Voluta De Aliento

Revista ocasional

D I Á S T O L EEdición No.0

Breve nota editorial

Voluta de aliento es un proyecto editorial llamado de esta forma por la connotación que en las distintas culturas precedentes, se le da a la iconografía de la voluta como símbolo la palabra, movimiento y viento. El aliento como algo que del interior de un ente encuentra fuga en un cauce natural: en el diálogo, murmullo, grito o llama-do. Y así en el nombre se encuentran expresadas dos interpretaciones de la imagen. La razón del nacimiento de este proyecto: un simple reflejo de la juventud ante su contexto histórico social. Sin embargo, el por qué de nuestra creación individual y colectiva tam-bién conlleva una búsqueda distinta: que esta obra sea la oportunidad de conocer células de trabajo y que ellas puedan encontrar en nosotros un espacio de difusión a sus causas.Bajo ese mismo motor de expresión, pretendemos crear poco a poco una red de vinculación real, honesta y sin concesiones, en la cual el individuo del si-glo XXI vea un espacio donde su trabajo pueda encontrar nexos con otros pro-yectos, siendo un papel libre para la expresión y difusión de ideas de individuos.

Portada y contraportada: Julia Arce Pimienta

ÍndiceComisión editorial . . . . . . . . . Prólogo . . . . . . . . . . . . . . . Ecología . . . . . . . . . . . . . . . Atardecer en comala . . . . . . . . 12/10/13 . . . . . . . . . . . . . . Forjando . . . . . . . . . . . . . . Sueño recurrente . . . . . . . . . Humanismo mexicano. . . . . . . Prefiero lo simple . . . . . . . . . Los bolsillos de la luna . . . . . . Tú eres sol y eres mar . . . . . . . Chavos malditos . . . . . . . . . . Por cuestiones de hemisferios . . Animalario . . . . . . . . . . . . . Desdicha futura . . . . . . . . . . . Los bancos son tiempo muerto . . Meditaciones sobre las palabras . Un crédito de fe . . . . . . . . . . . Abrí mi pecho ya hormigueado . . Transitorio. . . . . . . . . . . . . . . Es la noche. . . . . . . . . . . . . . Spleen garzón . . . . . . . . . . . Sol que muere . . . . . . . . . . . No es suficiente con un disparo . Celentereos . . . . . . . . . . . . Criadores de peces . . . . . . . . Los jardines . . . . . . . . . . . . Un ojo derretido . . . . . . . . . Era la segunda vez . . . . . . . . Música . . . . . . . . . . . . . . . Ejercicio literario #27 . . . . . . .

Guillermo AcevedoLaura Arlotti

Ylia BravoViviana Castaneira

Angie del ToroTzintli Díaz

Reyna ErthalFabián Espejel

Tania FernándezOmar Hernández

Rogelio HernándezIntton Godelg

Eusebio MontesItzuri Moreno

Francisco OrtízAndrés Paniagua

Jazz PeñaSonia Rivero

Lizeth SantiagoMario SierraIván Valentín

Roberto Velasco María Vidali

Nicolás Zavala

Comisión Editorial

Julia Arce Pimienta: Corrección de estilo y diseño.

Luciana Castaneira Mc Kelligan: Correción de estilo, diseño.

Simón Franco Suárez: Difusión.Jesús Octavio Gómez Rivero: Diseño.

Luis Enrique Krebs Sanchez: Relaciones públicas.

Jesús Eduardo Navarrete Rubio: Edición y diseño.

Rodrigo Zermeño: Relaciones pùlicas y distribución.

COLABORADORES

Luis Hiram Bermúdez Torres; Luis Alfre-do Canizales; Mauricio César Avendaño;

Alberto Sebastián Gómez Rivero.

Ilustración: Nicolás Zavala

volutadealiento.wordpress.comdevientocolectivo.wordpress.com

[email protected]

1 2 7 9101011121415171820222526273032323333343638404141424344Portada y contraportada: Julia Arce Pimienta

Colaboraciones

Edición impresa en el tallerde César Díaz

PrólogoPor Jesús Navarrete

La necesidad de expresar ideas, sentires, voces y ritmos, cuando no se conforma con la reproducción idéntica de la tra-dición o de la sensación, se torna a reacomodar la realidad de tal manera que este reordenamiento encuentra su materialización en una obra concreta: letras, músicas, cantos o pinturas.

Lo presente, un conjunto de algunas de estas creaciones, recoge trabajos situados en tiempo y espacio actuales quecorroboran la satisfacción de dicha necesidad.

Tras la publicación de una convocatoria, las colaboraciones conflu-yeron, en gran número, dentro de varias temáticas, ya sea la crítica, los sueños o el abatimiento; cosa llamativa, pues la mayor parte del contenido de la revista ha sido concebida en el entorno individual de cada sujeto, aislado el uno del otro. Esto no denota que la creación de este tiempo se halle limitada, las maneras y productos tan variados evidencian influencias trabajadas que afortunadamente coinci- dieron. A diferencia de una antología, esto es un co- llage de estilos, también un experimento. El resulta- do con el tiempo se irá ajustando, editando y transformando gracias a la intervención de los interesados. Transformar la realidad, mayormente se mantiene en el aire de lo abstracto, la dificultad de dicha empresa contribuye a que suceda. Las acciones concretas re- presentan ya una transgresión a la constante inactividad y al ocio. Esta obra no infringe política pero sí original- mente, es la materialización de un novicio que se abre paso con ideas que proyectan edificios construidos de cooperación y flujo.

2

Ilustración: Julia Arce

Fotografía: Octavio Rivero

“I’m Nobody! Who are you?Are you -Nobody- too?” E. Dickinson

“La imagen es una creación pura del espíritu” Reverdy

“Y qué inguenuidad la de la vida, vano esfuerzo de esclarecer en las orbes esta inextricable penumbra llamada realidad. Y que todo esto, la literatura, la mú-sica, el teatro, en fin, el arte, son sólo una representación de lo imaginario que al final resulta ser la vida misma. Vano intento de soslayo que termina siem-pre sobre la línea de la vida. Ineludible y melancólico fin el del arte, que inten-ta emanciparse de la realidad y vuelve siempre a ser parte sustancial de ella.”

L. Canizales

4 Ilustración: Julia Arce

Fotografías: Laura Arlotti 5

Ilustración: Intton6

reciclaje

Dada la coyuntura actual en México y en todo el mundo, creemos en la ne-cesidad de crear y desarrollar una conciencia y cultura crítica, no sólo en los ámbitos políticos, artísticos o sociales, sino también en el ecológico.

De Viento Colectivo, tanto en su revista como en otros proyectos, busca con-tribuir lo más posible a la preservación del medio ambiente. Por esto, se ge-nerará una campaña de reforestación en la periferia del Distrito Federal.

Sin embargo, creemos que tanto en el ámbito ecológico, como en los anterior-mente mencionados, debe haber una fuerte y gran colectividad queapoye los proyectos y objetivos planteados.

Invitamos al lector que haga uso consciente de la revista y no sólo la deseche.Ésta está pensada para que su contenido sea manejable por los lectores y lo utilicen de formas varias.

La convocatoria e información sobre la reforestación se darán a conocer en las plataformas web, buscándonos en Facebook como De Viento Colectivo y en devientocolectivo.wordpress.com

Comisión editorial

Ilustración: Reyna Erthal Gracía

7

Obra: Ylia Bravo Varela

Obra: Ylia Bravo Varela

atardecer en Comala

Ibas teñida de rojo por el sol de la tarde,por el crepúsculo ensangrentado del cielo.

JUAN RULFO

El día se deshizo.Lo desbarató el horizonte.Mis ojos se perdieron en completaoscuridad.

Estamos sólo yo y un vientoque pide luzpara este hueco en la mirada.Sólo yo, con un viento que no llenaesta noche vacía.Solo, en este páramo invisible,sin luz. (La llamo así porque al nombrarlase me iluminan las palabrasy la mirada se me aclara.)

Se fue. Desde la tardede los cielos sangrantes no ha venido.Ahora sé que no vendrá.«Esta es mi muerte».

La soledad tremenda me echa un baldede sombras y me voy desmoronandocomo un atardecer sobre esta tierra.

