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HÁBITOS ALIMENTICIOS, ACTIVIDAD FÍSICA Y ENFERMEDADES
EN ADULTOS DE UN BARRIO DE SANTA MARTA
Garcés - Arrieta Geidy Del Carmen*
Ebratt- Ruidyaz Gleidys Paola*
*Enfermera Epidemióloga © Universidad cooperativa de Colombia Seccional Santa Marta
E-mail: [email protected] , [email protected] ORCI
RESUMEN
Los hábitos alimenticios adecuados ayudan a mantener un estilo de vida saludable
y una mejor condición orgánica; la actividad física también es un factor fundamental
para lograr que el individuo disminuya el riesgo de aparición de enfermedades que
pueden afectar el funcionamiento normal del organismo. Objetivo: Determinar la
relación entre los hábitos alimenticios y actividad física como factor de riesgo de
enfermedades crónicas no trasmisibles en una comunidad de Santa Marta.
Materiales y métodos: Estudio cuantitativo, correlacional de corte transversal. La
muestra corresponde a 314 individuos, previa aplicación de criterios de inclusión y
exclusión. Se asociaron las variables relacionadas con hábitos alimenticios y
actividad física con enfermedades como hipertensión arterial, diabetes y colesterol
alto en adultos. Resultados: La actividad física resultó asociarse a la presencia de
diabetes, así como la práctica de deporte o ejercicios intensos. No se encontró
asociación entre actividad física moderada en el trabajo y la presencia de diabetes.
Ningún tipo de actividad física se asoció a la presencia de colesterol alto. El
sedentarismo solo resultó asociarse a la presencia de diabetes. Conclusiones: El
consumo de frutas y verduras representan un comportamiento positivo en los
habitantes de la comunidad “La Bolivariana” con relación a los hábitos alimenticios,
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en contraste a esto la práctica de la actividad física intensa y/o moderada no
muestra el mismo comportamiento. Los resultados muestran que la buena
alimentación es el hábito saludable que más practican, a través del consumo de
frutas y verduras.
Palabras clave: Hábitos, conducta alimentaria, enfermedades no transmisibles,
ejercicio (Fuente: DeCs).
SUMMARY
Proper eating habits help maintain a healthy lifestyle and a better organic condition;
Physical activity is also a fundamental factor in getting the individual to reduce the
risk of diseases that can affect the normal functioning of the organism. Objective:
To determine the relationship between eating habits and physical activity as a risk
factor for chronic non-communicable diseases in a community in Santa Marta.
Materials and methods: Quantitative, correlational cross-sectional study. The
sample corresponds to 314 individuals, following application of inclusion and
exclusion criteria. The variables related to eating habits and physical activity were
associated with diseases such as high blood pressure, diabetes and high cholesterol
in adults. Results: Physical activity was associated with the presence of diabetes,
as well as the practice of sports or intense exercises. No association was found
between moderate physical activity at work and the presence of diabetes. No
physical activity was associated with the presence of high cholesterol. Sedentary
lifestyle only turned out to be associated with the presence of diabetes.
Conclusions: The consumption of fruits and vegetables represents a positive
behavior in the inhabitants of the community "La Bolivariana" in relation to eating
habits, in contrast to this the practice of intense and / or moderate physical activity
does not show the same behavior. The results show that good eating is the healthy
habit they practice most, through the consumption of fruits and vegetables.
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Key words: Habits, Feeding Behavior, Noncommunicable Diseases, Exercise
(Source: DeCs).
Palabras chaves: Hábitos, Comportamento Alimentar, Doenças não
Transmissíveis, Exercício (Fonte: DeCs).
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INTRODUCCION
Los hábitos alimenticios adecuados ayudan a mantener un estilo de vida saludable
y una mejor condición orgánica (1); la actividad física también es un factor
fundamental para lograr que el individuo disminuya el riesgo de aparición de
enfermedades que pueden afectar el funcionamiento normal del organismo (2).
