compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la...

40
86 G GLORIA DE DIOS Dar gloria a Dios: amarle y hacerle amar Cuando nuestro corazón ha sido tocado por Dios, entonces se busca siempre su gloria, amándole y haciéndole conocer y amar. M. Inés empleó toda la vida en amar y alabar a Dios: "Señor, son innumerables mis defectos, casi infinitos, tan numerosos como las arenas del mar; pero mis deseos de tu gloria, mis ansias de hacerte amar y conocer, mis anhelos de santificación son más numerosos que las arenas del mar" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.69, fol.507). Toda la creación invita a volver amor por amor. Dios, al crear, "vio la gloria que, con su gracia, le daríamos; gozaba ya con la dicha que nos proporcionaría haciéndonos partícipes de su misma felicidad, y antes aun de empezar a crear el mundo, arrullaba a sus hijos con el canto de su amor; los mecía en su regazo con ternura maternal" (Estudios, La Sma. Trinidad misionera, p.157, fol.593; repite afirmación en p.281). "Cuando Dios creaba toda la naturaleza, por eso la hizo tan hermosa, porque pensaba en ti (Jesús), porque a ti tenía presente, porque sabía que un día tu vista mortal se había de detener sobre esas bellezas, dando a Dios toda la gloria que se merece por su creación" (Estudios, Sobre los Santos Evangelios, p.204- 205, fol.638). Creados por amor, queremos servir por amor: "Esto es lo que Dios quiere a cada momento; hacer lo que hacemos con grande amor, con grande espíritu de fe, sabiendo que solamente se está sirviendo de nuestra debilidad, pero... este deleznable instrumento (que somos todas), manejado por las manos omnipotentes del Señor ¿qué maravillas no podrá hacer? No olvidemos, pues, estos grandes intereses que son: su gloria y la salvación de las almas" (Colectivas, junio 1977, V, p.4263). Dar gloria a Dios por una vida hecha oblación M. Inés tenía experiencia de cómo las pruebas bien llevadas glorifican a Dios: "Muchos otros cálices me hizo gustar, no solo gustar, apurar hasta las heces. ¡Cuán

Transcript of compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la...

Page 1: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

86

G

GLORIA DE DIOS

Dar gloria a Dios: amarle y hacerle amar

Cuando nuestro corazón ha sido tocado por Dios, entonces se busca siempre su gloria, amándole y haciéndole conocer y amar. M. Inés empleó toda la vida en amar y alabar a Dios: "Señor, son innumerables mis defectos, casi infinitos, tan numerosos como las arenas del mar; pero mis deseos de tu gloria, mis ansias de hacerte amar y conocer, mis anhelos de santificación son más numerosos que las arenas del mar" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.69, fol.507).

Toda la creación invita a volver amor por amor. Dios, al crear, "vio la gloria que, con su gracia, le daríamos; gozaba ya con la dicha que nos proporcionaría haciéndonos partícipes de su misma felicidad, y antes aun de empezar a crear el mundo, arrullaba a sus hijos con el canto de su amor; los mecía en su regazo con ternura maternal" (Estudios, La Sma. Trinidad misionera, p.157, fol.593; repite afirmación en p.281). "Cuando Dios creaba toda la naturaleza, por eso la hizo tan hermosa, porque pensaba en ti (Jesús), porque a ti tenía presente, porque sabía que un día tu vista mortal se había de detener sobre esas bellezas, dando a Dios toda la gloria que se merece por su creación" (Estudios, Sobre los Santos Evangelios, p.204-205, fol.638).

Creados por amor, queremos servir por amor: "Esto es lo que Dios quiere a cada momento; hacer lo que hacemos con grande amor, con grande espíritu de fe, sabiendo que solamente se está sirviendo de nuestra debilidad, pero... este deleznable instrumento (que somos todas), manejado por las manos omnipotentes del Señor ¿qué maravillas no podrá hacer? No olvidemos, pues, estos grandes intereses que son: su gloria y la salvación de las almas" (Colectivas, junio 1977, V, p.4263).

Dar gloria a Dios por una vida hecha oblación

M. Inés tenía experiencia de cómo las pruebas bien llevadas glorifican a Dios: "Muchos otros cálices me hizo gustar, no solo gustar, apurar hasta las heces. ¡Cuán deliciosos todos! Pues se convertían en monedas por las almas, por los infieles; y glorificaban al Padre Celestial" (Experiencias, Diario 1944, p.134, fol.570). "Haciendo (tu voluntad), cualquiera que ella sea, estoy segura de agradarte inmensamente, por dolorosa y aniquilante que sea, por más que crucificara mi corazón y nulificara por completo mi proyecto. En esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias, Diario 1944, p.136, fol.572).

La cruz y el granito de trigo sepultado en el surco, son una señal indicadora de la gloria de Dios: "¡Me siento, padre, tan contenta de ser aún granito de trigo sepultado en la tierra, pisoteado, despreciado! La cosecha vendrá abundante; creo en el poder de Dios, en su bondad, en su amor infinito, en él, que, habiendo sacado esta obra de la nada, la tornará vigorosa, fecunda, para su gloria, para su grande gloria, en la salvación de las almas" (Fundación, 15 junio 1950, p.227). Es una actitud de fe: "La seguridad cierta de que en la humillación le glorificaré mucho más" (Fundación, 24 julio 1951, p.285).

El proceso de santidad consiste también en aprovechar las incomprensiones y los propios defectos, para humillarse y dar gloria a Dios, procurando superarse: "Bendito sea él por

Page 2: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

87

todo. A él la bendición y la gloria, y a nosotros, la humillación, el desprecio, la incomprensión. ¿Cuando llegaremos a amar todo esto? ¡Seríamos tan agradables al Señor! Y, nada de sentirse tristes por sus fallas. Esto es orgullo. Quisiéramos vernos santas desde que nacimos a la vida religiosa. La santidad se adquiere poco a poco" (Colectivas, diciembre 1978, VI, p.4417).

Siempre se puede hacer lo mejor, también cuando se ha experimentado algún fracaso, con tal que se aprenda a confiar en Dios: "La confianza en Dios todo lo puede. Una misionera clarisa debe de vivir penetrada de confianza en él; y, confiar, precisamente, cuando todo parece perdido. Es una gloria inmensa la que damos entonces a Dios. No le privemos nunca de esta dicha" (Colectivas, 14 marzo 1963, II, p.525).

Gloria de Dios: salvar almas

La gloria de Dios consiste en que el ser humano participe de la vida divina. Por esto, quien desea la gloria de Dios, se inmola por la salvación de las almas. "Quisiera manifestar a mi Dios mi sed de almas en un continuo abnegarme, en un continuo darme por amor, en un continuo mortificarme, en una alabanza y acción de gracias no interrumpidas, en un himno perenne: «Lauda, anima mea, Dominum, laudabo Dóminum in vita mea: psallam Deo meo quamdiu fuero»" (Experiencias, Diario 1944, p.127, fol.563).

Así lo expresó M. Inés cuando recibió el permiso para el Instituto pudiera misionar: "Suave impresión de gratitud, de amor, de anhelos de gloria de Dios, de conquista de almas" (Dirección, 30 septiembre 1949). "Se aproximan esos días venturosos para ellos y para nosotros. Porque nosotros Jesús dulcísimo, solo queremos tu gloria, que todos reciban tu fe, que se salven por ti" (Estudios, Sobre los Santos Evangelios, p.208, fol.642).

El deseo de salvar almas no es más que el signo de haberse contagiado del amor de Dios a toda la humanidad: "El amor de Dios a la humanidad se sintetizó en el amor a sus hermanos, para volverlos a Dios su Padre, y con esto devolverle la gloria que el hombre le había robado por el pecado" (Estudios, Excelencia de la Vida Religiosa, p.186, fol.620).

El mejor premio de la vida misionera consiste en poder gastarse para dar gloria a Dios salvando almas: "El galardón que la Religiosa Clarisa quiere recibir de su Padre celestial es: las almas. Muchas almas que le glorifiquen eternamente" (Estudios, Sobre la Regla, p.221, fol.654). "Si, Señor que te demos gloria; que seamos realmente un consuelo para ti; que hagamos tus delicias, que te salvemos muchas almas" (Colectivas, 4 noviembre 1959, I, p.16)

El ideal de dar gloria a Dios y salvar almas se concreta en la propia santificación: "Esta su madre que no desea otra cosa que la santificación de todas y cada una de sus hijas, porque saben que sólo así - santificándose personalmente - lograrán el fin principal por que el vinimos a la vida religiosa: la gloria de Dios y la salvación de las almas" (Colectivas, 1968, III, p.3752).

Ella se unía a todas sus hijas para dar gloria a Dios en todo: "Por largas que sean sus cartas, las leo con verdadero deseo y si son alegrías, glorifico a Dios, y si son penas, también, pidiéndole el remedio de ellas y haciéndolas muy mías, ya que nada pueden tener las hijas sin que sea de la madre" (Locales, 1 octubre 1954, I, p.4630).

Dar gloria a Dios: hacer de toda la vida un himno

La vida es un camino que se recorre cantando la gloria de Dios, como decía San Agustín: "Canta y camina". M. Inés quería hacer de su vida un himno para gloria de Dios:

Page 3: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

88

"Procuraré, en cualquiera ocupación que Dios quiera colocarme, hacer de mi vida un himno... que toda mi vida cante... Quiero decir un fíat profundo en todo lo que Dios permita" (Ejercicios 1943, p.433, fol.860). "Sí Jesús mío, quiero que mi vida entera sea un himno. Que mis obras todas sean un himno de alabanza, de gratitud, de adoración, a la Santísima Trinidad... Quiero transformarme en tu amor, quiero vivir de amor, quiero morir de amor" (Ejercicios 1943, p.440, fol.867).

La vida se hace un himno transformando todas las acciones en sintonía con la voluntad de Dios: "En todas mis acciones me propondré la gloria de Dios santificando todas mis obras con la pureza de intención y la entrega de ellas a Dios" (Consejos, 15 octubre 1936, p.1270). Por esto se debe hacer todo por amor, rectificando las intenciones: "Obremos siempre en la presencia de Dios, con la única mira de darle gloria, nunca pretendamos hacer nuestra voluntad" (Colectivas, 15 julio 1959, I, p.318).

Precisamente este sentido de la gloria de Dios ayuda a amar al propio Instituto santificándose de verdad. Entonces se saben apreciar las otras instituciones de Iglesia, puesto que todas ellas se dirigen al mismo fin: "Pidamos mucho unas por otras, para que nuestro instituto y todos los institutos consagrados al servicio de Dios, nos decidamos a ser santas de verdad; a dar siempre a nuestro Señor la gloria que él espera de nosotras" (Colectivas, 22 diciembre 1967, III, p.3739). "El nos conceda que nuestro instituto le de mucha gloria y que, cada uno de sus miembros se santifique en la verdad, en la sinceridad en las virtudes que son propias, de manera especial, por así decir, de nuestro instituto" (Colectivas, 6 agosto 1969, III, p.3833). "También en estos descansos se glorifica a nuestro Señor, cuando se toman por su amor y servicio" (Locales, 13 octubre 1953, I, p.4590).

