Winnicott. La teoría de la relación entre progenitores-infante..doc

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La teoría de la relación entre progenitores-infante Este trabajo, junto con uno de la doctora Phyllis Greenacre sobre el mismo tema, fue sometido a discusión en el 22° Congreso Internacional Psicoanalítico, realizado en Edimburgo en 1961. Se publicó por primera vez en el Int. J. Psycho-Anal., 41, págs. 585-95. Es posible que el tema principal de este escrito pueda exponerse del mejor modo mediante una comparación del estudio de la infancia con el estudio de la transferencia psicoanalítica. Nunca podrá subrayarse lo bastante que lo que digo se refiere a la infancia, y no primordialmente al psicoanálisis. La razón por la cual es indispensable comprenderlo toca las raíces de la cuestión. Si este escrito no realiza un aporte constructivo, no hará más que sumarse a la confusión existente acerca de la importancia relativa de las influencias personales y ambientales en el desarrollo del individuo. En el psicoanálisis tal como lo conocemos no hay ningún trauma al margen de la omnipotencia del individuo. Todo cae finalmente bajo el control del yo, y por lo tanto queda relacionado con los procesos secundarios. Al paciente no lo ayuda que el analista diga "su madre no fue lo bastante buena", "en realidad su padre la sedujo", o "su tía la abandonó". En un análisis se producen cambios cuando los factores traumáticos entran en el material psicoanalítico a la manera del paciente, y en el seno de la omnipotencia del paciente. Las interpretaciones que producen cambios son las que pueden realizarse en términos de proyección. Lo mismo se aplica a los factores benéficos, los factores que conducen a la satisfacción. Todo es interpretado en los términos del amor y la ambivalencia del individuo. El analista está preparado para aguardar hasta encontrarse en condiciones de hacer exactamente este tipo de trabajo.

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La teora de la relacin entre progenitores-infante

Este trabajo, junto con uno de la doctora Phyllis Greenacre sobre el mismo tema, fue sometido a discusin en el 22 Congreso Internacional Psicoanaltico, realizado en Edimburgo en 1961.Se public por primera vez en el Int. J. Psycho-Anal., 41, pgs. 585-95.

Es posible que el tema principal de este escrito pueda exponerse del mejor modo mediante una comparacin del estudio de la infancia con el estudio de la transferencia psicoanaltica. Nunca podr subrayarse lo bastante que lo que digo se refiere a la infancia, y no primordialmente al psicoanlisis. La razn por la cual es indispensable comprenderlo toca las races de la cuestin. Si este escrito no realiza un aporte constructivo, no har ms que sumarse a la confusin existente acerca de la importancia relativa de las influencias personales y ambientales en el desarrollo del individuo.

En el psicoanlisis tal como lo conocemos no hay ningn trauma al margen de la omnipotencia del individuo. Todo cae finalmente bajo el control del yo, y por lo tanto queda relacionado con los procesos secundarios. Al paciente no lo ayuda que el analista diga "su madre no fue lo bastante buena", "en realidad su padre la sedujo", o "su ta la abandon". En un anlisis se producen cambios cuando los factores traumticos entran en el material psicoanaltico a la manera del paciente, y en el seno de la omnipotencia del paciente. Las interpretaciones que producen cambios son las que pueden realizarse en trminos de proyeccin. Lo mismo se aplica a los factores benficos, los factores que conducen a la satisfaccin. Todo es interpretado en los trminos del amor y la ambivalencia del individuo. El analista est preparado para aguardar hasta encontrarse en condiciones de hacer exactamente este tipo de trabajo.

Pero al infante le ocurren cosas buenas y malas que estn totalmente fuera de su alcance. De hecho, la infancia es el perodo en el cual todava est en proceso de formacin la capacidad para recoger los factores externos en el mbito de la omnipotencia del infante. El yo auxiliar del cuidado materno le permite vivir y desarrollarse a pesar de no ser an capaz de controlar o de sentirse responsable por lo bueno y malo del ambiente.

De los acontecimientos de esas primeras etapas no puede pensarse que se pierden en virtud de lo que ahora conocemos como mecanismos de represin, y por lo tanto los analistas no pueden esperar que aparezcan como resultado del trabajo que atena las fuerzas de la represin. Es posible que Freud pensara en esos problemas cuando emple la expresin "represin primaria", pero esto est abierto a la discusin. Lo seguro es que lo que estamos examinando aqu ha sido dado por sentado en gran parte de la literatura psicoanaltica.He dicho que el analista est preparado para aguardar hasta que el paciente sea capaz de presentar los factores ambientales en trminos que permitan su interpretacin como proyecciones. En un caso bien escogido, este resultado surge de la capacidad del paciente para confiar, que es redescubierta en la confiabilidad del analista y en el encuadre profesional. A veces el analista tiene que esperar mucho, y en el caso mal elegido para el psicoanlisis clsico es probable que la confiabilidad del analista sea el factor ms importante (o ms importante que las interpretaciones), porque el paciente no la experiment en el cuidado materno de la infancia, y para poder hacer uso de ella necesitar encontrarla por vez primera en la conducta del analista. Esta parece ser la base de la investigacin sobre el problema de lo que puede hacer un psicoanalista en el tratamiento de la esquizofrenia y las otras psicosis.

En los casos fronterizos no siempre esperamos en vano; con el transcurso del tiempo, el paciente llega a ser capaz de usar como proyecciones la interpretacin psicoanaltica de los traumas originales. Puede incluso suceder que est en condiciones de aceptar lo que es bueno en el ambiente como una proyeccin de los elementos simples y estables del "seguir siendo", derivados de su propio potencial hereditario.

