EL TERRITORIO NACIONAL DEL CHACO DURANTE LA ETAPA CONSERVADORA
(1930-1943).
OSCAR ERNESTO MARI
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do. INDICE.
AGRADECIMIENTOS.
PROLOGO.
INTRODUCCION.
I) La Situacin General del Chaco en los Aos Treinta.
La Argentina ante la crisis mundial (1930-1932) y la ubicacin del Territorio del Chaco
en este contexto. La economa del Territorio durante la dcada del treinta. La
consolidacin del ciclo algodonero y sus implicancias en la economa territoriana.
Demografa y sociedad en el Territorio. (1920-1940). El proceso de ocupacin del
espacio. La colonizacin agrcola.
II) La Gestin del Interventor Armando Meabe (1930-1931).
Meabe toma posesin de su cargo. Su gestin administrativa. La incidencia de la
poltica correntina en el Territorio del Chaco. La vida comunal en el Territorio. 1930-
1931. Los conflictos derivados de la intervencin a la municipalidad de Resistencia.
Causas que contribuyeron a la renuncia de Armando Meabe. Conclusiones.
III) La Gestin del Gobernador Juan Samuel Mac Lean (1931-1932).
Antecedentes del funcionario. Las Repercusiones de su nombramiento y su programa
de gobierno. Las implicancias en el Chaco, del levantamiento de Gregorio Pomar. Su
obra administrativa. La vida comunal y la campaa por la autonoma territorial.
Conclusiones.
IV) La Gestin del Gobernador Juan Vrillaud.(1932-1933).
Sus antecedentes. Labor administrativa. La Auditora a su gestin, y su renuncia. La
Reanudacin de la vida poltica en las municipalidades. (1932-1933). Conclusiones.
V) El Gobierno de Jos Conrado Castells. (1933-1938).
Su primer perodo gubernativo. (1933-1936). La visita del presidente Agustn P. Justo
(1934). La labor desarrollada durante 1934. La administracin durante 1935. El
conflicto con las municipalidades. La tarea correspondiente al ejercicio 1936. El
movimiento agrario de 1936 y la accin de la Junta de Defensa de la Produccin y de
la Tierra. La Alianza Civil Territorial. Labor administrativa del ao 1936. El vencimiento
del perodo gubernativo y la campaa por la sucesin. (1936).
VI) Segundo Mandato del Gobernador Castells. (1936-1938).
El ejercicio 1937. La intervencin de Castells en la creacin de la Dicesis del Chaco.
La proyeccin de Castells a nivel nacional. 1938; Ultimo ao de Castells al frente de la
gobernacin. El lanzamiento de "La Concordancia" en el Chaco y el nombramiento de
Castells como Subsecretario del Ministerio del Interior. Las elecciones municipales
durante la gestin de Jos C. Castells. (1934-1938). La intervencin al municipio de
Resistencia (1936). Conclusiones.
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VII) La Gestin del Gobernador Gustavo Rodolfo Lagerheim (1938-1941).
El traspaso de Castells a Lagerheim. Su primer ao de gobierno (1938-1939). Balance
del primer ao de gestin. La guerra mundial y sus consecuencias en el Territorio. El
funcionamiento de la administracin durante 1940. Obras pblicas. Asistencia social.
La instalacin de la Dicesis del Chaco. La problemtica de la seguridad en el
Territorio. La reorganizacin policial. La instalacin de la gendarmera nacional en el
Chaco y sus problemticos comienzos. La vida poltica en las comunas. (1939-1941).
La campaa por la re-designacin de Lagerheim. Traspaso de Lagerheim al nuevo
gobernador. Conclusiones.
VIII) Gestin del Gobernador Florencio Martn Solari. (1941-1943).
Crnica de una administracin controvertida. (1941-1943). Las elecciones municipales
durante la gestin de Solari. (1942-1943). Corolario de esta gestin, y final de una
poca.
CONCLUSIONES GENERALES.
BIBLIOGRAFIA.
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PROLOGO.
Es ste un trabajo de investigacin que comenz a gestarse a mediados de
1994, cuando luego de una pltica con quien ha sido y es nuestro director, el Doctor
Ernesto Joaqun Maeder, coincidimos en que exista un amplio perodo de la historia
del Chaco que no haba merecido an un estudio exhaustivo pese a la importancia de
los acontecimientos que en su transcurso se sucedieron.
Como ya habamos trabajado en aos anteriores sobre algunos temas
puntuales de la historia del Chaco durante las dcadas del veinte, treinta, y parte del
cuarenta, tuvimos oportunidad de manejar con cierta asiduidad la bibliografa y
documentacin obrante en bibliotecas y archivos regionales y nacionales relativos a
esta poca.
Durante ese tiempo hemos podido observar que el perodo comprendido entre
los aos treinta y cuarenta, si bien mereci una atencin focalizada sobre ciertos
temas por parte de algunos investigadores regionales, no haba sido an objeto de un
estudio integral que englobase en un solo trabajo los aspectos polticos,
administrativos, econmicos y sociales de una de las etapas ms interesantes en la
evolucin del Chaco.
En particular, era muy poco lo que se haba estudiado sobre la gestin de los
gobernadores de esta poca, y pese a que en estos aos el Chaco haba podido
conseguir por primera vez el nombramiento de funcionarios autctonos luego de
varios aos de insistir con estas peticiones, las noticias sobre sus desempeos eran
aisladas, ambiguas e incompletas.
Esta circunstancia y la riqueza del material documental disponible en los
archivos regionales y en el Archivo General de la Nacin, imponan la necesidad de
cubrir tal deficiencia mediante una investigacin amplia y abarcativa de los aspectos
enumerados, que pudiese ofrecer a su trmino un razonable aporte a la historiografa
del Chaco.
Para el logro de este objetivo, debi pensarse antetodo en la realizacin de un
examen de los factores econmicos y sociales que llevaron al Chaco a un lugar
preponderante en el concierto de los estados nacionales durante este perodo, para
luego relacionarlos con el proceso poltico que se operaba entonces, encadenando de
esta manera eslabones que se hallaban desconectados e inconclusos.
Paralelamente nos propusimos describir el funcionamiento del aparato
administrativo territorial ante el desmesurado crecimiento que supuso la fiebre del
cultivo algodonero durante estos aos, evaluando la marcha de sus dependencias
ms importantes, y las respuestas que se dieron al sostenido incremento de la presin
demogrfica.
El proyecto supuso entonces el tratamiento prioritario de las fuentes
documentales primarias obrantes en el Archivo Histrico de la Provincia del Chaco; en
los archivos municipales y judiciales de esta provincia; en el Archivo General de la
Nacin, y en registros y bibliotecas de otras diversas instituciones nacionales.
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do. La permanente alternancia en estos repositorios nos llev a la consulta de
documentacin oficial y privada, que se compuso principalmente de memorias e
informes dejados por los gobernadores; copiadores y telegramas de la gobernacin
del Chaco; correspondencia entre los gobernadores con Ministerios y autoridades
nacionales; colecciones de peridicos locales y nacionales, como as tambin censos
y estadsticas varias correspondientes a este perodo.
Paralelamente, hemos mantenido varias entrevistas con antiguos residentes del
Chaco y con protagonistas o descendientes del ncleo dirigente de aquella poca,
cuyos testimonios constituyeron un valioso complemento para la integracin de este
trabajo.
No hemos tenido mayores dudas a la hora de plantear los lmites de esta
investigacin, puesto que existan dos acontecimientos que demarcaban claramente la
poca que pretendamos estudiar. El primero de ellos tiene que ver con la revolucin
del 6 de septiembre de 1930, episodio que inaugur una nueva etapa en la vida
nacional que a su vez expirara el 4 de junio de 1943, tambin con un movimiento
militar que alter el orden constitucional en la repblica.
Este perodo, al que muchos autores coinciden en denominar "conservador" o
"neo-conservador" por las caractersticas que ofrecieron los lineamientos polticos y
econmicos de sus respectivas administraciones, impregn desde luego a los rasgos
fundamentales de lo que sera el acontecer territoriano en sus diferentes
manifestaciones, aunque cabe adelantar que aqu el proceso revisti peculiaridades
propias.
En las pginas que continan, tratamos de abordar con originalidad e
imparcialidad los aspectos ms salientes de este ciclo que desde hace tiempo
esperaba ser estudiado y explicado, particularmente en su dimensin poltico-
administrativa, y abrigamos la esperanza de que su contenido contribuya a echar luz
sobre una de las etapas ms interesantes de la historia del Chaco.-
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INTRODUCCION.
Durante el perodo comprendido entre 1930 y 1943 el Territorio Nacional del
Chaco estuvo administrado por gobernadores de tendencia conservadora, en sintona
con los gobiernos que por entonces se sucedieron en la repblica, luego de la
revolucin del 6 de septiembre de 1930.
En el Chaco de entonces estaba ya en marcha lo que se di en llamar el "ciclo
algodonero", una poca en la que las caractersticas fundamentales fueron el
crecimiento formidable de la economa y el aumento casi sostenido de la poblacin en
la mayor parte del Territorio, a causa del ascendente y redituable cultivo del textil.
As, la dcada del treinta signific para el Territorio una etapa de vertiginosas
transformaciones en el campo productivo, demogrfico y administrativo, y el Chaco
apareca entonces como un paraso productivo, que ao tras ao duplicaba sus
utilidades y atraa a miles de inmigrantes extranjeros y argentinos.
Este contexto de crecimiento general fue coincidente en su mayor parte con la
gestin de gobernadores autctonos que se destacaron por llevar adelante
administraciones responsables y minuciosas, timoneando el Territorio cuando estuvo
expuesto a una desbordante efervescencia econmica y poblacional, que provoc
naturalmente agudas deficiencias administrativas.
El objeto del presente trabajo es entonces describir la fisonoma econmico-
social del Chaco en esta poca y analizar el funcionamiento de la administracin
territorial en tal contexto, evaluando la gestin de cada uno de los seis gobernadores
que se desempearon durante este perodo.
A tal efecto, la exposicin ha sido organizada de la manera siguiente: un primer
captulo de sntesis, donde estn contenidas subdivisiones que refieren sobre la
situacin general del Chaco en esta etapa; y a continuacin, siete captulos en los que
se analizan detalladamente los aspectos concernientes a la gestin de los
gobernadores del Territorio durante el perodo conservador.-
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I) Situacin General del Chaco en los Aos Treinta.