Tener buenos hábitos alimenticios se caracteriza por consumir nutrientes
esenciales y equilibrados, lo que permite alcanzar el crecimiento y desarrollo ideal
según la etapa de vida del ser humano (3). Cuando se omite el consumo de una
alimentación adecuada y falta de actividad física, se puede llegar a una pérdida del
equilibrio orgánico que afecta la condición de salud del individuo (4)(5)(6), como la
presencia de Enfermedades crónicas no trasmisibles entre las cuales se encuentran
las enfermedades cardiovasculares (como los ataques cardiacos y los accidentes
cerebrovasculares), el cáncer, las enfermedades respiratorias crónicas (como la
enfermedad pulmonar obstructiva crónica y el asma) y la diabetes (7); además de
reducir la inmunidad y alteraciones en el desarrollo físico y mental, si se lleva una
práctica alimentaria adecuada acompañada de actividad física estas alteraciones
tienen menor riesgo de padecerse (8)(9).
En los últimos años se ha producido un aumento lineal en la esperanza de vida de
los países industrializados. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS)
indican que cada década aumenta la expectativa de vida en aproximadamente 2,3
años, lo que permitirá que hacia el año 2040 no sea raro alcanzar los 120 años de
vida, el límite que se considera el techo de vida para la especie humana (10). En
Colombia la población mayor a 59 años pasó de 2.142.219 en el año 1985, a
5.752.958 en el año 2018, con un crecimiento anual del 3.5%, superior al 1,7% de
la población total. Para el año 2020, por cada 100 personas en edad
económicamente activa, habrá 20 personas mayores de 59 años (11). Por lo anterior
la población adulta se está acelerando, mostrando estadísticamente que las
personas pueden aspirar a vivir hasta más allá de los 60 años, Esto es de gran
importancia debido a que en esta etapa de vida hay profundas consecuencias para
5
la salud, como es padecer de enfermedades crónicas, lo cual repercute en los
sistemas de salud y su presupuesto (10).
Las enfermedades no transmisibles (ENT) causan la muerte a 41 millones de
personas cada año, lo que equivale al 71% de las muertes que se producen en el
mundo; por grupos de edad, mueren por ENT 15 millones de personas de entre 30
y 69 años de edad; más del 85% de estas muertes "prematuras" ocurren en países
de ingresos bajos y medianos. Las enfermedades cardiovasculares constituyen la
mayoría de las muertes por ENT (17,9 millones cada año), seguidas del cáncer (9,0
millones), las enfermedades respiratorias (3,9 millones) y la diabetes (1,6 millones)
(12)(13). De acuerdo al Análisis de la Situación de Salud (ASIS) en Colombia las
enfermedades no trasmisibles en etapas de la vida como los jóvenes y los adultos
se convirtieron en las principales causas de atención en salud en el 2017 (14). En
la Región Caribe Colombiana, el distrito de Santa Marta, la presentación de
enfermedades no trasmisibles mostró su mayor impacto en enfermedades de tipo
cardiovascular; pasando de un 18% en 2009 a un 20.78% en 2017, seguida de
condiciones orales en 2009 con un 9.41% pasa a 15.40% en 2017 y en tercer lugar
se encuentra la diabetes mellitus que en 2009 tuvo un 3.25% presento tendencia
creciente para el 2017 con 4.78% (14).
La última Encuesta Nacional de la Situación Nutricional (ENSIN) realizada en 2015
por el Ministerio de Salud y Protección Social, evidenció que uno de cada tres
jóvenes y adultos tiene sobrepeso (37,7%), mientras que uno de cada cinco es
obeso (18,7%), el sobrepeso tuvo un aumento considerable en la edad adulta del
56.4% de la población, siendo más afectadas las mujeres con un 22.4% y los
hombre con 14.4% (15), con un consumo bajo en frutas, verduras y hortalizas
agudizándose en los estratos sociales más bajos. La ENSIN también hace
referencia a la inseguridad alimentaria, la cual ha ido en disminución hacia el 54.2%
para el 2015 en relación con las encuestas anteriores, con un 57.7%; a pesar de
esta reducción la mitad de los hogares colombianos persisten con la dificultad en la
disponibilidad, acceso y consumo oportuno de alimentos, lo que conlleva a que no
6
se generen hábitos alimenticios adecuados aumentando el consumo abundante de
harinas, grasas saturadas y azucares (15).
