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MIGUEL ANGEL ASTURIAS, Mulata de tal, Edit. Aires, Argentina, 1963. Losada, 280 pp., Buenos ?'-' "- , . . . el plato centavero de las limosnas que iban pasando dos acólitos, mientras un fraile predicaba, anunciándoles a los mortales allí reunidos que la ciencia impía iba de retro -aquellas buenas gentes oían, sin saber qué era ciencia, qué era impía y qué era retro-, y que una prueba de lo inútil de la ciencia era que no podía explicar por qué se desangraba, año con año, a fecha fija, un santo en Italia. "jld allá-les gritaba-, y lo veréis!", pero qué iban a ir, si apenas juntando pesitos, y empeñando alguito, lograron venir a la fiesta de San Martín, y el único viaje que tenían programado era el del cielo, si Dios y María Santísima y el Arcángel San Miguel, los ayudaban. El párrafo transcrito pertenece al más reciente libro de Miguel Angel Asturias quien, con ese buen humor y esa crítica sutil, ha logrado ocupar un sitio de privilegio entre los relatistas americanos, tanto por su realismo de carácter social como por su fidelidad a los temas míticos, los cuales no expresan otra cosa que el respeto del autor guatemalteco a las tradiciones y creencias ya mezcladas de los nativos de su tierra. Uniformemente, en todas las obras de Asturias se presentan ambos elementos; en algunas, como El Paþa verde y Los ojos de los enterrados, pre- domina la observación realista, ya sea de proyección política o social; en otras, como Leyendas de Guatemala y Hombres de maíz, destaca la construc- ción mágica. A este segundo grupo queda adscrita la más reciente novela de Miguel Angel Asturias: Mulata de tal. (\ 't:,ÌJ}1 '" I? t\\E'n' C21111-:! I\'\'? J \..U..ð..ð "\!J tt --o ti,P?\(Æ)'?/\XI", ?trc - Mí?ro 1961j- J . ? ?. ()(XX 11" ?: 1,

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MIGUEL ANGEL ASTURIAS, Mulata de tal, Edit.

Aires, Argentina, 1963.

Losada, 280 pp., Buenos

?'-' "-

,

. . . el plato centavero de las limosnas que iban pasando dos acólitos,

mientras un fraile predicaba, anunciándoles a los mortales allí reunidos que la

ciencia impía iba de retro -aquellas buenas gentes oían, sin saber qué era

ciencia, qué era impía y qué era retro-, y que una prueba de lo inútil de la

ciencia era que no podía explicar por qué se desangraba, año con año, a fecha

fija, un santo en Italia. "jld allá-les gritaba-, y lo veréis!", pero qué iban a ir, si apenas juntando pesitos, y empeñando alguito, lograron venir a la fiesta de San Martín, y el único viaje que tenían programado era el del cielo, si

Dios y María Santísima y el Arcángel San Miguel, los ayudaban.

El párrafo transcrito pertenece al más reciente libro de Miguel Angel

Asturias quien, con ese buen humor y esa crítica sutil, ha logrado ocupar

un sitio de privilegio entre los relatistas americanos, tanto por su realismo de carácter social como por su fidelidad a los temas míticos, los cuales no expresan otra cosa que el respeto del autor guatemalteco a las tradiciones

y creencias ya mezcladas de los nativos de su tierra.

Uniformemente, en todas las obras de Asturias se presentan ambos

elementos; en algunas, como El Paþa verde y Los ojos de los enterrados, pre- domina la observación realista, ya sea de proyección política o social; en

otras, como Leyendas de Guatemala y Hombres de maíz, destaca la construc-

ción mágica. A este segundo grupo queda adscrita la más reciente novela de Miguel Angel Asturias: Mulata de tal.

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2513 Libros y Revísta.s

El novelista guatemalteco confirma ese lugar casi Único de que hablamos

al principio, confirma y reafirma su habilidad de relatista, su categoría de

expositor recreativo y su estilo firme para manejar un caudal de experiencias

pertenecientes no sólo a su oficio de gran escritor sino que también a la his-

toria y a la sociología de su pueblo que, sin suponer mucho, refleja idénticas

actitudes y disposiciones de buena parte de los pueblos latinoamericanos,

aseveración esta última que puede apuntaJarse, a manera de ejemplo, recor-

dando aqur al paraguayo Augusto Roa Bastos y su deslumbrante novela:

Hijo de hombre.

