Post on 09-Feb-2017
REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD FERMÍN TORO
Pueblo Saharaui. Situación y Resistencia
CARLOS E. SAAB CI: 24.813.045.
JUNIO 2016
Durante siglos los saharauis fueron tribus nómades que vivían en el desierto del
Sahara. Se movían libremente en búsqueda de las mejores condiciones para vivir. En
1885, cuando los países europeos se repartieron el continente africano, España obtuvo
la región del Sahara occidental y empezó a explotar los recursos naturales del
territorio. Durante décadas los saharauis coexistieron pacíficamente con los colonos
españoles pero en la década de 1960, cuando se expandió por toda África el proceso
de descolonización, comenzaron a organizarse.
La República Árabe Saharaui Democrática hoy tiene poco más de medio
millón de habitantes.
“Durante esta guerra de genocidio, no sólo fuimos bombardeados con napalm y
fósforo, que están prohibidas internacionalmente, y fueron quemados los pocos
árboles del desierto. Además, los que se salvaron fueron obligados a vivir en el exilio,
divididos por un muro que existe hasta hoy día”, advierte. El muro que denuncia
Bachir fue construido entre 1980 y 1987, separa del país al territorio ocupado por
Marruecos en 1979, tiene más de 2700 kilómetros de largo y es vigilado por 150.000
soldados marroquíes. “Es el segundo muro más largo del mundo -tras la muralla
china- y el lugar más minado”, relata con dolor el embajador saharaui.
Tras años de conflicto, la resistencia saharaui obligó a Marruecos a firmar un
plan de paz y fue entonces cuando el reino marroquí terminó de construir el muro
“con contribución norteamericana, francesa, pero sobre todo con apoyo técnico de
Israel y el Apartheid de Sudáfrica. También es el muro más militarizado del mundo,
con sistemas de radar”, manifiesta.
Ese muro, continúa Bachir, “separa las familias, las esposas de los maridos, los
hijos de sus padres, los hermanos. Yo soy un ejemplo: vivo con mi hermano en la
parte Oriental y mi familia vive en la otra parte. En pleno siglo XXI no se permite a
las familias encontrarse. Sólo he tenido oportunidad una vez en la vida de abrazar a
mi difunta madre, en 2004, escoltado por la ONU. Mi difunto padre falleció un año
antes. Esto persiste. No se permite a observadores ni periodistas ingresar al territorio
saharaui”.
Organizaciones internacionales: Pueblos indolentes
Presionada por la ONU, España abandonó el Sahara occidental y negoció la
independencia con los saharauis, pero el Rey de Marruecos, Hassan II, reclamó para
sí el territorio bajo el argumento de que siempre había sido parte del país. Con la
ayuda de Francia y Estados Unidos, Marruecos invadió el territorio y se apoderó de
él. Parte de la población saharaui huyó a Argelia y creó los campamentos de
refugiados en Tinduf, mientras que la otra parte quedó en los territorios ocupados
bajo la opresión marroquí, sometida desde entonces a violaciones sistemáticas de sus
derechos humanos.
En 1961 Marruecos empezó a construir, con la ayuda de Estados Unidos y
Francia, un muro minado de 2.700 kilómetros, el segundo más largo del mundo luego
de la Muralla China. Si bien en 1991 la ONU aprobó un plan de paz con la idea de
que se celebrara un referéndum en el que los saharauis decidieran el futuro del Sahara
occidental, hasta el día de hoy Marruecos todavía no ha permitido que se lleve a cabo
la consulta popular.
El pasado 29 de abril, el Consejo de Seguridad de la ONU prorrogó por un año
su misión en el Sahara Occidental, manteniendo sus funciones sin la supervisión de la
situación de los derechos humanos en el territorio. “Esto no puede seguir así. Si no
reacciona la ONU, habrá que cambiar la vía pacífica”, dijo a medios periodísticos un
activista saharaui en el Festival Internacional de Cine Fisahara.
En la actualidad, hay más de 50 presos políticos en cárceles marroquíes, más de
500 desaparecidos civiles y 151 desaparecidos militares. En los campamentos
sobreviven miles de personas, niños, niñas y familias enteras en condiciones
climáticas adversas, con temperaturas que pueden alcanzar los 54 grados centígrados,
sin agua, gas ni luz eléctrica.
