Graciela zaresbki

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HACIA UNBUENENVEJECER

La vida va hacia la muerte

El envejecimiento;

El desgaste natural de la vida, la vida que se va agotando en el vivir.

GRACIELA ZAREBSKI

Es el programa biológico

Quienes menos soportan la idea del envejecer y la muerte son aquellos que, no están viviendo en el presente una vida plena.

No ha encontrado aún el sentido de su vida.

No alcanzan a vislumbrar su legado.

La opción es “cuidar la vida”.

¿A quiénes llamamos “viejos”?

Las ‘vejeces’ se diversifican.

Cada cultura tiene su propio tipo de envejecimiento.

Senescente, para vejez normal,

Senilidad para vejez patológica.

Gente mayor; adultos mayores; viejos-jóvenes; viejos-viejos.

Viejos – viejos Viejos -Jóvenes

“Viejos-viejos son los que sufren las consecuencias de las mayores pérdidas físicas, mentales o sociales y que requieren servicios sociales y de salud.

“Viejos-jóvenes”, en su gran mayoría, “... son los hombres y las mujeres competentes y vigorosos...”.

Es un ser humano, más allá de la edad que tenga.

Desde el psiquismo inconsciente, la vejez no existe, representa lo atemporal.

Los aspectos biológicos y los aspectos sociales, representan lo temporal.

El trabajo psíquico del envejecer

El interjuego entre el núcleo atemporal y el registro de la temporalidad, o sea un camino fácil de recorrer de ida y vuelta.

Poder aceptar que uno se siente joven, pero que el cuerpo envejece.

Sentirse joven

Poder sobrellevar la discordancia entre lo que se es y lo que se parece.

Está hablando “desde adentro de sí”, desde su percepción interior.

Sentirse joven

Sentirse viejo.

La vivencia de sentirse viejo, de estar viejo, es absolutamente relativa a cada uno y sus circunstancias.

Se refiere a “estar entregado”, “sin ánimo”, “sin ilusiones

Se refiere a “estar entregado”, “sin ánimo”, “sin ilusiones

Saber envejecer.

Aceptar el ciclo vital y la finitud, al mismo tiempo que se mantiene un espíritu joven.

Vejez normal

Concluimos entonces que un viejo normal no es necesariamente un viejo sano. Es un viejo que está en condiciones de hacerse cargo de su salud y de su enfermedad.

A pesar de su patología, sus funciones no están impedidas, aún así, funciona.

La percepción de muerte

No se trata de vivir hacia la muerte, sino hasta la muerte.

Se trata de que la vida, en la vejez, siga siendo sinónimo de primavera: calidez, alegría, productividad.

En el trabajo preventivo

Se deberá permitir anticipar desde edades más jóvenes la elaboración que posibilite un envejecimiento gradual.

Y Superar la herida en la autoestima que plantea el envejecer.

La convicción de la muerte propia, la incompletud y aun así desea vivir.

Esto implica un trabajo de compensar pérdidas con ganancias, lo cual supone que la aceptación de faltas y ausencia.

Un trabajo de enlazar pasado, presente y futuro, de reescribir la propia historia, resignificándola a partir de un presente.

La tarea preventiva, está asentada en un modelo de pensamiento

El deterioro, cualquiera que sea, así como los duelos, la viudez, la jubilación, la sexualidad, la muerte, son temáticas que requieren un espacio de escucha.

Nuestra tarea, que consiste en acompañar y detectar los factores de riesgo psíquico.

Se manifiestan a través de puntos clave, como ser:

La posición de total dependencia.La posición frente al bastón y a todo tipo de prótesis.El funcionamiento al modo del “todo o nada” de viejo siento que ya no soy nada.Los quiebres intergeneracionales, si la relación se construye en términos de poder, cuando debe ser compartir.

La posibilidad de diferenciar el ejercicio de una abuelidad normal o bien un modo patológico de asumir esta función.Detectar posiciones nostálgicas: el “todo tiempo pasado fue mejor”. La falta de maleabilidad, la rigidez, la falta de flexibilidad frente al cambio.El aferrarse a una identidad unívoca: el “yo soy así”.La falta de proyectos. La elaboración patológica de los duelos, de las pérdidas en general.

La dificultad para realizar el trabajo psíquico de poder compensar pérdidas con ganancias: poder reconocer todo lo que se va aquilatando en el envejecer.

La dificultad para asumir el autocuidado.

No aceptar las limitaciones.

Detectar el modo narcisista de ejercer la sexualidad: el maternaje eterno en la mujer que cuida o el hombre que siempre puede, como ilusiones que en la vejez muestran su fracaso.Mecanismos de desmentida que llevan a ocultarse frente a sí mismo los grandes temas -“de eso no se habla.

*La posición frente al ‘gran límite’, la muerte, si no se pueden desplegar actitudes de generatividad, en la creación de herederos biológicos y /o culturales. No poder aceptar la transitoriedad de la vida si no está desarrollado el sentido de la trascendencia que ayuda a soportar la propia muerte.

La Abuelidad.

“La estructuración psíquica del ser humano ubicado en el orden de las filiaciones en situación trigeneracional personal, familiar y social”.

Y que tendrá un efecto estructurante, de acuerdo con la modalidad que adopte.

Las patologías de la abuelidad se corresponden con la patología general del envejecer, es decir, los aspectos narcisistas no atravesados por la castración, siendo la abuelidad una de las facetas en que este modo de envejecer se expresa.Los padres son los que ejercen la generación activa en el presente, el abuelo en el pasado, el nieto como promesa de futuro.

El lugar que ocupan nuestros abuelos en nuestra historia

El lugar que ocupan nuestros abuelos en nuestra historia, y específicamente en nuestra historia edípica, está dado justamente por su función de abuelos -y, por lo tanto, padre/ madre de nuestro padre/madre-, y es a través del modo en que la cumplen que dejan en nosotros su impronta.