Violencia Fisica y Psicologica Contra La Mujer en El Ambito Familiar

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VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL AMBITO FAMILIAR. Presentado por: Orfa Hernández de Meza Glenda Marleny Sequeq Velia Semeya Cutzal Liz Alejandra Marroquín Mejía Eva Gabriela Velásquez Orellana Licenciada: Astrid Montenegro. UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZ Facultad de Psicología Clínica Violencia contra la Mujer en el ámbito familiar. Chimaltenango 04 de octubre de 2014.

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Violencia contra la mujer, violencia fisica y psicológica. Estudio descriptivo

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VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL AMBITO FAMILIAR.

Presentado por:

Orfa Hernández de Meza

Glenda Marleny Sequeq

Velia Semeya Cutzal

Liz Alejandra Marroquín Mejía

Eva Gabriela Velásquez Orellana

Licenciada:

Astrid Montenegro.

UNIVERSIDAD MARIANO GALVEZFacultad de Psicología Clínica

Violencia contra la Mujer en el ámbito familiar.Chimaltenango

04 de octubre de 2014.

VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL AMBITO FAMILIAR.

Historicidad

Se dice que la mujer es un pilar fundamental en el hogar, que se tiene que tratar

como a un vaso frágil, y cuidarla como se cuida a una flor. Pero esto en nuestra

sociedad es mentira pues a diario vemos ataques contra la mujer, vemos muerte y

destrucción hacia sus derechos. No tenemos un dato exacto de cuando se inició la

violencia en contra de la mujer, pero sabemos que ese círculo de violencia viene desde

tiempos ancestrales, cuando se veía a la mujer como alguien sin sentido que no podía

usar la lógica, que solo se usaba para reproducción y para hacer las tareas domésticas,

esto no ha cambiado mucho pues en nuestra época aún se puede observar estas

conductas de denigración hacia el sexo femenino. Hablando de una fecha en particular

podemos exponer que en Europa en 1359 cuando las mujeres eran agredidas

físicamente por el hombre por motivos de una ira excesiva, si estos se declaraban

inocentes bajo juramento, podían salir exentos de la justicia, pero los derechos de la

mujer quedaban violentados (1). No importaba la vida de la víctima, pues, si el hombre

declaraba que fue por un arrebato de ira y que la culpa la tenía la mujer, no había

problema y podían salir libres. Es un acto que denigraba a la mujer y a sus derechos

como persona humana, pero no era visto mal puesto que el hombre era superior a la

mujer. Se ha podido observar que la violencia en contra de la mujer no tiene límites

geográficos, culturales o económicos, que es a nivel global y que son aun pocas las

mujeres que luchan y gozan de sus derechos. Un dato histórico de esto se dio en la

India, algunos testimonios antiguos aseguran que cuando la mujer enviudaba, la

quemaban viva junto al cadáver del esposo, pues esto se conocía como una obligación

marital (2). Obviamente la mujer era quien tenía esta obligación marital, pues si se

daba de forma contraria no era una obligación marital del esposo hacia la esposa.

Hablamos del patriarcado el cual parte de la creación de utopías socialistas y

feministas y de las preocupaciones teóricas evolucionistas del siglo XIX. La mujer en

la antigüedad estaba sujeta y sumisa al marido y este podía ejercer un control y

dominio sobre ella. La mujer no podía ejercer algún otro oficio que no fuera un ama de

casa (aunque en la actualidad esto no ha cambiado mucho como hemos señalado

anteriormente). Nos trasladamos a la edad media, y fue en esta época donde se ejerció

una práctica llamada la “regla del dedo pulgar”, la cual hacía referencia que el esposo

podía pegarle a su esposa con una vara del grosor del dedo pulgar para hacerla

obedecer cuando infringía una norma impuesta por él o cuando a él no le parecía lo

que ella hacía. No fue sino hasta a finales del siglo XIX en Maryland, Estados Unidos,

que se dicta una ley para amparar la violencia conyugal, donde al victimario se le daba

la condena de cuarenta latigazos por violentar al cónyuge. En Guatemala un gran

avance fue cuando las mujeres pudieron votar y ejercer su derecho como una

ciudadana, pues antes de eso las mujeres no eran si, tras intensos debates, el 6 de

febrero de 1945, por primera vez en la historia constitucional de Guatemala quedo

reconocida la calidad de ciudadanía para las mujeres alfabetas: (artículo 9. Título II

Nacionalidad y Ciudadanía) preceptuándose que sería “para las mujeres mayores de

18 años que supieran leer y escribir”. Como derechos a la nueva ciudadanía se

reconoció los de elegir y ser electo y optar a cargos público. Cabe agregar que este

derecho fue ampliado para todas las mujeres en la Constitución Política de la Republica

de Guatemala hasta el año de 1965.

