Factores de riesgo y prevención del pie diabético en la región zuliana
Kellyn J. Hernández Chourio
Yadexelys A. Fernández
Castillo
Brisneidy E. Fernández
González
Adriana gonzalez
Jose hurtado
Resumen:
Objetivo:
Identificar los factores de
riesgo relacionados con la
neuropatía diabética en
pacientes evaluados en la
unidad de pie diabético en el
hospital General del sur Dr.
Pedro Iturbe del Estado Zulia.
Método:
En el presente artículo se
empleó el método de revisión
bibliográfica descrito por
Crué Brugueras (2008) quien
explica, como un artículo de
revisión debe realizarse.
Señalando que este se basa
en una exploración amplia,
critica, de análisis y
evaluación, donde el autor
revisa artículos, revistas,
libros y base de datos
relacionados con el mismo
tema a desarrollar.
Resultados: estadísticas
proporcionadas por el
Instituto Zuliano de Diabetes
“INZUDIABETES” indican
que la prevalencia de
diabetes en Venezuela del
año 2014 fue de 4 y 5%,
siendo las cifras más altas
las registradas en el Estado
Zulia con un 8%. De una
población aproximada de 4
millones de habitantes según
la última proyección . Ese
porcentaje se traduce
320.000 zulianos que
padecen de esta afección.
(Adriana) debes leer toda la
información . este pedacito
solo representa un fragmento
de una información que
conseguimos y dejaremos
porque relfeja estudios en el
zulia. debes buscar agregarla
junto con lo de más que
consigas como resultados de
la investigación. Lee
atentamente cada cosa y
recuerda colocar la cita de
los autores en numero y
entre paréntesis. Xj: (3).
DENTRO DEL ARTICULO
DEBES HACER Y
TERMINAR LO QUE SE TE
ASIGNO. BUSCA UN
EJEMPLO DE ARTICULO Y
EN EL ORDEN QUE LE
CORRESPONDA CUANDO
HAGAS TU PARTE LO
AGREGAS A ESTE MISMO
ARCHIVO BORRADOR.
Conclusión: esta revisión de
estudios previos en el tema
indican que el desarrollo de
esta neuropatía esta en
relación con un deficiente
control metabólico y con la
existencia de otras
complicaciones micro
vasculares; así como la
existencia de otros factores
como la hipertensión,
enfermedad coronaria,
obesidad, los cuales
conducen a padecer de esta
enfermedad.(JOSE Te toca
obviamente leer todo luego
de que las muchachas lo
terminen y hacer las
conclusiones de manera
coherente. Si consigues
algún otro artículo debes
agregar a tus conclusiones
igual la bibliografía a manera
de número y colocarla en la
parte final donde dice
bibliografía.
Palabras clave: Diabetes
mellitus, neuropatía
diabética,factores de riesgo.
Abstrac:
ESTO SERA LO ULTIMO
QUE HARE (KELLYN)
LUEGO DE TERMINAR
TODO EL
ARTICULO.PORQUE SI ES
DE MODIFICARLE LA
INTRODUCCION O
RESUMEN AL FINAL ESTO
SI LO HAGO TOCARA
CAMBIARLO.
Key words:
Introducción
La diabetes mellitus (DM) es un
problema de salud pública
actualmente; Puesto que es la
principal causa de amputaciones
no traumáticas de miembros
inferiores en la población
diabética.
Esta generalmente está precedida
por una úlcera que aparece en el
pie del paciente.(1)
Sin lugar a dudas, la identificación
de los pacientes en riesgo es el
primer paso para alcanzar este
objetivo, seguido de la educación al
paciente (2). A través de la
identificación de los factores de
riesgo y focalizar su esfuerzo hacia
la prevención primaria en los
diferentes escenarios de acción,
Igualmente, al hacer un tratamiento
integral del paciente con DM, es
necesario enfatizar en los cambios
en el estilo de vida asociados con la
alimentación y la nutrición, que son
aspectos importantes para prevenir
la lesión en el pie y demás órganos
blanco.
Pie diabético:
Las úlceras y amputaciones de las
extremidades constituyen un gran
problema de salud pública que
genera un alto costo para el
paciente, familiares y sistemas de
salud pública, por tanto, es de
importancia identificar la
etiopatogenia de la ulceración del
pie para lograr la reducción de la
incidencia, morbilidad y mortalidad
de esta patología(3).
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) define al pie diabético
como la infección, ulceración y
destrucción de tejidos profundos de
la extremidad inferior, asociadas a
alteraciones neurológicas y diversos
grados de enfermedad vascular
periférica (4). Actualmente este es
considerado como un síndrome
clínico u complicación crónica grave
de la diabetes mellitus (DM), que
tiene como etiología múltiples
factores que incluyen la presencia
de neuropatía, angiopatía, edema y
afectación de la inmunidad,
originando infección, ulceración y
gangrena de las extremidades
inferiores conllevando a la
hospitalización prolongada de los
pacientes y en algunas ocasiones,
conduciendo a la amputación de los
miembros incapacitando ya sea de
forma parcial o definitiva al
paciente(3).