La actividad física es cualquier movimiento corporal voluntario que aumente el gasto
energético y se convierte en un factor indispensable para el mantenimiento de un
estilo de vida saludable. En Colombia el 46,5% de los adultos entre 18 a 64 años
no cumple con las recomendaciones de actividad física (16). Con base a lo anterior,
se recomienda realizar actividad física como caminar, montar bicicleta, aeróbicos
de bajo impacto, e incluso las actividades de limpieza en la casa entre otras; con
estas actividades se logran alcanzar los beneficios esperados en salud, con un alto
grado de seguridad, disminuyendo la probabilidad de dolor, y contribuyendo de esta
forma a evitar la presencia de Enfermedades No Trasmisibles (17)(18).
El ambiente físico juega un papel fundamental en la creación de un buen estilo de
vida; de tal forma que si un individuo está satisfecho con el entorno que le rodea
como los parques, jardines y calles recreativas, estos poseen una dimensión que
fortalece y restaura la salud y el bienestar del individuo (19). La actividad física
acompañado de una buena alimentación son factores principales para la promoción
y mantenimiento de una buena salud, lo que representaría una reducción sustancial
de la morbimortalidad de estas enfermedades a nivel mundial (5)(8) . Los hábitos
saludables en las diferentes etapas de la vida ya se encuentran definidos, estos
pueden cambiar por diversos factores estructurales y funcionales que pueden
vulnerar la salud del individuo, como son los factores fisiológicos (sexo, edad,
herencia genética, estados de salud), factores ambientales (disponibilidad de
alimentos), factores económicos, o factores socioculturales (tradición gastronómica,
creencias religiosas, estatus social, estilos de vida)(20); estas últimas cobran gran
relevancia a la hora de que el individuo se motive a establecer buenos hábitos
alimenticios con consumo adecuado de todos los nutrientes esenciales (20) .
Desde la perspectiva de hábitos alimentarios se ve condicionada por muchas
creencias, tradiciones y culturas (21). Por ejemplo en la costa Caribe se observa
7
que se consumen alimentos altos en sal, grasa y harinas, esto relacionados a los
factores culturales y económicos; además los factores educativos que también ha
influenciado en el patrón alimentario (22), estos se ha observado que varía según
el grado de escolaridad de las personas y familia, no siendo únicamente los
patrones alimentarios que cambian según la escolaridad, sino que también el
horario de las comidas, los métodos de preparación, almacenamiento y otros (1).
Este estudio contribuirá de forma significativa al aporte de conocimientos a la
comunidad acerca de los hábitos alimenticios y actividad física y enfermedades no
trasmisibles. De igual manera resaltar la necesidad de contar con los individuos, la
familia y la comunidad como agentes de su propia salud (23), para así conocer
respuestas a los cambios que generan nuevas necesidades de cuidados, fortalecer
la línea alimentación y cuidado para prevención de enfermedades. Los buenos
hábitos conforman las costumbres, actitudes, formas de comportamientos que
asumen las personas ante situaciones concretas de la vida diaria las cuales
conllevan a formar y consolidar pautas de conducta y aprendizajes que se
mantienen en el tiempo y repercuten (favorable o desfavorablemente) en el estado
de salud, nutrición y el bienestar (1). El envejecimiento en sí mismo un proceso cuya
calidad está directamente relacionada con la forma como la persona satisface sus
necesidades a través de todo su ciclo vital (24), además de disminuir la calidad de
vida de este colectivo humano, comprobando que son componentes fundamentales
para la conservación de la autonomía funcional en el desarrollo de un
envejecimiento exitoso (25). Si bien la desnutrición y la falta de actividad física no
es un trastorno inherente del proceso de envejecimiento (26); se convierte en
factores de riesgo cuando se padece enfermedades crónicas (27).
