94 Museo Nacional de las Culturas Pluriactividades
94 Museo Nacional de las Culturas Pluriactividades
Receta Contral el Olvido Museo Nacional de las Culturas
La exclusin y la inclusin en Venezuela
contenido
ideas para dialogar
as vamos
editorial
Luis A. Galindo
El Museo Nacional de Historia, un espacio para la preservacin y puesta en valor del patrimonio histrico nacional.
Receta contra el olvidoLuis A. Galindopgs. 2 a 3
pgs. 4 a 9
Nelly Ramospgs. 0 a 5
Para un mapa de la cocina venezolana
venezuela plural
CEGApgs. 6 a 2
La alimentacin indgena de Venezuela. Ronny Velzquezpgs. 22 a 27
Comedores de arepa.Una mirada sobre la arepa, el pan venezolanoPedro M. Bereciartu P.pgs. 28 a 33
La yuca amarga y los saberes de los pueblos originariosLelia Delgadopgs. 34 a 4
Aportes africanos a la gastronoma venezolanaJos Marcial Ramos G.pgs. 42 a 47
Los inmigrantes: colonia que ha aadido ms sabor a VenezuelaVctor Surezpgs. 48 a 53
Lo que hemos dejado de comerJuan Alonso Molinapgs. 54 a 59
La alimentacin en las ciudades venezolanasInstituto Nacional de Nutricin. Direccin de Educacinpgs. 60 a 65
Un mundo de objetos en la cocina venezolanaAna Aveledo. Centro de la Diversidad Cultural.pgs. 66 a 7
De Abril a Junio
Shirley Fernndez
El ngulo de la mirada
la ruta de la tradicin
La dulce Venezuelasabores y saberes
(portafolio fotogrfico)
El mercado de Coche.Alexis Prez Lunapgs. 72 a 75
Otras Voces
Conversacin con Gladys Gonzlez. Directora de Pueblos y Culturas Indgenas del Pueblo Wayu. UBV.Jenny Gonzlezpgs. 76 a 79
Qu leemos?
pgs. 80 a 8
Arianne Velispgs. 82 a 85
Laura Carrerapgs. 86 a 87
2 Museo Nacional de las Culturas Receta contral el olvido
Alimentarse es ms que saciar el hambre, aun
cuando slo ello ya es garanta de vida. Alimentarse es un
rito diario, que nos hace recordar en un bocado el territorio, la
historia y las culturas de los antecesores. Cuando comemos
un trozo de pescado frito, respiramos todo el viento del mar
Caribe; imaginamos a seres mitolgicos de la Gran Sabana
en cada pedazo de casabe; y con el humo de la carne en
vara, vienen a nuestros ojos la llanura y los morichales. Entre
el crujir de la lea que cuece las arepas, se escucha el canto
de las abuelas; y se alborota hasta el alma con el olor de
las hallacas y la gaita pegajosa. Pero al mismo tiempo, el
alimentarnos nos permite la prctica cotidiana de reafirmar
quines somos, en el entrecruzado de sabores que vienen
de Europa, de frica, de Asia, del Caribe, del resto de la
Amrica Latina y de otras partes del mundo.
No es entonces casual, que cada vez que un pueblo decide,
de manera libre y soberana, afrontar el reto de reinventar la
vida, pensar en una nueva sociedad deseada por muchos
e inimaginada por otros, que sus afectos ms preciados,
sus necesidades ms fundamentales, comienzan a ser
sistemticamente agredidas por los imperios. As, sus ideas,
sus visiones, su msica, su danza, su poesa, su imaginario
y sus alimentos son acorralados en una receta para el olvido,
para luego ser sustituidos por otros que vendrn de afuera.
Pueblos enmudecidos, atados de pies y manos, mentes
atiborradas de falsos sueos y con barrigas deseosas de
alimentos que se dan en otras tierras.
Soberana alimentaria no es slo tener la capacidad de
producir nuestros propios alimentos, en concordancia con
nuestras condiciones sociales, ambientales y climatolgicas;
editorial
Receta contra el olvido
3Receta Contral el Olvido Museo Nacional de las Culturas
es tambin uno de los ejercicios ms contundente de
valoracin social y fortalecimiento de nuestra memoria
histrica y nuestras identidades culturales. De all, nuestra
intencin de aportar al dilogo nacional sobre este tema,
que es igualmente una preocupacin mundial, que se
pretende presentarla como una crisis en la produccin de
alimentos. Es realmente esto cierto? Qu sucede con la
distribucin? Quines consumen lo que otros producen?
Somos capaces de producir la mayor parte de los alimentos
que consumimos?
En este segundo nmero de la revista As Somos, hemos
dedicado la seccin central de Venezuela Plural, a nuestra
diversidad alimentaria, contando con la participacin de
valiosas personas que han consagrado gran parte de su
vida a la investigacin y reflexin sobre este importante tema
y a quienes agradecemos profundamente. En las secciones
permanentes de esta revista tituladas: As Vamos, Ideas
para Dialogar y Sabores y Saberes compartimos la alegra
de conocer los avances del proyecto de creacin del Museo
Nacional de Historia, una gran deuda social y moral con
nuestros pueblos, que ya este ao comenzar construirse
junto con el Museo Nacional de las Culturas; reflexionaremos
sobre los procesos de exclusin social en Venezuela por
razones fenotpicas; y compartiremos con Simn Bolvar su
aficin por la torta melosa, en una breve descripcin y receta
de este postre capitalino. A partir de este nmero, incluimos
una entrevista con compatriotas preocupados por diversos
aspectos de nuestras culturas, as como reseas de libros,
videos y otros recursos, para aproximarnos a la dinmica
social y cultural del pas.
4 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia
5El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas
MUSEO NACIONAL DE HISTORIA.
Un espacio para la preservacin y puesta en valor del patrimonio histrico nacional
Luis A. Galindo
El Ministerio del Poder Popular para la Cultura ha
impulsado la creacin de un espacio musestico de carcter
nacional, dedicado a la conservacin, preservacin y puesta
en valor del patrimonio histrico-cultural tangible e intangible
de Venezuela.
Este esfuerzo de reconstruccin y escenificacin
de nuestro pasado estar apoyado en una intensa labor
de investigacin histrica e historiogrfica que refleje las
diferentes interpretaciones que se han tejido a lo largo del
tiempo.
La creacin del Museo Nacional de Historia ha
significado una ardua tarea que, en una primera fase, ha
comprendido la conformacin de sus bases conceptuales,
la elaboracin del proyecto arquitectnico y el diseo de las
exposiciones permanentes e inaugurales.
El plan de creacin de esta institucin musestica
recoge los elementos conceptuales y museolgicos
producto de una construccin en colectivo, en discusiones
realizadas con diferentes especialistas en las reas de
historia, museologa, antropologa, sociologa, arqueologa,
as como cronistas y otros interesados en nuestra historia.
La misin institucional del Museo Nacional de
Historia es la conservacin y la divulgacin del patrimonio
histrico-cultural. Para ello, se empear en la investigacin,
la proyeccin educativa, la exposicin y la difusin de la
historia del pueblo venezolano con el objetivo de democratizar
la memoria colectiva, preservar la soberana e incentivar el
reconocimiento de la diversidad cultural, afirmando el proceso
de identificacin nacional y plantendose la interaccin
permanente con las comunidades organizadas, a objeto de
contribuir a la formacin de una ciudadana participativa y
protagnica.
El Museo se propone ser una institucin
generadora de experiencias y vivencias que enriquezcan la
as vamos
6 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia
autoconciencia y el conocimiento del visitante, poniendo en
escena espacios para el encuentro de nuestra identidad y el
goce cognoscitivo de su reapropiacin.
El Museo concibe lo histrico como el desarrollo en
el tiempo de un complejo de procesos sociales, polticos,
econmicos, geogrficos y culturales, acaecidos en el
territorio hoy venezolano, cuyo desenlace, resultado de
esta dinmica, es la Venezuela de hoy. El Museo se dar
por campo exploratorio el lapso temporal transcurrido desde
el momento en que se tiene evidencia de la presencia del
hombre en Venezuela, hasta nuestros das.
La creacin del Museo Nacional de Historia viene
a saldar una deuda antigua del Estado venezolano con la
sociedad venezolana y su historia. Su creacin se justifica
por la necesidad de impulsar la formacin de espacios
institucionales destinados a la difusin de la historia del
pueblo venezolano, con el propsito de fortalecer los
valores de nuestra identidad frente a los ataques ideolgicos
internos y externos que pretenden sembrar la desmemoria
y el aborrecimiento de nuestro pasado. Se justifica, de igual
forma, por la necesidad de emprender una intensa accin
educativa que propicie en el pueblo la comprensin de la
historia como una herramienta en la construccin de un
futuro libertario, igualitario y justo, slo posible a travs de la
transformacin del presente.
Liberar la historia, democratizar la memoria La Historia no es un campo neutro de verdades
estticas. Un proyecto de presente requiere una interpretacin
que lo legitime en el tiempo, y que perpete sus intenciones.
La Historia puede ser entonces encubrimiento o naturalizacin
de un estado de dominacin, que intente hacerlo tolerable o
permanente.
Otro proyecto de futuro como el que se propone la
Venezuela actual requiere otra lectura de la historia. Liberando
el presente renovamos el futuro, pero tambin liberamos la
historia. La Historia puede encontrar renovada lectura como
el espejo de las luchas actuales por la libertad y como un
trazado de los combates que se reflejan inmediatamente
en el nuevo futuro. Un nuevo proyecto de presente y de
futuro necesita una nueva historiografa, un nuevo modo de
ver, sintetizar, entender, saber or, la densidad histrica que
revelan los nuevos intereses de la libertad.