En Mulata de tal Asturias recoge y eslabona mitos y leyendas que, sin

duda, ocupan un buen trecho de la realidad y, precisamente, su validez estriba

en ello, en su carácter fantástico explicable dentro de dicha realidad; lo

contrario ubicaría a Miguel Angel Asturias entre los autores que desean

someter el realismo a la magia, lo cual se traduce en la esclavitud del lector

a la prestidigitación, al mero dillertimento, a la cómoda evasión.

(También barría la luz. Poco se miraba ya del caserón. Y barría la reali-

dad. Todo perdía consistencia alrededor de su escoba, frente a su escoba, debajo

de su escoha, atrás de su escoba. Le parecía seguir allí, pero en sueños. Barrer

la realidad es temcrario, pero barrer lo que de ella queja en el sueño, es la

locura. La escoba, barrido lo real, barrida la luz, barrido el ruido) emþezó a

barrer el sueño, la sombra, el silencio, y en redor y dentro de la casa de los

grandes brujas se hizo el vado total, imposible de imaginar por mente humana.

Ni ruido, ni silencio, ni luz, ni oscutidad, d1i realidad, ni sueño. . . )

Miguel Angel Asturias se muestra en esta novela., con la misma fuerza

creadora mostrada en cualquier otra de sus obras anteriores acogida por el

éxito; por otra parte, técnicamente aprovecha, para su temática tan ameri.

cana y sus desplazamientos mágicos, los recursos literarios de la novelística

más exigente, a la altura de los modernos relatistas europeos y norteamericanos.

El sueño, el hechizo, el seudomilagro, el fenómeno inexplicable, la

fuerza de los elementos, el misterio de las sombras, los poderes de la noche,

la confabulación de plantas, astros y animales, la incomprensión de dioses y

demonios, el jugueteo de enanos y gigantes, todo ello para determinar las

pasiones, las ambiciones, los triunfos y las derrotas de los hombres; monó-

logos, fábulas, inauditos diálogos, modismos, costumbres, vocabularios, iro-

nias, delirios, supersticiones, todo ello para dar forma a la comprensión de

un problema americano dignificado a través de la literatura. Mulata de tal

comprueba qne Asturias 'al recrear con tanto talento estos mitos y leyendas

se encuentra en plena creación, misma que en ningún momento puede iden-

tificarse con el reiterativo formulismo que a ratos le atribuyen sus detractores.

El "realismo mágico" de Asturias obedece más que a una fórmula de

conveniencia, a una expresión de necesidad. En fin, ha de ser por su inter-

pretación poética y su servicio al quehacer literario -comprobado desde

Leyendas de Guatemala (1926) hasta Mulata de tal- que Miguel Angel

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Libros 257

Asturias fue considerado, seriamente, en Francia, entre los autores latino-

americanos más viables para obtener el Premio Nobcl de Literatura 1963.

?vri? ?E LA 5!HVA

MARCOS ANA, LÓPJJZ PACHJJCO y QUJJSADA, España a 3

Horizonte, 3z0 pp., Buenos Aires, Argentina, 1963.

'voces, Ediciones

Sobre la línea que hace suponer una colección a la que se denomina

fosa blindada, los editores han puesto a circular por América el volumen Españtl a .3 voces; o sea, que con la delicada instrumentación que presta la

poesía (aquí el sinónimo de rosa) se procede a cantar el tema acerado, el

tema fuerte, el que necesita decirse en su crudeza pero sin que contamine la

esencialidad de la poesía (aquí el sinónimo de blindada). Y esto es, precisa-

mente, lo que caracteriza al volwnen que nOS ocupa: tres poetas cantan un

tema oscilante entre el dolor y la esperanza, tres poetas elevan su voz y

dicen a su manera el concepto ESPA1\rA; ellos son: :Marcos Ana, COn Te

llamo desde 1111 mlll'O y Poemas e11 la noche; Luis Alberto Quesada, con

Muro y albtl y Jesús López Pacheco con Pongo la mano sobre Españ<l.

