Vía Crucis

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3:00 P.M. VÍA CRUCIS EN PARROQUIA SAGRADA FAMILIA viernes 27 de febrero Estación: Jesús es condenado a muerte M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Jesús, eres condenado a muerte y tú callas. El que ha pasado proclamando ante multitudes la palabra de Dios guarda silencio. No porque seas culpable, sino porque solo tienes un deseo: que se haga la voluntad de tu Padre. Hoy, mucha parejas también callan, pero su silencio no es un acto de amor, sino un acto de muerte. Callan cuando evitando su responsabilidad, o pensando en su comodidad o estilo de vida, condenan a muerte a un ser inocente. Dios los hace participes del don de la vida, pero ellos no lo valoran y lo destruyen. Oración: Señor, te pedimos por esas parejas o familias que se ven tentadas a deshacerse de un bebé concebido; transforma sus corazones, enséñales a amar y a vivir con responsabilidad su amor de pareja, al abrazar sin egoísmo el don de la vida. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús carga la cruz M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Has aceptado tu cruz, la cruz de nuestros pecados, y aunque es una carga que no mereces, la abrazas con el deseo de obedecer. Te ves cansado, tus fuerzas desfallecen, así como las de muchas familias que aceptan cargar la cruz que otros no aceptarían, como cuidar a un hijo enfermo, a un anciano o a un miembro de la familia con alguna discapacidad. Aunque es una cruz de amor, ellos también se cansan, su fe se debilita pero no se pierde, pues cada día fieles al amor que los ha unido se entregan a su misión. Oración: Señor, te pedimos por estas familias para que abracen con fe su cruz, confiando en que nuestro Padre nunca nos da cargas que no podemos llevar. Bendice a estas familias y ayúdalas a encontrar en ti la fuerza para salir adelante. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. V ía Crucis 01 para familias V ía Crucis para familias Estación: Jesús cae por primera vez M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: El peso de nuestros pecados causa que te caigas, así como caen por primera vez las familias en las que falta la comunicación entre padres e hijos. Para muchos padres es más importante el trabajo, sus problemas o la televisión, antes que escuchar a sus hijos. No buscan la manera de entenderlos, de compartir con ellos sus penas y alegrías, de darles unos minutos de atención; viven preocupados por llenar sus necesidades materiales, más no su necesidad de amor. Oración: Señor, enséñanos a ser los padres que necesitan nuestros hijos, ayúdanos a darles nuestro amor y la atención que ellos se merecen. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús se encuentra con su madre M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Te encuentras con tu madre, María. En un momento sus corazones se funden. Tu cruz se convierte en su cruz, tu dolor se convierte en su dolor, y aunque su corazón está destrozado, ella no habla, solo ama y confía en ti. Así son las madres, que siempre aman a sus hijos, aunque algunos ciegos por el egoísmo las desprecien, las ignoren y maltraten. ¡Cuán impotentes se deben sentir!, que dándolo todo solo reciben rencor. Oración: Padre de la misericordia, tú que constantemente nos perdonas, mueve el corazón de esas madres para aprender a perdonar y a olvidar. Repara sus corazones heridos, sánalos con el poder de tu amor. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús es ayudado a llevar la cruz M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Señor, vemos cómo tus fuerzas te abandonan poco a poco. Los soldados obligan a Simón a ayudarte. Hoy en día muchas familias se ven obligadas a separarse, pues sus miembros viven lejos como emigrantes o refugiados, despojados de sus derechos y víctimas de la discriminación, la persecución y la violencia. Familias completas se desintegran, porque las necesidades económicas obligan a los padres a buscar lejos de su país el sustento para sus familias. Oración: Socorre, oh Dios, a estas familias para que experimenten tu providencia amorosa, llena con generosidad sus necesidades espirituales y concédeles en abundancia el pan de cada día. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Vas camino al calvario, la Verónica se compadece de tu sufrimiento y se acerca valientemente a limpiar tu rostro. Tus ojos y tu corazón se unen en gratitud y aprecio, y dejas tu imagen en su manto. Este acto de amor es un sencillo detalle, pero cuánto reconforta tu alma. Personas así necesita el mundo, que ofrezcan su ayuda desinteresada para apoyar a familias que pasan por alguna necesidad. El mundo necesita padres que les enseñen a sus hijos la virtud de la caridad, para solidarizarse con el más necesitado y hacer vida el evangelio del amor. Oración: Bendice, Señor, a aquellas personas que socorren a familias que lo necesitan, ayúdalos a continuar con su labor de caridad fraterna y retribuye abundantemente su buen corazón. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús habla a las hijas de Jerusalén M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: ¡Cuánto amor sienten la mujeres de Jerusalén por ti!, Jesús. Caminan a tu lado, lamentándose de tu destino. En tu dolor profundo, Señor, te preocupas por las necesidades de los otros y consuelas a las mujeres que lloran por ti. Tú las animas, como lo haces con las familias cuyos miembros están tristes, deprimidos, desanimados o desesperanzados. Los problemas económicos y sociales carcomen su esperanza, viven sus días sin un porqué, sin saber que aún en la soledad, tú esperas para consolarlos. Oración: Señor, ayúdalos a encontrar en ti, el sentido redentor de sus sufrimientos y el ánimo para vivir con gozo y gratitud lo que venga cada día, sin perder la paz o la esperanza. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús cae por segunda vez M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: De nuevo has caído mi Señor amado. Tu cuerpo fatigado da traspiés y caes de nuevo. El pueblo se ríe y se burla de ti, pero tú te levantas y continúas el camino. Esta fortaleza hace falta, cuando en la familia uno o más de sus miembros caen en alguna adicción de la que no son capaces de salir. Se siente solos por el menosprecio de sus seres queridos, que se escandalizan por los errores que han cometido, y en lugar de ayudarlos, los acusan sin compasión. Ellos necesitan tu mano para levantarse, tu fortaleza para recuperarse y tu gracia para no volver a caer. Oración: Señor, ayúdanos a reconocernos pecadores, a entender que también nosotros podemos caer. Danos la virtud de la caridad, para ser capaces de ayudar y consolar a nuestros hermanos que caen. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. VIII Estación: Jesús cae por tercera vez M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Señor Jesús, has perdido todas tus fuerzas y caes por tercera vez. Como tú hay familias que caen en las redes del divorcio, por una u otra razón llegan a al divorcio espiritual o legal, mueren al amor por el otro y se entregan al amor por sí mismos. Donde debería reinar el don del amor, reina la muerte del desamor. Oración: Permite Señor que estas familias ganen la batalla el amor; dales el bálsamo sanador del perdón, para que comiencen una vida de nuevo. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús es clavado en la cruz M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Tu cuerpo agoniza en un dolor inmensurable, el mismo dolor que siente aquellas familias que viven violencia verbal y física. Por causa de los celos, la falta de comprensión y del diálogo, muchas familias se destruyen por la violencia. Los clavos perforan tus manos y tus pies, de igual forma que los golpes, gestos y palabras hirientes traspasan los corazones de muchos hijos y padres. Oración: Señor te pedimos por estas familias, para que encuentren la ayuda que necesitan para salir de esta situación. Tomas sus corazones, pues solo el poder sanador de tu amor puede reparar las heridas más profundas. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Señor, te despojan de tus vestiduras, lo poco que te quedaba se lo reparten sin compasión. No importa tu sufrimiento, no importa tu humanidad, sino tus bienes materiales y lo que puedan sacar de ellos. Ahora sigue siendo lo mismo para aquellas familias en las que es más importante poseer que vivir, tener que ser. Aquellas cuyo corazón se ha carcomido por el consumismo, la vanidad, el materialismo y el apego a sí mismos. Oración: Jesús te pedimos por nuestras familias, para que al buscar los bienes materiales nunca perdamos de vista nuestros valores espirituales. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. IX X XI Estación: Jesús muere en la cruz M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Todo ha terminado. También para los padres que han perdido un hijo es como si todo hubiera terminado, es un dolor que traspasa sus almas, se sienten vacíos, no encuentran la paz. Nadie comprende su dolor, ni ellos mismos entienden cómo esto les ha pasado. La soledad embarga sus corazones y se preguntan si algún día esta herida sanará. Oración: Señor, te pedimos por estas familias, ayúdalas a aceptar la muerte de ese ser amado, que comprendan que tú derrotaste la muerte y que algún día se reunirán con él en la vida eterna. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús es puesto en el sepulcro M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: Tu cuerpo Jesús es colocado en una tumba que está vacía. Una roca muy grande tapa la entrada. La desolación de la muerte se siente. Muchas familias también se encuentran así, creen que sus problemas no tienen solución. Pero tú has bajado a la realidad más oscura del hombre, el sepulcro, para iluminarlo, para darle una salida a aquella situación que nos toque enfrentar por dolorosa o difícil que sea. Oración: Ayúdanos, Señor, a mover con el poder de la fe cualquier roca que nos obstaculice ver tu gloria, ayuda a nuestras familias y a todas las familias del mundo a salir adelante tomadas de tu mano. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. Estación: Jesús es bajado de la cruz M: Te adoramos Cristo y te bendecimos. T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo. Reflexión: José, de Arimatea, baja tu cuerpo de la cruz. María, tu madre, te carga en brazos, pero su corazón destrozado reconoce que tus brazos están abiertos para recibir a toda la humanidad. En tu amor caben todos, especialmente las familias sin fe, aquellas que te ven en la cruz sin creer que diste tu vida por ellos. Se han alejado de ti, nada tiene sentido... ni la vida de los demás, ni la de ellos. Oración: Jesús, hijo de David, ten compasión de ellos y de nosotros, en los momentos en que nos falta la fe. Ayúdanos, danos un corazón que crea en tu palabra y en la promesa de nuestra redención. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto. XII XIII XIV

