización o las conversaciones externalizantes son aquellas que permiten
separar el problema que la persona trae a consulta de su identidad en la medida en que se
interviene para entender y construir el problema como algo ajeno a la misma (White & Epston,
1990). Esto permite que el consultante adquiera poder sobre el problema y de igual manera
adquiera herramientas para solucionarlo. Dicho esto, se puede decir que a partir de la
externalización se pueden generar cambios en la manera en que la persona percibe su relación
con el problema y la relación consigo misma.
Inicialmente, se había planteado un proyecto de investigación empírica cualitativa en el
cual se exploraran las percepciones de los consultantes acerca de la externalización. Para esto, se
planeaba realizar entrevistas semi-estructuradas de aproximadamente 30 minutos a 10 o 15
consultantes que estuviesen en un proceso terapéutico o que lo hubiesen finalizado hacía menos
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de un mes. Sin embargo, se presentaron varias dificultades que no permitieron la realización de
dicho estudio. Estas dificultades estuvieron relacionadas con la consecución de los participantes
que cumplieran con los criterios para la realización del estudio. En Colombia la terapia narrativa
no se utiliza a gran escala ni con rigurosidad, y por ende se encontraron dificultades para
encontrar a profesionales que únicamente aplicaran terapia narrativa que nos permitieran el
contacto con sus consultantes.
Por esta misma razón fue más viable realizar un trabajo monográfico. El objetivo
principal del presente trabajo, fue entonces exponer lo que los autores de artículos de
investigación y de análisis de caso entienden por externalización dentro de la terapia narrativa. A
su vez, se buscó entender la relación que existe entre lo que se entiende por externalización en
dichos artículos con lo que se expone en la literatura teórica. Dicho esto, las preguntas de
investigación que se plantearon fueron: ¿Cómo se entiende la externalización en las
investigaciones e informes de casos de terapia narrativa publicados internacionalmente, en
términos del uso de metáforas, aspectos políticos de la terapia narrativa, procedimiento y cambios
generados? ¿Cuál es la relación de los hallazgos en la literatura de investigación con lo planteado
a nivel teórico sobre la externalización? Para llevar a cabo este proyecto se tuvieron en cuenta
como fuentes bibliográficas 19 artículos de investigación y reportes de casos. A partir de estas
fuentes se realizó un análisis temático que permitió realizar relaciones importantes entre los
planteamientos e investigaciones de diversos autores.
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Relevancia y justificación del estudio
Explorar qué se entiende por externalización en la literatura de investigación puede
contribuir a que la terapia narrativa se reconozca más dentro del ámbito investigativo. A partir de
la literatura revisada, existen vacíos a nivel investigativo, pues el número de artículos de
investigación donde la externalización juega un papel importante es muy reducido; número que a
su vez depende de los criterios de exclusión mencionados más adelante.
En el ámbito clínico, en el cual se pretende encontrar métodos terapéuticos que generen
cambios significativos en las personas que consultan por algún tipo de dificultad o problema, este
estudio es un gran aporte. Digo esto porque la exploración sobre las diferentes características que
componen la externalización en la literatura de investigación provee información a estudiantes
tanto de pregrado como de postgrado interesados en la terapia narrativa. En otras palabras, este
estudio aporta un panorama amplio sobre lo que los autores entienden por externalización según
los ejercicios prácticos que se han llevado a cabo, lo cual es importante dentro de la psicología
clínica. Ya que en este estudio se exploran los cambios que se buscan generar y los que ya se han
generado a partir de la externalización, se pretende que el presente trabajo sirva de fuente de
información sobre qué tan influyente es la terapia narrativa en la generación de cambios en la
vida de la persona y en conseguir lo que ésta está buscando en terapia. Encontrar cuáles son los
efectos de esta técnica terapéutica reportados en la literatura puede permitir la reivindicación de
dicha terapia, pues ésta no pertenece al campo de la psicología tradicional. A diferencia de las
terapias tradicionales, en la terapia narrativa se da una relación terapéutica donde se promueve
que el consultante tenga mayor autonomía y reconocimiento sobre sus propios saberes, prácticas,
y sobre la construcción de distintas perspectivas y soluciones a los problemas (Smith, 1997). De
este modo, la terapia narrativa y específicamente la externalización se puede dar a conocer dentro
del ámbito clínico para que sea más estudiada y por ende aplicada.
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Del mismo modo, este tipo de terapia se fundamenta en el poder que tiene el lenguaje para
la construcción de interpretaciones que moldean experiencias y relaciones. A partir de este
planteamiento, se pueden deconstruir suposiciones y prácticas culturales opresivas a nivel social
que influyen en la existencia y permanencia del problema en la persona y en la identidad que la
persona tiene de sí misma (Monk & Gehart, 2003). De este modo, el terapeuta puede ser
entendido como un "activista sociopolítico" que aplica intervenciones políticas al tratar de forma
directa el impacto de los factores históricos y culturales en la persona y en la existencia del
problema (Monk & Gehart). En este orden de ideas, este estudio es relevante en términos
políticos en la medida en la deconstrucción es un componente político importante que forma
parte de la externalización. Por deconstrucción se entiende: revelar o descubrir supuestos, saberes
o prácticas culturales no explícitos (Monk, 1997). Entonces, dar a conocer la relevancia de la
deconstrucción dentro de la terapia narrativa pone de relieve el carácter político de dicha
intervención, pues al aplicarse se están cuestionando y modificando saberes y prácticas que han
sido construidas a través de la historia y que han tenido un impacto sobre los conocimientos y
modos de ser de la persona. Entonces, el hecho de empoderar al consultante frente a su problema,
por medio de la deconstrucción, manifiesta una posición política que tiene un impacto tanto
individual como social.
A su vez, la técnica de externalización contribuye a que las personas, al poder ver los
problemas como algo separado de su identidad y al sentir más poder sobre ellos, se motiven a
involucrarse de forma comprometida en el proceso terapéutico y así poder generar cambios.
Dicho de otro modo, ya que las conversaciones externalizantes corresponden a la primera etapa
de la intervención en terapia narrativa, se comienza por generar este empoderamiento que es lo
que va a generar la motivación, pues se va a percibir al problema como algo independiente a la
persona que se va a poder manejar en el presente y se va a poder solucionar con el tiempo. Así
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que, esta investigación puede ser una invitación a los psicólogos clínicos de diversas escuelas
para que se entrenen en dicha técnica y la implementen junto con sus diversas prácticas de
intervención.
Como ya fue mencionado, el impacto de las intervenciones en terapia narrativa no
solamente se daría a nivel individual sino social y por ende el país, Colombia, puede verse
beneficiado. La terapia narrativa con el uso de la externalización puede llevar a las personas del
país a separar cualquier problema o incluso traumas de su identidad y a partir de allí reconstruir
una narrativa alterna que no gire en torno al trauma ni al problema. Esto es relevante dentro del
contexto colombiano en relación al tema del conflicto armado y las víctimas de la violencia,
puesto que la externalización puede contribuir a que las identidades de las personas involucradas
no estén definidas por el trauma o la violencia, lo cual moviliza la construcción de relatos que no
giren en relación al trauma sino a otras experiencias. Por ende, este estudio, al intentar dar cuenta
de los componentes de la externalización, puede servir como un informe preliminar a
profesionales de la salud para que se interesen en formarse en terapia narrativa y para que
realicen intervenciones psicosociales tanto a individuos como a familias y comunidades. Esto con
el fin de incrementar la salud mental de estas personas, de reducir malestares y riesgos
psicológicos y de generar cambios positivos en sus formas de pensar y de vivir.
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Fundamentos teóricos
Terapia narrativa
La terapia narrativa es un modelo de terapia desarrollado por Michael White y David
Epston en el siglo XX, específicamente en los años 90. A nivel general, dentro de la terapia
narrativa se busca construir una perspectiva no saturada del problema y deconstruir la perspectiva
saturada del problema con el fin de generar un cambio en la manera en que la persona se
relaciona con éste y así generar cambios en su vida (White & Epston). El relato saturado de
problema es aquel que describe la vida de la persona que gira en torno al problema; y el relato no
saturado del problema se refiere a aquella narrativa alterna donde las personas tienen la
posibilidad de describirse a sí mismos, sus experiencias y sus relaciones en torno a lo que no está
relacionado al problema (White & Epston). Por ejemplo, al tratar un caso de un niño
diagnosticado con Trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), primero se lleva a
cabo la externalización para después, una vez se entienda el problema como algo aislado y bien
caracterizado, se comienzan a identificar momentos o eventos donde la vida de la persona y sus
relaciones no giran en torno al TDAH (White, 2007). A partir de esto se comienza a construir la
perspectiva no saturada del problema, que no gira en torno al TDAH, que destaca otros aspectos
de su vida tales como su relación con algunos amigos o miembros de la familia
Del mismo modo, la terapia narrativa, se enmarca dentro del tipo de terapias posmodernas
que parten de la premisa de que todo el conocimiento, incluso científico, es construido social e
históricamente y a través de diferentes perspectivas. Esto es diferente del resto de terapias
tradicionales donde se asume que los profesionales tienen acceso a la verdad objetiva (Smith,
1997). Esto significa que el terapeuta no es un conocedor inminente de la verdad absoluta ni del
tipo de acciones que debería ejecutar el consultante, sino que entre los dos - terapeuta y
consultante - se construyen interpretaciones donde se da la oportunidad para explorar
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posibilidades de acción (Smith). Esto quiere decir que la posición del terapeuta en la terapia es
descentrada, pues éste no es el autor de las posiciones que el consultante tiene sobre el problema
y su vida (Smith). Dicho esto, la posición del terapeuta es también de influencia, donde éste abre
a las personas una oportunidad de definir su propia relación en torno a los problemas y permite la
construcción de una voz que sustente dicha posición (White, 2007).
La terapia narrativa consta de varias etapas las cuales pueden definirse por:
conversaciones externalizantes, conversaciones de re-autoría, conversaciones de remembresía,
ceremonias de definición, conversaciones que resaltan logros aislados, y preguntas de andamiaje
(White). Durante la primera etapa, que se llama conversaciones externalizantes, que será
explicada de forma más detallada más adelante, se identifica el problema que trae el consultante
como un elemento separado de su identidad (White & Epston, 1990). Durante esta etapa se
deconstruyen saberes y prácticas que han permitido la aparición y permanencia del problema en
la vida de la persona (White & Epston). Con deconstrucción, hago referencia al acto de revelar o
descubrir los supuestos, saberes o prácticas culturales no explícitos que han llevado a la
formación y a la permanencia de los problemas de la persona (Monk, 1997).
Después de las conversaciones externalizantes, se da paso a las conversaciones de re-
autoría. En esta etapa las personas continúan contando las historias de sus vidas pero en vez de
que giren en torno a una perspectiva saturada del problema, estas giran en torno a eventos
significativos o experiencias diferentes que han sido olvidadas; estos eventos se llaman “logros
aislados” (White, 2007). Las personas al darse cuenta de otros aspectos de sus vidas y relaciones
de los que antes no eran conscientes, los relatos no saturados de problema comienzan a coger
fuerza y se vuelven más significativos para la historia de sus vidas logrando proveerlas de una
base sólida que brinde nuevas formas de relacionarse con los problemas y dilemas (White). Las
conversaciones de andamiaje también forman parte de esta etapa. Estas permiten que las personas
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puedan distanciarse de aquello que les resulta más familiar y acercarse a aquello que es más
posible para ellos de realizar (White). Este proceso, dicho de otro modo, consiste en que la
persona atraviese la “zona de desarrollo próximo”, que es ese espacio entre lo familiar y lo
posible (White). Este proceso permite que las personas puedan comenzar a actuar distinto cuando
se les está dificultado (White).
Después de esto, se procede a lo que se llama conversaciones de re-membresía. En estas
conversaciones se da la oportunidad para que los consultantes revisen su pertenencia o su
membresía a grupos que se asocian con diferentes temas de vida o con diferentes personas que
han estado en sus vidas para luego decidir de cuál grupo quieren hacer parte y de cuál no, a cuál
quieren honorificar o a cuál no, a cuál le quieren dar una voz de autoridad y a cuál cuya voz
quieren descalificar (White). Se busca establecer asociaciones con grupos de personas que estén
asociados con el relato alterno que está construyendo el consultante (White). A partir de una
organización de estas asociaciones a grupos se le da una forma a un pasado que constituye el
futuro y a su vez fortalecen las narrativas no saturadas de problema, es decir, aquellos relatos
preferidos del consultante (White). Esta etapa es clave ya que las personas tienen la oportunidad
de confrontar o desafiar las nociones dominantes que se han construido de ellos mismos dentro
de un contexto y cultura específica (White).
