1. La crisis del Antiguo Rgimen La construccin del Estado liberal vino acompaada de la crisis final de la sociedad estamental de Antiguo Rgimen, por lo que se realiz en medio de profundas tensiones, de las cuales la Revolucin Francesa constituy su ejemplo ms trascendente. En Espaa, adems, fue necesario superar la prdida de las colonias americanas y, por supuesto, el primer gran proceso descolonizador del Occidente contemporneo, pues Espaa, en tanto que una de las monarquas ms extensas de Europa, haba dispuesto del mayor imperio colonial de Occidente.
2. Indice
6. EL LTIMO PERODO DEL REINADO DE CARLOS IV
10. La invasin napolenica
11. El reinado de Jos I y el dominio Francs
13. Las Cortes de Cdiz y la Constitucin espaola Durante esta etapa,las condiciones de interinidad en que se vivi acabaron por adquirir una dimensin revolucionaria respecto ala legalidad del Antiguo Rgimen. La guerra favoreci la aparicin de algunas Juntas Provinciales que solo en teora ejercieron su poder,coordinadas por la Junta Central de Gobierno. Esta Junta,que gobernaba en nombre de la nacin -hecho de por s revolucionario-, en mayo de 1809 convoco Cortes y abri un periodo de reflexin sobresu naturaleza,circunstancias y personas que deban acudir a las sesiones. Las Cortes se reunieron a partir de1810 en Cdiz y tuvieron un carcterconstituyente. A sus sesiones acudieron representantes del brazo nobiliario y eclesistico. Tambin acudi una nutrida representacin del mundo burgus emergente,abogados y comerciantes. Estos ltimos,aunque no fueran mayora acabaron por determinar poderosamente el redactado final. La constitucin (10 ttulos y 384 artculos) se promulg el da de san jose de 1812, motivo por el quepopularmente se la conoci como la pepa . Aunque muy moderada en aspectos esenciales como la reforma de la propiedad,el texto fijaba como Espaacomo una monarqua constitucional con la divisin clara de los tres poderesy la defensa de las tres libertades individuales y de la igualdad. Ademas unificaba los fueros y cdigos tradicionales,suprima casi to de octubre de 1813dos los privilegios estamentales,modernizaba la hacienda y la poltica fiscal y emprenda la reforma a fondo de la administracin y del municipio. A partir de octubre de 1813 ,las Cortes ordinarias o poder legislativo iniciaron su labor normal y hasta pudieron trasladarse a Madrid siguiendo la retirada de las tropas francesas . Pero en 1814 su tarea se vio frenada por el regreso de Fernando VII ,dispuesto a reimplantar de forma violenta el sistema absolutista en Espaa. 14. EL REINADO DE FERNANDO VII Y EL RETORNO DEL ABSOLUTISMO Fernando VII regres a Espaa en marzo de 1814. Con la ayuda de parte del ejrcito y la nobleza se hizo con el poder (mayo), disolvi las cortes y declar la obra de Cdiz. Sin apenas resistencia ,suactuacin inicial fue fulminante: destituy a los cargos militares , polticos, y administrativos nombrados en su ausencia, repuso a los antiguos y a las viejas instituciones (restituyo hasta el tribunal de la Inquisicin), anul las desamortizaciones decretadas durante los seis aos de revolucin y procedi a una dura represin y deportacin de liberales y afrancesados . Esta represin aadida a varios miles de emigrantes y al anterior coste econmico y humano producido por la guerra acab de debilitar al pas. Esta situacin es la que explica el nulo protagonismo espaol en la constitucin de la Europa de la restauracin, surgida del congreso de Viena de 1814-1815, y el hecho de que solo se adhiera nominalmente a su brazo militar o Santa Alianza.Con todo y la voluntad real, el absolutismo no pudo reponerse de forma lineal y completa. Se imponan reformas, si es que se pretenda relanzar el pas y superar las dificultades creciente que provenan de las colonias. Entre 1816 y 1818 fueron los equipos dirigidos por Martn De Garay los encargados de esta apertura y modernizacin sin embargo sus prcticas recordaban la obra de Cdiz y sirvieron para encolerizar a los elementos mas reaccionarios. Despus de la destitucin de Garay y hasta 1820, se abri un periodo de pugnas palatinas y de conspiraciones crecientes. No puede olvidarse que las tensiones interiores se conjugaban con los levantamientos enSudamrica y con la oleada revolucionaria liberal que tendra su primera gran explosin en 1820.