Las complicaciones vasculares de la
diabetes mellitus representan la
principal causa de morbi-mortalidad
entre la población diabética y dan
lugar a un importante número de
secuelas invalidantes como son la
ceguera, la insuficiencia renal
crónica o la amputación de las
extremidades, y originan una
disminución de la calidad de vida de
los pacientes y un elevado costo.
Esta enfermedad también llamado
“Síndrome del Pie diabético” que
afecta al 15% de los diabéticos a lo
largo de la evolución de su
enfermedad da lugar a frecuentes
ingresos hospitalarios.
Factores de riesgo
Han intentado clasificar los factores
de riesgo para poder predecir la
aparición de una úlcera en el pie
diabético, pero las clasificaciones
suelen estar basadas en la opinión
de expertos. Hoy en día se sabe
que la presencia de neuropatía,
diagnosticada por la ausencia del
reflejo tendinoso Aquíleo, o la
presencia de enfermedad arterial
periférica, determinada por la
medición de la presión transcutánea
de oxígeno menor de 30 mmHg,(2)
son los dos factores de mayor
importancia para el desarrollo de
ulceraciones(2). Cabe mencionar
que dentro de los otros factores que
desencadenan esta patología esta
la presencia de deformidades
óseas, alteraciones en el apoyo
plantar y antecedentes de úlceras.
manifestaciones clínicas :según
varios autores(6,9,12) estas se
dividen en los estadios siguientes:
Estadio I o asintomático. Donde
se comprueba mediante la
exploración física la ausencia de
pulsos en las extremidades
inferiores. Así en la diabetes
mellitus tipo II de más de 12 años
de evolución el 30% de los
pacientes no tienen pulsos distales
palpables y el 10% no tienen pulsos
femorales. Además se puede,
demostrar la presencia de
calcificaciones arteriales en las
radiografías simples, con un
indudable valor pronóstico.
Estadio II :
Este está Definido por la presencia
de claudicación intermitente,
presente en el 20% de los
diabéticos de más de 12 años de
evolución.
Estadio III:
A medida que progresa la
obstrucción arterial va disminuyendo
la tolerancia al ejercicio y a su vez
el dolor va haciéndose más continuo
por lo que la persona debe
detenerse y permanecer en estado
de reposo. cabe destacar que el
dolor se localiza en la parte distal de
la extremidad, generalmente
ubicándose en la que se encuentra
peor irrigada, suele agudizarse por
la noche y el enfermo adopta
posturas antiálgicas y favorecedoras
de la hiperemia, como sentarse en
la cama con los pies colgando,
frotarse la zona dolorosa o dormir
sentado en un sillón. A
consecuencia de la posición
antiálgica ha de originarse un
edema en la extremidad isquémica
por aumento de la presión
hidrostática, además de presentarse
una serie de trastornos tróficos de la
piel, pérdida de vello,
adelgazamiento cutáneo, atrofia
muscular, alteraciones en las uñas
Así como también puede producirse
una reacción inflamatoria del tejido
celular subcutáneo que junto al
edema conforman la hiperemia
típica, que puede llegar a producir
anquilosis de las articulaciones y
retracciones del tipo muscular
considerándosele como un estado
pre-gangrenoso. Por otro lado el
dolor de la isquemia crítica de la
extremidad se diferencia del de la
neuropatía diabética por agudizarse
con la deambulación, mientras que
el de origen neuropático
frecuentemente se alivia.
Estadio IV: este periodo se
caracteriza por necrosis del tejido
que puede variar desde pequeñas
úlceras interdigitales hasta la
gangrena masiva de la extremidad.
En esta fase es cuando aparecen
las lesiones de origen vascular que
forman parte del pie diabético, que
recordemos tiene tres componentes
diferenciados:
-Angiopatía.
-Neuropatía.
-Infección.
Para establecer una graduación del
pie diabético la Sociedad Española
de Angiología y Cirugía Vascular ha
propuesto adoptar la Escala de
Wagner, en función de tres
parámetros que son:
-Profundidad de la úlcera.
-Grado de infección.
-Grado de gangrena.
La estratificación del riesgo a partir
de la detección de los factores de
riesgo en el paciente afectado de
pie diabético, es una herramienta
útil a tener en cuenta para la
elaboración de programas
preventivos puesto que existen
diferentes clasificaciones que
intentan realizar una categorización
de los factores de riesgo en el pie
diabético, basándose en una
estratificación.
(LO QUE ESTA EN MORADO YA
ESTA LISTO) FALTA MODIFICAR
LA INFORMACION QUE SE LES
ASIGNO)
FISIOPATOLOGÍA DEL PIE
DIABÉTICO (BRISNEIDY) LEE
TODO ESTO Y MODIFICALO DE
FORMA COHERENTE QUE LAS
IDEAS NO SE CONFUNDAN SI
CONSIDERAS AGREGARLE
INFORMACION RECUERDA LAS
BIBLIOGRAFIAS. SI POR EL
CONTRARIO TE PARECE MUY
LARGO Y QUIERES RESTAR
INFORMACION PUEDES
HACERLO TAMBIEN.
