Vias Biliares

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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES “UNIANDES” FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS CARRERA DE MEDICINA SEGUNDO MEDICINA “B” DANIELA SALINAS DR. BYRON SOTOMAYOR TEMA: VÍAS BILIARES 2014

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UNIVERSIDAD REGIONAL AUTÓNOMA DE LOS ANDES

“UNIANDES”

FACULTAD DE CIENCIAS MÉDICAS

CARRERA DE MEDICINA

SEGUNDO MEDICINA “B”

DANIELA SALINAS

DR. BYRON SOTOMAYOR

TEMA: VÍAS BILIARES

2014

AMBATO – ECUADOR

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VÍAS BILIARES

Presentan dos partes, una intrahepática y otra extrahepática.

A) Vías biliares intrahepáticas

Las vías biliares tienen su origen en los canalículos biliares comprendidos entre las células de los lobulillos, estos canalículos drenan en los conductillos biliares intralobulillares.

Los conductillos biliares periportales se anastomosan entre sí y se unen en los espacios porta formando los conductos biliares.

A partir de los espacios porta, los conductos biliares discurren en las vainas de la cápsula fibrosa perivascular con una rama de la artería hepática propia y una rama de la vena porta hepática.

Por lo general, la situación del conducto biliar en las vainas formadas por la cápsula fibrosa perivascular es epiportal, es decir, que sigue la cara superior de la ramificación porta. A medida que los conductos biliares se aproximan a la porta hepática, se unen unos con otros y finalmente se reúnen en el fondo de la porta hepático en dos conductos hepáticos, uno derecho y otro izquierdo, que son las ramas de origen del conducto hepático común.

B) Vías biliares extra hepáticas

Los dos conductos hepáticos se unen y forman el conducto hepático común, se ramifica otro conducto, el conducto cístico, que desemboca en un reservorio denominado vesícula biliar.

El punto en que el conducto cístico nace del conducto hepático común divide a éste en dos segmentos: uno superior, que es el propio conduelo hepático común, y otro inferior, que es la continuación del primero y se denomina conducto colédoco.

Las ramas de origen del conducto hepático común y colédoco constituyen la vía biliar principal. El conducto cístico y la vesícula biliar forman la vía biliar accesoria.

ANATOMÍA DESCRIPTIVA

a) RAMAS DE ORIGEN DEL CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN. Las dos ramas de origen del conducto hepático común, es decir, los conductos hepáticos derecho e izquierdo, emergen directamente de la porta hepática, o bien se forman en la propia porta hepática por la unión de dos o tres conductos biliares.

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b) CONDUCTO HEPÁTICO COMÚN. Se forma por la confluencia de los conductos hepáticos derecho e izquierdo. Su longitud es de 3 a 4 cm por término medio. Su diámetro transversal mide 5mm. Se ha dicho que el conducto hepático común es a veces fusiforme, pero ello sólo ocurre cuando se halla distendido por una inyección.

c) CONDUCTO COLÉDOCO. El conducto colédoco presenta continuación con conducto hepático común y se extiende hasta la papila duodenal mayor de la porción descendente del duodeno.

Se encuentra en su origen en el borde libre del omento menor. Desde ese punto, desciende posteriormente a la porción superior del duodeno al principio y después a la cabeza del páncreas, para atravesar finalmente, en un trayecto oblicuo, la pared del duodeno y abrirse en la porción descendente, directamente o por medio de la ampolla hepatopancreática.

Pueden distinguir cuatro segmentos: un segmento supraduodenal, es muy corto y en ocasiones se halla ausente, un segmento retroduodenal, un segmento retropancreático y un segmento interparietal

Dimensiones. La longitud 5 cm. Su diámetro, de 5 a 6 mm,

El punto más estrecho es el de su desembocadura en la ampolla hepatopancreática, donde su orificio mide de 2 a 3 mm de diámetro.

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Dirección. Describe una curva cóncava a la derecha y anteriormente. La primera parte de dicha curva, que corresponde a los segmentos supra y retroduodenal, es oblicua inferiormente, a la izquierda y posteriormente, continuando la dirección del conducto hepático común. Al alcanzar la cabeza del páncreas, el conducto colédoco se incurva inferiormente, a la derecha y anteriormente, dirección que mantiene hasta su terminación.

En conjunto, el conducto hepático común y el conducto colédoco, de una longitud de 8 cm.

d) VESÍCULA BILIAR. Es un reservorio membranoso aplicado a la cara visceral del hígado, donde la vesícula biliar excava la fosa de la vesícula biliar. Y mide de 8 a 10 cm de longitud y de 3 a 4 cm de anchura. Se describen un fondo, un cuerpo y un cuello. El fondo es el extremo anterior abultado y redondeado de la vesícula biliar. Se corresponde con la escotadura de la vesícula biliar del borde inferior del hígado. El cuerpo es aplanado de superior a inferior. Su dirección es oblicua en sentido superior, posterior y a la izquierda. Sus dos caras, una superior y otra inferior, son convexas y presentan continuidad entre sí por medio de dos bordes también convexos, uno derecho y otro izquierdo. El cuello está doblado sobre el cuerpo, al cual continúa. Mide 2 cm de longitud y se extiende de posterior al anterior, medialmente, es decir, a la izquierda del cuerpo de la vesícula biliar, con el que forma un ángulo agudo abierto anteriormente en el que se encuentra un nódulo linfático. El vértice del ángulo está marcado por un surco en la superficie externa de la vesícula biliar.

e) CONDUCTO CÍSTICO. El conducto cístico comunica la vesícula biliar con el conducto hepático común.