Esta historia recobrada desde detrs de la
invisibilizacin y el encubrimiento, practicados por la
historiografa de la dominacin, requiere tambin un nuevo
modo de decirse, de hacerse palpable como construccin
colectiva que, por una parte, se revele como posibilidad
actual de las fuerzas histricas (la historia est viva), y, por
otra parte, que involucre directamente al venezolano de
la nueva poca como su sujeto actuante a travs de los
tiempos (la historia somos todava los que estamos vivos).
Transmitir y hacer tangible esta doble dimensin de historia
viva y de sujetos histricos actuantes, guiar los esfuerzos
bsicos de la nueva museologa que el Museo Nacional de
Historia se propone practicar.
Es una historia que en lugar de operar como
justificacin ideolgica, contribuye a fundamentar un
7El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas
proyecto social presente y futuro que garantice una mejor
satisfaccin de las necesidades del pueblo y su liberacin
de todo tipo de opresin. Este concepto rescata los saberes
histricos y su legtima utilidad en la construccin del
Proyecto Social, Socialista y Humanista, plantendose una
doble perspectiva
Desde adentro: Una historia trazada desde el mbito comunal,
local, regional, nacional, caribeo y latinoamericano. Desde
Venezuela y sus regiones como contextos propios, prximos
y prjimos en su relacin con el mundo. Una historia que
reconoce la diversidad territorial del proceso histrico
venezolano, lo rural, lo urbano, lo central, lo andino, lo llanero,
lo costero, lo insular, lo selvtico, y que refleja los desarrollos
regionales y locales coincidentes y divergentes del desarrollo
nacional.
Desde el pueblo: Una historia construida y reconstruida desde la
vivencia y conciencia histrica de la gente del pueblo,
hacindolo descubrirse como sujeto y objeto de la historia.
Una perspectiva histrica que cuenta las luchas del pueblo
y sus lderes, que pone el nfasis en la creacin colectiva,
popular, solidaria y liberadora, en contraste, coexistencia,
pugna o enfrentamiento con los aparatos de dominacin
elitescos, egocntricos e individualistas; por tanto, racistas,
clasistas, sexistas y excluyentes.
La historia que se propone recoger y transmitir el
Museo Nacional es una historia que da cuenta de la diversidad
temporal, territorial, cultural, tnica, social y de gnero, para
el reconocimiento de la sociedad multitnica y pluricultural,
en la construccin de la sociedad democrtica participativa
y protagnica y la constitucin de un Estado de Derecho
y Justicia, en libertad, igualdad y solidaridad. Una historia
concebida como herramienta para construir el Proyecto
Nacional -cuyos valores y lineamientos fundamentales estn
plasmados en la Constitucin Nacional-, concebido como
proyecto social, integrador, dialctico y dinmico.
Esta perspectiva histrica contribuye a la formacin
de una visin crtica del presente, planteando sus problemas
y propiciando la participacin de los venezolanos actuales
en la solucin de los mismos.
Una perspectiva histrica con vocacin abarcante
e integradora, que comprenda en sus interacciones todos
los elementos constitutivos de la dinmica de la sociedad: lo
social, lo poltico, lo econmico, lo ideolgico, lo cotidiano,
entre otros.
8 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia
01 02 03Objetivos del Museo Nacional de Historia
Realizar investigaciones en funcin
de la formacin de colecciones, la
organizacin de exposiciones y la
difusin del conocimiento histrico.
Centralizar los procesos de
formacin, estudio, actualizacin
y catalogacin del patrimonio
histrico-cultural, tangible e
intangible, de Venezuela.
Organizar exposiciones
permanentes, temporales e
itinerantes, con colecciones pblicas
y privadas, de carcter interactivo,
participativo y comunitario, para
difundir la memoria histrica.
Colecciones y exposicionesEl Museo censar, cuantificar y clasificar las diversas
colecciones componentes del patrimonio histrico-cultural
venezolano, ya sea que estn bajo su custodia o bien bajo la
de otros entes. Se dar as a la tarea de poner a la disposicin
de la nacin un catlogo general del patrimonio histrico-
cultural tangible e intangible, tanto para los fines de sus
propias exposiciones, como del estudio y el conocimiento
pblico.
Asimismo, el Museo organizar y mantendr de
manera permanente una exposicin central (permanente)
que presente una mirada general e integral de la memoria
histrica de la nacin. Esta exposicin se nutrir y
retroalimentar tanto del curso de las investigaciones del
Museo, del resurgimiento de nuevas colecciones u objetos,
como de la interaccin con el pblico y las comunidades
protagnicas.
De igual modo, dedicar espacios a exposiciones
temporales y organizar exposiciones itinerantes que aborden
temas de actualidad relevante o propuestas expositivas por
parte de comunidades protagnicas.
EducacinLos procesos educativos del Museo sern verdaderas
estrategias de induccin a la reapropiacin de la memoria,
que involucren desde las visitas guiadas, la formacin de los
guas como docentes-inductores, los talleres de educacin
historiogrfica y museolgica para grupos de interesados,
de estudiantes, de docentes y comunidades protagnicas,
hasta la disponibilidad de un Centro de Documentacin
abierto a estudiantes e investigadores, as como el diseo
de publicaciones divulgativas y otras actividades que
busquen enriquecer el tratamiento escolar y no formal de los
contenidos histricos.
Interactividad comunitario-colectiva Siendo uno de los objetivos permanentes del Museo
la interaccin con las comunidades (no slo las aledaas, sino
todas las comunidades del pas que se sientan involucradas
en procesos histricos locales y nacionales, actuales o
pretritos), los procesos de interactividad comunitario-
colectiva sern una fuente constante de alimentacin y
retroalimentacin para los procesos de investigacin, de
exposicin y de educacin.
As, la participacin comunitaria no slo podr influir
en las actividades museolgicas del Museo, sino que ste
ofrecer permanentemente espacios para exposiciones,
propuestas y desarrolladas por comunidades locales o
nacionales que se reconozcan como protagonistas de
procesos histricos relevantes.
Nueva museologa y nueva historiografa El Museo Nacional de Historia se plantea tambin
una segunda tarea: la transmisin vivencial y emotiva, de las
realidades que nos constituyen y nos determinan.
La exposicin central del Museo, permanente
estructuralmente, pero dinmica segn el ritmo de sus
investigaciones, del crecimiento de sus colecciones, de la
9El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas
04 05 06Apoyar al sistema educativo
nacional suministrando herramientas
alternativas, interactivas y
novedosas, para la comprensin de
la historia de Venezuela.
Difundir el conocimiento
histrico a travs de estrategias
comunicacionales que nos permitan
democratizar la memoria colectiva.
Coordinar las actividades de una red
de museos regionales de historia,
pblicos y privados.
retroalimentacin con su pblico y con las comunidades
protagnicas, pondr en escena este nuevo concepto
de la historia como desmontaje del discurso y del saber
histrico heredado del aparato dominador, en que la historia
es utilizada para la exaltacin o el silenciamiento de lo que
conviene o no a la conciencia del sistema.
Las ideas de una museologa de la revivencia son
indisociables de una museografa vivencialista, que haga
sentir para poder pensar. Una museografa del contacto y de
la reminiscencia, de la identificacin personal y colectiva con
un sujeto histrico demasiado vasto para slo cinco siglos
de historia. Una museologa convencida de que lo histrico
se caracteriza justamente por lo material, lo sensible, lo
emprico, y que a travs de esas cualidades debe entenderse
su interpretacin y su lectura.
Los cuatro ejes transversales La nueva propuesta museolgica e historiogrfica
que se propone llevar adelante el Museo, estar basada en el
desarrollo de cuatro ejes transversales de anlisis que trazarn
un campo comn que permitir recorrer continuamente
la lnea del tiempo en los perodos clsicos -Indoriginario,
Conquista y Colonia, Independencia y Repblica- y ubicar
fenmenos trans-epocales, que persisten a travs de los
perodos, imbricando los perodos entre s, y revelando,
quizs, la insuficiencia historiogrfica de stos.
Cada eje determina uno de los grandes campos
clsicos de las relaciones humanas: Economa, Poltica,
Cultura y Territorio.
Relaciones de explotacin, prcticas solidarias de
produccin. Trabajo, formas de produccin, relaciones
sociales de produccin, clases sociales, intercambio y
circulacin de bienes.
Mecanismos de dominacin y luchas de liberacin.
Relaciones y luchas de poder, ideologa, proyectos utpicos,
Estado, ideologas.
Exclusin, diversidad y resistencia cultural. Racismo,
interculturalidad, mentalidades, ideas y valores, creencias,
ritos, religin, mitologa, literatura, artes, ciencias, saberes.
Pluralidad geohistrica, desarrollo desigual y equilibrio
territorial. Diversidad y relaciones territoriales, ritmos
histricos regionales y nacionales, hombres y paisaje, lmites,
fronteras nacionales y fuerzas histricas regionales.
El reto y las posibilidades que se abren con el nuevo
Museo Nacional de Historia es importante e infinito, por lo cual
invitamos a todos aquellos que se sientan comprometidos
e interesados a que se sumen a esta iniciativa colectiva
que nos permita democratizar la memoria, para disfrutar y
aprender con nuestra historia.
Equipo Museo Nacional de Historia
Pedro Calzadilla (Director)
Mireya Dvila
Enrique Nbrega
Juan Antonio Calzadilla
Correo electrnico: [email protected]
Telf.: 0212-4821669
0 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela
La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas
LA INCLUSIN Y LA EXCLUSIN EN VENEZUELA
Lic. Nelly Ramos
La situacin de inclusin y exclusin en Venezuela
constituye una problemtica cotidiana presente en diferente
medida en casi todas nuestras instituciones sociales.
