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BENITO VIZCAÍNO VITA, SOCIALISTA ALMERIENSE EN EL EXILIO
Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz Áurea Vidal Gómez
Universidad de Almería
La comunicación que presentamos tiene como principal objetivo dar a conocer la
figura política de Benito Vizcaíno Vita, almeriense de nacimiento y exiliado en Francia
y Venezuela tras ele final de la guerra civil. Vinculado a la UGT, a través del sindicato
de empleados de banca, y al Partido Socialista, llegó a ser una de las personas de mayor
poder e influencia en la provincia de Almería al ser nombrado, en julio de 1936,
secretario del Comité Central, máximo órgano de poder en la retaguardia almeriense
durante los primeros meses de la guerra civil. Además, Benito Vizcaíno ejerció como
vocal del Tribunal Popular constituido en Almería y desempeñó las funciones de
secretario particular del gobernador civil Gabriel Morón, hombre clave para entender el
proceso de reconstrucción del poder en la provincia almeriense.
Para aproximarnos a su vida contamos con distintas fuentes. Una de ellas,
necesaria en cualquier historia de vida, es el testimonio del propio biografiado. Hombre
de gran longevidad, a punto de cumplir los 97 años al presentar este texto, hemos
podido entrevistar a Benito Vizcaíno en varios momentos desde que lo conocimos en
1987. Además, hemos utilizado documentación de la UGT y el PSOE de Almería, tanto
la conservada en el Archivo Histórico Provincial como la depositada en los fondos de la
Fundación Pablo Iglesias, hoy en Alcalá de Henares. Asimismo, hemos repasado la
prensa de los años treinta, los documentos de la Causa General, sección del Archivo
Histórico Nacional e incluso fotografías de la época. Para los datos biográficos de
Benito Vizcaíno Vita y de sus familiares nos han aportado información las guías y
anuarios de los años 20 y 30, así como los censos electorales de la II República
conservados en el Archivo de la Diputación Provincial. Finalmente, han sido muy útiles
los trabajos de investigación ya realizados por miembros del grupo de investigación
“Estudios del Tiempo Presente” de la Universidad de Almería sobre los años treinta y el
franquismo.
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El período de 1907-1936
Benito Vizcaíno Vita nació el 14 de noviembre de 1907 en Berja (Almería), localidad
de la que era oriunda su madre, Luisa Vita Forastiel. Su padre, Joaquín Vizcaíno
Navarro, era de Aguadulce, localidad costera próxima a la capital almeriense. Tras
celebrar su boda, el matrimonio se instaló en Berja, donde Joaquín pasó a regentar un
comercio de exportación de frutas al por mayor. Luisa Vita y Joaquín Vizcaíno tuvieron
cinco hijos: el mayor era Joaquín, al que le seguía Benito, y tras él nacieron Enrique,
Francisco1 y Luisa.
A comienzos de la década de los veinte, es decir, cuando Benito contaba 14 años
de edad, aproximadamente, su padre decidió trasladar su residencia a Almería. Para ello,
según nos cuenta nuestro personaje, la familia viajó en uno de los carros que
habitualmente transportaba esparto hasta la capital2. Una vez allí, se instalaron en la
calle Almedina, número 303, donde permanecieron unos años. A continuación, se
mudaron a la calle Marín, número 164, lugar en el que vivieron hasta el comienzo de la
guerra civil5. Tras el inicio del conflicto, la familia Vizcaíno Vita volvió a cambiar de
domicilio, trasladándose esta vez a una finca situada en la carretera Granada, junto al
Fielato, cerca del cementerio de San José.
En la capital almeriense, su padre se dedicó al comercio de pescado, instalando
una fábrica de hielo en el barrio de Pescadería llamada “Al fin libres”6. Además del
1 Francisco pudo realizar sus estudios de Derecho en la capital madrileña antes de la guerra civil, donde al parecer tenían familiares. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Almería, 29-X-2002). 2 La llegada hasta Almería fue un tanto accidentada, no sólo por la larga duración del viaje en esos medios de transporte desde Berja hasta la capital , sino porque “el carro se cayó en una de las cunetas, tuvimos que esperar a que llegara otro carro para poder sacar aquello de allá”. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Almería, 29-X-2002). 3 Además de los recuerdos de Benito Vizcaíno, tenemos documentalmente probado que en febrero de 1924 vivía con su familia en dicho domicilio. 4 Según el testimonio de Benito Vizcaíno, se trataba de una vivienda recién construida por el arquitecto Guillermo Langle, en la que existía un cuarto de baño que se calentaba eléctricamente, lo que lo hacía único prácticamente en toda Almería. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004). 5 En 1935 aparecen censados en este domicilio Benito Vizcaíno Vita (empleado de 27 años), su madre Luisa Vita, dedicada a sus labores (55 años), su tía paterna Amalia Vizcaíno Navarro (sus labores, 65 años), y su abuela materna Ana Forastiel Fernández (sus labores, 80 años). Aunque no aparecen registrados en este censo electoral por ser menores de edad, suponemos que también vivían en esta casa Enrique, Francisco y Luisa Vizcaíno Vita. Sí hemos podido confirmar que, en esas fechas, su padre, Joaquín Vizcaíno Navarro, ya había fallecido. Censo electoral de Almería de 1935, Archivo de la Diputación Provincial de Almería (en adelante ADPAl). 6 El nombre de esta fábrica se debe a que “había una fábrica de hielo en la plaza que da a la Rambla (…), y esa fábrica de hielo era la que surtía de hielo a la Pescadería, y mi padre se dedicó a la exportación de pescado (…). “Al fin libres” porque esa industria de hielo que había cometía muchos abusos, ponía los precios que le daba la gana, y entonces se reunieron y acodaron poner una fábrica de hielo (…)”.
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testimonio de la familia, encontramos la presencia de Joaquín Vizcaíno Navarro como
comerciante de pescado en las instalaciones existentes en la carretera de Málaga en
documentos publicados en 1925 y 19337. Sabemos que falleció como consecuencia de
un infarto que sufrió estando en la sucursal del Banco Hispano, lugar de trabajo de sus
hijos Joaquín8 y Benito, sobre el año 19349.