Su longitud media es de 3 cm. Su calibre, menor que el del conducto hepático común, aumenta desde su extremo vesicular, donde mide aproximadamente 2,5 mm, hasta su extremo terminal, que presenta un diámetro de 3 a 4mm.

Se dirige en sentido inverso al cuello de la vesícula biliar y forma con éste un ángulo muy agudo abierto posteriormente.

1. Configuración interna de las vías biliares extra hepáticas. La superficie interna de las vías biliares extra hepáticas presenta, inmediatamente después de la muerte, un color blanco grisáceo; poco después, la bilis que contienen les proporciona un tinte amarillo verdoso.

La superficie interna de la vesícula biliar está marcada por pliegues mucosos que se borran cuando la vesícula biliar se distiende.

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Existe una válvula en cada extremo del cuello, en relación con los surcos que ocupan el vértice de los codos formados por el cuello con el cuerpo de la vesícula biliar y con el conducto cístico.

Estas válvulas están formadas por las paredes de estos conductos, adosadas a la altura de las acodaduras; desaparecen cuando, mediante la disección, se endereza la vía biliar accesoria.

La superficie interna del conducto cístico es irregular y presenta depresiones y pliegues mucosos en relación con las dilataciones y surcos de la superficie externa.

Los pliegues mucosos, o válvulas del conducto cístico, no desaparecen por distensión. Son de cinco a doce y se disponen en dirección transversal u oblicua, encertándose en la pared a lo largo de una línea espiral. En ocasiones, las válvulas en su conjunto forman una cresta espiral continua denominada pliegue espiral.

No se observan válvulas en el conducto hepático común y colédoco, pero su superficie, al igual que la del conducto cístico, está sembrada de pequeñas vacuolas de 0,5 mm de diámetro, denominadas criptas glandulares.

2. Estructura de las vías biliares extra hepáticas. Las vías biliares extra hepáticas están formadas por dos capas: una interna de tipo mucoso, ya descrita, y otra externa, que es fibromuscular.

La capa fibromuscular conjuntiva en el conducto hepático común. En el conducto colédoco presenta una capa muscular plexiforme. Además se observa, alrededor de este conducto e inmediatamente antes de que se abra en la ampolla.

RELACIONES DE LAS VÍAS BILIARES EXTRA HEPÁTICAS. PEDÍCULO HEPÁTICO

1. Vía biliar principal: conductos hepáticos y conducto colédoco. Distinguiremos en esta vía cuatro segmentos: un segmento portal, un segmento intraomental, un segmento retroduodenopancreático y un segmento intraparietoduodenal. Los dos primeros contribuyen a formar el pedículo hepático.

El pedículo hepático es el conjunto de órganos, reunidos en un haz, que se dirigen al hígado o que proceden de él y que pasan por la porta hepática. Estos órganos son: la vena porta hepática, la arteria hepática propia, las ramas terminales de estos vasos en el porta hepático, el conducto hepático común, los conductos hepáticos derecho e izquierdo, vasos linfáticos, nódulos Enfáticos y nervios.

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a) SEGMENTO PORTAL. Según la descripción clásica, en el porta hepático los conductos hepáticos derecho e izquierdo ocupan el plano más anterior del pedículo, situándose anteriores a las ramas terminales de la arteria hepática propia, que a su vez son anteriores a las ramas terminales de la vena porta hepática.

El plano posterior está formado por las ramas termínales de la vena porta hepática, que se extienden transversalmente en el fondo del porta hepático.

El conducto hepático derecho suele discurrir anteriormente a la rama derecha de la vena porta hepática, superiormente y a lo largo de la rama derecha de la arteria hepática propia, cuando esta rama es única; cuando la arteria hepática propia se divide en dos ramas, una izquierda y otra derecha.

El conducto hepático izquierdo discurre anterior o posteriormente a las diferentes ramificaciones de la rama izquierda de la arteria hepática propia. Las variaciones son múltiples.

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b) SEGMENTO INTRAOMENTAL. De la vía biliar principal comprende de forma aproximada la mitad superior de esta vía, es decir, el conducto hepático común y el extremo superior del conducto colédoco.

El conducto hepático común es, pues, completamente intraomental.

Este conducto está contenido en el espesor del borde libre del omento menor, junto con la vena porta hepática y la arteria hepática propia.

La vena porta hepática forma el plano posterior del pedículo hepático, mientras que el conducto hepático común y el conducto colédoco descienden por el lado derecho de su cara anterior.

La arteria hepática propia asciende a la izquierda del conducto hepático común y del conducto colédoco, por la cara anterior de la vena porta hepática, en su lado izquierdo.