El prejuicio es una actitud que predispone a una
persona para que piense, perciba, sienta y acte de manera
favorable o desfavorable hacia un grupo completo o hacia
algunos de sus miembros (Montaez, 993). El prejuicio
surge por conveniencia, para discriminar, descartar o
dominar a otras personas o aceptarlas.
La discriminacin, por su parte, puede ser
entendida como cualquier distincin, exclusin, restriccin
o preferencia basada en el color, ascendencia y origen tnico
o nacional, cuyo propsito o efecto sea el de anular o impedir
el reconocimiento, ejercicio o gozo, en trminos iguales, de
los derechos humanos y libertades fundamentales en lo
poltico, econmico, social, cultural o cualquier otro sector
de la vida pblica (Citado por Villaln, Mara en SIC N
442,982, pg. 54). Las prcticas de discriminacin estn
sustentadas sobre una ideologa cargada de prejuicios hacia
grupos tnicos definidos, que requiere ser reproducida
para constituir parte de la subjetividad de un pueblo o una
sociedad.
EL RACISMO EN VENEZUELA En nuestro pas, segn acota Ligia Montaez (993),
sobreviven ciertamente an numerosos prejuicios coloniales
de ndole racial, configurando sin dudas una sociedad
discriminatoria. Agotado el sistema esclavista, segn esta
autora, la evolucin del modo de produccin econmica
de nuestra sociedad se ha caracterizado por profundas
divisiones y diferencias sociales, hasta llegar al tipo de
sociedad actual, en la que tal perpetuacin del sistema
de vida, necesita estimular componentes ideolgicos que
Ideas para Dialogar
2 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela
conduzcan a distinguir desigualdad en los ciudadanos,
aunque nuestra Constitucin afirme lo contrario
No hay dudas de que la existencia de discriminacin respecto
a la poblacin negra hoy, en Venezuela, es algo que puede
ser afirmado en base a numerosas manifestaciones, como la
observacin atenta de cmo discurren las relaciones sociales
en la escuelas, empresas, familia, iglesia, o el resto de las
instituciones polticas, econmicas y culturales, donde la
poblacin que posee caractersticas fsicas de origen negro
est proporcionalmente en desventaja, as como tambin
vive en un marco lleno de mltiples y sutiles expresiones de
rechazo en sus relaciones interpersonales con la poblacin
blanca.
Es muy poco comn que haya una agresin
el percibir y actuar prejuiciadamente es un aspecto normal en el ser humano, no es menos cierto que hay prejuicios socialmente dominantes, importantes, generalizados, cuya presencia juega a favor del orden social establecido. Los prejuicios clasistas y racistas, son hijos de la divisin social y rinden tributo a ella. violenta, institucionalizada o espontnea, de un grupo racial
a otro. La discriminacin racial que se prctica en Venezuela
es a nivel individual y por el ndice de la caracterstica fsica
de los discriminados y es ms frecuente la prctica de
exclusin que la de agresin. La ausencia de segregacin
institucionalizada y agresin violenta entre grupos raciales
genera la actitud de muchos venezolanos de no reconocer la
existencia del racismo en esta sociedad. (Ishibashi, 2004)
Para el cineasta venezolano Oscar Lucin, el problema de
fin de milenio es el de la tolerancia racial. Al desaparecer las
contradicciones entre capitalismo y comunismo, comienzan
a aparecer estos fanatismos que acaban con la convivencia
social en el pas. La realidad parece contarle a la gente que el
racismo no existe. Es difcil que la gente exprese ser racista.
Ms bien se asume como un problema de status social. Es
ms fcil para la persona tener una diferencia con otro que
no responde a su estrato social, que a decir que es por el
color de la piel2
En el ao 994, la profesora Ligia Montaez interpuso
una denuncia ante la extinta Comisin de Poltica Interior de
la Cmara de Diputados, a travs de la Subcomisin de
Derechos Humanos presidida para entonces por el diputado
Vladimir Villegas. Tal denuncia estuvo dirigida a solicitar una
investigacin sobre prcticas racistas en varias discotecas
del este de Caracas, especficamente en Las Mercedes, por
el hecho de limitar el acceso a los locales de personas de
raza negra.3
Al respecto, seal Ligia Montaez a los diputados Seores
miembros de la Comisin de Poltica Interior y de la Sub-
Comisin de Derechos Humanos de la Cmara de Diputados
del Congreso Nacional de este pas que se sabe mestizo y se
dice democrtico: en mi condicin de ciudadana venezolana
me dirijo a Uds. Solicitando la investigacin de estos hechos
y un pronunciamiento sobre el problema. Aparte de las
muchas consideraciones a las cuales este asunto obliga,
es evidente que esta expresin de prejuicios activos hacia
nuestra poblacin negra es ms de las francas violaciones a
los DERECHOS HUMANOS que da a da toman cuerpo en
Venezuela.
El presidente de la Comisin, Enrique Ochoa Antich,
se pronunci en torno al hecho expresando que: Esto no
lo puede permitir la democracia en nombre de ninguna
libertad individual, a riesgo de afectar sus propias bases de
legitimacin. El Estado debe actuar en consecuencia, pues
tales prcticas afectan esenciales derechos humanos. La
tolerancia democrtica debe, necesariamente, tener como
lmite inaceptable el cultivo consciente de la intolerancia, del
racismo, de la no-democracia, () no puede aceptarse
() Araujo, Elizabet (990) op.cit(2) Meza, Alfredo. (997) Crnicas racistas de este trpico mestizo. Artculo
en Revista Estampas N 2.297, El Universal. (3) Gmez, Elvia. El Nacional (994 junio 4). Poltica Op.cit
3La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas
4 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela
(5) Reyes Snchez, Freddy (2006, agosto 2), Darle visibilidad a lo invisible por
arte de conciencia. En Todos Adentro. Poltica. P.25(6) dem
que en una sociedad y ms en una sociedad mestiza como la
nuestra, a estas alturas del siglo, en nuestro tiempo, se estn
aceptando prcticas racistas (El Mundo). Finalmente, esta
denuncia no prosper, debido a que para dicha Comisin
no pas de ser un hecho de poca trascendencia en la vida
poltica del pas, sumado a que el gran problema del racismo
en Venezuela es la negacin misma de la existencia de este
problema por parte de la mayora de la sociedad. (Ishibashi,
2004).
Para Nirva Camacho y Chucho Garca, combatir el
racismo en sus diferentes manifestaciones no es fcil, dado
que muchas de las denominaciones dadas a negros y negras
vienen desde la Colonia y contienen una carga negativa de
discriminacin y exclusin; por lo tanto, revertir ese proceso
es una lucha de largo aliento, en el que debemos participar
todos y todas.5
Chucho Garca considera que, a pesar de
las respuestas y los esfuerzos que han realizado los
descendientes de africanos en Amrica y el Caribe a lo largo
de estos 500 aos, an no se ha logrado la erradicacin del
problema racial, la exclusin y la pobreza estructural de los
antiguos enclaves de esclavos y los ncleos de emigrantes
urbanos de los afrodescendientes en las grandes urbes. 6
CONCLUSIONESNo reiteraremos en aspectos sobre los que prestigiosos
investigadores en la materia, como Ligia Montaez, Jun
Ishibashi y Jess Chucho Garca, con todo el soporte de
la rigurosidad cientfica han profundizado. Esta razn y, sin
espritu de recurrir a la comodidad, ms bien nos permite
sealar algunos de sus aportes en este sentido.
Ligia Montaez en su libro El Racismo oculto en una
sociedad no racista seala:
1.La presencia de prejuicios negativos hacia la
poblacin negra de origen afrovenezolano genera efectos
activos de carcter discriminatorio. En consecuencia,
muchas personas negras sufren restriccin o exclusin
para disfrutar, en trminos iguales, de beneficios sociales
y derechos humanos relacionados con casi todos los
mbitos de la vida pblica. El punto desencadenante de
esa conducta discriminatoria es el estereotipo negativo
que cubre la percepcin que se tiene de ese sector de la
poblacin venezolana.
2.La presencia de prejuicios endorracistas dentro
de sectores de la poblacin de origen afrovenezolano, tiene
el significado de un comportamiento autodescalificador,
autoagresor y favorece la reproduccin de la discriminacin
social que esa misma poblacin vive.
Jon Ishibashi (2004), por su parte, llega a
conclusiones como las siguientes:
1.Lamentablemente, a pesar de los importantes
resultados histricos (refirindose a los obtenidos por los
diferentes movimientos venezolanos), el reclamo contra el
racismo no ha alcanzado los odos de muchos profesionales
en los medios de comunicacin, ni ha logrado transformar
el hbito de vincular firmemente el ndice socio-econmico
con el parmetro de densidad de pigmentacin de la piel
(mientras ms oscuro el color de piel, mayor pobreza), ni
tampoco ha logrado afectar el canon eurocntrico de belleza
(mientras ms a la africana, es ms feo),
2.Los activistas afrovenezolanos que han venido
consolidando su posicin ante el gobierno nacional, ahora
tendrn que buscar una mayor efectividad para movilizar
la sociedad civil en procura de construccin de diversidad
5La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas
cultural con el protagonismo de las minoras sociales, y as
resistir a que las conviertan en un simple objeto diferenciado
de marketing, segn el inters de poderes econmicos o de
la poltica desarrollista neoliberal del Estado Nacional. Para
cumplir este fin, sera muy importante que los activistas e
intelectuales afrodescendientes sostengan dilogos con los
sectores de base directamente afectados por esa exclusin,
a la vez que estimulen iniciativas populares para enfrentar
todos los tipos de racismos.
