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LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN TREN REFLEXIÓN PRESENTADO A LA DOCENTE: ADRIANA HOYOS LEÓN POR EL ESTUDIANTE: RAFAEL DIAZ LUNA 083050121013 UNIVERSIDAD DEL TOLIMA LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA

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LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN TREN

REFLEXIÓN

PRESENTADO A LA DOCENTE:

ADRIANA HOYOS LEÓN

POR EL ESTUDIANTE:

RAFAEL DIAZ LUNA

083050121013

UNIVERSIDAD DEL TOLIMA

LICENCIATURA EN LENGUA CASTELLANA

IDEAD IBAGUE

2017

LA DOCENCIA ES COMO UN VIAJE EN TREN

REFLEXIÓN

La labor docente es una de las actividades más sublimes que realiza el hombre, puesto que en ella se perpetúa la especie humana, se sensibiliza el ser, se forma acorde a los contextos culturales y sociales, se transforma en un individuo conviviente y pensante, se conforma en un todo unificado que le da sentido a su vida o se deforma en una masa ambigua y heterónoma.

Ahora bien, la educación es como un inmenso tren por donde transitan innumerables masas esperando forjar una vida digna. Y aunque cada vagón es el lugar donde se desarrolla un mundo de enseñanzas y aprendizajes propios, finalmente todo el andamiaje se dirige a un mismo lugar, a la búsqueda de la vida buena o feliz. Sin embargo, ese tren necesita de un maquinista que lo conduzca de una manera transparente, humanizante, dignificante, responsable no solo de su existencia, sino de la de todos los pasajeros. Cuando ese conductor ha llegado a ejercer su función por vocación, por amor a su labor, son bienaventurados todos los que se suben a ese tren, pero cuando ese maquinista ha llegado simplemente por una remuneración, quizá por un prestigio social o por cualquier otra motivación incorrecta, entonces este tren estaría iniciando un viaje al destino equivocado.

Ese maquinista encargado de llevar el tren de un destino a otro y de salvaguardar las vidas e integridad de sus pasajeros, se conoce con el nombre de políticas educativas, encarnadas en un gobierno nacional a través, de secretarias locales y del ministerio de educación. En la actualidad esos maquinistas están movidos por muchos intereses particulares que van en contravía de los verdaderos objetivos de la educación. Es por ello que la calidad educativa en muchas sociedades de hoy es paupérrima y frágil, siendo la educación pública víctima de los intereses particulares de unas castas dominantes y hegemónicas. Sin embargo, en este mar de desaciertos y escasas voluntades políticas favorables al tren de la educación, surgen los docentes como un salva vidas a las crisis del sistema educativo, quienes no solo desarrollan procesos pedagógicos, didácticos y lúdicos, sino que enarbolan las banderas sindicales en defensa de la educación. Estos maestros valientes y esforzados, poseen una verdadera vocación que les permite ejercer tan loable labor, a pesar de ser mal remunerados, con salarios muy por debajo del promedio en comparación con otras profesiones. A pesar de estas dificultades el docente hace lo humanamente posible para cumplir con su labor, muchas veces trabajando en condiciones poco gratas, pero siempre con el anhelo de una mejor sociedad e inspirados por el amor a su trabajo y a la infancia. Porque él sabe que no solo está construyendo el presente de estos niños y niñas, sino también el futuro.

Por tal razón, es necesario que el tren de la educación sea dirigido por la persona idónea, que realmente este comprometida con la causa educativa y que tenga un fuerte sentido de humanización y dignificación. A ese maquinista idóneo se debe llegar a través de múltiples conquistas sociales, producto de la unión tanto de maestros como de otros miembros de la sociedad, que al unísono puedan redireccionar el tren, rescatándolo de las indolentes garras de la cosificación, el clientelismo y la corrupción, canceres que carcomen las instituciones y que dejan sin oportunidad de acceder a una educación de alta calidad a millones de niños y niñas de la sociedad.

Es hora de llevar el tren de la educación a buen destino, donde los infantes puedan encontrar el sentido propio a sus vidas, en palabras de Wittgenstain llegar a la vida buena o feliz; donde el maestro sea valorado socialmente y reciba todo el apoyo del maquinista, convirtiendo de una vez y para siempre la educación en la piedra angular del desarrollo de la sociedad.

Educadores y sociedad civil de todas las latitudes. Uníos.