lunes 4 de enero del 2016 el comercio .A11

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Si al final no hay acuerdo, es también el rey el que debe di-solver el Congreso y el Senado y convocar nuevos comicios.

Aires independentistasMientras tanto, en Cataluña los aspirantes a la secesión mantie-nen que realizarán un referén-dum de autodeterminación. La Constitución otorga al gobier-no la potestad para convocar referéndum y precisamente la convocatoria de la consulta catalana es uno de los ejes de las complicadas negociaciones para constituir gobierno. Po-demos condiciona apoyar un hipotético gobierno del PSOE a que haya tal referéndum, algo a lo que se oponen la mayoría de dirigentes socialistas.

A penas ha cumpli-do año y medio en el trono y Felipe VI afronta un año es-pecialmente duro.

Su primer reto es encargar formar gobierno en un pano-rama inédito y complicado tras las elecciones generales del 20 de diciembre al calor de la crisis independentista de Cataluña.

No obstante, lo peor será la continua exposición negativa que encarará la corona con el juicio contra la infanta Cristi-na de Borbón, hermana del rey, y su esposo, Iñaki Urdangarín, que empieza el 11 de enero.

Parece difícil que Felipe VI pueda mantener el 57,6% de aprobación ciudadana que lo-gró en la última encuesta del Centro de Investigaciones So-ciológicas.

Compleja responsabilidad Se dice que en España el rey rei-na pero no gobierna. El monar-ca hace lo que las fuerzas políti-cas con mayoría señalan. Pero no es menos cierto que es el jefe del Estado de una monarquía parlamentaria y que la Consti-

tución le otorga un papel clave tras las elecciones. Es él quien debe encargar formar gobierno al líder que encarne el consen-so político.

Aunque no está escrito, atendiendo al sentido común y al espíritu democrático el mo-narca encarga la formación del Ejecutivo al líder del partido con mayor número de votos. Así lo hizo siempre durante su reinado Juan Carlos I.

Sin embargo, Felipe VI se es-trena en estas lides con un pa-norama inédito por su comple-jidad. Con el resultado de las elecciones hoy no hay fórmula para formar nuevo gobierno, por lo que España estaría abo-cada a nuevas elecciones si no se realizan pactos que, por aho-ra, parecen improbables.

El nuevo Congreso se consti-tuye el 13 de enero, pero no hay límite de fecha para que haya un nuevo jefe del Ejecutivo. De modo que puede haber gobier-no en funciones varios meses, una situación que la Casa Real no desea, ya que las miradas se posarían en exceso sobre la corona, habida cuenta de que sobre el rey descansa la respon-sabilidad última constitucional para que se forme gobierno.

reportaje efe

Mensaje. en su alocución por Año Nuevo, el rey felipe VI subrayó la unidad de españa.

El rey Felipe VI y su papel en la crisis política de

España Este año el monarca también deberá afrontar

el juicio en contra de su hermana Cristina.

frAcAsA elección de Artur mAs

Barcelona [DPA]. Cataluña se verá abocada a nuevas elecciones, salvo sorpresas de última hora: Artur Mas, el hombre que más cerca de la secesión ha llevado a la región española, se quedó ayer de-finitivamente sin opciones de for-mar gobierno.

La CUP, el partido anticapitalista e independentista cuyos votos en el Parlamento catalán eran nece-sarios para su investidura, decidió no darle el respaldo para que vuel-va a gobernar tras las elecciones del 27 de setiembre, convertidas en un plebiscito sobre la independen-cia de la región.

“La decisión está tomada [...].

Con este candidato no podemos formar gobierno”, confirmó uno de los representantes de la CUP tras la reunión de la dirección del partido.

El plazo para investir un nuevo presidente del Ejecutivo catalán expira el 10 de enero. Si antes no hubiese un acuerdo, la ley prevé que el Parlamento regional se di-suelva y que se convoquen nuevas elecciones.

La única opción in extremis para evitarlo es que la coalición inde-pendentista con la que Mas concu-rrió a las urnas en setiembre, Junts pel Sí, acepte la principal condición de la CUP: otro candidato que guste al partido de izquierda.

Cataluña iría a nuevos comicios

YOLANDA VACCAROCorresponsal en Madrid

En este aspecto la figura del monarca es especialmente sim-bólica. En el discurso que ofre-ció la Nochebuena el rey fue mesurado en casi todo menos al subrayar la unidad de Espa-ña, algo que desató críticas de los independentistas, princi-palmente de los de izquierda.

Por si faltaban metáforas sobre la posición en torno a la monarquía del independentis-mo, esta semana Ada Colau, al-caldesa de Barcelona e insigne representante de Podemos, or-denó retirar de la sala de plenos del Ayuntamiento Barcelonés el busto de Felipe VI.

La infanta CristinaY todo esto ocurre a pocos días del inicio del juicio contra la infanta Cristina y su esposo, Iñaki Urdangarín, acusados de corrupción. Urdangarín se en-frenta a una pena de 19 años de cárcel. La fiscalía no ha so-licitado cárcel para Cristina, pero la acusación popular pide para ella ocho años de prisión. La expectación es espectacu-lar, con casi 600 periodistas acreditados.

El rey y la reina Letizia han hecho esfuerzos denodados para separar de su imagen pú-blica y de su entorno a los Ur-dangarín-Borbón. Hace unos meses el rey revocó el título de duquesa que ostentaba su her-mana. Pero al menos durante el medio año que durará el pro-ceso judicial la monarquía es-tará en el punto de mira con un desgaste cuyas consecuencias son impredecibles poniendo la peor guinda a un pastel muy poco digno de reyes.

megajuicioen el juicio a la infanta

cristina hay 18 acusados que se enfrentan a penas que suman más de 100

años de cárcel.