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Ensayos sobre
Socioautopoiesis
Epistemologa
onstructivista
Francisco Osorio
Editor)
8/10/2019 Osorio: Epistemologa constructivista
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Ediciones M D
Santiago de Chile 2004
Impreso en talleres de Quickprint Ltda. Pedro len Gallo 821
Santiago de Chile.
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utor
Marcelo Arnold
Mm celo Arnold
Marcelo rnold
Fernando Robles
Fernando Robles
Julio Meja
Jorge Gibcrt
Beatriz
Correa
Rodrigo Flores
Dimas Santibaez
ntonio
Hidalgo
Eduardo Aguado y
Rosario Rogel
Luis Gonzlez
Indice
Ttulo Pgina
Introduccin a las Epistemologas 7
Sistmico Constructivistas
Recursos para la Investigacin 6
Sistmico Constructvista
Explorando Caminos Transilustrados 26
ms all del Neopositivismo
Sistemas de Interaccin, Doble 46
Contingencia Autopoiesis Indexical
Perspectiva de la Investigacin Social 87
de Segundo Orden
La Teora de la Autoplliesis
-
ciones y adentrarnos en los fundamentos de una cultura. De cualquier modo, su utiliza
cin exige una concentracin prolongada de los investigadores y someter. pennanente
mente, sus identificaciones a miradas desde distintos ngulos y perspectivas (9).
Los instrumentos de investigacin deben ser contribuyentes para observaciones
que apuntan a desentraar las formas del ver y del leer cotidiano -en vistas a las opera
ciones en que basan sus observaciones. Su aplicacin debe permitirnos generar ambien
tes donde los medios de observacin puedan ser rescatados en juegos comunicativos.
Estos van desde la conversacin asistida (tipo entrevista teraputica) hasta el grupo de
discusin (en el sentido de lIbez), donde las premisas del investigador quedan sus
pendidas en la contingencia y toda comunicacin cs posible. En este punto es importante
volver a retomar las exigencias de la observacin externa: el investigador debe intentar,
en lo posible, estar frente a sus interlocutores corno si no estuviera presente (el hablar
vago es uno de sus recursos).
Es pertinente destacar que los esquemas de distincin que interesan en la investi
gacin social sistmica son los compartidos: encajes o acoplamientos (10) que sc impli
can en procesos sociales cotidianos. Un problema consiguiente consiste en cmo poder
describir lo social a partir de superar su interlocucin individual.
El individualismo, que siempre tiene gran atraccin para la investigacin social,
es reforzado por bateras de instrumentos destinados para interpelar individuos (cuestio
narios, test, entrevista:>, etc.), pero
no
resulta ser lo ms adecuado. Las comunicaciones
de Jos sistemas sociales se representan a travs de sistemas personales, pero debe tenerse
en cuenta que se trata de sistemas distintos. Los individuos, muchas veces, colocan sus
observaciones en contradiccin con las de su grupo, comunidad o sociedad originando
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Recursos Sistmico Constructvista
tensiones que llegan a cambiar la misma cultura. El proceso contrario es suficientemente
conocido.
Por ello, si se toman individuos como centros de observacin, no es para rescatar
sus perspectivas idiosincrsicas, sino como usuarios de los medios observaciona\cs e
interpretativos disponibles en el repertorio de sus comunidades. Debido a cIlo cuando se
trata de muestras, en la observacin de segundo orden son decididamente inteneionadas.
respondiendo a criterios socioestructurales delimitados por el investigador.
Actualmente una de las mayores debilidades de
la
estrategia investigativa sistmica
constructivista se encuentra en sus posibilidades para procesar la informacin compila
da. En este punto, existen grietas de implicancias muy severas. Las alternativas disponi
bles son abiertamente insatisfactorias.
a
reduccin analtica y cuantitativa se deben
deseehar por la incierta sntesis que resulta de su aplicacin; y la representacin testimo
nial, que en su afn de ser lo ms fiel posible a [as fuentes se reduce a la mera transcrip
cin de comunicaciones orales al papel, no es cientficamente admi:-ible. ms all dc
material en "bruto".
Un abordaje a este problema parte por precisar requisitos que deberan contar las
tcnicas sistmicas de procesamiento de informacin. Sobre estas no hay acuerdos pero,
al menos, se podra decir que en
lo
fundamental deben trabajar selectividades reversibles
y ordenamientos mltiples. En definitiva, cautelando la apertura para otras posibilidades
de reprocesamientos.
Algunos procedimientos, en tal sentido, pueden ser recomendados:
Construccin de modelos que expresen relaciones a travs de grafos, diagramas
de t1ujos y modelos como los que se aplican en el diseo de sistemas inteligentes.
Procedimientos inductivos para el desarrollo de modelos (etno) tericos (vid.
Glasser, B y A Strauss, 1967).
Reducciones tipolgicas cualitativas (vid McKinney, 1.1972) y
la construccin de sistemas categoriales a partir del anlisis de contenidos
comunieacionales (vid. Krippendorff, K.1990). Con respecto a stos ltimos, pue
den ser considerados desde el anlisis de discursos (Ibez, J op.cit.) hasta el
anlisis componencia .
Por cierto, todo lo anterior debe ser complementado con indicaciones acerca de
los aspectos a considerar como criterios de validacin. Sobre este tema nos extendere
mos en adelante.
riterios de Validez para l Investigacin de Segundo Orden
a
observacin de segundo orden conlleva su propia selectividad.
a
pertinencia
de sus observaciones slo parcialmente puede ser evaluada por su concordancia con
la
de los observados - las cosas son concebidas as
por
ustedes . Una interpretacin cien
tfica tambin es una construccin. Para el caso de las ciencias sociales, es una pauta
configurada, una explicacin, un orden de experiencias ajenas hechas propias.
Las explicaciones sustentadas en las observaciones de segundo orden, cientfica
mente encauzadas, se valoran por su conectividad con explicaciones relacionadas en
un
orden superior (teoras, hiptesis, etc.). Es all donde se produce el despegue y Minerva
hace su aparicin.
Al dejar de ser la verdad un argumento de explicabilidad, dado que sta es
contextua . y al no poder afinnarse algo, en la exterioridad de la naturaleza, como punto
de confrontacin para aceptar o rechazar una explicacin cientfica, es imperativo
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Recursos Sistmico Constructivista
reelaborar los criterios para la validacin de los resultados de una investigacin guiada
bajo los principios del segundo orden. Estas deben ser coherentes con la naturaleza des
crila para toda observacin.
Maturana (1995), que ha avanzado mucho en l campo de la construccin de los
criterios de validacin en la investigacin constructivista, concluye que slo se aceptan
como explicaciones cientficas vlidas aquellas que resultan de la aplicacin de los crite
rios de validez generados por las comunidades cientficas (11).
Para finalizar, no podemos dejar de mencionar otro tipo de condicionante que
interesa de sobremanera al investigador social que trabaja en esta lnea.
La observacin/descripcin cientficamente pertinente tiene tres lecturas, cada
una de las cuales imponen sus condiciones:
l. Los sistemas sociales de la cual proviene (las comunidades observadas),
2. los que la requieren como input (nuestros patrocinadores [121l y
3. el sistema ciencia a la cual definitivamente pertenecen.
En el primer caso la confiabilidad se encuentra en
el
autorreconocimiento dcl
sistema observado en la descripcin; para el segundo en estudios que proporcionan in
formacin para mantener la performatividad de algn sistema -evaluaciones, diagnsti
cos,
por
ejemplo y para la ciencia en la transparencia del cumplimiento del can non
cientfico vigente lo cual puede implicar, incluso, apelaciones causales, es decir, condi
ciones especificadas de criterios de explicabilidad.
En esta presentacin nos hemos centrado en la comunicabilidad cientfica de la
in
vestigacin sistmico/constructivista, intentando asegurar que la renovacin tenga el
rigor suficiente para su aceptabilidad en nuestras comunidades, pero nuestros propsitos
incluyen traspasar ese ambiente
y
orientarnos hacia los otros destinatarios, que sin duda
esperan del conocimiento contribuciones que apoyen la optimizacin de sus actuales
condiciones de operacin. En ese ltimo camino, sin duda, encontramos avances parale
los, por ejemplo en las lneas de la llamada investigacin-accin, evaluacin iluminativa.
estudios cualitativos de opinin pblica, estrategias derivadas del etnodesarrollo, educa
cin popular. comunicacin alternativa y la planificacin estratgica organizacional.
En
todos estos casos la perspecti va autorreferencial, de la que hemos hablado, se aplica sin
ms, incluso sin tener que ser reconocida como tal. Otra prueba de la potencia y natura
lidad prctica de la anunciada renovacin a la que nos hemos referido aqu.
