Juegos Psicologicos Relaciones de Pareja

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JUEGOS, GUIÓN Y PAREJAJosep Lluis Camino Roca y Arantxa Coca Vila Artículo publicado en Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, 60, 47-54. (2009)

 Descarregar article en PDFEn el presente artículo analizamos las relaciones de pareja a partir de los Juegos Psicológicos a los que ésta se dedica, el estado del yo dominante en sus integrantes y la forma como entiende y vive el uso del tiempo en su comunicación sexual. Este trabajo fue presentado en el XIV Congreso Español de Análisis Transaccional, Madrid, 2008.JUEGOS PSICOLÓGICOS Y GUIÓN DE PAREJAEl término Guión de Vida, utilizado para designar el trayecto y el desenlace de la vida de un individuo, también lo podemos aplicar para definir la trayectoria y destino final de la vida de pareja, a partir del análisis de los juegos psicológicos favoritos que utiliza. Estos juegos determinan una forma de vivir la relación; es decir, acaban por definir lo que podemos llamar un "Guión de Pareja". Eso es así, porque, como ya indicó Casado (1991), el Guión de Vida y los juegos psicológicos son dos fenómenos superpuestos. Al jugar, el individuo extrae conclusiones sobre uno mismo y sobre los demás, que expresará con una conducta determinada, y definirá un tipo de Guión, a la vez que una Posición Existencial.Esto mismo en el territorio de pareja se traduce en que los juegos psicológicos permiten llenar cuantitativamente la vida de la pareja, porque son la forma como ésta ocupa el tiempo en su relación, es decir, a qué y con qué conductas estos dos individuos dedicarán su tiempo cuando estén juntos: ¿A descontarse? ¿A provocar al otro? ¿A victimizarse? ¿A arrinconarse alguno en el sofá? ¿A sacrificarse? Y un largo etcétera.Por otro lado, los juegos psicológicos permiten el desenlace cualitativo de un determinado tipo de Guión, conduciendo a la pareja al saldo final correspondiente; dicho de otra manera, a su destino. Podríamos traducirlo como algo similar a "díme a qué juegas con tu pareja y te diré hacia dónde vais". Teniendo en cuenta que los juegos psicológicos son por defecto una forma de intercambio perniciosa, el Guión de Pareja consecuente será de fracaso en sus distintas formas (Steiner, 1992): pérdida del amor (No Amor), pérdida del placer (No Gozo), pérdida de interés (No Mente), y a través de diferentes usos del tiempo, como veremos mas adelante cuando describamos los Guiones Temporales en pareja. Dicho de otra manera, los juegos psicológicos llevarán a la crisis de pareja tarde o temprano.Guiones de sumisión, de dominancia y de aislamientoVamos a distinguir principalmente tres tipos de Guiones en la vida de pareja: el guión de sumisión, el guión de dominancia y el guión de aislamiento.

1. Guión de sumisión: aquí, la pareja dedica su tiempo a practicar juegos psicológicos de sumisión. Un miembro de la pareja, desde un rol de víctima, pedirá protección al otro. Si esta protección no la recibe (o percibe), es decir, si falla la manipulación, la víctima se expresará con rabia, persiguiendo a su pareja e intentando generar culpabilidad. Sin embargo, rápidamente retornará al rol que le es propio, el de víctima, por miedo a perder la posibilidad de dicha protección. Pongamos por caso que ella siente celos de que su marido se vaya a ver un partido de fútbol con sus amigos en vez de pasar la tarde con ella. Así, le envía señales, primero de forma no verbal y después verbalmente de que se siente triste de pasar la tarde sola. Pero su marido está decidido a irse, con lo que ella va a pasar de mostrar tristeza y melancolía a rabia y decepción, comparando la situación con otras ocasiones en las que ella se sacrificó (sin caer en la cuenta que está hecha para tal acción, a diferencia de su marido), o bien con otras parejas idealizadas o, todavía más probable, con situaciones fantasiosas acerca de “qué pasaría si”. Al final, ella cede o bien porque él se mantiene firme o bien porque valora que su insistencia puede girársele en contra aumentando su sentimiento de inseguridad. Lo que sucederá es que en la próxima demanda su argumento de víctima se agudizará y su acción agresiva será más punzante.