Ahora bien, las ceremonias de definición consisten en estructurar las sesiones terapéuticas
en rituales que permiten el reconocimiento de los relatos no saturados de problema que se han
construido. Esto consiste en que la persona que está en terapia cuente e interprete sus relatos
frente a un público de testigos escogidos (White). Esto genera un valor, un reconocimiento y un
moldeamiento de las prácticas de vida que los consultantes están realizando (White). A su vez,
estas ceremonias permiten que las personas exploren nuevas perspectivas de vida e identidad y
que se reconecten con aspectos que han sido negados de sí mismos (White). También genera que
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las personas que están en un proceso terapéutico experimenten sus vidas como algo que al
compartirlo fortalece la base de su existencia (White).
Otro aspecto que es clave mencionar sobre la terapia narrativa es que se utilizan
documentos tales como cartas, declaraciones y certificados que contribuyen en las re-
construcciones que se han realizado durante la terapia sobre la vida y las relaciones de la persona
(White & Epston, 1990). Por un lado, las cartas son escritas por los terapeutas a los clientes y
cada una tiene un propósito específico que puede variar según el caso. A nivel general, estos
propósitos son: privilegiar la experiencia de vida de la persona; motivar la percepción de cambio,
cuestionar presuposiciones y significados implícitos y generar multiperspectivismo; fomentar la
polisemia - pluralidad de significados de una expresión lingüística (Real academia española,
2015)- y el uso de lenguaje ordinario, poético y pintoresco para describir las experiencias; invitar
a las personas a tener una postura reflexiva y participación en actos interpretativos; fomentar el
sentido de autoría sobre los relatos de vida; y fomentar el reconocimiento del sujeto como autor
de su vida (White & Epston).
Por otro lado, en los certificados y declaraciones el lenguaje escrito juega un papel
importante, pues éste contribuye a la definición y a la construcción de las personas respecto a sus
experiencias y relaciones (White & Epston). A partir de estos documentos, se enfatiza en las
competencias y conocimientos de las personas, se celebran los relatos alternos que se han
construido de la vida de las personas, y se reconocen los cambios logrados (White & Epston). De
este modo, tanto las cartas como este tipo de documentos tienen la función de reforzar los relatos
no saturados de problema que se han construido en terapia y que han contribuido a la generación
de cambios en la vida de la persona. Estos documentos solidifican los cambios y ayudan a que
permanezcan en el tiempo.
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Influencias de Bruner, Bateson y Foucault
La propuesta de la terapia narrativa se fundamenta en los supuestos de que los relatos o
narrativas son los que determinan el significado atribuido a la experiencia y en que la
deconstrucción de prácticas subyugadas permite nuevas formas de vida (Monk & Gehart, 2003).
Entonces, deconstrucción de prácticas subyugadas, se refiere al desmontaje de las construcciones
intelectuales que han permitido la creación y la permanencia de cierto tipo de prácticas a nivel
personal y social. Para entender lo anterior, es necesario que se entiendan los planteamientos de
Bruner, Bateson, y Foucault, de quienes se desprende el desarrollo de dicha terapia.
Primero que todo, Bruner plantea que constantemente las personas están construyendo y
reconstruyéndose a sí mismas según las experiencias y situaciones a las que se enfrentan (Bruner,
2004). Asimismo, las personas hacen uso de sus memorias, esperanzas y miedos que tienen frente
al futuro y así se cuentan historias a sí mismos sobre quiénes son, qué ha sucedido y por qué
razón están haciendo lo que están haciendo (Bruner). Del mismo modo Bruner plantea:
We go on, constructing ourselves through narrative (…). I have argued that it is through
narrative that we create and recreate selfhood, that self is a product of our telling and not
some essence to be delved for in the recesses of subjectivity (Bruner).
A partir de estos planteamientos, entonces, White y Epston (1990) proponen que al utilizar una
estructura narrativa que organiza y da significado a la experiencia se pueden producir relatos en
los cuales se pueden seleccionar ciertos aspectos de las relaciones y de las experiencias de vida
de la persona con el fin de otorgar significados específicos. De esta manera, al moldear la
narrativa se moldean las relaciones y las vidas de las personas y se generan cambios (White &
Epston, 1990).
En cuanto a Bateson, él propone que el significado que se le atribuye a cualquier evento o
experiencia está determinado por el contexto, es decir, por la red de premisas y presuposiciones
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que constituyen nuestros mapas del mundo (White & Epston). Este planteamiento parte de la
mención que hace Bateson (2000) a la relación mapa-territorio de Korzybsky (1941): “The fact
that a message, of whatever kind, does not consist of those objects which it denotes. Rather
language bears to the objects which it denotes a relationship comparable to that which a map
bears to a territory” (Bateson, 2000, p. 180). De esta forma, White & Epston (1990) interpretan
que no es posible conocer la realidad objetiva sino que la realidad se descifra a través del
contexto. Esto quiere decir que cualquier significado que nosotros atribuyamos a cualquier
experiencia tiene que ver con el contexto y las interacciones sociales en las que estamos
inmersos. De este modo, lo que se busca a través de la terapia narrativa es interpretar
experiencias y eventos en relación al contexto. Entonces, a partir de las intervenciones
terapéuticas se organizan los eventos de la vida de la persona y se identifican dentro de un
contexto específico con el fin de construir un relato no problemático sobre la vida de la persona.
Así se le da un giro a las percepciones que la persona tiene de sí misma y a la relación que esta
tiene con el problema, lo cual permite generar cambios.
En cuanto a Foucault, él plantea que el poder, que se entiende como algo que se construye
en el lenguaje, moldea vidas y relaciones en la medida que los seres humanos estamos sujetos a él
mediante prácticas y saberes que se han construido como “verdades” normalizadoras (White &
Epston). Un ejemplo de verdad normalizadora es creer, respecto a la disciplina, que tener buenos
modales al momento de comer en la mesa, demuestra “buena” educación y que por esta razón
adoctrinar en buenos modales es contribuir a la formación de “mejores” personas en el ámbito
moral. Me atrevo a poner “buena” y “mejores” en comillas porque esos conceptos son
constructos que también se han construido socialmente de forma subyugada al poder positivo.
Foucault (1980) plantea:
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There can be no possible exercise of power without a certain economy of discourses of
truth which operates through and on the basis of this association. We are subjected to the
production of truth through power and we cannot exercise power except through the
production of truth. (p.93).
Esto quiere decir que las verdades, que a su vez provienen de saberes y conocimientos, tienen
como base el poder que es de carácter positivo, es decir, que moldea las prácticas y quehaceres
del ser humano. Del mismo modo, estas verdades que son construidas a través de la historia,
subyugan a la persona en la medida en que constituyen la forma de ser y de actuar de la persona.
Del mismo modo, el cuerpo es aquello sobre lo cual la disciplina ha actuado a través de la
historia:
El cuerpo, al convertirse en blanco para nuevos mecanismos del poder, se ofrece a nuevas
formas de saber. Cuerpo del ejercicio, más que de la física especulativa; cuerpo
manipulado por la autoridad más que atravesado por los espíritus animales; cuerpo del
encauzamiento útil y no de la mecánica racional. (Foucault, 2002, p. 160)
Dicho esto, se entiende que la persona ha llegado a ser y ha llegado a actuar según el ejercicio
positivo del poder a través de los saberes y disciplinas que lo han subyugado a lo largo de su
historia. Es decir, el problema con el que la persona llega a terapia es algo que se ha construido a
partir de esta subyugación. Asimismo, ya que el poder se construye en el lenguaje, a partir de este
mismo es que se puede comenzar a hacer una deconstrucción de los conceptos, de las prácticas y
de los saberes que han constituido las narrativas de las personas. A su vez, se da entonces la
reconstrucción de narrativas, a través del lenguaje en las intervenciones terapéuticas, que
permiten generar un cambio en las personas y resolver sus problemas.
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Externalización en Terapia Narrativa
La externalización es fundamental para la terapia narrativa, pues sucede en la etapa inicial
del proceso terapéutico y funciona como punto de partida para su desarrollo. A partir de la
externalización se puede separar el problema que la persona trae a consulta de su identidad, pues
se pretende que el problema se entienda y se construya como algo ajeno a esta (White & Epston,
1990). Esto permite que el consultante pueda adquirir poder sobre el problema y de esta manera
también adquiera herramientas para solucionarlo de una manera más sencilla. En palabras de
White & Epston: "As persons become separated from their stories, they are able to experience a
sense of personal agency; as they break from their performance of their stories, they experience a
capacity to intervene in their own life and relationships" (p.16). Asimismo, al externalizar el
problema, los consultantes dejan de percibirlo como la “verdad” en relación a sus identidades y
comienzan a identificar nuevas formas de resolverlo (White, 2007). Durante este proceso también
se realiza una separación de los atributos, ideas, supuestos, creencias, hábitos, actitudes y estilos
de vida problemáticos y se les distingue de la identidad de la persona (Tomm, 1994). Este
proceso es progresivo en la medida en que entre el terapeuta y el consultante van construyendo
poco a poco una perspectiva alterna a la del problema (Tomm). Así, con la externalización, las
personas se dan cuenta de las conclusiones negativas a las cuales han llegado sobre ellos mismos
debido a la influencia del problema en sus vidas. Esto permite que se reduzca la vulnerabilidad y
el estrés que sienten ante el problema, lo cual permite que surjan varias maneras de enfrentarse al
problema y de resolverlo (White, 2007).
Es importante aclarar que para tener un panorama amplio sobre los componentes de la
externalización se revisaron libros de varios autores; esto, para tener un fundamento completo de
lo que se entiende por externalización a nivel teórico. Los libros escogidos fueron los de White &
Epston (1990), White (2007), Monk, Winslade, Crocket & Epston (1997), Freedman & Combs
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(1996) y Payne (2002). Estas fuentes bibliográficas fueron seleccionadas por motivos específicos.
El primero fue el primer libro escrito por White y Epston (1990) sobre terapia narrativa, donde se
plantean los fundamentos y las ideas principales de lo que va a ser la terapia narrativa. El
segundo libro fue el último que escribió White (2007), lo cual representa un planteamiento más
concreto y específico de lo que se planteaba acerca de dicha terapia. El tercer libro, de Monk,
Winslade, Crocket & Epston (1997), profesionales que han trabajado en trabajo comunitario en
Nueva Zelanda, presenta tanto fundamentos teóricos como casos aplicados de terapia narrativa en
varios contextos tanto educacionales como de servicio social, sólo que con una mirada más
política, haciendo énfasis en que la terapia narrativa trasciende la técnica para darle peso al
cambio que se da en la manera de aproximarse a la terapia y a los consultantes (Ashton, 2007). El
cuarto libro de Freedman & Combs (1996) fue seleccionado puesto que estos autores son los
principales representantes de terapia narrativa de Estados Unidos y porque son profesores de The
Taos Institute, centro de formación en construccionismo social. El último libro, de Payne (2002),
terapeuta independiente en el Reino Unido, fue escogido porque es uno de los principales libros
que se están utilizando actualmente en formación en terapia narrativa en Colombia. Además, es
un libro que es reciente y que por ende recoge de manera precisa y organizada tanto los
fundamentos como procedimientos que se han planteado a lo largo del tiempo sobre la terapia
narrativa. Las dimensiones que se identificaron están relacionadas con el uso de metáforas, con
un uso particular del lenguaje, con el componente político de la externalización, y con el
procedimiento que se lleva a cabo en dicha etapa de la terapia narrativa.
Metáforas
En primer lugar, hablaré sobre el uso de las metáforas en la externalización. En White
(2007) se habla del uso de metáforas como algo necesario para hablar de la relación que el
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consultante tiene con el problema. En este texto es explícito que en el proceso de externalización
las metáforas son utilizadas para identificar el problema como algo externo a la persona y
también permiten la caracterización específica del problema según la experiencia del consultante
y según su forma de hablar. De esta manera, el problema puede nombrarse de muchas maneras
dependiendo de cómo la persona perciba la influencia del problema en su vida.
Dicho de otro modo, la caracterización del problema se acerca a la propia experiencia de
la persona, quien es apoyada por el terapeuta para encontrar sus propias palabras y metáforas, lo
que también permite nombrarlo de múltiples formas (White, 2011). En palabras de White (2007),
se habla de que las metáforas dependen de la manera en la que el cliente percibe la influencia del
problema en su vida:
If people characterize this influence as oppressive, the posture assumed will be
oppositional and people will take action to “liberate” their lives from the problem. If
people characterize this influence as unjust, the posture assumed will be a moral one, and
the action taken will provide redress to this injustice (p. 30).