En cuanto a la formación y educación de Benito Vizcaíno, sabemos que pudo
asistir a la escuela en Berja con el maestro Alejandro Morales García10, aunque dejó el
colegio muy joven. De hecho, aprendió algo de inglés y taquigrafía de manera
autodidacta y con ayuda del hermano de Juan Garrido, quien le dio clases particulares
en su propia casa11. Cuando tan sólo tenía 15 años, es decir, sobre 1923, comenzó a
trabajar en la sucursal del Banco Hispano establecida en la capital almeriense12, donde
permaneció hasta el inicio de la guerra civil.
También conocemos otro dato interesante de su juventud: Benito Vizcaíno
perteneció a la Congregación de la Inmaculada y S. Luis de Gonzaga, conocida
popularmente como “Los Luises”, donde se dio de alta el 4 de mayo de 192413. Esta
circunstancia sería muy utilizada por sus adversarios políticos, los vencedores de la
guerra, para criticarle en las declaraciones efectuadas tras el fin de la contienda14.
Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004). 7 Anuario de Almería (capital y provincia). Obra patrocinada por el Excmo. Ayuntamiento. Año 1925. Almería, Imp. E. Lacoste, 1925. 8 Aunque desconocemos la fecha exacta, sí sabemos que en 1935 Joaquín ya había contraído matrimonio con Pura Lozano López, con quién tuvo seis hijos. El matrimonio se instaló en la Avenida de la República, número 75 (actual Paseo de Almería). Censo Electoral de Almería de1935, ADPAl. 9 Benito recuerda como estando en el banco haciéndoles una visita, su padre comenzó a quejarse de un fuerte dolor en el pecho, falleciendo poco después de un infarto al corazón. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004). Esto tuvo que ocurrir entre 1933 y 1935, puesto que el nombre de Joaquín Vizcaíno Navarro figura como asentador de pescado en una guía de la ciudad publicada en 1933, pero ya no aparece en el domicilio familiar de la calle Marín en el Censo Electoral de Almería de 1935, ADPAl. 10 Alejandro Morales aparece censado en 1930 con 58 años de edad y con domicilio en la calle Ángel de Berja. Censo Electoral de 1930, ADPAl. 11 Así lo recordaba Benito Vizcaíno Vita en una entrevista realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Almería, 29-X-2002). 12 Según nos ha contado el propio Benito, comenzó ganando tres duros al mes en este banco, al que accedió precisamente gracias a sus conocimientos de inglés. Ibíd. 13 Benito Vizcaíno figura con el número 87 en una relación parcial de miembros de la Congregación de la Inmaculada y San Luis de Gonzaga de Almería fechada en 1924. El documento manuscrito se encuentra sorprendentemente conservado en el legajo correspondiente a la documentación de la Federación Provincial Socialista de la Fundación Pablo Iglesias. AFPI, AH 13-63. Hay una nota escrita a mano que dice "Archivese en la carpeta de la Federación de Almería”. Esto nos hace pensar que el documento pudo formar parte de alguna denuncia contra Benito Vizcaíno enviada a los dirigentes nacionales del Partido Socialista, incluso por afiliados a dicha organización. 14 Son especialmente significativas las referencias que se hacen a la pertenencia de Benito Vizcaíno Vita a “los luises” en las declaraciones efectuadas a la Causa General, conservada en el Archivo Histórico Nacional.
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Benito Vizcaíno en una foto fechada el 1/II/1931
Su trabajo dentro del mundo de las finanzas le llevó a vincularse desde muy
temprano al sindicato de “Empleados de Banca”, y, si atendemos a su testimonio, esto
ocurrió antes incluso de la Dictadura de Primo de Rivera. Aunque pensamos que sus
referencias deben situarse en una etapa posterior, Benito Vizcaíno recuerda sus
comienzos en el mundo sindical de esta manera:
“Fue la época en que comenzaron los sindicatos y me hicieron secretario de los Empleados de Banca. Y ahí comenzó la carrera mía prácticamente. Entonces, con ese motivo, iba a la UGT, conocía a la gente, conocía al partido, y hasta que me nombraron, el Ministerio de Trabajo me nombró consultor jurídico del organismo éste que se formó para intervenir en las cosas de los trabajadores. Estaba en la calle Granada (…)”15. Al parecer, uno de los primeros actos de índole político-sindical a los que Benito
asistió fue aquél en el que intervino Hernández Zancajo para instar a los trabajadores de
la banca para que formasen parte del sindicato ugetista16.
15 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz, Almería, 20-X-2002. Benito recuerda también, como uno de los asuntos más destacables de este periodo, su intervención como testigo en el juicio que se celebró contra dos hermanos comunistas, recibiendo un golpe del director de la sucursal del Banco Español de Crédito en Almería. Años más tarde, estando ya en el campo de concentración de Francia volvió a encontrarse con estos dos hermanos, que le propusieron huir juntos, aunque Benito decidió no unirse a ellos. Unos días más tarde vio como los torturaban por haber intentado escapar. Entrevista a Benito Vizcaíno realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 30-X-2003). 16 Según Benito, “Vino alguien de Madrid (…), Hernández Zancajo, que era diputado socialista, que era muy agradable, para hacer el sindicato de la banca y a mí me nombraron secretario”. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004).
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En abril de 1934 fue nombrado vocal de la ejecutiva de la Federación Provincial
de Sociedades Obreras de la UGT17, formando parte en octubre de 1935 de la directiva
de su sindicato como vicesecretario18. Desde cargos como éstos, Benito Vizcaíno
desarrolló una amplia labor sindical que manifestó interviniendo en actos como el
organizado en mayo de 1935 por la “Sociedad de obreros gasistas, electricistas y
similares”, en el que también hicieron uso de la palabra Benigno Ferrer (ex diputado por
Almería) y Julio Álvarez del Vayo. Este acto de afirmación sindical tuvo como objetivo
demostrar que la clase trabajadora seguía creyendo en sus ideales y que estaba dispuesta
a luchar. Tuvo, además, una doble significación: apoyo a los presos políticos y recuerdo
hacia los caídos en la lucha en Asturias, León y Palencia. Benito Vizcaíno,
concretamente, recordó que el fin de aquel encuentro era poder obtener unas monedas
que aliviasen la miseria en la que vivían las familias de los compañeros presos, a la vez
que recordar que los trabajadores no habían muerto después de octubre de 193419.