2. Guión de dominancia: esta pareja dedicará su tiempo a los juegos de dominio, consistentes en que uno de los dos, desde un rol de salvador o bien de perseguidor, ejercerá una relación de competencia con el otro para demostrar que es el mejor, que tiene mayor control sobre las circunstancias, las ideas, las opiniones, etc. Dicho de otra manera, demostrar su autosuficiencia y la imposibilidad del otro de aportarle nada nuevo pues él/ella es el abastecedor y no al revés. El resultado es que la convivencia se convierte en un ring de boxeo, donde siempre debe haber un ganador y un perdedor. Cuando el perseguidor siente que falla y que en esa batalla ha perdido, conectará con su inseguridad, se sentirá desvalido y así lo manifestará, mostrándose hostil y distante durante horas, a veces incluso durante días (su disgusto no acostumbra a ser pasajero). Así hasta que vuelva a encontrar otra oportunidad en la que demostrar su fuerza y superioridad respecto al otro y, de paso, vengarse de su anterior derrota. La dominancia, pues, irá in crescendo en cada batalla hasta conseguir el agotamiento de la pareja como síntoma y la ruptura como desenlace final.

3. Guión de aislamiento: la pareja dedica su tiempo a jugar a mantenerse distantes lo necesario para sentirse a salvo del compromiso emocional y lo justo para poder definirse como pareja. Por eso, estos juegos se caracterizan por la vivencia de una actitud de indiferencia y frialdad aparente hacia el otro, hasta que uno de ellos se siente mal (o bien solo o bien culpable) y se acerca al otro o bien deja que aquél se acerque. Este acercamiento será intenso (generalmente suele consistir en contactos sexuales muy apasionados) pero breve en el tiempo, ya que uno o bien ambos necesitarán volver a la distancia media de seguridad. Para conseguir de nuevo este tiempo de aislamiento la pareja puede utilizar diversas fórmulas: discutir por asuntos objetivamente banales, viajes regulares, un trabajo muy estresante (del cual no se quiere deshacer por mucho que se queje), cursos de formación continuos, proyectos inacabables y un largo etcétera que permite sabotear la intimidad prolongada con la pareja. El resultado es una relación de "va-y-ven", intermitente: ahora se juntan, ahora se separan, ahora vamos a dejarlo, ahora te necesito, que en ocasiones se traduce en un "ni contigo ni sin ti" que atrapa a la pareja en un círculo vicioso del que resulta difícil salir porque el gancho acostumbra a ser aquí, por lo general, el sexo.

