Asi somos n2

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94 Museo Nacional de las Culturas • Pluriactividades

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  • 94 Museo Nacional de las Culturas Pluriactividades

  • 94 Museo Nacional de las Culturas Pluriactividades

  • Receta Contral el Olvido Museo Nacional de las Culturas

    La exclusin y la inclusin en Venezuela

    contenido

    ideas para dialogar

    as vamos

    editorial

    Luis A. Galindo

    El Museo Nacional de Historia, un espacio para la preservacin y puesta en valor del patrimonio histrico nacional.

    Receta contra el olvidoLuis A. Galindopgs. 2 a 3

    pgs. 4 a 9

    Nelly Ramospgs. 0 a 5

    Para un mapa de la cocina venezolana

    venezuela plural

    CEGApgs. 6 a 2

    La alimentacin indgena de Venezuela. Ronny Velzquezpgs. 22 a 27

    Comedores de arepa.Una mirada sobre la arepa, el pan venezolanoPedro M. Bereciartu P.pgs. 28 a 33

    La yuca amarga y los saberes de los pueblos originariosLelia Delgadopgs. 34 a 4

    Aportes africanos a la gastronoma venezolanaJos Marcial Ramos G.pgs. 42 a 47

    Los inmigrantes: colonia que ha aadido ms sabor a VenezuelaVctor Surezpgs. 48 a 53

    Lo que hemos dejado de comerJuan Alonso Molinapgs. 54 a 59

    La alimentacin en las ciudades venezolanasInstituto Nacional de Nutricin. Direccin de Educacinpgs. 60 a 65

    Un mundo de objetos en la cocina venezolanaAna Aveledo. Centro de la Diversidad Cultural.pgs. 66 a 7

    De Abril a Junio

    Shirley Fernndez

    El ngulo de la mirada

    la ruta de la tradicin

    La dulce Venezuelasabores y saberes

    (portafolio fotogrfico)

    El mercado de Coche.Alexis Prez Lunapgs. 72 a 75

    Otras Voces

    Conversacin con Gladys Gonzlez. Directora de Pueblos y Culturas Indgenas del Pueblo Wayu. UBV.Jenny Gonzlezpgs. 76 a 79

    Qu leemos?

    pgs. 80 a 8

    Arianne Velispgs. 82 a 85

    Laura Carrerapgs. 86 a 87

  • 2 Museo Nacional de las Culturas Receta contral el olvido

    Alimentarse es ms que saciar el hambre, aun

    cuando slo ello ya es garanta de vida. Alimentarse es un

    rito diario, que nos hace recordar en un bocado el territorio, la

    historia y las culturas de los antecesores. Cuando comemos

    un trozo de pescado frito, respiramos todo el viento del mar

    Caribe; imaginamos a seres mitolgicos de la Gran Sabana

    en cada pedazo de casabe; y con el humo de la carne en

    vara, vienen a nuestros ojos la llanura y los morichales. Entre

    el crujir de la lea que cuece las arepas, se escucha el canto

    de las abuelas; y se alborota hasta el alma con el olor de

    las hallacas y la gaita pegajosa. Pero al mismo tiempo, el

    alimentarnos nos permite la prctica cotidiana de reafirmar

    quines somos, en el entrecruzado de sabores que vienen

    de Europa, de frica, de Asia, del Caribe, del resto de la

    Amrica Latina y de otras partes del mundo.

    No es entonces casual, que cada vez que un pueblo decide,

    de manera libre y soberana, afrontar el reto de reinventar la

    vida, pensar en una nueva sociedad deseada por muchos

    e inimaginada por otros, que sus afectos ms preciados,

    sus necesidades ms fundamentales, comienzan a ser

    sistemticamente agredidas por los imperios. As, sus ideas,

    sus visiones, su msica, su danza, su poesa, su imaginario

    y sus alimentos son acorralados en una receta para el olvido,

    para luego ser sustituidos por otros que vendrn de afuera.

    Pueblos enmudecidos, atados de pies y manos, mentes

    atiborradas de falsos sueos y con barrigas deseosas de

    alimentos que se dan en otras tierras.

    Soberana alimentaria no es slo tener la capacidad de

    producir nuestros propios alimentos, en concordancia con

    nuestras condiciones sociales, ambientales y climatolgicas;

    editorial

    Receta contra el olvido

  • 3Receta Contral el Olvido Museo Nacional de las Culturas

    es tambin uno de los ejercicios ms contundente de

    valoracin social y fortalecimiento de nuestra memoria

    histrica y nuestras identidades culturales. De all, nuestra

    intencin de aportar al dilogo nacional sobre este tema,

    que es igualmente una preocupacin mundial, que se

    pretende presentarla como una crisis en la produccin de

    alimentos. Es realmente esto cierto? Qu sucede con la

    distribucin? Quines consumen lo que otros producen?

    Somos capaces de producir la mayor parte de los alimentos

    que consumimos?

    En este segundo nmero de la revista As Somos, hemos

    dedicado la seccin central de Venezuela Plural, a nuestra

    diversidad alimentaria, contando con la participacin de

    valiosas personas que han consagrado gran parte de su

    vida a la investigacin y reflexin sobre este importante tema

    y a quienes agradecemos profundamente. En las secciones

    permanentes de esta revista tituladas: As Vamos, Ideas

    para Dialogar y Sabores y Saberes compartimos la alegra

    de conocer los avances del proyecto de creacin del Museo

    Nacional de Historia, una gran deuda social y moral con

    nuestros pueblos, que ya este ao comenzar construirse

    junto con el Museo Nacional de las Culturas; reflexionaremos

    sobre los procesos de exclusin social en Venezuela por

    razones fenotpicas; y compartiremos con Simn Bolvar su

    aficin por la torta melosa, en una breve descripcin y receta

    de este postre capitalino. A partir de este nmero, incluimos

    una entrevista con compatriotas preocupados por diversos

    aspectos de nuestras culturas, as como reseas de libros,

    videos y otros recursos, para aproximarnos a la dinmica

    social y cultural del pas.

  • 4 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia

  • 5El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas

    MUSEO NACIONAL DE HISTORIA.

    Un espacio para la preservacin y puesta en valor del patrimonio histrico nacional

    Luis A. Galindo

    El Ministerio del Poder Popular para la Cultura ha

    impulsado la creacin de un espacio musestico de carcter

    nacional, dedicado a la conservacin, preservacin y puesta

    en valor del patrimonio histrico-cultural tangible e intangible

    de Venezuela.

    Este esfuerzo de reconstruccin y escenificacin

    de nuestro pasado estar apoyado en una intensa labor

    de investigacin histrica e historiogrfica que refleje las

    diferentes interpretaciones que se han tejido a lo largo del

    tiempo.

    La creacin del Museo Nacional de Historia ha

    significado una ardua tarea que, en una primera fase, ha

    comprendido la conformacin de sus bases conceptuales,

    la elaboracin del proyecto arquitectnico y el diseo de las

    exposiciones permanentes e inaugurales.

    El plan de creacin de esta institucin musestica

    recoge los elementos conceptuales y museolgicos

    producto de una construccin en colectivo, en discusiones

    realizadas con diferentes especialistas en las reas de

    historia, museologa, antropologa, sociologa, arqueologa,

    as como cronistas y otros interesados en nuestra historia.

    La misin institucional del Museo Nacional de

    Historia es la conservacin y la divulgacin del patrimonio

    histrico-cultural. Para ello, se empear en la investigacin,

    la proyeccin educativa, la exposicin y la difusin de la

    historia del pueblo venezolano con el objetivo de democratizar

    la memoria colectiva, preservar la soberana e incentivar el

    reconocimiento de la diversidad cultural, afirmando el proceso

    de identificacin nacional y plantendose la interaccin

    permanente con las comunidades organizadas, a objeto de

    contribuir a la formacin de una ciudadana participativa y

    protagnica.

    El Museo se propone ser una institucin

    generadora de experiencias y vivencias que enriquezcan la

    as vamos

  • 6 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia

    autoconciencia y el conocimiento del visitante, poniendo en

    escena espacios para el encuentro de nuestra identidad y el

    goce cognoscitivo de su reapropiacin.

    El Museo concibe lo histrico como el desarrollo en

    el tiempo de un complejo de procesos sociales, polticos,

    econmicos, geogrficos y culturales, acaecidos en el

    territorio hoy venezolano, cuyo desenlace, resultado de

    esta dinmica, es la Venezuela de hoy. El Museo se dar

    por campo exploratorio el lapso temporal transcurrido desde

    el momento en que se tiene evidencia de la presencia del

    hombre en Venezuela, hasta nuestros das.

    La creacin del Museo Nacional de Historia viene

    a saldar una deuda antigua del Estado venezolano con la

    sociedad venezolana y su historia. Su creacin se justifica

    por la necesidad de impulsar la formacin de espacios

    institucionales destinados a la difusin de la historia del

    pueblo venezolano, con el propsito de fortalecer los

    valores de nuestra identidad frente a los ataques ideolgicos

    internos y externos que pretenden sembrar la desmemoria

    y el aborrecimiento de nuestro pasado. Se justifica, de igual

    forma, por la necesidad de emprender una intensa accin

    educativa que propicie en el pueblo la comprensin de la

    historia como una herramienta en la construccin de un

    futuro libertario, igualitario y justo, slo posible a travs de la

    transformacin del presente.

    Liberar la historia, democratizar la memoria La Historia no es un campo neutro de verdades

    estticas. Un proyecto de presente requiere una interpretacin

    que lo legitime en el tiempo, y que perpete sus intenciones.

    La Historia puede ser entonces encubrimiento o naturalizacin

    de un estado de dominacin, que intente hacerlo tolerable o

    permanente.

    Otro proyecto de futuro como el que se propone la

    Venezuela actual requiere otra lectura de la historia. Liberando

    el presente renovamos el futuro, pero tambin liberamos la

    historia. La Historia puede encontrar renovada lectura como

    el espejo de las luchas actuales por la libertad y como un

    trazado de los combates que se reflejan inmediatamente

    en el nuevo futuro. Un nuevo proyecto de presente y de

    futuro necesita una nueva historiografa, un nuevo modo de

    ver, sintetizar, entender, saber or, la densidad histrica que

    revelan los nuevos intereses de la libertad.