Finalmente, con respecto a nuestras interrogantes iniciales podemos indicar que
es posible reelaborar algunos de nuestros mtodos de investigacin tradicionales para
enfilarlos en las nuevas rutas, aunque an hay mucho camino por recorrer.
Anexo Pasos
y
Procedimientos de Investigacin
TEMA. Seleccin del espacio de comunicacin de inters o TEMA (la seleccin
puede ser motivada externa o internamente
al
equipo investigador; puede incluir un gran
tema o varios temas). En esta etapa se delimitan las cotas comunicativas del estudio.
EQUIPO. Organizacin de los observadores. Se debe garantizar las bases mni
mas que aseguran la presencia de una pluralidad de miradas y perspectivas. En este
punto se definen las cotas estructurales del grupo observador.
UNIVERSO. Seleccin y caracterizacin del mbito social en donde se debenl
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Re;ursos
SiSlmj;o ConstruC(viSla
pueden
explorar
los
TEMAS
(esto incluye consideraciones etarias, de cstratificacin
social, educacionales. residenciales,
de
gnero, cte.). En esta
etapa
se del imitan las cotas
sociales del estudio (13).
MUESTRA.
Muestreo
estructural e intencional para seleccionar los interpelados
o
infonnantes
claves (esto implica
eslimadones
acerca su distribucin y pesos especfi
COS). En esta etapa se delimitan las colas de las aportaciones temticas que sc incluirn
en el
estudio.
PROCEDIMIENTOS.
Seleccin de las tcnicas. delincUll1lento de las lneas de
indagacin
con
las cuales se estimular la comunicacin y apl icaci6n de los proccdi
mientos (es recomendable
una prueba
antes de
extender
el estud io). En esta fase
quedan
definidos los filtros comunicativos del estudio.
ANLISIS, Parte del registro ntegro de las comunicaciones. dig itacin para dar
les formato
de
texto y seleccin del tipo de Anlisis del
Contenido
(de una u
otra
manera
ello implica la desagregacin
de h)s
discursos individuales y/o grupales) y su reagrupa
cin en sub-temas.
PROCESAMIENTO.
Reorganizacin de los sub-temas en funcin del reconoci
miento de
las distinciones detectadas (puede ayudarse
con
preguntas
como
las siguien
tes: qu distinciones sostienen los
TEMAS
tratados'?; qu distinciones sostienen las
APORTACIONES?; mediante
qu criterios se han seleccionado las informaeioncs' .
etc. .
PRESENTACIN.
Reorganizacin
de
las distinciones identificadas bajo la for
ma
de un
esquema
del tipo
diagrama
de
flujos
y reconocer las relaciones que se eviden
cian cautclando su
reversibilidad-
(esta fase es crtica, pero muy creativa).
RETRO INFORMACIN
l Presentacin del modelo reprcsentacional con sus
respectivos esquemas de distincin a representantes del mbi to social exploradll (pueden
realizarse triangulaciones
con
otros expertos),
Reformulacin
y
establecimiento de
hiptesis explicativas (retroinl'ormal'in:
vol ver a
7).
COMUNICABILIDAD.
La presentacin definitiva debe considerar los intereses
del destinatario final.
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otas
24
l. Este ensayo representa una continuidad y extensin de las reflexiones que hemos
publicado en
Cinta
de Moebio
N2 bajo el
nombre de Introduccin
a las
Epistemologas Sistmieo/Constructivistas (1997).
2. Cuyas fuentes de inspiraein son autores tales como G. Bateson, P Feyerabend,
H von Focrster, E. von Glaserfeld, J. Ibez,
T
Khn, N. Luhmann, H. Malurana,
K. Pike, G. Spencer-Brown,
F
Varela,
P
Watzlawick entre otros. Todos ellos,
pesar de sus difereneias, han contribuido a generar una importante corriente
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Recursos Sistmico Constructivista
renovadora de nuestras costumbres invcsllgativas.
3. Al intentar hacerlo debe detener su observacin, al concentrar la vista en nuestros
lentes deja de ver a travs de ellos y de opcrar con las circunstancias que desde
ellos se configuran.
4. Indudablemente ello no elimina la incapacidad de observar, por
s
mismo, sus
propios puntos ciegos.
5. Esa perspectiva terica fue inaugurada por los antroplogos Ward Goodenough
Floyd Lounsbury (1962 en la Universidad de Yale). Junto a ellos cabe mencionar
a Charles Frake y Harold Conklin. En tanto Escuela, esta perspectiva ha perdido
perfil, no obstante parte importante de sus supuestos estn incorporados en la
cultura terica de la antropologa contempornea. a Antropologa cognoscitiva
pone su acento en la identificacin
y
descripcin de los medios -culturalmente
disponibles- que disponen los miembros de un sistema social para categorizar sus
experiencias, mientras que la Antropologa simblica coloca su atencin en la
significacin de tales categoras.
6. Estos temas fueron abordados por
la
escuela de [lensamicnto sicosociolgico
denominada interaccionismo simblico (vid. Blumcr, H. 1969), cuyos esfuerzos
invcstigati vos e interpretativos descansan en tres premisas: al los hombres actan
hacia las cosas -objetos, OlroS hombres. instituciones. situaciones, etc.- sobre la
base de los significados que tales cosas tienen para ellos; b estos significados se
originan en la misma interacein social no son c u l i d d e ~ intrnsecas de los
objetos que las representan y. por ltimo, e) esos significados son manipulados
y
readecuados a travs de procesos [lennanentes de rcinter[lretacin.
7. Las tareas del investigador consisten en aprender a reconocer la realidad como lo
hacen sus observados (acompasarse). Pero debe recordarse que siempre es un
observador quien determina que distinciones haccn una diferencia para
l.
8. Parejas, familias. grupos, organizaciones, movimientos socialcs, sociedades.
9. Varias modalidades son recomendables, pero probablemente la ms importante
es
someter a
discusin
crtica los
hallazgos
en el marco de un equipo
interdisciplinario
y,
entre ste unidades sociales equivalentcs a las estudiadas
(triangulacin).
10. Vale aqu considerar la nocin maturaniana de acoplamiento estructural entendida
como una relacin de eocvolucin de sistemas autopoiticos. donde ninguno
determina la estructura del otro. Desde el punto de vista de un observador ello
puede ser visto corno un encaje (observacin del socilogo Claudio Garrido).
11. Estos mismos criterios pueden aplicarse para la validacin de los esquemas de
distincin que se identifican entre nuestros observados.
12. Stephen P. Turner reflexiona en fonna equivalente euando seala que el modelo
sociolgico se asemeja ms a la traduccin que a cualquier otra forma de
explicacin (1984: 18).
13. Esta etapa no debe hacerse desde el eSL:ritono sino que sumergindose en el eS[laeio
a investigar vagabundeando dentro dc l.
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Explorando Caminos
Para fines de esta exposicin, hemos dividido el texto en tres secciones.
La
pri-
mera
contiene
antecedentes
que permitirn,
sucintamente conectar
y diferenciar al
constructivismo operativo de otras
comunicaciones
epistemolgicas. En la
segunda
sec-
cin abordaremos los aspectos medulares
de
esta presentacin, es decir, la construccin
social del mundo de la realidad. En la tercera seccin cerraremos indicando el acerca-
miento constructivista a la investigacin social a travs de la observacin de
segundo
orden.
I ases del Constructivismo Operativo
Como
seala Ernst von Glassersfcld 1995 J los temas constructi vistas enlazan
sus orgenes con las corrientes idealistas y perspectivistas. Estos
enfoques
destacan las
innumerables facetas de nuestros objetos de atencJn y la multiplicidad de posibles mira-
das que pueden dirigrseles, sin que
pueda
imponrseles una seleccin
objeti\ (/. Ambos
empujan las teoras del conocimiento hacia lo inconmensurable, asegurando que lejos de
que nuestros
objetos
sean quienes determinen el punto de vista o las cualidades
con
que
dehen ser observados y descritos, lo
detenninante
est en los puntos de vista asumidos
por sus observadores. Pero, ellos no tienen respuestas respecto a cuntos observadores se
necesitan o qu lados deben examinarse. Ni sus ofertas interdisciplinarias
han
podido
cerrar, coherentemente,
1
que han declarado carente
de
lmites.
En justicia, el perspectivismo Arnold 1990) trasluce las propuestas con
ms
tra-
yectoria. Sus rendimientos se concentran en reconocer las limitaciones que se tienen
para acceder a cuestiones simples complejas por la va del proceder cientfico tradicio-
nal
en
las dificultades para hahlar del todo
de de
las partes o stas sohrc
s
mismas.