La paradoja est en que lo bueno y lo malo del ambiente del infante no son en realidad proyecciones pero, a pesar de esto, para que el infante se desarrolle sanamente es necesario que todo le parezca una proyeccin. Aqu encontramos operando la omnipotencia y el principio de placer, como sin duda lo hacen en la ms temprana infancia, y a esta observacin podemos aadir que el reconocimiento de un "no-yo" verdadero es una cuestin de intelecto; pertenece al refinamiento extremo y a la madurez del individuo.

En los escritos de Freud, la mayor parte de las formulaciones concernientes a la infancia derivan del estudio de los adultos en anlisis. Hay algunas observaciones directas (el material de 1920 sobre el carretel), y est el anlisis de Juanito (1909). A primera vista, parecera que gran parte de la teora psicoanaltica trata sobre la niez temprana y la infancia, pero en cierto sentido puede decirse que Freud ha desatendido a la infancia como estado. Lo pone de relieve una nota al pie de "Formulaciones sobre los dos principios del acaecer psquico" (1911, pg. 220 de la edicin inglesa), en la cual se ve que reconoce que est dando por sentadas las mismas ideas que sometemos a discusin en este artculo. En el texto, Freud rastrea el desarrollo desde el principio de placer hasta el principio de realidad, siguiendo su curso usual de reconstruccin de la infancia de sus pacientes adultos. La nota dice lo siguiente: Se me objetar con todo derecho que una organizacin que era esclava del principio de placer y desatenda la realidad del mundo externo no poda mantenerse viva ni un tiempo mnimo, de modo que no podra haber llegado a existir en absoluto. No obstante, el empleo de una ficcin como sta se justifica cuando uno considera que el infante -siempre y cuando se incluya con l el cuidado que recibe de su madre casi realiza un sistema fsico de este tipo.

Freud rinde tributo a la funcin del cuidado materno, y debe suponerse que abandona el tema porque no est preparado para discutir todo lo que implica. La nota contina:

Probablemente el nio alucina la satisfaccin de sus necesidades internas; revela su displacer cuando se produce un incremento del estmulo y una ausencia de satisfaccin mediante la descarga motriz del llanto y agitando brazos y piernas; entonces experimenta la satisfaccin que ha alucinado. Ms tarde, como nio mayor, aprende a emplear intencionalmente esas manifestaciones de descarga como mtodos para expresar sus sentimientos. Puesto que el cuidado ulterior de los nios sigue el modelo del cuidado de los infantes, el dominio del principio de placer slo puede llegar realmente a su fin cuando el nio ha logrado un desligamiento psquico completo respecto de sus progenitores.

Las palabras "siempre y cuando se incluya con l el cuidado que recibe de su madre" tienen una gran importancia en el contexto de este estudio. El infante y el cuidado materno, juntos, forman una unidad. Sin duda, si se estudia la teora de la relacin progenitores-infante, es necesario tomar una decisin sobre estas cuestiones, que conciernen al significado real de la palabra dependencia. No basta con reconocer que el ambiente es importante. En una discusin de la teora de la relacin progenitores-infante, se forman dos grupos antagnicos si hay quienes no admiten que en las primeras etapas el infante y el cuidado materno se pertenecen recprocamente y son inextricables. Estas dos cosas, el infante y el cuidado materno, se deslindan y disocian en la salud, y la salud, que significa tantas cosas, en alguna medida significa desenredar el cuidado materno en algo que entonces llamamos el infante o los principios de un nio en crecimiento. Esta idea queda cubierta por las palabras de Freud en el final de la nota al pie: "el dominio del principio de placer slo puede llegar realmente a su fin cuando el nio ha logrado un desligamiento fsico completo respecto de sus progenitores". (Ms adelante examinaremos la parte central de la nota al pie, en una seccin en la que propondremos que estas palabras de Freud son inadecuadas y en cierto sentido desorientan, si se considera que se refieren a la primera etapa).

La palabra "infante"

En este escrito entendemos que la palabra infante designa al nio muy pequeo. Es necesario decirlo, porque en las obras de Freud esta palabra parece incluir al nio hasta la edad de la superacin del complejo de Edipo. En realidad, "infante" implica "que no habla" (infans), y no resulta intil pensar en la infancia como la fase anterior a la aparicin de la palabra y al empleo de smbolos verbales. Se infiere que Freud est refirindose a una fase en la cual el infante depende de un cuidado materno basado ms en el empata de la madre que en lo que es o puede ser expresado verbalmente.

Este es en lo esencial un perodo de desarrollo del yo, y la integracin es el rasgo principal de ese desarrollo. Las fuerzas del ello reclaman atencin. Al principio son externas al infante. En la salud, el ello se recoge al servicio del yo, y el yo lo domina, de modo que las identificaciones del ello pasan a fortalecer al yo. No obstante, ste es un logro del desarrollo sano, y en la infancia hay muchas variantes que dependen del fracaso relativo de este proceso. En la mala salud los logros infantiles de este tipo slo han sido alcanzados en un grado mnimo, o quiz se alcanzaron y perdieron. En la psicosis infantil (o esquizofrenia) el ello sigue siendo relativa o totalmente "externo" al yo; sus satisfacciones siguen siendo fsicas, y tienen el efecto de amenazar la estructura del yo, hasta que se organizan defensas de calidad psictica.Estoy sosteniendo que la razn principal por la cual en el desarrollo infantil el infante por lo comn llega a ser capaz de dominar al ello, y el yo capaz de incluirlo, es el hecho del cuidado materno, mientras el yo materno instrumenta el yo del infante y de ese modo le da poder y estabilidad. Habr que examinar cmo se produce este proceso, y tambin cmo el yo del infante llega finalmente a liberarse del yo auxiliar de la madre, de modo tal que el nio se desliga mentalmente de ella, consiguiendo diferenciarse en un self personal separado.