LOS ESTADOS DEL YO Y EL GUIÓN DE PAREJADe lo expuesto anteriormente podemos deducir que el estado del yo dominante de un individuo condiciona el tipo de juego favorito al que querrá jugar y esto definirá un Guión de Vida que acabará con un saldo (desenlace final) más o menos trágico (English, 1984). De la misma manera en la vida de pareja es posible determinar qué estado del yo dominante marcará una trayectoria en la relación, con unos juegos psicológicos favoritos y con una Posición Existencial subyacente.Por ejemplo, el estado del yo Niño Adaptado es más propenso a los juegos de sumisión, donde adopta un rol de dependencia respecto al otro y convierte al individuo en una víctima que, ante su impotencia para obtener más atención, en ocasiones ejercerá de perseguidor y acosador del otro. La Posición Existencial que caracteriza la pareja es NO ESTOY BIEN / NO ESTÁS BIEN (lo nuestro es un desastre continuo) o bien NO ESTOY BIEN / TÚ ESTÁS BIEN (sin ti no soy nada).Por otro lado, el estado del yo Padre es el más propicio para iniciar juegos psicológicos de dominio y para buscar el sentimiento de conseguir éxito en cada interacción que haga con el exterior, convirtiéndose ese individuo en un perseguidor, a veces agresor, del otro. La Posición Existencial dominante es YO ESTOY BIEN / TÚ NO ESTÁS BIEN (yo tengo razón y tú pretendes cambiarme).Por último, el estado del yo Niño Loco, que aparentemente puede mostrarse como niño libre, es propenso a practicar juegos de aislamiento, mostrándose a veces perseguidor, a veces salvador, otras víctima, desorientando así a su pareja con su actitud cambiante y sus demandas contradictorias (ahora te exijo, ahora soy comprensivo y empático, ahora me siento desvalido y necesito consejo y orientación). La pareja tiene la impresión de que cada día pasará algo nuevo e imprevisible en su relación, dependiendo de cómo se han levantado hoy o de si el café con leche estaba demasiado caliente, lo que genera una angustia permanente e inestabilidad emocional en la convivencia. La Posición Existencial vivida es YO ESTOY BIEN / TÚ NO ESTÁS BIEN y YO NO ESTOY BIEN / TÚ ESTÁS BIEN (Un día: yo tengo razón y tú pretendes cambiarme; otro día: sin ti no soy nada).LA TEMPORALIDAD EN EL ATLa influencia del Existencialismo, como filosofía de la temporalidad humana, se deja notar en toda la teoría del AT. Berniano, tanto por el rechazo del inconsciente freudiano, como por el análisis de la conducta humana desde el "aquí y ahora", en una situación plenamente consciente (Camino et al, 2002). Esta preocupación por el empleo del tiempo lo trabaja Berne a partir de la "Estructuración del tiempo", de forma conveniente y armónica para el sujeto: para poder dedicar un período al amor, a las distracciones, al descanso, al aislamiento, al trabajo y demás obligaciones, de una forma sana y eficaz.Otro de los aspectos que recoge el AT. del Existencialismo es el concepto de "autenticidad" e "inautentitidad", que se aplica a la conducta y a las emociones. Sartre dice: "existen falsas emociones que sólo son conductas (…) la verdadera emoción va unida a la creencia" (Sartre, 1965, pp.101 y 103).También proviene de la misma filosofía de Sartre la responsabilidad individual frente al "proyecto de vida" y su decisión, que en AT. denominamos "Guión de Vida", donde radican las "creencias" del Guión y sus emociones, consiguientes a lo que se piensa sobre lo que ocurre.Los Drivers como formas equivocadas o erróneas de conducta, a partir de los "mandatos" recibidos en la infancia, provienen del Dasein heideggeriano (Heidegger, 1964, p.149 y ss.), que representa una forma de "estar-en-el-mundo", y de la manera de realizarse junto con los demás.Esta idea de temporalidad se hace extensiva en AT. al análisis de la "Posición Existencial", que refleja la actitud más frecuentemente adoptada por un sujeto ante los eventos cotidianos, en especial las frustraciones. De esta realidad existencial somos los responsables de nuestro estar en el mundo, y de la forma en que nos relacionamos los unos con los otros; con el fin de poner los medios y toma de decisiones para el cambio.Si tomamos el libro Hacer el amor (Berne, 1982), sacamos estos seis temas, que confirman nuestro punto de vista:

El sexo puede ser un ingrediente esencial en la estructuración del tiempo. Aunque además de comer y además del sexo, que son necesarios, pero no suficientes, yo quiero un Yo, y soy un Yo, aunque por desgracia la mayoría de las veces es una ilusión.Esta afirmación del “yo” en Berne pone de manifiesto, una vez más, la defensa del personalismo en el AT. y la validación del sujeto y su voluntad de decisión desde el Adulto, frente a la doctrina estructuralista y la consecuente terapia narrativa de otros autores, que rechazan la importancia del sujeto y lo debilitan frente a la férrea estructura lingüística

1. Juegos: "Todavía No", "cuando los chicos crezcan", es una estrategia para dilatar el momento del encuentro amoroso o del desamor.

2. Tiempo reloj y tiempo meta. Entendido como una necesidad autoimpuesta de realizar determinado trabajo en un horario ajustado, lo que acostumbra a generar ansiedad.

3. Drivers: "Ve deprisa", para no pararte a pensar lo que necesitas para sentirte bien. Una forma de huída hacia adelante.