En Almería, la huelga revolucionaria de octubre de 1934 resultó ser un auténtico
fracaso, pues, a pesar de que el día seis las fuerzas izquierdistas habían convocado a sus
afiliados para que secundaran la huelga general, tan sólo se siguió en algunos talleres,
entre los obreros de la compañía de electricidad y, sobre todo, entre los trabajadores del
puerto, donde no se llegó a cargar un buque destinado a transportar uva hasta Nueva
York. El comercio en general abrió sus puertas a pesar de que los empleados no se
personaron a primera hora de la mañana en sus puestos de trabajo. Conforme avanzó el
día, la normalidad volvió a todos los sectores de la ciudad, siendo así también en el 17 En la reunión mantenida el 15 de abril de 1934 por los secretarios y presidentes de las sociedades afectas a esta Federación Provincial se decidió proceder a la renovación de su comité directivo, quedando constituido de la siguiente forma: Presidente: Emilio Vela Soler; vicepresidente: José Carreras Galván; secretario: Antonio Rodríguez Paniagua; vicesecretario: Fernando Ortiz Rodríguez; tesorero: Pedro Montoya Guerrero; contador: Manuel Rodríguez Osorio; vocales: Cayetano Rodríguez Ventaja, José Morales Quintana y Benito Vizcaíno Vita. A esta reunión asistieron un total de 36 presidentes y secretarios ugetistas, presidiendo el propio Emilio Vela Soler. Archivo Histórico Provincial de Almería, sección Gobierno Civil (en adelante, AHP, GC), legajo 1.811. 18 La documentación sobre la UGT en Almería durante los años treinta conservada en el Archivo Histórico Provincial está bastante fraccionada. Y, aunque ha llegado hasta nosotros un importante volumen de legajos acerca de esta central sindical, la información está subdividida en multitud de sindicatos y agrupaciones sindicales, de los que tenemos datos muy concretos sobre una fecha y de los que perdemos el rastro después durante varios años. Esto mismo sucede en el caso del sindicato “Unión de Empleados de Banca”, del que, prácticamente, sólo tenemos constancia durante la II República de la inauguración de un nuevo domicilio social (sito en la Avenida de la República, número 30) y de su campaña sindical en 1932. En este acto intervinieron Antonio Sánchez Salinas, José Carlos Palenzuela Montoso, Fernando Guisilla Barroeta y Julián Fernández Bueso (La Crónica Meridional, 20-XI-1932, página 7). No volvemos a conocer ningún dato más de este sindicato hasta octubre de 1935, momento en el que sabemos que tenía 86 socios, estando en su haber un total de 46´85 pesetas. Para más información, vid. VIDAL GÓMEZ, Áurea: “La Unión General de Trabajadores en Almería, 1931-1939”, Trabajo de Investigación Tutelada inédito, 2003. 19 Diario de Almería, 14-V-1935, página 1.
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segundo día de huelga. Se registraron incidentes en el puerto y algunos cortes de gas en
la ciudad, mientras que el alumbrado permaneció más encendido que nunca, pues las
ausencias de algunos trabajadores de Fuerzas Motrices del Valle de Lecrín provocó
carencias a la hora de apagar las luces de la vía pública20. A pesar de la poca incidencia
dela huelga, hubo detenciones y procesamientos de líderes obreros, entre ellos Benito
Vizcaíno Vita21.
No obstante, aunque Benito Vizcaíno no ocupó cargos de máxima
responsabilidad hasta bien entrada la II República, podemos asegurar que su actividad
dentro del sindicato ugetista de banca fue de gran importancia, en tanto que en
noviembre de 1932, por ejemplo, fue él quién suscribió en nombre de su sindicato el
acuerdo alcanzado con la “Asociación de Empleados Mercantiles” sobre los días que
habían de señalarse como festivos22.
Además, su vinculación al socialismo almeriense se vio afianzada con su
afiliación a la Agrupación Local del Partido Socialista durante el segundo semestre de
193323. No obstante, hasta pocas semanas antes de iniciarse la guerra civil, Benito
Vizcaíno tuvo una mayor dedicación a las tareas de carácter sindical, siendo su hermano
Francisco el que ocupó destacados cargos en la estructura política del PSOE almeriense
tras afiliarse en 1932. Así, en el congreso provincial celebrado en los días 21 y 22 de
octubre de 1933, Francisco Vizcaíno Vita fue elegido vicesecretario de la Federación
Provincial de Agrupaciones Socialistas24, cargo que mantuvo en la reorganización
20 Estos sucesos pueden ser seguidos a través del diario local La Independencia durante los días 7-X-1934 (página 2), 9-X-1934 (página 1) y 10-X-1934 (página 1). Vid. VIDAL GÓMEZ, Áurea: “La Unión General de Trabajadores… op. cit. 21 Sabemos que tras los sucesos de octubre de 1934 el comandante de Carabineros Juan Fernández Adrados sirvió de garantía para la concesión de la libertad provisional para Benito Vizcaíno Vita. Vid. la declaración prestada en agosto de 1936 por el citado comandante ante el juez instructor militar encargado de la insurrección en Almería. Archivo Histórico Nacional, Sección Causa General, Pieza 5, tomo IV, vol 1º, folio 42 vto (caja 1.162). 22 Este acuerdo aparece firmado por Vicente Guerrero y Juan Ruiz Vicente por la “Asociación de Empleados Mercantiles” y por Benito Vizcaíno Vita y Julián Fernández Bueso por la “Unión de Empleados de Banca”, siendo aprobado por el Ayuntamiento de la capital almeriense. Diario de Almería, 23-XII-1932, página 3. Resulta significativo destacar la diferente trayectoria política que siguieron Benito Vizcaíno y Julián Fernández Bueso. Éste terminó participando en la fundación de Falange Española en Almería, en septiembre de 1934, ocupando el cargo de secretario general, y fue asesinado poco después de iniciarse la guerra civil. Sobre la Falange almeriense y la represión en la guerra, vid. QUIROSA-CHEYROUZE, Rafael: Católicos, monárquicos y fascistas en Almería durante la Segunda República. Almería, IEA, 1998; y Represión en la retaguardia republicana. Almería, 1936-39. Almería, GEU, 1997. 23 Documentos de la Agrupación Local de Almería del PSOE. AHP, GC 411-690. 24 Además de Francisco Vizcaíno, formaban la Ejecutiva Provincial Emilio Vela Soler (presidente), Benigno Ferrer Domingo (vicepresidente), Antonio Pérez Llamas (secretario), Andrés Galera Yepes (tesorero-contador), Francisco García Gutiérrez y Francisco Pérez Sánchez (vocales). AHP, GC 412-692.