Fabián Espejel

9

Forjando

Pensando un poco,

quizá este no sea un gran momento para estar en movimiento,

vivo un mundo de tormento y el panorama próximo no es causa de buenos

sentimientos,

pero en él existo, siento y pienso,

y si bien no estoy exento de esta vida de exceso,

creo en un cambio de gestos, de costuras, de letras e intentos,

sin embargo, lo siento, quizá debiera hablar con una verdad para la cual no he

tomado aliento,

pero sé que rápido o lento, no habrá mejor momento ni fulgor violento,

que detenga el calor hambriento de darle ideas al viento,

y así, como en cuento, se dibuja una tormenta en el lienzo,

atravesando propiedades, mares, montes e intelecto.

Krebs

10

12/1013

Te paseaste ha tiempo por llanurasy dando algunos tumbos macerantes, se rasparon ya tus plantas con las piedras y en tu rostro conmovieron lagrimales.

Arrastraste tantos cuerpos tan sutileshacia cuevas habitadas por un chirrio,sopesando en favor de tus deseos las ventajas de olvidar aquel martirio.

Paradoja de senderos bifurcadosque en común se tienen un destino,te recuerdan recobrar los viejos lazos.

Sustentar en ellos tu camino,regresar hacia lejanos pasos ,aventaja a la ignorancia y al olvido.

Santiago OrihuelaFotografía: Octavio Gómez Rivero

La Izquierda en México. Sonia Rivero

Fotografía: Luciana Castaneira

sueño recurrente

Estoy nadando en mar abierto. Al sumergir la cabeza y mirar abajo, noto la perfecta quietud clara del agua. En el fondo, que está a unos 500 metros, se puede ver una ciudad abandonada con separa-ciones por niveles hechas de cristal. Esas paredes, que dividen la ciudad por sectores, son casi las únicas estructuras que permanecen intac-tas. Hay restos de cosas por todas partes: autos, muebles, ropa. No pue-do dejar de mirar con una mezcla de terror y fascinación, me estoy sofo-cando. En alguna parte lejana de mi mente sé que si no respiro, pronto moriré, pero sigo abajo abriendo mucho los ojos. Es cuando veo a los ca-dáveres flotando junto a mí, que inútilmente decido salir y respirar.

Jazz Peña

11

Hoy ha muerto José Emilio. Podría escribir un ensayo o crítica sobre su obra pero me declaro incompetente: Las Batallas en el Desierto reducena un paseo de 59 páginas mi andar por tan largo camino. Tan limitado mi alcance, excuso su nombramiento recordando las muertes re-cientes de otros escritores mexicanos, a saber, la de Carlos Fuentes y la de Rubén Bonifaz Nuño; además de reparar en la avanzada edad de Ele-na Poniatowska, de Luis Villoro,* de Ramón Xirau, de Fernan-do del Paso y, porque ya rebasa los cincuenta, de Juan Villoro. Este es el grupo cada vez más pequeño de intelectuales del país que ha tenido influencias políticas y literarias importantes, de primeramano.

*

**

*Luis Villoro ha muerto casi un mes después de escrito lo presente, el 5 de marzo del corriente.

Reparar en muerte y vejezobliga a considerar qué tan agóni-co se encuentra el árbol, cuántas ramas aún floridas quedan y de qué envergadura. Culpo un tanto a mi ignorancia, pero no hallo ac-tualmente figuras comprometidas, ya sea social, ya sea intelectual o artísticamente. Para no deja hue-co y cortar de un tajo la he-rencia de ese grupo, habrá que influenciarse y crear a partirde ella. Las influencias que losya citados obtuvieron se puedenobtener ahora indirectamente, sin el impacto de haberlas vivido.Éstas tiran más a lo políticoy social que a lo literario, porqueno hizo falta haber nacido a finales del siglo XIX para bañarse del escaso Lautréamont, pero sí elhaber presenciado una matanza,por ejemplo, para tomar concienciade la actualidad en que uno se desenvuelve, pues esta intempestiva es una suerte de despertador que,

tras una calma alargada, alarma los sentidos y sacude los palacios de larealidad que se han ido formando, sólidos, con la paciencia del des-canso; y son importantes porque,junto con profesores y familiares,conforman la última llave para reabrir el armario de la memoria, en tiempos donde esta se vuelve tan efímera como un click. Si esta memoria se pierde, con ella lo hará el pensamiento crítico de una cada vez más difuminada intelec-tualidad mexicana. Porque no es importante tener un grupo intelectual como adorno cultural. No se busca un arte de élite a la expectativa de llenar bolsillos, que se base en interpretacio-nes rebuscadas y subestime al espectador, tildándolo de ignorante si no logra captar el mensaje; ni tam-poco pensamiento vendido a la dema-gogia, es decir, que argumente y defienda los discursos conve-nientes de un sector privilegiado.

Humanismo mexicano contemporáneo

12

Se necesitan representantes del pen-samiento, de la cultura y del arte, que con su juventud y aptitud, además de objetividad, reclamen el lugar que las humanidades y las artes hanido perdiendo, lugar cada vez más degradado y apartado.

Un pragmatismo comercialy de intereses ajenos al grueso, además de una brutal inducción al hedonismo y a la comodidad sinesfuerzo físico ni mental comoparadigma, han absorbido la calidad,y por ende, la importancia con que se aborda a la filosofía, a la historia, a la pintura, a las artes en general, e incluso a la sociología y a la peda-gogía. Esto, junto con la explosiva difusión de información en la web,ha provocado un mal manejo de ésta última y de los conceptos pues,por ejemplo, la erudición se ha reducido a la presunción de leer más libros, a compartir más fragmentos de obras en redes sociales, y a escribir apropiadamente (aunque sea sólo con la ayuda de un auto-corrector), sin importar si detrásde ello en verdad se sabe de lo quese habla, importando más lasapariencias que el trasfondo de la

persona. Por otro lado, el futbolistaque termina protagnizando teleno-velas, o algunos casos similares, tergiversan el término con que se cataloga a un artista, siéndolo todo aquel que aparezca en televi-sión sin importar el esfuerzo histrió-nico o vocal que la actuación deman-da. Es arte la película hecha con ma-yor presupuesto, el best-seller escrito por encargo para ser el más vendido, la monótona canción que la rompeen los medios y en ganancias; aunque todo esté guiado por un interés económico y el “arte” no sea más que una moneda de cambio.

No habrá que caer en la comodidad y jactancia de ser lau-reados por un séquito de ocio-sos en la red. No habrá que despres-tigiar el esfuerzo, disciplina yconstancia que exigen tanto el arte,como el pensamiento, el estudio histórico y social. Habrá que man-tener, en cambio, los rigo-res primigenios de la produc-ción, alimentarlos con memoria y compromiso, madurarlos en el pre-sente y proyectarlos con vista hacia el futuro.

José Emilio, Carlos Fuentes y Bonifaz se fueron. Pero dejaron Calacas, que

cubriremos de pieles dentro de Batallas en Regiones brumosas, nada Transpa-

rentes, para que, Tarde o Temprano, dejemos el Albur y tomemos el tiempo en

nuestras manos.

Jesús Navarrete 26/01/1413

Fotografías: Octavio Rivero

14

Prefiero lo simple, me parece mas hermosa la claridad que la miel que supuran sus palabras contaminadas. En mi expresión hay sólo puntos definidos, las espirales sólo son barreras para alienar sus ideales de afán de entendimiento. Sentimientos reales no necesitanexpresiones ajenas para adornarse, sentir es crudo y ni el más capaz logra evocarlo detrás de exageraciones. En dos palabras hay sólo verdad y muchas interpretaciones. Si reproduces lo bello a través de eufemismos pretenciosos insultas la pureza que debería sostener-lo, es como si no creyeras en su innata fuerza y tuvieras el descarode creerte traductor y puente.

Angie del Toro

los bolsillos de la luna

En un mundo, donde nada se escucha, canta una negra mujer.En un mundo, frío, raro, donde no se escucha, ni se siente nada,

canta una negra mujer.En un mundo, áspero, de rebelión, de religión, lloran los niños de hambre.