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Descripción de vía Crucis de nuestro señor Jesucristo

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3:00p.m.

Vía crucis en parroquia

sagrada familiaviernes 27 de febrero

Estación:

Jesús es condenado a muerteM: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Jesús, eres condenado a muerte y tú callas. El que ha pasado proclamando ante multitudes la palabra de Dios guarda silencio. No porque seas culpable, sino porque solo tienes un deseo: que se haga la voluntad de tu Padre.Hoy, mucha parejas también callan, pero su silencio no es un acto de amor, sino un acto de muerte. Callan cuando evitando su responsabilidad, o pensando en su comodidad o estilo de vida, condenan a muerte a un ser inocente.Dios los hace participes del don de la vida, pero ellos no lo valoran y lo destruyen.

Oración: Señor, te pedimos por esas parejas o familias que se ven tentadas a deshacerse de un bebé concebido; transforma sus corazones, enséñales a amar y a vivir con responsabilidad su amor de pareja, al abrazar sin egoísmo el don de la vida.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación:

Jesús carga la cruzM: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Has aceptado tu cruz, la cruz de nuestros pecados, y aunque es una carga que no mereces, la abrazas con el deseo de obedecer. Te ves cansado, tus fuerzas desfallecen, así como las de muchas familias que aceptan cargar la cruz que otros no aceptarían, como cuidar a un hijo enfermo, a un anciano o a un miembro de la familia con alguna discapacidad. Aunque es una cruz de amor, ellos también se cansan, su fe se debilita pero no se pierde, pues cada día fieles al amor que los ha unido se entregan a su misión.

Oración: Señor, te pedimos por estas familias para que abracen con fe su cruz, confiando en que nuestro Padre nunca nos da cargas que no podemos llevar. Bendice a estas familias y ayúdalas a encontrar en ti la fuerza para salir adelante.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Vía Crucis01 para familias

Vía Crucis para familias

Estación: Jesús cae por primera vezM: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: El peso de nuestros pecados causa que te caigas, así como caen por primera vez las familias en las que falta la comunicación entre padres e hijos.Para muchos padres es más importante el trabajo, sus problemas o la televisión, antes que escuchar a sus hijos. No buscan la manera de entenderlos, de compartir con ellos sus penas y alegrías, de darles unos minutos de atención; viven preocupados por llenar sus necesidades materiales, más no su necesidad de amor.

Oración: Señor, enséñanos a ser los padres que necesitan nuestros hijos, ayúdanos a darles nuestro amor y la atención que ellos se merecen.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús se encuentra con su madreM: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Te encuentras con tu madre, María. En un momento sus corazones se funden. Tu cruz se convierte en su cruz, tu dolor se convierte en su dolor, y aunque su corazón está destrozado, ella no habla, solo ama y confía en ti.Así son las madres, que siempre aman a sus hijos, aunque algunos ciegos por el egoísmo las desprecien, las ignoren y maltraten. ¡Cuán impotentes se deben sentir!, que dándolo todo solo reciben rencor.

Oración: Padre de la misericordia, tú que constantemente nos perdonas, mueve el corazón de esas madres para aprender a perdonar y a olvidar. Repara sus corazones heridos, sánalos con el poder de tu amor.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús es ayudado a llevar la cruzM: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Señor, vemos cómo tus fuerzas te abandonan poco a poco. Los soldados obligan a Simón a ayudarte. Hoy en día muchas familias se ven obligadas a separarse, pues sus miembros viven lejos como emigrantes o refugiados, despojados de sus derechos y víctimas de la discriminación, la persecución y la violencia. Familias completas se desintegran, porque las necesidades económicas obligan a los padres a buscar lejos de su país el sustento para sus familias.

Oración: Socorre, oh Dios, a estas familias para que experimenten tu providencia amorosa, llena con generosidad sus necesidades espirituales y concédeles en abundancia el pan de cada día.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: La Verónica limpia el rostro de Jesús

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Vas camino al calvario, la Verónica se compadece de tu sufrimiento y se acerca valientemente a limpiar tu rostro. Tus ojos y tu corazón se unen en gratitud y aprecio, y dejas tu imagen en su manto. Este acto de amor es un sencillo detalle, pero cuánto reconforta tu alma. Personas así necesita el mundo, que ofrezcan su ayuda desinteresada para apoyar a familias que pasan por alguna necesidad. El mundo necesita padres que les enseñen a sus hijos la virtud de la caridad, para solidarizarse con el más necesitado y hacer vida el evangelio del amor.

Oración: Bendice, Señor, a aquellas personas que socorren a familias que lo necesitan, ayúdalos a continuar con su labor de caridad fraterna y retribuye abundantemente su buen corazón.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús habla a las hijas de Jerusalén

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión:¡Cuánto amor sienten la mujeres de Jerusalén por ti!, Jesús. Caminan a tu lado, lamentándose de tu destino.En tu dolor profundo, Señor, te preocupas por las necesidades de los otros y consuelas a las mujeres que lloran por ti. Tú las animas, como lo haces con las familias cuyos miembros están tristes, deprimidos, desanimados o desesperanzados. Los problemas económicos y sociales carcomen su esperanza, viven sus días sin un porqué, sin saber que aún en la soledad, tú esperas para consolarlos.

Oración: Señor, ayúdalos a encontrar en ti, el sentido redentor de sus sufrimientos y el ánimo para vivir con gozo y gratitud lo que venga cada día, sin perder la paz o la esperanza.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús cae por segunda vez

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: De nuevo has caído mi Señor amado. Tu cuerpo fatigado da traspiés y caes de nuevo. El pueblo se ríe y se burla de ti, pero tú te levantas y continúas el camino.Esta fortaleza hace falta, cuando en la familia uno o más de sus miembros caen en alguna adicción de la que no son capaces de salir. Se siente solos por el menosprecio de sus seres queridos, que se escandalizan por los errores que han cometido, y en lugar de ayudarlos, los acusan sin compasión.Ellos necesitan tu mano para levantarse, tu fortaleza para recuperarse y tu gracia para no volver a caer.