4. Guiones temporales: Nunca, Siempre, Hasta, Después, Casi, Final abierto.

5. Conciencia de las cosas: vivir el aquí y ahora (espacio y tiempo actual).

TEXTO POÉTICO-LITERARIO DE BERNE EN HACER EL AMOR: UNA VISIÓN LITERARIA SOBRE BERNESiempre hemos apostado por la formación filosófica y literaria, además de la médica, de nuestro autor. Esta obra, poco conocida, que estamos comentando, se manifiesta, de una forma especial, por su peculiar estilo artístico de escritura. Lo podemos comprobar por estos breves fragmentos, que son una invitación a la relectura apasionada de la citada obra (Berne, 1982, p.138 y ss.):Se puede gozar del sexo solidariamente o en grupos, o en parejas, como acto de intimidad, como pasión, alivio, deber o simplemente como una forma de pasar el tiempo para evitar y posponer el mal momento del aburrimiento (...) Porque lo cierto del asunto no es que el tiempo pase, sino que nosotros pasamos por el tiempo.(…)En las ciudades y en el campo hay millones de pájaros y ¿cuántos han oído cantar hoy a uno solo de ellos con plena conciencia? En las ciudades y en el campo hay miles de árboles y ¿cuántos han visto hoy un árbol con plena conciencia de estar viéndolo? Y he aquí una historia que me ocurrió a mí (...) y me di cuenta de que mi tiempo estaba gravado por una hipoteca autoimpuesta que jamás podría levantar.(…) Pensé en esto una vez que estaba en Viena, en la cama de un hotel, escuchando el silencio de la noche y luego los primeros murmullos de vida al amanecer, como un vals lento de Viena por la mañana.GUIONES TEMPORALES Y DISFUNCIONES SEXUALESLos Guiones o decisiones de Guión tomadas en la primera infancia tienen su influencia incluso en las actividades sexuales y amorosas de toda la vida. El ser humano es libre, pero el Guión y los juegos limitan su libertad. El camino de la libertad pasa a través de la risa y se puede recuperar a partir de "hacer el amor".En el cuadro que sigue establecemos una relación entre los Guiones temporales, los Drivers y las disfunciones sexuales que pueden conllevar, fruto de nuestra experiencia psicoterapéutica en este tema:Tabla 1: Relación entre los Guiones temporales, los Drivers y las disfunciones sexuales.

Guiones Temporales y Mito

Disfunciones sexuales Drivers

NUNCA (Tántalo) Se prohíbe el sexo y/o el amor.Nunca se llega...

SÉ PERFECTO

SIEMPRE (Aragne) Obsesión sexual, siempre hay que conseguirlo...Don Juanes y seductoras. Complejo de prestación. (1).

SÉ FUERTE

HASTA (Jasón y Hércules)

"No puedes hasta que te cases""No puedes casarte hasta encontrar

COMPLACE

trabajo". Ama de casa agobiada.

DESPUÉS (Damocles) "Después tendrás problemas, disfruta ahora". Miedos y recelos.Eyaculación precoz y coitus interruptus. Autoerotismo (2).

VE DEPRISA

CASI, UNA Y OTRA VEZ (Sísifo)

Casi lo consiguen... Casi consigues la pareja ideal y definitiva.

INTÉNTALO OTRA VEZ

FINAL ABIERTO (Filemón y Baucis)

Sexo como obligación o rutina. Nada.Complejo de prestación. Pérdida de libido.

SÉ FUERTE

(1) Por "complejo de prestación" entendemos un acto de amor con mucha preparación, que acaba por agotar al cónyuge que lo realiza, y termina viviéndolo como "prestar un servicio", con la consiguiente disminución de la libido.(2) El concepto de "autoerotismo" sustituye al ya clásico de masturbación.LOS JUEGOS SEXUALES EN PAREJAPara las personas que han perdido la esperanza de amar o ser amadas, los juegos se convierten en fines en sí mismos. Los juegos que se juegan evitan la intimidad porque estas personas la temen. Los juegos permiten relacionarse sin intimidad. A menudo la actividad sexual se convierte en un juego psicológico. Los griegos dijeron: "todo está lleno de dioses" (panta plere zeón). Ahora podríamos parafrasear, diciendo: "todo está lleno de juegos" (panta plere paidión). Éstos son algunos de los que podemos entresacar de nuestro libro (Berne, 1982, p.162 y ss.):

1. "Coqueteo sin Final": sí, pero que no vaya a más.

2. "Patéame": siempre interrupciones inesperadas o pasa algo que impide...

3. "Resentimiento y Rencor": que oculta falta de ganas.

4. "Todavía No": cuando los chicos crezcan me divorciaré.

5. "Lo siento Mucho": juego de a cuatro. Dos parejas se relacionan; cuando una se separa para unirse al otro, éste dice: "lo siento mucho, pero ahora no puedo divorciarme".

6. "Aflijamos a mamá": juego de a tres. La niña queda embarazada y la mamá se aflige. Mientras, en este caso, la afligida juega, desde el estado yo Paternal, a "Solo Trato de Ayudarte" o "Después de Todo lo que he hecho por ti". Variantes: "Aflijamos al Novio o Novia, al Marido o Mujer, al Departamento de Bienestar Social, etc". Se puede generalizar como "Aflijamos A Alguien" (AAA).