    Esta historia recobrada desde detrs de la

    invisibilizacin y el encubrimiento, practicados por la

    historiografa de la dominacin, requiere tambin un nuevo

    modo de decirse, de hacerse palpable como construccin

    colectiva que, por una parte, se revele como posibilidad

    actual de las fuerzas histricas (la historia est viva), y, por

    otra parte, que involucre directamente al venezolano de

    la nueva poca como su sujeto actuante a travs de los

    tiempos (la historia somos todava los que estamos vivos).

    Transmitir y hacer tangible esta doble dimensin de historia

    viva y de sujetos histricos actuantes, guiar los esfuerzos

    bsicos de la nueva museologa que el Museo Nacional de

    Historia se propone practicar.

    Es una historia que en lugar de operar como

    justificacin ideolgica, contribuye a fundamentar un

  • 7El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas

    proyecto social presente y futuro que garantice una mejor

    satisfaccin de las necesidades del pueblo y su liberacin

    de todo tipo de opresin. Este concepto rescata los saberes

    histricos y su legtima utilidad en la construccin del

    Proyecto Social, Socialista y Humanista, plantendose una

    doble perspectiva

    Desde adentro: Una historia trazada desde el mbito comunal,

    local, regional, nacional, caribeo y latinoamericano. Desde

    Venezuela y sus regiones como contextos propios, prximos

    y prjimos en su relacin con el mundo. Una historia que

    reconoce la diversidad territorial del proceso histrico

    venezolano, lo rural, lo urbano, lo central, lo andino, lo llanero,

    lo costero, lo insular, lo selvtico, y que refleja los desarrollos

    regionales y locales coincidentes y divergentes del desarrollo

    nacional.

    Desde el pueblo: Una historia construida y reconstruida desde la

    vivencia y conciencia histrica de la gente del pueblo,

    hacindolo descubrirse como sujeto y objeto de la historia.

    Una perspectiva histrica que cuenta las luchas del pueblo

    y sus lderes, que pone el nfasis en la creacin colectiva,

    popular, solidaria y liberadora, en contraste, coexistencia,

    pugna o enfrentamiento con los aparatos de dominacin

    elitescos, egocntricos e individualistas; por tanto, racistas,

    clasistas, sexistas y excluyentes.

    La historia que se propone recoger y transmitir el

    Museo Nacional es una historia que da cuenta de la diversidad

    temporal, territorial, cultural, tnica, social y de gnero, para

    el reconocimiento de la sociedad multitnica y pluricultural,

    en la construccin de la sociedad democrtica participativa

    y protagnica y la constitucin de un Estado de Derecho

    y Justicia, en libertad, igualdad y solidaridad. Una historia

    concebida como herramienta para construir el Proyecto

    Nacional -cuyos valores y lineamientos fundamentales estn

    plasmados en la Constitucin Nacional-, concebido como

    proyecto social, integrador, dialctico y dinmico.

    Esta perspectiva histrica contribuye a la formacin

    de una visin crtica del presente, planteando sus problemas

    y propiciando la participacin de los venezolanos actuales

    en la solucin de los mismos.

    Una perspectiva histrica con vocacin abarcante

    e integradora, que comprenda en sus interacciones todos

    los elementos constitutivos de la dinmica de la sociedad: lo

    social, lo poltico, lo econmico, lo ideolgico, lo cotidiano,

    entre otros.

  • 8 Museo Nacional de las Culturas El Museo Nacional de Historia

    01 02 03Objetivos del Museo Nacional de Historia

    Realizar investigaciones en funcin

    de la formacin de colecciones, la

    organizacin de exposiciones y la

    difusin del conocimiento histrico.

    Centralizar los procesos de

    formacin, estudio, actualizacin

    y catalogacin del patrimonio

    histrico-cultural, tangible e

    intangible, de Venezuela.

    Organizar exposiciones

    permanentes, temporales e

    itinerantes, con colecciones pblicas

    y privadas, de carcter interactivo,

    participativo y comunitario, para

    difundir la memoria histrica.

    Colecciones y exposicionesEl Museo censar, cuantificar y clasificar las diversas

    colecciones componentes del patrimonio histrico-cultural

    venezolano, ya sea que estn bajo su custodia o bien bajo la

    de otros entes. Se dar as a la tarea de poner a la disposicin

    de la nacin un catlogo general del patrimonio histrico-

    cultural tangible e intangible, tanto para los fines de sus

    propias exposiciones, como del estudio y el conocimiento

    pblico.

    Asimismo, el Museo organizar y mantendr de

    manera permanente una exposicin central (permanente)

    que presente una mirada general e integral de la memoria

    histrica de la nacin. Esta exposicin se nutrir y

    retroalimentar tanto del curso de las investigaciones del

    Museo, del resurgimiento de nuevas colecciones u objetos,

    como de la interaccin con el pblico y las comunidades

    protagnicas.

    De igual modo, dedicar espacios a exposiciones

    temporales y organizar exposiciones itinerantes que aborden

    temas de actualidad relevante o propuestas expositivas por

    parte de comunidades protagnicas.

    EducacinLos procesos educativos del Museo sern verdaderas

    estrategias de induccin a la reapropiacin de la memoria,

    que involucren desde las visitas guiadas, la formacin de los

    guas como docentes-inductores, los talleres de educacin

    historiogrfica y museolgica para grupos de interesados,

    de estudiantes, de docentes y comunidades protagnicas,

    hasta la disponibilidad de un Centro de Documentacin

    abierto a estudiantes e investigadores, as como el diseo

    de publicaciones divulgativas y otras actividades que

    busquen enriquecer el tratamiento escolar y no formal de los

    contenidos histricos.

    Interactividad comunitario-colectiva Siendo uno de los objetivos permanentes del Museo

    la interaccin con las comunidades (no slo las aledaas, sino

    todas las comunidades del pas que se sientan involucradas

    en procesos histricos locales y nacionales, actuales o

    pretritos), los procesos de interactividad comunitario-

    colectiva sern una fuente constante de alimentacin y

    retroalimentacin para los procesos de investigacin, de

    exposicin y de educacin.

    As, la participacin comunitaria no slo podr influir

    en las actividades museolgicas del Museo, sino que ste

    ofrecer permanentemente espacios para exposiciones,

    propuestas y desarrolladas por comunidades locales o

    nacionales que se reconozcan como protagonistas de

    procesos histricos relevantes.

    Nueva museologa y nueva historiografa El Museo Nacional de Historia se plantea tambin

    una segunda tarea: la transmisin vivencial y emotiva, de las

    realidades que nos constituyen y nos determinan.

    La exposicin central del Museo, permanente

    estructuralmente, pero dinmica segn el ritmo de sus

    investigaciones, del crecimiento de sus colecciones, de la

  • 9El Museo Nacional de Historia Museo Nacional de las Culturas

    04 05 06Apoyar al sistema educativo

    nacional suministrando herramientas

    alternativas, interactivas y

    novedosas, para la comprensin de

    la historia de Venezuela.

    Difundir el conocimiento

    histrico a travs de estrategias

    comunicacionales que nos permitan

    democratizar la memoria colectiva.

    Coordinar las actividades de una red

    de museos regionales de historia,

    pblicos y privados.

    retroalimentacin con su pblico y con las comunidades

    protagnicas, pondr en escena este nuevo concepto

    de la historia como desmontaje del discurso y del saber

    histrico heredado del aparato dominador, en que la historia

    es utilizada para la exaltacin o el silenciamiento de lo que

    conviene o no a la conciencia del sistema.

    Las ideas de una museologa de la revivencia son

    indisociables de una museografa vivencialista, que haga

    sentir para poder pensar. Una museografa del contacto y de

    la reminiscencia, de la identificacin personal y colectiva con

    un sujeto histrico demasiado vasto para slo cinco siglos

    de historia. Una museologa convencida de que lo histrico

    se caracteriza justamente por lo material, lo sensible, lo

    emprico, y que a travs de esas cualidades debe entenderse

    su interpretacin y su lectura.

    Los cuatro ejes transversales La nueva propuesta museolgica e historiogrfica

    que se propone llevar adelante el Museo, estar basada en el

    desarrollo de cuatro ejes transversales de anlisis que trazarn

    un campo comn que permitir recorrer continuamente

    la lnea del tiempo en los perodos clsicos -Indoriginario,

    Conquista y Colonia, Independencia y Repblica- y ubicar

    fenmenos trans-epocales, que persisten a travs de los

    perodos, imbricando los perodos entre s, y revelando,

    quizs, la insuficiencia historiogrfica de stos.

    Cada eje determina uno de los grandes campos

    clsicos de las relaciones humanas: Economa, Poltica,

    Cultura y Territorio.

    Relaciones de explotacin, prcticas solidarias de

    produccin. Trabajo, formas de produccin, relaciones

    sociales de produccin, clases sociales, intercambio y

    circulacin de bienes.

    Mecanismos de dominacin y luchas de liberacin.

    Relaciones y luchas de poder, ideologa, proyectos utpicos,

    Estado, ideologas.

    Exclusin, diversidad y resistencia cultural. Racismo,

    interculturalidad, mentalidades, ideas y valores, creencias,

    ritos, religin, mitologa, literatura, artes, ciencias, saberes.

    Pluralidad geohistrica, desarrollo desigual y equilibrio

    territorial. Diversidad y relaciones territoriales, ritmos

    histricos regionales y nacionales, hombres y paisaje, lmites,

    fronteras nacionales y fuerzas histricas regionales.

    El reto y las posibilidades que se abren con el nuevo

    Museo Nacional de Historia es importante e infinito, por lo cual

    invitamos a todos aquellos que se sientan comprometidos

    e interesados a que se sumen a esta iniciativa colectiva

    que nos permita democratizar la memoria, para disfrutar y

    aprender con nuestra historia.

    Equipo Museo Nacional de Historia

    Pedro Calzadilla (Director)

    Mireya Dvila

    Enrique Nbrega

    Juan Antonio Calzadilla

    Correo electrnico: [email protected]

    Telf.: 0212-4821669

  • 0 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela

  • La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas

    LA INCLUSIN Y LA EXCLUSIN EN VENEZUELA

    Lic. Nelly Ramos

    La situacin de inclusin y exclusin en Venezuela

    constituye una problemtica cotidiana presente en diferente

    medida en casi todas nuestras instituciones sociales.

