VIOLENCIA Y CONCIENCIA Philippe Moal El título de este ensayo presenta un problema y su solución; siendo, evidentemente, la violencia el problema. Debido a que en la sociedad actual la violencia es a menudo la solución, he aquí el problema. El procedimiento está alegorizado por un juego de espirales. El primero (color negro en la ilustración), penetrante, nos hace acceder progresivamente al mundo de la violencia hasta llegar a su raíz. Mediante la toma de conciencia resultante, el espiral se invierte volviéndose

ascendente (color blanco) y aclara la mirada y el camino de quien se orienta en una dirección no-violenta. Este proceso de liberación permite, tal como el fénix que renace de sus cenizas, emprender un vuelo hasta ahí reprimido por la violencia.

CONCLUSION DEL TRABAJO

Unida a la aceleración creciente que vivimos hoy en todo el planeta, en todos los campos, la violencia se propaga por doquier muy rápidamente, contamina todos los aspectos de la vida social y se introduce en cada uno de nosotros.

La violencia ha terminado siendo una fatalidad natural a la cual deberíamos conformarnos. Ella toma formas diversas, a veces muy peligrosas, tanto por sus manifestaciones destructivas aterrorizantes como por su penetración insidiosa en la vida cotidiana hasta el punto de ya no verla, de considerarla como normal, y, por lo mismo, de emplearla sin reservas.

Desde el egoísta ingrato que se apropia rastreramente del patrimonio colectivo hasta el ciudadano común que intenta sobrevivir, estamos todos concernidos por la violencia y cada quien debe hacer lo necesario, a su escala, para evitar el naufragio. La humanidad debe salir de este atolladero que no conduce a ninguna parte sino al caos.

La no-violencia es la única solución real para la violencia, la única que podría permitir invertir la tendencia devastadora, la única que podría ayudar a salir del espiral insensato de destrucción, la única que podría liberar del encadenamiento ancestral de la venganza, la única que podría infundir la paz y la reconciliación entre los hombres.

La no-violencia es lo opuesto de lo que se piensa comúnmente; es una fuerza activa, coherente y eficaz. Ella abre puertas y no las clausura. Es una energía mental potente, nutrida por la generosidad del corazón. Es un grito de ternura. Es un “no” categórico a la violencia y un “si”

infinito a la vida. Es el David que se despierta en uno frente al Goliat que se agita en uno. Es una intención consciente, en las antípodas del hombre irreflexivo. Es la conciencia de sí aplicada en el mundo. Es nuestra única esperanza frente a la monstruosidad creciente. A aquellas y aquellos que aspiran legítimamente a la paz para ellos mismos y para sus prójimos, como también para toda la humanidad; a aquellas y aquellos que rechazan la destrucción, que rehúsan arrodillarse ante la brutalidad; a aquellas y aquellos que repudian el miedo, la cobardía, el odio y la discriminación; a aquellas y aquellos que aman la vida; a aquellas y aquellos que quieren creer en el destino luminoso del ser humano… esto es un llamado a tomar el camino de la no-violencia activa con el fin de aclarar el paisaje humano, de reanimar las esperanzas, de actuar para que, como el fénix que renace de sus cenizas, podamos por fin emprender el vuelo hacia nuestro verdadero destino, aquel que, lleno de sentido, nos conduzca a nuestra liberación. 1  

                                                                                                               Violence et Conscience | Philippe Moal | Parque Los Manantiales