La vida es hermosa cuando se gasta, con confianza y decisión, para amar y dar gloria a Dios. El tiempo vale cuando es un camino de santificación: "Es corta la vida para sufrir por un Dios tan bueno. Es corta la vida para trabajar por su gloria. Adelante, siempre adelante" (Colectivas, 1969, III, p.3873). "Las obras, para que merezcan las miradas de Dios y deposite en ellas su gracia santificadora, tenemos que hacerlas, única y exclusivamente, por su amor, por darle gloria, por servirle en el silencio, en cuanto posible, sin ser notadas. El sí que lo notará muy bien..." (Colectivas, 3 diciembre 1971, IV, p.3995).

El tema de la gloria de Dios queda ampliamente explicado en La Lira: "La misionera clarisa intercede instantemente por las almas en la hora de la adoración" (1ª parte, cap.V). El ideal es salvar almas "por la gloria que de su conversión redunda a Dios" (1ª parte, cap.VII). Hacer de la vida un himno "de gratitud y amor" a la gloria de Dios es parte integrante de la vida consagrada y apostólica (cfr. Lira, 1ªparte, cap.I, XIII, XVI; 2ªparte, cap.I).

Temas relacionados: Almas, amor, creación, Padre, Providencia, Trinidad, voluntad de Dios...

Gozo (v. ALEGRIA)

GRACIA

La vida de "gracia" es participación en la vida divina de Dios Amor (cfr. 2Pe 1,4). Cristo nos hace partícipes de su misma vida de Hijo de Dios: "Cómo me conmueve el amor infinito de mi Dios! !Qué afán en querer asimilarse a sus criaturas! En ser una sola cosa con ellas, conmigo. Sí, así es por la fe, por la gracia, por ese creer en su palabra divina. La misma

Page 4: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

89

sabia corre por las venas de Jesús y por las mías, somos hermanos. El Padre Celestial, el divino Padre, con amor paternal riega, poda, cuida la vid que él ha plantado con tanto esmero, porque él mismo quiere que seamos una sola cosa con su Hijo muy amado" (Estudios, Yo soy la vida, p.275, fol.706).

Cuando se vive en caridad, Dios, que ya está presente por su inmensidad, se comunica a sí mismo por una nueva presencia que se llama de "inhabitación" de la Santísima Trinidad en nosotros: (cfr. Jn 14,23): "Que la Augusta Trinidad more de continuo, por la gracia, en nuestras almas" (Estudios, Al eterno Padre, p.301, fol.729).

Gracias al bautismo, el cristiano es hijo de Dios y puede participar en los sacramentos: "Lo que tú has depositado en mi alma: Tu imagen divina que has grabado en ella, y la has hecho el tabernáculo de esa Santísima y Augustísima Trinidad, en el día feliz de mi bautismo, en que vine a ser hija tuya; y de ahí, la gracia santificante, el privilegio de usar de tus sacramentos, de comerte, por la Eucaristía, ¡Dios inmortal! y guardarte, por la gracia, en lo íntimo de mi corazón" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.71, fol.510).

Esta vida nueva de la gracia es infinitamente más valiosa que toda la creación. Por esto el alma se llena de gratitud:: "Y la mía (mi alma), ansiosa de pagarte lo que por ella has hecho, sin merecerlo, ¿se quedaría insensible a los gritos de la naturaleza que le dice: toda nuestra belleza, toda nuestra grandeza, todo nuestro esplendor, toda nuestra variedad, toda nuestra capacidad, no es nada comparada a la de un alma en gracia? no es nada comparada a la de un alma en gracia que corresponde a los designios de su Dios haciéndose por esto cada vez más bella, más semejante a su Creador, ahondando su capacidad para recibir con mayor abundancia los efluvios divinos" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.73, fol.511).

Para agradecer a Dios la vida de gracia, se invita a toda la creación: "Que sus corazones estallen en agradecimiento contemplando esas obras visibles de tu poder, para que de ahí pasen a esas otras más maravillosas, aunque invisibles, que se operan en el fondo de las almas que corresponden a tu gracia" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.75, fol.513).

Cristo, por la Encarnación y Redención, nos ha comunicado todos estos dones salvíficos de Dios: "Ah Jesús, gracias infinitas, por haberte decidido a bajar del cielo. Con ello nos has dado: tu Padre, el Paráclito, tu Madre, tu gracia, tu Iglesia; y con ella tus Sacramentos, tus dogmas, tu Palabra, tu perdón, tu Eucaristía; y al fin de nuestra jornada, como lo esperamos en tu misericordia infinita, la perseverancia final, y con ella la entrada triunfal a tu gloria, para reinar contigo por los siglos de los siglos" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.78, fol.516).

El mayor bien que podemos hacer a todo ser humano consiste en ayudarles a recibir los dones de gracia. El apóstol es un instrumento para este fin: "El bien que hagamos a las almas tiene su raíz y razón de ser en la gracia de Dios, que se sirve de nosotros como simples instrumentos, instrumentos que, le serán tanto más útiles, cuanto nuestra unión con él sea más perfecta" (Experiencias, Diario 1944, p.148, fol.584).

Pero hay que vivir con fidelidad y generosidad la vida de gracia, sin tacañerías ni tibiezas: "La gracia nos hará pasar del mal al bien, de la imperfección a la virtud, de la tibieza a una vida fervorosa; tal es la ardiente labor de la gracia en nosotros. Y esta labor será tanto más activa y fecunda, cuanto nosotros nos prestemos más a su acción saludable" (Consejos, Santa Clara, p.1343).

Un "alma" en gracia es más bella que cualquier obra hermosa de la creación: "¡Oh belleza de la nieve blanca y pura, cómo te pareces a la belleza del alma en gracia; a la belleza

Page 5: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

90

del alma, rehabilitada por la sincera confesión, adquiere nuevamente su blancura perdida. Y si tanto nos encanta ese sublime espectáculo de la naturaleza, qué no será el de un alma pura hecha a imagen y semejanza de Dios, y destinada a amarles eternamente en el cielo?" (Consejos, blancura de nieve, 1958, p.1386). "Y si pudiéramos contemplar una alma en gracia, nos quedaríamos extasiadas ante tanta belleza. El océano no es nada comparado con las bellezas increadas que oculta una alma que vive de Dios y únicamente para él" (Colectivas, 22 abril 1953, I, p.38).

Completar con otros temas: Almas, bautismo, Espíritu Santo, Padre, Santidad, Trinidad (inhabitación).

GRATITUD

Dar gracias a Dios por todo

Todas las cosas y todos los acontecimientos se pueden convertir en un himno de alabanza a Dios, porque "todo es gracia" (según la expresión de Santa Teresita): "Y ese himno de su gratitud y de su amor resonará en el arpa de su corazón tanto más armonioso, tanto más dulce, tanto más DIVINO, cuantos más sean los dolores que tenga que soportar, cuantas más sean las penas que agobien su corazón, cuantas más grandes y frecuentes sean las luchas que tenga que sostener con el enemigo de su alma" (Lira, 1ª parte, cap.I).

La gratitud para con Dios debe ser una actitud habitual, en todas las cosas y acontecimientos: "Demos gracias a Dios, hijas, por todos los favores que nos concede, sin merecerlos. Que todo sepamos referirlo a él, de quien depende, de quien nos viene todo don" (Locales, 29 agosto 1962, III, p.5001). "Siempre hay que agradecer a Dios las alegrías y los dolores, las penas y las dulzuras. Todo nos viene de él, que es siempre Padre, Hermano y Amigo, y Esposo" (Locales, 20 julio 1969, IV, p.5193). La oración dirigida al Padre ("Padre, me pongo en tus manos") es un himno de gratitud filial.

Ser agradecidos siempre

La gratitud era habitual en la vida de M. Inés, deseando que esa virtud se reflejara en toda su familia misionera: "La confianza plena sólo debe estar en nuestro Señor, el moverá las voluntades, los corazones. Cuando estos nos hacen bien hay que agradecerlo primero a Dios, después a la criatura (y conste que yo sé agradecer muy profundamente y para siempre, aunque después me fallen)" (Dirección, 22 febrero 1950, p.209). Ella miraba siempre el lado positivo de las cosas para alentar, estimular y agradecer (cfr. Colectivas, IV, p.4057.

Jesús era muy sensible a la gratitud e ingratitud: "En ocasiones, lo que más me ha costado, y más ha herido el corazón, es la ingratitud... Pero Jesús también pasó por esa prueba; y nosotras debemos pasarla, porque nunca es mayor el siervo que el Señor" (Colectivas, 12, mayo 1960, II, p.379). "Qué hermoso, y cuanto gusta ver un corazón agradecido. Con razón nuestro Señor en su vida mortal fue de lo único que se quejó: de la falta de gratitud. Como lastima, en verdad, la falta de gratitud. Sepamos pues hijas, saber siempre agradecer a nuestro instituto que tanto se preocupa por nuestra santificación y por nuestro aprovechamiento, pero mucho más sepamos agradecer a nuestro Señor todo lo que hace por nosotras, momento por momento, con su divina gracia. ¡Jamás seamos mal agradecidas!" (Colectivas, enero 1961, II, p.409).

Dios se complace en las almas agradecidas: "Hijas, el corazón agradecido es muy grato

Page 6: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

91

a Dios" (Colectivas, 5 abril 1965, II, p.608) "Debemos siempre mostrarnos agradecidas; la ingratitud es algo tan... negro, que nuestro Señor solamente de eso, y de la hipocresía, se quejó" (Colectivas, agosto 1968, III, p.3765).

La gratitud es una virtud poco frecuente. Por esto hay que actuar sin esperar el agradecimiento de los demás. Es lo que hoy se llama "gratuidad":: "En estos tiempos parece que la gratitud es una cualidad, una virtud, que va desapareciendo. Y Jesús, en su vida mortal, solamente se quejó de la hipocresía y de la falta de gratitud" (Colectivas, noviembre 1970, IV, p.3922; cfr. IV, p.4037). "No esperemos comprensión de los humanos, somos deleznables, y mucho menos gratitud; es ésta una virtud tan rara, pero que yo quisiera que existiera muy profunda en el corazón de toda misionera clarisa, eso sí: gratitud a Dios primero, a su Madre Santísima, a nuestros padres a quienes debemos la vida, a la congregación que se dignó aceptarnos en su seno, (porque, de verdad, es una dignación; son tantas las almas que llaman a las puertas y no pueden ser recibidas), y a todos aquellos que, de una manera o de otra, nos hacen el bien; gratitud a aquellos a quienes nos persiguen y maltratan y calumnian. No lo parece, ¿verdad? ¡pero son grandes bienhechores!" (Colectivas, 4 octubre 1978, VI, p.4383). "¡Es tan bonita la gratitud! Pero cuántas veces escasea" (Colectivas, 4 octubre 1978, VI, p.4440).

Dimensión misionera de la gratitud

Hay que dar gracias especialmente por los frutos conseguidos en la labor apostólica: "Nuestro Señor quiso hacerlo así, para darnos el ejemplo, para que lo imitásemos, para que aprendiéramos a no emprender ninguna obra, grande o pequeña, sin consultárselo primero en la oración. Y luego, que aprendiésemos también de él, a encerrarnos en una oración sabrosa, dando a él las gracias con la más íntima alegría, y en el más profundo anonadamiento de nuestro ser, por la obra llevada a cabo" (Estudios, Sobre la Regla, p.255, fol.687).