    El prejuicio es una actitud que predispone a una

    persona para que piense, perciba, sienta y acte de manera

    favorable o desfavorable hacia un grupo completo o hacia

    algunos de sus miembros (Montaez, 993). El prejuicio

    surge por conveniencia, para discriminar, descartar o

    dominar a otras personas o aceptarlas.

    La discriminacin, por su parte, puede ser

    entendida como cualquier distincin, exclusin, restriccin

    o preferencia basada en el color, ascendencia y origen tnico

    o nacional, cuyo propsito o efecto sea el de anular o impedir

    el reconocimiento, ejercicio o gozo, en trminos iguales, de

    los derechos humanos y libertades fundamentales en lo

    poltico, econmico, social, cultural o cualquier otro sector

    de la vida pblica (Citado por Villaln, Mara en SIC N

    442,982, pg. 54). Las prcticas de discriminacin estn

    sustentadas sobre una ideologa cargada de prejuicios hacia

    grupos tnicos definidos, que requiere ser reproducida

    para constituir parte de la subjetividad de un pueblo o una

    sociedad.

    EL RACISMO EN VENEZUELA En nuestro pas, segn acota Ligia Montaez (993),

    sobreviven ciertamente an numerosos prejuicios coloniales

    de ndole racial, configurando sin dudas una sociedad

    discriminatoria. Agotado el sistema esclavista, segn esta

    autora, la evolucin del modo de produccin econmica

    de nuestra sociedad se ha caracterizado por profundas

    divisiones y diferencias sociales, hasta llegar al tipo de

    sociedad actual, en la que tal perpetuacin del sistema

    de vida, necesita estimular componentes ideolgicos que

    Ideas para Dialogar

  • 2 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela

    conduzcan a distinguir desigualdad en los ciudadanos,

    aunque nuestra Constitucin afirme lo contrario

    No hay dudas de que la existencia de discriminacin respecto

    a la poblacin negra hoy, en Venezuela, es algo que puede

    ser afirmado en base a numerosas manifestaciones, como la

    observacin atenta de cmo discurren las relaciones sociales

    en la escuelas, empresas, familia, iglesia, o el resto de las

    instituciones polticas, econmicas y culturales, donde la

    poblacin que posee caractersticas fsicas de origen negro

    est proporcionalmente en desventaja, as como tambin

    vive en un marco lleno de mltiples y sutiles expresiones de

    rechazo en sus relaciones interpersonales con la poblacin

    blanca.

    Es muy poco comn que haya una agresin

    el percibir y actuar prejuiciadamente es un aspecto normal en el ser humano, no es menos cierto que hay prejuicios socialmente dominantes, importantes, generalizados, cuya presencia juega a favor del orden social establecido. Los prejuicios clasistas y racistas, son hijos de la divisin social y rinden tributo a ella. violenta, institucionalizada o espontnea, de un grupo racial

    a otro. La discriminacin racial que se prctica en Venezuela

    es a nivel individual y por el ndice de la caracterstica fsica

    de los discriminados y es ms frecuente la prctica de

    exclusin que la de agresin. La ausencia de segregacin

    institucionalizada y agresin violenta entre grupos raciales

    genera la actitud de muchos venezolanos de no reconocer la

    existencia del racismo en esta sociedad. (Ishibashi, 2004)

    Para el cineasta venezolano Oscar Lucin, el problema de

    fin de milenio es el de la tolerancia racial. Al desaparecer las

    contradicciones entre capitalismo y comunismo, comienzan

    a aparecer estos fanatismos que acaban con la convivencia

    social en el pas. La realidad parece contarle a la gente que el

    racismo no existe. Es difcil que la gente exprese ser racista.

    Ms bien se asume como un problema de status social. Es

    ms fcil para la persona tener una diferencia con otro que

    no responde a su estrato social, que a decir que es por el

    color de la piel2

    En el ao 994, la profesora Ligia Montaez interpuso

    una denuncia ante la extinta Comisin de Poltica Interior de

    la Cmara de Diputados, a travs de la Subcomisin de

    Derechos Humanos presidida para entonces por el diputado

    Vladimir Villegas. Tal denuncia estuvo dirigida a solicitar una

    investigacin sobre prcticas racistas en varias discotecas

    del este de Caracas, especficamente en Las Mercedes, por

    el hecho de limitar el acceso a los locales de personas de

    raza negra.3

    Al respecto, seal Ligia Montaez a los diputados Seores

    miembros de la Comisin de Poltica Interior y de la Sub-

    Comisin de Derechos Humanos de la Cmara de Diputados

    del Congreso Nacional de este pas que se sabe mestizo y se

    dice democrtico: en mi condicin de ciudadana venezolana

    me dirijo a Uds. Solicitando la investigacin de estos hechos

    y un pronunciamiento sobre el problema. Aparte de las

    muchas consideraciones a las cuales este asunto obliga,

    es evidente que esta expresin de prejuicios activos hacia

    nuestra poblacin negra es ms de las francas violaciones a

    los DERECHOS HUMANOS que da a da toman cuerpo en

    Venezuela.

    El presidente de la Comisin, Enrique Ochoa Antich,

    se pronunci en torno al hecho expresando que: Esto no

    lo puede permitir la democracia en nombre de ninguna

    libertad individual, a riesgo de afectar sus propias bases de

    legitimacin. El Estado debe actuar en consecuencia, pues

    tales prcticas afectan esenciales derechos humanos. La

    tolerancia democrtica debe, necesariamente, tener como

    lmite inaceptable el cultivo consciente de la intolerancia, del

    racismo, de la no-democracia, () no puede aceptarse

    () Araujo, Elizabet (990) op.cit(2) Meza, Alfredo. (997) Crnicas racistas de este trpico mestizo. Artculo

    en Revista Estampas N 2.297, El Universal. (3) Gmez, Elvia. El Nacional (994 junio 4). Poltica Op.cit

  • 3La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas

  • 4 Museo Nacional de las Culturas La exclusin y la inclusin en Venezuela

    (5) Reyes Snchez, Freddy (2006, agosto 2), Darle visibilidad a lo invisible por

    arte de conciencia. En Todos Adentro. Poltica. P.25(6) dem

    que en una sociedad y ms en una sociedad mestiza como la

    nuestra, a estas alturas del siglo, en nuestro tiempo, se estn

    aceptando prcticas racistas (El Mundo). Finalmente, esta

    denuncia no prosper, debido a que para dicha Comisin

    no pas de ser un hecho de poca trascendencia en la vida

    poltica del pas, sumado a que el gran problema del racismo

    en Venezuela es la negacin misma de la existencia de este

    problema por parte de la mayora de la sociedad. (Ishibashi,

    2004).

    Para Nirva Camacho y Chucho Garca, combatir el

    racismo en sus diferentes manifestaciones no es fcil, dado

    que muchas de las denominaciones dadas a negros y negras

    vienen desde la Colonia y contienen una carga negativa de

    discriminacin y exclusin; por lo tanto, revertir ese proceso

    es una lucha de largo aliento, en el que debemos participar

    todos y todas.5

    Chucho Garca considera que, a pesar de

    las respuestas y los esfuerzos que han realizado los

    descendientes de africanos en Amrica y el Caribe a lo largo

    de estos 500 aos, an no se ha logrado la erradicacin del

    problema racial, la exclusin y la pobreza estructural de los

    antiguos enclaves de esclavos y los ncleos de emigrantes

    urbanos de los afrodescendientes en las grandes urbes. 6

    CONCLUSIONESNo reiteraremos en aspectos sobre los que prestigiosos

    investigadores en la materia, como Ligia Montaez, Jun

    Ishibashi y Jess Chucho Garca, con todo el soporte de

    la rigurosidad cientfica han profundizado. Esta razn y, sin

    espritu de recurrir a la comodidad, ms bien nos permite

    sealar algunos de sus aportes en este sentido.

    Ligia Montaez en su libro El Racismo oculto en una

    sociedad no racista seala:

    1.La presencia de prejuicios negativos hacia la

    poblacin negra de origen afrovenezolano genera efectos

    activos de carcter discriminatorio. En consecuencia,

    muchas personas negras sufren restriccin o exclusin

    para disfrutar, en trminos iguales, de beneficios sociales

    y derechos humanos relacionados con casi todos los

    mbitos de la vida pblica. El punto desencadenante de

    esa conducta discriminatoria es el estereotipo negativo

    que cubre la percepcin que se tiene de ese sector de la

    poblacin venezolana.

    2.La presencia de prejuicios endorracistas dentro

    de sectores de la poblacin de origen afrovenezolano, tiene

    el significado de un comportamiento autodescalificador,

    autoagresor y favorece la reproduccin de la discriminacin

    social que esa misma poblacin vive.

    Jon Ishibashi (2004), por su parte, llega a

    conclusiones como las siguientes:

    1.Lamentablemente, a pesar de los importantes

    resultados histricos (refirindose a los obtenidos por los

    diferentes movimientos venezolanos), el reclamo contra el

    racismo no ha alcanzado los odos de muchos profesionales

    en los medios de comunicacin, ni ha logrado transformar

    el hbito de vincular firmemente el ndice socio-econmico

    con el parmetro de densidad de pigmentacin de la piel

    (mientras ms oscuro el color de piel, mayor pobreza), ni

    tampoco ha logrado afectar el canon eurocntrico de belleza

    (mientras ms a la africana, es ms feo),

    2.Los activistas afrovenezolanos que han venido

    consolidando su posicin ante el gobierno nacional, ahora

    tendrn que buscar una mayor efectividad para movilizar

    la sociedad civil en procura de construccin de diversidad

  • 5La exclusin y la inclusin en Venezuela Museo Nacional de las Culturas

    cultural con el protagonismo de las minoras sociales, y as

    resistir a que las conviertan en un simple objeto diferenciado

    de marketing, segn el inters de poderes econmicos o de

    la poltica desarrollista neoliberal del Estado Nacional. Para

    cumplir este fin, sera muy importante que los activistas e

    intelectuales afrodescendientes sostengan dilogos con los

    sectores de base directamente afectados por esa exclusin,

    a la vez que estimulen iniciativas populares para enfrentar

    todos los tipos de racismos.

