Xvii Jornadas de Patrimonio Historico Intervenciones en El Patrimonio Arquitectonico Arqueologico y...

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Xvii Jornadas de Patrimonio Historico Intervenciones en El Patrimonio Arquitectonico Arqueologico y Etnografico de La Region de Murcia Del 19 de Octubre Al 23 de Noviembre de 2006 0

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  • Taxones E.C. L.I. S. N. 10 S. N. 4 TotalHystrix 1 0 0 1 2Macacacf. sylvanus 3 0 1 0 4Indet. 3 1 0 0 4Total 108 2 22 14 146rdenesArtiodactyla 91 0 20 12 123Perisodactyla 6 0 1 0 7Carnivora 4 1 0 1 6Primate 3 0 1 0 4Hystrix 1 0 0 1 2

    146

    E.C.: Entrada Cueva; L.I.: Lateral Izquierdo de la Cueva; S.N.10: Sima Nivel10; S.N.4: Sima Nivel 4

    NMERO TOTAL DE FSILES ENCONTRADOS EN LA CAMPAA 2005

    E.C. L.I. S.N. 10 S.N. 4 Total

    N elementos anatmicos 108 2 22 14 146

    20 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

    Vista del andamio que permiti el estudio preliminar de la sima vertical durante lacampaa de excavacin de 2005.

  • PROSPECCIN PALEONTOLGICA EN UNIDADES MIOCENAS DE LOSBARRANCONES (JUMILLA)

    Guiomar Garrido lvarez-Coto. Museo Geominero. Instituto Geolgico yMinero de Espaa (IGME). [email protected] Arribas Herrera. Museo Geominero. Instituto Geolgico y Minero deEspaa (IGME). [email protected] Baeza Chico, Museo Geominero. Instituto Geolgico y Minero deEspaa (IGME). [email protected] Hernndez Manchado. Tecnologas y Sistemas de la Informacin.Instituto Geolgico y Minero de Espaa (IGME). [email protected] Herrero Santos. Museo Municipal Jernimo Molina de Jumilla(Murcia). [email protected] Pablo Lozano Fernndez. Instituto Geolgico y Minero de Espaa(IGME). [email protected]

    El registro fsil de vertebrados terciarios continentales en la cuen-ca de Jumilla-Ontur resultaba relativamente escaso hasta el descu-brimiento de dos yacimientos situados en las proximidades de LaCelia y el Barranco de los Gargantones (AGUST et al., 1985). En elprimero de ellos se localizan varios taxones de micromamferos,mientras que en el segundo, adems de varios gneros de micro-mamferos, se registran los taxones Hipparion aff. concudense,Microstonyx sp. y Tragoportax gaudry crusafonti, junto a un crvidoindeterminado, habiendo sido bioestratigrficamente situado en labiozona MN11, con una datacin absoluta de 7,6-7,2 M.a. (AGUSTet al., op.cit.).

    Por otra parte, el descubrimiento en 1997 del yacimiento de laHoya de la Sima (Herrero, 1997) ha puesto al descubierto numero-sos icnofsiles de grandes mamferos que evidencian de forma indi-recta la presencia, durante el Mioceno superior, de gneros extintoscomo Hipparion sp. junto a otros taxones que permanecen por elmomento sin determinar, tales como un artiodctilo de talla media, uncarnvoro y probablemente tambin un proboscdeo (PREZ-LORENTE et al., 1999).

    Las posteriores prospecciones realizadas por el equipo del dr.Lorenzo Vilas en la zona comprendida entre La Celia, CharcosAmargos y Casa Castillo, han dado como resultado la localizacin deunidades con nuevos fsiles de vertebrados. Durante el ao 2004 esdescubierto un nuevo afloramiento del Mioceno Superior, con abun-dantes puntos con registro fsil, donde se encuentran elementos per-tenecientes a grandes mamferos junto a placas de quelonios fsiles.Para la evaluacin de este registro es solicitada la asesora y cola-boracin paleontolgica al Museo Geominero (Instituto Geolgico yMinero de Espaa), quienes realizan el estudio de estos nuevosregistros paleontolgicos con fsiles de mamferos del Negeno.

    Los trabajos de prospeccin paleontolgica sistemtica llevadosa cabo han permitido localizar 15 puntos con registro fsil de verte-brados, donde han sido identificados ms de 150 fsiles pertene-cientes a varios gneros de grandes mamferos, entre los que des-taca, por su abundancia, el gnero Hipparion, del cual se han deter-minado dos especies (Hipparion sp. 1 e Hipparion sp. 2). Adems, sehan hallado fsiles pertenecientes a un antlope de talla media, pro-bablemente Tragoportax, un gran bvido, un rinocertido, un probos-cdeo y un gran carnvoro anficinido. Sin embargo, en este mues-

    21PATRIMONIO PALEONTOLGICO

  • treo paleontolgico no slo se han localizado mamferos, ya que losreptiles se encuentran bien representados por numerosas placasfsiles de tortugas entre los cuales destaca un caparazn de tortugagigante terrestre (Geochelone).

    Los taxones identificados en estos nuevos afloramientos, ascomo los materiales rocosos en los que se encuentran, indican queestos animales habitaron la zona durante el Mioceno Superior, conuna antigedad de unos 7 millones de aos aproximadamente.Posteriores estudios permitirn evaluar la importancia de estos regis-tros dentro del contexto del Mioceno peninsular.

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    Figura 1. rea prospectada en la zona de Casa Castillo en la que se indican los puntos donde se recuperaron los fsiles.

    Figura 2. Consolidacin de la regin superior del caparazn de la tortuga giganteGeochelone.

  • BIBLIOGRAFA

    AGUST, J., MOY-SOL, S., GIBERT, J., GUILLN, J. y LABRADOR, M. 1985.Nuevos datos sobre la bioestratigrafa del Negeno continental deMurcia. Paleontologa i Evoluci, 18, 83-93.

    HERRERO, C. 1997. Las huellas fsiles de la Hoya de la Sima. El Picach,93, 21-22.

    PREZ-LORENTE, F., SERRANO, F., RODRGUEZ, T., MANCHEO, M.A. yROMERO, M. 1999. Pisadas fsiles de mamferos en el Miocenosuperior de la Hoya de la Sima (Jumilla, Murcia). Revista Espaola dePaleontologa, 14 (2), 257-267.

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  • EL YACIMIENTO PALEONTOLGICO DE PISADAS FSILES DEMAMFEROS SUPERIORES DE LA HOYA DE LA SIMA, JUMILLA

    Emiliano Hernndez Carrin. Museo Municipal Jernimo Molina de JumillaFrancisco Gil GonzlezMauricio Antn (ilustraciones)

    INTRODUCCIN

    Tras el descubrimiento del yacimiento paleontolgico, se hicieronunas tmidas actuaciones con unos criterios ms intuitivos que plani-ficados. El acercamiento de profesionales e investigadores de las icni-tas fue perfilando entre el grupo de responsables locales las lneasmaestras a seguir para la puesta en valor del lugar, pues segn todaslas opiniones era uno de los yacimientos ms interesantes de los quese conocan en la Pennsula Ibrica. En stas, se present la posibi-lidad de poder actuar en el mismo con fondos europeos del progra-ma Leader II, y as se iniciaron una serie de obras encaminadas aproteger y difundir la importancia de tan soberbio yacimiento paleon-tolgico, amn de poder desarrollar actuaciones encaminadas a lacreacin de infraestructuras in situ.

    LOCALIZACIN

    El yacimiento de pisadas fsiles de mamferos superiores delMioceno Superior de la Hoya de la Sima se encuentra en el parajedel mismo nombre, dentro de la unidad geomorfolgica de la Caadade Albatana, trmino municipal de Jumilla (Murcia). Se localiza en elpunto kilomtrico 9800 de la carretera MU-403 de Ontur-Jumilla, conacceso sealizado. Las icnitas estn a 650 m.s.n.m. como puntomedio de altitud.

    Una parte importante de los terrenos son de propiedad municipal,y las huellas fsiles se encuentran junto al frente de una antigua can-tera de explotacin de lajas de yeso, coordenadas UTM X = 30638.900; Y = 42 70.150 referidas a la hoja n 844-III, del 1:25.000correspondiente a la sierra de la Pedrera.

    GEOLOGA Y GEOMORFOLOGA DE LA ZONA

    Para describir de una forma sucinta la geologa y la geomorfolo-ga de la zona en la que se encuentra el yacimiento, hemos seguidoel estudio realizado por los profesores de la Universidad Com-plutense de Madrid, dr. L. Vilas Minondo y dra. C. Arias Ords publi-cado, en gran parte, en la revista Juncellus (n 14/2001), sin cuyainestimable colaboracin, asesoramiento y orientacin no hubiesesido posible realizar toda la gran labor que se ha llevado a cabo enla Hoya de la Sima.

    Las icnitas se localizan en el fondo de una cuenca sedimentariaendorreica, formada despus del ltimo perodo de tectnica disten-siva que dio lugar a la formacin de las cordilleras Bticas y a unageomorfologa muy similar a la que contemplamos en nuestros das,de hecho, en esos momentos tambin se formaron otras cuencassimilares como la del Cenajo o Las Minas (Helln-Albacete). Estagnesis se fecha en el Tortoniense Inferior, hace entre ocho y nuevemillones de aos.

    25PATRIMONIO PALEONTOLGICO

  • La cuenca de la Hoya de la Sima se sita en una franja de mate-riales terciarios que separa dos afloramientos mesozoicos; el meridio-nal corresponde al Dominio Sedimentario Prebtico y el septentrionalal Dominio Sedimentario de Albacete. La franja de los yesos corres-ponde (en profundidad) a la traza de la falla lstrica de borde que sepa-ra ambos Dominios. (BUSTILLO, et al. 2000: 209).

    La estratificacin de los yesos es visible en todo el frente de lacantera, y siguiendo los estudios realizados por M. A. Bustillo, C.Arias y L. Vilas (2000: 209 ss) se dividen es seis tramos: los dos pri-meros estn formados por yesos semicompactos, entre los cualesaparecen pequeas formaciones de slex. Los dos siguientes estncompuestos por yesos masivos, con escasa o nula presencia deslex. En la base del tramo cuarto aparecen las icnitas de mamferossuperiores. Y los dos tramos superiores estn formados por yesoslenticulares compactos, y en ellos aparecen grandes cantidades dendulos de slex.

    Una vez colmatada la cuenca, se produjo la llegada de aguas conabundante slice, que dio lugar a la silicificacin de los primeros nive-les de yeso, as como a las bioturbaciones de las calizas yesferasque sellan la cubeta. Es interesante destacar la aparicin de palosen la cuenca, asociados a depsitos evaporticos, cuando lo msusual es la aparicin de cuarzos en este tipo de depsitos. Y final-mente, se inici un proceso de karstificacin, por disolucin de losyesos, formando cavidades (simas) y conductos que, en parte, toda-va funcionan en la actualidad (de aqu el nombre de Sima), otros sehan rellenado de areniscas y conglomerados.