El celo misionero de querer comunicar la fe, nace de la gratitud por haber recibido esta fe: "Todo esto Jesús, quisiera enseñar a los paganos. Quisiera que hicieran de sus almas una lira que continuamente estuviera dirigiendo al cielo los dulces, tiernos, ardientes, inefables acentos que deleitaran tus oídos e hicieran descender a torrentes las gracias sobre ellos y sus conciudadanos. ¡Los acentos de la gratitud tienen el privilegio de conmoverte hasta la debilidad. Sí Jesús" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.87, fol.525). "La gratitud por los beneficios recibidos desbordaba de mi corazón convirtiendo en monedas mis acciones todas, desde las más costosas a la naturaleza, hasta las más triviales" (Estudios, Hija, ¿me amas?, p.177, fol.612). "Santa Teresa decía que a una persona que le hubiese dado una aceituna, no la olvidaba jamás. ¿Qué será cuando se ha recibido tantos bienes de Dios?" (Colectivas, 29 septiembre 1971, IV, p.3971).

El espíritu misionero también se demuestra en la fidelidad al propio carisma misionero y en el amor a la propia institución misionera: "Todas debemos ser agradecidas con nuestro Señor y con la comunidad que nos ha ayudado a realizar el ideal misionero. Ya verán, hijas, cómo debemos corresponder a esas gracias. En primer lugar trabajando por nuestra propia santificación, siendo obedientes, caritativas, muy cumplidas con nuestros deberes y muy unidas" (Locales, septiembre, 1958, II, p.4828).

La gratitud es una nota característica de la espiritualidad misionera. Por esto M. Inés decía: "Yo siempre he enseñado a ser agradecidas" (Colectivas, abril 1969, III, p.3814). Ver otras citas en que aconseja siempre ser agradecidos, con detalles concretos, hacia todos cuantos nos hacen algún bien. Es un medio muy concreto y eficaz de apostolado. Ella recuerda con frecuencia esas bondades: Colectivas, II, pp.387, 401, 425, 465, 601, 603; III, pp.3703, 3717;

Page 7: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

92

IV, pp.3974, 4057, 4064; V, pp.4175, 4257; VI, pp.4370, 4483. Locales: I, pp.4584, 4670.Completar con: Creación, Eucaristía, Gloria de Dios, Providencia.

GUADALUPE

Repetidamente, M. Inés deja constancia de su relación filial con la "morenita" del Tepeyac, invitando con frecuencia a sus hijas e hijos espirituales, a dirigirse a la Virgen de Guadalupe en el camino de la santidad y de la misión. Escribe como si intuyera que su profunda experiencia mariana guadalupana fuera un bien que tenía comunicar a todos.

Su experiencia personal

Repetidamente, M. Inés recuerda la experiencia de encuentro con María, que ella califica de conversión. Fue el 12 de octubre de 1924, cuando ella tenía 20 años, durante el Congreso Eucarístico Nacional de México, ante la imagen de Guadalupe de la parroquia de San Miguel, Guadalajara, donde era párroco el Sr. Camacho (obispo de Tabasco, desde 1930), quien era su director espiritual durante esos primeros años. Entresacamos sólo algunas afirmaciones: "Fue ella, la dulce María, la Reina del cielo, la que fue esta vez más que nunca la Madre mía... en esta ocasión, me dio a luz, por así decir, en una irradiación de amor, de amor guadalupano, allá, por el año de 1924, cuando celebraba México el primer congreso Eucarístico... A sus pies, ante esa imagen idolatrada de la Morenita, se obró en mi alma esa transformación radical... abriéndome sus maternales brazos, en una efusión de ternura, e invitándome a ir a ellos con una sonrisa inefable, no pude menos de arrojarme en su regazo" (Experiencias, María es mi Madre, p.59-60, fol.499).

Esta experiencia la recordará repetidas veces, con matices enriquecedores. Así lo hace el año 1943 (ver: Experiencias, p.67, fol.505-506). Al escribir a su Director espiritual (P. Fidel Chauvet OFM), en enero de 1949, resume nuevamente esta experiencia del año 1924 y añade matices interesantes en relación con la doctrina mariana de San Luís María Grignon de Montfort: "Desde ese momento María me enamoró; no sabía vivir para Jesús si no en ella... No vivía un solo instante que no estuviera unida a Dios por María" (Dirección, p.137, fol.1057).

Pero hay otra experiencia profunda de relación con María, que tiene repercusiones en toda su vida y en toda su obra misionera. Se trata de la fuerte inspiración que tuvo el día de su votos temporales (12 de diciembre de 1930), ante la imagen de la Virgen de Guadalupe que presidía la capilla. Habrá que dejarla hablar a ella misma; recogemos sólo algunas afirmaciones esenciales. Lo recuerda en carta a su director espiritual: "Ella me hizo una promesa en el día de mi profesión, promesa formal y solemne que yo se la recuerdo, y le pido la cumpla, la cual tengo escrita al dorso de una imagen suya; voy a transcribir aquí la última frase: «Si entra en los designios de Dios servirse de ella para las obras de apostolado, me comprometo a acompañarla en todos sus pasos, poniendo en sus labios la palabra persuasiva que ablande los corazones y en éstos la gracia que necesitan. Me comprometo además, por los méritos de mi Hijo, a dar a todos aquellos, con los que ella tuviera alguna relación, y aunque sea tan solo en espíritu, la gracia santificante y la perseverancia final»" (Dirección, p.98, fol.1018, carta de 1942; se repite literalmente en: La lira, 2ª parte, cap.X).

En una nota manuscrita, sin lugar ni fecha, aunque ciertamente escrita después de la fundación misionera en 1945 (puesto que habla de sus hijas que la vienen a visitar), deja constancia de la misma experiencia del 12 de diciembre de 1930: "Anoche recordé algunas de las palabras, que, el día de mis votos temporales me pareció escuchar de labios de la Sma. Virgen, (o mi imaginación las puso en labios de ella), sobre las cuales palabras quizá mi

Page 8: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

93

corazón fue ahondando sus ansias de conquista de almas, aun cuando mi vida era contemplativa, y no hubiera querido salir de ella"... (sigue el texto que hemos recogido arriba). Luego añade: "Fueron como un punto de apoyo en «mi lucha por la santidad», un arco iris, un sostén y una fuerza en mi confianza por llevar almas a Jesús" (Ejercicios, sin año preciso, p.493, fol.914).

La dimensión misionera de la devoción guadalupana

Su actitud personal y misionera, que ella quiere transmitir a toda su familia espiritual, se concreta así: "Al esconderme en María, al fijar mis ojos enamorados en la hermosísima efigie que ella misma nos dejó pintada con sus maternales manos, ¡de qué no me siento capaz!... ella será mi aliento, mi fuerza, mi escudo; ella será el timonel de la débil barquichuela que debe llevar a remotas tierras la fe de su Hijo" (Experiencias, p.146, fol.582).

La experiencia del 12 de diciembre de 1930 (que hemos resumido más arriba) queda también matizada con la promesa de hacerla amar de todas las naciones: "Y fue entonces, en el día de mi profesión temporal: el 12 de diciembre de 1930, cuando le prometí hacerla amar del mundo entero, a ella, a mi Gualupita, a mi Morenita, a mi reina (Ejercicios 1950, p.460, fol.886). Y de nuevo lo recordará el año 1977 (Autobiografía).

Precisamente de los años 1930 y siguientes, son los cinco cuadernitos, en los que anota: "Siento grandes deseos de ser misionera, de compartir con los misioneros sus trabajos apostólicos; ya que esto no me es dado (por ahora, pues presiento que algún día se me dará)" (Experiencias, p.25, fol.466). Es la misma conclusión a que llega más tarde, escribiendo a su director espiritual: "La llevaré conmigo... la haré amar, ella presidirá la Capilla en donde se oculte su Hijo Sacramentado, ella trabajará conmigo, en mi, yo lo haré todo por ella, y ella extenderá el reino de su Hijo en todos aquellos paganos que aún no le conocen (Dirección, p.98, fol.1018, año 1942). Y algo parecido afirma en los Ejercicios de 1950, p.460, fol.886.

Matices especiales de la espiritualidad misionera guadalupana

Los resumimos sucintamente, invitando a su lectura o estudio. El título de la Inmaculada lo relaciona con el título de Guadalupe: "Inmaculada vestida de Gaudalupana", "nuestra Madre Santísima de Guadalupe será nuestra patrona". Relación con la misión: "Ella será quien atraiga los corazones de los infieles para ofrendarlos a su Hijo". Es también estrecha la relación con la Eucaristía: "Donde esté María de Guadalupe estará Jesús y Jesús manifiesto (en su custodia)" (Experiencias, María ha escogido la mejor parte, p.117-118, fol.554-555; ver también: Estudios, p.309, fol.736). M. Inés está segura de que la devoción a María, con el título de Guadalupe, será como "imán" que atraiga a todos los corazones y a todos los pueblos a la "conversión" (Experiencias, Diario 1944, p.130-131, fol.566-567; cfr. ibídem, p.72-73, fol.510-511; p.96, fol.533; p.108, fol.545; p.149, fol.585).

No se trata de ideas frías o de calculadora, sino de la "ternura" materna de María: "Esos pueblos te esperan; quieren que los llames tus pequeñitos, tus delicados, tus xocoyotls... quieren poder llamarte: Madre " (Diario 1944, pp.130-132, fol.566-567). Con esta perspectiva mariana se aceptarán mejor los dogmas cristianos: "la Encarnación, la Redención, la Eucaristía" (Experiencias, p.146, fol.582).

A la Virgen de Guadalupe confiaba toda la obra y familia misionera: "Mi dulce Morenita es el alma de esta obra misional... y ... Ella lo hará todo" (Dirección, p.188, fol.1106). "La Obra es por ella y en ella para Dios... Virgen Santísima de Guadalupe,... guarda siempre entre tus manecitas que se unen para orar, a todas y cada una de estas tus hijas, para que,

Page 9: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

94

escondidas así cabe tu virginal corazón, podamos pasar por el mundo haciendo el bien" (Ejercicios 1950, p.468, fol.894; cfr. p.478, fol.904; ver también: Dirección, pp.212-213, fol.1130; p.246, fol.1162; cfr. la autobiografía del año 1977).

En La Lira destacan estos aspectos: María Madre e intercesora (1ªparte, cap.V), misión universal (2ªparte, cap.VI). En el cap.VI de la 2ª parte, se resumen casi todos los aspectos (incluyendo la experiencia de 1930).

Ver citas de los otros escritos para ampliar los contenidos: Consejos, pp.1261, 1364, 1370, 1375, 1398; Estudios, pp.151-154, 189, 191, 295, 301, 302, 308-313; Familia, I, pp.1462, 1488; Circulares,I, pp.5523, 5736; Fundación, I, pp.66, 68, 81, 99, 134, 167, 203; Colectivas, II, pp.408, 438, 461, 534; III, pp.3663, 3704, 3713, 3759; IV, pp.3896, 3987; V, pp.4175; VI, pp.4460s; Locales, II, pp.4871; III, pp.4970; IV, pp.5232, 5276.

Temas relacionados: Inmaculada, María, Promesa, etc.