    A manera de reflexin personal:

    Lejos de cualquier calificacin o denominacin, la

    realidad es una sola: la persona negra seguir siendo negra;

    ni cambiar de color, ni quedar exenta de los rigores de la

    discriminacin y el racismo. El trmino afrodescendencia,

    tal como lo he manifestado en otras ocasiones, de acuerdo

    a su uso, denota -a mi criterio- una nueva forma de

    explotacin, a travs de la cual l queda, como tema de

    consumo, al servicio de quienes participan en importantes

    eventos de trascendencia mundial, exigiendo la movilizacin

    de capitales exorbitantes, segn sea el caso.

    Los procesos internos que experimenta la persona

    negra en cada mbito de su espacio vital slo forman

    parte de su nica y exclusiva interioridad y es algo a lo que

    ningun agente externo podr asignarle nombre, adjetivo

    o cualificacin alguna. A la persona negra (no de color),

    s le corresponde desde su interioridad disfrutar, en forma

    conciente, sus valores fenotpicos como va para enfrentar

    cualquier forma de exclusin y asumir su papel como raza

    humana, la nica existente.

    FUENTES CONSULTADASo frica en Amrica, Historia s.e. (Artculo en lnea) Disponible en:

    http://www.encolombia.com/educaciion/unicentral4799vid-africa.htm

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    Disponible: http://www.efdeportes.com/efd77/inclus.htam. (Consulta: 2007

    octubre 5)

  • 6 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana

  • 7Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas

    PARA UN MAPA DE LA COCINA VENEZOLANATe has preguntado alguna vez, cules son los platos tpicos que se comen en las distintas regiones de Venezuela? Has tenido curiosidad por saber cmo llega un plato a ser tpico de un pas o de una zona dentro de l?

    Centro de Estudios Gastronmico - CEGA

    Te has preguntado alguna vez, cules son los

    platos tpicos que se comen en las distintas regiones de

    Venezuela? Has tenido curiosidad por saber cmo llega

    un plato a ser tpico de un pas o de una zona dentro de l?

    Generalmente, no nos formulamos estas interrogantes quiz

    porque se trata de algo que tiene que ver con lo que hacemos

    todos los das de nuestra vida: alimentarnos. As, nos parece

    que lo que llega a la mesa es ya sabido porque lo repetimos

    continuamente y no le prestamos atencin como un tema de

    estudio. Sin embargo, cuando hablamos con alguien de una

    poblacin distinta a la que habitamos y nuestro interlocutor

    nos menciona una preparacin que sirve en su casa, nos

    extraamos porque nunca la hemos visto ni degustado. Lo

    que comemos forma parte de nuestra cultura, en cierta forma

    nos identifica y, a la vez, es una huella de una larga historia

    que comenz hace miles de aos. Cuando una comunidad

    ha seleccionado un conjunto de comestibles y les aplica una

    tcnica de preparacin (hervido, frito, horneado, ahumado,

    etc.), y luego se dedica a repetir esos ingredientes, esa forma

    de elaboracin va constituyendo un patrn alimentario o si

    se quiere un men habitual que, con el paso del tiempo, se

    vuelve peculiar de ese grupo tpico de l.

    Nuestra gastronoma, es decir, lo que consumimos

    por tradicin, es muy importante. Adems, el asunto de

    la comida aparece cada da en los peridicos, en la radio,

    en la televisin y en Internet. Muchos libros de recetas se

    publican sobre el tema, como lo podrs comprobar si vas a

    una biblioteca o a una librera.

    venezuela plural

  • 8 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana

    Es verdad que la gente comienza por comer lo que est a su alcance, lo que le ofrece el medio geogrfico en el cual vive, pero tambin es cierto que cuando se decide comer algn alimento esa decisin se toma con libertad, en otras palabras, nadie come todo lo que la naturaleza ofrece sino que la gente elige segn su gusto. En el caso de Venezuela, encontramos que hubo

    en un principio tres aportes fundamentales a nuestra

    manera de comer: la de los aborgenes americanos, la

    de los conquistadores europeos y la de los africanos que

    fueron trados como esclavos a nuestro territorio en tiempos

    coloniales, a partir ms o menos del ao 500. Ms

    adelante, sobre todo despus de la Independencia, vienen

    inmigrantes de la misma Europa, de otros lugares de Amrica

    y tambin de Asia, que trajeron con ellos nuevas costumbres

    alimentarias que se incorporaron a la mesa venezolana. Hoy

    puede decirse que existe un modo de comer en este pas

    que es el producto de todas esas aportaciones. Pero, esa

    manera de alimentarse tiene variantes segn la zona de que

    se trate. En el Centro, hay recetas particulares, y lo mismo

    sucede en el Oriente, en los Llanos, en Guayana y Amazonas,

    en Los Andes y en el Occidente. De forma que tenemos

    majares propios de cada una de esas comarcas. Algunos

    de esos platos han salido fuera de los lmites de los lugares

    en que se originaron y han adquirido carcter nacional (la

    hallaca, la arepa, el pabelln y otros). Esa complejidad nos

    permite dibujar un mapa de Venezuela, desde el punto de

    vista alimentario, que presenta una interesante diversidad.

    Tratemos de repasar las regiones y sus platos:

    Si comenzamos por recordar las preparaciones

    propias del lado oriental de nuestro pas (estados Anzotegui,

    Sucre, Monagas y Nueva Esparta), encontraremos que all

    se consumen las empanadas de masa de maz rellenas de

    cazn, sopas de quimbomb, el gofio cumans, el calal,

    las morcillas de Carpano, los chorizos de Ro de Caribe, el

    tarcar de chivo, las bolas de pltano, una bebida llamada

    mab, que se prepara con la corteza de una rbol que lleva

    ese nombre y otra denominada consigue, confeccionada

    con una frutica que llama as, ron blanco, y a veces astillas

    de canela, esto por citar slo algunos ejemplos.

    En la vasta porcin del pas que ocupa los

    estados Delta Amacuro, Bolvar y Amazonas, donde al lado

    de los pobladores criollos vive el mayor nmero de etnias

    aborgenes, podemos afirmar que los guaicas, maquiritares,

    pemones, etc., se comen desde los gusanos del moriche, el

    carato del fruto de esa palmera; gran variedad de pescados

    de los ros que cruzan esa zona (el laulau, la cachama, el

    morocoto, la zapoara, el pavn, y muchos otros), animales

    de cacera como el mono, la lapa y la danta, esta ltima

    en pisillo; quelonios como el morrocoy, con cuya carne se

    haca el cuajado propio de la poca de Semana Santa;

    bachacos los cuales, junto con el aj y el yare sirven para

    preparar una salsa llamada catara; yuca y sus derivados:

    casabe y maoco; y muchas frutas peculiares de la selva

    como el tpiro y el merey, con cuya se semilla hacen turrones

    o mazapanes. Adems de todas las comidas nombradas,

    tambin est el famoso Pelao guayans, que se elabora con

    un guiso de gallina, arroz y alcaparras.

    En el caso de Venezuela, encontramos que hubo en un principio tres aportes fundamentales a nuestra manera de comer: la de los aborgenes americanos, la de los conquistadores europeos y la de los africanos.

  • 9Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas

  • 20 Museo Nacional de las Culturas Para un mapa de la cocina venezolana

    Por su parte, en los llanos (estado Gurico, sur de Anzotegui

    y Monagas, Barinas y Apure), acostumbran preparar el

    chigire, en forma de pisillo, las colas de baba, la carne

    de ternera asada al fuego de lea, un pescado llamado

    palometa, un potaje que lleva por nombre Palo a pique

    que tiene como ingredientes cecina de res, frijoles y arroz,

    y que a veces se acompaa con huevos fritos y tostones

    de pltanos verdes. Adems, consumen gran variedad de

    quesos blancos frescos, el ms famoso de los cuales es

    llamado precisamente queso llanero, pero adems tienen

    otro queso muy conocido el de mano.

    En los Andes, nuestra zona montaosa por

    excelencia (estados Tchira, Mrida y Trujillo), se consume

    mucha carne de cerdo, especial mencin merece el

    lechn de Triba (estado Tchira), el cual se rellena, antes

    de hornear, con cebolla, tomate, ajo, organo, comino y

    pimienta, pan rallado, huevos duros, aceitunas, pasas y

    alcaparras; como sopa se sirve la pisca andina, hecha con

    caldo, o simplemente agua, papas, cilantro y algo de leche.

    Son tpicos los higos abrillantados rellenos de dulce

    de leche. En panaderas, encontramos las mantecadas,

    bizcochuelos, peculiares de Bocon (Trujillo), las aceitunas

    y las almojbanas. Las arepas, en los Andes, se hacen de

    trigo; y las hallacas se preparan con el guiso crudo y se les

    ponen garbanzos y papas.

    En el occidente (estados Falcn Lara y Zulia), reina

    como plato predilecto el chivo, el cual confeccionan guisado,

    horneado, en sopa (el famoso mondongo larense o mute de

    ovejo). Es comn, el pltano maduro frito, horneado, o verde

    en forma de tostn. En el Zulia, usan la leche de coco para

    los guisos, como el de pato girir.

    En materia de pescados, es muy buscada la lisa, de

    la cual son muy apreciadas sus huevas. Postre tpico zuliano

    es el de los huevos chimbos. En Lara, hay numerosas clases

    de quesos, siendo los ms famosos los que se preparan con

    leche de cabra, la cual sirve tambin, esta vez en el estado

    Falcn para preparar el dulce de leche. En materia de frutas,

    en el ltimo de los estados citados, son famosos las tunas

    y los datos, ambos muy refrescantes y apropiados para los

    calores de esa regin. En Coro, tiene fama la arepa pelada,

    la cual, despus de formada con la masa de maz, se mete

    en las ceniza todava con brasas.