Por lo anterior esta investigación tuvo como objetivo principal determinar la relación
entre los hábitos alimenticios y actividad física como factor de riesgo de
enfermedades crónicas no trasmisibles en una comunidad de Santa Marta.
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MATERIALES Y METODOS
Estudio cuantitativo, correlacional de corte transversal. La población corresponde a
los habitantes en edades entre 18 – 80 años en una comunidad de la ciudad de
Santa Marta, ubicada en el barrio “La Bolivariana”, La muestra corresponde a 314
individuos, previa aplicación de criterios de inclusión y exclusión.
Los criterios de exclusión fueron discapacidad cognitiva y física, residentes
ocasionales de la vivienda y edades por fuera del rango establecido para el estudio.
La muestra se definió, teniendo en cuenta el número aproximado de viviendas en el
lugar de aplicación, calculado en 1.500, a través de Netquest - Statistical Calculators
de muestras para proporciones con un riesgo a priori del 25% y una frecuencia
esperada del 50 %, con un intervalo de confianza del 95% (28).
El instrumento de recolección de información utilizado fue el Stepwise (Cuestionario
básico y cuestionario ampliado) llamado Método progresivo de la OMS para la
vigilancia de los factores de riesgo de las enfermedades crónicas (STEPS) (29).
Validado para América Latina y Colombia por diferentes autores (30)(31)(32).
El análisis de datos se realizó mediante el paquete estadístico SPSSS versión 25.
Se obtuvieron frecuencias absolutas y relativas para las variables cualitativas.
Asimismo, se establecieron asociaciones a través de la prueba estadística Chi
cuadrado y el test de Fisher teniendo como nivel de significación el 5%. Se
asociaron las variables relacionadas con hábitos alimenticios y actividad física con
enfermedades como hipertensión arterial, diabetes y colesterol alto en adultos.
La presente investigación es considerada de bajo riesgo acorde con la resolución
008430 del 04 de octubre de 1993 y se aplicó consentimiento informado, además
de mantener la confidencialidad de la identidad de los pacientes.
9
RESULTADOS
Dos terceras partes de los participantes del estudio pertenecen al sexo masculino,
así como también son mayores de 40 años en esa misma proporción. La tercera
parte de los encuestados tienen estudios superiores a secundaria mientras que el
57% (179) de los encuestados tienen pareja actualmente. Ver tabla 1.
Tabla 1. Características sociodemográficas de los participantes del estudio. Hábitos alimenticios,
actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
SEXO N %
Femenino 100 31,8
Masculino 214 68,2
EDAD N %
18 a 19 14 4,5
20 a 29 40 12,7
30 a 39 55 17,5
40 a 49 61 19,4
50 a 59 56 17,8
60 a 69 60 19,1
70 a 70 23 7,3
80 a 89 5 1,6
NIVEL ESCOLARIDAD N %
Ninguno 12 3,8
Primaria 68 21,7
Secundaria 135 43,0
Técnico o tecnólogo 64 20,4
Universitaria 35 11,1
ESTADO CIVIL N %
Soltero 95 30,3
Casado/ unión libre 179 57,0
Viudo/divorciado 40 12,7
Total 314 100,0
10
Fuente: Elaboración Propia 2019
El 14% (45) de los encuestados no consume frutas ningún día de la semana. Cerca
de la cuarta parte afirma comer frutas todos los días de la semana. Entre los que
han sido diagnosticados con diabetes es más frecuente el consumo de frutas con
excepción de la frecuencia de todos los días de la semana. Lo más frecuente es
comer solo una porción de frutas. Solo el 14,6% (46) consume 5 o más porciones
de frutas. Ninguno de los diagnosticados con diabetes digiere más de 5 porciones
de frutas. Ver tabla 2.
En relación al consumo de verduras, el 5% (17) no consume verduras en la semana.
