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18 ! Entre datos intranquilizadores de la economía cotidiana y soterradas batallas internas por la conducción vacante, surge la necesidad del cha- vismo de aprender a vivir sin su líder. De no recuperar la energía ex- traordinaria de los movimientos populares, Venezuela corre el riesgo de terminar siendo una colonia económica chino-iraní. Por ANGELA NOCIONI* Y ahora qué? Gobernar con una ventaja inferior a los 280.000 votos –muy poco más del uno por ciento– sobre un adversario de derechas que no re- conoce su derrota es legítimo y legal. Pero cómodo no es. La ajustada victoria de Nicolás Maduro en las elecciones presi- denciales venezolanas del 14 de abril, fue una ducha helada que tomó al chavismo por sorpresa. Los ministros lucen caras de quien no duerme hace semanas. En las concentraciones oficialis- tas, aguerridas y muy concurridas, ya no se respira el usual clima de fiesta. Hay miradas duras, un dejo de temor y la certeza de que la de- recha jugará cartas sucias. “No se trata de propaganda ba- rata chavista –se preocupa, visible- mente exhausta, Gabriela Fuentes, productora cinematográfica inde- pendiente– en Caracas se respira un aire muy parecido al clima de la semana antes del golpe del 11 de abril 2002”. Ocurre que la situación econó- mica no ayuda. El chavismo reza al ardiente cielo del Caribe para que no baje el precio del petróleo. En cuanto a la inflación, a pesar de que las predicciones del gobierno para este año eran del 16%, una proyección básica de las cifras de los últimos meses la ubica entre en 30% y el 33% para este año. Hay signos claros de una seria contrac- ción de la producción y el dólar, que al cambio oficial vale 6,30 bo- lívares, en la calle se cambia por 25. En algunos supermercados fal- tan aceite, harina, café y leche en polvo. “¿Hay desabastecimiento en serio o es todo un invento de la oposición?” pregunto al presi- dente del Banco de Venezuela, Nelson Merentes, la mañana des- pués de la victoria de Maduro. “Claro que hay; calculo que entre el 19 y el 21%. Lo vamos a resol- ver pronto”, responde. Merentes será ministro de las Finanzas y vi- ceministro de Economía en el próximo gabinete. En los pasillos del gobierno se respira preocupación por el tra- bajo de lobby que la derecha está haciendo a través de algunos emi- sarios influyentes en la “bolibur- guesía”, la clase de nuevos ricos crecidos al amparo de la “revolu- ción bolivariana” (sobre todo en algunos bancos privados y en so- ciededes contratistas de grandes impresas estatales), para que se hagan recortes en el gasto fiscal. Lo cual significaría reducir el monto de dinero a disposición de las Misiones, el gigantesco sistema de política social (clientelística, según la oposición) del gobierno. Lo notable es que Capriles, el can- didato de la derecha, obtuvo sus mejores resultados en las zonas ur- banas incorporando capítulos de la política social chavista a su pro- paganda electoral. “Copión”, lo acusa el chavismo desde las pare- des pintadas de Caracas pegando a sus fotos, estilo Miami beach, los bigotes negros de Nicolás Maduro. MAR DE FONDO Richard Gott, historiador britá- nico, amigo del presidente falle- cido y observador privilegiado del gobierno bolivariano, advierte cierto mar de fondo en Miraflores. “En campaña electoral, Maduro no anunció una nueva política sobre nada. Sólo mencionó sin mucho énfasis la intención de poner bajo control el problema de la seguridad. Es curioso, porque en época de Chávez siempre se empezaba un nuevo mandato con un nuevo plan”. Gott opina que la inflación no es un gran pro- blema: “Ya hemos vivido aquí in- flación al 30% sin tener un fuerte impacto político. La inflación afecta sobre todo la clase media y aquí la clase media no tiene mucho peso. Si este año resulta necesaria una nueva devaluación, la harán con una preparación mi- nuciosa. Si el precio del petróleo sigue alto, no la habrá. Y la rela- ción un Cuba seguirá tal cual”, afirma categórico. Gott parece más preocupado por el leadership político regional que por el futuro del proyecto bo- livariano: “No hay alguien que tenga el liderazgo político de Chá- vez. Brasil tiene su propia estrate- gia regional y mundial (ver Frydman, pág. 19), Correa es muy capaz, pero no me imagino una revolución continental con jefa- tura en Quito”. ¿Y qué consecuencias tendrá en las organizaciones latinoame- ricanas la ausencia de Chávez? Alex Main, analista de política internacional del Center of eco- nomic and political research de Washington y que trabajó unos años en Miraflores como asesor diplomático del Presidente, ex- cluye cambios repentinos. “Ma- duro confirmó que iba a mantener intacto el rol de Vene- zuela en organizaciones interna- cionales como el ALBA y Petrocaribe y en los más de 80 proyectos sociales en acuerdos Venezuela ¿y ahora qué? B rasil sigue siendo un apoyo seguro y un aliado firme para el gobierno bolivariano. “Maduro es la Venezuela que Chávez soñó” dijo Lula con voz emocionada en un video difundido una semana antes del voto. Un apoyo precioso en una campaña electoral donde el candidato chavista necesitaba de los votos de la clase media, siempre atenta a lo que viene desde Brasil. Firme fue también la posi- ción mantenida por Dilma Rousseff en la reunión de Unasur en Lima, que reconoció internacional- mente la legitimidad de la elección de Maduro, cuestionada por la oposición. Caracas-Brasilia es un rme eje políco, apoyado en un amplia y consistente inversión económica. “La pre- sidente Dilma y el ex presidente Lula son amigos que- ridos de la revolución bolivariana. Y muchas empresas de Brasil supieron entender las grandes oportunidades que Venezuela ofrece”, dice el embajador venezolano en Brasil, Maximilien Arvelaiz, a cuyo cuidado Hugo Chávez conó hace tres años el día a día de la relación diplomáca con Brasil. La inversión de empresas bra- sileras (Odebrecht, Queiroz Galvao, Camargo Correia, AG y Consilux son las principales) en Venezuela es de aproximadamente 20.000 millones de dólares. El vo- lumen del comercio bilateral pasó de 880 millones de dólares en 2003 a los 6.000 millones en 2012. Uno de los principales sectores de inversión brasi- leña es la construcción. Consilux es la empresa encar- gada de concretar la promesa chavista de nuevas viviendas populares. Importante es también la parcipación brasileña en siderurgia: 3.800 millones de dólares para la crea- ción de una “Siderurgia nacional”, a cargo de la em- presa Andrade Guérrez, en el calurosísimo estado de Bolívar. Se trata de la principal inversión brasileña en el rubro en toda América lana. El Banco Nacional de Desarrollo Econômico y Social (BNDES) del Brasil aporta 860 millones de dólares al proyecto. El peso neto de Brasil EL CHAVISMO TRAS LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