Producción científica

Al hablar de violencia en contra de la mujer, nos referimos a toda vulneración de los

derechos de la mujer, los derechos humanos de la mujer y de cómo son denigradas y

humilladas constantemente por el sexo masculino y también por ellas mismas,

obviamente por motivo del sistema, al no ejercer sus derechos como deberían y al no

levantar la voz, cuando pueden hacerlo, ya que ese círculo de violencia puede llegar,

incluso a la muerte de la víctima, la cual se llama femicidio. El termino femicidio se

emplea por primera vez por Diana Rusell, al testificar ante el tribunal internacional de

crímenes contra mujeres, que sesiono en Bruselas en 1976 (RUSSELL, Diana,

“Femicide: Politicizing the Killing of Females”, en Strengthening Understanding of

Femicide. Using research to galvanize action and accountability, Washington D.C., April

14 through 16, 2008). El termino, según Diana Rusell, se define como “la muerte de las

mujeres por el simple hecho de serlo” (RUSSELL, Diana y HARMES, Roberta,

Feminicidio: una perspectiva global, 1982), De hecho algunas de las mujeres que

son violentadas, no conocen sus derechos, pues han venido de familias patriarcales, en

donde desde niñas han sido víctimas de violencia, ya sea porque no les daban un

estudio, porque eran las encargadas del quehacer del hogar, junto con la madre, o por

la simple y sencilla razón de ser mujeres.

Desde que son pequeñas les han enseñado a ser sumisas y a no llevarle la

contraria al hombre. Ellas son las responsables de atender al hombre, de servirlo

cuando lo necesite. Desde el nacimiento, a las niñas ponen una etiqueta en la cual

dicen “naciste mujer, serás una gran madre, una gran ama de casa”. En cambio,

cuando un hombre nace, por lo regular se le dice que “será un arquitecto, doctor o

ingeniero”; desde ese momento que nos ponen una etiqueta, se sabe a quién

mandaran a la escuela y quien se quedara en casa para satisfacer las necesidades de

las personas que viven dentro de esa casa. “no se nace mujer, una llega a serlo,

ningún destino biológico, físico o económico define la figura que reviste en el seno de la

sociedad la hembra humana. La civilización en conjunto es quien elabora ese producto”

(Simone de Beauvoir, el segundo sexo, 1981)

El tipo de enseñanza que se recibe influye mucho en ser víctimas de violencia. Por

ejemplo, en las iglesias, se nos enseña que “las mujeres tenemos que estar sumisas y

sujetas al marido”, según nos dice la biblia. Utilizan ese término de forma errónea y

cerrada, pues efectivamente, eso nos dice la biblia, pero también nos dice que a la

mujer se le tiene que tratar como a un vaso frágil. Pero por lo regular, utilizan ese

término tergiversado y entonces las mujeres no pueden denunciar a su victimario pues

este fue el que ellas eligieron para esposo, y tienen que estar sujetas a lo que el dice,

pues si no lo hacen, estarán infringiendo una ley de Dios y la iglesia las castiga por

esto. Nuestra sociedad nos ha transmitido que el hombre es la cabeza del hogar, el

portador de alimentos, “el que manda” y por tal motivo las mujeres nos tenemos que

humillar. Nos convierten en seres con baja autoestima, incapaces de poder tomar

decisiones propias, haciéndonos de menos para poder tomar decisiones en el hogar. El

cuerpo femenino es la base para definir la condición de la mujer y la apreciación

patriarcal dominante que la considera un don natural: "El ser considerada cuerpo-para-

otros, para entregarse al hombre o procrear, ha impedido a la mujer ser considerada

como sujeto histórico-social, ya que su subjetividad ha sido reducida y aprisionada

dentro de una sexualidad esencialmente para otros, con la función específica de la:

reproducción". Cuerpo y sexualidad sobrevalorados, son ejes sobre los que se

estructura su condición genérica y la opresión. Son los principios que las mantienen en

la dependencia y son también los espacios en los cuales se funda y se desarrolla la

opresión que totaliza sus vidas, como grupo social y como particulares. (Franca

Basaglia, mujer, locura y sociedad, Universidad Autónoma de puebla 1983)