7. "Juego del Tejón": juego de a tres, uno como voyeur.

8. "¿Quién te necesita?": para dar celos se coge un amante.

9. "Yo soy Mejor": competir entre la pareja.

10. "El Cortesano": cuando el seductor es seducido. Modelo: Fabricio de la Cartuja de Parma.

11. "Pseudoviolación": en tercer grado. Inicio: ¿cómo que yo te seduje? Final: escándalo, homicidio o suicidio.

¿POR QUÉ SE JUEGA EN PAREJA?Comenta Berne (Berne, 1982, pp.173 y 174), que donde más claramente se ven los “beneficios” de jugar es en los juegos sexuales; y también recomienda analizar primero los propios antes que los ajenos. Estos “beneficios” pueden ser, entre otros:

1. Acumular odio, rabia o culpa. Un camino hacia la soledad. (“Beneficio” psicológico interno).

2. Evitar enfrentamientos, responsabilidades y compromisos. (“Beneficio” psicológico externo”).

3. Para no aburrirse, como una de las formas de Estructuración del Tiempo. (“Beneficio” psicológico interno).

4. Algo de qué hablar. Pasatiempo. (“Beneficio” social externo).

5. Satisfacer negativamente el hambre de estímulo y reconocimiento. (“Beneficio” biológico).

6. Intentar responder a: ¿quién soy? ¿qué estoy haciendo? y ¿quiénes son los otros? (“Beneficio” existencial). Todo guión se basa en estas tres preguntas y los juegos confirman el guión.

LAS SEIS HAMBRESAsí como el cuerpo humano tiene hambre de comida y de vitaminas, y se marchitará sin ellas, el sistema nervioso tiene hambre de sensaciones y decaerá si no puede saciarlas. Éstas, a diferencia de otras obras de Berne, se amplían hasta seis en Hacer el amor (pp. 189-193):

1. Hambre de estímulos: formas de sensación y roce con otro ser humano.

2. Hambre de reconocimiento: en el sentido social de pertenencia a un grupo.

3. Hambre de contacto: de caricias físicas y verbales.

4. Hambre sexual: relaciones sexuales plenas.

5. Hambre de estructura temporal: saber lo que se tiene que hacer con el tiempo.

6. Hambre de incidentes: una medicina contra el aburrimiento.

FINAL FELIZDice Berne (Berne, 1982, pp. 192 y 256):Los que encuentran su pareja apropiada pueden satisfacer todas las hambres”. “Las relaciones simples, simétricas y directas son las más sencillas y derechas. Las compuestas, asimétricas e indirectas son las más complejas y ofrecen mayores oportunidades para el juego y otras formas de transacciones ulteriores.TRES FUERZAS DE SALIDA DE GUION

1. Interruptor de guiones: sucesos inesperados y masivos; guerras, hambres. epidemias, opresión (liberación externa).

2. Psicoterapia: que irrumpe en el guión y convierte a los perdedores en no perdedores (liberación externa).

3. Redecisión de la propia persona, ya que el guión no es "inconsciente" y puede ser fácilmente desenterrado por su interrogador (el terapeuta) o por una "autointerrogación" cuidadosa (liberación interna).

Aunque, -podemos añadir, con cierta nostalgia- muchos prefieren seguir jugando a los juegos dictados por sus Guiones, antes que salir de los mismos.REFERENCIASBerne, E. (1970, 1982). Hacer el amor. Barcelona: Laia.Camino, J.L. y otros (2002). Berne y las bases filosóficas del Análisis Transaccional. Primeros resultados. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, 46, 79-84.Camino, J. L. Et al. (2002). HBerne y las Bases filosóficas del Análisis Transaccional. Primeros Resultados. . Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, 46, 79-84.Casado, L. (1991). La nueva pareja. Barcelona: Kairós.English, F. (1992). Parejas en la vida cotidiana. Revista de Análisis Transaccional y Psicología Humanista, 8, 55-62.Heidegger, M (1964, 1927). L’Etre et le Temps. París: Éditions Gallimard.Sartre, J.P. (1971, 1965). Bosquejo de una teoría de las emociones. Madrid: Alianza Editorial.Steiner, C. (1992). Los guiones que vivimos. Barcelona: Kairos.