A manera de reflexin personal:
Lejos de cualquier calificacin o denominacin, la
realidad es una sola: la persona negra seguir siendo negra;
ni cambiar de color, ni quedar exenta de los rigores de la
discriminacin y el racismo. El trmino afrodescendencia,
tal como lo he manifestado en otras ocasiones, de acuerdo
a su uso, denota -a mi criterio- una nueva forma de
explotacin, a travs de la cual l queda, como tema de
consumo, al servicio de quienes participan en importantes
eventos de trascendencia mundial, exigiendo la movilizacin
de capitales exorbitantes, segn sea el caso.
Los procesos internos que experimenta la persona
negra en cada mbito de su espacio vital slo forman
parte de su nica y exclusiva interioridad y es algo a lo que
ningun agente externo podr asignarle nombre, adjetivo
o cualificacin alguna. A la persona negra (no de color),
s le corresponde desde su interioridad disfrutar, en forma
conciente, sus valores fenotpicos como va para enfrentar
cualquier forma de exclusin y asumir su papel como raza
humana, la nica existente.
FUENTES CONSULTADASo frica en Amrica, Historia s.e. (Artculo en lnea) Disponible en:
http://www.encolombia.com/educaciion/unicentral4799vid-africa.htm
Agudelo, Carlos Efrn (2002) Multiculturalismo en Colombia: Poltica, inclusin
y exclusin de poblaciones negras.(Artculo en lnea) Disponible: www.iidh.
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Blanco, Marizabel (2007) Nuestra Afrodescendencia. Caracas, Revista A
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Brito Diana y Ordoez Valverde. Las prcticas de distincin sociall. Un
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Fenotipo Bombay. (Artculo en lnea) Disponible en: http://www.es.wikipedia.
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octubre 5)
6 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana
7Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas
PARA UN MAPA DE LA COCINA VENEZOLANATe has preguntado alguna vez, cules son los platos tpicos que se comen en las distintas regiones de Venezuela? Has tenido curiosidad por saber cmo llega un plato a ser tpico de un pas o de una zona dentro de l?
Centro de Estudios Gastronmico - CEGA
Te has preguntado alguna vez, cules son los
platos tpicos que se comen en las distintas regiones de
Venezuela? Has tenido curiosidad por saber cmo llega
un plato a ser tpico de un pas o de una zona dentro de l?
Generalmente, no nos formulamos estas interrogantes quiz
porque se trata de algo que tiene que ver con lo que hacemos
todos los das de nuestra vida: alimentarnos. As, nos parece
que lo que llega a la mesa es ya sabido porque lo repetimos
continuamente y no le prestamos atencin como un tema de
estudio. Sin embargo, cuando hablamos con alguien de una
poblacin distinta a la que habitamos y nuestro interlocutor
nos menciona una preparacin que sirve en su casa, nos
extraamos porque nunca la hemos visto ni degustado. Lo
que comemos forma parte de nuestra cultura, en cierta forma
nos identifica y, a la vez, es una huella de una larga historia
que comenz hace miles de aos. Cuando una comunidad
ha seleccionado un conjunto de comestibles y les aplica una
tcnica de preparacin (hervido, frito, horneado, ahumado,
etc.), y luego se dedica a repetir esos ingredientes, esa forma
de elaboracin va constituyendo un patrn alimentario o si
se quiere un men habitual que, con el paso del tiempo, se
vuelve peculiar de ese grupo tpico de l.
Nuestra gastronoma, es decir, lo que consumimos
por tradicin, es muy importante. Adems, el asunto de
la comida aparece cada da en los peridicos, en la radio,
en la televisin y en Internet. Muchos libros de recetas se
publican sobre el tema, como lo podrs comprobar si vas a
una biblioteca o a una librera.
venezuela plural
8 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana
Es verdad que la gente comienza por comer lo que est a su alcance, lo que le ofrece el medio geogrfico en el cual vive, pero tambin es cierto que cuando se decide comer algn alimento esa decisin se toma con libertad, en otras palabras, nadie come todo lo que la naturaleza ofrece sino que la gente elige segn su gusto. En el caso de Venezuela, encontramos que hubo
en un principio tres aportes fundamentales a nuestra
manera de comer: la de los aborgenes americanos, la
de los conquistadores europeos y la de los africanos que
fueron trados como esclavos a nuestro territorio en tiempos
coloniales, a partir ms o menos del ao 500. Ms
adelante, sobre todo despus de la Independencia, vienen
inmigrantes de la misma Europa, de otros lugares de Amrica
y tambin de Asia, que trajeron con ellos nuevas costumbres
alimentarias que se incorporaron a la mesa venezolana. Hoy
puede decirse que existe un modo de comer en este pas
que es el producto de todas esas aportaciones. Pero, esa
manera de alimentarse tiene variantes segn la zona de que
se trate. En el Centro, hay recetas particulares, y lo mismo
sucede en el Oriente, en los Llanos, en Guayana y Amazonas,
en Los Andes y en el Occidente. De forma que tenemos
majares propios de cada una de esas comarcas. Algunos
de esos platos han salido fuera de los lmites de los lugares
en que se originaron y han adquirido carcter nacional (la
hallaca, la arepa, el pabelln y otros). Esa complejidad nos
permite dibujar un mapa de Venezuela, desde el punto de
vista alimentario, que presenta una interesante diversidad.
Tratemos de repasar las regiones y sus platos:
Si comenzamos por recordar las preparaciones
propias del lado oriental de nuestro pas (estados Anzotegui,
Sucre, Monagas y Nueva Esparta), encontraremos que all
se consumen las empanadas de masa de maz rellenas de
cazn, sopas de quimbomb, el gofio cumans, el calal,
las morcillas de Carpano, los chorizos de Ro de Caribe, el
tarcar de chivo, las bolas de pltano, una bebida llamada
mab, que se prepara con la corteza de una rbol que lleva
ese nombre y otra denominada consigue, confeccionada
con una frutica que llama as, ron blanco, y a veces astillas
de canela, esto por citar slo algunos ejemplos.
En la vasta porcin del pas que ocupa los
estados Delta Amacuro, Bolvar y Amazonas, donde al lado
de los pobladores criollos vive el mayor nmero de etnias
aborgenes, podemos afirmar que los guaicas, maquiritares,
pemones, etc., se comen desde los gusanos del moriche, el
carato del fruto de esa palmera; gran variedad de pescados
de los ros que cruzan esa zona (el laulau, la cachama, el
morocoto, la zapoara, el pavn, y muchos otros), animales
de cacera como el mono, la lapa y la danta, esta ltima
en pisillo; quelonios como el morrocoy, con cuya carne se
haca el cuajado propio de la poca de Semana Santa;
bachacos los cuales, junto con el aj y el yare sirven para
preparar una salsa llamada catara; yuca y sus derivados:
casabe y maoco; y muchas frutas peculiares de la selva
como el tpiro y el merey, con cuya se semilla hacen turrones
o mazapanes. Adems de todas las comidas nombradas,
tambin est el famoso Pelao guayans, que se elabora con
un guiso de gallina, arroz y alcaparras.
En el caso de Venezuela, encontramos que hubo en un principio tres aportes fundamentales a nuestra manera de comer: la de los aborgenes americanos, la de los conquistadores europeos y la de los africanos.
9Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas
20 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana
Por su parte, en los llanos (estado Gurico, sur de Anzotegui
y Monagas, Barinas y Apure), acostumbran preparar el
chigire, en forma de pisillo, las colas de baba, la carne
de ternera asada al fuego de lea, un pescado llamado
palometa, un potaje que lleva por nombre Palo a pique
que tiene como ingredientes cecina de res, frijoles y arroz,
y que a veces se acompaa con huevos fritos y tostones
de pltanos verdes. Adems, consumen gran variedad de
quesos blancos frescos, el ms famoso de los cuales es
llamado precisamente queso llanero, pero adems tienen
otro queso muy conocido el de mano.
En los Andes, nuestra zona montaosa por
excelencia (estados Tchira, Mrida y Trujillo), se consume
mucha carne de cerdo, especial mencin merece el
lechn de Triba (estado Tchira), el cual se rellena, antes
de hornear, con cebolla, tomate, ajo, organo, comino y
pimienta, pan rallado, huevos duros, aceitunas, pasas y
alcaparras; como sopa se sirve la pisca andina, hecha con
caldo, o simplemente agua, papas, cilantro y algo de leche.
Son tpicos los higos abrillantados rellenos de dulce
de leche. En panaderas, encontramos las mantecadas,
bizcochuelos, peculiares de Bocon (Trujillo), las aceitunas
y las almojbanas. Las arepas, en los Andes, se hacen de
trigo; y las hallacas se preparan con el guiso crudo y se les
ponen garbanzos y papas.
En el occidente (estados Falcn Lara y Zulia), reina
como plato predilecto el chivo, el cual confeccionan guisado,
horneado, en sopa (el famoso mondongo larense o mute de
ovejo). Es comn, el pltano maduro frito, horneado, o verde
en forma de tostn. En el Zulia, usan la leche de coco para
los guisos, como el de pato girir.