Para examinar la relacin progenitores-infante es necesario en primer lugar intentar una breve exposicin de la teora del desarrollo emocional del infante.

Historia

En el desarrollo de la teora psicoanaltica, las primeras hiptesis tenan que ver con el ello y con los mecanismos de defensa del yo. Se entenda que el ello entraba en escena muy tempranamente; el descubrimiento y la descripcin por Freud de la sexualidad pregenital, sobre la base de sus observaciones de los elementos regresivos hallados en la fantasa genital y en el juego y los sueos, constituyen rasgos principales de la psicologa clnica.

Los mecanismos de defensa del yo fueron formulndose gradualmente. Se supuso que esos mecanismos se organizaban en relacin con la angustia derivada de la tensin instintiva o de la prdida del objeto. Esta parte de la teora psicoanaltica presupone una separatividad del self y una estructuracin del yo, quizs un esquema corporal personal. En la primera parte de este escrito todava no podemos dar por sentado este estado de cosas.

La discusin se centra precisamente en el establecimiento de este estado de cosas, es decir, de la estructuracin del yo que hace posible la angustia a partir de la tensin instintiva o de la prdida del objeto. En esta etapa temprana la angustia no es angustia de castracin, ni de separacin; se relaciona con algo totalmente distinto, y de hecho constituye angustia de aniquilacin (cf. la afnisis de Jones).

En la teora psicoanaltica, los mecanismos de defensa del yo en gran medida suponen la idea de un nio que tiene independencia, una organizacin defensiva verdaderamente personal. En esta transicin del desarrollo, las investigaciones de Klein se suman a la teora freudiana, clarificando el interjuego de los mecanismos de defensa con las angustias primitivas. El trabajo de Klein tiene que ver con la ms temprana infancia, y llana la atencin sobre la importancia de los impulsos agresivos y destructivos, ms profundamente arraigados que los reactivos a la frustracin y relacionados con el odio y la rabia; esta autora tambin realiza una diseccin de las defensas tempranas contra las angustias primitivas, propias de las primeras etapas de la organizacin mental (escisin, proyeccin e introyeccin).

Lo que se describe en la obra de Melanie Klein pertenece claramente a la vida del infante en las primeras fases y al perodo de dependencia que nos ocupa en este artculo. Melanie Klein deja en claro que ella reconoce que el ambiente es importante en ese perodo, y de diversos modos en todas las etapas. No obstante, yo sostengo que el trabajo de esta estudiosa y de sus colaboradores deja abierto para una consideracin ulterior el tema del desarrollo de la dependencia completa, que aparece en la frase de Freud "... el infante, siempre y cuando se incluya con l el cuidado que recibe de su madre...". No hay nada en la obra de Klein que contradiga la idea de una dependencia absoluta, pero me parece que tampoco hay referencia especfica a la etapa en que el infante slo existe gracias al cuidado materno, con el cual forma una unidad.

Lo que aqu estoy formulando para su consideracin es la diferencia entre la aceptacin por el analista de la realidad de la dependencia y su trabajo con ella en la transferencia.Parecera que el estudio de las defensas del yo retrotrae al investigador a las manifestaciones pregenitales del ello, mientras que el estudio de la psicologa del yo lo lleva a la dependencia, a la unidad cuidado materno-infante.

Una mitad de la teora de la relacin progenitores-infante tiene que ver con el infante: es la teora del recorrido del infante desde el principio de placer hasta el principio de realidad, y desde el autoerotismo hasta las relaciones objetales. La otra mitad de la teora de la relacin progenitores-infante se refiere al cuidado materno, es decir, a las cualidades y los cambios de la madre, que satisfacen las necesidades especficas y el desarrollo del nio hacia el que ella se orienta.

A. El infante

En esta parte del estudio, la palabra clave es dependencia. Los infantes no pueden empezar a ser sino en ciertas condiciones. Las estudiamos ms adelante, pero forman parte de la psicologa del infante. Los infantes llegan a ser de modo diferente, segn las condiciones sean favorables o desfavorables. Al mismo tiempo, esas condiciones no determinan el potencial de la criatura. Este es heredado y resulta legtimo estudiarlo como un tema separado, siempre y cuando se acepte que el potencial heredado por un infante no puede convertirse en un infante a menos que est vinculado con el cuidado materno.

El potencial heredado incluye la tendencia al crecimiento y desarrollo. A todas las etapas del crecimiento emocional pueden asignrseles fechas aproximadas. Es presumible que todas las etapas del desarrollo tienen su fecha especial en cada nio individual. No obstante, no se trata slo de que esas fechas varan de nio a nio, sino tambin de que, aunque se las conociera de antemano en el caso de un nio dado, no podran utilizarse para predecir el desarrollo real de ese nio, a causa del otro factor, el cuidado materno. A lo sumo, slo pueden tener algn valor predictivo si se da por sentado un cuidado materno adecuado en los aspectos importantes. (Obviamente, esto no significa "adecuado" slo en el sentido fsico; ms adelante examinamos el significado de la adecuacin y la inadecuacin en este contexto). El potencial heredado y su destino

En este punto es necesario intentar describir brevemente lo que sucede con el potencial heredado cuando ste se convierte en un infante, y ms tarde en un nio, un nio que se orienta hacia la existencia independiente. A causa de las complejidades del tema, es preciso basar esta descripcin en el supuesto de un cuidado materno satisfactorio, que en realidad significa cuidado parental. El cuidado parental satisfactorio puede dividirse aproximadamente en tres etapas que se superponen:

a) Sostn.

b) La madre y el nio viven juntos. El infante no conoce la funcin del padre (ocuparse del ambiente para la madre).

c) Padre, madre e infante viven juntos.