La Argentina ante la Crisis Mundial. (1930-1932) y La Ubicacin del
Territorio del Chaco en este Contexto.
La llegada de los aos treinta signific para la Argentina la inauguracin de un
perodo difcil, no solamente por los acontecimientos que a raz de la cada de Wall
Street haban conmocionado al mundo desbaratando el sistema capitalista, sino
tambin por la crisis poltica que se produjo en el pas como consecuencia de la
ruptura del orden constitucional.
En la faz econmica, el derrumbe financiero internacional hizo sentir de
inmediato sus graves consecuencias. El sacudimiento imprevisto ech por tierra la
envidiada prosperidad mercantil de la repblica; cesaron las inversiones, el crdito se
restringi y los negocios se paralizaron.
Como un efecto domin, el cimbronazo econmico y el declive de los vnculos
internacionales no tardaron en repercutir en el sistema poltico, el cual afectado por el
descrdito en el que se encontraba el segundo gobierno de Yrigoyen, se precipit
hacia la desintegracin mediante los sucesos de septiembre de 1930.
La nueva etapa que se inici, signada por gobiernos de corte netamente
conservador, se caracterizara por la instrumentacin de profundos cambios en
materia poltica y econmica. Los primeros, marcados por un fuerte sesgo ideolgico,
y los ltimos, condicionados por un nuevo contexto internacional que haba modificado
radicalmente las reglas del comercio mundial.
En la esfera poltica, las transformaciones que se operaron tendieron a una
suerte de restauracin del orden perdido. En el caso del gobierno revolucionario de
Uriburu, esto debera efectuarse a travs de reformas institucionales que introdujeran
en el rgimen poltico algunas notas corporativas y un sufragio calificado, para evitar
de esta manera el predominio de los polticos profesionales en el manejo de la cosa
pblica.
En lo que respecta al pensamiento del general Agustn P. Justo, gestor de la
alianza que se denominara "La Concordancia", sus propsitos estaran dirigidos a
lograr una reversin poltica con un retorno al pasado pre-radical, mantenindose en
una lnea conservadora, y con una cierta adhesin condicionada a los principios
constitucionales.
En ambos perodos de gobierno; defacto, coyuntural y breve el primero, y
completado el segundo dentro de un cuestionable marco de legitimidad, quedaron
definidos los rasgos distintivos de lo que sera la poltica en la Argentina desde 1930
hasta 1943.
Excluyendo algunos intentos de cambio por parte del presidente Ortz (1938-
1941), quien falleci antes de concluir su mandato, el perodo se caracterizara en su
mayor parte por; la alteracin de los principios liberales y democrticos; la
proscripcin y el marginamiento de importantes fuerzas polticas y sociales; la asidua
utilizacin del fraude electoral y el estado de sitio para impedir por una parte, el
retorno del radicalismo al gobierno; y por otra, contener tanto los reclamos de orden
poltico como la protesta de carcter social.
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do. Las restricciones impuestas al radicalismo y la prctica del fraude
electoral impidieron la legitimacin del conservadorismo en el poder, por lo cual se
mantuvo de manera persistente la sensacin de crisis en la poltica argentina durante
este perodo.
Pero an con stas irregularidades, debe rescatarse el "sentido del estado" que
los conservadores imprimieron a sus polticas en la mayor parte de este perodo, lo
cual se manifest en la importancia consecuente que adquiri -sobretodo durante la
gestin de Justo- la Administracin como instrumento de una poltica.1
Ya dentro del campo estrictamente econmico debe decirse que el crac del 29,
al trastocar los pilares sobre los que se apoyaba la economa capitalista no slo
provoc la necesidad de reordenar aspectos del sistema productivo, sino que llev a
los gobiernos de la poca a replantearse los principios financieros y monetarios que
haban regido el desenvolvimiento de un mercado mundial fundado en las relaciones
comerciales multilaterales.
La Argentina fue profundamente conmocionada en un doble sentido; por una
parte cayeron los precios de las materias primas y ello provoc la contraccin en las
ganancias, la desvalorizacin de bienes y moneda, y la expansin de la recesin en el
conjunto de la sociedad.
Por otra parte, con la concrecin del proceso de reordenamiento del mercado
mundial se debilit la posicin del pas como tradicional proveedor de insumos a sus
destinos habituales.2
Uno de los rasgos clave de esta nueva situacin, lo constituy el hecho de que
la sociedad argentina no contaba con los instrumentos adecuados para revertir el
reacomodamiento de un mercado mundial fraguado independientemente de ella en los
grandes centros econmicos.
En la bsqueda de soluciones posibles se discutieron diferentes propuestas.
Algunas se impusieron y modelaron a la nueva sociedad; otras slo fueron esbozos
desdibujados debido a la escasa representatividad de sus portavoces; y otras tantas
quedaron flotando como expresiones de deseo de aquellos que todava no tenan
fuerza suficiente como para manifestarse.3
Lo cierto es que tanto Uriburu como Justo optaron por una poltica econmica
que en trminos generales fue coincidente en el objetivo de controlar la crisis.
En ambos casos se abandonaron ciertos principios del liberalismo y se adopt
una decidida intervencin del estado en los asuntos econmicos. A travs de
mecanismos reguladores se instrumentaron diversas medidas; como el proceso de
sustitucin de importaciones; la reduccin de costos de produccin; la promocin y
fortalecimiento de las actividades industriales mediante el incremento de los aranceles
1. Floria, Carlos Alberto y Garca Belsunce, Csar. Historia de los Argentinos. T II. Buenos Aires. Kapelusz. 1984. pag.
341. 2. Ortiz, Ricardo M. El Aspecto Econmico-Social de la Crisis de 1930. En: Etchepareborda, Ortz y Orona. La Crisis de
1930. Buenos Aires. CEMLA. Biblioteca Poltica Argentina. Ediciones Especiales. 1987. Tambin: Ferrer,Aldo. La Economa Argentina. Las etapas de su desarrollo y problemas actuales. 12a ed.Buenos Aires, Fondo de Cultura econmica, 1977. 3. Bjar, Mara Dolores. Uriburu y Justo: El Auge Conservador (1930-1935). Buenos Aires. Centro Editor de America
Latina S.A. 1983. 177 pp.
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do. aduaneros; el drstico recorte de gastos en obras pblicas y empleados
estatales; y finalmente, un fuerte aumento de la presin fiscal.
Estas medidas acentuaron en principio la recesin del mercado interno y
produjeron un crecimiento dramtico de la desocupacin; y a raz de la contraccin del
circulante provocada por la poltica de ajuste, result muy difcil mantener el
funcionamiento de la administracin pblica.
Tal estado de cosas se mantuvo durante el trienio 1930-33, para pasar luego a
una segunda etapa (1933-39) que se caracteriz por una fuerte recuperacin y
expansin de la economa, motorizada principalmente por la creciente actividad
industrial en el mercado interno.4
De esta manera, y a pesar de algunos enfoques dismiles que tuvieron las
polticas de Uriburu y Justo en este perodo inicial del conservadorismo, se logr
sortear la crisis y establecer un rgimen econmico que ms all de sus fundados
cuestionamientos, consigui finalmente encarrilar la economa del pas.
No debe omitirse sealar, que para la puesta en prctica de estas severas
medidas, ambos presidentes se vieron favorecidos por la situacin atpica que
polticamente atraves la nacin.
En ambos casos, la inicial proscripcin y luego abstencin del partido ms
importante de la Argentina elimin toda posibilidad de oposicin a estas drsticas
decisiones; y en el caso especfico de Justo, jug a su favor la homogeneidad poltica
que consigui mediante la construccin de "La Concordancia".
La conjuncin de partidos que integraron esta alianza, gan la mayora de las
bancas en las cmaras de diputados y senadores, y tambin las provincias -a
excepcin de Entre Ros y Santa Fe-, quedaron en manos de esta coalicin que
gobernara al pas desde 1932 hasta 1943.(5)
El Chaco en los Inicios de "La Concordancia" (1931-1932).
Mientras tanto, el Territorio del Chaco no estaba ajeno al acontecer nacional.
En lo que concierne a la cuestin econmica, todos los medios grficos se ocupaban
de reflejar en sus pginas la preocupacin generalizada por la crisis imperante.
La reduccin de gastos dispuesta tanto por el gobierno provisional de Uriburu,
como por la del equipo econmico del presidente Justo, motiv serias dificultades en
el funcionamiento de la administracin territoriana. La supresin del personal en todas
las dependencias con el consiguiente recargo de tareas ocasionado por las cesantas,
y el atraso de varios meses en el pago de los haberes, haba tornado acuciante la
situacin de empleados y maestros.
A esto se sumaba el escaso rendimiento de los cultivos durante la campaa de
1931 y la ya comentada cada de las cotizaciones a nivel mundial, lo cual no permita
un desenvolvimiento econmico normal que posibilitara mitigar los efectos de la crisis.
4. Una interesante descripcin de esta poca, tanto para el campo poltico como para el econmico, puede apreciarse
en: Noel, Martn Alberto. S, Juro. Agustn P. Justo y su tiempo. Buenos Aires. Ed. Corregidor. 1996. 203 pp. 5. "La Concordancia" se form en virtud de carecer la derecha conservadora de una estructura poltica nacional para
concurrir a las elecciones nacionales de 1931. Integraron dicha alianza los conservadores, el socialismo independiente y el antipersonalismo.
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do. La difcil situacin haba movido a la Cmara de Comercio e Industrias del
Chaco a enviar una carta al presidente Uriburu donde se le expresaba que "...era muy
preocupante la situacin por la que atravesaba el Territorio, ya que a un mal ao
agrcola se agregaba el estancamiento de las actividades forestales y ganaderas, por
lo que el comercio estaba muy resentido y el empleado pblico se hallaba apresado
en la voracidad de la usura..."6
" La miseria se cierne sobre el 60% de la poblacin del Chaco ", titulaba el
peridico "La Voz del Chaco" a una editorial de abril del 32, y similares
encabezamientos fueron muy habituales en los medios grficos del Territorio durante
1931 y 1932.