En materia de pescados, es muy buscada la lisa, de
la cual son muy apreciadas sus huevas. Postre tpico zuliano
es el de los huevos chimbos. En Lara, hay numerosas clases
de quesos, siendo los ms famosos los que se preparan con
leche de cabra, la cual sirve tambin, esta vez en el estado
Falcn para preparar el dulce de leche. En materia de frutas,
en el ltimo de los estados citados, son famosos las tunas
y los datos, ambos muy refrescantes y apropiados para los
calores de esa regin. En Coro, tiene fama la arepa pelada,
la cual, despus de formada con la masa de maz, se mete
en las ceniza todava con brasas.
En el centro (Distrito Capital, y estados Miranda,
Aragua, Carabobo, Cojedes, Portuguesa y Yaracuy),
tenemos el pabelln compuesto por arroz blanco, caraotas
negras, carne mechada y tajadas de pltanos fritos, plato
llamado pabelln con barandas y al cual algunas veces
se le agrega queso blanco rallado. Es tpico de la regin el
potaje denominado olleta, especie de sopa en la que entran
carne desmenuzada de gallo, bolitas de masa de maz, algo
de papeln, alcaparras y aceitunas. Asimismo, hallamos la
hallaca caraquea y, como postres, el bienmesabe, hecho
con crema de coco, yemas de huevo y azcar, con la cual se
baan trozos de bizcochuelos previamente emborrachados
con vino dulce y, finalmente, se espolvorea todo con canela;
dentro del mismo rubro de los postres, debe mencionarse
2Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas
la torta bejarana y la torta melosa. En el estado Miranda,
son famosos unos bollos preparados con cambur,
llamados cafunga, y tambin un pescado, el lebranche,
asado, envuelto en hojas de pltano. En esta regin
central y, sobre todo en Caracas, pueden encontrarse
comidas venidas de fuera del pas, que se han hecho muy
populares, como es el caso de la pizza, de origen italiano,
o las lumpias, tradas por los chinos. Todo esto sin contar
otras preparaciones, como el hervido de res o de gallina
que incluye papas, ame, ocumo, batata, mazorca de
maz, zanahorias y repollo.
Dijimos que haba preparaciones que se haban
convertido en platos nacionales, comunes y corrientes,
ya en cualquier parte de nuestro territorio. Citemos los
ms conocidos: las arepas de maz, las cachapas, sean
de budare o de hojas, el pabelln, las hallacas, el dulce de
lechosa, el de higo y el de durazno.
Como han visto, nuestra mesa es abundante de
platos tpicos, con sabores distintos unos de los otros y
que relejan las caractersticas geogrficas de cada regin
y son testimonios de esa eleccin de la cual hablbamos
al comienzo al referirnos al aporte tripartito de nuestros
antepasados. Vale la pena, como ejercicio ilustrativo, que
busquen un mapa del pas y vayan ubicando en l las
particularidades a que nos hemos referido para que tengan
una idea visual de nuestra diversidad cultural culinaria. Si
quieren enterarse de ms detalles sobre este apasionante
tema, documentarse sobre ms platos tpicos y preparar
nuestra mesa es abundante de platos tpicos, con sabores distintos unos de los otros y que reflejan las caractersticas geogrficas de cada regin.
algunas recetas de las que forman ese rico patrimonio,
les sugerimos algunas lecturas complementarias: Rafael
Cartay, Diccionario de cocina venezolana, Caracas, Alfadil
Editor, 2005; Ramn David Len, Geografa gastronmica
venezolana, Caracas, Lnea Editores, 984 (con otras
ediciones) y Jos Rafael Lovera, Historia de la alimentacin
en Venezuela, Caracas, Centros de Estudios Gastronmicos,
998.
Con la informacin que les hemos dado pueden irse
comiendo a Venezuela y familiarizndose con las costumbres
de sus compatriotas. Y recuerden que la comida es cultura, y
as como respetamos y fomentamos nuestra msica, nuestra
arquitectura y nuestra literatura, eso mismo debemos hacer
con nuestra cocina tpica.
22 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela
23La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas
LA ALIMENTACIN INDIGENA EN VENEZUELA
Ronny Velsque
Para ejemplificar los alimentos ms destacados,
vamos a poner como prototipo a los indgenas Pemn de
la Gran Sabana, por ejemplo, y a partir de ellos, haremos
algunas generalizaciones para referirnos a otros indgenas
de la misma rea, del Amazonas, de la Sierra de Perij, de
los Llanos o pueblos de otras regiones de Amrica. Esto lo
hacemos con fines prcticos, con la observacin de que,
aunque los productos sean idnticos, las tierras varan y, en
su preparacin, los alimentos tambin poseen diferencias,
pero son similares a los de otras regiones muy alejadas.
Para los indgenas Pemn, de lengua Karibe, su
alimentacin fundamental est elaborada en base a la yuca.
Poseen dos tipos de este tubrculo, la yuca dulce ( manihot
suculenta) y la yuca amarga, de la misma familia. De esta
ltima, se extrae el famoso casabe, alimento del cual siempre
hablaron los colonizadores, conquistadores, religiosos e
historiadores de Indias. Esta yuca amarga es comn en
todos los indgenas del rea amaznica y en gran parte
de las tierras de selva hmeda tropical de Venezuela. Fue
curiosa e inteligentemente dominada, porque este tubrculo
ha sido domesticado por la cultura; pues naturalmente es
venenosa por el cido que contiene en sus fibras, el cual es
extrado a travs de sofisticados procedimientos de rayado,
exprimido, secado, cocido y asado. As, de la yuca amarga,
se obtiene el casabe y el maoco, tambin el almidn para
preparar el Kachiri. El Kachiri es la chicha, una bebida fuerte
con algunos grados alcohlicos que fueron descubiertos a
travs de miles de aos de experimentacin. Para esto, la
yuca se combina con batata o camote de color morado.
El proceso para hacer kachiri consiste en que la
yuca se deja macerar, luego se hierve la harina gruesa de
yuca amarga y despus se deja fermentar con la masa de
camote, generalmente durante tres das.
venezuela plural
24 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela
Este proceso, es comn en todos los pueblos del
Amazonas. Tambin, y se hace a la vez, se prepara chicha
de maz en los pueblos que lo cultivan. Se realiza con los
mismos procedimientos y con fines de celebracin en
rituales y ceremonias en pueblos alejados, Por ejemplo, entre
los Kunas de Panam, que tambin pertenecen al tronco
lingstico Karibe, la elaboracin de chicha de maz es muy
frecuente. Tambin se hace en la Sierra de Perij, entre los
Yukpas y Bar.
Por otra parte, los Pemn cosechan ame, dos
variedades de batata, pltanos, calabazas, ajes, diversas
frutas, entre ellas, merey, pia y muchas otras. A la vez,
comen abundante pescado de los diversos ros del rea.
Poseen gran variedad de cantos sagrados o secretos,
llamados tarn, para la pesca y cacera. Entre los animales
de cacera, se encuentran la lapa, el cochino de monte, el
venado y otros. Si bien se asegura que en la Gran Sabana
los suelos son cidos y poco aptos para la agricultura, en
lneas generales, la subsistencia de los Pemn est basada
en la horticultura de tala y quema. Este sistema tambin est
generalizad entre otros pueblos indgenas tanto de la Gran
Sabana, como del Amazonas y, a su vez, en la Sierra de
Perij, en el Llano, entre los indgenas Pum y Cuibas y,
asimismo, entre otros pueblos indgenas de Amrica.
El sistema de tala y quema es muy comn para
la preparacin de lo que en Venezuela, se conoce como
conuco. En otras reas indgenas, lleva otros nombres, segn
la lengua que usen. Hoy en da, la tala y la quema se realizan
utilizando hachas y machetes, instrumentos de la cultura
de la dominacin, pero hay descripciones maravillosas
de los instrumentos de labranza de los indgenas de este
continente escritas por los mismos historiadores de Indias.
An se conservan muchos de estos instrumentos, como la
escardilla, la chcura, palo cavador, etc., las cuales, en otras
reas de Amrica, tambin tienen nombres muy singulares.
En el rea del Esequibo, por ejemplo, en lo personal,
hemos encontrado hachas de piedra de gran tamao que,
de acuerdo con sus descripciones, han servido para talar
la selva. Asimismo, hemos encontrado piedras de moler y
ollas de barro. Con relacin a las piedras de moler, lo que
significa es que han utilizado posiblemente el maz, en su
dieta alimentaria, posiblemente en forma arepas, tortillas
o bollos del maz, de estilo similar al mesoamericano. Al
respecto, hay bastantes datos etnogrficos que relacionan
la cultura antigua de pueblos amaznicos con culturas
mesoamericanas. Nosotros, lamentablemente, a estas
alturas de la historia, hemos perdido ese nexo. Es decir, en
las reas de Gran Sabana y Amazonas, el maz ya no es un
grano de primera necesidad y, ahora, ya no es comn. Los
conucos, tienen una duracin relativa, ya que se producen
por el sistema de rotacin; es decir, se alejan del sitio de
anterior sembrado, para hacer otro conuco en otra regin,
mientras el que ya fue utilizado por un perodo determinado,
se recupera en sus nutrientes. Este conocimiento es
milenario, y los abonos que han usado la mayor parte de los
indgenas es natural, a travs de tala, roza y quema. Hoy en
Si bien se asegura que en la Gran Sabana los suelos son cidos y poco aptos para la agricultura, en lneas generales, la subsistencia de los Pemn est basada en la horticultura de tala y quema
Los conucos, tienen una duracin relativa, ya que se producen por el sistema de rotacin, es decir, se alejan de este sitio, para hacer otro conuco en otra regin, mientras el conuco utilizado por un perodo determinado, se recupera en sus nutrientes.
25La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas
26 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela
da, se les ha introducido abono artificial y, de igual manera,
las cosechas se ven empobrecidas.