Pero, no obstante la potencia de sus declaraciones no llega mucho ms lejos, abortndose
las expectativas de una arremetida epistemolgica. Tambin, desdc la fenomenologa, la
tesis de la reciprocidad de las perspectivas enuncJada
por
Alfred Schtz e.o.1974) o las
propuestas canalizadas a travs del interaccionismo simblico,
carccen
dc suficiente
radicalidad para enfrentar inconsistencias epistemolgicas.
La primera
porque se ancla
en la construccin tipolgica que slo rcproducc
al
nivel de la cotidianeidad la metodo-
loga weberiana, mientras la
segunda contina
aferrada a una idea
de
sujeto
como
obser-
vador social autocompetente Rohles 1999).
Sin cmbargo,
1 que
no logran resolver estas teoras tradicionalcs del conoci-
miento social se disuelve en la praxis,
cuando
los observadores se cualifican y sus ngu-
los sc scleccionan. En el camino, la falta dc atencin a los problemas epistemolgicos, de
los cuales parasitan, es tanto notable
como
inexplicable,
por
ejemplo,
: cmo justificar
que alguien otro
observador
o que algo otro
ngulo
quede afuera?
Sus operadores,
al
verse forzados a explicar sus opciones, emplean dudosos argumentos apelando a dis-
positivos especiales
para ver la realidad tal cual cs.
Dicen contar con accesos privilegia-
dos hasta
las miradas de reojo valen-,
pero no agregan nada ms all del
empirismo
abstracto, del operacionalismo o del mtodo introspectivo, que ya un
connotado
miem-
bro de sus comunidades, Karl
Popper
e.o.1967), objet
como
infructuoso 3). Hoy
en
da, critiear sus ilusiones no tiene nada de novedoso, pero clausurados en sus rituales
metodolgicos y en la aceptacin de sus phlicos, los
neopositivistas
y
los Ileosubjetivistas,
como
modernos ncoilustrados.
no atienden los reclamos que se les formulan y slo muy
recientemente han sido remeeidos desde los modelos disciplinarios que admiran, en
cuyas zonas
empez
a configurarse una nueva teora del conocimiento.
Cmo
frmula del conocimiento la nueva
epistemologa
se relaciona estrecha-
mente
con
los aporles provenientes
de
la
cibemtic{l de segundo ordcll,
las teoras
neurocognitivas;
los trabajos originales de la
(lltfopoiesis
de los sistemas vivos y. muy
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Explorando Caminos
especialmente, con la lgica desarrollada por Spencer-Brown, la cual termina constitu
yndose en una herramienta fundamental (4). Entre los aportes ms relevantes que
l
nutren estn las pioneras investigaciones de los bilogos chilenos Matuf'{/I (/ y Varela,
quienes demostraron que el sistema nervioso slo observa los estados cambiantes del
organismo del que forma parte y para cuya explicacin dieron lugar a la teora de l
autopoiesis (1984,1995) y Heinz
VOI
Foerster
(1985), quien redescubriendo a Johanncs
Mller
s.xIX),
uno de los pioneros de la neurofisiologa. retoma el principio de la codi
ficacin indiferenciada, explicando que las clulas nerviosas codifican slo la intensidad
de los estmulos y que todas las diferencias que obtiene
un
organismo cognoscente. es
decir, su mundo perceptivo, proviene de sus operaciones internas (5).
De tales cruces, surge con fuerza el constructivismo, cuyos axiomas sostienen
que los conocimientos no se basan en correspondencias con algo cxterno. sino que son
resultados de operaciones de un sistema observador,
el
quc se encuentra siempre imposi
bilitado de contactarse directamente con su entorno y que, justamente por eso. conocer
es una de sus operaciones fundamentales.
Por cierto, la difusin del constructivismo no est exenta de las limitaciones que
surgen en sus contemporaneidades. especialmente cuando, inevitablemente, se contie
nen algunos de sus aportes en categoras sociales de moda, estahlecindoles correspon
dencias con los estilos culturales de la l1elI age
o las variantes hiperrclativistas de la
postmodemidad (6). Desde tales planos puedc admirarse la simplificacin de lo que se
logra comunicar como constructivismo y simultneamente, la degradacin que se pro
voca cn sus rendimientos epistemolgicos cuando, tanto sus defensores corno detracto
res, esgrimen argumentos que carecen del nivel dc reflcxin exigido para la discusin.
Por ejemplo, es evidente que los reiterados debates en torno a la tradicional oposicin
entre subjetivismo y objetivismo son, por deci 'lo menos, extremadamente poco signifi
cativos. Parece olvidarse que las posturas que se atacan
--o
e f i e n e n ~ por subjetivistas )
anticientficas, se sostienen en investigaciones empricas hiperrealistas, comunicadas en
confercncias cientficas y en libros atestados de experimentos. En realidad, que otra cosa
podra surgir dc estudios acerca de las coordinaciones neuronales incluidas en la percep
cin visual de ranas, palomas y salamandras o en la toma de datos con galvanmetros.
aunque sus propios investigadores apelen a nuestra buena voluntad para aceptar saher.
aunque no ver que
no
se ve o que no
se
ve (Luhmann 1999c: 1
Los cambios ms sustantivos de la nueva epistemologa sobrevienen luego dc su
giro hacia una autorreferencia operativa del conocimiento en el dominio constituido por
sistemas sociales. Ello orienta la discusin actual del constructivismo
y
su verdadera
significacin para las teoras del conocimiento. Pues sucede.
como
seala
el
mismo
Luhmann
1999b:93),
que lo
que
aparece
en sus
variantes
ms
divulgadas,
las
epistemologas clsicas. podan sentirse ms confirmadas que sorprendidas con el
construclvismo, como que muchos filsofos se releen hoy como constructivistas has-
f(t el mismo Marx Baste examinar como se rclacionan sus novedades con discusiones
que surgen con Platn o en los discursos acerca de las dificultades de acceder
al
conoci
miento de lo social y humano, que acompaan. desdc sus orgenes. el desarrollo de las
disciplinas que se proponen tales propsitos
~ q u e
frente a tal duda. por cierto, nunca sc
abstuvieron de producir comunicacin sobre sus conocimientos.
En otro rincn, los difusores del constnictivismo no lo hacen mejor con inespera
das inconsistencias, introduciendo como partes de sus epistemologas recetas utilitaristas
para sobrellevar una aproblemada cotidianeidad o promoviendo ticas para la conviven
cia humana
y
social. Tampoco se avanza mucho cuando no ofrecen discriminaciones
entre observaciones
verdaderas o falsas y
menos
si se aplican
conceptos como
intersubjetividad o consenso cognitivo para referirse a la realidad social pues. de existir.
tales fenmenos deberan formar parte de lo que se busca explicar y no ser aceptados
como explicaciones de sus mismas ocurrencias. Por ello, esta epistemologa marca sus
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Explorando Caminos
diferencias con formas blandas del constructvismo social, aquellas que se sustraen a los
avances, encajonadas en los pares subjetivo / objetivo o mente / realidad.
Pero, debemos aceptar que en una realidnd, constructvistamente formulada, su
propia continuidad comunicativa tampoco necesita de correspondencia con un entorno
que, de todos modos. no contiene ni
informaciones
ni
temas
(Luhmann 1998: 126). Si no
pueden existir entornos
buenos, malos, negativos
ni
positivos
ni
tomados en
cuenta
o no
tomados en cuenta. entonces los constructivistas y sus detractores pueden seguir comu-
nicando sus conocimientos. Otro paso ser clasificarlos
como
verdades o ignorancias o
como completos o incompletos. El lector juzgar, en lo que a este artculo respecta.
a Sociedad como Medio para Autoobservacin Social de la Realidad Social
Corno sealamos, una revolucin epistemolgica surge en mbitos cientficos
(no necesariamente de la ciencia social), cuando en vez de insistir en fundamentar las
condiciones de posibilidad del conocimiento mediante a
prioris
a la manera kantiana o
como
en las teoras representacionales de
la
percepcin, se problematizan sus procesos,
reflexionando directamente sobre sus improbabilidades y se comunican sus resultados.
En consecuencia. los rendimientos ms plenos del constructivismo ocurren en el domi-
nio de la comunicacin social. pues slo en la sociedad son gatilladas las reacciones
entre quienes operan
como
si el conocimiento reprodujera el entorno. pues ahora, ms
que nunca antes, se encuentran en aprietos para demostrar cmo podra ocurrir eso
7).
