VIA CRUCIS 2019 CON ILUSTRACIONESnuestropadre.carmona.es/wp-content/uploads/...CON... · por herido...

V�� C��

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Ed ición novena l

© De la e d ición_Herm and a d d e N uestro Pa d re Jesú sN azareno,Santa Cruzen Jerusalén,M aría Sa ntísim a d e losDoloresyDivina Pastora d e lasAlm as© Deltexto_losautores© De lasilustra ciones_ elautor© De la m ú sica _ e lautor

Coord ina ción yd ise ñ o_Francisco García BaIm prim e _Im prenta Boca ne g ra

Que d a prohib id a la reprod uccióntotaloparciald e esta pub lica ciónsin el

consentim iento explícito d e susautoresyeled itor.

3

Padre justo, el mundo no te ha conocido,

pero yo te he conocido,

y estos han conocido que Tú me enviaste.

Y les he dado a conocer tu nombre,

y lo daré a conocer aún,

para que el amor con que me has amado,

esté en ellos, y yo en ellos.

Jn 17,25-26

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V IA †CRU CISe n honra yhonord e

N �� P��

J�� N ��

Com puestopor

Rafael Roblas Caride

Ilustrado por

Federico Jaime López

Musicado por

Rafael Hoyos Manchado

Carmona 2019

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JESÚS ACEPTA LA VOLUNTAD

DEL PADRE

Ysub iend o a cum plirsusentencia re corre

unosú ltim osm etrosen losque se ha ce presente

suentre g a porla hum anid a d .Ela m ora suPa d re

ya lprójim o le lleva a re correrelca lvario d e en-

tre g a yob e d iencia.

A ve ceshuim osd elca lvario o no quere-

m osque noslle g ue ylovivim oscom o espe cta d o-

respero Jesú slo vivía en prim era persona,ofre-

ciénd ose com ovíctim a pornuestrospe ca d os.

Que elvia crucisque va m osa vivircon

Jesú sN azareno nosintrod uzca en elm isterio d e

a m orque DiosPa d re hizo pornosotros.Que

nunca olvid em osque sub iralGólg ota conlleva

ta m b ién nuestra resurre cción.

Jesú sN azareno,contig o sub im osalca lva-

rio,ayú d a nosa com prend erque tu entre g a fue

poram ora nosotros,que d espuésd e viviresta

ora ción m e una m ása Tiyalva lorre d entord e tu

entre g a.

Que aum entesnuestra fe ynosayud esa

com prend erque aunque en nuestrasvid asexis-

ten m uchassub id asa l ca lvario,Tú ta m b ién lo

ha cescon nosotros.

José Ignacio Arias García, Pbro.

9

PÓRTICO

Todo lo que vemos o parecemos

es solamente un sueño

dentro de un sueño. (E.A. Poe)

La b risa g im e en elhuerto

lú g ub re d e Montesión

y,en elarroyoCe d rón,

naufra g a un presa g ioincierto.

La flor d el m ie d o se ha a b ierto

lue g osob re elcorazón

d e Pe d ro.Sune g a ción

d eja elpretorio d esierto.

Yahora,que ya clare a

yencuentro a lDiosd e Jud e a

en un patiosolitario,…

se d esva ne ce m isue ñ o

ysoyd e m a d era un le ñ o

que carg a n hasta elCa lvario.

Am a ne ce,b uen Jesú s:

em prend e elca m ino

ya b raza m icruz.

Amén.

11

Y respondiendo todo el pueblo, dijo: “Su sangre sea

sobre nosotros, y sobre nuestros hijos”. Entonces les

soltó a Barrabás; y habiendo azotado a Jesús, le entregó

para ser crucificado. Viendo Pilatos que nada

adelantaba, sino que se hacía más alboroto, tomó agua

y se lavó las manos delante del pueblo, diciendo:

“Inocente soy yo de la sangre de este justo; allá

vosotros”. (M at.27,25-27)

Lavánd ose lasm anos,

Pilatosquiso

silenciarsuconciencia,

celarsuaviso.

Dejóm ancha d a

con sa ng re d e aqueljusto

la pala ng a na.

Con tan cob ard e m one d a

Pilatospa g óald estino

susalario d e id a yvuelta.

PRIMERA ESTACIÓN

Te a d ora m os,Jesú sN azareno,yte b end e cim os.

R/Porque portuSa nta Cruzre d im iste a lm und o.

R/Se ñ or,pequé,ten pie d a d ym isericord ia d e m í.