La mitad de los habitantes encuestados señala que todos los días de la semana
consume verduras. El consumo de verduras se asemeja entre los que se encuentran
diagnosticados y no de diabetes. Asimismo, el 58% (183) afirma consumir 5 o más
porciones al día. Ninguno de los diagnosticados con diabetes digiere más de 5
porciones de verduras. Ver tabla 2.
El no comer frutas ningún día de la semana es más frecuente en los no
diagnosticados con hipertensión. Sin embargo, hay mayor número de participantes
de los que no padecen de hipertensión en el grupo de habitantes que comen frutas
todos los días de la semana. Asimismo, los no diagnosticados con hipertensión
tienden a consumir más de 5 porciones de frutas en contraste con los
diagnosticados. Ver tabla 2.
La proporción de los que no comen verduras es semejante entre los diagnosticados
y no de hipertensión. Asimismo, la proporción de los que consumen 5 o más
porciones al día es ligeramente mayor en los no diagnosticados con hipertensión.
Ver tabla 2.
El no comer frutas ningún día de la semana es más frecuente en los no
diagnosticados con colesterol alto. Sin embargo, hay mayor número de participantes
11
de los que no padecen de colesterol alto en el grupo de habitantes que comen frutas
todos los días de la semana. Asimismo, los no diagnosticados con colesterol alto
tienden a consumir más de 5 porciones de frutas en contraste con los
diagnosticados. Ver tabla 2.
Todos los diagnosticados con colesterol alto consumen verduras al menos un día a
la semana. Sin embargo, ninguno de ellos come 5 o más porciones al día. Ver tabla
2.
Tabla 2. Hábitos alimenticios según presencia de Diabetes, Hipertensión y Colesterol alto. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
¿Cuántos días come fruta en la semana?
DIABETES HTA COLESTEROL ALTO
SI % NO % SI % NO % SI % NO %
1 4 12,1 35 12,5 16 16,8 23 10,5 2 7,7 37 12,8
2 6 18,2 50 17,8 17 17,9 39 17,8 5 19,2 51 17,7
3 9 27,3 58 20,6 19 20 48 21,9 7 26,9 60 20,8
4 1 3 9 3,2 7 7,4 3 1,4 3 11,5 7 2,4
5 2 6,1 14 5 9 9,5 7 3,2 3 11,5 13 4,5
6 0 0 8 2,8 0 0 8 3,7 0 0 8 2,8
7 6 18,2 67 23,8 19 20 54 24,7 5 19,2 68 23,6
0 5 15,2 40 14,2 8 8,4 37 16,9 1 3,8 44 15,3
¿Cuántas porciones de fruta se consume al día?
SI % NO % SI % NO % SI % NO %
1 19 57,6 175 62,3 63 66,3 131 59,8 17 65,4 177 61,5
2 4 12,1 42 14,9 10 10,5 36 16,4 3 11,5 43 14,9
3 5 15,2 14 5 9 9,5 10 4,6 2 7,7 17 5,9
4 5 15,2 4 1,4 4 4,2 0 0 3 11,5 1 0,3
6 0 0 46 16,4 9 9,5 42 19,2 1 3,8 50 17,4
¿Cuántos días come verdura en la semana?
SI % NO % SI % NO % SI % NO %
1 3 9,1 17 6 8 8,4 12 5,5 0 0 20 6,9
2 2 6,1 16 5,7 10 10,5 8 3,7 2 7,7 16 5,6
3 2 6,1 18 6,4 9 9,5 11 5 4 15,4 16 5,6
4 1 3 7 2,5 2 2,1 6 2,7 0 0 8 2,8
5 1 3 29 10,3 6 6,3 24 11 1 3,8 29 10,1
6 8 24,2 35 12,5 7 7,4 36 16,4 6 23,1 37 12,8
12
7 16 48,5 142 50,5 47 49,5 111 50,7 13 50 145 50,3
0 0 0 17 6 6 6,3 11 5 0 0 17 5,9
¿Cuántas porciones de verdura se consume al día?