Por ello, no obstante la larga data de antecedentes a los cuales sus propagadores
echan mano
(8),
el constructivismo slo pudo aprehenderse como una llueva teora del
conocimiento cuando hizo resonancia ante ciertas condiciones de complejidad de la mis-
ma
sociedad. De partida, l diferenciarse la comunicacin del sistema parcial de la cien-
cia y cuando sus comunidades incorporal'On, sistemtica o intuitivamente. las hiptesis
acerca del metabolismo celular,
el
funcionamiento del sistema nervioso
y
la neurofisiologa
de la cognicin y las dispusieron
junto
a los conocimientos que entregan el relativismo
histrico, sociolgico y cultural. Pero, nada de eso significa biologizar las ciencias so-
ciales,
por
el contrario.
la
versin luhmanniana del constructivismo escandaliza incluso
a sus precursores, pues se desacopla radicalmente de consideraciones a sistemas psqui-
cos o nerviosos. Para mayor abundamiento, desde su mirada, las mismas hiptesis
constructivistas, sustentadas desde estudios de la bioqumica de
l
vida. son sociales
pues slo as lOS hemos enterado de ellas.
Para Luhmann (1999b: 119), la preferencia por lo social es imprescindible si se
quiere explicar desde el plano de la ciencia pues, por ejemplo. cuando se utiliza la distin-
ci6n entre conocimiento ordinario
y
cientfico nadie puede argumentar diferencias entre
sistemas squicos o entre neuronas y s, por
el
contrario, aludir a diferenciaciones alcan-
zadas en el sistema de la sociedad. Por eso. aunque el constructivisIno pueda proyectarse
desde la neurobiologa o la sicocognicin, su integracin, como teora del conocimiento,
ocurre en la cerradura del sistema de comunicacin de la sociedad, especficamente des-
de las operaciones sociales que la constituyen y sostienen. Slo all puede tratarse su
aporte
como
un artefacto, que ex.plica la produccin
de
una realidad que siempre cs
social. Por ello, la ex.plieacin constructivista tiene enormes consecuencias y no sola-
mente como teora del conocimiento, pues encaja con la estructura de la complejidad v
evolucin de la sociedad, acoplndose con los principios generales de la di1'erenci:lc:
constitutiva de los sistemas.
Hasta aqu se ha dicho que el
cOllstructivismo eclosiona ante cond iciones sociales
favorables, pero
cules son los recursos que l permitieron potenciarse hasta poder
acceder a su condicin de epistemologa? a
fortaleza del constructivlsmo consiste en
su capacidad para asumir la condicin autorreferencial de todas las operaciones del co-
nocer y por presupuestos que le permiten calificar los sistemas sociales como autopoiticos
2
8/10/2019 Osorio: Epistemologa constructivista
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Explorando Caminos
y a
su
misma teora como
un
componente especializado de sus operaciones en la obser
vacin de sus observaciones.
Dicho sencillamente,
lfin l esta el principio
las preocupaciones en torno a los
medios disponibles para observar
lo social y generar su conocimiento, se han originado
en el contexto mismo de lo social. Estas potencias se aprovechan cuando los sistemas
incorporan ret1exivamente,
l
nivel de sus operaciones de observacin como diferencia
fundante, la de sistema y entorno. Con ella tanto la autorreferencialidad como la clausura
dejan de considerarse obstculos -o como meras propiedades peculiares del sistema ner
vioso o de la conciencia. Justamente, los sistemas cerrados que operan con la distincin
sistema / entorno pueden conocer cuando la replican en otras distinciones autorreferidas,
pero cada vez ms especficas, como por ejemplo: adentro / afuera; apertura / clausura:
verdadero / no verdadero; aceptacin / rechazo; inclusin / exclusin; aprobar / reprobar
o
final/
principio.
Ahora, si se quiere entrar en lo medular digamos que los mismos sistemas emergen
como aplicaciones de observacin, cuya forma basal, la diferencia entre sistema y entor
no, los
provee de
sus
propiedades de autorreferencialidad autoorganizacin
y
autoconstitucin. Con estas posibilidades constituyen y refuerzan sus identidades, con
servan sus clausuras y definen sus operaciones en su propia estructura, incluyendo la
produccin de sus conocimientos a travs de operaciones de observacin. Por eso, no
hay informaciones que pudieran ser tradas desde afuera hacia el adentro comunicativo
de los sistemas sociales, ya que precisamente el horizonte de posibilidades por las que
stas llegan a seleccionarse no se encuentra all, sino que
en
sus eonstructos internos.
As, se comprende que los conocimientos surgen de construcciones basadas en distincio
nes sin correlatos externos -aunque pudieran estar afuera sus condiciones de posibilidad
9):
en
qu otro lugar podran estar las verdades cientficas salvo
en l
ciencia misma
o
l
misma discusin acerca de
l
realidad que
1 0
sea en la sociedad?
Al generalizarse los dispositivos reflexivos de observacin, se proporcion
un
ngulo para desacoplar
el
conocimiento de la realidad en
l s
operaciones de los sistemas
cognoscentes y para entender cmo, por esa misma condicin, estos sostienen su clausu
ra como distincin entre autorrcferencia y heterorreferencia.
En adelante, siguiendo esta lnea de pensamiento, explicaremos con ms detalle
cmo la clausura autorreferencial de sistemas que observan es. justamentc, la condicin
que posibilita su apertura al entorno, pues stos solamente conocen su realidad en
l
medida en que se posesionan excluidos de sta -aunque dependientes
de
sus condicio
nes; donde distinciones como las de sujeto / objeto: antes / despus; objetivo / subjetivo
o cualquiera otra, son recursos que posibilitan observaciones que instituyen diferencias
secundarias, cuando se atiende que su distincin de base converge siempre como la de
sistema y entorno,
Il. La Realidad el Conocimiento y el Constructivismo
Cualquiera sea el estatus que
se le
asigne
l
mundo de l realidad
en
sus planos
materiales, sociales o temporales, puede experimentarse que ste no contiene una colec
cin de objetos autoevidentes y universales para todos sus observadores. No en vano
existen los problemas del conocimiento y
l s
distintas teoras que pretenden hacerse
cargo de ellos. Entre estas se encuentran las mismas explicaciones conslructivistas. Estas
tienen por preocupacin central los procesos
de
construccin de realidad conocimien
tos) que acompaan a los sistemas cognoscitivos cuando experimentan sus observacio
nes en sus propias operaciones como cambios, desarrollo o aprendizaje.
Desde la epistemologa constructvista el mundo de la realidad emerge como apli
caciones de observacin distinguir/indiear-C:e.scribir) utilizadas por
un
sistema, en su
fase de observador, para indicar/describir algo que emerge entre el conocer y un objeto y
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Explorando Caminos
Los sistemas cognoscentes, a travs de observaciones, producen conocimiento
como sistemas reales en un mundo real y suponen operaciones empricas que les
implican transformaciones.
Por
ello, no pueden existir sin mundo, pues sin l no
tendran nada que conocer.
l Observar como Operacin mprica
Aunque l constructivismo conlleva grandes alturas de abstraccin, es y perma
ncce como una teora emprica Luhmann I 999a:78). De hecho. se anuncia con afirma
ciones dc estc tipo.
La
primera dice que l conocimiento slo es posible porque los
sistemas cognitivos no pueden ponerse en contacto con la realidad Luhmann 1999a:70)
y que, por lo tanto, se sustenta en sus operaciones exclusivas: orgnicas para los sistemas
vivos, de conciencia en los sistemas squicos o comunicativas para los sistemas sociales.
En el ltimo caso,
l
efecto de la intervencin epistemolgica construetivista pue
de describirse como una radical des-subjetivacin de lo social, donde las referencias a
cerebros o conciencias son desplazadas a sistemas compuestos
por
comunicaciones. di
ferenciados funcionalmente, operativamente ceITados y autorreferencialcs.
En muchos mbitos. las operaciones de observacin se aprecian perfectamente.
por ejemplo cuando los sistemas vivos discriminan con cambios de su temperatura reac
cionando a sus propios sensores o cuando los sistemas psquicos piensan, fijan recuerdos
responden a ellos con disposiciones conductuales. Esto significa que el observar trala
de operaciones cuyos resultados pueden ser observados. En este sentido,
y
aunque es
comn cuestionar la calidad autopoitica de los sistemas sociales 10). no puede dudarse
que sus operaciones comunicativas tambin reflejan distinciones e indicaciones de cosas
Luhmann 1999c: 132), que pueden observarse como distinciones e indicaciones
p r o v ~
nientes de sus operaciones de observacin. De hecho. toda la institucionalidad sociaL
sea que se signifique como reciprocidad o dominacin, se sostiene en su observacin
ms que en su operacin.