Del mismo modo, por ejemplo, se puede utilizar la metáfora de “eclipsar el problema”
cuando la persona tiene concepciones astronómicas sobre la realidad, así como también se puede
hablar de “desempoderar el problema”, que proviene de la idea de empoderamiento que tiene el
cliente (White, 2007). Asimismo, la escogencia de la metáfora depende tanto del consultante
como del terapeuta durante las conversaciones, pues el consultante juega un papel importante al
utilizar un lenguaje específico para nombrarlo, pero el terapeuta influencia la escogencia de la
metáfora según lo que sea más conveniente para el paciente, decisión que se toma según las
implicaciones que tenga la metáfora a nivel conceptual en relación al problema (White). Por
ejemplo, utilizar la metáfora de competencia, que sería luchar contra el problema, puede generar
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un tipo de oposición entre el cliente y su problema, razón por la cual el terapeuta ofrece utilizar la
metáfora de reclamación, que sería reclamarle al problema la vida que éste le ha quitado (White).
Asimismo, en Payne (2002) se hace énfasis en el lenguaje metafórico, pues es de gran
utilidad para externalizar el problema y permite identificar la relación entre el problema y la
persona, si este ataca, invade o le pone trampas a su vida. Sin embargo, en White (2007) la
descripción sobre el uso de metáforas como parte de la externalización es más específica que en
Payne (2002), además que se exponen ejemplos concretos”, que proviene de la idea de
empoderamiento que tiene el cliente.
Por otro lado, en Monk et al. (1997) no se refieren a la metáfora como aquella que permite
la externalización ni entender la relación de la persona con el problema sino que estos autores
hablan de la metáfora al describir la vida de la persona como un relato. Pero en White & Epston
(1990) no se hace referencia al uso de metáforas en el momento de la externalización y tampoco
en Freedman & Combs (1996). Sin embargo, en White & Epston (1990) sucede que
implícitamente se está hablando de la existencia de una metáfora en cuanto al uso del lenguaje
externalizante, pues hablar de “la Caca” como algo que afecta la vida de un niño es ya utilizar un
lenguaje externalizante y metafórico, solamente que no se menciona el término “metáfora”. Por
lenguaje externalizante se entiende un uso de lenguaje determinado donde se habla del problema
como algo externo a la vida e identidad de la persona. Algo parecido sucede en Freedman &
Combs (1996), ya que se menciona el nombrar el problema de una forma externalizante más no
se usa la palabra metáfora de tal forma que la metáfora aparece, más bien, como algo implícito.
Dicho lo anterior, en White (2007) es donde más se desarrolla el uso de la metáfora, la
cual se plantea no en términos de oposición, ya que, como se menciona en el mismo texto, puede
ser contraproducente en terapia y por esta misma razón es que el autor menciona que la metáfora
21
de “batalla” planteada en sus primeros libros de forma implícita, debe cambiarse por una
metáfora que no genere oposición.
Aspectos políticos
Las referencias a Michel Foucault sobre su influencia en la idea de la externalización son
comunes tanto en White & Epston (1990) como en White (2007), pues la teoría acerca del poder
y el lenguaje son claves para entender las bases de la terapia narrativa. Sin embargo, en White
(2007) se sintetizan los puntos claves que explican estas bases, algo que ya estaba planteado de
manera menos precisa en White & Epston (1990). Se expondrá, entonces lo que se plantea en
cada uno de ellos.
En White & Epston (1990) se hace énfasis en los planteamientos de Foucault en relación
al poder positivo, es decir, al poder del lenguaje, el cual es constitutivo y moldea la vida de las
personas a partir de la construcción de “verdades” y de la objetificación de las personas (White &
Epston). Foucault plantea que la sociedad occidental ha logrado expandir el control social y por
tanto objetificar a las personas y sus cuerpos por medio de las prácticas de división y de
clasificación científica (White & Epston). Luego, las personas internalizan estas prácticas y
normas y comienzan a actuar según los sistemas de control, de tal modo que se convierten en
jueces sobre sí mismos (White & Epston). Entonces, las personas son construidas como objetos y
son motivadas a relatarse a sí mismas, a sus cuerpos, y ante otras personas como objetos dentro
del contexto de estas prácticas culturales. Al externalizar los problemas, las personas cuestionan
prácticas culturales que están “objetificando” o “cosificando” a las personas y sus cuerpos.
También, con la externalización de los problemas se están cuestionando estas verdades que han
moldeado la vida del sujeto y que contribuyen tanto a la aparición como a la permanencia del
problema.
En White (2007) se hace mención a Foucault, planteando que las comprensiones internas
22
sobre la vida y la identidad son resultado de desarrollos en: las prácticas de división que segregan
a la población general, como las prácticas militares, religiosas o universitarias (Foucault, 2003);
la cosificación de los cuerpos mediante la localización y la clasificación de trastornos o
desórdenes en los cuerpos; el juicio normalizador como mecanismo de control social que lleva a
las personas a medir sus acciones y pensamientos en contra de las normas de la vida y el
desarrollo, las cuales son construidas en las disciplinas profesionales. En otras palabras, a través
de vigilancias, ejercicios, clasificaciones, rangos, lugares, exámenes y registros se han sometido
los cuerpos, se han dominado las multiplicidades humanas, se ha ejercicio control social y se ha
llevado a que las personas dentro de las disciplinas que se practican en lugares como los
hospitales, ejercicitos y escuelas, internalicen tales saberes y prácticas y por ende se comporten,
piensen y se perciban a sí mismos de una forma específica (Foucault). Entonces, a partir de esto
se da la cosificación de identidades, y muchos de los problemas que las personas encuentran en
sus vidas representan la “verdad” sobre su identidad, verdad que ha sido construida por medio de
las ya mencionadas prácticas y saberes. White & Epston (1990) afirman ante esto que las
conversaciones externalizantes son entendidas como prácticas en contra de aquellas que cosifican
la identidad de la persona.
En Payne (2002) también se hace referencia a la influencia política que Foucault tiene
sobre la terapia narrativa y además sobre White y Epston, pues se plantea que esta terapia ayuda a
las personas a oponerse a los efectos de las relaciones de poder visibles o encubiertas que las
constriñen. Payne (2002) expone que muchos de los problemas traídos a terapia son
construcciones sociales que se desprenden de prácticas de poder que obligan a la gente a definir
su identidad y su vida de forma limitada. Entonces, se menciona que al personificar y objetivizar
el problema las personas se movilizan de la opresión que experimentan, cuestionan las
“verdades” que los oprimen y afrontan las dimensiones políticas que han contribuido a la
23
existencia de los problemas. A esto White lo llama externalizar discursos internalizantes
(discurso entendido como término filosófico aplicado a las formas de pensar y suponer típicas de
una cultura o un grupo social) (Payne). El terapeuta puede “externalizar los discursos
internalizantes” estudiando abiertamente las políticas sociales y relacionales que contribuyen a
que la persona impute el problema a su carácter o psicología.
En Monk et al. (1997) se habla de la deconstrucción del problema que a su vez hace parte
de la externalización. En este proceso de deconstrucción se le da la oportunidad al cliente de que
explore varias dimensiones de la situación y de que se revelen saberes o supuestos culturales
implícitos que han contribuido a la construcción original del problema, siendo el lenguaje parte
de la producción de dichos saberes y experiencias. Las conversaciones externalizantes sirven para
localizar el problema dentro de significados culturales que impactaron a la persona en vez de
localizarlo dentro de una condición patológica internalizada. Igualmente, Freedman & Combs
(1996) menciona que con la actitud externalizante se dejan de entender a las personas de forma
patológica. En Monk et al. se dice que la externalización parodia la forma de pensamiento
dominante de la cultura. Esto quiere decir que con la formación de una nueva perspectiva sobre el
problema, es decir, con su externalización, se puede lograr un efecto irónico ya que esto permite
una burla al discurso que está detrás de la existencia del problema, el que se sostiene gracias a los
saberes dominantes que se han construido en la cultura (Monk et al.).
En Payne (2002), a diferencia de Monk et al. (1997) se entiende la deconstrucción como
un proceso donde se describen detalladamente los “desenlaces inesperados” o “logros aislados” y
permiten que la descripción alternativa se fortalezca más. Posteriormente, en White (2007)
también se hace alusión a la deconstrucción, mencionando que durante la externalización se
deconstruyen las conclusiones negativas que la persona tiene sobre su vida, es decir que a partir
de la deconstrucción de las prácticas y saberes que han moldeado su vida, la persona logra
24
entender que éstas han sido construidas histórica y socialmente y que no hacen parte de su
identidad. De este modo, la persona entiende que los aspectos negativos asociados al problema no
son parte de sí misma sino que se entiende como algo aislado.
Por otro lado, en Freedman & Combs (1996) se hace mención a la actitud externalizante,
en la cual se cosifican las influencias de los discursos internalizantes y se separan las
percepciones que la persona tiene sobre de los problemas de las percepciones que la persona tiene
de sí misma. De esta forma, se comienzan a ver las personas como sujetos, lo cual significa para
estos autores ver a las personas como aquellas que actúan. Se hace mención a la deconstrucción,
en la medida en que ayuda a desenmascarar las “verdades” que esconden sesgos y prejuicios en el
lenguaje, parecido a lo que menciona Monk et al. (1997). A su vez, las preguntas de
deconstrucción se dan en dicha etapa y se deconstruyen creencias, prácticas, sentimientos y
actitudes.
Procedimiento
En White y Epston (1990) la externalización sucede naturalmente después de mapear sus
efectos en la vida y relaciones de la persona. Luego esta externalización se refuerza revisando las
influencias de la persona en la vida del problema. Después de esto, se pueden identificar los
logros aislados. Para esto, se hacen las preguntas de influencia relativa. El primer conjunto de
preguntas se encarga de que la persona identifique la influencia del problema en su vida y en sus
relaciones. El segundo conjunto se encarga de que la persona encuentre cuáles son sus propias
influencias en la existencia y permanencia de ese problema. En Freedman & Combs (1996)
también se hace referencia a las preguntas de influencia relativa, al igual que en Payne (2002).
No obstante, en Freedman & Combs (1996), se expone que lo primero que se hace es utilizar el
lenguaje que la persona utiliza para describir el problema, modificándolo para que el problema
sea objetificado. Algo importante que Payne (2002) menciona es que para que las personas
25
puedan externalizar los discursos internalizantes se les invita a examinar las cosas que se dicen
sobre sí mismas y los discursos que subyacen a esto.
En White (2007) también se hace referencia a las preguntas de influencia relativa pero se
encuentra más especificidad y más información acerca del procedimiento de las conversaciones
externalizantes:
El primer paso es negociar una definición particular y cercana a la experiencia del
problema. En segundo lugar, se pasa a una etapa en la cual se mapean los efectos del problema en
la persona. En esta etapa se identifican las complicaciones que ha tenido el problema sobre los
varios dominios de la vida del cliente tales como la casa, el lugar de trabajo, el colegio, la familia,
relaciones sociales y familiares, relación con sí mismo, la identidad y las posibilidades futuras.
Luego, se entra a la etapa donde se evalúan los efectos de las actividades del problema. A partir
de esto se contribuye a que la persona haga una pausa para reflexionar sobre las consecuencias de
lo que se está tratando. Por último, se busca justificar las evaluaciones que anteriormente se le
dieron a las actividades del problema en la vida de la persona. Es pertinente clarificar que el rol
de estas preguntas no es el de juzgar sino el de generar en la persona una voz y el desarrollo de
reflexiones acerca su vida y sus relaciones. Cabe resaltar que estos cuatro pasos se dan en orden
pero esto no significa que no se pueda regresar a secciones anteriores.
Monk et al. (1997) son menos específicos en cuanto a los procedimientos. Se menciona
que primero se mapea la influencia del problema en cada miembro de la familia. Segundo, se
utiliza un tipo de lenguaje externalizante para identificar el problema como algo separado de la
persona y de la familia. Los factores culturales que contribuyeron al surgimiento del problema en
la vida pueden ser identificados preguntando sobre los efectos de estos factores en la vida de la
persona y en su contribución en la generación de los problemas.
26
Cambios
En White & Epston (1990) se expone que con la externalización se abren nuevas posibilidades
para que las personas se describan a sí mismas y sus relaciones de una perspectiva no saturada del
problema. También contribuye a que se identifiquen logros aislados que permiten construir a
perspectiva no saturada del problema. Del mismo modo, se exponen cinco puntos principales que
describen los cambios que genera la externalización en las personas:
1. Disminuye el conflicto entre personas.
2. Disminuye el sentimiento de frustración que se ha formado en una persona por intentar
resolver el problema y no lograrlo.
