William James Sidis
Autor: Felix Casanova
Para que nos hagamos una idea, si el común de los mortales tiene de manera
habitual, un coeficiente intelectual que oscila entre 90 y 110, William tenía 300, lo
que le convierte sin duda en el hombre más inteligente del Mundo desde que se
tiene constancia. Habitualmente, alguien con 7 años no inventa su propio Idioma, el
inventó uno. Con 8 años hablaba 8 Idiomas a la perfección, y a los 11 años entra en la
Universidad de Harvard , pero la verdad es que la vida y la experiencia vital
de William es extremadamente interesante, sobre todo porque planteó un interesante
debate sobre la educación de los niños superdotados.
Estamos hablando de una de las personas más inteligentes de toda la Historia,
y sin embargo ha pasado totalmente desapercibido, casi nadie sabe quién era, no hizo
nada importante como hacer un descubrimiento importante o escribir un gran libro.
Es el clásico genio que, en función de su entorno social y de la época que le tocó
vivir, no desarrolló totalmente todo su potencial mental.
Nació el 1 de abril de 1898 en New York, hijo de inmigrantes judeo-rusos que
tuvieron que marcharse de Rusia por su condición religiosa. Y empieza a destacar de
una forma súbita, porque con tan solo 18 meses de edad, este chico ya empezaba a
leer el New York Times . A los 8 años ya sabía hablar en latín, griego, francés,
ruso, alemán, hebreo, turco y armenio… ahí es nada. Era como una aspiradora, iba
andando por la calle y lo que oía de la gente, automáticamente lo aprendía.
En 1919 fue arrestado por participar en una marcha socialista realizada en Boston,
reivindicando algo hoy en día muy común, que es el primero de mayo .
Después de su muerte en 1944 es cuando realmente se abre el debate del problema
de la educación de los niños. ¿Qué hay que hacer con un niño superdotado?, yo creo
que lo importante es que estos niños lo primero que deben alcanzar es una vida feliz
como todo el mundo. William no fue feliz, pero tampoco fue un tipo raro aislado del
resto del mundo. Sólo tuvo una patente, que fue un Calendario Rotario Perpetuo ,
una cosa realmente absurda para una mente tan brillante como la suya. El debate que
se suscitó es que había mucha gente que pensaba que su padre no le había educado
correctamente, y otra gente que decía que si estaba bien educado porque lo había
dejado formarse en lo que él quería educarse.
La vida de este hombre nos lleva a pensar que un gran coeficiente intelectual no es
sinónimo de felicidad, sino que en la mayoría de los casos, es todo lo contrario. Es
importante darle una educación para que saque partido a su inteligencia, pero lo es
más, que sea feliz y tenga una vida normal, ya será lo que tenga que ser. Y es que en
la vida, más vale ser listo que inteligente...
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