Vestiduras Reales

Angie Monthes

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Para información: Angie Monthes V. Tels.: (506) 8609-8468, (506) 8358-4610, (506) 8718-0966 e-mail: hermanaangie7@hotmail.com Impresión y Acabados: litografiamorales@hotmail.com San José, Costa Rica

PROHIBIDA SU VENTA REGALO DE DIOS

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Índice

1. Introducción............................................. 7 2. Lino fino ................................................ 19 3. Guerreros consagrados........................... 65 4. Reyes ................................................... 159 5. Sacerdotes ............................................ 208 6. El Profeta ........................................... 228

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AGRADECIMIENTO

Mil gracias a mi Señor por fortalecerme y ayudarme para que Su voluntad y propósito se cumplan al escribir este libro, para que Su pueblo reciba conocimiento. Gracias mi Señor, porque estar en Tú voluntad es mi deleite.

• Agradezco a mi Señor por cada una de las personas  que  ha  puesto  en  mi  camino para  que  me  apoyen  económicamente para que este propósito se lleve a cabo.   

• Agradezco  a  Marlene  Rivera  Fernández  por  la  corrección  gratuita  del  libro  en apoyo a este ministerio.   

• Agradezco  a  Miguel  Sarmiento  Len  por toda  la  ayuda  brindada  referente  a computación.  

• Agradezco a Rafael Ángel Campos Campos por  haber  diseñado  la  portada  de  este libro en forma gratuita también en apoyo a este ministerio.   

Mil gracias a cada una de estas personas; yo las bendigo al ciento por uno en su vida

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espiritual, física emocional y financiera y declaro y decreto que así será en el Nombre de Jesús.

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INTRODUCCIÓN

“Y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su padre; a Él sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén” (Apocalipsis 1:6). Reyes significa literalmente: los que reinan y los que reinan son los que gobiernan y los que gobiernan son los que hacen cumplir la ley; para poder gobernar se debe conocer la ley, respetarla y obedecerla, y así tener poder y autoridad para ejercerla.

Cuando el Señor se digna acercarse a nosotros, a pesar de nuestra condición, de nuestra suciedad por causa del pecado, lo hace tan sólo por amor y misericordia al ver nuestra tan deplorable condición y nuestra gran necesidad de amor y cuidados. Él, como todo un padre amoroso, decide adoptarnos y cuidar de nosotros; lo mínimo que Él espera de nosotros es nuestro agradecimiento; por ello, lo que se espera de una persona que ha sido adoptada y que empieza a recibir los derechos como hijo(a) es amor y fidelidad para con Él (Miqueas 6:7-8); pero la mayoría de las veces no sucede así; la mayoría de los hijos de Dios son malagradecidos, desobedientes e infieles. El

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plan de Dios siempre ha sido hacer de nosotros reyes y sacerdotes de un reino aquí en la tierra, un reino de gente santificada, gente diferente, gente apartada, gozando de los privilegios como Sus hijas(as) para Su gloria. Él, como el Rey de reyes, nos da Su ley y nos designa reyes para que administremos Su reino. 1Crónicas 28:7,8 dice: “Asimismo yo confirmaré su reino para siempre, si él se esforzare a poner por obra mis mandamientos y mis decretos, como en este día. Ahora, pues, ante los ojos de todo Israel, congregación de Jehová, y en oídos de nuestro Dios, guardad e inquirid todos los preceptos de Jehová vuestro Dios, para que poseáis la buena tierra, y la dejéis en herencia a vuestros hijos después de vosotros perpetuamente”. Eso es lo que Él quiere y ha preparado para un pueblo: un reino donde Él sea ese Rey supremo al cual nosotros queramos someternos voluntariamente para obedecerle y servirle por amor y agradecimiento. La condición para poder llegar a reinar es obedecer Sus mandatos; eso nos llevará a poseer y disfrutar una tierra llena de todo bien y poder así heredársela a nuestros hijos, para que ellos se la hereden a sus hijos. Nosotros podemos hacer que este mundo cambie si tan sólo tomamos la decisión de obedecerle a Él en todo y así agradarle. Colosenses 1:10 dice: “para

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que andéis como es digno del Señor, agradándole en todo, llevando fruto en toda buena obra, y creciendo en el conocimiento de Dios”. Y si le agradamos, tendremos el favor de Él. Entonces, muchos verán Su favor y bendición sobre nuestra vida y van a querer lo que nosotros tenemos y por ello buscarán cómo entrar en ese reino; así es como podemos ir cambiando este mundo: como consecuencia de nuestro muy bien vivir. ¿Glorioso, verdad? Por causa de la gloria de Dios en nuestra vida muchos escucharán hablar de nuestro Dios. Así como pasó con Daniel quien era un hombre igual que nosotros, sólo que él tomó la decisión de no contaminarse y por eso obtuvo el favor de Dios quien siempre estuvo con él según lo leemos en Daniel 6:25-27: “Entonces el rey Darío escribió a todos los pueblos, naciones y lenguas que habitan en toda la tierra: Paz os sea multiplicada. De parte mía es puesta esta ordenanza: Que en todo el dominio de mi reino todos teman y tiemblen ante la presencia del Dios de Daniel; porque él es el Dios viviente y permanece por todos los siglos, y su reino no será jamás destruido, y su dominio perdurará hasta el fin. El salva y libra, y hace señales y maravillas en el cielo y en la tierra; él ha librado a Daniel del poder de los leones”.

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La falta de amor para con el Señor se ve a diario dentro de Su pueblo. La condición espiritual, física, emocional y económica de muchos evidencia que aún no saben que son hijos(as), ni conocen a su Rey. Cuando nosotros aceptamos al Señor como nuestro salvador y le entregamos nuestra vida, de inmediato, nos hacemos hijas(os) de Él, porque antes de entregarle nuestra vida éramos sólo una creación más en este mundo; Él como todo un Rey tiene Su reino, así que de inmediato que le aceptamos como nuestro Dios y salvador empezamos a avanzar para vivir en ese reino. En ese reino, en el palacio viven el rey, la reina, príncipes, princesas, la servidumbre y ayos y nodrizas (conjunto de criados) ¿A cual de ellos pertenece usted?

Veamos:

• Un rey es soberano, envestido de autoridad suprema y alguien cuya posición es hereditaria. El rey funciona como un líder militar (debe conocer de guerra espiritual). Así lo vemos en 1 Reyes 22:30,31: “Y el rey de Israel dijo a Josafat: Yo me disfrazaré, y entraré en la batalla; y tú ponte tus vestidos. Y el rey de Israel se disfrazó, y entró en

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la batalla. Mas el rey de Siria había mandado a sus treinta y dos capitanes de los carros, diciendo: No peleéis ni con grande ni con chico, sino sólo contra el rey de Israel”. También es un juez supremo y debe de ser un juez justo como lo vemos en 1 de Reyes 3:28: “Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar”.

• La reina es la que ejerce la potestad (autoridad, dominio, poder) real por derecho propio.

• Un príncipe es el heredero del rey, heredero de su corona.

• Una princesa es hija del rey o esposa del príncipe.

• La servidumbre son los que están al servicio del rey y de la reina.

• Ayos y nodrizas son las personas de confianza que cuidan de los niños. Quiero hacer un comentario acerca de una nodriza. En una ocasión, una mujer cristiana y con mucho dinero quiso hablar conmigo porque estaba en un dilema para tomar una decisión importante. Resulta que ella quería tener un hijo pero no quedaba embarazada. Además, me

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comentó que a la iglesia a la cual ella asistía habían llegado unos profetas que le habían dado palabra del Señor donde Él le prometía darle no solamente un hijo sino dos (gemelos), y también le dijo el nombre que les debería poner. Como ella estaba muy ocupada en sus negocios y además no tenía conocimiento para saber qué era lo que tenía que hacer con respecto a esa promesa, decidió adoptar un niño. Cuando estaba en los trámites, Dios empezó a inquietarla y por eso me mandó a llamar. Yo le expliqué que si Dios le había dado esa promesa, lo que ella tenía que empezar a hacer era moverse por fe, agradeciéndole al Señor por esos hijos que Él le iba a dar y que empezará a comprar ropa para los niños. También le expliqué todo lo que se iba a empezar a mover en contra de la promesa y de la guerra espiritual en la que iba a estar por causa de ella y lo que tenía que hacer o no hacer. Ella entendió bien todo y su respuesta fue: “¡Ay! Hermana, ¿por qué no hablé antes con usted”? O sea, que ella entendió el propósito de Dios para ella; pero, fue más fuerte el “qué dirán” y más fácil continuar con la adopción (ya que ésta ya estaba prácticamente hecha)

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que guerrear, parar todo el proceso de adopción y tomar la decisión de ir por la promesa. Cuando yo me enteré que ella había decidido adoptar, orando, le pregunté al Señor el por qué de haber decidido tomar esa decisión. Su respuesta fue: “Porque ella prefirió ser una nodriza al cuidar al hijo de otra que cuidar sus propios hijos”. En ese momento el Señor me mostró a ese bebé (quien en ese tiempo apenas tenía unos meses) de catorce años y todo vestido de negro. Esa visión me permitió entender que ese niño iba a ser muy rebelde debido a que su madre biológica se lo vendió a esta señora. El tomar la decisión más fácil y no querer esforzarse yendo a la guerra para obtener lo prometido, lo cual le iba a traer mucha bendición a ella y mucha gloria al Señor y el importarle más el qué dirán le traerá a esta hermana mucho dolor, decepción y frustración con este niño; pero, esa fue su decisión y el Señor se la respeta.

En el reino de Dios y Su justicia, ya como hijas(os) de ese Rey empezaremos a ser preparados como personas justas para saber cómo poder reinar con justicia. El justo es el

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que va a heredar todo lo que tiene ese Rey; ese es el propósito y plan del Rey. Todas las promesas que están en la Biblia son para el justo. ¿Quién es un justo? Es uno que camina en rectitud en todas las áreas de su vida. Una de las cosas que más va a demandar el Rey de nosotros es fidelidad para con Él, fidelidad en todo y todo los días; esto sólo se podrá lograr cuando usted permita que Él haga de usted una nueva criatura a través de la obediencia y sumisión total a Él por amor, agradecimiento y obediencia a Él y al o a los tutores que el rey le designe para que la(o) preparen para el reinado, según lo vemos en Gálatas 4:1,2: “Pero también digo: Entre tanto que el heredero es niño, en nada difiere del esclavo, aunque es señor de todo; sino que está bajo tutores y curadores hasta el tiempo señalado por el padre”.

La obediencia debe de ser constante porque en cuanto se desobedece empieza una separación del Rey y se corre el peligro de revelarse contra Él. ¿Acaso no fue eso lo que le pasó a Satanás? Cuando se ama, uno quiere agradar y complacer a la persona amada. Si amamos al Rey lo suficiente para obedecerle, en algunas ocasiones vamos a tener que tomar decisiones muy radicales que nos traerán un

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poco de dolor o mucho mientras las llevamos a cabo, pero son decisiones que debemos tomar para nuestra santificación, para nuestro bien porque sólo así habrá más presencia de Dios en nuestra vida, y por esta presencia de Dios en nosotros obtendremos sabiduría, entendimiento, fe y fortaleza para poder avanzar al reino. En cuanto empezamos a obedecer al Rey, Él se encargará de llenarnos de paz y gozo mientras avanzamos al propósito establecido por Él. El gozo y la paz que habrá en nuestro espíritu es una de las características que nos van a permitir reconocer que estamos haciendo Su voluntad y que a Él le agrada nuestra obediencia; por eso Él nos fortalece con paz y gozo para que podamos continuar obedeciéndole. En su tiempo, la obediencia siempre, siempre traerá recompensa. ¿Qué es lo que va a notarse en una persona que es hija de ese Rey, sin importar su condición económica? Precisamente su paz, gozo, agradecimiento, amor, fidelidad y obediencia para con su Señor, con su Rey y con su Salvador. El dinero y lo material no es lo que nos hace felices, ni lo que nos va a dar felicidad. Si usted es una persona que siente y cree que se moriría si no tiene dinero y estabilidad económica, tenga mucho cuidado porque podría tener en su vida dos dioses:

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1. el Dios verdadero 2. el dios dinero

Esto se estaría justificando con 3 Juan 1:2: “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”.

Si tenemos otro dios u otros dioses en nuestra vida, estamos cometiendo adulterio ya que nuestro amor y nuestra lealtad debe de ser para el único y verdadero Dios, Jehová; así que tendríamos un gran pecado en nuestra vida y correríamos el peligro de separarnos totalmente del verdadero Dios, sin tan siquiera darnos cuenta. Si su alma ha prosperado eso significa que usted es una persona madura y con conocimiento, por lo tanto, adora a un solo Dios. Al igual que ha prosperado espiritualmente, Dios, de seguro, le ha prosperado financieramente. Al usted ser una persona madura, es una persona sabia y ha aprendido porque ha visto, porque ha vivido lo que es invertir en el mejor Banco que hay en el mundo, donde sus intereses no son sólo a nivel Financiero sino también Espiritual, Físico y Emocional; ese es el banco del Reino de Dios. Si usted es maduro espiritualmente, no tendrá problema alguno en invertir de sus finanzas en

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el banco del reino para la gloria de Dios. Si usted puede pensar así, entonces usted ama verdaderamente al Señor y es un buen candidato para reinar; así el enemigo no le podrá desviar a través de la lujuria material y económica que le llevaría a serle infiel al Rey y haría de usted, en un corto tiempo, una persona muy desdichada. Es Su presencia en nuestra vida la que nos va a hacer sentirnos llenos, seguros, confiados y gozosos. Si Su presencia está en nosotros, su amor por nosotros será muy real, día a día, y eso nos llenará por completo. Entonces Él nos podrá guiar fácilmente, y nosotros le permitiremos, voluntariamente, que limpie cada área de nuestra vida; de esta manera Él nos santificará de nuestras actitudes pecaminosas día a día y entre mas áreas mueran en nosotros, habrá más de Su presencia en nosotros. Como consecuencia, seremos personas santificadas, viviendo en santidad, como Él nos lo manda en 1 Pedro 1:16: “porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo”. Si andamos en santidad, nada temeremos, porque podemos ver y entender que Él está cuidándonos en el momento que lo necesitemos. También tendremos la confianza y seguridad que Él camina a nuestro lado porque por causa de la santidad se nos hará fácil escucharle y verle actuando en nuestra vida. Entonces,

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caminaremos dirigidos por Él para que se cumplan los propósitos que tenga con cada uno de nosotros. Así podrá guiarnos hacia el reino donde podremos reinar y debido a que estamos en Su reino, a Su servicio, ÉL nos bendecirá con toda clase de bien.

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LINO FINO

Cuando Dios nos encontró, muertos en nuestros delitos y pecados, Él no pensó en lo mucho que lo ofendimos con nuestras actitudes pecaminosas, sino que Él en Su inmenso amor se acercó con el propósito de darnos vida, restaurarnos y empezar a cuidar de nosotros para darnos formación y dirección y así capacitarnos para que reinemos en Su reino. Ezequiel 16:6 dice: “Y yo pasé junto a ti, y te vi sucia en tus sangres, y cuando estabas en tus sangres te dije: ¡Vive! Sí, te dije, cuando estabas en tus sangres: ¡Vive!” Yo no entendía este versículo hasta que Él Señor empezó a acomodar mis pensamientos, recordándome cómo era mi condición cuando Él se acercó a mí. Mi condición era la de una persona llena de actitudes incorrectas, por lo tanto, sucia y muy contaminada. Él empezó a limpiar mi vida para poder morar en mí. Ese limpiar dolió ya que estuve 4 años y medio en un horno de fuego y aflicción donde tuve que tomar por obediencia decisiones (algunas de ellas muy radicales). Yo no entendía nada; sólo obedecía y luego de obedecer lo que veía y sentía dentro de mi me gustaba mucho; la paz y el gozo que yo tenía (a

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pesar de) me permitían seguir avanzando y obedeciendo aunque el obedecer, en algunas ocasiones, dolía. Esa paz y gozo que estaban en mí desde que lo acepté aumentaban cada vez que obedecía. Yo no entendía que era la presencia de Dios extendiéndose en áreas de mi vida que ya habían muerto, porque cada vez que yo obedecía, yo moría en un área; así era como Él estaba tomando el control de mi vida pero yo no lo sabía. Tampoco sabía que este proceso se estaba dando dentro de mí. Obedecía porque estaba feliz al haber encontrado paz, gozo y fidelidad en Él, ya que para mi la fidelidad es muy importante. Esa fidelidad, paz y gozo que busqué en el mundo y que nunca las había encontrado. Lo que sucedió en mi vida al instante que lo acepté fue que dentro de mi surgió tal paz y gozo, que aún hoy, 25 años después, están en mi. Esa paz, gozo y Su fidelidad hicieron que quedara cautivada por Él y por eso quería y quiero obedecerle. Pero por esta razón vinieron y aún siguen viniendo muchas situaciones que han querido herirme, decepcionarme y frustrarme para quitarme esa paz y gozo; pero cuando eso sucede, corro donde ÉL y le comento lo que me sucede y Él como un perfecto padre, esposo y amigo me consuela, me aconseja y me dice qué debo hacer. Esto lo hace ya sea a través de Su

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Palabra, o cuando hablo con Él, o cuando oro, o hasta por un mensaje de texto que me envía a través de alguien; en fin, Él se las ingenia para darme dirección y hacerme saber cuál es Su voluntad referente a mi situación. Mi Dios me ha enseñado a depender de Él de esta manera; así es como, día a día, veo Su fidelidad; con Él, mi paz y mi gozo están seguros. Cuando yo nací venía con un propósito, pero al no ser instruida en Sus leyes y estatutos, me desvié de ese propósito y como consecuencia de ello pasé muchas situaciones difíciles, hasta que el Señor me encontró completamente fuera de Su propósito y voluntad; así que Él en Su gran amor y paciencia me tomó y empezó a limpiarme para poder darme formación para llevar a cabo Su propósito en mí. Lo que el Señor quiere de nosotros es un corazón dispuesto, que lo ame a Él sobre todas las cosas para poder así llevar a cabo Su propósito en nosotros; pero esto sólo se da cuando le damos la oportunidad de demostrarnos cuánto Él nos ama y cuán importantes y valiosos somos para Él. Esto se dará cuando pongamos en práctica Su Palabra en nuestra vida porque le creemos. Cada vez que necesitemos alguna de Sus muchas promesas, sin importar cuán ilógica parezca, Su palabra es fiel y verdadera para el que la cree. La Biblia nos dice que para el que

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cree todo le es posible (Marcos 9:23). Si nosotros queremos ser obedientes a Él y demostrárselo, no sólo decirle que lo amamos más que a cualquier cosa (decirlo es muy fácil), Él promete darnos un corazón y un espíritu nuevo dentro de nosotros; así nos será fácil obedecerle, creerle y poder obtener toda clase de bendiciones de parte de Él. El Señor me dio vida cuando estaba muerta en mis delitos y pecados y no me dejó morir; más bien, me enseña cómo vivir. ¿Cómo no voy a amarlo, agradecerle y querer agradarle? Hoy en día, cuando tengo alguna situación difícil en mi vida, no me preocupo porque gracias a Él tengo donde ir. Yo he aprendido a conocerlo como el padre cariñoso y amoroso que me enseña y aconseja, como el esposo protector y fiel que toda mujer quiere y necesita, como mi abogado porque lo he visto defenderme, como mi juez porque le he visto hacerme justicia una y otra vez, como mi proveedor porque Él suple todas mis necesidades y aún los deseos de mi corazón, y como mi sanador ya que Él es el que me sana cuando estoy enferma. Él es el que llena mi copa día a día y me mantiene llena de gozo, paz y contentamiento. ¿Qué más puedo pedir? ¿Acaso no era esto lo que busqué por tanto tiempo cuando estaba en el mundo? ¿Acaso no es esto lo que el mundo anda buscando? Él me

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ha permitido y me ha enseñado a conocerlo como el Dios vivo y real que Él es , y ha permitido que me multiplique presentándoselo a muchos, ha permitido que otros lo conozcan como Él es: un Dios vivo y real. Cuando uno tiene este Dios tan vivo, uno es feliz a Su lado, uno quiere que todo mundo lo conozca para que sean tan felices como uno lo es, compartiendo así Su gran amor, amor que me ha dado vida y vida en abundancia, porque si doy de Su amor, Él me añade más de Su amor. ¿Acaso no dice Su Palabra que dando es como recibimos? Y Su Palabra no miente. Esto es un muy buen negocio, con muy buenas ganancias; doy de Su presencia y Él me añade más, doy de Su amor y Él me añade más. La presencia de Dios en nuestra vida es lo que nos va a enseñar a ser obedientes para lograr tener éxito en el propósito que Él ha establecido para cada uno de nosotros; la presencia de Él en nosotros nos llevará a tener éxito en Su llamado para que cuando reinemos podamos ser un canal de bendición para bienestar de muchos. Esa es Su voluntad para los escogidos y todo para la gloria del único que se merece toda honra, gloria y alabanza, para el Señor Todo poderoso: Jehová de los ejércitos, Su Hijo Jesucristo y Su Santo Espíritu.

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Sólo cuando vemos los cambios tan radicales que el Señor ha hecho en nuestra vida y recordamos quién éramos es cuando nos sentimos tan amados, cuidados y protegidos por Él y eso nos da identidad de hijos(as). Lo que va a caracterizar a una buena hija o a un buen hijo es la obediencia. Cuando el Señor nos empieza a preparar para que reinemos, lo primero que Él hace es asegurarse de que Su presencia esté en nosotros; sólo así Él podrá dirigirnos por el camino que Él ha designado para nosotros, para que no nos desviemos ni de Su propósito ni de Su voluntad. Su presencia estará en nosotros a través del Espíritu Santo y dependiendo de nuestra obediencia y de nuestra santidad, será que Su presencia aumente o disminuya; por eso la Biblia nos dice que ÉL mora donde hay santidad. Isaías 57:15ª RV dice: “Porque así dijo el Alto y Sublime el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad”. La santidad es lo que separa al creyente de las cosas malas y de los caminos pecaminosos y nos acerca a Él. Él nos da un mandato y éste es: sed santos. Dios no nos va a pedir hacer algo que Él sepa que nosotros no vamos a poder hacer; así que si Él lo manda, es porque tenemos la capacidad para poder lograrlo. Por eso, cuando lo aceptamos, Él nos empieza a enfrentar con

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nuestras actitudes pecaminosas para que por voluntad propia decidamos alejarnos de todo lo que nos está contaminando y llevando a pecar. Así, con esta nueva forma de vivir estaremos buscando la santidad. Contaminación significa: inmundicia e inmundicia significa: suciedad. La santidad está estrechamente ligada a la obediencia y a la fe.

Querido pueblo del Señor, usted no debe ni creer ni aceptar el gran error de que cuando le digan que tan solo por haber pasado al frente del altar en arrepentimiento, buscando la ayuda del Señor para andar en santidad o en justicia ya usted está santificado, ungido, y es justo. Tampoco crea cuando le digan que con perdonar una sola vez a alguien que le ha ofendido o dañado ya todo está hecho y que no se acuerde más del asunto. Eso no es así. Esa clase de enseñanzas son muy erradas y antibíblicas. Tanto la santidad como el ser justo y estar ungido son procesos que duran años, dependiendo de nuestro sometimiento y obediencia al señor. Una vez que usted ha iniciado su sanidad interior, debe de darle seguimiento porque ese proceso de sanidad interior puede durar hasta un año, por eso la Biblia dice “setenta veces siete”. Esto significa perdonar muchas veces y en ese proceso de

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estar perdonando, usted va siendo sano(a). Las enseñanzas donde no hay que esforzarse y donde todo es muy fácil son un grave error; éstas son parte del plan del enemigo y vienen a través de personas que no conocen de los procesos de la santificación, la unción, y la justicia ni de sanidad interior y por no tener ese conocimiento no saben qué enseñar y, lastimosamente, caen en grandes errores los cuales los llevan a hacer que el pueblo de Dios también caiga en esos errores lo que les traerá decepción y dolor. 2 Pedro 3:17 nos lo advierte: “Así que vosotros, oh amados, sabiéndolo de antemano, guardaos, no sea que arrastrados por el error de los inicuos, caigáis de vuestra firmeza”. ¿Cuál es la idea del enemigo con esta clase de enseñanzas? Que usted no se esfuerce, que crea esas mentiras y que no busque ni conocimiento ni cómo someterse a Dios y a Sus procesos, ya que a través de ese someterse a Dios es que usted va a ser santificado y por ende lleno de Su presencia. Iglesia, este tipo de enseñanzas contradicen mucho lo que nos habla la Biblia en 2 Timoteo 3:16-17: RV “Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto,

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enteramente preparado para toda buena obra.

Este tipo de enseñanzas se oyen en muchas iglesias cristianas, pero esto no viene de Dios sino de las emociones de un líder emocionalista al que no le gusta esforzarse para obtener conocimiento, o que es muy orgulloso y por eso le cuesta aceptar que no tiene ese conocimiento, por lo cual actúa erradamente y al no tener conocimiento, se mueve por emociones y eso es lo que le enseña a la iglesia: vivir por emociones. Esto es lo más fácil y también a él se le facilita ministrar a las emociones de las personas a su antojo y éstas le creen los errores por su mismo emocionalismo. De esta manera la iglesia termina siendo religiosa y emocionalista y por ende sin fruto. Una persona madura no será confundida porque ella ya ha pasado los procesos de Dios y sabe perfectamente cómo son.

Querido pueblo del Señor, una persona puede ser emocionalista por:

• inmadurez, • faltas de perdón o de sanidad interior, • no buscar la presencia de Dios, • no escudriñar Su Palabra,

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• o porque se ha estancado por desobediente,

Por lo tanto esta persona se va a alimentar de emocionalismo, pero eso, dentro de algún tiempo, le traerá gran frustración y cuidado sino hasta una depresión.

Hoy en día, lamentablemente, en muchas iglesias tenemos líderes con mente de niño, guiando al pueblo del Señor, acomodando todo a su capricho y antojo. Hermano líder, ¿Qué va a pasar con usted cuando tenga que darle cuentas al Señor de la iglesia? Yo le recomiendo que despierte.

La Biblia nos dice que debemos perfeccionar la santidad en el temor a Dios. Él no mora donde está el pecado. Por ser un Dios santo, todo lo que está a Su alrededor es santo; por tanto, si queremos que Él esté cerca de nosotros, debemos caminar en santidad, ser santos. Ser santos no porque lo digamos, sino porque nuestra antigua manera de vivir ya no está en nosotros, porque ahora tenemos un nuevo corazón, y una mente renovada. Su Palabra dice que Su Espíritu nos llevará a toda verdad y la verdad nos hará libres; entonces seremos libres de todo pecado y toda esclavitud.

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Él es el único que nos puede hacer libres de cualquier pecado o actitud pecaminosa e irnos santificando día a día, si se lo pedimos y permitimos obedeciéndole. Cuando Él nos pide hacer algo o dejar de hacer algo para que muera esa actitud o ese pecado en nosotros, esa área muerta a ese pecado será ocupada por el Espíritu Santo, quien es el que nos santifica. Él nos apercibe, nos aconseja y saca cosas incorrectas y ocultas a la luz. Él, como todo un padre, espera que nosotros le obedezcamos alejándonos de todo lo que nos ate a cualquier pecado. Si obedecemos por amor y fidelidad a Él, será para nuestro bien y santificación. Cuando permitimos a través de la obediencia que nuestra humanidad pecaminosa vaya muriendo día a día, entonces, Él, a través del Espíritu Santo, nos empieza a vestir de Lino Fino En Apocalipsis 19:8 RV dice: “Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. Dice que se le ha concedido. Se le concede algo a alguien cuando lo pide porque lo desea. Si su corazón es sincero para con Él, Él se encargará de capacitarlo y santificarlo para que a usted le sea fácil andar en santidad genuina. Hermano(a), si usted quiere ser santificado para que la presencia de Dios more en usted, le

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recomiendo que cuando le pida al Señor que lo(a) santifique, tome algunas decisiones radicales como alejarse de personas o lugares que constantemente lo(a) están contaminando. Puede que tomar estas decisiones le va a doler, por lo tanto, le recomiendo pídale también fortaleza para poder obedecer y no llegar a retroceder. Está escrito en Hebreos 10:39 que el que retrocede, retrocede para perdición. Entre más decida que más áreas de su vida mueran en usted entregándoselas a Él y permitiéndole que Él las limpie y las cambie a Su imagen, usted será más santificada(o), y por ende habrá más presencia de Él en usted como dice Su Palabra en Gálatas 2:20ª. Al haber más presencia será vestida(o) de Lino Fino y no sólo vestida(o) también ceñida. En Ezequiel 16:10 dice: “te ceñí de Lino”. Ceñir significa metafóricamente de los lomos del entendimiento. Por causa de la santidad en una persona, la presencia del Señor que hay en ella la capacitará para que pueda entender (conocer, discernir) cuál es el propósito que el Señor tiene con él o ella. El Salmo 32:8ª dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar”. También entenderá cuando el Espíritu Santo le diga qué debe hacer y cuándo hacerlo o qué no debe de hacer. Así es como se le facilitará caminar en obediencia y en

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santidad. 1Pedro 1:13ª dice: “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento”. Isaías 11:3ª dice: “Y le hará entender diligente en el temor de Jehová”. Diligente es una persona cuidadosa, exacta y activa. Una persona activa es una persona esforzada y una persona esforzada tendrá una vida próspera y llena de todo bien como lo dice Josué 1:7,8. Y sabemos que una persona que camina en el temor a Jehová es una persona sabia y una persona sabia es una persona inteligente y prudente, que sabe y entiende qué es lo que en realidad tiene valor y va detrás de eso. Oseas 14:9 (DHH) dice: Que los sabios y prudentes entiendan este mensaje: Los caminos del Señor son rectos, y los justos los siguen; pero los malvados tropiezan en ellos”. Una persona sabía entiende que hay más valor en obtener sabiduría que en obtener riquezas porque la sabiduría es mas valiosa que el oro y que las piedras preciosas (Proverbios 16:16). En Efesios 6:14ª dice: “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad”.

Hay muchas personas que no saben cuáles son los lomos, por lo tanto, lo explicaré. Póngase las manos en la cintura y de allí, con

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sus manos en la cintura, extienda su mano marcando una cuarta hacia abajo; allí están los lomos. Por eso a una persona que practica la mentira, que es falsa y engañadora, se le va debilitando su caminar cristiano día a día. La Biblia nos dice en Juan 8:44 que Satanás es el padre de la mentira. Entonces, ¿qué hace un cristiano, un hijo de Dios mintiendo? Cada vez que una persona miente, está reforzando su legitimidad en el mundo de las tinieblas. Por eso es que cada vez que un cristiano miente su autoridad ante los demonios se debilita hasta llegar a perder toda autoridad para reprenderlos; todo por causa de la mentira y por estar viviendo una doble vida. A esa clase de gente los demonios no le temen porque ellos saben que no tienen autoridad contra ellos. Y sucede todo lo contrario, ellos, los demonios, se llegan a enseñorear (controlar) de una persona que es mentirosa y falsa. Josué 7:11, 12ª nos dice: “Israel ha pecado, y aun han quebrantado mi pacto que yo les mandé; y también han tomado del anatema, y hasta han hurtado, han mentido, y aun lo han guardado entre sus enseres. Por esto los hijos de Israel no podrán hacer frente a sus enemigos, sino que delante de sus enemigos volverán la espalda, por cuanto han venido a ser anatema”

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Cuando una persona miente, sus lomos se empiezan a debilitar por el hecho de que retrocede hacia el territorio del enemigo, y fácilmente empieza a desviarse del camino de la verdad y por ello, con mucha facilidad, caerá en cualquier pecado. Cuando una persona tiene presencia de Dios, tiene sabiduría de Dios, sabe, tiene confianza y seguridad de que Dios camina con ella y por eso entiende que tiene el favor de Jehová. El corazón sincero y obediente de una persona para con Dios es lo que le facilitará llegar a ser una persona justa, santificada y llena de la presencia de Dios. Querido pueblo de Dios, recordemos que a Dios nadie lo puede engañar. Él conoce perfectamente las intenciones de nuestro corazón. Hay muchos dentro del pueblo del Señor que aparentan ser justos pero sus actitudes demuestran cosas totalmente diferentes a la justicia. La Biblia dice que el Lino Fino son las acciones justas de los santos. Sus actitudes y su forma de comportarse es lo que va evidenciando si usted es una persona justa o no. Hermano(a), usted puede decir y hasta creer y hacer creer que anda en santidad y que es justo, pero, si su actuar, su fruto no es el correcto, despierte por favor, y no se engañe, no permita que el enemigo le engañe haciéndole creer que todo está bien en usted porque nada le falta económicamente. Yo no

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estoy hablando de eso, estoy hablando de algo más valioso. Estoy hablando de nuestra actitud para con Dios y para con el prójimo. Eso es lo que verdaderamente demuestra quiénes somos ¿Acaso no es el gran mandamiento el que nos dice que debemos amar a Dios sobre todas las cosas y a nuestro prójimo como a nosotros mismos? Dentro del pueblo del Señor hay demasiada falsedad, engaño, mentira, celo, envidia, hipocresía, crítica, chisme, murmuración, calumnia, etc. Corazones llenos de actitudes pecaminosas que no tienen que ver nada con la santidad ni con el ser justo. Leamos Marcos 7:20-23: “Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre”. Dice malos pensamientos. Los malos pensamientos van a venir, muy fácilmente, a una mente que no esté ni renovada ni santificada. Muchos con esta clase de actitudes (quienes se ven a diario dentro del pueblo del Señor) creen que están bien y así pasan los años sin que se vea ningún

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cambio en ellos. Estas son personas religiosas y contaminadas que andan contaminando a otros y éstos a su vez contaminan a otros porque nunca quisieron, no permitieron que el Señor los limpiara, santificara y no quisieron esforzarse para que su mente fuera renovada para poder tener una mente de reino, para que todo lo del reino se les facilite y así poder servir con excelencia al Rey, como el Rey se lo merece. Cuando nosotros le entregamos nuestra vida al Señor, Él empieza a limpiarnos, a santificarnos para poder morar en nosotros y así gobernarnos. Y si nosotros se lo permitimos, Él cambiará nuestras actitudes pecaminosas por virtudes ¿Qué es virtud? Bíblicamente dice: Excelencia moral motora de acciones dignas y justas. Y el diccionario secular describe muy bien lo que significa virtud. Dice:

• Actividad o fuerza de las cosas para producir o causar sus efectos.

• Fuerza, vigor y valor. • Poder o potestad de obrar. • Eficacia de una cosa (una palabra una

promesa) para conservar o restablecer la salud corporal.

• Integridad de ánimo y bondad de vida.