    HISTORIA DE LA INVESTIGACIN

    El que fuera director del museo municipal que lleva su nombre,Jernimo Molina Garca, se hizo eco, a principios de los aos sesen-ta, de los comentarios que hacan algunos de los canteros que tra-bajaban en la Hoya de la Sima, quienes afirmaban que en una de lascapas (estrato) aparecan huellas de animales. Intrigado por la curio-sidad, en compaa de algunos colaboradores del museo y de unode los antiguos trabajadores de la cantera, visitaron la cantera, yaabandonada, y el viejo cantero les cont que en la capa (estrato)nmero 13 de las lajas aparecan huellas de vaca o toro, acompa-adas del gan, que llevaba el pie desnudo. Esto supuso un granrevulsivo, sobre todo el hecho de poder encontrar huellas fsiles dehumanos, habida cuenta que no se haban descubierto todava lasde Laetoli (Tanzania). En el lugar de la cantera no se localiz, en esemomento, ninguna huella, al estar todo el frente de cantera rellenocon los deshechos de la propia actividad minera. A partir de estosmomentos el Sr. Molina Garca inici una bsqueda de lajas de yeso,de las utilizadas en pisos de bodegas, almazaras y casas particula-res de labradores, localizando dos de aquellas losas con improntasde huellas de un animal indeterminado, al haber sido retocada la icni-ta por los propios canteros para alisar la rugosidad que la pisada fsille daba a la laja.

    Recordando aquella visita a la vieja cantera, el subdirector delmuseo municipal, Cayetano Herrero Gonzlez, volvi el 22 de agos-to de 1997, con la agradable sorpresa que la erosin y el tiempohaban despejado algunos trozos de piso, de aquella capa trece, ycomenzaron a aparecer las huellas fsiles. Era algo fuera de locomn, en tan slo 50 m2 aparecieron ms de 100 huellas, dejadas

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  • por una manada de animales, aunque por la degradacin de losyesos (por las inclemencias climatolgicas) estaban en mal estadode conservacin.

    Puesto en conocimiento de las administraciones correspondien-tes el nuevo hallazgo, era evidente que el yacimiento escapaba a laciencia arqueolgica, por lo que nos pusimos en contacto con elDepartamento de Geologa de la Universidad de Murcia, y sus res-ponsables se pusieron, a su vez, en contacto con el profesor FlixPrez-Lorente, paleontlogo de la Universidad de la Rioja, especia-lista en icnitas de dinosaurios, y que visit el yacimiento con su equi-po de colaboradores.

    Durante los primeros trabajos de excavacin, se limpi una super-ficie de algo menos de 50 m2, a escasos 30 m del primer grupo loca-lizado en agosto, y en esta ocasin se hallaron 160 pisadas nuevas,distribuidas en 11 rastrilladas, donde se identificaron las siguientesespecies: Tragoportax (una especie de antlope hoy extinguido);Hipparion (caballo de tres dedos) y Marchairodus (tigre de dientes desable), cuyas pisadas se localizaron unos metros ms hacia el oesteque las anteriores.

    A partir de estos momentos, y conscientes de la importancia delyacimiento, desde el Museo Municipal Jernimo Molina se insta alExcmo. Ayuntamiento de Jumilla para que adquiera los terrenos,cuya propietaria es Fuensanta Guardiola, lo que se efecta en juliode 2000. Paralelamente, se redactan sendas memorias valoradasque se presentan a los proyectos del programa Leader II: una memo-ria para la proteccin de las icnitas y la otra para la promocin delyacimiento.

    Tambin en este tiempo, se procede a recoger las lajas con hue-llas de casas, almazaras y bodegas, incluso del vertedero de escom-bros municipal, lajas cuyo origen fuese la Hoya de la Sima, encon-trando Jacobo Herrero Santos en una de ellas dos magnficas hue-llas de oso (Agriotherium), procedente de una vieja almazara locali-zada en la calle de los Milanos, aportando as una nueva cita a lafauna ya documentada. Tambin se ha identificado una sola huellade proboscdeo, posiblemente rinoceronte, pero no se puede identi-ficar, al haber sido retocada la laja previa a su colocacin en el pisode una vieja casa de campo.

    27PATRIMONIO PALEONTOLGICO

    Lmina 1. Primer estrato con pisadas fsiles.

  • LOS TRABAJOS

    El proyecto aprobado por la gerencia de la iniciativa europeaLeader II, para la proteccin de las icnitas, contemplaba cubrir y pro-teger una superficie de 200 m2, por lo que se plante una gran cuadr-cula de 12 por 22 m, que permitiera colocar los anclajes del techadofuera de la gran placa que contena las pisadas.

    Iniciados los trabajos de excavacin en una superficie de 200 m2,depar la sorpresa de un nuevo estrato con huellas fsiles, en mayordensidad que las de la placa superior y ms uniformes, perdindoselas rastrilladas por debajo de la otra placa. En total se contabilizaroncerca de 150 icnitas en rastrilladas que van en todas las direcciones.A priori, todas parecan pertenecer al mismo animal, y al igual que laspisadas de la placa superior, los animales parecen moverse andan-do o con un ligero trote, nunca a la carrera. En un estudio ms dete-nido de las huellas observamos que son dos los animales de estasegunda capa; las pisadas ms abundantes son de paracamlido(camello) cuya huella son dos improntas poco profundas, casi sim-tricas, donde apenas se aprecia la separacin. La impronta tieneforma de media luna en cuarto creciente, enfrentada a otra en cuar-to menguante, con una longitud media de 20 cm.

    Las otras huellas tienen forma triangular, en las zonas donde elbarro era ms blando se abre la parte delantera dndole una formatrapezoidal; tiene un entrante en la parte posterior, como si llevasedos dedos hacia atrs. Lo primero que nos llam la atencin era quese poda tratar de un animal bpedo, pero el ms conocido era elavestruz, y la impronta no coincida con la huella del avestruz. Trasvarias consultas con especialistas, no se ha logrado identificar el ani-mal al que pertenecen las huellas, pero todo apunta a que se tratede un cuadrpedo que cruz esta parte de la laguna a gran veloci-dad, por lo que la distancia entre pisadas y las deformaciones dealgunas de ellas nos indujo a pensar en un bipedalismo.

    Como el yeso es una roca muy blanda, era una preocupacinconstante la de conservar los estratos con huellas, y fueron los doc-tores F. Mingarro y C. Lpez de Azcona, los que elaboraron un com-pleto informe sobre qu materiales eran los ms idneos para prote-ger las huellas, y qu tipo de construccin era la ms adecuada.Tambin hicieron varios ensayos con distintos tipos de epoxinas, paraver cul era la ms apta para consolidar y preservar los yesos de laHoya de la Sima.

    Siguiendo sus indicaciones, en diciembre de ese mismo ao(2000) se inici las construccin de la nave de proteccin de las hue-llas y se restauraron los dos hornos de cal (caleras) que hay al ladode las huellas, se consolidaron y resanaron las grietas de la placasuperior, y en septiembre de 2001 se consolid toda la superficie delinterior de la nave con consolidante Plombagina.

    PALEOFAUNA

    Para redactar este apartado, hemos seguido las eruditas indica-ciones de Mauricio Antn, del Museo Nacional de CienciasNaturales de Madrid, cuyas acertadas conclusiones e inestimablesconsejos nos han ayudado a entender mejor y tomar conciencia dela importancia de las icnitas de la Hoya de la Sima. Asimismo losdibujos y recreaciones del ambiente son obra tambin del mismoautor.

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  • A continuacin se describen las especies documentadas, feha-cientemente y hasta la fechan en el yacimiento, pues quedan, comoya hemos apuntado, por identificar las pisadas de una rastrillada dela placa inferior, y la de un posible proboscdeo, que por tener unasola huella y retocada, hace muy difcil su identificacin.

    Para conocer el nmero de rastrilladas, direccin y nmero depisadas, consultar: PREZ LORENTE, F. et al. (1999) Pisadas fsi-les de mamferos en el Mioceno Superior de la Hoya de la Sima(Jumilla, Murcia, Espaa). En Revista Espaola de Paleontologan 14 (2), pp. 257-267.

    HIPPARIONOrden: PerisodctilosFamilia: quidosGnero: Hiparin (caballo de tres dedos)Edad: Mioceno Superior-PliocenoEstado actual: ExtinguidoAltura hasta los hombros: 120 cmLong. media de la huella: 14 cm

    ANTLOPEOrden: ArtiodctilosFamilia: BvidosGnero: TragoportaxEdad: Mioceno SuperiorEstado actual: ExtinguidoAltura hasta los hombros: 90 cmLong. media de la huella: 9 cm

    29PATRIMONIO PALEONTOLGICO

    Lmina 2. Huella de oso.

  • CAMELLOOrden: ArtiodctilosFamilia: CamlidosGnero: ParacamelusEdad: Mioceno Superior-PliocenoEstado actual: ExtinguidoAltura hasta los hombros: 190 cmLong. media de la huella: 20 cm

    OSOOrden: CarnvorosFamilia: rsidosGnero: AgiotheriumEdad:Mioceno Superior-PliocenoEstado actual: ExtinguidoAltura hasta los hombros: 130 cmLong. media de la huella: 14 cm

    TIGRE DE DIENTES DE SABLEOrden: CarnvorosFamilia: FlidosGnero: MachairodusEdad: Mioceno Superior-PliocenoEstado actual: ExtinguidoAltura hasta los hombros: 95 cmLong. media de la huella: 11 cm

    Para las huellas de hiparin, los autores del primer trabajo publi-cado sobre los primeros hallazgos dicen textualmente que en estetrabajo se describen por primera vez pisadas de hiparin enEspaa. (PREZ LORENTE et al. 1999, 266 y 2004, 26).

    Respecto a las pisadas de paracamlido, y segn opinin dealgunos de los investigadores que han visitado el yacimiento, puedeser la primera cita para toda Eurasia, dato ste que se debe confir-mar.

    PALEOAMBIENTE

    De nuevo hemos de seguir las conclusiones e indicaciones delprofesor Mauricio Antn, en este apartado.

    El hiparion, el tragoportax y el paracamelus son animales quevivieron en ambientes semiridos, por lo tanto, de paisajes abiertos,cubiertos de matorral e hierbas. Mientras que el oso es un animal dehbitat del tipo boscoso, el tigre de dientes de sable (Machairodus),como depredador especializado, se adapta a varios ambientes. Porello, concluye el Sr. Antn que habra un mosaico de vegetacindonde los cursos de agua estaran flanqueados por bosques de ribe-ras mientras que al alejarse de los ros la vegetacin predominanteseran las hierbas y los arbustos. Pero los yesos de la cuenca de laHoya de la Sima no son muy aptos para que enracen los rboles,por lo que no habra un bosque de ribera junto a la charca del centrode la cuenca.

    30 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

  • La asociacin de especies animales de hbitat abiertos y otrospropios de bosque, como tenemos en la Hoya de la Sima, se hadocumentado tambin en la Venta del Moro, lo que corrobora la hip-tesis del Sr. Antn.

    Por ltimo, apunta el paleontlogo que el paracamlido habit laPennsula Ibrica durante un breve (en trminos geolgicos) pero-do de tiempo, hace alrededor de 6 millones de aos, lo que nos sitaen el perodo Ventiense.

    ESTUDIO ETNOLGICO

    En la Hoya de la Sima hay documentada, adems de las icnitas,una importante actividad antrpica, amn de la cantera, hay trescaleras (dos de ellas junto a las huellas) y una industria asociada ala gran abundancia de slex.

    La cantera, sabemos, que se comenz a explotar en 1890, por unanuncio aparecido en el semanario El Pandero del 15 de junio de eseao, en el que se dice: Nueva cantera en la Hoya de la Sima, pro-piedad de Jos Guardiola Olalla, el mismo anuncio especifica qutipo de trabajos son los que se realizan y a qu lugares van destina-das las losas: Cubos, cmaras de uva, baldosas, portales, pavi-mentos, etc. Y al final del mismo se ofrecen los productos anexos dela propia cantera como piedra de desmonte para edificar y elaboraryeso por su cuenta. Con motivo del hallazgo de las pisadas fsiles,el subdirector del museo, Cayetano Herrero, entrevist a dos de losantiguos trabajadores de la cantera: Jos Montoya, apodado ElPicapedrero y Vicente Prez, quienes confirmaron la aparicin en lacapa (estrato) 13 de gran cantidad de huellas (que debe correspon-der al segundo estrato descubierto ahora) capa a la que familiar-mente llamaban la rugosa, por el aspecto que presentaba, y que noexplotaban; en primer lugar, por las rugosidades que formaban laspisadas, y en segundo lugar, por la dureza que ya presentaba lamisma.