Oración: Señor, ayúdanos a reconocernos pecadores, a entender que también nosotros podemos caer. Danos la virtud de la caridad, para ser capaces de ayudar y consolar a nuestros hermanos que caen.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

VIII

Estación: Jesús cae por tercera vez

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Señor Jesús, has perdido todas tus fuerzas y caes por tercera vez. Como tú hay familias que caen en las redes del divorcio, por una u otra razón llegan a al divorcio espiritual o legal, mueren al amor por el otro y se entregan al amor por sí mismos. Donde debería reinar el don del amor, reina la muerte del desamor.

Oración: Permite Señor que estas familias ganen la batalla el amor; dales el bálsamo sanador del perdón, para que comiencen una vida de nuevo.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús es clavado en la cruz

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Tu cuerpo agoniza en un dolor inmensurable, el mismo dolor que siente aquellas familias que viven violencia verbal y física. Por causa de los celos, la falta de comprensión y del diálogo, muchas familias se destruyen por la violencia. Los clavos perforan tus manos y tus pies, de igual forma que los golpes, gestos y palabras hirientes traspasan los corazones de muchos hijos y padres.

Oración: Señor te pedimos por estas familias, para que encuentren la ayuda que necesitan para salir de esta situación. Tomas sus corazones, pues solo el poder sanador de tu amor puede reparar las heridas más profundas.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Señor, te despojan de tus vestiduras, lo poco que te quedaba se lo reparten sin compasión. No importa tu sufrimiento, no importa tu humanidad, sino tus bienes materiales y lo que puedan sacar de ellos.Ahora sigue siendo lo mismo para aquellas familias en las que es más importante poseer que vivir, tener que ser. Aquellas cuyo corazón se ha carcomido por el consumismo, la vanidad, el materialismo y el apego a sí mismos.

Oración: Jesús te pedimos por nuestras familias, para que al buscar los bienes materiales nunca perdamos de vista nuestros valores espirituales.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

IX X XI

Estación: Jesús muere en la cruz

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Todo ha terminado. También para los padres que han perdido un hijo es como si todo hubiera terminado, es un dolor que traspasa sus almas, se sienten vacíos, no encuentran la paz. Nadie comprende su dolor, ni ellos mismos entienden cómo esto les ha pasado. La soledad embarga sus corazones y se preguntan si algún día esta herida sanará.

Oración: Señor, te pedimos por estas familias, ayúdalas a aceptar la muerte de ese ser amado, que comprendan que tú derrotaste la muerte y que algún día se reunirán con él en la vida eterna.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús es puesto en el sepulcro

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: Tu cuerpo Jesús es colocado en una tumba que está vacía. Una roca muy grande tapa la entrada. La desolación de la muerte se siente. Muchas familias también se encuentran así, creen que sus problemas no tienen solución. Pero tú has bajado a la realidad más oscura del hombre, el sepulcro, para iluminarlo, para darle una salida a aquella situación que nos toque enfrentar por dolorosa o difícil que sea.

Oración: Ayúdanos, Señor, a mover con el poder de la fe cualquier roca que nos obstaculice ver tu gloria, ayuda a nuestras familias y a todas las familias del mundo a salir adelante tomadas de tu mano.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

Estación: Jesús es bajado de la cruz

M: Te adoramos Cristo y te bendecimos.T: Porque por tu santa cruz redimiste al mundo.

Reflexión: José, de Arimatea, baja tu cuerpo de la cruz. María, tu madre, te carga en brazos, pero su corazón destrozado reconoce que tus brazos están abiertos para recibir a toda la humanidad. En tu amor caben todos, especialmente las familias sin fe, aquellas que te ven en la cruz sin creer que diste tu vida por ellos. Se han alejado de ti, nada tiene sentido... ni la vida de los demás, ni la de ellos.

Oración: Jesús, hijo de David, ten compasión de ellos y de nosotros, en los momentos en que nos falta la fe. Ayúdanos, danos un corazón que crea en tu palabra y en la promesa de nuestra redención.

Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

XII XIII XIV

comunidades

EstaciónLa Verónica enjuga el rostro de Jesús.

M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Se le acercó una mujer con un frasco como de mármol lleno de perfume muy caro y se lo derramó en la cabeza...” (Mt 26, 7. 10. 12).Verónica irrumpe de entre la multitud y enjuga el rostro de Jesús cubierto de saliva, sudor y sangre. En su velo quedó estampada la faz dolorida del Señor.“¡Señor, muéstranos tu rostro!” Dios atendió la súplica inmemorial: En el rostro ensangrentado de Jesús se revela el rostro de Dios. Dios nos muestra su rostro de Siervo que sufre. Solo así podía patentizar la radicalidad de su amor. Se dejó desfigurar, destruir toda gracia y belleza. Tomó sobre sí nuestras penas y cargó nuestros dolores. Ante este rostro doliente, ¿puede alguien quedar indiferente? Oración: Señor Jesucristo, haz que te busquemos como Verónica a pesar de lo difícil que sea salir hacia tu encuentro y que seamos consuelo en tu nombre de nuestros hermanos que están desfigurados por el pecado y la injusticia.Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Hijas de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos..” (Lc 23, 28-31).Ellas están siempre allí. Estas mujeres compasivas se acercan a Jesús. Lloran su estado desolador. Jesús siente que no está solo. Las lágrimas derramadas a causa del pecado son súplicas que Dios oye y acepta. Son las lágrimas necesarias que brotan de la vertiente de la vida nueva, del corazón contrito y humillado. En la Antigua Alianza dijo Dios por medio del profeta Isaías: “¡Consuelen a mi pueblo, consuélenlo!”.Dios quiere ser el consuelo de su pueblo con la bondad del pastor para con sus ovejas, con el afecto de un padre para con sus hijos, con la ternura de la madre para con el fruto de sus entrañas. Oración: Jesús, Señor nuestro, ayúdanos a sentir de verdad el dolor de los demás, perdónanos por nuestra insensibilidad ante la necesidad de las víctimas de tanta violencia, especialmente de aquella violencia que se no ve, la intrainfamiliar y porque a veces no hemos hecho más que lamentar. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús cae por segunda vez.M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.

T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Aquel que no perdonó a su propio Hijo, lo entregó por todos nosotros...”. (Rom 8, 32)Aplastado por el peso de su cruz. Cada vez le fallan más sus fuerzas. Pero, aunque con gran esfuerzo, se levanta para seguir el camino. El Calvario está aún distante. El agotamiento de Cristo aumenta. ¿Qué nos dice a nosotros, hombres pecadores, esta segunda caída? Más aún que la primera, parece exhortarnos a levantarnos, a levantarnos otra vez en nuestro camino de la cruz. Jesús acoge con valentía su caída. él se levanta para animar a todos y a todas a caminar hacia su liberación. Caer no es una tragedia funesta si propicia la identificación consciente con los caídos de todos los caminos de la vida. Más allá de la flaqueza, lo que aquí se muestra es la fuerza secreta del amor solidario.Oración: Padre Santo, pedimos para nosotros misericordia, nuestros pecados están gritando ante tu presencia, ten misericordia de todos nosotros. Por nuestro pobre espíritu que ha sido tan poco valiente para luchar contra el pecado. A ti suplicamos: Ten piedad de nosotros, Señor. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

Estación Jesús cae por tercera vez.A. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.