3. Contribuye a que las personas cooperen para trabajar en contra del problema y para
escapar de su influencia.
4. Abre posibilidades a las personas para reclamar de vuelta sus vidas y relaciones de la
influencia del problema.
5. A su vez, la externalización permite que las personas experimenten poder sobre sus vidas.
Del mismo modo, Payne toma de White & Epston (1990) los cinco puntos principales que
describen los cambios que genera la externalización anteriormente expuestos.
En el caso de Freedman & Combs se menciona que la actitud externalizante y con la
deconstrucción que se realiza en terapia se comienza a crear un contexto de recepción diferente
donde las personas comienzan a entender de otras maneras no patológicas ni problemáticas sus
relatos de vida. Se menciona también que con la externalización las personas toman
responsabilidad sobre sus problemas, lo cual es una forma de empoderamiento. Al igual que en
Payne (2002) y White & Epston (1990), la identidad de las personas se mantiene separada del
problema y esto moviliza a las personas a trabajar en contra de los efectos del problema. A su
vez, en Payne (2002) se destaca el empoderamiento como uno de los efectos característicos de la
27
externalización. De igual forma, el hecho de separar el problema de la identidad genera un
cambio en como la persona percibe su identidad.
En Monk et al. (1997), a diferencia de los otros autores, se menciona que la
externalización conduce a que las personas cambien una perspectiva de recriminación, culpa y
juicio que tiene de sí mismas. También se habla de cómo la influencia del problema disminuye en
dicha etapa de la terapia. A su vez, las personas comienzan a percibir su vida de una forma
diferente, al igual que la vida del problema. De manera similar a los otros autores, en Monk et al.
(1997) se habla del empoderamiento que surge al separar la identidad de la persona del problema,
lo cual también genera que se dejen de concebir como problemáticas y comiencen, entonces, a
verse como personas inteligentes, con herramientas y recursos para enfrentar los problemas de la
vida.
Por último, en White (2007) se mencionan los cambios ya descritos por los otros autores
tales como el cambio de percepción en la identidad y una redefinición de esta, cambio en la
manera de percibir sus problemas y sus influencias, y de construir otros relatos que permitan
pensar y actuar de forma diferente y solucionar los problemas. También se habla de que el
problema deja de representar la "verdad" sobre ellos mismos lo cual permite que se abran
posibilidades para solucionar los problemas. Por último, White (2007) también plantea que con la
externalización se revelan las conclusiones negativas que las personas tienen sobre ellas debido al
problema y con esto se abren territorios en los cuales se puedan explorar, al contrario,
conclusiones positivas de su identidad. De igual manera, con la externalización se evita que las
personas hagan descripciones totalizantes sobre sí mismas (White).
28
Metodología
Recolección de datos
Con el fin de explorar lo que los autores entienden por externalización en el ámbito de
estudios de investigación y reportes de casos clínicos, se llevó a cabo una búsqueda de artículos
sobre la terapia narrativa y la externalización por medio de las siguientes bases de datos
electrónicas: Ebscohost, Springerlink, Taylor & Francis Online, Wiley Online Library, APA
Psycnet y Sage Social Sciences & Humanities. Las palabras utilizadas para la búsqueda fueron:
“terapia narrativa”, en inglés “narrative therapy” y externalización, en inglés “externalization”.
No se hcieron especificaciones en cuanto a que estas palabras debían estar incluídas en el título o
en el abstract, por ende la búsqueda fue general y no específica.
Los criterios de inclusión consistieron en artículos de investigación cualitativa o
cuantitativa en terapia narrativa y externalización, o artículos donde se hiciera un análisis de un
caso clínico específico donde se aplicara la terapia narrativa. No se tomaron en cuenta artículos
donde se mezclara la terapia narrativa con otro tipo de terapias tales como terapia de divorcio,
otro tipo de terapias construccionistas, o cognitivo comportamentales, entre otras. Tampoco se
tomaron en cuenta artículos que a pesar de tratar la terapia narrativa, la externalización no
aparecía como un aspecto relevante para la terapia, es decir, no lo definían con profundidad, ni
hablaban de este proceso en el momento de describir el caso, y tampoco de los cambios
generados con dicha etapa. Sin embargo, se tomaron en cuenta artículos que a pesar de que no
trataran únicamente de externalización, ésta temática era relevante dentro del texto, es decir, se
hablaba de lo que significaba la externalización y cuáles eran los cambios que se generaban a
partir de ésta.
Para decidir si el artículo iba a ser seleccionado para el presente trabajo primero se tuvo
en cuenta el título y muchas veces estos daban cuenta de si el artículo incluía otro tipo de terapia
29
aparte de la terapia narrativa. Otros incluían en el mismo título la palabra externalización.
Entonces, al descartar los artículos donde se mezclaban otro tipo de terapias, se leyó el abstract
de los que eran únicamente sobre terapia narrativa. Si en el abstract no se hallaba información
suficiente, se leía el artículo completo para verificar si la externalización era una parte importante
o no en el artículo. Fuera de eso, se aplicó un criterio de exclusión respecto a las temáticas que se
iban a incluir y a descartar, pues no se incluyeron artículos que no tratan temas de salud mental.
Se hallaron artículos que trataban problemas de salud mental tales como trastornos psicológicos,
adicciones, conductas de autolesión, rehabilitación mental, o problemas que generaban malestar
psicológico.
Los artículos que se hallaron fueron en total 85. Sin embargo, al aplicar los criterios de
exclusión, en total fueron seleccionados 19 artículos (Ver la descripción de los artículos
seleccionados en el Anexo A). En Wiley Online Library fueron encontrados 10 artículos y
seleccionados 3. En Springerlink fueron hallados 23 artículos y fueron utilizados 4. En Taylor &
Francis fueron hallados 36 artículos y fueron seleccionados 8. En Sage Social Sciences &
Humanities fueron encontrados 16 y fueron seleccionados 3. Uno fue encontrado en Google
Scholar y fue utilizado.
De los 19 artículos hallados, 13 son estudios de caso y 6 son investigaciones cualitativas.
Estos pertenecen a las siguientes revistas: Humanistic Counseling, Education and Developement,
The American Journal Of Family Therapy, Qualitative Social Work, Journal Of Creativity On
Mental Health, Educational Psychology In Practice, Contemporary Family Therapy, Clinical
Rehabilitation, Clinical Social Work, Journal Of Family Psychotherapy, Journal Of Child And
Adolescent Psychiatric Nursing, Journal Of Marital And Family Therapy, Clinical Case Studies,
Clinical Gerontologist E International Journal Of Health Addiction. Los problemas tratados en
estos artículos tienen que ver, la mayoría con trastornos mentales tales como trastornos de
30
ansiedad como ansiedad fóbica y trastorno obsesivo compulsivo, trastorno afectivo bipolar,
trastornos de alimentación y trastornos del espectro autista. Otros problemas que se tratan en los
artículos tienen que ver con un malestar psicológico derivado de otros problemas en reacción a lo
familiar, a características personales, adicciones, accidentes y rehabilitación mental. A
continuación, en la Tabla 1, se pueden observar las características de los artículos consultados.
Tabla 1
Características de los Artículos
Referencia Tipo de artículo Disciplina Problema
tratado
País
Carlson (2016) Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Rabia EEUU
Cashin (2008) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno de
Asperger
Australia
Chow (2014) Investigación
cualitativa
Psicología clínica
y rehabilitación
mental
Derrame
cerebral
China
Fristad et al.
(2008)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Depresión EEUU
Graham (2014) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Adicción al
juego
EEUU
Hannen &
Woods (2012)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Autolesiones Reino
Unido
Hill (2010) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Paranoia y
depresión
EEUU
Hoffman (2008) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Autolesiones EEUU
Johnson (2012) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno
del espectro
autista
EEUU
Keeling &
Bermúdez (2006)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Miedo,
pereza,
gordura,
depresión,
EEUU
31
confusión,
estrés,
abuso,
frustración,
entre otros.
Kropf & Tandy
(2008)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Miedo,
depresión,
duelo
EEUU
Lyness &
Thomas (1995)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Problemas
familiares
EEUU
McLuckie (2006) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica
y terapia familiar
Trastorno
obsesivo
compulsivo
Canadá
Méndez &
Zamorano (2012)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Trastorno de
ansiedad
fóbica
Chile
Ngazimbi,
Lambie &
Shillingford
(2015)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno
afectivo
bipolar
EEUU
Robbins &
Pehrsson (2009)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Anorexia
nervosa
EEUU
Scott, Hanstock,
& Patterson-Kane
(2013)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Trastorno de
alimentación
no
especificado
Australia
St. James
O'Connor,
Meakes,
Pickering &
Shuman (1997)
Investigación
cualitativa
Terapia familiar Problemas
de familia
Canada
Wahlstrom
(2006)
Investigación
cualitativa
Trabajo social Autojuicio España
Análisis de la información
Se llevó a cabo un análisis temático, el cual pertenece a la investigación cualitativa, que permitió
una categorización de la información reunida de los textos investigativos. Este análisis consiste
32
en identificar, analizar y reportar patrones o temas encontrados en los datos (Braum & Clarke,
2006). Del mismo modo, este tipo de análisis permite la interpretación de varios aspectos del
tema que se está investigando. Por esta razón, al explorar lo que diversos autores entienden por
externalización en la literatura, el análisis temático permitió hallar relaciones y discrepancias
entre conceptos y significados.
Se identificaron cuatro categorías amplias de análisis de acuerdo a la revisión de las
comprensiones teóricas de externalización para los artículos de investigación y los de estudio de
caso, estos fueron: uso de metáforas, aspecto político, procedimiento y cambios generados. El
tipo de análisis temático que se llevó a cabo fue, en una primera instancia, deductivo, pues la
literatura teórica arrojaba conceptos claves sobre la externalización que permitían establecer las
cuatro categorías amplias mencionadas y por ende identificarlas en los artículos de investigación.
Sin embargo, estas categorías se subdividieron en la medida que se fue encontrando información
más enriquecedora con la lectura de los artículos. Entonces, finalmente, este análisis se convirtió
en uno inductivo, pues las subcategorías se consolidaron a partir de la información encontrada. A
continuación se presenta una tabla con las categorías amplias determinadas por la revisión de
literatura, y las sub-categorías más específicas que emergieron durante el análisis. La Tabla 1
incluye los nombres de las categorías y sub-categorías y sus definiciones correspondientes.
Tabla 1
Categorías y Subcategorías de Codificación
Categoría Subcategoría Definición
Metáfora Oposición La persona percibe el problema como algo contra lo
cual debe enfrentarse o luchar. Esto representa una
relación de oposición.
33
Otra La persona percibe el problema de una forma
particular según su forma de relacionarse que no es a
manera de oposición.
Aspecto
político
Deconstrucción Hace referencia al acto de revelar o descubrir los
supuestos, saberes o prácticas culturales no explícitos
que han llevado a la formación y a la permanencia de
los problemas de la persona (Monk, 1997).
Despatologización Son las referencias que se hacen al intento de la
terapia narrativa o de la externalización, en específico,
por deconstruir la existencia de una patología en la
persona. También hace referencia al uso específico del
lenguaje que contribuye a la despatologización.
Procedimiento Nombrar Se refiere a asignarle un nombre específico al
problema, lo cual contribuye a la externalización. Este
nombre depende de la caracterización y de la
descripción que la persona haga del problema. Y de
un uso del lenguaje específico.
Preguntas de
influencia relativa
Este tipo de preguntas se usan para externalizar el
problema. El primer conjunto de preguntas se encarga
de que la persona identifique la influencia del
problema en su vida y en sus relaciones. El segundo
conjunto se encarga de que la persona encuentre
cuáles son sus propias influencias en la existencia y
34
permanencia de ese problema.
Nombrar y preguntas
de influencia relativa
Se refiere al hecho de nombrar el problema y al
tiempo hacer uso de las preguntas de influencia
relativa con el fin de identificar la relación que la
persona tiene con el problema, lo cual contribuye a la
caracterización particular del mismo y a asignarle un
nombre específico.
Otros métodos
creativos de
externalización
Se refiere al hecho de nombrar el problema según la
caracterización específica del problema y a su vez
hacer uso de otros recursos tales como el dibujo, las
cartas, objetos físicos, esquemas y pósters con el fin
de contribuir a la externalización del problema.