17. La crisis colonial y el Trienio Liberal
Los levantamientos contrarrevolucionarios contaron con la ayuda de la nobleza y la Iglesia, y hallaron justificacin en el creciente descontento del mundo rural: las partidas realistas seorearon por Levante, Catalua, y Navarra. Esta situacin se benefici de la ayuda internacional de la Santa Alianza, aprobada en el Congreso de Verona de noviembre de 1822. La intervencin del ejrcito conocido como los Cien Mil Hijos De San Luis, restituy a Fernando VII en el trono, control el pas y dej unas guarniciones en Catalua durante unos cuantos aos 21. La Dcada Ominosa La tradicin liberal denomin como dcada ominosa(1823-1833)a este segundo periodo del reinado de Fernando VII .esta etapa se caracteriz por la dura represin de inspiracin absolutista que las Juntas de Purificacin y las Juntas de la Fe llevaron a los lugares mas reconditos -,y por la cerrazn del monarca. Ante esta situacin y volvi a producirse una nueva oleada masiva de emigrantes entre los que,en esta ocasin se hallaban el pintor Francisco Goya. La presin internacional, las dificultades de la hacienda y la necesidad de pacificar el pais forzaron al rey a realizar una poltica de tmida apertura de modernizacin (1825-1826) .Esta situacin provoco la creacin de un grupo ultrarreaccionario en la propia Corte, centrado en la figura del hermano del rey, proclamado por sus partidarios como Carlos V, y dio alas a la gran sublevacin de los Agraviados (1827) que afect el Levante y aprovech el malestar campesino . 22.
El nuevo matrimonio de Fernando VII con Maria Cristina de Borbn, del que naci la princesa Isabel (1830), y las presiones de los absolutistas encabezados por Carlos, inclinaron al monarca a reponer la Pragmtica Sancin que permita la sucesin femenina. Este hecho puso al pas al borde de la guerra civil. Pese a las presiones, el bloque moderado que diriga Cea Bermdez consigui el reconocimiento de Isabel en junio de 1833. Este hecho y el aperturismo de los ltimos meses del reinado provocaron la reorganizacin y el alzamiento de los partidarios de Carlos. A la muerte del rey (septiembre), la sublevacin de los carlistas estaba ya en marcha. Se iniciaba as la Primera Guerra Carlista, que se prolongara en las regiones del norte peninsular hasta 1839 ( Abrazo de Vergara) y en Catalua, hasta 1840. Las operaciones militares afectaran, de manera especial, el Pas Valenciano, Catalua, Aragn, Navarra y el Pas Vasco. 23. EL MUNDO LIBERAL Y LA CONSTRUCCINDEL NUEVO ESTADO La transicin hacia un rgimen liberal debi producirse en las duras circunstancias de la guerrra civil carlista y tras la prdida de las colonias. En un primer momento, la reina regente quiso controlarlo a travs de Cea Bermdez y de Martnez de la Rosa. Este ltimo promovi la redaccin de un Estatuto Real (1834) que representaba el primer paso en la consolidacin de un rgimen parlamentario, aunque fuertemente mediatizado por la Corona.
25.
Desde 1837, el enfrentamiento entre moderados y progresistas se haba radicalizado mucho: el nfasis en la lucha contra el carlismo, la lucha por la ampliacin del sufragio censitario, la resistencia del municipio frente a los intentos de control por parte de la regencia moderada, o la resistencia de las milicias nacionales a ser disueltas fueron los grandes caballos de batalla. Barcelona fue uno de los grandes escenarios de este enfrentamiento, y desde 1835 prcticamente cada ao presenci cruentos motines popularesque representaban unas Juntas locales de signo radical. En otoo de 1840 y ante la crisis poltica general, estas juntas se extendieron por muchas ciudades espaolas. El general Espartero capitaliz este movimiento progresista y, gracias a su gran popularidad como artifice de los carlistas ( haba sido nombrado duque de la Victoria), fue designado jefe de gobierno e, inmediatamente, regente, Mara Cristina march a Francia (octubre 1840). Espartero aplic el programa progresista de manera muy personal. Este personalismo, en 1841, ya haba molestado a todo el mundo Desde el exilio, Maria Cristina alentaba el alzamiento moderado y ya en el otoo se reprimi con gran dureza un pronunciamiento iniciado por el general ODonnell. A fines de 1841 Barcelona protagoniz un motn antiesparterista, que se repiti con ms fuerza en 1842. Espartero no dud en sofocarlo con gran violencia llegando a un bombardeo de la ciudad que slo se interrumpi por la presin internacional. 26.