Desactivar los juegos psicológicos*

En las re laciones de pareja, hay s i tuaciones cot id ianas que act ivan

inmediatamente un combate sut i l entre ambos miembros.

Es entonces cuando el d iá logo se l lena de frases con doble sent ido,

her idas verbales, culpabi l idades y v ict imismos. Un juego dañinoque

solamente puede terminarse usando el comodín de la s incer idad.

Como sabemos, en u

n combate de boxeo los dos púgiles saltan a la lona cuando suena una campana, momento en el

que comienzan una pugna por ver quién de los dos es más hábil con los puños. Después de una

serie de asaltos pactados de antemano por las partes, a no ser que se haya producido un fuera

de combate, f inaliza la pelea, siendo los jueces los que dictaminan quién de los dos es el

vencedor o, si fuera el caso, resolverlo con un empate a puntos.

De igual manera, muchas parejas suelen saltar a una lona para

combatir en lo que podríamos l lamar "boxeo psicológico" una

especie de juego psicológico en pareja en el que las palabras

hacen las veces de puños. En el boxeo psicológico, el asalto

también da comienzo con un "ding" de campana, que, en

nuestro caso, l lamaremos "cebo". Normalmente el cebo suele

adoptar la forma de una pregunta trampa. Veamos un ejemplo:

Un miembro de la pareja, pongamos por caso él, ha tenido que trabajar en sábado. Al f inalizar la

jornada, se siente cansado y con ganas de l legar a casa, ducharse, ponerse cómodo, cenar y

lanzarse de cabeza al sofá para ver una película de vídeo o, simplemente, no hacer nada. Ella,

por su parte, aunque no ha ido al trabajo, se ha quedado todo el día en casa realizando tareas

domésticas, por lo que ahora está con ganas de que l legue su pareja para poder cenar juntos y

salir después al cine a despejarse un rato.

 

Cuando él entra, saluda, besa a su pareja y mira de reojo al sofá, momento en el que comienza a

sentir unas ciertas vibraciones que le indican que algo está a punto de ocurrir. Acto seguido, se

dirige al armario para prepararse la ropa y ducharse. Mientras tanto, el la, que también ha

comenzado a captar determinadas señales en el ambiente, lo sigue por el pasil lo y le dice:

 -Cariño, l levo todo el día en casa. ¿Te gustaría que, después de cenar tranquilos, fuésemos al

cine? A mí me apetece mucho.

Hasta aquí, el la ha sido franca y directa, por lo que la respuesta de él debería ser igual de

transparente: un sí o un no claro y conciso. Pero él teme que si le dice a su mujer que quiere

tumbarse en el sofá y descansar, el la se quedará en casa disgustada. Y también sabe que si, por

el contrario, no se lo dice, será él quien irá al cine malhumorado. Ante la disyuntiva, el ige la peor

de las soluciones: comenzar un juego psicológico. De forma que hace sonar el "ding" de la

campana o, lo que es lo mismo, lanza el cebo. La cosa podría ser más o menos así:

 -Al cine, dices... Esta noche... No sé... ¿A qué hora comienza?

Obsérvese que él no ha respondido a la pregunta, que no se ha definido al respecto: ni ha

clarif icado cuál es su interés (quedarse retozando en el sofá) ni ha aceptado la propuesta que

ella le ha hecho (ir al cine). En lugar de ello, ha lanzado el cebo en forma de pregunta ("¿A qué

hora comienza?"), lo que implica redefinir el problema, l levarlo a otro terreno, desviar la

atención. Así, en caso de que finalmente se decida por no ir al cine con ella, no será porque él no

quiera sino por problemas de horario. Pero el hecho de que el cebo esté lanzado no implica que

el pez pique necesariamente el anzuelo.

Para que el "ding" de la campana sea efectivo, hace falta que los dos púgiles salten a la lona; es

decir, si el la no completa la jugada mordiendo el cebo que él ha lanzado, no puede haber juego

psicológico. Ya lo dice el refrán: "Dos no se pelean si uno no quiere". Sigamos pues. La respuesta

cómplice de la mujer ante la pregunta trampa del hombre ("¿A qué hora comienza?") podría ser

de este esti lo:

 -Creo que hay una sesión a las diez menos cuarto, y otra a las doce y media.

El podría entonces replicar:  

-¡A las diez menos cuarto! ¡Pero si yo aún me tengo que duchar y no hemos cenado todavía!