    31PATRIMONIO PALEONTOLGICO

    Figura 1. El ambiente de la poca.

  • La extraccin de lajas de yeso se iniciaba levantando con explo-sivos la costra de calizas yesferas, lo que comnmente se denomi-naba cobertera de la cantera, y como ya hemos comentado en elanuncio del semanario El Pandero, esta piedra se venda paraemplearla en construcciones. Despus, se planteaba una bancadarectangular, a todo lo largo del frente de cantera, y, dentro del rec-tngulo, se replanteaba el extraer losas de una vara por una vara, esdecir, de 0,8356 m x 0,8356 m, al ser la medida castellana. Una vezpicado el permetro de la laja hasta el cambio de estrato se presio-naba haciendo palanca en varios puntos para separarla del estratoinferior. En ocasiones, al efectuar la presin, la losa se rompa,entonces se separaban los fragmentos para cargar el horno de cal.

    Las bancadas variaban de longitud, habida cuenta que la zonaest salpicada de formaciones krsticas. Cuando se encontraba unsumidero, se desplazaba la bancada buscando estratos completos.

    El material de las losas rotas y los retales de las franjas, que que-daban entre la bancada y los sumideros, se utilizaba para haceryeso, o bien en las caleras que hay en la propia Hoya de la Sima, ose vendan las lajas a particulares para que fuesen ellos los que lofabricasen. As se armaban los hornos (caleras) hasta ms demedia altura, dejando un gran hueco en el centro, a modo de cpu-la, lo que se lograba colocando las lajas en disposicin de falsa cpu-la, para prender fuego en el centro. El calor deshidrataba el yeso, yuna vez cocido, se trituraba en una era con un gran cilindro de pie-dra (rulo); todava se conserva la era del triturado del yeso.

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    Lmina 3. Rastrilladas de pisadas fsiles.

  • Como ya hemos apuntado, la gran abundancia de slex permitique en la misma explotacin minera se construyeran tambin trillosde madera con dientes de slex, por lo que llama poderosamente laatencin la gran abundancia de lascas de este material.

    CONCLUSIONES

    Nos encontramos ante un interesante yacimiento paleontolgico,que destaca por su importancia, donde se citan por primera vez enEspaa las icnitas de hiparin y, posiblemente, la primera cita deparacamlido en toda Eurasia.

    Adems, la complejidad geolgica de la zona, al existir en las pro-ximidades una explotacin salina, y no mezclarse las aguas de lacuenca con las salitrosas de la Caada del guila, adems de otrosinteresantes aspectos, como la abundancia de palos, la paleokars-tificacin de los yesos, etc.

    33PATRIMONIO PALEONTOLGICO

    Lmina 4. Huesa de Proboscideo.

    Lmina 5. Construccin para la proteccin de las huellas.

  • A todo ello, debemos sumar las tres actividades industriales desarro-lladas en el mismo lugar (cantera, caleras y fabricacin de trillos), que ledan al lugar un atractivo especial para poder enfocar cualquier tipo deactividad ldico-formativa.

    BIBLIOGRAFA

    ASOCIACIN DE NATURALISTAS DE JUMILLA (2000): Encontradas treshuellas de rsido del Mioceno Superior. En Juncellus, n 13, Jumilla.Asociacin de Naturalista de Jumilla, p. 6.

    BUSTILLO, M. A., ARIAS, C. y VILAS, L. (2000): Silicificacin y paleokars-tificacin en depsitos evaporticos continentales (Hoya de la Sima,Jumilla). En Geotemas, vol 1 (3). V Congreso Geolgico de Espaa,Alicante, 10-14 de julio 2000, pp. 209-212.

    HERNNDEZ CARRIN, E., MANCHEO, M. A., RODRGUEZ ESTRELLA, T.y PREZ-LORENTE, F. (1998): Huellas fsiles de la Hoya de la Sima(Jumilla). En Resumen de las IX Jornadas de Arqueologa Regional.Murcia 5 al 8 de mayo de 1998, pp. 9-10.

    HERNNDEZ CARRIN, E. y VILAS MINONDO, L. (2001): Excavaciones enel yacimiento de icnitas de mamferos de la Hoya de la Sima(Jumilla). En Resumen de las XII Jornadas de Patrimonio Histrico yArqueologa Regional. Murcia 22 al 25 de mayo de 2001, p. 9.

    HERRERO GONZLEZ, C. (1997): Las huellas fsiles de la Hoya de laSima. En El Picacho, n 93, Jumilla. Asociacin de Amigos de Jumilla,pp. 21-22.

    HERRERO GONZLEZ, C. y MARTNEZ ABELLN, R. (2001): YacimientoPaleontolgico Hoya de la Sima (Jumilla- Murcia): Memoria de actua-ciones, de estudio y conservacin. En Juncellus, n 14, Jumilla.Asociacin de Naturalista de Jumilla, pp 17-28.

    PREZ-LORENTE, F., RODRGUEZ, T., MANCHEO, M. A., SERRANO, F. YROMERO, M. (1999): Pisadas fsiles de mamferos en el MiocenoSuperior de la Hoya de la Sima (Jumilla, Murcia, Espaa). En RevistaEspaola de Paleontologa n 14 (2), pp. 257-267.

    - (2004) Pisadas fsiles de mamferos en el Mioceno Superior de la Hoyade la Sima (Jumilla, Murcia, Espaa). En Memorias de Arqueologa dela Regin de Murcia n 12. Murcia, edicin 2004, pp. 15-28.

    MINGARRO MARTN, F. Y LPEZ AZCONA, M. C. (2000): Estudio de losmateriales ptreos con icnitas de la Hoya de la Sima(JumillaMurcia). Indito.

    34 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

  • SIMA DE LAS PALOMAS DEL CABEZO GORDO EN DOLORES DEPACHECO DE TORRE PACHECO: 14 CAMPAA (2005)

    Michael J. Walker. rea de Antropologa Fsica, Dpto. de Zoologa yAntropologa Fsica. Facultad de Biologa. Universidad de MurciaJosep Gibert Clols. Instituto Paleontolgico Dr. M. Crusafont de la Excma.Diputacin de Barcelona

    La campaa se efectu en el corte superior de la sima, donde elproceso de excavacin manual recuper hallazgos significativoscuyas coordenadas fueron registradas. No obstante, todo el sedi-mento extrado por dicho proceso, con documentacin correspon-diente al nivel y la zona excavada, fue recogido y bajado en cubosmediante tirolina en la sima y luego fue transportado y lavado sobreconjuntos de nuestros tamices geolgicos de acero inoxidable (conmallas de 8, 6 y 2 mm) en las instalaciones de la empresa marmo-lista Cabezo Gordo, S.A. Agradecemos la amabilidad de la empre-sa que nos ofrece agua a alta presin, que facilita la separacin delsedimento, carbonatado y cementado con caractersticas de con-glomerado, y la consiguiente recuperacin de algunos hallazgospequeos que haban eludido la atencin de los excavadores en elcorte superior.

    La excavacin manual del corte superior de la sima se efectu enlas denominadas extensiones septentrional y lateral u occidental,que son dos zonas de ampliacin iniciada en 2001, desde dos per-files de la primera extensin, que fue a su vez la ampliacin inicia-da en 1995 del pequeo sector excavado en 1994, en la primeracampaa en la parte superior de la columna o pared de breccia enel margen posterior de la sima bajo la visera rocosa. La excavacinde las citadas extensiones corresponde a la decisin tctica tomadaen el 2000 de suspender temporalmente la excavacin en profundi-dad de la columna de breccia fosilfera. El objetivo fue la ampliacinhacia el norte y el oeste del rea excavada y la investigacin manualde la capa superior en dos zonas contiguas a aqulla ya explorada,desde la que se poda estudiar dos perfiles o testigos temporales,mientras que la reduccin de las nuevas extensiones no estaba ter-minada, para brindar la posibilidad de comparacin con los perfilesque luego delimitaran estas extensiones. Hay que tener en cuentaque la zona de la pared de breccia fosilfera en vas de excavacinen el corte superior bordea la propia sima (que tiene 18 m de pro-fundidad), por lo que disponemos de slo tres perfiles para obser-vacin y documentacin estratigrfica y, an as, uno es temporal eimpermanente.

    En principio, estos perfiles temporales de las nuevas extensionesfueron conformados por el relleno sedimentario colmatado (hasta lavisera rocosa de la cavidad krstica en el mrmol de la montaa).Dichos perfiles del sector anteriormente reducido fueron asequiblespor el personal excavador, que poda estar de pie, sobre vigas demadera recubiertas de plstico grueso para proteger la superficie yaexcavada del lugar que ocupaban de la agitacin de sus pies. Lafinalidad de la ampliacin del corte superior por las extensiones sep-tentrional y lateral fue la apertura de un amplio rea de 3 m, desde elque en 2006 se espera practicar una ampliacin ms para poderexcavar sobre el lugar de hallazgo CG-1 de los maxilares de unNeanderthal que fue efectuado por el ecologista Juan Carlos Blanco

    35PATRIMONIO PALEONTOLGICO

  • Gago durante un descenso por rpel en 1991. Del rea excavada delcorte superior se pretende arrancar la futura excavacin de los nive-les inferiores del bloque superior de la columna de breccia fosilfera.

    Por otra parte, la extensin septentrional tena que ser limitadaa una distancia de los 0,9 m del sector principal excavado del cortesuperior en las campaas anteriores, siendo esta limitacin defini-da por el alcance de los brazos del personal excavador, que debirealizar el trabajo manual bajo la visera rocosa que se aproximabaal relleno sedimetario, sobre un perfil de 1,1 m de longitud corres-pondiente a la anchura del sector del corte superior anteriormenteexcavado. La reduccin sigue por capas arbitrarias de 5 cm deespesor hasta que no se vislumbren cambios litoestratigrficos sig-nificativos.

    En 2005, la excavacin de las extensiones lateral (u occidental) yseptentrional redujo niveles de la capa 2 hasta la superficie del 2nque se encuentra a aproximadamente 2,95 m, bajo el punto de refe-rencia planimtrica, en la reja de proteccin de hierro que cubre laboca de la sima. La superficie del 2n ofrece caractersticas de endu-recimiento y cementacin. Para llegar a dicho nivel hubo que reducirlos niveles 2h, 2i, 2j, 2k, 2l y 2m en la extensin lateral, pero en laseptentrional slo hubo que terminar de excavar el nivel 2l y luegoreducir el 2m. Por otra parte, el nivel 2m haba sido excavado en elsector de la excavacin inicial del 1994 y en el rea de la extensinde ste en 2004. La superficie del nivel 2n se sita a unos 20 cmencima del nivel del lugar en la pared de breccia en la sima dondelos maxilares de un Neanderthal fueron extrados en 1991 y no sedescarta que otros fragmentos del crneo neandertalense estn anpor descubrir en dicho lugar, aunque para englobarlo en la excava-cin habr que practicar una ampliacin espacial de la extensinlateral de medio metro ms de largo en 2006. Por otra parte, la cam-paa de 2005 puso de relieve la ausencia de separacin litoestrati-grfica clara en la extensin lateral, donde slo se detectaron ten-dencias hacia mayor cementacin o endurecimiento en los niveles2h, 2k y 2m, con respecto a 2i, 2j y 2l, en los que quizs el procesode carbonatacin fue menos desarrollado, por lo que el sedimentopareca ser algo ms suelto.