Y no caben dudas de que el sector forestal fue uno de los ms afectados por la
emergencia. "...La situacin de crisis por la que atraviesa la industria del tanino a
causa de los factores conocidos, ha creado un estado de valores imposibles,
motivando el cierre temporal de varias fbricas y paralizando definitivamente a
otras...", expresaba alarmado este ltimo diario.7
La desocupacin generada por la crisis se hizo notar con crudeza
particularmente en la ciudad de Resistencia, en donde largas filas de hombres y
mujeres esperaban cotidianamente frente a las instituciones religiosas, la diaria racin
de alimentos que les permita atemperar su apremiante situacin.8
Sin embargo, al promediar 1932 comenzaron a extenderse los rumores de que
Inglaterra podra ampliar las cuotas de importacin de algodn, a lo que se sum una
creciente industrializacin de fibra en el pas, lo cual permiti a los territorianos abrigar
esperanzas de una pronta recuperacin econmica, recomposicin que se hizo
evidente recin a principios del ao siguiente.
En el orden poltico-administrativo, las cosas marcharon con un ritmo algo ms
animado respecto del momentneamente alicado movimiento econmico.
En noviembre de 1930 se haba constitudo en el Chaco la "Agrupacin Pro-
Derechos Territoriales", que al igual que otras asociaciones que la precedieron y luego
se disolvieron, tena el propsito de difundir los ideales de autonoma ante la
poblacin, pero por sobretodo, efectivizar estas pretensiones ante el gobierno
nacional.
Esta agrupacin se conform con personalidades sobresalientes del mbito
pblico y privado de la ciudad de Resistencia, y aunque a semejanza de las anteriores
tuvo una duracin efmera, obtuvo en su breve lapso de vida algunos logros
significativos, particularmente en cuanto a la designacin de funcionarios nativos para
ocupar los cargos ms jerarquizados del Territorio.9
El rumor cierto de que pronto se volvera al estado de derecho en la repblica, y
el fastidio que haba producido en la sociedad chaquea el continuo trnsito de
6. Diario La Voz del Chaco (En adelante L.V.Ch.), 12 de enero de 1932.
7. L.V.Ch., 15 de abril de 1932.
8. (Vanse captulos referidos a la gestin de los gobernadores Mac Lean y Vrillaud.)
9. La Agrupacin Pro-Derechos Territoriales logr durante el gobierno de Uriburu, imponer a Juan S. Mac Lean como
gobernador del Chaco y a Enrique Lynch Arriblzaga como interventor de la municipalidad de Resistencia. Ambos tenan una reconocida trayectoria en el Territorio. (Vanse los datos biogrficos respectivos en pginas subsiguientes).
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do. funcionarios extraos por la gobernacin en los ltimos tiempos, reavivaron el
inters respecto a la lucha por la obtencin de alguna forma de autonoma para el
Territorio.
El Chaco haba sobrepasado desde haca tiempo la cantidad mnima de
habitantes que exiga la ley 1532 para obtener la provincializacin, y varias comunas
ya estaban en condiciones de convertirse en municipios, pero sin embargo
continuaban regidas por comisiones de fomento.
Decidido el retorno al rgimen institucional en el pas, y ya conformada la
alianza poltica que en adelante se denominara "La Concordancia", en el reparto de
promesas previo al acto electoral de noviembre de 1931 algunos candidatos a
diputados y el mismo aspirante a la Presidencia, general Agustn P. Justo, haban
dejado entrever la posibilidad de introducir modificaciones al rgimen vigente en los
Territorios Nacionales si llegaban a ser electos.10
En este promisorio ambiente, las asociaciones ms representativas del Chaco y
los medios grficos que haban incluso sufrido clausuras por parte del gobierno
revolucionario, se sintieron estimulados para reforzar su prdica en pos de la
obtencin de ciertos derechos que legtimamente correspondan a los habitantes de
este suelo.
As por ejemplo, los peridicos "Estampa Chaquea" y La Voz del Chaco entre
otros, se sumergieron en una intensa campaa para concientizar an ms a los
diversos sectores de la poblacin respecto a la necesidad de reclamar estos derechos;
y fueron numerosos los editoriales en donde tanto sus redactores como diversas
personalidades vinculadas al quehacer territoriano, expresaron su opinin acerca de
los matices que debera tener la autonoma.
" Entre los Territorios que con ms fundada razn aspiran a salir del
actual humillante estado de inferioridad civil, se halla el Chaco,
precursor de la campaa inter-territorial en favor de la representacin
parlamentaria; y al cabo de tres largos lustros de intiles gestiones
propensas en su mayora a optar por la autonoma, la conciencia cvica
se halla hoy en estado de evidente madurez...",
deca L.V.Ch. faltando un mes para la asuncin del nuevo gobierno constitucional.11
" De los argentinos nativos o residentes en los Territorios, los poderes
nacionales no se han acordado hasta el presente nada ms que para
exigirles la contribucin a las rentas fiscales y para que presten el
servicio militar obligatorio, es decir, para imponerles el cumplimiento de
los deberes sin acordarles otros derechos que el de tristes parias...",
conclua el matutino en el mismo artculo.12
10
. As lo consign L.V.Ch. en su edicin del 8 de enero de 1932.
11
. L.V.Ch., 5 de enero de 1932.
12
. Idem.
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do. Dentro de las demandas de esta campaa, se inclua adems el pedido
de un gobernador nativo para el prximo perodo legal, y el llamado a elecciones para
las municipalidades que estaban intervenidas.
Coincidente con esta cruzada local, algunos diarios nacionales se hicieron eco
de las aspiraciones de los territorianos, que eran semejantes a las de otras
jurisdicciones en similar situacin (Misiones y La Pampa), y que consistan salvando
ocasionales diferencias, en la obtencin de la representacin parlamentaria y la
participacin de sus habitantes en las elecciones presidenciales.
En tal sentido, "La Prensa" de Buenos Aires, declamaba:
" Cerca de 150.000 ciudadanos argentinos nativos y naturalizados
no pudieron tomar parte en las ltimas elecciones nacionales por
hallarse domiciliados en los Territorios, y tampoco han logrado intervenir
hasta el presente en la designacin de los funcionarios pblicos que
gobiernan la vida local... Esta desigual situacin creada a ciudadanos
argentinos perdura a causa de que el Congreso ha mantenido en el
ms completo olvido a los Territorios en condiciones de ser
provincializados, y el P.E.N. ha dejado de cumplir la ley 1532, lo cual
hubiera posibilitado hace tiempo su incorporacin al rgimen federal..."13
Si bien diferan los criterios acerca de qu tipo de modificaciones deberan
hacerse, en el Territorio del Chaco prim la idea de la representacin parlamentaria
por encima de los que sostenan que deba obtenerse de una vez por todas la
emancipacin poltica, es decir lisa y llanamente, la provincializacin.
De modo que no haban variado sustancialmente las aspiraciones territorianas
respecto de la posicin mantenida desde una dcada atrs; lo que el Chaco quera no
era la provincializacin, sino la representacin parlamentaria, con delegados que
tuviesen voz y voto en el Congreso; el derecho a participar en las elecciones para
presidente, y el derecho de elegir su propio gobernador.14
Y en alguna medida, sta fue la parcial interpretacin de los diputados
Bernardo Sierra y Roberto Noble del Socialismo Independiente, quienes a poco de
haberse reinaugurado las sesiones del Congreso presentaron -en mayo de 1932- un
proyecto de ley que procuraba otorgar a todos los Territorios que tuvieran ms de
16.500 habitantes, el derecho de enviar a la Cmara de Diputados uno o ms
delegados con facultad para tomar parte de sus deliberaciones, pero sin derecho a
voto.
La funcin de estos delegados slo se reducira a iniciar proyectos de ley
referentes a los Territorios Nacionales, y seran elegidos en la misma forma y poca
que los diputados, de acuerdo a las normativas vigentes.15
13
. "La Prensa", 14 de marzo de 1932.
14
. Desde 1919 hasta 1930 fueron varios los proyectos que fueron presentados en la cmara de diputados para
provincializar u otorgar representacin parlamentaria al Chaco, entre otros Territorios Nacionales. En todos los casos fueron impulsados por el P.E.N. o por la bancada oficialista, pero nunca fueron sometidos a discusin parlamentaria. El estudio de este tema durante el perodo mencionado es abordado con suficiente amplitud y detalle por: Garca, Anala: El Territorio Nacional del Chaco durante el Gobierno Radical (1916-1930), en Cuadernos de Geohistoria Regional N14, Resistencia-Chaco, IIGHI-Conicet, 1986. pp. 8-19.
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do. Este proyecto no prosper, y adems, tampoco tuvo consenso entre los
territorianos. En una carta enviada por Enrique Lynch Arriblzaga (16) al diputado
nacional Nicols Repetto, el primero se expresaba en contra de esta opcin, puesto
que de prosperar, "los delegados no seran constitucionales, y sus facultades, al estar
limitadas nicamente al Territorio que los enviaba seran injustas, por cuanto a sus
representados les afectaban al igual que al resto de sus connacionales, las leyes de
impuestos, presupuesto, judiciales, etctera..."17
En la misma carta, Arriblzaga -que a la sazn era un tradicional impulsor de
modificaciones para el rgimen poltico del Territorio del Chaco- anticip su
desacuerdo con el proyecto de provincializacin que se iba a proponer en el Congreso
algunas semanas despus.
Esta iniciativa, propuesta en la Cmara por el diputado Demetrio Buira en la
sesin del 6 de julio de 1932, pretenda declarar cuatro nuevas provincias en los
Territorios de La Pampa, Misiones, Ro Negro y Chaco-Formosa, unificados estos dos
ltimos en un mismo estado.
En los fundamentos del proyecto se reconoca la evolucin econmica y
demogrfica que haban logrado estas jurisdicciones, lo cual las haca acreedoras no
ya a la la representacin parlamentaria, sino al pleno goce de la autonoma provincial.