Si se reconocen estas experiencias, las preguntas acerca de la constitucin emp
rica de las operaciones de observacin son centrales, pero antes de ello stas deben ser
distinguidas. Especficamente, para Luhmann
l999b:
101), no todas las operaciones de
sarrolladas en
un
sistema deben llamarse propiamente conocimientos. De hecho, las ope
raciones no necesitan ser conocidas, ni pueden conocerse a s mismas. slo pueden ser
observadas, pero para eso se requieren otras operaciones.
Los conocimientos ocurren solo cuando se utilizan distinciones para designar
algo, es decir frente a operaciones de observacin que remiten a aplicaciones de distin
ciones. con las cuales se indican cosas. Por eso. para entender en qu consiste
el
conoci
miento se debe observar l circularidad entre
el
distinguir y el indicar Luhmann 1999a:73).
desacoplado de las operaciones de la a u t o p o ~ i s basal de los sistemas.
Ahora, cuando se examina con detalles los procesos de una observacin, el
big
ba/lg
del conocer aparece cuando una aplicacin, que utiliza una marca forma), provee
de un lmite que abre dos lados en el mundo
ul1market
dejando abierto el camino
para pasar de uno a otro crossillg). Las bifurcaciones. marcadas mediante la forma de
distincin seleccionada, obligan a la observacin a colocarse a
un
lado por lo
tanlO
lO
l otro )
para indicar
illdicare)
lo que se observa. Como no pueden indicarse dos lados l
mismo tiempo. para cruzar una marca se necesita el tiempo.
Las formas que se apliean son contingentes, pero l actuar condicionan la indica
cin de un solo lado, por ejemplo: culpable o inocente; prdida o ganancia; querido o
despreciado. As, el conocimiento resultado de una observacin depende de
cmo
se
observ lo que se observ: los amoros como romances o como traiciones, los precios
como justos o como injustos, los libros aburridos o entretenidos, las pruebas fciles
)
difciles. La calidad de toda observacin esta condicionada a la diferencia empicada 0
32
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Explorando Caminos
dicho de otro modo,
a la
posicin desde
donde se cxtraen sus indicaciones. Por
eso siem
pre debe exigirse precisar para cul sistema
el
entorno es entorno o las cosas
esas
cosas.
Pero los mecanismos de
observacin
se i n v i ~ i b i l i z n mientras producen
sus
indi-
caciones, esto hace realidad a las cosas (como algo externo) por eso, si bien todo lo
indicado refiere a una forma de distincin, sta no esta incluida en la misma indicacin,
no
puede
aparecer
-aunque
como una
suerte de
programa
operativo
no se la
puede
supri-
mir pues,
en
ese caso, se regresa a lo inobservable (Luhmann 1999c: 135) 11
).
Por eso, en las operaciones de observacin se borra todo rastro de
cerradura,
la
distincin no es
observable,
no puede
ser indicada
ni
como
un lado de la
distincin
ni
como
el otro, carece de
posicin
espacial o
temporal, slo
existe
como
presupuesto de
diferencias que hacen la diferencia (Luhmann 1999c: 129). El observador puede catalo
garse como lo no
observable, C01110
un lente trasparente.
punto
ciego y condicin para
toda operacin de observacin.
Estas
evidentes
condicionalidades son invisibles
para
un
observador,
caen en su
punto
ciego. Destaca
Luhmann 1991) que si bien toda
informacin
se
presenta
como
una seleccin dentro del
campo
de posibilidades prediseado por
el
mismo
observador,
aparece
en
su
realizacin como
propiedad
del
entorno
y se
experimenta como
externa,
como un dato de la realidad. Ello se
refuerza
por su condensada externalizacin a travs
del
lenguaje
en los
sustantivos
residen las fuentes de la
eficacia prctica
del naturalismo
de muchos cientficos y del
conocimiento
cotidiano).
No es tan difcil comprender la invisibilidad de los mecanismos de
observacin.
Los sistemas psquicos no
saben
de las operaciones de sus cerebros, aunque piensan con
la cabeza, tampoco los
ojos
ven sus retinas, ni los sistemas de comunicacin saben que
las
comunicaciones no contactan sino comunicacin (Luhmann 1998:93).
Especficamente.
la operacin que distingue
justo
I injusto no se incluye
como justa
o
injusta o la belleza I fealdad no puede testearse como bella o fea. Por eso, cuando el
conocimiento
es
enfrentado
a
s mismo
se
castiga
con la
paradoja
de la
unidad
de su
distincin conozco
qlle
co/wzco
y
no puede salir de ello, sin
distinciones.
como la de
verdadero I falso forma parte de lo,\ derechos hl/manos
estar
en contra de los dere
chos humanos? Slo
una asimetra
permite
salir de que lo bueno es lo bueno. la vida
es
la
vida o la realidad es la realidad 12).
Con
esta conceptualizacin. se
entiende
mejor la
simultaneidad
constitutiva de
los sistemas
con
sus
entornos
o. dicho dc otm modo. su deri va
co-evoluti
va. Construyen
do diferencias que autorreferidas se constituyen bases que sirven a los sistemas
cognitivos
como
horizontes
para otras experiencias de observacin. por ejemplo para partir
desde
otros lados. Justamente. procesan su unidad con lcferencia a diferencias que trazan con
su entorno y que luego reintroducen
re-ent,,),)
en el sistema y que le
sirven
de guas para
sus futuras
operaciones.
As construido. el entorno siempre es, por lo tanto, un presu-
puesto
para los sistemas (Luhmann 1999g: 197).
Todos los enlazamientos
que
se originan en la comunicacin de las observaciones
dejan a su paso una ontologa, cuya ilusin se
sostiene
al reiterar la
aplicacin
de una
observacin o cuando
stas
se encadenan, temporal o
socialmente,
unas a otras.
Por
ello.
las formas de observar al modificarse en retroalimentacin positiva
construyen nuevas
realidades o las confirmadas se condensan y sell/ //ltizall. Estas dependeneias son eviden
tes hasta
para
la historia de la ciencias. Como se conoce.
cambiando
sus
paradigmas
telricos cambian
posibilidades
y rendimientos, es decir, se producen revoluciones cien-
tficas (Kuhn 1971) o, en el campll religioso. al en friar
l infierno
y
sacar
al
cielo
de las
nubes. el
Sumo
Pontfice
Juan Pablo
11.
desplom
esos
espacios
del csprilLI de los cre-
yentes catlicos,
removiendo
represcntaciones que la cristiandad ha
sostenido durante
siglos.
Como la funcin del obser\ ar es producir realidades introduciendo diferencias en
espacios siempre
llenos de otras posibilidades. observando se transforma complejidad
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Explorando Caminos
indeterminada en complejidad determinada, cada indicacin activa nuevas distinciones
aplicables en espacios no marcados. Esto ocurre porque, no obstante, la escisin que
provocan sus operaciones y que observar consiste en aplicaciones de fonTIas que permi
ten indicar un solo lado, no hacen desaparecer su unidad con el otro, el cual queda fijado
para posteriores observaciones. La realidad social como premisas de
sentido o cultura)
se teje de diferencias mutuamente autorreferidas. Por ejemplo trascendencia e inmanen
cia, cielo e infierno o ngeles y demonios, saltan de un lado a otro en la interpretacin de
la desgracia o de la suerte.
As, conocer no es ms que la aplicacin de distinciones a travs de operacioncs de
observacin que, a
su
vez, producen resultados conocimientos) utilizables para l sistema que
las aplica. El
pa
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Explorando Camll1o,
ningn
sistema
puede
realizar
operaciones fuera de los lmites
trazados
por los
condicionamientos estructurales que determinan us operaciones de observacin (15) Y
que, cuando se relaciona conocimiento con realidad, slo queda argumentar que todo lo
observable es un logro especfico del observador, incluyendo el observar el observar
(Luhmann 1999a:74).
Pero,
de
qu
textura se cOlIStituye la realidad social y cmo pueden
ser
obserm-
dos S lS estados?
cuando para
el
constrw..:tivismo no existe
un
algo que los sistemas
puedan observar unvocamente en el mundo
de
la realidad. pues ste es siempre una
indicacin variable sujeta a las operaciones
de
sistemas observadores.
Sin asegurar que el conocimiento es concordante con el entorno
-validez-
slo
se puede decir
que
las operaciones que hacen sealamientos
de
realidad se llevan a efec
to. y que pueden generar condensacones bajo la forma de unidades de sentido o estados
propios. cuya funcin asegura la mismidad de lo que resulta
de
sus mismas operaciones
de observacin.