Cambios Reducción de malestar Se refiere a la reducción del malestar psicológico que
la existencia del problema genera en la persona, lo
cual es reportado por la persona.
Reducción de
síntomas
Se refiere a la reducción de síntomas indicada por los
resultados de una evaluación psicológica determinada.
Reducción de culpa,
auto-culpa y
vergüenza
Se refiere a la reducción de sentimientos de culpa y
autoculpa que experimenta la persona debido a la
existencia del problema.
Empoderamiento Se refiere al sentimiento de control y resistencia que la
persona experimenta sobre su vida y el problema
después de haberlo externalizado.
35
Reconstrucción de
narrativas
Se refiere al hecho de que la persona encuentre
nuevas perspectivas, soluciones, oportunidades y
narrativas en su vida y al hecho de que narre su vida
de una forma no saturada del problema a partir de
identificar narrativas no saturadas de problema. En
otras palabras, a través de identificar logros aislados,
se pueden construir nuevas narrativas.
Cambio de relación
con el problema
Se refiere al surgimiento de una nueva forma de
relacionarse con el problema después de haberlo
caracterizado y externalizado. Por ende, cambia la
influencia que tiene el problema sobre la persona.
Cambio en percepción
de identidad
Se refiere al cambio respecto a la manera en que la
persona se percibe y se describe a sí misma después
de haber externalizado el problema y de haberlo
entendido como una entidad separada de sí misma.
Esta misma categoría incluye el cambio que se genera
en la identidad de la persona y en la forma de actuar al
despatologizar y al entender el trastorno o problema
como una entidad separada.
Motivación Es la motivación para solucionar el problema, la cual
surge en la persona después de haberlo externalizado
y haberlo entendido como algo separado de ésta, pues
permite un más fácil manejo e involucrarse de una
36
manera más fácil en el proceso.
Adquisición de
herramientas y
habilidades
Se refiere una adquisición de recursos específicos para
manejar lo generado por el problema, como la
regulación de emociones, el entendimiento
interacciones con los demás, el entendimiento de los
síntomas o el malestar que ocasiona el problema, etc.
Cabe resaltar que la metodología utilizada para el análisis se propuso en conjunto con la
directora de dicho trabajo. En varias reuniones se habló sobre las categorías pertinentes para el
análisis y entre las dos se tomó la decisión de cuáles iban a ser las subcategorías finales con base
en la literatura. Se puede decir, entonces que el hecho de que fuera un acuerdo entre dos personas
dentro del ámbito académico le otorga credibilidad al análisis, pues fue un acuerdo entre dos
personas. La credibilidad se da, entonces, por la triangulación de expertos, donde se comparten
puntos en común sobre los temas de estudio (Álvarez, 2008).
Resultados
A continuación se presentarán los resultados del análisis temático que se realizó con los 19
artículos seleccionados. Los resultados son expuestos por categorías y subcategorías, las cuales
son definidas a continuación. En el Anexo B se pueden observar dichos resultados en una tabla.
A su vez se exponen comentarios respecto a los hallazgos.
Metáforas
Metáfora de oposición. Esta categoría se refiere a la manera en que se nombra y se
describe el problema, lo cual está ligado a la forma en que la persona se relaciona con éste. El uso
particular de una metáfora describe dicha relación y estas pueden ser de opresión/lucha/oposición
37
o pueden ser otras de no oposición. La primera que es de opresión se refiere a que la persona
percibe el problema como algo contra lo cual debe enfrentarse o luchar, lo cual representa una
relación de oposición. En los 19 artículos se halló que 12 de ellos presentaban a metáfora de
oposición, lo cual quiere decir que este tipo de metáfora es la que más se presenta, en
comparación del otro tipo de metáfora. Un ejemplo de esta metáfora de oposición se encuentra en
McLuckie (2006) cuando al hablar de la influencia que tiene el Trastorno obsesivo compulsivo en
la vida del niño, menciona:
Los niños y las familias presentarán las metáforas más creativas que forjen descripciones
gruesas acerca de las fortalezas, conocimientos y habilidades para oponerse a los
problemas relacionados con el TOC (McLuckie, p. 93).
Del mismo modo, en Méndez y Zamorano (2012), al describir uno de los objetivos de la
externalización mencionan que a partir de este tipo de intervención se busca que: el individuo:
“se sientan agredido por un problema que viene desde el exterior, y se le ayude a enfrentarlo,
recuperando poder y la confianza en que puede vencer “derrotando al problema” (Méndez y
Zamorano, p.16). Esto significa que desde los planteamientos teóricos de esta investigación
cualitativa se está haciendo referencia a que el problema es algo contra lo cual el consultante
debe luchar y vencer. Más adelante, exponen el reporte de un consultante que tenía un problema
de ansiedad:
En la última sesión, comenta que no pudo controlar una de sus crisis la semana anterior,
sin embargo, lo considera como una ‘batalla’ ganada por los turururu y que la guerra’ la
está ganando él, pues ya no deja que los turururu entren en su vida. (Méndez y Zamorano,
2012, p. 25).
Esto quiere decir el consultante mantiene una relación de lucha y oposición con su problema de
ansiedad, lo que se ve expresado en las palabras de ‘batalla’ y ‘guerra’. Del mismo modo, en
38
Fristad, Gavazzi & Soldano (1999) se habla de una metáfora de oposición en la medida en que se
le llama ‘enemigo’ al problema: “De manera similar, los padres y los niños, quienes
constantemente llegan al tratamiento en ‘grupos de oposición’, ahora pueden cooperar en su pelea
en contra del verdadero enemigo” (i.e., los síntomas)” (p. 84).
Metáforas otras. El otro tipo de metáfora es cuando la persona percibe el problema de
una forma particular según su forma de relacionarse que no es a manera de oposición sino que
puede ser una relación, por ejemplo, de ayuda, de cuidado o de cumplimiento de ley. Este tipo de
metáfora se presentó en 6 artículos de los 19. Esto indica que se halló un artículo donde no se
mencionaba el uso de metáfora, el de Graham (2014).
En Hill (2011) se observó que al definir teóricamente las metáforas, se hace énfasis en la
forma particular que tienen los consultantes de relacionarse con el problema y que esto permite
un uso particular de metáforas, en este caso se expuso la metáfora del cuidado:
Las metáforas de relación y de cumplimiento de la ley fueron escogidas para facilitar la
introspección de las personas acerca de cómo operan los problemas y cómo pueden ser
resistidos, mientras se abre campo para que las interacciones entre las personas y los
problemas sigan un curso. (p.287)
Más tarde, cuando el autor proporciona un ejemplo de externalización con un consultante,
se habla de la relación del problema con la paranoia, la cual no es de oposición en el sentido que
“Paranoia” ha contribuido a que el consultante se sienta seguro, pues “Paranoia”, problema que
es tomado como un “el” al ser personificado, ha sido un aliado al ayudarle a cuidar de sí mismo y
de su familia (Hill). Esto muestra que los problemas pueden ser vistos también desde otro punto
de vista no tan negativo, sino como algo que en cierta medida también puede ser de gran ayuda
para el consultante.
39
En Keeling & Bermúdez (2006) se habla de una metáfora parecida a la anterior; se habla
de una metáfora de ayuda al entender el problema como algo que puede al tiempo ayudar a la
persona, pues al referirse a un problema de dinero la persona lo confronta diciéndole:
Dinero, tú de verdad me estresas. ¿Por qué no puedes ser más fácil? Tú me haces sentir
vulnerable. Por favor ayúdame a entender. Yo no puedo hacerlo si tú siempre me la pones
muy difícil. Si trabajamos juntos tal vez podríamos salir con algo que me ayudaría. (p.
413)
Fuera de eso, en Lyness & Thomas (1995) se presentó la metáfora física, la de la cuerda, al tratar
una pareja con un problema de comunicación, lo cual permite poner en términos físicos el
problema de argumentación que se está teniendo. “La metáfora de lo físico permite a los clientes
ver el argumento en una forma física. Esta es una manera de externalizar el problema como una
cuerda” (p. 135).
Aspectos políticos
Esta categoría se refiere al componente político en el cual se fundamenta la terapia narrativa. Para
identificar este aspecto se tuvieron en cuenta dos categorías las cuales son deconstrucción y
despatologización. Se hallaron 13 artículos con referencia a deconstrucción y 3 a
despatologización dentro de los artículos analizados, mostrando que este componente político
tiene relevancia dentro de la externalización que están utilizando quienes están investigando y/o
escribiendo sobre este proceso.
Deconstrucción. Se identificó teniendo en cuenta la siguiente definición: el acto de
revelar o descubrir los supuestos, saberes o prácticas culturales no explícitos que han llevado a la
formación y a la permanencia de los problemas de la persona (Monk, 1997). En otras palabras, la
existencia y permanencia del problema tiene una influencia histórica y cultural. De este modo, en
terapia se busca deconstruir tales saberes y prácticas relacionadas con el problema y que por ende
40
se puedan construir otro tipo de saberes y prácticas no problemáticas. Como parte de la
externalización, está la deconstrucción, pues permite entender que el problema es algo aislado de
la persona en la medida que fue construido cultural e históricamente. Esto significa que al
externalizar el problema se cuestiona el contenido político inmerso en prácticas y saberes.
En Kropf & Tandy (2008) se hizo referencia a que la deconstrucción es uno de los
componentes principales de la terapia narrativa, pues al deconstruir los relatos saturados de
problema se están al tiempo cuestionando los significados en relación a la existencia del
problema:
La fase inicial de la terapia narrativa se enfoca en la deconstrucción del relato de vida
actual de la persona que le está generando malestar. Con Elizabeth, este proceso involucra
la externalización de su sentimiento de depresión y la indagación de cómo esto ha tenido
un impacto en su vida, explorando la percepción que tiene de sí misma como “anciana” y
el significado e impacto de sus múltiples pérdidas. (p. 11)
Así, al deconstruir el relato de vida, se están explorando los supuestos y saberes que han
atravesado a Elizabeth toda su vida y han moldeado su forma de ser y pensamientos y que
contribuyeron al sentimiento de depresión actual.
Del mismo modo, se encuentra en Keeling & Bermúdez (2006) que la deconstrucción es
componente de la externalización: “La externalización es un proceso clave que saca a la luz
suposiciones centrales asociadas con la terapia narrativa, especialmente la construcción social del
significado, la consciencia del discurso y la influencia de la deconstrucción narrativa” (p. 406).
Lo anterior sucedió también en Chow (2015):
Los terapeutas narrativos buscan separar las identidades de las personas del problema al
deconstruir los relatos saturados de problema y al abrir espacios para que la persona se
41
vea a sí misma y su vida desde otra perspectiva utilizando las conversaciones
externalizantes. (p. 317)
A nivel práctico, ahora, en Scott, Hanstock, & Patterson-Kane (2013) la deconstrucción jugó un
papel importante al tratar un trastorno de alimentación no especificado:
Tres sesiones también comenzaron con un proceso de deconstrucción, lo cual ayudó a
Victoria a ser consciente de las creencias que ayudaban a A-rex a retenerla y a identificar
su génesis en el aprendizaje transmitido por sus padres, el cual, en otros contextos, ella
rechazaba profundamente. (p. 314)
A partir de las mencionadas referencias, se puede decir que la deconstrucción juega un papel
importante en la externalización dentro de las intervenciones reportadas.
Despatologización. Se identificó al encontrar los intentos y logros de la terapia narrativa
o de la externalización en específico, por deconstruir la existencia de una patología en la persona.
En otras palabras, al hablar de despatologización se habla de eliminar la etiqueta que en sí está
cargada con contenidos culturales que categorizan a los consultantes como enfermos, lo cual a
veces contribuye a que la persona pierda poder sobre sus problemas y que no pueda
solucionarlos. Un ejemplo de patologización sería diagnosticar a una persona con un trastorno
específico y no permitir que se entienda como algo aislado a la identidad de la persona y no como
algo que lo limita en el sentido de que espera que la persona se comporte según lo síntomas del
diagnóstico y no que pueda tener control sobre ellos. También hace referencia al uso específico
del lenguaje que contribuye a la despatologización.
En McLluckie (2006) se habló de la influencia que el uso del lenguaje médico y
patologizante tiene sobre la existencia del problema en la persona, en este caso en un niño con
trastorno obsesivo compulsivo: “Los miembros de la familia y los profesionales de la salud
influenciados por un lenguaje patologizante tienen dificultades separando al niño del problema, lo
42
cual es un esencial componente de la externalización” (p. 89). Más adelante, se habló sobre la
utilidad de alejarse de un lenguaje médico y patologizante para generar cambios en el niño:
“Alejarse de un lenguaje medico invita al niño y a su familia a compartir sus experiencias
personales y conocimientos relacionados al TOC y también reclutar recursos personales para
confrontar el poder de las obsesiones y compulsiones” (p. 90). Estas referencias a la
despatologización son importantes en la medida en que destacan la importancia del lenguaje
respecto a la influencia que tiene sobre los problemas.