Esta domesticacin del suelo se realiza por perodos
especiales de lluvia y sequa, tiempo que ha sido observado
por todos los pueblos indgenas de este continente, porque
todos han posedo un calendario biolgico y agronmico
de forma natural, guiados por las crecidas de los grandes
ros, por las corrientes, por los tipos de vegetacin y por
la abundancia o no de diversos animales, ya sean peces,
cangrejos, u otras especies selvticas, as como tambin,
diversos frutos; por la migracin de las aves, aparecimiento
de insectos, migracin de las abejas o por aparecimiento
abundante de hormigas, bachacos, gusanos, etc. En este
sentido, los indgenas, a partir de tales conocimientos viven
en armona con la naturaleza y procuran que. a travs de los
rituales, dicha armona no se rompa.
La pesca es primordial en la alimentacin de los
Pemn y otros indgenas de Amrica. El pescado, o los
diversos tipos de pescado, para los cuales este grupo
indgena posee muchas clasificaciones y nombres, es el
rubro que conforma una de sus principales fuentes de
protena y fsforo. Los Pemn, segn sus clasificaciones,
conjuntamente con los Akawaio, Patmona y Makushi, de la
Zona del Esequibo, consumen, segn las estaciones, unas
24 especies de peces distintos. Generalmente, los cazan
con barbasco, que en Pemn se llama inek. El barbasco es
un bejuco que ellos trituran en pequeos caos preparados
para tal fin. ste es otro descubrimiento de los indgenas
de nuestro continente, ya que se usa de la misma manera
en diversas partes de Amrica y, si bien no es un veneno,
como suele definirse, produce en el agua el agotamiento
del oxgeno que necesitan los peces, y as, al ellos sentirse
ahogados por falta de este elemento, atontados, salen a la
superficie a respirar. Ese es el momento que se aprovecha
para su captura. As que, el recoger los peces con los
canastos, en las corrientes de agua, en las pozas de los ros
o en la superficie, es una actividad de mujeres y nios que,
ansiosos, esperan a los atontados peces para atraparlos.
Esta actividad de pesca es a la vez, un motivo de fiesta y
alegra, como lo celebran los Yekwana del Alto Orinoco,
quienes en algunas circunstancias, dependiendo del cao,
lo hacen no slo con canastos, sino tambin con redes, si
las tienen, para recoger los peces que salen fuera del agua
asfixiados por la toxina de esta planta.
Como sabemos, la caza, en general, ha sido siempre
una actividad importante entre los indgenas. Para algunos,
entre ellos Pemn y Yanomami, muy especialmente, a travs
de la introduccin de armas de fuego, como escopetas
tipo bscula, las cuales son llevadas por contrabando
desde Brasil o del interior de Venezuela, A su vez, algunos
han aprendido a cazar con perros amaestrados y se ha
incrementado la caza de animales que por tradicin han
sido sagrados, como las dantas, venados, bquiros, y hasta
anacondas. Estos animales se encuentran en sus mitos y
27La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas
relatos, como Creadores y Dioses, ya que se les ha provedo
de alimentacin por miles de aos, pero stos slo han sido
comidos cuando se trata del cumplimiento de rituales. La
intromisin de forneos que cazan lapas, picures, paujes
(Crac alector, Pauxi pauxi), pavas (Penlope purpurascens),
gallinas de monte (Tinamus major) y tortugas, etc, les ha
ido quitando a los indgenas este respeto por sus animales
originarios, a quienes se les peda permiso para cazarlos y
comerlos, como an es comn entre Los Piaroa, y por esto,
ellos realizan el ritual Warime.
Es importante destacar que, en cuanto a plantas, las
que pertenecen a la familia de las calabazas, que producen
diversos tipos de auyamas, son comunes en las regiones
que hoy son de los indgenas de Venezuela. Se dice que
stas provienen de Mesoamrica y que llegaron aqu por
intercambio cultural; tambin la chayota, y, asimismo, frutas
como el zapote y el nspero, entre otros. Luego, hay frutos
que slo se dan en algunas tierras. Los frijoles, o caraotas,
por ejemplo, no se producen en todas partes y comnmente
su cultivo esta asociado al maz. A la vez, es muy comn
que se cultiven diversos tipos de totumos y calabazas no
comestibles sino que son utilizadas como recipientes para
utilizarlas como parte de la batera de cocina. Algunos de
estos recipientes son hermosamente decorados y, a la vez,
otros, se utilizan como instrumentos musicales, por ejemplo,
la maraca, que es de origen indgena Karibe y de all viene
su nombre, malaka.
En el Per, por ejemplo, hay un arte maravilloso,
el del famoso mate burilado, que fue labrado antiguamente
con hueso y existe, al parecer, la primera pieza artstica
conocida en Sur Amrica, que es una jcara tallada en Huaca
Prieta, Valle de Chicama, en Per, que fue encontrada en
un nivel pre-cermico anterior al ao 2000 antes de Cristo.
Esto significa que, al da de hoy, tiene cuatro mil aos
de antigedad, y lo extraordinario es que es un material
endeble, puesto que es vegetal. La pieza est asociada a la
alimentacin, en este caso, posiblemente a comidas rituales
por el tipo de enterramiento en el que fue hallada.
Por ltimo, entre los nombres de algunas comidas
Pemn, podemos destacar el tum, que es un caldo de
ave, de pescado o de carne de animal de cacera, pero con
muchsimo picante, lo que en Amazonas se llama ajicero.
Este caldo siempre debe estar acompaado con cazabe
o maoco. El kumachi es un picante que, como tal, es
consumido por todos los indgenas de Venezuela, slo que
con diferentes nombres. Entre los Pemn, se llama Kumachi,
fabricado con el jugo exprimido de la yuca amarga, que se
llama yare, al cual se le agregan bachacos, una especie de
hormiga grande (Atta sexdens).
En Amazonas, este picante se llama Katara,
preparado de la misma manera, con hormigas grandes, o
bachacos y, entre sus descripciones, se dice que es un
poderoso afrodisaco. Hoy, su uso se ha extendido a las
regiones llaneras y hasta en Caracas es conocido este
picante, especialmente la katara, ms que el Kumachi.
28 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa
29Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas
COMEDORES DE AREPAAs nos llam el tirano Aguirre, conquistador espaol, all en la isla de Margarita en 1526; as ramos, somos y seremos los venezolanos
Pedro M. Bereciartu Parra
La arepa es el pan que nos legaron nuestros abuelos
indios y aqu presentamos su evolucin desde que el maz
era molido a mano y en piedras hasta la actual fase de la
harina precocida. Es tan milenaria que resulta casi imposible
determinar cundo aparece sobre la faz de la tierra, en lo que
posteriormente se llamara Venezuela. Es tan milenaria como
el maz, grano sagrado de la Amrica antigua. Se estima que
su aparicin y uso tiene ms de cuatro mil aos en estas
vastas tierras y su importancia econmica y cultural, para las
sociedades autctonas, se halla hermosamente plasmado
en sus mitologas, como en el Popol Vuh, libro sagrado de
los Mayas, tan slo uno de los muchos ejemplos de ello.
Su creacin y decantacin podemos ubicarla,
grosso modo, en tres grandes procesos, desde el punto
de vista tcnico, para la fabricacin del ms delicioso y
antiguo alimento que llega cada maana al hogar, tanto
de venezolanos y venezolanas como de todas aquellas
personas que adoptaron esta tierra como suya.
Mi relacin con el tema es de vieja data ya que,
desde pequeo, las vea fabricar en la hacienda de mi padre,
y pens que se me hara fcil este trabajo porque conoca
el proceso de elaboracin de la arepa con la tcnica del
piln. A medida que lo fui investigando, me di cuenta de que
realmente no lo conoca en su totalidad y que, seguramente,
el resto de mis compatriotas tampoco.
Para ello, voy a tomar como punto de partida la
investigacin, escrita y filmada, de un doctorado en Cine
Antropolgico, en la Universidad de Pars X-Nanterre, que
tuvo como objetivo principal mostrar los cambios aparecidos
en esta actividad culinaria tradicional, y su permanencia y
actualidad en el rgimen alimenticio del pueblo venezolano.
venezuela plural
30 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa
UNA MIRADA SOBRE LA AREPA, EL PAN VENEZOLANOSe estima que su aparicin y uso tiene ms de cuatro mil aos en estas vastas tierras y su importancia econmica y cultural, para las sociedades autctonas, se halla hermosa-mente plasmado en sus mitologas, como en el Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas
Los caribes venezolanos usaron indistintamente dos variedades
de esta especie vegetal, el chocori y el maduro. Este ltimo
serva para preparar el pan de maz, segn tcnicas que hasta
la fecha se conservan, en particular, en el oriente del pas. Se le
daba una forma redonda similar a la del sol, al cual simbolizaba.
Lo denominaron erepa, nombre genrico del maz maduro en
lengua de los cumanagotos.
Segn algunos cronistas, los peninsulares se
sorprendieron de encontrar pobladas que no se alimentaran
con trigo. As como en las partes del Orbe Antiguo, que son
Europa, Asia y frica, el grano ms comn a los hombres es el
trigo, as en las partes del Nuevo Orbe ha sido y es el grano de
maz nos dice el padre Jos de Acosta, uno de los primeros
cronistas del Nuevo Mundo en su Historia Natural y Moral de
las Indias.
Nuestros antepasados precolombinos, que eran
buenos agricultores y pescadores, haban resuelto de diversas
maneras la fabricacin de su pan. De all, que uno de los pocos
platos venezolanos autctonos que conserva en cierta forma
su proceso de fabricacin, es la arepa. No en vano se dice que
los hbitos nutricionales son los ms difciles de cambiar, sobre
todo cuando se trata de hbitos que tienen un peso ancestral.