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1Pedro 2:9. dice: “Pero ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del rey, una nación santa, un pueblo adquirido por Dios Y esto es así para que anuncien las obras maravillosas de Dios, él cual los llamó a salir de la oscuridad para entrar en su luz maravillosa”. Muchos creen, engañándose, que por sus muchos años en el evangelio ya son maduros y santificados, pero no es así. Si usted no pasa por el proceso de la santificación (por el horno de fuego y aflicción), no podrá ser santificado para luego ser guiado y enseñado por el Espíritu Santo y así ser usado por el Señor en su tiempo, dando frutos, los frutos del Espíritu (Gálatas 5:22-25). En lo personal, me duele ver la condición de mucho pueblo del Señor; otras veces me da coraje porque sé que es gente perezosa e indiferente al amor y misericordia del Señor, sin temor de Dios por las actitudes que tienen. Son gente que sólo está esperando que se cumpla en ellos lo prometido por Dios; esto es algo que no va a suceder si ellos no se esfuerzan. Si no permitimos que el Señor cambie esas actitudes (acciones pecaminosas), tomando nosotros decisiones sabias y radicales, no habrá santidad y si no hay santidad, no hay presencia de Dios, y si no hay presencia, no va a haber dirección, y si no hay dirección, habrá mucha confusión, y

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religiosidad que les llevará a mucha angustia, dolor y decepción. La Biblia dice en 1 Corintios: 14:33 que Dios no es Dios de confusión sino de paz. La confusión está decretada por Dios para nuestros enemigos. Salmo 132:18 dice: “A sus enemigos los llenaré de vergüenza, pero a él lo cubriré de esplendor” No para el que es justo, que anda en santidad. Les comentaré una de las muchas lecciones que me ha dado el Espíritu Santo y el precio que pagué cuando empecé a escribir el primer libro: Cómo destruye Jezabel a los pastores y contamina a la iglesia del Señor. La iglesia en la que yo estaba era una iglesia grande y muy bonita y el pastor me había dicho que él necesitaba que le ayudara allí. Si yo me hubiera quedado allí, tendría el apoyo del pastor, pero el Señor tenía otros planes para mí, difíciles para mi carne, pero gloriosos para mi espíritu. Como yo venía de Asambleas de Dios, estaba buscando una iglesia de Asambleas de Dios. Salí un domingo con mis hijos y llegamos a una que nos dijeron que era de esa denominación; pero al llegar pregunté que si era Asambleas de Dios y me dijeron que no. Les dije a mis hijos que nos quedáramos allí por ese día y que después iríamos a buscar a otro lado. Ese fue mi pensar (mi razonar) pero como dice la Palabra

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del Señor que nuestros pensamientos no son los pensamiento de Él, durante la adoración, el Señor me dijo que me quedara allí porque ese día yo entraba a ese lugar como una ayuda para el pastor. Yo no sabía que ese día cambiaban al pastor y que llegaba uno nuevo. Así que obedecí y el siguiente domingo me puse a las órdenes del nuevo pastor. Él me puso a cargo del grupo de señoras y todo estaba bien. La iglesia me preguntaba, yo les daba del conocimiento que el Señor me ha dado y las cosas marchaban bien. Un día, hablando con el pastor, él me comentó que su esposa le había dicho que si a él no le preocupaba que la iglesia me buscara tanto a mí. También me comentó que él le había dicho: “No amor, porque yo quiero una doble porción de lo que la hermana Angie tiene”. Cuando yo escuché eso, entendí que celos y envidia se estaban moviendo en la pastora en contra mía. Así que empecé a ser más cuidadosa y observadora. Al poco tiempo, llegó a la iglesia una mujer y muy pronto se hizo amiga de los pastores y empezó a comprarles regalos tanto a ellos como a sus hijos. Así fue como ella, en muy poco tiempo, logró entrar al liderazgo y no mucho tiempo más tarde estaba a cargo de varios ministerios. En ese momento, fue cuando yo empecé a entender y a ver más claro el movimiento Jezabélico que se estaba dando a

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través de ella. Poco tiempo después de estar ella en la iglesia, invitó a un hombre, amigo de ella, que supuestamente era un siervo del Señor, el cual estaba en una iglesia donde no tenía ningún ministerio. Sin pasar mucho tiempo, ya él también pertenecía al liderazgo de esta iglesia. Yo observaba que desde que este hombre llegó a la iglesia, me veía mucho. Yo sentía un choque en mi espíritu pero no podía discernir qué era lo que se estaba moviendo en él. En ese tiempo, yo estaba ejercitando mucho el discernimiento que el Señor me había dado y estaba entendiendo que el Señor me había llevado allí para mostrarme acerca del movimiento Jezabélico, para que así yo pudiera terminar de escribir el libro con palabra revelada por él. Un día, al terminar el culto, el pastor nos pidió que saludáramos y bendijéramos a los hermanos. Por lo tanto, todos empezamos a saludarnos. Cuando este hombre venía para donde mi a darme la mano, el Espíritu Santo me pegó un grito diciéndome:” ¡Cuidado!” Yo entendí y me di vuelta disimuladamente y saludé a otras personas y no le di la mano a él. No entendía el por qué pero con esa advertencia obedecí y empecé a ser más cuidadosa con respecto a este hombre. Todo esto era muy emocionante para mí porque entendía lo que el

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Señor me iba explicando. Este hombre seguía observándome con insistencia. En una ocasión, el pastor empezó a hablar de guerra espiritual, pero como él no sabía nada de eso, hizo unos enredos y unas confusiones que unos hermanos le dijeron que por qué no me pedía a mi que enseñara de eso. Entonces el pastor me solicitó que diera una enseñanza un domingo. Ese domingo cuando el pastor me pasó adelante, yo oí cuando una persona empezó a aplaudir bastante fuerte, era ese hombre. Al él empezar, la iglesia lo siguió. Yo, de inmediato, pude discernir que ese primer aplauso fue usado por el enemigo para intentar ministrarme vanagloria porque la iglesia no acostumbraba aplaudirle al que llevaba la Palabra, pero ese primer aplauso los puso a hacer lo mismo. Personalmente, no permito los aplausos, ni le aplaudo a ningún hombre desde que el Señor me exhortó cuando un día yo estaba aplaudiéndole a un hermano que había llegado invitado a la iglesia porque era muy usado por el Señor. Todos estábamos aplaudiendo cuando el Señor, muy serio, me preguntó: “¿Qué estás haciendo, Angie?” A lo que yo le respondí: “Aplaudiendo, Señor”. Él me explicó que los aplausos eran palmaditas al ego y al orgullo de las personas y que yo podía estar ayudando al enemigo para que un hermano cayera en orgullo y vanagloria. Yo entendí y

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obedecí; por esa razón no le aplaudo a nadie, sólo al Señor, ni permito aplausos y mucho menos firmo libros. Parte de lo que le enseñé a la iglesia ese día fue de las contaminaciones que nos habla la Palabra en 2 Corintios 7:1, y que yo lo explico en el Libro Ligaduras del Alma. A los días me enteré que este hombre le había dicho a parte de la iglesia que yo era una bruja, porque sólo en la brujería se habla de que hay que limpiarse de las contaminaciones. La Biblia nos advierte que Su pueblo es destruido por falta de conocimiento. Esta era una iglesia que no tenía conocimiento; era una iglesia muy pequeña, de unos 100 miembros y prácticamente gobernada por una familia que era la que tenía más dinero. Así que allí se hacía casi siempre lo que ellos decían; además era una iglesia muy religiosa ya que allí nunca se oía de milagros, sanidades o prodigios que el Señor hubiera hecho, no se conocía de guerra espiritual, ni se movían los dones del Espíritu, era una iglesia muy apática espiritualmente. Por esa falta de conocimiento, al enemigo se le facilita contaminar prácticamente a toda la iglesia en contra mía, a través de los comentarios, mal intencionados de este hombre como sembrador de cizaña (actitudes pecaminosas). Luego cuando yo llegué a la iglesia, empecé a ver cómo las

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personas me miraban de forma temerosa. Entonces se empezó a levantar una batalla en contra mía. Batalla significa: conflicto, lucha, oposición. Por eso el Señor dice que Él adiestra mis manos para la batalla (Salmo 144:1). Debemos saber qué hacer cuando estamos en medio de una batalla. En ese tiempo, yo pude más que vivir este versículo y ponerlo en práctica dirigida por el Señor. Prácticamente toda la iglesia empezó a murmurar en contra mía, excepto una pareja que no estaba de acuerdo en que esta mujer subiera al altar ya que sabían que ella vivía juntada. A mi ya no se me permitía enseñarle a la iglesia. Las críticas, los chismes, las murmuraciones, las calumnias y hasta las blasfemias eran el pan de cada día en contra mía. En ese tiempo, yo estaba dándole seguimiento a lo que podía discernir (entender). Y por saber quién soy en Cristo, esos comentarios no me afectaban; sin embargo, cuando oraba, yo los perdonaba porque no iba a permitir ningún estorbo entre el Señor y yo, ya que yo había entendido que Jezabel estaba luchando por herirme (sembrando cizaña en contra mía) y por sacarme de la iglesia para que yo no pudiera saber cómo es que ella trabaja y poder apercibir al pueblo del Señor dándole conocimiento a través del libro que estaba escribiendo. Yo estaba en la escuela del Espíritu

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Santo y todo lo que estaba viendo y aprendiendo era muy valioso e importante para mi, así que, por esos comentarios no iba a distraerme. Ya años atrás, el Señor me había hecho libre del qué dirán, Yo tampoco iba a permitir que ella lograra sacarme del propósito que tenía el Señor para mí con todo lo que estaba aprendiendo. Por muy fuerte que fuera la lucha, mayor es el que está en mí. Yo estaba en otras, (como se dice popularmente). Entendí cómo esta mujer que había llegado a la iglesia había comprado a los pastores y a su familia con regalos, para poder estar en el liderazgo muy cerca de ellos y así contaminarlos. Ella era una mujer con muchos problemas en su hogar y muy contaminada ya que vivía con un hombre divorciado que tenía un bar. Ella, con gran necesidad de aceptación y reconocimiento, encontró a las personas ideales a las que les importaba más su vida material que la vida espiritual de la iglesia. Estos pastores eran personas muy humildes y aparece una persona que los seduce materialmente a cambio de reconocimiento en la iglesia para llenar así su necesidad de aceptación y reconocimiento (algo que no tenía en su hogar). De esta manera, todo se le facilitó a Jezabel; así es como ella se mueve en las iglesias para traer destrucción y contaminación y a su vez parar todo fluir del

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Espíritu Santo ya que el Señor no puede estar en una iglesia tan contaminada (sucia). Recordemos, Él es santo y por lo tanto va a estar donde hay santidad. Después me enteré, por líderes de la iglesia, que este pastor se había venido de la zona sur de nuestro país escapando de una iglesia donde había sido pastor porque se había robado un dinero. Los líderes de la misión nunca lo supieron y por eso fueron a buscarlo a un tugurio donde estaba viviendo para pedirle que fuera pastor de esa iglesia. ¿Delicado verdad? Líderes insensatos que se mueven y toman decisiones en su razonar y en sus emociones como si estuvieran dirigiendo una institución secular porque no tienen ni amor ni misericordia por el pueblo del Señor, por no haber en ellos ADN de Dios, porque han perdido hasta el temor a Dios, porque hace tiempo dejaron de escuchar la voz del Señor por no andar en santidad, por esa causa toman decisiones tan erradas. Oseas 8:4ª dice: “Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe. Esta mujer, haciéndose muy amiga de los pastores, se había asegurado liderazgo complaciéndolos con muchas cosas que ellos querían. Ella tenía mucha influencia sobre ellos por lo que hacían prácticamente lo que ella les

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decía. Como consecuencia, a ella se le facilitó traer a este hombre a la iglesia y meterlo muy pronto en el liderazgo sin saber quién era. Así es como Jezabel logró parar el conocimiento que el Señor quería que la iglesia recibiera, y trató por todos los medios de destruirme poniendo a la iglesia en contra mía para que yo no pudiera recibir lo que el Señor me estaba revelando de la forma astuta en que ella contamina la iglesia y destruye a los pastores. Si la iglesia hubiera tenido conocimiento de lo que dice la Biblia de las contaminaciones, no hubiera sido tan contaminada por este hombre y hoy no estarían teniendo una deuda con Dios y conmigo. La batalla era tan fuerte que este hombre usado por Jezabel (al cual nunca le hice o dije nada) tenía como único interés atacarme cada vez que tuviera la oportunidad. Lo que había en él por mi era odio; yo podía ver ese odio en su rostro y eso se empezó a dar en él por los celos y la envidia que tenía por la relación que yo tengo con el Señor y especialmente cuando me veía bajo el poder del Señor durante la adoración. Un domingo después de la adoración, oí cuando el Señor me dijo: “Vete ahora mismo a tú casa”. Me extrañó mucho por lo que yo le pregunté: “Señor, ¿y la prédica?” Entonces Él me dijo en un tono de mando:

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“Vete ya”. Yo obedecí y me fui; no entendía pero obedecí. En la tarde llegó a mi casa una pareja de la iglesia; ella tenía los ojos hinchados de llorar y llegó a preguntarme que si yo estaba bien. Le contesté que sí, pero ella insistía en preguntarme que si yo estaba bien. De nuevo le respondí que sí y a su vez le pregunté que qué pasaba. Ella me contó que toda la prédica que este hombre llevaba ese día era en contra mía, hablándole a la iglesia mal de mí. Su único interés era contaminar a la iglesia en contra mía. Yo me sentí bien y entendí que estaba siendo tan atacada por lo que el Señor me estaba revelando y que estaba siendo efectiva en contra del mundo de las tinieblas; en medio de todo eso yo tenía mucha paz y hasta era muy emocionante escuchar como si el Señor me estuviera diciendo: “Vamos bien”. Yo entendía cómo Jezabel estaba tratando de destruirme a través de este hombre. Ella, Jezabel, sabía perfectamente que yo estaba escribiendo acerca de ella y eso no le gustaba porque su sutileza, falsa espiritualidad y careta como siervo(a) de Dios iban a ser descubiertas y eso la tenía muy molesta. Ella está infiltrada en las iglesias parando, muy sutilmente, el conocimiento verdadero y revelado por el Señor y cambiándolo por emocionalismo, positivismo y razonamiento humano. Esto es algo que le gusta

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a mucho pueblo de Dios y que saben aprovechar y usar muy bien muchos líderes. Ésta es una de las tantas astucias que ella usa para que el pueblo del Señor no pueda ser libre y bendecido y para que no alaben al Señor como Él se lo merece ya que fuimos creados para honra, gloria y alabanza de Su nombre. El trabajo de los demonios es precisamente parar todo lo que le de gloria al Señor. Si el pueblo del Señor recibiera el conocimiento de cómo ella trabaja, se le caería vendas y podría ver y entender cómo ella trabaja y entonces no se va a dejar usar por ella como sembradores de cizaña contaminando (ensuciando) el corazón de mucho pueblo de Dios. Por esto, estarán cautivos hasta que no se descontaminen espiritualmente pidiendo perdón a la persona o las personas que han calumniado, devorado o le han dado muerte con su boca como sembradores de cizaña. A mi, personalmente, me gustan los retos; creo que cuando una persona sabe quién es en Cristo no le teme a los retos; así que tomé todo lo que estaba pasando como un reto y empecé a demostrarle a Jezabel que yo no le tenía ni el más mínimo miedo porque yo sabía perfectamente que el Señor estaba conmigo. Fui prudente y cuidé mucho de no abrir ningún portillo por donde ella pudiera atacarme, al

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contrario, buscaba cada vez más del Señor para poder mantenerme firme en medio de la batalla ya que yo sabía que estaba allí con un propósito y que la voluntad del Señor era que yo escribiera ese libro. Entendí cómo Jezabel quería destruirme, de una u otra forma, podía sentir y ver a través de la mirada de algunas personas su desprecio por mí ya que habían sido contaminadas en contra mía. Personas a las que si acaso hablé una o dos veces, que me pidieron consejo en algún momento, ahora era mis enemigas. Como está escrito en Oseas 9:7b, 8 (DHH): “Ustedes dicen: "El profeta es un necio. El hombre inspirado es un loco." Pero lo dicen porque están llenos de maldad, porque su odio es grande. Dios ha puesto a su profeta por centinela de Efraín, pero ustedes tienden trampas a su paso; ¡hasta en el templo de Dios le odian!”

Bueno, si eso se estaba dando es porque yo estaba siendo efectiva en lo que el Señor me había pedido que hiciera: hablar y hablar de ese movimiento que se estaba dando en la iglesia. Yo estaba en medio de una guerra espiritual y prácticamente toda la iglesia estaba contaminada en contra mía. Yo estaba en medio de leones como dice el Salmo 57:4: “Mi vida está entre leones; estoy echado entre hijos de

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hombres que vomitan llamas; sus dientes son lanzas y saetas, y su lengua espada aguda”. Los líderes estaban esperando que yo fallara para poder acusarme y echarme de la iglesia. Yo no me iba porque sabía que estaba en la voluntad del Señor y con un propósito. Ellos llegaron hasta a prohibirme tomar la Santa Cena porque decían que yo ya no tenía membresía en esa iglesia, y por eso no podía tomarla (algo muy ilógico porque mi membresía está en el cielo). Cuando yo me enteré que uno de los líderes le había aconsejado al pastor que hiciera eso para que yo me fuera de la iglesia, decidí tomar la Santa Cena en mi casa ya que es un mandato del Señor y nadie puede prohibirme obedecerle a Él. El tomar la Santa Cena es algo muy personal que se da entre Dios y el cristiano y nadie lo puede prohibir. Es algo tan personal que la Biblia nos dice que antes de tomarla nos probemos. No hay ni una sola persona que le pueda juzgar a usted como para decirle que no debe tomarla. Los líderes están en la obligación de hacerle ver a la iglesia lo delicado que es tomarla si se está en pecado; además, es responsabilidad de ellos hablar a solas (por amor y misericordia) con la persona, si ellos han visto que no se está comportando correctamente. Y si aún así la persona decide tomar la Santa Cena, el líder no tendrá

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responsabilidad ante Dios. Ahora bien, si la persona está en un liderazgo, por el bien de la iglesia, los líderes deben pedirle que se retire del liderazgo mientras pone las cosas en orden con el Señor. Pero no se puede prohibir tomar la Santa Cena porque es un mandato de Dios y esta actitud es muy peligrosa. Yo me pregunte: “¿Qué le ira a venir a este hombre por haber incitado al pastor para que me prohibiera tomar la Santa Cena, al tratar de inducirme para yo desobedeciera un mandato de Dios, el cual es tomar la Santa Cena? El tuvo su castigo, se alejó del Señor ya que se involucró con una hermana de la iglesia, casada que tenía niños pequeños. Ella dejó a su esposo y se fue con él. Él dejó a su esposa también con niños pequeños y hoy está en el mundo con dos trabajos, uno para mantener a su nueva familia y otro para darle pensión a sus hijos, esclavizado totalmente como dice Oseas 8:13b(DHH): “Y los castigaré por su pecado haciéndolos regresar a Egipto”. Así está el que un día le sirvió al Señor, todo por tener un corazón contaminado y no santificado.

En esta iglesia, por causa de tanta contaminación, no quisieron recibir nada de lo que les hablé. Fue todo lo contrario, desecharon todo el conocimiento que el Señor les estaba

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dando a través mío. En medio de todo, el Señor me fortalecía tanto, que aderezaba mesa continuamente en presencia de mis angustiadores y eso enfurecía más a mis enemigos y me fortalecía más a mí. Cuando yo entendía paso a paso, día a día, que estaba en Su propósito y en Su voluntad, estaba gozosa aún en medio de las pedradas, que en ocasiones no eran piedras sino ladrillos. A veces el Señor me decía: “Te bendeciré a través de la boca de tu enemigo”. Y eso sucedía con mucha frecuencia, ya que el pastor era usado en algunas prédicas para confirmar cosas que el Señor me había dicho y eso me producía tal gozo que no podía evitar la risa y para no reírme yo me metía un dedo en la boca y me lo mordía porque no quería que creyeran que me estaba burlando de él. ¡Así de fiel es mi Señor!

Les contaré del amor de mi Señor. Un sábado en la madrugada el Señor me despertó y cuando yo me puse a orar, Él me dijo: “Yo levantaré bandera por ti en la iglesia”. Cuando llegué a la iglesia, cuál es mi sorpresa, cuando veo que todos los jóvenes estaban con banderas. En esa iglesia nunca se habían usado banderas, de hecho eran nuevas. Se iba a hablar de cómo el Señor levanta bandera por nosotros delante de nuestros enemigos. Ese domingo fue muy

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especial para mí; ellos usaron la prédica para atacarme como su enemiga por lo que yo había hablado; pero yo estaba muy contenta porque toda esa prédica el Señor la estaba usando para enseñarme cómo Él iba a levantar bandera por mí en ese lugar, tal como me lo había dicho en la madrugada. El Señor me había llevado a esta iglesia para que pudiera ver y aprender del movimiento Jezabélico, ya que yo me iba a tener que enfrentar con ella en muchas ocasiones, por cuanto yo tengo el llamado de profeta y ella odia a los profetas. En ese tiempo, no lo entendí así, pero ahora, conforme transcurre el tiempo, y la veo sembrando cizaña constantemente en contra mía, entiendo la fidelidad de mi Señor al prepararme para saber cómo trabaja ella y qué tengo que hacer para mantenerme firme, y cómo hacerle frente y no dejarme contaminar para que el Señor pueda seguir guiando mi vida. Ella usa a personas con corazones contaminados y acostumbradas a tener esta clase de actitudes muy incorrectas ya sea porque nunca permitieron que el Señor les limpiara el corazón o porque descuidaron su santidad o porque son personas que aún no conocen del Señor. En el caso mío, la idea de Jezabel al sembrar cizaña en contra mía es contaminar el corazón de las personas para que no reciban nada de lo yo les diga. Al tener ellos

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su corazón contaminado en contra mía, no van a recibir nada de lo que el Señor me dice que les diga. Así es como ella obstaculiza para que la iglesia no reciba conocimiento. El Señor me llevó a esa iglesia no sólo para que escribiera, sino para que le hablara a los líderes, sacando así a la luz, ese movimiento oculto, el cual es100% satánico. Pero, a ellos no les convenía porque si se ponían a cuentas con el Señor iban a perder muchas cosas materiales y económicas. Con su actitud, ellos demostraron que eso era más importante que andar rectamente ante los ojos de Dios y de los hombres. O sea que ellos decidieron por voluntad propia (con un corazón idólatra) seguir a sus amantes: al dios dinero y al dios posesiones. Yo me convertí en su enemiga porque fui usada por el Señor en amor y misericordia para ellos, hablándoles y confrontándolos con su pecado. Ese fue el precio que pagué por las revelaciones (el conocimiento) que Dios me estaba dando sobre el movimiento Jezabélico dentro de las iglesias del Señor y por servirle a Él al hablar para que se apercibieran, se arrepintieran y se volvieran a Él porque ¿qué puede dar un líder de una iglesia al pueblo cuando el Señor no es su Dios? Sólo humanismo, emocionalismo, religiosidad y sequedad. El Señor me protegió de todos sus ataques; Él me ungió con paz y gozo y cuando

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en ese lugar todo terminó, yo estuve firme porque estaba en Su voluntad. Como dice Su Palabra en el Salmo 33:11, Él me enseñó cómo guardar mi corazón perdonándolos con frecuencia y confesando que decidía amarlos como a mi prójimo. Así fue cómo guardé mi corazón para que mi relación con el Señor no tuviera ningún obstáculo. El permitió que yo fuera tan atacada (pero no herida) para que pudiera ver cómo Jezabel trabaja en medio del pueblo del Señor disfrazada de sierva(o) y cómo usa a sus profetas para contaminar a los siervos del Señor y a la iglesia, para que ellos le sirvan a ella evitando así que la iglesia reciba conocimiento y luego de usarlos los destruye. La idea de ella es que la iglesia siga adormecida, metida en religiosidad, muriendo cada día. De esta manera no podrá conocer a un Dios vivo y real, no va a darle gloria al Señor, ni podrá impactar al mundo por la falta de conocimiento y al no saber qué hacer, va a ser destruida. Cuando Dios me escogió como profeta, Él sabía perfectamente que yo iba a tener que enfrentarme con mucha frecuencia a Jezabel así que tenía que saber cómo ella trabaja y conocerla para no dejarme contaminar ni herir para no quedarme votada en el camino al reino, porque esas son las armas más usadas por ella para destruir. ¿Qué logró Jezabel en esta

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iglesia? Traer mucha destrucción ya que el pastor, al no andar en rectitud y por ser su debilidad el dinero y lo material, le pedía dinero prestado a miembros de la iglesia y no les pagaba y también dejó a la iglesia con una deuda. La mujer que era su mano derecha se peleó con él porque no le quería pagar un dinero. La iglesia empezó a ver y a entender que algo no andaba bien con este hombre (que había llegado a la iglesia y que Jezabel usaba a su antojo) cuando un día él les dijo en una prédica que el Señor venía en el 2.000 y algo (no recuerdo exactamente la fecha). Así que él, poco a poco, se fue alejando de la iglesia. Se retiró luego de que había hecho su trabajo, dejando así a toda una iglesia muy contaminada como nos lo advierte la Palabra en Mateo13:25:“Pero mientras dormían los hombres, (debemos de estar velando) vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo y se fue”. Querido pueblo del Señor, si usted ha sembrado cizaña contra alguien es porque su corazón no está bien. La Biblia dice en Mateo 13:38 que “la buena semilla son los hijos del reino, y la cizaña son los hijos del malo”. Si usted quiere descontaminarse espiritualmente para que su corazón esté limpio y pueda morar la presencia de Dios en usted y pueda llegar a ser restaurado y usado por el Señor, debe de

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buscar a la(s) persona(s) que ha ofendido con sus comentarios, mentiras o calumnias (sembrando así cizaña en contra de ellas) y disculparse (pedir perdón). Si fuera posible, sería mejor delante de las personas que usted contaminó al sembrarles cizaña y por esa causa están haciendo lo mismo que usted como sembradores de cizaña, contaminando a otros. De esta manera, ellos también puedan descontaminarse pidiendo perdón y así el enemigo no se aprovechará de esa puerta abierta y más bien sea cerrada. El descontaminarse espiritualmente no es fácil, es una decisión de valientes y son muy pero muy pocos los que toman esa decisión; pero si usted es sincero con el Señor y quiere descontaminarse espiritualmente pídale ayuda a Él para poder hacerlo. La Palabra nos dice que todo lo podemos en Cristo que nos fortalece (Filipenses 4:13). Le aseguro que Él le ayudará. La mayoría de los cristianos están estancados por situaciones como éstas; por eso, con el pasar del tiempo, terminan siendo muy religiosos, engañados, creyendo que todo está bien en su vida. Muchas de estas personas con esta clase de actitudes están al servicio del Señor. Por eso es tan importante haber muerto al ego, orgullo, y qué dirán para poder obedecer y que así el Señor pueda santificarla(o) y usarlo(a) para

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bendición de muchos. Recordemos que el Señor es Santo y que Él mora donde hay Santidad. Él no puede morar en un corazón con esta clase de actitudes y mucho menos se podrá reinar porque un corazón contaminado será usado para contaminar y hacer y hacerse mucho daño y después hay que darle cuentas a Dios por esa clase de actitudes. ¿Qué pasó con el pastor de esta iglesia? Al empezar a actuar en una ambición desmedida por lo material, algo que se le alimentó a través de esta mujer para que siguiera fornicando con el dios dinero y el dios posesiones, él empezó a cometer muchos errores y a tener problemas con miembros de la iglesia; aún más, mucha gente se fue de la iglesia herida y muy decepcionada y muchos con su corazón muy contaminado. Finalmente, este pastor fue quitado y terminó trabajando en un vivero. De esta manera fue como Jezabel pudo destruir el ministerio de este pastor y contaminar a toda una iglesia a través de dos personas con actitudes muy incorrectas (corazones contaminados). Jezabel se aprovechó de esa condición espiritual tan incorrecta para destruir y contaminar estancando así espiritualmente a toda una iglesia ya que no podrán dar fruto hasta que no pongan las cosas en orden delante de Dios y de los hombres (Levíticos 6:1,7). Al estar contaminados, serán

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usados para contaminar a otros y esto no parará hasta que no se humillen y cambien su actitud. Dios no puede morar en un corazón contaminado; recordemos que Él mora donde hay santidad, no donde hay suciedad. El Señor quería hacer algo muy diferente con este pastor. Él deseaba restaurarlo y usarlo, pero él mismo decidió irse por otro camino al postrarse, por decisión propia, ante otros dioses. Dios me había puesto en el camino para que lo ayudara. ¿Qué más ayuda que hacerlo ver lo que Jezabel estaba haciendo y cómo ella iba a destruir su ministerio? ¿Y qué pasó con este hombre que se dejó usar por Jezabel para contaminar tanto a la iglesia, para que no pudieran crecer a través de un conocimiento recibido y avanzar a otros niveles? Estoy más que segura que el Señor trató con él para que se arrepintiera. ¿Cuál iba a ser el fruto de su arrepentimiento? Pedir perdón o mínimo disculparse con la iglesia y conmigo, de esta manera la iglesia iba a tener la oportunidad de descontaminarse también. Pero, él nunca lo hizo. Poco tiempo después, murió de un infarto siendo aún muy joven. Hay mucha gente que anda por allí de tribulación en tribulación (hasta sus hijos están sufriendo las consecuencia) porque no han querido ponerse en orden y tampoco en paz con las personas a las que han dañado con sus comentarios. Ese es

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el trabajo de Jezabel: perseguir a los profetas de Jehová y tratar de destruirlos para que no hablen y destruir a los pastores para que no le den conocimiento al pueblo del Señor. Para llevar a cabo su plan usa a personas del mismo pueblo de Dios con actitudes incorrectas que no quisieron santificarse, ni pagar el precio, sin temor de Dios, ni presencia de Dios. Ellas contaminan a mucha gente con sus comentarios mal intencionados, evitando así que se desarrollen y crezcan espiritualmente. De esta manera impiden que avancen a otros niveles para poder llegar a reinar, para la gloria de Dios y bendición de muchos. Líderes, dónde está Jezabel siempre va a haber contaminación (suciedad, inmundicia)

• y hasta que ella no sea echada de la iglesia (no permitiendo que esté en los altares sirviendo),

• y el templo sea ministrado (descontaminado) de las impurezas del pueblo por la contaminación de este movimiento Jezabélico (Levíticos 16:16),

• y se renuncie al servicio a ella , • y se tome la decisión de andar en santidad

y en obediencia al Señor, ella va a seguir trabajando en ese lugar como toda una sembradora de cizaña obstaculizando la obra del Espíritu Santo para que el pueblo del

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Señor no reciba conocimiento y así pueda ser destruido y parar su avance hacia el reino de Dios. El siguiente pastor que llegó a esta iglesia se contaminó fácilmente y empezó a hacer exactamente lo mismo que hizo el pastor anterior ya que la mujer que se había ido de la iglesia enojada con el pastor anterior, en cuanto se dio cuenta que había un pastor nuevo, regresó y puso en práctica lo mismo que había hecho con el otro pastor. Y aunque el Señor me mandó a decirle que él estaba caminando sobre las huellas del pastor anterior para apercibirlo y explicarle todo lo que había sucedido y hablarle del movimiento Jezabélico, él se endureció más y no recibió nada de lo que le dije. Él estaba tan atontado por la contaminación que un día invitó a un pastor para que predicara. Ese día, cuando este invitado pasó al altar, yo empecé a sentir que mi espíritu estaba muy inquieto; entonces, le pregunté al Señor que qué era lo que estaba pasando. Pero Él no me dijo nada. Cuando este pastor:

• empezó a contar su testimonio de cómo él y su padre habían sido sacerdotes satánicos,

• y de cómo había conocido al Señor, • y empezó a decirle a la iglesia que Jezabel

no existía y que eso era una moda

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Yo entendí el por qué mi espíritu estaba tan inquieto. Hoy en día, casi me pasa lo mismo cuando estoy frente a una persona Jezabélica; es algo así como el Espíritu Santo diciéndome: “Alerta”. En ese momento entendí que él había sido preparado por el pastor de la iglesia para votar todo lo que yo había venido hablando de este movimiento. Entonces le pregunté al Señor que por qué él decía eso siendo un pastor, si la Biblia habla tan claro de Jezabel. El Señor me contestó: “Porque él me aceptó a mí pero no cerró la puerta renunciando a esa maldición heredada por su padre; por eso su vida es dirigida por espíritus de error”. Como este pastor no usó ningún pasaje bíblico para respaldar su enseñanza, yo le empecé a pedir al Señor que me diera oportunidad para hablar y traerme abajo ese argumento tan astuto acerca de Jezabel. Cuando una persona está al servicio de Jezabel, es una persona muy perturbada y si está como líder, sus enseñanzas son muy contradictorias; estas personas están atontadas por la misma opresión que generan los demonios. Al terminar su errada enseñanza, él preguntó que si alguien tenía preguntas. Hasta él mismo se había creído la enseñanza. Esto sucede cuando una persona está controlada por espíritus de error. Yo casi brinco de mi asiento. Rápidamente levanté mi mano y le dije:

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“Hermano, usted dice que Jezabel no existe y que es una moda. Permítame leerle un pasaje acerca de lo que el Señor dice con respecto a Jezabel”. Entonces le leí Apocalipsis 2:20-23 que dice así: “Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que toleras que esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a mis siervos a fornicar y a comer cosas sacrificadas a los ídolos. Y le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. He aquí, yo la arrojo en cama, y en gran tribulación a los que con ella adulteran, si no se arrepienten de las obras de ella. Y a sus hijos heriré de muerte, y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriña la mente y el corazón; y os daré a cada uno según vuestras obras”. Cuando yo terminé de leer, este pastor no dijo nada, bajó la cabeza, tomó su Biblia (se veía avergonzado), se bajó del altar y se sentó en el primer asiento que encontró. El martes siguiente, en el culto de oración, uno de los líderes dijo: “Bueno hermanos, ustedes pesen la palabra que nos dieron el domingo porque la hermana Angie nos habló con la Palabra”. Así de fiel es mi Señor.

Este pastor al no querer recibir nada por orgullo, llegó a corromperse o prostituirse

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material y económicamente más que el anterior, a tal grado, que empezó a echar de la iglesia a las personas que habíamos dejado de diezmar allí por las cosas que veíamos que estaban sucediendo con el dinero. De esta manera, este pastor llegó a postrarse totalmente ante los dioses dinero y posesiones, convirtiéndose en un apóstata, siendo así la iglesia del Señor guiada por un apóstata y lo peor de todo es que a nadie le interesa porque a los que tienen la autoridad para hacer algo no les interesa porque tienen el corazón endurecido e indiferente al propósito de Dios para Su pueblo.

Pueblo del Señor, éstas fueron algunas de las muchas cosas que tuve que pasar en esa iglesia; ese fue el precio que tuve que pagar para poder ver y entender acerca de este movimiento. ¡Gloria al Señor!, que Él me había preparado años antes, enseñándome el proceso de la sanidad interior y adiestrando mis manos para la batalla porque si no hubiera sido así, no hubiera podido soportar tanto ataque y este conocimiento, hoy, no estaría dando el fruto que está dando en muchas iglesias a través del libro: Cómo destruye Jezabel a los pastores y cómo contamina la iglesia del Señor. ¡Gloria a mi Señor! que me sostuvo de Su mano para que yo pudiera obedecerle y continuar para hacer lo

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que Él quería que yo hiciera. Como dice Su Palabra en Isaías 43:2: “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti”.

¡Gloria a ti, mi Señor y muchas gracias por la fortaleza que diste a mi vida para poder cumplir la misión encomendada!

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GUERREROS CONSAGRADOS

La presencia de Dios en nuestra vida a través de la Obediencia y la Santidad hará que entendamos que nos tenemos que mover a otro nivel. El siguiente nivel para poder avanzar al reino es el de conquistar territorios y eso sólo se podrá dar cuando pongamos en práctica la guerra espiritual. Los primeros territorios que tenemos que conquistar son las áreas que no están bien en nuestra vida; las conquistaremos y se las ofreceremos al Rey como sacrificio de alabanza. La obediencia será una de las armas más poderosas para poder conquistar obedeciendo a todo lo que el Rey nos pida hacer o no hacer, muriendo así a nuestra voluntad y a nuestro ego, para poder hacer Su voluntad y no la nuestra. De esta manera Su propósito para cada uno de nosotros se pueda cumplir y llevar a cabo con éxito. La obediencia hará que empecemos a poner en práctica el conocimiento (las estrategias) recibido. Así es como nos empezamos a desarrollar como guerreras(os), porque sino se tiene conocimiento para la guerra espiritual, los enemigos en el camino hacia el propósito del Rey, hacia el reino la(o) van a herir y no podrá avanzar o en otros casos le van

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a dar muerte, ya sea física o espiritual. Oseas 4:6ª dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio”. Otros son llevados cautivos por falta de conocimiento. Isaías 5:13 dice: “Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo, porque no tuvo conocimiento; y su gloria pereció de hambre, y su multitud se secó de sed”. Cautivo significa preso, prisionero. Si usted está preso(a), usted está privado(a) de libertad; si usted está prisionero(a) de algún pecado o vicio que lo(a) controla y domina, entonces, por qué no buscar el conocimiento que necesita para que pueda ser libre y empiece a andar en libertad y así podrá avanzar al reino y tener autoridad para enfrentarse a esos enemigos que se encontrará en el camino para que pueda y sepa cómo enseñar a otros. Si usted no es libre, cómo podrá hacer libres a los cautivos. Para que usted se pueda multiplicar, tiene que tener conocimiento para saber cómo enfrentarse a ellos y defenderse de ellos y saber cómo derrotarlos. Para enfrentarse a ellos debe de tener siempre su Armadura bien puesta para que pueda avanzar sabiendo (conociendo) cómo vencer cada obstáculo. Una armadura es algo que nos protege. En Efesios 6:10 el apóstol Pablo nos aconseja que nos vistamos de la armadura de

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Dios para poder mantenernos firmes cuando seamos atacados. A nosotros nos toca vestirnos; esto lo vamos a lograr cuando empecemos a tomar decisiones para obedecer los mandatos establecidos en la Palabra de Dios.

Efesios 6:14 dice: “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia”. Debemos ser personas que caminemos en la verdad, no en mentiras, ni en falsedad, ni en engaños, o hipocresías. Los hijos de Dios no debemos mentir; es muy peligroso hacerlo ya que Satanás es el padre de la mentira y cada vez que un hijo de Dios miente, retrocede al mundo de las tinieblas y al enemigo se le va a facilitar atacarlo si lo encuentra en su territorio. No debemos de abrir puertas por donde ellos puedan atacar; no olvidemos que el mentir debilita el caminar en Cristo y esto va a ser la consecuencia de que se desvié del camino de la verdad al camino de la mentira y la falsedad. Debemos caminar sólo con la verdad, así tendremos nuestros lomos ceñidos (firmes) siendo personas entendidas de lo que se mueve espiritualmente a nuestro alrededor. Debemos ser personas justas, haciendo justicia a quien se lo merece, sin acepción de personas, no importando cuál sea su condición; no debemos

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caminar ni en falsedad, engaño o hipocresía porque esas son características de una persona mentirosa, y la Biblia dice que ni el mentiroso ni el hipócrita tienen entrada en el cielo.

Efesios 6:15 dice: “y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz”. Por lo tanto, debemos conocer cómo estar sanos emocionalmente para estar en paz y estables en cualquier situación difícil que venga a nuestra vida. ¿Por qué debemos saber cómo caminar en paz no importando lo que venga a nuestra vida? La Palabra nos dice que busquemos la paz y la sigamos; en algunos casos vamos a tener que tomar decisiones muy radicales con tal de tener paz; eso le dará testimonio a muchos a nuestro alrededor de nuestra fe. Filipenses 4:7 dice: “Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. No olvidemos que obtenemos paz cuando practicamos el perdón, día a día, sólo así podremos ser personas pacíficas y tranquilas a pesar de.

Efesios 6:16 dice: “Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno”. Debemos ser personas de fe, de fe no fingida porque la fe

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sin obras es una fe muerta; una persona de fe se mantiene gozosa, estable, en paz y en espera de su victoria a pesar de. Una persona de fe está gozosa aún en medio de una batalla o situación difícil porque sabe quién es en Cristo y sabe esperar con paciencia en Él; por eso, en una persona de fe, los ataques del enemigo no tendrán éxito. La fe genuina es una fe activa, una fe que contagia.

Efesios 6:17: nos dice: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”. Debemos tener una mente renovada, una mente de reino. Si se quiere avanzar al reino, esto no se puede lograr con una mente natural, carnal, llena de razonamiento. Nuestra mente debe de estar llena de discernimiento (entendimiento) para poder ver y entender por dónde debemos de ir. Nuestra mente debe entender cómo se mueven las cosas en el reino, y debe poder ser apercibida por el Espíritu Santo para así entender cuáles son o van a ser los ataques del enemigo y a través de quién o quiénes vienen, y aunque usted viva en un mundo natural, puede perfectamente caminar en lo sobrenatural de Dios, con una mente renovada que se consigue a través de la obediencia. Debemos tener conocimiento de la Palabra de Dios, estar

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preparados para saber cómo poder usarla contra cualquier ataque y poder parar a los enemigos. Ella es nuestra espada, con la cual vamos a hacerlos retroceder cuando les digamos: “Escrito está…”. Debemos deshacernos de nuestro razonamiento humano en nuestra mente con frecuencia, renunciando a él y cambiándolo por discernimiento; así se nos facilitará escuchar la voz del Espíritu Santo dándonos dirección y estrategias. Éstas son algunas de las virtudes que deben de estar en la vida de todo creyente y sobre todo en la vida de un guerrero(a) para que esté protegido de los ataques de los enemigos. Al recibir conocimiento y estrategias y ponerlas en práctica, usted se va a dar cuenta del poder y la autoridad que se le ha confiado para que pueda defenderse de los enemigos que de seguro se encontrará en el camino para tratar de detenerle, para que usted no pueda seguir avanzando; ese es el trabajo de ellos, y el nuestro es quitar todo obstáculo en el nombre de Jesús y avanzar. Cuando usted empiece a poner el conocimiento en práctica, usted empezará a ser una persona segura y confiada, porque entenderá y verá que tiene el respaldo del Dios soberano y poderoso.

El Salmo 32:8 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;

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sobre ti fijaré mis ojos”. Esa seguridad en Él aumentará en usted cada vez que usted pone en práctica el conocimiento rebelado. Esa seguridad en Él es lo que desarrollará su fe en Él y es lo que hará que usted madure, crezca y se desarrolle, tanto espiritual, como emocionalmente, ya que en ese proceso usted va a ir descubriendo quién es usted ante los ojos de Dios y ante los ojos de sus enemigos(los demonios). Así es cómo usted va adquiriendo entendimiento, sabiduría, poder, fe, autoridad y seguridad para cuando tenga que ir a la guerra a conquistar territorios, para ensanchar el lugar donde usted va a reinar, y poder usar el conocimiento y la sabiduría que recibió en ese trayecto, camino al reino. El conocimiento practicado es una escalera; cada batalla que usted gane es un escalón que usted sube y en cada escalón hay una recompensa. ¿Qué clase de recompensa? Lo ganado, lo aprendido (la confianza, seguridad, sabiduría y fe) el botín que obtuvo en esa batalla a través de la guerra espiritual. El ver el respaldo del Señor que lo llevó a obtener la victoria trae a su vida las riquezas de Su gloria como nos lo dice Colosenses 2:2: “hasta alcanzar todas las riquezas de pleno entendimiento, a fin de conocer el misterio de Dios el Padre, y de Cristo”. Así usted va a ir conociendo quién es

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usted en Cristo, por lo tanto creciendo y madurando.

Mateo 6:20(DHH) nos aconseja: “Más bien amontonen riquezas en el cielo, donde la polilla no destruye ni las cosas se echan a perder ni los ladrones entran a robar”. Estas son algunas de esas riquezas, las riquezas que debemos de amontonar. La sabiduría adquirida durante el proceso de las guerras hará que usted pierda todo temor. Recordemos que el temor es la fe de Satanás y si él logra ministrar temor a una persona, esta persona no podrá avanzar y el propósito del Señor para ella se estancará. El temor es una de las muchas artimañas que usará el enemigo para paralizar; eso es lo que el enemigo quiere usar para que no se pueda avanzar.