El diputado, que responsabiliz a "los poderes ejecutivos nacionales de todos
los tiempos" por la condicin de perpetua minoridad de los Territorios, se ocup de
ilustrar convincentemente su alegato con cifras y estadsticas actualizadas, para
demostrar que stas jurisdicciones n solo podan solventar por s mismas una
administracin provincial, sino que adems se encontraban preparadas para ejercer
completamente sus derechos cvicos.18
Respecto al repetido pretexto de que la prctica de las actividades polticas que
la nueva condicin supondra a los inexpertos territorianos, ocasionara trastornos al
orden pblico, el texto se adelantaba a explicar que "...stas eran regiones sin
tradicin de caudillismo, y que por lo tanto se generaran all fuerzas renovadoras para
la poltica argentina, que contribuiran a remozarlas y purificarlas..."19
15
. Congreso Nacional. Cmara de Diputados. Diario de Sesiones Ordinarias. Buenos Aires. Imp. y Encuadernacin de
la Cmara de Diputados. 1932. T II. pp.297-301. 16
. Enrique Lynch Arriblzaga haba nacido en Buenos Aires el 26 de agosto de 1856. Desde su juventud haba sido un
curioso naturalista autodidacta e incansable viajero, y form parte de la expedicin al Chaco Central enviada por el gobierno nacional al mando del mayor Jorge Luis Fontana. Se dedic a actividades muy diversas; empleado bancario, estanciero, agricultor, obrajero, periodista, editor, empleado pblico, industrial y tuvo variados cargos y funciones pblicas. En el Chaco realiz estudios relacionados con la ornitologa, siendo autor de importantes trabajos que llegaron a los centros y academias ms reputadas del extranjero. Fue delegado del Ministerio del Interior para la reduccin de indios de Napalp, fund la Universidad Popular de Resistencia y fue miembro de todo centro cultural que funcion en este Territorio. Los diarios del Chaco brindaron habitualmente sus columnas a la pluma gil de este estudioso y activo participante del quehacer pblico del Territorio. Fue uno de los principales gestores de todos los movimientos que nacieron en procura de la reivindicacin de los derechos cvicos de los Territorios Nacionales, y defendi con particular empeo los concernientes al Territorio del Chaco. Falleci en Resistencia el 28 de junio de 1935 a la edad de 79 aos. 17
. Archivo Histrico de la Provincia del Chaco. (En adelante A.H.P.Ch.). Carta enviada por Enrique Lynch Arriblzaga
al diputado nacional doctor Nicols Repetto, fechada en Resistencia el 11 de junio de 1932. 18
. Congreso Nacional. Cmara de Diputados. Diario de Sesiones Ordinarias. Buenos Aires. Imp. y Encuadernacin de
la Cmara de Diputados. 1932. T III. pp. 600-606. 19
. Idem., pag. 602.
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do. No pensaba lo mismo Arriblzaga respecto a este punto, y en el
documento citado anteriormente, se ocupaba de hacer extensiva su posicin al resto
de los territorianos:
" Son muy pocos los que opinan aqu que nos convenga dar ese
paso mientras no tengamos el goce de la representacin parlamentaria
que venimos reclamando desde 1918, y el pueblo no se haya adiestrado
en el uso del sufragio y el gobierno municipales, sumamente reducidos
hasta hoy... Lo que en resumen pide la opinin general del Chaco es: 1
Representacin en la Cmara de Diputados; 2 Derecho de sufragio en
las elecciones presidenciales; 3 Nombrar sus gobernadores,
otorgndoles a stos ms atribuciones de las que actualmente
disponen, y 4 Ampliacin del rgimen municipal con una mayor
autonoma, sobretodo financiera..."20
De todas maneras, el proyecto del diputado Buira pas a la Comisin de
Negocios Constitucionales y qued relegado al olvido.
As, durante todo el gobierno de "La Concordancia", los ciudadanos del
Territorio del Chaco tuvieron que conformarse con limitar sus peticiones a la
designacin de un gobernador local, aunque no abandonaron el anhelo de sentirse
representados en el Parlamento.21
Concentrados en el primer punto, puede decirse que en este perodo los
movimientos en procura de un gobernador nativo lograron resultados muy
satisfactorios comparados con otras pocas, puesto que durante nueve de los trece
aos en que se mantuvieron los conservadores en el gobierno nacional, el Chaco
obtuvo para su gobernacin tres mandatarios que no solamente estaban afincados en
el Territorio, sino que adems con su accionar, se destacaron por sobre las fugaces y
controvertidas gestiones de los funcionarios forasteros enviados por el Poder
Ejecutivo.
Pero antes de adentrarnos en el estudio analtico de cada una de estas
administraciones, es necesario introducir una sntesis general de los aspectos
econmicos y sociales del Territorio en tal poca, para proporcionar de esta forma un
marco apropiado que posibilite al lector una adecuada comprensin de este fecundo y
extraordinario perodo en la vida del Chaco.
La Economa del Territorio Durante la Dcada del Treinta.
La Consolidacin del Ciclo Algodonero y sus Implicancias en la Economa
Territoriana.
20
. A.H.P.Ch. Carta de Arriblzaga a Nicols Repetto..., cit.
21
. (Vanse captulos referidos a la gestin de los gobernadores.)
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defini
do. Hacia 1930, el Territorio del Chaco ocupaba sin lugar a dudas un lugar de
privilegio entre los Territorios Nacionales, y en el orden econmico y demogrfico,
sobresala an por encima de antiguas provincias de la Repblica.
Las razones de esta destacada posicin tuvieron su arraigo en el acelerado
crecimiento que comenz a evidenciarse sobre la segunda mitad de la dcada del
veinte y que continu, aunque con algunas crisis intermitentes, su ritmo ascendente
durante los aos siguientes.22
Este Territorio que se haba desarrollado desde sus orgenes sobre la base de
las explotaciones azucareras y forestales, recibira ahora su ms fuerte impulso a
partir de la irrupcin del cultivo algodonero y de las industrias derivadas que se fueron
instalando en la poca.
En efecto; el cultivo algodonero trajo aparejado un formidable crecimiento
econmico y demogrfico que se tradujo en una serie de manifestaciones en los
diversos aspectos de la vida territoriana.
El crecimiento de la produccin agrcola en general, fue un fenmeno que
ocurri conjuntamente con la expansin horizontal de la colonizacin y el aumento
cuantitativo de agricultores que ocuparon estas tierras.
Hacia 1930 alrededor de 12.000 agricultores poblaban el Territorio; siete aos
despus esa cifra se elev a 18.335, para ser, luego de una dcada y segn el censo
nacional de 1947, superior a los 24.000.23
Simultneamente, la ocupacin del espacio se extendi hasta los lmites en que
las condiciones ecolgicas lo permitieron, y si bien la red urbana an no estaba
consolidada, los ejes de comunicacin troncales (ferrocarriles) permitieron cierta
fluidez en el transporte de mercaderas.
Es que entre 1923 y 1930 se instalaron en el Chaco casi 16.000 inmigrantes
provenientes de diversos pases del este de Europa, y a ellos se sumaron los que
ingresaron desde otras provincias y pases vecinos.
Esta ola inmigratoria colm las colonias que haban sido creadas en 1921 como
parte de un plan oficial de fomento, y por tanto debieron habilitarse nuevas colonias
agrcolas, crendose tres colonias en 1927 con 127.697 hectreas; tres en 1928 con
130.882 hectreas, y cinco entre 1932 y 1939, con 92.564 hectreas.24
Estas colonias oficiales y privadas florecieron sobretodo en el sector sudoeste
del Territorio, perteneciente al departamento Campo del Cielo; en el sector central,
designado como departamento Napalp, y naturalmente en la regin oriental, donde se
efectuaron los primeros asentamientos.
En su conjunto, las colonias totalizaron casi tres millones de hectreas, lo cual
represent casi el 30 % de la superficie del Territorio. Si bien gran parte de stas
22
. Para esta seccin del trabajo, adems de las obras que se citan, ha sido de gran utilidad la consulta de los
peridicos locales La Voz del Chaco; Estampa Chaquea y El Territorio. El seguimiento regular de cada una de sus respectivas ediciones nos ha aportado datos que en muchos casos no aparecen en la bibliografa especfica, pero sobretodo, permiti recrear los rasgos fundamentales de la poca, indispensable para la redaccin de un captulo de sntesis. 23
. Ministerio de Agricultura de la Nacin. Censo Nacional Agropecuario l937. Bs. As., Ed. Kraft Ltda., l939, y Censo
General de la Nacin 1947. Tomo I y II. 24
. Miranda, Guido: Tres Ciclos Chaqueos. Crnica Histrica Regional, Resistencia-Chaco, Edit. Norte Argentino,
1955.
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do. correspondieron a colonias pastoriles, se haban puesto a disposicin del colono
agrcola 1.200.000 hectreas aproximadamente, con lotes que promediaban las cien
hectreas cada uno.25
Ello permiti, a pesar de las dificultades de organizacin y legislacin de la
tierra pblica, ir proporcionando al agricultor que llegaba, algn lugar en la vasta
geografa del Chaco.
De esta manera, y mediante el estmulo oficial, el laboreo de cereales y frutos
de subsistencia fue reemplazado rpidamente por un cultivo industrial que se
adaptaba ecolgicamente al medio y ofreca retribuciones econmicas desconocidas
para un agricultor que enfrentaba los problemas propios de zonas marginales y de
reciente conquista como eran las del Chaco.
Tal fuerza alcanz la produccin algodonera, que la mayor parte de la
superficie habitada del Chaco se aboc a este cultivo, haciendo retroceder a otras
actividades que anteriormente se presentaron como de gran porvenir.
Obviamente con esto, el centro econmico chaqueo se traslad al centro-
sudoeste, rea primordialmente algodonera, modificando con ello el funcionamiento
regional del Territorio.26
Este proceso fue acompaado con el tendido de vas frreas por parte de
empresas estatales y privadas, que mediante la construccin de ramales troncales y
secundarios, avanzaron sistemticamente a travs de tierras fiscales y privadas
poblando y valorizando los campos, permitiendo con ello que la obra colonizadora
sedimente definitivamente.
Esta accin ser complementada a su vez con el trazado de caminos vecinales
y rutas nacionales, que serviran para el enlace definitivo de las colonias establecidas
con los centros urbanos receptores y proveedores de bienes y servicios bsicos.