La arepa lleva la marca autctona del indgena que la leg a
la tradicin de la familia venezolana. En este sentido, es difcil
compararla con otro alimento.
El padre Cauln dice que, por extensin, la palabra
erepa, nombre genrico del maz maduro en lengua
cumanagoto, designaba al pan de maz y, de un modo ms
general, la comida. Esta palabra ha pasado al habla venezolana
bajo la forma arepa: la expresin popular ganarse la arepa,
quiere decir ganarse la comida.
Erepa: el pan cumanagoto Cuando los conquistadores llegaron a estas tierras,
descubrieron una nueva gramnea para el mundo: el maz; y
descubrieron un nuevo pan, la arepa. Para ellos, fue una gran
sorpresa, porque los espaoles no conceban que oleadas de
hombres pudieran alimentarse de otro pan que no fuera el de
trigo, millo o cebada.
Desde el punto de vista histrico, nuestro pan es el
resultado de machacar los granos de maz erepa por los
indgenas, sobre una piedra de moler, ayudados de una mano
tambin de piedra.
Segn Mariano Picn Salas, las nobles razas creadoras
de la arepa, le daban la forma de disco solar a manera de
veneracin,era una forma de adorar al Sol y la Luna, que eran
los dioses de estas etnias.
Es all, pues, donde nace nuestro pan cumanagoto que, luego
de ser triturado con todos sus nutrientes, era amasado con
agua para pasar de nuevo sobre la piedra; de manera de hacer
una especie de telitas que se van apilando en un plato de
3Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas
32 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa
peltre (segn nuestra reconstitucin flmica) para entonces
darle forma solar y cocinarla sobre tres topias, con lea, en una
plancha circular de barro cocido.
Desde el punto de vista morfolgico, la arepa es nuestra, porque
solamente en Venezuela se le da esa forma. Redondez y grosor
certifican la procedencia de la arepa y la distinguen de alimentos
similares realizados en otros pases latinoamericanos, como
por ejemplo la tortilla mexicana. La filologa tambin ratifica su
procedencia ya que la palabra viene del vocablo cumanagoto
erepa, que tambin significa maz tierno.
Constancia que qued plasmada en la obra del italiano Girolamo
Benzoni, Historia del Nuevo Mundo (579), uno de los primeros
cronistas que hizo alusin explcita al proceso de elaboracin
de la arepa y a la prodigalidad del maz. Asombrado narra
cmo se reproduca esta gramnea y cmo una variedad de
maz daba tres cosechas al ao, cosa que no se lograba con
el trigo, acota.
La Arepa: el pan venezolano Posteriormente, aparece el piln de madera para
decorticar el maz, el cual no es ms que un tronco excavado
en su parte central superior en forma de copa; y el budare de
metal introducido por los holandeses en el siglo XVI, lo que de
cierta manera, cambiara la tcnica de elaboracin de nuestro
pan indgena. En esta segunda etapa evolutiva, la produccin
de la arepa llegar a conformar ventin (2) operaciones, en su
fase de preparacin desde que nuestras mujeres comienzan el
deshoje de las mazorcas, desgrane y limpieza, pilado y venteado
del maz para sacar el pico y el nepe (un subproducto que se les
da a los animales). Posteriormente, se lava, se hierve, se muele,
se amasa, se elaboran las arepas y se cocinan en el budare,
hasta dorarlas al rescoldo.
Es una actividad que puede considerarse exclusiva de la
mujer, pues el hombre casi nunca ayuda. Es por ello que, en
Los caribes venezolanos usaron indistintamente dos variedades de esta especie vegetal, el chocori y el maduro. Este ltimo serva para preparar el pan de maz, segn tcnicas que hasta la fecha se conservan, en particular, en el oriente del pas.
nuestra investigacin, venimos sosteniendo que nuestro pan es
elaborado por panaderas, al contrario del pan de trigo, que es
fabricado por panaderos.
Pero cuando se habla de pilar, las mujeres olvidan
la parte dura de la faena, sobre todo cuando lo hacen a dos
manos. Luis Felipe Ramn y Rivera dice que es raro, rarsimo
que alguien tenga ganas todava de cantar para este tipo de
trabajo, al cabo de un da de rudo batallar, y sin embargo en la
isla de Margarita se han hallado los nicos ejemplos de cantos
estrictamente funcionales para esta tarea.
El uso de la piedra de moler y del piln comenzaron
a ser sustituidos entonces por la mecanizacin que ya exista
en lo que atae al maz, desde 837 cuando se ofrecan en
nuestra capital mquinas para desgranar y moler, segn nos da
cuenta Jos Rafael Lovera, en su Historia de la Alimentacin
Venezolana, y por el uso domstico del clebre molino
Corona.
La elaboracin de la arepa era, hasta entonces,
hogarea, sin fines de lucro, pues se preparaban para el consumo
familiar. Con la aparicin de los molinos industriales, aumenta
la produccin y la arepa deja de ser hogarea para comenzar
a venderse en los barrios. Posteriormente, a comienzos del
ao de 950, se abren algunos locales para la venta de arepas
rellenas bajo el nombre de areperas, abrindose la primera
en El Guarataro, en la poca de gobierno del general Marcos
Prez Jimnez, con un inmenso xito. Por ello, me siento con
la suficiente autoridad para decir que el origen de nuestras
areperas proviene del mundo rural, en el cual pas mis primeros
veintids aos. Yo recuerdo que, de nio, me llamaba mucho la
atencin la mochila larense de sisal, que la mujer campesina le
preparaba a su compaero para el jornal y que, posteriormente,
fue reemplazada por una vianda de aluminio. Esa mochila, que
los hombres, y posteriormente las mujeres, se llevaban para el
corte de la caa de azcar y para el cultivo de maz o el quiebre
de la mazorca, llevaba en su seno unas arepas rellenas hechas
con maz pilado y cocinadas en fogn de tres topias.
33Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas
La arepa lleva la marca autctona del indgena que la leg a la tradicin de la familia venezolana. En este sentido, es difcil compararla con otro alimento.
Como testigo presencial, sostengo que esas arepas
rellenas son los ancestros de las areperas que hoy conocemos
y que hicieron su aparicin, tmidamente, en los albores de
los aos cincuenta, en las zonas marginales de casi todas las
principales capitales de los estados del pas. Areperas, que si
bien se las atribuimos a la visin comercial de los portugueses,
hay que reconocer que fue nuestra mujer rural quien la cre, y
facilit de esa manera su comercializacin.
Pero no es sino hasta la dcada de los aos sesenta,
en que hace su aparicin en el mercado industrial venezolano,
la harina de maz precocida; un aporte tecnolgico del profesor
Luis Caballero Mejas, lo cual vino a simplificar, en gran medida,
la elaboracin de nuestro pan cumanagoto tendiente a
desaparecer por la influencia fornea de inmigrantes quienes,
como era normal, traan sus costumbres.
Con este avance cientfico y tecnolgico, en el rea
de la alimentacin y de la transformacin de alimentos, se
simplifica el proceso de fabricacin de nuestro pan cotidiano.
Al suprimirse varias de las operaciones prehispnicas en esta
actividad culinaria, se acelera su fabricacin, se incorpora al
hombre a la prctica de su elaboracin y se coloca en el plano
internacional por la facilidad de transportar la materia prima
procesada, lista para su reciclaje, sin dejar por ello en desuso
las palabras de Lpez de Gmara: Es, en fin, el maz cosa muy
buena y que no la dejarn los indios por el trigo, segn tengo
entendido. Las causas que dan son grandes, y son stas: que
estn hechos a ese pan, y se hallan bien con l; que les sirve
el maz de pan y vino, que multiplica ms que trigo; que se cra
con menos peligro que trigo, as, de agua y sol como aves y
bestias; que se hace ms sin trabajo, pues un hombre slo
siembra y coge ms maz que un hombre y dos bestias de
trigo.
Pues tal y como dijera El tirano Aguirre hace ms
de cinco (5) siglos, s, comedores de arepa fuimos, somos y
seremos los venezolanos.
34 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios
35La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas
LA YUCA AMARGA Y LOS SABERES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOSPara hacer la yuca comestible, los pueblos originarios precisaron del pleno conocimiento de la vida de esta planta, de la que aprovecharon su alto rendimiento proteico y calrico. Lelia Delgado
El origen de la agricultura de races no se ha
establecido con exactitud; sin embargo, se ha sealado que
la domesticacin de la yuca amarga (Manihot utillissima),
pudo haberse iniciado mucho antes que el maz en el norte
de Sudamrica, posiblemente en la regin del Orinoco,
desde donde migr a las Antillas hacia el ao 90 a.C.
De veneno a alimento Desde ese tiempo y hasta hoy, la yuca amarga ha
sido una de las plantas cultivadas de mayor importancia
en la dieta de los pueblos indgenas. Se trata de un cultivo
vegetativo de alto rendimiento, fuente de caloras, fibra y
minerales, cuya reproduccin se efecta por estacas. La
mayor concentracin en cido cianhdrico, dota a la yuca
amarga de una gran resistencia a las plagas que abundan
en las zonas hmedas tropicales, en donde los suelos
cidos y arenosos son pobres en nutrientes. Su cultivo
presenta una elevada tolerancia en condiciones ambientales
extremadamente duras y una gran adaptacin a diferentes
ecosistemas.