Procedimiento
En cuando a procedimiento se propusieron cuatro categorías emergentes a través de la
codificación inicial de los datos.
Nombrar. La primera es el hecho de nombrar que consiste en asignarle un nombre
específico al problema, lo cual contribuye a la externalización. El nombre que se le da al
problema depende de la caracterización, de la descripción que la persona haga, y de un uso del
lenguaje específico. Se encontró en 3 artículos solamente esta categoría. En Scott et al. (2013) se
habló de la caracterización del problema de alimentación y de la relevancia de su caracterización:
“Las tres sesiones siguientes se enfocaron en una exploración de la persona A-rex (…) para
exponer su carácter y sus valores” (p. 314).
Nombrar y preguntas de influencia relativa. La segunda categoría es una combinación
entre nombrar y preguntas de influencia relativa, pues con estas preguntas se identifica la relación
que la persona tienen con el problema lo cual ayuda a nombrarlo de una forma muy específica y
cercana a la experiencia del consultante. Esta categoría se halló en 10 artículos. Por ejemplo en
Hannen & Woods (2012), al tratar una persona que presenta conductas auto-lesivas, se nombró el
problema y se describieron los efectos de este en la vida de la persona:
43
En la etapa de nombrar, ella identificó el momento en que emergía la rabia. Ella también
describió los efectos de la rabia en su vida, cuando respondía a las preguntas de dicha
etapa o cuando se le preguntaba directamente por los efectos. (p.193)
Esto indica que las preguntas de influencia relativa contribuyen a que se caracterice el
problema y que por ende se nombre de una manera concreta. No obstante, en Méndez &
Zamorano (2012), aunque se presenten estos dos procedimientos para externalizar los problemas
de ansiedad, se observó que primero se nombra el problema y luego se trabaja sobre las
influencias del problema en la persona: “Conceptualizada y personificada su ansiedad, en las
siguientes sesiones se trabaja en torno a la influencia del problema sobre ella, en cómo aparece
este monstruo en distintas situaciones y qué sucede en esos momentos” (p. 16). Esto significa que
existen diferencias en cuanto a la práctica al momento de externalizar el problema así se empleen
las mismas técnicas, pues puede que tanto nombrar como identificar las influencias del problema
sobre la persona se realice en distinto orden y puede que en una instancia las preguntas de
influencia relativa sean necesarias para nombrar, como puede que no. Por ejemplo, en Hill
(2010), estos elementos son pasos diferentes:
Varios elementos de las intervenciones descritas son recomendados como parte de una
estructura innovadora: (1) la oportunidad de cada participante para moldear una metáfora
general del problema que identifique, particularmente por medio de la personificación; (2)
discusión grupal que explore la influencia relativa. (p. 287).
A partir de esto se puede decir que primero se realiza la caracterización del problema a
través de la personificación y la metáfora, y luego se explora la influencia relativa del problema,
lo cual indica que estos procesos pueden ser independientes.
Otros métodos creativos de externalización. La tercera categoría, ahora, se refiere al
hecho de no sólo nombrar el problema sino de hacer uso de recursos físicos para externalizar el
44
problema tales como el dibujo, las cartas, los objetos físicos como juguetes, esquemas y pósters.
Se hallaron varios recursos empleados para caracterizar el problema lo cual se identificó en 10
artículos. Por ejemplo, en McLuckie (2006) se enfatizó en estos otros recursos para externalizar
el problema: “Durante el proceso de externalización los niños y las familias son incentivados para
hacer uso del juego, del drama o de dibujos que representen simbólicamente las varias formas del
TOC” (McLuckie, p. 93). Asimismo, en Keeling et al. (2006) se propuso el arte como método de
externalización y en este caso se utiliza la escultura: “Encontramos que todos los participantes –
en diversos grados – encontraron que la externalización de sus problemas a través de la
objetificación tangible (escultura) fue provechoso” (p.415).
También, en Cashin (2008) se propuso el juego como estrategia de externalización:
Si el problema en un comienzo no es fácil de definir, las técnicas del juego y la
creatividad inherente al uso de la terapia narrativa pueden involucrar estratagemas como
situar al individuo en una situación de espionaje sobre el problema para tener una mejor
visión de éste. (p. 53)
La escritura, por otro lado, es igualmente utilizada para caracterizar el problema, así como
sucedió al tratar un caso de Anorexia nervosa: “Amanda fue incentivada por su consejero para
personificar a ‘Ana’ por medio de la escritura, describiéndola como si fuese un ser animado. Ella
compuso (…) líneas” (Robbins & Pehrsson, 2009, p. 49). De este modo, se puede decir que este
tipo de recursos facilitan la caracterización y por ende la externalización del problema.
Cambio
Esta categoría de cambio se compone de once subcategorías puesto que los efectos de la
externalización sobre la vida de la persona son varios.
Reducción de malestar. El primero es reducción de malestar, el cual se refiere,
redundantemente, al reporte que hace la persona acerca de la reducción del malestar psicológico
45
que la existencia del problema le genera. Esta categoría se presentó en 12 artículos y se puede
manifestar de diversas maneras. Por ejemplo, el reporte de un bienestar puede asociarse con una
reducción del malestar que genera el problema y en Wahlstrom (2006) se manifestó: “Ella
reconoció sentirse bien por haber sido comprendida (p. 330). De igual forma, en Hannen et al.
esta reducción se asocia con un bienestar: ‘B dijo que era más feliz’” (p. 202). Además, esta
reducción de malestar se evidenció en términos de reducción de estrés al tratar un problema de
familia: “Entonces las cosas han mejorado extremadamente. Quiero decir, la vida es todavía
estresante, pero es estresante en un modo distinto” (Lyness & Thomas, 1995, p. 139). También,
en Keeling et al. (2006), a manera de planteamiento fundamental sobre los cambios que generan
la terapia narrativa, se reportó que la externalización busca tal reducción de malestar: “la
naturaleza juguetona de los medios alternativos de la externalización, como personificar el
problema, puede reducir el malestar que los clientes sienten por sus problemas” (p. 406).
Asimismo, Ngazimbi, Lambie y Shillingford (2008) plantearon que la reducción de malestar
como efecto de la externalización se manifiesta en forma de reducción de conflicto y frustración:
“(a) la reducción de los conflictos de quien es responsable por el problema, (b) la reducción del
sentimiento de fracaso del individuo por fallar en el intento de superar el problema” (p. 164).
Reducción de síntomas. Esta categoría, se refiere a la reducción de síntomas indicada por
los resultados de una evaluación psicológica determinada, es una categoría que apareció en 3
artículos. Es decir, ésta se diferencia de la anterior llamada reducción de malestar en la medida en
que en esta se aplican pruebas psicológicas que indican una reducción de síntomas específicos
relacionados con el problema que se está tratando. La anterior, por otro lado, se refería, como ya
mencionado, a un reporte sobre la reducción del malestar psicológico ocasionado por el
problema, independientemente de los síntomas de un cuadro psicológico. En Hannen et al. (2012)
se aplicaron varias escalas que medían depresión, concepto de sí mismo, número de conductas,
46
resiliencia, precepción de recursos, entre otras. Se encontró, entonces, que B, después de la
intervención de terapia narrativa para tratar conductas auto-lesivas, presentaba mejoras respecto a
este tipo de conductas pero deterioro respecto al sentimiento de depresión y al autoconcepto y
rabia (Hannen et al.). También se encontró que B tenía más percepción de recursos personales y
que su reactividad emocional disminuyó, al igual que dismunyó su vulnerabilidad y aumentó su
resiliencia. Del mismo modo, en Scott et al. (2013) al aplicar una escala EDI-3 (Inventario de
trastornos de la conducta alimentaria) se demostró el cambio en cuanto al rango clínico en el que
se posicionaba, pues bajó (Scott et al.). En la escala de perfeccionismo, sin embargo, Victoria
continuó puntuando igual después de la intervención (Scott et al.).
Reducción de culpa. La categoría reducción de culpa se refiere a la reducción de
sentimientos de culpa, auto-culpa y vergüenza que experimenta la persona debido a la existencia
del problema, la cual se presenta en 8 artículos. En Carlson (1997), al tratar a un niño con
problemas de rabia, se reportó una reducción de culpa por parte del núcleo familiar: “Mientras
cambiaba la percepción que tenía de sí mismo, el patrón deconstructivo de culpa y discusión se
redujo considerablemente” (p. 278). No obstante, en los demás artículos que hablaron sobre la
reducción de culpa y auto-culpa, no se reportaron dichos cambios después de las intervenciones,
sino que se mencionaron como un objetivo de la externalización, como en el caso de Hill (2011),
donde se mencionó que la externalización contribuye a que los consultantes se perciban de
manera distinta respecto a la vergüenza: “identificar tales experiencias como externas en vez de
un resultado de un defecto personal permite a los participantes reconocerse sin vergüenza” (p.
286). A su vez, en Robbins et al. (2009) se habló de la reducción de la auto-culpa en caso de
tratar un caso de Anorexia nervosa: “El enfoque de distanciamiento por medio de darle a AN un
nombre propio y una voz propia le ofrece a las mujeres con AN una oportunidad para renunciar a
la autoculpa (p. 53).
47
Empoderamiento. Ahora bien, la categoría de empoderamiento, que se refiere al
sentimiento de control y resistencia que la persona experimenta sobre su vida y el problema
después de haberlo externalizado, se encontró en 18 artículos, lo cual representa una mayoría
dentro de la muestra de 19. En McLuckie, (2006), al tratar el trastorno obsesivo compulsivo en
una niña, se reportó: “Sarah comenzó a sentirse más experta y menos impotente” (p.98). A su
vez, en Méndez et al. (2012) uno de los consultantes reporta, una vez tratada su problema de
ansiedad: “puedo controlarlo, puedo controlarme, antes dejaban que me controlaran” (p. 25). En
Chow (2015), se mencionó que la externalización puede contribuir al empoderamiento sobre un
derrame cerebral: “para obtener más poder y control sobre él y para movilizarse más hacia sus
esperanzas y sueños” (p. 324). De igual forma, en Hill (2011) se habló de los cambios que puede
llegar a generar la externalización: “la persona puede sentirse empoderada para tomar acción con
el fin de cambiar algo que parecía imposible” (p. 281). Esto evidencia que el empoderamiento es
uno de los cambios que se presentan en mayor frecuencia tanto de forma teórica como después de
externalizar los problemas al aplicar intervenciones.
Reconstrucción de narrativa. La categoría de reconstrucción de narrativa se refiere al
hecho de que la persona encuentre nuevas soluciones, oportunidades y narrativas en su vida y al
hecho de que narre su vida de una forma no saturada del problema a partir de identificar logros
aislados. Esta categoría se encontró en 14 artículos de un total de 19. Por ejemplo, para tratar el
trastorno de Asperger en adolescentes se afirmó: “Las herramientas de la terapia narrativa pueden
ser la clave para movilizar a una persona enmarcada en un relato social a un compromiso activo
en la creación de un relato por parte de la persona que tiene autismo” (Cashin, 2008, p. 55). Del
mismo modo, en McLuckie (2006) se afirmó, al tratar un trastorno obsesivo compulsivo:
El desarrollo sobre la consciencia de que hay recursos basados en fortalezas a través de la
externalización es crucial cuando se está llevando a cabo el proceso de reconstrucción
48
para integrar relatos de vida alternos o preferidos que estén menos influenciados por el
TOC. (p. 90)
A partir de lo anteriormente mencionado, se puede decir que la reconstrucción de
narrativas no problemáticas es un aspecto clave de la terapia narrativa y que la externalización es
lo que permite este proceso.