En un mundo gobernado, mal acostumbrado, ridiculizado, bailan los ricos con sus riquezas.

Los negros cantan, los ricos bailan, los niños lloran, la panza cruje.

Manos en los bolsillos, bolsillos repletos de manos,ojos de luna, los guardé en mis manos,

mis ojos, con tus ojos, luna, los guardé en mis manosy mis manos en mis bolsos, por eso los bolsillos, siguen repletos de manos

por eso la luna, ve sólo mis manos.No estés triste vagabunda luna, mis manos cuidarán bien de tus dos desgracias,las cubren día y noche para que jamás vuelvas a ver algo que te pueda asustar,

no estés triste, no lo estés amiga luna, a causa de sacarme los ojos, ya no pude ver en qué bolsillo los guardé.

Mis bolsillos están repletos de manos y mis manos de bolsillos,ya no entiendo nada, ni sé a qué vienen los ojos a esta situación.

Verás, una mano con su bolsillo me sirve un té, me tomé el té dentro de su bolsillo

y luego de un resbalón llegué al mío, una vez dentro de mi bolsillo tomé otro té, servido por otra mano con su bolsillo cerré los ojos y entré

en él para posteriormente entrar al mío, no entiendo para qué me servirían

los ojos en esta situación, quizá jamás he visto y por eso no resentí su perdida, o quizá, mis ojos necesitaban distraerse y buscar lo

que de verdad quisieran ver, sin importar quién se los pudiera

ofrecer, mis manos siguen en sus bolsos ¿Y yo?.En un mundo donde los negros cantan, los ricos bailan, los niños lloran, donde

hasta la luna es ciega y mis manos, en sus bolsillos se pierden.

El Marinero

Fotografías: Octavio Rivero 15

Fotografía: Viviana Castaneira

Fotografía: Lizeth Santiago

16

Tú eres sol y eres mar.Tan preciso, absorbente, inmenso, intenso y cuando sucede hasta asesino.

Uno se adentra en ti como si quisiera nadar, confiado, sin miedo, pero sin el debido respeto, se sale lleno de

quemaduras y raspones. O mejor aún, no se sale.

Tan abrasivo, tan natural, tan simple, tan vengativo.No se sabe nunca donde empiezas, ni se sabe donde acaba tu reinado.

Haces crecer a las plantas y las arrastras hacia ti con tus finísimos dedos. Pones a secar gargantas.

Provocas sed, soledad, pesadumbre, silencio, paz, muerte, desvaríos. Y a pesar de tu enorme fuerza no es sólo tuyo el poderío.

Largas noches se hacen días a tu lado, largos días se hacen años junto a tus caderas, junto al rozar de tu cuerpo, que todo toca y se desvanece. Lunas enteras en tu lejana presencia, cuerpos enteros en tu ausencia.

Ciegas brisas de otoño, largas lluvias de verano.

Volar, cada vez significa menos con el pasar sublime de tu regazo. Aquí, en medio de ti, en medio del mar, con el sol en los hombros escurriéndome

de pies a cabeza, o desde la cabeza hasta los pies, cada palpitar, cada respiración es constante y sincera.

En medio de tanto silencio y tanta calma -que en cualquier momento puede ser tormenta- no se puede mentir aunque se intentara con todas las fuerzas. Pero aquí no hay fuerzas, no hay fuerza que apriete más que tu nombre.

No hay cielo que cubra con mayor ahínco cada vello y cada poro que hay en mi piel.

Tu piel en cambio no se puede nunca cubrir completamente, no se puede que-mar, ni corroer. Porque tú mismo corroes con tus finísimos

dedos, todo lo que quiera permanecer en tus labios demasiado tiempo, el tiempo incluso es presa de tus garras , de tu desgraciado aliento.

Anocheces cada vez que es de día, cada día que es de noche es de día, y de día anochece cuando es de noche.

Las palabras, las letras, los sonidos, se trasgiversan confundidos y sórdidos por tu eterna

agonía, tu eterno vaivén, ese cansado pero perpetuo y preciso ir y venir. Esa andanza sin progreso, sin regreso.

Esa atinada furia que reboza en tu espuma y en tus rayos. Y cada rayo que viene y rompe, es sólo una partesita, una pequeña extensión de ti.

Impertérrito te aferras a la ligera existencia y existes, y vives y llevas contigo todo lo que es preciso para volver, siempre fiel, por las andanzas

que te trajeron hasta aquí.Danzas de ida y de regreso danzas.

Y la danza siempre regresa a ti. Como a todos.

A todos los eternos viajeros.

Luciana C.M.

17

Güey , no sean tan balcón, ayer torcieron a Hirám por lo mismo y no entienden— Re-clamaba Krebs al ver a un gru-po de compañeros, quemando descaradamente en un bong de medio metro de altura por cinco centímetros de diáme-tro, aproximadamente, que por cierto era una chulada. — Acaban de pasar dos puer-cos caminando, no mamen. — Sí, pero ya se fueron— res-pondió uno de ellos, retenien-do el humo en su pulmones. — ¡Ésta banda!— Gruñó Krebs .-- Bueno, no hay pedo, si los tuercen les tiro paro, ¡Jaja!

Nadie respondió, todos continuaban absortos en su ritual. Sentados en círculo, esperaban su turno, uno a uno completan la metódica tarea; moviendo el fuego con pequeños círculos sobre la cé-lica yerba, presionar y soltar el clutch, al mismo tiempo, darle un profundo ja-lón al matraz de Erlen-

meyer, claro, todo esto sin perder la solemnidad.—Está bien güey, es nues-tro estilo de vida, pa’ qué nos vamos andar escon-diendo, fumamos como ejercicio de libertad —le dije a Krebs, con cierta ironía.—Jaja, a huevo, vuelve el verde rebelde, ¿No? La banda que fuma es banda cons-ciente jaja.— respondió Krebs en el mismo tono.—Yo no digo, pues, que lo de-jen de hacer, pero no está chido que a cada rato nos anden atorando— remató.Es que es verdad, y tampo-co es por exponer a nadie, pero ¡anda!, dense una vuel-ta por cualquier escuela, me refiero al nivel bachillerato, y una que otra secundaria, encontrarán sin falta en al-gún rincón una comuna de estudiantes, jipis, chairos, hipsters, fresas-frambuesas, swagueros y cuanta estrafa-laria clase de tribus, nom-

bradas y autoproclamadas, que existen hoy en día dentro de nuestra caleidoscópica ju-ventud, medio agazapados, medio descarados, llevan a cabo antiguos rituales, in-ventan nuevos; reviven viejas ideas, proponen otras. Pero aún dentro de esta diversidad existe el co-mún denominador, y sí, estás en lo correcto si es que ya lo pensaste: La colectividad.¡Claro! Dónde si no en la comunión con nuestros <seme-jantes> es donde realmente nos formamos como hu-manos; alimentándonos de heterogeneidad amplia-mos nuestras perspectivas sobre nosotros mismos y sobre los que nos rodean. Re-marco semejantes porque hay uien tiene la firme creencia de que no es así. Tenemos el ejem-plo en las expresiones como: “hasta en los perros hay ra-zas” o “hasta la basura se separa”, y la famosa frase, “para todo hay niveles”. Digo, obviamente hay que acep-tar nuestras diferencias, y más en el entorno multicul-tural en que nos encontra-mos. Pero si entre nosotros mismos nos discriminamos por nuestra forma de ves-tir, hablar, pensar y hasta de consumir, si nos descalifica-mos mediante la intoleran-cia, cómo esperamos creer siquiera en una “Nación”.

Chavos malditos Por: Mauricio César

18

Fotografía: Rogelio H

ernández

I

“Todos somos iguales…”, no se cansan de pre-gonar las élites. Tanto lo hemos escuchado que carece ya de sentido, pero al igual que en la no-vela del maese Orwell, nos han ocultado y aho-ra caemos en cuenta de que la frase termina “…pero algunos somos más iguales que otros”. Es cierto que en la vida hay que ser chingón, el mero mero, fregón- y entiéndase fregón como el que destaca o es competente en una activi-dad, digo, no necesariamente hay que fregar a otro o competir para ser competente-, por lo tanto hay que desechar ese dogma neoliberal el cual sentencia que: ”en donde no hay com-petencia, lo que hay por definición es incom-petencia”. Es necesario tomar conciencia de que todos necesitamos de todos- frase súper gastada pero necesaria- y si vivimos en socie-dad, hay que pensar como eso; un conjunto de personas que mediante la mutua cooperación pactan para lograr un fin en común.