CONSIDERO QUE FALTA
HABLAR MAS DE FACTORES
COMO OBESIDAD, DIETA Y
ESTILO DE VIDA SI PUEDES
BUSCAR Y AGREGAR ESO
SERIA EXCELENTE.:* SI NECESITAS
APOYO DE JOSE O ADRIANA LES NOTIFICAS..
Neuropatía periférica
La neuropatía sensitiva
es el factor que se asocia de
manera más consistente a la
aparición de úlceras en el pie. Entre
60 y 80% de los pacientes con
úlceras tiene
neuropatía1,2 manifestada por
alteraciones distales tales como
parestesias, disestesias hasta
anestesia completa, lo que favorece
el trauma repetido.
La neuropatía autonómica puede
llevar a artropatía de Charcot y
juega un rol significativo en la
aparición de infección,
disminuyendo las respuestas
vasomotoras y glandulares con la
consiguiente alteración de la
hidratación y regulación térmica de
la piel, lo que genera cambios en
sus características, tales como
sequedad, resquebrajamiento,
edema y fisuras que constituyen
puerta de entrada para la infección3.
Finalmente la neuropatía motora
axonal no es menos importante y
contribuye a la aparición de úlceras
plantares, produciendo atrofia
muscular y desbalance tendíneo
que llevan a alteraciones en las
superficies de apoyo plantar.
Métodos de evaluación simples
como la ausencia de reflejos
aquilianos o la insensibilidad a la
aplicación de un monofilamento de
nylon, designado Semmes-
Weinstein 5.07, son factores
predictores de riesgo de úlceras
plantares1,2.
Enfermedad vascular
La isquemia puede contribuir en ~
30 a 40% a la aparición de úlceras4,
y en mayor medida a la existencia
de gangrena distal, como también
afectar los mecanismos de
cicatrización.
La enfermedad vascular ocurre a
edades más tempranas y tiene un
patrón más difuso y periférico en
extremidades inferiores en
diabéticos1. Hasta 60% de los
diabéticos tienen oclusión de
arterias metatarsianas, en cambio la
incidencia de oclusión aortoilíaca es
similar que en no diabéticos. Se
detecta enfermedad arterial
periférica en ~ 22% de diabéticos
cuyo diagnóstico data de menos de
un año, y en más de 50% de los
diabéticos diagnosticados hace más
de 10 años.
Pese a que la existencia de
disfunción microvascular ha sido
sugerida repetidamente como factor
patogénico en la aparición y falta de
cicatrización del pie diabético la
angiopatía microcapilar, consistente
en un engrosamiento de la íntima,
no sólo no es específica de los
diabéticos sino que tampoco ha
podido ser correlacionada en forma
concluyente con disminución de
flujo y aparición de úlceras1,3
La frecuencia y extensión de la
arteriopatía periférica en los
diabéticos, en ningún caso debe ser
considerada un impedimento para
una adecuada reconstrucción
vascular, y por lo tanto, un
exhaustivo diagnóstico vascular es
fundamental en el manejo del pie
diabético.
Infección
Las infecciones del pie constituyen
la infección de partes blandas más
frecuente en el diabético y pueden
llevar a osteomielitis, amputación o
a la muerte5. El espectro de
infecciones va desde la celulitis
localizada a infecciones profundas
con fasceítis necrozante y/u
osteomielitis. La presencia de
inflamación local, supuración o
crepitación indica infección, pero su
ausencia no la descarta y puede
observarse osteomielitis bajo una
úlcera no inflamatoria. Por otra parte
la existencia de signos inflamatorios
en un pie no ulcerado puede
corresponder a una artropatía de
Charcot. Síntomas sistémicos como
fiebre o calofríos, al igual que
leucocitosis, sólo se presentan en
un tercio de los casos de infección2.
La hiperglicemia en cambio es
común.
La neuropatía predispone a la
infección al permitir puertas de
entrada como úlceras plantares. En
ausencia de úlceras, el 60% de las
infecciones comienza en los
espacios interdigitales, seguido de
la región periungueal en 30% y el
restante 10% en otras zonas3. La
infección se extiende a planos
profundos con celulitis, fasceítis y/u
osteomielitis.
La hipoxia secundaria a la
insuficiencia vascular es otro
importante factor que favorece la
aparición de infección,
contribuyendo los trastornos
metabólicos de la diabetes a la
hipoxia tisular.
La respuesta inmune inespecífica
está disminuida en estos pacientes,
observándose menor actividad
leucocitaria en aspectos tales como
adherencia, migración, quimiotaxis y
actividad bactericida, en especial en
presencia de acidosis1.
Neuropatía, hipoxia y deficiencias
inespecíficas del sistema inmune,
probablemente en ese orden de
importancia, se combinan para
favorecer la aparición y rápida
progresión de la infección en el pie
diabético.
Los agentes participantes en la
infección del pie diabético varían
según se trate de una infección
superficial o profunda. Las
infecciones superficiales agudas
(úlcera no complicada.
La herida se produce como
consecuencia de la interacción, con
diferentes grados de importancia, de
factores neuropáticos, vasculares e
infecciosos. Celulitis, fasceítis,
abscesos, gangrena u osteomielitis
pueden acompañar a la úlcera.