El conducto hepático común y el conducto colédoco presentan también, en el omento menor.

La arteria cística nace de la arteria hepática propia o de su rama derecha.

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La arteria gástrica derecha, que es una rama de la arteria hepática común, desciende a la izquierda del conducto hepático común y del conducto colédoco, anteriormente a la arteria hepática común que le da origen, hasta el duodeno.

El segmento intraomental del conducto hepático común y del conducto colédoco están también en relación con los ramos nerviosos del plexo hepático

c) SEGMENTO RETRODUODENOPANCREATICO. Interiormente al omento menor, la vía biliar principal está sólo representada por el conducto colédoco, a excepción del extremo superior de éste, que se sitúa en el omento menor.

En su trayecto retropancreático, el conducto colédoco discurre en un canal o en un conducto formado por el tejido pancreático. Por lo general, existe un canal en la parte superior, que después se transforma en conducto.

Cuando llega al duodeno, el conducto colédoco es anterior a la vena porta hepática.

Inferiormente, posterior al páncreas, y debido a su oblicuidad hacia la derecha y a la oblicuidad inversa de la vena porta hepática, el conducto se aleja de la cara anterior del tronco venoso, se sitúa a su derecha y limita junto con la vena el triángulo o espacio interportocoledociano.

Por su parte, la arteria hepática común se acoda, abandona la cara anterior de la vena porta hepática y se dirige hacia su origen en el tronco celíaco, discurriendo posterior y hacia la izquierda a lo largo del borde superior del páncreas. El conducto colédoco entra entonces en relación con dos ramas de la arteria hepática común: las arterias gastroduodenal y pancreatoduodenal superior posterior.

La artería pancreatoduodenal superior posterior, rama de la arteria gastroduodenal.

La vena pancreatoduodenal superior posterior discurre, cerca de su terminación en la vena porta hepática, unas veces anterior y otras posterior al conducto colédoco.

Los nódulos linfáticos se escalonan en el trayecto del conducto colédoco, continuando más superiormente en el segmento intraomental.

La vena cava inferior asciende posterior al conducto colédoco, pero está separada de él por la fascia retroduodenal.

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d) SEGMENTO INTRAPARIETODUODENAL. El conducto colédoco penetra en la pared del duodeno hacia la parte media de la porción descendente de este órgano y en la unión de sus caras posterior e interna. Atraviesa oblicuamente la pared duodenal, adosado al conducto pancreático, que es inferior a él, a lo largo de 1 cm aproximadamente. Por último, desemboca en la ampolla hepatopancreática.

2. Vía biliar accesoria: conducto cístico y vesícula biliar

a) CONDUCTO CÍSTICO. Este conducto está adosado y muy estrechamente unido al lado derecho del conducto hepático común. Se ha descrito un triángulo biliar limitado por el conducto hepático común a la izquierda, el conducto cístico a la derecha y el segmento derecho de la porta hepático superiormente. La arteria cística cruza la fisura de inferior a superior y de izquierda a derecha, después de haberse originado, con mayor frecuencia, en la rama derecha de la arteria hepática propia, a la derecha del conducto hepático común; después alcanza el cuello de la vesícula biliar, pasando anterior o posterior a su rama de origen.

b) VESÍCULA BILIAR. El fondo de la vesícula biliar se corresponde con la escotadura de la vesícula biliar del borde inferior del hígado.

El cuerpo está en relación: superiormente, con la fosa de la vesícula biliar de la cara visceral del hígado e, inferiormente, con el colon transverso y con la porción supramesocólica del duodeno páncreas.

La cara superior del cuerpo de la vesícula biliar está unida al hígado por medio de tejido fibrocelular atravesado por pequeñas venas porta accesorias.

La cara inferior del cuerpo está cubierta por el peritoneo, que tiene continuidad directa, a los lados del cuerpo y del fondo de la vesícula biliar.

El cuello está comprendido entre las dos hojas del omento menor, que lo unen a la cara inferior del hígado.

C) Vasos y nervios de las vías biliares

a) ARTERIAS. Las arterias de la vesícula biliar y del conducto cístico son proporcionadas por la arteria cística.

El conducto hepático común y el conducto colédoco reciben finas ramas de la arteria hepática propia en su parte superior y de la arteria pancreatoduodenal superior posterior inferiormente.

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b) VENAS. Las venas de la vesícula biliar se dividen en venas superficiales y profundas. Las venas inferiores o venas superficiales son satélites de las arterias; se observan dos por cada arteria. Desembocan en la rama derecha de la vena porta hepática.

Las venas del conducto cístico vierten en las venas císticas superiormente y en la vena porta hepática inferiormente.

Las venas del conducto colédoco terminan en la vena porta hepática y en las venas pancreatoduodenales.

c) VASOS LINFÁTICOS. Los vasos linfáticos se dirigen: por una parte, a los nódulos linfáticos escalonados a lo largo de las vías biliares extra hepáticas, en particular al nódulo linfático cístico y al nódulo del orificio omental; por otra parte, a los nódulos linfáticos pancreatoduodenales inferiores.

d) NERVIOS. Proceden del nervio vago izquierdo y del plexo celíaco.