    Conviene recordar que campaas anteriores en el corte superiordemostraron que el metro y medio superior del sedimento bajo lavisera refleja un proceso lento y suave de acumulacin, aunqueluego sufri la invasin de lajas de mrmol y piedras cadas, quedebi ser consecuencia de un derrumbe del margen de la viserarocosa. El testimonio de esta invasin fue la excavacin de parte deun talud, cuya forma demuestra que se trat de una incursin poste-rior al relleno, que penetr, sin llegar a cubrir ms que una parte dela zona bajo excavacin, principalmente en la parte occidental de laextensin lateral, donde la base de la talud corresponde aproxima-damente al comienzo del nivel 2h.

    En el nivel 2h de la extensin lateral en la mitad, cerca de la sima,fue excavado en 2005 un importante conjunto de restos seos en unpequeo bloque triangular de breccia cementada (de aproximada-mente 30 x 30 x 30 cm) con 12 lascas alrededor de slex, calcita ycuarzo. Entre los huesos expuestos en el bloque encostrado se puedepercibir elementos que parecen corresponder a tobillo y pie humano,pero el bloque tendr que ser limpiado en el laboratorio por metodo-logas manual y de ultrasonido para que los componentes pueden seridentificados correctamente. Ms abajo, hasta el nivel 2 m, aparecie-

    36 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

  • ron otros huesos encostrados en breccia cementada, entre los quealgunos podran corresponder a huesos largos humanos, probable-mente de la pierna, cuya limpieza en el laboratorio supondr un per-odo largo de trabajo cientfico. En el caso futuro de poder definir loshuesos de una pierna y un pie, podra haber representacin de msde 20 elementos de esqueletos distintos, para aadir a los 125 yareconocidos del yacimiento, pertenecientes a 8 9 individuos detipologa Neanderthal (Homo neanderthalensis u Homo sapiensneanderthalensis).

    Adems de los restos de los homnidos neandertalenses fueronrecuperados en 2005 diversos elementos musterienses delPaleoltico Medio, en slex, mrmol, calcita, cristal de roca de cuarzo,con clasificacin de 1 punta levaloisense plana triangular con reto-que, 1 punta gruesa o raedera convergente, 2 raederas, 6 lascas conretoque y 22 lascas sencillas, adems de diversos fragmentos yesquirlas de la talla. Fueron excavados tambin abundantes restospaleontolgicos de la fauna del Pleistoceno Superior, que se encuen-tran en proceso de limpieza debido al estado de cementacin yencostramiento de los elementos.

    Del nivel 2h de la extensin septentrional fue extrada en 2005una losa de mrmol de aproximadamente 40 x 25 cm, de forma planay fina y perfil irregular, encontrada en situacin horizontal, cuyasuperficie haba sido identificada en la campaa de 2004. La piedrano haba sufrido talla humana, pero su situacin, en relacin con elsedimento endurecido del mismo nivel, suscit nuestra curiosidad yuna muestra de la piedra fue enviada para anlisis por la metodolo-ga de luminescencia ptica. Esta metodologa es empleada paraensayos geocronolgicos por el dr. Jean-Luc Schwenninger, que diri-ge el Optical Sediment Luminescence Dating Laboratory del OxfordUniversity Research Laboratory for Archaeology. El dr. Schwenningervisit la Sima de las Palomas durante la campaa y tom diversasmuestras sedimentolgicas, mediante sondas de perforacin en labreccia fosilfera, tanto del perfil en el corte superior como zonas msabajo, en la pared de breccia en la sima, y midi la irradiacin detrasfondo con el espectrmetro porttil de rayos gama. Una de lassondas introducidas en el perfil del corte superior extrajo huesosquemados de lagomorfos mezclados en el sedimento, que en 2006han sido fechados en 35.030270 BP (OxA-15423) mediante elmtodo del radiocarbono con el acelerador de partculas por el Dr.Thomas F. G. Higham que es el Deputy Director del RadiocarbonLaboratory and Accelerator Unit del Oxford University ResearchLaboratory for Archaeology. En 2001, el Dr. Higham haba obtenidola fecha similar de 34.500600 AP (OxA-10666) por la misma meto-dologa sobre otra muestra excavada en situacin cercana. En 2005,el gelogo Dr. Toms Rodrguez Estrella, de la UniversidadPolitcnica de Cartagena realiz un anlisis con las metodologas,de energas dispersivas y difraccin de rayos X sobre muestras desedimento y huesos de lagomorfos procedentes del niveles entre 2hy 2k del corte superior, que ponen de relieve el contraste ofrecido porestos materiales, lo que implica la incidencia en los huesos de unproceso de combustin intensa que, por otra parte, debi incidir enmateria de origen vegetal como para causar enriquecimiento delsedimento en carbono orgnico. Esta conclusin reafirma otras con-sideraciones sobre la verosimilitud de la incidencia del fuego en esosniveles, en la parte nororiental del corte superior.

    37PATRIMONIO PALEONTOLGICO

  • 38 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

    Sima de las Palomas, fsil humano excavado en 2005.

  • PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

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  • ACTUACIONES ARQUEOLGICAS EN EL MONTE MIRAL (SAN GINS DELA JARA, CARTAGENA)

    Alfredo Iglesias DiguezMariona Port DurnJos Gibert Clols. Instituto Paleontolgico Dr. M. Crusafont de la Excma.Diputacin de Barcelona

    En el campo de Cartagena se localizan tres importantes yaci-mientos, situados en un rea muy reducida de edades complemen-tarias. Cueva Victoria, del Pleistoceno Inferior, est situada junto alpueblo del Estrecho de San Gins; Monte Miral, en la ladera este delcerro de San Gins de la Jara, y Cabezo Gordo, a escasos quilme-tros, ya en el trmino de Torre Pacheco (pedana de Los Dolores).

    El yacimiento de Cabezo Gordo est en el Pleistoceno Medio y enl hemos encontrado restos de neandertales con edades comprendi-das entre 150.000 y 35.000 aos. Es decir, que en sus 18 m de sedi-mento puede estar toda la historia de esta especie. La mayora deestos restos estn por estudiar. En el Monte Miral hemos localizadoindustrias y fauna con una edad incierta, que puede corresponder alas ltimas etapas del Pleistoceno Medio o inicio del PleistocenoSuperior.

    As que, en un rea reducida puede estudiarse buena parte denuestra historia, desde Homo sp. de Cueva Victoria, con 1,3 millonesde aos de antigedad, al Homo neandertalensis de Cabezo Gordoy, quizs, a los primeros Homo sapiens de Monte Miral.

    Monte Miral fue descubierto y excavado por el Dr. Miguel MartnezAndreu que lo public en Human Evolution. Sus deducciones hansido confirmadas en nuestras excavaciones.

    Monte Miral es un yacimiento muy extenso; su superficie puedesituarse en torno a media hectrea y es la primera vez que trabajamosen l. Se han excavado 20 m localizando la capa arqueolgica, de la quese han extrado numerosas industrias y restos de fauna, comprobado laexistencia de una base de cabaa y una hoguera.

    Lo ms difcil es determinar la edad. Por la industria ltica slopuede afirmarse que se trata del Paleoltico Medio-Superior oPaleoltico Superior inicial, sin presiones cronolgicas. Sera muyimportante comprobar la edad absoluta y relacionarla con la msmoderna del Cabezo Gordo (35.000 aos), y comprobar si los habi-tantes del Monte Miral eran vecinos de los neandertales del CabezoGordo, o si los sucedieron en el tiempo. En todo caso, con los datosdisponibles, no parece que el lapso temporal entre los dos yacimien-tos sea muy dilatado.

    MATERIALES

    El slex y el cuarzo son los materiales que forman las industrias.stos son de reducidas dimensiones, oscilando entre 25 y 30 mm,aunque hay una lasca de slex y otra de cuarzo con una longitudmxima de 50 mm (ver figura). Los materiales ms abundantes sonlos restos de talla que tienen dimensiones muy reducidas, en torno a5-10 mm le siguen en abundancia las lascas. Los ncleos de cuarzoson los ms abundantes y alguno de ellos tiene notables dimensio-nes, alcanzando los 55 mm. Los de slex son menos abundantes yde dimensiones ms reducidas, oscilando en torno a los 35 mm.

    41PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • El cuarzo no est muy bien tallado, con excepcin de algunaslascas de reducido tamao. Las lascas de slex parecen de fractu-ra simple y algunas estn retocadas. En varias lascas parece ini-ciarse una tradicin musteriense, pues presentan formas de raede-ra, muy tpicas en este modelo de industrias.

    Los huesos son abundantes, aunque estn muy fragmentadosy no son identificables, con excepcin de un fragmento de molarde rinoceronte (ver figura), un premolar de obivobino, probable-mente de una cabra, y un metapodo de bvido. Algunos huesosestn quemados.

    Tambin se localizan fragmentos de caracoles terrestres y con-chas marinas no muy abundantes, as como pequeos fragmentosde galena y xidos. Estos minerales parecen estar in situ, pero esnecesario comprobarlo, pues en la zona son muy abundantes lasexplotaciones mineras en las que son frecuentes estos tipos demateriales.

    42 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

    Lasca y rino de Monte Miral.

  • CUEVA NEGRA DEL ESTRECHO DEL RO QUPAR EN LA ENCARNACINDE CARAVACA DE LA CRUZ: 16 CAMPAA, AO 2005

    Michael J. Walker. rea de Antropologa Fsica, Dpto. de Zoologa yAntropologa Fsica. Facultad de Biologa, Universidad de MurciaMariano Lpez Martnez

    En esta campaa, la excavacin se ocup de las cuadrculasmtricas C1c, C1f, C1i, C2d, C2g, C3a, C3d y C3g. En C2d y C2g, laprofundizacin en la unidad estratigrfica III fue considerada comoobjetivo prioritario, para ampliar el rea bajo excavacin en dicha uni-dad, al lado de la cuadrcula C2a, donde finalmente se haba encon-trado la base rocosa natural del abrigo en la campaa de 2004. Otroobjetivo importante fue la profundizacin en las cuadrculas C3a,C3d y C3g.

    Para ofrecer seguridad y proteccin al equipo en C2d y C2g setom la precaucin de desmontar parte del perfil entre C2 y C1, yaque ste haba mostrado un aspecto inestable en deterioro progresi-vo despus de la tormenta del 29 de septiembre de 1998, que habarellenado el corte de agua, con el consiguiente lavado de gran partedel sedimento fino del nivel 3a al 3q del mencionado perfil, dejandoarriba, as, una cornisa amenazadora de sedimento endurecido. Laerradicacin de la cornisa cementada fue efectuada mediante suexcavacin, de acuerdo con la mxima penetracin horizontal de lazapa hdrica, que conformaba covachuelas en el perfil de hasta 30cm en C1i, 55 cm en C1f y 70 cm en C1c; dichos valores delimitanlas reas excavadas en 2005 en las cuadrculas mtricas correspon-dientes. La complejidad del trabajo y la propia cementacin de la cor-nisa nos obligaban a reducirla en dos tramos horizontales, quecorrespondan a los niveles 2d, 2e(i,ii), y 2f(i,ii), 2g(i,ii), 2h y 2i, respec-tivamente; todo el sedimento excavado fue lavado sobre tamicesgeolgicos. En algunos sitios hubo que reducir niveles del 3a al 3qdonde la remocin hdrica hab dejado el sedimento correspondien-te. Los trabajos de aseguramiento del perfil C2-C1 se efectuaron slopor encima del nivel 3r, ya que ste fue el nivel sobre el que antesestaban colocadas vigas en las covachuelas para sostener la cor-nisa, y por otra parte, los trabajos de aseguramiento han dejado losperfiles reformados en C1c, C1f y C1i ligeramente inclinados, enaproximadamente 80, para reducir el riesgo de la repeticin detamaos estragos por futuras tormentas; a partir del nivel 3r el perfilC2-C1 es vertical, sin invasin de las cuadrculas C1c, Cif y C1i. Lostrabajos de reforma del perfil implicaban la dedicacin de muchosdas a la lenta labor de tamizacin del sedimento; entre los diversoshallazgos recuperados, merece especial mencin la falange distal deun primate, probablemente un macaco grande (Macaca sylvanus),procedente del tramo de niveles 2f(i,ii), 2g(i,ii), 2h y 2i de la cuadrculaC1f.