También, en la minoría de los
casos, puede presentarse necrosis
isquémica y/o infecciones de tipo
celulitis u osteomielitis, sin mediar
una úlcera.
Es destacable que estas
condiciones, con frecuencia se
asocian a mínimo dolor y, en la
mayoría de los casos no producen
fiebre, calofríos o manifestaciones
sépticas sistémicas. Por lo tanto la
ausencia de estos síntomas y
signos no debe hacer minimizar la
severidad del problema1.
La alteración de los mecanismos de
reparación en el diabético puede
llevar a un retraso marcado en el
proceso de cicatrización con
tendencia a la cronicidad de las
heridas. Cualquier herida cuyo
proceso de cicatrización no se
ajuste a los parámetros normales
debe ser considerada crónica, lo
que se asocia a un peor pronóstico,
sobre todo si se mantiene abierta
por 4 semanas o más4. Estudios
complementarios
La determinación del estado
circulatorio es clave en el manejo
del pie diabético, en especial si hay
evidencia clínica de isquemia o
gangrena. Aparte de la evaluación
clínica por el médico general y, si es
necesario, por el médico
especialista, los estudios vasculares
no invasores por ecografía
con doppler permiten en la mayoría
de los casos un diagnóstico
circulatorio adecuado. Para
planificar la revascularización se
pueden requerir estudios invasores
con arteriografía.
La radiología simple es de rápido
acceso y permite detectar la
presencia de gas (por infección
anaerobia y/o Gram negativos) o
bien alteraciones óseas como
desmineralización, osteolisis,
reacciones periósticas o reabsorción
periarticular, sugerentes de
osteomielitis. El scanner y la
repetición de la radiología simple
aumentan la sensibilidad para el
diagnóstico de osteomielitis; sin
embargo, la especificidad es baja y
no supera a la de métodos simples
como el "bone probe"22. Los
estudios radioisotópicos también
tienen baja especificidad, en cambio
la resonancia magnética tiene
mayor sensibilidad, especificidad y
valor predictivo.
Los estudios de laboratorio
habituales en general no agregan
más rendimiento; sin embargo, la
presencia de una velocidad de
eritrosedimentación alta no
explicada es, a veces, el único
elemento que permite sospechar
osteomielitis frente a úlceras
aparentemente no complicadas.
MANEJO GENERAL,
HOSPITALIZACIÓN Y
TRATAMIENTO NO
ANTIMICROBIANO
Las medidas de eficacia probada en
el tratamiento del pie diabético
son3,4:
control de la infección,
mediante el uso apropiado de
antibacterianos. Úlceras
superficiales no infectadas no
ameritan tratamiento
antimicrobiano.
desbridamiento quirúrgico.
descarga de la presión.
adecuadas coberturas
("dressing").
reconstrucción vascular.
amputación, en pacientes
con evolución desfavorable.
Cuando no hay amenaza de la
extremidad, estas medidas pueden
ser implementadas con reposo,
desbridamientos ambulatorios y
antimicrobianos orales. Cuando las
úlceras son profundas, hay celulitis,
isquemia o gangrena, lo que en
general amenaza la extremidad, el
manejo debe hacerse hospitalizado
con debridamientos en pabellón y
antimicrobianos endovenosos por
tiempos más prolongados1. El
descontrol metabólico es otro
elemento a considerar para decidir
la hospitalización.
Cirugía
En todos los casos de infección
severa, el desbridamiento quirúrgico
de los tejidos necróticos y de
huesos o fragmentos de huesos
comprometidos es fundamental para
la adecuada cicatrización. El
desbridamiento agresivo y precoz,
en más de 70% de los casos, evita
la amputación y permite preservar el
pie y la función, lo que debe ser el
objetivo del tratamiento4. Una
conducta pasiva, con empleo de
antibacterianos sistémicos y aseos
superficiales, tiene alta tasa de
fracaso y necesidad de amputación
posterior.
Descarga de presión
Todas las medidas de eficacia
probada en el manejo del pie
diabético deben acompañarse de
descarga de presión sobre las
úlceras plantares, factor
fundamental para la cicatrización. El
reposo en la fase inicial y
posteriormente la implementación
de coberturas adecuadas para
aliviar presión, son elementos
terapéuticos de máxima utilidad.
Revascularización
La evaluación vascular seguida de
revascularización agresiva también
ha demostrado ser eficaz en la
preservación de la extremidad. En
pacientes que, después de una
evaluación y manejo agresivos
tienen evolución desfavorable, se
debe considerar la amputación
parcial o total, primando el criterio
de amputación localizada en la
medida de lo posible.
Coberturas
Un ambiente húmedo es importante
para la cicatrización de las úlceras
diabéticas, aunque la experiencia
con diferentes tipos de apósitos es
limitada. Además de optimizar el
ambiente de cicatrización, las
coberturas juegan un papel
importante en disminuir el riesgo de
infección y proteger de presión o
trauma sobre la úlcera. Las
coberturas pueden ser de tul,
espuma hidrofílica, hidrocoloide,
hidrogel, alginato, carbón activo
cubiertas con apósitos tradicionales
o transparentes y tienen
características diferentes en cuanto
a absorción, hidratación, presencia
de factores de crecimiento y costos.