Ahora bien, pensemos en que ésta compe-tencia se lleva a nivel mundial entre los países y grandes bloques. Vivimos ya no sólo en un mundo, ahora la oligarquía o los que preten-den ser dueños de él, lo han dividido en tres: el primer mundo (las impotencias europeas, y curiosamente todos los países del norte); el se-gundo mundo que sabrá dios cuál es, ya que nos es imperceptible. Supongo que se han de refe-rir al grosero abismo que existe entre el primer y el tercer mundo, ése al que pertenece nues-tro amado e incomprendido país, al mundo del subdesarrollo (o mejor dicho, del retroceso). Mientras que los países del primer mundo se colocan a sí mismos en la gloria, los demás paí-ses nadan desesperadamente, como quien se ahoga, en la mar de la emergencia económica.

Aunque podría dar miles de ejemplos de ésta cooperación y comunidad, me remito a mi próxima y humilde experiencia. Me refiero al lugar donde en mi escuela, aunque ni siquie-ra en mi escuela, a cien metros de distancia de esta, heredado de manos de generaciones anteriores, me reúno con amigos y compañeros para realizar la enervante eucaristía,

ya que no es mentira para ninguno de los que nos rodean ahí, vecinos, compañeros, ni para los comerciantes de enfrente, ni para las auto-ridades, que tenemos gran afición por la expe-rimentación con sustancias que expanden la conciencia, que le quemamos las patas a Sata-nás, que vamos a quemartin nos pague..etc. Si bien sabemos que infringimos algunas leyes, los ladrones y asesinos tienen más en común con las instituciones que se encargan de nues-tra seguridad; nosotros , al generar una co-munidad dentro de otra comunidad estamos expresando nuestro rechazo al modo de vida general, lo que atenta y tambalea la estructura sistemática de control social. También come-temos otra grave falta a la doctrina neoliberal o al adoctrinamiento neoliberal al ser impro-ductivos y ociosos, si es que a la reflexión se le puede llamar así. Pero más allá de eso nos reunimos para invocar la ahora primitiva for-ma de comunicación oral, ya que es aquí don-de reside el verdadero valor de este espa(o)cio, porque al converger multiplicidad de formas de pensar, nos situamos en la plataforma de la tolerancia para establecer el diálogo aceptan-do nuestras diferencias, que son muchísimas, y dejándolas atrás, en un clima de respetuoso hermanazgo, para así poder definir las necesi-dades colectivas, y con la propuesta de ideas buscar soluciones.

Son importantes éstos espacios, porque además de reforzar valores, se crea tejido so-cial, tan degradado hoy por el clima de violen-cia, con el fin de que esta interacción nos vuel-va sensibles, nos acerque a nosotros mismos, y gracias a esto nos sintamos humanos y por tanto nos preocupemos por los problemas que acongojan a la gran parte de la juventud y del mundo al que pertenecemos.

Disentimos gravemente del modo de vida oficial; el tedio, la mota y nuestra corta vida nos desvían del camino de la violen-cia; cemento y polvo se vuelven tierra fértil donde florecen nuestras ideas, propues-tas utópicas que esperamos algún día sean una realidad.

19

20

Por cuestiones de hemisferios y despues de haber

sido partido cenitalmente por la m

uerte y las cos- tum

bres. ¿D

e que privilegio goza el hombre sensato y plena

mente diestro al rom

perse el brazo derecho?

J.J.G.G

.

Obras: Mario Sierra

21

INTTON

INTTON

intton.com.mx

ANIMALARIO.

Obra: María Vidali

desdicha futura

Virtuoso el amor que traspasa el esqueleto,que va de piel a piel, de imperio a imperio.Virtuosos aquellos que gozan su querer completo,que se miran, que se aman, que se tientan y se callan.Aquellos que lloran las caricias del ser perfecto.

Que hipnotizan los tragos amargos, las lunas secas y los ojos sangrantes.Desdichados aquellos que simulan sonrisas al tacto.Se desnudan, se ríen, desdichados que oyen los huesos danzantesque marchitan las células y que muerden el tumor intacto.

Podrida la mente de aquellos que urgen quedarse sin vida,de aquellos que urge plantar la semilla del humor erecto.Paciencia surgida de dos entes enfermos que no tienen salida.Formas que enriquecen la carne, la materia, lo eterno.

Partes sumergidas en agua inconsciente,sexos libidos en tierra impaciente.Criaturas que emergen del tallo, del pétalo, del sol y del agua.

Desdichados esos que se quieren, que se recogen de la arena y se pierden en el mar.Desdichados esos que no quieren amar.

Francisco Ortiz

Fotografía: Laura Arlotti laura-arlotti.com

los bancos son tiempo muerto.

Tarde, siempre voy tarde, llego tarde por llegar y siempre llego. Pero ese día, las sábanas seguían ceñidas a mi sien cuando, al contar del tiempo, claro,mi salida iba tardía, sin hora si-quiera para tomar un vaso de agua. Recordando si no olvidaba algún for-mato, salí cargando a la prisa entre mis brazos, a un lado de todos los papeles necesarios para la labor de trámite.

Ya de camino a mi tediosa por sí mis-ma cita con la burocracia capitalina, tra-taba mediante dialogar con lo invisible, que el tiempo en el vagón fuera más rá-pido, y que los empleados encantados con su presencia y enredados en lar-gas charlas hicieran del tiempo tarde.

Después de mirar mi entorno, siem-pre caigo en la vista de la muerte y la pienso, y gozaría de cuestionarla, pero siempre que la veo el azar nos lleva a ba-jarnos en andenes distintos, entonces ella charla con otra persona en el pasillo del andén pisando los caracoles incrus-tados entre las piedras del suelo. Mien-tras tanto, yo intento leer un poco más, pero después del abrir de puertas, la voz de Serrat entró a vagar por el pasillo del tren, dentro de una mochila, reventando el ficticio silencio con su voz de pregón.

Me dirijo hacia sólo una más de todas las oficinas estatales, ya que en este país, para que la obra musical pueda ser re-producida en una calidad razonable, ne-cesitas un documento que asegure tu autoría y de paso pagar al estado para que lo que surgió de la sensibilidad del artista le pertenezca legalmente, aun-que la copia no autorizada de su obra no se encuentre ni en el cajón más obs-curo del imaginario de sus miedos.Pero antes, tengo que realizar la peor de todas las acciones que un hombre que se dice sensible está dispuesto a hacer. Tengo que entrar en la sucursal de un método más, en que el monstruo se

alimenta del sector marginal de esta so-ciedad, que pobre y adoctrinado al consu-mo, cae en el hocico del rufián, atraídos por un aullido disfrazado de apoyo, que embelesa con chiquitos pagos y desga-rra con embargos justificados en la ma-yor mentira de los bancos, los intere-ses. Mientras espero en la fila del ban-co, miro la avenida y aparece con su tum-bao de poeta, su característico bolso col-gando del hombro, el hombre que en el tiempo claro podría bien ser Mario San-tiago Papasquiaro cruzando la puerta; cla-ro, envejecido él y su ornamento por el delirio que lo detuvo en el tiempo. De golpe recuerdo las supuestas cir-cunstancias de su muerte y es que, aun-que morir atropellado en una ciudad como la Ciudad de México podría ser una muerte poética, también podría ser una tontería, una gran mentira. Entonces me equivoco al llenar el for-mato, Mario Santiago se acerca ala ventanilla de al lado para cobrar un miserable depósito, procedente deuna editorial fantasma, regalías segu-ro por algún libro fantasma. Llenan-do el nuevo formato, preciso llamarme José Alfredo Zendejas, ya que al trámi-te en nada afecta el nombre de quien realiza el depósito. Miro a Mario San-tiago y mientras la empleada del banco confirma mi nombre yo espero algu-na señal en la que a través de lo invisible el poeta confirme su identidad.