Empleamos el trmino "sostn" para denotar no slo el sostn fsico del infante, sino tambin toda la provisin ambiental anterior al concepto de vivir con. En otras palabras, se refiere a una relacin tridimensional o espacial, a la que gradualmente va aadindose el tiempo. El sostn, aunque comienza antes, despus se superpone con las experiencias instintivas que con el transcurso del tiempo determinarn las relaciones objetales. Incluye el manejo de experiencias intrnsecas de la existencia tales como el completamiento (y por lo tanto el no-completamiento) de los procesos, procesos stos que desde fuera pueden parecer puramente fisiolgicos, pero que son propios de la psicologa del infante y se producen en un campo psicolgico complejo, determinado por la conciencia y la empata de la madre. (Ms adelante examinamos detalladamente el concepto de sostn).La expresin "vivir con" implica relaciones objetales, y que el infante emerge de su estado de fusin con la madre, o su percepcin de los objetos como externos al ser.

En este estudio nos interesa especialmente la etapa de "sostn" del cuidado materno, y los acontecimientos complejos del desarrollo psicolgico del infante relacionados con esa fase. Pero debe recordarse que la divisin entre fase y fase es artificial, y slo se la adopta por conveniencia, para llegar a una definicin ms clara.

El desarrollo del infante durante la fase de sostn

A la luz de lo que hemos dicho pueden enumerarse algunas caractersticas del desarrollo del infante durante esta fase. En ella son realidades vivas: el proceso primario, la identificacin primaria, el autoerotismo, el narcisismo primario.

El yo pasa de un estado no integrado a una integracin estructurada, con lo cual el infante adquiere la capacidad de experimentar la angustia asociada con la desintegracin. La palabra "desintegracin" comienza a tener un sentido que no tena antes de que la integracin del yo fuera un hecho. Si el desarrollo es sano, en esta etapa el infante conserva la capacidad de reexperimentar estados no integrados, pero esto depende de la continuacin de un cuidado materno confiable, o de la constitucin en el infante de recuerdos del cuidado materno, que gradualmente empieza a ser percibido como tal. El resultado de un progreso sano en el desarrollo del infante en esta etapa es que se logra lo que podramos llamar "estado de unidad". El infante se convierte en una persona, en un individuo por derecho propio.

Con este logro est asociada la existencia psicosomtica del infante, que comienza a adoptar una pauta personal; me he referido a esto como a la psique que habita o reside en el soma. La base de esta residencia es la vinculacin de las experiencias motrices, sensoriales y funcionales con el nuevo estado del infante como persona. Como continuacin del desarrollo aparece lo que podra denominarse "membrana limitadora", que en alguna medida (y en la salud) equivale a la superficie de la piel, y que ocupa una posicin intermedia entre el "yo" y el "no-yo" del infante. De modo que ste empieza a tener un interior y un exterior, y un esquema corporal. Adquieren sentido las funciones de incorporacin y expulsin; adems va justificndose cada vez ms postular una realidad psquica personal o interior del infante.Durante la fase de sostn se inician otros procesos; el ms importante es el alborear de la inteligencia y el comienzo de la mente como algo distinto de la psique. All se inicia la historia de los procesos secundarios y del funcionamiento simblico as como de la organizacin de un contenido psquico personal, que da base al soar y a las relaciones de vida.

Al mismo tiempo empiezan a converger en el infante dos races de la conducta impulsiva. El trmino "fusin" designa el proceso positivo en virtud del cual los elementos difusos propios del movimiento y del erotismo muscular se fusionan (en la salud) con el funcionamiento orgistico de las zonas ergenas. Con este concepto estamos ms familiarizados en el proceso inverso de desfusin, que es una defensa complicada en la cual la agresin queda separada de la experiencia ertica al cabo de un perodo en el cual se haba logrado un cierto grado de fusin. Todos estos desarrollos corresponden a la condicin ambiental del sostn, y sin un sostn suficientemente bueno estas etapas no se alcanzan, o si se alcanzan no quedan establecidas.

El paso siguiente en el desarrollo es la capacidad para las relaciones objetales. El infante pasa de una relacin con un objeto concebido subjetivamente a una relacin con un objeto percibido objetivamente. Este cambio est estrechamente ligado con la evolucin del infante, que deja de estar fusionado con la madre y se separa de ella, o se relaciona con ella como algo separado y "no-yo". Si bien este avance no est especficamente relacionado con el sostn, s se vincula con la fase de "vivir con"...

Dependencia

En la fase de sostn el infante se encuentra en una dependencia mxima. La dependencia puede clasificarse como sigue:

()Dependencia absoluta. En este estado el infante no tiene modo alguno de conocer el cuidado materno, que en gran medida tiene que ver con la profilaxis. La criatura no tiene el control de lo que est bien y lo que est mal hecho; slo puede sacar partido o sufrir la perturbacin.