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Entre datos intranquilizadores de la economía cotidiana y soterradasbatallas internas por la conducción vacante, surge la necesidad del cha-vismo de aprender a vivir sin su líder. De no recuperar la energía ex-traordinaria de los movimientos populares, Venezuela corre el riesgode terminar siendo una colonia económica chino-iraní.

Por ANGELA NOCIONI*

Yahora qué? Gobernar conuna ventaja inferior a los280.000 votos –muy poco

más del uno por ciento– sobre unadversario de derechas que no re-conoce su derrota es legítimo ylegal. Pero cómodo no es.

La ajustada victoria de NicolásMaduro en las elecciones presi-denciales venezolanas del 14 deabril, fue una ducha helada quetomó al chavismo por sorpresa.Los ministros lucen caras dequien no duerme hace semanas.En las concentraciones oficialis-tas, aguerridas y muy concurridas,ya no se respira el usual clima defiesta. Hay miradas duras, un dejode temor y la certeza de que la de-recha jugará cartas sucias.

“No se trata de propaganda ba-rata chavista –se preocupa, visible-mente exhausta, Gabriela Fuentes,productora cinematográfica inde-pendiente– en Caracas se respiraun aire muy parecido al clima dela semana antes del golpe del 11de abril 2002”.

Ocurre que la situación econó-mica no ayuda. El chavismo reza alardiente cielo del Caribe para queno baje el precio del petróleo. Encuanto a la inflación, a pesar deque las predicciones del gobiernopara este año eran del 16%, unaproyección básica de las cifras delos últimos meses la ubica entre en30% y el 33% para este año. Haysignos claros de una seria contrac-ción de la producción y el dólar,que al cambio oficial vale 6,30 bo-lívares, en la calle se cambia por 25.

En algunos supermercados fal-tan aceite, harina, café y leche enpolvo. “¿Hay desabastecimientoen serio o es todo un invento dela oposición?” pregunto al presi-dente del Banco de Venezuela,Nelson Merentes, la mañana des-pués de la victoria de Maduro.“Claro que hay; calculo que entreel 19 y el 21%. Lo vamos a resol-ver pronto”, responde. Merentesserá ministro de las Finanzas y vi-ceministro de Economía en elpróximo gabinete.