La única pista que conservo y que me parece suficientemente valiosa, fue que cuando la cajera repitió el nom-bre escrito en el papel, mi supuesta vista y la vista del poeta se cruzaron.Al salir del lugar con el mismo paso, nos despedimos de reojo y pude haberpensado en la muerte, o en el tiem-po, pero en ésta ocasión solo basta reír ante la gracia de lo absurdo y de cómo en este mierda sistema, hasta un poeta poeta termina en el banco.

J.J.G.G26

“Si tuviera que asaltar el banco más protegido de América, en mi banda sólo habría poetas. El atraco concluiría,

probablemente, de forma desastrosa, pero sería hermoso.” ROBERTO BOLAÑO

I

Soy el edificio de palabrasque se desmorona sobre los [huecosque su construcciónha olvidado por doquier.

Soy la Torre de Babelque con mis propias palabrashe levantado sobre ruinasque funcionan como planos.

Soy el barro y la piedra.Soy el polvo y el lodo.Soy la ruina erigida sobre la nadaporque todo lo que nombro es [ausencia.

Todo lo que llamo no existe.Mi palabra no es más que vacío.

II

Oscuro despertar, a esta vacuidad de un mundo [llenode horrores sin sentido.

Trémulas criaturas solitarias,arrojadas a la furia de un potroque al pensarse de desvanece.

Y yo no hago más que cavilarsobre esa discordante, oscura, [compleja y aterradora banalidad.

¿Qué son el amor y la bellezacontemplados desde el frío [leviatánde las palabras?

III

Sin saberlo, naciste para la [soledad, para viviratrapado por las palabrasque otros dijeron antes de ti.

No hablarás nuncaserás solamente el mensajerode voces perpetuasque brotan por su propia [voluntad.

Y esos ecos no alcanzana romper el recipiente que las [contieneno compartirás el dolor ni la [angustia.Morirás solo.

meditaciones sobre las palabrasPor: Roberto Velasco Álvarez

27Ilustraciones: Luciana Castaneira

Por: Ylia Bravo Varela flickr.com/photos/yliabrarela/

28

Ilustración: Nicolás Zavala 29

Por: Simón Franco

Últimamente se habla mucho sobre la memoria histórica, sobre la importancia de conocer nuestro pasado. ¿Para qué? Para no repetirlo, para entender nuestro presente, predecir nuestro futuro, etc., etc. Y sin duda alguna la hemos memo-rizado bien, sabemos quién fue Cristóbal Colón, quién fue Miguel Hidalgo. Nos dan nombres, fechas y batallas. Con la pre-tensión de que sintamos orgullo por “los héroes que nos dieron patria” Realmente nos venden una historia de héroes y villa-nos y estúpidamente la compramos. Otro de los grandes cuentos que nos han ven-dido desde pequeños es el de la identidad con tu nación, con tu tierra, costumbres, gente, bandera, etc., usualmente llamado “Patria”. Nos hablan de patriotismo en un país que actualmente se ve desarticu-lado en su tejido social por la violencia, (¿Cuál unión entre los mexicanos?). Nos jactamos de tener “lo nuestro”, “nuestra patria” ¿Qué tenemos? Nada. ¿Es nuestro acaso el maíz que comemos, o la ropa que usamos, las tradiciones que practicamos, la comida, el arte, la cultura que consumi-mos? Nada es nuestro. Lo hemos vendido todo, ya no sólo vendimos lo que hay aquí en la tierra, ya hasta vendimos el jodido subsuelo. Y cuando nada nos pertenece, cuando todo es parte de los monopolios extranjeros ¿Qué patria tenemos? Si al-gún día pudiera existir alguna patria, tengan por seguro que no se trata de la que nos enseñan a amar en la primaria. La verdadera patria no te la enseñan, se construye. Y se construye en el mundo real, no en los libros de la SEP.

No podemos pretender que el conocer fechas y nombres o el tener héroes y villa-nos, nos de una patria, mucho menos una memoria histórica. Si realmente esta me-moria histórica existiera, nuestro pasado no se vería plagado de los mismo errores. Y para demostrarlo no pienso remontar-me a cuestiones obvias como la desigual-dad pre-revolucionaria o al partido que nos ha gobernado por mas de 72 años. Hablare del oscurantismo, esa época me-dieval donde el arte, la ciencia e incluso la cultura se vieron opacados y congelados por la religión católica. Un periodo mile-nario donde la civilización no progresó (si a lo que pasó después se le puede llamar progreso). Y todo por culpa de la religión, que imponía dogmas y mantenía en la ig-norancia a miles, y aunque digan que esas épocas quedaron muy atrás y actualmen-te, 1500 años después, las cosas son dife-rentes, yo veo todo muy parecido.

Actualmente también vivimos en la ignorancia, actualmente también la cien-cia, y sobre todo el arte y la cultura están opacados, congelados, y también nos imponen dogmas. Pero esta vez (porque históricamente nos han enseñado que al-guien debe tener la culpa) ¿De quién es la culpa? Ciertamente no es del catolicismo, o del cristianismo, o del judaísmo, o del islamismo, ni ninguna de esas religiones. Pero sí es de una religión, una nueva reli-gión no oficial, de la cual todos directa o indirectamente somos parte. Una nueva religión que no se predica en las iglesias, se predica en toda partes de la ciudad y no ciudad donde un espectacular pueda ser clavado. Ya no se reza en templos conven-cionales, ahora son unos nuevos templos del futuro llamados “centros comercia-les”, y tu fe no se mide en qué tanto reces, se mide en qué tan grande es el crédito de tus múltiples tarjetas. Nuestra deuda ya no es espiritual ni con Dios, ahora es con los bancos. El “neo-esclavismo” lo im-ponen los bancos, la gente vive de pagar deudas, hipotecas, meses sin intereses y cualquier otro tipo de trampa capitalista, siguen endeudándose y endeudándose, como si gastar el dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos, fuera un es-tilo de vida ejemplar. Esta deuda llega a ser tan grande, que al igual que una deuda de fe, deja de ser material, se vuelve ima-ginaria y sólo vive en nuestra concepción. Ésta, compañeros lectores, es la religión del siglo XXI.

Al igual que cualquier otra religión abandona la razón y se guía por el dogma. Podemos pagar 15 veces el precio de una artículo por el simple hecho de tener una marca encima. Al igual que una creencia, tener, comprar, consumir y desechar le da un sentido a nuestra vida. Y así como nos entregamos plenamente a una religión, así como decidimos volvernos cristia-nos o musulmanes, decidimos volvernos Totalmente Palacio o Totalmente Nike. Adoptamos a las marcas como algo nues-tro. Tal vez pensarán que exagero y mi comparación es ingenua, pero al igual que un religioso, un consumista se guía por la pasión, por buscar ese “sentido a la vida”, no por la razón. Por lo menos para mí, ese sentido, esa fe, es el origen de toda reli-gión. Citando a un gran maestro, “El con-sumismo es el opio del pueblo.”

30

Un crédito de fe

El capitalismo salvaje ha llegado a tal punto de control que ya no nos venden co-sas o productos, ahora nos venden ideas; nos venden puntos de iTunes o nos ven-den dinero ficticio para videojuegos como Farmville o suscripciones a páginas que no usamos, todo intangible. Y éstas real-mente son ideas simples, no es más que un juego de niños. El verdadero dogma capitalista está en la bolsa de valores. Ahí venden las ideas más caras y nocivas: las acciones. Se supone que tu acción repre-sente una parte de “X” empresa, pero ¿Es tangible esa parte? ¿Acaso te dan una par-te del producto o de la maquinaria? Nada, sólo un papel que dice que tienes parte de la empresa. A veces teorizamos, especula-mos de más en torno a las acciones y la bolsa, pero no nos damos cuenta lo que realmente son: ideas. Ideas tan poderosas que mueven al mundo.En una religión de consumistas, Wallstreet se convierte en el templo mayor, en el vaticano del capitalis-mo. Las leyes y preceptos que la economía maneja, se convierten en la nueva Biblia del consumista, y como en el oscurantis-mo, es leída y modificada al antojo del ca-pitalista. Antiguamente, en la Edad Me-dia, la misa se leia en latin, lengua que el pueblo no hablaba. Así los curas eran los únicos que podían interpretar la palabra del señor conforme a su conveniencia. Y esos vacíos espirituales que el creyente te-nía, eran llenados con dogmas absurdos. Actualmente no es muy diferente: la eco-nomía no se predica en latín, pero sí en un lenguaje pseudo-matemático, lleno de tecnicismos hechos de tal manera que na-die, o al menos no que la mayoría de la po-blación, pueda entender. Y así se maneja de una manera inhumana, la economía, las vidas y el dinero de las personas.