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producida el 28 de enero de 193425. En la Ejecutiva designada el 18 de mayo de 1935 pasó
a ocupar el cargo de secretario del Partido Socialista en la provincia almeriense26. En el
ámbito de la capital, el 6 de enero de 1936, Francisco Vizcaíno fue elegido secretario de la
Agrupación Local del PSOE, aunque encontramos documentación que acredita que ya
ejercía estas funciones con anterioridad, al menos desde diciembre de 1935.
No obstante, a finales de mayo de 1936, y en el contexto de las tensiones internas
del socialismo español, se produjo un cambio en la ejecutiva local de la Agrupación
Socialista de Almería, pasando Benito Vizcaíno a ocupar el cargo de secretario27, lo que
viene a confirmar su creciente peso en el partido.
La etapa de la guerra civil (1936-39)
Tras conocerse el levantamiento militar en Melilla y, ante el temor fundado de que se
extendiera la insurrección en Almería, los líderes de las organizaciones obreras se
trasladaron al Gobierno Civil, y, junto al gobernador Juan Peinado Vallejo, coordinaron
sus actuaciones. Uno de los dirigentes que se desplazó a la sede de la primera autoridad
provincial fue Benito Vizcaíno Vita. Además de él, junto a Peinado, perteneciente a
Izquierda Republicana, estuvieron Gabriel Pradal (diputado del PSOE por la provincia
almeriense), los republicanos Francisco Burgos Seguí, Miguel Hernández Cerrá y
Francisco Barrilado, los socialistas Francisco Vizcaíno Vita y Rafael García Ramírez de
Arellano, y el diputado comunista Adriano Romero, accidentalmente en Almería28.
El 21 de julio de 1936, a las seis de la madrugada, soldados del Batallón de
Ametralladoras nº 2, carabineros, guardias civiles y unos treinta civiles vinculados a
grupos derechistas, iniciaron la insurrección en Almería. El retraso en la decisión de
sublevarse había permitido a las organizaciones obreras concentrar en Almería a
25 La reorganización estuvo motivada por la dimisión presentada por el presidente Emilio Vela Soler y el secretario Antonio Pérez Llamas, que fueron sustituidos en sus cargos, respectivamente, por Pedro Moreno Magaña y Carlos María Cueto García. Ibid. 26 El resto de componentes del máximo órgano provincial del PSOE almeriense eran Benigno Ferrer Domingo (presidente), Miguel García Gómez (vicepresidente), Ginés Gutiérrez Guevara (vicesecretario), Luis Gázquez Borrás (tesorero), Cayetano Martínez Artés y Emilio Vela Soler (vocales). Archivo de la Fundación Pablo Iglesias, AH 61-27. 27 El socialismo almeriense era mayoritariamente afín a la línea de Largo Caballero. Eso hizo que sus dirigentes mostraran su contrariedad por la suspensión del Congreso convocado para el 29 de junio de 1936 y manifestaran apoyo al Comité de la Agrupación Socialista de Madrid “que hoy por hoy encaran el verdadero sentir de las masa”. Posteriormente, suscribieron la solicitud de un congreso extraordinario para el 27 de julio de 1936. AFPI, AH-13-43. 28 Además de los testimonios orales que hemos podido obtener sobre los acontecimientos producidos en Almería en las horas previas a la insurrección militar en Almería, es interesante el libro de memorias publicado en el exilio mejicano por el gobernador de Almería en 1936. RUIZ-PEINADO VALLEJO, Juan: Cuando la muerte no quiere. Méjico, Imprenta Azteca, 1967.
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trabajadores procedentes del Bajo Andarax o el norte de la provincia, y situarlos
estratégicamente en las principales calles y edificios de la ciudad. Además, entre los
militares no existía la unanimidad para la sedición y el gobernador militar, el teniente
coronel Juan Huerta Topete, no estaba convencido del éxito de la operación29.
Pocas horas antes de que se iniciara la sublevación tuvo lugar un curioso encuentro
en las calles de la ciudad. Benito Vizcaíno se desplazó a las cercanías de la Comandancia
Militar para vigilar los posibles movimientos de tropas y se cruzó con uno de los oficiales
que horas después encabezaría una de las dos columnas que recorrió la ciudad para
proclamar el estado de guerra. En ese momento el capitán Eduardo Navarro Chacón le
recomendó que marchara a su casa porque se avecinaba un enfrentamiento grave. Así nos
lo narró Benito:
“Yo llegué al parque, ya era oscuro, bastante oscuro, y no vi nada, y me senté un rato, y cuando llevaba sentado un rato, veo por la calle Atarazanas que baja una columna del Ejército. Entonces, me esperé que cruzaran el parque hacia el muelle, me fui para dentro, y veo que al frente de ellos iba el capitán Navarro, amigo mío. Entonces le pregunté como haciéndome el tonto un poco, ‘¿qué pasa Navarro?’. ‘Mira la cosa es muy seria, puede haber muertos, mejor que te vayas a tu casa’. Yy me fui para el Gobierno Civil, y el Ejército está en la calle”30.
Si, en un primer momento, las columnas militares lograron vencer las barricadas
dispuestas por las fuerzas populares, no consiguieron superar la resistencia ofrecida por la
Guardia de Asalto en el Gobierno Civil. Cuando la situación se hizo más crítica para los
sitiados, la llegada de varias decenas de soldados de Aviación leales procedentes de
Armilla equilibró la lucha. Pero, en aquella jornada del 21 de julio, lo realmente decisivo
fue sin duda la llegada del destructor Lepanto, con el capitán de fragata Valentín Fuentes al
frente. La amenaza de bombardear el cuartel desde el buque de guerra sirvió para que un
desanimado Huerta Topete ordenara izar la bandera blanca en la alcazaba. La
Comandancia de la Guardia Civil, último reducto sublevado en la capital, se rindió un par
de horas después.
Tras la derrota de los insurrectos en la capital, las actividades de los conspiradores
en la provincia estaban condenadas al fracaso. Así, sólo hubo problemas por la
concentración de guardias civiles en algunas líneas, sobre todo las que formaban la primera
compañía (Cuevas del Almanzora), aunque la situación quedó dominada en pocos días.
29 Un análisis más detallado de la insurrección militar de 1936 en Almería lo encontramos en QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael: Almería, 1936-37. Sublevación militar y alteraciones en la retaguardia republicana. Almería, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Almería, 1996. 30 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Aguadulce, 1987).