Las mujeres que son violentadas, tienen una dependencia a su esposo

económicamente pues él es el que lleva el alimento a su casa y para poder mantener a

sus hijos, ellas tienen que aguantar este tipo de conducta por parte de sus esposos. Es

frecuente que las mujeres maltratadas sean víctimas también de violencia económica,

es decir, que no dispongan de recursos suficientes para su supervivencia y la de sus

hijas e hijos menores, porque el marido se niega a cubrir los gastos de alimentación, de

salud o de estudio de las y los hijos o los gastos básicos del núcleo familiar (alquiler,

luz, teléfono, etc.). “Si la mujer tiene ingresos propios, el marido deja que ella cubra

todos los gastos y él se reserva para sí el dinero que gana. Este tipo de violencia incide

también de manera muy negativa en la salud de la mujer, ya que ella deja de

alimentarse para repartir entre sus hijos los pocos alimentos que puede adquirir.

Muchos días su alimentación consiste en mate y pan”. (Licda. Haydeé Gallego la

violencia masculina en la pareja y su impacto en la salud de la mujer)

El miedo es uno de los factores que dominan a las mujeres a quedarse con sus

agresores, pues ellos las pueden amenazar con quitarles a sus hijos, matarlas, matar a

un miembro de la familia muy querido por ella. También el miedo a quedarse sin un

sustento económico. “Cuando las mujeres víctimas de violencia conyugal permanecen

durante muchos años conviviendo con el agresor, experimentan cambios en su

personalidad. Se vuelven temerosas, huidizas, inseguras. Se sienten cada vez más

débiles, debido a que se les van agotando las energías que necesitan para poder

sobrevivir en esas condiciones. Puede ocurrir que en su deseo de liberarse aparezcan

fantasías de suicidio. Pero ¿con qué fuerzas llevarlo a cabo? Es por este motivo que

muchas mujeres llegan a desear que el marido les dé muerte para poner punto final a

su martirio (Licda. Haydée Gallego, la violencia masculina en la pareja y su impacto en

la salud de la mujer)

Aquí sucede el fenómeno de: “Perdóname, no lo volveré a hacer fue un error, yo te

amo y quiero estar a tu lado” a lo cual lo llamamos un circulo de violencia de perdonar,

agredir y perdonare de nuevo. En el caso de la violencia física, a diferencia de la

agresión verbal, el agresor suele admitir la responsabilidad de su conducta violenta,

desde el momento en que pide a su pareja que lo perdone y le promete que nunca más

lo volverá a hacer, aunque al poco tiempo ella será objeto de una nueva agresión. La

mujer sabe, entonces, que lo que sucedió es real, puede validarlo, porque además del

pedido de perdón, que le confirma que él admite haberla agredido, ella puede ver en su

cuerpo los hematomas y las heridas que él le ocasionó y sentir el dolor que le

producen. Sin embargo, aun así, el agresor puede tratar de trivializar su agresión,

minimizar los daños físicos ocasionados a su pareja, y además –agregamos-

culpabilizarla por haberlo hecho (Patricia Evans Abuso Verbal. Ed. Vergara, Buenos

Aires, 2000).

Para CARCEDO (Ibid), el femicidio es la manifestación más extrema del continuum de

violencia contra las mujeres. Según esta autora, el concepto “es útil porque nos indica

el carácter social y generalizado de la violencia basada en la inequidad de género y nos

aleja de planteamientos individualizantes, naturalizados o patologizados que tienden a

culpar a las víctimas, a representar a los agresores como locos fuera de control o ani-

males o a concebir estas muertes como el resultado de problemas pasionales. Es decir,

el concepto de femicidio ayuda a desarticular los argumentos de que la violencia de gé-

nero es un asunto personal o privado y muestra su carácter profundamente social y po-

lítico, resultado de las relaciones estructurales de poder, dominación y privilegio entre

los hombres y las mujeres en la sociedad.

JUSTIFICACION:

Se ha visto la gran problemática que existe en nuestro país sobre la agresión en la

mujer, esto se ha convertido en un inmenso monstro, en una pandemia que ha

absorbido y no respeta, raza, religión, ni posición social o económica e incluso

académica. Así nos damos cuenta de lo que sucede a nuestro alrededor, de las

grandes barbaridades y casos de hechos de agresión que quedan impunes al castigo

de la ley, y porque? porque muchas veces las mujeres presentan un gran temor de

denunciarlo, y si lo hacen, nuestras autoridades no hacen nada para que este

monstruo se extermine por completo. Y la mayoría de mujeres prefieren seguir con la

agresión y hemos observado que llegan a adquirirlo como parte de su vida diaria. Nos

damos cuenta en nuestra sociedad, la agresión física que sufre la mujer que va desde

golpes simples hasta agresiones severas con amenazas de muerte, y lógico

acompañadas por una fuerte agresión psicológica y en muchas ocasiones también de

agresiones sexuales, y esto es dentro del seno del hogar, en donde la mujer ha

depositado “según ella” toda su confianza, en el hombre que ama.