    En el centro (Distrito Capital, y estados Miranda,

    Aragua, Carabobo, Cojedes, Portuguesa y Yaracuy),

    tenemos el pabelln compuesto por arroz blanco, caraotas

    negras, carne mechada y tajadas de pltanos fritos, plato

    llamado pabelln con barandas y al cual algunas veces

    se le agrega queso blanco rallado. Es tpico de la regin el

    potaje denominado olleta, especie de sopa en la que entran

    carne desmenuzada de gallo, bolitas de masa de maz, algo

    de papeln, alcaparras y aceitunas. Asimismo, hallamos la

    hallaca caraquea y, como postres, el bienmesabe, hecho

    con crema de coco, yemas de huevo y azcar, con la cual se

    baan trozos de bizcochuelos previamente emborrachados

    con vino dulce y, finalmente, se espolvorea todo con canela;

    dentro del mismo rubro de los postres, debe mencionarse

  • 2Para un mapa de la cocina venezolana Museo Nacional de las Culturas

    la torta bejarana y la torta melosa. En el estado Miranda,

    son famosos unos bollos preparados con cambur,

    llamados cafunga, y tambin un pescado, el lebranche,

    asado, envuelto en hojas de pltano. En esta regin

    central y, sobre todo en Caracas, pueden encontrarse

    comidas venidas de fuera del pas, que se han hecho muy

    populares, como es el caso de la pizza, de origen italiano,

    o las lumpias, tradas por los chinos. Todo esto sin contar

    otras preparaciones, como el hervido de res o de gallina

    que incluye papas, ame, ocumo, batata, mazorca de

    maz, zanahorias y repollo.

    Dijimos que haba preparaciones que se haban

    convertido en platos nacionales, comunes y corrientes,

    ya en cualquier parte de nuestro territorio. Citemos los

    ms conocidos: las arepas de maz, las cachapas, sean

    de budare o de hojas, el pabelln, las hallacas, el dulce de

    lechosa, el de higo y el de durazno.

    Como han visto, nuestra mesa es abundante de

    platos tpicos, con sabores distintos unos de los otros y

    que relejan las caractersticas geogrficas de cada regin

    y son testimonios de esa eleccin de la cual hablbamos

    al comienzo al referirnos al aporte tripartito de nuestros

    antepasados. Vale la pena, como ejercicio ilustrativo, que

    busquen un mapa del pas y vayan ubicando en l las

    particularidades a que nos hemos referido para que tengan

    una idea visual de nuestra diversidad cultural culinaria. Si

    quieren enterarse de ms detalles sobre este apasionante

    tema, documentarse sobre ms platos tpicos y preparar

    nuestra mesa es abundante de platos tpicos, con sabores distintos unos de los otros y que reflejan las caractersticas geogrficas de cada regin.

    algunas recetas de las que forman ese rico patrimonio,

    les sugerimos algunas lecturas complementarias: Rafael

    Cartay, Diccionario de cocina venezolana, Caracas, Alfadil

    Editor, 2005; Ramn David Len, Geografa gastronmica

    venezolana, Caracas, Lnea Editores, 984 (con otras

    ediciones) y Jos Rafael Lovera, Historia de la alimentacin

    en Venezuela, Caracas, Centros de Estudios Gastronmicos,

    998.

    Con la informacin que les hemos dado pueden irse

    comiendo a Venezuela y familiarizndose con las costumbres

    de sus compatriotas. Y recuerden que la comida es cultura, y

    as como respetamos y fomentamos nuestra msica, nuestra

    arquitectura y nuestra literatura, eso mismo debemos hacer

    con nuestra cocina tpica.

  • 22 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela

  • 23La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas

    LA ALIMENTACIN INDIGENA EN VENEZUELA

    Ronny Velsque

    Para ejemplificar los alimentos ms destacados,

    vamos a poner como prototipo a los indgenas Pemn de

    la Gran Sabana, por ejemplo, y a partir de ellos, haremos

    algunas generalizaciones para referirnos a otros indgenas

    de la misma rea, del Amazonas, de la Sierra de Perij, de

    los Llanos o pueblos de otras regiones de Amrica. Esto lo

    hacemos con fines prcticos, con la observacin de que,

    aunque los productos sean idnticos, las tierras varan y, en

    su preparacin, los alimentos tambin poseen diferencias,

    pero son similares a los de otras regiones muy alejadas.

    Para los indgenas Pemn, de lengua Karibe, su

    alimentacin fundamental est elaborada en base a la yuca.

    Poseen dos tipos de este tubrculo, la yuca dulce ( manihot

    suculenta) y la yuca amarga, de la misma familia. De esta

    ltima, se extrae el famoso casabe, alimento del cual siempre

    hablaron los colonizadores, conquistadores, religiosos e

    historiadores de Indias. Esta yuca amarga es comn en

    todos los indgenas del rea amaznica y en gran parte

    de las tierras de selva hmeda tropical de Venezuela. Fue

    curiosa e inteligentemente dominada, porque este tubrculo

    ha sido domesticado por la cultura; pues naturalmente es

    venenosa por el cido que contiene en sus fibras, el cual es

    extrado a travs de sofisticados procedimientos de rayado,

    exprimido, secado, cocido y asado. As, de la yuca amarga,

    se obtiene el casabe y el maoco, tambin el almidn para

    preparar el Kachiri. El Kachiri es la chicha, una bebida fuerte

    con algunos grados alcohlicos que fueron descubiertos a

    travs de miles de aos de experimentacin. Para esto, la

    yuca se combina con batata o camote de color morado.

    El proceso para hacer kachiri consiste en que la

    yuca se deja macerar, luego se hierve la harina gruesa de

    yuca amarga y despus se deja fermentar con la masa de

    camote, generalmente durante tres das.

    venezuela plural

  • 24 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela

    Este proceso, es comn en todos los pueblos del

    Amazonas. Tambin, y se hace a la vez, se prepara chicha

    de maz en los pueblos que lo cultivan. Se realiza con los

    mismos procedimientos y con fines de celebracin en

    rituales y ceremonias en pueblos alejados, Por ejemplo, entre

    los Kunas de Panam, que tambin pertenecen al tronco

    lingstico Karibe, la elaboracin de chicha de maz es muy

    frecuente. Tambin se hace en la Sierra de Perij, entre los

    Yukpas y Bar.

    Por otra parte, los Pemn cosechan ame, dos

    variedades de batata, pltanos, calabazas, ajes, diversas

    frutas, entre ellas, merey, pia y muchas otras. A la vez,

    comen abundante pescado de los diversos ros del rea.

    Poseen gran variedad de cantos sagrados o secretos,

    llamados tarn, para la pesca y cacera. Entre los animales

    de cacera, se encuentran la lapa, el cochino de monte, el

    venado y otros. Si bien se asegura que en la Gran Sabana

    los suelos son cidos y poco aptos para la agricultura, en

    lneas generales, la subsistencia de los Pemn est basada

    en la horticultura de tala y quema. Este sistema tambin est

    generalizad entre otros pueblos indgenas tanto de la Gran

    Sabana, como del Amazonas y, a su vez, en la Sierra de

    Perij, en el Llano, entre los indgenas Pum y Cuibas y,

    asimismo, entre otros pueblos indgenas de Amrica.

    El sistema de tala y quema es muy comn para

    la preparacin de lo que en Venezuela, se conoce como

    conuco. En otras reas indgenas, lleva otros nombres, segn

    la lengua que usen. Hoy en da, la tala y la quema se realizan

    utilizando hachas y machetes, instrumentos de la cultura

    de la dominacin, pero hay descripciones maravillosas

    de los instrumentos de labranza de los indgenas de este

    continente escritas por los mismos historiadores de Indias.

    An se conservan muchos de estos instrumentos, como la

    escardilla, la chcura, palo cavador, etc., las cuales, en otras

    reas de Amrica, tambin tienen nombres muy singulares.

    En el rea del Esequibo, por ejemplo, en lo personal,

    hemos encontrado hachas de piedra de gran tamao que,

    de acuerdo con sus descripciones, han servido para talar

    la selva. Asimismo, hemos encontrado piedras de moler y

    ollas de barro. Con relacin a las piedras de moler, lo que

    significa es que han utilizado posiblemente el maz, en su

    dieta alimentaria, posiblemente en forma arepas, tortillas

    o bollos del maz, de estilo similar al mesoamericano. Al

    respecto, hay bastantes datos etnogrficos que relacionan

    la cultura antigua de pueblos amaznicos con culturas

    mesoamericanas. Nosotros, lamentablemente, a estas

    alturas de la historia, hemos perdido ese nexo. Es decir, en

    las reas de Gran Sabana y Amazonas, el maz ya no es un

    grano de primera necesidad y, ahora, ya no es comn. Los

    conucos, tienen una duracin relativa, ya que se producen

    por el sistema de rotacin; es decir, se alejan del sitio de

    anterior sembrado, para hacer otro conuco en otra regin,

    mientras el que ya fue utilizado por un perodo determinado,

    se recupera en sus nutrientes. Este conocimiento es

    milenario, y los abonos que han usado la mayor parte de los

    indgenas es natural, a travs de tala, roza y quema. Hoy en

    Si bien se asegura que en la Gran Sabana los suelos son cidos y poco aptos para la agricultura, en lneas generales, la subsistencia de los Pemn est basada en la horticultura de tala y quema

    Los conucos, tienen una duracin relativa, ya que se producen por el sistema de rotacin, es decir, se alejan de este sitio, para hacer otro conuco en otra regin, mientras el conuco utilizado por un perodo determinado, se recupera en sus nutrientes.

  • 25La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas

  • 26 Museo Nacional de las Culturas La Alimentacin indgena de Venezuela

    da, se les ha introducido abono artificial y, de igual manera,

    las cosechas se ven empobrecidas.

    Esta domesticacin del suelo se realiza por perodos

    especiales de lluvia y sequa, tiempo que ha sido observado

    por todos los pueblos indgenas de este continente, porque

    todos han posedo un calendario biolgico y agronmico

    de forma natural, guiados por las crecidas de los grandes

    ros, por las corrientes, por los tipos de vegetacin y por

    la abundancia o no de diversos animales, ya sean peces,

    cangrejos, u otras especies selvticas, as como tambin,

    diversos frutos; por la migracin de las aves, aparecimiento

    de insectos, migracin de las abejas o por aparecimiento

    abundante de hormigas, bachacos, gusanos, etc. En este

    sentido, los indgenas, a partir de tales conocimientos viven

    en armona con la naturaleza y procuran que. a travs de los

    rituales, dicha armona no se rompa.