Padre Nuestro que estás en el cielo…

13

Así que entonces lo entregó a ellos para que fuese cru-

cificado. Tomaron, pues, a Jesús, y le llevaron. Y él,

cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calave-

ra, en hebreo, Gólgota.(Jn.19,16-17)

La nie b la d e lossue ñ os

se d eshila cha

yelsolllovizna g otas

d e m ield ora d a.

N a ce la luz:

elN azareno a b raza

la Sa nta Cruz.

En ese sa ntom a d ero

que ahora a b raza N uestroPa d re,

inm óvil,se d uerm e eltiem po.

SEGUNDA ESTACIÓN





15

Despreciado y desechado entre los hombres, Varón de

Dolores, experimentado en quebranto; y como que

escondimos de Él el rostro, fue menospreciado, y no lo

estimamos. (Is.53,3)

Entre d oslucesviene

porla ca lleja,

vencid o b a jo elpeso

que lleva a cuestas.

Yse d errum b a:

un peque ñ o g uijarro

tuvola culpa.

¡Quéextraord inaria le cción

que,poruna hum ild e pie d ra,

caig a a lsuelotod ounDios!

TERCERA ESTACIÓN





17

Y una espada traspasará tu misma alma, para que sean

revelados los pensamientos de muchos corazones.(Lc.

2,35)

N ohayd olorm ása g ud o

nim ásintenso

que elque sintióMaría

d entro d elpe cho.

Esa m a ñ a na

M a d re e Hijose ha b laron

con la m ira d a.

Loque losd osse d iría n

se cretoque d óen elaire,

tem b la nd o la luzd eld ía .

CUARTA ESTACIÓN





19

Y llevándole, tomaron a cierto Simón de Cirene, que

venía del campo, y le pusieron encima la cruz para que

la llevase tras Jesús. (Lc.23,26)

La espald a se le curva

com oun olivo,

¿tantopesa n lascruces

d e m isolvid os?

Deja que se a

ela lm a d e Carm ona

tucirine a.

Que Sim ón na cióen la Ve g a

yayud a aquí a N uestroPa d re

cua nd o le fa lla n lasfuerzas.

QUINTA ESTACIÓN





21

Y entendiéndolo Jesús, les dijo: “¿Por qué molestáis a

esta mujer?,…pues ha hecho conmigo una buena

obra”. (Mt.26,10)

Porla frente,d e sang re

m ilria chuelos,

yuna m ujerava nza

con un pa ñ uelo.

Se que d óim preso

suauténticoretrato

sob re aquellienzo.

Verónica se lla m a b a

la m ujerd esconocid a

que a Diospintócara a cara.

SEXTA ESTACIÓN





23

Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió

nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado,

por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por

nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el

castigo de nuestra paz fue sobre Él, y por su llaga fui-

mos nosotros curados. (Is.53,4-5)

Se le a g ota n lasfuerzas,

fa llan d e nuevo,

yuna pie d ra inocente

lo arroja a lsuelo.

¡Jesú sllora b a

con lág rim asd e azog ue

supena hum a na !

Cóm osería esa pie d ra

para que Dios,siend oDios,

pord osve cescaig a en ella.

SÉPTIMA ESTACIÓN





25

Y le seguía gran multitud del pueblo, y de mujeres que

lloraban y hacían lamentación por Él. Pero Jesús, vuel-

to hacia ellas, les dijo: “Hijas de Jerusalén, no lloréis

por mí, sino llorad por vosotras mismas y por vuestros

hijos. Porque de aquí vendrán días en que dirán:

Bienaventuradas las estériles, y los vientres que no

concibieron, y los pechos que no criaron”. (Lc.23,27-

29)

Com pasivasm ujeres

se le a cercaron

a lDulce N azareno

rotasd e llanto.

Jesú slesd ijo:

“Llora d m ásporla suerte

d e vuestroshijos”.

Vientresd e Jerusalén,

m a ld itosd esd e aqueld ía

e n que elM a lcond enóalBien.

OCTAVA ESTACIÓN





27

Fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca; como

cordero que es llevado al matadero, y como oveja que

ante sus trasquiladores permanece muda, no abrió Él

su boca. (Is.53,7)

Muycerca d elCa lvario

supie va cila

y,d e nuevo,otra pie d ra …

Yotra ca íd a .

M a nsoCord ero

que arrastránd ololleva n

a lm ata d ero.

Deld ere choyd elrevés

siem pre se cua d ran lascuentas:

ja m áshub o d ossin tres.