Tratamientos coadyuvantes
El tratamiento integral del pie
diabético incluye un adecuado
control metabólico, el tratamiento
del edema y de factores
nutricionales, tratamiento
psicológico, etc. Estas medidas son
de utilidad en el manejo del pie
diabético; sin embargo, no tienen el
impacto de las medidas indicadas
previamente.
EPIDEMIOLOGÍA
La úlcera del pie constituye una de
las complicaciones más frecuentes
de los individuos con diagnóstico de
DM apareciendo en un 15% de los
pacientes diabéticos, quienes tienen
15 a 40 veces más riesgo de
amputación en comparación con los
no diabéticos, y los hombres, al
menos 50% más que las mujeres.
La incidencia anual total es de 2-3%
y de 7% en los pacientes con
neuropatía (4). Después de una
amputación en la extremidad
inferior, la incidencia de una nueva
úlcera y/o amputación contralateral
a los 2-5años es del 50% y la
sobrevida luego de una cirugía
radical será del 50% y 40% a los 3 y
5 años, respectivamente(5).
CLASIFICACIÓN
Diversas son las causas que
permiten el desarrollo del pie
diabético así como también su
forma de presentación y evolución
clínica, por tanto, es importante
contar con un sistema de
clasificación de las lesiones del pie
diabético que estandarice las
diversas definiciones, permita
evaluar el curso clínico y los
resultados de distintos
tratamientos(6).
Con este propósito, se han creado
distintas clasificaciones
mundialmente aceptadas, dentro de
las cuales se incluye la de Wagner,
Texas, PEDIS, San Elián entre
otras; desde el punto de vista
práctico en la Unidad de Pie
Diabético del Servicio de
Endocrinología del IAHULA se
utilizan las clasificaciones de
Wagner
La evaluación debe estar centrada
en los siguientes aspectos(2,3,16):
1.- Historia clínica general: Debe
incluir datos referentes a la duración
de la enfermedad, control
glucémico, evaluación
cardiovascular, renal y
oftalmológica, estado nutricional,
hábitos psico-biológicos, tratamiento
farmacológico actual, cirugías y
hospitalizaciones previas.
2.- Historia clínica del pie: Tipo de
calzado utilizado, deformidades,
presencia de hiperqueratosis,
infecciones previas, síntomas
neuropáticos (parestesias,
disestesias) así como, síntomas de
claudicación o dolor en la región
gemelar durante la caminata o en
reposo a través de la clasificación
de Fontaine(17).
3.- Historia clínica de las
heridas: Localización, duración,
evento desencadenante,
recurrencia, infección, cuidado de
las heridas, antecedente de cirugía
o trauma previo, presencia de
edema uni o bilateral, pie de
Charcot previo o activo.
4.- Exploración física: Se
recomienda una revisión sistemática
y ordenada con el objetivo de
identificar un pie en riesgo (Wagner
0),lo que permite realizar un
abordaje diagnóstico terapéutico
oportuno y eficaz(3).Esta revisión
debe realizarse en todo paciente
diabético una vez al año y en caso
de la presencia de factores de
riesgo debe ser cada 1 a 6
meses(18). Durante la exploración
del pie es de importancia observar
las características clínicas de las
úlceras presentes que nos permita
diferenciar la etiología isquémica o
neuropática
TRATAMIENTO LOCAL DEL PIE
DIABÉTICO
El manejo local de la úlcera así
como la selección de la técnica de
abordaje de la misma y el proceso
de debridamiento va a depender de
varios factores, entre ellos: la
etiología, las características
morfológicas y la forma de
presentación clínica de la úlcera.
Cuando la infección afecta capas
superficiales, el tratamiento local
con limpieza y debridación
mecánica es usualmente suficiente.
Sin embargo, la presencia de
infección severa requiere
debridamiento quirúrgico; este
último está indicado en abscesos
profundos, fascitis necrotizante,
gangrena gaseosa y síndrome
compartamental. En ausencia de
isquemia el debridamiento será
extenso con la finalidad de remover
la mayor cantidad de tejido
necrótico; en presencia de
isquemia, el drenaje de abscesos y
tejido necrótico se debe realizar
luego de procedimientos de
revascularización(13,37).
Los ápositos utilizados para
debridamiento médico están
diseñados para mantener la herida
limpia y libre de contaminación al
tiempo que promueven la
cicatrización de la misma. En
presencia de una úlcera o herida
abierta con infección asociada se
recomienda mantener un ambiente
húmedo para prevenir la pérdida de
vitalidad celular además que facilita
la migración celular a través del
lecho de la herida y promueve la
angiogénesis y la síntesis de tejido
conjuntivo(19). La elección del
áposito dependerá del grado de
humedad e infección
concomitante (tabla IV)(16,38):
Casi el 90% de los casos
corresponde a la diabetes tipo 2,
el tipo más frecuente. Según la
doctora Victoria Stepenka,
coordinadora de Investigación y
Docencia del instituto, los factores
genéticos ejercen un importante
papel en el desarrollo de la
enfermedad, a lo que se suma un
agravante regional: el estilo de vida
de los zulianos. Han determinado –
en los trabajos de investigación–
que la mayoría de las personas
encuestadas son sedentarias,
pues no hacen actividad física
por lo menos 150 minutos a la
semana (media hora por 5 días),
además en el menú abundan las
grasas y los carbohidratos, junto a
un alto consumo de refresco. Estos
modos de vida llevan a la obesidad,
un factor con gran incidencia en el
desarrollo de este tipo de diabetes.