Les comentaré cómo aprendí de esto. En una ocasión, dos hermanas en Cristo trajeron a mi casa una bruja que quería dejar de practicar la brujería y buscar del Señor. Cuando yo le empecé a hablar y a explicarle lo que tenía que hacer para renunciar, ella empezó a mirarme en una forma muy fea y el enemigo me empezó a decir: “Mira se te va a tirar encima y te va aruñar la cara” Pero como yo no sabía que era él. Cuando yo escuché eso, creyendo que era mi

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razonar, tuve el impulso de echarme para atrás porque me dio un poco de temor. Casi de inmediato, escuché al Señor cuando me dijo: “No le recibas eso, vete sobre ella y ordénale renunciar a sus brujerías”. De inmediato lo hice, me fui sobre ella y le ordené renunciar a sus brujerías; ella cayó de rodillas y muy serena decía: Si, sí, yo renuncio”. Ese día no sé qué pasó en mí, pero desde entonces, no les temo a los demonios. Con esa experiencia aprendí y entendí cómo ellos trabajan a través de la intimidación y el temor. Si ese día yo le hubiera recibido ese temor, lo más seguro, me hubiera estancado por mucho tiempo y ella no hubiera sido libre; pero mi Señor me libró del lazo del cazador quien quería pararme ministrándome temor. Todo lo contrario a la sabiduría y confianza adquirida a través de la obediencia que trae conocimiento cuando es puesto en práctica.

Mateo 11:19b (DHH) dice: “Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados."Cuando usted obedece y pone en práctica el conocimiento dado, hará que usted sea una persona osada, violenta y valiente como nos lo dice el Señor en Mateo 11:12. Usted será una guerrera o un guerrero por su confianza y seguridad en su Dios, por ello irá avanzando día

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a día, de gloria en gloria; eso es lo que hará que usted sea una persona transformada por el Espíritu Santo. 2 Corintios 3:18b dice: “Somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor”. Por eso, iglesia del Señor, es muy necesario tener conocimiento. Si usted recibe conocimiento (palabra revelada, estrategias), no es por casualidad; nada es casualidad en la vida de un cristiano ya que el Señor está observándonos y quiere darnos dirección, para que podamos y sepamos cómo llegar a reinar. El Señor quiere llevarle a niveles mayores y sabe que usted necesita tener conocimiento para saber qué hacer y cómo avanzar a esos niveles; pero eso sólo se hará a través de los procesos que debemos pasar todos los que queramos reinar (tener un ministerio) para servirle al Rey de reyes. La guerra espiritual transformará la manera de pensar de una persona tímida y pasiva en una violenta y osada ¿Glorioso verdad? Cuando David estaba en la cueva de Adulan porque estaba huyendo de Saúl por sus celos y envidias, llegaron a él personas afligidas, endeudadas, llenas de amargura y lo hicieron jefe de ellos. ¿Qué sucedió? David no se enfocó en sus problemas; él sabia perfectamente a quién llevarle sus problemas. Hacia mucho tiempo que él había aprendido a

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depender de Dios. David se enfocó en los problemas de la gente que llegó donde él estaba e hizo de ellos gente valiosa, gente guerrera, y ellos supieron ser agradecidos con David, por eso le servían. Este mismo proceso lo usará Dios con una persona que está escogida para reinar. Dios le enviará (le pondrá en el camino personas con necesidades tanto espirituales, físicas emocionales, y financieras) y le enseñará qué debe de hacer en cada situación para que la persona enviada por Dios a usted reciba bendición y sea restaurada. Para eso es que el Señor nos prepara, para que podamos cumplir con Su mandato.

Lucas 4:18,19 lo dice así: “El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar el año agradable del Señor”. Así es como usted va a poner en práctica el conocimiento que recibe, para que se desarrolle, crezca, madure y se multiplique. El Señor le envió a David todas estas personas con las cuales él pudo preparar un ejército de hombres valientes (2 Samuel 23:8), después se le añadieron más hombres valientes para que le

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ayudaran a conquistar territorios, para que pudiera llegar a reinar porque él había sido escogido como rey. Si usted ha sido escogido(a) para reinar, su trabajo es ser obediente con el que lo(a) llamó porque Él lo(a) va a capacitar. No se preocupe del resto, porque usted estará en la voluntad del Rey de reyes y Señor de señores. Cuando hay presencia de Dios en una persona, a ella le es más fácil sentir el dolor de los demás y meterse en sus zapatos; así se le servirá con excelencia, tanto al Señor, como a Su pueblo porque lo hará por amor y misericordia. Jesús siendo el Rey de reyes vino a servir (Mateo 20:28). Él vino a mostrarnos el reino de Dios.

Mateo 12:28 dice: “Pero si yo por el Espíritu de Dios echó fuera los demonios, ciertamente ha llegado a vosotros el reino de Dios”. Si usted es una persona escogida por Dios para reinar, Él le va a dar formación y dirección, acomodándole las cosas en su camino, trayendo conexiones divinas para que le ayuden y usted pueda avanzar a Su llamado. Usted será cambiada en otra persona cuando empiece a conquistar territorios en su vida, conforme al propósito de Dios para que se pueda multiplicar, formando así un ejército. Estas son las personas que por tener un corazón

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sincero y agradecido le acompañarán, le ayudarán, y le servirán camino al reino.

Pueblo de Señor, recordemos que nuestra lucha es contra principados y potestades, contra gobernadores de las tinieblas, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes (Efesios 6:10) Regiones celestes es el cielo que vemos cuando levantamos la vista; allí es donde habitan los principados y las potestades, los gobernadores de las tinieblas, las huestes espirituales de maldad, y ni usted ni yo tenemos la autoridad para entrar a ese territorio y echarlos fuera. Nosotros no podemos limpiar los aires; no sería tan fácil hacerlo, como algunos creen, que con sólo levantar una mano y moverla de un lado para otro y decir: “yo vengo o venimos limpiando los aires”, o peor aún, decirle al Señor: “Señor limpia los aires” ya sucedió o va a suceder algo. Por favor hermanos, seamos más serios y maduros porque ese proceder pareciera un juego de niños. Los demonios existen y están haciendo mucho daño al pueblo del Señor por su falta de conocimiento y desinterés en saber cómo ellos trabajan. En una ocasión Daniel oró y la respuesta a su oración tardó 21 días porque el ángel que fue enviado con la respuesta tuvo que enfrentarse en una lucha con uno de los príncipes de las

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tinieblas y tuvo que venir el ángel Miguel, uno de los principales príncipes del ejercito de Dios, para ayudarlo. ¿Usted cree hermano(a) que levantando su mano y diciendo que usted limpia los aires, los demonios se van a ir? No le suena eso como a juego de niños. ¿Cuántos cristianos están actuando así y se lo están creyendo? Si los demonios entran a su territorio, usted tiene todo el derecho de echarlos, y si hay una puerta abierta (pecado) por donde están entrando, usted debe de tomar la decisión de alejarse de ese pecado y así cerrar la puerta. Pueblo del Señor, no es mejor tomar el territorio, aunque haya que esforzarse más pero esto sí tiene base bíblica, por lo tanto el respaldo del Señor, como está en Deuteronomio 11:24,25. ¿Acaso no nos manda el Señor a que nos esforcemos y nos promete que si lo hacemos nos irá bien? (Josué1:7). Somos nosotros los que debemos ir a la guerra, luchar y conquistar territorios, no es ni a Dios, ni al Espíritu Santo; es a nosotros, al pueblo de Dios, a los que nos toca llevar a cabo la guerra espiritual, y si obedecemos las estrategias que nos da el Señor, Él de seguro nos dará la victoria, para Su gloria y edificación y bendición de Su pueblo (2 Samuel 23:8-11). Cuando los reyes iban a la guerra, si eran sabios, consultaban al Señor para saber cuál era la estrategia a seguir. El Señor les decía y

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siempre que obedecían, Dios les daba la victoria. La Biblia es muy clara en Efesios 6:10. Nos dice que no tenemos lucha (lucha significa conflicto batalla) contra sangre y carne sino contra principados, contra gobernadores, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes y se lucha contra los adversarios. Es a nosotros a los que nos toca guerrear y atar y desatar, para eso se nos dio ese poder.

Mateo 16:19 dice: “Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”. La entrega de una llave forma parte de la ordenanza de un escriba. Escriba: Hombre de letras, maestro de la ley. Atar y desatar es responsabilidad y autorización para proclamar la apertura del reino. Las llaves simbólicamente se usan de la autoridad de abrir y cerrar. Las palabras abrir y cerrar conllevan varios significados:

• Cerrar significa clausurar, encerrar, aprisionar, dejar sin efecto. Esto se refiere a abrir y cerrar el reino de los cielos (las bendiciones de Dios). Mateo 23:13 dice: “Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el

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reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando”. Y del cielo con consecuencias de hambre. Lucas 4:25: dice: “Y en verdad os digo que muchas viudas había en Israel en los días de Elías, cuando el cielo fue cerrado por tres años y seis meses, y hubo una gran hambre en toda la tierra”. Apocalipsis 3:7 dice: “Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre”.

• Abrir: Tiene el sentido de inaugurar, innovar, instituir (Hebreos10:20 dice “por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne”), desligar, especialmente por liberación. Tiene en ocasiones el significado de romper destructivamente. También derribar, desatar, deshacer, despedir, destruir, estar libre, quebrantar, quitar y soltar.

Todo este poder se nos ha dado. Hay mucho pueblo y muchos líderes que no han conocido, ni entendido de este poder que el Señor le dejó a la iglesia. Unos actúan egoístamente por no tener conocimiento y lo peor de todo es que a

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muchos no les interesa recibirlo porque, según ellos, ya tienen seguro su propio reino y no les interesa nada ni nadie más, no les interesa que la iglesia reciba este tesoro (conocimiento, sabiduría) porque muchos prefieren que la iglesia siga dependiendo de ellos emocional y espiritualmente; eso les alimenta el ego, aunque eso signifique que el pueblo llegue a estar bajo maldición por estar dependiendo del hombre. Por esa causa mucho pueblo está en angustia, tribulación, depresión y hasta en miseria por la falta de conocimiento. El trabajo de un líder es buscar el conocimiento y procesarlo para enseñar al pueblo a ser libre y para que sepa cómo ayudar y enseñar a otros a ser libres a través de la guerra espiritual. El significado de líder es: persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora. Pero algunos que no saben ni entienden de guerra espiritual se meten en esos territorios por orgullo y el qué dirán y se convierten en maestros del error haciendo errar a muchos, obstaculizándoles, por falta de conocimiento, su entrada al reino para que reciban todo lo que Dios quiere darle a Su pueblo en forma sobrenatural. Lucas 11:52 dice: ¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se

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lo impedisteis”. Ciencia significa conocimiento. Sé que los libros que he escrito están siendo usados por muchos pastores y lideres, sé que mucha gente está aprendiendo y descubriendo quién es en Cristo; lo sé porque varias personas me lo han hecho saber, también porque el Señor me ha mostrado a algunos pastores tomando territorio o en el caso de uno que lo vi llorando, pidiéndole perdón al Señor porque él le había estado sirviendo a Jezabel y él no lo sabía. ¡Gloria a Dios por la humildad de este pastor y por reconocer su error! También lo sé porque he escuchado a unos por la radio o porque los he visto por la televisión, en fin, ¡gloria a mi Señor! porque mucho pueblo se está alimentando de ellos. ¡Gloria a mi Señor por eso!, porque ese es el propósito del Señor: que Su pueblo reciba conocimiento y Él lo está haciendo llegar a muchos a través de los libros. Pero también sé que hay personas usándolos para sacar de allí conocimiento y hacer seminarios y cobrar por ellos. Esto es algo que yo advertí que no se podía hacer porque la voluntad del Señor es que el conocimiento le llegue en forma gratuita a Su pueblo. Yo le pregunté al Señor que qué pasaba con estas personas que estaban cobrando y Su respuesta fue que estas personas se estaban prostituyendo al ser más importante para ellos el obtener

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dinero o alimentar su ego que hacerle llegar el conocimiento al pueblo como se les hizo llegar a ellos en forma gratuita. Prostitución y adulterio expresan el abandono a Dios por parte de Su pueblo y la infidelidad espiritual, en este caso ya sea por amor al dinero (idolatría) o por el ego (egolatría). Otros quieren hacer ver a la iglesia que el conocimiento que recibieron en los libros les fue revelado a ellos y empiezan a enseñar sin haberlo procesado en ellos personalmente, por eso no lo entienden y están enseñando erradamente. Esto es muy delicado y muy peligroso tanto para ellos como para la iglesia del Señor. En una ocasión escuché a un pastor que puso a toda la iglesia a renunciar con las palabras de juicio y maldición, y eso fue todo, no se guerreó ni se ministró para restauración en el área afectada, o sea no se hizo nada, allí no hubo fruto de nada. Primero que todo debo aclarar que la ministración de las palabras de juicio y maldición contra alguien es personal, es igual que ministrar una liberación y a las palabras de juicio y maldición no se renuncia. Debemos renunciar a las herencias y maldiciones que traigamos de nuestros antepasados y después de renunciar debemos ser ministrados por gente con conocimiento de guerra espiritual, sino, mejor no lo haga, por el bien de todos. Las palabras de juicio y

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maldición se cancelan y anulan en el nombre de Jesús y después se debe de guerrear. Es necesario que el pueblo conozca de esto pero en forma correcta, porque es muy común que haya palabras de juicio y maldición sobre una persona y esta maldición detiene las bendiciones y en muchos casos trae maldiciones. Yo personalmente casi que a diario las estoy cancelando y en algunas ocasiones me estoy levantando de orar y el Señor me recuerda que no he cancelado palabras de juicio, porque Él sabe muy bien el daño que pueden hacer, ya sea en mi vida espiritual, física, emocional o financiera y si de algo estoy más que segura, por lo que he visto en todos estos años, es que Él cuida de mí. Sé que cuando un líder está muy cómodo en “su reino”, a él no le interesa escuchar la voz de Dios porque está muy cómodo con su bienestar y no le interesa nada que le venga a incomodar. Por eso los profetas de Jehová no son queridos por esta clase de líderes ya que estos profetas son usados para confrontarlos con sus errores, conformismo, rebeldías, desobediencias o pecados. En una ocasión, mientras oraba en una iglesia, el Señor me dijo que esa iglesia iba a ser triplicada cuando recibiera conocimiento y me dio una visión. Yo veía cómo habían tenido que agrandar bastante esta iglesia. El Señor quiso

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que yo hablara, así que se lo hice saber a uno de los líderes; como a los dos meses llegó una profeta a la iglesia y dijo, entre otras cosas que esa iglesia iba a tener gemelos, refiriéndose a que se iba a multiplicar pero después dijo: “No, no son gemelos, son trillizos”. La palabra fue confirmada pero los líderes de esta iglesia no entendieron la visitación del Señor para ellos ni se dieron cuenta por eso no buscaron cómo hacerle llegar conocimiento a la iglesia ya que todo siguió igual. Eso es lo que pasa cuando una iglesia no recibe conocimiento, se estanca. Ellos dejaron pasar esa gran bendición, no pudieron ver ni entender. ¿Será que hay estupor en esos líderes? Como dice la Palabra en Romanos 11:7: “¿Qué pues? Lo que buscaba Israel, no lo ha alcanzado; pero los escogidos sí lo han alcanzado, y los demás fueron endurecidos” (un escogido se caracteriza por su obediencia, por su rectitud, e integridad). Continuando con el versículo 8: “Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy”. Si usted hermano(a) no cree o no le da la importancia que se merece cuando Dios habla, actuando y moviéndose para obedecerle, simplemente no lo va a ver realizado. Pueblo del Señor, nosotros no podemos echar fuera un demonio sino le atamos primero en el nombre de Jesús para

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después poder saquear la casa. Debemos ser prudentes y asegurarnos de que estamos con nuestra armadura bien puesta para poder hacerles frente. Recordemos lo que le pasó a unas personas que se enfrentaron a demonios y por no andar bien espiritualmente, aunque eran hijos de uno de los sacerdotes, ellos fueron heridos por los demonios y quedaron desnudos (avergonzados). Se descubrió su desnudez espiritual por no haber presencia de Dios en ellos. Cuando nosotros ministramos a una persona y los demonios han contaminado o controlado alguna área o áreas en esa persona, nosotros, después de enviarlos al abismo, nos debemos regresar donde la persona y ministrar la contaminación que ellos produjeron en el área afectada, ya sea en sus emociones, en su salud, en su vida espiritual, o en sus finanzas. Debemos de quitar esas cadenas que ellos usan para tener control sobre esa persona, esas son cadenas de maldición; así es como vamos a saquear (quitar) lo que ellos habían ganado o controlado allí y lo vamos a cambiar (desatando) en la vida de esta persona todo lo contrario a lo que ellos habían puesto allí. Nosotros ministraremos toda clase de bienestar espiritual, físico, emocional o financiero en el área afectada, según el Señor nos lo indique, en el nombre de Jesús.

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En Juan 10:10 dice: “El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”.Cuando oramos en lenguas para que venga sobre esa persona lo que nosotros hemos desatado, el Espíritu Santo hace Su parte, lo que sólo Él puede hacer, lo sobrenatural. La Palabra nos dice que no es con ejército, ni con fuerza, sino con Su Espíritu (Zacarías 4:6). Nosotros somos las manos de Dios, la boca de Dios y los pies de Dios, así que hable, actué, muévase. Así es que si vamos a enfrentarnos a cualquier demonio o a ministrar a alguna persona, es mejor que estemos llenos del Espíritu Santo para poder ser efectivos y victoriosos para el bienestar de la persona, crecimiento y madurez para nuestra vida espiritual y toda la gloria para el Señor. Cuando usted ora en amor y misericordia por alguien que está pasando alguna situación difícil, usted puede esperar cualquier cosa de parte de Dios, ya sea que usted en ese momento entienda sus lenguas, o que tenga una visión, o que la persona por la que está orando reciba una sanidad o un milagro, ya sea físico espiritual, emocional, o financiero, en fin Dios hará maravillas a través de un corazón misericordioso, que lo único que busca es el bienestar de su prójimo. Cuando una persona

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está llena del Espíritu Santo, se le va a ser muy fácil guerrear porque tendrá la dirección y supervisión del Espíritu Santo y con Él, de seguro, vamos a ser más que vencedores. Así nos lo dice Su Palabra en Hechos 1:8ª: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo”. Entonces no habrá ni hombre ni demonio que nos pueda hacer frente. Los demonios reconocen perfectamente quién está lleno del Espíritu Santo y quién es un guerrero(o); ellos reconocen la armadura de un guerrero, de un valiente consagrado para Dios. Isaías 13:3 dice: “Yo mandé a mis consagrados, asimismo llamé a mis valientes para mi ira, a los que se alegran con mi gloria”. Esta es gente que ama hablarle a las personas que están en problemas del Dios que conoce, un Dios que todo lo puede, porque sabe que sabe que Él puede intervenir en ese problema y por ello Él recibirá la gloria, la persona su milagro y ella o él la satisfacción de ver una vez más a su Dios moviéndose sobrenaturalmente; eso aumenta su fe y su amor por su Dios. Cuando el Señor usa a una persona para provocar milagros y prodigios, ésta se goza porque el Señor recibe mucha gloria y las personas conocen de Su gran amor. El versículo 4b dice: “Jehová de los ejércitos pasa revista a las tropas para la batalla”. ¿No le gustaría

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hermano(a) pertenecer a este poderoso ejército donde Dios va a la cabeza, dando estrategias y dirección y por lo tanto tenemos asegurada la victoria? Le aconsejo inscríbase hoy mismo. El Señor que todo lo sabe reconoce perfectamente quiénes son guerreros y valientes consagrados a Él, y los demonios también lo saben por eso ellos les temen porque son los que tienen poder para enviarlos al abismo en el nombre de Jesús. Cuando usted guerrea, se va a dar cuenta de quién es usted hija(o); así es como usted va adquiriendo esa identidad como hija(o) de Jehová de los ejércitos, una identidad de guerrera osada y violenta; es en ese proceso que usted empieza a desarrollar la autoridad que se le dio contra ellos y aprende cómo y cuándo usar la espada y ellos empiezan a reconocerle y a temerle como un guerrero(a) con autoridad, no como a un cristiano del montón. Cuando usted ponga en práctica la guerra espiritual, se convertirá en un guerrero, no importa quién sea usted, si usted es hijo(a) del Rey lo logrará. Joel 3:11b (DHH) dice: “¡Que aun el pacífico se convierta en un guerrero!” ¿Cómo se dará cuenta usted de que está siendo efectivo en el reino de Dios, contra el reino de las tinieblas? Por los frutos. En una ocasión, me llamó una hermana que no conozco. Ella quería una consejería porque

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estaba pasando una situación económica muy difícil ya que vivía sola con dos hijos; el mayor era el que veía por ella y la hija pero se había quedado sin trabajo y estaban muy mal económicamente. Él, un joven preparado, me contaba la mamá, y muy buen hijo, estaba muy desanimado. Yo le explicaba a ella que el Señor no quiere que estemos en esas situaciones , le explicaba y le decía que le dijera al hijo que se guerrearan eso; pero ella me decía que él decía que Satanás ya estaba vencido y que había que dejarlo quieto. Esa actitud tan pasiva y conformista es peligrosa; así que le dije a la mamá que le dijera que me llamara porque tenía que hablar con él. Cuando me llamó, lo confronte con ese comentario porque él se había conformado y esa no debe de ser la actitud de un hijo del Rey. Le dije que ellos estaban en esa situación por su forma de pensar, por ese razonar. Así lo dice la Palabra del Señor mi pueblo es destruido por falta de conocimiento. Le expliqué acerca de la guerra espiritual y le aconsejé que fuera a su habitación y que orara siguiendo los siguientes pasos:

• Lo primero que le dije fue que se pusiera digno delante del Señor. ¿Qué es ponerse digno? Es orar pidiéndole perdón al Señor por nuestras fallas, pecados e imprudencias y perdonar a cualquier

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persona que se tenga que perdonar ya sea porque nos haya herido, resentido, o decepcionado; así vamos a tener libre el camino para poder recibir de Dios lo que en ese momento necesitemos, si es conforme a Su voluntad. Pueblo del Señor, recordemos que debemos de perdonar cuantas veces sea necesario hasta que tengamos paz al recordar cualquier ofensa. Se debe perdonar día a día para que el camino entre Dios y nosotros esté libre y que nada nos vaya a estorbar para poder ver la gloria del Señor cuando vamos a guerrear (Hebreos 12:15).

• Después lo orienté para que atara todo espíritu de pobreza, miseria y ruina y les ordenará no tocar sus bendiciones y los enviara al abismo en el nombre de Jesús y que orara en lenguas.

• Luego le dije que debía desatar un trabajo con excelencia para él, y que volviera a orar en lenguas.

• Finalmente le dije que le empezara a dar gracias al Señor por el trabajo.

Así fue como me orientó el Señor para que yo lo orientara en ese momento; él fue obediente y fue e hizo todo lo que yo le dije. Pocos días después me llamó su mamá muy

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contenta para contarme que se sentía muy orgullosa del trabajo que tenía su hijo en un hotel de playa. ¡Gloria al Señor por la gente que no cuestiona y es obediente porque el Señor se lleva la gloria y ellos la bendición! A los profetas el Señor nos da la capacidad, a través del conocimiento revelado, de acomodarle los pensamientos a Su pueblo cuando no hay conocimiento, ni entendimiento, y están actuando erradamente para darles dirección, dirección hacia Su voluntad, propósito y bendiciones. Cuando José iba a empezar a ser preparado por Dios para los planes que tenía con él, un hombre fue puesto por Dios en el camino de José que le supo dar la dirección correcta por donde ir para el propósito de Dios (Génesis 37:15,16). Aunque ese propósito iba a ser doloroso, era necesario. Él tenía que pasar por los procesos que pasan los escogidos de Dios. Procesos que son los que nos van a enseñar a morir al yo para que Él pueda reinar en nosotros y pueda enseñarnos cómo reinar con Él porque de Él es la sabiduría, el entendimiento y el poder para saber cómo reinar. Si no morimos a nuestro ego, orgullo y que dirán, cómo podrá reinar Él en nosotros para que nos pueda capacitar. Juan 12:24 dice: “De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si

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muere, lleva mucho fruto”. José tuvo que pasar por procesos de dolor, de frustración, de abandono, de traición, de escasez, de soledad, de humillación, el proceso de la calumnia y la mentira. Todos esos procesos estaban siendo usados por Dios para preparar (moldear) su carácter como un heredero del Rey para cuando tuviera que reinar, para poder usarlo como un canal de bendición para Su pueblo en Su tiempo. Para eso fue escogido entre sus hermanos y fue preparado con esos propósitos y aunque los procesos fueron dolorosos y duraron años, después vino la recompensa para José que también duró hasta el fin de sus días. José vino a ser un gran líder por medio del cual Dios pudo alimentar a Su pueblo cuando hubo escasez y pudo darles gran bendición (Génesis 47:11). Cuando hay escasez dentro del pueblo del Señor, ya sea espiritual, física, emocional o financiera, debemos de estar preparados por el Señor para saber cómo ser un canal de bendición para ellos. El pueblo del Señor debe de ser gente diferente a la gente del mundo y por ello los del mundo quieran ser como ellos porque tenemos al Rey de reyes como padre, Dios y Señor en nuestra vida. Pueblo del Señor, los demonios reconocen la envestidura de un santificado y la armadura de un guerrero. Hechos 19:15 dice: “Pero respondiendo el

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espíritu malo, dijo: A Jesús conozco, y sé quién es Pablo; pero vosotros, ¿quiénes sois?”

Las vestiduras del reino sólo se pueden ver con ojos espirituales, y como ellos viven en un mundo espiritual pueden ver cómo andamos vestidos, o si andamos desnudos. Por eso el Señor nos recomienda en Su Palabra en Apocalipsis 3:18: “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas”.

Comprar es pagar el precio, es hacer algo que el Señor quiere que hagamos, o dejar de hacer algo que el Señor no quiere que hagamos, es tomar decisiones radicales que nos van a doler si obedecemos. El oro es símbolo de integridad; al tomar decisiones radicales, esa actitud hará que nuestra vida vaya siendo santificada, por ende caminando en integridad, y rectitud. Dice para que seas rico, (conocimiento revelado) y vestiduras blancas (santidad) para vestirte. El ser obedientes y valientes al tomar decisiones radicales nos

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llevará a caminar en rectitud, integridad y santidad. ¡Esto es de valientes! Desnudez significa la condición carnal de una iglesia. Apocalipsis 16:15 dice: “He aquí, yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela, y guarda sus ropas, para que no ande desnudo, y vean su vergüenza”. Las personas que caminan desnudas en el mundo espiritual son personas con muchos conflictos espirituales, físicos, emocionales y financieros. Son personas muy atacadas que no saben y que no tienen conocimiento del por qué de las cosas. En ellas no hay entendimiento porque no hay presencia de Dios para que las pueda guiar, instruir o apercibir. Estas personas están desnudas por su condición espiritual, por eso son fácilmente atacadas. Ellas no saben cómo parar los ataques del enemigo, ni cómo cerrarle las puertas para que no entre a destruir. Más bien, sin darse cuenta, le están abriendo puertas; por eso, su situación se les agrava cada día. Muchos de ellos no tienen la autoridad para hacerlo por andar en pecado y están en peligro por estar fuera de la cobertura de Dios. Cuando usted usa la autoridad que se le ha dado, si es que hay presencia de Dios en su vida, es cuando usted empieza a meterse en el territorio del enemigo, primero tomando ese territorio y luego limpiándolo (su casa). Así es como va a ir

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viendo, aprendiendo que usted tiene poder y autoridad en contra de ellos. Luego se vuelve más osada(o), entonces entra a despojarlo y a enfrentarlo, ordenándole que le devuelva lo que él le ha quitado. Si es salud, después de enviarlos al abismo, usted se ministra el área afectada. Pregúntele a gente que sepa de medicina qué es lo que le está afectando, qué es lo que hay en ese problema de salud y háblele, déle una orden a ese monte y hable restauración, para la gloria del Señor y de su bienestar. ¿Cómo aprendí de esto? Fue hace más de 20 años, cuando un día vi a mi hija, quien ese momento tenía como dos años, rascándose mucho su pancita. Cuando la revisé, vi que estaba llena de ronchitas, entonces me la llevé para la clínica; allí la examinó una doctora y me dijo que lo que ella tenía era sarampión. Le pregunté que qué era eso. Ella me explicó que era un virus en la sangre; ya con esa información, cuando llegué a mi casa, ministré a mi hija como el Señor me guió, tomé control sobre el sistema sanguíneo y maldije el virus y le ordené que se muriera en el nombre de Jesús y hablé en lenguas. Al otro día, mi hija estaba completamente normal y sin ronchas. ¡Gloria al Señor por su amor y cuidados al enseñarnos! Quiero poner un ejemplo para que se entienda mejor. Algo muy común, el dolor de

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cuello, de nuca, de espalda y en algunos casos de columna (lo que se dice popularmente como tengo un gorila encima, estrés, contaminación o cargas, como usted quiera llamarle). El crecimiento de brazos y de piernas es el milagro más fácil de obtener de parte de Dios. Usted puede ministrarse o pedirle a alguien que le ministre. Se debe de extender los brazos suavemente hacia el frente, no rígidos, uno a la par del otro, sin que se toquen entre si, después empieza a darles una orden con autoridad (no con gritos) háblele a los huesos, nervios, tendones, tejidos, ligamentos y piel: “Les ordeno a mis brazos que crezcan a su posición normal en el nombre de Jesús”, luego empiece a orar en lenguas, manteniendo sus brazos extendidos al frente suavemente, recuerde no rígidos, ore por un minuto o minuto y medio y ellos empezarán a crecer y acomodarse como usted les ordenó, en muchos casos, se va a sentir cuando están creciendo, en otros no, pero sí se verá el cambio y el alivio será de inmediato. En ocasiones usted vera un brazo más corto que el otro, esto se da cuando una persona está muy contaminada, estresada o cargada, entonces las cervicales del cuello se recogen y se inflaman y duele, por eso alguno de los brazos se verá más corto. Cuando usted les da la orden, ellos van a crecer, casi siempre el que estaba más pequeño

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crecerá más que el otro, déle una segunda orden al que está más pequeño y crecerá hasta que esté del mismo tamaño que el otro. Para que sea mas efectivo y las cervicales se acomoden y desinflamen y no quede nada de dolor, mueva suavemente su cabeza para todo lado mientras está hablando en lenguas y los dolores se le empiezan a quitar. Este mismo crecimiento hágalo con sus piernas cuando tenga dolores en la parte baja de la columna, dolores de piernas o problemas y dolores de la menstruación, pero en esta ocasión debe de estar sentada o acostada con sus piernas estiradas suavemente, teniéndolas separadas. Déle, en el nombre de Jesús, la misma orden a los huesos, nervios, tendones, tejidos, ligamentos y piel que crezcan a su posición, luego ore en lenguas y reciba su milagro. Este conocimiento yo lo recibí a través del libro: Cómo sanar a los enfermos, de los hermanos Honter a quienes el Señor usa mucho en sanidad, ya que ellos, sabiamente, se hacen acompañar de doctores y especialistas a los cuales ellos les preguntan cuál es el origen del problema en alguna persona y ya con este conocimiento y el poder el Espíritu Santo, ellos ministran y las personas son sanadas de inmediato. Quiero darle un consejo, déle toda la gloria a Dios, no sólo agradeciéndoselo sino contándolo

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a otras personas para que ellas también aprendan y reciban bendición y salud y para que usted no vaya a cometer el error de quitarle la gloria a Dios. ¿Cómo?

• Hay muchas personas que Dios les ha hecho milagros y no se lo comentan a nadie, se limitan sólo a darle las gracias. Esta clase de milagros ayuda y bendice a mucha gente y le da mucha gloria al Señor.

• También cuando Dios usa a una persona para suplirle alguna necesidad a alguien y éstos no le comentan a la persona usada por Dios, que ellos estaban necesitando eso, o que se lo habían pedido al Señor, para que la persona que fue usada por Dios se regocije por haber sido usada y también ella le dé gloria a Dios.

De esta forma aumenta la fe de las personas que escuchen su testimonio. Seamos sabios, démosle primero la oportunidad al Señor de demostrarnos Su poder, amor y misericordia antes de acudir al médico. ¿Cómo? Poniendo este conocimiento en práctica. A la vez, ahórrese mucho dinero y el gran problema de estar consumiendo tantos medicamentos. Ciento darles este consejito: Yo gracias a mi Señor soy muy sana ya que todos los días, apenas me levanto, me tomo una pastillita. Esto es lo

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primero que hago; esta pastilla se llama “gracias” y su efecto dura todo el día; ella está hecha por el laboratorio gratitud, personalmente se la recomiendo. Cuando usted sabe ser una persona agradecida con el Señor y con su prójimo, será una persona con paz y gozo. Esta actitud la(o) mantendrá saludable, todo lo contrario a una persona quejumbrosa y mal agradecida que será muy enfermiza. Querido pueblo del Señor, debemos desarrollar la autoridad que se nos ha dado y esto se consigue con la práctica. Cuando usted entra en una guerra espiritual, empieza a crecer, a madurar, a desarrollarse espiritualmente como guerrero(a) (no por lo mucho que grite, ni porque reprende todo lo que se le ocurra) sino porque lo hará dirigida(o) por el Espíritu Santo que vive en usted, lo hará con sabiduría, con autoridad, con entendimiento porque tiene un conocimiento recibido (una estrategia dada) que usted pone en práctica. Esta actitud la(o) empezará a llevar a otros niveles. Sólo así, usted podrá avanzar al reino de Dios y Su justicia, a lo sobrenatural de Dios. Si queremos ser efectivos en el servicio a Dios, debemos conocer de guerra espiritual porque es allí, mientras guerreamos, que el Señor saca cosas ocultas a la luz, ya sea de nosotros o de las personas que ministremos y debemos tener sabiduría, entendimiento, y

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conocimiento para saber qué hacer con lo mostrado.

1Corintios 4:1dice: “Así, pues, téngannos los hombres por servidores de Cristo, y administradores de los misterios de Dios”. Misterios, si somos discípulos del Señor. ¿Qué es un discípulo? Aquel que sigue a un profeta, maestro, etc. Su significado primario es aprendiz o pupilo. La tarea del discípulo es aprender, estudiar y trasmitir lo aprendido. Si hemos sido discípulos preparados por Él a través de los procesos, no se nos va a hacer difícil discernir (entender) esos misterios porque Su presencia en nosotros a través del Espíritu Santo, Su unción, nos dará la revelación, el entendimiento de lo mostrado.

Mateo 13:11 dice: “El respondiendo, les dijo: Porque a vosotros os es dado saber los misterios del reino de los cielos; mas a ellos no les es dado”. Esto, iglesia, se logra cuando andemos en humildad, obediencia, santidad y rectitud; así fácilmente, le podemos dar guerra al mundo de las tinieblas mañana, tarde, y noche y nuestras serán las victorias y toda la gloria para nuestro Rey. ¿Glorioso verdad? Si nosotros no entendemos lo importante y valioso que es el conocimiento, de nada nos va a servir

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recibirlo. Pero recordemos lo que dice la Palabra “mejor les hubiera no haber conocido” (2 Pedro 2:21). Hay muchas personas que tienen comezón por oír de Dios, pero sólo eso: oír, oír y oír. A ellos no les interesa en lo mínimo esforzarse para poner en práctica el conocimiento recibido, lo oído, para el bien de ellos mismos.

Proverbios 13:4 dice: “El alma del perezoso desea, y nada alcanza; mas el alma de los diligentes será prosperada”. Cuando el Señor nos hace llegar conocimiento es Él, literalmente, poniendo en nuestras manos un cofre con joyas. Cada vez que usted abra ese cofre (cada vez que usted pone en práctica algún conocimiento recibido), está sacando una de esas joyas y poniéndosela. En el mundo espiritual, los dones se representan como joyas. En Ezequiel 16:11,12 dice: “Te atavié con adornos, y puse brazaletes en tus brazos y collar a tu cuello. Puse joyas en tu nariz, y zarcillos en tus orejas, y una hermosa diadema en tu cabeza”. Aquí el Señor nos habla de cómo Él ha venido preparando a una persona para que reine con Él. En varias ocasiones he orado por muchas personas y veo cuando el Señor les pone un collar de perlas en el cuello y les dice: “En este momento te estoy

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dando sabiduría.”, o les veo en las manos anillos y les dice: “Te estoy dando o te he dado un don.”, o veo con mucha frecuencia cuando les pone unos brazaletes en las muñecas de puro oro, brillantes, muy parecidos a los que usaban los romanos y les dice: “Te he dado autoridad contra los principados.”, y me pide que les explique. Entonces los oriento y les digo que si el Señor les dio esa autoridad es porque van para una guerra espiritual y van a necesitarla; así que les explico cómo deben de guerrear cuando venga el ataque. Pero tiempo después he ministrado nuevamente a algunas de esas personas y les veo los brazaletes opacos, ya no parecen de oro sino más bien de bronce y el Señor me dice que es porque ellas no ponen en práctica, no les interesó el conocimiento que se les dio acerca de la guerra espiritual. Si el Señor en Su gran amor y misericordia sabe que viene un ataque para usted o que usted está bajo ataque, y por Su amor y misericordia le hace llegar el conocimiento para que usted sepa qué hacer y pueda ganarle esa batalla al enemigo para su bienestar, y gloria para Él, pero si usted no lo valora, no le interesa y no lo pone en práctica y lo desecha, entonces simplemente no ganará la batalla, no podrá avanzar y el enemigo empezará a enseñorearse en ese problema o pecado. Y si no ganan batallas, si no saben, o no

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les interesa saber cómo conquistar territorios para poder avanzar, entonces, cómo pretenden que podrán avanzar hacia el reino, o que van a tener autoridad, sabiduría y poder para reinar con rectitud y justicia. Si usted no tiene la confianza y seguridad de quién es en Cristo, habrá mucha confusión en su vida. Yo les digo a las señoras del grupo que se cercioren de estar en la voluntad de Dios con respecto a estar en el grupo, porque sino es la voluntad de Dios no van a dar la talla ya que no tendrán la disposición(el corazón) para poner en práctica lo que yo les enseño, y esto se los digo para que piensen muy bien lo que están haciendo, y constantemente les estoy recordando que es muy delicado recibir conocimiento, no valorarlo y desecharlo porque la Palabra dice en Oseas 4:6b:“Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; (no va a tener ministerio) y porque olvidaste la ley de tú Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”(no va a haber cobertura sobre los hijos). ¿Peligroso verdad? Yo debo de ser responsable tanto con el Señor como con ellas, por eso debo de advertirles lo delicado que es. De hecho, cada vez que empiezo un estudio con ellas, antes de empezar, les digo: “Recuerden, más conocimiento, más responsabilidad”. Así me

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guió el Señor a hacerlo porque se que Él les va a demandar a ellas por ese conocimiento recibido, como me va a demandar a mí por lo que yo enseñe; por eso es muy delicado servirle al Señor, porque un día vamos a tener que darle cuentas al Señor de cuál fue la intención de nuestro corazón al servirle y qué fue lo que hicimos con lo que Él nos confío. Si ellas no le van a dar importancia a las enseñanzas, poniéndolas en práctica, Dios no podrá prepararlas para que le sirvan, para que reinen. Si han sido rebeldes, perezosas y desobedientes a Su propósito y voluntad para con ellas, no tendrán el respaldo del Señor. Así que yo les aconsejo que es mejor que se retiren porque si no valoran el conocimiento, van a venir cosas difíciles y después lo van a tener que buscar pero por necesidad, con urgencia y con lágrimas. A mi personalmente no me interesa la cantidad, sino la calidad. Como dice el Señor en Levíticos 26:8: “Cinco de vosotros perseguirán a ciento, y ciento de vosotros perseguirán a diez mil, y vuestros enemigos caerán a filo de espada delante de vosotros”.Así que no necesito tanta gente, pero si personas con corazones sinceros y fieles al Señor, con deseos, con fuego por Él, que quieran servirle a Él y a Su pueblo porque ésta es la clase de personas que a uno se le facilita

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enseñar, por eso son una gran bendición. Para mi no hay nada más satisfactorio que oír cuando alguna de las señoras me cuenta cómo la está usando el Señor y cómo por causa del conocimiento que ella ha recibido, han cambiado muchas cosas en su vida y en su hogar y cómo sabe aprovechar las oportunidades que le pone el Señor en el camino para que ella se desarrollen cuando le pone personas y ella les comparte de ese Dios vivo y real que ella está conociendo y por esa causa ellos también empiezan a ser muy bendecidos. Porque ella está aprendiendo a caminar en lo sobrenatural de Dios. También me gozo cuando alguna persona me llama contándome algún testimonio porque puso en práctica el conocimiento de alguno de los libros. ¡Gloria a mi Señor por eso! Hermano, si usted ha sido llamada(o) para pastorear al pueblo de Dios, entonces, usted debe de tener un corazón de pastor, lleno de amor y misericordia por las ovejas, su preocupación debe de ser el bienestar y crecimiento espiritual de esas ovejas. Por este motivo, para usted la relación con Dios debe de ser muy importante porque así es como usted se alimenta día a día, para poder alimentar al pueblo de Dios. Si usted hermano fue llamado(a) como profeta, usted debe de ser una

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persona con un corazón dispuesto a dejarlo todo física, emocional y económicamente, si así lo requiere el Señor, por obediencia y amor a Él y a Su pueblo. Si su llamado es como profeta, le será fácil desprenderse de lo material y económico para poder ser procesado por fe en la dependencia absoluta de Dios en todo para Su servicio (1 Reyes 19:19-21). Él Señor sabe cuidar muy bien de los que le sirven con un corazón sincero. La Palabra nos dice que nosotros somos el Cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular (1 Corintios 12:27).