De los tres, quizá el más conocido para el público es Marcos Ana; su

caso, como individualisima epopeya de nuestro tiempo, trascendió al mundo

y por si fuese poco, su poesía ha expresado con creces no sólo el dolor del

hombre soterrado durante veintidós años en una cárcel de España, sino ade-

más la impotencia de quienes esperan a largo plazo la liberación de su patria.

Conmueve el caso de Marcos Ana; a los dieciséis años en el frente del Ejér-

cito Republicano; retirado de la pelea a petición de sus padres, insiste a los

dieciocho; luego, es encarcelado y torturado varias veces; enseguida, en :1941,

es sentenciado a muerte, anulándose dicha sentencia por ser menor de edad;

tres años después se le conmuta la pena por la de cadena perpetua; en sin-

tesis, un hombre que al salir de prisión en 1961, ha brindado a España su

juventud y sus sueños.

La poesía de Marcos Ana casi desconoce el llanto; cualquier trozo mues-

tra siempre al poeta erguido, al hombre firmemente de pie; lo sugiere reco-

nociendo la razón de sus días fragmentados. El dolor que ha sufrido no lo

ablanda; por el contrario, le inflama la voz para exigir, para denunciar:

Yo no pido clemencia, Yo ni pido

con un hilo de voz descolorida

perdón para la vida que me deben.

..................,................ Yo no pido clemencia. Yo no junto las manos temblorosas en un ruego. Arden voces de orgullo en mi palabra

cuando exigen -sin Jlanto------ que las puertas

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258 Libros y Revistas ,

de la venganza oscura se derriben

y a los hombres descuelguen de sus cruces.

........,........"........,....... y o no pido clemencia.

Doy banderas

Paso de mano el golpeado

corazón de mi pueblo prisionero.

La segunda vez por España corresponde al poeta argentino Luis Al-

berto Quesada, quien -nacido en 191!)-- mayor un año que Marcos Ana, dejó diecisiete años de su vida en las cárcelp.s de España. Quesada sufrió

a la Gestapo, fue sometido a Consejo de Guerra, puesto en campo de con-

centración y torturado. Copiamos cuatro estrofas de "Niebla del tiempo"

que muestran al poeta meditativo en su desesperación:

Ver morirse los días

dormidos, sin costados.

1 Extendiemlo sus manos

a paisajes perdidos

en la niebla del tiempo.

Ver marcharse la sangre,

gota a gota, de un mar 2 lleno de azules años,

de risas juveniles.

Ver truncarse los juncos 3 de un río vivaraz?

donde la luna lucha ahogándose en el agua.

y así pasan las horas, 4 en vagón de tapiaJes.

sólo escuchando gritos

cercenados de angustia.

Jesús López Pacheco, tercera roz, representa otro aspecto de la lucha

en aquella parte de la Península; nacido en 1930, graduado en Filosofía,

ganador de premios en poesía y relato y traducido a siete idiomas, es el poeta

preocupado en formular una estética acorde con la problemática social; pre-

ocupación que se trasluce en el esmerado cuido de cada uno de sus poemas.

Transcribimos una líneas interesantes del Prefacio de su libro:

Viviendo, conod 3. mi pueblo, y encontré que él era como yo esperaba ser,

como yo quería llegar a ser. Supe de sus derrotas más recientes, y comprendi

que 00 estaba derrotado. Comprendí que la materia del pueblo español era

inmortal. .. Necesité que mi poesía no estu?:icra en franca contradicción con

mi vida. Por conseguído be luchado. Haber seguido dentro de aquella poesía

intimista, con ribetes estético"abstractos, de mi adolescencia, habría sido cortarme

las alas, o, mejor, no dejar que me crecieran. .. Me habría avergonzado ser un

hombre que escribiera versos para mí mismo y para un limitado número de

elegidos y diferentes... Yo he necesitado -y por ahora, en tanto que poeta,

mi lucha consiste en conseguido-- hacer una poesía íntima y social; porque

lo social en nuestra época, y en mi país más aún, debe formar parte fu.nda.

mental de la intimidad de todo hombre honrado, de todo poeta honrado y

auténtico.