Page 10: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

95

H

Hijo pródigo (v. EVANGELIO, MISERICORDIA)

Himno (v. LIRA)

Historia de un alma (v. TERESA DE LISIEUX)

HUMILDAD

La humildad es la verdad que confía audazmente en el amor

Uno de los temas más frecuentes de M. Inés es el de la misericordia divina, experimentada, a la luz del evangelio, en la propia nada o miseria. De esta actitud humilde brota la confianza, la audacia y el amor: "Y actos de este mismo amor, que al salir de un corazón íntimamente convencido de su nada, de su impotencia, de su nulidad, pero fortalecida con esa confianza audaz en su Dios tan grande, tan inmenso, omnipotente, infinito, lleno de misericordia y amor, el alma llega a sentirse creadora con él" (Experiencias, Diario 1944, p.124, fol.560).

La imitación del corazón humilde de Jesús lleva al conocimiento propio y a un amor incondicional hacia él: "Aumenta Dios mío el conocimiento hacia Ti para amarte como mereces; aumenta mi conocimiento respecto a mi, para despreciarme sinceramente; y así Jesús mío, llegaré a imitarte cuanto deseo" (Ejercicios 1933, p.333, fol.760).

Por esto, M. Inés, ya desde el comienzo de su vida consagrada, tendía a "un mejor conocimiento de su nada" (Experiencias, Diario 1932-1934, p.42, fol.482). Se consideraba como un "pobre gusanillo rescatado con la sangre del Hijo" (ídem, p.43, fol.483). Así lo enseñará durante toda su vida: "La humildad sólo se logra en la comprensión vivida, palpada, de nuestra nada y miseria" (Circulares, fin de año 1957, I, p.5521).

Este conocimiento humilde de sí mismo, que lleva hacia el amor, es una gracia, un don de Dios: "Si la humildad es el fundamento de toda espiritual, es pues fundamental la comprensión vivida, de esta palabra: soy criatura, de donde se deriva toda nuestra justificación" (Ejercicios 1941, p.377, fol.804).

Hay que pedir esta gracia de la humildad y disponerse para ella con propósitos concretos: "¡Oh humildad de mi Jesús, enséñame a ser humilde!" (Experiencias, Cinco cuadernitos, p.21, fol.461). "Pediré todos los días la virtud de la humildad y la practicaré en mis pensamientos considerando lo que yo soy por mi misma: PECADO, MISERIA y un cúmulo de imperfecciones... Practicaré la humildad en mis modales, que sean siempre sencillos, sin nada de afectación, sin procurar QUEDAR bien o parecer mejor. Seré humilde en mis palabras no diciendo nada con el fin de parecer instruida o inteligente, sino que SENCILLAMENTE diré BIEN lo que tenga que decir. Seré humilde en la ejecución de mis obras, en el cumplimiento de todos mis deberes, en mis quehaceres cotidianos sin buscar el aplauso de nadie, sino únicamente el agrado de Dios, el consuelo de mi Madre celestial, y el bienestar y la paz de todos los que me rodean, para cooperar con todos a la gloria de Dios" (Consejos, 15 octubre 1936, pp.1265-1266).

Necesidad de la humildad para santificarse

Page 11: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

96

La humildad es necesaria para santificarse. Se aprende de Jesús presente en la Eucaristía: "Y en la divina Eucaristía, es también este su continuo grito: Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón. Y yo que le escucho, que lo adivino en todas las cosas, ¿no aprenderé de este divino Maestro a ser mansa y humilde como él?. Si tú, Jesús mío, esculpes en mi corazón esta sentencia con letras de fuego, él no rehusará seguirte en la humillación; hazlo así, te lo pido por el corazón humildísimo de tu Madre, porque, para hacer tus delicias quiero ser: mansa y humilde de corazón" (Estudios, Aprended de mí..., p.175, fol.610). M. Inés comenta otras veces la invitación de Jesús a imitar su humildad (cfr. Estudios, Lo que me dice el cuadro de la Anunciación, p.182, fol.626).

La humildad de Jesús empieza en la Encarnación, viviendo ocultamente en el seno de María: "Nadie, porque nadie, ni tu padre putativo san José, conocían, el misterio oculto en el tálamo virginal de María. Aquí me enseñas a ser humildad, a que ame la obscuridad y el olvido, el desprecio de todo lo que no seas tú o a ti me lleve" (Estudios, Sobre los santos Evangelios, p.212, fol.645). Y será siempre, con la obediencia, virtud preferida: "La humildad en adelante es su alimento cotidiano" (Estudios, Sobre la Regla, p.223, fol.655).

Por ser el fundamento de la vida espiritual, la humildad hay que practicarla continuamente: "Pondrás sumo empeño en adquirir la humildad que es el fundamento de la vida religiosa y de toda virtud sólida; amarás el ser humillada, olvidada; buscarás con alegría los trabajos más humildes, los que más repugnen a la naturaleza, considerarás como tu lugar propio y el que mejor te corresponde: EL ULTIMO, imitando a tu dulce Jesús que en su vida mortal sólo buscó desaparecer y ser despreciado" (Lira, 1ª parte, cap.IV).

El esfuerzo debe ser cotidiano, sin desmayar: "Cada día procurarás perfeccionarte en esa tendencia constante de subir por la áspera montaña de la perfección, a la que se sube, abajándose por la humildad" (Lira, 1ª parte, cap.XV). La vida de entrega a Dios necesita, desde el principio, tener esta orientación de la humildad: "El postulantado y el noviciado, tienen ante todo el fin de iniciar, de preparar al alma a una intensa vida de oración, a una continua unión con Dios, a una intimidad amorosa y filial con él y con María Santísima, y, como consecuencia de todo esto a un amor grande a todas las virtudes, y muy especialmente a las virtudes ocultas, como la humildad, base que debe ser, de todo el edificio espiritual que debe levantar en su alma" (Estudios, La Sma. Trinidad misionera, p.166, fol.602).

Aunque todas las virtudes derivan de la caridad, no puede existir ninguna virtud sin la humildad: "Qué cúmulo de gracias para nuestra alma, viviendo en esa perpetua humildad, en ese continuo abajarse a sus propios ojos y a los de los demás. Con la humildad vendrán todas las virtudes" (Estudios, Sobre la Regla, p.259, fol.691).

En la escuela de la humillación

M. Inés, como puede leerse en su biografía y en muchos de sus escritos, aprendió la humildad aprovechando las numerosas humillaciones por las que tuvo que pasar. En esas pruebas vio siempre la mano de Dios que la purificaba: "No es un fantasma una humillación que me sobreviene cuando menos lo pienso; es Dios quién se envuelve en ella para irme enseñando, prácticamente, a ser humilde" (Estudios, Sobre la Regla, p.356, fol.689). "Esta voluntad divina se me presenta en mil circunstancias, aunque se manifieste disfrazada. Una humillación que me viene de pronto y deja a mi naturaleza como sofocada; pero pienso luego en Jesús que tantas sufrió por mi amor; en sus intereses que necesitan de estas moneditas, y todo cambia de aspecto; la humillación me parece amable; y si sigo luchando y rogando por amarla de veras, con la gracia de Dios llegará a serme un sustento dulce y necesario" (Ejercicios 1933, p.321, fol.749).

Page 12: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

97

De las humillaciones, vividas con espíritu de fe, aprendía humildad y caridad: "Mi agradecimiento al padre, que así hundía el grano de trigo en el surco, era inmenso y alegre. Lo considero como mi principal bienhechor" (Ejercicios 1944, p.449, fol.876). "Dios mío te amo, tú sabes que te amo, y en ti amo a todas las criaturas que me hacen bien, de cualquier género que sea, ya que también es un gran bien los desprecios y las humillaciones" (Ejercicios 1950, p.461, fol.887).

Ser instrumento en las manos de Dios

Un instrumento en las manos de Dios tiene que ser dócil y responsable. El instrumento es débil, la acción de Dios es poderosa: "Ya cuando el Señor quiera valerse de ti, que al fin todo don de El viene, El hará que se descubran tus talentos y se utilicen y entonces, tanto cuanto estuvieron encubiertos con el velo de la humildad, que tu pusiste sobre ellos, tanto hará el Señor que sirvan para honra suya y bien de las almas" (Lira, 1ª parte, cap.VII; ver también 2ª parte, cap.VI y X).

Para que la humildad del instrumento sea auténtica, ha de haber confianza en Dios providente: "Que él sabe hacer grandes milagros en favor de las almas confiadas; que quiere nos despreciemos sinceramente, que amemos nuestra abyección, y que, lejos de desalentarnos al comprobar nuestra nulidad, lo esperemos todo de su misericordia" (Experiencias, Hombre de poca fe..., p.90, fol.527).

Es la humildad del granito de trigo que se deja hacer por Dios, confiando en su acción salvífica. "Me siento contenta y alegre de ser todavía el granito de trigo que tiene que morir para fructificar. Pero como yo no aprendo a morir a mí misma, nuestro Señor me cubre de tierra; quiere que sea humilde, ya que es la virtud que más falta me hace" (Dirección, 15 mayo 1950, p.217).

Ser instrumento vivo y responsable no es pasividad, sino entrega confiada: "Y para esto, no necesitas más que tomar instrumentos, que quieran dejarse hacer en tus manos; por mi, aquí me tienes; yo quiero dejarme manejar por ti.... Señor, mi fuerza, mi poder, mi confianza, mi fe ciega, está en mi miseria, puesta al servicio de tu misericordia. Con esto lo digo todo" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.80, fol.518). Refiriéndose a sus futuras misioneras, ora así al Señor: "Sírvete de nosotras como de un instrumento para tu gloria. Sírvete de nuestras vidas, de nuestra inteligencia, de nuestro corazón, de nuestro amor; conviértenos en fuego para que abrasemos al mundo entero; y así nuestra miseria, puesta al servicio de tu misericordia, obrará maravillas" (ibídem, p.85, fol.523).

Ella misma muestra actitudes personales de humildad y autenticidad, reconociendo sus limitaciones. Por ejemplo: Colectivas, II, pp.378, 508-509; III, pp.3756, 3823; V, pp.4261, 4290s; VI, pp.4325, 4399, 4466, 4484, 4509. Locales, I, pp.4595, 4698, 4719; II, p.4802; III, pp.4977, 5018; V, pp.5388, 5406, 5426. Ella se considera un instrumento débil y dócil, por el que Dios puede hacer grandes cosas: Experiencias, pp.27, 34, 63, 72, 79s, 80, 84-5, 89, 91, 105, 107, 113, 130, 135, 148. Estudios, pp.190, 193, 216, 255, 257, 318. Dirección, p.122. Fundación: pp.75, 95, 99, 124, 134, 147, 183, 188. Colectivas: I, p.48; III, p.3663; III, p.3713; IV, pp.4048s, 4059, 4062s, 4094, 4094; V, pp.4263, 4290; VI, pp.4399, 4453, 4472. Locales: I, p.4595; II, p.4864.

Otras citas sobre la humildad, además de las indicadas: Colectivas, I, pp.16, 23, 115, 195, 235; II, pp.364, 436, 440, 472, 507, 510, 563, 590; III, pp.3698, 3700, 3787s, 3816, 3845; IV, pp.3969, 4001, 4006, 4017, 4028, 4060, 4094; V, pp.4120, 4149, 4233, 4275, 4309; VI,

Page 13: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

98

pp.4406, 4450, 4490, 4518. Locales, I, pp.4592, 4597; II, p.4919; II, pp.4990, 5001, 5005, 5045; IV, p.5234.