Cambio de la relación con el problema. La categoría llamada nueva forma de
relacionarse con el problema se refiere a que la persona comienza a tener una relación diferente
con el problema después de haberlo caracterizado y externalizado. Por ende, cambia la influencia
que tiene el problema sobre la persona lo que permite tener, entonces una perspectiva alterna del
problema que puede ser optimista u objetiva. Esta categoría se encontró en 10 artículos, lo cual es
un número medio pero considerable. Por ejemplo, en Chow (2015), al tratar un derrame cerebral,
el hecho de nombrar el problema que hace parte del proceso de externalización, contribuyó a
cambiar su influencia sobre la persona: “por medio del nombramiento del problema por parte de
los participantes se hace evidente el cambio de perspectiva y cambio de influencia sobre el
derrame" (p. 323). En Ngazimbi et al. (2008) se mencionó que con la externalización del
trastorno afectivo bipolar se obtienen estos beneficios: “(d) el cliente ve nuevas formas de
escapar de esa influencia del problema en su vida y relaciones, (e) el cliente ve los problemas de
una forma más optimista” (p. 165). En Robbins et al. (2009) se externaliza la Anorexia nervosa y
tiene el siguiente efecto: “Este proceso de distanciamiento cambia la perspectiva y por ende el
trastorno puede ser visto y tratado de una forma nueva y objetiva” (p.45). Así, se puede deducir
que el hecho de externalizar los problemas, nombrándolos y caracterizándolos permite que se
cambie la relación que la persona tiene con el problema y por ende se pueda cambiar la influencia
éste tiene sobre ella y al contrario, lo cual lleva a generar más cambios.
49
Cambio en percepción de identidad. La categoría de cambio en manera la de percibir la
identidad se presenta en 11 artículos y se refiere al cambio respecto a la forma en que la persona
se percibe y se describe a sí misma después de haber externalizado el problema y de haberlo
entendido como una entidad separada de sí misma. En Chow (2015) cambiaron las descripciones
personales que las personas que pasaron por un derrame cerebral hacían de sí mismas: “Ellos
también parecen verse a sí mismos diferente por una instancia un miembro cambia su descripción
personal de ser una persona inútil a ser una persona con gratitud, de ser una persona sin esperanza
a ser una persona con esperanzas y sueños” (p. 323).
En Hannen et al. (2012) se reportó que, al tratar las conductas auto-lesivas, se genera un
cambio en la manera en que la persona se percibe a sí misma: “la perspectiva de sí misma como
una persona más “abierta” fue asimilada dentro de su sentido de identidad (p. 203). Por ende, se
puede afirmar que el cambio de percepción de identidad es algo que surge al entender los
problemas como algo aislado de sí mismos, lo cual contribuye a una mejora en la autoestima y a
que las personas puedan comenzar a actuar diferente, al percibirse como personas con otro tipo
de oportunidades en el futuro, no relacionadas con el problema.
Motivación. Ahora bien, la categoría de motivación al cambio hace referencia a esos
momentos donde a partir de la externalización surge la motivación para solucionar el problema,
pues esta etapa permite un más fácil manejo del problema así como también involucrarse de una
manera más fácil en el proceso terapéutico. Esta categoría se presentó en 4 artículos, y a pesar de
que no se presentó de forma frecuente, es un aspecto importante. Se habla en Robbins et al.
(2009) del aumento de la motivación en mujeres que quieren tratar la Anorexia nerviosa después
de la externalización, pues permite que la persona se mantenga en el proceso terapéutico con
ansias de cambiar: “Específicamente, como resultado de ser tratadas de forma holística, las
mujeres reportaron haber experimentado motivación y disposición al cambio” (p. 47). En
50
Hoffman et al. (2008) se propuso que la externalización contribuye a la motivación al cambio, sin
embargo no es algo que se reporte por los consultantes. En Cashin (2008), esta motivación se
entiende como energía y esperanza para el cambio.
Adquisición de herramientas y habilidades. La categoría de adquisición de recursos y
herramientas se refiere a la adquisición de recursos específicos para manejar lo generado por el
problema, como por ejemplo la regulación de emociones, técnicas de meditación, optimismo, el
entendimiento de los problemas y de las interacciones con los demás, el entendimiento de los
síntomas o el malestar que ocasiona el problema, etc. Esta categoría se presentó en 9 artículos. En
el caso de un niño diagnosticado con un trastorno de espectro autista se mencionó que uno de los
propósitos de la externalización es poder identificar las emociones para regularlas: “Niños que
han demostrado previamente una capacidad para obtener más comprensión de una variedad de
emociones expresadas y para desarrollar herramientas de auto-regulación” (Johnson, 2012, p.
163). En Méndez y Zamorano (2012) se hizo una mención explícita a los recursos que una
consultante adquirió para manejar su ansiedad:
Se hizo una especie de síntesis del proceso, comparando cómo ella veía el problema al
inicio del proceso y cómo lo veía ahora, en qué herramientas poseía para manejar sus
problemas en general, considerando los recursos y reconociendo sus debilidades (p. 23).
Igualmente, en Hill (2011) se hizo mención a las habilidades que adquirieron dos consultantes
que habitaban en un contexto clínico: “Dominic e Isabel determinaron que ellos podrían tomar la
delantera sobre los dos generadores de problema tomando medicamento, aplicando mindfulness,
un hablándose a sí mismos de forma positiva y trabajando con sus aliados como las personas del
grupo” (p. 286). Ante esto se puede decir que existe una gran variedad de herramientas que son
identificadas en los artículos y que dependen del problema que se esté tratando y de la dirección
en la que esté enfocada la intervención.
51
52
Discusión
Explorar los componentes de la externalización en la literatura teórica permitió hacer relaciones
con la información encontrada tanto en los artículos de investigación como en los reportes de
casos. Se plantearán a continuación las conclusiones respecto a cada categoría.
En primer lugar, se encontró un mayor número del uso de metáforas de oposición u
opresión en contraste con las metáforas que dependían de una relación específica con el
problema, que no era de oposición. Esto indica que los autores de la literatura de investigación se
limitan a intervenir según la teoría de White & Epston (1990) quienes plantean la metáfora de
oposición, al igual que los otros libros revisados. Esto quiere decir que muy pocos autores siguen
lo planteado por White (2007), donde se menciona que el uso de metáforas de oposición puede
ser contraproducente en terapia. Esto indica que hay una mayor formación en los antiguos
planteamientos sobre la terapia narrativa que en los más recientes. Sin embargo, cabe resaltar que
de los 19 artículos revisados 14 fueron escritos después del 2007, lo cual indica que a pesar de
que el libro de White (2007) hubiese estado ya publicado, los autores no lo tuvieron en cuenta.
Esto quiere decir que hace falta formación y actualización en Terapia narrativa.
Respecto a los aspectos políticos, se encontró que la deconstrucción juega un papel
importante dentro de la literatura de investigación, así como es planteada en la teórica, pues en
las referencias en dicho aspecto se planteaba la importancia de tal componente político. Esto
evidencia que la deconstrucción es un aspecto clave en la terapia narrativa, y que es algo que
hace parte de su fundamento teórico Foucaultiano. Esto significa que a nivel de la práctica sí se
evidencia el fundamento de que el lenguaje tiene poder en sí mismo y que construye y
deconstruye narrativas, prácticas, saberes, opresiones y problemas, lo cual se trabaja a nivel
terapéutico.
53
La despatologización, por otro lado, es una categoría que fue hallada con poca frecuencia,
lo cual indica que dicho aspecto político no es tenido muy en cuenta en las intervenciones de las
cuales se obtuvieron reportes. Esto indica que los autores pueden no ser muy conscientes de las
implicaciones de un lenguaje médico y patologizante al momento de intervenir, pues hay
artículos donde el diagnóstico es parte importante y no se habla en sí de la despatologización, lo
cual indica que esto se está dejando de lado. Por esta razón, se le debe prestar especial atención a
dicho aspecto político, pues un uso de lenguaje patologizante tiene implicaciones especiales
durante el proceso terapéutico, como las que puede tener un terapeuta sobre una persona cuando
le asigna la etiqueta diagnóstica, Sin embargo, es probable que los investigadores o terapeutas no
tuvieran en cuenta dicho uso específico del lenguaje debido a que no necesariamente su disciplina
mantiene una tradición patologizante,
En cuanto al procedimiento, se halló que varios autores hacen uso tanto de nombrar el
problema al externalizarlo como de las preguntas de influencia relativa. Sin embargo, falta
claridad acerca de los pasos específicos que se llevan a cabo en dicho proceso. Esto lo destaco
porque, como se expuso en resultados, algunos autores se sirven de dichas preguntas para
nombrar el problema y asignarle una metáfora y otros lo toman como procesos que no están
ligados. De igual modo, se observa en la literatura teórica de White & Epston, y Payne (2002),
Monk et al. (1997), Freedman & Combs (1996), que dichos procesos son necesarios pero no son
tan específicos como White (2007), donde se exponen de forma detallada las etapas de la
externalización. Cabe destacar, de igual manera, se hallaron varias propuestas que involucran
juego, escritura, escultura, dibujos, entre otros, lo cual muestra un interés por parte de los autores
y por parte del trabajo clínico por innovar respecto a la externalización, pues hacer uso de estas
herramientas hace más tangible el problema y permite externalizarlo de forma más fácil, permite
entenderlo como algo tangible y separado.
54
Respecto a los hallazgos en cambios, se observó que lo más frecuente en los artículos de
investigación y de reporte de casos es la reducción de malestar psicológico, el empoderamiento,
la reconstrucción de narrativas, el cambio de relación con el problema y el cambio en la
percepción de identidad. Estas cuatro últimas subcategorías se hallaron también en la literatura
teórica, lo cual indica que los cambios propuestos se evidencian en la práctica. No obstante, la
categoría de reducción de síntomas fue limitada, pues en muy pocos artículos se hicieron
evaluaciones psicológicas para medir los síntomas después de las intervenciones de la terapia
narrativa, lo cual indica que existe un vacío y que puede haber más investigación al respecto. Por
otro lado, es clave mencionar que a pesar de que la subcategoría de motivación no se halló de
forma frecuente, es un aspecto importante en la externalización y que debe resaltarse, ya que,
como se mencionó al comienzo de dicho trabajo, la externalización contribuye a que las personas
se enganchen de forma rápida y fácil en el proceso terapéutico.
Ya que no se encontró una relación clara entre lo planteado por White (2007) en la
literatura de investigación, se debe hacer una invitación a los profesionales de la salud interesados
en la terapia narrativa para que se informen acerca de los últimos planteamientos de la terapia
narrativa que son expuestos en dicho libro, pues ahí se hallan de forma más específica y precisa
los componentes de la externalización. La externalización debe comprenderse como un proceso
indispensable para la terapia narrativa y por esta razón debe tenerse en cuenta la metáfora, el
aspecto político, el procedimiento y los cambios generados. Los profesionales de la salud mental
interesados en dicha terapia deberán tener en cuenta las especificaciones procedimentales que
plantea White (2007), a su vez que deberán tener un uso del lenguaje muy riguroso durante el
proceso terapéutico y al momento de trabajar con las metáforas. El hecho de que la terapia
narrativa sea un tipo de terapia en el cual el lenguaje juega un rol principal en la construcción de
narrativas y en la solución de problemas es clave que el terapeuta se forme de forma muy
55
cuidadosa y que ejerza el ejercicio narrativo con mucha precaución no solamente durante la etapa
de externalización sino durante todo el proceso. Los interesados en el estudio investigativo de la
externalización deben tener en cuenta que todavía no existe especificidad a nivel práctico, así
como lo reporta la literatura. Por esta razón es muy importante que los investigadores sean muy
conscientes de todo lo que implica dicha etapa al momento de realizar algún estudio.
56
Limitaciones
En un comienzo, se tenía planeado realizar un proyecto de investigación que explorara las
percepciones de los consultantes sobre la externalización. Como ya se mencionó anteriormente,
este proyecto no fue viable porque la terapia narrativa es una intervención reciente que no es muy
usual en Colombia. Dicho esto, es importante que se dé a conocer la terapia narrativa y los
cambios que dicha intervención puede generar en las personas. De este modo, se puede comenzar
a realizar más investigación en este campo en Colombia.
Ahora bien, el número de artículos hallados según los criterios de exclusión, a nivel
internacional, fue reducido (19) lo cual indica que también existen vacíos a nivel investigativo,
sobre todo cuando se habla específicamente de externalización, ya que muchos de los artículos
encontrados trataban de terapia narrativa pero la externalización no se destacaba; o sino, la
terapia narrativa se mezclaba con algún otro enfoque como el cognitivo conductual o con otros
enfoques de área sistémica.
Futuras preguntas de investigación
Con la realización de dicho trabajo surgen algunas preguntas de investigación que se podrían
tener en cuenta para futuras investigaciones: ¿Qué entienden los terapeutas por externalización a
nivel teórico y a nivel práctico?, ¿Cuáles son las percepciones de los terapeutas sobre el proceso
de externalización?, ¿Cuál es la relación que hay entre la externalización y las otras etapas de la
terapia narrativa?