Efesios 4:11,12: “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”. Dice que es para la edificación del cuerpo de Cristo. Edificación: En el sentido de edificación o crecimiento espiritual, y el desarrollo del carácter de los creyentes. Este debe de ser el deseo en nuestro corazón para el pueblo del Señor, del corazón de cada uno de los que le servimos: ver cómo el pueblo del Señor crece, madura, se desarrolla espiritualmente, y avanza hacia el reino, día a día. Para eso debemos ser gente valiente, osada,

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santificada, con presencia de Dios (amor y misericordia) para saber cómo dirigir y ayudar al pueblo del Señor.

Josué 1:14b, 15 dice: “Mas vosotros, todos los valientes y fuertes, pasaréis armados delante de vuestros hermanos, y les ayudaréis, hasta tanto que Jehová haya dado reposo a vuestros hermanos como a vosotros, y que ellos posean la tierra que Jehová vuestro Dios les da”. Esa es la tarea de todo el que le sirve al Señor, pero deben de ser siervos que viven en el reposo de Jehová. Los que confían plenamente en Él, por lo tanto, dependen de Él en todo: Física, Espiritual, Emocional y Económicamente. Recordemos hermanos, que no podemos dar lo que no tenemos. El reino es lo sobrenatural de Dios en la vida de una persona para que pueda y sepa cómo servirle al Señor para Su gloria y la edificación de Su pueblo. Hoy en día, con frecuencia se escucha decir al pueblo de Dios que ya no hay dónde ir. Las personas tienen necesidades de toda índole y van a la iglesia buscando ayuda a sus necesidades y si no encuentran la ayuda Espiritual, Física, Emocional o Financiera se sienten frustrados y muy decepcionados. Y muchos están yendo a la

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iglesia sólo por cumplir, porque es un mandato de Dios (Hebreos 10:25).

En una ocasión, en una iglesia, se me acercó una hermana y me pidió que orara por el hijo que estaba en el hospital porque le iban a cortar las piernas por problemas de mala circulación. Ya habían orado por él pero seguía igual. Cuando ella me comentó eso, yo le expliqué que eso era una herencia, una maldición heredada y que hasta que no cierren esa puerta, poniéndolo a cortar con la herencia y maldición, no es sabio orar por él. Ella me dijo que sí, que era una herencia del papá y que la hija que estaba allí también tenía ese problema. La hija me enseñó una pierna con un problema serio de varices; así que la orienté para que fuera y pusiera a su hermano a renunciar a esa herencia y maldición y que atara esos dos espíritus y que los enviara al abismo, que orara en lenguas y que después le diera una orden al sistema circulatorio, ordenándole que funcionara perfectamente bien para la gloria del Señor y que volviera a orar en lenguas. Ella fue y lo hizo y el siguiente domingo, en la iglesia, la mamá me contó que ya estaba bien y que no le habían cortado las piernas. ¿Qué fue lo que yo hice? Dar conocimiento para que ella supiera qué era lo que tenía que hacer, y ese conocimiento

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practicado trajo bendición a una familia y más conocimiento en la vida de estos hermanos y la gloria para el Señor. Proverbios 20:18 dice que con dirección sabia se hace la guerra. ¿Qué fue lo que hizo esta hermana? Fue y guerreó y le arrebató al enemigo la salud y bienestar de su hermano y ganó esa batalla con el conocimiento adquirido. Ella ató a los espíritus de la herencia y maldición y después desató bendición. Cuando le ordenó en el nombre de Jesús al sistema circulatorio que funcionara correctamente, ella usó las llaves que se nos dio en Mateo 16:18,19: “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca [edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. Y a ti te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los cielos”. Por eso el enemigo no pudo prevalecer, y ellos obtuvieron el milagro y toda la gloria para el Señor. ¿Acaso no es un mandato del Señor que sanemos a los enfermos? (Mateo 10:8). Esto es lo que el pueblo del Señor anda buscando: conocimiento para saber qué hacer y qué no hacer para que a través de este conocimiento puesto en práctica puedan ver la solución de sus muchos problemas. Ellos quieren ver a su Dios contestando sus clamores,

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quieren ver la gloria de Dios en su vida, y a través de su vida; pero por falta de conocimiento no pueden obtener lo que quieren. Por falta de cosas como éstas es por las que el pueblo del Señor está desanimado, frustrado y muchos mueren espiritualmente y terminan siendo muy religiosos.

Querido pueblo del Señor, quiero darle un consejo: Si usted encuentra una iglesia donde se le enseñe a estar sano emocionalmente (no hablo de encuentros) sino conocimiento de cómo mantenerse sano emocionalmente día a día, a pesar de y se le enseñe de guerra espiritual, quédese allí y reciba todo el conocimiento que pueda y póngalo en práctica porque eso le llevará a ser un cristiano seguro, confiado, fuerte, victorioso, y con poder que le dará mucha gloria a nuestro Dios porque en su vida habrá mucho fruto. Recordemos, mi pueblo es destruido porque le faltó conocimiento. ¿Qué hubiera pasado con este hombre si no es ministrado? Lo más seguro es que le hubieran cortado las piernas y hubiera terminado frustrado y amargado en una silla de ruedas el resto de sus días. Bienestar y bendición es lo que quiere Dios para Su pueblo, y el mundo tiene que ver qué es lo que tenemos para que cuando tengan un problema y acudan a nosotros

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les podamos decir: “Eso es Pan comido para mi Dios”. Así vamos a ser testigos de ese Dios tan poderoso que tenemos. Como nos dice Su Palabra en Hechos 1:8: “pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”. Pero recordemos que el reino de Dios es: La esfera donde Dios (el Rey) vive y Sus mandamientos y decretos son obedecidos y respetados. Y cuando se deja de obedecer, se empieza a salir de ese reino; por eso el Rey no va a respaldar, ni tampoco se va a tener su cobertura. Si nosotros queremos reinar, debemos asegurarnos de que tenemos el respaldo del Rey y de saber estar bajo Su autoridad a través de la obediencia para poder tener poder de ejercer autoridad y en el momento que la ejerzamos Él nos respalde. Un cristiano sin autoridad en el mundo espiritual está desnudo (desprotegido) espiritualmente porque es un cristiano sin presencia de Dios, sin la cobertura de Dios.

Quiero compartirles cómo el Señor me confirmó la autoridad que Él me dio. En una ocasión el Señor empezó a poner carga en mí para que me comprara un anillo de oro; así que

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empecé a hacer un ahorro. Un día vino mi esposo (sé que fue dirigido por el Señor, ya que él nunca me regalaba plata) y me regaló 50 mil colones y me dijo: “Tome, para que se compre un anillo”. Él no sabía que yo estaba ahorrando para eso; eso era entre Dios y yo; eso me confirmó más que el Señor quería que me comprara el anillo. Yo no sabia por qué, ni para qué, pero yo le obedecí. Así que en mi razonar, yo pensé en mandarme a hacer uno que dijera: Jesús, y hacer un compromiso con el Señor. Pero un día, mientras ministraba a una de las señoras del ministerio, yo le tenía mis manos puestas sobre las de ella, yo tenía mis ojos cerrados y le estaba dando palabra del Señor. En ese instante, empecé a ver con mis ojos espirituales, en mi mano derecha, un anillo que decía: Pan comido. Este es el nombre que el Señor me dio para el ministerio; entonces, en mi mente le pregunté al Señor que qué era eso. Y Él me dijo: “Angie, tu compromiso va a ser con el ministerio”. Dejé de ver el anillo y seguí ministrando a la Señora. A los días me fui y di hacer el anillo como el Señor me lo mostró. Algunas personas les extraña ver un anillo que diga Pan Comido pero yo lo único que hago es obedecer. Él es Dios y a Él se le obedece, no se le cuestiona, y yo estoy agradecida y contenta

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con mi anillo porque Él me lo dio y porque sé que espiritualmente simboliza autoridad.

Génesis 41:42 dice: “Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y lo puso en la mano de José, y lo hizo vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de oro en su cuello”. Hermano(a), le recomiendo que no corra a comprarse un anillo, ni que le insinúe a nadie para que se lo regale, espere que sea el Señor el que se lo dé para que tenga el respaldo de ÉL como una autoridad en el mundo espiritual. Al poner el conocimiento recibido en práctica, usted no sólo va a empezar a descubrir la autoridad que usted tiene para ordenarle al enemigo, también descubrirá qué don o dones tiene que usted no sabía que tenía porque el Señor, al ver un corazón sincero que quiere servirle a Él y a Su pueblo por amor y misericordia, no por orgullo o vanagloria, Él la(o) sorprenderá manifestándose con poder a través suyo, con milagros, sanidades y prodigios, cuando usted ore por las personas buscando el bienestar para ellos y por ende la gloria para el Señor. Nosotros sólo somos un instrumento para hacer llegar Su poder al necesitado cuando guerreamos y les ordenamos a los demonios que se vayan al abismo, después de atarlos, porque no se les puede enviar al

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abismo si antes no se atan. Mateo 12:29 dice: “Porque ¿cómo puede alguno entrar en la casa del hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no le ata? Y entonces podrá saquear su casa”. Mientras el hombre fuerte que es x demonio que esté ocupando esa casa (porque tiene control sobre alguna área de esa persona), si no se ata, él no puede ser echado. Atar significa encadenar o atar con cualquier tipo de ligaduras. El abismo debe de ser algo horrible y terrible ya que los mismos demonios temen ir allí. En Lucas 8:31 dice que los demonios le rogaban a Jesús que no los enviara allí. Para ellos es muy importante que las personas pequen para que les habrán puertas y ellos puedan entrar y morar allí haciendo su trabajo, el cual es destruir a esa persona o usarla para herir, destruir o contaminar a otras personas; ese es su ambiente y su diario vivir; así es como se sienten bien haciéndole daño a quién se lo permita y así es como se libran de estar en el abismo. Yo siento que este actuar de ellos en el ser humano es un trabajo para ellos y el que no tiene trabajo va a tener que estar en el abismo. Estoy segura de que los demonios son más esforzados que muchos cristianos. Pero si llega alguien con autoridad y los echa fuera dice la Biblia que ellos salen y andan por lugares secos buscando reposo y como no lo hallan,

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vuelven donde la persona de donde los sacaron y si esa persona no está alimentando su relación con Dios, esa casa (persona) va a estar desocupada porque no está ni la presencia de Dios ni la del demonio. Entonces el demonio va y trae siete espíritus peores que él y entran nuevamente al hombre, entonces el estado de esa persona viene a ser peor que el primero. ¿Han visto pueblo del Señor que entre ellos hay una especie de misericordia y de hermandad; este demonio no se comporta en forma egoísta, todo lo contrario va y trae a siete demonios más para que vivan con él? Mateo 12:45 dice: “y entrados, moran allí”. Así que hermanos, no crean ese error, si les dicen que un cristiano no puede ser poseído por demonios, porque por esa astucia de maestros del error, muchos cristianos se están confiando y siguen en su pecado o algunos estando poseídos no se aperciben. Juan 6:70,71 dice: “¿No os he escogido yo a vosotros los doce, y uno de vosotros es diablo? Hablaba de Judas Iscariote, hijo de Simón; porque éste era el que le iba a entregar, y era uno de los doce”. Y Juan 13:27 dice: “Y después del bocado, Satanás entró en él. Entonces Jesús le dijo: Lo que vas a hacer, hazlo más pronto”. Querido pueblo del Señor, nosotros debemos de ser un canal de bendición para la gloria de Dios y para

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el bienestar de Su pueblo. Si vamos a ministrar a alguna persona que está siendo controlada por demonios, debemos de hacerle ver, antes de ministrarla, la responsabilidad tan grande que va a tener después de ser liberada, porque si no se le apercibe, le podríamos, más bien perjudicar, porque llegaría a estar peor, más atada y las cosas se le complicarían más y después lo que hacen es justificarse diciendo que no fueron liberados y se frustran por falta de orientación. Lo mismo pasa con las personas que el Señor usa en guerra espiritual. Ellas son personas que deben de estar muy atentas porque el enemigo no olvida los planes que usted le ha echado a perder y el territorio que ha conquistado para el Rey; él estará muy pendiente de cuál sea su proceder para ver si usted le abre una puerta por donde él pueda atacarle. 1 Reyes 20:22 dice: “Vino luego el profeta al rey de Israel y le dijo: Ve, fortalécete, y considera y mira lo que hagas; porque pasado un año, el rey de Siria vendrá contra ti”.

Cuando nosotros guerreamos con el dedo índice les damos una orden a los demonios para que se vayan de la vida de una persona o de algún lugar donde se encuentren. Lucas 11:20 dice: “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios, ciertamente el reino de

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Dios ha llegado a vosotros”.cuando alargamos nuestra mano ordenándoles que se vayan al abismo, nosotros metemos nuestra mano en ese mundo espiritual donde ellos moran, por eso las personas que ministramos, a veces nos contaminamos y nos cansamos y en algunos casos nos duelen los brazos. Las manos son un instrumento muy poderoso en la guerra espiritual, por eso la Biblia dice que el Señor adiestra (enseñar, instruir) nuestras manos para la batalla y nuestros dedos para la guerra (Salmo 144:1). Él nos enseña a usar las manos cuando estamos siendo atacados, para saber cómo parar los dardos del enemigo. Es sabio descontaminar nuestra carne después de ministrar para que no nos vaya a afectar esa contaminación en nuestra salud, y para no contaminar nuestra cama y así poder tener sueños tranquilos y reparadores y una buena salud, para seguir sirviéndole al Señor (2 Corintios 7:1). Nuestras manos deben ser manos santificadas; si están santificadas, serán manos llenas de poder para que los demonios obedezcan de inmediato, no dos horas después.

En 1 Timoteo 2:8 el Señor nos dice: “Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos santas, sin ira ni contienda”. Sin ira ni contiendas, una persona

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con manos santas es una persona madura espiritualmente que sabe quién es en Cristo, por lo tanto, no es cualquier cosa la que la haga enojar, sabe mantenerse sana emocionalmente, con un corazón sano, estable, lleno de paz y gozo, por eso en esta clase de personas, no se va a encontrar ni ira, ni contienda. La ira en el hombre es pecaminosa, es fruto de su naturaleza caída, de su egoísmo, es un estado de ánimo (emociones) muy perturbador y muy destructivo. Proverbios 15:18 dice que el hombre iracundo promueve contiendas (es un sembrador de cizaña). Contiendas: Discusiones debates pleitos. Cuando el Señor mandó a 70 de los que lo seguían, Él les dio órdenes específicas (conocimiento, estrategias) de qué era lo que tenían que hacer y cuando ellos regresaron venían gozosos porque vieron que los demonios se les sujetaban. Lucas 10:17 dice: “Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre”.

Entre más pongamos en práctica el conocimiento recibido, entre más obedezcamos las estrategias dadas, seremos más audaces para ministrar liberación, sanidad y restauración al pueblo del Señor; entonces, seremos respetados por los demonios. Si obedecemos a este

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mandato, llegará un momento en que se nos hará muy normal practicar la guerra espiritual y veremos la gloria del Señor con frecuencia para que halla un despertar en el pueblo del Señor; entonces, viviremos como debe de vivir el(la) hijo(a) del Rey, en victoria, relajados, tranquilos, confiados, llenos de paz, gozo, y contentamiento, sin temor alguno, siendo de bendición a otros que lo necesiten y podremos ministrarles para que sean libres, sanos, restaurados, bendecidos y sabremos aconsejarles con sabiduría, dándoles estrategias para que se mantengan en victoria como debe de vivir el pueblo de Dios, para testimonio al mundo porque no tenemos un Dios del montón, tenemos al único y verdadero Dios, al creador y dueño de todo lo bueno que existe en este mundo, y no hay poder que se iguale a su poder. Pueblo del Señor, si andamos en santidad y tenemos Su ADN, entonces, tenemos autoridad de lo alto y nadie nos va a poder hacer frente. Nosotros no nos convertimos en guerreros(a) de la noche a la mañana, o porque decimos que lo somos (decirlo no requiere de ningún esfuerzo), o porque un día fue a un seminario de guerra espiritual, sino porque usted es un practicante de la guerra espiritual. Eso lo(a) identifica como un(a) guerrero(a) por sus victorias, porque usted sabe qué hacer cuando las batallas llegan

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a su vida y sabe cómo moverse en el mundo espiritual. Por eso ve lo sobrenatural de Dios en medio de sus batallas; es así como día a día usted va avanzando al reino. Recordemos lo que dice la Palabra de David en 1 Samuel 18:7: “Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles”. Eso fue lo que provocó los celos de Saúl. Los guerreros debemos conocer muy bien cómo cancelar y guerrear los celos, las envidias, y las palabras de juicio y maldición de los Saúles que tenemos a nuestro alrededor por causa del respaldo, de las victorias que nos da el Rey en las guerras que enfrentamos. El conocimiento, el entendimiento, la sabiduría y la fe que usted recibe cada vez que va a la guerra y gana la batalla es lo que usa Dios para tratar con nosotros para darnos formación y carácter para que podamos seguir avanzando a otro nivel, y poder seguir conquistando territorios camino al reino, a la vez que se va multiplicando por causa de que usted es un guerrero(a). Nuestro Padre, nuestro Rey dice la Biblia en Éxodo 15:3 que es barón de guerra: Jehová es varón de guerra; Jehová es su nombre. Nosotros igual que Él debemos de ser gente guerrera, si es que tenemos Su ADN, si es que somos Sus hijos. ¿Acaso los hijos no se parecen a sus padres? Yo les digo a las señoras

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del ministerio que yo no tengo poder ni para sanar un zancudo, pero el que mora en mí, el Mero, Mero (como yo le digo) es todo poder y en Su nombre haré maravillas y proezas, para su gloria y edificación de Su pueblo. Pueblo del Señor, recuerde que una persona sembró en usted una semilla (cuando aceptó al Señor) otro empezó a regar esa semilla(a darle conocimiento) pero Dios es el que le va a dar el crecimiento, si es que usted quiere y decide obedecer ese conocimiento recibido para que pueda crecer, madurar y avanzar. 1 Corintios 3:6 dice: “Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios”. Recordemos que Dios no obliga a nadie; Él nos hace el llamado para reinar. Si nosotros aceptamos su llamado, Él nos empezará a preparar. La preparación, pueblo del Señor, no es fácil, es al principio dolorosa porque hay que morir, por las decisiones radicales que hay que tomar, porque si queremos reinar, debemos, primeramente, aprender a ser personas muy, pero muy obedientes con el Rey de reyes, para poder tomar esas decisiones y después hay que ser valientes por las consecuencias que nos vayan a generar las decisiones tomadas por causa de la obediencia. Unas de las primeras decisiones a tomar van a ser renunciar y dejar los dioses en los que usted ha venido confiando

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para empezar a confiar en el único Dios verdadero. Les recuerdo, la obediencia siempre trae consigo recompensa. Deuteronomio 28 nos lo dice muy claro. Por eso debemos ser personas esforzadas, preparadas, con conocimiento para saber cómo ir a la guerra y mantenernos firmes cuando los ataques (la guerra) empiecen porque habrá muchos enemigos en el camino que no van a querer que usted avance, para que no llegue a reinar, porque si lo logra, será de gran valor para el reino y para el pueblo del Rey y un gran estorbo y molestia para los enemigos del Rey. El Señor quiere enseñarnos a depender de Él en todo para que no nos desviemos del camino y que el propósito que Él tiene con nosotros se pueda llevar a cabo exitosamente. Cuando el Señor nos empieza a enseñar a depender de Él, es para que la fe que hay en nosotros se empiece a desarrollar, porque la vamos a necesitar grandemente cuando se nos presenten los obstáculos, las montañas y los gigantes en el camino. Mateo 21:21 dice: “Respondiendo Jesús, les dijo: De cierto os digo, que si tuviereis fe, y no dudareis, no sólo haréis esto de la higuera, sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho”. Las montañas representan los obstáculos, aparentemente insuperables, y son símbolo de continuidad eterna y estabilidad.

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Isaías 54:10 dice: “Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo Jehová, el que tiene misericordia de ti”. Si hacemos de Él nuestro refugio y aprendemos a depender de Él en todo y por todo, fácilmente podremos avanzar al reino, porque se nos hará fácil creerle al Rey todo lo que Él nos ha prometido; entonces esa fe será la que nos impulse para poder continuar, a pesar de los obstáculos; la fe es necesaria para poder apagar los dardos (duda confusión, temor, incredulidad, heridas resentimientos etc.). La fe activa nos llevará a entender el poder que hay en el nombre de Jesús; así podremos enfrentar cualquier gigante y decirle como le dijo David a Goliat: “Tú vienes a mí con espada, lanza y jabalina; más yo vengo a ti en el nombre de Jehová de los ejércitos”. Cuando somos guerreros practicantes de la guerra espiritual, llegaremos a tener esa misma fe, seguridad y confianza que tuvo David. Estas son virtudes que se van a ir desarrollando durante la guerra espiritual. Uno de los enemigos muy astuto al reino que se va a empezar a mover para confundir y desviar del camino al reino es auto conmiseración. Personas que empezaron a ser preparadas por el Señor, un día se desviaron del camino al reino porque

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dejaron de depender de Dios y empezaron a depender de los hombres haciéndoles ver sus necesidades para que ellos les dieran la ayuda que estaban necesitando en ese momento, ya sea espiritual, emocional o económica. Ellos vieron que era más fácil (mendigar) que confiar y esperar por fe en el Señor. Ellos continuaron con esa actitud incorrecta porque así no iban a tener ni que esperar, ni que esforzase en las pruebas creyéndole al Señor. Ellos se negaron a ser pasados por el proceso de la escasez para aprender cómo es que el Señor suple cada una de las necesidades de sus hijos por fe y así conocer personalmente a Jehová Jireh. Si queremos ser usados por el Señor, tenemos que ser gente de fe. Y la escuela empezará en uno mismo, con el que fue llamado para que le sirva, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Si le vamos a servir, debemos de ser personas de las que Él se agrade y es por la fe que vamos a recibir lo prometido por Él. A muchos, con esta clase de actitudes de mendigos que no tiene que ver nada con el reino, con un hijo del Rey, se les convirtió en un estilo de vida y sin darse cuenta, esa fue la causa que los desvió del camino al reino (a lo sobrenatural de Dios) y así han continuado por años sin poder mostrarle al mundo al Dios vivo y real que es ÉL. Las pruebas es lo que usa el Rey para probar quién

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es apto para que pueda reinar y son las que nos dan la formación para poder pertenecer a la realeza cuando aceptamos pasar por los procesos decretados por el Rey. Cuando el Señor escogió a David para que fuera rey de Israel, lo empezó a preparar para el propósito que el Señor tenía con él desde que era un simple pastor de ovejas y lo primero que le enseñó fue a depender de Él.

En 1Samuel 17:33 Saúl le dice a David: “No podrás tú ir contra aquel filisteo, para pelear con él; porque tú eres muchacho, y él un hombre de guerra desde su juventud”. Y David le responde en los versículos 34,35: “Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada, salía yo tras él, y lo hería, y lo libraba de su boca; y si se levantaba contra mí, yo le echaba mano de la quijada, y lo hería y lo mataba”. Y después añade David: “Jehová, que me ha librado de las garras del león y de las garras del oso, él también me librará de la mano de este filisteo. Y dijo Saúl a David: Ve, y Jehová esté contigo”. Esa respuesta es la de una persona que está segura y confiada en su Dios; es la respuesta de una persona que depende totalmente de Dios (su vida estaba en juego),

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porque años atrás el Señor lo venía preparando para este encuentro y muchos más, porque David iba a tener que enfrentarse a muchos enemigos, a muchos gigantes antes de poder llegar a reinar. Empezando por el gigante de los celos y la envidia que gobernaban la vida de Saúl. Los celos es un espíritu (Ezequiel 8:3b “donde estaba la habitación de la imagen del celo, la que provoca a celos”). Algo que día a día, lamentablemente, aumenta dentro del pueblo del Señor y sobre todo en muchos líderes. ¿Querido pueblo del Señor, cuáles son los enemigos que no le han permitido avanzar? Cuando un león o un oso llegaba a llevarse las ovejas del rebaño, lo más seguro es que David clamaba a Dios para que le ayudara (dependencia de Dios, no tenía otra salida) ya que él mismo dice: “Jehová me ha librado de las garras del león y de las garras del oso”; él le da todo el crédito al Señor; a la vez, el Señor lo estaba entrenando (como guerrero) para el propósito que tenía con él. Al estar viendo David la fidelidad del Señor cada vez que él se enfrentaba a esos enemigos y los derrotaba, sucedía algo y era que él se fortalecía y adquiría más confianza y seguridad de quién era su Dios; a tal grado, que cuando escuchó a Goliat ofendiendo al pueblo de Israel, lo que le dio fue coraje y se violentó, no le tuvo temor. Goliat no

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lo intimidó como intimidó al resto del ejército de Saúl, aunque David era sólo un muchacho.

En 1 Samuel 17:10,11 dice: “Y añadió el filisteo: Hoy yo he desafiado al campamento de Israel; dadme un hombre que pelee conmigo. Oyendo Saúl y todo Israel estas palabras del filisteo, se turbaron y tuvieron gran miedo”. ¿Qué era lo que usaba el Señor para entrenar a David? Las batallas que tenía que tener David para defender las ovejas. ¿Defiende usted, pastor, a sus ovejas cuando viene el enemigo en contra de ellas? Dios es un Dios todo poder y el mundo tiene que ver la diferencia entre ellos y el pueblo del Señor, un pueblo valiente, audaz, de coraje y autoridad, un pueblo bendecido y feliz para que la gente del mundo quiera acudir a Él en su necesidad y no se vuelvan a pedir ayuda a otros dioses. David llegó a entender que si el Señor estaba con él, él le podría hacer frente a cualquier situación; por eso, no le intimidó el tamaño de Goliat; aunque fuera gigante, él tenía seguridad en el que él había puesto su confianza y ese era Jehová. David aprendió a depender del Señor y siguió dependiendo de Él cuando iba camino al reino y aún cuando llegó a reinar siguió dependiendo de Él (hombre sabio e inteligente). David no se movía cuando tenía algún asunto que resolver si

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no consultaba. Primero, para saber cuál era la voluntad de Jehová. Eso, hermanos, es dependencia. En 1 Samuel 23:2-4 vemos a David consultando al Señor para saber qué es lo que debe de hacer y el Señor le dice qué es lo que tiene que hacer; sin embargo, cuando se lo hace saber a los hombres que están con él, estos sienten miedo, y se lo hacen saber a David, a tal grado, que David es intimidado, contaminado por el temor que hay en ellos: pero sabiamente, David vuelve a consultar al Señor y el Señor le dice que vaya porque Él los entregará en sus manos. Ya fortalecido por el Señor, David toma coraje y anima al resto de los hombres. Entonces se van y derrotan a los filisteos y libran al pueblo de Keila. Ésta debe de ser la actitud de un líder que tiene su confianza y dependencia en Dios; no porque lo diga, sino porque está demostrándolo al ganar sus propias batallas. Por eso sabe cómo animar y enseñar al pueblo para que vaya a la guerra, para que sea un pueblo que camine en libertad y en victoria. Recordemos quiénes eran los que estaban con David: eran hombres valientes, mata gigantes (2 Samuel 23:8-23). David no razonaba, David consultaba la voluntad del único que lo puede todo y lo sabe todo y simplemente obedecía; eso era lo que lo llevaba a la victoria. Si David hubiera sido un mal pastor, no le hubiera

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importado que las ovejas de su padre fueran devoradas por leones u osos. Entonces no hubiera sido preparado y ungido para el propósito glorioso que Dios tenía para él y a través de él. Dios no usa a gente apática, perezosa, emocionalista o vaga que no le gusta esforzarse, ni a gente religiosa, desobediente, ni orgullosa. Si queremos reinar en el reino de Dios y Su justicia, si queremos caminar en lo sobrenatural de Dios, debemos ser gente que ame al Señor sobre cualquier cosa y por ello obediente, humilde, osada, violenta y esforzada.

Mateo 11:12 dice: “Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan”. Un violento es uno que se esfuerza por entrar en el reino a pesar de una fuerte oposición. Les contaré algo porque sé que a muchos les servirá. Yo no acostumbro andar de iglesia en iglesia; si me paso de iglesia, es porque me pasé de casa y de inmediato lo pongo en oración para saber en cuál iglesia me debo de congregar. Yo no puedo decidir a cuál iglesia voy a ir porque mi vida la dirige el Señor. Así que cuando estoy segura de a cuál es la que Él quiere que vaya, allí me quedo, pase lo que pase, hasta que sea Él, el que me retire de ese lugar ¿Por qué? Porque si Él me lleva allí, lo hace con un propósito y yo

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debo de ser eficiente en el propósito para el cual fui llevada. Si yo no fuera una persona madura y no supiera cómo trabaja el enemigo, a la primera ofensa, pedrada, crítica, chisme, murmuración o cizaña en contra mía, a través de una calumnia o mentira que levanten contra mí, simplemente me iría para otra iglesia, pero Dios no podría avanzar conmigo al mostrarme cosas, para que yo aprenda y después pueda enseñarlas a otros, porque si me voy es inmadurez y eso es lo que precisamente quiere el enemigo. Si yo me voy para otra iglesia sin la aprobación del Señor, antes del tiempo del Señor, o enojada por algo, entonces Él me haría regresar hasta que se cumpla el propósito por el cual Él me llevó a ese lugar, si es que quiero avanzar al reino. Así que mejor obedezco y dispongo mi espíritu para obedecerle en lo que Él quiere que yo haga o diga. Así voy a estar en Su voluntad, por lo que, de seguro, voy a ser muy bendecida, tanto por mi obediencia, como por el conocimiento que Él me da. Así Él me va a hacer entender y así voy a poder avanzar al reino.

El Salmo 32:8 dice: “Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar; Sobre ti fijaré mis ojos”. Mucho pueblo del Señor anda de iglesia en iglesia, sin estar, ni en la voluntad del Señor, ni en Su propósito porque

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un día fueron atacados por el enemigo para detener el propósito con ellos en ese lugar y ellos ni cuenta se dieron, y quedaron rezagados en el camino y no van a poder avanzar al Reino, a lo sobrenatural de Dios, hasta que obedezcan, y así pasan los años estancados espiritualmente, viviendo una vida religiosa, y en esa condición, muchos están sirviendo en un ministerio. Esto me lo enseñó el Señor cuando yo tenía poco tiempo de convertida, precisamente para que yo no fuera imprudente y que no se detuviera Su propósito en mi. Así que hoy en día, cuando llego a una iglesia, casi siempre, en el primer culto, el Señor empieza a mostrarme cosas de esa iglesia y me dice que hable. Como yo ya pasé por el proceso del qué dirán y conozco que si Él muestra algo no es para chisme sino para que hable y que se tomen cartas en el asunto, yo voy y hablo. Sin embargo, el 95% de las iglesias no me lo recibe porque dicen que no me conocen. ¿No es mejor que el Señor use a una persona que no conoce nada de la iglesia? Y qué les cuesta ser agradecidos y someter la palabra dada al Señor. ¿No es Él el dueño de la iglesia? El Señor me sigue dando palabra y mostrándome cosas y me dice que hable; yo hablo pero casi siempre empiezan a cuestionar la palabra dada. ¿Quiénes son los que cuestionan la palabra? Generalmente los

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religiosos. ¿Quiénes eran los que siempre estaban cuestionando a Jesús? Los religiosos de ese tiempo (Marcos 2:6-8). ¿Y por qué lo hacían? Por celos y envidia. La envidia desea privar al otro de lo que tiene. El celo desea poseer lo mismo que esa persona tiene. Poco tiempo después empiezo a ver cómo se sembró cizaña en contra mía ¿Cómo me doy cuenta? Porque empiezo a ver a algunas personas que me saludaban cariñosamente y hasta me bendecían al saludarme (después de que las vieron hablando conmigo) que ya no me saludan y a otras que a pesar de que nunca han hablado conmigo me hacen mal modo. Sólo Dios y ellos saben qué les han dicho de mí. Así de dañina es la cizaña con esta clase de actitudes. Hay muchas personas en las iglesias tanto dentro del pueblo del Señor como en los líderes. Yo ya estoy más que acostumbrada porque en Su gran misericordia el Señor me preparó para esta clase de ataques porque Él sabía que al mandarme a hablar iba a ser muy atacada. Estoy, más que apercibida, desde hace más de 20 años de cosas mayores que van a venir en contra mía por causa de mi llamado. Hermano(a), para ser un profeta legítimo de Dios hay que estar muy preparado por el Señor. Antes de empezar a servirle, se debe conocer muy bien de guerra espiritual y de sanidad

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interior porque el verdadero profeta de Jehová es muy, muy atacado; él constantemente tiene que estar guerreando por causa de los ataques que vienen a su vida a través de las palabras de juicio y maldición que hablan sus enemigos en contra de él por lo hablado de parte de Dios y por los celos y envidia de los religiosos. Como dice Su Palabra en Mateo 5:11-12: “Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros, mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos; porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros”.

Todo lo contrario al profeta Jezabélico, ya que él usa mucho la lisonjería y por eso muchos lo quieren. Él les dice lo que ellos quieren oír aunque sólo sea una emoción. Si le somos fieles al Señor, de seguro que Él será más que fiel. Personalmente puedo decir que aunque soy muy atacada también soy muy amada y defendida por mi Señor y Él me ha enseñado a ser muy prudente. Esto lo aprendí desde un día que me apercibió y me dijo refiriéndose a unos líderes de una iglesia: “Ten mucho cuidado como caminas, porque ellos están esperando a ver en qué fallas para atacarte”. Bueno la Palabra nos habla muy claro acerca de esto en Mateo 10:16:

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“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas” y en Mateo 10:22: “Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo”.

Un día, en una iglesia, mientras esperaba que empezara el culto, el Señor me dijo: “Angie, nunca le pongas florcitas a mi Palabra”. Yo no entendía por qué me decía eso porque yo aún no sabía que tenía el llamado de profeta, pues era muy bebé espiritual. Pero con el paso del tiempo, lo entendí perfectamente. Sé que debo de decir lo que Él me dice que diga y como Él me lo dice, aunque me desprecien, me apedreen, me calumnien y cuantas cosas más se le ocurra a todo insensato hacer en contra mía. Pero es que en mi mente tengo muy, pero muy presente, que un día voy a estar ante Dios dándole cuentas de lo que hice con lo que Él me dio y me pidió que hiciera y eso me da temor, temor reverente. Yo pienso que Dios es un ser tan exageradamente poderoso y glorioso que Su Palabra nos dice que no hay hombre que lo vea y viva. Y pensar que un día voy a tener que estar frente a este Ser tan Supremo dándole cuentas me pone a pensar. El Señor es muy fiel; Él siempre me apercibe cuando algo o alguien

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se ha levantado contra mí. Esta clase de experiencias las tengo casi siempre en mi vida porque, lamentablemente, hay demasiado orgullo, ego, religiosidad, emocionalismo y temor al qué dirán dentro del pueblo del Señor; ese ha sido mi caminar en el Señor por causa de mí obedecer a lo que el Señor me manda y es que hable lo que Él me muestra. Pero Gloria al Señor que me enseñó sanidad interior, porque Él que todo lo sabe sabía perfectamente que yo iba a necesitar este conocimiento en gran manera. Así es como me mantengo sana y firme a pesar de, como está escrito en Su Palabra e 2 Corintios 12:10: “Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte”. Los que le servimos fielmente al Señor siempre vamos a tener persecuciones; pero si le somos fieles a Él, Él levantará bandera por nosotros. Por eso es tan necesario, pueblo del Señor, ser preparados por el Señor a través de la escuela del Espíritu Santo para saber cómo lidiar con situaciones como éstas y no quedar herido o muerto espiritualmente en el camino por los enemigos cuando vamos hacia el reino para reinar con Él. A cuántas personas ha querido preparar el Señor para que le sirvan, para que reinen con Él pero cometen el gran

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error de ponerse a servir antes del tiempo señalado por Él y al no estar maduros espiritualmente, al primer ataque que el enemigo les tira, ellos, por falta de madures y conocimiento, son heridos y muchos se van de la iglesia heridos y resentidos. Así es como el enemigo empieza a hacer su trabajo con ellos para estorbarles y no permitirles avanzar. Hermano(a), le aconsejo, si usted salió de una iglesia resentido con alguien, es mejor que se ponga a perdonar lo más pronto, para que se sane y si usted fue el causante de ofender, herir o resentir a alguna persona, póngase a cuentas con esa(s) persona(s) lo más pronto porque sino, usted no podrá avanzar, y si usted se pone a servir con un corazón herido, o con un problema sin solucionar, usted terminará convertido en un religioso y los religiosos son los enemigos del Señor dentro de Su pueblo. El Señor quiere prepararla(o) para que le sirva; es mejor que obedezca porque sino el Señor no podrá completar el propósito que tiene con usted. La desobediencia es rebeldía; si no se le obedece, lo que usted hace es estancarse hasta que decida obedecer y no se puede tener ni poder ni autoridad de parte de Dios si se está en desobediencia y en rebeldía y no podrá llegar a ser un guerrero(a) para que pueda conquistar sus territorios (áreas en su vida) y todo lo prometido

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por Dios para usted, ni podrá avanzar y enseñar a otros, ni podrá llegar a reinar. ¿Por qué? Recordemos quién es el que se mueve en la desobediencia.