SI % NO % SI % NO % SI % NO %
1 26 78,8 219 77,9 72 75,8 173 79 21 80,8 224 77,8
2 8 24,2 34 12,1 7 7,4 14 6,4 4 15,4 17 5,9
3 9 27,3 42 14,9 6 6,3 11 5 1 3,8 16 5,6
4 0 0 8 2,8 2 2,1 0 0 0 0 2 0,7
5 0 0 40 14,2 2 2,1 6 2,7 0 0 8 2,8
6 0 0 24 8,5 0 0 4 1,8 0 0 4 1,4
7 0 0 119 42,3 6 6,3 11 5 0 0 17 5,9
Fuente: Elaboración Propia 2019
La actividad física resultó asociarse a la presencia de diabetes, así como la práctica
de deporte o ejercicios intensos. No se encontró asociación entre actividad física
moderada en el trabajo y la presencia de diabetes. Del mismo modo, el caminar o
usar bicicleta en los desplazamientos no se asocia a la presencia o no de diabetes
como tampoco la práctica de deporte o ejercicios moderados. Ver tabla 3.
La actividad física no resultó asociarse a la presencia de hipertensión. Del mismo
modo ocurrió con la práctica de deporte o ejercicios intensos. La única actividad
física asociada a la presencia de hipertensión fue la actividad física moderada en el
trabajo. Ver tabla 3.
Ningún tipo de actividad física se asoció a la presencia de colesterol alto. Ver tabla
3.
Tabla 3. Actividad física según presencia de Diabetes, Hipertensión y Colesterol alto. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
Realiza actividad física intensa
DIABETES HTA COLESTEROL ALTO
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI % NO % Prob. chi cuadrado
SI % NO % Prob.
test de fisher
13
SI 0 0 40 100 0,0124
17 42,5 23 57,5 0,071
3 7,5 37 92,5 0,99
NO 33 12 241 88 78 28,5 196 71,5 23 8,4 251 91,6
Exige su trabajo actividad física moderada
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI % NO % Prob. chi cuadrado
o SI % NO %
Prob. test de fisher
SI 2 3,8 50 96,2 0,1335
22 42,3 30 57,7 0,038
3 5,8 49 94,2 0,5912
NO 31 11,8 231 88,2 73 27,8 189 72,2 23 8,8 239 91,2
Camina o usa bicicleta en sus desplazamientos
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI % NO % Prob. chi cuadrado
SI % NO % Prob. chi cuadrado
SI 23 12,8 157 87,2 0,1408
61 33,9 119 66,1 0,104
19 10,6 161 89,4 0,09
NO 10 7,5 124 92,5 34 25,4 100 74,6 7 5,2 127 94,8
Practica deporte o ejercicios intensos
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI % NO % Prob. chi cuadrado
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI 0 0 47 100 0,0075
13 27,7 34 72,3 0,674
5 10,6 42 89,4 0,5642
NO 33 12,4 234 87,6 82 30,7 185 69,3 21 7,9 246 92,1
Practica deporte o ejercicios moderados
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI % NO % Prob. chi cuadrado
SI % NO % Prob.
test de fisher
SI 2 5,4 35 94,6 0,3968
14 37,8 23 62,2 0,285
4 10,8 33 89,2 0,5267
NO 31 11,2 246 88,8 81 29,2 196 70,8 22 7,9 255 92,1
Fuente: Elaboración Propia 2019
El sedentarismo solo resultó asociarse a la presencia de diabetes. Ver tabla 4.
Tabla 4. Sedentarismo según presencia de enfermedades crónicas. Hábitos alimenticios, actividad
física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
DIABETES
SEDENTARISMO SI % NO % Prob. test de fisher
NO 0 0,0 29 100,0 0,0453
SI 33 11,6 252 88,4
HTA
SEDENTARISMO SI % NO % Prob. chi cuadrado
NO 12 41,4 17 58,6 0,171
SI 83 29,1 202 70,9
14
COLESTEROL ALTO
SEDENTARISMO SI % NO % Prob. test de fisher
NO 3 10,3 26 89,7 0,72
SI 23 8,1 262 91,9
Fuente: Elaboración Propia 2019
El consumo de frutas no resultó asociarse a ninguna de las enfermedades crónicas
(diabetes, hipertensión y colesterol alto). Ver tabla 5.