Para explicar esta experiencia de estabilid,ld del conocimiento obtenido-prueba
de
confiabilidad-
cabe remitirse a la
recursividad
o la repeticin, es decir. a operaciones
que se fundan en operaciones
qU:
se erigen a partir de estados ant:ccdcntes
y
que, por
:onsiguente. son reutilizadas para confirmar
-o
no- resultados previstos con su primera
pregunta:
:es
as
) no?
Para adelante. todo
lo
ohservado y asumido bajo la forma de
conocimientos, acta como plataforma para las operaciones subsecuentes de observa
cin. por lo tanto todo
lo
que emprenden los slst:maS, incluso cognitivamente, :sta
codeterminado en las operaciones inmediatamente previas que sirven como criterios para
las operaciones consecutivas
161
(Luhmann 999b: 1 7). Esto significa que. para los
:onstructivislas, el mundo de la realidad no se sustenta en la
fe
ni en la ilusin de su
existencia, sino que, sencillamente. en su permanente aulOconfrmacin.
Pero, el mundo es siempre una sorpresa permanente, la realidad maana pued:
ser distinta (17). Ninguna confirmacin puede aferrarse a resultados de operaciones ni
cas y toda replicacin contiene desviaciones. Por ejemplo. se puede observar lo mismo
pero en tiempos diversos. en otras situaciones o bajo distintos puntos de vista, lo que
tiene por efectos otras distinciones para otros ti:mpos y posiciones. Justamente. esas
retroalimentaciones positivas enriquecen los estados propios de un sistema cognoscente
(aprendizaje'?) confirmndose. bajo otro punto
d:
vista, que slo lo distinto es
capaz d:
enlazar ms complejidad, en
el
sentido de impulsar la diferenciacin. Podra extrapolarse
desde aqu una funcin de la difercnciacin sistmica. pero sta slo tendra que ver con
la autopoiesis de los sistemas. no con la realidad l con una eventual adaptacin al entor
no.
Como
seala Luhmann (1999b:
118
l,
el
conocimiento encuentra su realidad slo
en la actualidad de las operaciones de los sistemas sociales autopoiticos. y la unidad dc
un contacto de conocimiento slo pucde llevarse a cabo en ella misma. en sus propios
lmites. sus propias estructuras y en los propios componentes que lo r:producel1. Esto
incluye
al
tiempo, las causalidad:s. los fines. la racionalidad y todo lo que se conoce
como adaptacin. Nada social escapa a su entepdimiento como resultado de distinciones
utilizadas por sistemas sociales.
Como
las semanas o las matemticas. que
como
com
plejos esquemas de distinciones. asumen sin arrugarse su total falta de concordancia con
sustratos nticos, salvo con su origen histrico y cultural.
Por ejemplo, en
el
sistema societal y luego en sus sistemas parciales se constru
yen los tiempos, todos autorreferidos para ordenar procesualmente eventos en secuen
cias
de
pasado y futuro o proyectarlos en ejes causa y efe:to (antes/despus
l.
que sus
operaciones confirman permanentemente. Para trabajar distinciones de este tipo, los sis
temas sociales se valen de corpus de distin:iones,
cuya
artificialidad hoy ya no se discu
te, por ejemplo el lenguaje.
En
su condicin de medio,
el
lenguaje permite mantener
como constantes el cambio o hacer adjudicaciones que contienen efectos
causaks
-por
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Explorando Caminos
Lo ms evidente es que si existe algo de
lo
que llamarnos realidad externa. nues
tro distanciamiento con ella sera creciente dado
que
el conocimiento slo puede confor
marse
con
distinciones internas. Lo nico claro es
que
el incremento de la complejidad
de un sistema es, para cada sistema. un conocimiento y ste se alcanza con mayores
distinciones.
Por otro lado, los contenidos del conocimiento no lienen
que
ver
con
verdades o
mentiras
~ n j
para las alucinaciones tenernos otro cerebro. ni para las estafas otros tipos
de palabras. Los sistemas cognoscentes son indiferentes a esta distincin. Los conoci
mientos pueden
ser
verdaderos y ralsos, pero lo verdadero o falso no puede dejar de ser
conocimiento. su distincin vient>detrs de otra observacin, provienen de un cdigo
binario sobreinstalado uti\zable bajo situaciones especficas, especialmente en el siste
ma
parcial de la ciencia (Luhmann 1999b:J08l.
En cualquier caso estas ltimas distinciones abren a la polmica pues: crJlI O s
puede calitlcar verdaderamente
n
verdad de ot
COl1l flO
verdadera
cuando
esta dis
tincin no est entre las posibilidades de un observador. Por ello. inevitablemente. los
sistemas evalan sus conocimientos colocando su atencin en la utilidad
en
sus relacio
nes de compatibilidad. ms
que
en una verdad intrnseca incluida en ellos, de este modo
funden su certeza con la viabilidad
~ c o n o c i m i e n t ) s aceptables
(l altas de adecuadn.
segn sea el caso. llevan al descarte del sistema o del conocimiento).
Por cierto, todas afirmaciones precedentes no escapan su propia renuncia: cuan
do
se quiere
conocer
el conocer, se tienen que emplear distinciones de las distinciones
y
esta misma comunicacin es una autoimplil:acin elptica, donde las paradojas no se
pueden evitar sino que forman parte del juego (Luhmann 1999b:96)
111
bservacin de Segundo rden
En esta ltima seccin nos concentraremos en un terna
crLKial
para las ciencias
sociales y humanas, esto es, identificar las disponibilidades que permiten observar a
otros sistemas mientras observan para. de tal manera. obtener conocimientos acerca de
cmo
stos construyen sus mundos de realidad,
La propuesta eonstructinsta ante la observacin de observaciones. es decir, dis
tinguir distinciones (Luhmann 199ge:34 l corresponde a la denominada observacin es
pecializada de segundo orden. Sus preguntas l:enlrales son
cmo
investigar los niveles
emergentes de complejidad reducida
y
obtener informacin acerca de las diversas for
mas a travs de las cuales personcls. grupos. comunidades. organizaciones
y
otras confor
maciones de sistemas sociales ordenan y validan experiencias. contenidas en sus comu
nicaciones, sobre
qu
posicin poder hacerlo.
cmo
estimar su extensin, perdurabili
dad, derivas y qu explicaciones se pueden ofrecer
al
respecto.
Bajo los presupuestos sistmicos-constructivistas. la investigacicn social no re
quiere abandonar sus pretensiones informativas en el mar de lo relativo, feble o disipativo.
En su proyeccin metodolgica de
la
observacin de segundo orden se presentan las
herramientas para observar, como observador cxterno, a observadores mientras aplican
sus distinciones en sus observaciones. Su conocimiento emerge medianle operaciones
de observacin y descripcin
que
indican
c6mo
otros llevan a cabo las
mismas
operaelo
nes
y
cmo, en dependencia de ellas, producen sus indicaciones, es deCIr. construyen sus
mundos de realidad. La perspel:tiva de segundo orden es privilegiada: al distinguir y
describir lo que otros observadores no pueden distinguir ni describir, dumina sobre sus
puntos ciegos. Especficamente. lo que hacen los observad(lres de segundo orden es se
alar algo con ayuda de sus distinciones. lo distIntivo es que aplican sus operaciones de
observacin a otros que realizan las mismas operaciones. pero con otras distinciones.
Mientras en la obscrvacin de primer orden el observador vive en un nicho. don
de su mundo fenomnico y expL fiencias toman formas de ontologas, donde lo que per-
37
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Explorando Caminos
cibe slo puede ser lo que es, en tanto no observa la distincin que lo hace posible, el
segundo orden abre conocimientos a la contingencia establecindose una alteracin del
cierre recursivo de todo observar. El aporte descansa en la posibilidad de ver lo que otros
no ven (Luhmann 1999f: 156) y la novedad consiste en que el observador de primer
orden mientras discrimina sus objetos, no puede observar como puede observar, es decir,
no reconoce que su conocimiento se provoca por
su
propia concurrencia.
La
cualidad que diferencia a la observacin de segundo orden es no tratar con
objetos sino que con observadores que estn aplicando distinciones y con ello poder
seguir su curso, por ejemplo describir distinciones iniciales en su ocurrencia en un pri-
mer espacio o tiempo vaco y describir cmo a travs de procesos dinmicos de indica-
ciones mutuamente referidos. se consolidan realidades. como ocurre cuando se siguen
las tramas en novelas (19).
Al observar a un observador se lo debe tomar como un
o ~ j e t o
distinguible y ob-
servar las distinciones que utiliza en su nivel de primer orden (Luhmann 1999c: 130). Por
eso, una observacin de segundo orden puede darse en una operacin de primer orden, es
decir, como observacin de
un
observador que debe distinguir a otro. Pero. estas posicio-
nes abren nuevas complejidades, pues cuando se observa a un observador, que a su vez
observa a otro observador, se observa a
un
observador de segundo orden y con ello se
constituye como nosotros en este momento un tercer orden de observacin (Luhmann
199ge:34) y as sucesivamente.