Derechos humanos pasados y presentes
“Nuestro trabajo consiste en tres aspectos fundamentales: por un lado, la
observación en el territorio, mediante la verificación de la situación de los derechos
humanos en la población saharaui y del tratamiento que le da la potencia ocupante,
Marruecos. Un segundo aspecto es la observación en los juicios contra los presos
políticos saharauis en el territorio ocupado, así como en las ciudades marroquíes, y
una tercera fase es la divulgación y la acción internacionales mediante denuncias ante
instituciones y organismos supra estatales de la vulneración de los derechos humanos
en el territorio”, contó a la Agencia Acta Inés Miranda Navarro, la abogada española,
miembro de la Asociación Internacional de Juristas, que lleva a cabo la defensa de los
saharauis contra la violación sistemática de los derechos humanos del Gobierno de
Marruecos.
Según Miranda Navarro, las denuncias contra la opresión marroquí no sólo
fueron llevadas a las instancias supra estatales como el Parlamento Europeo, la Unión
Africana y el propio Consejo de Seguridad de la ONU, sino también a los organismos
estatales en España: “En la actualidad mantenemos una querella por genocidio contra
gobernantes militares marroquíes por la matanza masiva cometida contra el pueblo
saharaui tanto durante el momento de la ocupación, que se hizo violentamente a
través de bombardeos de fósforo blanco y napalm contra la población civil saharaui,
como contra los hechos que posteriormente han venido aconteciendo”. La abogada
subrayó que el Gobierno de Marruecos busca la “exterminación de la cultura e
identidad del pueblo saharaui”.
La agresión y la violencia son moneda corriente en los campamentos saharauis
(territorios ocupados): tanto la policía como la gendarmería marroquí irrumpen en las
escuelas, dividen a los niños saharauis de los marroquíes y golpean a los saharauis
recordándoles que tienen que mantener una política de “marroquinización” si quieren
dejar de ser golpeados; ingresan en las casas, golpean y masacran a todas las familias,
se llevan a los jóvenes y a las mujeres y las desnudan en las calles.
“Como potencia ocupante, Marruecos tiene la obligación de respetar los
convenios de Ginebra y de permitir a la población ejercer libremente sus derechos. Es
necesario que la comunidad internacional ponga el acento en la situación de los
territorios ocupados del Sahara Occidental y que, por parte del Consejo de Seguridad
de Naciones Unidas, se proceda a la ampliación de las competencias de la misión y se
elabore el censo de votantes para que se celebre el referéndum como resolución al
conflicto de ocupación y al proceso de descolonización”, dijo Navarro. La abogada
agregó que debería incluirse en esas dos competencias, una tercera: la observancia y
la vigilancia de los derechos humanos de la población saharaui. “No queda otra
opción que decir que es España, como responsable directo, quien tendría que actuar;
en primer lugar, condenar la vulneración, la situación a la que ha sometido en el año
1975 con la firma de los acuerdos tripartitos de Madrid al Sahara occidental y que
lamentablemente la actuación que está teniendo en esta última época democrática con
todos los gobiernos que han pasado por el reino de España, ha sido no de olvidar al
pueblo saharaui sino de mantener políticas activas en contra del proceso de
autodeterminación y de independencia del pueblo saharaui”, concluyó la abogada.
Por su parte, Salem Bachir, representante de la República Árabe Saharaui
Democrática y del Frente Polisario en Argentina, dijo que “Marruecos es calificado
como el país, luego de Israel, que menos cumple con las resoluciones de la ONU”. En
relación a la solidaridad internacional, Salem recordó que 27 de los 32 países que
conforman el continente latinoamericano han reconocido a la nación saharaui: “Pero
todavía falta que lo hagan Argentina, Brasil y Chile”.
VII Congreso de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis
A principios de abril se llevó a cabo en los campamentos de refugiados de
Tinduf el séptimo Congreso de mujeres saharauis, del que participaron delegaciones
de 25 países: Argelia, Ruanda, Egipto, España, Italia, Alemania, Estados Unidos,
Argentina, Cuba, Perú, Brasil, Sudáfrica, entre otros. Fueron más de 1.200 mujeres
las que participaron en el Congreso, en el que además se renovó la dirección de la
Unión Nacional de Mujeres Saharauis. Fatma Nehdi, quien resultó elegida presidente,
destacó en su discurso la importancia de la lucha por los derechos humanos de las
mujeres y del pueblo saharaui. “Para el pueblo saharaui la única salida es la victoria”,
agregó el presidente de la República Árabe Saharaui Democrática (Rasd), Mohamed
Abdelaziz.
Durante el congreso, hombres, mujeres y niños marcharon hacia el muro de la
vergüenza para denunciar que desde su existencia son miles los saharauis muertos por
las minas antipersona de la muralla.