    La excavacon posterior en las cuadrculas en C2d y C2g comen-z por terminar de excavar el nivel 3y (inacabado en 2004), luegoredujo los niveles 3z, 4a, 4b, 4c, 4d y 4e, y descubri la superficie delnivel 4f, que ofrece las caractersticas de una superficie mucho msdura que los niveles inmediatemente encima. Los niveles 3z, 4a y 4b(siendo ambos en el comienzo de la unidad estratigrfica IV) e inclu-so 4e, ofrecieron bastantes elementos de slex y caliza: una raedera,fragmentos de lascas con retoque, lascas de rejuvenecimiento de la

    43PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • base, lascas sencillas sin retoque, otros fragmentos y cantos roda-dos, adems de restos de quidos y artiodctilos y diversos restos defauna mayor y menor. Incluso del nivel 4d hubo un fragmento de mr-mol y slex con retoque. Del nivel 4b en C2g proceden dos molaresde Microtus brecciensis.

    La excavacin en las cuadrculas C3a, C3d, C3g y comenz porterminar de excavar el nivel 3j y luego redujo los niveles 3k, 3l y 3men las tres cuadrculas. Del nivel 3l en C3d hubo una lasca de reju-venecimiento con retoque. Del nivel 3j en C3a y del nivel 3l en C3dproceden un molar de Microtus brecciensis.

    El Dr. Jean-Luc Schwenninger, que dirige el Optical SedimentLuminescence Dating Laboratory del Oxford University ResearchLaboratory for Archaeology, realiz una visita a la Cueva Negradurante la campaa, y tom diversas muestras sedimentolgicas, atravs de sondas de perforacin en los perfiles, y midi la irradiacinde trasfondo con un espectrmetro porttil de rayos gamma. Losanlisis preliminares reafirman el anlisis bioestratigrfico aportadopor los roedores fsiles, indicando un perodo en el PleistocenoMedio, probablemente entre 500.000 y 300.000 aos ha.

    44 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

    Cueva Negra, el Dr. Jean-Luc Schwenninger investigando la luminiscencia ptica del sedimento 2005.

  • CUEVA DE LA HIGUERA (ISLA PLANA, CARTAGENA)

    Miguel Martnez Andreu. Museo Arqueolgico Municipal de CartagenaJos Luis Snchez Gmez

    Siguiendo la propuesta de objetivos, establecida para la campaade 2005, han continuado los trabajos de excavacin en dos de los sec-tores ya iniciados en aos anteriores, la sala central y el vestbulo.

    En la zona central continuamos con los cuadros 13 y 14 F, queapuran ya sus tramos finales del nivel 3, un horizonte que recorde-mos est emplazado cronoestratigrficamente en el final delPaleoltico Superior. La proximidad de la pared de la cavidad, y elcontacto con las aguas carbonatadas que resbalaban por ella, soncausa de los fenmenos de brechificacin que aqu, tal y como ya sepudo apreciar en la campaa anterior, son bastante frecuentes.

    Al margen de ese tipo de agregados, que tanto dificulta la identifi-cacin de los materiales, dejndolos literalmente envueltos en unadura costra de sales insolubles, la superficie de los cuadros 13 y 14 Fse nos muestra a partir de la cota -2,75 m, con un claro suelo de ocu-pacin en el que las tonalidades cenicientas y las reas rubefactadasson los rasgos texturales dominantes. Sobre ese suelo reposanabundantes fragmentos de ocre y dos percutores. La industria lticaasociada no es especialmente numerosa, pero cabe anotar un ras-pador doble; una asociacin sugerente sta de ocres y raspadores,que generalmente aparece ligada al trabajo de pieles; los primeroscomo materiales desgrasantes, y los segundos como herramientasde gratar.

    Adems de los elementos sealados, tambin se han halladoabundantes restos de peces, as como algunos fragmentos de vrte-bras y costillas de mesomamfero, probablemente ciervo. En estecortejo faunstico no podan faltar, como ya es habitual, los restos deOryctolagus y la malacofauna marina. Tal horizonte de ocupacin,compuesto por una matriz de arcillas y cenizas, se desarrolla verti-calmente entre las cotas -2,75 m y -2,85 m. Un espesor de ciertaconsideracin que viene a refrendar no slo la intensidad, sino la pro-longada estacionalidad que los yacimientos costeros del final delPaleoltico Superior apuntan en la costa murciana.

    En lo que respecta a la zona del vestbulo, una vez rebasado enprofundidad el nivel de romanizacin, comienza un nuevo y ambiguohorizonte en el que aparecen, a cotas prximas a -1,02 m, materia-les revueltos de cronologa prehistrica y romana en muy pequeaproporcin. Esta ausencia casi total de restos de cultura materialest acompaada de una matriz pulverulenta, que coincide con lavertical de la visera de la entrada al vestbulo, un espacio repleto declastos y bloques, algunos de gran tamao, que apunta en todas suscaractersticas a un depsito de tipo coluvial. No obstante, el carc-ter heteromtrico de tal deposicin no aleja la sospecha de quepueda corresponder al derribo y la posterior cada de algn tipo demurete, antiguo por supuesto, que pudo proteger o cerrar este sec-tor. Queda patente, por lo tanto, esa dualidad sedimentaria cuya fron-tera se encontrara desde la vertical de la visera, y que hacia aden-tro, ya a cubierto, se muestra con rasgos texturales ms propios delos ambientes rupestres en los que nos movemos.

    A partir de la cota -1,09 m, el material prehistrico de este sectorsigue siendo escaso, pero es ya incontestablemente prehistrico.

    45PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • Decidimos el cambio de nivel, que ahora llamamos 3, y que vieneacompaado por algunos carbones y un fragmento de brazalete, rea-lizado en soporte malacolgico, (Glycymeris sp.) de tamao consi-derable. El hallazgo puede considerarse como destacable, dentro detanta escasez, y otro tanto cabe decir del fragmento de cermicadecorada con incisiones, de indudable cronologa neoltica, halladamuy cerca de la figura antropomorfa, a cuyo pie tambin han sidoencontrados algunos pigmentos de xidos de hierro con los que bienpodra estar en relacin.

    En otro orden de cosas, resear el empleo en la presente cam-paa de la tcnica de Reflectografa Infrarroja para prospectar lasparedes de la cueva. Esta tcnica instrumental, usada para el exa-men de lienzos, tablas y otros soportes pintados, permite detectarfases de elaboracin que han podido quedar ocultas bajo las termi-naciones; una especie de estratigrafa cromtica con la que es posi-ble distinguir trazos y bocetos preexistentes.

    Ya sospechbamos que su aplicacin en la cueva de La Higueraiba a poner de manifiesto las limitaciones de esta tcnica en superfi-cies densamente concrecionadas, repletas de manchas de manga-neso y holln, como es el caso que nos ocupa. No obstante, las im-genes obtenidas sobre la figura antropomorfa proporcionan unariqueza de contrastes, difcil de obtener desde la fotografa conven-cional.

    Queremos expresar nuestro agradecimiento al Dr. Jos MiguelNoguera, que mostr su particular inters por esta aplicacin, ascomo al director del Centro Regional de Restauracin de Vernicas,don Francisco Lpez Soldevila, y muy especialmente, al tcnico dedicho instituto, don Juan A. Fernndez Labaa. Tambin deseamosdar cuenta de nuestro reconocimiento a las restauradoras doaIsabel Garca Galn y doa Eva Mendiola, que tan decisivamentecontribuyeron a la realizacin de fotografas con luz ultravioleta.

    46 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

    Cueva de la Higuera. Vistade la cueva durante los tra-bajos de excavacin.

  • PLANIMETRA DEL SECTOR EXCAVADO DE LA BASTIDA DE TOTANA

    Francisco Ramos Martnez. Arqueologa y Diseo Web, SLDiego Garca Baeza. Arqueologa y Diseo Web, SL

    La Bastida de Totana est adscrita a la cultura de El Argar (1900-1350 a.C.), y fue la primera estacin excavada y publicada de estacultura por don Rogelio Inchaurrandieta en 1869.

    Localizada en las estribaciones de la sierra de la Tercia, en la ver-tiente izquierda del valle del Guadalentn, se convierte en el primeryacimiento de la cultura Argrica.

    La Bastida se encuentra a 6 km del ncleo urbano de Totana y setrata de una altura de 448 m de altura, bordeada casi en su totalidadpor la rambla de Lbor y el Barranco Salado. Estos dos cursos deagua fueron con seguridad, la zona de acopio de la poblacin que-dando el poblado por esta circunstancia, casi totalmente rodeado deagua.

    La cultura de El Algar arraiga y predomina en las regiones minerasy metalrgicas ocupadas en el estadio cultural anterior por los pobla-dores del Bronce I hispnico. Su punto de irradiacin son los centrosmineros de Murcia y Almera, extendindose por la Andaluca orientaly Albacete, y se caracteriza por sus ritos sepulcrales, su cermica, suutillaje metlico y su protourbanismo.

    En la presente intervencin, se realizaron trabajos de limpieza dela vegetacin del yacimiento as como de dibujo de las estructurasque se ven en superficie. Los dibujos se digitalizaron y se georefe-renciaron para despus poder insertarlos dentro de la planimetra ofi-cial, lo que facilitara cualquier intervencin posterior.

    47PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • PROSPECCIONES Y ESTUDIOS SOBRE ARTE RUPESTREPREHISTRICO EN LA COMARCA DEL ALTIPLANO, TRMINOSMUNICIPALES DE YECLA Y JUMILLA. 6 CAMPAA, AO 2005

    Anna Alonso Tejada. Doctora en PrehistoriaAlexandre Grimal. Pintor e investigador de arte rupestre

    La actuacin correspondiente al ao 2005 da continuacin a laplanificacin determinada en la campaa precedente, que culmincon el hallazgo de los conjuntos con Arte Levantino (AL) del Junco Iy Junco II.

    En esta oportunidad, se han centrado las bsquedas, adems deincursiones en la sierra del Buey, la sierra de los Gavilanes, estriba-ciones meridionales de la sierra del Molar, etc., en las estribacionesde la sierra de la Tienda, obviamente en el sector perteneciente altrmino de Jumilla. El que en el sector hellinense se hubiesen des-cubierto, no hace demasiados aos, dos cavidades con un nmerode motivos de AL y Arte Esquemtico (AE), en particular del primero,muy significativos, y singulares en algunos aspectos, daba visos deverosimilitud a la posibilidad de que similares a aqullos pudieranaparecer en los enclaves murcianos.

    En principio, lo que se advirti es que el nmero tan abundante yadecuado de cavidades que se verificaba en el sector vecino sereduca extraordinariamente en el nuestro; pese a ello, se perseveren la bsqueda, motivados ms por lo conocido que por las posibili-dades reales que presentaba el territorio. Las prospecciones se vie-ron compensadas por el descubrimiento de un interesante panel pin-tado con AL y AE que denominamos Abrigo de los Gargantones y que,en lnea recta, se distancia de los conocidos de la Tienda I y II unos3,300 km, de los mencionados del Junco I y II 6,200 km y de la Cuevade los Zagales, con registro arqueolgico epipaleoltico, 1,300 km.