Como
hemos sealado, todo observador esta autoimplicado en sus observaciones
aunque, tal autoinclusin le es invisible, pues no puede observar sus distinciones al mo-
mento que las pone en
juego
ya que en tal caso se paralizaran sus operaciones, es decir,
dejara de ver lo que vea con ella y su lugar se ocupara con otras distinciones (20). En
este punto, las posibilidades de colapsar la autoimplicacin solamente son dos: observar
la observacin desde otro momento. es decir una autoobservacin, o que sta sea aplica-
da por un observador externo. En ambos casos se trata de posiciones de segundo orden.
Lo interesante aqu es la produccin de la doble autorreferencialidad en la observacin
de la observacin.
Se puede apreciar que la observacin de segundo orden no implica necesariamen-
te sistemas distintos. Un mismo sistema puede realizar estas operaciones pero, en otro
tiempo y con otras distinciones, incluso puede distinguir entre elementos y relaciones
aurorreferencia basal); antes y despus reflexividad)
o.la
misma megadistincin siste-
ma y
entorno reflexin). Con tales clculos puede autoobservarse, sostener su unidad
y
autoinformarse.
En tanto el segundo orden apunta a las distinciones que utiliza el observador que
se observa. trata de
lo
que para l es inobservable (Luhmann 1999c: 135).
En
lenguaje
sociolgico se dira que la materia informativa que se busca con este procedimiento SOI1
las funciones (o disfunciones) latentes y sus respectivas estructuras, las que se designan
como inobservables para quienes las sostienen y ejecutan, y que por
lo
tanto no puedell
comunicar.
Estas referencias a conocimientos que surgen de la observacin de segundo
orden no son desconocidos en nuestras disciplinas (vid. Arnold 1999).
Ms all del funcionalismo antropolgico, la crtica ideolgica, el sicoanltsis o
la
sociologa del conocimiento han acumulado bastantes conocimientos de
lo
latente,
aunque fueron tentados a trabajarlos en e\ aluaciones del tipo verdad error o subjetivo
objetivo. Por el contrario. la observacin de segundo orden no tiene por tareas descubrir
errores, en ese sentido el constructivismo se aleja totalmente de tradiciones. como la
marxista, que interpretan las condicionalidades inobservables del observador como
de-
formaciones de su conocimiento falsa
conciencia.
Como hemos explicado. la imposi-
bilidad de distinguir la distincin, mientras se la aplica, es uno de los fundamentos bsi-
cos del conocimiento y si este se clasifica como latencia, es slo como una construccin
en otro nivel de observacin (Luhmann 1999b: 108), para el cual valen otras
i ~ t i n i o n e s
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Explorando Caminos
y para las que rige la
misma
condicin de inobservablidad.
Para Luhmann 1999c: 132) el consttuctivlSIl10
es
una oportunidad para recuperar
epistemolgicamente
tales distinciones y demostrar la utilidad de
observar
las formas
que utiliza un
observador cuando
indica algo que para l,
l momento
de su utilizacin,
no
es observable y de
esta
manera, generar conocimiento acerca de
cmo
observa. Esto
permite observar
lo que hay detrs, distinguir lo que distingue, desocultar
como
dira
Heidegger.
Por
cierto, el
observador
tle
segundo
orden concentrado en
observar
lo
que
para
su
observado
permanece inobservable, carece
de
otra posibilidad que no sea usar sus
propias distinciones y
asumir
sus unilaterales indicaciones.
Su
propia observacin sigue
ligada a su instrumento y ste,
que l momento de
su utilizacin debe aplicarse sin
cuestionamientos, tambin tiene su punto ciego. Pues,
l
momento
que
un
observador
distingue su distincin y la aplica autolgicamcnte, sus operaciones
se
convierten en
paradjicas - veo lo que veo . Por ello, un
observador
para indicar se ve obligado a
introducir asimetras del tipo antes despus o replicar distinciones que lo remitan a la de
sistema
entorno. En otro plano, mediante las codificaciones binarias los sistemas socia
les
parciales producen autoobservaciones
sobre
sus observaciones de primer orden
Luhmann
199ge:43), por ejemplo, la
ciencia
delimita lo verdadero
de lo
no verdadero,
la
justicia lo
legal de lo ilegal
l
religin entre farsa milagro.
Desde el construetivismo se refuerza la
idea
que
l punto
de partida de toda ob
servacin, incluso observacin de
una
observacin,
no
se
encuentra
una identidad
sino
una diferencia, en este caso, la que hace la diferencia. Slo desde all se confiere valor de
conocimiento
a casualidades configuradas por un
observador como
su
mundo
21).
Como
se aprecia, la observacin de segundo orden encaja muy bien
con
la dilc
renciacin de la sociedad contemponinea, en la cual, dependiendo
del
sistema
de refe
rencia, existen mltiples posiciones que
conducen
a
disponer
de muchas posibilidades
para observar, sin
poder
indicar a ninguna
como
la mejor la ms
completa Luhmann
1995:7)
22).
Justamente, la posibilidad que l n observador pueda observar cmo obser-
vado/' otro sistema observador,
es decir, en el
cmo
es posible
hacer
observacin
de
segundo orden, se
encuentra en
la sociedad misma. Desde la
misma
sociedad se despren
den las distinciones
que
posibilitan las observaciones de lo latente, tales
como
sistema
entorno; sujeto objeto; consciente inconsciente o la misma manifiesto latente.
Al respecto,
cabe
sostener la hiptesis
que
un pre-avance
de
diferenciacin so
cial,
como
es la constitucin de la persona
como
observador distinto a la sociedad
~ p e r o
acoplada
a ella por el Ienguaje-
crea
las
prewndiciones para
la general izaein de la
observacin de segundo orden, proceso que es acentuado posteriormente
con
la diferen
ciacin social.
Cualquier
vuelta atrs
puede
observarse
como
un peligro,
por
ejemplo,
las
comunicaciones
acerca de la sociedad cognoscitivamente consensual nos recuerdan
el
cuento
del ropaje invisible del
emperador
chino,
cuyo
vestido
era
el
desvestido
salvo
para
un nio que
no
participaba en la distincin) o
como
se ilustra en el cinc, por ejemplo
en
The Matrx donde
nadie
observa
su propia virtualidad salvo, inexplicablemente, los
sobrevivientes del consenso, aunque eso no es tan evidente porque el observador -como
tambin podra serlo
para e o ~ puede
entramparse, indicando que
amhos
mundos son
virtuales incluso, por qu
/ lO
el del
mismo
espectador) 23).
De
hecho, la
epistemologa
construetivista, en
s
misma,
l
sustituir la
premisa
de
un
mundo
en comn expuesto a su observacin, se constituye
en
una
del tipo
second
order cybemetics
aplicada a la sociedad, donde se explican las formas
con que
la reali
dad
se autogenera
utilizando los mecanismos del
feedback
y
del
enlazamiento
recursivo
24) Luhmann 1999a:72). De hecho, la distincin de las distinciones,
sistcma
entorno,
pertenece al plano de la observacin de segundo orden
Luhmann
199ge:35) y puede,
junto
a la
de
latente manifiesto, utilizarse
como
punto ciego para la observacin de
ohservadores.
Siempre
cuando se reflexiona sobre
esquemas
de distincin se aplica
una
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Explorando Caminos
observacin de segundo orden.
A travs de la comunicacin de una observacin puede ofrecerse una observacin
de segundo orden para una observacin de primer orden, no se requiere saber qu sucede
dentro de los sujetos algo que evidentemente no se puede
saber
nunca
como
tampoco
se necesita conocer la esencia de las cosas Luhmann 1999b: 121). Por eso. en los siste-
mas sociales las distineiones
y
sus formas aplicadas
en
la observacin se
exponen
a la
observacin externa,
en
tanto son comunicaciones que se realizan
en
el lenguaje. Esa
apertura entraa para las ciencias sociales, la posibilidad de su particular y exclusivo
quehacer. porque el lenguaje acopla la sociedad con los individuos. a sus conciencias
con la comunicacin.