Pero para ellos es como un videojuego donde los números se convierten verdes por que las acciones suben, y los números pasan a rojo cuando las acciones bajan.

¿Acaso el capitalista ve todo lo que eso conlleva? ¿Ve a todas las familias que deja en la pobreza, o a los miles de desemplea-dos que eso produce? Claro que no, él sólo ve números en una pantalla. Vende ideas con las que se lleva el dinero y los sueños de miles de familias consumistas, pero eso no les interesa, ellos, como unos ilu-sionistas, convierten sus ideas en dinero y tus sueños en pobreza. Y lo peor de todo es que lo permitimos, aceptamos que se lleven nuestro dinero con absurdas fala-cias como “era una burbuja inmobiliaria” o “fue una crisis en la bolsa”, y cuando de la nada todo mejora “¡Milagro económi-co!”. Realmente nos hablan de milagros y catástrofes, la bolsa sube y baja de mane-ra caprichosa, sin respaldo alguno. No hay guerras o desastres naturales que le den una coherencia, cuando hay crisis sólo los pobres se hacen más pobres y los ri-cos extrañamente logran salir ilesos. Ob-viamente nos dicen que sí hay una causa, pero es tan compleja que nuestras pobres mentes ignorantes no la entenderían. Nos leyeron la Biblia en latín y ahora nos leen la situación actual en una lenguaje econó-mico-político, donde obviamente nuestra interpretación no es válida.

Es hora de crear una verdadera memo-ria histórica.Es hora de que despertemos. La economía y la política, actualmente, sólo sirven para excusar la desigualdad y la represión. No quiero generalizar, pero los pocos políticos y economistas que no apoyan este atroz sistema, se hallan en una zona marginal del mismo, donde ciertamente están atados de manos.Tal vez este religioso consumismo no sea la única razón de nuestra falta de identidad y de memoria, pero es un hecho que el ca-pitalismo salvaje actual prefiere a un pue-blo divido, sin memoria y sin patria, un pueblo ignorante, que piense en marcas y productos y no en cultura. Han logra-do que nos una más el crédito de nuestra tarjeta que nuestra raza. Nos jactamos de tener identidad cultural pero aún así vemos de manera despectiva al indígena, prefiriendo modelos importados. Pero sólo podremos detener este atroz sistema de la misma manera que podremos tener patria, luchando en el mundo real, no el mundo de las ideas, luchando cada quien desde su trinchera, no con violencia e in-tolerancia, sino con criterio y conciencia. Sólo así tendremos libertad, igualdad, memoria y, tal vez, algún día, patria. Una patria universal donde el hombre no com-pita contra el hombre, sino que conviva en un ambiente de tolerancia y entendi-miento.

31

Fotografía: Ylia BravoVarela

32

Abrí mi pecho ya hormigueado con desazón y sin alientoque poco a poco fui exhalando ¡Qué poco poco era mi aliento!

Torné la fauna alada hacia mi pechocon aleteo triste y lagrimero,libré de mis costillas, negro encierro,al socavado pero vivo, a tu recuerdo.

Lloré en el cielo, a mis adentros,tormenta agria y vanidosa.Calmar después de tempestadesenjuga, evapora, anima cosas.

Quiero encontrar un quieroun siempre quiero,que dure que se ajuste y que perdure.Un querer opuestoa un entierro que destierre y que clausureel daño entero.

Santiago Orihuela transitorioPasa el tiempoy pasa mi vida,

pasa la brisa salina, paso un rato por este rumbo

consumiendo el mundo como bocanadas de humo.

Pasa un día, dos, tres, cuatro, cinco , seis,y, ¿Qué pasa?

Tomas uno de descanso.

Tomas un día, un trago, una pluma, una mano, una vida, dos, tres y ¿Qué haces?

Creas otra de reemplazo, como creas una nota dando un par de trazos, dejas tu trazo, crece, cambia, evoluciona,

se reproduce y vive tratando de seguir el paso.

Das de vueltas, te alimentas, pasa el tiempo y no revienta,inclusive extraña el cómo algunos ya no cuentan.

Mientras tanto tu trazo cuenta, antes de dar otro paso, cuánto tiempo tomará agotar el plazo.

Krebs

Fotografías: Rogelio Hernández

Es la noche

He bailado durante casi 6 minutoscon todos los muertos, los cósmicos y los terrenales.

He tomado las manosde todo rostro que he visto,de los olvidados, de los memorables,en una rueda tan grandecomo el alma de la tierra.

Lloré soles infinitospor cada corazón roto.

Lloré a través de sus fugasy los ríos de mi llantoles trajeron costuras.

Lloré al universodel universo.

Lloré con los ojos cerradosy nunca vi más claro.

Sentí cada objeto de la sala moverseen la danza de la unidad.

Fui mesa.

Fui rata.

Fui soledad.

Luz,su brillo llegó,el cristal se quebró,y mis lágrimas corren,salpican

¡Vivifican!

spleen garzón

I

Hay una rata grisy una negra, más grande.

Hay un octópodo y sus ventosas están

en mi espaldaen mis hombros,

me transforma.En noches como esta

el Spleen tomami cuerpo de garzón

y lo despluma,en noches como esta

mi mente de efebose derrumba.

Pero sólo en estas nochescomprendo a plenitud

el carizde tus ojos y tu nariz.

Sólo en estas nochesloo a la vida

por dejarme contemplaresa venturosa maravilla

que es tu triste sonrisilla.

II

En mi errabunda travesíahallé una luz que quizá no merecía.

De la nada aparecíaen mi oscuro sendero

el lánguido brillo de un faro costero.Estimulante desvelo

vislumbrar tu rostro sincero,

esbozar lo que será nuestro vuelo.

Mujer de ojos abisales,concédeme

el poder resurrector de todos tus males.

33

Por: Guillermo Acevedo

Illustración: Nicolás Zavala

sol que muerePor: Itzuri Moreno Espinosa

Palacio de venas moradas, inquebrantable estructura sin regla, sin orden; prelu-dio al sol naciente que se desliza entre mis pupilas; sarcófago de luz, de soledad, de melancolía; así es el amanecer: ensueño etéreo, poema derramado, triunfador, transparente.

Amanezco en un campo sin luz. Veo el encandilante sol y siento mi piel con sudor seco. Me froto las manos. Me consuela saberlas de día; me llena de melancolía ver al sol vencedor abrirla nueva travesía, la nueva odisea y quedarme perpetua en las ho-ras malva de la madrugada, donde la fe se alberga, donde vive el equi-librio en la transición de la espera y la llegada del sueño mágico perfumado.

Podemos solventar, pues, a esa mancha azul que le dicen cielo,a esa imaginación intacta que se disuelve con el corazón cerrado. Dé-jame tocar la piel de espuma que te esconde del mundo falaz. Déjame descubrir la ropa con etiqueta y despojarla de ti. Déjame lamer tus tristezas. Si tan sólo pudiera acercarme a ti sin frenos, sin prejuiciosos e impuestos esquemas, con mis manos extendidas y sin guantes;manos que te recorran, leales a tu espalda. Quisiera que abrazá-ramos nuestras almas. Veo tus ojos y me caigo en la contempla-ción, en el calor de la plenitud; descanso en tu mirada. Corresponde mis deseos. Los ojos a la misma altura, sintiendo nuestros latidos como uno sólo. Encontramos complicidad en nuestras voces, en nuestros cantos.

Aquí vengo a hacernos felices juntos y separados. A ser y a buscar, a encon-trar. ¿A renacer?...

Somos ajenos. Somos ilusos. Nuestros cuerpos a kilómetros se pudren.