Tabla 5. Consumo de porciones de frutas según presencia de enfermedades crónicas. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
DIABETES
Consumo de frutas SI % NO % Prob. test de fisher
menos de 5 porciones 28 10,6 235 89,4 0,0953
5 o más porciones 5 9,8 46 90,2
HTA
Consumo de frutas SI
NO
Prob. chi cuadrado
menos de 5 porciones 86 32,7 177 67,3 0,743
5 o más porciones 9 17,6 42 82,4
COLESTEROL ALTO
Consumo de frutas SI
NO
Prob. test de fisher
menos de 5 porciones 25 9,5 238 90,5 0,0943
5 o más porciones 1 2,0 50 98,0
Fuente: Elaboración Propia 2019
En contraste, el consumo de verduras si resultó asociarse a la presencia de diabetes
e hipertensión. Ver tabla 6.
Tabla 6. Consumo de porciones de verduras según presencia de enfermedades crónicas. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
15
DIABETES
Consumo de verduras SI % NO % Prob. test de fisher
menos de 5 porciones 33 11,6 252 88,4 0,0423
5 o más porciones 0 0,0 29 100,0
HTA
Consumo de verduras SI % NO % Prob. chi cuadrado
menos de 5 porciones 87 30,5 198 69,5 0,032
5 o más porciones 8 27,6 21 72,4
COLESTEROL ALTO
Consumo de verduras SI % NO % Prob. test de fisher
menos de 5 porciones 26 9,1 259 90,9 0,1493
5 o más porciones 0 0,0 29 100,0
Fuente: Elaboración Propia 2019.
Similar a lo encontrado con el número de porciones de frutas consumidas por día,
la frecuencia de días consumiendo frutas tampoco resultó asociarse a la presencia
de diabetes, hipertensión y colesterol alto. Ver tabla 7.
Tabla 7. Días de Consumo de frutas según presencia de enfermedades crónicas. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
DIABETES
Consumo de frutas SI % NO % Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 25 11,5 192 88,5 0,382
5 o más días 8 8,2 89 91,8
HTA
Consumo de frutas SI % NO % Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 67 30,9 150 69,1 0,72
5 o más días 28 28,9 69 71,1
COLESTEROL ALTO
Consumo de frutas SI % NO % Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 18 8,3 199 91,7 0,989
16
5 o más días 8 8,2 89 91,8
Fuente: Elaboración Propia 2019
Solo la hipertensión resultó asociarse a la frecuencia de días consumiendo
verduras. Ver tabla 8.
Tabla 8. Días de Consumo de verduras según presencia de enfermedades crónicas. Hábitos
alimenticios, actividad física y enfermedades en adultos de un barrio de Santa Marta.
DIABETES
Consumo de verduras SI % NO % Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 8 9,6 75 90,4 0,763
5 o más días 25 10,8 206 89,2
HTA
Consumo de verduras SI
NO
Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 35 42,2 48 57,8 0,006
5 o más días 60 26,0 171 74,0
COLESTEROL ALTO
Consumo de verduras SI
NO
Prob. chi cuadrado
menos de 5 días 6 7,2 77 92,8 0,685
5 o más días 20 8,7 211 91,3
Fuente: Elaboración Propia 2019
DISCUSIÓN
El 14% de los encuestados no consume frutas ningún día de la semana. Cerca de
la cuarta parte afirma comer frutas todos los días de la semana; esto, a pesar de las
costosas campañas nacionales e internacionales junto con las intervenciones
comunitarias dirigidas a aumentar la ingesta de futas y vegetales (33)(34). Lo más
frecuente es comer solo una porción de frutas, lo cual según lo reportado por
17
Serdula et al. (2004) y Pem et al. (2015) no es suficiente para garantizar el
mantenimiento o mejora de la salud (33)(35). Solo el 14,6% consume 5 o más
porciones de frutas, lo cual se asoció según Oyebode et al. con un riesgo 29%
menor, de morir por cualquier causa (36).