    El nuevo friso, con serios problemas de conservacin, como porotra parte es habitual, cuenta con una veintena de motivos entre losque se distinguen: un cprido macho de esplndida cornamenta, trescuadrpedos, varios trazos que pudieran corresponder a alguna figu-ra humana, pertenecientes todos al AL (VIII-V milenio a.C.) y variasdigitaciones, barras incurvadas, un elemento tipo phi, adems dediversas manchas y/o restos, adscribibles al AE (V-II milenio a.C.);todos ellos en color rojo, si bien de diversas tonalidades.

    En este aspecto, destaca la viveza del pigmento de los elementosde aquel ltimo arte, frente al desvanecimiento y alteracin de loslevantinos, que permite deducir, en principio, que fueron pintados enespacios temporales distintos. Se presenta, adems, una circunstan-cia determinante y por lo dems inhabitual en el territorio de Jumilla,aunque bien constatada en Yecla, en concreto en Cantos de la ViseraII como es la de la superposicin del motivo phi y una barra al cpri-do levantino. El Abrigo de Gargantones confiere en este aspecto unamayor cohesin al propio Altiplano murciano, en el que las figuracio-nes del AL son anteriores en el tiempo a las abstractas del conven-cionalmente denominado AE.

    Se verifica, asimismo, en la nueva estacin las dos formas estti-cas del tratamiento de la imagen y a las que ya nos referimos en elresumen de las jornadas pasadas.

    En lo que respecta a la temtica del AE, se confirma la valoracinque damos de esenciales o bsicas en este horizonte a las digita-

    49PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • ciones y barras, y la presencia del tipo phi refuerza la implantacinde estas formas en el territorio jumillano, adems de que permiteestablecer una vinculacin iconogrfica-territorial con los enclavesde Cieza, Calasparra e, incluso, con Moratalla.

    El Abrigo de los Gargantones es, en definitiva, el resultado de lasexperiencias e informaciones acumuladas en las sucesivas campa-as que venimos desarrollando en la comarca del Altiplano; con lJumilla detenta ya el segundo lugar en importancia cuantitativa enmuestras de arte rupestre prehistrico de Murcia, tras la menciona-da Moratalla en la que nuestro proyecto de los aos ochenta ynoventa situaron en el puesto ms destacado de la Comunidad.

    BIBLIOGRAFA

    ALONSO, A. y GRIMAL, A. (2006): Arte prehistrico en Jumilla: nuevoshallazgos, Pleita, 8 (2005). Jumilla, pp. 46-53.

    GRIMAL, A. y ALONSO, A. (2006): Apuntes para la historia de la inves-tigacin del arte prehistrico en Jumilla, Pleita, 8 (2005). Jumilla,pp. 54-64.

    GMEZ, D. (2005): Hallan un conjunto de pinturas rupestres en la Sierrade la Tienda, Diario La Opinin, 30 de agosto de 2005. Murcia, pp. 1y 15.

    SALMERN, J; LOMBA, J.; CANO, M (1999): Nuevos hallazgos de artelevantino en Albacete: los conjuntos rupestres de la Tienda I y II(Helln, Albacete), XXIV Congreso Nacional de Arqueologa, I. Murcia,pp. 185-208.

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  • EL ARTE RUPESTRE PREHISTRICO DEL NOROESTE Y DEL ALTIPLANODE LA REGIN DE MURCIA: DATOS PARA UN BALANCE

    Anna Alonso Tejada. Doctora en PrehistoriaAlexandre Grimal. Pintor e investigador de arte rupestre

    INTRODUCCIN

    Se nos brinda la oportunidad, por parte de la ComunidadAutnoma de la Regin de Murcia, de ofrecer un balance de nues-tras investigaciones en torno al arte rupestre de su territorio.Cercanos los 30 aos del contacto con el arte de Moratalla, que fueel primer enclave geogrfico que visitamos, resulta un espacio dila-tado para poder reflexionar sobre los avatares y circunstancias denuestros estudios, sobre las manifestaciones prehistricas de aquelentorno y el de la comarca del Altiplano, que han sido los que noshan ocupado de manera muy particular.

    La realizacin de uno de nosotros (AA) de la memoria de licen-ciatura sobre el conjunto de Solana de las Covachas, en el municipiode Nerpio (Albacete) dirigida por E. Ripoll Perell determin queaquel mismo ao de 1977 se considerase visita obligada a los con-juntos de la Caaca del Calar y de la Fuente del Sabuco, descu-biertos por Jaime Carbonell Escobar las dos primeras cavidades(Caaica II y III), en 1966, y publicadas monogrficamente hacapocos aos por Antonio Beltrn (1972). Aqulla primera aproxima-cin permiti advertir su importancia e inters para el arte rupestre engeneral, y muy especialmente, para el sector de la cuenca del roTaibilla en el que pareca integrarse.

    La eleccin, pocos aos ms tarde, del ncleo pictrico de Nerpiocomo objeto de nuestra tesis doctoral, hizo necesario incorporar, porla razn aducida, aquellos conjuntos, y, a partir de aquel momento,prestar una atencin muy especial a toda Moratalla y al propio terri-torio murciano. Llevamos a cabo visitas de estudio al monte Arab, ala cueva del Peliciego, los Grajos, etc., contando en varias oportuni-dades con la eficaz colaboracin de la tambin arqueloga, AngelsCasanovas; descubrimos en 1984, en compaa de Juan Manuel yCarmen Orts, el conjunto de varios abrigos pintados de Andragulla(Moratalla); y formamos parte del equipo que investigaba el conjuntode El Milano (Mula), encargndonos de los estudios del arte rupes-tre, en colaboracin con Jos Domingo Lpez.

    Como consecuencia de nuestros conocimientos sobre el arte dela comunidad, se nos encarga en 1985 la realizacin, junto al men-cionado arquelogo, de un informe interno, en realidad una especiede inventario, en el que se contemplaban aspectos como: nombre,propiedad, localizacin, historiografa, bibliografa, caractersticas delconjunto, estado de conservacin, propuestas de actuacin, etc.,ms una parte grfica sobre los 26 yacimientos con arte rupestreconocidos hasta entonces (ALONSO y LPEZ, 1985).

    En 1986 decidimos realizar nuevos calcos de la Fuente delSabuco y de la Caaca del Calar, por considerar que los existentesno reflejaban aspectos que para nuestra investigacin eran de sumointers. Es durante estas labores cuando uno de nosotros (AG) des-cubre la estacin de la Fuente del Sabuco II. Nuestra reciente incor-poracin al equipo de investigacin cubra, desde nuestra formacincomo profesionales de la pintura, un espacio en el estudio de estas

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  • muestras al que no se haba prestado atencin, tanto en lo que serefera a los procesos de ejecucin, como al tratamiento de la imagen.Tenamos experiencias de los trabajos en la estacin con arte de laFont del Comellar (LAlbi) y habamos participado activamente en elinventario de arte rupestre de la provincia de Lrida, adems de visi-tas a varios yacimientos de Tarragona y Castelln. Y nos habamosiniciado como descubridores en Nerpio, con el Abrigo de los Cerricos.

    El hallazgo de la Fuente del Sabuco II, a pocos metros del abrigoI, pona en evidencia que el arte rupestre de este sector murciano eratema para los estudiosos locales y, por tanto, poco frecuentado porvisitantes, pues de buen seguro se hubiesen percatado de la exis-tencia de estas pinturas.

    El estudio del conjunto de Barranco Segovia y la prospeccin delentorno inmediato, en el municipio de Letur (Albacete) pero en ellmite con Moratalla, resulta determinante para configurar nuestroproyecto de investigacin en el territorio murciano (ALONSO y GRI-MAL, 1996e). Abrigbamos la esperanza de que podran existir im-genes semejantes a la de La Risca I y el mencionado yacimiento,como as ocurrira aos despus. Se una, adems, el hecho de queel conjunto, muy interesante, de La Risca II se hallaba totalmenteindito, que existan estaciones con arte conocidas por sus descu-bridores y una pocas personas ms, como la cueva del Esquilo, laMolata o Muela de Bjar de la que nos haba hablado MarcialGarca en 1982 y la Fuente de Serrano I y II descubiertas porMannfred y Katja Bader de quienes amablemente recibimos puntualinformacin y, en definitiva, que esta geografa se presentabaextraordinariamente importante para nuestras investigaciones sobreel sector meridional del arte levantino.

    INVESTIGACIONES EN LA COMARCA DEL NOROESTE

    En 1988 se presenta el proyecto, y se solicitan los permisos y lasubvencin oportunos, bajo el ttulo de: Investigaciones sobre arterupestre prehistrico en la estacin de La Risca II y prospeccin delentorno inmediato, que se desarrollara al ao siguiente, contandocon una ayuda parcial de la comunidad y asumiendo por nuestra partela restante, pues no se dispona de ningn otro tipo de subvencin.sta fue la primera actuacin arqueolgica especfica y planificadapara el estudio del arte rupestre de Moratalla y, probablemente, tam-bin la primera que se solicita en la comunidad, que tena por objeti-vos exclusivos este tipo de muestras, y que nosotros habamos inicia-do en Albacete y en Catalua, retomando, en cierta forma, aquella ideade las misiones arqueolgicas desarrolladas antes de la Guerra Civil.

    Los estudios se centraron en el conjunto de La Risca II, cornisaque se extiende a lo largo de ms de 16 m y suspendida casi a 5 mdel suelo general, que nos obligaba a movernos sobre una incmo-da repisa de apenas 0,40 m en algunos puntos; con el antecedente,haca unos aos, de una rotura de costillas por cada en este lugarde un joven estudiante.

    Se descubre un nuevo conjunto de arte levantino cercano al ante-rior, al que denominamos La Risca III, y se halla una nueva cavidadcon pinturas de ese mismo estilo en la Molata de la Fuensanta fren-te al conjunto albacetense de Barranco Segovia que denominamosHornacina de la Fuente del Buitre, recuperando el nombre de la fuen-te all existente, y de la que todava manaba agua durante nuestraestancia.

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  • La informacin sobre aquel paraje y el mencionado manantial sur-gi en las conversaciones que mantuvimos con Miguel Snchez, delcortijo del Rincn de Pedro Gurullo, y padre de Pedro, el descubridorde La Risca I y II, a quien aprovechamos la oportunidad para agra-decer, una vez ms, el inters y la amabilidad que siempre ha mos-trado por nuestros trabajos. An recordamos aquella primera oca-sin, en 1982 en que, junto a su hijo Gins, nos construyeron (aAngels Casanovas y quien suscribe, AA) una escalera con troncos,para facilitarnos el acceso a La Risca II; tan ufano estaba de lahazaa de su hijo menor!

    Durante esta I Campaa contactamos con Marcial Garca, porentonces concejal de cultura del Ayuntamiento de Moratalla, y pre-paramos la visita a un conjunto, del cual nos haba hablado en aosprecedentes pero que, por distintas circunstancias, no habamostenido ocasin de conocer. Se trataba de un abrigo ubicado en laMuela (o Molata) de Bjar, descubierta en 1982 por l y por Jos MFernndez y Jos Rdenas. En dicha cavidad, el referido concejalreconoca la figura de un indalo (Garca, 1984). Obviamente, no setrataba de tal imagen que, por cierto, fue creada por un pintor con-temporneo y que se ha arraigado popularmente sino que, comoverificamos, acoga motivos adscribibles a la pintura esquemtica y,como nos referiremos ms adelante, importantes desde el punto devista tcnico.