Efesios 2:2b dice: “Conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia”. Hay un espíritu que guía la vida de las personas cuando desobedecen y entre más se desobedezca más se enseñoreará él en esa persona hasta que decida humillarse y obedecer; entonces él perderá el control sobre esta persona. La primer vez que el Señor me mandó a hablar yo le puse cuatro señales para entender que era Él el que me estaba enviando ya que en mi había cierto temor. Primero, que no fuera Él el que me estaba hablando y que yo fuera y exhortara a unas escogidas por Él. Segundo y si era Él yo debía de obedecerle porque aunque no entendía muy bien las consecuencias de la desobediencia, ya que yo sólo tenía dos añitos y medio de convertida, así que no sabia mucho de eso, pero sí había cierto temor en mí de desobedecerle. Gracias a mi Dios que me comprendió y me cumplió las cuatro señales. Así que yo fui tranquila, pero también iba apercibida porque Él me dijo: “Te van a exhortar” (me apercibió). Yo fui enviada a unas líderes de un grupo de

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oración, en una iglesia, porque al Señor no le gustaba lo que sucedía después de que terminaban de orar y era que se ponían a comentar y levantar chismes de lo que el Señor había sacado a la luz. Cuando yo les dije lo que el Señor me pidió que les dijera, ellas se enojaron mucho (orgullo todo lo contrario a humildad y aceptar). Entonces yo les dije: “Por qué no oramos y le damos el control al Señor”. Ellas aceptaron y nos pusimos a orar. Ellas eran dos señoras que el Señor usaba, a una con el don de lenguas, y a la otra con la interpretación de las lenguas. Así que cuando estábamos orando, lo único que se dio fue exhortación para mí, diciéndome qué quién me creía yo para llegar a exhortar a las ungidas de Jehová. Yo escuchaba eso, pero lo escuchaba como muy lejos, porque yo estaba atónita, me sentía como metida en una burbuja de felicidad. Lo único que había en mi mente era que Dios me había hablado; me sentía tan feliz, tan privilegiada, que lo demás no tenía importancia porque las señales que le había puesto se habían cumplido y lo último que Él me dijo fue que me iban a exhortar y eso se estaba dando en ese momento. Yo no podía asimilar cómo Dios, ese Ser Supremo, tan grande y poderosa que dice la Biblia que la tierra es el estrado de sus pies, se dignara a hablar conmigo y a usarme; yo

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simplemente estaba feliz. Por un tiempo fui el plato fuerte de estas señoras de esta iglesia y en ocasiones si me topaba a alguna se me quedaba viendo como si yo hubiera cometido un crimen (es parte del precio que hay que pagar). Pero, a los meses, el Señor deshizo esa reunión; eso era señal de que no se le obedeció.

Pueblo del Señor, servirle al Señor en cualquier ministerio es para valientes, si se le sirve conforme a Su voluntad. En muchas iglesia, los lideres no conocen de guerra espiritual, ni tienen conocimiento de lo que se mueve en el mundo espiritual. Algunos, al no entenderlo porque desconocen, juzgan, critican, y hasta pueden llegar a blasfemar. Todo es por la falta de conocimiento (revelado) porque muchos tienen mucho conocimiento teológico, mucha letra, pero nada más; ellos no entienden lo espiritual porque no se les ha revelado. En una ocasión, hablando con un teólogo que me decía una y otra vez todos los títulos que tenía (eso alimenta el ego), yo le di testimonio del milagro que hizo el Señor cuando yo no podía tener hijos sino me operaban y que yo quería una niña. Le dije cómo el Señor me sanó y me dio la niña que yo quería. Pues déjeme contarles que salí regañada porque él me decía que yo no debía de contar eso y me puso un ejemplo (en

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ese momento estaba otra hermana en Cristo con nosotros) y me dijo: “Es como si ella no pudiera tener hijos y le estuviera pidiendo al Señor que la sane y el Señor no la sana y la escucha a usted contar eso, ella se va a preguntar: ‘por qué a ella si la sana y a mi no’”. Cuando yo escuché eso, me quedé callada porque por experiencia propia nunca me he podido entender con un teólogo, porque lo espiritual, lo sobrenatural es locura y hasta ridículo para una mente con tanto razonamiento humano. Porque si usted se mueve en lo sobrenatural de Dios, la mayoría de ellos siempre van a tener alguna respuesta contraria, muy cargada de razonamiento y de letra. Algunos, por su gran orgullo, al no entender, se justifican con cualquier razonar (falta de humildad). Ese día creo que pequé; después le pedí perdón al Señor por mi pensamiento porque pensé: que hombre más simple y tonto, pensar así, de qué le sirven tantos títulos; la Palabra dice en Mateo 11:25(DHH): “En aquel tiempo, Jesús dijo: ‘Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has mostrado a los sencillos las cosas que escondiste de los sabios y entendidos’”.

Nosotros fuimos creados para honra y alabanza de Su nombre; eso dice la Biblia y yo

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lo creo, por eso disfruto tanto hablando y contando de las locuras maravillosas que ha hecho y hace el Señor en mi vida. Y la Biblia respalda mi proceder en el Salmo 145:6: “Se hablará de tus hechos poderosos y terribles, y yo hablaré de tu grandeza”. Muchos de ellos tienen problemas con el orgullo por sus muchos títulos y sus muchas palabras raras que sólo ellos las entienden y que en nada edifican a la iglesia, pero si les alimenta el ego. Ellos por no haber pasado los procesos, a la manera de Dios, ministran mucho razonamiento humano a un pueblo que le gusta que sus emociones sean ministradas, en lugar de darles conocimiento revelado. Si usted, hermano líder, es una persona espiritual y dependiente del Espíritu Santo, usted tendrá palabra revelada del Señor con regularidad, así podrá alimentar la iglesia que usted tiene a cargo, con pastos verdes. Ese es su trabajo y responsabilidad ante los ojos de Dios y de la iglesia; entonces esa será una iglesia madura, ungida y muy bendecida. Eso es lo que hará Dios con nosotros si somos personas humildes, obedientes dejándonos moldear a través del conocimiento que nos hace llegar para aprender y entender que es sólo de Él de quien debemos depender en cada circunstancia de nuestra vida. He visto como un pastor que es teólogo ha cambiado grandemente su manera de

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enseñar porque ha empezado a haber un despertar en él por causa de los libros que he escrito y que él usa. ¡Gloria a mi Señor por eso! David amaba sus ovejas a tal grado que exponía su vida por ellas; lo mismo que Jesucristo por nosotros quien nos ama tanto que puso su vida por nosotros. Hermano pastor ¿Ama usted las ovejas que el Señor le ha puesto a su cuidado? Si usted las ama, amará recibir conocimiento para procesarlo primeramente en su vida (ponerlo en práctica en usted) el tiempo que Dios considere necesario para que usted aprenda, para que se desarrolle y entienda cuál es el proceso a seguir, para que así se lo pueda enseñar a sus ovejas con poder y autoridad. Usted va a adquirir este conocimiento sólo cuando lo procese. Iglesia del Señor, se debe de tener mucho cuidado de qué hace usted con el conocimiento revelado que le llega, porque usted podría usarlo para alimentar su ego, orgullo, y qué dirán. Hermanos, recordemos que estas áreas son las primeras que el Señor quiere que mueran en nuestra vida para poder usarnos. No debemos de alimentarlas; todo lo contrario, estas áreas deben de estar muriendo día a día. Debemos tener el suficiente discernimiento para poder ver y entender cuándo el enemigo está usando algo o a alguien para alimentar esas áreas y parar toda ministración, porque lo que se

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va alimentar a través del orgullo es la religiosidad y la desobediencia y en la vida de un religioso y un desobediente no hay ni habrá presencia de Dios sólo emocionalismo, mucho razonamiento humano, y muerte espiritual. Hermano, le aconsejo que antes de cuestionar el conocimiento que usted lee en este libro, se pregunte por qué lo cuestiona; tal vez descubra algo que hay en usted, que usted no sabía que tenía; después pregúntele al Señor si es Su voluntad que usted ponga en práctica en su vida algo de este conocimiento, no sea que usted se revele y se encuentre peleando contra Dios. En Hechos 5:38-39 dice: “Y ahora os digo: Apartaos de estos hombres, y dejadlos; porque si este consejo o esta obra es de los hombres, se desvanecerá; mas si es de Dios, no la podréis destruir; no seáis tal vez hallados luchando contra Dios”.

En una ocasión, una hermana me contó que en la iglesia a la que estaba asistiendo les enseñaban a reprender al espíritu de estupor (estupidez). Estupor es el embotamiento del sentido espiritual. Embotamiento es atontarse o perder capacidad de razonamiento, debilitar una facultad o sentimiento. Como ella leyó mi libro Ligaduras del Alma donde yo explico que ese espíritu no se puede reprender porque es

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enviado por Dios a las personas que reciben conocimiento y no les interesa y lo desechan, y que sólo con arrepentimiento genuino es que van a poder ser libres de este espíritu que los tiene haciendo estupideces, ella habló con el pastor y le dijo que había leído en un libro que no se podía reprender ese espíritu. Él se molestó (orgullo) y le dijo que le llevara el libro. Ella se lo dio y él pudo confirmar que lo que ella le decía era cierto; sin embargo, este pastor, por su orgullo, su ego, o el qué dirán se rebeló y siguió enseñando a la iglesia a reprender este espíritu. Con esta actitud, él está demostrando su gran soberbia para con Dios. La soberbia es un deseo y pretensión de superioridad sobre los demás (pretensión de autosuficiencia y auto exaltación), junto con un rechazo de sometimiento a Dios. La soberbia es un estado opuesto a la humildad. El soberbio no reconoce su dependencia de Dios. La soberbia es aborrecida por Dios y conduce al más desastroso de los fines. Números 15:30,31 dice: “Mas la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo. Por cuanto tuvo en poco la palabra de Jehová, y menospreció su mandamiento, enteramente será cortada esa persona; su iniquidad caerá sobre ella”.

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La actitud de este pastor demuestra que a él no le importa la condición espiritual de la iglesia. ¿Y cuando Dios le pida cuentas de esa iglesia? Ella me contó que cuando él lo hacia la volvía a ver a ella como retándola. Este pastor no se estaba revelando contra la hermana, lo estaba haciendo contra el Señor. La Palabra dice en Nahum 1:2 (DHH): “El Señor es Dios celoso y vengador: se venga de los que se le oponen, y se enoja con sus enemigos”. Y el versículo 9 dice: “¡Nadie puede oponérsele dos veces!” Por amor a él y a las ovejas de esa iglesia, Dios permitió que él recibiera ese conocimiento; sin embargo, él lo desechó porque fue más importante el qué dirán por ser un ególatra. Estoy segura de que el Señor siguió tratando con él; pero si él sigue rebelándose contra la voluntad del Señor, y no se humilla y confiesa a la iglesia su error, por el bien de la iglesia, será desechado del sacerdocio por el Señor; él seguirá allí como pastor pero sin el respaldo de Dios, siendo un gran estorbo para lo que quiera hacer el Espíritu Santo en medio de Su pueblo y lo único que hará este líder será contaminar con rebeldía a las ovejas que están a su cuidado porque eso es lo que hay en él, y lo que el líder tiene es lo que va a dar. Si se quiere un avivamiento en una iglesia o dentro del pueblo del Señor, el Señor siempre empezará

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por la cabeza. ¿Cómo? Santificándola, purificándola, y humillándola para poder derramar Su gloria. Este pastor está ciego y sordo espiritualmente y no puede entender que para él está siendo más importante lo que piensen de él que su propia salvación. ¿No es acaso eso una estupidez? Todo por haber descuidado la humildad o porque no aceptó ser pasado por el proceso de la humillación para que su orgullo, ego y qué dirán murieran en él antes de ponerse a servirle al Señor y ahora le es más difícil humillarse. Él está en un problema muy serio porque por su rebeldía y su soberbia está afectando a toda una iglesia, iglesia que por falta de conocimiento puede ser destruida. Y él por su desobediencia y rebeldía pierde el respaldo del Señor y hasta sus hijos están en peligro porque quedan fuera de la cobertura y de las bendiciones de Dios. Esto es fuerte, muy fuerte pero es Palabra del Señor que nos dice en Oseas 4:6: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos”.

Ser pastor del pueblo del Señor conlleva mucha, mucha responsabilidad ante los ojos del Señor y de la iglesia porque el trabajo de un

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pastor es cuidar de la vida espiritual de las ovejas y para eso se debe de ser una persona espiritual al 100% por 100%, así podrá hacer su trabajo con excelencia. A este pastor le dejaron de importar las ovejas; en él no hay presencia de Dios, no tiene ADN de Dios (amor y misericordia). ¿De qué se están alimentan estas ovejas? ¿Qué es lo que está haciendo este pastor, si a él no le interesa que las ovejas que le ha confiado el Señor se alimenten, crezcan, y se desarrollen para que se puedan multiplicar? Si en ellos hay estupor, no van a poder crecer y madurar para poder obtener lo prometido por el Señor para cada uno de ellos. Y por este espíritu de estupor tampoco van a poder ver ni entender, ni podrán escuchar cuál es la voluntad y propósito de Dios para ellos. Mateo 13:14,15 dice: “Así, en el caso de ellos se cumple lo que dijo el profeta Isaías: 'Por más que escuchen, no entenderán, por más que miren, no verán. Pues la mente de este pueblo está entorpecida, tienen tapados los oídos y han cerrado sus ojos, para no ver ni oír, para no entender ni volverse a mí, para que yo no los sane'”. (DHH)

Estas personas están en peligro porque en cualquier momento alguna de ellas puede hacer una estupidez que los lleve hasta a perder su

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salvación. Esto es muy delicado, todo por un orgullo tonto, por el qué dirán. A este líder se le olvidó que era un siervo al servicio del Señor y de Su pueblo (Romanos 11:8). Si una persona como ésta está fungiendo como líder y no ha permitido que el Espíritu Santo trabaje en las áreas del ego, orgullo, y qué dirán para que éstas mueran, entonces el Señor usará precisamente situaciones como éstas para pulir esas áreas. ¿Entonces por qué endurecer su oído a la voz del Señor? El versículo 9b de Nahum 1 (DHH) dice: “¡Él los destruirá por completo! ¡Nadie puede oponérsele dos veces!” Delicado y peligroso. Hermanos, lo que el Señor quiere es capacitarnos a través del Espíritu Santo para que sepamos capacitar a otros y esos otros a otros; pero, si no se le obedece, Él buscara a otros que sí quieran escucharlo y obedecerle. Recordemos que Saúl fue desechado por desobedecer. Hay tantas personas que dejaron de escuchar la voz del Señor hace tiempo porque su corazón se endureció a la voz del Señor porque prefirieron escuchar otras voces que les alimentaran su ego, su orgullo, y su qué dirán, y esto los ha llevado a convertirse en maestros del error. Por eso, con mucha frecuencia, vemos y oímos cómo se alimenta al pueblo del Señor en sus emociones cuando sólo se le habla de las promesas del Señor y de lo

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que el Señor quiere y tiene para Su pueblo y de quiénes son ellos. Les dicen que son ungidos, que son reyes y sacerdotes y cuántas cosas lindas que dice la Biblia que el Señor tiene para nosotros, y que son ciertas, pero para el que anda en santidad, en obediencia, fe y para el que se esfuerza para obtener lo prometido porque todo esto lleva consigo varios procesos. Se oye al pueblo gritar y aplaudir cada vez que escucha ese tipo de ministración a las emociones pero pasa el tiempo y en la vida de ellos es otra la realidad. ¿Y la enseñanza dónde está? Porque no les dicen que hay que pagar un precio para obtenerlas y cómo obtenerlas y que en muchas ocasiones el precio a pagar va a ser doloroso y que hay procesos que llevan su tiempo, tiempo que puede ser años en preparación para poder recibir algunas de esas promesas, dependiendo de nuestra relación con el Señor y de nuestra pronta obediencia.

Líderes:

• ¿por qué engañar así al pueblo?, • ¿por qué alimentar sus emociones en lugar

de su espíritu?, • ¿por qué no obtener conocimiento de lo

alto (escuela del Espíritu Santo) para que sepan cómo dirigir al pueblo?

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He estado en una iglesia donde se le hace un llamado al altar a la iglesia si quieren ser personas justas y ungidas y después de ministrarles les dicen tranquilamente que ya andan en justicia y que están ungidos. Una persona ungida es una persona consagrada a Dios, una persona que anda en santidad y obediencia y que ha pasado por procesos. No es así tan fácil; esas actitudes de algunos líderes sólo alimentan el emocionalismo y así engañan al pueblo haciéndoles creer esa mentira. Es cierto que 1 Juan 2:20 dice que nosotros tenemos la unción (la presencia de Él). Pero el versículo 27 dice que esa presencia es la que nos va a ir enseñando, y si no se le obedece a lo enseñado por Él, esa presencia no va aumentar en la vida de una persona; por lo tanto, no va a haber unción. La mayoría del pueblo del Señor no sabe cómo ir por las promesas ni qué hacer cuando están siendo atacados o cuando están en medio de una batalla no saben de estrategias para la guerra, no se les ha enseñado cómo reconocer a sus enemigos, cómo enfrentarse a los gigantes porque estos mismos líderes no saben cómo. La unción es algo muy delicado y muy sagrado, es la gloria de Dios. Hermano(a) usted no puede repartir unción como repartir confites; eso es prepotencia. Eso sólo Dios lo

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puede dar si la persona la quiere y cumple con los requisitos pedidos por Él.

Recordemos como Uza murió por tocar imprudentemente el Arca y no darle el respeto que se merecía, ya que el Arca era el símbolo central de la presencia de Dios con el pueblo de Israel. 1 Crónicas 13:9,10 dice: “Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. Y el furor de Jehová se encendió contra Uza, y lo hirió, porque había extendido su mano al arca; y murió allí delante de Dios”. También Elí siervo de Dios murió cuando escuchó que el Arca había sido tomada por los filisteos (1 Samuel 4:18). Y Dios hizo que murieran 50.070 hombres porque violaron Su Santidad al sólo mirar dentro del Arca. 1 Samuel 6:19 dice: “Entonces Dios hizo morir a los hombres de Bet-semes, porque habían mirado dentro del arca de Jehová; hizo morir del pueblo a cincuenta mil setenta hombres. Y lloró el pueblo, porque Jehová lo había herido con tan gran mortandad”. Debemos ser muy respetuosos cuando hablamos de la unción porque ésta es la presencia y poder de Dios en una persona. Debemos de explicarle al pueblo del Señor que si se quiere esa unción, debe primero pensar muy bien si está dispuesto

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a pagar el precio, y si se toma la decisión de pagar el precio, entonces lo primero que se le tiene que pedir al Señor es fortaleza para lo que va a empezar a venir a la vida de esa persona para ser preparada, para que sepa ser portadora de esa unción, y sea usada para la gloria del Señor y bendición de Su pueblo y que no vaya a usarla imprudentemente para que no muera como murió Uza.

Recordemos lo que nos dice la Palabra del Señor en Mateo 16:24: “Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame”. La cruz es símbolo del sacrificio del yo en el discipulado, y de la muerte del yo al mundo. Pero recordemos lo que dice Romanos 8:18: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”. Sólo así vamos a poder ser siervos legítimos y fieles al Señor y a Su pueblo. Las personas tienen necesidades, tienen luchas, tienen problemas y muchos líderes no saben ni cómo aconsejarlos, ni cómo guiarlos. Los encargados de enseñarles no tienen el conocimiento para que sepan qué hacer y cómo obtener sus bendiciones y sus victorias porque muchos de ellos no han ido a la guerra.

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Ellos mismos no saben cómo enfrentarse a sus enemigos, cómo usar las armas y cuáles son las estrategias a seguir.

Cuando el Señor nos hace llegar conocimiento revelado a nuestra vida, a nuestro espíritu se debe de tener mucho cuidado con él porque el Espíritu Santo va a trabajar en nosotros con ese conocimiento que ha llegado a nuestra mente, pero si ese conocimiento, sólo se queda en la mente, nuestro espíritu, no el Espíritu Santo, sino nuestro espíritu no se alimentará, no se fortalecerá, no recibirá alimento y no se podrá desarrollar para prepararnos para el propósito esperado. El grave error de no valorar el conocimiento al recibirlo es no darle la importancia que éste tiene y reconocer lo valioso que es y que con algún propósito de parte de Dios está llegando a su vida y téngalo por seguro que no es para que usted alimente su orgullo, su ego. No, Dios no trabaja así; el que trabaja así es Satanás; él es feliz usando a una persona orgullosa porque sabe que es una persona que no tiene que ver nada con Dios ya que Dios más bien resiste al soberbio (Santiago 4:6). Así que va a ser muy difícil que lo use si en usted se mueve orgullo. Dios precisamente nos advierte que debemos de recibir conocimiento para que no seamos

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destruidos; por eso Dios en Su gran amor se encarga de que lo obtengamos. Si David no hubiera sido preparado por el Señor como un guerrero, hubiera sido uno más del montón, atemorizado y turbado por Goliat. Lamentablemente, así están, por montones, los cristianos en la iglesia. En mis más de 20 años de estar ministrando al pueblo del Señor puedo ver la pobreza espiritual en la que viven muchos, tanto del pueblo, como lideres, llenos de confusión, perturbación, religiosidad, orgullo, mucha soberbia e ignorancia (sobre todo de la guerra espiritual) justificando su ignorancia de una u otra forma, otros llamándose guerreros y no saben ni tomar un territorio ni conquistarlo para poder seguir avanzando. Saúl era un líder que no se preocupaba por el bienestar del pueblo; él se aseguraba de su bienestar y el de su hijo, los demás no tenían, ni sabían cómo defenderse. 1 Samuel 13:22 dice: “Así aconteció que en el día de la batalla no se halló espada ni lanza en mano de ninguno del pueblo que estaba con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y Jonatán su hijo, que las tenían”.

Hermanos, a nosotros se nos manda bíblicamente a conquistar territorios. A los demonios hay que echarlos de nuestros

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territorios, no de los aires. En el libro Ligaduras del Alma hablo de una experiencia que tuve con un demonio que me estaba vigilando por una ventana. Esto para mi fue una experiencia más, de la cual el Señor me hizo ver que ellos están muy bien organizados y que tienen espías espiando a los siervos y siervas del Señor para ver en qué momento fallan, se debilitan, o empiezan a abrir alguna puerta por donde ellos puedan entrar y hacerle caer en pecando. Esta experiencia fue de mucho provecho para mí y me pareció de lo más normal compartirla con los que están al servicio del Señor. Resulta que dos personas que leyeron ese libro me comentaron que esa parte les dio miedo y no es nada raro que otras personas hasta hayan cuestionado el libro. Si a usted le dio miedo, le puedo asegurar que es porque no hay suficiente presencia de Dios en su vida. La Biblia dice en 1 Juan 4:18 que el perfecto amor echa fuera el temor. ¿Qué es el perfecto amor? El perfecto amor es Dios.

Ese testimonio fue puesto para compartirlo con el pueblo del Señor para que cuiden su conducta y su vida espiritual, para que estén apercibidos y conozcan cómo se mueve el enemigo. ¡Bonito testimonio ante el mundo, un cristiano teniéndole miedo a un demonio! Con

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cuál autoridad y poder cree usted que esta clase de personas le puedan decir a un demonio que se vaya al abismo y que éste le obedezca, si más bien les tienen miedo. Lo más seguro es que este demonio se reirá de ellos porque los demonios conocen quién tiene autoridad y ellos a quien le temen es a un cristiano con autoridad, por causa de la presencia de Dios en él o ella. Cuando me pongo a escribir, El Señor es el que me dice lo que debo escribir y cuando lo estoy haciendo, me recuerda cierta experiencia de las que he tenido y entiendo perfectamente que Él quiere que la comparta en ese momento; así es como Él me guía para que yo entienda qué es lo debo escribir. Pueblo del Señor, si usted está en una iglesia donde le están dando palabra revelada (conocimiento procesado), glorifique al Señor porque son muy pocas las iglesia donde hay palabra revelada del Señor. Sea fiel a esa iglesia y apóyela en todo lo que usted pueda para que pueda continuar dando palabra revelada y alimentándole como debe de ser por un líder que le sirve al pueblo de Dios, porque el pueblo del Señor está necesitando muchas de esta clase de iglesias.

Hermanos, nosotros no podemos enseñar estrategias para la guerra a otros, si antes no hemos recibido nosotros el conocimiento de

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esas estrategias a través del Espíritu Santo y las hemos practicado. ¿Cómo lo recibimos? Cuando ponemos en práctica la guerra espiritual porque ese es el momento en que el Espíritu Santo nos empieza a abrir nuestros ojos espirituales y nos enseña qué es lo que debemos de hacer y nos da estrategias para que después nosotros se las enseñemos a otros, y esos otros a otros hasta hacer un gran ejército, luchando contra el enemigo, haciéndolo retroceder, y ganando toda clase de guerras, siendo victoriosos como debe de ser el pueblo de Dios. Si usted no sabe de guerra espiritual, le recomiendo sea humilde y no se justifique, empiece por preguntar para que pueda aprender y así enseñar a otros. La iglesia debe de saber de guerra espiritual, debe de conocer cómo trabajan sus enemigos para saber y poder enfrentarlos. Desee a la tarea de capacitarse; sólo así podremos ver un aumento y avance en las tropas del reino de Dios contra el reino de las tinieblas. Bendiciones, querido pueblo del Señor.

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REYES

Las vestiduras reales provocan respeto tanto físico como espiritual. Un rey, al obtener capacitación divina durante los procesos por los que fue pasado, se va a distinguir por ser una persona justa. Ser justo(a) es el perfecto acuerdo entre su naturaleza y sus actos. Él será reconocido por su justicia. La justicia viene a denotar lo que es recto, es el carácter o cualidad de ser recto o justo, es un atributo de Dios y demuestra aquella cualidad de santidad en él; es todo aquello que ha sido señalado por Dios para que sea reconocido y obedecido por el hombre. Éste se distinguirá por su firmeza de carácter y por su imparcialidad. Un rey debe de ser una persona justa para poder reinar en el reino de Dios y Su justicia (2 Samuel 23:3). El reino de Dios se mueve dirigido por un:

• rey, • sacerdote • profeta.

El rey está para ayudar (2 Samuel 14:4). Literalmente rey significa el que aconseja. Es muy necesario que el rey esté dotado de

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discernimiento y sabiduría para que sepa gobernar, aconsejar e impartir justicia sabiamente. Así lo dice 1 Reyes 3:28: “Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar”. Al estar dotado de discernimiento, podrá discernir, entender la excelencia o defectos de una persona o cosa. Así tendrá la sabiduría para escoger las personas que van a estar a su lado, las cuales deben de ser gente con un corazón sincero tanto para con el Rey de reyes como para con él, para que le ayuden en su reino (Hebreos 5:14). El rey, por la experiencia adquirida durante los procesos camino al reino, descubrió que uno de los mayores tesoros que puede tener un rey es tener sabiduría para saber cómo gobernar bien los asuntos del reino y entendió que ésta se adquiere cada vez que obedece lo mandado por el Rey de reyes; él sabe que la obediencia al Rey es una entrega total a Su voluntad. La obediencia a Dios debe de ser la prioridad de todo creyente y con mucho más razón la de todo líder. Hechos 5:29 dice: “Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres”. El Rey da a conocer Su voluntad mediante Su Palabra escrita o Su voz. Prestar atención humildemente a Su voluntad es obedecer y ser sabio, mientras que menospreciar

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la Palabra de Dios es rebelarse o desobedecer y ser necio. El rey debe de tener una muy buena relación con el Rey de reyes para que el Rey lo pueda dirigir y le muestra los secretos de la sabiduría que son los que van hacer que él tenga un reino que muchos quieran conocer (Job 11:6ª). Muchos con un llamado para reinar perdieron esa unción por una desobediencia y continuaron camino al reino en sus rebeldías y en sus razonamientos. Por eso en su reino hay más muerte que vida, más carne que espíritu, y lo sobrenatural de Dios es cosa rara en esos reinos.

El discernimiento que el rey obtuvo le ayudará a no ser ni engañado ni confundido y ese discernimiento es lo que usará el Espíritu Santo para mostrarle lo que está oculto, lo que sólo con discernimiento, con ojos espirituales se puede ver y entender para que tenga éxito en su reinado. 1Reyes 3:9 lo dice así: “Da, pues, a tu siervo corazón entendido para juzgar a tu pueblo, y para discernir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién podrá gobernar este tu pueblo tan grande?” El discernimiento se va a obtener cuando se toma la decisión de aceptar ser pasado por los procesos que pida el Rey de reyes para poder madurar y adquirir la sabiduría para poder reinar. Un rey sabio sabrá cuán

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importante y valioso es el discernimiento ya que sólo con discernimiento podrá entender la ley y voluntad de Dios y así sabrá cómo vivir en ella, aplicándola a su vida día a día. Sólo así recibirá el conocimiento y la sabiduría para que pueda y sepa cómo impartirla al pueblo y que así el pueblo pueda y sepa cómo llegar a obtener lo prometido por Dios. Ezequiel 44:23 dice: “Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”. Ese es el trabajo de un rey (de un líder); si no lo hace de esta manera, no tendrá sabiduría, discernimiento, autoridad, poder, ni el conocimiento para poder enseñar y poder guiar a un pueblo a la tierra que fluye leche y miel. Un líder es una persona a la que un grupo sigue, reconociéndolo como jefe u orientador.

En una ocasión, me llegó al ministerio una señora con muchos problemas, ya que ella había tomado una decisión muy incorrecta aconsejada por su pastor, a quien le faltaba mucha sabiduría. Resulta que cuando ella aceptó al Señor como su Salvador estaba en unión libre con el padre de sus 2 hijos. Cuando ella se empezó a congregar y el pastor se dio cuenta de su situación, le dijo que ella tenía que casarse y que ella no podía estar así (algo que es muy

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cierto); esa fue toda la orientación de este pastor. Ella le dijo al padre de sus hijos que debían de casarse y la respuesta de él fue no. Claro, él sentía que lo estaban obligando. Ella le dijo al pastor cuál había sido la actitud del padre de sus hijos; entonces el pastor, muy imprudentemente, le dijo que lo dejara. Ella le hizo caso; entonces él se fue para otra provincia, se hizo de otra mujer y tuvo un hijo con ella y abandonó la obligación de sus otros dos hijos por completo. Así que ella estaba con toda la obligación, sin saber qué hacer ya qué sus hijos eran pequeños y para colmo de males, en la iglesia donde la aconsejaron tan mal no le ayudaban. Ella estaba muy herida tanto con el padre de sus hijos como con el pastor.

Hermanos, Dios no toca la voluntad de nadie, pero Él es el dueño tanto del querer como del hacer en el hombre. Yo he tenido que dar consejería en situaciones como éstas y el Señor me ha dado la sabiduría para saber aconsejar y hemos visto la gloria de Dios. Por ejemplo, a una hermana que estaba viviendo en unión libre y con tres hijos Dios la empezó a inquietar para que pusiera su vida en orden y se casara. Ella empezó a cometer el error de tratar de obligar al padre de sus hijos para que se casaran y esto empezó a traer problemas entre ellos. Entonces,

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una hermana de ella me comentó los problemas que su hermana estaba teniendo por esa situación. Yo le dije que la actitud que ella estaba teniendo no era la correcta y que lo que ella tenía hacer era llevarle su petición al Señor y después darle gracias todos los días por lo que Él estaba haciendo al respecto. Además le aconsejé que no le volviera a hablar del asunto a su pareja porque sino ella estaría metiendo su mano en la obra que Dios había empezado a hacer y entonces el problema iba a continuar, quién sabe por cuanto tiempo más. Ella fue obediente e hizo lo que se le aconsejé y para la gloria de Dios, a los dos meses el muchacho llegó con los anillos y le pidió que se casaran. Si estamos sirviéndole al Señor y a Su pueblo la lógica dice que es para bien no para mal ni para confusión. Por eso debemos de estar llenos de la presencia de Dios para saber cómo aconsejar dirigidos por el Rey de reyes y no mal aconsejar, desviar, dañar y herir por causa del razonamiento humano.

Querido pueblo del Señor, a los líderes (pastores) les corresponde darle conocimiento al pueblo (palabra revelada, estrategias para la guerra), pero a usted le corresponde poner en práctica ese conocimiento que recibe; tanto el pastor como la iglesia tienen una gran

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responsabilidad ante Dios. El pastor es responsable de lo que enseña y el pueblo de sacar lo bueno y ponerlo en práctica y desechar lo malo y continuar. Hay demasiado pueblo del Señor con actitudes muy incorrectas; cómo pretender que otros hagan lo que a ellos les toca hacer.

En algunas ocasiones me llaman personas para contarme que ellas están viviendo cierta parte de alguno de los libros y me piden consejo acerca de lo que deben hacer. Entonces les digo que el libro les da dirección y la estrategia, o sea, allí está la respuesta, sólo deben de ponerla en práctica. Así que término de explicarles me vuelven a preguntar que es lo que tienen que hacer o sea que hablé en vano; esa es la actitud de una persona rodeada de opresión. Recordemos que Eclesiastés 7:7 dice que la opresión entontece al sabio. Ni un sabio se libra de actuar tontamente cuando la opresión le rodea; por eso, no va a poder entender nada de nada. Esta opresión la están generando los demonios que hay en esa casa; por esta razón, las personas no pueden avanzar, ni crecer, ni desarrollase espiritualmente y cada vez tienen más problemas porque la opresión (presencia demoníaca) trae perturbación y una persona perturbada no va saber qué hacer y lo que hace

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lo va hacer erradamente. Tiene que empezar a dar ese primer paso para empezar a salir de ese desierto, de esa opresión que le está generando tanta perturbación y ese paso es primero descontaminarse y después ministrar su casa (tomar ese territorio y cedérselo a Cristo). Por favor, no tenga una mentalidad de pobrecito yo porque nadie me viene a ministrar la casa. Si hay personas que le pueden ir a enseñar cómo hacerlo, gloria a Dios, sino pregunte y hágalo usted; es por su bien y el de su familia, es su responsabilidad, no la de su pastor. A usted le corresponde tener su territorio limpio y santificado para que la gloria del Señor pueda descender y usted pueda ver cambios radicales en su hogar y en su familia. Sacúdase, despiértese y levántese si es que quiere ver al Señor dándole victorias. La actitud de un verdadero rey, con un corazón sincero, con ADN de Dios (amor y misericordia), conforme al corazón de Dios, va ser querer servir con excelencia tanto al Rey de reyes como al pueblo y entonces el pueblo tendrá expresiones de él como las de 2 Samuel 14:17: “Tu sierva, pues, dice: Sea ahora de consuelo la respuesta de mi señor el rey, pues que mi señor el rey es como un ángel de Dios para discernir entre lo bueno y lo malo. Así Jehová tu Dios sea contigo”. El razonamiento humano es un gran

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obstáculo entre el Rey de reyes y el rey. Un rey sabio tiene el conocimiento y el entendimiento para poder entender y recibir instrucciones, dirección y bendición del Rey de reyes. Si no hay dirección del Rey no se le puede entender y el reino va a ser muy perjudicado porque habrá confusión y eso hará que el rey se desvié a otros caminos y se aleje del reino de Dios perdiendo así la cobertura y el respaldo del Rey y haciendo que otros se desvíen fuera del propósito y voluntad del Rey. El rey, al tener este conocimiento, sabiamente, clama con frecuencia al Rey de reyes por discernimiento y esto hará que sus pensamientos empiecen a cambiar y se alineen con los pensamientos de Dios, como está escrito en 1 Corintios 2:16 que dice que nosotros tenemos la mente de Cristo. Así que si tenemos la mente de Cristo, tenemos que pensar como Él piensa y sólo con una mente renovada (nueva), sin razonamiento se podrá lograr pensar como Él piensa, entonces se podrá tener éxito en lo encomendado por Él. Quiero darles un consejito: cuando a usted se le olvide algo, reclame esta promesa diciendo: “Gracias Señor porque escrito está que yo tengo la mente de Cristo, por tanto la memoria de Jesús”. Usted se sorprenderá de lo pronto que va a recordar lo que había olvidado. Un rey del reino de Dios debe de cuidarse de no ser

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guiado por el espíritu del mundo porque sino será un reino mediocre y en ocasiones hasta peligroso espiritualmente.

1 Corintios 2:12,13 dice: “Y nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que sepamos lo que Dios nos ha concedido, lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”. Espíritu del mundo se asocia con una amplia gama de funciones como pensamientos, entendimiento, emociones, actitudes e intenciones, o sea, razonamiento humano. Uno que es rey sabe y entiende que debe de tener una dependencia total del Rey; por eso él se preocupa por tener una buena relación a través de la intimidad con el Rey. Él ha entendido que esa es la clave para obtener el favor del Rey y Su cobertura y mientras tenga el favor del Rey, todo será para bien del reino. Un rey genuino y fiel al reino de Dios se va a distinguir entre otros que se dicen reyes por su obediencia, fidelidad y su lealtad al Rey. Un rey, al ser sabio, es temeroso de Dios porque conoce la Palabra del Rey; él sabe lo peligroso que es mentir o robar porque eso hará que pierda la cobertura y autoridad de parte de Dios

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(Josué 7:11,12). Y por ello, él le enseña al pueblo el peligro que esto conlleva.

Pueblo del Señor, hay diferentes formas de robar. Levíticos 19:13 dice: “No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás. No retendrás el salario del jornalero en tu casa hasta la mañana”. Le doy un consejo: si tiene empleados, trátelos como le gustaría que lo traten a usted y págueles un salario justo si es que usted se considera una persona justa. Recuerde que es a los justos a los que Dios escoge para que reinen (2 Samuel 23:3). Si usted le debe a alguien dinero y sabe que lo debe y no se preocupa, no se esfuerza y no es responsable por pagar por lo menos lo mínimo, déjeme decirle que eso es robar. El Señor nos manda a no deberle nada a nadie y nos lo dice en Romanos 13:7,8: “Pagad a todos lo que debéis: al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto; al que respeto, respeto; al que honra, honra. No debáis a nadie nada, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”. Hay muchos que le están roban a Dios al no darle los diezmos y las ofrendas, sin tener en cuenta que ellos mismos con esa actitud son los que están desechando las bendiciones del Señor, y metiéndose bajo maldición. He orientado gente

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que me ha pedido consejería por sus problemas económicos y casi todos es por consecuencias de no diezmar u ofrendar y cuando se ponen a cuentas con Dios y lo empiezan a dar, la gloria del Señor se empieza a ver con abundancia en esa área en su vida. Él no miente; Él dice en Malaquías 3:10: “Probadme”. ¡Dios diciéndole al ser humano “pruébeme”, que tremenda promesa y que gran oportunidad que le está dando a toda persona para poder bendecirla! El Dios que todo lo puede es el que lo dice. Hay líderes que le están robando al Señor, al usar diezmos y ofrendas para beneficio propio. Uno de esos beneficios es viajar con mucha frecuencia con la excusa de ir a predicar a otros países. ¿Acaso no tiene su propio rebaño, el cual pastorear y cuidar?

San Juan 21:15 dice: “Cuando hubieron comido, Jesús dijo a Simón Pedro: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas más que éstos? Le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. El le dijo: Apacienta mis corderos”.

• Apacentar se usa principalmente de un pastor, siendo su función especial la de proveer comida para las ovejas.

• Pastorear se usa de uno que cuida manadas o rebaños. Esta es la tarea de un pastor la

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cual no es nada fácil y demanda de mucho tiempo (Hechos 20:28).

¿Cuánto ama usted al Señor, Pastor? ¿Acaso no conoce Dios las intenciones del corazón del hombre? ¿Le podrá robar el hombre a Dios sin que Él se dé cuenta? Dios es justicia; Él sabe lo que es justo y recto y conforme a eso Él pagará.

Hay muchos que les han robado la honra a otros por celos y envidias y por ello han sido estorbo para que un gran siervo(a) se desarrolle. Honra significa consideración, reconocimiento del valor de una persona, enaltecer o premiar su mérito, dar honor. A Jesús le robaron la honra en un lugar donde Él era conocido; por eso Él no pudo hacer muchos milagros allí. Mateo 13:54-58 dice que se escandalizaban. Escandalizaban significa indignar, causar escándalo. Escándalo significa acción que ofende a la moral, indignación provocada por una mala acción. Gente con malas intenciones que rechaza lo bueno y lo convierte en malo, sin entender que se está haciendo daño así misma. Oseas 8:3 dice: “Israel desechó el bien; enemigo lo perseguirá”. Pueblo del Señor, hay que tener mucho cuidado con robar la honra de alguien con comentarios mal intencionados porque todo el que roba, no importa lo que robe, está bajo maldición de Dios y va a ser destruido.

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Zacarías 5:3,4 dice: “Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado del rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está del otro lado del rollo) será destruido. Yo la he hecho salir, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá a la casa del ladrón, y a la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá en medio de su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras”.