No debe dejar de sealarse adems, que la actividad forestal y la industria del
tanino a pesar de las crisis recurrentes que sufrieron, conservaron relativamente la
importancia econmica que haban adquirido desde principios del siglo XX.27
La consolidacin del proceso socioeconmico devenido del llamado "oro
blanco" convirti a la gobernacin en una jurisdiccin prspera, en la cual creca la
produccin primaria concomitantemente con el comercio, la industria y la poblacin.
Fue esta difusin y apogeo del cultivo lo que contribuy, sin duda, a desarrollar
prsperas colonias y pueblos, cooperativas agrcolas e industrias colaterales, como
las desmotadoras de algodn, que ya alcanzaban a 50 en 1930.
Hacia fines de la dcada del veinte poda advertirse ya con claridad que la
fisonoma del Chaco cambiaba aceleradamente, y que muchos aspectos de su
desarrollo ofrecan perspectivas alentadoras. Demogrficamente, su crecimiento
avanz con un ritmo formidable, pues los clculos de 1925 hablan de 110.000
habitantes, y el censo del gobernador Castells de 1934, seala ya 214.160, lo cual
significaba que su poblacin continuaba duplicndose cada diez aos.28
25
. Bruniard, Enrique. El Gran Chaco argentino (Ensayo de Interpretacin Geogrfica). En:"Geogrfica"N4.
Resistencia, UNNE, l975-78. pp. 66-70. 26
. Idem.
27
. Idem. pp.66-75.
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do. En resumen; la expansin agrcola causada por el fenmeno algodonero
que comenzara en los aos veinte, y el prspero desarrollo de los pueblos y colonias
dependientes del cultivo, representar entonces la caracterstica sobresaliente del
Territorio del Chaco durante la dcada del treinta.
La Depresin de 1930 y sus Efectos en el Chaco.
Si bien el ciclo algodonero empieza con ritmo sostenido durante la dcada del
veinte y se vigoriza durante la dcada del treinta, este proceso no estuvo exento de
sufrir algunos altibajos producidos como consecuencia de factores financieros o
sencillamente, por razones climticas.
Dentro de los primeros, puede sealarse en principio a la crisis mundial de
1929, que obviamente tuvo sus repercusiones en la economa territoriana aunque con
peculiaridades diferentes respecto de las dems regiones del pas, ya que
paradjicamente represent la oportunidad de consolidacin del ciclo algodonero. Esta
crisis pondra en juego la permanencia y capacidad de reaccin del sistema productivo
territorial.
La depreciacin de los valores de la produccin algodonera en los mercados
internacionales se reflej rpidamente en la regin chaquea, sobretodo tenindose
en cuenta que en aquel entonces, un 80% del volumen total se exportaba.
Precios del Algodn:
Ao Liverpool Buenos Aires Senz Pea
(fibra) (fibra) (bruto)
1924 16,25 1684 444
1929 10,29 964 231
1930 7,47 834 215
1931 5,09 687 168
1932 5,34 609 153
1933 5,55 631 176
1934 6,67 796 201
1935 6,71 818 217
1936 6,69 831 241
Fuente:(29)
Entre 1930 y 1933, perodo culminante de la crisis aludida, los cultivos
tendieron a estacionarse y esto motiv que desde los medios de difusin locales se
alentara a reducir a los mnimos trminos el cultivo algodonero.30
28
. Maeder, Ernesto: Historia del Chaco y de sus Pueblos 1862-1930., Buenos Aires, El Ateneo Edit., 1967. Tambin:
Maeder, Ernesto J. Historia del Chaco. Coleccin Historia de Nuestras Provincias. N 18. Buenos Aires. Plus Ultra. 1997. 295 pp. 29
. Borrini Hctor R. El Agro Chaqueo Durante la Crisis de 1930. En: Noveno Congreso Nacional y Regional de
Historia Argentina. Rosario, Academia Nacional de la Historia, 26-28 de septiembre de 1996. 30
. L.V.Ch. 6 de diciembre de 1933.
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do. La prdida de ms del 50% del ingreso por tonelada significaba mucho
para aquellos cuya nica fuente de ingresos provena del monocultivo. Al desaparecer
los amplios beneficios generados por los altos precios, todo el circuito de
comercializacin fue afectado reducindose las ganancias de cada sector y
provocando inclusive, enfrentamientos circunstanciales entre ellos.31
El chacarero, primer eslabn en la produccin pero ltimo en la
comercializacin, se vi obligado a buscar su supervivencia en la coyuntura. La
asociacin espontnea de un grupo para realizar una venta comn o su insercin
institucional en una cooperativa reconocida legalmente, se present como el mejor
instrumento de accin.
A pesar de la heterogeneidad de la poblacin que ocup los campos
chaqueos, los intereses econmicos en comn los condujeron a su integracin en
cooperativas, dando origen con ello a una acelerada multiplicacin de estas entidades,
que a su vez se agruparon en poco tiempo, en torno a instituciones de segundo
grado.32
El surgimiento y consolidacin de las cooperativas agrcolas, fue de este modo
una de las positivas consecuencias que produjo en el Territorio la crisis financiera
internacional.
Recuperada la estabilizacin de los precios y finalizada la recesin, que en el
Chaco mantuvo sus efectos hasta principios de 1933, el rea sembrada con algodn
aument considerablemente. A partir de la campaa 1933-34, la superficie creci a
razn de cien mil hectreas por ao, para situarse hacia 1936 en alrededor de
trescientas mil.
Debe aclararse que tal crecimiento no se realiz a expensas de los cereales,
que mantuvieron sus superficies tradicionales.
Este espectacular aumento obedeci en gran medida a la revalorizacin
monetaria que comenz a tener la fibra y a la industrializacin nacional de la misma,
que se multiplic en tal perodo.
Como ejemplo demostrativo debe destacarse que el consumo de fibra nacional
en el mercado argentino que rond el 28% en el quinquenio 1931-35, se elev al 58%
promedio entre 1936-1940, y los husos de hilar de la industria nacional pasaron de
52.000 a comienzos de la dcada, a 350.000 al finalizar la misma.33
La acelerada recomposicin repercuti positivamente en toda la infraestructura
comercial e industral del Territorio, suceso que fue acompaado con oportunas y
acertadas iniciativas como lo fueron la creacin de UCAL (Unin de Cooperativas
Agrcolas Limitada) y la Junta Nacional del Algodn. A ello se sum la feliz
31
. Barba, Francisco. El Algodn. Desarrollo y Principales Zonas de Cultivo en el Pas. Buenos Aires. Direccin de
Comercio e Industria. (Biblioteca Ernesto Torquinst).1934. pp.34-37. 32
. Miranda, Guido. Historia del Cooperativismo Chaqueo. Basamento de la Integracin y el Progreso Provincial.
Resistencia, Fundacin Cosecha, 1984. 33
. Un tratamiento ms exhaustivo de la temtica expuesta, puede apreciarse en:Borrini Hctor R. La Colonizacin
Como Fundamento de la Organizacin Territorial del Chaco (1930-1953). Cuadernos de Geohistoria Regional Nro 19, Resistencia, Instituto de Investigaciones Geohistricas, 1987. Puede verse tambin: Barba, Francisco. El Algodn. Desarrollo y Principales Zonas de Cultivo en el Pas, op.cit.; Dorfman, Adolfo. Historia de la Industria Argentina. Solar. Hachette. Bs. As. 1970, y Direccin General de Comercio e Industria. La Industria Textil Argentina en 1932. Buenos Aires. Anales de la Unin Industrial Argentina. (Biblioteca Torquinst). 1934. pag. 44.
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do. coincidencia de que durante este perodo de formidable expansin, el Chaco
cont con gobernadores probos y laboriosos, como lo fueron Jos C. Castells (1933-
1938) y ms tarde Gustavo Lagerheim (1938-1941).
Fue ste el perodo de mayor pujanza en el Territorio del Chaco, y el impulso
expansivo se mantuvo hasta el comienzo de la segunda guerra mundial, en donde
luego de llegarse a un rcord de siembra de 310.000 hectreas para la temporada
1938-39, se quebr el ritmo incrementativo descendiendo a 244.000 las hectreas
sembradas con el textil, y oscilando a partir de all con cifras inferiores al tope anotado.
A manera de sntesis, debe decirse entonces que durante la dcada del treinta
se pusieron en evidencia tanto las manifestaciones positivas como tambin las
deficiencias administrativas producidas por tan colosal proceso. Pero si hemos de
circunscribirnos a las primeras, deben destacarse precisamente aquellas que
convirtieron al Chaco en una de las jurisdicciones ms prsperas del pas, y lo
presentaron ante los ojos de la sociedad nacional como una tierra floreciente y de
venturoso porvenir.
La Agricultura entre 1930 y 1940. Los Principales Cultivos.
En la introduccin que antecede, se ha explicado en forma general la
transformacin agrcola que se oper en el Territorio a raz del cultivo algodonero, por
lo cual slo resta ilustrar con cifras la evolucin de esta explotacin durante la dcada
del treinta.
Desde 1920 en adelante, el desarrollo del cultivo del algodn en el Territorio ha
sido realmente extraordinario. La superficie que registr el censo levantado en 1936
por el gobernador Castells, fue casi el doble de las que anotaron las estadsticas para
1931-32; cerca del cudruplo de la registrada en 1926-27, y veinte veces mayor que la
de 1919-1920.
Como ya se ha expresado, el departamento Napalp es donde se concentr el
mayor nmero de chacras productoras . Solamente en dicho departamento se
cultivaron en 1936 110.000 hectreas, que representaron el 45% del total cultivado en
el pas.
Esta parte del Chaco era sin duda el foco algodonero de la Repblica, y dentro
de l se encontraba Presidencia Roque Senz Pea, la segunda ciudad ms
importante del Territorio, cuyo ritmo de vida se identificaba con las alternativas de este
cultivo.
El consumo interno de la fibra de algodn, acus por su parte cifras superiores
a las de la exportacin, especialmente a partir de 1930, ao en que tom considerable
incremento la industria textil nacional.
En 1937, el consumo interno de fibra de algodn lleg a 31.348 toneladas, cifra
que fue superada segn los clculos de la Junta Nacional del Algodn, en el ao
comercial 1939-40, en que se absorbieron 36.383 toneladas.
En esta ltima campaa, el Chaco aport casi 220.000 toneladas de algodn en
bruto y 69.000 toneladas de fibra.34
34
. Ministerio de Agricultura. Junta Nacional del Algodn. Anuario Algodonero 1938, N 39. Buenos Aires. (Biblioteca
Torquinst), 1938.