Esto quiere decir que el lenguaje construye un medio a travs de sonidos,
nos. ctc. . que enlaza formas, haciendo posibles incluso los conceptos de individuo o de
sociedad
y
poniendo a disposicin de los sistemas participantes la diferencia especfica
entre medio y forma
como
medio. de manera tal que tanto en las conciencias como en la
comunicacin puedan formarse formas lingsticas que posibilitan acoplamientos y
desacoplamientos entre operaciones de conciencia y operaciones comunicativas Luhmann
1999a:87). Esto se observa en el sistema psquico, cuando se aprecia que el lenguaje
hechiza la conciencia Lubmann 1999a:87), reduciendo sus grados de libertad mientras
hace
correr
comunicacin aunque siempre sea posible percibir o
experimentar
conteni-
dos de sentido no lingsticamente comunicados.
En el medio del lenguaje se pueden observar operaciones de observacin, sin
estar incluidas en ellas. Pues, si bien el lenguaje es un medio para l observacin, no
sera l sistema que posibilita la construccin del conocimiento como operacin real
Luhmann 1999a:87). En este caso el medio no es la realidad, ms bien. su aporte consis-
te en favorecer los acoplamientos entre sistemas, entre los cuales no hay la ms mnima
interseccin operativa.
Como
aclara Luhmann 1999a: 88) para la realizacin de las operaciones cognitivas
que generan conocimiento de la realidad, tanto en las conciencias como en los sistemas
sociales, intervienen muchas determinaciones que no pueden ser explicadas slo a partir
de condicionalidades lingsticas
y
que requieren otros anlisis psicolgicos o sociales.
Por ejemplo. en la sociedad pueden coexistir simultneamente mltiples dominios rea-
les, incluso contradictorios. y en sus planos el poder, la fe, el dinero, l prestigio o el
amor juegan un importante rol en las constituciones de realidad. Ese es otro
tema que
el
observador debe poner en juego focalizando sus observaciones en la realidad.
ntesis
En este artculo desarrollamos los aportes explcativos del constructivismo con rela-
cin a las operaciones cognitivas de los sistemas y su integracin con la teora de la autopoiesis,
tambin exploramos sus aclaraciones acerca de los mecanismos que pemliten aplicar obser-
vaciones y producir conocimientos. Dicho en forma sinttica, presentamos, en una versin
preliminar, el constructivismo operativo que refiere a sistemas sociales, que observan y que
con ello constituyen sus mundos de realidad. Tratamos con una teora del conocimiento ori-
ginaL desapegada de consideraciones a las propiedades indi viduales de organismos o sujetos
cognoseentes, y de definiciones de sociedad basadas en criterios ontolgicos, reiterativas en
teleologas o enfoques analticos, y que se presenta, por l contrario, como una genuina epis-
temologa de distnciones y que slo de distinciones se compone. Intentamos demostrar que
se est frente a una herramienta til para comprender a una sociedad en cambios acelerados
y
que es constitutiva y constituyente de lo mltiple y diverso, donde la observacin de segundo
orden es el principal recurso cognitivo para igualarse a su complejidad y desde la cual puede
observarse como se entrelazan autorreferencialmente observaciones, conocimientos y las
comunicaciones que sostiene su viabilidad.
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Noticias sobre Niklas Luhmann
Niklas Luhmann naci el 8 de diciembre del ao 1927 en Lneburg y falleci el
viernes 6 de noviembre de 1998 en Oerlinger-Bielefed. Su obra global, como sus aporta
ciones especficas, conforma textos bsicos de teora social contempornea, cuyos con
tenidos, despojados de los obstculos epistemolgicos de sus predecesores, inauguran
una perspectiva global para absorber comprensivamente la complejidad contempornea.
Desde el ao 1969, cuando Luhmann fue incorporado como el primer
Professor
de la recin fundada Universidad en Bielefeld, se propuso elaborar una teora de la socie
dad. Esta culminara con la publicacin de Die GeselIschaft der Gesellschaft (1997), su
proyecto acadmico durante treinta aos. En
l
intertanto, como adelantos, ms de cua
renta libros lo constituyeron en centro de atraccin para los cultores de las ciencias so
ciales, Entre esas obras destacamos Soziale Systeme. Grundisse einer AlIgemeinen Theorie
(1984) -de uyo impacto fuimos testigos en Europa- y luego Die Wissenschaft der
GeselIschafl (1990). Paralelamente, en centenares de publicaciones se aplic en esclare
cer las operaciones de sistemas sociales como la economa, el arte.
el
derecho, la reli
gin,
la
familia, la ciencia,
la
educacin, mientras simultneamente. sus intereses se
volcaban en temticas histricas o fenmenos emergentes como
l
riesgo, las organiza
ciones formales, la ecologa, los mass media y los movimientos sociales. Asumiendo la
teora de los sistemas sociales como panptico de la sociedad contempornea, recorri
sus temas, problematizndolos desde sus bases:
la
unidad de lo social.
En parte, el impacto de la obra luhmanniana reside en proyectar su original con
cepto de reflexividad social (1966) en
la teora de los sistemas autopoiticos (Maturana
1973) y ubicar al centro de su observacin la complejidad social. Desde tales lineamentos
abarc todas las variedades de vinculaciones sociales: sociedades, sistemas sociales par
ciales, organizaciones formales, movimientos sociales, interacciones. Con
su
perspecti
va, evolutiva y sistmica, pudo precisar los distintos procesos de construccin de siste
mas sociales e identificar sus equivalencias. As, los distingui como resultados de ope
raciones autorreferenciales y recursivas, qu solo tratan , de comunicaciones de comu
nicaciones y donde las personas son parte de sus entornos.
Observando lo social cmo una expansin de las comunicaciones, ofreci la po
sibilidad de comprender sus dinamismos desde referencias que incluyen las de sus pro
pios observadores. Con ello desapeg las ciencias sociales de una aguda crisis, originada
por la imposibilidad de negar sus autorreferencias cerrndose a problematizar sus funda
mentos. A cambio de ello, el enfoque luhmanniano aporta
un potente instrumentario para
autoobservar y autointerpretar, en toda su complejidad, la versin contempornea lo so
cial, abordndola sin reducirla a predeterminaciones deductivas o nmeros limitados y
excluyentes de factores relacionados linealmente.
Pero en el dominio de lo social nada puede considerarse definitivo. Por ello, no
obstante la seduccin de la propuesta sistmica, sta no debe considerarse como un nue
vo conjunto de verdades, desde las cuales nuestras observaciones deban integrarse y
corroborar. Sus alcanees deben ser evaluados estableciendo su potencial para compren
der, interpretar y anticipar la dinmica de las manifestaciones sociales que nos preocu
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l. Especialmente desde sus obras posteriores a la publicacin de Soziale
SVSfe1l e
en 1984 (vid. Anexo: Noticias sobre Niklas Luhmann)
2. Este tema es pleno de sentido para las ciencias sociales pues slo hay una
autopoiesis de la comunicacin, la que no puede ser asumida desde observadores
externos presupuestos como sistema vivos o conciencias que observan la realidad,
Pues,
qu
tipo de autopoesis sera esa que se excluye de su propia red?
Por
eso,
slo en la sociedad es realmente posible un constructivismo radical que se incluya
a s mismo (Luhmann 1999a:78).
3. Si bien atrado inicialmente por los postulados positivistas, Popper, prontamente
se distancia de sus
principios postulando la imposibilidad de
verificar
empricamente las teoras cientficas, destacando que las nicas proposiciones
verdaderas son las que no nos permiten verificarlas -criterio de falseabildad.
Con tal acercamiento deja a la verdad como un criterio regulatvo del quehacer
cientfico pero, como una meta inalcanzable.
4. Fue el ciberntico von Foerster quien introdujo a este lgico britnico en el foco
de los tericos de sistemas (1979). Con el reconocimiento de Bertrand Russel,
George Spencer-Brown, desarroll en breves
demostradones
principios
de
la
autorreferencia que asumen la tautologa y la paradoja como sus componentes
explicativos (vid. Rodrguez Arnold 1999).
5.
De hecho, son procesos de codificaein de seales electro-qumicas los que
originan nuestros mundos percepti\'os, Esto significa que las percepciones estn
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Exploranuo Caminos
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mucho ms all de la estimulacin sensorial (escuchamos que nos llaman y no
sonidos ) Por eso, entre otras funciones, las organizaciones perceptivas entregan
constancias, aunque los estmulos estn siempre variando. En otro sentido, no es
posible predecir percepciones,
conociendo
nicamente las caractersticas dcl
estmulo.
6. Del se
retiene
como
aporte la idea
que la
autodescripcin
de la
sociedad
contempornea no se deja reducir por monlogos basados en teoras totalizantes
ni
por razones universalmente vinculantes, donde la ilusin de lo singular deja
paso a lo plural, incluso
como
opcin valrica o
como
se dice cn forma ms
elegante, se ha perdido la confianza en expl icaciones macros y se