A diferencia de la yuca dulce (Manihot dulcis), que
es completamente inocua, el cido cianhdrico o prsico
presente en la yuca amarga, se torna potencialmente
venenoso, incluso mortal, cuando es consumido aunque
sea en pequeas cantidades. Para hacer la yuca comestible,
los pueblos originarios precisaron del pleno conocimiento
de la vida de esta planta, de la que aprovecharon su alto
rendimiento proteico y calrico, lo que ha sido fundamental
en la reproduccin de la vida de las generaciones posteriores
de venezolanos.
venezuela plural
36 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios
La cestera es una de las artes de mayor calidad est-tica y simblica de los pueblos originarios. Su trama y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su procesamiento. Al mismo tiempo, desarrollaron un conjunto de
procedimientos ingeniosos, los cuales ameritan, adems del
conocimiento, el tiempo y la paciencia para procesar las
races hasta transformar su pulpa en alimento. A tal efecto,
crearon una compleja utilera de utensilios domsticos, que
les permitiera acciones tales como prensar, cernir, colar,
rallar, tostar, voltear y almacenar los derivados alimentarios
de la yuca amarga durante largos perodos, cosa que no
es posible con la yuca dulce, la cual, como cualquier otro
tubrculo, debe ser consumida una vez arrancadas las
races.
La yuca amarga y sus procesos Entre las poblaciones indgenas, el cultivo, cosecha
y procesamiento de la yuca amarga corresponde a las
mujeres, mientras que la tala, quema, limpieza y desmonte
de los conucos corresponde a los hombres. En el conuco,
las mujeres arrancan, pelan y acomodan los tubrculos en
cestas hechas para tal fin.
Con las cestas de carga colocadas sobre la
espalda, las mujeres trasportan la yuca hasta el poblado,
en donde almacenan y lavan los tubrculos utilizando una
curiara desechada u otro recipiente. Los tubrculos son
procesados con la ayuda del rallador hasta convertirlos en
pulpa, la cual todava hmeda se embute dentro de una
cesta tubular o sebucn.
Una vez lleno, el sebucn se tapa y se cuelga
a la viga de un dispositivo hecho con largas estacas de
madera clavadas en el suelo. El extremo inferior del sebucn
presenta un ojal por entre el cual se inserta una vara que se
hala hacia abajo, produciendo la presin necesaria para
que el lquido venenoso comience a fluir.
Este lquido se almacena en un recipiente y la pulpa,
prensada y seca, se coloca sobre una cesta plana y circular,
luego se la hace pasar por un cernidor. La harina resultante
de este proceso se esparce y cocina sobre un budare, hasta
obtener, segn el caso, el maoco o las tortas de casabe.
Con la coccin, el alimento pierde su toxicidad.
La yuca amarga y sus objetos La cestera es una de las artes de mayor calidad
esttica y simblica de los pueblos originarios. Su trama
y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de
la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que
se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su
procesamiento. La belleza de sus diseos y diversidad de
su manufactura, pertenecen a una memoria muy antigua
confirmada en la investigacin arqueolgica, siendo frecuente
la aparicin de fragmentos de alfarera prehispnica, en
los que han quedado marcados los trazos de tejido de las
cestas, con tal nitidez, que es posible establecer el tipo de
fibra y tcnicas empleadas en su fabricacin.
Guapa Llamada tambin waja tumennato, o wapa pintada,
es una cesta de dimetro variable y poca profundidad que se
utiliza para colocar la harina de yuca o alimentos secos. Tejida
exclusivamente por los hombres, es un tipo de cesta que
ha alcanzado una extraordinaria calidad esttica y tcnica.
Sus diseos geomtricos ponen de manifiesto la creacin
de una iconografa que guarda relaciones profundas con
la cosmogona, llegando a fundar una suerte de escritura
de mitos, en la que se representan episodios del watua,
la historia sagrada Yekuana, con la que los tejedores
establecen una relacin simblica.
37La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas
38 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios
Wuwa Denominacin Yekuana de la cesta de carga de
uso femenino. Hecha principalmente para transportar los
tubrculos de yuca, es confeccionada con bejuco mamure y
tejida en espiral. La estructura interna de la wuwa se refuerza
con aros de bejuco para hacerla ms resistente, pues debe
soportar, aproximadamente, seis meses de uso diario, con
un peso superior a 60 kilos.
Mapire Cesto cilndrico de base convexa y boca circular.
Especialmente hecho para empacar, almacenar o transportar
maoco. Se teje con tiras de mamure empleando la tcnica
de cruzado hexagonal, su interior se cubre con hojas de
palma para proteger su contenido de la humedad y de la
lluvia.
Manare El manare es una cesta de tejido abierto, dimetro variable y
poca profundidad que se usa a manera de cedazo o cernidor
de la pulpa de la yuca amarga. ste puede colocarse sobre
un rstico pedestal de bejuco para ganar altura.
Sebucn Prensa tejida por los hombres a la manera de cesta,
la cual puede alcanzar hasta dos metros de largo. Se usa
para extraer el yare, lquido venenoso de la yuca amarga.
El cuerpo largo y cilndrico del sebucn se teje con fibras
de tirite de aproximadamente cuatro metros de largo y unos
milmetros de ancho, las cuales se van acortando hasta
cerrar en los extremos que rematan en forma de ojales. El
soporte superior y el fondo de esta cesta se refuerzan con
cuerdas de curagua, para soportar un peso que alcanza los
200 kilos.
Soplador o volteador La coccin del casabe y maoco se controla con
la ayuda de un soplador tejido, para avivar el fuego y para
voltear las tortas de casabe sobre el budare. Un implemento
con el mismo fin se confecciona en madera o en tapara.
39La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas
Catumare Cesta de carga en forma rectangular, cuyo tejido
generalmente hexagonal se adosa a un soporte de bejuco.
El catumare presenta en el frente un conjunto con tiras de
fibra entrecruzadas para sujetar la carga. Aunque en forma
y materiales difiere de la wuwa, o cesta de carga Yekuana,
se coloca de la misma forma sobre la espalda y se hace
pender desde la frente.
Guatura Cesta de carga de forma cilndrica usada para
transportar yuca o recolectar lea. En el borde superior
presenta un conjunto de asas a las que se ata una banda de
fibra de majagua.
Guayare Implemento tejido para llevar cargas en la espalda.
Matatu Bandeja cuadrada tradicional de los Pemn , se
usa para servir casabe.
Rallador Utensilio de uso domstico que sirve a las mujeres
para rallar yuca y otros tubrculos. Indispensable en el
proceso de elaboracin de casabe y maoco. Consta de
una madera en forma rectangular o de forma cncava, a
la que se le incrustan, a manera de dientes, pequeas
astillas de piedra o laminillas de hojalata, formando diseos
geomtricos. stas se fijan a la madera recubrindolas con
una resina vegetal llamada peramn. En algunos casos, los
ralladores presentan en los extremos diseos geomtricos
hechos con pendare, onoto y holln.
Budare Plato de barro de forma circular y de tamao
variable, que se usa para tostar casabe y maoco.
Originalmente, el budare se haca de piedra, luego de barro
y ms recientemente en hierro, de fabricacin industrial.
El fruto del taparo seco es usado a modo de cucharones.
40 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios
Maoco Alimento de larga duracin y fundamental en la
dieta indgena, es hecho con la harina de la yuca amarga,
deshidratada y tostada. Se agrega al agua, sopas o caldos.
Yare Jugo txico que se extrae de la pulpa de la yuca
amarga, del yare procesado se obtiene el almidn de yuca.
Yaraque Licor fuerte hecho con casabe fermentado y agua.
Yukuta Bebida no fermentada hecha con casabe y agua.
Catara Condimento elaborado con el yare al que se
le incorporan ajes, bachacos tostados y molidos, los
cuales son recolectados en la selva luego de la poca de
reproduccin.
Cachiri Bebida fermentada de alto contenido alcohlico
hecha con yuca, batata u otros tubrculos
Casabe Por su riqueza calrica, fibra y minerales, el casabe
es parte fundamental de la dieta no slo de los pueblos
indgenas sino de todos los venezolanos.
Los pasos para su preparacin son:
Se pelan los tubrculos.
Se rallan hasta obtener la pulpa.
Se prensa la pulpa para extraer el lquido txico.
Se tamiza la pulpa exprimida y seca
Se extiende una fina capa de pulpa sobre un budare
La yuca amarga y su gastronoma
precalentado hasta formar una torta plana y circular.
Se cocina hasta que la harina aglutine y comience a dorar.
Se voltea y seca al sol hasta obtener la textura de galleta.
Naiboa Forma parte de la dulcera criolla. Se hace con dos
tortas de casabe entre las que se coloca papeln rallado o
melaza.
Almidoncitos Pequeos panecitos cilndricos hechos con el
almidn extrado de la yuca amarga, papeln, huevos y
especies como la canela y el clavo.
Jau Jau Casabe fino, suave, quebradizo y azucarado
Casabito Entrems hecho a partir de una pequea torta
de casabe tipo galleta. Se llama casabita si las torticas de
casabe se envuelven con una mezcla de queso y papeln
Sopa de Casabe Caldo de res al que adiciona pequeos trozos de
casabe.
Gofio Dulce que se hace con casabe molido, papeln,
canela y clavo.
Buuelos Bolitas crujientes de yuca dulce que luego de ser
fredas se baan con jarabe de papeln.
4La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas
La cestera es una de las artes de mayor calidad esttica y simblica de los pueblos originarios. Su trama y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su procesamiento.
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yekuana. Cabelum. Ediciones Amn. Caracas.
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--------- (998) Atlas de las tradiciones venezolanas,
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