Completar con los temas: Navidad, Nazaret, obediencia, voluntad de Dios.

Humor (v. ALEGRÍA, SONRISA)

Page 14: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

99

I

IGLESIA

Amor a la Iglesia

Los escritos de M. Inés rezuman amor a la Iglesia, sin ninguna reticencia. Ella es un alma enamorada que quiere ser, a ejemplo de Santa Teresita, "el amor en el corazón de la Iglesia". "Quiero hacer mías las palabras de tu virgen santa Teresita; «En el corazón de mi Madre la Iglesia, yo será el amor!!!" (Ejercicios 1950, p.459, fol.886; cfr. Dirección, p.138, fol.1058).

Este es el amor eclesial que propone a sus hijas: "El ejemplo que nos parece tan sencillo de santa Teresita... cómo supo decir que ella, en su madre la santa Iglesia, seria el amor. Que así digamos cada misionera clarisa; yo seré en el corazón de la Iglesia: el amor" (Colectivas, noviembre 1977, V, p.4277). "Amemos siempre a la Sta. madre Iglesia, al instituto que nos ha hecho realizar nuestra vocación, y correspondamos con todas nuestras fuerzas a lo que nos piden de santidad, que es precisamente a lo que nosotras libremente nos hemos comprometido. Amemos siempre a la madre santa Iglesia" (Colectivas, mayo 1972, IV, p.4040).

Se puede decir, basándonos en sus mismas palabras, que el amor a la Iglesia forma parte esencial del carisma de toda la familia inesiana: "Nuestra Congregación no se puede comparar, tan pequeñita es, a la Iglesia, pero es parte de ella, y cómo quisiera que, en este organismo sagrado, nuestro Instituto fuera, por el amor, el corazón" (Colectivas, noviembre 1977, V, p.4290). Es un amor filial traducido en fidelidad: ... "la Iglesia, de quien con inmenso orgullo, nos llamamos hijas" (Consejos, Doc.00476, p.1253). "Amando tanto a nuestra madre la santa Iglesia católica apostólica y romana en la que nuestro Señor ha querido que naciéramos por su infinita misericordia" (Consejos, Testamento espiritual, 27 diciembre 1980, p.1366).

Este amor a la Iglesia exige formarse (leer, estudiar) sobre la realidad eclesial: "Para más conocer y amar a la Sta. Iglesia, mi Madre me instruiré en obras aprobadas que traten de estas materias" (Consejos, Doc.00476, p.1265). "Aquí en Roma habrá una reunión de Sups. generales en noviembre. Quisiera estar presente, pues creo no dejará de estar interesante, ya para que esta pobre vaya poniéndose al tanto de todo lo que la Iglesia sugiera para estos tiempos" (Colectivas, 24 julio 1969, III, 3831).

Extender el Reino, construir la Iglesia

El amor y fidelidad a la Iglesia se traduce en el celo misionero de extender el Reino de Dios y salvar almas: "Por esto Jesús mío, tú has puesto en el fondo de mi corazón que, para hacer mucho bien en tu Iglesia santa, para ser verdaderamente útiles a las almas, y poderlas salvar, necesitamos: la oración, el sacrificio y la acción" (Experiencias, María ha escogido..., p.106, fol.543).

Pertenecer a la Iglesia, como Pueblo amado de Dios es una gracia que reclama agradecimiento y cooperación para la extensión del Reino a todos los pueblos: "Por su misericordia ya somos su pueblo, un pueblo que le acaba de nacer... Que todos, Jesús mío, todos, puedan decir esto. ¡Qué triunfo para la Iglesia! ¡Qué regocijo en el cielo por la conversión de tantos pecadores! Y qué regocijo para nosotras, para tus esposas, para tus esclavitas, haber cooperado con su granito de arena, a la extensión de tu reino sobre la tierra!... con ese santo orgullo que se experimenta al ser hijo de la Sta. Iglesia, tu inmaculada e infalible

Page 15: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

100

esposa" (Estudios, Postula a me..., p.191-192, fol.624-625)

Estos ideales misioneros los manifiesta M. Inés desde sus escritos iniciales, en relación con la profesión perpetua: ..."las ansias de trabajar, en la soledad de mi convento, para que la Sta. Iglesia, Madre Reina, con Cristo Rey, reine en paz y gobierne a sus hijos con las dulces, fuertes y verdaderas enseñanzas, que los conducirán al cielo" (Experiencias, Diario 1932-1934, p.51. fol.491).

Ella oraba y pedía oraciones por el Papa y por la Iglesia. "Pidamos también por tantas necesidades mundiales de nuestra Madre la santa Iglesia" (Colectivas, noviembre 1969, III, p.3846). Así, por ejemplo, con ocasión de rezar el rosario: "En el repaso de los cinco Misterios, en los que medita los privilegios de la Madre de Dios, le entrega, con amor infantil, las necesidades todas de su alma, los intereses todos de Jesús... representándole, con viva fe, las necesidades de su Madre la Santa Iglesia, que son SUYAS PROPIAS" (Lira, 1ª parte, cap.VIII).

Esta oración por la Iglesia y con la Iglesia tiene lugar de modo especial en la Liturgia de las Horas: "Mediante el Oficio Divino, en su glorioso desempeño, la Religiosa está unida a toda la Iglesia y con ella clama, adora, pide favores y expía por sus pecados y por los de todos los hombres" (Lira, 2ª parte, cap.IX).

La Congregación misionera ocupa un lugar especial dentro de la Iglesia: "Derrama sobre todas tus hijas los raudales de tu amor, para que viviendo exclusivamente para ti, por ti, y las almas, en María, cumplamos en tu Iglesia el papel que se nos ha confiado" (Ejercicios 1950, p.471, fol.897). Así se imita el amor de la Santísima Virgen a la Iglesia: "Como le recomendaría Jesús su Iglesia naciente! con que ternura le pediría se encargase Ella misma de mecer su cuna!" (Ejercicios 1941, p.426, fol.853).

Servir a la Iglesia con la propia responsabilidad, es una tarea prioritaria: "Todas somos responsables de la buena marcha y la santidad en la santa Iglesia de una manera especial en nuestro querido instituto" (Colectivas, 28 agosto 1971, p.3961). M. Inés lo aplica también a fundación de vanclaristas: "Uno de mis más grandes deseos era ver crecer y desarrollarse en la Iglesia y para servicio de la Iglesia, Madre tan querida, esos nuestros grupos de Vanguardias Misioneras" (Colectivas, 19 noviembre 1970, IV, p.3930).

Iglesia inconmovible en medio de las dificultades

La Iglesia camina siempre entre tempestades y pruebas, las cuales hacen patente su origen divino y su fuerza inquebrantable: "Al fundar tu Iglesia, desposándote con ella, la hiciste divina como Tú, le trasmitiste todos tus poderes, quisiste que fuera inmaculada, prometiendo que sería combatida, como su divino Esposo, pero jamás vencida" (Estudios, Postula a me..., p.196, fol.630). "Cuantas veces te contemplaste, ¡Verbo divino! recorriendo ese mar de Galilea en pobre y humilde barquilla, guiada por pobres y humildes pescadores, a quienes, desde tu eternidad, habías ya elegido para ser los fundadores de tu Iglesia" (Estudios, Sobre los santos Evangelios, p.206. fol.639).

El espíritu de fe ayuda a compartir estas dificultades sin espantarse, sabiendo que la cruz es fecunda: "Si en la Iglesia de Dios, al primer contratiempo, se hubieran abandonado las obras que ahora tanto glorifican al Señor, no existiría ninguna" (Experiencias, Diario 1944, p.127, fol.563).

A este espíritu de fe hay que acudir continuamente, si dejarse llevar por lógicas humanas: "¡Oh inmortalidad de esta Iglesia única, inconfundible, santa, pura, suave, sobre la

Page 16: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

101

cual no prevalecerán jamás las potestades infernales!" (Colectivas, 5 noviembre 1958, I, p.291). "Como que a las veces nos quiere parecer como que la Iglesia se bambolea... pero allí está Jesús con sus palabras de vida eterna: «Las puertas del infierno no prevalecerán contra ella»" (Colectivas, enero 1969, III, p.3802).

El mismo Espíritu Santo, que formó a Jesús en el seno de María, guía siempre a la Iglesia: "Es también el Espíritu Santo, el que fecundó el seno de la Virgen María y el que ha dado vida a la Iglesia" (Estudios, Yo soy el camino, p.277, fol.705).

Fundada sobre Pedro

El amor a la Iglesia se traduce en fidelidad y servicio, especialmente en relación con el Papa, sucesor de Pedro: "Como hija amante de la Santa Iglesia, tomaré su defensa siempre que pueda a la medida de mis fuerzas. Me sentiré, como santa Teresita, orgullosa de ser su hija, respetaré, con rendimiento, todas sus decisiones, como emanadas del mismo Espíritu Santo, quien las pronuncia por medio de su vicario el Papa" (Consejos, 15 octubre 1936, p.1264)

La adhesión a la persona y enseñanzas del Santo Padre, es la señal de un auténtico amor a la Iglesia: "Les suplico a las presentes y futuras que nunca se aparten de las normas y obediencia a nuestra madre, la santa Iglesia Católica, Apostólica y Romana, y que su adhesión al Santo Padre sea incondicional, llena de veneración y amor" (Colectivas, 27 enero 1973, IV, p.4050).

M. Inés cita un discurso de Pablo VI, de 22 diciembre 1970, sobre el amor concreto a la Iglesia: ... "confirmar en nuestros óptimos sacerdotes y sinceros religiosos, en nuestros seglares valientes y ejemplares, una conciencia más firme de su compromiso con Cristo y una más robusta adhesión a la Iglesia, no a la de ayer, ni a la del mañana, sino a ésta, a la de nuestro momento histórico, que la Providencia ha hecho nuestra «madre y maestra», y el objeto de nuestro invencible amor" (Colectivas, 3 diciembre 1971, IV, p.4014).

Ella deja siempre constancia de su amor y fidelidad a la Iglesia y al Santo Padre: "Aunque ya he mencionado en algunas cartas y colectivas, quiero aun en ésta, por si acaso fuera la última que escribiera ya que nadie tiene la vida comprada, asegurarles, hijas, que soy y quiero ser siempre hija fiel de la Iglesia, mi madre; que acato sus disposiciones y leyes; que amo al Santo Padre con todas las veras del alma, y quiero que toda misionera clarisa lo ame así siempre" (Colectivas, noviembre 1977, V, p.4286).

Es el amor y sentido eclesial que han tenido los santos y especialmente San Francisco y Santa Clara: "Oh poder divino! Qué Iglesia ha podido subsistir a través de tantos siglos, conservando, incólume la fe legada por su divino Fundador?... Aquí tenemos la infalibilidad del Papa, la razón de ser de su gobierno en la Iglesia, regida por el Espíritu Santo. Y, por eso mismo, ese nuestro descanso en la barca de Pedro; esa nuestra seguridad absoluta en todo lo que dimana de la Santa Iglesia, ese nuestro amor hacia el representante de Cristo, a quién nuestros seráficos padres san Francisco y santa Clara, tenían singular amor y veneración, veneración y amor que nos legaron en su testamento" (Estudios, Sobre la Regla, p.268, fol.700).