()Dependencia relativa. El infante se da cuenta de la necesidad que tiene de los detalles del cuidado materno y en medida creciente los relaciona con sus impulsos personales; ms tarde, en un tratamiento psicoanaltico, puede reproducirlos en la transferencia.

(iii) Hacia la independencia. El infante desarrolla medios para pasar sin cuidado real. Lo logra gracias a la acumulacin de recuerdos de cuidado, a la proyeccin de las necesidades personales y a la introyeccin de detalles de cuidado con el desarrollo de confianza en el ambiente. Debe aadirse el elemento de la comprensin intelectual, con sus enormes consecuencias.

El aislamiento del individuo

Otro fenmeno de esta fase que es necesario considerar es la ocultacin del ncleo de la personalidad. Examinemos el concepto de un self central o verdadero. Puede decirse que el self central es el potencial heredado que experimenta una continuidad del ser y adquiere a su propio modo y a su propia velocidad una realidad psquica y un esquema corporal personales. Parece necesario introducir el concepto del aislamiento de ese self central como una caracterstica de la salud. Cualquier amenaza a ese aislamiento del self verdadero en esta etapa temprana genera una angustia importante, y las defensas de la temprana infancia intrusiones capaces de perturbar ese aislamiento. La organizacin del yo puede salir al paso y abordar esas intrusiones, que quedarn recogidas en la omnipotencia del infante y sern sentidas como proyecciones. Por otra parte, a veces irrumpen a travs de esta defensa, a pesar del yo auxiliar que proporciona el cuidado materno. Entonces se ve afectado el ncleo central del yo, y en esto consiste la naturaleza misma de la angustia psictica. En la salud, el individuo pronto se vuelve invulnerable en este sentido, y si hay intrusin de factores externos slo resulta un nuevo grado y una nueva calidad de la ocultacin del self central. En este caso la mejor defensa es la organizacin de un self falso. Las satisfacciones instintivas y las relaciones objetales en s constituyen una amenaza al "seguir siendo" personal del individuo. Por ejemplo, un beb toma el pecho y obtiene satisfaccin. El hecho en s no indica si tiene una experiencia yo-sintnica del ello o, por el contrario, padece el trauma de una seduccin, una amenaza a la continuidad del yo personal, la amenaza de una experiencia del ello que no es yo-sintnica y para tratar con la cual el yo no est dotado.

En la salud, las relaciones objetales pueden desarrollarse sobre la base de una transaccin que compromete al individuo en lo que ms tarde se denominara engao y deshonestidad, mientras que la relacin directa slo es posible sobre la base de la regresin a un estado de fusin con la madre.

La aniquilacin

En estas primeras etapas de la relacin progenitores-infante, la angustia est relacionada con la amenaza de aniquilacin, y es necesario explicar qu entendemos por este trmino.

En un lugar caracterizado por la existencia esencial de un ambiente que sostiene, el "potencial heredado" se convierte en una "continuidad de ser". La alternativa a ser es reaccionar, y el reaccionar interrumpe el ser y aniquila. Ser y aniquilacin son las dos alternativas. Por lo tanto, la funcin principal del ambiente sostenedor es la reduccin a un mnimo de las intrusiones a las que el infante debe reaccionar, con la consiguiente aniquilacin del ser personal. En condiciones favorables, el infante establece una continuidad de existencia, y a continuacin empieza a desarrollar los recursos ms sutiles que hacen posible recoger las intrusiones en el mbito de la omnipotencia. En esta etapa la palabra muerte no tiene ninguna aplicacin posible, por lo cual la expresin "instinto de muerte" es inaceptable para describir la raz de la destructividad. La muerte no tiene ningn sentido hasta la aparicin del odio y el concepto de la persona humana total. Cuando se puede odiar y cuando se alcanza el concepto de persona humana total, la muerte tiene significado, y a esto le sigue de cerca lo que puede denominarse "mutilacin"; la persona total odiada y amada se mantiene viva gracias a que se la castra o mutila de algn otro modo, en lugar de matarla. Estas ideas son propias de una fase ulterior a la caracterizada por la dependencia respecto del ambiente sostenedor.

La nota al pie de Freud, reexaminada

En este punto debemos volver a considerar la afirmacin de Freud citada anteriormente. Freud escribe: "Probablemente (el beb) alucina la satisfaccin de sus necesidades internas; revela su malestar por el incremento de la estimulacin y la demora de la satisfaccin a travs de la descarga motriz del llanto y la lucha, y entonces experimenta la satisfaccin alucinada". La teora expuesta en esta parte del enunciado no se aplica a la fase ms temprana. Con estas palabras ya se hace referencia a las relaciones objetales, y la validez de esta parte del enunciado de Freud depende de que da por sentados los aspectos anteriores del cuidado materno, que aqu describimos como propios de la fase de sostn. Por otra parte, esta oracin de Freud se ajusta exactamente a la fase siguiente, caracterizada por una relacin entre el infante y la madre en la cual dominan las relaciones objetales y las satisfacciones instintivas o de las zonas ergenas, es decir, cuando el desarrollo contina bien.