Llevo todo el día en el trabajo sin parar ni un solo minuto, y ahora tendré que ir también a todo

gas... No me apetece ir con tantas prisas.

-Bueno -contestaría ella-, si te parece, dúchate tranquilo. Yo ya tengo hecha la cena; te he

preparado cordero al horno, tu plato preferido. Iremos a la sesión de las doce y media, así no

tenemos que ir con prisas.

Dicho esto, la mujer se dirigiría a la cocina para ir calentando el cordero, pero él, en lugar de ir a

la ducha, probablemente la seguiría para decirle, contrariado:

 

-Esa película dura casi tres horas, y acabará cerca de las tres de la madrugada. Llegaremos a

casa pasadas las cuatro y habíamos dicho que mañana queríamos aprovechar la luz del sol para

salir a pasear.

Aunque no saben muy bien cómo ha ocurrido, en ese momento los dos son conscientes de que las

leves vibraciones que al principio habían captado planeando en el ambiente se han convertido

ahora casi en radiaciones tóxicas. El la, sintiéndose atrapada y frustrada, lanza el primer gancho

al corazón, un golpe de victimismo. Con los ojos un tanto vidriosos, dice:

 -Llevo todo la tarde encerrada en casa. He

querido prepararte tu plato  favorito con toda la

i lusión del mundo, pensando que te alegrarías y

que te animarías a salir, a acompañarme al

cine. Y mira ahora con lo que me encuentro...

El se queda noqueado por este comentario. El

peso de la culpa le hace flojear las piernas,

está a punto de besar la lona, por lo que trata

de salir de esa situación

compitiendo con ella con el mismo golpe, otro

gancho de victimismo:  

-Hoy he tenido un día terrible en el trabajo. Ya

sabes que estar de cara al público es muy duro

y que necesito un poco de tranquil idad al l legar a casa; solo me faltaba esto ahora... Pero no te

preocupes, cenamos y salimos a ver la película.

Ahora es ella quien se tambalea por el cuadrilátero de la culpa. Así que cambia de estrategia y

lanza un directo inculpatorio:

- Claro, ahora saldremos al cine y tendré que aguantar tu mal humor toda la noche. No, gracias;

prefiero quedarme en casa.

Este comentario le ha dado de l leno. El siente miedo ante el enfado creciente de ella, por lo que

decide contraatacar con un movimiento casi imperceptible que

consiste en mostrarse como el salvador:  

-Tienes razón, cariño. Perdona, es que he tenido un día realmente duro. Sé que estabas

i lusionada y que te has esforzado por preparar esta noche con esmero. Seguro que después de la

ducha estaré como nuevo y podemos salir al cine.

Ahora es ella la que se siente mal por el sacrif icio que él está dispuesto a realizar y, después de

disculparse por su salida de tono, le propone que se queden en casa y que pospongan el cine

para la siguiente tarde.

Este podría ser el f inal del combate, pero, aunque pueda parecer que se ha resuelto el confl icto,

no es así en absoluto. De hecho, seguramente en unos pocos días volverán a saltar a la lona, a

enzarzarse en estos "juegos" que tanto desgastan a las parejas y que siempre acaban con un

empate a puntos: nunca gana nadie, pero siempre pierde la relación. Las parejas necesitan

integrar de una forma saludable las diferentes necesidades que cada uno de ellos puede

manifestar en un momento dado, pues, echando mano de estas estrategias tan dañinas, de estos

juegos psicológicos, no se consigue más que ir carcomiendo la relación desde dentro.

 

Si entendemos que la esencia de estos juegos es manipular al otro para adecuarlo a nuestras

necesidades, podremos tener una idea de cuál es la clave para integrar armoniosamente los

deseos de cada uno: desarrollar una actitud de sinceridad y de apertura ante el otro en relación

con nuestras propias necesidades. En la sinceridad está la clave.

El mayor enemigo de la sinceridad es el miedo que experimentamos cuando fantaseamos con las

posibles consecuencias catastróficas que tendrá el mostrarnos

claros y transparentes: "Ella pensará que soy un egoísta si le digo que esta noche me quiero

quedar en casa" "El tendrá una mala opinión de mí si le pido que salgamos aunque haya

trabajado todo el día y esté cansado". Pero, en realidad, a lo que deberíamos temer es a las

consecuencias que la falta de sinceridad puede tener sobre la relación.