A pesar de los avances en normativas Nacionales e Internacionales que “protegen los

derechos de la mujer” hay muchas deficiencias en la aplicación de las normas en

proveer de servicios y el acceso a la justicia. Muchas veces las autoridades aducen

que no hay fondos económicos para dar atención a las mujeres que han sido víctimas

de agresión. E incluso no le prestan importancia a estos casos. Esto se ve afectada

segundo, minuto, hora, día. Si nosotros como guatemaltecos no buscamos soluciones

¿que pasara en un futuro cercano con nuestra sociedad femenina? La mujer tiene

derechos, pero tiene temor asumirlos y ponerlos en práctica. Nuestra sociedad está

muriendo día a día, pero hagamos la diferencia, y no dejar que muera.

Delimitación de la población:

Nos enfocamos en mujeres casadas de 14 a 30 años de la colonia 20 de octubre, del

municipio del Tejar del departamento de Chimaltenango. A lo largo del octavo semestre

de psicología Clínica nos estaremos enfocando en este tema.

Descripción de la muestra

Se trabajara con todas las mujeres involucradas en este problema, no importando su

religión o su nivel económico.

Importancia del problema:

Es importante que esto se estudie por las cifras alarmantes, cada día son más frecuen-

tes los casos de violencia contra la mujer, en los últimos años se ha venido incremen-

tando casos donde las mujeres pierden la vida en hechos que se relacionan con la vio-

lencia familiar.

Marco teorico

Según los datos generales del Instituto Nacional de Estadística de Guatemala, de los

treinta y seis mil casos que se registraron de violencia en el país en el 2012, el 91.8%

se cometieron contra las mujeres. Con estos datos se define una tasa de 42.9 víctimas

de violencia por cada diez mil habitantes y 44.2 hombres agresores por cada diez mil

habitantes. En cuanto al registro por departamentos, en donde más hechos de violencia

intrafamiliar se dieron fue en la Ciudad de Guatemala con siete mil veinte casos; Alta

Verapaz con tres mil siento veintiocho y San Marcos con dos mil seiscientos veintiocho.

La violencia en contra de la mujer ocurre en todos los niveles socioculturales, y aunque

en Guatemala ya se cuentan con instituciones de ayuda hacia la mujer, las cifras regis-

tradas de violencia aumenta, pues la cultura de denuncia hacia el agresor no esta tan

marcada en nuestra población. Las mujeres no denuncian a su agresor por miedo a

volver a ser agredidas pues en algunos casos el agresor las intimida o las amenazan

con que les quitaran a sus hijos, les volverán a golpear o en algunos casos las mata-

ran. Algunas de ellas desconocen sus derechos, por la falta de información que tengan

ya sea que no tengan un nivel académico como también pueda ser que en casa el pa-

dre haya agredido a la madre, entonces se naturaliza con que a ella le tienen que hacer

lo mismo, pues la madre jamás le comento de los derechos que se violentan.

Nuestra cultura esta naturalizada con la violencia de género, que al ver a un hombre

golpear a una mujer no les provoca nada más que decir: se lo merece, o pobre mujer,

pero no hacen más nada que eso. La cultura patriarcal nos obliga a ver que el hombre

es el que lleva el sustento al hogar, que la mujer tiene que ser solo de su casa, estar

entregada a su hogar y estar sumisa a su marido para que su matrimonio funcione. En

el capítulo cuatro de Acción e Ideología de Martín Baró, dice “la subordinación instru-

mental frente al macho la realización de las mujeres solo es concebida mediante el ser-

vicio al hombre y la procreación”.

Específicamente, en la categoría de violencia conyugal, debemos tener en cuenta que

el factor de riesgo o vulnerabilidad con respecto a ella, lo constituye sólo el hecho de

ser mujer, es decir, la pertenencia al género femenino constituye un factor de riesgo

frente al tema de la violencia.