57
Referencias
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Antropología, 24. Recuperado de:
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Nursing, 21, 48-56. doi:
If the problem at first is not easy to define, the playful techniques and creativity inherent in the
use of narrative therapy can involve ploys such as setting the individual up to spy on the problem
so as to allow a better view. Traducción mía.
Narrative therapy tools may well be the key to move from giving a person a social story to active
engagement of the person with autism in the creation of the story. Traducción mía.
Chow, E. OW. (2015). Narrative therapy and evaluated intervention to improve stroke survivors’
social and emotional adaptation. Clinical Rehabilitation, 29, 315-326. doi:
10.1177/0269215514544039.
58
To regain power and control over it and to move closer to their hopes and dreams. Traducción
mía.
Through participants’ renaming of the problem their change of perspective on stroke and its
influence is evident. Traducción mía.
Narrative therapists seek to separate a person’s identities from the problem by deconstructing the
problem-saturated stories and opening space for the person to view his or her life from a different
perspective using externalizing conversations. Traducción mía.
They also seem to view themselves differently, from instance one member changes his self-
description from being a useless person to a person with gratitude, from being a hopeless person
to a person with hopes and dreams. Traducción mía.
Etchison, M., & Kleist, D. M. (2000). Review of narrative therapy: research and utility. The
Family Journal: Counseling and Therapy for Couples and Families, 8, 61-66.
Foucault, M. (1980). Power/knowledge: selected interviews and other writtings. New York:
Pantheon Books.
Foucault, M. (2002). Vigilar y castigar. Buenos Aires, Argentina: Siglo veintiuno editores.
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realities. New York: Norton.
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Psychotherapy, 10, 81-88. doi: 10.1300/J085v10n01_07.
Similarly, parents and children, who often come into treatment on “opposing teams” no can
cooperate in their fight against the real enemy (i.e., the symptoms). Traducción mía.
Gehart, D., & Monk, G. (2003). Sociopolitical activist or conversational partner? Distinguishing
the position of the therapies in narrative and collaborative therapies. Family Process, 42,
19-30. doi:
59
Graham, J.M. (2014). Narrative therapy for treating video game addiction. International Journal
of Mental Health and Addiction, 12, 701-707. doi: 10.1007/s11469-014-9491-4.
Hannen E. & Woods K. (2012). Narrative therapy with an adolescent who self-cuts: A case
example. Educational Psychology in Practice, 28, 187-214. doi:
10.1080/02667363.2012.669362.
B said she was happier. Ttraducción mía.
At the naming stage, she identified when anger was triggered. She also described the effects of
anger on her life, either in response to naming questions, or when asked about the effects directly.
Traducción mía.
Her view of herself as a more “open” person had been assimilated into her sense of identity.
Traducción mía.
Hill, N.L. (2011). Externalizing conversations: single session narrative group interventions in a
partial hospital setting. Clinical Social Work, 39, 279-287. doi: 10.1007/s10615-010-
0299-9.
The metaphors of relationships and law enforcement were chosen to facilitate insight into how
participants’ problems operate, and how they might be resisted, while leaving the room for the
possibility of ongoing interactions between people and problems. Traducción mía.
Several elements of the described interventions are recommended as a structure around which to
innovate: “(1) the opportunity for each participant to shape the general metaphor to the problem
she o he identifies, particularly through personification; (2) group discussion exploring relative
influence. Traducción mía.
Identifying such experiences as external rather than the result of personal defect can free
participants to acknowledge them without shame. Traducción mía.
60
The person may feel empowered to take action to change what had seemed inevitable.
Traducción mía.
Dominic and Isabel determined that they could get the upper hand over the two troublemakers by
taking medications, using mindfullness and positive self-talk, and working with allies such as the
group. Traducción mía.
Hoffmann, R. M., & Kress, V. E. (2008). Narrative therapy and non-suicidal-self-injurious
behavior: Externalizing the problem and internalizing personal agency. Journal of
Humanistic Counseling, Education and Development, 77, 157-171. doi:
Johnson, J. (2012). Using externalization as a means to regulate emotion in children with autism
spectrum disorders. Journal of Psychotherapy, 23, 163-168. doi:
10.1080/08975353.2012.679906.
Children who have previously demonstrated a capacity to both gain a greater understanding of a
variety of expressed emotions and develop self-regulation skills. Traducción mía.
Keeling, M.L. & Bermudez, M. (2006). Externalizing problems through art and writing:
experience of process and helpfulness. Journal of Marital and Family Therapy, 32, 405-
419. doi:
Money, you really stress me out. Why can you be easier to deal with? You make me feel
vulnerable. Please help me to understand. I can’t do it if you always make it so hard for me. If we
work together maybe we could come out with something that would help me.
We found that all participants – to various degrees - found the externalization of their problems
through tangible objectification (sculpture) to be helpful. Traducción mía.
Externalization is a key process that rises out of the central assumptions associated with narrative
therapy, namely the social construction of meaning, an awareness of discourse, and an influence
of narrative deconstruction. Traducción mía.
61
The playful nature of alternative means of externalization, such as personifying the problem,
might reduce clients’ distress over their problems. Traducción mía.
Kropf, N.P. & C. Tandy (1998). Narrative therapy with older clients. Clinical Gerontologist, 18,
3-16. doi: 10.1300/J018v18n04_02.
The initial phase of narrative therapy focuses on deconstructing the current life story that is
creating stress for a client. With Elizabeth, this process involved externalizing her sense of
depression and examining how it has had an impact on her life, exploring her perception of
herself as “elderly”, and the meaning and impact of her multiple losses. Traducción mía.
Lyness, K. & Thomas, V. (1995). Fitting a square peg in a square hole: using metaphor in
narrative therapy. Contemporary Family Therapy, 17, 127-142. doi:
So things are definately majorly improved. I mean, life is still stressful, but it’s stressful in a
different way. Traducción mía.
The physical metaphor allows the clients to see the argument in physical form. This is a way of
externalizing the problem into the rope. Traducción mía.
Payne, M. (2002). Terapia narrativa: una introducción para profesionales. Barcelona, España:
Paidos.
McLuckie, A. (2006). Narrative family therapy for pediatric obsessive compulsive disorder.
Family Therapy and Mental Health, 16, 83-106. doi: 10.1300/J085v16n04_07.
Family members and helping professionals influenced by pathologizing language may also have
difficulties separating the child from the problem, which is an essential component of the
externalization process. Traducción mía.
Children and families will present the most creative metaphors that are ripe with thick
descriptions of strenghths, kwnoledge and skills used to take a stand againts the problems
associated with OCD. Traducción mía.
62
Shifting away from medical language invites the child and family to share their personal
experience and knowledge related to OCD and recruit personal resources to challenge power of
the obsessions and compulsions. Traducción mía.
During the externalizing process, children and families are encouraged to use play, drama or
drawings to present symbolically the various forms of OCD. Traducción mía.
Sarah began to feel more masterful, and less powerless. Traducción mía.
Developing an awareness of these strength-based resources through externalization is crucial
when attempting in the reconstruction process to integrate alternate or preferred life stories that
are less influenced by OCD. Traducción mía.
Méndez Peña, P., & Zamorano, C. (2012). Estudio exploratorio del uso de la técnica de
Externalización (Terapia Narrativa) para el tratamiento de trastornos de ansiedad
fóbica. Universidad de Chile. Recuperado de:
http://repositorio.uchile.cl/bitstream/handle/2250/113487/cs39-mendezp1163.pdf?sequence=1.
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the position of the therapist in narrative and collaborative therapies. Family Process, 42,
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clients diagnosed with bipolar disorder. Journal of Creativity in Mental Health, 3, 157-
174. doi: 10.1080/15401380802226661.
(a) The reduction of conflicts over who is responsible for the problem, (b) the reduction of the
individual’s sense of failure of trying to overcome the problem. Traducción mía.
63
(d) The client seeing new ways of escaping that influence of the problem on his or her life and
relationships, (e) the client seeing the problems more optimistically. Traducción mía.
Ramey, H.L., Tarulli, D., Frijters, J.C., & Fisher, L., Frijters, J., Ramey, H. & Tarulli, D. (2009).
A sequential analysis of externalizing in Narrative therapy with children, Contemporary
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therapies in the outpatient treatment of young adult women. Journal of Creativity in
Mental Health, 4, 42–56. doi: 10.1080/15401380802708775.
Amanda was encouraged by her counselor to personify ‘Ana’ in written form, describing ‘Ana’
as though she is animate. She composed (…) lines. Traducción mía.
The approach of distancing by giving AN a proper name and a voice offers women with AN a
chance to relinquish self-blame. Traducción mía.
This distancing process shifts the perspective, and thus the disorder can be viewed and treated in
a new, somewhat objective way. Traducción mía.
Specifically, as a result of being treated in a holistic manner, women report experiencing
increased motivation and willingness to change. Traducción mía.
Scott, N., Hanstock, T. L., & Patterson-Kane, L. (2013). Using narrative therapy to treat eating
disorder not otherwise specified. Clinical Case Studies, 12, 307-321. doi:
10.117/1534650113486184.
Three sessions also commenced a process of deconstruction, helping Victoria gain awareness of
the beliefs that were assisting A-rex’s hold on her, and identifying their genesis in those teachings
of her parents, which, in other contexts, she strongly rejected.
64
The following three sessions focused on further exploring A-Rex’s persona (…) to expose his
character and values”.
Smith, C. (1997) Comparing traditional therapies with narrative approaches. En D. Nylund, & C.
Smith (Ed.), Narrative Therapies with Children and Adolescents (pp. 1-52). Nueva York,
NY: The Guilford Press.
St. James, O’Connor, T., Meakes, E., Pickering, M.R. & Schuman, M. (1997). On the right track:
client experience of narrative therapy. Contemporary Family Therapy. 19, 479-495. doi:
Tarragona Sáenz, M. Las terapias posmodernas: una breve introducción a la terapia colaborativa, la
terapia narrativa y la terapia centrada en soluciones. Psicología Conductual, 14, 511-532.
Tomm, K. (1994). Externalización del problema e internalización de la posición como agente. En
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consultation. Qualitative Social Work, 9, 313-332. doi: 10.1177/1473325006067359.
She acknoledged feeling good about being understood. Traducción mía.
White, M. (1994). El proceso de interrogar: ¿Una terapia de mérito literario?. En Guías para una
terapia familiar sistémica (pp. 69-82). Barcelona, España: Gedisa.
White, M. (1994). Externalización del problema e internalización de la posición como agente. En
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Norton & Company.
White, M., & Epston, D. (1990). Narrative means to therapeutic ends. Nueva York, NY: W.W.
Norton & Company.
65
Anexos
Anexo A
Tabla 1
Características de los Artículos
Referencia Tipo de artículo Disciplina Problema
tratado
País
Carlson (2016) Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Rabia EEUU
Cashin (2008) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno de
Asperger
Australia
Chow (2014) Investigación
cualitativa
Psicología clínica
y rehabilitación
mental
Derrame
cerebral
China
Fristad et al.
(2008)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Depresión EEUU
Graham (2014) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Adicción al
juego
EEUU
Hannen &
Woods (2012)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Autolesiones Reino
Unido
Hill (2010) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Paranoia y
depresión
EEUU
Hoffman (2008) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Autolesiones EEUU
Johnson (2012) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno
del espectro
autista
EEUU
Keeling &
Bermúdez (2006)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Miedo,
pereza,
gordura,
depresión,
confusión,
estrés,
abuso,
frustración,
entre otros.
EEUU
66
Kropf & Tandy
(2008)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Miedo,
depresión,
duelo
EEUU
Lyness &
Thomas (1995)
Reporte de caso
clínico
Terapia familiar Problemas
familiares
EEUU
McLuckie (2006) Reporte de caso
clínico
Psicología clínica
y terapia familiar
Trastorno
obsesivo
compulsivo
Canadá
Méndez &
Zamorano (2012)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Trastorno de
ansiedad
fóbica
Chile
Ngazimbi,
Lambie &
Shillingford
(2015)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Trastorno
afectivo
bipolar
EEUU
Robbins &
Pehrsson (2009)
Reporte de caso
clínico
Psicología clínica Anorexia
nervosa
EEUU
Scott, Hanstock,
& Patterson-Kane
(2013)
Investigación
cualitativa
Psicología clínica Trastorno de
alimentación
no
especificado
Australia
St. James
O'Connor,
Meakes,
Pickering &
Shuman (1997)
Investigación
cualitativa
Terapia familiar Problemas
de familia
Canada
Wahlstrom
(2006)
Investigación
cualitativa
Trabajo social Autojuicio España