B. La funcin del cuidado materno

A continuacin tratar de describir algunos aspectos del cuidado materno, especialmente el sostn. En este estudio el concepto de sostn es importante, y necesitamos desarrollar ms esta idea. Utilizamos la palabra para introducir un desarrollo completo del tema contenido en la frase de Freud "...cuando uno considera que el infante -siempre y cuando incluya con l el cuidado que recibe de su madre- casi realiza un sistema psquico de este tipo". Me refiero al estado real inicial de la relacin infante-madre, cuando el primero an no ha separado un self del cuidado materno, respecto del cual est en una dependencia absoluta en el sentido psicolgico. En esta etapa el infante necesita, y de hecho habitualmente obtiene, una provisin ambiental con ciertas caractersticas:

Satisface sus necesidades fisiolgicas; la fisiologa y la psicologa an no son distintas o estn en proceso de diferenciacin; y es confiable, pero no mecnicamente confiable; es confiable de un modo que indica empata de la madre.

El sostn: protege de la agresin fisiolgica; toma en cuenta la sensibilidad drmica del infante -el tacto, la temperatura, la sensibilidad auditiva, la sensibilidad visual, la sensibilidad a la cada (a la accin de la gravedad)- y su desconocimiento de la existencia de nada que no sea el self; incluye la totalidad de la rutina del cuidado a lo largo del da y la noche, que no es la misma para dos infantes cualesquiera, porque forma parte del infante, y no hay ningn par de infantes que sean iguales; tambin sigue los minsculos cambios cotidianos, tanto fsicos como psicolgicos, propios del crecimiento y desarrollo del infante.

Debe observarse que las madres que espontneamente proporcionan un cuidado suficientemente bueno, pueden mejorarlo si ellas mismas son cuidadas de un modo que reconozca la naturaleza esencial de su tarea. Las madres que no proporcionan un cuidado suficientemente bueno de modo espontneo, no estarn en condiciones de hacerlo como consecuencia de la mera instruccin.

El sostn incluye especialmente sostener fsicamente al infante, lo que es una forma de amar, quiz la nica con la que la madre puede demostrarle su amor al nio. Hay quienes pueden sostener a un infante y quienes no pueden. Estas ltimas generan rpidamente en la criatura una sensacin de inseguridad y llanto angustiado.

Todo esto conduce al establecimiento de las primeras relaciones objetales y las primeras experiencias de gratificacin instintiva y tambin lo incluye y coexiste con l. Sera errneo anteponer la gratificacin instintiva (alimentacin, etctera) o las relaciones objetales (relacin con el pecho) a la cuestin de la organizacin del yo (es decir, al yo del infante reforzado por el yo materno).

La base de la satisfaccin instintiva y de las relaciones objetales es la manipulacin, el manejo y el cuidado generales del infante que, cuando todo marcha bien, se dan por sentados con mucha facilidad.

La salud mental del individuo (en el sentido de estar libre de psicosis), o el riesgo de psicosis (esquizofrenia) tienen como base este cuidado materno, que cuando es el correcto apenas se advierte y constituye una prolongacin de la provisin fisiolgica caracterstica del estado prenatal. Esta provisin ambiental es tambin una prolongacin de la vivacidad tisular y la salud funcional que proporcionan un silencioso pero vitalmente importante respaldo al yo del infante. De este modo, la esquizofrenia, la psicosis infantil o el riesgo de psicosis a ms edad estn relacionados con una falla de la provisin ambiental. Pero esto no significa que los efectos negativos de esa falla no puedan describirse en los trminos de una distorsin del yo y de las defensas contra las angustias primitivas -esto es, en los trminos del individuo-. Se ver que el trabajo de Klein sobre los mecanismos de defensa de la escisin, y sobre las proyecciones, introyecciones, etctera, intenta exponer los efectos de la falla de la provisin ambiental en los trminos del individuo. Ese trabajo acerca de los mecanismos primitivos proporciona la clave de slo una parte de la cuestin, y la reconstruccin del ambiente y sus fallas es la clave de la otra parte. Esta otra parte no puede aparecer en la transferencia, porque el paciente no conoce ni los aspectos buenos ni los aspectos insuficientes del cuidado materno, tal como ste se dio en el escenario infantil original.

Examen de un detalle del cuidado materno

Dar un ejemplo para ilustrar un aspecto sutil del cuidado del infante. Mientras el infante est fusionado con la madre, lo mejor es que sta comprenda las necesidades de la criatura con la mayor exactitud posible. No obstante, con el final de la fusin se produce un cambio, y ese final no es necesariamente gradual. En cuanto la madre y el infante quedan separados desde el punto de vista del infante, se observar que la mujer tiende a cambiar de actitud. Todo ocurre como si ella supiera que el beb ya no espera que comprenda sus necesidades de un modo casi mgico. La madre parece saber que su nio ha adquirido una nueva capacidad, la de emitir una seal para guiarla hacia la satisfaccin de sus necesidades. Podra decirse que si la madre conoce tan bien lo que necesita el infante, slo puede ser por magia y no constituye ninguna base para una relacin objetal. Ahora llegamos a las palabras de Freud: "El [el infante] probablemente alucina la satisfaccin de sus necesidades internas; revela su displacer, cuando hay un incremento del estmulo y una ausencia de satisfaccin, mediante la descarga motriz del llanto y la agitacin de brazos y piernas, y entonces experimenta la satisfaccin que ha alucinado". En otras palabras, al final de la fusin, cuando el nio se ha separado del ambiente, un rasgo importante es que tiene que dar una seal