Cumpliendo las indicaciones de la Iglesia, se acierta siempre en el camino a seguir: "Siguiendo fielmente las decisiones de la Sta. Iglesia, no saliéndonos jamás de la ruta señalada por Cefas, guiadas por ese faro luminoso, llegaremos infaliblemente al cielo, jamás podrá nada contra sus puertas el mismo infierno, puesto que el mismo Cristo la ha erigido; él mismo la sostiene con su omnipotencia y su amor" (Estudios, Sobre la Regla, p.269, fol.701). "El

Page 17: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

102

Maestro que enseña esta ciencia divina es la misma Iglesia, infalible, depositaria de los tesoros de la revelación, es el instrumento de santificación más excelente" (Experiencias, María ha escogido..., p.119, fol.547).

Ser fieles a la Iglesia supone vivir como Iglesia todos los problemas de la humanidad. M. Inés cita el texto conciliar de "Gaudium et Spes" n.1, cuando se describe a la Iglesia que se hace eco de "los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo" (cfr. Colectivas, 28 agosto 1971, IV, p.3963).

Completar con otros temas: ficha: Cristo Esposo, Juan Pablo II, Papa, obediencia, Reino de Dios,...

Imitación de Cristo (v. CRISTO ESPOSO, NAVIDAD, NAZARET)

Inculturación (v. FORMACIÓN)

Infancia espiritual (v. TERESA DE LISIEUX)

Inhabitación (v. GRACIA, TRINIDAD)

INMACULADA

Una fiesta muy significativa

Hacia María como Inmaculada, M. Inés manifiesta una especial devoción. María "es la Inmaculada, la concebida sin mancha" (Experiencias, María es Mi Madre, p.58, fol.498). La fecha del 8 de diciembre fue siempre muy significativa en su vida y en la historia de su familia misionera.

Su decisión vocacional y cambio de vida (12 diciembre 1924), con ocasión del congreso eucarístico mexicano, la describe en relación con la Inmaculada: "Fue entonces, en la fusión de esos tres corazones: el de Jesús Eucaristía, el de la Inmaculada del Tepeyac y de esta ruin criatura, que se encendió en mi corazón el amor a las almas, amor que me ha sostenido en todas las pruebas de mi vida" (Carta a Mons. L. Martínez, 3 nov. 1943, Fundación, I, pp.69-70).

Vivió siempre protegida por la Inmaculada. Todas las noches se imaginaba "recostada en el regazo de mi Madre... sintiendo, como si realmente, mi lecho fuesen los brazos amantísimos de tan dulce Madre. A esto atribuyo el que nunca tenga pesadillas, ni sueños que me inquieten o me turben; ¿se puede acaso acercar el diablo a la Inmaculada Madre que quebrantó su soberbia?" (Experiencias, Cinco cuadernitos, p.23. fol.464). "La gracia de Dios, depositada en mi alma por las manos virginales de la Inmaculada del Tepeyac, obró en mi alma una transformación radical" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.67. fol.505). Oraba así: "Mi Señor, te amo con el corazón de tu Madre Inmaculada" (Colectivas, noviembre 1977, V, p.4280).

Atribuye a la Inmaculada el que México haya conservado la fe, a pesar de dificultades y persecuciones: "México... que ha sabido conservar incólume su fe, porque Ella, la Inmaculada Madre de Dios la sostiene y protege" (Lira, 2ª parte, cap.VI). Un detalle familiar: Agradece el envío de "una tarjeta hecha a mano por las hijas del Valle, en forma de azucena, con la

Page 18: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

103

Inmaculada de Murillo al centro" (Colectivas, junio 1974, p.4120).

En una de la últimas cartas colectivas describe la gracia de haber asistido con 26 de sus hijas (y recordando a todas y cada una) a la Misa privada de Juan Pablo II el día 9 de diciembre de 1980. Ella no deja de anotar que la noticia se la dieron "en la solemnidad de nuestra dulce Madre Inmaculada" (Colectivas, 11 diciembre 1980, VI, p.4506).

El inicio de Vanclar fue también en la fiesta da la Inmaculada: "Su inicio fue el día 8 de diciembre de ese mismo año de 1954, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de Hermosa Beach, Calif. con una sencilla ceremonia en la que se impuso a cada una de las jóvenes, una medalla de la Inmaculada Concepción. Se llamó «Club de la Inmaculada Concepción» por haber nacido en ese día. En 1955, por circunstancias marcadas por la Providencia, dejó de ser grupo parroquial y se convirtió en grupo diocesano llamado circulo misionero y posteriormente Van Clar" (Fundación, Doc.00233, II, p.337, en el diskette).

Significado de la Inmaculada

La Santísima Virgen fue concebida sin pecado original y, al mismo, tiempo, fue siempre santa: "Es la Inmaculada, la concebida sin mancha, la escogida entre millares, la que sola agradó al Altísimo más que todos los justos y Ángeles juntos" (Experiencias, María es Mi Madre, p.58, fol.498). María es Inmaculada desde su concepción; por esto es "la Niña, la Inmaculada que aparece en su cuna, para ser muy pronto la madre de Jesús, del Dios hecho hombre" (Colectivas, 8 septiembre 1965, II, p.624).

La Virgen fue concebida si pecado por los méritos de su Hijo. Ella correspondió siempre fielmente a esta gracia: "Que la Virgen, en su gran dogma de Inmaculada Concepción, haya llenado sus corazones y les haya hecho comprender que, si fue escogida, fue teniendo en cuenta los méritos de su Hijo, pero que ella correspondió siempre a la gracia del Señor, y supo ser la digna Madre de Dios" (Colectivas, diciembre 1971, IV, p.3987).

El ser Inmaculada y toda santa no eximió a la Santísima Virgen de las pruebas y tentaciones, para parecerse a Cristo Redentor, quien "ni siquiera a su Madre inmaculada quiso excluirla de tan atroces tormentos, ya que con él era redentora del género humano" (Colectivas, 23 mayo 1976, V, p.4216).

La Inmaculada vestida de Guadalupana

M. Inés vive este título mariano en relación con la Virgen de Guadalupe, la "Inmaculada vestida de Gaudalupana", como Patrona del Instituto misionero y garantía de fecundidad misionera. "Como Clarisas, nuestra patrona principal es la Inmaculada Concepción, honrándola en su fiesta con particular amor y devoción. Y como misioneras mexicanas, la dulce Morenita del Tepeyac, nuestra Madre Santisima de Guadalupe será nuestra patrona" (Experiencias, María ha escogido la mejor parte, p.117, fol.554).

Ideas parecidas se encuentran en otros documentos, con la particularidad de llamarla "Inmaculada vestida de Gaudalupana", expresando una actitud de "absoluto abandono en sus maternales brazos" (Estudios, En homenaje de amor filial, 1945, p.309, fol.736). "Me debo toda a Maria Inmaculada, porque en el Monte Calvario me dio a luz en medio de indecibles dolores; soy pues su verdadera hija; le manifestaré con obras mi amor. Como mexicana, le debo especial ternura y gratitud a la Inmaculada MORENITA del Tepeyac. Bajo esta advocación la amaré más. No dejaré pasar ni un día 12 sin hacer un sacrificio por Ella" (Consejos, 15 octubre 1936, p.1261).

Page 19: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

104

Sentido misionero

La vivencia que M. Inés tiene sobre el título de la Inmaculada, tiene dimensión misionera: "Por rendir a los pies de la Inmaculada del Tepeyac, por tremolar cabe su altar las banderas de los pueblos paganos, entregándoselas como vasallaje de amor y gratitud, no escatimaría ningún sacrificio, ninguna pena, ninguna humillación" (Experiencias, Diario 1944, p.131, fol.566).

Por esto, la misionera se forma en esta dimensión inmaculista, ya desde el ingreso en la Congregación: "He aquí a la nueva Hermanita a quien el amor misericordioso del Hijo de Dios, ha elegido para hacerla un día ... su esposa. Y, cual plantita delicada la ha transplantado al jardín de la vida religiosa, para que, creciendo en él bajo su vigilancia , al calor del Sol de Justicia, Cristo Jesús, que hace derroche de amor en su divina Eucaristía y bajo el manto purísimo de su Inmaculada Madre, produzca hermosas flores de virtudes y santidad, las cuales abrirán siempre su corola cargada de rocío, desde el alborear de la mañana y exhalará continuamente su perfume en dirección al cielo" (Lira, 1ª parte, cap.I).

Precisamente en la oración "Me pongo en tus manos", la redacción que se encuentra en la Lira, hace referencia a la Inmaculada: "Que todos amen a tu Padre, al divino Consolador; que las almas todas conozcan la Trinidad Beatísima, por medio de tu Madre Inmaculada, Santa María de Guadalupe" (Lira, 2ª parte, cap.VI). Por esto, "la Misionera lleva a todos esos seres amados de su corazón, porque han costado toda la Sangre de su Dios, a los brazos de María la toda Pura, la Inmaculada, engalanada con su hermosa vestidura de Guadalupe" (Lira 2ª parte, cap.X).

A la intercesión de María Inmaculada encomienda a todos niños: "¡Jesús amante de los niños, sálvalos por tu sangre preciosa, por tu pureza, por tu inmaculada Madre, por tu castísimo padre S. José" (Experiencias, p.53, fol.492).

Las ansias de salvar almas se expresan así: "Por ella, por la Inmaculada vestida de guadalupana, todos se prosternarán humildemente a los pies de Jesús Eucaristía" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.73, fol.512). "Que todos te conozcan y te amen; esta es la única recompensa que quiero. Que todos amen a tu Padre, al divino Consolador; que todas las almas conozcan la Trinidad Beatísima por medio de tu Madre Inmaculada, María de Guadalupe" (Experiencias, Viva Cristo Rey, p.80, fol.518).

Aconseja acudir a la Inmaculada y consagrarse a ella: "Y le pediré todos los días a la Virgen Inmaculada, que Ella misma me instruya en el cumplimiento fiel de TODOS mis deberes, pues en esto está la verdadera santidad" (Consejos, 15 octubre 1936, p.1268). "Esta consagración la deberás hacer, Luisito, todos los días de tu vida, para que tu Madre del cielo te cuide y defienda de todo mal. Oh María Inmaculada, bonísima soberana mía,como me regocijo de ser tu esclavito de amor!" (Consejos, marzo 1943, p.1337, a su sobrino Luís).

Completar con: Guadalupe, Maria, etc.

Inspiraciones (v. ESPÍRITU SANTO)

Instrumento (v. HUMILDAD)

Intercesión (v. MEDIANERA, ORACIÓN)

Intimidad con Cristo (v. CRISTO ESPOSO, AMIGO)

Page 20: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

105

Intimidad con María (v. MARÍA)

Page 21: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

106

J

José (v. SAN JOSE)

JUAN PABLO II

En los escritos de M. Inés se percibe un gran aprecio por cada uno de los Papas de su época. Conoció al Papa Juan Pablo II en los tres primeros años de su pontificado (1978-1981). Después de la elección del Papa (que tuvo lugar el 22 de octubre de 1978), escribió a sus hijas para que agradecieran esta gran gracia de Dios y rogaran por él: "Motivo también de alegría la felicitación por la elección de nuestro actual Papa Juan Pablo II, simpatiquísimo en verdad, y que, a pesar de que no es italiano, ha sido recibido con grande amor" (Colectivas, diciembre 1978 VI, p.4406-4407). Aprovecha la ocasión para recordar que "en nuestra congregación de Misioneras Clarisas, debe ser siempre muy grande el amor hacia el Santo Padre, el Cristo viviente de la tierra" (ibídem).