    Al margen de los hallazgos inditos, siempre importantes, losresultados que bamos obteniendo eran particularmente valiosos,porque ratificaban las hiptesis de trabajo que tenamos enunciadasy sobre las que trabajbamos; en particular, sobre los procesos derealizacin de los motivos del arte esquemtico. Empezbamos apercatarnos, ya entonces, de la diversidad y variedad en su ejecu-cin, y que despus han servido para su valoracin y definicin comouna expresin plstica extraordinariamente estimable.

    Los resultados de esta campaa se presentaron pblicamente enlas I Jornadas de Arqueologa Regional; las primeras que organiza-ba la Consejera de Cultura, Educacin y Turismo y, que, a partir deentonces, han tenido puntual continuidad.

    Sin embargo, las imgenes de grandes proporciones y con carac-tersticas singulares que perseguamos en el territorio moratallenseno se haban encontrado. Por todo ello, se dio continuidad a la inves-tigacin con una segunda campaa, que se llev a cabo en 1990 yque cont, una vez ms, con los permisos oportunos y una subven-cin parcial por parte de la comunidad.

    Cinco fueron las estaciones con arte prehistrico que se incor-poraron en aquella campaa, esta vez cerca de la pedana deBenizar, y que dimos a conocer con el nombre de Benizar I a V: laestacin I, con arte levantino; la II, con motivos pertenecientes alarte esquemtico; la III con figuras de ambos artes (descubiertaspor AG) y los abrigos IV y V, con arte esquemtico (descubiertas porAA).

    Los resultados de la campaa fueron expuestos pblicamenteen las II Jornadas de Arqueologa Regional, celebradas en junio de1991, aunque tardaran algunos aos en ser publicados.

    Las informaciones y datos que habamos acumulado en el sectormoratallense adems del de Nerpio y de Letur eran verdadera-mente notables y suficientes para la tesis cuya conclusin nos apre-miaba. Por otra parte, las campaas no dejaban de representar unacarga econmica, pues no encontramos ninguna ayuda, por ejemplo

    55PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • de las administraciones locales u otras instituciones, que completa-sen el coste total de las mismas. Por ello, se aplaz la continuacinde las prospecciones y nos centramos en el trabajo de laboratorio.Por cuestiones acadmicas, el ttulo de nuestra tesis se refera a lacuenca del Taibilla y, en consecuencia, se incorporaban unos pocosconjuntos de Moratalla (Caaica del Calar I-IV, Fuente del Sabuco I-II y Fuente de Serrano I y II), pero en realidad se fue convirtiendo enuna revisin del Arte levantino y nuevos planteamientos para su estu-dio. Los nuevos calcos y revisiones de aquellos conjuntos aportabanfiguras inditas, y modificaron substancialmente otras muchas, pero,obviamente, siempre tuvimos presentes, y se constituyeron en inevi-table referencia, todas las otras estaciones de este territorio.

    La elaboracin de semejante investigacin nos llev unos pocosaos por diversas razones pero, sobre todo, porque no la plantea-mos como un mero trmite acadmico, sino como un trabajo plena-mente de investigacin, en el que se propuso como esencial la com-probacin de las teoras vigentes en que se sustentaba el estudio delarte rupestre del sector mediterrneo. Los problemas se suscitaroninmediatamente, porque las disensiones con las teoras aprendidasse hacen irreconciliables, y la metodologa de estudio aplicada sepresenta del todo insuficiente.

    Los puntos de vista distintos, arqueolgico y artstico, ponen enevidencia la debilidad de muchas de las afirmaciones comnmenteaceptadas entre la investigacin de esta disciplina y desencadenanuna necesidad apremiante de verificar in situ aquellos fundamentostan incuestionados. Por ello, se visitan los ncleos de Albarracn,Maestrazgo, Bicorp-Dos Aguas, Valltorta, etc. El resultado de todoello es una tesis que se enfrenta a las teoras entonces vigentes, queson las que se imparten en las universidades, empezando por las delpropio director, E. Ripoll Perell, tal como aos despus, cuando sepublica, explicit en el prlogo de la misma. Con todo, el tribunalintegrado por los doctores Antonio Beltrn, Mauro S. Hernndez,Josep M Fullola, Pilar Acosta y Carmen Olaria, en sustitucin de AnaM Muoz, que sufri un accidente y no pudo hacerse cargo, actuan-do como tutor el malogrado Jos Luis Maya nos concedi la mxi-ma calificacin.

    La publicacin de este trabajo se ofreci al Instituto de EstudiosAlbacetenses, pues la memoria de licenciatura sobre Solana de lasCovachas haba sido publicada como monografa por dicha institu-cin desde entonces pasamos a ser miembros de la entidad,merced al buen hacer del director del Museo de Albacete, Samuelde los Santos. Por otra parte, el territorio ms implicado pertenecaa la provincia de Albacete. No fue posible, pues el I.E.A. declin laoferta argumentando que no estaba dentro de sus objetivos lapublicacin de las tesis, y que no posea recursos para asumir laparte grfica.

    Tuvimos que asumir nosotros mismos la edicin de aquellainvestigacin de una forma muy modesta, eso s, pero lo ms nte-gra posible, tanto en el texto como en la parte grfica, firmando losdos investigadores que suscribimos estas lneas (ALONSO y GRI-MAL, 1996).

    Conseguido el objetivo acadmico, retomamos las investigacio-nes en aquella geografa del noroeste murciano, puesto que uno denuestros ilusionantes propsitos segua perfectamente vigente; ade-ms, nos haba quedado pendiente el estudio de ciertos aspectos delos ltimos hallazgos.

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  • Se solicitaron los permisos para el ao 1996 y, previamente, sepresenta la memoria definitiva de la campaa 1989 y 1990 en la quese incluye, por iniciativa propia, y adems de los resultados directosde las prospecciones oficiales, aquellos conjuntos que permanecaninditos hasta aquella ltima fecha: la cueva del Esquilo, AndragullaI, II y III y la Muela de Bjar, todo lo cual conform una obra de nota-ble volumen.

    Como propsitos de la III Campaa, que recordamos por la can-tidad de lluvia que tuvimos que soportar y que entorpeci bastante sudesarrollo, se llevan a cabo los trabajos que restaban pendientes enlas estaciones de Benizar I a V, y es en el transcurso de los mismoscuando se advierte un nuevo elemento en Benizar V, un esteliformea una altura notable respecto del suelo de la cavidad, muy visible, yen el que no habamos reparado cuando descubrimos este abrigo.No habra que descartar que la humedad ambiental de aquellos dastuviese alguna influencia en la visin tan ntida con que apareci enaquella ocasin. Era adems una advertencia de que las manifesta-ciones parietales en esta geografa moratallense podan aparecer auna altura poco habitual.

    Se descubren, asimismo, dos nuevos espacios con pintura:Benizar VI y VII, pertenecientes al arte esquemtico y el ltimo deellos muy alterado.

    Comprobamos, durante los aos en que hemos estado ausentesen este municipio, que en Moratalla se han llevado a cabo una seriede hallazgos de arte rupestre producto, segn se expresa, de cam-paas de prospeccin en las que se ignoran totalmente los proyectosy los logros precedentes, intentando crear la imagen de que han sidoestas ltimas, las nicas que se han desarrollado en dicho territorio(MATEO, 1997). Sucede, tambin, que a estaciones ya localizadaspor nosotros, como la Hornacina de la Fuente del Buitre, Barranco deLucas, entre algunas otras, se les cambia el nombre y aparecen comonuevos hallazgos. Y, finalmente, y quiz lo ms penoso, se catalogancomo arte rupestre prehistrico pinturas totalmente recientes, hechascon spray tipo graffiti, como el Abrigo del Charn, que tuvo unas impli-caciones con intereses empresariales de la zona, y que result pocobeneficiosa para los estudiosos de arte rupestre.

    La posibilidad de aunar esfuerzos, puesto que se estaba traba-jando en los mismos territorios, resultaba inviable pues los parme-tros de investigacin que aplicbamos superaban ampliamente alempleado por el otro grupo.

    Con este contexto, poco cmodo, se decide ampliar el territorio yllevar las prospecciones al trmino de Caravaca de la Cruz; lo que sehace posible gracias a la ampliacin del soporte, por parte de lacomunidad, y a que el territorio de ese municipio, en lo que a pintu-ras rupestres se refiere, estaba prcticamente inexplorado.

    Esta campaa, en territorio caravaqueo pero en los lmites conMoratalla, aport un nuevo enclave con pintura, el Abrigo delCigarrn, descubierto por uno de nosotros (AG), perteneciente, noobstante, al ltimo trmino. No fue ste el nico hallazgo que nos vol-vi a vincular con Moratalla. Durante el desarrollo de nuestras inves-tigaciones tuvimos ocasin de contactar con Manfred y Katja Bader,y comentarles los trabajos que habamos realizado en el rea deBenizar. En el transcurso de la conversacin nos comunicaron quehaban observado posibles pinturas en sectores inusualmente altosde ciertas paredes, precisamente no lejos de aquella zona.Interesados por la posibilidad de que efectivamente se tratase de

    57PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • manifestaciones rupestres, nos desplazamos a dichos enclaves,acompaados por nuestros amables informantes, y pudimos valorarno slo la veracidad de las mismas, sino tambin que reunan unindudable inters.

    De una forma precipitada, pues no disponamos de los mediosadecuados, conseguimos un sistema de acceso a las pinturas hayque hacer notar que se situaban a unos 4,5 m respecto a la base delabrigo y verificamos la presencia de dos nuevos conjuntos, quedenominamos Rincn de las Cuevas I y II, que acogan muestras delos dos principales estilos pictricos postpaleolticos. Hemos de hacermencin de gratitud a Enrique Mellina Snchez, pedneo entonces deBenizar, quien amablemente nos facilit los medios necesarios paracumplir con la fase inicial del trabajo.

    Por fin habamos dado con aquellas figuras de gran tamao, quese constituyeran en el motor y el anhelo de las primeras campaas,aunque fuera a travs de los seores Bader, a quienes agradece-mos muy sinceramente su informacin. Rincn de las Cuevas II noconservaba una mujer de las proporciones de La Risca II y deBarranco Segovia, si bien hay una representacin femenil muy rese-able, pero s un arquero, que en su factura original debi asumirunas esplndidas dimensiones; segn nuestros clculos, y en basea los fragmentos conservados, tal como se recoge en la reconstruc-cin que ensayamos con el objeto de valorar la imagen, superaralos 70 cm.

    La primera aproximacin a la geografa de Caravaca empez aapuntar que el esfuerzo que se inverta en ella no suministraba elmismo resultado que en el territorio vecino; se reduca el nmero decavidades idneas, y los soportes se presentaban ms frgiles. Elnico indicio que nos plante cierta vacilacin fue un hallazgo en elrea de la Encarnacin; en una pequea masa rocosa que conforma-ba una leve proteccin, uno de nosotros (AG) advirti unos restos depintura rojo claro, que no llegaban a configurar una forma reconocibley que, finalmente, no alcanzaron a cumplir todos los requisitos paraaceptarlos como prehistricos.

    Las nuevas estaciones de Moratalla, incorporadas al final de lacampaa, y por tanto pendientes de estudio, nos obligaron a volvera incorporar este municipio a nuestra siguiente campaa del ao1998, adems de intensificar las bsquedas en Caravaca.

    Las prospecciones en diversos sectores de aquel ltimo vuelvena resultar infructuosas y se verifica, asimismo, que alguna zonaoriental de Moratalla comparte esa misma ausencia de muestras pic-tricas avivando la intriga que representan las concentraciones y, porende, los grandes espacios vacos.