Les contaré una experiencia más de mi vida, donde vi a mi Señor, defendiéndome y cuidando de mí. Un día como ya es mi costumbre, estaba tomando territorio en mi casa y cuando llegué a la habitación que da al patio, el Señor me dijo: “Toma territorio en el patio”. Yo le dije: “Señor, pero si voy al patio, me van a ver y me van a oír los vecinos”. Cuando los vecinos no conocen de estas cosas, hay que ser sabio y prudente para que no levanten palabras de juicio y maldición sobre uno. Entonces Él me dijo: “No, tómalo desde aquí, porque tú a diario caminas allí” (refiriéndose al patio). Así que empecé a visualizar el patio y empecé a tomar ese territorio en el espíritu desde la habitación. Cuando estaba llegando a una de las tapias, vi dos sanguijuelas tratando de ocultarse. Así que

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le pregunté al Señor que qué era eso y qué significaba (haciendo la pregunta a nivel espiritual). El Señor me dijo: “Es que ellos”, y me mostraba a los vecinos del otro lado de la tapia, “no se sacian de murmurar de ti y de comer tus carnes”. Entonces le pregunté al Señor: “¿Y por qué dos?” Él me respondió: “Recuerda que son dos hermanas”. En ese momento, me recuerda Proverbios 30:15 que dice: “La sanguijuela tiene dos hijas que dicen: ¡Dame! ¡Dame!”. O sea, estas personas no se sacian de hablar mal de mi (¡gloria al Señor que sé cancelar y anular palabras de juicio y maldición!). Así que les ordené (no las ate) que se fueran al lugar de donde habían venido y las vi cuando se pasaron para donde los vecinos. Casi de inmediato, empecé a ver cómo el techo de la casa de ellos empezó a bajar y bajar hasta quedar la casa como de dos cuartas de alto. De inmediato entendí que eso era estrechez y le pregunté al Señor que si eso era estrechez y Él me dijo: “Si, estrechez viene para ellos”. Estrechez significa pobreza, limitación, apuro, escasez de dinero, dificultad, falta de lo necesario para subsistir. Yo terminé de tomar el territorio y no me acordé más del asunto; pero más o menos como al mes y medio, una mañana, mientras estaba en la cocina, escuché al Señor cuando me preguntó: “¿No te has dado

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cuenta lo que ha pasado?” Y me muestra a los vecinos. Mi respuesta fue: “no”. Entonces Él me dijo: “Ya casi no les llega trabajo”. De inmediato, recordé que si, que en efecto yo había visto que casi no llegaba gente a su negocio, pero yo no le había puesto cuidado, no había entendido que era parte de la estrechez que les estaba viniendo y empecé a comprender por qué el Señor me había mostrado esto primero; entendí como Él cuida de mi y que es un Dios de justicia; Él sabe que yo no los he ofendido en lo más mínimo. El Señor es el único que conoce el corazón del ser humano y dice en Su Palabra que Él paga según sus obras. Job 34:11 dice: “Porque él pagará al hombre según su obra, y le retribuirá conforme a su camino”.

Cuando yo llegue ha vivir a ese lugar, las personas me saludaban y de un momento a otro lo dejaron de hacer y me di cuenta que éste vecino les había dicho algo de mi porque son muy unidos con él. Lo único que recuerdo haber hecho, y tal ves les molestó, fue cerrar las celosías de la ventana que da a la cochera ya que él y unos amigos se paraban al frente de mi cochera y usaban muy mal vocabulario, con un tono de voz muy fuerte y todo se escuchaba dentro de la casa y era en los momentos en que

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yo estaba escribiendo y yo lo hacia para mermar la bulla, pero también entendí que no me soportan porque soy cristiana. Bueno, gloria a mi Dios que ya estoy acostumbrada a que se siembre cizaña contra mi y por ello la Biblia dice que soy bienaventurada (dichosa) (Lucas 6:22). Pero en esta ocasión el Señor me demostró que Él es mi justicia, que me defiende y cuida de mí como un papá amoroso y me demostró, una vez más, Su fidelidad. Y entendí que debía darle seguimiento a este asunto porque el Señor quería mostrarme algo. Así que empecé a ponerles más cuidado a estas personas y he podido ver como su situación económica ha venido decayendo. El Salmo 54:7b dice: Mis ojos han visto la ruina de mis enemigos. En efecto, empecé a ver como la situación financiera se les complicó, a tal grado, que primero tuvieron que vender el carro y él tuvo que salir a buscar trabajo. En una ocasión mientras yo meditaba en esta situación, el Señor me recordó Isaías 41:11-12. He aquí que todos los que se enojan contra ti serán avergonzados y confundidos., serán como nada y perecerán los que contienden contigo. Buscarás a los que tienen contienda contigo, y no los hallarás., serán como nada, y como cosa que no es, aquellos que te hacen la guerra. Hacía ya un tiempo que yo venía

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viendo cómo personas que hablaban mal de mi o me cuestionaban, al poco tiempo empezaban a actuar en una forma muy perturbada. La paz y el gozo no se veía en ellos; me daba cuenta porque el Señor me permitía relacionarme con ellas(os) quienes me comentaban de situaciones por las que estaban pasando. Yo podía ver y entender que era por causa de decisiones erradas que habían tomado y por actitudes muy incorrectas que sólo las hacen personas que no han conocido de Dios, y que están muy confundidas; pero estas personas si conocían de Dios, pero como dice el versículo: y perecerán. Perecer es morir. Estas personas estaban muriendo espiritualmente por el pecado de la murmuración, por esa causa estaban actuando erradamente y el Señor en Su justicia para mi y en Su misericordia para con ellas, me daba la oportunidad de orar por ellas y respaldaba mi oración bendiciéndolas. Gloria a mi Dios porque Él cumple Sus promesas. Hace varios años, Él me dijo: “Ay de aquel que intente, Angie, parar tu ministerio porque mucho dolor y lágrimas te ha costado”. Y en otra ocasión me dijo: “Yo te daré la cerviz de tus enemigos”. Y con el tiempo lo he visto cumplido. Gloria a mi Señor por Su justicia y fidelidad.

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Siguiendo con mi testimonio, un día le pregunté al Señor que qué hubiera pasado si yo no hubiera tomado ese territorio del patio y no hubiera visto esas sanguijuelas, ya que en realidad yo lo había hecho porque Él en Su fidelidad me había apercibido una vez más. Su respuesta fue: “Hubieras muerto; ellas son chupadoras de sangre y la sangre representa la vida, tanto la espiritual como la física”. Levíticos 17:11ª dice: “Porque la vida de la carne en la sangre está”. Le pregunté cómo me afectaría la física, y el Señor me explicó: “Una persona, al no tener suficiente sangre, se va debilitando y se enferma; en tú caso de anemia y la anemia te llevaría a una leucemia y morirías”. Yo le pregunté: “Pero, cómo, si yo ya cerré la puerta de la maldición de cáncer de mis antepasados”. Y el Señor me explicó: “Si te enfermas, te vas a debilitar, no sólo física sino también espiritualmente y ya no vas a tener la sensibilidad para poder discernir lo que se mueve en el mundo espiritual a tú alrededor y si te descuidas, el enemigo te podrá atacar; recuerda lo que dice el libro de Samuel”. Y en ese momento me recuerda 2 Samuel 17:2 que dice así: “y caeré sobre él mientras está cansado y débil de manos; lo atemorizaré, y todo el pueblo que está con él huirá, y mataré al rey solo”. Dice lo atemorizaré y entendí que

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si me hubiera dado una anemia y yo estuviera débil espiritualmente, no iba a tener el mismo vigor y fortaleza para buscar del Señor, ni de guerrear como lo hago hoy en día; entonces, el enemigo hubiera empezado a minar, a debilitar mi fe para poner temor y poder implantar en mi esa maldición de cáncer y así deshacerse de mi. Por eso Proverbios 26:2b dice: “Así la maldición nunca vendrá sin causa”. A través del temor yo hubiera abierto una puerta donde el enemigo me hubiera podido poner cáncer, como está escrito en el libro de Job 3:25: “Porque el temor que me espantaba me ha venido, y me ha acontecido lo que yo temía”. ¡Gloria a mi Señor! ¿Cómo no voy a amarlo y a querer servirle, si una vez más me libra del lazo del cazador? El murmurar viene de un corazón malo. Un murmurador es uno que es culpable de calumnia. Murmuración es conversación en perjuicio de un ausente por sus acciones, es quejarse con indignación. Se usa de una calumnia secreta. Calumnia es una acusación falsa para causar daño en la reputación de alguien. Ésta ha sido una escuela, primero para mí porque espiritualmente se ha reforzado en mí la certeza, la confianza que el Señor me defiende, que Él es el que cuida mis espaldas y que si mi caminar es recto ante Él, el Señor no permitirá que nadie me haga daño. Esta

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experiencia me ayudó a entender que hay muchas personas dentro del pueblo de Dios, viviendo en estrechez, ya sea espiritual o material, por esta misma causa y lo más seguro ignorando el motivo. Personas que tienen inclinación a encontrar defectos en el comportamiento y en las actitudes de otros, y murmuran y calumnian con sus acusaciones y críticas. Personas que tienen algún miembro de la familia con este problema de robar y por ello están acarreando maldición. Acaso no fue eso lo que pasó con Acán y su familia; él, su esposa, sus hijos e hijas, y todo lo material que tenían fue destruido. Josué 7:24,25 dice: “Entonces Josué, y todo Israel con él, tomaron a Acán hijo de Zera, el dinero, el manto, el lingote de oro, sus hijos, sus hijas, sus bueyes, sus asnos, sus ovejas, su tienda y todo cuanto tenía, y lo llevaron todo al valle de Acor. Y le dijo Josué: ¿Por qué nos has turbado? Túrbete Jehová en este día. Y todos los israelitas los apedrearon, y los quemaron después de apedrearlos”. Y por esta actitud llegó a turbar, a contaminar, a todo el pueblo de Israel. Hoy en día es igual. Vemos y oímos de muchos que están muy perturbados dentro del pueblo del Señor. Y así están turbadas muchas personas por el pecado de robar. Turbar significa perturbar, confundir. ¿Delicado verdad? Una

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persona perturbada y confundida, fácilmente se desviará del camino correcto y por ello va a ser destruida. Nosotros, como cristianos, no podemos ser cómplices de esta clase de pecados. Hay muchos cristianos con este pecado en su vida, hay muchos reyes y sacerdotes turbando al pueblo por robar y destruir la integridad e imagen de otro con sus murmuraciones, casi siempre motivados por los celos y envidia, por querer lo que otros tienen, ya sea espiritual o material. El codiciar hizo que Acán cometiera tal pecado que le costó su vida, la de toda su familia, y todo lo que poseían. ¿Qué ha robado usted? ¿Qué no le permite avanzar, crecer, madurar para poder moverse dentro del reino de Dios (lo sobrenatural)? Otros por este pecado ya han muerto espiritualmente. Hermano(a), si usted ha sido usado(a) para robar la reputación u honra de alguien, le recomiendo por su bien arrepiéntase y póngase a cuentas con esas personas, lo más pronto posible, para que no vaya a ser destruido y pueda así ser santificado(a) porque sino la presencia de Dios no podrá estar en usted y usted no le podrá hacer frente al enemigo y entonces estará en serios problemas. Josué 7:13 dice: “Levántate, santifica al pueblo, y di: Santificaos para mañana; porque Jehová el Dios de Israel dice

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así: Anatema hay en medio de ti, Israel; no podrás hacer frente a tus enemigos, hasta que hayáis quitado el anatema de en medio de vosotros”.

Cuántos cristianos están perturbados por tener un anatema. Anatema significa maldición en su vida o en su casa, por eso no pueden ver la gloria del Señor en lo que emprenden; o cuántos lideres están ocultando un anatema por el qué dirán (ego y orgullo) y por ello el pueblo está siendo afectado (Lamentaciones 4:12,13), por eso, no pueden ver la gloria de Dios en su vida, ni a través de su vida y por ello el pueblo perece.

Les contaré de un anatema que yo tenía en mi casa. Anatema significa maldición. A mi me gusta coleccionar figuras de vidrio, así que en una ocasión, compré una pieza cuadrada con la figura de unas flores adentro; la llevé a la casa y la puse con las demás figuras. A los días tuve un sueño y era que yo me había levantado una mañana y cuando llegué a la sala, vi que la puerta de mi casa, la que da a la calle estaba abierta. Cuando vi hacia fuera, vi mucha ruina, el portón se estaba cayendo y el área verde del frente había crecido mucho, a tal grado que pude ver que habían hecho como una especie de

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guarida y en ese momento yo sentía que era para estar vigilando, para aprovechar el momento en que se pudieran meterse a robar. Ese fue el sueño. Cuando yo me desperté, me fui a orar y le dije al Señor: “Señor, el sueño está muy claro; yo tengo una puerta abierta por donde el enemigo me va a traer pobreza y ruina; así que por favor muéstrame cuál es esa puerta”. Casi de inmediato, el Señor me mostró la figura de vidrio que yo había comprado. Así que entendí que había algo malo con ella y fui a buscar mis anteojos y la empecé a ver. Resultó que donde estaban las flores, estaba guindando Campanita el hada de Peter Pan, casi no se apreciaba ya que se confundía con las flores. En ese momento, el Señor me dijo: “Recuerda que todo lo que tiene que ver con magia, tiene que ver con brujería y la brujería trae pobreza, miseria y calamidad. Le agradecí al Señor y destruí la figura, también cancelé toda ministración de brujería hechicería, santería, pobreza, miseria y calamidad sobre mi vida. Como a los tres día me regalaron un celular; así que entendí que las bendiciones de mi Señor seguían estando sobre mi y que la puerta había sido cerrada. ¡Gloria a mi Señor que cuida de mi! El Señor quiso que yo escribiera de esto para que algunas personas reciban este conocimiento y puedan ser libres cuando se

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deshagan de algún anatema que tengan en su vida o en su casa.

Pueblo del Señor, cuando el orgullo se enseñorea en una persona es porque se ha alimentado, entonces esta persona no podrá ser integra, se hará rebelde; recordemos que Dios resiste al soberbio (Santiago 4:6). Resistir significa enfrentarse, oponerse. Y si usted se opone a Dios, significa que usted es enemigo de Él ya que el orgulloso(a) no aceptará que Dios lo corrija, lo confronte, o lo exhorte. Si una persona no es íntegra, la presencia de Dios no va a poder estar en ella por eso no podrá ser un líder o un rey exitoso; pero sí será muy peligroso porque puede llevar al pueblo a cometer muchos errores revelándose así contra Dios. El Salmo 19:13 dice: “Preserva también a tu siervo de las soberbias; que no se enseñoreen de mí; entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión”. Un rey que no anda en integridad será causante de dolor y aflicción para el pueblo. El ser siervo de Dios lleva una muy grande responsabilidad ante Dios; por eso debe de estar lleno de Su presencia para poder ser dirigido por Él, para que lo guié por donde debe caminar y le enseñe cómo debe de ser su caminar para que sus pies no resbalen y no caiga, para que lo fortalezca y

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le enseñe a no postrarse ante otros dioses y así no será causante de aflicción al pueblo.

Miqueas 3:11,12 dice: “Sus jefes juzgan por cohecho, y sus sacerdotes enseñan por precio, y sus profetas adivinan por dinero; y se apoyan en Jehová, diciendo: ¿No está Jehová entre nosotros? No vendrá mal sobre nosotros. Por tanto, a causa de vosotros Sion será arada como campo, y Jerusalén vendrá a ser montones de ruinas, y el monte de la casa como cumbres de bosque”.

• La acción de arar se usa metafóricamente de intensa aflicción (Salmo 129:3).

• Ruina es destrucción.

Un rey del reino no tendrá otros dioses ante quien postrarse; una reina no tendrá amantes; ella se caracteriza por su fidelidad al Rey. Ellos se mueven con libertad dentro del reino, con prodigios y milagros ya que el Rey de reyes los conoce bien y por ello les ha dado la mitad de Su reino (el reino es lo sobrenatural de Dios). Ellos tienen poder para decretar y ordenar en el mundo espiritual y cuando lo hacen, su orden se empieza a cumplir de inmediato; por eso, el pueblo que tienen a su cargo es un pueblo muy bendecido ya que tiene por reyes personas muy

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sabias, llenas de poder, y autoridad. Miqueas 5:4 (DHH) dice: “El rey se levantará para pastorear a su pueblo con el poder y la majestad del Señor su Dios, y ellos podrán vivir en paz, porque el Señor será engrandecido hasta el último rincón de la tierra”.Todo lo contrario a algunos reyes que están reinando sin conocimiento, sin sabiduría, ni dirección del Rey, y en lugar de ser de bendición para el pueblo son un estorbo para que las bendiciones vengan sobre ellos.

Oseas 8:4ª dice: “Ellos establecieron reyes, pero no escogidos por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe. Estos reyes que están reinando por voluntad del hombre y no de Dios, ya sea porque no han sido escogidos como reyes o porque no es el tiempo de Dios (al no estar preparados) y fueron puestos por el hombre sin consultar la voluntad del Señor, serán muy imprudentes; otros reyes que están reinando porque si es la voluntad del Rey pero no tienen conocimiento ni sabiduría. En ocasiones, ellos decretan palabras de juicio y maldición sobre la iglesia y la iglesia, tontamente, dice amén, y en ciertas ocasiones, si ellos no dicen amén, estos reyes, faltos de sabiduría, insisten para que lo digan, y ni la iglesia ni el líder, por ser faltos de

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entendimiento, pueden discernir lo que están aceptando con ese amén. Proverbios 11:11 dice: “Por la bendición de los rectos la ciudad será engrandecida; mas por la boca de los impíos será trastornada”.

Hermano(a), le voy a dar un consejo. Si usted es un rey o una reina, y lo quiere aceptar, y si ama al pueblo del Señor, ponga mucho cuidado cuando escucha una prédica o enseñanza. Escuche cuidadosamente a las cosas que se les está diciendo amén. Desee a esa tarea y verá que se va a sorprender de escuchar los errores tan enormes que están cometiendo algunos cuando predican o enseñan e inducen al pueblo a decir amén. Se sorprenderá de escuchar al pueblo diciéndole amén a cosas tan incorrectas; recordemos que amén significa así sea. El Señor me ha inquietado a hablar con frecuencia de esto en los libros porque mucho pueblo está atado y Él quiere que sean libres. Pueblo del Señor, si usted está muy contaminado o hay opresión en su vida, usted no podrá discernir entre lo bueno y lo malo, entre lo santo y lo profano, por eso es sabio descontaminarse con frecuencia. Cuando usted se descontamina, dándole una orden a su sistema nervioso para que toda contaminación salga y ora en lenguas hasta que el Espíritu le

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muestre que pare y después desata sobre su sistema nervioso paz y estabilidad y vuelve a orar en lenguas, usted verdaderamente será descontaminado. Después procure mantenerse lejos de la opresión, de lugares contaminados, de personas muy contaminadas, de gente muy bulliciosa, emocionalista, electrizada, hiperactiva o depresiva; así usted se mantendrá en paz y por lo tanto, el Espíritu Santo podrá fácilmente hacerle entender y ver lo que es incorrecto y lo que es correcto.

Cuando al grupo de mujeres que yo capacito para el servicio al Señor, llega alguna con el problema de decir amén a todo, sin escuchar a lo que le está diciendo amén, yo de inmediato le digo: “tenga cuidado con ese amén” para que cancele ese amén. Se lo sigo diciendo cuantas veces me diga un amén incorrecto y así es como aprende a escuchar a lo que le va a decir amén y al poco tiempo esta persona empieza a actuar sabiamente. Esta actitud se da porque tienen problemas en las emociones o porque están muy contaminadas. Quiero servirle al Señor con excelencia y sé que Él me pedirá cuentas de lo que enseño y no puedo quedarme callada cuando escucho a alguna de ellas decir amén a algo que yo sé que va a obstaculizar su crecimiento o que puede traer dolor o una

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maldición a su vida por su imprudencia. Proverbios 18:7 y Proverbios 21:23 consecutivamente dicen así: 7 “La boca del necio es quebrantamiento para sí, y sus labios son lazos para su alma”.23 “El que guarda su boca y su lengua, su alma guarda de angustias”.

Si usted quiere saber si ha caído en este error, sea sabio, pida que le graven sus enseñanzas o prédicas y después ore y pídale al Señor que le de entendimiento y escúchelas en un lugar donde usted esté tranquilo(a). Le aseguro que se va a sorprender y va a aprender mucho de su forma de hablar y sé que será para bendición de la iglesia. No se sienta mal si no oye muchos ámenes a su predicación; es mucho mejor que el pueblo esté quieto y callado para que el Espíritu Santo pueda hablarles y ellos lo puedan escuchar. Nunca olvidemos que somos humanos imperfectos camino a la perfección y a la humildad. El reconocer que se ha estado fallando hará de nosotros personas sabias; por ello Proverbios 22:4 dice: “Riquezas, honra y vida son la remuneración de la humildad y del temor de Jehová”. Un Rey sabio está pendiente de mantener todos los portillos cerrados y así tener una buena amistad con el Rey, la cual el enemigo no

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podrá entrar a destruir. Salomón el rey y hombre más sabio del mundo fue capacitado por Dios con una sabiduría mayor a los demás; pero él no valoró su llamado, no lo cuidó. Él tenía una debilidad, una puerta abierta en su vida, la cual erradamente se dedicó a alimentar al tener mil mujeres, las cuales, la Biblia dice, desviaron su corazón (1 Reyes 11:3). Ellas fueron usadas para poner al hombre más sabio a postrarse y adorar a otros dioses. Él, al cometer tal pecado, terminó siendo un ignorante. ¿Hermano(a), adora y se postra usted ante otros dioses? ¿Qué es lo que si usted no lo tiene le quita su paz? ¿O qué es lo que usted permite para agradar a sus dioses, sabiendo que es incorrecto? El enemigo busca saber la debilidad en una persona para trabajar en ello y debilitarle, por eso debemos actuar con sabiduría y entregarle al Señor cada área débil que halla en nuestra vida para que Él nos fortalezca y nos haga libres. Salomón venía arrastrando de su padre David esta maldición de índole sexual, al igual que su hermano Amnón, maldición que generó David entre su descendencia cuando era rey. Cuando él cometió adulterio con Betsabé, alimentó esa área débil en él. Por causa de ese pecado no sólo generó una maldición sino que trajo dolor a su familia hasta el fin de sus días, ya que el decreto del Señor en 2 Samuel 12:10,11 (DHH) fue:

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“Puesto que me has menospreciado al apoderarte de la esposa de Urías el hitita para hacerla tu mujer, jamás se apartará de tu casa la violencia. Yo, el Señor, declaro: Voy a hacer que el mal contra ti surja de tu propia familia, y en tu propia cara tomaré a tus mujeres y se las entregaré a uno de tu familia, el cual se acostará con ellas a plena luz del sol”.

¿Está usted hermano(a) generando alguna maldición? ¿Está cometiendo adulterio al postrarse y rendirse ante otros dioses? Esta maldición alcanzará a su descendencia hasta la cuarta generación y por ello van a venir consecuencias dolorosas constantemente a la vida de ellos. ¡Qué cuidado debemos de tener de cuál es nuestro caminar ante los ojos del Señor de la iglesia y del mundo! Recordemos que todo lo que el hombre siembra eso recogerá. Los que estamos al servicio del Señor debemos ser personas muy prudentes porque el enemigo no soporta a un escogido, a un ungido del Señor y siempre va a estar tras él. Esta maldición llevó a Salomón a adulterar espiritualmente postrándose ante otros dioses. Salomón llegó a adorar y a postrarse ante Jezabel (1 de Reyes 11:33 Astoret es Jezabel). Hoy en día hay varios reyes cometiendo este mismo pecado,

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postrándose ante Jezabel, adorándola porque ella les suple lo que ellos quieren o les dice lo que ellos quieren escuchar, sin darse cuenta que ella astutamente los ha apartado del Señor para destruirlos. Salomón se postró ante otros dioses por agradar a sus mujeres y así desobedeció al Señor. Para él fue más importante complacer a sus mujeres que obedecer al Señor. Cuántos reyes están pecando haciendo algo incorrecto por complacer sus debilidades (esposa, hijos, ego, orgullo) y con esa actitud están ofendiendo y desobedeciendo al Señor y por eso fueron desechados del reino (1Reyes 11:1,2). A Salomón le fue quitado el reino por desobedecer (1 Reyes 11:31,32), por una debilidad sexual, una puerta abierta, una maldición heredada que lo llevó a convertirse en un apostata después de haber sido el hombre y rey mas sabio.

Este ejemplo de Salomón nos lleva a meditar y nos enseña que, no importa cuánto dinero o sabiduría tengamos, o si tenemos un ministerio a nuestro cargo, nunca debemos de confiar en nuestras fuerzas y dejar de depender de Dios en todas las áreas de nuestra vida día a día, nunca debemos olvidar que estamos a Su servicio, que somos siervos y por lo tanto debemos de obedecer de inmediato cuando Él así lo demanda. Debemos obedecer para que el Señor

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no nos diga nunca como le dijo al rey David cuando pecó en 2 Samuel 12:9ª: “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos?” No debemos de abrirle la puerta al enemigo a través de ningún pecado porque a través de ese pecado empezará a minar, a debilitar para poder destruir. Nunca debemos de dejar de agradecerle al Señor por el enorme privilegio de haber sido llamados a Su servicio y debemos saber cuidar ese llamado. Nunca vea el ministerio que le fue encomendado como una carga, porque no es una carga es un privilegio que el Señor haya contado con nosotros para que Su reino sea extendido. Cuando Ester iba a ser presentada al rey, ella primero tuvo que ser preparada. En el libro de Ester 2:12 dice: “Y cuando llegaba el tiempo de cada una de las doncellas para venir al rey Asuero, después de haber estado doce meses conforme a la ley acerca de las mujeres, pues así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto es, seis meses con óleo de mirra y seis meses con perfumes aromáticos y afeites de mujeres”. Hay requisitos para poder llegar al Rey y poder ser aceptada(o) para poder reinar. Una reina se va a reconocer por su fidelidad al rey y por sus vestiduras. Usted no podrá reinar si no tiene sus vestiduras. Éxodo 31:10 dice:

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“Los vestidos del servicio, las vestiduras santas para Aarón el sacerdote, las vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio”. Antes de ser reina, se es hija y una hija se reconoce por su obediencia al Rey. La ropa y la desnudez son signos de la condición espiritual del hombre. La muda de vestidos simboliza el cambio espiritual. Colosenses 3:8-10 dice: “Pero ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, palabras deshonestas de vuestra boca. No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos, y revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va renovando hasta el conocimiento pleno”. En Colosenses 3:5ª dice: “Haced morir lo terrenal en vosotros”. Lo terrenal es lo mundano. Dice que hagamos morir lo terrenal; a nosotros nos toca hacerlo morir ¿Cómo? Bueno, los altares son para sacrificar y sacrificar es hacer morir. En Éxodo 29:37 dice que todo lo que el altar tocare será santificado. Pero no podrá ser santificado si no es puesto en el altar por nuestra propia voluntad; por eso dice haced morir. Es a nosotros a los que nos toca tomar la decisión y deben ser decisiones radicales. Ejemplo: si usted tiene problemas con el qué dirán, usted lleva eso al altar y se lo entrega al

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Señor para que la(o) haga libre y Él ocupe esa área en su vida. Una vez que usted le ha entregado esa área, Dios empieza a trabajar en esa área en usted. El enemigo también lo hará para que usted no sea libre y siga atada al qué dirán y pecando. ¿Cómo peca? Desobedeciendo por temor al qué dirán. Los problemas de orgullo, ego y qué dirán tienen que ver con problemas en las emociones por causa del rechazo, y la decepción los cuales han ministrado a la persona inseguridades. Para ser libre, se tiene que empezar un proceso de sanidad interior pidiéndole al Señor que saque lo oculto a la luz, preguntándole a quiénes usted debe de perdonar y asegurándose de que está dispuesto(a) a perdonar día a día, cada vez que recuerde lo que le hicieron; así cada vez que usted perdona, Dios sana; entonces sus emociones se van fortaleciendo, haciendo de usted una persona más segura y confiada. Cuando Dios está trabajando en esta área del qué dirán van a venir situaciones a su vida que le van a confrontar las cuales Dios va a permitir y va a estar chequeando para ver cuál es su actitud y cuál es su decisión. El enemigo tratara de persuadirla para que usted no tome la decisión correcta; si usted decide obedecerle al Señor, algunas personas van a hablar de usted, pueden murmurar y hasta cuestionarla porque a

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ellos no les parece, pero usted interiormente sabe que está haciendo lo correcto porque eso es lo que Dios quiere y es lo que le da paz y cuando ese proceso haya pasado, usted se sentirá más que bien porque fue libre del qué dirán. Sus emociones están siendo restauradas y parte del orgullo en usted murió, su antigua forma de ser está muriendo y está surgiendo una nueva persona, como está escrito en 2 Corintios 5:17: “De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. Es así como vamos muriendo y nos vamos transformando en criaturas nuevas, en personas humildes para que cuando estemos reinando la corona no nos quede grande al ser tan pequeños espiritualmente que creamos que ya nadie nos puede decir nada porque estamos reinando y peor aún ignorar la voluntad y voz del Señor cuando envía a alguien a confrontarnos y a exhortarnos. ¿Acaso no es Él el dueño de nuestra vida? No olvidemos que en la Biblia hay preciosas promesas para la persona que es humilde. Así es como cada área incorrecta en nuestra vida debe de ser sacrificada, debe de morir para no sólo poder decir sino mostrar lo que se dice Gálatas 2:20ª Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí. Y primera de Juan 5-4 dice.

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Que todo lo que es nacido de Dios vence al mundo. Esto lo puede decir con toda libertad una persona que ya no es dominado(a) por la carne sino guiado por la disciplina del Espíritu Santo el cual es el único que puede hacer morir en nosotros toda decisión incorrecta. La muerte en un cristiano se va a reconocer por la resurrección de Cristo en él o sea por la presencia del Señor en él. 1 Corintios 2:4,5 nos lo dice así: “y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”.

Cuando Ester estaba siendo preparada para ser presentada al rey dice que se cumplía el tiempo de sus atavíos (adornos) esto es seis meses con óleo de mirra. La mirra es aceite y es símbolo del Espíritu Santo (Su presencia). Ester 2:12 la mirra era usada para purificar. El aceite se saca de las aceitunas. Las aceitunas se recogen a mano cuando están verdes (bebés espirituales) y cuando están maduras se sacan golpeando el árbol con palos o varas para poder extraer el aceite. La vara es un símbolo de poder y autoridad (Proverbios 10:13 y 22:15). El aceite es emblema de soberanía. Getsemaní

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significa lagar de aceite, lugar donde eran molidas las aceitunas para poder obtener el aceite (Mateo 26:36-46). No se puede pretender estar llenos del Espíritu Santo si no hemos aprendido a obedecer a Dios en lo pedido o encomendado. Por mucho que nos duela hay que obedecer, hay que pagar el precio muriendo así a nuestros deseos. La Palabra dice que no nos ha venido nada que no podamos sobrellevar; es sólo cuestión de tomar la decisión.

1 Corintios 10:13 dice: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”. Un valiente no temerá tomar decisiones radicales. Los radicales son los que van detrás de la unción. Ester al estar ungida, al ser obediente durante su preparación, pudo ser valiente y decidir presentarse ante el rey, aunque no fuera llamada, para interceder por su pueblo, aunque eso le podía costar su vida. Cuando una persona tiene un llamado, con un corazón para reinar, no le va a importar dejar lo que sea y hasta morir para poder llegar a la presencia del Rey y así poder ayudar a Su

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pueblo. Esa es la clase de gente que Dios busca para que reinen con Él en el reino de Dios y Su justicia, donde todo se mueve en forma sobrenatural, gente con un solo interés y éste es el de agradarle y servirle a Él. La escogida tenía que ir con un olor agradable ante el Rey. El Salmo 45:8ª dice: “Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te recrean”. Una persona que ha sido preparada por el Espíritu Santo, que ha pasado por los procesos solicitados por el Rey, una que ha estado en el desierto conociendo y aprendiendo dependencia de su Rey, tendrá un olor agradable, será una persona muy agradable y a las personas les gustará estar con ella ya que todo lo que sale de ella es agradable.

Cantares 3:6 dice: “¿Quién es ésta que sube del desierto como columna de humo, sahumada de mirra y de incienso y de todo polvo aromático?”El olor a santidad, a integridad, es el olor que le agrada al Rey y éste se consigue cuando la carne es sacrificada en el altar donde todo es santificado. La santidad es lo opuesto a estar contaminado. Entonces la doncella venía así al Rey. Cuando ya se ha muerto (al yo) habrá una dependencia total de Él, tanto Espiritual, Emocional, como Financiera, y habrá un gran deseo por

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obedecerle, agradarle y servirle. Entonces será hermosa ante el Rey. Salmo 45:10 dice: “Oye, hija, y mira (observar detenidamente, meditar), e inclina tu oído (escuchar cuál es Su voluntad), olvida tu pueblo, y la casa de tu padre (libre de ataduras emocionales, emociones sanas y estables, madures emocional)”. El versículo 11ª dice: “Y deseará el Rey tu hermosura”. Hermosura describe aquello que es apropiado, producido en el momento oportuno, aquello que es hermoso porque es en su tiempo de naturaleza excelente (preparación). El versículo 2:13 del libro de Ester dice que todo lo que ella pedía se le daba. Si su corazón es sincero y quiere la presencia del Rey en usted, entonces usted será enviada a un lugar a donde va a ser preparada para poder ser presentada ante el Rey, después de la preparación podrá ser presentada; si usted fue humilde y obediente durante la preparación (lo que caracterizó a Ester), usted estará ataviada (adornada) y cuando el Rey la vea, la verá hermosa y la escogerá. Recuerde que son muchos los allegados pero pocos los escogidos. Ester no sólo fue preparada en palacio, ella aprendió a ser obediente desde niña cuando su tío Mardoqueo la educaba (preparaba) (Ester 2:20). Si una persona aprende a ser obediente

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desde recién convertida, ésta será usada para propósitos grandes en el reino.

Ezequiel 16:14 dice: “Y salió tu renombre entre las naciones a causa de tu hermosura; porque era perfecta, a causa de mi hermosura que yo puse sobre ti, dice Jehová el Señor”. Es la presencia de Dios en una persona lo que la hará hermosa y después, Dios mismo muestra al mundo esa hermosura, pero nunca debemos de olvidar que es por causa de Su presencia.

Dios quiere preparar reinas como Ester que estén dispuestas a morir, morir a Su yo por ayudar a Su pueblo para que éste no sea destruido. Si somos agradables, si hemos hallado gracia ante sus ojos, el Rey promete darnos la mitad del reino. ¿Por qué la mitad? El reino es lo sobrenatural de Dios, es tener el poder, la autoridad y sabiduría para poder movernos en ese mundo sobrenatural ejerciendo prodigios y milagros, para gloria del Rey. Cuando usted, como rey o reina, da una orden en el mundo espiritual, usted da un decreto. Decreto significa mandamiento, ordenanza, sentencia, orden real. Después de decretar (dar una orden), hasta ahí es su parte; cuando usted habla en lenguas después de dada la orden, el

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Espíritu Santo empieza a hacer Su parte, lo sobrenatural, y dependiendo de su autoridad, fe, conocimiento y sabiduría, los cuales tienen que ver con la presencia de Dios en usted, los milagros y prodigios se darán y los demonios huirán. Lucas 24:49 dice: “He aquí, yo enviaré la promesa de mi Padre sobre vosotros; pero quedaos vosotros en la ciudad de Jerusalén, hasta que seáis investidos de poder desde lo alto”. Si usted está investido, entonces nada lo(a) debe de detener. Nosotros somos las manos de Dios, los pies de Dios, la boca de Dios, así que hagamos nuestra parte que de seguro que Él hará la suya, si es que queremos ver Su gloria e impactar al mundo con su poder. Voy a poner un ejemplo para que usted entienda bien y reciba este conocimiento y lo aplique a su vida primero y después a alguien que lo necesite. Yo venía teniendo problemas en una pierna por causa del nervio ciático; era un dolor, una debilidad, una molestia permanente. Un día le pedí al Señor que me sanara y su respuesta fue: “decreta (ordena)”. Entonces le pregunte: “¿Cómo?” El Señor me explicó: “Ordénale que se ubique en el lugar que le corresponde, que se desinflame y que funcione perfectamente para mi gloria y para edificación y bendición de tu vida”. Así lo hice y se inició un proceso de sanidad. No fue un milagro, fue

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un proceso donde yo empecé a glorificar al Señor por esa sanidad, aunque algunas veces me molestaba, pero yo confesaba que Jesucristo se llevó toda dolencia y enfermedad, así que yo no tengo porque tener esta dolencia. Y días después ya no había ningún dolor ni molestia. ¡Gloria a mi Señor!

Si el Rey de reyes le ha dado la mitad del reino a una persona, ésta será una persona tranquila, segura, confiada, llena de paz y gozo, porque sabe lo que tiene, ésta sabe que tiene el respaldo del Rey. Ester fue escogida y preparada para cambiar el rumbo de un decreto el cual consistía en destruir al pueblo de Dios, el decreto de Aman. Hay muchos decretos en contra del pueblo de Dios, a través de las herencias y maldiciones generacionales, a través de las palabras de juicio y maldición, y a través de los celos y envidias. Ester envió un decreto a su pueblo en Ester 8:11 que decía: “que el rey daba facultad a los judíos que estaban en todas las ciudades, para que se reuniesen y estuviesen a la defensa de su vida, prontos a destruir, y matar, y acabar con toda fuerza armada del pueblo o provincia que viniese contra ellos, y aun sus niños y mujeres, y apoderarse de sus bienes”. Ésto es lo que hace una reina o un rey que ha hallado gracia ante los

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ojos del Rey y que ama a su pueblo, va a darle dirección, conocimiento y estrategias para que éste se defienda de sus enemigos, y por causa de ello, el pueblo va a ser muy bendecido. Esto es guerra espiritual. Esto es lo que hará una persona (una reina o rey) que ha sido escogida para guiar al pueblo de Dios porque el deseo de su corazón será siempre el bienestar de su pueblo y el pueblo será bendecido cuando reciba conocimiento de qué hacer para obtener la victoria y estar en paz y gozo. El conocimiento es lo que va a hacer que una persona que lo aplica a su vida se revista (se vista) en una nueva persona, una nueva criatura vestida de integridad. El Salmo 45:13b lo dice así: “De brocado de oro es su vestido”. El oro es símbolo de integridad.

Cuando el hijo prodigo regresó a su casa después de que volvió en si, cuando entendió lo que había hecho, lo que había despreciado, lo que no había valorado, entonces se humilló, fue y reconoció su pecado, y pidió perdón. Fue entonces cuando el padre mandó que lo vistieran con el mejor vestido (restitución), le pusieran un anillo (autoridad), y calzaran sus pies (un nuevo caminar, una nueva criatura). El ser humilde al reconocer el error cometido es lo que va a hacer que haya un cambio radical en la

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persona para poder llegar a ser una nueva criatura guiada por el Espíritu Santo, revestida de poder, con un llamado a reinar. Cuando está reinando un rey o una reina escogidos y preparados por el Rey a través del Espíritu Santo, las cargas del pueblo van a ser disminuidas y el pueblo va a ser bendecido (Ester 2:18). Vasti fue desechada como reina y desechada de la presencia del rey por su soberbia. Ester 1:19b dice: “Que Vasti no venga más delante del rey Asuero; y el rey haga reina a otra que sea mejor que ella”. Vasti cometió un grave error al rebelarse cuando el rey la llamó para mostrar su hermosura (la presencia de Dios). Estas son personas a las que no les interesa ser preparadas no valoran o no valoraron el llamado a la preparación. Hay personas que ya fueron desechadas para reinar por su soberbia y rebeldía y otras por no darle el valor al llamado para ser preparadas. Vasti perdió la corona por su soberbia y su desinterés por agradarle y obedecerle al rey. Apocalipsis 3:11 dice: “He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona”.