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defini
do. En lo que respecta a la industrializacin de la semilla, que representaba el
68% de la produccin algodonera en bruto, se procesaron en 1937 casi 100.000
kilogramos, que produjeron a su vez casi trece mil toneladas de aceite.
Estas cifras fueron menores a la campaa anterior a causa de la intensa sequa
que azot el Chaco durante 1937. Las estadsticas correspondientes a la temporada
1935-36, haban registrado la industrializacin de 160.000 kilogramos de semilla, que
produjeron 19.000 toneladas de aceite.35
Evolucin del Area Sembrada, aos 1929-1940:
1928/29 99.000 hectreas.
1929/30 122.000 " "
1930/31 127.394 " "
1931/32 136.159 " "
1932/33 138.500 " "
1933/34 195.000 " "
1935/36 290.000 " "
1936/37 290.000 " "
1938/39 310.000 " "
1939/40 290.500 " "
Fuente:(36)
Si bien el rea dedicada al laboreo del algodn fue comparativamente muy
superior a los dems sembrados, en los ocho departamentos en que entonces se
hallaba dividido el Territorio prosperaron diversos cultivos, los cuales segn las
caractersticas propias de cada zona, ofrecieron razonables y an excepcionales
rendimientos.
Tal fue el caso del maz, cuya rea sembrada solamente en el departamento
Campo del Cielo, alcanzaba a las 100.000 hectreas anuales entre los aos 1934 y
1936.
Este cereal daba en la zona en esta poca, un rendimiento de ms o menos
100.000 toneladas anuales, y teniendo en cuenta que el precio que se pagaba variaba
de 35 a 40 $ la tonelada, poda calcularse en cerca de cuatro millones de pesos su
aporte anual al Territorio.37
En orden de importancia le seguan el cultivo de la caa de azcar, girasol,
man, tabaco, trtago, lino, alfalfa y diversas forrajeras; legumbres y hortalizas.
Ocuparon tambin un segmento importante los frutales, como ctricos en general,
35
. Ministerio de Agricultura. Junta Nacional del Algodn. Siri Ricardo. El Algodn y el Man en la Fabricacin de
Aceites Comestibles. Publicacin N 13. Buenos Aires. J.N.A. (Biblioteca Torquinst). 1936. 36
. Datos tomados de: Ministerio de Agricultura. Censo Nacional Agropecuario l937, cit.; tambin Junta Nacional del
Algodn. Anuario Algodonero de 1938, cit., y El Chaco de 1940. Publicacin efectuada por la Comisin Organizadora de la Primera Gran Exposicin del Territorio Nacional del Chaco en la Capital Federal. Buenos Aires, Talleres Grficos de Guillermo Kraft, 1941. 37
. Gobernacin del Chaco. Memorias presentadas al Superior Gobierno de la Nacin por el gobernador Jos C.
Castells, correspondientes a los aos 1934, 1935 y 1936.
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do. melones, sandas y zapallos; y en escala algo ms domstica, durazneros,
manzanos, perales, e inclusive vid.
Para apreciar cuantitativamente la produccin de los diversos cultivos, debe
sealarse que hacia 1935 las cifras aproximadas que arroj el censo realizado por el
gobernador Castells, daban por ejemplo para el lino, una oleaginosa que se trabajaba
regularmente en el Chaco, una superficie sembrada total de 10.000 hectreas.38
Para el caso de la caa de azcar, debe indicarse que slo el Ingenio Las
Palmas, tena sembradas en el sector oriental del Territorio unas 4.000 hectreas, a
las cuales deban sumarse unas 1.000 ms correspondientes a predios particulares
aledaos a la zona de influencia de la empresa.
En el ao 1934, la produccin de azcar realizada por el Ingenio Las Palmas se
estim en unas 100.000 bolsas.39
Por su parte el man, tambin representaba un interesante rubro para la
economa fiscal, ya que para la temporada 1934-1935 el rea sembrada con esta
leguminosa estaba calculada en 5.000 hectreas, e iba en aumento, aportando
ingresos que se aproximaban al milln de pesos.
El man se utilizaba principalmente para la fabricacin de aceite y era muy
demandado en la industria regional. Adems con el residuo de su industrializacin, se
elaboraba una pasta farincea que en forma de tortas se exportaba con destino al
engorde de animales de pesebre.40
Tambin el trtago fue otro cultivo interesante, dado que este producto daba
vida a la fbrica de aceite de La Liguria situada en Resistencia, la cual adems de
dedicarse a la elaboracin de aceite de man y semilla de algodn, industrializaba
tambin esta oleaginosa. En el Chaco, el rea sembrada con trtago alcanzaba a
6.000 hectreas hacia 1935.(41)
Finalmente, aunque dentro de otra escala de produccin, se contaban los
frutales. Como ya hemos mencionado, predominaba entre stos el cultivo de ctricos;
los naranjos, mandarinos, limones varios y otras especies, hacan calcular para 1935
la existencia de aproximadamente 200.000 ejemplares en todo el Territorio.
Durante los aos siguientes, estos promedios se mantuvieron sin mayores
cambios mientras que la superficie algodonera continuaba en ascenso. A ttulo
ejemplificativo, cabe sealar que el censo agrario nacional de 1937 revela que el rea
sembrada con maz se mantuvo en ese ao en las 96.000 hectreas.
Pero por otra parte, y como consecuencia del incremento que tom la
ganadera en el Territorio, los cultivos de las plantas forrajeras adquirieron tambin un
importante desarrollo, especialmente en los departamentos de Campo del Cielo y
Napalp.
Los cultivos ms extensos correspondieron al Sudan Grass, al que se le
dedicaron 6.651 hectreas, siguindole la alfalfa con 3.085, y otras distintas
38
. Memoria del gobernador Jos C. Castells correspondiente al ao 1934.
39
. Idem.
40
. Siri Ricardo. El Algodn y el Man en la Fabricacin de Aceites Comestibles, op. cit.
41
. Memoria del gobernador Jos C. Castells correspondiente al ao 1935.
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do. variedades de forrajes con 645 hectreas, todas cifras que se desprenden del
censo nacional de 1937.
El censo nacional agropecuario de este ltimo ao, arroj los siguientes totales
de reas cultivadas para el Territorio del Chaco:
Cultivos industriales. 310.334 hectreas.
Granos. 99.177 " "
Forrajeras. 10.381 " "
Hortalizas y legumbres. 3.120 " "
Frutales. 643 " "
Forestales. 107 " "
Jardines. 17 " "
Varios. 23 " "
Totales. 423.802 " "
Cabe hacer notar que este censo fue levantado en momentos en que el
Territorio del Chaco estaba sufriendo los efectos de una intensa sequa que perdur
durante todo 1937 y parte de 1938, por lo que estas cifras hubieran sido mayores si se
tomaban en un perodo normal.
En cuanto al rgimen de explotacin de la tierra, en 1937 se contaban para
todo el Territorio 13.766 chacras, las cuales estaban distribuidas de la siguiente
manera:
Departamento. Nmero de chacras.
Napalp 5.297.
Campo del Cielo 4.037.
Resistencia 1.150.
Ro Teuco 963.
Ro Bermejo 755.
Tapenag 703.
Martnez de Hoz 540.
Tobas 321.
A su vez estas 13.766 chacras estaban distribuidas en cuanto a su nmero de
hectreas, de la siguiente forma:
De 1 a 5 hectreas 620 chacras.
De 5 a 10 " " 909 " "
De 10 a 25 " " 2.665 " "
De 25 a 50 " " 4.368 " "
De 50 a 75 " " 946 " "
De 75 a 100 " " 3.651 " "
De 100 a 150 " " 281 " "
De 150 a 200 " " 195 " "
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do. De 200 a 250 " " 22 " "
De 250 a 300 " " 31 " "
De 300 a 625 " " 41 " "
Ms de 625 y no determinadas 47 " "
Fuente:(42)
Las Industrias.
Durante la dcada del treinta, las industrias del Chaco formaron parte principal
en el rpido proceso de crecimiento del Territorio.
Segn las cifras del censo industrial del ao 1937, el Chaco se encontraba en
una posicin destacada a nivel nacional en el rubro de industrializacin de materias
primas. Para esta poca existan en el Territorio 531 establecimientos fabriles, que
ocupaban a 550 empleados y a 5.508 obreros permanentes; por su parte, el valor de
las materias primas empleadas alcanzaba a casi 44 millones de $m/n, y el de los
productos elaborados a ms de 62 millones de $m/n.
De esta manera, el Chaco era entonces una de las jurisdicciones Argentinas
cuyos ndices comparables de crecimiento de la poblacin, de la actividad primaria y
de la produccin industrial, fueron los mayores en el contexto nacional.43
En este perodo, las industrias derivadas del algodn se convirtieron en las de
mayor valor. Tanto el desmote como la fabricacin de aceite de semilla de algodn
tuvieron un acelerado crecimiento, incluso en momentos en los que la recesin de
1930 fue ms profunda.
Sin embargo, stas no fueron reemplazantes de la industria forestal-taninera ni
de la azucarera, sino ms bien un complemento que potenci las actividades
secundarias en la gobernacin.44
El crecimiento de la industria del desmote en el Territorio estuvo asociado tanto
al incremento del cultivo algodonero como tambin al despertar de la industria
hilandera en el pas.
Las desmotadoras, que se dispersaron por todas las localidades y colonias
chaqueas vinculadas al textil, duplicaron su nmero en apenas diez aos, pasando
de treinta establecimientos en 1925, a sesenta y nueve en 1935, con un total de ciento
ochenta mquinas de desmote instaladas.
Buena parte de la produccin de fibra que durante los aos veinte se
exportaba, comenz a ser destinada a la industria textil nacional apenas iniciada la
dcada del treinta, debido al incremento que tom esta rama por causa de varios
factores concurrentes.
42
. Ministerio de Agricultura de la Nacin. Censo Nacional Agropecuario l937. cit.