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Tras estos sucesos, la provincia de Almería quedó en el bando republicano durante toda la
guerra civil.
La rebelión produjo el colapso del Estado republicano en toda la España leal. El
derrumbe del propio aparato coercitivo —Ejército y fuerzas de orden público— y el
protagonismo adquirido por sindicatos y partidos obreros en la lucha contra los militares
hicieron que el poder efectivo recayera prácticamente en dichas organizaciones. El
Gobierno republicano burgués no reflejaba la situación real de la zona que teóricamente
controlaba. La capacidad de decisión había pasado a los comités, organismos constituidos
por representantes obreristas y surgidos por toda la geografía y en diversos ámbitos. Había
comités en pueblos, barriadas, industrias, bancos, comercios... La consecuencia inmediata,
como es obvio, fue la atomización y dispersión del poder.
En Almería, paralelamente a la proliferación de estos organismos, se constituyó el
llamado Comité Central Antifascista inicialmente con representantes del PSOE, PCE,
UGT, Juventudes Socialistas y Comunistas, aunque en los primeros días de agosto se
incorporaron las organizaciones libertarias. Instalado en el edificio del Casino, el Comité
Central significó la máxima expresión de poder en la retaguardia almeriense durante la
primera etapa de la guerra civil. Así, desde sus oficinas se ordenaron incautaciones,
detenciones, envíos de columnas a los frentes próximos, cuestiones de abastecimiento, etc.
Frente a este poder, el gobernador Peinado Vallejo había perdido muchas de las
competencias que las leyes confiaban a su cargo. En los pueblos, los ayuntamientos
también habían quedado relegados. No obstante, las instituciones oficiales no
desaparecieron. Además, a pesar de su importancia, el Comité Central no consiguió
imponer sus criterios de una manera absoluta. Los comités establecidos en los municipios
funcionaban con gran autonomía, la Delegación de Presos actuaba por su cuenta y grupos
extraños a la provincia, como las patrullas procedentes de Málaga o Levante y el comité
del acorazado Jaime I, efectuaban incursiones en Almería.
A partir de la constitución del Comité Central, pocas horas después de fracasada la
insurrección militar, Benito Vizcaíno Vita adquirió un gran protagonismo en la retaguardia
almeriense. Vizcaíno representaba a la UGT y, por decisión de las organizaciones obreras,
fue designado secretario de dicho organismo, accediendo a la presidencia Cayetano
Martínez Artés, dirigente máximo del PSOE almeriense en aquellos momentos31. En una
31 Sobre la biografía de Martínez Artés, vid. el trabajo de QUIROSA-CHEYROUZE Y MUÑOZ, Rafael y RODRÍGUEZ LÓPEZ, Sofía: “Cayetano Martínez: la figura política de un republicano y socialista almeriense (1900-1939)", en CASAS SÁNCHEZ, José Luis y DURÁN ALCALÁ, Francisco (coord..): II
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entrevista mantenida con nuestro personaje en 1987, Benito Vizcaíno nos contaba sus
recuerdos de la situación en la retaguardia:
“Entonces, nos encontramos con una ciudad en la cual no había ningún organismo ni persona que controlara a toda una ciudad o mucha gente de la ciudad armada, sin control de ninguna clase. La situación era gravísima, hasta tal extremo de que esa noche no dormimos, pensando qué es lo que podía suceder, la cosa era gravísima, habían fracasado los militares, los guardias de asalto, los carabineros, la policía, había fracasado todo. Bueno, nos reunimos esa noche la Federación y la UGT y llamamos a los comunistas, a la CNT, y se acordó nombrar un organismo que se le puso el nombre de Comité Central. Lo presidía Cayetano Martínez por la Federación Socialista y yo por la Federación de la UGT como secretario, los demás eran vocales. Entonces, la situación era tan sumamente grave, ante todo la militar, porque teníamos noticias, nos llegaban muy a menudo, de que el ejército de Granada venía para Almería, entonces, teníamos una prioridad, nos dedicamos a llamar, llamamos a gente, los reclutamos para enviarlos al frente como fuera, unos armados y otros sin armar”32.
Benito Vizcaíno en su etapa de secretario del Comité Central (1936) Además de dedicar la mayor parte de su tiempo a la secretaría del Comité
Central, durante estos primeros meses de guerra Benito Vizcaíno también formó parte
del Tribunal Popular constituido en Almería a finales de agosto de 1936, en
representación del Partido Socialista. Estos organismos fueron creados por el Gobierno
Congreso sobre el Republicanismo en la Historia de España. "Historia y biografía" . Priego de Córdoba, Patronato Niceto Alcalá-Zamora y Torres, 2003, páginas 737-756. 32 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Aguadulce, 1987).
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republicano de José Giral para agilizar los procedimientos judiciales que debían juzgar
los delitos derivados de la insurrección militar33. Los tribunales populares estaban
formados por una sección de Derecho —con tres funcionarios judiciales—, y un jurado
compuesto por catorce miembros. Los jueces profesionales eran designados por el
ministro de Justicia y los componentes del jurado por los distintos partidos y organi-
zaciones sindicales afectas al Frente Popular. La presidencia debía ser asumida por el
funcionario judicial de superior categoría, quedando los otros dos magistrados como
vocales del tribunal34.
Tras el análisis de la actuación de los tribunales populares y la represión en la
provincia almeriense, sabemos que, muy pocas muertes fueron consecuencia de una
sanción impuesta por parte del Tribunal Popular almeriense. Así, las doce ejecuciones
llevadas a cabo después de una sentencia representaron sólo un 2,58 por ciento del total
de víctimas de la represión en territorio almeriense durante toda la contienda. Podemos
afirmar que la creación de los tribunales populares no consiguió alcanzar uno de sus
principales objetivos: frenar totalmente la actuación de los grupos violentos en un período
en el que fallaban los resortes del Estado35.
La fragmentación del poder producida en la retaguardia republicana tras el inicio
de la insurrección provocó consecuencias negativas en el bando gubernamental. Existía
una gran desorganización en las milicias que luchaban en los frentes, con lo que se
favorecía el avance del enemigo, y el caos no era mucho menor en la retaguardia. Además,
la imagen de desorden revolucionario y la represión incontrolada servían de excusas a las
potencias democráticas para no comprometerse en la ayuda al Gobierno republicano y
respaldar la política de “No Intervención”.