De acuerdo con la profesora Yoleida
Rivas de Casal, coordinadora de
consultas de alto riesgo, desde hace
12 años el instituto es pionero
Todas estas acciones se enfocan
en intervenir los factores de
riesgo posibles. Aunque es
imposible modificar la herencia
genética –más del 78% de los
encuestados tiene algún familiar
directo que padece de diabetes¬–
Según detalla, las principales
secuelas de la enfermedad son:
ceguera causada por retinopatía
diabética, diálisis por insuficiencia
renal, infartos por enfermedad
arterial coronaria, pie diabético por
enfermedad arterial en los medios
inferiores y enfermedad
cerebrovascular por trombosis en
las arterias, entre otras.
Discusión:
En cuanto a las limitaciones
encontradas por el autor se
encontró que existen factores de
riesgo importantes como lo es el
estado metabólico, los hábitos de
fumar, tiempo de evolución de la
diabetes entre otros.
Uno de los problemas más serios
que enfrentamos los profesionales
encargados de la atención de esta
entidad es que el número de
personas con diabetes aumenta en
cada país a medida que mejoran
sus condiciones socioeconómicas.
Según los estudios realizados por la
Organización Mundial de la Salud,
los problemas del pie en las
personas con diabetes constituyen
la causa más frecuente de ingreso
hospitalario y absorben,
aproximadamente, el 40 % de los
recursos sanitarios disponibles.
Asimismo, se conoce que el 70 %
de las personas que sufren de una
amputación de un pie o pierna
padecen de diabetes. Cada 30
segundos una persona con diabetes
sufre una amputación de pierna en
algún lugar del mundo.
Estudios realizados en el Instituto
de Angiología de nuestro país
encontraron que entre el 60 y el 70
% de las personas con diabetes
existe algún tipo de
macroangiopatía en miembros
inferiores, y entre el 1,0 y el 2,0
tiene o tendrá algún tipo de
amputación. En general, más del
50,0 de todas las amputaciones no
traumáticas en nuestro país se
hacen a personas con diabetes.
Es conocido que más del 85 % de
las amputaciones en miembros
inferiores de las personas con
diabetes responde a úlceras mal
tratadas. Es por eso que una de las
mayores preocupaciones de las
personas con diabetes y del equipo
de salud que las trata es la
presencia de estas lesiones. El
impacto social que esta afección
representa se refleja en la elevada
morbilidad existente.
amputaciones de miembros
inferiores alcanza la cifra de 180 x
100 000 habitantes (5). La alta
frecuencia con la que se presenta
esta complicación de la diabetes ha
sido reconocida a nivel mundial por
su impacto sobre los sistemas de
salud. El Consenso de la Sociedad
Española de Angiología y Cirugía
Vascular estima que esta
enfermedad se presenta entre el 8 y
el 13% de los diabéticos (6), y el
Consenso sobre cuidados del pie
diabético de la Asociación
Americana de Diabetes efectuado
en Boston en 1999, estimó la
prevalencia en el 15% de los
diabéticos (7). Varios investigadores
del tema coinciden en la necesidad
de establecer programas dirigidos a
la educación y prevención de las
complicaciones de esta enfermedad
Conclusiones: Se evidenciaron
factores de riesgo para diabetes
mellitus y pie diabético:
hiperlipidemia, hiperglucemia,
obesidad y hábitos alimentarios
inadecuados
Se han propuesto diferentes
sistemas de clasificación de las
heridas en el pie diabético; sin
embargo, ninguno es
universalmente aceptado como
tampoco validado
prospectivamente4. Los más
tradicionales se basan en la
evaluación de la profundidad de la
úlcera (desde 0: sin úlcera hasta 3:
úlcera con compromiso óseo) y del
grado de gangrena acompañante (4:
localizada; 5: extensa)15. Otros,
basados en los mismos parámetros,
las clasifican de 0 a 3 según la
profundidad de la úlcera y de A a D
según el grado de isquemia o
gangrena respecto al
DIAGNÓSTICO La evaluación
clínica de una úlcera diabética debe
incluir la adecuada inspección,
palpación y sondeo con estilete
romo para determinar la profundidad
de la úlcera y eventual compromiso
óseo18, la existencia de celulitis o
abscesos, crepitación, secreción y
necrosis. La determinación clínica
acuciosa de la profundidad,
extensión, localización, aspecto,
temperatura, olor y color son
elementos diagnósticos
irreemplazables. También se debe
determinar la existencia de edema y
deformidades neuropáticas. La
evaluación también incluye la
historia de trauma, tiempo de
evolución de la ulceración, síntomas
sistémicos, control metabólico y
evidencias clínicas de compromiso
neuropático y/o vascular4.