43
.Ministerio de Agricultura. Censo Nacional Agropecuario Ao 1937. Tomo I..., cit. Tambin: Borrini Hctor. La
Industria en el Territorio Nacional del Chaco (1920-1950). En: Decimo Quinto Encuentro de Geohistoria Regional. Virasoro (Corrientes), Fundacin Victoria J. Navajas, 8 y 9 de septiembre de 1995, pp.105-117. 44
. Bruniard., Enrique. El Gran Chaco argentino (Ensayo de Interpretacin Geogrfica)..., op. cit.
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defini
do. Hasta 1931, la industria hilandera nacional contaba con 60.000 husos de
hilar aproximadamente, mientras que paralelamente en el Chaco el cultivo de algodn
alcanzaba proporciones considerables y ao a ao aumentaba el tonelaje de fibra
producida.
En este ao, mediante un decreto del P.E.N. se tom la decisin de elevar los
derechos aduaneros de los hilados extranjeros en un 12%, y algunos meses despus,
todos los artculos de importacin sufrieron un recargo del 10%.
Estas medidas proteccionistas surtieron inmediatamente sus efectos; las seis
hilanderas existentes comenzaron a intensificar su produccin y a demandar un
mayor tonelaje de fibra, elevndose a 100.000 el nmero de husos en 1933.
En este mismo ao se instal una nueva hilandera con 16.000 husos, y para
1934 haba ya en funcionamiento 140.000 husos en el Pas, que absorban la mayor
parte de la fibra de algodn que se produca en las desmotadoras del Chaco. Estas
cifras continuaron aumentando durante el resto de la dcada.45
Hilanderas y husos instalados en el pas:
Aos Hilanderas Usos de hilar.
1930 5 52.400
1931 6 60.000
1932 6 80.000
1933 7 100.000
1934 10 140.000
1935 18 214.050
1936 19 262.532
1937 22 309.034
Fuente:(46)
La industria del aceite fue tambin uno de los sectores ms importantes del
Territorio, hacia el cual convergieron buena parte de las inversiones privadas en esta
poca.
Distintos factores haban concurrido a este resultado; la abundancia, calidad y
rendimiento de la materia prima (semilla de algodn, trtago, man); la disponibilidad
de combustible (lea), y las vas de comunicacin fluviales que facilitaban el transporte
del producto hacia los grandes centros de consumo.
Hacia 1933 haba en el Chaco nueve fbricas en actividad y una en
construccin, de las cuales siete se hallaban en Resistencia, una en Senz Pea y
una en Villa Angela. En ese entonces se estimaba en 9.000 toneladas la produccin
de aceite de algodn; en 14.000 toneladas la de man, y en 12.000 la del nabo.
En el ao siguiente, el aceite de algodn pas al primer lugar con 12.000
toneladas, mientras que el man y el nabo perdieron posiciones respecto del ao
45
. Dorfman, Adolfo. Historia de la Industria Argentina. op.cit. pag.372.
46
. Ministerio de Agricultura. Censo Nacional Agropecuario Ao 1937. Tomo I. cit. pag.436.
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do. anterior. No obstante, la produccin total para dicho ao estuvo en el orden de
los venticinco millones de litros.
Para 1937, segn el censo industrial, las fbricas radicadas en el Chaco
ascendan a trece, y en el ao siguiente pasaron a ser quince, contando con
aproximadamente 600 empleados y con un valor de produccin en conjunto de unos
trece millones de pesos anuales.47
La mayora de estos establecimientos pertenecan a empresas privadas, y las
cooperativas agrcolas que posean desmotadoras propias, comenzaron a prestar
atencin a esta rama de la industria hacia finales de la dcada del treinta. La
cooperativa "Ministro Le Breton" de Ro Araz fue una de las primeras en abocarse a
esta manufactura, y hacia 1941 se prevea que su fbrica elaborara unas 5.000
toneladas de semilla de algodn.
Principales firmas dedicadas a la fabricacin de aceites:
Comero M. y Ca.
Compaa General Fabril Financiera La Liguria.
Manufactura Algodonera Argentina S.A.
Molinos Ro de la Plata (Resistencia y sucursales de Villa Angela y Senz Pea).
Rossi Hijos, de La Liguria.
Sociedad Industrial y Comercial de Resistencia "Indra".
Varela y Ca.
Anderson Clayton y Ca. de Barranqueras.
Las Palmas del Chaco Austral. (Las Palmas)
Cooperativa Ministro Le Breton, de Ro Araz.
Fuente:(48)
En cuanto al rubro maderero, debe decirse que para 1935 el centro ms
importante de la industria forestal en el pas se encontraba todava en el Territorio
Nacional del Chaco.
Luego de la primera guerra mundial esta industria haba sufrido una aguda
crisis, aunque en aos posteriores experiment una reaccin motivada en gran parte
por la construccin de importantes vas frreas.
Terminadas stas y restringida la exportacin, volvi a caer en un estado de
aletargamiento cuyas consecuencias se soportaron durante la mayor parte de la
dcada del treinta.
47
. Ministerio de Agricultura. Censo Nacional Agropecuario Ao 1937..., cit. Tambin: El Chaco de 1940..., op.cit.,
pag.121. 48
. Gua del Chaco 1935-36. Resistencia, Imp. Moro Hnos., 1936. Tambin: Memorias presentadas al Superior
Gobierno de la Nacin por el gobernador Jos C. Castells, correspondientes a los aos 1934, 1935 y 1936; y El Chaco de 1940..., op.cit. Para este tema puede consultarse tambin el trabajo del seor Mario A. Gabardini (representante de las fbricas de aceite en la Junta Nacional del Algodn). La industria del Aceite de Algodn en el Chaco. En: Ministerio de Agricultura. Junta Nacional del Algodn. Boletn mensual N68. 1940.
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do. En esta poca, los establecimientos existentes en el Chaco sumaban
trece, y eran tambin los ms importantes del pas por los capitales que tenan
invertidos y la amplitud de las instalaciones que posean.
Estos, que en aos anteriores dieron empleo a centenares de obreros, pasaron
en estos aos por un perodo de manifiesta inercia como consecuencia de la
suspensin temporaria y la discontinuidad en las actividades de algunas fbricas.
No obstante, los nueve establecimientos que quedaban en 1937 ocupaban a
1.300 obreros y reunan un capital de veinte millones de $m/n, y segn el censo de
este ltimo ao, empleaban materias primas por valor de 7.300.000 $m/n elaborando
curtientes que de acuerdo a las cotizaciones del momento, representaron casi
11.000.000 $m/n.
Detalle de Establecimientos Tanineros (1940):
S.A. La Chaquea.
S.A. Noetinger - Lepetit.
Compaa Productora de Tanino.
Francia Argentina S.A.
S.A. Samuh.
Welbers Ltda. S.A.
S.A. Las Palmas del Chaco Austral.
Fbrica "La Verde".
Fontana Ltda. S.A. Industrial de Quebracho.
Fuente:(49)
Un comentario algo ms particularizado merece la industrializacin del azcar,
y especialmente, el conjunto industrial de la localidad de Las Palmas.
La fbrica de azcar fue la base del establecimiento "Las Palmas del Chaco
Austral", pero afianzada esa industria se crearon otros organismos de produccin
tendientes a un aprovechamiento integral de los recursos de la zona.
Dentro de ese plan de expansin industrial fueron creadas sucesivamente una
fbrica de tanino, una desmotadora de algodn, una fbrica de aceite y una destilera
de alcohol.
Hacia finales de la dcada del treinta, la fbrica de tanino produca 8.000
toneladas de extracto; la desmotadora produca 2.000 toneladas de fibra y 4.500
toneladas de semilla al ao, materia que a su vez era utilizada en la elaboracin de
aceite.
Esta vasta organizacin industrial se complementaba con una serie de talleres,
como herrera, carpintera, fundicin y aserradero; a los que se sumaban fbricas de
hielo, pan, etc., todos ellos dentro del establecimiento. La empresa adems, tena en
esta poca unas 80.000 hectreas destinadas a la produccin ganadera.
49
. Ministerio de Agricultura. Censo Nacional Agropecuario Ao 1937..., cit. Tambin: Bunstorf,Jrgen. El papel de la
industria taninera y de la economa agropecuaria en la ocupacin del espacio chaqueo. En: Folia Histrica del Nordeste No. 5, Resistencia-Corrientes, Instituto de Historia, Fac. de Humanidades ,UNNE;IIGHI-CONICET, l982.
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defini
do. La industrializacin del azcar, su rubro de produccin ms importante,
alcanzaba en 1936 a las 144.271 bolsas anuales, con una superficie sembrada con
caa que rondaba las 5.300 hectreas.
Este emporio industrial, que en s mismo era una verdadera ciudad, con
ferrocarril, servicios asistenciales y educativos propios, constitua para este entonces
la fuente de vida de una poblacin permanente y radicada de unas 14.000 personas,
las cuales directa o indirectamente dependan del complejo.50
El Chaco tena adems sobre sus condiciones naturales una ventaja adicional
derivada de su situacin geogrfica, lo cual le posibilit ser asiento de algunas
industrias atpicas para la regin.
Su puerto sobre el Paran, en el que confluan las lneas frreas de los
Ferocarrilles del Estado, atrajo la instalacin de la fbrica National Lead Company S.A.
que se dedic a la fundicin de plomo con minerales trados -va ferrocarril- desde
Salta y Jujuy.
Este establecimiento, que para la poca era uno de los ms adelantados del
Pas por lo moderno y completo de su instalacin, elaboraba 2.000 toneladas
mensuales de plomo, y hacia 1940, daba empleo a 100 operarios aproximadamente.51
Completaban el espectro fabril los pequeos establecimientos que llenaban las
necesidades de las localidades en que se hallaban instalados, que ciertamente eran
numerosos; como por ejemplo las fbricas de fideos, jabn, muebles, carroceras para
automotores, de alambre tejido, manufactura de tabacos, molinos de yerba, maz, etc.
Adems, dentro de la industria frigorfica podan destacarse hacia 1935 los
establecimientos "Chaco", "Resistencia" y "Senz Pea" por el aceptable grado de
perfeccionamiento en la industrializacin de las carnes regionales.
Movimiento Comercial e Infraestructura Bancaria.
El desarrollo de la produccin agrcola e industrial repercuti lgicamente en el
incremento de la infraestructura comercial y del transporte, como as tambin alent el
asentamiento de entidades financieras tanto oficiales como privadas, aunque estas
ltimas no marcharon con el dinamismo observado en el comercio.