    La pesca es primordial en la alimentacin de los

    Pemn y otros indgenas de Amrica. El pescado, o los

    diversos tipos de pescado, para los cuales este grupo

    indgena posee muchas clasificaciones y nombres, es el

    rubro que conforma una de sus principales fuentes de

    protena y fsforo. Los Pemn, segn sus clasificaciones,

    conjuntamente con los Akawaio, Patmona y Makushi, de la

    Zona del Esequibo, consumen, segn las estaciones, unas

    24 especies de peces distintos. Generalmente, los cazan

    con barbasco, que en Pemn se llama inek. El barbasco es

    un bejuco que ellos trituran en pequeos caos preparados

    para tal fin. ste es otro descubrimiento de los indgenas

    de nuestro continente, ya que se usa de la misma manera

    en diversas partes de Amrica y, si bien no es un veneno,

    como suele definirse, produce en el agua el agotamiento

    del oxgeno que necesitan los peces, y as, al ellos sentirse

    ahogados por falta de este elemento, atontados, salen a la

    superficie a respirar. Ese es el momento que se aprovecha

    para su captura. As que, el recoger los peces con los

    canastos, en las corrientes de agua, en las pozas de los ros

    o en la superficie, es una actividad de mujeres y nios que,

    ansiosos, esperan a los atontados peces para atraparlos.

    Esta actividad de pesca es a la vez, un motivo de fiesta y

    alegra, como lo celebran los Yekwana del Alto Orinoco,

    quienes en algunas circunstancias, dependiendo del cao,

    lo hacen no slo con canastos, sino tambin con redes, si

    las tienen, para recoger los peces que salen fuera del agua

    asfixiados por la toxina de esta planta.

    Como sabemos, la caza, en general, ha sido siempre

    una actividad importante entre los indgenas. Para algunos,

    entre ellos Pemn y Yanomami, muy especialmente, a travs

    de la introduccin de armas de fuego, como escopetas

    tipo bscula, las cuales son llevadas por contrabando

    desde Brasil o del interior de Venezuela, A su vez, algunos

    han aprendido a cazar con perros amaestrados y se ha

    incrementado la caza de animales que por tradicin han

    sido sagrados, como las dantas, venados, bquiros, y hasta

    anacondas. Estos animales se encuentran en sus mitos y

  • 27La Alimentacin indgena de Venezuela Museo Nacional de las Culturas

    relatos, como Creadores y Dioses, ya que se les ha provedo

    de alimentacin por miles de aos, pero stos slo han sido

    comidos cuando se trata del cumplimiento de rituales. La

    intromisin de forneos que cazan lapas, picures, paujes

    (Crac alector, Pauxi pauxi), pavas (Penlope purpurascens),

    gallinas de monte (Tinamus major) y tortugas, etc, les ha

    ido quitando a los indgenas este respeto por sus animales

    originarios, a quienes se les peda permiso para cazarlos y

    comerlos, como an es comn entre Los Piaroa, y por esto,

    ellos realizan el ritual Warime.

    Es importante destacar que, en cuanto a plantas, las

    que pertenecen a la familia de las calabazas, que producen

    diversos tipos de auyamas, son comunes en las regiones

    que hoy son de los indgenas de Venezuela. Se dice que

    stas provienen de Mesoamrica y que llegaron aqu por

    intercambio cultural; tambin la chayota, y, asimismo, frutas

    como el zapote y el nspero, entre otros. Luego, hay frutos

    que slo se dan en algunas tierras. Los frijoles, o caraotas,

    por ejemplo, no se producen en todas partes y comnmente

    su cultivo esta asociado al maz. A la vez, es muy comn

    que se cultiven diversos tipos de totumos y calabazas no

    comestibles sino que son utilizadas como recipientes para

    utilizarlas como parte de la batera de cocina. Algunos de

    estos recipientes son hermosamente decorados y, a la vez,

    otros, se utilizan como instrumentos musicales, por ejemplo,

    la maraca, que es de origen indgena Karibe y de all viene

    su nombre, malaka.

    En el Per, por ejemplo, hay un arte maravilloso,

    el del famoso mate burilado, que fue labrado antiguamente

    con hueso y existe, al parecer, la primera pieza artstica

    conocida en Sur Amrica, que es una jcara tallada en Huaca

    Prieta, Valle de Chicama, en Per, que fue encontrada en

    un nivel pre-cermico anterior al ao 2000 antes de Cristo.

    Esto significa que, al da de hoy, tiene cuatro mil aos

    de antigedad, y lo extraordinario es que es un material

    endeble, puesto que es vegetal. La pieza est asociada a la

    alimentacin, en este caso, posiblemente a comidas rituales

    por el tipo de enterramiento en el que fue hallada.

    Por ltimo, entre los nombres de algunas comidas

    Pemn, podemos destacar el tum, que es un caldo de

    ave, de pescado o de carne de animal de cacera, pero con

    muchsimo picante, lo que en Amazonas se llama ajicero.

    Este caldo siempre debe estar acompaado con cazabe

    o maoco. El kumachi es un picante que, como tal, es

    consumido por todos los indgenas de Venezuela, slo que

    con diferentes nombres. Entre los Pemn, se llama Kumachi,

    fabricado con el jugo exprimido de la yuca amarga, que se

    llama yare, al cual se le agregan bachacos, una especie de

    hormiga grande (Atta sexdens).

    En Amazonas, este picante se llama Katara,

    preparado de la misma manera, con hormigas grandes, o

    bachacos y, entre sus descripciones, se dice que es un

    poderoso afrodisaco. Hoy, su uso se ha extendido a las

    regiones llaneras y hasta en Caracas es conocido este

    picante, especialmente la katara, ms que el Kumachi.

  • 28 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa

  • 29Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas

    COMEDORES DE AREPAAs nos llam el tirano Aguirre, conquistador espaol, all en la isla de Margarita en 1526; as ramos, somos y seremos los venezolanos

    Pedro M. Bereciartu Parra

    La arepa es el pan que nos legaron nuestros abuelos

    indios y aqu presentamos su evolucin desde que el maz

    era molido a mano y en piedras hasta la actual fase de la

    harina precocida. Es tan milenaria que resulta casi imposible

    determinar cundo aparece sobre la faz de la tierra, en lo que

    posteriormente se llamara Venezuela. Es tan milenaria como

    el maz, grano sagrado de la Amrica antigua. Se estima que

    su aparicin y uso tiene ms de cuatro mil aos en estas

    vastas tierras y su importancia econmica y cultural, para las

    sociedades autctonas, se halla hermosamente plasmado

    en sus mitologas, como en el Popol Vuh, libro sagrado de

    los Mayas, tan slo uno de los muchos ejemplos de ello.

    Su creacin y decantacin podemos ubicarla,

    grosso modo, en tres grandes procesos, desde el punto

    de vista tcnico, para la fabricacin del ms delicioso y

    antiguo alimento que llega cada maana al hogar, tanto

    de venezolanos y venezolanas como de todas aquellas

    personas que adoptaron esta tierra como suya.

    Mi relacin con el tema es de vieja data ya que,

    desde pequeo, las vea fabricar en la hacienda de mi padre,

    y pens que se me hara fcil este trabajo porque conoca

    el proceso de elaboracin de la arepa con la tcnica del

    piln. A medida que lo fui investigando, me di cuenta de que

    realmente no lo conoca en su totalidad y que, seguramente,

    el resto de mis compatriotas tampoco.

    Para ello, voy a tomar como punto de partida la

    investigacin, escrita y filmada, de un doctorado en Cine

    Antropolgico, en la Universidad de Pars X-Nanterre, que

    tuvo como objetivo principal mostrar los cambios aparecidos

    en esta actividad culinaria tradicional, y su permanencia y

    actualidad en el rgimen alimenticio del pueblo venezolano.

    venezuela plural

  • 30 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa

    UNA MIRADA SOBRE LA AREPA, EL PAN VENEZOLANOSe estima que su aparicin y uso tiene ms de cuatro mil aos en estas vastas tierras y su importancia econmica y cultural, para las sociedades autctonas, se halla hermosa-mente plasmado en sus mitologas, como en el Popol Vuh, libro sagrado de los Mayas

    Los caribes venezolanos usaron indistintamente dos variedades

    de esta especie vegetal, el chocori y el maduro. Este ltimo

    serva para preparar el pan de maz, segn tcnicas que hasta

    la fecha se conservan, en particular, en el oriente del pas. Se le

    daba una forma redonda similar a la del sol, al cual simbolizaba.

    Lo denominaron erepa, nombre genrico del maz maduro en

    lengua de los cumanagotos.

    Segn algunos cronistas, los peninsulares se

    sorprendieron de encontrar pobladas que no se alimentaran

    con trigo. As como en las partes del Orbe Antiguo, que son

    Europa, Asia y frica, el grano ms comn a los hombres es el

    trigo, as en las partes del Nuevo Orbe ha sido y es el grano de

    maz nos dice el padre Jos de Acosta, uno de los primeros

    cronistas del Nuevo Mundo en su Historia Natural y Moral de

    las Indias.

    Nuestros antepasados precolombinos, que eran

    buenos agricultores y pescadores, haban resuelto de diversas

    maneras la fabricacin de su pan. De all, que uno de los pocos

    platos venezolanos autctonos que conserva en cierta forma

    su proceso de fabricacin, es la arepa. No en vano se dice que

    los hbitos nutricionales son los ms difciles de cambiar, sobre

    todo cuando se trata de hbitos que tienen un peso ancestral.

    La arepa lleva la marca autctona del indgena que la leg a

    la tradicin de la familia venezolana. En este sentido, es difcil

    compararla con otro alimento.

    El padre Cauln dice que, por extensin, la palabra

    erepa, nombre genrico del maz maduro en lengua

    cumanagoto, designaba al pan de maz y, de un modo ms

    general, la comida. Esta palabra ha pasado al habla venezolana

    bajo la forma arepa: la expresin popular ganarse la arepa,

    quiere decir ganarse la comida.