La corona es:

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• símbolo, distintivo de nobleza, realeza o autoridad.

• símbolo de dignidad, poder, ya sea para bien o para mal.

• símbolo de triunfo. • prenda de honor público por servicios

distinguidos. • poder militar.

Isaías 62:3 “Y serás corona de gloria en la mano de Jehová, y diadema de reino en la mano del Dios tuyo”. La corona (la presencia, la gloria de Dios) le es quitada a un rey o a una reina por no cuidar lo que se les dio a su cargo y por esa causa el pueblo es cautivo. Jeremías 13:17b dice: “Porque el rebaño de Jehová fue hecho cautivo”. Y el versículo 18 dice: “Di al rey y a la reina: Humillaos, sentaos en tierra; porque la corona de vuestra gloria ha caído de vuestras cabezas”. Lamentaciones 5:16 dice: “Cayó la corona de nuestra cabeza; ¡Ay ahora de nosotros! porque pecamos”. Si se está pecando, no se va a pretender estar reinando y teniendo el respaldo del Rey de reyes. El orgullo, la soberbia es un cáncer que destruye porque aleja a las personas del Señor porque Él es el dador de vida. Por esa causa muchos reyes han perdido su trono.

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Daniel 5:20 dice: “Mas cuando su corazón se ensoberbeció, y su espíritu se endureció en su orgullo, fue depuesto del trono de su reino, y despojado de su gloria”. Algunos reyes siguen ejerciendo su reinado en sus fuerzas y sin presencia de Dios, sin sus vestiduras reales, sin un trono. El trono simboliza la omnipotencia (todo poder) y el gobierno de Dios. Y sin un cetro (sin sabiduría). El cetro es símbolo de sabiduría y soberanía y del poder conquistador del rey. Éstos son reinos que se reconocen porque lo sobrenatural del reino de Dios prácticamente es desconocido por falta de conocimiento. Debemos entender que para poder entrar a los aposentos del Rey, a Su intimidad, a Su presencia hay que estar vestido con vestiduras reales. Ester 5:1 dice: “Aconteció que al tercer día se vistió Ester su vestido real, y entró en el patio interior de la casa del rey, enfrente del aposento del rey; y estaba el rey sentado en su trono en el aposento real, enfrente de la puerta del aposento”. Es decisión nuestra si queremos vestirnos con las vestiduras reales, porque si estamos escogidas(os) para ello y tenemos nuestra voluntad dispuesta a obedecer, entonces nada ni nadie lo podrá impedir. Así lo dice Colosenses 3:12: “Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de

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benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia”.

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SACERDOTES

Los sacerdotes son santificados para el servicio al Señor con una unción de aceite santo (capacitados para andar en santidad) siendo así revestidos de hábitos consagrados. Éxodo 29:5:7 dice: “Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás. Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos”. Él debe de mostrar santidad. Él tiene una gran responsabilidad, debe de tener el conocimiento para dárselo al pueblo para que éste pueda conocer al Dios vivo y real que es Jehová y también debe saber cuál es la voluntad y propósitos del Señor para ese pueblo. Este conocimiento hará que el pueblo conozca a ese Dios vivo y real y por ello adore al Señor por Su gran fidelidad y por Su gran amor. Al sacerdote le corresponde dar la palabra revelada, así el pueblo se alimentará espiritualmente y crecerá. Él debe de tener el conocimiento y la sabiduría para los momentos de crisis del pueblo. Él es el llamado a construir

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un altar, por lo tanto, debe de ser ejemplo de ello. El altar es establecer y mantener una relación con Dios. Sobre el altar se ofrecía diariamente incienso aromático el cual es símbolo de la oración. El Salmo 141:2 dice: “Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis manos como la ofrenda de la tarde”. Y Apocalipsis 5:8b dice: “todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos”. Cuando un sacerdote tiene un altar personal, tendrá una buena relación con Dios, si es que obedece; entonces el Señor le dará la Palabra revelada con facilidad. Un sacerdote (un pastor) puede orar todos los días, ya que tiene el suficiente tiempo para dedicarse a la oración. A él se le da un sueldo y beneficios como siervo del Señor para que esté sólo al servicio del Señor y de Su pueblo. ¿Pero y qué si no es obediente a lo que el Señor le pida hacer o no hacer? Entonces esa relación con el Señor más bien estará rota hasta que él decida obedecerle.

Todo cristiano debe de tener su altar donde encontrarse con su Dios día a día para poder ser fortalecido y dirigido por Él a través de Su Espíritu Santo; pero debemos de tener mucho cuidado que eso no se convierta en un rito religioso, al estar buscando Su presencia con un

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corazón contaminado y cargando los mismos pecados por no querer obedecer y cambiar de actitud. Dios rechaza esta clase de oraciones. Cuando se actúa en esta forma, la oración simplemente llega a ser una costumbre. No olvidemos que los altares son para morir. 1 Pedro 5:10b dice: “después que hayáis padecido”. Y para poder morir hay que tomar decisiones radicales. Isaías 1:15-17 dice: “Cuando extendáis vuestras manos, yo esconderé de vosotros mis ojos; asimismo cuando multipliquéis la oración, yo no oiré; llenas están de sangre vuestras manos. Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo”. El altar debe de ser un lugar santificado para que la presencia de Dios descienda y el propósito del Señor para nuestra vida se pueda llevar a cabo. Éxodo 29:43-44 dice: “Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes”. El sacerdote debe de enseñar al pueblo cómo morir, cómo ser un sacrificio vivo para el Señor. Él es el encargado de enseñar la ley y cuidar del templo y para ello debe de tener el suficiente discernimiento para poder discernir entre lo

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limpio y lo inmundo. Zacarías 3:7 dice: “Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar”. Te daré lugar significa te daré presencia. Es al sacerdote y a los levitas a los que les toca santificar la casa del Señor (el templo) tomando ese territorio para Cristo, limpiando así el lugar, preparándolo para que Su gloria pueda descender y así bendecir a Su pueblo pero antes de hacerlo deben de santificarse (2 Crónicas 29:15-16). Si una persona no se santifica (santificarse significa apartarse), como va a pretender hacerle frente al enemigo, con qué autoridad lo va hacer, con qué autoridad va a decretar u ordenar en el mundo espiritual y va a pretender que se le obedezca. Si hay santidad, hay presencia de Dios, y si hay presencia, hay autoridad, y si hay autoridad, hay poder. Si un sacerdote ama al pueblo, él va a querer que éste sea bendecido y si él es el encargado de ministrar el templo para que la presencia del Señor esté en cada culto, pues déjeme decirle que ese es un gran privilegio que muchos desconocen y es lo que hará la diferencia entre una iglesia muerta, sin presencia y una llena de la presencia del Señor; pero eso dependerá de la

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santidad que haya en los levitas como en el sacerdote que van a ministrar. Y recordemos que él Señor nos manda a ser santos (Éxodo 19:6).

Todo sacerdote de Jehová está comprometido a caminar en santidad y por ende en integridad. Al estar el santuario purificado, limpio de las contaminaciones del pueblo y al ser un lugar santificado, la presencia del Señor estará en ese lugar (Levíticos 16:16). Todo lo contrario a un templo contaminado, donde la contaminación es tan fuerte que las personas se duermen o usted los ve haciéndose masaje en el cuello de tantas cargas que están recibiendo por estar el templo tan contaminado. Resulta que muchos llegaron bien a la iglesia y al terminar el culto terminaron tan contaminados que se van cargados para su casa. La Palabra del Señor dice todo lo contrario. En Mateo 11:28 dice: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. Es una responsabilidad del sacerdote mantener el templo limpio espiritualmente para que el pueblo sea bendecido y no contaminado. Todo sacerdote está en la responsabilidad de exhortar al pueblo para que camine en santidad, no importando si algunos se molestan y para ello deben de enseñarle al pueblo a discernir entre lo

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santo y lo profano. Ezequiel 44:23 dice: “Y enseñarán a mi pueblo a hacer diferencia entre lo santo y lo profano, y les enseñarán a discernir entre lo limpio y lo no limpio”. Hoy en día, la santidad no es muy frecuente dentro del pueblo del Señor ni entre muchos de sus líderes y eso se ve con mucha facilidad cuando se pueden ver sus rostros opacos y algunos ya ennegrecidos por falta de santidad e integridad. Esta negrura es muy particular y con discernimiento usted la podrá observar. Hay personas que la cargan sólo en su rostro, otras ya la llevan en su cuerpo (Lamentaciones 4:1ª y 8ª).

Dios demanda santidad e integridad porque sin ella nadie le verá y con mucha más razón Sus ministros quienes deben caminar todos los días en santidad e integridad porque ellos representan al Señor delante del pueblo y cuando eso no se da, Dios muestra su molestia sacando lo oculto a la luz. Y cuando la hermosura de la santidad es quitada a causa del pecado, entonces es cambiada por negrura. Lamentaciones 2:1dice: “¡Cómo oscureció el Señor en su furor a la hija de Sion! Derribó del cielo a la tierra la hermosura de Israel, y no se acordó del estrado de sus pies en el día de su furor”.Sabemos bien que el oro es

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símbolo de integridad así lo vemos en Job 23:10: “Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro”.

Cuando una persona camina en integridad, eso se va a reflejar en su rostro, ya que por caminar en santidad la presencia del Señor estará en él o ella. Esteban era un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo (Hechos 6:5) y ésto causó celos y envidia debido a la sabiduría que había en él y por esa causa fue apedreado. En Hechos 6:15 dice que todos los del concilio al fijar los ojos sobre Esteban cuando lo estaban calumniando, su rostro era como el rostro de un ángel. La diferencia entre un santificado y uno que no lo es se ve muy claro cuando usted tiene suficiente discernimiento. El discernimiento es muy necesario en la vida de todo cristiano porque así le podrá parar los planes al enemigo en contra suya. Malaquías 3:18 nos lo dice: “Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve”. Si un sacerdote quiere ser usado grandemente por el Señor y tener conocimiento de lo alto, tendrá que ser un hombre dependiente totalmente de Dios y para ello tendrá que ejercitar mucho su fe. Si hay algo excelente que debe de caracterizar a un

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sacerdote de Jehová, a un pastor, es la humildad. 1Pedro 5:5 dice: “Revestíos de humildad”. Si tomamos la decisión, lo podemos lograr. Lamentablemente, hay sacerdotes del pueblo del Señor en quienes no hay humildad y ellos no se han dado cuenta que eso fue lo que hizo que muchos se hayan quedado botados en el camino al reino, y por ello dejaron de ser guiados por el Señor y empezaron a caminar en otras direcciones. Un sacerdote dependiente del Señor no se mueve ni a derecha ni a izquierda si no es el Señor el que le dice lo que debe o no de hacer. Él tiene el conocimiento de lo peligroso que es moverse fuera de la voluntad de Dios, porque la voluntad del Señor siempre lleva a un propósito, pero si no es la voluntad del Señor, éste irá a su propio propósito (a su voluntad). Por eso, para ser dependiente del Señor debemos ser humildes y saber reconocer que sin Su presencia y sin Su dirección nada podemos hacer. Hoy vemos las consecuencias de la falta de humildad y por ello no hay presencia de Dios y mucho menos unción. La humildad y la dependencia absoluta del Señor son portadoras de la unción.

En una ocasión, yo asistía a una iglesia grande donde había cuatro pastores a cargo de la iglesia. Uno de ellos, digamos que era el más

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joven y el más nuevo, aparte de ser pastor era jugador de fútbol. Un día, el Señor me dijo que hablara con el pastor #1 y le dijera que no era correcto que este hermano fuera jugador y pastor porque él llevaba a la iglesia toda la contaminación que había en el estadio y contaminaba al pueblo. Ésto refiriéndose a cuando a él le tocaba predicar y a que este hermano debía tomar una decisión radical. Yo me pregunté por qué el Señor no me mandó a hablar con este joven, sino que me mandó al pastor que era la cabeza, la máxima autoridad. Después entendí que Dios le estaba pidiendo cuentas a este, ¿el porqué? él estaba permitiendo eso. La respuesta de él fue que ya él le había dicho. ¿Y la autoridad por qué no se hizo obedecer? A los días, yo empecé a ser atacada por este joven desde el púlpito con palabras como: “Esas hermanitas que se creen muy espirituales y que dicen que el Señor me dijo”. El ego estaba hablando aquí, había orgullo en él y por eso estaba molesto. Como dice la Palabra en el Salmo 120:7 “Yo soy pacífico; mas ellos, así que hablo, me hacen guerra”. A través de esta palabra que di se levantó una guerra contra mi; escuché comentarios dentro de la iglesia como que a mi no me hablaba Dios sino un demonio (blasfemia); las murmuraciones en contra mía

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iban y venían. En una ocasión, cuando yo iba entrando a la iglesia, vi a dos líderes codeándose y diciendo: “Esa es Angie”. Yo estaba muy tranquila porque sabía que el Señor me había enviado porque Él quería que Su pueblo no fuera contaminado y este hermano tenía un llamado y tenía que tomar una decisión radical, así que Dios lo estaba poniendo a escoger. Esta guerra en contra mía duró 2 meses. Como mi Señor es mega fiel (por eso estoy tan enamorada de Él, de esa fidelidad) a los dos meses, estábamos terminando de adorar al Señor cuando escuché a este hermano decir que él no podía empezar ese culto sino le pedía perdón a una persona. En ese momento, el Señor me dijo: “Es a ti”, y vi cuando este hermano se me acercaba y me dijo que lo abrazara y que lo perdonara. El Señor levantó, una vez más, bandera por mí. Porque Él es mi juez y mi justicia y el que levanta mi cabeza. La actitud de este hermano fue una actitud de humildad, y déjeme decirles que es la única que he visto en un líder, en 25 años de conocer del Señor. Sé que su humildad fue genuina por los frutos que vi en él porque después cuando él me veía, me saludaba con mucho cariño y en ocasiones hasta me llevaba en su carro a la iglesia. Sólo espero por el bien de él y de la congregación a su cargo, que haya seguido

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siendo humilde. Ese mismo día sucedió todo lo contrario con otra persona que me pidió disculpas por lo que sentía en su corazón en contra mía. ¿Cómo sé que esta otra persona no fue humilde de corazón? Bueno, también por sus frutos ya que cuando me veía le costaba saludarme y no hay que ser muy espiritual para poder discernir un buen o mal saludo. No sé en que forma le habló el Señor al primer hermano, pero si sé que él fue obediente y humilde, dejó el fútbol y se dedicó al servicio del Señor y estoy segura que no se ha arrepentido de haber tomado tan sabia decisión. El ser escogido para servirle al Señor es el privilegio más grande que puede tener el ser humano. Por favor, nunca lo vea como una obligación porque eso significa que su corazón no es sincero para con Dios, véalo como un privilegio de haber sido escogido por Dios. La obediencia es consecuencia de la fe y confianza que tenemos en el Señor y en Su palabra. Así que Dios empezó a moverse en la vida de este hermano en una forma gloriosa, dándole su propia iglesia. Siempre que la persona se humilla, de seguro que viene gran recompensa. La humildad siempre nos va a traer recompensas y alegrías; por el contrario, el orgullo que trae rebeldías y dolores. Si somos personas dependientes del Señor, seremos guiadas por Su Espíritu, entonces no vamos a

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ser engañados para hacer alianzas incorrectas con las personas incorrectas. Josué, el sucesor de Moisés, fue engañado e hizo una alianza incorrecta por no consultar al Señor. Josué 9:11b dice: “y decidles: Nosotros somos vuestros siervos; haced ahora alianza con nosotros”. Esto sucede con muchas iglesias, sobre todo cuando hay un mover del Espíritu. Debido a la fama del Señor (Josué 9:9), empiezan a llegar personas nuevas y en poco tiempo ya quieren estar sirviendo o ya están sirviendo en la iglesia gente sin ninguna preparación y sin conocer de un Dios vivo y real, muchos recién convertidos y los ponen a servir irresponsablemente ante el Señor y ante la iglesia, tan sólo porque van a un encuentro o porque los ven muy deseosos de servir. Es bueno tener ese deseo de servir pero debe de ser en el tiempo del Señor. Ezequiel 44:9 habla de los que no están preparados. Si se pone a servir sin estar preparado, ¿qué va a dar, qué va a enseñar? Esto es delicado y peligroso para el pueblo del Señor. Todo sacerdote tiene sobre sus hombros la gran responsabilidad de saber a quién va a poner a servir en la casa del Señor. Josué y el pueblo fueron engañados porque no le consultaron al Señor e hicieron pacto con la gente incorrecta, por esa causa el pueblo murmuraba contra los lideres (Josué 9:18). La

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falta de sabiduría en un líder, por no ser dependiente del Señor consultando Su voluntad, provoca que el pueblo murmure de él por las malas decisiones que éste toma en su razonar. Si usted es un líder que no tiene una relación y amistad con Dios, ni escucha la voz del Señor, entonces el pueblo que usted tiene a cargo está en serios problemas, y lo más seguro, está en escasez de alimento y padeciendo de hambrunas espirituales. Su responsabilidad como sacerdote es alimentarlo. Le doy un consejo: varíeles la dieta y no les este dando lo mismo.

En una ocasión, mientras estaba haciendo mis oficios, tenía la radio puesta en x emisora cristiana cuando escuché que anunciaban un viaje a México y entre los lugares que anunciaban, anunciaban la visita a la basílica de una virgen. Yo me sorprendí cuando escuché eso; así que llamé a la emisora y hablé con un hermano que fue el que contestó y le pregunté que si ellos se daban cuenta de lo que estaban haciendo al pasar ese anuncio para visitar la basílica de una virgen. Le dije que eso traería confusión al pueblo de Dios, sobre todo a los recién convertidos. Una situación como ésta no sólo va a provocar murmuración del pueblo del Señor, sino también de los inconversos. El

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hermano fue humilde y me agradeció y se disculpó porque ellos no pudieron discernir eso. El que daba ese anuncio era un hombre y después de eso no lo pasaron más. Ellos se dieron cuenta del error y actuaron dejando de hacer lo incorrecto pero como a los tres días escuché de nuevo ese anuncio pero esta vez era una mujer la que lo anunciaba. Yo me despreocupé; como a los dos días estoy orando y el Señor me recuerda esa situación, a lo que yo irrespetuosamente (lo confieso) le dije: “Ay Señor, ya yo hablé”. Pero Él con una voz muy tierna me dijo: “Angie, ¿si fuera a venir maldición a tú vida, no te gustaría que te apercibieran?” Entonces yo le dije: “Está bien Señor”. Al haber una alianza incorrecta, la persona se empieza a alejar del Señor porque pone su confianza en algo o en alguien que no es el Señor. El Salmo 73:27 dice: “Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta”. Ese mismo día llamé de nuevo a la emisora y pedí hablar con la hermana, le hablé del asunto y a ella no le pareció. Muy diplomáticamente me trato de religiosa y me dijo: “Imagínese que yo estuve en Roma, en el Vaticano y saqué fotos”. Yo me pregunté en ese momento: “¿Qué hace una cristiana que le sirve al Señor metida en un territorio tan contaminado como es el

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Vaticano, la cuna de la idolatría?” Cuando Pablo estuvo en Atenas, dice que su espíritu se enardecía viendo la ciudad entregada a la idolatría (Hechos 17:16). La palabra enardecía significa que se enojo. Qué diferencia con esta hermana, que más bien, se complacía a tal grado, que hasta fotos tomó para tener de recuerdo. Debemos aprender a ser radicales y alejarnos de todo lo que nos contamine, si es que queremos andar en santidad y con presencia de Dios. No debemos tener dependencia de nada ni de nadie que no sea el Señor porque esa actitud nos aleja del Señor.

Los que le servimos al Señor debemos ser muy responsables con nuestro servicio, debe de haber de Su presencia en nosotros. Sólo así se le puede servir con excelencia ya que esa presencia es la que nos va a guiar a hacer lo correcto, como debe de ser, y como debe de andar todo siervo de Dios, sobre todo las personas que están al servicio del Señor para que la iglesia no vaya a ser contaminada por sus actitudes incorrectas. Pablo enseñaba y aconsejaba que se les dijera a los recién convertidos que se apartaran de las contaminaciones de los ídolos (Hechos 15:19,20ª). En la Biblia está muy claro en Oseas 4:12 que el espíritu que está detrás de las

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imágenes es el espíritu de la fornicación (fornicación espiritual); este espíritu engaña a las personas y las hace errar poniéndolas a confiar en otros dioses y así aleja a las personas de Dios. Si esa hermana estaba contaminada con este espíritu, ella iba a ver muy normal lo que ella estaba haciendo, algo tan delicado, que a ella le parecía normal anunciar y motivar a las personas, supuestamente a cristianos, ya que somos los que oímos las emisoras cristianas, a que visitaran un lugar donde hay culto a la idolatría, algo que sabemos y conocemos que aborrece nuestro Dios. ¿No es ésto tener una mente confundida y por ello usada para confundir? Jeremías 50:38 dice: “Sequedad sobre sus aguas, y se secarán; porque es tierra de ídolos, y se entontecen con imágenes”.

Una persona, con una mente confundida, fácilmente llamará a lo malo bueno y a lo bueno malo, ya que la confusión no le permitirá ver ni entender el error en que está. 1 Corintios 14:33 dice que Dios no es Dios de confusión, así que donde hay confusión no está Dios. Yo me enteré de que los dueños de la agencia de viajes no son cristianos. 2 Corintios 6:14 dice: “No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la

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injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas?”En ocasiones, el Señor habla muy fuerte y ésta es una de ellas cuando mas bien nos dice en este mismo capítulo: “Salid de en medio de ellos y apartaos dice el Señor. Y no toquéis lo inmundo. Y yo os recibiré”. Esto quiere decir que si usted está en alianzas incorrectas, ésto la(o) va a separar del Señor. La Palabra está muy clara. ¿O es tal la necesidad que hay de dinero o de dádivas, que se acude a los inconversos para obtener ayuda, haciendo así una alianza incorrecta, por no tener ni fe, ni dependencia del Señor? Isaías 30:2 dice: “Que se apartan para descender a Egipto, y no han preguntado de mi boca; para fortalecerse con la fuerza de Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto”.

Cuando Isaac estuvo en una situación difícil porque había hambre en la tierra, el Señor le dio una orden y le dijo que no descendiera a Egipto, porque Isaac le iba a pedir ayuda a un inconverso y él obedeció. Génesis 26:2 dice: “Y se le apareció Jehová, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que yo te diré”. Así lo hizo y fue grandemente prosperado como lo vemos en el versículo 12: “Y sembró Isaac en aquella tierra, y cosechó

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aquel año ciento por uno; y le bendijo Jehová”.

Si dependemos del Señor, no vamos a tener esta clase de problemas y no caeremos en estas astucias de hacer alianzas incorrectas. ¿Cuál cree usted que es el testimonio que usted está dando a los inconversos al hacer alianzas con ellos por dinero, o por dádivas? ¿Sabe cuál? Que ni usted mismo(a) cree en el Dios que predica. ¿Acaso no es este el comportamiento de la gente del mundo? ¿Usted es hija(o) del Rey? ¿Y si está reinando? ¿Entonces por qué su actitud es la de mendigar? ¿No es Dios suficiente? ¿Será que usted no es justo? (Salmo 37:25)

Recordemos, pueblo del Señor, que las palabras dicen mucho, pero el testimonio es el que arrastra. Qué decepción por personas con esta clase de mentalidad, que lo único que van a conseguir con esta clase de actitudes, es ser de muy mal testimonio para el mundo, abriendo así puertas a la murmuración sobre el pueblo del Señor o sobre alguno de sus líderes. Debemos caminar en sabiduría y con prudencia y sobretodo con temor y amor a Dios. Al Señor le gusta lucirse bendiciendo grandemente a Su pueblo. Él tiene todo el poder para hacerlo, pero

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sobretodo a los que le son fieles y no niegan Su nombre con sus actitudes y que le obedecen, no importando la situación que estén pasando. El Señor les continué bendiciendo, querido pueblo de Dios.

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EL PROFETA

El profeta de Dios es un hombre o mujer preparado de antemano para servirle al Señor. Samuel fue entregado desde muy niño por su madre al sacerdote Elí para que lo preparara para el servicio al Señor. El profeta de Dios tiene una naturaleza santa y ama su llamado. Eliseo quiso dejarlo todo para poder ir detrás de Elías y servirle (corazón sincero y principio de humildad) y aprender de él todo lo que éste hacia y decía para poder ver la gloria de Dios en su vida y a través de su vida, porque un profeta de verdad sabe lo valioso e importante que es su llamado, y ha entendido que no debe de estar en otras cosas que lo distraigan del conocimiento que debe de recibir (escuela del Espíritu Santo) para saber qué es lo que debe de hacer o no hacer y así recibir la unción que es la que lo capacita para poder servir con excelencia, tanto al Señor como a Su pueblo. 1Reyes 19:21b dice: “Después se levantó (tomo una decisión) y fue tras Elías, y le servía”. Antes de servir, debemos aprender a ser servidores y eso requiere de mucha humildad, tiempo y obediencia. El profeta, al ser una persona apartada y consagrada para el servicio a Dios,

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tiene una muy buena comunión con su Señor (la santidad en él) y el estar apartado (consagrado) es lo que le va a permitir tener esa amistad, esa relación de intimidad con Dios. La presencia de Dios en su vida hace que éste sea un(a) enamorado(a) de su Dios, dispuesto(a) a servirle; esto es lo que hace de él o ella una persona muy misericordiosa y muy sensible para con los necesitados, tanto física, emocional, espiritual como económicamente, porque el verdadero profeta es un hombre o mujer portador del ADN de Dios en su vida. Recuerdo que cuando yo estaba en el mundo sin Dios y sin ley, siempre me gustaba ayudar a los necesitados, ya venía con eso; cuando conocí del Señor, eso aumentó en mí. En una ocasión (yo tendría como un añito y medio de convertida), en la iglesia a la que asistía, un sábado salimos a evangelizar a Los Cuadros de Guadalupe; como yo no sabía gran cosa, ya que era una bebé espiritual, me dijeron que fuera con una hermana que era madura espiritualmente y ella era la que hablaría; yo sólo la acompañaba. En ese tiempo yo estaba embarazada. Nos fuimos y todo transcurrió normalmente. Cuando veníamos en el bus de regreso, yo escuché a unos jóvenes hablar acerca de una mujer que estaba enferma, pero solamente escuché eso. El lunes siguiente yo

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tenía que irme a chequear por mi embarazo. Cuando llegué a mi casa muy cansada, comí algo y decidí recostarme para descansar. No había puesto mi cabeza en la almohada cuando me dijo el Señor: “Ve y busca a esa mujer”. Y me recordó la conversación de los jóvenes en el bus. Yo le dije: “Señor, déjame descansar diez minutos porque estoy muy cansada y yo voy”. Descansé esos diez minutos y me levanté tan descansada como si hubiera descansado una hora. Hablé con mi esposo y le dije lo que el Señor me había dicho y él me dijo: “Sí, pero usted no va a ir sola a ese lugar” (para los que no conocen este es un lugar donde hay mucha delincuencia), entonces él fue conmigo. Yo no sabía dónde vivía ella, ya que las casas del lugar donde habíamos ido todas eran iguales, ya que eran ranchitos. Así que le pedí al Espíritu Santo que me llevara hasta donde ella estaba. Cuando nos bajamos del autobús, sentí dirigirme a la pulpería y pregunté que si ellos no sabían dónde era que vivía una muchacha que estaba enferma. Inmediatamente se me dio la información, así que llegué sin ningún problema. Cuando llegué, me encontré a esta mujer muy enferma y en cama. Resulta que ella era una cristiana. Cuando empezamos a hablar, me dijo que le había estado pidiendo al Señor que le enviara a alguien para que la ayudara. Gloria al Señor que

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fui obediente. Eso generó en esta hermana más fe, amor y agradecimiento para el Señor, gloria para el Señor, y en mi más sensibilidad en mi espíritu para escuchar la voz del Señor y poder así obedecerle, y mucho gozo al poder ayudar a alguien en necesidad. Ella era madre de cinco niños. La más pequeña tendría apenas 2 añitos por eso su madre mantenía una bolsa de leche en polvo debajo de la almohada y desde la cama, ya que no podía moverse mucho, le hacía su chupón. Los otros cuatro niños no tenían que comer; el mayor de estos niños podía tener 10 o 11 añitos. El anafre donde ella cocinaba, era evidente que, no se había prendido en días. Ella se veía muy mal; así que le pedí a mi esposo que buscara un teléfono y que llamara a la iglesia (en esta iglesia había un médico) para ver qué podíamos hacer por ella. El pastor llegó con el doctor y la vio tan mal, que se la llevó para el hospital porque tenía neumonía. Yo le dije que no se preocupara y le prometí que iba a cuidar de sus hijos. Yo no sabía cómo, pero sí sabía que lo iba a hacer. En ese tiempo yo estaba siendo enseñada a depender económicamente del Señor, así que se me estaban añadiendo las cosas poco a poco, y a la vez estaba aprendiendo a ser agradecida con lo poco. Como nos dice la Palabra: “Si en lo poco me fueres fiel, en lo mucho te pondré ” (Mateo

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25:21). Cuando yo me vi en ese cuarto con cinco niños que cuidar, pensé: ¿Qué hago? Así que decidí actuar por fe y pregunté que si no habría alguna señora que me cuidara a los niños y yo le pagaría por semana, a la vez que traería la comida para ellos por semana y gloria a Dios, apareció una señora que estuvo de acuerdo. Como yo no podía ponerle esa carga a mi esposo, tomé la decisión de hablar en la iglesia para que me ayudaran levantando una ofrenda de amor para la manutención de esos cinco niños mientras su mamá estaba en el hospital. A ellos no les pareció ya que se me dijo que ella no pertenecía a esa iglesia. Yo les expliqué que yo no estaba pidiendo nada para ella, ya que ella estaba en el hospital con tres comidas al día y bien cuidada, sino para cinco niños que no tenían que comer, ni quien los cuidara. Los que más se molestaron fueron los más adinerados de la iglesia, pero aún así, se permitió que se recogiera la ofrenda. Mateo 19:24 dice: “Otra vez os digo, que es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios”. Por eso esta clase de personas nunca llegan a conocer a un Dios vivo y real, nunca pasa nada sobrenatural en su vida y mucho menos a través de su vida; pero sí llegan a ser un estorbo muy grande para que cosas sobrenaturales pasen en la vida de otros.

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¿Pueblo del Señor, sabía usted que por actitudes como la que tuvo esta iglesia se puede ir al infierno (Mateo 25:31 al 46)? Una persona con un corazón nuevo, transformado por el Espíritu Santo, ni dudará cuando se pida ayuda para un necesitado, pero uno que no ha permitido que el Señor transforme su corazón será una persona sin misericordia y con actitudes muy egoístas.

Al ministerio que yo tengo, llegan tanto mujeres humildes como mujeres adineradas, pero casi todas quieren conocer a un Dios vivo y real y aprender de guerra espiritual, supuestamente para servirle al Señor, pero muy fácilmente me doy cuenta quién de ellas tiene un corazón sincero para con el Señor y cuáles son las que llegan buscando algo del Señor y estas últimas son las menos misericordiosas, son más bien ególatras a quienes no les interesa en lo más mínimo obtener conocimiento y ponerlo en práctica para poder ser usadas, ya que son del grupo de las desinteresadas del reino de Dios, de las vírgenes insensatas que su único interés es buscar su propio reino para ser reconocidas; sólo que eso no les va acontecer nunca porque ya se quedaron botadas en el camino al reino por sus actitudes. Mateo 25:8- 10 dice: “Y las insensatas dijeron a las prudentes: Dadnos

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de vuestro aceite; porque nuestras lámparas se apagan”. Yo, personalmente, prefiero invertir mi tiempo, que es muy ocupado, en gente genuina y sincera, tanto para con el Señor como para conmigo. En muy pocas ocasiones, pero el Señor lo ha hecho, me dice que les comparta y les pida ayuda si yo estoy ayudando a alguna persona o familia; así que obedezco y les comparto acerca de x situación de alguien. A mi me parecía normal que el Señor me pidiera que les compartiera a ellas, pero el asunto iba mas allá, y era para mostrarme el corazón de algunas de ellas. Podía ver la reacción de unas cuantas muy decididas a ayudar y así lo hacían; sin embargo, otras nunca aportaron ni un colón; éstas, que yo sabía bien cuál era su condición económica y puedo decir que les sobraba el dinero, sin embargo, tienen su corazón tan lleno de idolatría por el dinero y de lujuria material que ya no sabían que más comprarse ya que tenían de todo menos presencia de Dios (amor y misericordia). Esta clase de personas no puede conocer a un Dios vivo y real, al Dios del reino de lo sobrenatural. Es gente que está botada en el camino al reino porque personas con esta clase de corazón jamás podrán reinar en el reino de Dios y Su justicia. Ellas tendrán que conformarse con una vida religiosa, postrada y esclavizada al dios de este mundo, al

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materialismo, que lo único que llena y por poco tiempo son las emociones.

Continuando con el testimonio de los niños, aunque parezca difícil de creer, obtuve el apoyo sólo de una persona, un hombre mayor, don Eduardo; él se me acercó y me dijo: “Hermana, si quiere, yo hago las compras y las voy a dejar”. Este hermano no tenía carro por lo cual tenía que irse en bus. Gloria a mi Señor por él y donde quiera que esté, si es que está vivo, lo bendigo en el nombre del Señor por su apoyo y consideración tanto para la hermana y sus niños como para mi, ya que yo estaba embarazada. Fue así como empecé a darme cuenta que en el pueblo del Señor hay mucha falsedad e hipocresía y demasiada gente religiosa. Tiempo después entendí por qué, un día, el Señor me dijo que me mantuviera lejos de la levadura de los fariseos. 2 de Timoteo 3- 4y5 Los que más se opusieron a que yo levantara esa ofrenda de amor eran los que dirigían los cultos, los líderes religiosos, éstos sin amor y misericordia, sin ADN (presencia) de Dios. Líderes tan falsos y vacíos creyendo que podían ser un canal de bendición para el pueblo del Señor y cuando tuvieron una oportunidad para hacerlo, la despreciaron, no la valoraron, ni le dieron importancia, sin entender que el

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Señor todo lo observa y es parte de la preparación para saber si somos aptos para Su servicio. Eso es lo que sucede con personas que están sirviendo y aún no se han convertido de corazón y lo único que están haciendo es estorbar al propósito y voluntad del Señor. Jeremías 5:28 dice: “Se engordaron y se pusieron lustrosos, y sobrepasaron los hechos del malo; no juzgaron la causa, la causa del huérfano; con todo, se hicieron prósperos, y la causa de los pobres no juzgaron”. ¿Acaso no es ésta la actitud de una persona avariciosa y por lo tanto idólatra? (Colosenses 3:5) Esta es la actitud de un impío estorbándole al pueblo del Señor para que no pueda recibir sus bendiciones. Pero aun así, gracias al Señor, la ofrenda se recogió durante tres domingos, hasta que la madre de estos niños salió del hospital. Pueblo del Señor, recordemos que cada uno de nosotros será juzgado de acuerdo con las obras que haya hecho desde que se convirtió al Señor. Será una evaluación del servicio que cada creyente haya prestado a la causa de Cristo (2 Corintios 5:10).

Como yo estaba embarazada, el grupo de mujeres decidió hacerme un té de canastilla. Yo no estaba enterada, así que me dijeron que había una reunión para que llegara y cuando llegué,

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ese té fue toda una sorpresa para mí porque yo sabía que yo no les simpatizaba mucho ya que las había incomodado tocándoles el bolsillo, su dios dinero, durante tres domingos. Cuando yo empecé a abrir los regalos, casi todos eran cositas muy sencillas, la mayoría compradas por compromiso; lo sé porque eran dadas por personas con suficiente dinero y uno sabe cuándo le obsequian algo por amor o por compromiso, pero lo más interesante de todo es que ellas habían invitado a la hermana de los cuadros, a la mamá de los niños. Ella se esperó a que yo terminara de abrir los regalos para darme lo que ella me llevaba y me dio tres regalos grandes y muy bonitos. Yo la exhorte diciéndole que ella no tenía por qué hacer eso, porque a ella le costaban mucho las cosas, que ese dinero ella lo necesitaba y su respuesta fue: “Hermana Angie, recoja lo que sembró”. Pude ver que estas señoronas se sintieron bastante mal. Lo importante y valioso de todo ésto fue que obedecí a mi Señor haciendo lo que amo hacer: ayudar a otros. Recibí mucho conocimiento con ello; en ese momento no lo sabía, pero después entendí que estaba siendo observada por mi Señor en mi preparación al llamado como profeta, cuando no me importó que toda una iglesia estuviera en contra mía y que no quisiera apoyarme, cuando yo sabía

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perfectamente que esa era la voluntad del Señor. El Señor pudo bendecir a esta hermana y a sus hijos porque le obedecí a pesar de, y por causa de mi conciencia yo quería y debía de hacerlo, sin saber que estaba aprendiendo a morir al qué dirán y por ello sería recompensada con bendición, no sólo para mi sino también para mi descendencia como lo dice la Palabra en Génesis 22:17,18: “De cierto te bendeciré, y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y como la arena que está a la orilla del mar; y tu descendencia poseerá las puertas de sus enemigos. En tu simiente serán benditas todas las naciones de la tierra, por cuanto obedeciste a mi voz”. Porque mi mayor éxito está en estar en Su propósito, haciendo Su voluntad. Como nos dice la Palabra en 1Timoteo 6:6: “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento”. No podemos estar al servicio del Señor si en nosotros no hay misericordia por los necesitados; sería un engaño muy grande si usted se dice siervo o sierva de Dios y ve a un hermano (a) en necesidad y no hace nada; yo le llamo a eso hipocresía religiosa. Los hipócritas tienen su castigo (Mateo 24:51). Lastimosamente, pude ver que esa iglesia era una iglesia muerta y llena de religiosidad. Al igual que desde entonces, 23 años después, he

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visto lo mismo en mucho pueblo del Señor y en muchas iglesias. Y así pretenden que el reino de Dios venga a su vida. Marcos 12:32-34 dice: “Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y ya ninguno osaba preguntarle”.

Al poco tiempo, el Señor empezó a tratar conmigo acerca de los dones y con frecuencia escuchaba en prédicas por la radio o leía en la Biblia de los dones y sentí que el Señor quería decirme algo, así que le dije: “Bien Señor, si tú quieres decirme algo acerca de los dones, que el pastor hable el domingo sobre eso”. Y cuál fue mi sorpresa cuando el siguiente domingo, el pastor empezó a hablar de los dones, pero mi mayor sorpresa fue cuando dijo que eso no era para este tiempo, que eso había sido sólo para los apóstoles. Como ya yo había leído en la Biblia y escuchado suficiente, me di cuenta de que él estaba muy errado. Ese día, antes de que terminara el culto me despedí de las hermanas

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que estaban más cerca y nunca más volví a esa iglesia y a nadie le preocupó que yo no volviera. Creo que fue porque yo era la piedra en el zapato de algunos que estaban muy cómodos en su culto religioso antes de que yo llegara y les incomodara al hablar; ésta era una iglesia sin amor y nunca vi un mover del Espíritu Santo ahí. ¿Cómo? Si no hay amor, no hay presencia de Dios y si Su presencia no está en un lugar, entonces no se podrán ver ni milagros ni prodigios. No fue correcto haberme ido sin despedirme por lo menos del pastor, pero eso lo entendí años después. Cuando me pasé de iglesia, empecé a tener un crecimiento acelerado ya que estaba en una iglesia donde se movían los dones del Espíritu y el Señor siguió dándome formación y enseñándome a serle obediente.