La violencia contra la mujer está presente en la mayoría de las sociedades, pero a

menudo no es reconocida y se acepta como parte del orden establecido. Desde esta

perspectiva "la mujer se encuentra en una situación de indefensión y desprotección

encubierta por la tradicional intimidad y privacidad de la vida familiar". Las mujeres

experimenta violencia física puede saber con certeza por el carácter "privado" con el

que cuenta el tema de la violencia. "La violencia anula la autonomía de la mujer y

disminuye su potencial como persona y miembro de la sociedad" y "esta experiencia

tiene no sólo consecuencias directas sobre su propio bienestar, sino también sobre sus

familias y comunidades"

La violencia en general se produce con mayor frecuencia en el seno de la familia que

en cualquier otro lugar de la sociedad. Asimismo atraviesa todas las líneas raciales

étnicas religiosas, educacionales y socioeconómicas y es una situación progresiva que

ha sido reconocida como un gran problema de salud pública con componentes físicos y

psicológicos. La violencia doméstica es la expresión más radical de discriminación

contra la mujer, ya que, en su origen, se encuentran las relaciones de jerarquía y poder

que ostentan hombres y mujeres sólo por el hecho de ser tales y en las que la mujer se

encuentra en una posición de subordinación culturalmente asignada. La socialización

diferencial de género, esto es, la construcción cultural de lo "femenino" y lo "masculino"

sobre la base biológica del sexo, define relaciones entre hombres y mujeres basadas

en una distribución asimétrica del poder. Su expresión más grave es la violencia contra

la mujer por parte de su pareja o cónyuge.

La familia y la sociedad:

La familia se ha asociado históricamente, con el hogar, es decir, con el lugar del fuego

en su múltiple significación de calor, preparación de la comida, espacio interior y

protegido para el amor, la reproducción humana y para toda forma de sociabilidad

desinteresada y gratuita (Morande, 2006)

La familia también es célula basia de la cultura, es decir de la sabiduría umana que se

cultiva y transmite de una generación a otra dando continuidad social e histórica a la

comprensión del fenómeno humano. Es una estructura fundamental dentro de la

sociedad, ya que es ahí donde empieza la formación de los individuos y donde se les

inculcan valores y principios que practican en sus relaciones sociales, la familia juega

un papel trascendental en cuanto al tema de participación de las mujeres, ya que los

padres son los encargados de inculcar a sus hijos como debe ser su comportamiento

según su género.

Lastimosamente en algunas de las familias guatemaltecas se tiene la creencia de que

la mujer únicamente debe estar haciendo los que aceres del hogar y que no se puede

desenvolver de manera profesional, lo cual causa un bajo desarrollo no solo para las

mujeres, sino también para el país, tomando en cuenta que la mayoría de habitantes

son mujeres. La familia es muy importante dentro de la participación de la mujer ya

que es su deber educarles y saberles orientar en cuanto a la importancia que tiene la

participación de la mujer en la sociedad que es la clave para generar una verdadera

sociedad democrática en la que tiene una participación ciudadana

Equidad de género:

La equidad de género significa partir del reconocimiento de que todas las personas

somos iguales en dignidad y derechos y, por tanto, que todas deberían tener

garantizadas las mismas oportunidades para orientar su vida en la forma que ellas

mismas decidan y estar a salvo de privaciones graves. La equidad de genero consiste

en garantizar condiciones de igualdad en derechos y oportunidades para que hombres

y mujeres se desarrollen plenamente. La equidad de genero es la capacidad de ser

equitativo, justo y correcto en el trato de mujers y hombres según sus necesidades

respectivas. La equidad de genero se refiere a la justicia necesaria para poder ofrecer

el acceso y el control de recursos a mujers y hombres por parte del gobierno, de las

instituciones educativas y de la sociedad en su conjunto (Herrera, 2006)

Valores:

En la actualidad ha disminuido la aplicación de los valores en la vida de las personas lo

cual ha provocado malestar en la sociedad, tomando en cuenta que los valores ayudan

a tener un comportamiento funcional y adecuado, con el cual se obtiene una pauta para

formular metas y propósitos personales y colectivos.

Los valores son importantes por lo que son, lo que significa, lo que representan y no

por lo que se opine de elos. Para Cardona (2007) los valres son algo que se identifica,

con lo mas profundo de la persona, que ayuda a encontrar el sentido de la vida en

relación con los demás. Hoy por hoy es necesario tener una línea autentica en el

camino de los valres para vivir en sociedad y para vivir con dignidad personal.

Los valores son producto de cambios y trasnformaciones a lo largo de la historia.