La actividad física resultó asociarse a la presencia de diabetes, así como la práctica
de deporte o ejercicios intensos, lo cual concuerda con lo reportado por Lynch et al.
(1996) y Dhandevi et al. (2015) quienes refieren la asociación de ejercicios intensos
como factor de protección para la diabetes (33)(37) .
No se encontró asociación entre actividad física moderada en el trabajo y la
presencia de diabetes. Del mismo modo, el caminar o usar bicicleta en los
desplazamientos no se asocia a la presencia o no de diabetes como tampoco la
práctica de deporte o ejercicios moderados, esto concuerdas con lo reportado por
Thune et al. quien reporta que actividades físicas menores a 30 minutos diarios,
consideradas como moderadas no representan un factor de protección para
diabetes (27).
La actividad física no resultó asociarse a la presencia de hipertensión. Del mismo
modo ocurrió con la práctica de deporte o ejercicios intensos, esto contrasta con lo
reportado por Hapaanen et al. (1997), Serdula et al. (2004), Pem et al. (2015)
asociaciones entre la actividad física o ejercicios intensos con la hipertensión
arterial. La única actividad física asociada a la presencia de hipertensión fue la
actividad física moderada en el trabajo, probablemente debido a la frecuencia de la
misma.
Ningún tipo de actividad física se asoció a la presencia de colesterol alto; esto
contrasta con lo reportado por Katzmarzyk et al. (2001) y Monda et al. (2009)
quienes reportan asociaciones importantes entre la actividad física y los niveles de
colesterol alto (38)(39).
El sedentarismo solo resultó asociarse a la presencia de diabetes, lo cual concuerda
con lo reportado por Hu et al. (1999), quien refiere que las actividades físicas
18
moderadas a intensas, resultaron en magnitudes comparables de reducción de
riesgos (40).
El consumo de verduras si resultó asociarse a la presencia de diabetes e
hipertensión, posiblemente debido a que como lo reporta Dhandevi et al (2015) la
poca variedad y adecuada escogencia de verduras impide que se manifieste su
efecto protector (33).
CONCLUSIÓN
El consumo de frutas y verduras representan un comportamiento positivo en los
habitantes de la comunidad La Bolivariana con relación a los hábitos alimenticios,
en contraste a esto la práctica de la actividad física intensa y/o moderada no
muestra el mismo comportamiento como resultado a esto el sedentarismo en la
población.
En cuanto a las enfermedades no trasmisibles la población muestra ser en general
sana con el 87% sin presentar enfermedades crónicas no trasmisibles como
diabetes, hipertensión y colesteroles altos, teniendo en cuenta que
aproximadamente el 80% de los sujetos no tiene antecedentes familiares con este
grupo de enfermedades. En los sujetos se observa medidas antropométricas
adecuadas y acorde a la edad, no mostrando factores de riesgo metabólicos.
Los resultados del estudio muestran que los hábitos alimenticios determinan una
relación más fuerte que la actividad física en el comportamiento del organismo,
evidenciando una población con menor porcentaje de enfermedades no trasmisibles
y siendo la alimentación el hábito saludable que más practican, a través del
consumo de frutas y verduras.
Aunque la mayoría de los habitantes participantes del estudio, tienen un regular
consumo de frutas y verduras en promedio de 1 porción por día, y no tienen hábitos
de realizar actividad física y aunque estos no se relacionen con la aparición de
19
enfermedades crónicas no trasmisibles como la Hipertensión Arterial, Colesterol y
Diabetes, no deja de constituir una preocupación para la salud, teniendo en cuenta
que no se cumple las recomendaciones establecidas por organismos mundiales y
nacionales. De forma local, se debe realizar fomento de autocuidado por medio de
la educación en salud, de tal manera que las comunidades tomen conciencia de la
importancia de mantener hábitos de vida saludable como determinante en el
mejoramiento de la salud.
20
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