T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando condición de siervo, haciéndose semejante a los hombres...”(Flp 2, 6-8).Tu tercera caída bajo la cruz es la más dura, Señor, porque se parece a aquella en la que el hombre caído se pregunta si vale la pena levantarse de nuevo.Alrededor nuestro son muchos los que viven esta situación sin salida, este estado de vacío, más allá del cual todo es posible. No suplicamos a Dios que nos libre de la caída sino que nos haga levantar y caminar. Entonces la resurrección es posible porque el pecado no nos puede clavar al suelo.Oración: Señor Jesucristo, concede a los hombres y mujeres del tercer milenio la luz de la fe, para que reconociendo en ti al Siervo Sufriente de Dios y del hombre, tengamos la valentía de seguir el mismo camino, que, a través de la cruz y del despojo, lleva a la vida que no tendrá fin.M. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús es clavado en la cruz.A. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Era la hora tercia (nueve la mañana) cuando le crucificaron. Y estaba puesta la inscripción de la causa de su condena: “El rey de los judíos” (Mc 15, 23-27).La cruz no fue escogida por Dios sino por mentes criminales. Dios no quiere que los hombres y las mujeres preparen cruces para otros hombres y otras mujeres, sino que quiere la liberación de las cruces de la historia.La cruz es obra del pecado y no del amor de Dios. Pero en Jesús anima una fuerza más potente que el pecado. Esa fuerza no deja que la cruz continúe siendo cruz, martirizando a las personas. él abraza libremente la cruz y por amor deja que realice su violencia sobre Él. De símbolo de maldición la transfigura en señal de bendición y de libertad. Oración: Te pedimos perdón Señor por ser rencorosos, resentidos, vengativos y duros de corazón para perdonar. Ayúdanos Señor a convertir nuestro corazón de piedra en un corazón de carne, capaz de amar y de perdonar. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús es despojado de sus vestiduras.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Cuando los soldados pusieron en la cruz a Jesús, se repartieron su ropa en cuatro partes...” (Jn 19, 23-24).Al llegar al Calvario, Jesús es violentamente despojado de sus vestidos pegados a las llagas que se abren y expuesto, desnudo, a la burla e insultos de los espectadores irreverentes. Jesús es llevado hasta el último punto de la degradación humana. Pero hoy hay un despojo que representa una injusticia que clama al cielo: Millares de personas son diariamente despojadas de su dignidad, de la comida, de la ropa, de la habitación, de la salud, de la educación. Convertirse al evangelio es convertir esta situación de inhumana en humana. Por eso, él nos enseñó a compartir y no a despojar a los demás de lo que tienen.Oración: Por las angustias de tu tercera caída, danos, Señor, la gracia de ser esta mano desconocida e inesperada en la vida de tantos hombres y de tantas mujeres tristes y desesperadas.Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús muere en la cruz.M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.

T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “En ese momento la cortina del templo se rasgó por la mitad y Jesús gritó muy fuerte: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y al decir estas palabras, expiró” (Lc 23, 44-46). (Hacemos un momento de silencio).Pendiente entre el cielo y la tierra Jesús se siente rechazado por la tierra y por el cielo. Está absolutamente solo. Jesús permite que la vida y la muerte traben dentro de él su último duelo. La muerte emplea las armas más temibles. Primero, la exasperación de la necesidad física: el dolor y la sed. Después, la muerte lo asalta con la desesperanza: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Pero la última palabra de Jesús no es un grito de desesperación sino de serena acogida y de entrega confiada: “¡Padre, en tus manos entrego mi espíritu!”. Oración: Señor Jesucristo, tú que en el momento de la agonía no has permanecido indiferente a la suerte del hombre y de la mujer, llénanos a nosotros y a las generaciones futuras de tu Espíritu de amor. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús es depositado en el santo sepulcro.

A. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Reflexión: “Aprovecharon entonces este sepulcro cercano para poner ahí el cuerpo de Jesús” (Jn 19, 42).El cuerpo sin vida de Cristo fue depositado en el sepulcro. La piedra sepulcral, sin embargo, no es el sello definitivo de su obra. La última palabra no pertenece a la falsedad, al odio y al atropello. La última palabra será pronunciada por el Amor, que es más fuerte que el odio y la muerte. “Si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. (Jn 12, 24). Muy pronto este sepulcro se convertirá en el primer anuncio de alabanza y exaltación del Hijo de Dios en la gloria del Padre. Oración: Señor, ayúdanos a no quedarnos sumergidos en el dolor, sino que sepamos resucitar como Tú a una vida nueva, con la mirada puesta en la salvación que nos regalaste y en la Vida Eterna que nos tienes preparada. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús es bajado de la cruz.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.

Reflexión: “José bajó el cuerpo de la cruz y lo envolvió en una sábana que había comprado” (Mc 15, 43. 46ª).María recibe los restos desgarrados de su Hijo. En su rostro no hay odio, ni siquiera amargura, sino una profunda serenidad y desvanecimiento por un Hijo extraordinario. Estamos unidos a María en este último instante.Su hijo pasó por el mundo haciendo el bien, curando, consolando, perdonando los pecados, resucitando muertos. La condenación y la crucifixión fue un crimen contra el inocente. Es el mayor pecado de la historia porque en Jesús, el Hijo de Dios fue rechazado y muerto. Una espada atraviesa el corazón de María, como lo había anunciado el anciano Simeón.Oración: Rezamos la Salve.Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

VIII

IX X XI

XII XIII XIV

EstaciónJesús cae por primera vez.M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.

Reflexión: “Dios cargó sobre él los pecados de todos nosotros” (cf. Is 53, 6). La cruz es pesada y las fuerzas son pocas. Jesús tropieza, se tambalea y cae rápidamente bajo la cruz. Todo ser humano es frágil. Miles de veces caemos y fracasamos en nuestros mejores ideales, aquellos que hicieron nacer en nosotros la esperanza y el valor para enfrentar los duros golpes de la vida. Fracasamos y caemos en el amor que sostiene nuestra existencia. Toda caída es un drama porque humilla nuestras pretensiones, pero no es necesario transformarla en tragedia. Siempre podemos rehacer la jornada de la vida. Cristo se levanta a duras penas para continuar el camino. él se dirige sin palabras a todos los que caen. Les exhorta a levantarse.Oración: Oremos ante todo por nosotros, que caemos tan fácilmente. Perdónanos por las veces que hemos provocado tu caída y la caída de nuestros hermanos. Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús encuentra a su Madre.M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo,

amén.Reflexión: “No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo...” (Lc 1, 30-33).María recordaba estas palabras. Cuando en el camino hacia la cruz encontró a su Hijo. Ahora, al verlo condenado a muerte, podría preguntarse, humanamente hablando: ¿Cómo se cumplirán aquellas palabras? ¿Cómo será que su reino no tendrá fin?María tiene el corazón herido y sangrando, pero siempre fuerte para amar. Este es mayor que la muerte y tiende un puente donde el abismo parece vencer y separar a los hombres de toda comunión.Oración: Oremos por todas las madres crucificadas, inclinadas sobre el lecho de sus pequeños accidentados, enfermos, discapacitados. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónSimón el Cireneo ayuda a llevar la cruz de Jesús.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Reflexión: “Cuando lo llevaron, tomaron a un tal Simón de Cirene que volvía del campo y le cargaron la cruz de Jesús para que la llevara detrás de él” (Lc 23, 26).Buscaban a un hombre que lo ayudase a llevar la cruz. Su mirada se detuvo en Simón. Lo obligaron a cargar aquel peso. Llevar la cruz junto con un condenado podía considerarse un acto ofensivo de la dignidad de un hombre libre. Simón tomó la cruz para ayudar a Jesús y de esa manera se hizo solidario en el esfuerzo y en la pena.Oración: Señor Jesús, haznos fuertes y generosos para ayudar a otros a cargar la cruz. Ya no queremos seguir siendo solo espectadores del dolor ajeno. Y perdónanos por las veces que no ayudamos a nuestros hermanos a cargar con su cruz.Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Desde hace veinte siglos, la Iglesia se reúne este día para recordar y revivir los acontecimientos de la ultima etapa del camino terreno del Hijo de Dios. El Vía Crucis del Hijo de Dios no fue simplemente el camino hacia el lugar del suplicio. Creemos que cada paso del Condenado, cada gesto o palabra suya, así como lo que han visto y hecho todos aquellos que han tomado parte en este drama, nos hablan continuamente.