Para corregir todo ello, las organizaciones del Frente Popular advirtieron la
necesidad de reconstruir el poder, a partir de un Gobierno de concentración que agrupase el
mayor número posible de fuerzas que luchaban contra el levantamiento militar. La persona
más indicada para presidir ese gabinete era, sin duda, Francisco Largo Caballero, veterano
líder carismático del socialismo español y principal figura de su corriente más radical. Su
proyecto político planteó la reconstrucción del Estado republicano, en la práctica
colapsado tras la insurrección, aunque reconociendo los avances sociales alcanzados 33 En el preámbulo del decreto que ordenaba la constitución, se justificaba los nuevos tribunales por la necesidad de, "sin salirse de la ley, acelerar trámites y suprimir obstáculos de mera fórmula”. Gaceta de Madrid, 26-VIII-1936. 34 Ibid. 35 Sobre la represión en la provincia almeriense, vid. QUIROSA-CHEYROUZE, Rafael: Represión en la retaguardia..., op. cit.
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durante la etapa inicial. Se trataba, en definitiva, de frenar el proceso revolucionario para
alcanzar un objetivo principal: ganar la guerra. Para ello, el nuevo Gobierno fijó como
tareas prioritarias la reestructuración de las fuerzas armadas, la reversión de los poderes a
las instituciones republicanas, el control de las fuerzas de orden público y dotar a la
acción gubernamental de una legitimación republicana y constitucional, sobre todo ante la
comunidad internacional.
Pero, para lograr estos objetivos, era fundamental la labor de los principales
representantes del Gobierno en los territorios todavía controlados por la República,
especialmente los gobernadores civiles. Para ocupar este puesto en la provincia
almeriense, a finales de octubre de 1936, fue designado el socialista cordobés Gabriel
Morón Díaz. Desde un principio, el nuevo gobernador destacó por dictar una serie de
disposiciones con el fin de recuperar las competencias perdidas en la práctica por la
institución que presidía. Paralelamente, dichas medidas servían para recortar el poder que
los distintos comités habían adquirido tras el inicio de la sublevación militar36. Esta línea
de actuación encontró fuertes resistencias en algunos sectores del movimiento obrero
almeriense, sobre todo en el anarcosindicalismo. Los enfrentamientos alcanzarían una
mayor gravedad tras la caída de Málaga en poder de las tropas franquistas, en febrero de
1937.
Y, en el proceso de recomposición del poder político en la provincia almeriense,
encontramos de nuevo la presencia de Benito Vizcaíno Vita en un puesto clave. En esta
ocasión, fue designado secretario particular del gobernador Morón. Así lo recordaba medio
siglo después:
“Entonces, hubo un acuerdo de la Federación Socialista y de la UGT en el cuál se acordó que yo fuera al Gobierno Civil en calidad no de asesor, sino de amigo del Gobernador, puesto que era socialista, para informarle en parte de aquellas cosas que tenía que desconocer, que era lógico, y efectivamente yo me fui al Gobierno Civil y allí estuve exactamente hasta que terminó Morón”37.
36 Así, el Comité Central terminó desapareciendo y, a principios de diciembre de 1936, se constituyó el Comité Permanente del Frente Popular, integrado por representantes de las distintas organizaciones obreras existentes en Almería. En el mes de abril de 1937, el proceso se culminó con la incorporación de dirigentes de los partidos republicanos en un nuevo organismo denominado Comité Ejecutivo del Frente Popular. En ninguno de los dos comités figuraba ya Benito Vizcaíno Vita. ¡ADELANTE!, 8-XII-1936 y 4-IV-1937. 37 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Aguadulce, 1987).
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Paralelamente, y hasta el 18 de diciembre de 1936, Benito Vizcaíno había
continuado como secretario de la Agrupación Socialista de Almería38. En asamblea
general celebrada ese día, y tras conocerse la dimisión del comité local, el propio Benito
propuso reemplazar el órgano directivo de la Agrupación por un secretariado39. Aunque,
en un principio, no formó parte del mismo, se incorporó tras la reorganización llevada a
cabo el 18 de abril de 1937, ocupándose, junto a Antonio García Arcos, de la Secretaría
Sindical40. Benito Vizcaíno se mantuvo en la ejecutiva local tras la elección llevada a
cabo en enero de 1938 y continuó al frente de la Secretaría Sindical, en esta ocasión
compartiendo la responsabilidad con Francisco Medina Expósito41.
Tras el cese de Gabriel Morón como gobernador civil de Almería, producido el 7
de junio de 1937, y su nombramiento como Director General de Seguridad, Benito
Vizcaíno le acompañó a su nuevo destino. Sin embargo, como él mismo nos cuenta,
estuvo muy poco tiempo en Valencia y volvió a Almería.
Aunque desconocemos la fecha exacta, sabemos que en 1938 se incorporó al
Ejército del Este y allí vivió las operaciones militares que se conocen como batalla del
Ebro, desarrolladas en el verano de dicho año. Continuó en unidades militares hasta el
final de la guerra.
La vida en el exilio
Al finalizar la guerra civil española, Benito Vizcaíno, que se encontraba en la zona de
Cataluña, se vio obligado como miles de españoles a cruzar la frontera francesa. Lo hizo
en compañía del general Tito, con quien había coincidido durante la guerra. Allí fue
38 Hemos encontrado documentos firmados por Benito Vizcaíno como secretario de la Agrupación Local y fechados en junio, julio y octubre de 1936. AFPI. AH 13-43. 39 El secretariado estaba constituido por las siguientes personas: Cayetano Martínez Artés (secretario general), Jesús García Molina (Organización), Antonio Gutiérrez Gómez (Administrativo), Luis Cañadas Martínez (Agitación y Propaganda), Adelino Gázquez Martínez (Sindical), Ginés Gutiérrez Guevara (Agrario), Francisco Ruiz Vicente (Guerra) y Fernando Ortiz Rodríguez (Femenino). AFPI. AH 13-63. 40 La reorganización se había efectuado para cubrir las vacantes originadas por incorporaciones al ejército. El nuevo secretariado quedó constituido así: Cayetano Martínez Artés (secretario general), Jesús García Molina (Organización), Francisco Lucas Ocaña (Administrativo), Luis Cañadas Martínez (Agitación y Propaganda), Antonio García Arcos y Benito Vizcaíno Vita (Sindical), Francisco García Mesa (Agrario), Antonio Ruiz Paris (Guerra) y Anita Castejón (Femenino). Ibid. 41 El 26 de enero de 1938 fue elegida con 698 votos la nueva ejecutiva local dirigida por Cayetano Martínez Artés e integrada por Manuel Roncero Ayuso (adjunto del secretario general), Jesús García Molina (Organización), Francisco Felices (adjunto al secretario de Organización); Domingo Segura y Francisco Orts (Administrativo), Luis Cañadas Martínez y Rafael Pérez Sevilla (Agitación y Propaganda), Fernando Ortiz Rodríguez y Antonio Graciani Vázquez (Política Militar), Benito Vizcaíno Vita y Francisco Medina Expósito (Sindical), Francisco Blanes Alcaraz y José J. Andolz Aguilar (Agrario) y Anita Castejón (Femenino). Yunque, 27-I-1938.