En los pasillos del gobierno serespira preocupación por el tra-bajo de lobby que la derecha estáhaciendo a través de algunos emi-sarios influyentes en la “bolibur-guesía”, la clase de nuevos ricoscrecidos al amparo de la “revolu-ción bolivariana” (sobre todo enalgunos bancos privados y en so-ciededes contratistas de grandesimpresas estatales), para que sehagan recortes en el gasto fiscal.Lo cual significaría reducir elmonto de dinero a disposición delas Misiones, el gigantesco sistemade política social (clientelística,según la oposición) del gobierno.Lo notable es que Capriles, el can-didato de la derecha, obtuvo susmejores resultados en las zonas ur-banas incorporando capítulos dela política social chavista a su pro-paganda electoral. “Copión”, loacusa el chavismo desde las pare-des pintadas de Caracas pegando asus fotos, estilo Miami beach, losbigotes negros de Nicolás Maduro.

MAR DE FONDO

Richard Gott, historiador britá-nico, amigo del presidente falle-cido y observador privilegiado del

gobierno bolivariano, adviertecierto mar de fondo en Miraflores.“En campaña electoral, Madurono anunció una nueva políticasobre nada. Sólo mencionó sinmucho énfasis la intención deponer bajo control el problema dela seguridad. Es curioso, porqueen época de Chávez siempre seempezaba un nuevo mandato conun nuevo plan”. Gott opina quela inflación no es un gran pro-blema: “Ya hemos vivido aquí in-flación al 30% sin tener un fuerteimpacto político. La inflaciónafecta sobre todo la clase media yaquí la clase media no tienemucho peso. Si este año resultanecesaria una nueva devaluación,la harán con una preparación mi-nuciosa. Si el precio del petróleosigue alto, no la habrá. Y la rela-ción un Cuba seguirá tal cual”,afirma categórico.

Gott parece más preocupadopor el leadership político regionalque por el futuro del proyecto bo-livariano: “No hay alguien quetenga el liderazgo político de Chá-vez. Brasil tiene su propia estrate-gia regional y mundial (verFrydman, pág. 19), Correa es muycapaz, pero no me imagino unarevolución continental con jefa-tura en Quito”.

¿Y qué consecuencias tendráen las organizaciones latinoame-ricanas la ausencia de Chávez?Alex Main, analista de políticainternacional del Center of eco-nomic and political research deWashington y que trabajó unosaños en Miraflores como asesordiplomático del Presidente, ex-cluye cambios repentinos. “Ma-duro confirmó que iba amantener intacto el rol de Vene-zuela en organizaciones interna-cionales como el ALBA yPetrocaribe y en los más de 80proyectos sociales en acuerdos

Venezuela¿y ahora qué?

Brasil sigue siendo un apoyo seguro y un aliadofirme para el gobierno bolivariano. “Maduro es

la Venezuela que Chávez soñó” dijo Lula con vozemocionada en un video difundido una semanaantes del voto. Un apoyo precioso en una campañaelectoral donde el candidato chavista necesitabade los votos de la clase media, siempre atenta a loque viene desde Brasil. Firme fue también la posi-ción mantenida por Dilma Rousseff en la reuniónde Unasur en Lima, que reconoció internacional-mente la legitimidad de la elección de Maduro,cuestionada por la oposición.

Caracas-Brasilia es un firme eje político, apoyado enun amplia y consistente inversión económica. “La pre-sidente Dilma y el ex presidente Lula son amigos que-ridos de la revolución bolivariana. Y muchas empresasde Brasil supieron entender las grandes oportunidadesque Venezuela ofrece”, dice el embajador venezolanoen Brasil, Maximilien Arvelaiz, a cuyo cuidado Hugo

Chávez confió hace tres años el día a día de la relacióndiplomática con Brasil. La inversión de empresas bra-sileras (Odebrecht, Queiroz Galvao, Camargo Correia,AG y Consilux son las principales) en Venezuela es deaproximadamente 20.000 millones de dólares. El vo-lumen del comercio bilateral pasó de 880 millones dedólares en 2003 a los 6.000 millones en 2012.

Uno de los principales sectores de inversión brasi-leña es la construcción. Consilux es la empresa encar-gada de concretar la promesa chavista de nuevasviviendas populares.

Importante es también la participación brasileñaen siderurgia: 3.800 millones de dólares para la crea-ción de una “Siderurgia nacional”, a cargo de la em-presa Andrade Gutiérrez, en el calurosísimo estadode Bolívar. Se trata de la principal inversión brasileñaen el rubro en toda América latina. El Banco Nacionalde Desarrollo Econômico y Social (BNDES) del Brasilaporta 860 millones de dólares al proyecto.