Oración de inicio: Dios mío, me arrepiento de todo corazón del mal que he hecho y del bien que he dejado de hacer, porque te he ofendido a ti, sumo bien, que mereces ser amado sobre todas las cosas. Con la ayuda de tu gracia, prometo firmemente hacer penitencia, evitar el pecado y huir de las ocasiones del mal. Por los méritos de la pasión y resurrección de nuestro salvador Jesucristo, ten misericordia de nosotros. Padre de bondad. M. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.M. Jesucristo fue obediente hasta la muerte...

EstaciónJesús es condenado a muerte. M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.“¿Eres tú el Rey de los judíos?”. “Mi Reino no es de este mundo. Si mi Reino fuese de este mundo, mi gente habría combatido para que no fuese entregado a los judíos: pero mi Reino no es de aquí” (Jn 18, 36).Reflexión: En el sufrimiento y en la condenación se muestra la fuerza de la verdad. Ella no necesita ser proclamada ante los jueces. Por eso Jesús calla. Ultrajado, Jesús no replica con injurias. Atormentado, no amenaza. Condenar a alguien siempre es asesinarlo simbólicamente. Hay mil formas de condenación: condenados por enfermedad mortal, como por el SIDA, condenados por soledad interior y exterior, condenados por amargura, condenados y aprisionados tras las rejas de nuestra propia ignorancia, etc. Oración: Oremos ante todo por las víctimas. Aquellos y aquellas que han sido agredidos, violados, robados, traumatizados de por vida. Ellos son los preferidos de Dios. Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

EstaciónJesús toma la cruz sobre sus hombros. M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Reflexión: “Ellos se apoderaron de Jesús. él mismo llevaba la cruz a cuestas y salió a un lugar llamado La Calavera, que en hebreo se dice Gólgota”(Juan 19, 17).Colocaron una pesada cruz sobre los

hombros de Jesús. La cruz es expresión de condenación de parte de los hombres. Era el suplicio más bárbaro y afrentoso de la antigüedad, aplicado a los esclavos y a los subversivos. Pero el momento en que Jesús de Nazaret cargó con la cruz para llevarla al Calvario marcó un cambio en la historia de la cruz. De ser signo de muerte infame, reservada a las personas de baja categoría, se convierte en llave maestra. Con su ayuda, de ahora en adelante, el hombre abrirá las puertas de las profundidades del misterio de Dios. Oración: Oremos para decirle a Cristo: “Ayúdame, te lo suplico”.Y luego esta frase que siempre nos ha dado una fuerza increíble: “Descarguen sobre él todas sus preocupaciones. él se encargará de ustedes” (I Pedro 5,5).Padre Nuestro/Ave María/Gloria.

Ilustración por Mauricio Duarte.

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Vía Crucis elaborado por el padre Luis Alonso Coto,de la parroquia San Juan Bautista, Cojutepeque, Cuscatlán.

EstaciónLa Verónica enjuga el rostro de Jesús.

M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Lo seguía una gran multitud del pueblo y de mujeres, que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. (Lc 23, 27).Reflexión: “En el rostro de Jesucristo, maltratado por nuestros pecados y glorificado por el Padre, en ese rostro doliente y glorioso, podemos ver, con la mirada de la fe el rostro humillado de tantos hombres y mujeres de nuestros pueblos y, al mismo tiempo, su vocación a la libertad de los hijos de Dios, a la plena realización de su dignidad personal y a la fraternidad entre todos. La Iglesia está al servicio de todos los seres humanos, hijos e hijas de Dios”. (DA 32).Oración: Señor, Jesús, nos comprometemos también nosotros a ser “Verónicas” que limpian el rostro sufriente de los pobres, de los que sufren, de los que padecen “la explotación laboral que llega, en algunos casos, a generar condiciones de verdadera esclavitud”. (DA 73). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús consuela a las mujeres de Jerusalén.

M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Jesús se dirigió a las mujeres y les dijo: “mujeres de Jerusalén, no lloren por mí; lloren más bien por ustedes y por sus hijos. (Lc 23, 28).Reflexión:“Urge tomar conciencia de la situación precaria que afecta la dignidad de muchas mujeres. Algunas, desde niñas y adolescentes, son sometidas a múltiples formas de violencia dentro y fuera de casa: tráfico, violación, servidumbre y acoso sexual; desigualdades en la esfera del trabajo, de la política y de la economía; explotación publicitaria por parte de muchos medios de comunicación social, que las tratan como objeto de lucro”. (DA 48).Oración: Señor, Jesús, que en medio de tu sufrimiento fuiste capaz de consolar a las mujeres que encontraste camino del Calvario, concédenos, también a nosotros, capacidad para consolar aún cuando estemos en dificultades. Especialmente, que podamos llevar esperanza y fortaleza a tantas “mujeres, que son excluidas en razón de su sexo, raza o situación socioeconómica”. (DA 65). Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús cae por segunda vez.

M. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Despreciable y desecho de hombres, varón de dolores y sabedor de dolencias, como uno ante quien se oculta el rostro, despreciable, y no le tuvimos en cuenta. (Is 53,3).Reflexión:“En el trabajo humano el cristiano descubre una pequeña parte de la cruz de Cristo y la acepta con el mismo espíritu de redención, con el cual Cristo ha aceptado su cruz por nosotros… Esto confirma, por una parte, lo indispensable de la cruz en la espiritualidad del trabajo humano; pero, por otra parte, se descubre en esta cruz y fatiga, un bien nuevo que comienza con el mismo trabajo, entendido en profundidad y bajo todos sus aspectos”. (Juan Pablo II, LE 27).Oración:: Señor, Jesús, te hizo caer el peso de nuestros pecados y la difícil situación de tantos obreros que se ven “sometidos a la precariedad de las condiciones de empleo y a la presión constante de subcontratación, lo que trae consigo salarios más bajos y desprotección en el campo de seguridad social, no permitiendo a muchos el desarrollo de una vida digna”. (DA 71). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

Estación Jesús cae por tercera vez.

A. Te adoramos, Oh Cristo y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.¡Y con todo eran nuestras dolencias las que él llevaba y nuestros dolores los que soportaba! Nosotros le tuvimos por azotado, herido de Dios y humillado. (Is 53, 4).Reflexión: “Una auténtica evangelización de nuestros pueblos implica asumir plenamente la radicalidad del amor cristiano, que se concreta en el seguimiento de Cristo en la Cruz; en el padecer por Cristo a causa de la justicia; en el perdón y amor a los enemigos”. (DA 543).Oración:: Reconocemos y pedimos perdón porque “nuestra mayor amenaza es el gris pragmatismo de la vida cotidiana de la Iglesia en el cual aparentemente todo procede con normalidad, pero en realidad la fe se va desgastando y degenerando en mezquindad” (DA 12). “No podemos quedarnos tranquilos en espera pasiva en nuestros templos, sino urge proclamar que el mal y la muerte no tienen la última palabra, que hemos sido liberados y salvados por la victoria pascual del Señor de la historia”. (DA 548). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús es clavado en la cruz.

A. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, crucificaron allí a Jesús y también a los malhechores, uno a la derecha y otro a la izquierda. (Lc 23: 33).Reflexión: “La Iglesia debe cumplir su misión siguiendo los pasos de Jesús y adoptando sus actitudes (cf. Mt 9, 35-36). él, siendo el Señor, se hizo servidor y obediente hasta la muerte de cruz (cf. Fil 2, 8); siendo rico, eligió ser pobre por nosotros (cf. 2 Co 8, 9), enseñándonos el itinerario de nuestra vocación de discípulos y misioneros. En el Evangelio aprendemos la sublime lección de ser pobres siguiendo a Jesús pobre (cf. Lc 6, 20; 9, 58), y la de anunciar el Evangelio de la paz sin bolsa ni alforja, sin poner nuestra confianza en el dinero ni en el poder de este mundo (cf. Lc 10, 4 ss )”. (DA 31).Oración: Señor, Jesús, en el camino hacia la santidad enséñanos a llegar hasta el final a pesar de las dificultades. Que el sudor y la fatiga que son parte del trabajo humano no nos desanimen en nuestra tarea de anunciar el Evangelio de la paz. Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús es despojado de sus vestiduras.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Los soldados, después que crucificaron a Jesús, tomaron sus vestidos, con los que hicieron cuatro partes, una para cada soldado, y la túnica. La túnica era sin costura, tejida de una pieza de arriba abajo. (Jn 19:23).Reflexión:: Al ver a Jesús despojado de sus vestiduras reflexionamos sobre la globalización sin solidaridad que “afecta negativamente a los sectores más pobres. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en la que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia o sin poder, sino que se está afuera”. (DA 65).Oración: Señor, Jesús, en esta estación te muestras despojado, desnudo de todo. Enséñanos a ser solidarios con los despojados de nuestro mundo, con los ‹desechables› de la sociedad”. (DA 7). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús muere en la cruz.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Entonces Jesús lanzó un fuerte grito y dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y dicho esto expiró. (Lc 23:46).Reflexión: “Como discípulos y misioneros, estamos llamados a intensificar nuestra respuesta de fe y a anunciar que Cristo ha redimido todos los pecados y males de la humanidad, en el aspecto más paradójico de su misterio, la hora de la cruz. El grito de Jesús: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?” (Mc 15, 34) no delata la angustia de un desesperado, sino la oración del Hijo que ofrece su vida al Padre en el amor para la salvación de todos”. (DA 134).Oración: “Alabamos a Dios porque, siendo nosotros pecadores, nos mostró su amor reconciliándonos consigo por la muerte de su Hijo en la cruz” (DA 106). Pedimos, por los obreros y obreras que ven muertos y crucificados sus derechos humanos y laborales. Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús es depositado en el santo sepulcro.

A. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.José de Arimatea… compró una sábana, lo descolgó de la cruz, lo envolvió en ella y lo puso en un sepulcro que estaba excavado en roca. (Mc 15:46).Reflexión: Contemplar a Jesús en el sepulcro nos lleva a pensar en la radicalidad de su amor y, por consecuencia en la radicalidad que debería tener nuestro amor. “Una evangelización que pone la Redención en el centro, nacida de un amor crucificado, es capaz de purificar las estructuras de la sociedad violenta y generar nuevas. La radicalidad de la violencia solo se resuelve con la radicalidad del amor redentor”. (DA 543).Oración: Señor, Jesús, con tu amor radical venciste la violencia radical. Concédenos vivir y testimoniar el amor de esa manera. Concédenos anunciar el amor de esa manera. Solo así el Continente de la esperanza puede llegar a tornarse verdaderamente el Continente del amor”. (DA 543). Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús es bajado de la cruz.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo. Amén.Llegó José de Arimatea, que era miembro distinguido del Consejo de Ancianos, y tuvo el valor de presentarse ante Pilato y le pidió el cuerpo de Jesús. (Mc 15,42-43). Reflexión: En esta estación recordamos a las personas minusválidas para que no se sientan “al margen del mundo del trabajo o en situación de dependencia de la sociedad, sino como un sujeto de trabajo de pleno derecho, útil, respetado por su dignidad humana”. (Juan Pablo II, LE 22).Oración: Señor, Jesús: “Proclamamos que todo ser humano existe pura y simplemente por el amor de Dios que lo creó, y por el amor de Dios que lo conserva en cada instante… solo él es el autor y el dueño de la vida, y el ser humano, su imagen viviente, es siempre sagrado, desde su concepción, en todas las etapas de la existencia, hasta su muerte natural y después de la muerte”. (DA 388). Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

VIII

IX X XI

XII XIII XIV

EstaciónJesús cae por primera vez.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a las naciones. No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su voz. (Is 42:1-2).Reflexión: El peso de la cruz, el cansancio y el efecto de la tortura a la que había sido sometido, hacen que Jesús caiga por tierra. Nosotros, también, hemos caído muchas veces bajo el peso de nuestros pecados y nuestras

miserias. A nivel social, la situación del trabajo en Latinoamérica es, también, una cruz que muchos países no pueden soportar: “La población económicamente activa de la región está afectada por el subempleo (42%) y el desempleo (9%), y casi la mitad está empleada en trabajo informal”. (DA 71).Oración: Señor, Jesús, al contemplarte caído por el suelo, queremos tomar conciencia de nuestras propias caídas y de la necesidad que tenemos de levantarnos. ¡Ayúdanos en nuestras debilidades¡ Queremos pedirte, también, por la situación laboral que tiene por tierra a mucha gente; nos comprometemos a ser solidarios con ellos y ayudarles a levantarse. Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús encuentra a su Madre.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Ustedes, los que pasan por el camino, miren y vean si hay dolor semejante a mi dolor, con el que Dios me ha herido el día de su ardiente cólera. (Lam 1:12).Reflexión: En el camino de la cruz, Jesús, vive la experiencia de encontrarse con su Madre; es una experiencia triste, pero, al mismo tiempo, la madre siempre consuela y fortalece. Esa es, también, nuestra experiencia: “María, Madre de Jesucristo y

de sus discípulos, ha estado muy cerca de nosotros, nos ha acogido, ha cuidado nuestras personas y trabajos, cobijándonos, como a Juan Diego y a nuestros pueblos, en el pliegue de su manto, bajo su maternal protección”. (DA 1).Oración: Señor, Jesús, que encontraste a María, tu Madre, sufriendo al verte sufrir, te pedimos hoy por las madres en nuestro país: las madres de los obreros, las madres trabajadoras, las madres profesionales, las madres campesinas… Bendícelas, ellas son – como en tu caso – nuestro consuelo, fortaleza en las dificultades y educadoras de la fe. “Agradecemos a Dios la religiosidad de nuestros pueblos, que resplandece en la devoción al Cristo sufriente y a su Madre bendita” (DA 127). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto.

+ En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Hermanos y hermanas: nos hemos reunido una vez más, este viernes de Cuaresma, para celebrar el Vía Crucis; es decir, para recordar la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Vía Crucis quiere decir, precisamente, “camino de la cruz”; lo conocemos también como “Vía Dolorosa”. A través de 14 estaciones vamos a recorrer el camino de sufrimiento que Jesús siguió para salvarnos, “En esto conocemos el amor que Dios nos tiene, en que el Señor dio su vida por nosotros” (1 Jn, 3,16). Procuremos hacer este camino con devoción, con espíritu de recogimiento y de conversión. El tema de este vía crucis será “el trabajo” y, para ello, además de la Sagrada Escritura, seguiremos el Documento de Aparecida (DA) y la Encíclica sobre El Trabajo (LE) de Juan Pablo II.

EstaciónJesús es condenado a muerte. M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de púrpura. Les dijo Pilato: «Aquí tienen al hombre». (Jn 19:5).

Reflexión: Jesús es condenado a muerte: lo recordamos y lo actualizamos en esta estación porque hoy como ayer, Jesús, sigue siendo condenado en diversas formas. Por ejemplo: “cuando los jóvenes, que reciben una educación de baja calidad, no tienen oportunidades de progresar en sus estudios ni entrar en el mercado del trabajo”. (DA 65).