La generalizacin de la lucha contra Espartero fue capitalizada por los moderados (accin militar de Narvaez). Su control del gobierno entre 1844 y 1854 constituy la denominada dcada moderada. Basado en un control social y poltico muy rgido, el nuevo perodo se bas en la Constitucin moderada y catlica de 1845 (mayo), Los grandes protagonistas polticos de la etapa fueron el propio Narvex, Istriz y Bravo Murillo. En base al nuevo texto constitucional, el poder moderado procedi a la consolidacin definitiva del Estado Liberal centralista en Espaa. Se dot de los medios represivos de control (creacin de la Guardia Civil en 1844); restringi el censo electoral censitario; determin ferrreamente la vida municipal y provincial; intent la uniformizacin jurdica ( Cdigo Penal de 1848 y proyecto de Cdigo Civil de 1851); reform, moderniz y uniformiz la administracin, la educacin y la poltica tributaria y financiera; intent la primera planificacin de las grandes infraestructuras del Estado (ferrocarriles, puertos, carreteras, etc.) y, entre otros aspectos, estableci el Concordato que regulaba las relaciones con la Santa Sede (1851) . La cerrazn progresiva de la Corona, la accin de las camarillas palaciegas y el miedo de los ms moderados a reaccionar frente a las transformaciones del pas y a los efectos de los cambios europeos que reflejaban las revoluciones democrticas de 1848, generalizaron las protestas populares frente al inmovilismo y precipitaron la cada de los moderados. 27. LA CRISIS DEL REINADO DE ISABEL II
El momentneo fracaso del pronunciamiento moderado dirigido por ODonnell (junio de 1854) vino seguido del Manifiesto de Manzanares, que favoreci la colaboracin de los progresistas en la lucha contra los los gobiernos ultramoderados y oligrquicos de Isabel II. Los levantamientos y las juntas se iniciaron de nuevo en Barcelona, en colaboracin con una sublevacin social dirigida por los federales y las organizaciones obreristas, y no tardaron en extenderse por numerosas capitales. La reina se vio obligada a llamar de nuevo a Espartero y a abrir de este modo un nuevo perodo de predominio progresista. 30.
Con todo y su brevedad, y a pesar de las divisiones internas del bloque progresista, los gobiernos del Bienio intentaron la modernizacin poltica y econmica del pas. La Constitucin de 1856 no lleg a promulgarse pero demostraba el afn progresista de liberalizar la vida municipal y de ampliar el censo electoral, como elementos imprescindibles para cerrar la consolidacin del Estado liberal en Espaa. Pero donde el esfuerzo fue mayor fue en un plano econmico. Por iniciativa de Madoz se culmin el proceso desamortizador con la entrada en el mercado de los bienes civiles, se lanz un plan de obras pblicas y se redactaron las leyes que permitan la extensin del trazado ferroviario, se moderniz la legislacin financiera y se dieron facilidades con el fin de favorecer la entrada de capitales extranjeros. La intranquilidad social, que alcanz una extraordinaria virulencia en el Levante y en Catalua, acab desestabilizando el perodo y favoreciendo un nuevo levantamiento moderado de ODonnell 31.
Tras un primer momento de represin moderada muy virulenta (Narvez), entre 1858 y 1863 ocup el poder una formacin poltica nueva que dirigan ODonnell y Posada Herrera. Se denominaba Unin Liberal y pretenda excluir a los exaltados, tanto moderados como progresistas, y reunir a la gente comprometida en la modernizacin del pas (como se dijo en la poca, un misterio prctico): reforma de la administracin, moderada descentralizada provincial y municipal, estabilidad poltica, dinamizacin de la economa, mejora de las infraestructuras (ferrocarriles, canales, carreteras, puertos),etc. Uno de los elementos con los que el gobierno de la Unin Liberal pretendi prestigiar su poltica y asimilarla a la de los pases burgueses y liberales de su entorno, fueron las nuevas iniciativas coloniales: campaas en Filipinas y Mxico y, sobre todo, la guerra contra marruecos, a la que la prensa oficial lleg a presentar como la culminacin de la reconquista. Era evidente que Espaa careca del potencial militar, humano y econmico para soportar este tipo de aventuras, pero durante un tiempo diversos sectores de las burguesas espaolas, tradicionalmente alejadas de la poltica oficial, se interesaron por el proyecto unionista y se integraron en l. Tal fue el caso de sectores catalanes que llegaron a financiar parte de la campaa de Marruecos y a mandar tropas al mando del general Prim. La esterilidad del esfuerzo y el hecho de que el poder ni se descentralizase segn lo prometido, enfriaron este acuerdo y debilitaron el gobierno de la Unin Liberal: Las movilizaciones sociales en la ciudad y en el campo inquietaron de nuevo a los partidarios del orden y volvieron a imponerse los gobiernos fuertes y represivos. 32.
La inestabilidad poltica y la crisis econmica generalizada enmarcan los ltimos aos del agitado reinado de Isabel II. La vuelta a los gobiernos represivos y la cerrazn de la Corona dieron alas al Partido Progresista y enojaron a los lderes, especialmente a los militares, de la Unin Liberal. La crisis industrial y financiera se uni a la crisis definitiva de las compaas ferroviarios. As, cuando a partir de 1866 las crisis agrarias de subsistencias dejaron sentir sus efectos, al descontento burgus se uni una gran intranquilidad social que se generaliz entre toda la poblacin. Los complots y los pronunciamientos se sucedieron desde este momento. En 1866, adems, adquirieron una dimensin poltica con iniciativas como la del Pacto de Ostende, donde la oposicin pactaba el destronamiento de la reina a la que ya se conoca como el obstculo tradicional - y el inicio de un nuevo perodo en el que, a travs de la instauracin del sufragio universal masculino, se entrara en una fase constituyente. La confluencia de la crisis, el complotismo, la movilizacin poltica y el pronunciamiento de los militares estuvieron en el origen de la denominada Gloriosa Revolucin de septiembre de 1868, con la cual se iniciaba el Sexenio democrtico.
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