El profeta de Dios debe de ser una persona muy estable emocionalmente, debe ser una persona de temple, porque su servicio en el reino no es muy bien visto ni por reyes, sacerdotes ni por algunos del pueblo del Señor y en muchos casos son más bien despreciados. Jeremías 26:8, 9 dice: “Y cuando terminó de hablar Jeremías todo lo que Jehová le había mandado que hablase a todo el pueblo, los sacerdotes y los profetas y todo el pueblo le

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echaron mano, diciendo: De cierto morirás. ¿Por qué has profetizado en nombre de Jehová, diciendo: Esta casa será como Silo, y esta ciudad será asolada hasta no quedar morador? Y todo el pueblo se juntó contra Jeremías en la casa de Jehová”.

El profeta es despreciado porque es enviado a hablar en contra del culto y la corrupción religiosa y sobre todo en contra del vano orgullo y jactancia en sus líderes que los conduce a la ruina (destrucción). Éste no es aceptado porque en ocasiones es enviado con juicio de parte de Dios, por eso no es bien recibido, ya que el juicio de Dios es disciplinario. Y como niños (espirituales) a la mayoría no les gusta la disciplina. Isaías 1:25,26 nos lo dice: “Y volveré mi mano contra ti, y limpiaré hasta lo más puro tus escorias, y quitaré toda tu impureza. Restauraré tus jueces como al principio, y tus consejeros como eran antes; entonces te llamarán Ciudad de justicia, Ciudad fiel”.

Querido pueblo del Señor, si usted llega a tener una mente renovada, va a entender perfectamente que estos juicios son una bendición para poner en orden nuestra vida, para que así podamos caminar en rectitud y en

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santidad, ya que el camino del justo es rectitud. 1 de Pedro 4-17 dice: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios., y si primero comienza por nosotros, ¿Cuál será el fin de aquellos que no obedecen al evangelio de Dios?”. Si Dios manda juicio a nuestra vida es por puro amor y misericordia porque Él no quiere que nos desviemos de Su propósito y voluntad y mucho menos que nos perdamos.1 Pedro 4:17 dice que: Al poner orden en nuestra vida a través de un juicio, nuestra relación con Dios va a ser restaurada y se va a fortalecer; eso nos llevará a tener una relación más intima con Él, entonces seremos un canal de bendición para muchos, los cuales le darán gloria al Señor y por ende seremos grandemente bendecidos. Isaías 26:9 dice: “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte; porque luego que hay juicios tuyos en la tierra, los moradores del mundo aprenden justicia”. Así que pueblo del Señor podemos ver y entender, que los juicios de Dios son necesarios, para que hallan cambios en nuestra vida.

Los profetas de Dios son muy atacados y apedreados por personas religiosas, orgullosas, celosas, envidiosas pero hay gran promesa de

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parte de Dios para ellos Mateo 5-11y12 dice: Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase de mal contra vosotros mintiendo. Gozaos y alegraos, porque vuestro galardón es grande en los cielos., porque así persiguieron a los profetas que fueron antes de vosotros. Así que, hermanos profetas, vale la pena esperar, aguantar, tolerar e ignorar las maquinaciones del enemigo en contra nuestra porque más son las bendiciones y satisfacciones que los ataques y los planes en contra nuestra. Le recomiendo, tómele el lado bueno y sáquele escuela (conocimiento) a cada ataque que venga contra usted y así verá qué glorioso será todo el conocimiento, entendimiento y sabiduría que va adquirir con cada ataque. Si lo llega a tomar así, verá que los ataques le ayudarán y fortalecerán más su fe al ver al Señor mostrándole y revelándole lo que se debe hacer o no hacer en cada batalla que viene en contra suya. Después usted podrá compartir este conocimiento con otros y así ser un canal de bendición para muchos que lo están necesitando.

Filipenses 3:2 dice: “Guardaos de los perros, guardaos de los malos obreros, guardaos de los mutiladores del cuerpo”. Si somos atacados, es porque estamos haciendo las

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cosas bien para el Señor y el enemigo está molesto. Si sabemos quién somos en Cristo, nada nos va a tocar. ¿Acaso no está escrito que somos más que vencedores? ¿Y que a los que amamos a Dios todo nos ayuda para bien? ¿Entonces dónde está el problema? En una ocasión, un rey pagano, a pesar de ser muy orgulloso, usó de sabiduría con Daniel cuando este le dio una palabra de juicio de parte de Dios y muy fuerte. Este rey en lugar de enojarse y atacarlo lo honró recompensándolo. Daniel 5:26-29 dice: Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin. TEKEL: Pesado has sido en balanza, y fuiste hallado falto. PERES: Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y a los persas. Entonces mandó Belsasar vestir a Daniel de púrpura, y poner en su cuello un collar de oro, y proclamar que él era el tercer señor del reino.

Es muy difícil que hoy en día haya una actitud así para con un profeta de Dios que llegue con una palabra de juicio. Si no le aceptan ni una palabra de advertencia, mucho menos una de juicio. Pero bueno, tenemos un Dios que hace milagros, podría suceder un milagro de esa clase en usted o en mí que somos profetas de Dios, nada más quiero darle este

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ejemplo. En una ocasión, hablando con un pastor yo le hice un comentario de lo necesario que es que el pueblo del Señor reciba conocimiento y le comenté a manera de ejemplo, como yo, siendo una ama de casa, había podido llevar a más de 600 personas a los pies de Cristo desde la sala de mi casa por causa del conocimiento que yo les daba (y eso hace más de 10 o 11 años y aún sigo llevando gente a los pies de Cristo), gracias a mi Señor. La actitud de este pastor fue de enojo, de molestia, muy diferente a la actitud que debería de haber en un siervo de Dios de gozo y alabanza al Señor por esas personas que el Señor salvó. La respuesta de él fue: “Si, pero no fue por su causa, sino por la unción”. Yo pensé: “Qué tonto es, ¿y dónde está la unción? ¿Acaso no está en mí para haber podido hacer eso?” Los celos y la envidia no le permitieron a este pastor recibir el consejo, y se perdió grandes bendiciones, tanto para él como para la iglesia. El profeta será usado tanto para aconsejar como para amonestar a los reyes, sacerdotes y al pueblo. Ezequiel 3:16,17 lo dice así: “Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de hombre, yo te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues, tú la palabra de mi boca, y los amonestarás de mi parte”.

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Amonestar significa poner en mente, se usa de instrucción, de advertencia, de corregir mediante la disciplina, instruir mediante acciones. Hebreos 12:6 dice: “Porque el Señor al que ama, disciplina, y azota a todo el que recibe por hijo”. En el profeta, por su relación con el Rey de reyes, en él hay un temor reverente para con Dios, por eso, es muy cauteloso para con lo que el Rey le pide hacer. Jeremías 1:17 dice: “Tú, pues, ciñe tus lomos, levántate, y háblales todo cuanto te mande; no temas delante de ellos, para que no te haga yo quebrantar delante de ellos”. Él ama estar completamente al servicio de su Señor a pesar de. Él está decidido a sufrir persecución por causa de la fidelidad (1 Reyes 22:27 y 28ª). Él en muchas ocasiones es enviado como portavoz de Dios a hablar a gente con un corazón endurecido y por causa de ese endurecimiento no van a recibir nada que los confronte con su pecado, sus rebeldías, ni con su orgullo, nada que los saque del molde donde tienen años de estar metidos y muy cómodos. Ezequiel 2:4 lo dice así: “Yo, pues, te envío a hijos de duro rostro y de empedernido corazón; y les dirás: Así ha dicho Jehová el Señor”.

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Él conoce la gran responsabilidad que tiene ante los ojos de su Señor como Su portavoz; él conoce muy bien las consecuencias de la rebeldía y la desobediencia y teme ser desobediente y rebelde. Ezequiel 33:6-9 lo advierte así: “Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya”.

La vida del profeta de Dios está en su boca; si él habla, es atacado, apedreado, calumniado y se siembra cizaña contra él para tratar de hacerle daño, y si calla, tendrá que darle cuentas a Dios. Amós 3:8 lo advierte así: “Si el león ruge, ¿quién no temerá? Si habla Jehová el Señor, ¿quién no profetizará?” Es por eso que él, al ser tan atacado y hasta calumniado, usa muy a menudo la sanidad interior para que tanto ataque no lo vaya a debilitar y a botar de su servicio en el reino. Él sabe muy bien quién es en Cristo; esa seguridad y confianza que adquirió y adquiere con las experiencias que pasó cuando iba camino al reino y cuando está al servicio del reino le han hecho saber quién es él en Cristo. El profeta de Dios conoce lo importante, lo valioso y el privilegio que tiene

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al haber sido escogido para servir al Rey de reyes; al tener tal conciencia de ese privilegio, él no busca gloria para si, no le interesa ser reconocido porque sabe muy bien que es reconocido y amado por su Señor y eso es más que suficiente, ya que eso hace que se sienta una persona completa y segura al tener una estrecha comunión que Dios le concede. Al tener la confianza del Señor, logra que el Señor le revele lo que está en secreto (Amós 3:7). Él es usado por el Señor para que eso que está en secreto, que está en lo oculto, salga a la luz. Lucas 8:17dice: “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz”. El Señor le revela al profeta esas cosas que Él va hacer o lo que sucede en el mundo espiritual y está oculto y antes de que el Señor las saque a la luz, se lo hace saber al profeta y lo aconseja y apercibe, para que hable y haga saber lo que el Señor desea que el pueblo sepa. Y así el pueblo va a recibir instrucción.

Frecuentemente, se siembra mucha cizaña contra el profeta del Señor; eso es lo que usa Jezabel para tratar de darle muerte espiritual, de pararlo para impedir que hable y muestre de las maravillas del Señor para Su pueblo. Ella usará

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a sus siervos, sus profetas para hacerle creer al pueblo que él o la profeta de Dios es una persona mala de la cual hay que cuidarse y así dañar su imagen para que el pueblo no se le acerque y no reciba del conocimiento que éste tiene. Los profetas que están al servicio de Jezabel le hacen ver al pueblo que no deben recibir nada, si no es de bendición, y eso no es cierto, esta actitud es muy errada y muy peligrosa, es muy usada por ellos ya que son personas lisonjeras. Proverbios 6:16 dice: “Seis cosas aborrece Jehová, y aun siete abomina su alma:” y el 19 dice: “El testigo falso que habla mentiras, y el que siembra discordia entre hermanos”. Esta clase de personas saben usar muy bien la lisonjería para agradar al pueblo y endulzarle los oídos y que así el pueblo no sea apercibido y por ello fácilmente va a ser cautivo (prisionero) por la falta de conocimiento, exhortación o juicio que no se permitió que recibiera al sembrar cizaña contra el o la profeta de Jehová (Lamentaciones 2:14). Ésta es una actitud característica del movimiento Jezabélico y se puede ver en 1 Reyes 21:13. La exhortación y el confrontar es una de las formas como Dios usa al profeta para que las personas reaccionen a su mala actitud que los está desviando del camino correcto. Es algo así como un golpe que se le da a usted en

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la frente para que reaccione y empiece a darse cuenta de lo incorrecto que ha estado haciendo. Exhortar es poner en la mente es advertir. 1 Corintios 14:3 dice: “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”.

Si usted es un líder, pastor con esta mentalidad, tenga mucho cuidado porque está contradiciendo lo que dice la Palabra del Señor y se está enfrentando, no al profeta, sino a Dios. Le doy un consejo: sane su corazón y póngase a cuentas con Dios, porque para que Dios camine con uno debemos de estar en un mismo espíritu y en un mismo sentir con Él. El profeta, al tener conocimiento de muchas cosas ocultas a través del don de ciencia, es muy usado por el Señor con el don de la exhortación para edificación (ésto provoca molestia, celo y envidia). Este es un deber como hermanos en Cristo y un mandato del Señor. Así nos lo dice Colosenses 3:16: “La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales”. Es un don que Dios ha dado a la iglesia para que sea edificada (Romanos 12:8). ¿Quién se va a atrever a decir o hacer lo

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contrario y va salir libre? ¿Acaso no dice Su Palabra en Isaías 43:13: ¿Lo que yo hago quién lo estorbara? El orgullo y la religiosidad no va a permitir que una persona reaccione cuando un profeta de Dios lo(a) exhorte.

Por la mucha lisonjería que hay en los profetas jezabélicos, ellos pueden ser fácilmente reconocidos. Así es como seducen al pueblo que tiene problema en sus emociones y a la vez reciben de ellos el reconocimiento que andan buscando ya que ellos también tienen problemas en las emociones; así es como profetas jezabélicos y pueblo emocionalista se acoplan muy bien ya que se alimentan sus necesidades unos a otros. El profeta Jezabélico es muy dado a inducir al pueblo a la idolatría empezando por la idolatría al pastor o algún líder. En mi caso personal, gracias a mi Señor, Él me ha mostrado cuando alguien empieza a idolatrarme. Cuando alguien empieza a depender de mí, de inmediato hablo con la persona y le hago ver en el peligro que está al poner su confianza en mí, ya que esa es una forma de empezar a alejarse del Señor. Yo le explico todas las consecuencias que eso le puede generar, le advierto muy claro que yo estoy para enseñarle y si no quiere recibir el conocimiento y practicarlo, sino que quiere que

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yo lo haga por ella, entonces dejaré de explicarle y de enseñarle, aunque eso signifique que ya no voy a recibir de ella bonitos regalos o valiosas ofrendas. Jamás debo de dejar que pongan su mirada en mí y dependan de mí, si es que quiero que el Señor me use y mantener mi relación con Él. Porque si yo lo llego a permitir:

1. Permitiría que una persona entre en maldición (Jeremías 17:5). Yo he sido escogida para ser de bendición al pueblo del Señor, seré usada como lija y cincel pero aún eso es para bendición porque es para que el Señor le dé formación conforme a Su imagen; yo le pido al Señor que me libre de ser usada para maldición o confusión.

2. Mi relación con Dios se empezaría a deteriorar, al darme cuenta de eso y no advertir a la(s) persona(s) que está(n) cayendo en este error ya que actuaría falsamente para beneficio propio.

3. El ministerio que tengo a mi cargo se vendría abajo espiritualmente hablando, ya que al deteriorarse la relación con el Señor por no actuar correctamente, cualquier ministerio empieza a caer y dejaría de tener Su respaldo ya que sin Su presencia no somos nada. Y aunque los

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dones sigan operando en mí ya que son irrevocables (Romanos 11:29) entonces, corro el grave peligro de confiar y creer que todo está bien espiritualmente.

La Palabra nos advierte muy claro de esto en Mateo 7:22,23: “Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad”. Hoy en día, mucho pueblo del Señor está idolatrando a alguno de sus líderes, y a muchos de ellos no les interesa ya que eso es provechoso para ellos, sin darse cuenta de que eso es lo que no les permite tener una linda relación con el Señor, ni a ellos, ni al pueblo que los está idolatrando. Seamos misericordiosos con ese pueblo y no lo permitamos y seamos inteligentes y hablémosles de eso; ya que es lo más sano por el bien de todos.

Los profetas Jezabélicos son bien reconocidos por los profetas de Jehová. Cuando un profeta de Jehová está frente a un profeta Jezabélico, va a sentir un choque en su espíritu; ese choque es como Dios le apercibe que está

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delante o cerca de algo incorrecto; él o ella saben que es sabio obedecer a este choque en nuestro espíritu y no avanza para evitar problemas, dolores o contaminaciones. Yo recuerdo cuando empecé a recibir estos choques en mi espíritu; sólo que yo no sabía qué eran. En una ocasión, mientras veía la tele, salió una persona predicando; yo empecé a sentir un choque y no me gustaba, no me edificaba lo que estaba hablando, aunque era de la Biblia, pero no me sentía bien escuchándolo; yo no sabia por qué pero entonces nunca más lo quise ver hasta que un día esta persona vino a Costa Rica y estuvo en una iglesia donde iba una persona que yo conozco la cual después me preguntó que si era correcto lo que esta persona hacía. Y ésto era que le decía a la iglesia que él le profetizaba al que le comprara un casete. Fue en ese momento cuando entendí por qué yo sentía tanto choque cuando lo veía en la tele, porque él es un mercader (comerciante) del evangelio. Así que le seguí poniendo más atención a los choques en mi espíritu ya que uno siempre está aprendiendo y es sabio darle seguimiento a todo; es como si Dios suavemente le pusiera una de Sus manos en el pecho y le dijera: “No avances más”. Lo único que hay que hacer es obedecer ya que el Señor quiere solo lo mejor para nosotros. Así fue como descubrí una forma

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más del Señor de hablarme y apercibirme y hasta la fecha he sido obediente cuando siento uno de estos choques. El Señor siempre se las ingenia para que yo sepa el por qué de tal choque. Los profetas Jezabélicos por ser personas muy inseguras sienten gran desprecio por el profeta de Jehová éstos, sienten celos y envidia muy característico en ellos, por no poder tener el respaldo del Señor, algo que por supuesto, tiene el profeta de Jehová. El desprecio que sienten algunos reyes, sacerdotes y profetas por el profeta de Jehová es porque éste es usado por el Señor para confrontarlos con sus pecados pero éstos no aceptan que han estado fallando, su orgullo no se los permite, ya que el orgullo es lo que ellos han estado usando para mantenerse “estables”, es lo que usan para formar una auto imagen de ellos. Por lo tanto no van a ser humildes, aceptando que han fallado porque su mundo, lo que ellos han construido a su alrededor, es en lo que ellos confían y se sostienen emocionalmente y de lo que dependen; no pueden perderlo porque sienten que lo perderían todo; en ellos hay un temor por quedarse sin nada; ésto es todo lo contrario a un siervo que depende de Dios en todo y para el cual el adquirir conocimiento y saber cuál es la voluntad de Dios y el propósito para su vida es más importante que todo lo que éste posee y no

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le importa perderlo todo ya que aprendió a depender de su Señor y él sabe bien, porque lo vive día a día, que Dios cuida de los que le sirven con corazón sincero. El verdadero profeta de Dios vive por fe. Es un hombre o mujer de fe, requisito esencial, si se quiere caminar en el reino de Dios, el reino de lo sobrenatural. Filipenses 3:7,8 dice: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo”.

Los profetas jezabélicos se mueven libremente dentro del pueblo del Señor, contaminando como sembradores de cizaña, haciendo errar a muchos con sus liviandades y con sus adivinaciones disfrazadas de profecía y estorbando a la voluntad y propósito del Espíritu Santo para con Su pueblo. ¿Quiere un muy buen consejo, usted que está leyendo este libro y que está al servicio del Señor? Si su corazón es sincero, pregúntele a quién le sirve usted. Con esta pregunta no le va a hacer daño a nadie, ni se lo va a hacer a usted, ni nadie se va a enterar, pero podría ser que cambie el curso de

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su vida espiritual, podría llevarse una sorpresa y podría ser su rescate.

Voy a darles un ejemplo: hay personas con corazón sincero para con Dios pero que están siendo guiadas por un espíritu de adivinación sin que ellas se den cuenta y creen fielmente que es el Señor el que les habla. Cuando hay un llamado de parte de Dios, venimos capacitados para ello. Juan el Bautista ya venía capacitado con autoridad, yo diría que extra, para denunciar el pecado. El apóstol Pablo escogido por Dios para grandes revelaciones fue preparado de antemano para la tarea que iba a tener en el ministerio como apóstol dentro de su pueblo, sin embargo, él no estaba haciendo la voluntad, ni estaba en el propósito de Dios, más bien estaba muy errado, aborreciendo a los cristianos y creyendo que le servía al Señor cuando los perseguía y los mataba físicamente; así encontramos muchos más en la Biblia. Hoy en día, hay muchos dándoles muerte espiritual a cristianos, creyendo que están haciendo lo correcto. Debemos de ser muy cuidadosos, temerosos y respetuosos de nuestro llamado para que cuando el Señor nos pida cuentas, podamos decirle: “Señor, me diste tantos talentos, aquí tienes” (ojala no el doble sino mucho más). Usted y yo que hemos sido

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escogidos para honra y alabanza del Señor, también estuvimos muy errados antes de conocer del Señor y aunque el llamado estaba allí en nosotros, lo que hacíamos era todo lo contrario a lo que deberíamos haber estado haciendo. Muchas personas por causa del llamado decidieron servirle al Señor, pero al no ser el tiempo del Señor, fueron confundidos y desviados por el enemigo de ese propósito y voluntad del Señor. Cuando no se tiene el conocimiento de algo, es sabio callar si no se quiere preguntar, porque podría hacer daño con lo que habla si no sabe de qué habla. Recordemos una vez más, hermanos, que usted y yo, un día, vamos a estar frente a Dios, dándole cuentas de qué fue lo que hicimos con lo que Él nos dio.

En una ocasión, mientras oraba porque siempre estoy orando por los libros para que sean de edificación, exhortación y consolación para el pueblo del Señor, también agradeciéndole al Señor por los testimonios que me llegan por causa de ellos, el Señor me decía: “Angie, tú no tienes idea de lo que estoy haciendo a través de los libros”. Y en ese momento me mostró un pastor hincado en un altar llorando y lo escuché cuando le decía al Señor: “Señor, perdóname, yo no sabia que le

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estaba sirviendo a Jezabel”. Me sentí muy bien y le agradecí al Señor por eso, porque una persona fue libre de ese engaño y cautiverio.

En otra ocasión me mostró a otro pastor tomando territorio y éste se daba cuenta que lo que yo enseñaba acerca de tomar el territorio en el libro Ligaduras del Alma para mantener nuestro hogar santificado era cierto; él fue sabio y puso en práctica el conocimiento recibido ya este pastor tiene su propia experiencia de la cual puede hablar y enseñar con poder y autoridad, gloria a mi Señor por el conocimiento adquirido y desarrollado.

El profeta al estar capacitado por su Señor para mantenerse firme, no importando la persecución que se levante contra él, llega a tener una muy linda dependencia de su Señor, ya que por causa de tanto ataque él ha hecho del Señor su refugio, su abogado, su juez y ha visto cómo cuida de él y lo defiende y levanta bandera por él y le da victoria donde quiera que él vaya. Ésto es lo que hace de él una persona muy feliz y satisfecha, segura de si misma. Jeremías 1:19 dice: “Y pelearán contra ti, pero no te vencerán; porque yo estoy contigo, dice Jehová, para librarte”. Él ya no importa, él murió a sus intereses porque tiene muy claro

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que el Señor cuida de él o ella y su único interés es servir para que el pueblo del Señor reciba conocimiento y así camine en santidad y dentro del propósito y voluntad del Señor para que sean agradables ante el Rey y el Rey les pueda bendecir, ya que él conoce muy bien esa fuente de bendición y al ser una persona llena de Dios quiere que todos conozcan a su Dios, a su Rey y reciban de Sus múltiples bendiciones. Esta actitud en él es por ser portador del ADN de Dios, es un hombre o mujer lleno de amor y misericordia. Ver que el pueblo de Dios es bendecido Espiritual, Emocional, Físicamente o Económicamente le produce gran gozo y contentamiento. Al profeta de Jehová, al ser santificado y escogido(a) desde el vientre de su madre para este servicio, no le costará caminar en santidad y en integridad. Como el Rey sabe que ese es el requisito fundamental de un profeta para poder tener una buena y genuina relación con Él, lo capacita desde antes para ello. Jeremías 1:5 lo dice así: Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.

El profeta sabe bien que sin vestiduras reales no puede entrar a la presencia del Rey, por ello él cuida mucho de sus vestiduras (de su caminar

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en santidad e integridad) porque su amistad con el Rey es lo más valioso e importante que él tiene en este mundo y por ello la cuida sobre toda cosa, aún sobre su propia familia, para que nada estorbe a su amistad con el Rey; él cuida y no le importará dejar lo que tenga que dejar con tal de mantener esta relación. El profeta sabe muy bien que sin santidad no podrá ver a su Rey, o sea, no tendrá Su respaldo; por ello es muy cuidadoso (prudente) con quién camina y a qué lugares va para no contaminarse. Cuando el profeta acude al llamado, éste empezará a ser preparado para que sea libre de toda atadura emocional, física y económica y así aprenderá a depender absolutamente de su Señor y a obtener el conocimiento de quién es el que lo llamó.

El Señor empezará a pedirle todo en lo que éste tenga depositada su confianza; así es como aprende obediencia y dependencia absoluta, por fe, del Rey de reyes. El profeta de Dios tiene que estar libre de todo lo que lo ate, libre de idolatrías, libre de toda maldición, libre de todo lo que lo contamine, libre de todo ego, orgullo y del qué dirán y libre de faltas de perdón, para que nada vaya a obstaculizar la relación e intimidad de ellos. Por eso es tan importante que él no corra a ponerse a servir cuando el

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Señor le haga el llamado porque tiene que ir primero a la escuela del Espíritu Santo, a la cual se entra a través de la obediencia. En esta escuela el Señor le da el conocimiento de muchas cosas que él necesita conocer para que las aplique a su vida y así pueda caminar en santidad e integridad, para que pueda ser ungido y pueda servirle a Él y a Su pueblo. Muchos con el llamado de profeta quedaron botados en el camino al reino (la preparación) cuando el Rey los empezó a confrontar con sus dioses o con lo que ellos dependían y los puso a escoger. Éstos al no tener un corazón sincero ni sano tomaron la decisión de darle la espalda y seguir postrados ante sus dioses (hijos, esposa (o), dinero, materialismo etc.) y fueron hallados infieles, no aptos para el llamado (Ezequiel 14:3). El don de profecía no es provechoso, no va a servir si no es utilizado con un corazón lleno de amor para con la iglesia. Se debe de tener una preparación para poder ser usados, tanto para dar palabras bonitas de bendición como palabras de exhortación o de juicio, pero todas deben llevar el mismo sello, debe de ser por amor y misericordia (1Corintios 13:1,2).

Querido pueblo del Señor, muchas veces usted se pregunta: ¿Por qué no hay respuesta a mis oraciones? Tal ves se deba a que usted está

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enfocada(o) en un deseo para complacer alguno de sus dioses, y quiere que el Rey soberano le de ese deseo de su corazón que lo único que haría sería alimentar más su pecado de idolatría. Le aconsejo darle seguimiento a esa obsesión y humíllese ante el Señor para que pueda ser libre y no vaya a sufrir demasiado por su pecado. Recordemos lo que nos dice la Palabra: “tu pecado te alcanzará” (Números 32:23). Nuestra tarea es mantenernos alejados de todo lo que nos lleve a pecar y para poder lograrlo debemos ser personas sinceras con nosotros mismos para poder reconocer y aceptar cuándo nos estamos desviando al pecado y así llegar a ser personas íntegras y transparentes. Nosotros como hijos e hijas de un Rey no podemos ni debemos ser mediocres. Nosotros debemos, por todos los medios, de que todo lo que hagamos, sea pequeño o grande, hacerlo lo mejor que podamos porque el Señor nos observa y si estamos al servicio del Señor, con mucha mas razón, porque Él se merece lo mejor de lo mejor.

En una ocasión que estaba orando me dice el Señor: “Angie, están haciendo un libro de los tuyos”. Casi de inmediato, empecé a ver una habitación con una mesa y en ella vi tres de mis libros abiertos y una mano estaba sosteniendo

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uno, mientras copiaba algo. Yo no podía distinguir si era un hombre o una mujer porque la habitación estaba muy oscura y entendí que allí había tinieblas, pero en un momento, yo vi para abajo y vi los zapatos que esta persona usaba y supe que era un hombre por sus zapatos, pero sus pies estaban tan pegados y estaban como amarrado con algo. Así que vi más detalladamente y vi como un mecate pero este subía por el cuerpo de esta persona y cuando yo iba subiendo mi vista vi que no era un mecate. Lo que yo veía que tenía enrollado en sus tobillos era la cola de una serpiente que estaba enrollada en el cuerpo de este hombre y terminaba cabeza con cabeza. Vi cuando la serpiente sacó su lengua y se la pasó por la mejilla como acariciándolo. Entonces yo le pregunté al Señor: “¿Qué hace él?” El Señor me dijo: “Él está haciendo un libro de los tuyos, el cual a él no le ha sido revelado, por eso él no sabe qué hacer porque la intención de su corazón es el dinero y el reconocimiento”. Seguidamente, el Señor me dijo: “Hay mucho pueblo mío coqueteando con la lujuria material sin entender que ésto los llevará a la destrucción, por eso, debes de seguir hablando de ello”. Y entendí porque en todos mis libros el Señor me pone a hablar del dios dinero y el materialismo para que Su pueblo esté

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apercibido y después no tenga la excusa de decir: “Señor, yo no sabía” (Esto es parte del trabajo de un profeta). En cuanto el Señor terminó de decirme que debo de seguir hablando de eso, empecé a ver un hombre sentado en un trono dorado. Éste estaba vestido de dorado, con una corona dorada y su ropa muy llamativa. Luego vi que salió una joven y se inclinó ante él y le extendió sus dos manos juntas como pidiéndole algo. En ese momento, yo sabía, aunque no los veía, que de donde salió esta joven había mucha gente haciendo un fila, esperando su turno. Este hombre le echó a la joven unas monedas doradas en sus manos como si fuesen de oro; entonces ella se retiró e inmediatamente este hombre empezó a reírse a carcajadas y fue cuando vi su cara; era una cara muy endurecida, más bien una cara de odio; era un demonio disfrazado de ser humano. En ese momento yo entendí que él se estaba riendo porque esta joven al haber recibido las monedas, hizo un pacto con él. Entonces, yo le pregunté al Señor: “¿Por qué un pacto?” El Señor me explicó: “Porque se empieza con cosas pequeñas hasta hacer cosas más grandes fuera de mi voluntad”. Esto refiriéndose al deseo que los va a llevar a hacer cualquier cosa con tal de obtener dinero (voluntad controlada por voluntad propia). Un pacto es un contrato

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formal entre dos socios (yo decido). Significa servir fielmente de acuerdo con el pacto (pongo mi confianza). Es una relación de unión entre dos partes en la que cada una de ellas se compromete a realizar algún servicio (alimentando ese deseo) a favor de la otra persona. Inmediatamente, yo volví a ver para donde iba la joven y el Señor me mostró a través de su espalda su corazón; este era un corazón frío, sin vida, no había palpitación en él y entonces apareció un gusano en ese corazón. Me llamaba poderosamente la atención los ojos de este gusano; eran unos ojos desorbitados y muy grandes para su cabeza y los movía viendo para todo lado, en una forma lujuriosa. En ese momento recordé que la Biblia hablaba acerca de algo de los ojos, de esta clase de ojos, así que después busqué y leí que en Proverbios 27: 20 dice: “El Seol y el Abadón nunca se sacian; Así los ojos del hombre nunca están satisfechos”.Este gusano empezó a tejer algo alrededor del corazón; era algo compacto y grisáceo; él siguió trabajando hasta que llenó todo el corazón y después se sentó. En ese momento, él no estaba como todos los gusanos arrastrándose, él estaba sentado. La parte superior de su cuerpo se levantaba y estaba sentado en el centro de ese corazón con una actitud como diciendo esto es mío. Le

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pregunté al Señor qué hacía ese gusano allí y el Señor me dijo: “Él se enseñoreó de ese corazón”. Enseñorear significa gobernar. Mientras yo veía todo esto sentía mucho dolor y lloraba mucho pidiéndole al Señor que por favor me librara de esas cosas. Y le pregunté: “¿Cómo se libra de eso?” Su respuesta fue: “No coqueteando”, refiriéndose a esa situación y todo terminó. Esta persona la cual el Señor me dijo que estaba haciendo este libro está cometiendo un error muy grande. Después el Señor me mostró quién era; yo no le conozco físicamente pero hemos hablado varias veces por teléfono y sé, por las veces que hable con él, que es una persona con muchos problemas emocionales y espirituales, empezando porque no se congrega. Yo le exhorté y le dije que él no podía tener un grupo en su casa si no se congregaba porque estaba en desobediencia ya que es un mandato de Dios, y aparte de eso, él debía de alimentarse espiritualmente para poder dar y enseñar de lo aprendido, de lo vivido. En varias ocasiones, yo le exhorté por estar actuando espiritualmente incorrecto, pero no le interesó poner en práctica el consejo como nos lo dice la Palabra en 1 Juan 4:6: “Nosotros somos de Dios; el que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de verdad y el espíritu

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de error”. Esta persona está cometiendo el grave error del cual nos habla, nos apercibe el Señor en Lucas 5:36,37: “Nadie corta un pedazo de un vestido nuevo y lo pone en un vestido viejo., pues si lo hace, no solamente rompe el nuevo, sino que el remiendo sacado de él no armoniza con el viejo. Y nadie echa vino nuevo en odres viejos,. De otra manera, el vino nuevo romperá los odres y se derramará, y los odres se perderán”. Este hombre está cogiendo de lo nuevo, de la palabra revelada que hay en los libros y lo está usando para ponerlo en lo viejo, en su mente aún no renovada. ¿Qué va a generar esto? Error, confusión, y perturbación, ya que va a dar el conocimiento revelado por el Señor, con su razonamiento humano con tal de hacer un libro y buscar así reconocimiento, por problemas en las emociones y por amor al dinero (lujuria por el dinero). Con lo que está haciendo, demuestra que en él no hay temor de Dios. No sólo se roban cosas materiales sino también conocimiento y lo que este hombre está haciendo es robándose el conocimiento revelado por el Señor y haciéndolo como suyo. Quien hace algo por reconocimiento, o usa el conocimiento del Señor para obtener ganancia está en peligro de quedar atado (pactado) al dios dinero y al dios posesiones y eso lo llevará a

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actuar en formas muy incorrectas para poder saciar el deseo por tener cada vez más y más. Personas con esta clase de actitudes no podrán reinar en el reino de Dios y Su justicia (lo sobrenatural) porque su corazón no es recto para con Dios ni para con Su pueblo, porque sus intereses no son los interés del reino, lo espiritual, sino lo material y económico.

Lucas 5:37 dice que si el vino (nuevo lo revelado) se echa en odres viejos (personas que no han sido transformadas por el Espíritu Santo) este vino nuevo romperá (separar con violencia) esos odres viejos y el vino se derramará (se pierde el conocimiento revelado y los odres (personas) se perderán. ¿Delicado verdad? No se debe de jugar con el conocimiento recibido y menos usarlo para beneficio propio. Recordemos que nuestro Padre es el Creador de todo; nosotros, como hijos e hijas, debemos ser personas creativas. Satanás es el imitador de las cosas que se mueven en el reino, por supuesto, en una forma incorrecta. Por ejemplo, él usa de la adivinación para copiar la profecía, por eso hay falsos profetas, incluso dentro de la iglesia del Señor, que dicen lo que un espíritu de adivinación les hace saber y se cumple y llega incluso a ser cierto, pero eso no significa que venga de Dios.

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Por ejemplo, en una ocasión, una persona, para mi concepto una bebé espiritual ya que la conocía hacia tiempo, me comentó muy entusiasmada que el Señor la había usado mostrándole la casa, y hasta el color, donde se le había hecho una brujería a una persona, por la cual estaban orando. Y era cierto, la casa existía; pero eso fue todo. Yo le pregunté: “¿Y qué pasó con la persona por la que estaban orando?”Y ella contestó: “nada”. Supuestamente, el Señor había sacado eso oculto a la luz ¿pero para qué? ¿Ésto a quién edificaba si lo único que produjo fue un montón de comentarios sobre los dueños de esa casa? Dios no trabaja así, ya que Él sabe muy bien lo peligroso que es la crítica, el chisme y la murmuración y no la va a alimentar. Pero el enemigo sí. ¿Cómo? Muy sutilmente, disfrazando un chisme como una revelación. Dios no va a mostrar algo tan delicado, que puede generar problemas entre familias. El único que trabaja así es Satanás, como sembrador de cizaña. La Biblia nos dice que nos cuidemos de los falsos profetas y nos dice que por el fruto los conoceremos (Mateo 7:15). Hay mucho pueblo del Señor esclavizado por el dinero y el materialismo, sin entender que nuestro Dios, nuestro Padre es el dueño del oro y la plata de este mundo y que si nos

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comportamos como Sus hijos e hijas, siéndole obedientes, de seguro que conseguiremos de Él lo que queramos, en su tiempo y si está de acuerdo a Su voluntad. No debemos de olvidar que Él, al conocerlo todo, sabe qué es lo mejor para nosotros. Él nos ama y siempre va a querer darnos todo lo que necesitemos. 1 Timoteo 6:17b dice que Dios nos da todas las cosas en abundancia para que las disfrutemos pero al que tiene la esperanza (confianza) puesta en un Dios vivo. Y déjeme decirle: para conocer a un Dios vivo y real hay que pasar mucha escuela con el Espíritu Santo y sobre todo hay que ser muy obediente.

El llamado de profeta es una muy grande responsabilidad ante los ojos del Señor y ante los ojos del pueblo; él debe de conocer quién y cómo es su Señor para hacérselo saber al pueblo (esto significa entrega) y debe de conocer muy bien quién es él en Cristo para que sus palabras sean respaldadas con sus hechos. No olvidemos que una de las características más fuertes del profeta de Dios que esta al servicio del reino es su obediencia y su vivir por fe. Él o ella, al ser portadores del ADN de Dios, aman enseñarle al pueblo del Señor lo que el Señor le muestra y le enseña a ellos para que el pueblo sea tan bendecido como lo es él o ella. Que el Señor les

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continué bendiciendo con conocimiento de lo alto, querido pueblo del Señor.

Si usted quiere ser preparado para servir en este reino, en el reino de Dios y su justicia, le recomiendo déle el control de su vida al Señor. Si su corazón es sincero usted empezara a ser preparado de inmediato. Para ello haga esta oración.

Padre en el nombre de Jesús te pido perdón por mis errores, fallas, pecados e imprudencias. Entra a mi corazón cambia mi vida y prepárame para poder servir en tú reino. Te lo pido en el nombre de Cristo Jesús. Amén.

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Notas importantes:

Si en algún momento necesita un libro de éstos y no lo puede conseguir, le ofrezco las siguientes alternativas: le autorizo a fotocopiarlo, siempre que no sea con fines de lucro, o puede solicitar una copia en archivo PDF a las siguientes direcciones de correo: hermanaangie7@hotmail.com o bien leerlo en línea en la página http//www.ministeriopancomido.webnode.es/ Mi interés es que este conocimiento llegue en forma gratuita al pueblo del Señor. Y si usted quiere sacar varias copias para distribuirlas, tendrá que regalarlas; no podrá cobrar ni un cinco por ellas. Y si quiere usar “conocimiento” de este libro y hacerlo como suyo para así poder cobrar, tenga cuidado porque Dios está en contra de eso. En la Biblia Dios Habla Hoy en Jeremías 23:30 dice: “Por eso me declaro contra esos profetas que se roban unos a otros mis palabras. Yo, el Señor lo afirmo”. Yo soy la única persona que tiene derecho a beneficiarse económicamente de este libro y no lo estoy haciendo. Confío en mi Señor no hacerlo nunca. Que el Señor tenga

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misericordia de mí y que nunca permita que yo llegue a postrarme ante el dios dinero beneficiándome al cobrar por servirle a Él y a Su pueblo. El ser sierva del Señor es mi galardón más valioso y debo cuidarlo como lo que es, un privilegio. Así que nadie debe sacar ningún provecho económico de este libro, porque ante los ojos de Dios y la ley de los hombres sería robar mis derechos. Las citas bíblicas de este libro fueron tomadas de la Biblia Reina Valera excepto las que se indica que fueron tomadas de la Biblia Dios Habla Hoy. Finalmente, el Ministerio Pan Comido pone a su disposición los otros libros que ha publicado Angie Monthes. Ellos son: • Cómo destruye Jezabel a los pastores

y contamina a la iglesia del Señor • Ligaduras del alma • Lo sobrenatural de Dios • Ser agradecido es un regalo que Dios

nos da Ninguno de ellos puede ser impreso con fines lucrativos.

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Impreso en San José, Costa Rica por:

Litografía Morales, Los Lagos de Heredia

Telefax: 2261-0410