    Con todo, vuelve a ser el territorio moratallense el que aporta nue-vos hallazgos; esta vez en una esplndida cavidad prxima al Cortijode Hondares de Abajo (AG), del cual tomamos el nombre, y queampliaba el listado de estaciones con arte esquemtico.

    Otro resultado de aquella actuacin se deriva de la visita que lle-vamos a cabo en la estacin del Molino de Capel, descubierta en1992, y que no conocamos directamente, al identificar una figurahumana levantina, de tocado singular, en color negro, infrapuesta amotivos de arte esquemtico que no haba sido advertida. De igualmanera, pudimos comprobar que el nuevo yacimiento referido, conel nombre de Abrigo del Molino, era en realidad el que descubrimosdurante nuestra I Campaa (AG) en 1990, y que habamos identifi-cado con el nombre de Abrigo de la Rambla de Lucas.

    58 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

  • Como es preceptivo, los resultados se presentaron pblicamenteen las Jornadas de Arqueologa y se entreg el informe y la memo-ria correspondiente.

    Las actuaciones del siguiente ao nos resuelven a dar por con-cluidos los intentos de hallar arte rupestre prehistrico en Caravacade la Cruz; nuestra metodologa no nos ha permitido detectar lasmanifestaciones rupestres. En contraposicin, Moratalla vuelve aofrecer resultados positivos, poniendo en evidencia que su prolifera-cin y riqueza es tal, que el arte aparece en sitios nada ortodoxos.Una serie de cavidades continuadas, colgadas a unos 100 m sobreel ro Alhrabe, orientadas al norte, y con un complicado acceso, essusceptible, en primera instancia, de ser rechazado como contene-dor de arte. Y, sin embargo, el Cenajo del Agua Cernida, que es elnuevo descubrimiento, es el mejor ejemplo de la Moratalla generosa,en unos parajes y con una panormica absolutamente esplndidos yque con tanta habilidad recogi el fotgrafo Jess Martnez en suobra (MARTNEZ, 1988: 78, 79, 116).

    Advertido en primera instancia por el integrante del grupo K.Bader, el estudio de aquel conjunto de arte esquemtico, y porsupuesto del total de los restantes, nos va a permitir concretar conms precisin nuestra idea y definicin de esta expresin prehistri-ca, con una terminologa inteligible y usada en los estudios de arte.El llamado arte esquemtico ser, para nosotros, un arte abstractoexpresionista.

    Un resultado indirecto de nuestra campaa se obtuvo al visitar lasestaciones de Zan I y II y el Rincn del Sastre, pues el anlisis delos supuestos motivos nos determinaron a excluirlos como accionesprehistricas.

    DE LA COMARCA DEL NOROESTE A LA COMARCA DEL ALTIPLANO

    La decisin de trasladar nuestras investigaciones a un nuevoespacio geogrfico, desde luego notablemente alejado del que habaconstituido nuestro centro de inters, viene condicionada por uno delos objetivos principales que ha marcado toda nuestra investigacinen Murcia: conocer la implantacin del arte levantino en el sectorms meridional, y su relacin entre las distintas concentraciones,adems de tratar de perfilar la idiosincrasia de las mismas.

    Pasamos de un ncleo denso de manifestaciones, como esMoratalla, a un territorio tambin muy amplio, con unos condicionan-tes geogrficos muy particulares, en que se constata: por una parte,un trmino de Yecla en que unos importantes pero exiguos yaci-mientos con arte se concentran en un nico enclave y, por otra, en elotro sector del Altiplano, Jumilla, se empieza a dibujar una seria pre-sencia de pinturas prehistricas.

    Aquel primer espacio geogrfico se convierte en nuestro objetivoprimero. Hay que dar explicacin, por lo menos intentarlo, al enigmaque constituye la soledad de las pinturas del monte Arab desde 1912y, al mismo tiempo, se hace muy necesaria la revisin de las nicasestaciones conocidas con una metodologa y tcnicas actualizadas,por las informaciones que podran suministrar. Ya sabamos quehaba motivos inditos, muchos incompletos, interpretaciones nocontrastadas y cuestiones que afectaban a la cronologa de las artespostpaleolticas, ms que discrepantes con lo comnmente acepta-do, desde que en 1989 nos aproximsemos con cierto detenimientoa estos frisos.

    59PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • La actuacin del ao 2000 inici los estudios en el abrigo II deCantos de la Visera y en el Abrigo del Medioda, adems de llevarsea cabo un reconocimiento del terreno. Plenamente concentrados enestos estudios nos resultaron extraordinariamente interesantes yatrayentes; no en vano eran las estaciones ms emblemticas de lacomunidad, por ser las primeras descubiertas en ella, y unas de laspioneras en el arte levantino; en cierta manera, compartamos lostrabajos con Henri Breuil y Juan Cabr mediante el cotejo constantede sus calcos e interpretaciones.

    Las actuaciones siguientes dieron continuidad a la revisin deaquel importante ncleo de el Arab y a las prospecciones del territo-rio, adems de llevar a cabo en el 2001 un proyecto preliminar sobrela puesta en valor de estos espacios, por encargo de la DireccinGeneral de Cultura. Fue durante la revisin extremadamente minu-ciosa de los cantos rodados que acogan las pinturas de Cantos IIcuando hallamos un nuevo friso pintado; justo en el lado opuesto delmismo bloque, que denominamos con el nombre de Cantos de laVisera III (AG).

    Hemos de reconocer que la sorpresa fue grande, pues, de ningu-na manera poda pensarse en semejante posibilidad ante el nmerode profesionales que han visitado este yacimiento Qu necesitadosestaban estos conjuntos de una mirada ms atenta!

    Por lo que atae a las prospecciones del municipio de Yecla, nin-guna novedad se produce a pesar de nuestra perseverancia. Soportesmuy frgiles y alterados se convierten en la tnica muy repetida, lo quehaca decrecer las posibilidades de dar con algn motivo pintado.

    Esta realidad de los territorios de Yecla nos obligaba a calibrar yconsiderar la densidad de pinturas que aparecan en el restante sec-tor del Altiplano, ya en el trmino de Jumilla, en una situacin de lainvestigacin en que conocamos mucho mejor los aspectos geolgi-cos e hdricos de esta comarca por las experiencias acumuladasdurante las campaas.

    La prospeccin en el 2004, en un rea donde la calidad de la rocapermita la conservacin de soportes antiguos, dio como resultado elhallazgo de dos nuevas estaciones: Abrigo del Junco I (descubiertopor AA) y Abrigo del Junco II (AG) ambos con estimables representa-ciones de arte levantino que nos resarcan de los esfuerzos emplea-dos pero, sobre todo, evidenciaban que el mtodo de muestreo queaplicbamos ofreca resultados.

    Inmersos en las investigaciones del Altiplano, por lo dems ple-namente satisfactorias, recibimos unas informaciones por parte deJavier Ros, durante el Seminario de Arte Prehistrico de Ganda(Valencia), bajo la direccin de Jos Aparicio, referidas a Moratalla,sabedor de nuestros estudios en ese territorio. Nos facilit una foto-grafa en la que se perciba la imagen muy enmascarada de un posi-ble cuadrpedo levantino, encontrada por l mismo, en la estacindel Molino de Capel, y que no se recoga en las publicaciones referi-das a sta; como es preceptivo, llevamos a cabo una verificacin dedichas informaciones. Y, en efecto, se trataba de un pequeo herb-voro pintado, casi completo, de una factura cuidada y, adems, apa-recieron durante nuestro reconocimiento un arquero, restos de otroindividuo y diversos fragmentos de antiguas imgenes, todas ellaspertenecientes al arte levantino; en definitiva, un nuevo friso al quedenominamos como Molino de Capel III, que se una a la incorpora-cin de la figura levantina masculina de tocado singular, tan relevan-te para la cronologa, que incorporsemos haca unos pocos aos.

    60 XVII JORNADAS DE PATRIMONIO HISTRICO. INTERVENCIONES EN EL PATRIMONIO ARQUITECTNICO, ARQUEOLGICO Y ETNOGRFICO...

  • Se da continuidad a la campaa de prospecciones y estudios enel 2005 en el Altiplano, particularmente en Jumilla, concluyendo lostrabajos en los yacimientos descubiertos en la anterior actuacin yprospectando diversos territorios. De forma particular, se insiste enlas reas cercanas al lmite con el trmino de Helln, en las estriba-ciones de la sierra de la Tienda, en la cual se ubicaban dos estacio-nes con arte descubiertas no haca demasiados aos (SALMERN,LOMBA, CANO, 1999).

    Entre otros resultados, cabe mencionar como el ms sobresalienteel hallazgo de un nuevo conjunto al que identificamos como el Abrigode los Gargantones y que se constituye en un descubrimiento verda-deramente relevante, pues acoge muestras de los dos horizontes pos-tpaleolticos, Levantino y Esquemtico, y una circunstancia poco fre-cuente, como es la solapacin de sus motivos, constituyndose en unejemplo ms que viene a reforzar nuestra teora cronolgica.

    La tercera actuacin en Jumilla, realizada apenas unas semanasantes de escribir estas lneas, se centr en esta oportunidad, ade-ms de otros sectores, en los de las reas meridionales del trmino,particularmente en la sierra del Sopalmo, con ms de 10 km de lon-gitud. Las primeras aproximaciones, que habamos desarrollado enlas otras campaas, no la presentaban como la ms adecuada,dados los problemas de conservacin de los soportes, pero su impo-nente extensin y su relativa proximidad al municipio de Abarn enel que se han encontrado nuevas pinturas mereca ms dedicacinpor nuestra parte. Como resultado de todo ello, se ha detectado unnuevo espacio con muestras pictricas, una de ellas de carcterlevantino, que denominaremos como Abrigo de la Sierra delSopalmo. Las pinturas son ciertamente modestas, por la extremaalteracin que afecta a la pared receptora, pero ciertamente valiosaspor el dato que representan para el establecimiento de la distribuciny vinculacin de estos santuarios que vamos a tratar de definir.

    EXTRACTO DE LAS CAMPAAS DESARROLLADAS EN LA COMARCA DEL NOROESTE

    AAnntteecceeddeenntteess

    Los hallazgos del conjunto, con varias cavidades de Andragullade forma no premeditada, en 1984, por A. Alonso, J. M. Orts y C.Orts; el descubrimiento de la Fuente del Sabuco, en 1987, por A.Grimal y los de la Fuente de la Rogativa I y II, en ese mismo ao, porM. y K. Bader, ms la circunstancia de que el conjunto de La Risca IIpermaneca indito, determinan que se soliciten los permisos oficia-les a la Comunidad Autnoma de la Regin de Murcia para estudiosexclusivos referidos al arte prehistrico.

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    Objetivos: Respondan a una doble vertiente: una, el estudio de la estacin

    con pinturas levantinas de La Risca II y, otro, llevar a trmino cam-paas de prospeccin de los entornos prximos con el objetivo delhallazgo de este tipo de muestras.

    Resultados:Se procede a la obtencin de datos de La Risca II identificndo-

    se, distribuidas en 3 paneles, un total de 58 figuras pertenecientes alarte levantino (10.000-6000 antes del presente).

    61PREHISTORIA Y ARTE RUPESTRE

  • Descubrimiento de un nuevo conjunto, La Risca III (AG), queagrupa en 3 paneles un total de 10 motivos, o grupo de motivos enalgn caso, correspondientes al arte levantino.

    Hallazgo de un segundo conjunto, Hornacina de la Fuente delBuitre (AG), en el que se identifican con claridad 2 motivos levanti-nos, adems de restos muy fragmentados.