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conducido hasta el campo de concentración Argelés-Sur-Mer. Con estas palabras lo
recuerda Benito:
“(…) a medida que fuimos entrando nos fueron llevando a un campo de concentración que era la playa, estaba rodeada de senegaleses, franceses (...). Yo entré con una máquina de escribir portátil que es la que me facilitó que pudiera estar comprando ratas tres o cuatro meses y comiéndolas, pero luego se acabó ese dinero y pasé muy malos días (…)”42. Después, gracias al contacto que estableció con un exiliado malagueño que lo
conocía de la época de la guerra, consiguió pasar a trabajar en la peluquería, único
modo que había entonces de comer en la cocina del campo. En este puesto permaneció
unos dos o tres meses aproximadamente. Además, en ese intervalo de tiempo conoció al
hijo de un carabinero almeriense que era socialista, con quién trabajó en el
avituallamiento de la cantina.
En el campo de Argelés le sorprendió el comienzo de la II Guerra Mundial,
destacando entres sus recuerdos la recluta de prisioneros por parte de los alemanes:
“pues un día, una noche llegó un olor a carne asada tan terrible que la gente salió de los (…) estos como locos oliendo a ver de dónde venía eso. Habían llegado los alemanes a por la gente, a por los refugiados para llevárselos, no para la guerra, sino para que trabajasen en las obras y eso. Y se fueron con el olfato éste de la vaca ésta que habían colgado y la habían pegado fuego por debajo. Total, que se fueron voluntarios (…). Esos señores se fueron voluntarios con los alemanes por hambre y allí han muerto (…) Se llevaron a quince o veinte mil, estábamos cuarenta mil”43. Benito Vizcaíno, sin embargo, acudió al médico del campo para alegar su
inutilidad para el trabajo, debido a una lesión que padece en el dedo de la mano
izquierda. El médico resultó ser un socialista y le declaró imposibilitado para trabajar.
No obstante, a los quince o veinte días, los alemanes volvieron para llevarse incluso a
los enfermos. Fue entonces, cuando Benito decidió que tenía que escapar de aquel
campo de refugiados:
“(…) entonces yo tenía un traje cruzado marrón nuevo y unos zapatos nuevos también, y un bulto de cuello, y digo éste es el momento, me afeito, me peino, tiro la ropa que llevaba, me pongo mi traje, cojo mi bulto, a las doce comen en Francia todos los franceses, a las doce todo el mundo come, a las doce me voy digo, entonces cojo mi bulto, me voy a la puerta de salida que apenas si cabe
42 Benito vendió al llegar al campo de Argelés su máquina de escribir por la cantidad de once francos, lo que le permitió comprar ratas al precio de sesenta o setenta céntimos cada una a un judío dedicado a ello. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Almería, 29-X-2002). 43 Ibid.
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una persona y llego, “monsieur”, y el guardián, “¿si?”, porque se creyó que era uno de los de la oficina y pasé y me escapé”44. Una vez que recuperó su libertad, Benito se trasladó hasta la ciudad de Séte45,
lugar en el que había una delegación para la comercialización de la uva almeriense. Allí
trabajaba Antonio Pérez Llamas46, hermano de la que sería su primera esposa, María47,
y dirigente del PSOE de Almería durante la II República48. En esta ciudad estuvo hasta
el final de la guerra mundial, desempeñando varios oficios: en una fábrica de gas, en
una fragua, etc.49 Además, “(…) en el campo de concentración yo me encontré un libro
hecho en Cuba que trataba del cambio del sistema contable por mercancía y por
precio, para saber qué clase de mercancía era la que ganaba más (…). Me lo aprendí
de memoria y me dediqué a eso y alguna empresa me llamaba (…)”50.
Permiso de conducir de Benito Vizcaíno en Séte (Francia), fechado el 3/XI/1939
44 Ibid. 45 Por el permiso de conducir, cuya reproducción incluimos en este texto, sabemos que Benito Vizcaíno vivía en el número 10 de la Avenida de Víctor Hugo el 3 de noviembre de 1939. 46 La familia Pérez Llamas vivía en 1935 en la calle Cruces, 32 de la capital almeriense. El matrimonio formado por Juan Pérez Ruiz (71 años) y Carmen Llamas Lacal (63 años) tuvo, al menos, seis hijos: Antonio (empleado de 37 años), José (perito aparejador de 32 años), Ana (sus labores, 29 años), Carmen (sus labores, 28 años), Filomena (sus labores, 26 años) y María del Carmen (sus labores, 22 años). Al finalizar la guerra civil española esta familia se había visto obligada a exiliarse en Francia. No obstante, antes de esto, Benito mantenía muy buenos contactos, especialmente con José, del que era íntimo amigo. Censo electoral de Almería de 1935, ADPAl. 47 María del Carmen Pérez Llamas había estado con anterioridad casada con José Fernández “Doris”, con el que tuvo dos hijos que aportó al matrimonio con Benito. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004). 48 Antonio Pérez Llamas había sido vicesecretario de la Agrupación Socialista de Almería en los comités elegidos en 1932 y 1935 49 Antes de comenzar a trabajar en estos lugares Benito estuvo limpiando mesas con el fin de poder comer lo que dejaban los clientes. Entrevista a Benito Vizcaíno ya citada (29-X-2002). 50 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004).
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Mientras tanto, su hermano Francisco, que estuvo en Orán tras finalizar la guerra
civil española y se enroló en el ejército francés como voluntario, consiguió contactar
con él a través de una célula del Partido Socialista que se había organizado en
Toulouse51. Gracias al nombramiento que el ejército francés había concedido a los
voluntarios extranjeros como Francisco, según el cuál eran considerados como
ciudadanos franceses, pudieron cambiar en un banco de Séte los francos que tenían por
dólares. Fue entonces cuando decidieron embarcarse, aunque desconocían el destino
final del trayecto, pues tan sólo sabían que viajaban a una república sudamericana.