Al mismo tiempo, les pide oraciones por el viaje papal a México (para inaugurar la reunión del CELAM en Puebla): "Rueguen mucho para que la Virgen Santísima del Tepeyac lo cubra con su manto, y regrese amando mucho a nuestro México, que tanto ha sufrido. Demos gracias a Dios por haber aceptado ir a nuestro México lindo y querido, en la persona del sucesor suyo y de Pedro" (Colectivas, diciembre, VI, p.4407).

En su correspondencia familiar, también manifiesta espontáneamente su aprecio personal por la elección del nuevo Papa: "Ahora tenemos ya el nuevo sucesor de san Pedro, S.S. Juan Pablo II, polaco de nacionalidad. ¡Me ha emocionado mucho su elección! Dios sabe lo que concede a su Iglesia oportunamente. Tengo muy grandes esperanzas para bien de la humanidad que sepa aceptar con fe y amor este nombramiento del nuevo Cristo en la tierra. Solo Dios lo que tendrá qué sufrir, y este pensamiento nos urge a pedir mucho por él" (Familia, 18 octubre 1978, II, pp.1714).

La visita del Papa a México (enero 1979) dejó huellas imborrables en la vida de M. Inés y de toda la familia misionera. Ella pudo colaborar, con las hermanas que prestaban servicio en la Delegación Apostólica, a que el Santo Padre se sintiera en familia. Lo describe con todo detalle: "Se hizo querer de todo México en su breve visita de seis días, quedándose en el corazón de todo mexicano y de todos los demás cristianos que tuvieron la dicha de contemplarle, aunque fuera de paso... Su itinerario fue verdaderamente agotador, llegaba algunas veces a la Delegación apostólica (siempre durmió en esa su casa), verdaderamente agotado... Y por todas partes, las mamás y papás querían que a todo trance el Papa abrazara a sus hijitos... México se desbordó en amor, veneración y fe al Cristo viviente de la tierra... Una noche nos llegó toda la comitiva a las 10:30 y sin haber ni siquiera comido. Esto sí que fueron carreras y apuraciones... Una noche, después que llegó de la reunión que tuvo con las religiosas, nuestras hermanas en la Delegación apostólica le echaron una porra, y el Papa quiso corresponder con otra, diciendo: «Que las religiosas del mundo entero me quieran, eso no lo sé; pero que las religiosas de México me quieren, eso sí lo sé». Yo me trasladé a la Delegación desde la llegada del Papa; me pasé ayudando en la cocina varias horas, lavando trastes, pero tuve varias oportunidades de saludarlo personalmente, besarle la mano, y un día servirle el desayuno... Cuando terminaron de cantar, le dije yo: Santísimo Padre, yo quiero darle un beso en la frente; le tomé un brazo, él se inclinó, y se lo di, con gran emoción de mi corazón; y el Cristo viviente de la tierra me lo correspondió con otro beso en la frente. Me dijeron las hijas que yo me puse muy roja; pero lo que sé es que me sentí inmensamente feliz... nos dio su

Page 22: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

107

bendición y salimos del comedor. Esta impresión espero nos dure siempre en el corazón y siga llenando de alegría mi alma, y me sirva mucho para cuando ya mi vida sea solamente de oración y sacrificio oculto" (Colectivas, 4 febrero 1979, VI, pp.4423-4426). Vale la pena el texto que no anotamos.

Este viaje lo recuerda varias veces en sus escritos, también cuando posteriormente las misioneras fueron recibidas por el Santo Padre (Colectivas VI, 26 febrero 1979, pp.4428-4429). En una carta local, recuerda brevemente la visita del Papa a México y el servicio de las Misioneras Clarisas en la Delegación Apostólica (Locales, 23 de mayo 1979, V, p.5471). En agosto de 1979 recuerda de nuevo la visita a México y cuenta las impresiones de la visita a Castelgandolfo (Colectivas, VI, pp.4456-4457).

En la circular del 25 de marzo de 1979, cita unas palabras del Papa en su visita a México, aplicándolas a la celebración del capítulo general: "Es también una hora de gracia señalada por el paso del Señor, por una particularísima presencia y acción del Espíritu Santo" (Circulares, II, p.5719). En la misma circular hace un resumen de la homilía del Papa en la catedral de México, el 26 de enero de 1979 (pp.5721-5722).

Cuanto se refería al Papa, era como si hablara de alguien muy de familia: "Aquí todo sigue su curso ordinario, saliendo del invierno, este año no se escapó el Santo Padre de la gripe que le dio con tos, tuvo que suspender un miércoles la audiencia semanal, ya está mejor desde el domingo. Nosotras podemos gozar de la satisfacción de escuchar sus homilías en directo por televisión, y de recibir sus bendiciones. En los momentos de recibir estas bendiciones siempre los tengo presentes a ustedes y cada uno" (Familia, 18 marzo 1980, II, p.1739)

Personalmente tuvo un encuentro muy especial con el Papa, el 8 de diciembre de 1980, con ocasión de asistir a la Misa celebrada por Su Santidad en su capilla privada. Fue un regalo de el 50 aniversario de sus primeros votos. Ella había cuidado todos los detalles de la participación por parte de las Misioneras. Renovó sus votos en manos del Papa y resumió sus impresiones con estas palabras: "Al llegar el momento de la renovación de mis votos, el corazón me latía ¡tan fuerte! y en espíritu me sentía acompañada, sí, del coro celestial y con mi Madre la Virgen santísima, y con todas mis hijas del mundo entero... Ofrecí mi vida y la de todas y cada una de las misioneras clarisas de todo el mundo, presentes y futuras, y pedí que fuera depositada nuestra ofrenda espiritual sobre la patena de esa santa misa. A continuación Su Santidad leyó una oración y luego me impuso sus manos sobre mi cabeza y con su dedo trazó en mi frente la señal de la cruz" (Colectivas, 11 diciembre 1980, VI, pp.4507-4011; ver el texto completo).

Al despedirse, el Santo Padre hizo este comentario que resume efectivamente la disponibilidad de M. Inés: "Cómo es fiel, cómo es fiel! Son un consuelo estas almas que saben sufrir con alegría y entregarse por Cristo, por la Iglesia y por el Papa" (ibídem, p.4509). Este acontecimiento lo irá recordando con detalle en escritos posteriores (cfr. Colectivas, 16 febrero 1981, IV, p.4534).

En el testamento espiritual no pudo menos de acordarse del Santo Padre: "Tanto que lo amo yo.... tanto que lo ama toda la Congregación... Y escuchar siempre, tratar de asimilar lo que él nos enseña en sus encíclicas. Ahora esta última que ha salido de nuestro Santísimo Padre Juan Pablo II de la misericordia, que es tan bella... Nuestro Señor nos quiere siempre así, amando muchísimo a nuestro dulce Cristo de la tierra. Y pedir por nuestra madre la santa Iglesia, porque nuestro Señor consuele al Santo Padre en tantas penas que tiene que sufrir al saber las necesidades del mundo entero... y nosotras con nuestra oración, nuestros sacrificios ofrecidos por él nuestro Santísimo Padre, le pueden alcanzar de nuestro Señor mayor consuelo

Page 23: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

108

en sus penas, en sus angustias, en este gobernar de la Iglesia que Dios le ha confiado... Que muchísimo, muchísimo pido a la Congregación, siempre una adhesión total, incondicional a la palabra del Santo Padre y un amor muy grande por cada uno de los Papas... Este Santísimo Padre que es tan paternal, tan especial" (Consejos, p.1366-1367).

Completar con los temas: Iglesia, Papa.

Junioras, juniorado (v. FORMACIÓN, NOVICIADO)

Juventud (v. FORMACIÓN)

Page 24: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

109

L

Laicos (v. VANCLAR)

Lectio divina (v. EVANGELIO Y ESCRITURA, ORACION)

LIRA DEL CORAZON

El título completo de este escrito es: LA LIRA DEL CORAZON DE LA MISIONERA CLARISA. La 1ª edición (privada) es de 1964. M. Inés la escribió para uso interno de la Congregación. En una carta local, de septiembre de 1961, M. Inés habla de una redacción provisional, a modo de esbozo (cuando todavía estaba en clausura, antes de 1945, preparando la fundación) y de una redacción posterior más adaptada a la realidad (cfr. Locales, 1 septiembre 1961, II, p.4927).

El título de "lira" indica una línea contemplativa y de entrega a Dios, para invitar a toda la creación y a toda la humanidad a unirse a esa alabanza: "El alma, haciendo vibrar su lira con acentos conmovidos de ternura y reconocimiento, retorna a Dios el Don que de El ha recibido, pues, haciendo suyos propios esos inmensos bienes que contempla, los envuelve en su amor filial, y los ofrece como homenaje de adoración y gratitud a su Autor. La Religiosa sabe que, su principal misión es hacer que esas almas infieles se conviertan; por eso jamás las separa de su lado; es como madre amorosa y solícita que vigila, cuida y ama en todo momento al hijito de su corazón" (Lira, 2ªparte, cap.IX). Ver explicaciones parecidas en: Colectivas, I, p.169; II, pp.353, 485. El título del capítulo II de la segunda parte lo resume así: "La creación es para el alma amante una lira armoniosa" (título).

Consta de dos partes, precedidas actualmente por dos breves introducciones (una de la Madre María Inés-Teresa Arias, para la 1ª edición, y otra, para la 2ª edición, en 1982, de su primera sucesora, Madre General Teresa Botello). De hecho, M. Inés había manifestado el deseo de hacer alguna pequeña corrección respecto a la primera edición: "Varias hijas me hablan algo de «La Lira del Corazón». Quiero anticiparles que, cuando Dios me conceda terminar un arreglo que le estoy haciendo, se hará una nueva edición (por así decir), pues hay cosillas que se pueden mal interpretar" (Colectivas, agosto 1979, VI, p.4450).

La primera parte trata del proceso formativo de la vida en la Congregación: naturaleza de la vocación de Misionera Clarisa, postulantado y noviciado, espiritualidad, medios de formación y de vida comunitaria. Destacan los temas de Eucaristía, la Santísima Virgen, la oración (de contemplación y de intercesión), la presencia de Dios, la caridad fraterna, el sacrificio, la vida ordinaria, la unión con Dios para salvar almas, el cumplimiento de la voluntad de Dios, el trabajo en la casa, las relaciones entre Superiora y súbditas.

La segunda parte explica algunos puntos peculiares de la vida espiritual y apostólica de la Misionera Clarisa. Destacan los temas de la Palabra de Dios, la alabanza divina por las maravillas de la creación, amor a Dios, ansia de salvar almas, espíritu de oración, vida litúrgica (especialmente eucarística y del Oficio Divino), la Santísima Virgen de Guadalupe, acción apostólica, muerte de la misionera.