Este hecho sutil aparece claramente en la transferencia, en el curso de nuestro trabajo analtico. Es muy importante, salvo cuando el paciente ha sido llevado a una regresin a la ms temprana infancia y a un estado de fusin, que el analista no conozca las respuestas, excepto en la medida en que el paciente d las claves. El analista recoge las claves y hace las interpretaciones; a menudo ocurre que los pacientes no dan claves, por lo cual y sin duda el analista no puede hacer nada. Esta limitacin del poder del analista es importante para el paciente, as como lo es el poder del analista, representado por la interpretacin correcta realizada en el momento oportuno, y basada en las claves y la cooperacin inconsciente del paciente, quien proporciona el material que respalda y justifica la interpretacin. Por ello es posible que el analista en formacin realice a veces un anlisis mejor que los que har al cabo de unos aos, cuando sepa ms. Despus de haber tenido unos cuantos pacientes, empezar a resultarle tedioso avanzar con la lentitud de cada paciente, y empezar a formular interpretaciones no basadas en el material aportado por el paciente en esa sesin, sino en su propio conocimiento acumulado, o en su adhesin momentnea a cierto grupo de ideas. Esto es intil para el paciente.

El analista puede parecer muy inteligente y quizs el paciente exprese admiracin, pero en ltima instancia la interpretacin correcta es un trauma que el paciente tiene que rechazar, porque esa interpretacin no es la suya.

Se queja de que el analista intente hipnotizarlo, de que aliente una regresin severa a la dependencia, empujndolo de nuevo a una fusin, esa vez con el propio analista.

Lo mismo puede observarse en las madres de infantes; la madre de varios hijos empieza a tener un dominio tal de la tcnica del quehacer materno que tiende a hacer todo lo correcto en los momentos oportunos, y entonces al infante que ha comenzado a separarse de ella no le resulta posible lograr el control de las cosas buenas que estn sucediendo. Faltan por completo el gesto creativo, el llanto, la protesta, todos los pequeos signos que se suponen suscitan lo que la madre hace, porque la madre se adelanta a satisfacer cada necesidad como si el infante estuviera todava fusionado con ella, y ella con el infante. De este modo, la madre, por ser una madre aparentemente buena, hace algo peor que castrar. Al infante slo le quedan dos alternativas: un estado permanente de regresin o fusin con la madre, o bien un rechazo total de la madre, incluso de la madre aparentemente buena.

Vemos por lo tanto que en la infancia y en el manejo de los infantes hay una distincin muy sutil entre la comprensin por la madre de las necesidades del infante basada en la empata y su ulterior comprensin basada en algo del infante o nio pequeo que indica la necesidad. Este pasaje les resulta particularmente difcil a las madres debido a que los nios vacilan entre un estado y otro; en un momento estn fusionados con sus madres y necesitan empata, al siguiente estn separados, y si la madre conoce sus necesidades de antemano es peligrosa, una bruja. Sorprende que algunas madres que carecen por completo de instruccin se adapten muy bien a esos cambios de sus infantes en desarrollo, sin tener ningn conocimiento de la teora. Este detalle se reproduce en el trabajo psicoanaltico con pacientes fronterizos, y en todos los casos en ciertos momentos de gran importancia, cuando la dependencia en la transferencia es mxima.

El cuidado materno satisfactorio, no advertido

En esta cuestin del cuidado materno del tipo del sostn, es axiomtico que cuando todo va bien el infante no puede darse cuenta de lo que se le est proveyendo ni de lo que se le evita sufrir. Por otra parte, cuando las cosas no marchan bien el infante toma conciencia no del fracaso del cuidado materno sino de los resultados, sean cuales fueren, de ese fracaso, es decir que toma conciencia de que reacciona a alguna intrusin. Como resultado del xito del cuidado materno en el infante se establece una continuidad de ser que constituye la base de la fuerza del yo, mientras que el resultado de cada fracaso del cuidado materno consiste en que la continuidad de ser se ve interrumpida por reacciones a las consecuencias de ese fracaso, con un consiguiente debilitamiento del yo. Tales interrupciones constituyen el aniquilamiento y estn evidentemente asociadas con un sufrimiento de calidad e intensidad psicticas. En el caso extremo, el infante slo existe sobre la base de una continuidad de reacciones a la instruccin y de recuperaciones despus de tales reacciones. Esto presenta un gran contraste con la continuidad de ser que es mi concepcin de la fuerza del yo.

C. Los cambios de la madre

En este contexto es importante examinar los cambios que se producen en las mujeres cuando estn por tener un beb o acaban de tenerlo. Estos cambios son al principio casi fisiolgicos, y se inician con el sostn fsico del beb en la matriz. No obstante, algo faltara en la descripcin si empleramos la frase "instinto materno". El hecho es que, en la salud, las mujeres cambian de orientacin respecto de ellas mismas y el mundo; ahora bien, por ms profundamente arraigados en la fisiologa que estn tales cambios, la mala salud mental de la mujer a veces los distorsiona. Es necesario pensar esos cambios en trminos psicolgicos, a pesar de que pueden existir factores endocrinolgicos susceptibles de modificarse por medio de medicacin.

No hay duda de que los cambios fisiolgicos sensibilizan a la mujer a los ms sutiles cambios psicolgicos que se producen a continuacin.

Poco despus de la concepcin, o cuando se conoce su posibilidad, la mujer comienza a modificar su orientacin, y a preocuparse por los cambios que tienen lugar dentro de ella. De diversos modos su propio cuerpo la alienta a interesarse en ella misma (17). La madre desva hacia el beb que crece dentro de ella una parte de su sentido del self. Lo importante es que aqu se origina un estado de cosas que merece la descripcin y cuya teora es necesario elaborar.