Oración: Enséñanos, Señor, a no condenar a las personas, a no juzgar antes de tiempo. Que aprendamos a apreciar nuestro trabajo y que jamás se lo quitemos a otros. Te pedimos, de modo especial, por los jóvenes para que tengan oportunidades de estudio y de trabajo. “Quédate, Señor, con nuestros niños y con nuestros jóvenes, que son la esperanza y la riqueza de nuestro continente, protégelos de tantas insidias que atentan contra su inocencia y contra sus legítimas esperanzas”. (DA 554). Amén.Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

EstaciónJesús toma la cruz sobre sus hombros. M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Después de burlarse de él, le quitaron el manto, lo vistieron con sus ropas y lo llevaron para crucificarlo. (Mt 27, 31).Reflexión: Jesús carga con su

cruz, es una cruz injusta que no le correspondía llevar. Con ello dignificó la cruz y todas las cruces que la humanidad carga consigo, entre ellas la cruz del trabajo: “Jesús, el carpintero, dignificó el trabajo y al trabajador y recuerda que el trabajo no es un mero apéndice de la vida, sino que ‹constituye una dimensión fundamental de la existencia del hombre en la tierra›, por la cual el hombre y la mujer se realizan a sí mismos como seres humanos”. (DA 120).Oración: Señor, Jesús, enséñanos a llevar nuestras propias cruces. Enséñanos, de modo especial, a llevar con dignidad la cruz del trabajo. Te pedimos por quienes no tienen un trabajo digno o por quienes no lo viven con dignidad. Danos fuerza para cumplir tu mandato: “Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga”. (Mc 8, 34). Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

03

EstaciónSimón el Cireneo ayuda a llevar la cruz de Jesús.

M. Te adoramos, Oh Cristo, y te bendecimos.T. Que por tu santa cruz redimiste al mundo, amén.Y obligaron a uno que pasaba, a Simón de Cirene, que volvía del campo, el padre de Alejandro y de Rufo, a que llevara su cruz. (Mc 15:21).Reflexión: En esta estación queremos recordar a los trabajadores, mujeres y hombres

migrantes: no dudemos en ayudarles cuando la ocasión se presenta, no es por casualidad, es la Providencia divina quien nos ha puesto ahí. Es importante

ser “cireneos”. “Lo más importante es que el hombre, que trabaja fuera de su país

natal, como emigrante o como trabajador

temporal, no se encuentre en desventaja en el ámbito de los derechos concernientes al trabajo respecto a los demás trabajadores de aquella determinada sociedad. La emigración por motivos de trabajo no puede convertirse de ninguna manera en ocasión de explotación financiera o social… El valor del trabajo debe medirse con el mismo metro y no en relación con las diversas nacionalidades, religión o raza”. (Juan Pablo, LE 23).Oración: Señor, Jesús, nosotros también queremos ser buenos “cireneos” que te ayuden a llevar la cruz y, la mejor manera de hacerlo será ayudando a los que tenemos cerca, especialmente, a los emigrantes que sufren por la condiciones difíciles de trabajo. Gracias, porque también ellos, con sus remesas, son “cireneos” para muchos de nosotros, “evidencian la capacidad de sacrificio y amor solidario a favor de las propias familias y su patria de origen. Es por lo general, ayuda de los pobres a los pobres”. Prometemos ser “Iglesia sin fronteras, Iglesia familiar, atenta al fenómeno creciente de la movilidad humana” (DA 412). Amén. Padre Nuestro/Ave María/Gloria/Canto

Ilustración por Mauricio Duarte.

Vía Crucis elaborado por Lic. Armando Márquez,de la Fundación Dios es Amor, [email protected].

+ Relator 1:“En Jesús, queremos encontrarnos para ser comunidad”. Relator 2:Este es nuestro lema de este año. Queremos encontrarnos en Jesús. Por eso, hoy estamos aquí reunidos, estamos juntos como jóvenes de una escuela católica, para hacer presente el misterio más grande de nuestra fe: La Pascua, Muerte y Resurrección de Jesús que redime al mundo.

Relator 1:De esta manera, comenzamos la representación del Vía Crucis. Nos vamos a mover en dos escenarios imaginarios. Uno, arriba en el escenario, donde se desarrollará la representación histórica, mientras se leen fragmentos correspondientes a la Sagrada Escritura o a la Tradición de la Iglesia. Y otro, abajo, donde se presentarán situaciones de la realidad que actualizan la Pasión. Esto que presenciarás es: “La Pasión, de ayer y de hoy”.

04 para jóvenes

para jóvenes

Relator 2:Este Jesús condenado a muerte se ve reflejado en los chicos y adolescentes de la calle. En realidad no son de la calle, están en la calle. Y lo están porque fueron condenados. Condenados a no poder ir a la escuela, a no poder ir al médico ni al hospital, a no tener familia. Condenados a tener hambre, frío, a tener que pedir y, llegado el caso, robar. Ellos no quieren vivir así, no eligieron esta vida. Fueron condenados a muerte por la sociedad, y por cada uno de nosotros que solamente nos acordamos de ellos cuando nos molestan para limpiarnos el vidrio del auto o pedirnos una monedita para comer.

Relator 1:Y, como Jesús, lo aceptan en silencio. Nosotros, mientras tanto, nos excusamos diciendo: “la plata se la gastan en cualquier cosa”, o peor aún: “no le doy nada porque seguramente son explotados por un adulto”. Y no pensamos en ellos, en sus vidas, en sus sueños, si es que a esa corta edad todavía les queda alguno. ¿Qué hacemos por ellos además de darles las monedas que nos sobran? ¿Vemos al Jesús condenado a muerte en ellos?

Rezamos un Ave María por todos los chicos y adolescentes que están aen la calle, que les falta un horizonte en la vida.

+ Canto

Relator bíblico femenino: “Jesús compareció ante el gobernador, y este le preguntó:

Relator bíblico masculino:¿Tú eres el rey de los judíos?

Relator bíblico femenino:él respondió:

Relator bíblico masculino: Tú lo dices.

Relator bíblico femenino:Al ser acusado por los sumos sacerdotes y los ancianos, no respondió nada. Pilatos le dijo:

Relator masculino:¿No oyes todo lo que declaran contra ti?

Relator bíblico femenino: Jesús no respondió a ninguna de sus preguntas, y esto dejó muy admirado al gobernador. Entonces, Pilatos puso en libertad a Barrabás; y a Jesús, después de haberlo hecho azotar, lo entregó para que fuera crucificado” (Mt 27, 11-14; 26).

Relator 2:2ª Estación: Jesús carga con la cruz.

Relator 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator bíblico masculino:“Los soldados lo llevaron dentro del palacio, al pretorio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto de púrpura y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo” (Mc 15, 16-20).

Relator 2:5ª Estación: Jesús es despojado de sus vestiduras.

Relator 1:Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator 2:1ª Estación:

Jesús es condenado a muerte.Relator 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator 2:Este Jesús que carga con la cruz se ve reflejado en los enfermos terminales. Ellos cargan su pesada cruz a diario. Sobrellevan una enfermedad que los conduce inexorablemente hacia la muerte

Relator 1:Pocos los acompañan y, por esta razón, su dolor es doble. La Madre Teresa cuenta de un enfermo de SIDA que le decía: “Cuando el dolor de cabeza se me hace insoportable los comparo con los sufrimientos que tuvo que sentir Jesús por la coronación de espinas”. Sumado a estos dolores físicos, algunos padecen la discriminación y el abandono, con lo que su pasión es terriblemente angustiante. ¿Cuál es nuestra actitud hacia ellos? ¿Los acompañamos en su cruz de todos los días? ¿Vemos en ellos a Jesús con la cruz a cuestas?

Pidamos con un Padre Nuestro por los jóvenes enfermos que viven sin esperanza.

+ Canto

Relator 2:3ª Estación: Jesús cae tres veces con la cruz.

Relator 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator bíblico femenino:“Jesús camina hacia el Calvario. El peso de la cruz es tan grande que no resiste y cae. Los soldados lo levantan a la fuerza y lo obligan a seguir. Pero ya no tiene fuerzas, y vuelve a caer. María, que lo acompaña de cerca, sufre con él. Una vez más lo levantan y, una vez más, vuelve a caer.” (Relato de la Tradición).