Somos cuerpos arrojados al viento con la piel expuesta y la sonrisa desnuda que se cohíbe siempre en el alba.

Hay una desvalorización en el espejo que me ata a tu mirada y a tu cuerpo, que me exilia de tu alma.

Somos ajenos.

Somos muertos sin saberlo, quizá sin quererlo; condenados a vacilar entre cari-cias, a vacilar entre súplicas. Somos el cansancio de la espera, de la fe, ansiando ser correspondida, vencida.

34

Casi logro creerte... creerme. Casi logro pe-netrar en esta niebla. Ahora me disuelvo con la mano en el vientre y la mirada en el sue-lo, con tus caricias en la espalda hidratando mi llanto, mis sollozos.

Entonces nada existe. Somos carne, huesos,sangre,latidos, voz. Somos aves con alas muer-tas.

Lo único que de verdad tengo de ti es estamelancolía, esta madrugada en la que espero casi sin ganas tu cuerpo ajeno.

Quisiera saber qué tienes tú de mí. Quisiera penetrar en lo que piensas cuando estás solo en tu cama, cuando caminas y observas, cuando te descubres y te ves desnudo frente al espejo. Qui-siera saber lo que sientes cuando te desquicias, cuando te apasionas, cuando te explotas y te deslizas... cuando te pones verdaderamente tris-te.

A veces te pienso tanto que te ultrajo y te uso a mi antojo; dejo de lado todo y me sumerjo en tu mirada ausente y remota. Quisiera poder hacer un poco de esa magia que produce tu voz.

Quisiera verte eterno ante mis pupilas y gozar tu piel tostada mientras el sol de la tarde entra por la ventana y parece destazar tu espalda. Qui-siera que la tarde muriera gozosa y estas ganas de ti se fueran con ella porque estarías en mi vientre cansado. En cambio, no. En

cambio, eres parte de mis anhelos de tarde muer-ta en la que contemplo a solas la huida del sol, la muerte del sueño. En cambio, eres parte de los ideales absurdos que se me caen de las manos, que por más que intento manifestar, no existes ahora.En cambio, el tiempo sigue pasando encima de mis pensamientos y ahora el cielo se tiñe de brillos y pa-rece clarear. Parece distinguirse una luz que emerge del horizonte. Mis labios saben a éter. Miro de nue-vo al encandilante sol que parece hablarme. ¿Por qué no habría de quedarme el tiempo que el vien-to quiera? ¿Qué cosa es la verdad? Mis ojos me di-cen que lo que veo es más real de lo que sé y que mis manos exploran el agua del sueño. Me descu-bro fingiendo que puedo penetrar en tus auras y colores, en tus paisajes y senderos. El cielo se pone negro y se agujera en llamas. Mis manos verdes te tratan de alcanzar pero entiendo una vez más el principio y el ahora. Parecen colisionar millones de membranas en una mirada al que promete eterni-dad.

35

Ilust

raci

ón: J

ulia

Arc

e

Ilustración: Iván Valentín

no es suficiente con un disparo en la cabeza

Me hubiera gustado nacer en 1899, como Hemingway, y ser un gran escritor para poder ganarme un premio Nobel de literatura.Me hubiera gustado conocer a Gertrude Stein y caer cada que me diera la gana a su casa en el 27 de la rue Des Fleurus, para hablar sobre la poesía de Ezra Pound o de los cuadros de Cézanne y Picasso.Me hubiera gustado vivir para escribir, o al revés, escribir para vivir. Me hubiera gustado llamarme Ernesto y que de cariño me dijeran Ernest; tam-bién apellidarme Hemingway, pero que los Fitzgerald y mi mujer me dijeran Hem, o Papaíto.Me hubiera gustado trabajar en los cafés de La rue Delambre.Caminar sin ver el piso por La rue Notre-Dame-des-Champs.Escribir, al calor de una gabardina sin lavar, en una libreta que guardaría con recelo en el bolsillo raído,sentado en una silla de mierda, perdón, de madera,mirando al vacío.Escribir en la Closerie des Lilas.Escribir en el café des Amateurs.Escribir como hijo de puta.Me hubiera gustado vivir en París, en los años veinte, para emborracharme todos los días diciéndoles a las mujeres que me llamo Ernest Hemingway y que hago cuentos para no morirme de hambre ni de frío,pero que de todas maneras soy guapo e inteligente.Y se interesarán en mí,no por mi literatura, ni por mi cara ni por mi ropa,sino porque sufro como un loco,sufro desesperadamente, incansablemente;y todas las noches me acabo una botella de vino intentando escribir la última línea de un cuento o las primeras de una novelita fallida.Y eso les provocará una erección,aunque no tengan pene,aunque no lo tengan, se excitarán tanto que les crecerá uno entre las piernasy me dirán:

36

¿Dónde vives?Pero no me apellido Hemingway, ni paseo por las tardes en los jardines del

Luxemburgo.Ni creo reconocer a ningún escritor famoso para pedirle que mi invite un trago.

Ni las muchachas me hacen caso.Frecuento un lugar soez y vulgar que se llama

internet “Toño”,en donde no me calienta más que el sonido incesante de las máquinas

donde no dejan beber café ni vino de ningún tipo.No vivo -ni viví- en París,

estoy encerrado en la costa más remota de un país olvidado.No escribiré para The Trasatlantic Review,

no escribiré para Toronto Star Weekly.Sólo caminaré por las calles húmedas y solitarias

recordando a mis amigos imaginarios del bohemio París.Subiré por las callejuelas empedradas hasta la librería cuyo nombre es

demasiado ridículo para mencionar.Estrellaré mi cara contra la vitrina principal donde se exhiben

todas las novedades.Sin pestañear y con hambre, veré la cara de Oscar Wilde

en la portada de una recopilación, en pasta dura, de sus más selectas obras teatrales

Y gritaré,inconsolable:

¡Por qué!¡Por qué!

¡Mundo de mierda, por qué! Después me iré caminando por la misma vereda que me trajo desde París

hasta mi casa, que si viviera en Francia se llamaría La Rue des Alléndés; pero es español, así

que es simplemente Allende. Allende sin ningún puñetero chiste.

Ya entrada la noche,maldeciré el día de mi nacimiento,maldeciré a mi madre y a mi padre

por no

habermellamadoErnesto.

Por: Eusebio Montes

Illustraciones: Nicolás Zavala 37

Celentereos

El plenilunio huele a mar; igual que tus ojos,que parecen desnudarse, evanescerse,esfumarse como la espumacuando embiste la arena en un hermoso vals;vaivén escultor de la brisa existente solo en tus labios,esos que siendo tuyos hoy son todos míos,naufragando entonces en este mar tan tibio, tan suculento, tan exquisito, tan como tú.

Inmerso en la cascada que desciende desde ti para llevarme rehén, hasta la no-che tuya, prófugo de mí, privado del tiempo y del espacio, sufro inconsciente la deshinibición y nado por tu cuerpo en busca del mío, recorro tu arena, tu blanca arena, acaricio al viento y me fundo en tu espalda, subiendo de la luna hasta el horizonte, disperso, mar adentro.

Bebo la planta de tus pies para sumergirme en aguas más profundas, menos cla-ras, menos turbias. Entonces coinciden tus piernas y mi sed; que viaja en espiral hasta tu vientre y se abraza de tu ombligo para no llorar, para creer que aún no me encuentro, que aún no soy yo, pero siento tu corazón y descubro que somos el mismo... lo mismo...

La misma agua cansada de un oleaje tan aleatorio, tan inestable, pero siempre igual, agua oscura; que no es nada, agua que esconde el ritmo de tu respiración, agua oculta tras esos párpados cerrados, agua que reprimes al tensar los dedos de los pies, agua que arquea tu espalda, agua que dobla tus rodillas y abre tus labios, agua donde ya no puedes hacer mas que morir.

Es ahí donde sucedemos, donde por un instante rompemos el cuerpo y vaciamos el alma en un sólo mar, que se evapora....