Llegaron a Venezuela, donde se había creado un organismo “para dar de comer
y dormir a todo el que llegaba como consecuencia de la guerra”. De hecho, en
principio pudieron estar viviendo en una pensión totalmente gratis. No obstante, pronto
comenzaron a buscarse la vida los hermanos Vizcaíno Vita. Así, mientras que Francisco
empezó haciendo dulces que luego repartía por los bares y restaurantes, Benito se
dedicaba a transformar los métodos contables antiguos por otros más actuales.
Sin embargo, la llegada del prestigioso jurista y ex diputado del PSOE Luis
Jiménez de Asúa a este país sudamericano cambió el devenir de Francisco y Benito y,
con su recomendación, el menor de los hermanos consiguió trabajo en el Ministerio de
Hacienda52. Mientras tanto, Benito decidió emprender un negocio propio, comprando,
con la ayuda de su cuñado Antonio Pérez Llamas, unos baños turcos situados en la
ciudad de Caracas propiedad de otro exiliado español.
La prosperidad económica le permitió regresar a Francia, donde compró una
finca cerca de la ciudad de Grasse, entre Cannes y Niza, dedicada al cultivo de la uva.
Allí permaneció un par de años, hasta que de nuevo regresó a Venezuela.
El fallecimiento por enfermedad de su esposa María y el inicio de nuevos
negocios marcaron esta nueva etapa de su vida en Venezuela, pues Francisco y Benito
decidieron instalar su propio bufete de abogados. Los comienzos fueron también duros,
pues tuvieron que ir por los diferentes negocios de la capital venezolana ofreciendo sus
servicios. De esta forma, se pusieron en contacto con el presidente de la compañía
Nestlé, Luis Martínez Manglano, quien les ofreció la posibilidad de trabajar juntos. Fue 51 Una vez que conoció el domicilio de Benito, Francisco decidió trasladarse hasta allí en barco, desde el que se tiró al agua frente a las costas de Marsella. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Almería, 29-X-2002). 52 Francisco Vizcaíno Vita había estado trabajando como pasante en el bufete de Jiménez de Asúa durante varios meses, por lo que éste no dudó en ayudarlo al reencontrarse en Venezuela. Asimismo, Francisco se matriculó en la Universidad Central e hizo la reválida con el fin de que su título de Derecho pudiera ser convalidado. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004).
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así como llegaron a especializarse en impagados. Es más, junto a la oficina colocaron
una depositaría judicial en la que también llegó a colaborar Joaquín Vizcaíno Vita53, que
al igual que su madre y el resto de hermanos se habían reunido con ellos en
Venezuela54.
Otros negocios emprendidos por Benito Vizcaíno estuvieron relacionados con el
mundo de la construcción, lo que le permitió además conocer a Julia Bolívar, una
médica que se convertiría en su segunda esposa55.
Foto de Benito Vizcaíno Vita en los años 70
Tras la muerte del general Franco, Benito pudo regresar por primera vez a
España después de su exilio en 1939 y, desde entonces, no ha dejado de venir con
frecuencia. De hecho, en un principio tuvo una casa en el municipio almeriense de
Gádor, si bien, con el tiempo terminó trasladándose a la costa, al pueblo que vio nacer a
su padre, Aguadulce. En la actualidad, visita la provincia almeriense al menos un par de
53 Tras la contienda civil española, el hermano mayor de Benito fue procesado por la jurisdicción militar y acusado del delito de auxilio a la rebelión. Aunque fue absuelto en mayo de 1939, la familia nos informa que después fue deportado al municipio de Laujar de Andarax. Posteriormente, consiguió un trabajo en Lorca (Murcia) y terminó marchándose a Caracas con sus hermanos. Sobre la represión de postguerra puede consultarse el trabajo de investigación de RODRÍGUEZ PADILLA, Eusebio: La Justicia Militar en Almería: el delito de rebelión (1939-1945), tesis doctoral dirigida por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y defendida en la Universidad de Almería en diciembre de 2003. 54 Al acabar la guerra civil, Luisa Vita Forastiel fue detenida durante dos o tres días, si bien consiguió que la dejaran en libertad, por lo que pudo trasladarse a Madrid junto a su hija Luisa que había contraído ya matrimonio en la capital española. Finalmente, todos los hermanos marcharon hasta Venezuela aunque viajaban constantemente a España, sobre todo Luisa, que fue la única de los hermanos que falleció en nuestro país. Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz y Áurea Vidal Gómez (Almería, 5-X-2004). 55 Julia había estado casada con un amigo suyo comunista, relacionado también con el negocio de la construcción y, tras enviudar, decidió unirse a Benito, con el que ya compartía una amistad. Ibid
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veces al año, aunque mantiene su residencia oficial en Venezuela, junto a su esposa
Julia.
Benito Vizcaíno en una imagen fechada el 29/X/2002
No quisiéramos terminar esta comunicación sin reproducir una interesante
reflexión de nuestro personaje sobre la guerra civil y las causas del fracaso de la II
República. Aunque no compartimos los argumentos del análisis, consideramos
significativo que un hombre que luchó activamente en las organizaciones de izquierda y
sufrió las consecuencias del exilio, fuera tan crítico con los trabajadores medio siglo
después del enfrentamiento bélico:
“Bueno yo creo, sinceramente, que los mismos que trajeron la República la hundieron. Eso no es sólo el caso de España, cuando se ha vivido cuarenta o cincuenta años fuera de España, como yo, en distintos países, se da uno cuenta de que se sucede igual sin saber porqué. La República a España la trajo (sic) en su mayoría los trabajadores, la República de España la echaron los trabajadores. ¿Por qué?. Porque había una cantidad de ellos que no tenían control, no les interesaba la República ni la Monarquía, ni nada, lo que les interesaba era el desorden para con él conseguir alguna prebenda o resolver sus problemas personales, o lo que fuese, pero realmente la descomposición social que apareció después de ganar las elecciones la República, eso fatalmente tenía que traer unas consecuencias”56.
56 Entrevista a Benito Vizcaíno Vita realizada por Rafael Quirosa-Cheyrouze y Muñoz (Aguadulce, 1987).