NOVENA ESTACIÓN





29

Cuando los soldados hubieron crucificado a Jesús,

tomaron sus vestidos, e hicieron cuatro partes, una

para cada soldado. Tomaron también su túnica, la cual

era sin costura, de un solo tejido de arriba abajo. En-

tonces dijeron entre sí: “No la partamos, sino echemos

suertes sobre ella, a ver de quién será”. Esto fue para

que se cumpliese la Escritura, que dice: “Repartieron

entre sí mis vestidos, y sobre mi ropa echaron suertes”.

Y así lo hicieron los soldados.(Jn.19,23-24)

Con la vista perd id a

m irand o a lcielo

se d etiene este instante

que pintóelGre co.

Poco d espués,

a losd a d osse jue g a n

sud esnud ez.

M ald ita se a la suerte

d e aquelque g a nóla m a no

ynosa b e loque pierd e.

DÉCIMA ESTACIÓN





31

Era la hora tercera cuando lo crucificaron. Y el título

escrito de su causa era: “El Rey de los judíos”. Crucifi-

caron también con Él a dos ladrones, uno a su derecha,

y el otro a su izquierda. Y se cumplió la Escritura que

dice: “Y fue contado con los inicuos”. (M c.15,25-28)

Elpe cho b usca elaire

que ahora le fa lta

com oun pezse retuerce

fuera d ela g ua.

Se rom pe elhilo

que sostiene a la vid a

com oun suspiro.

¡Quétortura m ásatroz

d esa ng rarse lenta m ente

requem a d oporelsol!

UNDÉCIMA ESTACIÓN





33

Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre

toda la tierra hasta la hora novena. Y el sol se oscure-

ció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. Enton-

ces Jesús, clamando a gran voz, dijo: “Padre, en tus

manos encomiendo mi espíritu”. Y habiendo dicho

esto, expiró. (Lc.23,44-46)

“¡Miespíritu,DiosPa d re,

va ha cia tusm a nos!”.

Tod o loque fue escrito

se ha consum a d o.

Tem b lóla tierra

yla luzse hizoun traje

con se d a ne g ra.

Da b a n lastresd e la tard e

en losum b ra lesd eltiem po

cua nd o m urióNuestroPa d re.

DUODÉCIMA ESTACIÓN





35

Después de todo esto, José de Arimatea, que era discí-

pulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los ju-

díos, rogó a Pilatos que le permitiese llevarse el cuerpo

de Jesús; y Pilatos se lo concedió. Entonces vino, y se

llevó el cuerpo de Jesús. (Jn. 19, 38)

Un silencio d e m uerte

sob re elCa lvario

cua nd o,en la cruz,elviento

sopla a lsud ario.

Arim ate a

siente cóm osualm a

se b a m b ole a.

Quétriste fue aquelm om ento

en que a suHijo d ejaron

sob re sure g azo,m uerto.

DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN





37

Y tomando José el cuerpo, lo envolvió en una sábana

limpia, y lo puso en su sepulcro nuevo, que había la-

brado en la peña; y después de hacer rodar una gran

piedra a la entrada del sepulcro, se fue. Y estaban allí

María Magdalena, y la otra María, sentadas delante

del sepulcro. (Mt.2759-61)

Die ciocho fa ntasm as

vienen d e un d uelo.

Die ciochotinie b las

con g risesvelos.

Cristo d orm ía

trasun triste sepulcro

d e nieve fría.

A la tercera m a ñ a na,

la nieve se d erretía …

YJesú sse d esperta b a.

DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN





39

Cuántote ha g osufrir,

d ulce Jesú sN azareno,

Tú que m e ofre ceselcielo

ya b razaslascruzporm í.

Dulce Jesú sN azareno,

cuántote ha g osufrir.(estribillo)

Aflig id o y ang ustia d o

a hora m e postro ante Ti

en sang re ysud orb a ñ a d o

com oTú en Getsem a ní.

M íra m e,m ib uen Jesú s:

nisoyd ig no d e ese cielo,

nisoyd ig no d e tuCruz.

ESTRIBILLO

Mira cóm oveng o a verte

la cera d oym a lherid o,

casialb ord e d e la m uerte,

vencid oporelolvid o.

Porque nohaym uerte m ayor

que postrarm e a nte tusplantas

sintiénd om e pe ca d or.

ESTRIBILLO

Laus Deo

ORACIÓN PENITENCIAL

41

“Por esta vira de oro de la tarde de marzo,

viene Jesús Nazareno.”

Esta ob ra se term inód e im prim ir

elprim erviernesd e m arzo,

yse com pusoye d itócon m otivo

d elVia Crucisd elConsejoGeneral

d e Herm a nd a d esyCofra d íasd e Carm ona

presid id oporla venera d a im a g en d e

N uestroPa d re Jesú sN azareno.

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