Tabla…
En general la evaluación clínica
debe tender a determinar el grado
de compromiso vascular y
neurológico y la existencia de
infección. La evaluación del grado
de arteriopatía incluye la palpación
de los pulsos tibial posterior y pedio,
la inspección del color y
temperatura de la piel y de la
existencia de isquemia y/o
gangrena. Según ello pueden
requerirse estudios vasculares no
invasores o invasores.
La evaluación de la neuropatía se
realiza mediante la aplicación de
presión con monofilamento
(Semmes-Weinstein 5.07) y, en
general, no se requieren
evaluaciones electrofisiológicas19.
La existencia de alteraciones
degenerativas de la piel sugiere
neuropatía autonómica.
La infección en el pie diabético
puede ir desde la infección micótica
localizada de la uña hasta
infecciones necrozantes severas
que amenazan la extremidad. El
punto de partida más frecuente es
una úlcera, el espacio interdigital o
la región periungueal3. Si bien con
frecuencia la infección del pie
produce descontrol metabólico, las
manifestaciones sistémicas como
fiebre y leucocitosis, sólo se
presentan en 20 y 37% de los
casos, respectivamente7. El
diagnóstico diferencial de infección
es con la artropatía de Charcot y la
artritis gotosa que se caracterizan
por presentar compromiso
periarticular. La artropatía de
Charcot se presenta en alrededor
de 2,5% de los diabéticos y, con
frecuencia, se asocia a úlcera por
trauma lo que dificulta aún más el
diagnóstico diferencial3.
El diagnóstico clínico de infección
siempre debe incluir la evaluación
de compromiso más profundo:
abscesos, fasceitis u osteomielitis.
El diagnóstico de osteomielitis es
clave en la definición del manejo del
pie diabético
(8-12). Discusión (yade. Lee la
info. La mayoría de la que esta
aca fue la que sacamos que no
nos parecio y la que podemos
comparar. Si buscas mas o le
restas info no hay problem. Sino
te parece y quieres colocar otra
cosa bueno igual lo puedes
hacer.cualquier cosa me avisas recuerda las
referencias bibliográficas.
En primer lugar debemos reseñar
que la alta prevalencia de pacientes
con estudio patológico de nuestro
trabajo no refleja la realidad de la
población diabética, ya que nuestra
muestra pertenece a pacientes
seguidos en una Unidad de
Diabetes de un hospital terciario
dónde se suelen concentrar los
casos con más factores de riesgo
y/o con peor control metabólico de
la diabetes.
Según los resultados de nuestro
estudio la presencia de neuropatía
diabética se relaciona con un peor
control glucémico y con la existencia
de otras complicaciones
microvasculares (retinopatía y
nefropatía). Aunque se desconoce
con exactitud la etiopatogenia de la
neuropatía diabética existen datos
epidemiológicos, experimentales y
clínicos que apoyan el papel central
de la hiperglucemia en la etiología
de las diversas formas de
neuropatía . Un tercio de los
diabéticos que han sufrido
amputaciones mayores pierden la
extremidad contralateral
posteriormente, y un tercio fallece
dentro de los 12 meses siguientes.
En el Instituto de Angiología las
amputaciones mayores oscilan en el
rango de 280 a 300 en los últimos 5
años.
Las complicaciones del pie en los
diabéticos son la causa más común
de ingreso hospitalario y las que se
cobran un mayor número de
victimas desde el punto de vista
humano y económico. Se calcula
que hasta un 70% de todas las
amputaciones de extremidad inferior
esta relacionada con la diabetes.
Que los tres factores tradicionales
involucrados: vascular, neuropático
e infeccioso, el mas frecuente es el
neuropático que da posibilidades a
un tratamiento conservador y a un
pronostico bastante aceptable. 4. Se
hace una contribución en poner de
manifiesto la importancia del factor
ortopédico en la patogenia de las
lesiones del pie de los diabéticos.
La diabetes es una de las
enfermedades crónicas más
comunes y su prevalencia en el
mundo occidental oscila entre el 5 y
el 7% de la población, estimándose
que en el año 2025 habrá
trescientos millones de personas
con diabetes. Aunque solo un 3%
de la población está diagnosticada
de diabetes, la mitad de las
amputaciones no traumáticas de la
extremidad inferior ocurren en
pacientes diabéticos.
El 85% de estas amputaciones
viene precedido de una úlcera en el
pie y disminuyen considerablemente
la calidad de vida de los pacientes
ya que tan solo un tercio de los que
sufren la amputación de la
extremidad vuelve a caminar
usando una prótesis. La evolución
de los diabéticos con una
amputación mayor es mala, ya que
el 30% fallecen en el primer año
desde la intervención y al cabo de 5
años un 50% sufren la amputación
de la otra extremidad inferior. ero no
existe acuerdo en como debe
realizarse el examen y con que
frecuencia. Hay que resaltar que el
9% de los pacientes con úlceras en
los pies desconocen que la tienen.