Entonces, ¿qué hubiese pasado con nuestra pareja si hubiesen actuado con sinceridad? La

situación podría haber sido así:

 -No sé a qué hora es la película, cariño -respondería

ella sin morder el cebo-. Lo que quisiera saber ahora es

si tú quieres ir al cine esta noche o si prefieres hacer

otra cosa.

Y él, sin esquivar la respuesta con una pregunta

trampa, podría haber respondido: -La verdad es que

estoy cansado y me gustaría quedarme en casa. ¿Por

qué no vamos al cine mañana por la tarde?

Cuando somos sinceros y abiertos, sentamos las bases para que las diferencias se puedan sellar

con un beso.

Juegos psicológicos en las relaciones de parejaLa mayoría de los juegos psicológicos son jugados inconscientemente por persona inocentes que no saben porqué y cómo se encuentran continuamente en tales dramas. Conscientemente, la mayoría de nosotros nunca participaríamos en estos juegos ... sobre todo si hemos pasado por una experiencia de una mala relación (si conocemos las consecuencias de los juegos).

Pero, pero estos juegos se encuentran enraizados y grabados en nuestra memoria implícita como programas subconscientes que se ejecutan automáticamente.

También estamos destinados a elegir a nuestros compañeros del juego, en parte, basandonos en sus habilidades y destrezas para jugar los juegos que saben jugar.

Hacemos nuestra selección de forma inconsciente a través de la sincronización subconsciente con redes neuronales compatibles .

Una distinción importante en los juegos de la mente inconscientes es que la relación tiene que ser honesta desde el principio, ni tiene que haber intencionalidad consciente.

Hay un tipo de juego que se juega en las relaciones que no es un juego psicológico inconsciente. Es un juego que consiste en transacciones angulares . Estos juegos son conscientemente previstos, con el control del adulto, y están diseñados para producir dividendos. En esta categoría Berne señala a los vendedores y hombres de negocios. El iniciador de estos últimos juegos es plenamente consciente de su juego, mientras que su "chivo expiatorio" no se da cuenta hasta que es atrapado. Estos no son los juegos que nos ocupa aquí.

Los juegos psicológicos en la relación no siempre son malos... Por ejemplo, a principios de la etapa de noviazgo de una nueva relación "coquetear" es un juego divertido y satisfactorio que no hace daño.

Para algunas parejas en las que ambas partes están de acuerdo en los límites, el coqueteo con otras personas en una fiesta o reunión social se considera inofensivo y aceptable para la pareja, no se está actuando un juego psicológico puesto que ambos son conscientes de ello.

Pero para otra parte, con la que se coqueteó, puede ser un juego psicológico de relación llamada RAPO si esa persona no es consciente de que hay límites y se cree que podría ir más allá.

Algunas parejas incluso van más allá del coqueteo y permiten llevarlo a juegos sexuales, siendo su elección como adultos que consienten, estos no son juegos psicológicos en la relación porque son conscientes, discutidos y acordado por todas las partes.

Excepto en la verdadera intimidad no siempre es posible en cualquier contexto (en el trabajo con su jefe) y con cada persona (el hombre de la calle) la posibilidad de participar en juegos psicológicos válidos y necesarios.

Los que tienen pocas habilidades con la verdadera intimidad no tienen otra opción que jugar juegos psicológicos en sus relaciones ... o estar solo. En estos casos, el aprendizaje de los juegos que jugamos es importante, de manera que podamos elegir los inofensivos y / o desarrollar habilidades intimidad para poder salir de ellos.

Los Juegos que en las relaciones causan dolor y ruina son los que necesitan ser identificados y llevados a la conciencia para que puedan ser detenidos y sustituidos , ya sea por el aprendizaje de habilidades verdadera intimidad o la elección de otros juegos que no causan daño a cualquiera de las partes.

¿Cual es la finalidad de los juegos según Steiner en su obra "La otra cara del poder"?

1.- Una forma de saciar erróneamente (“amartano”) el hambre de reconocimiento (“ganancia” biológica).2.- Una forma de estructuración del tiempo que denominamos pasatiempo (“ganancia” social).3.- Confirmación de una Posición Existencial (actitud ante la vida) equivocada (“ganancia”existencial).4.- Protección contra el miedo a ser desenmascarado y que se me conozca como soy.5.- Evitar la intimidad.6.- Procurar que los otros hagan lo que no quieren hacer.