Sobresalen tres líneas espirituales que se entrecruzan: la contemplación (oración), el seguimiento evangélico (Cristo Esposo), la misión apostólica, vividas todas ellas en espíritu comunitario y según el criterio de la tradición eclesial. Con estas tres líneas va presentando la

Page 25: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

110

realidad o identidad de la vida consagrada, que es fuente de gozo y de entrega generosa. Los grandes puntos de apoyo son siempre la Eucaristía, la Palabra de Dios, la Santísima Virgen, las enseñanzas de la Iglesia, los ejemplos y la doctrina de los santos.

La dimensión misionera aflora en todo el escrito. El capitulo VI de la segunda parte es un resumen sapiencial sobre el celo apostólico. Es como un grito salido del fondo del corazón contemplativo: "¡Que se conviertan todos Señor, que todos te amen!. Pero pronto. Mi corazón no puede sufrir más que se robe a Dios toda la gloria que esas almas, hechas a Imagen y semejanza suya, pudieran darle si le conocieran. Señor Jesús, Tú eres Quien has puesto dentro de mi ser estas ansias que me devoran".

Es en este mismo capítulo VI de la segunda parte donde se encuentra la oración "me pongo en tus manos", que refleja la entrega generosa y el ardor contemplativo y misionero de M.Inés, tal como ella lo quería comunicar a toda su familia espiritual. Tiene dimensión trinitaria, cristológica, pneumatológica, mariana y eclesiológica. Allí se encuentra su frase clave: "Que todos te conozcan y te amen, es la única recompensa que quiero".

La doctrina está basada en la enseñanza común de la Iglesia, como aplicación de la doctrina evangélica. Se hace referencia explícita a los santos y a sus enseñanzas. San Pablo es el santo más citado, con abundantes frases de sus cartas. Se citan también (en sus ejemplos o en su doctrina) San Francisco de Asís, Santo Domingo, Santa Teresa de Jesús, San Vicente de Paúl, Santa Teresa de Lisieux, San Ignacio de Loyola, San Francisco Javier, San Juan Berchmans... Cita así mismo la doctrina de Mons. Luís Mª Martínez (Arzobispo de México).

Es difícil hacer un resumen de toda la doctrina, por ser muy densa. En toda ella se percibe una dimensión cristológica que, por ello mismo, es muy trinitaria, pneumatológica, eclesial y misionera. A Cristo se le sigue como Esposo y Rey, presente en la Eucaristía, cuyo Corazón comunica luz y aliento en toda la vida de la Misionera Clarisa.

Se nota, en la lectura de todo el libro, las "semillas" de una doctrina que se irá desarrollando con el tiempo a la luz de "nuestra Madre la Santa Iglesia" (según la expresión de M. Inés), para pasarla a la práctica en la vida consagrada y misionera. Quien conozca las Constituciones, podrá encontrar en "La Lira" una explicación de los puntos principales de la vida de la Misionera Clarisa y de los Misioneros de Cristo para la Iglesia universal.

En todo el libro se respiran los criterios evangélicos según las enseñanzas de la Iglesia. Cada uno de estos puntos (de la primera y segunda parte) quedan explicados con perspectiva bíblica, siguiendo las enseñanzas de la Iglesia e imitando la vida de los santos.

Liturgia (v. ADVIENTO, EUCARISTIA, NAVIDAD, RESURRECCIÓN...)

LITURGIA DE LAS HORAS

Significado e importancia:La oración de Cristo prolongada en la Iglesia

Desde el inicio de la fundación misionera, M. Inés intuyó la importancia de la Liturgia de las Horas (que también se llama "Oficio Divino"). Es la misma oración del Señor, prolongada en la Iglesia. "LLegarás a la presencia de Jesús Sacramentado, que impaciente te espera en su prisión de amor, para escuchar, como amante apasionado de las almas, las

Page 26: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

111

alabanzas que tú le dirigirás al rezar, con toda la devoción y en unión de la Iglesia Universal, el Oficio Divino, que es la oración por excelencia, pues reúne en sí misma las condiciones de perfecta oración, y, por ser oficial, contiene tal eficacia que, sólo la del Santo Sacrificio de la Misa la supera... Quien ora en ella; es El Quien ruega al Padre Celestial "envíe obreros a su Viña" que el reino de Dios se extienda en las almas, en los hogares, en las naciones... Entonces el Padre no puede menos de escuchar esos ruegos que le son tan queridos; y el Reino de Dios se extiende más y más; las almas sienten en el fondo de su ser esos toques misteriosos de la gracia que las transforma, que las une a Dios, que las deifica" (Lira, 1 parte, cap.II).

El significado y la importancia de la Liturgia de las Horas se basa en el hecho de ser la "Obra de Dios": "El Oficio Divino es por excelencia la Obra de Dios; que es la oración litúrgica, después de la Santa Misa, más agradable a Dios Nuestro Señor, que por ella tributa a la Divinidad, por sí misma y en nombre de todas las criaturas, el homenaje de su adoración y de su gratitud; que en ella le reconoce como único Dueño y Señor de todo lo creado, y esto comunitariamente" (Lira, 2ª parte, cap.IX).

En este sentido, la oración de la Liturgia de las Horas es como una participación especial en la mediación del Señor: "Mas la Misionera, penetrada de su papel de mediadora entre Jesús y los hombres, lleva consigo a todas las almas y pone en boca de todas ellas, las alabanzas que ella dirige a Dios. En esos momentos no ve sólo el grupo de Religiosas que ahí se han reunido para dar a Dios la debida paga del Oficio Divino, sino también esos millones de criaturas racionales que existen en el mundo y de una manera especial, las que carecen de la luz de la fe, ya que para su bien, fue llamada a la santa Religión" (Lira, 1ª parte, cap.II). "En el glorioso empleo que la Iglesia ha confiado a la Misionera: ser mediadora entre Dios y los hombres, en el desempeño del OFICIO DIVINO, y en la devota asistencia a la Santa Misa, pone ella fundadas esperanzas de alcanzar de su Dios las gracias de conversión que implora" (Lira, 2 parte, cap.X).

Sentido misionero

En esta oración litúrgica, toda la comunidad se hace misionera: "Y luego Jesús mío, ¡qué hermoso resultará que, desde aquellos lugares de infieles, se eleve hasta tu trono, la oración oficial de la Iglesia, por un coro de vírgenes que, dejando su Patria, su cuna religiosa, sus padres, sus amigos, todos sus amores, te ensalzan y bendicen en aquellas tierras, para que hagas descender la lluvia benéfica de tus gracias sobre todas las almas que quieren convertir a ti... siendo esta una manera muy eficaz de atraer sobre esas tierras las miradas de ternura, de amor, y de perdón de la Santisima Trinidad. Tengo para mí, que esta oración pública y social es muy necesaria, unida a la acción en los países de infieles. Todas las gracias y sobre todo las de conversión y santificación, nos vienen por la oración; luego, siendo esta la oración por excelencia, se deduce que es la más eficaz para que entre a las almas la gracia de Dios y las haga aptas a corresponder a ella... Sí, siento la íntima convicción que, por el rezo del Oficio divino lloverían del cielo a la tierra torrentes de gracias para los hombres culpables" (Experiencias, María ha escogido..., p.108-109. fol.545-546).

La misión se realiza entonces en unión con toda la Iglesia y en bien de toda la humanidad: "Mediante el Oficio Divino, en su glorioso desempeño, la Religiosa está unida a toda la Iglesia y con ella clama, adora, pide favores y expía por sus pecados y por los de todos los hombres. Después de la Santa Misa, el Oficio Divino es la oración más eficaz para atraer gracias y bendiciones a la Nación y a la ciudad en que se vive, pues que ejercita los cuatro fines extrínsecos: latréutico, impetratorio, de acción de gracias y de alabanza. Y, como oración oficial que es de la Iglesia, su acción benéfica se extiende a los dos polos del mundo, alcanza a todas las Naciones, a todas las razas, a todos los pueblos, a todos los individuos. Nuestra Madre

Page 27: compartirencristo.files.wordpress.com€¦  · Web viewEn esa crucifixión te daría toda la gloria, más aún, de la que esperaba darte siguiendo mis aspiraciones" (Experiencias,

112

la Santa Iglesia, como Madre amorosísima que es, quiere cobijar con su oración a todos sus hijos diseminados por el mundo entero, para que sobre todos lluevan las Bendiciones de Dios; y ninguna oración, después de la Santa Misa, como hemos dicho, tiene la eficacia del Oficio Divino por ser pública y social, hecha en común, y poseyendo plenamente las cualidades propias de la perfecta oración, por ser Obra de la Iglesia, dirigida por el Espíritu Santo" (Lira, 2ª parte, cap.IX).

En la oración de la Liturgia de las Horas (como en toda la oración litúrgica) se asume la oración de toda la Iglesia e incluso de todos pueblos: "Así pues, es oración perfecta, poderosa, que resuena en los oídos de Dios como el eco de millones de corazones, a manera de un arpa armoniosa, cuyas melodías regocijan su Corazón y lo vuelven hacia la humanidad para derramar sobre ella sus gracias" (Lira, 2ª parte, cap.IX). De este modo se ora "uniendo sus súplicas a las de toda la Iglesia universal" (Estudios, Postula a me, p.190, fol.624)

Hacia una oración continua y permanente

En la recitación de la Liturgia de las Horas se aprende a hacer de toda la vida una oración habitual, siempre en la línea de mediación misionera: "Su oración continua, aun fuera de la capilla, la difundirá en favor de tantas y tantas almas necesitadas, valiéndose especialmente del oficio divino, de esa oración litúrgica, posesionándose del papel oficial que la iglesia le ha dado, como mediadora entre Dios y los hombres" (Fundación, 3 noviembre 1943, I, p.70).

Las obras apostólicas se fecundan con la oración litúrgica y con la adoración eucarística: "Así como el cuerpo necesita comer para vivir, así las Clarisas Misioneras necesitan el Oficio Divino y la adoración del Santísimo, diurna, para la fecundidad de sus obras misionales" (Fundación, 19 septiembre 1946, I, p.199).

De ahí deriva la importancia de ser fieles a la oración litúrgica de la Iglesia: "¿Verdad que es muy hermoso rezar el Oficio Divino? ¿No es cierto que todas y cada una hemos comprobado las gracias que nos acarrea? aunque nos cueste, no lo dejemos" (Colectivas, 14 marzo 1963, II, p.526).

Ayudará mucho a vivir esta oración litúrgica si se conoce el contenido de los Salmos, que encierran una gran riqueza de sentimientos: "En muchos de los Salmos de Laudes y en varios otros repartidos en las demás Horas, se ensalza, de una manera tiernísima la misericordia, el poder, la infinita condescendencia y amor de Dios, que no puede menos el corazón de sentirse transportado de la tierra al cielo, y dejar que su imaginación, alabando al Creador, se goce en la contemplación de la naturaleza, para, en unión de ella, tributar a su divino Hacedor, la alabanza, la acción de gracias y el amor que la vista de tantas grandezas arranca a todo su ser" (Lira, 2ª parte, cap.IX).

Completar con temas relacionados: Contemplación, Evangelio (Palabra de Dios, Escritura), oración...