Surgen como un especial significado y cambian o desaparecen en las distintas épocas.

Es precisamente el significado social que se atribuye a los uno de los factores que

influyen para diferenciar los valores tradicionales y los modernos.

A lo largo de la vida, las personas se adhieren a valores de distinto tipo, lo cual es parte

de su desarrollo y libertad personal. En Guatemala es fundamental que no solo se

impartan los valores en los establecimientos educativos, sino que tengan inicio dentro

del núcleo familiar, para que las nuevas generaciones tengan una mejor percepción de

la importancia que tiene para las personas el que se practiquen los valores.

Derechos humanos

La Procuraduría de los Derechos Humanos

Discriminación:

Betancourt, Torres, Tamez y Hernández (2009) “la discriminación no es atribuible a

características psicológicas de un individuo, sino que es un fenómeno socio-histórico y

cultural ligado a prácticas que realizan colectivos de individuos incluyendo al estado

para producir y reproducir la desigualdad…” “la discriminación hacia la mujer es todo

distinción, exclusión o restricción basada en el sexo que tenga por objeto o por

resultado de menospreciar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio por la mujer, de

los derechos humanos y sus libertades fundamentales. Este fenómeno se produce de

una gran manera en las mujeres trabajadoras ya que tienen un trato diferencial para

individuos de ciertos grupos sociales en el proceso de reclutamiento, desempeño y

promoción, lo cual se funda en criterios diferentes a los de las calificaciones y méritos

requeridos para desempeñar una actividad productiva.

La mayoría de prácticas discriminatorias surgen de prejuicios atribuidos a mujeres

miembros de ciertos grupos sociales, lo cual induce a la discriminación estadística en

los resultados en el mercado laboral. Cuando las mujeres quieren ascender en la

sociedad, encuentran la resistencia excluyente de quienes ya ocupan los niveles a los

que se quiere acceder.

Las mujeres de comunidades rurales que son víctimas de discriminación de género,

enfrentan los mismos problemas que todas las otras mujeres víctimas de discriminación

de género. A menudo se trata de mujeres en situación de vulnerabilidad, con pocos

recursos económicos, víctimas de graves violaciones a sus derechos. Cuando estas

apelan a la justicia sus problemas se incrementan. La ausencia de procedimientos

especiales para atender los delitos que implican discriminación de género tiene como

consecuencia que los funcionarios insensibles y carentes protocolos de atención, den

un tratamiento adecuado a las denuncias de violencia doméstica.

Analfabetismo.

El analfabetismo es la falta de instrucción elemental en un país, referida especialmente

al número de sus ciudadanos que no saben leer. Guatemala es un país con un alto

grado de analfabetismo, pues los ciudadanos en su mayoría no saben leer ni escribir,

especialmente en el área rural.

El analfabetismo constituido en las áreas rurales, afecta especialmente a las mujeres.

El analfabetismo femenino está más ligado a causas sociales y culturales que a causas

económicas. Esto impide a que la mujer se integre en un mundo laboral y que obtenga

una emancipación que le permita la independencia del varón. “Si la sociedad de origen

de las mujeres es rural, y, si en esa sociedad la lengua escrita no es un valor

fundamental, el analfabetismo no será un inconveniente pero si lo será cuando se

enfrente a otras realidades en la que para desarrollarse necesiten la lector-escritura”

(García, 2006).

Patriarcado.

El patriarcado es una estructura no escrita per inscrita en la sociedad (Sau, 2006). El

patriarcado es una estructura invisible entre los escritos o entre las leyes, pero es

sentida dentro de la sociedad, especialmente para las comunidades que siguen

creciendo bajo esta sombra. El patriarcado está compuesto de usos, costumbres,

tradiciones, normas familiares, creencias y hábitos sociales (Sau 2006). Las

costumbres son buenas cuando hacen un bien social, pero en este caso, el patriarcado

no perite la participación de ciertos géneros y personas a determinadas actividades,

toma de decisiones y que sean entes participantes en pro del desarrollo, en las

comunidades las organizaciones se constituyen en su mayoría por hombres, debido al

mismo ideal patriarcado.

Objetivos

Conocer el problema de la violencia contra la mujer, a través de sus causas, efectos y tabúes para que en un futuro se puedan mejorar los sistemas y minimizar el problema; y también para que se orienten acciones de información, educación y comunicación para la prevención y erradicación de violencia contra la mujer. Se busca contribuir a lograr una vida más justa y equitativa para las mujeres.