TALLER “HUERTOS FAMILIARES BIOINTENSIVO”
Comunidad “San Nicolás”
23/02/2011 Memoria realizada por Claudio Figueroa
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Comunidad: San Nicolás
Lista de participantes
Rebeca Gregorio Pascual
Juana Alonso Domínguez
Teresita Marquez Francisco
María Francisca Alvarez
Esperanza Pascual Barco
Transito Morales Mauricio
Hilda Francisco Pascual
Zoila García Santiz
Améria Marcos Barco
Reyna Francisco Älvarez
Noemi Santiz Ignacia
Romelia Morales Mauricio
Reyna Pasccual Francisco
Rosa Morales Francisco
Maria Elena Pascual Ramos
María Eugenia García Pérez
Maricela Gómez Román
Sarita García Pascual
Esthela Morales Mauricio
Margarita Francisco Santiz
Marbella Pascual Francisco
Fecha: 23 de Febrero 2012
Actividad a realizar: Huerto familiar biointensivo
Trabajo previo de las familias
Las familias se encargaron de limpiar el terreno de manera previa a partir de algunas
recomendaciones que se hicieron. El cercado tiene el fin de proteger los cultivos principalmente de
los animales domésticos (gallinas, borregos, chivos, cerdos, etc.) pero también de vientos fuertes
que puedan dañar nuestras hortalizas. El cerco puede ser de cualquier material que se tenga
disponible, bambú, costera, cercos vivos de arbustos, malla de gallinero, etc. En este caso se
hicieron entregas de mallas de gallinero, y se propuso a las familias ir sembrando plantas (chaya,
chanita, gigantón, etc.) al lado de la malla, de manera que vayan creciendo y formando un cerco
vivo alrededor del huerto que proporcione una protección contra los vientos, que también pueda
utilizarse como forraje para animales o para el consumo humano como la chaya.
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Principios básicos del método biointensivo
Para realizar un huerto familiar biointensivo se necesitan ocho pasos importantes a tener en
cuenta:
1. Preparar la cama de siembra de doble excavación 2. Hacer composta para abonar el suelo 3. Hacer siembra cercana 4. Asociar y rotar cultivos 5. Cultivo de carbono, que son plantas que además de alimentarnos, producen material seco
para las compostas. 6. Cultivo de calorías, es decir, sembrar plantas que produzcan mucho alimento en poco
espacio. 7. Uso de semillas nativas o criollas que nosotros mismos podamos producir y seguir
sembrando continuamente. 8. Integralidad del método, es decir, estos principios funcionan si se implementan Todos
Juntos. Usando estos principios no sólo se producen buenas hortalizas, sino que aseguran un suelo sano y lleno de vida para las familias y generaciones futuras.
Construcción de cama biointensiva o doble excavación
La preparación del suelo es fundamental para lograr buenas cosechas con este método.
El punto de partida del método es el diseño y elaboración de la cama de doble excavación, que
permite garantizar un suelo bien aflojado, con buena estructura y por ende con una buena
infiltración del agua y aireación. Con estos beneficios se busca favorecer el desarrollo de las plantas
que se cultivan en la cama. Sin embargo la mayor ventaja de este método no es su alta
productividad en poco espacio o el ahorro de insumos, el beneficio es que reconstruye el suelo 60
veces más rápido que la naturaleza.
En esta ocasión no pudimos contar con una composta ya elaborada para mejorar el contenido de
materia orgánica del suelo pero utilizamos estiércol de vaca en su reemplazo.
La cama se puede hacer del tamaño que se quiera, en nuestro caso realizamos una de:
8 metros con 50 centímetros de largo
1 metro con 20 centímetros de ancho
60 centímetros de profundidad
La razón de las medidas es porque al hacer la doble excavación cuesta un poco de trabajo, con
este largo (8,50 m) no hay desánimo por acabar de prepararla, ya que no queda muy chica ni muy
grande.
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El ancho (1,20 m) es porque resulta más cómoda
para deshierbar, sembrar, o trasplantar y regar.
Estas labores se hacen desde fuera de la cama para
no pisarla y compactar el suelo.
En cuanto a la profundidad (60 cm) puede parecer
mucho, pero tiene el sentido de que las raíces se
desarrollan mejor en suelos blandos, lo que las
ayuda a crecer mejor, resistir a las plagas y
enfermedades.
Pasos de la preparación de la cama
Quitar el zacate y las hierbas del terreno donde se van a hacer las camas (esto lo hicieron las familias de manera previa).
Una vez limpia el área marcamos en el suelo lo que será la cama, para ello utilizamos cuatro estacas que sembramos en cada punta formando un rectángulo de 8,50 m de largo por 1,20 m de ancho. Amarramos un hilo y lo pasamos alrededor de los cuatro puntos y con ceniza fuimos dibujando el espacio que se iba a cavar.
Cuando el suelo es muy duro conviene regar la
tierra y
dejarla reposar dos días. En este caso se encontró con que el tipo de tierra estaba con mucha arcilla y mucha piedra, por lo que fue necesario traer tierra de terrenos más suave para rellenar.
Con el pico se escarbó en un lado de la cama, una zanja de 30 cm de hondo por 40 cm de largo y el 1,20 metro de ancho. La tierra que salió de este espacio la colocamos en el otro extremo de la cama. Y luego aflojamos 30 cm más, esta parte es conveniente realizarla con el bieldo, sin embargo como el suelo estaba duro aún, lo
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hicimos con el pico, esta tierra no se saca sólo se afloja. Posteriormente le agregamos estiércol de vaca, de manera que sirva de abono y mejore la textura del suelo.
Luego volvemos a cavar otra zanja con las mismas medidas: 30 cm. de hondo por 40 cm. de largo y 1,20m de ancho; la tierra que sale de acá nos sirve para tapar la primera zanja, y de la misma manera que con la anterior, aflojamos 30 cm. más y agregamos estiércol.
Estos pasos los fuimos repitiendo hasta terminar, y colocamos una tabla para facilitar la excavación y no pisar la tierra para evitar compactarla.
Todas las participantes fueron alternándose para hacer el trabajo, y mientras algunas cavaban, otras sacaban la tierra y las demás buscaban piedras que sirvieron para poner alrededor de la cama y evitar con ello que se deslave o pierda suelo.
Las compañeras iban desasiendo los terrones que quedaron en la superficie con el fin de mejorar la estructura de la cama para cuando vayamos a realizar la siembra.
Para nivelar la cama se utilizó el azadón, y tmbien fue necesario rellanar con tierra más suave para que quedara más alta debido al tipo de tierra que se encontró en los terrenos. Y por último se regó la cama y dejó reposar quedando lista para sembrar.
Algo muy importante es no olvidar que cuando la cama está preparada se debe tener mucho cuidado de no pisar sobre ella, porque se aprieta la tierra se dificulta el que las plantas puedan beber y comer bien, lo que afecta su crecimiento.
Se quedó programada la fecha de siembra para el día
15 de marzo, de manera que las demás compañeras
pudieran ir realizando la multiplicación de la práctica
en sus propias parcelas.
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