Omar Hernández Patiño

Illustración: Nicolás Zavala

38

Obra: María Vidali

39

Fotografía: Ylia Bravo Varela

Criadores de peces

I

En alguna parte el granizo caetendiendo su red sobre los hombres, sobre [los criadores de pececillosque recitan refranes acerca de la ciudad llamada por próceres “de la Esperanza”.Sin duda cae granizo, sin embargo el río es seco,se han extraviado esos pecesy sus crías tan grandes como el abuelo de [los criadoresde pececillos.

II

Sólo por otro tanto,los criadores de pecespueden fingir navegar como hace añoy pescar muertos, a veces peces, pero pescarcomo en las fábulas que los hicieron [pescadores.

III

Únicamente por la tardeslos pececillos deambulan porel fondo luminoso del lododel Aguade los Botes de los criadores de la suerte asimétrica e intemporal de la [superficie.

Andrés Paniagua

Un ojo derretido

Tengo un ojo derritiéndose sobre mi mano.

Mi cara tiene un hueco,puedo ver a través de él.

Caen gotas de mi córneasobre mis dedos,

las venas de mis ojosse derriten.

Han venido a regalarme otro ojo,

lo rechazoy guardo en mi boca

mi ojo derretido.

Aún puedo verSin verLo veo

El aguaQue alguna vez

Fue mi ojoMi ojo

Derretido en el suelo.

Por: Tzintli Lani Díaz Gudiño

los jardines.

Cada ocasión que con sumisa calmate acercas a mí y vienes a saludarme,quiero, como un tigre salvaje, en tus [jardines de la pasión aventurarme.Siento todo un batallón fusilando con [palabras mi alma.

Toda una tripulación de marineros en [mi menteque por codiciar el tesoro que entre tusdos montañas se haya, se han [encontradocon el abrumante silencio que todo lo [calla.

Todas las sonrisas del mundo [confabularon para hacer tu existencia.Las noches y los amaneceres han hecho [un acuerdoy en tu mirar quedarán todos los [atardeceres que yo recuerdo.No había otro lugar para tu estupidez [y tu inocencia.

Por: Luis Canizales


41

Era la segunda vez en ese primer agujero donde nos encontrábamos, una tarde “dis-tinta” como siempre; cuatro paredes que le hacían juego al smog de tanto cigarrillo que recibimos en los pulmones, tras un gran trago de licor o por el mal olor.

Dispuestos algunos para el siguiente si-tio pecador en esta ciudad, ciudad sin dios; los de siempre se quedaron atrás, los que restábamos nos dirigimos como pudimos rumbo al subsuelo, y de nuevo, lo normal; unos metros, bajando una tras una las es-tructuras, unas cuantas estaciones moles-tando pasajeros.

Sabiendo en fases no muy claras el cómo y porqué ya veíamos el monstruo de luces… muy distinto a la ventana de siempre, ahora el lugar venía más acorde al hilo de nuestro soñar despiertos, entre seres conocidos y desconocidos de una jauría de desolados, esos que no vuelves a ver, la misma se acomodaba frente a los tambores, que de verlos Ya en el alma se soñaban con placer las percusiones, los tres platillos, elegidos a gusto; se nota, por algún demonio musical, inconforme con un sonido causal y una dis-torsionada idea de crear.

Antes de cualquier queja de sofocación el palacio de paredes amarillas, con todo y las terrazas, incluso escaleras, fue puesto para nosotros. Iba todo en el caótico orden nece-sario, lo supe después, para experimentar el espectáculo que hubo de invocar a todos estos seres de carnaval. Este orden, estaba hirviendo ya en su naturaleza de endorfina, charla y risas ansiosas de música, y ya entre una oleada de sensaciones cercanas a la lu-

juria, ansias ,confusión, comenzó a danzar la música entre las mentes de los presentes. Los cinco jóvenes con mirada de placer y confianza, ya empuñaban sus instrumen-tos y se preparaban a atacarlos y con esa respuesta, hacer mover los pies del público como se hiciera con el swing en los 20’s, uti-lizando ese sonido para mover caderas. Dos saxofones comenzaron un duelo similar al que se baila con una mujer, con un abanico de emociones de sublimes a viles, con el fin de quererla; música de viento que se diver-tía, se deformaba, se unía y volvía a luchar de nuevo, en conjunto; un festejo de verdad, y esto, señores, es La Orquesta Vulgar.

Un sonido grave proponía un ritmo con ganas de desquiciar, un bajo con paso confiado y seductor iba saliendo de su madriguera, como serpiente a la noche, en noches de carnaval; donde no pue-da faltar una buena guitarra, dispuesta a la destrucción, que era una nueva cla-se de creación, como la de sus camaradas, algo digno de tener Jazz; desde el fondo de unos cuantos jóvenes, con el don del rock, el blues, el funk, el progresivo y la fu-sión el pesar de loscielos y el dolor deuna ciudad teníanpara ofrecer. Esto,señores, es laorquesta Vulgar.

Ilustraciones: Nicolás Zavala

42

soundcloud.com/ la-orquesta-vulgar

Por: Luis Hiram Bermudez

43

YOUNGERBanda emergente formada en marzo de este año, ya cuentan con su primer album “Younger State Of Heart”. Aunque todos sus integrantes provienen de la Ciudad de Mexico, sus letra son en inglés y podríamos acercar su género al indie rock. El videoclip de su sencillo “Child” ya está en la red. Aquí su contacto:

Web:http://www.youngerstateofheart.net

Bandcamp: http://youngerstateofheart.bandcamp.com

MEZCALCOLBanda mexicana formada en 2013, iniciando con sólo tres integrantes y guitarras acústicas, actualmente han incursionado en las percusiones y otros instrumentos. Con la pretención de expandir sus horizontes musicales, combiando distintos géneros como la trova, el rock psico-délico, progresivo y algunos toques folclóricos.Aquí el link de las canciones anteriormente mencionadas.

Las 9 de fugaz canto.- soundcloud.com/ivan-valen-tin-sevilla/las-9-de-fugas-canto

Sobredosis y abstinencia.- soundcloud.com/ivan-valen-tin-sevilla/sobredosis-y-abstinencia

THE MONOLITES

Banda capitalina de rock experimental. Cuentan con su primer EP “Wormhole”, con un disco de larga duración por salir.

Pueden seguir su música y la publicación de nuevo mate-rial en los siguientes links:

monolites.bandcamp.comfacebook.com/themonolites

música

LUCID BLAKE MIND

Es un proyecto de post rock del Distrito Federal, la idea íntegra es la experimentación de un track que jue-ga con la guitarra entonando poco a poco ritmos que aceleran los sentidos con el jazz y el dub. Su primer álbum se llama “Dopamine el viaje del elefante”.

Sus webs, donde obtendrán información y su música:

facebook.com/LucidBlakeMindblakementelucida.bandcamp.com

Ejercicio literario #27

Vamos a hacer un ejercicio literario, porque generalmente uno se predispone a la lectura informal e impersonal del texto. Trataré pues, de dirigirme directo a UD. Lea cuanto quiera, hasta donde guste, pero para quien sea hoy sin pensar en el UD. del mañana, eso del futuro déjelo para la ciencia ficción, porque lo que le cuento acá no tiene nada de imposible ni de incierto.

Una cosa antes de empezar: Confíe en el gusto musical de otro: ponga play a “Love Letters” de Metronomy*… acto seguido; comenzar a leer.

Tomar consciencia de ser, comprender que antes de boca tuvimos ombligo.

Decir las cosas de frente, construir con lo que tienes y no destruir porque te falta.

Dejarte de abismos así como confines y saber que el mundo tiene suelo oceánico.

Confiar que en la obscuridad se crea vida.Conocer que el ansia se vuelve iniciativa. Etender que los vacíos siempre tienden a llenarse.No negar más sino reconocerse. Fe en que la medida de los sueños es cósmica.

Sístole… diástole.

*Ponga ahora el tema musical que crea le venga bien al texto, compártalo, veamos que pasa.44

Obra: M

aría Vidali

CONVOCATORIASi el trabajo te ha agradado y deseas colaborar en próximos números, envía un correo con tus obras para ser tomadas en cuenta. En plataformas digitales daremos a cono-cer fecha de nueva publicación.

[email protected].

Ilustración: Nicolás Zavala

Voluta De Aliento

Documents

Transcript of Voluta De Aliento