Solamente a modo ilustrativo, debe sealarse que para 1935 el Territorio
contaba ya con ms de ochocientos negocios patentados, existiendo importantes
casas -sobretodo de ramos generales- que llamaban la atencin por su organizacin y
buen gusto en la exhibicin de sus mercaderas.52
La mayora de estos negocios se hallaban nucleados en la Cmara de
Comercio e Industrias del Chaco. Esta institucin fundada a principios de los aos
50
. Garca Pulido, Jos: El Gran Chaco y su Imperio Las Palmas, prlogo de Dardo Cneo, Resistencia, Garca, 1951,
144 pp. Tambin: El Chaco de 1940..., op.cit., pag. 125. 51
. Prez, Mara E. La Navegacin Fluvial y El Sistema Portuario en Chaco Y Formosa entre 1880 y 1960. En:
Cuadernos de Geohistoria Regional N 28. Resistencia, Instituto de Investigaciones Geohistricas CONICET., 1993. Tambin: Miranda, Guido. Tres Ciclos Chaqueos..., op. cit. 52
. Banco de la Nacin Argentina. Territorio Nacional del Chaco. Su Situacin Econmica. Informes sobre la gira
realizada por los directores Antonio Delfino, Pedro Echegaray y Manuel Gmez. Buenos Aires. B.N.A. (Biblioteca Torquinst). 1935.
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defini
do. veinte, contaba con una oficina bien organizada que prestaba eficaces servicios
a sus asociados.
Adems, como entidad representativa tuvo una activa intervencin en diversos
aspectos de la vida territoriana, y se caracteriz junto con la Sociedad Rural, por
mantener una accin decidida en la defensa de los intereses del Territorio,
particularmente en lo referido a la designacin y control de gestin de los
gobernadores que administraron el Chaco.
El movimiento comercial era normalmente fluido durante todo el ao pero
resultaba particularmente intenso en pocas de cosecha, sobretodo en el interior,
dando lugar a una febril actividad que se extenda desde las primeras horas del da
hasta bien entrada la noche.
Durante el perodo que mediaba entre los meses de marzo y julio se desataba
en el Territorio una euforia transaccional difcilmente observable en otras
jurisdicciones del Pas.
Este verdadero espectculo adquira sus ms vivos colores en las localidades
estrechamente vinculadas al textil, y el ejemplo ms elocuente de ello poda
apreciarse en Presidencia Roque Senz Pea, centro algodonero, y ciudad que
condensaba en caracteres ms pronunciados, el similar frenes que se observaba en
los restantes pueblos del centro-oeste.
Con la fidelidad que respalda a quien ha vivido este tiempo, el historiador
chaqueo Guido Miranda ha descripto en diversos pasajes de sus obras la palpitacin
peridica de la "cosecha" en Presidencia Roque Senz Pea:
" Las calles se atestan de camiones, volantas, sulkis, caballos, en
los alrededores de los bancos, las cooperativas y las casas de ramos
generales; los carruajes deben colocarse en varias hileras, entre las
cuales han de moverse con prolijidad de hormigas por imperceptibles
hilillos de espacio...
Los almacenes y las tiendas deben cerrar sus puertas varias
veces al da para atender la clientela que en ciertos momentos colma
las dependencias, y renovar de hora en hora el pblico. Un enorme
caudal de algodn en bruto fluye de las colonias colindantes, y trepidan
sin pausa las mquinas de las desmotadoras..."53
En cuanto a la infraestructura bancaria, debe decirse desde un principio que no
fue la ms adecuada para acompaar el ritmo incrementativo del comercio y de la
produccin.
En 1935, el Chaco contaba con slo tres sucursales del Banco de la Nacin
(Resistencia, Senz Pea y Villa Angela); una del Banco Hipotecario Nacional en
Resistencia, y otra del Banco de Italia y Ro de la Plata, tambin en la capital del
Territorio.54
53
. Miranda, Guido. Tres Ciclos Chaqueos..., op. cit., pp. 254-255.
54
. L.V.Ch. 18 de nov. de 1936 y 22 de feb. de 1937.
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defini
do. Fueron numerosos los reclamos para que se habiliten nuevas filiales en el
interior, ya que en varias de las localidades importantes slo haba corresponsalas del
Banco de la Nacin, que por lo general se hallaban a cargo del propietario del
almacn ms dotado, donde slo podan llevarse a cabo operaciones menores.
Por ello es que hacia 1940 el Banco de la Nacin inaugur tres sucursales ms
en Presidente de la Plaza, El Zapallar y Charata, y lo mismo hizo el Banco de Italia y
Ro de la Plata al habilitar una filial en Senz Pea.
Por otro lado, en Resistencia inaugur su casa propia el Banco Espaol del Ro
de la Plata y tambin comenz a funcionar la Caja Nacional de Ahorro Postal.55
An as, en buena parte del interior se mantuvieron las dificultades producidas
no slo por las limitaciones propias de las corresponsalas, sino tambin por la
vulnerabilidad que presentaba el sistema, sobretodo en pocas de cosecha.
La magnitud de la circulacin monetaria que se produca durante estos meses
sin el adecuado transporte de caudales; el escaso uso de los cheques como
consecuencia en parte de las deficiencias bancarias, y en parte por la falta de
costumbre de los usuarios; la precariedad de los caminos y del sistema de seguridad,
conformaron un mbito propicio para la actuacin de bandas de salteadores.
En tal sentido, bien viene recordar que durante la dcada del treinta, el
Territorio del Chaco no slo adquiri fama por su extraordinaria prosperidad, sino
tambin por los resonantes asaltos y secuestros a pagadores y corresponsales
bancarios cometidos por bandoleros que acabaron convirtindose en celebridades.56
Vas de Comunicacin y Transportes.
Ferrocarriles.
Los ferrocarriles fueron desde los orgenes institucionales del Territorio el
principal instrumento de penetracin hacia su interior, y el mecanismo fundamental
para extender la colonizacin y posteriormente trasladar la produccin fuera de los
lmites jurisdiccionales.
El sistema troncal en el Territorio estaba estructurado sobre los ferrocarriles
Santa Fe y Central Norte. El primero se extenda sobre el sector sur con una
importante prolongacin sobre las tierras de la gran colonia pastoril, mientras que el
riel del estado surcaba la regin centro sudoeste.
Ambos ejes circulatorios se caracterizaron por una especializacin marcada de
las cargas que drenaban y que simultneamente reflejaban la actividad preponderante
de las zonas que servan; uno era un ferrocarril bsicamente forestal ganadero, y otro,
cuya actividad preponderante estribaba en el transporte de productos agrcolas
regionales.
El total de carga fletada en las distintas estaciones de ambos ferrocarriles
superaban con holgura hacia 1935 las 500.000 toneladas. De ellas, un 58% le
55
. L.V.Ch. 18 de marzo de 1937 y 19 de agosto de 1938.
56
. El tema de la inseguridad en el Chaco durante esta poca es tratado con sufuciente amplitud en: Mari, Oscar E.:
Inseguridad y Bandidaje en el Territorio Nacional del Chaco . 1918-1940. En: Cuadernos de Geohistoria Regional N 30. Resistencia. Instituto de Investigaciones Geohistricas, CONICET. 1994. 175 pp.
Error
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defini
do. corresponda al Ferrocarril Central Norte Argentino, mientras que el 42%
restante se embarcaba por el Ferrocarril Santa Fe.
Respecto a la ampliacin de la red ferroviaria, debe sealarse que una vez que
fueron habilitadas las grandes lneas troncales, lo cual sucedi entre 1910 y 1920,
comenz a considerarse la construccin de ramales complementarios, proceso que se
hara efectivo durante la dcada del treinta.
De esta manera, tanto las empresas privadas como los ferrocarriles del estado
realizaron ampliaciones que contribuyeron a incorporar a la red principal, pequeos
pueblos y nuevas colonias del Territorio que hasta entonces se hallaban
prcticamente incomunicados.
En tal sentido, merecen destacarse sobretodo las extensiones emprendidas por
los ferrocarriles del estado tanto en el sur como en el norte del Territorio.
La construccin de la lnea General Pinedo a Tostado realizada con el propsito
de acortar en 137 kilmetros el recorrido entre el Chaco y Santa Fe, adems de
incorporar a la colonizacin unas 600.000 hectreas de tierras frtiles, fue ordenada
por la ley 11.746 del 29 de septiembre de 1933. Las obras se iniciaron el 21 de agosto
de 1934 y se terminaron en 1937.57
Por otro lado, se inici la construccin de la lnea de Senz Pea al norte para
alentar el desenvolvimiento de las nuevas colonias instaladas en 1932. Los trabajos
comenzaron en enero de 1934, y en el mismo mes pero del ao 1937, se habilit al
servicio pblico el primer tramo de unos 100 kilmetros hasta Castelli.58
Adems, las empresas privadas realizaron en este perodo varias ampliaciones
de ramales menores, sobretodo de trocha 0,75., cuyo detalle podr apreciarse en el
captulo referido a la gestin de los gobernadores.
Hacia 1935, las lneas del Ferrocarril Central Norte contaban en el Territorio con
un recorrido de ms de 600 kilmetros, mientras que para el riel privado se le
calculaban al terminar la dcada, aproximadamente 400 kilmetros de vas repartidos
entre una veintena de ferrocarriles, con sus diferentes tipos y trochas.59
Vialidad y Trasporte Automotor.
Una de las deficiencias ms notables del Territorio durante los aos veinte
haba estado constituda por su precaria red vial. Estas condiciones se mantuvieron
durante los primeros aos de la dcada del treinta, y la reparacin de caminos y
puentes fueron preocupaciones fundamentales de gobernadores como Juan Mac
Lean y Jos Castells.
En 1930 slo se extendan sobre los 100.000 kilmetros cuadrados del
Territorio 455 kilmetros de caminos, de los cuales la mayora se haban ejecutado
57
. Memorias presentadas al Superior Gobierno de la Nacin por el gobernador Jos C. Castells, correspondientes a
los aos 1934, 1935 y 1936, cit. 58
.L.V.Ch. 17 de enero de 1936; 17 de junio de 1937 y 16 de abril de 1938.