    Erepa: el pan cumanagoto Cuando los conquistadores llegaron a estas tierras,

    descubrieron una nueva gramnea para el mundo: el maz; y

    descubrieron un nuevo pan, la arepa. Para ellos, fue una gran

    sorpresa, porque los espaoles no conceban que oleadas de

    hombres pudieran alimentarse de otro pan que no fuera el de

    trigo, millo o cebada.

    Desde el punto de vista histrico, nuestro pan es el

    resultado de machacar los granos de maz erepa por los

    indgenas, sobre una piedra de moler, ayudados de una mano

    tambin de piedra.

    Segn Mariano Picn Salas, las nobles razas creadoras

    de la arepa, le daban la forma de disco solar a manera de

    veneracin,era una forma de adorar al Sol y la Luna, que eran

    los dioses de estas etnias.

    Es all, pues, donde nace nuestro pan cumanagoto que, luego

    de ser triturado con todos sus nutrientes, era amasado con

    agua para pasar de nuevo sobre la piedra; de manera de hacer

    una especie de telitas que se van apilando en un plato de

  • 3Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas

  • 32 Museo Nacional de las Culturas Comedores de Arepa

    peltre (segn nuestra reconstitucin flmica) para entonces

    darle forma solar y cocinarla sobre tres topias, con lea, en una

    plancha circular de barro cocido.

    Desde el punto de vista morfolgico, la arepa es nuestra, porque

    solamente en Venezuela se le da esa forma. Redondez y grosor

    certifican la procedencia de la arepa y la distinguen de alimentos

    similares realizados en otros pases latinoamericanos, como

    por ejemplo la tortilla mexicana. La filologa tambin ratifica su

    procedencia ya que la palabra viene del vocablo cumanagoto

    erepa, que tambin significa maz tierno.

    Constancia que qued plasmada en la obra del italiano Girolamo

    Benzoni, Historia del Nuevo Mundo (579), uno de los primeros

    cronistas que hizo alusin explcita al proceso de elaboracin

    de la arepa y a la prodigalidad del maz. Asombrado narra

    cmo se reproduca esta gramnea y cmo una variedad de

    maz daba tres cosechas al ao, cosa que no se lograba con

    el trigo, acota.

    La Arepa: el pan venezolano Posteriormente, aparece el piln de madera para

    decorticar el maz, el cual no es ms que un tronco excavado

    en su parte central superior en forma de copa; y el budare de

    metal introducido por los holandeses en el siglo XVI, lo que de

    cierta manera, cambiara la tcnica de elaboracin de nuestro

    pan indgena. En esta segunda etapa evolutiva, la produccin

    de la arepa llegar a conformar ventin (2) operaciones, en su

    fase de preparacin desde que nuestras mujeres comienzan el

    deshoje de las mazorcas, desgrane y limpieza, pilado y venteado

    del maz para sacar el pico y el nepe (un subproducto que se les

    da a los animales). Posteriormente, se lava, se hierve, se muele,

    se amasa, se elaboran las arepas y se cocinan en el budare,

    hasta dorarlas al rescoldo.

    Es una actividad que puede considerarse exclusiva de la

    mujer, pues el hombre casi nunca ayuda. Es por ello que, en

    Los caribes venezolanos usaron indistintamente dos variedades de esta especie vegetal, el chocori y el maduro. Este ltimo serva para preparar el pan de maz, segn tcnicas que hasta la fecha se conservan, en particular, en el oriente del pas.

    nuestra investigacin, venimos sosteniendo que nuestro pan es

    elaborado por panaderas, al contrario del pan de trigo, que es

    fabricado por panaderos.

    Pero cuando se habla de pilar, las mujeres olvidan

    la parte dura de la faena, sobre todo cuando lo hacen a dos

    manos. Luis Felipe Ramn y Rivera dice que es raro, rarsimo

    que alguien tenga ganas todava de cantar para este tipo de

    trabajo, al cabo de un da de rudo batallar, y sin embargo en la

    isla de Margarita se han hallado los nicos ejemplos de cantos

    estrictamente funcionales para esta tarea.

    El uso de la piedra de moler y del piln comenzaron

    a ser sustituidos entonces por la mecanizacin que ya exista

    en lo que atae al maz, desde 837 cuando se ofrecan en

    nuestra capital mquinas para desgranar y moler, segn nos da

    cuenta Jos Rafael Lovera, en su Historia de la Alimentacin

    Venezolana, y por el uso domstico del clebre molino

    Corona.

    La elaboracin de la arepa era, hasta entonces,

    hogarea, sin fines de lucro, pues se preparaban para el consumo

    familiar. Con la aparicin de los molinos industriales, aumenta

    la produccin y la arepa deja de ser hogarea para comenzar

    a venderse en los barrios. Posteriormente, a comienzos del

    ao de 950, se abren algunos locales para la venta de arepas

    rellenas bajo el nombre de areperas, abrindose la primera

    en El Guarataro, en la poca de gobierno del general Marcos

    Prez Jimnez, con un inmenso xito. Por ello, me siento con

    la suficiente autoridad para decir que el origen de nuestras

    areperas proviene del mundo rural, en el cual pas mis primeros

    veintids aos. Yo recuerdo que, de nio, me llamaba mucho la

    atencin la mochila larense de sisal, que la mujer campesina le

    preparaba a su compaero para el jornal y que, posteriormente,

    fue reemplazada por una vianda de aluminio. Esa mochila, que

    los hombres, y posteriormente las mujeres, se llevaban para el

    corte de la caa de azcar y para el cultivo de maz o el quiebre

    de la mazorca, llevaba en su seno unas arepas rellenas hechas

    con maz pilado y cocinadas en fogn de tres topias.

  • 33Comedores de Arepa Museo Nacional de las Culturas

    La arepa lleva la marca autctona del indgena que la leg a la tradicin de la familia venezolana. En este sentido, es difcil compararla con otro alimento.

    Como testigo presencial, sostengo que esas arepas

    rellenas son los ancestros de las areperas que hoy conocemos

    y que hicieron su aparicin, tmidamente, en los albores de

    los aos cincuenta, en las zonas marginales de casi todas las

    principales capitales de los estados del pas. Areperas, que si

    bien se las atribuimos a la visin comercial de los portugueses,

    hay que reconocer que fue nuestra mujer rural quien la cre, y

    facilit de esa manera su comercializacin.

    Pero no es sino hasta la dcada de los aos sesenta,

    en que hace su aparicin en el mercado industrial venezolano,

    la harina de maz precocida; un aporte tecnolgico del profesor

    Luis Caballero Mejas, lo cual vino a simplificar, en gran medida,

    la elaboracin de nuestro pan cumanagoto tendiente a

    desaparecer por la influencia fornea de inmigrantes quienes,

    como era normal, traan sus costumbres.

    Con este avance cientfico y tecnolgico, en el rea

    de la alimentacin y de la transformacin de alimentos, se

    simplifica el proceso de fabricacin de nuestro pan cotidiano.

    Al suprimirse varias de las operaciones prehispnicas en esta

    actividad culinaria, se acelera su fabricacin, se incorpora al

    hombre a la prctica de su elaboracin y se coloca en el plano

    internacional por la facilidad de transportar la materia prima

    procesada, lista para su reciclaje, sin dejar por ello en desuso

    las palabras de Lpez de Gmara: Es, en fin, el maz cosa muy

    buena y que no la dejarn los indios por el trigo, segn tengo

    entendido. Las causas que dan son grandes, y son stas: que

    estn hechos a ese pan, y se hallan bien con l; que les sirve

    el maz de pan y vino, que multiplica ms que trigo; que se cra

    con menos peligro que trigo, as, de agua y sol como aves y

    bestias; que se hace ms sin trabajo, pues un hombre slo

    siembra y coge ms maz que un hombre y dos bestias de

    trigo.

    Pues tal y como dijera El tirano Aguirre hace ms

    de cinco (5) siglos, s, comedores de arepa fuimos, somos y

    seremos los venezolanos.

  • 34 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios

  • 35La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas

    LA YUCA AMARGA Y LOS SABERES DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOSPara hacer la yuca comestible, los pueblos originarios precisaron del pleno conocimiento de la vida de esta planta, de la que aprovecharon su alto rendimiento proteico y calrico. Lelia Delgado

    El origen de la agricultura de races no se ha

    establecido con exactitud; sin embargo, se ha sealado que

    la domesticacin de la yuca amarga (Manihot utillissima),

    pudo haberse iniciado mucho antes que el maz en el norte

    de Sudamrica, posiblemente en la regin del Orinoco,

    desde donde migr a las Antillas hacia el ao 90 a.C.

    De veneno a alimento Desde ese tiempo y hasta hoy, la yuca amarga ha

    sido una de las plantas cultivadas de mayor importancia

    en la dieta de los pueblos indgenas. Se trata de un cultivo

    vegetativo de alto rendimiento, fuente de caloras, fibra y

    minerales, cuya reproduccin se efecta por estacas. La

    mayor concentracin en cido cianhdrico, dota a la yuca

    amarga de una gran resistencia a las plagas que abundan

    en las zonas hmedas tropicales, en donde los suelos

    cidos y arenosos son pobres en nutrientes. Su cultivo

    presenta una elevada tolerancia en condiciones ambientales

    extremadamente duras y una gran adaptacin a diferentes

    ecosistemas.

    A diferencia de la yuca dulce (Manihot dulcis), que

    es completamente inocua, el cido cianhdrico o prsico

    presente en la yuca amarga, se torna potencialmente

    venenoso, incluso mortal, cuando es consumido aunque

    sea en pequeas cantidades. Para hacer la yuca comestible,

    los pueblos originarios precisaron del pleno conocimiento

    de la vida de esta planta, de la que aprovecharon su alto

    rendimiento proteico y calrico, lo que ha sido fundamental

    en la reproduccin de la vida de las generaciones posteriores

    de venezolanos.

    venezuela plural

  • 36 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios

    La cestera es una de las artes de mayor calidad est-tica y simblica de los pueblos originarios. Su trama y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su procesamiento. Al mismo tiempo, desarrollaron un conjunto de

    procedimientos ingeniosos, los cuales ameritan, adems del

    conocimiento, el tiempo y la paciencia para procesar las

    races hasta transformar su pulpa en alimento. A tal efecto,

    crearon una compleja utilera de utensilios domsticos, que

    les permitiera acciones tales como prensar, cernir, colar,

    rallar, tostar, voltear y almacenar los derivados alimentarios

    de la yuca amarga durante largos perodos, cosa que no

    es posible con la yuca dulce, la cual, como cualquier otro

    tubrculo, debe ser consumida una vez arrancadas las

    races.