Relator 2:Este Jesús que carga con la cruz se ve reflejado en los adictos. En su vía crucis personal ellos también caen. Caen en la droga, en el alcohol, muchas veces en la prostitución. Nosotros pretendemos levantarlos a la fuerza. No los comprendemos.

Relator 1:Si caen es porque no les quedan fuerzas para llevar su cruz. Nosotros nos limitamos a condenarlos nuevamente, a hacerles más pesado el peso de su cruz. ¿Vemos en ellos al Jesús que cae porque no puede soportar más el peso de la cruz?

Rezamos un Ave María por todos aquellos jóvenes que han caído en la droga, la prostitución infantil, el sin sentido de la vida, las maras o la delincuencia.

+ Canto

Relator 2:4ª Estación: El cireneo es obligado a cargar con la cruz y

la Verónica limpia el rostro de Jesús.Relator 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator bíblico masculino: “Como pasaba por allí Simón de Cirene, padre de Alejandro y de Rufo, que regresaba del campo, lo obligaron a llevar la cruz de Jesús. Y condujeron a Jesús a un lugar llamado Gólgota, que significa: lugar del Cráneo” (Mc 15, 21-22).

Relator bíblico femenino:“Una de las mujeres, de nombre Verónica, se acercó a Jesús y con un paño limpió su rostro” (Relato de la Sagrada Tradición).

Relator 2:Este Jesús que carga con la cruz se ve reflejado en los abuelos abandonados. Ellos, muchas veces, son olvidados por las mismas personas de las que tanto cuidaron durante sus vidas. Necesitan que les demostremos cariño, que les dediquemos tiempo, que nos ocupemos de ellos.

Relator 1:Sin embargo, depositados en un geriátrico o abandonados en sus casas, pasan los últimos años de su vida ignorados hasta por sus seres más queridos.¿Sentimos que son una carga que estamos obligados a llevar o, por el contrario, vamos a su encuentro? ¿Vemos en ellos a Jesús?

Ofrezcamos un Padre Nuestro por los ancianos que como jóvenes tratamos mal o excluimos de nuestras vidas, creyendo que llegaremos a viejos y olvidando que podemos morir en cualquier momento.

+ Canto

Relator bíblico femenino:“Los soldados tomaron sus vestiduras y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como no tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba abajo, se dijeron entre sí:

Relator bíblico masculino:No la rompamos. Vamos a sortearla para ver a quien le toca.

Relator bíblico femenino:Así se cumplió la Escritura que dice: “Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica. Esto fue lo que hicieron los soldados” (Jn 19, 23-24).

Relator 2:Este Jesús despojado de sus vestiduras se ve hoy reflejado en cada uno de los desocupados y desempleados. La guardia romana, que detentaba el poder, comete la injusticia más grande: no sólo condenan a un inocente, sino que además lo humillan e intentan quitarle lo más propio del hombre: su dignidad. Y lo desnudan, así como desnudan hoy a todos aquellos hombres y mujeres cuando se los trata como objetos reemplazables, según las necesidades del mercado laboral. Intentan quitarles la dignidad cuando los obligan a mendigar un derecho propio, cuando los explotan, cuando se abusan de ellos.

Relator 1:Pero ellos, al igual que Jesús, a pesar de la impotencia por la situación, a pesar de quedar ridículo ante los ojos de los demás, a pesar de la desesperación y la angustia, se resisten a perder su dignidad. Y aceptan su destino, saliendo todos los días, por ellos y por sus familias, caminando con el diario en la mano, como cargando una pesada cruz.¿Vemos a ese Jesús despojado de sus vestiduras en cada uno de estos hombres y mujeres?

Pidamos con un Ave María por aquellos jóvenes que no encuentran empleo y emigran, por los que por una catástrofe, una mala inversión, o por algún interés embustero han perdido todo quedando sin ninguna oportunidad.

+ CantoRelator 2:6ª Estación: Jesús es crucificado.

Relator 1: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator bíblico femenino:“Ya mediaba la mañana cuando lo crucificaron. La inscripción que indicaba la causa de su condena decía: El Rey de los judíos. Con él crucificaron a dos ladrones, uno a su derecha y otro a su izquierda” (Mc 15, 25-27).

Relator 2:Este Jesús clavado en la cruz se ve reflejado en cada una de las víctimas de los atentados internacionales. También otra experiencia de muerte es la consecuencia de las guerras. Cuántos seres humanos, sean soldados o civiles, muertos durante los conflictos de Irak, Afganistán.

Relator 1:Todos ellos murieron víctimas de algo que pudo haberse evitado. Así como Pilatos tuvo en sus manos la suerte de Jesús, los líderes mundiales hoy son los verdaderos responsables de esas muertes. Y no solo de ellos: las familias destrozadas, los niños sin futuro, el hambre y la sed reinantes, las injusticias de todo tipo.

Relator 2:Los que no murieron viven inmersos en una realidad de muerte, resignados y sin nada de esperanza. Pueblos crucificados, muestran hoy al mundo lo mismo que mostró Jesús mientras era clavado en la cruz: el odio que puede generar el egoísmo del hombre y sus consecuencias: la soledad y la muerte.

Relator 1:Nosotros estamos lejos. Vemos las imágenes de los atentados, de las guerras como si fueran de una película de Hollywood. Muertos y mutilados, sangre en las cámaras de televisión. Muchas veces observamos casi pasivamente, con indiferencia, y lo que es peor,

nos terminamos acostumbrando a esa realidad.

Relator 2:¿Nos damos cuenta que eso está pasando de verdad? Cada bomba que explotó, cada misil que se lanzó, fue un clavo enterrado en ese pueblo, que ligó su destino a la cruz de la soledad y de la indiferencia de los demás.¿Vemos a Jesús crucificado en aquellos hombres y mujeres víctimas de las guerras y del terrorismo internacional?

Pidamos con un Padre Nuestro por las regiones del mundo en guerra o conflictos, y por los jóvenes victimas del terrorismo y el fanatismo religioso.

+ CantoRelator 1:7ª Estación: Jesús muere en la cruz.

Relator 2: Te adoramos Cristo y te bendecimos…Todos: porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Relator bíblico femenino:Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. El velo del templo se rasgó por el medio. Jesús, con un grito, exclamó:

Relator bíblico masculino:Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró” (Lc 23, 39-46).

Iluminación:Aquí se pone la luz con papel celofán rojo sobre la Cruz, donde está Jesús con la cabeza gacha. Todos se ponen de rodillas. Luego de un minuto, se apagan todas las luces. En ese momento se pone en la parte actual, la misma cruz con una bandera salvadoreña colgada, Jesús se tira a los pies, abatido; y, finalmente, se enciende una luz fuerte sobre la cruz.

Relator 1:Jesús en la cruz injustamente, viviendo en silencio su paso de la vida a la muerte, hace que nos sintamos cerca suyo, nos identifica. Y entonces lo encontramos allí, y a él nos dirigimos.

Relator 2:¿Cómo vivimos nuestra cruz como pueblo salvadoreño? ¿Cómo nos acercamos a Jesús crucificado en busca de nuestra redención? Jesús muerto en la cruz nos muestra el camino de la salvación: pasa por solidarizarse con los hombres y aceptar la propia cruz. Así, cuando nos acerquemos a Jesús solidarizándonos con él, como lo hizo el buen ladrón, confiemos y esperemos en su misericordia.

Relator 1:¿Nos vemos hoy, cada uno de nosotros, aceptando nuestra cruz para salvar al pueblo salvadoreño? ¿Estamos dispuestos a dar hasta nuestra última gota de agua y de sangre por salvar a nuestros hermanos?

Oremos por todos aquellos jóvenes víctimas de la violencia entre pandillas, que mueren a diario en nuestro país y el mundo, en una hemorragia juvenil.

+ Canto

Ilustración por Mauricio Duarte.

Vía Crucis elaborado por Roberto Damas, saleciano cooperador, correo electrónico: [email protected]