En el momento actual no existe
tratamiento para la neuropatía
establecida, aunque se están
ensayando fármacos diversos.
Prevención: Debe incluir aspectos
como el estado de la piel, la
presencia de grietas o callosidades
y cualquier cambio de temperatura.
Debe estudiarse también la
presencia de neuropatía y de
enfermedad arterial periférica. Para
estas dos últimas patologías se
considera que con una revisión
anual es suficiente. Historia previa
de úlcera. Existen múltiples
recomendaciones sobre como
deben cuidarse los pies, como debe
ser la higiene o como cortarse las
uñas, pero no existe evidencia
científica de que esto disminuya la
incidencia de úlceras.
Por el contrario, un calzado
adecuado puede reducir la presión
anormal disminuir las deformidades
óseas y reducir la formación de
callos y de úlceras, pero es
importante que el paciente acepte
llevar ese calzado.
Educación del paciente. Todos los
programas incluyen la educación del
paciente diabético como esencial
para reducir la incidencia de úlceras
y disminuir la tasa de amputación.
La educación se centra sobre todo
en los cuidados del pie .Está
demostrado que esto por sí solo es
eficaz en la prevención.
Ejercicio. El ejercicio mejora el
control metabólico y disminuye las
complicaciones cardiovasculares.
Debe ser adecuado a las
condiciones del paciente y a sus
limitaciones físicas.
Neuropatía. La prevención primaria
de la neuropatía se realiza
manteniendo un buen control de la
diabetes.La prevención secundaria
debe consistir en el correcto
tratamiento de cualquier callo,
deformidad o trastorno del apoyo
que pueda originar una úlcera.
Entre las medidas más efectivas
para tratar adecuadamente a las
personas que padecen diabetes
está la educación personal,
individual y colectiva. Los centros de
atención al diabético tienen a su
cargo el desarrollo de esta labor
educativa y la brindan al tiempo que
ofrecen una atención integral a los
pacientes, mientras elaboran y
ejecutan tareas investigativas que
permitan profundizar en aspectos
específicos. Una educación
adecuada logrará un buen control
metabólico y mejorará el pronóstico
de la enfermedad, ya que previene
o retrasa la aparición de
complicaciones. Sin embargo, tanto
las lesiones de los pies, las úlceras,
las amputaciones, como las
infecciones en miembros inferiores,
son en general las complicaciones
con más posibilidades de ser
potencialmente prevenibles, y por lo
tanto evitables, con métodos
sencillos de educación, así como
con un tratamiento curativo
enérgico. El equipo de salud puede
prevenir y evitar, en el 85 % de los
casos, la futura amputación de parte
o la totalidad de los miembros
inferiores
Estas operaciones pueden evitarse
mediante el ejercicio adecuado de la
prevención del pie diabético Se ha
demostrado que una prevención
adecuada de las lesiones en el pie
del diabético, así como un correcto
tratamiento pueden reducir esta
tasa de amputación entre un 50 y un
85%. Dadas las incapacidades, las
repercusiones sociales y el elevado
coste económico que origina la
pérdida de le extremidad, se han
propuesto diversos Documentos de
Consenso para la creación de
equipos multidisciplinares expertos
e interesados en este tipo de
patología que sepan reconocer los
factores de riesgo relacionados con
la aparición de las lesiones, así
como, desarrollar estrategias
preventivas y de tratamiento precoz.
PREVENCIÓN DEL PIE
DIABÉTICO Examen del pie. El
examen del pie es fundamental para
corregir los factores de riesgo y
disminuir la incidencia de úlceras y
de amputación
Los programas diseñados deben
incluir un minucioso y detenido
examen del pie, el cuidado de las
uñas y de cualquier callosidad, un
calzado hecho a medida, el cuidado
de las lesiones y una educación
sanitaria de los pacientes y su
familia.
Es difícil determinar cual de todas
estas actividades tiene mayor
importancia en la prevención de la
aparición de lesiones dado que
deben realizarse todas
conjuntamente.
Analizando por separado cada una
de estas actuaciones podremos
saber su valor real y la evidencia
científica que los apoya.
Conclusión: .(JOSE Te toca
obviamente leer todo luego
de que las muchachas lo
terminen y hacer las
conclusiones de manera
coherente. Si consigues
algún otro artículo debes
agregar a tus conclusiones
igual la bibliografía a manera
de número y colocarla en la
parte final donde dice
bibliografía.
Aca te deje unas cositas que
puedes utilizar para guiarte y
estructurarla.
El propósito del trabajo es
transmitir y promover el
mensaje de que es posible
reducir los índices de
amputación hasta en un 85%
mediante la prevención, el
control agresivo de la
diabetes y una educación
adecuada a través de un
equipo multidisciplinario. En
resumen, el pie del diabético
es un problema sanitario de
gran importancia por su
elevada prevalencia y las
secuelas que puede originar.
El conocimiento de los
factores de riesgo, el diseño
de planes de prevención y la
creación de equipos
multidisciplinares con
dedicación a esta patología
es la mejor opción de que
disponemos hoy en día para
mejorar las condiciones de
vida y las expectativas de los
pacientes diabéticos
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