    La yuca amarga y sus procesos Entre las poblaciones indgenas, el cultivo, cosecha

    y procesamiento de la yuca amarga corresponde a las

    mujeres, mientras que la tala, quema, limpieza y desmonte

    de los conucos corresponde a los hombres. En el conuco,

    las mujeres arrancan, pelan y acomodan los tubrculos en

    cestas hechas para tal fin.

    Con las cestas de carga colocadas sobre la

    espalda, las mujeres trasportan la yuca hasta el poblado,

    en donde almacenan y lavan los tubrculos utilizando una

    curiara desechada u otro recipiente. Los tubrculos son

    procesados con la ayuda del rallador hasta convertirlos en

    pulpa, la cual todava hmeda se embute dentro de una

    cesta tubular o sebucn.

    Una vez lleno, el sebucn se tapa y se cuelga

    a la viga de un dispositivo hecho con largas estacas de

    madera clavadas en el suelo. El extremo inferior del sebucn

    presenta un ojal por entre el cual se inserta una vara que se

    hala hacia abajo, produciendo la presin necesaria para

    que el lquido venenoso comience a fluir.

    Este lquido se almacena en un recipiente y la pulpa,

    prensada y seca, se coloca sobre una cesta plana y circular,

    luego se la hace pasar por un cernidor. La harina resultante

    de este proceso se esparce y cocina sobre un budare, hasta

    obtener, segn el caso, el maoco o las tortas de casabe.

    Con la coccin, el alimento pierde su toxicidad.

    La yuca amarga y sus objetos La cestera es una de las artes de mayor calidad

    esttica y simblica de los pueblos originarios. Su trama

    y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de

    la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que

    se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su

    procesamiento. La belleza de sus diseos y diversidad de

    su manufactura, pertenecen a una memoria muy antigua

    confirmada en la investigacin arqueolgica, siendo frecuente

    la aparicin de fragmentos de alfarera prehispnica, en

    los que han quedado marcados los trazos de tejido de las

    cestas, con tal nitidez, que es posible establecer el tipo de

    fibra y tcnicas empleadas en su fabricacin.

    Guapa Llamada tambin waja tumennato, o wapa pintada,

    es una cesta de dimetro variable y poca profundidad que se

    utiliza para colocar la harina de yuca o alimentos secos. Tejida

    exclusivamente por los hombres, es un tipo de cesta que

    ha alcanzado una extraordinaria calidad esttica y tcnica.

    Sus diseos geomtricos ponen de manifiesto la creacin

    de una iconografa que guarda relaciones profundas con

    la cosmogona, llegando a fundar una suerte de escritura

    de mitos, en la que se representan episodios del watua,

    la historia sagrada Yekuana, con la que los tejedores

    establecen una relacin simblica.

  • 37La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas

  • 38 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios

    Wuwa Denominacin Yekuana de la cesta de carga de

    uso femenino. Hecha principalmente para transportar los

    tubrculos de yuca, es confeccionada con bejuco mamure y

    tejida en espiral. La estructura interna de la wuwa se refuerza

    con aros de bejuco para hacerla ms resistente, pues debe

    soportar, aproximadamente, seis meses de uso diario, con

    un peso superior a 60 kilos.

    Mapire Cesto cilndrico de base convexa y boca circular.

    Especialmente hecho para empacar, almacenar o transportar

    maoco. Se teje con tiras de mamure empleando la tcnica

    de cruzado hexagonal, su interior se cubre con hojas de

    palma para proteger su contenido de la humedad y de la

    lluvia.

    Manare El manare es una cesta de tejido abierto, dimetro variable y

    poca profundidad que se usa a manera de cedazo o cernidor

    de la pulpa de la yuca amarga. ste puede colocarse sobre

    un rstico pedestal de bejuco para ganar altura.

    Sebucn Prensa tejida por los hombres a la manera de cesta,

    la cual puede alcanzar hasta dos metros de largo. Se usa

    para extraer el yare, lquido venenoso de la yuca amarga.

    El cuerpo largo y cilndrico del sebucn se teje con fibras

    de tirite de aproximadamente cuatro metros de largo y unos

    milmetros de ancho, las cuales se van acortando hasta

    cerrar en los extremos que rematan en forma de ojales. El

    soporte superior y el fondo de esta cesta se refuerzan con

    cuerdas de curagua, para soportar un peso que alcanza los

    200 kilos.

    Soplador o volteador La coccin del casabe y maoco se controla con

    la ayuda de un soplador tejido, para avivar el fuego y para

    voltear las tortas de casabe sobre el budare. Un implemento

    con el mismo fin se confecciona en madera o en tapara.

  • 39La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas

    Catumare Cesta de carga en forma rectangular, cuyo tejido

    generalmente hexagonal se adosa a un soporte de bejuco.

    El catumare presenta en el frente un conjunto con tiras de

    fibra entrecruzadas para sujetar la carga. Aunque en forma

    y materiales difiere de la wuwa, o cesta de carga Yekuana,

    se coloca de la misma forma sobre la espalda y se hace

    pender desde la frente.

    Guatura Cesta de carga de forma cilndrica usada para

    transportar yuca o recolectar lea. En el borde superior

    presenta un conjunto de asas a las que se ata una banda de

    fibra de majagua.

    Guayare Implemento tejido para llevar cargas en la espalda.

    Matatu Bandeja cuadrada tradicional de los Pemn , se

    usa para servir casabe.

    Rallador Utensilio de uso domstico que sirve a las mujeres

    para rallar yuca y otros tubrculos. Indispensable en el

    proceso de elaboracin de casabe y maoco. Consta de

    una madera en forma rectangular o de forma cncava, a

    la que se le incrustan, a manera de dientes, pequeas

    astillas de piedra o laminillas de hojalata, formando diseos

    geomtricos. stas se fijan a la madera recubrindolas con

    una resina vegetal llamada peramn. En algunos casos, los

    ralladores presentan en los extremos diseos geomtricos

    hechos con pendare, onoto y holln.

    Budare Plato de barro de forma circular y de tamao

    variable, que se usa para tostar casabe y maoco.

    Originalmente, el budare se haca de piedra, luego de barro

    y ms recientemente en hierro, de fabricacin industrial.

    El fruto del taparo seco es usado a modo de cucharones.

  • 40 Museo Nacional de las Culturas La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios

    Maoco Alimento de larga duracin y fundamental en la

    dieta indgena, es hecho con la harina de la yuca amarga,

    deshidratada y tostada. Se agrega al agua, sopas o caldos.

    Yare Jugo txico que se extrae de la pulpa de la yuca

    amarga, del yare procesado se obtiene el almidn de yuca.

    Yaraque Licor fuerte hecho con casabe fermentado y agua.

    Yukuta Bebida no fermentada hecha con casabe y agua.

    Catara Condimento elaborado con el yare al que se

    le incorporan ajes, bachacos tostados y molidos, los

    cuales son recolectados en la selva luego de la poca de

    reproduccin.

    Cachiri Bebida fermentada de alto contenido alcohlico

    hecha con yuca, batata u otros tubrculos

    Casabe Por su riqueza calrica, fibra y minerales, el casabe

    es parte fundamental de la dieta no slo de los pueblos

    indgenas sino de todos los venezolanos.

    Los pasos para su preparacin son:

    Se pelan los tubrculos.

    Se rallan hasta obtener la pulpa.

    Se prensa la pulpa para extraer el lquido txico.

    Se tamiza la pulpa exprimida y seca

    Se extiende una fina capa de pulpa sobre un budare

    La yuca amarga y su gastronoma

    precalentado hasta formar una torta plana y circular.

    Se cocina hasta que la harina aglutine y comience a dorar.

    Se voltea y seca al sol hasta obtener la textura de galleta.

    Naiboa Forma parte de la dulcera criolla. Se hace con dos

    tortas de casabe entre las que se coloca papeln rallado o

    melaza.

    Almidoncitos Pequeos panecitos cilndricos hechos con el

    almidn extrado de la yuca amarga, papeln, huevos y

    especies como la canela y el clavo.

    Jau Jau Casabe fino, suave, quebradizo y azucarado

    Casabito Entrems hecho a partir de una pequea torta

    de casabe tipo galleta. Se llama casabita si las torticas de

    casabe se envuelven con una mezcla de queso y papeln

    Sopa de Casabe Caldo de res al que adiciona pequeos trozos de

    casabe.

    Gofio Dulce que se hace con casabe molido, papeln,

    canela y clavo.

    Buuelos Bolitas crujientes de yuca dulce que luego de ser

    fredas se baan con jarabe de papeln.

  • 4La Yuca amarga y los saberes de los pueblos originarios Museo Nacional de las Culturas

    La cestera es una de las artes de mayor calidad esttica y simblica de los pueblos originarios. Su trama y urdimbre se vincula profundamente al procesamiento de la yuca amarga al punto que, de la totalidad de cestas que se producen, un porcentaje muy alto es destinado a su procesamiento.

    Bermdez, Beatriz. (988) Trama: mitos y cestera

    yekuana. Cabelum. Ediciones Amn. Caracas.

    (997) La Cestera guarda el secreto de la yuca

    marga en Revista Bigott No 43. Caracas

    Cartay, Rafael. Et Al. (998) Atlas de las tradiciones

    venezolanas, Fundacin Bigott- El Nacional. Caracas.

    El pan nuestro de cada da (995) Fundacin Bigott.

    Caracas

    Cesreo de Armellada, Fray (99) Literaturas indge-

    nas de Venezuela. Monte vila Editores. Caracas

    Delgado, Lelia. Et al. (996) Artesana viva. Editorial Arte

    y Centro Cultural Consolidado. Caracas

    --------- (998) Atlas de las tradiciones venezolanas,

    Fundacin Bigott- El Nacional. Caracas

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