El analista que satisface las necesidades de un paciente que en la transferencia revive esas etapas muy tempranas, padece cambios similares de orientacin, pero el analista, a diferencia de la madre, tiene que tomar conciencia de la sensibilidad que se desarrolla en l como respuesta a la inmadurez y dependencia del paciente.

Esto puede pensarse como una ampliacin de la descripcin de Freud, que ve al analista en un estado voluntario de atencin.

Una descripcin detallada de los cambios de orientacin de una mujer que va a convertirse en madre o acaba de serlo estara aqu fuera de lugar; en otra parte he hablado de esos cambios en un lenguaje popular o no tcnico (Winnicott, 1949a).

Hay una psicopatologa de esos cambios de orientacin, y los extremos de anormalidad son la preocupacin de quienes estudian la psicologa de la locura puerperal. Sin duda existen muchas variaciones cualitativas que no constituyen anormalidades. La anormalidad surge del grado de distorsin.

En general, las madres se identifican de un modo u otro con el beb que crece dentro de ellas, y as llegan a tener una sensacin muy intensa de las necesidades de la criatura. Se trata de una identificacin proyectiva. Esta identificacin dura un cierto tiempo despus del parto, y a continuacin va perdiendo gradualmente importancia.

En los casos corrientes, esta especial orientacin de la madre hacia el infante va ms all del proceso del parto.

La madre sin distorsiones en este aspecto est preparada para abandonar su identificacin con el infante cuando ste necesita separarse. Es posible proporcionar un buen cuidado inicial, pero no completar el proceso por la incapacidad para dejar que llegue a su fin, de modo que la madre tiende a seguir fusionada con su infante y a demorar la separacin de ste respecto de ella. En todo caso, es difcil para la madre separarse de su infante a la velocidad con la que el infante necesita separarse de ella. A mi juicio, lo importante es que a travs de su identificacin con el infante la madre sepa cmo se siente la criatura, y pueda proporcionarle casi exactamente lo que necesita en el modo de sostn y, en general, en la provisin de un ambiente. Sin esa identificacin, entiendo que el infante no obtiene lo que necesita al principio, que es una adaptacin viva a sus necesidades. Lo principal es el sostn fsico, que constituye la base de todos los aspectos ms complejos del sostn y de la provisin ambiental en general.

Es cierto que una madre puede tener un beb muy diferente de ella, que la lleve a cometer errores de clculo (quizs el beb sea ms rpido o ms lento que la madre, etctera). Entonces pueden producirse momentos en los que lo que la mujer siente como necesidades del beb no sean las reales. Pero parece ser comn que las madres no distorsionadas por la mala salud o la tensin ambiental del da tiendan en general a conocer con bastante exactitud lo que necesitan sus infantes, y adems les gusta satisfacer esas necesidades. Esta es la esencia del cuidado materno.

Con "el cuidado que recibe de su madre", cada infante est en condiciones de tener una existencia personal, y as empezar a establecer lo que podra denominarse "una continuidad de ser". Sobre la base de esta continuidad de ser se desarrolla gradualmente el potencial heredado, hasta constituir al infante individual. Si el cuidado materno no es lo suficientemente bueno, el infante en realidad no llega a entrar en la existencia, puesto que no hay continuidad de ser; en lugar de ello, la personalidad se establece sobre la base de reacciones a la intrusin ambiental.

Todo esto tiene significacin para el analista. Sin duda, para lograr una visin clara de lo que sucede en la infancia en s, el mejor mtodo no es la observacin directa de infantes, sino el estudio de la transferencia en el encuadre analtico. Este trabajo sobre la dependencia infantil deriva del estudio de los fenmenos de la transferencia y la contratransferencia propios del compromiso del psicoanalista con los casos fronterizos. En mi opinin, este compromiso es una extensin legtima del psicoanlisis; en ella la nica modificacin real es el diagnstico de la enfermedad del paciente, cuya etiologa es anterior al complejo de Edipo, y envuelve una distorsin en la poca de la dependencia absoluta.

Freud pudo descubrir de un nuevo modo la sexualidad infantil porque la reconstruy a partir de su trabajo analtico con pacientes psiconeurticos. Al ampliar su trabajo para abarcar el tratamiento del paciente psictico fronterizo nos resulta posible a nosotros reconstruir la dinmica de la infancia y de la dependencia infantil, y el cuidado materno que satisface esa dependencia.

Resumen

(i) Se realiza un examen de la infancia; esto no es lo mismo que un examen de los mecanismos mentales primitivos.

(ii) El rasgo principal de la infancia es la dependencia; se la considera en los trminos del ambiente que proporciona sostn.

(iii) Todo estudio de la infancia debe dividirse en dos partes:

(a) el desarrollo del infante facilitado por un cuidado materno suficientemente bueno; y

(b) el desarrollo del infante distorsionado por un cuidado materno que no es lo suficientemente bueno.

(iv) Se puede decir que el yo del infante es dbil, pero en realidad es fuerte gracias al yo auxiliar del cuidado materno. Cuando el cuidado materno falla, la debilidad del yo del infante se pone de manifiesto.

(v) En la salud, los procesos que tienen lugar en la madre (y en el padre) generan un estado especial en el cual el progenitor se orienta hacia el infante y de este modo est en condicin de satisfacer su dependencia. Hay una patologa de estos procesos.

(vi) Se llama la atencin acerca de los diversos modos como estas condiciones intrnsecas de lo que aqudenominamos ambiente sostenedor pueden o no aparecer en la transferencia si en una etapa ulterior el infantedebe entrar en anlisis.