El peso neto de Brasil

EL CHAVISMO TRAS LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES

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19!LA VOZ PLURAL DEL PROGRESISMO ARGENTINO

EL MERCOSUR NO AVANZA

Por FELIPE FRYDMAN*

La reunión de los líderes de los paísesmiembros del BRICS (Brasil, Rusia,India, China y África del Sur) en la

ciudad de Durban el 27 de marzo pasadoratificó la decisión de este grupo de con-vertirse en un importante interlocutor dela política internacional, y mostró el inte-rés de Brasil de trascender el marco delMercosur para acrecentar su inserción enlos asuntos mundiales. La reunión tuvouna característica especial, porque contócon la presencia del flamante presidente dela República Popular China –asumió el 14de marzo–, Xi Jinping.

La Declaración de Durban cubre variadosaspectos de la situación internacional,entre los que se destaca la decisión delGrupo de avanzar en la institucionaliza-ción y mantener reuniones ministerialesperiódicas de coordinación. Entre las ini-ciativas de carácter económico se encuen-tra el Acuerdo de Reservas Contingentes(CRA) por 100.000 millones de dólares; elAcuerdo Multilateral de Cooperación parael Desarrollo Sustentable y la creación delNuevo Banco de Desarrollo para financiarlas obras de infraestructura, estimadas en4.500.000 millones de dólares.

Estas obras son consideradas prioritariaspara alcanzar un razonable nivel de moder-nización y coadyuvar al crecimiento eco-nómico, pero también representan unamanifestación política de la voluntad dereservar estas oportunidades de negociospara sus propias empresas, como unaforma de promover el crecimiento y lacompetitividad en un mundo globalizado.

En varias oportunidades, el Mercosur pla-neó la creación de un organismo financierosimilar; en algún momento impulsado porla Argentina, que siempre reclamó por lacompetencia desleal que representaban loscréditos otorgados por el Banco Nacional deDesarrollo de Brasil (BNDES) a las empresasbrasileñas, a tasas subsidiadas. Ese proyectofue luego reemplazado por el Banco del Sur,cuya creación fue aprobada por Venezuela,Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador, Uruguayy Paraguay (Mercosur y ALBA) en diciembrede 2007, ratificada en setiembre de 2009.Recién entró en vigencia el 3 de abril de2012, y aún no ha logrado despegar.

La Declaración del BRIC incluye un sig-nificativo apoyo a la reforma del Consejo

de Seguridad de las Naciones Unidas y dacabida a las aspiraciones de Brasil, India ySudáfrica de jugar un papel mayor en el or-ganismo. La Argentina siempre rechazó lapretensión brasileña de incorporarse comomiembro permanente del Consejo de Segu-ridad, por considerar que esa silla represen-taría a América Latina y en consecuenciadebía ser rotativa, para evitar la hegemoníade un país. Las discrepancias sobre la com-posición del Consejo de Seguridad sólohan servido para paralizar los intentos dereforma y consolidar la situación actual depreeminencia de Estados Unidos, China,Rusia, Francia y Reino Unido.

La predisposición de Brasil de fortalecerel BRICS está correlacionada con la debi-lidad del Mercosur para alcanzar una pre-sencia internacional, y las dificultades deUnasur para constituirse en una alterna-tiva, a causa de la diversidad de sus miem-bros . Esta der iva es también unaconsecuencia del importante crecimientoeconómico de Brasil y a la activa diploma-cia que ha desplegado en los últimosaños. Brasil siempre ha prestado una aten-ción especial a su participación en la po-lítica internacional, para mejorar suinserción en el mundo globalizado. Y laconsolidación de un polo de países inter-medios resulta trascendente para afianzarsu posicionamiento como un actor prin-cipal, equilibrando la relación de podercon el mundo desarrollado.

Desde sus inicios en 1991, el Mercosur hasido renuente a plantearse una política ex-terior común, a pesar de que los actualespaíses miembros sostienen tener gobiernospolíticamente “afines”, con la excepción deParaguay que permanecerá excluido del blo-que hasta las próximas elecciones, luego dela conmoción que provocó la incorporaciónde Venezuela. Estas supuestas coincidenciasdeberían haberse reflejado en una visióncomún sobre los problemas internacionalespara apoyar el fortalecimiento del bloque.Sin embargo, la realidad es diferente. Argen-tina, Brasil y Uruguay tienen una posicióndiferente respecto a la influencia de la glo-balización en el desarrollo de sus países. Sesuma a esta situación la política de crecien-tes restricciones externas implementada porel gobierno de Cristina Kirchner, que no ex-ceptúan a los países del bloque. Los entre-dichos provocados no pueden disimularsecon declaraciones integracionistas.Esta faltade consistencia ha dañado las posibilidadesde elaborar políticas comunes y servido alos sectores críticos del Mercosur para jus-tificar otras alianzas. Con el impulso alBRICS, Brasil ha reafirmado su voluntad decontinuar con su línea histórica y persistiren una política independiente, alejada delos vaivenes y posiciones coyunturales delos restantes socios del Mercosur, en parti-cular de Argentina.

* Economista y ex embajador argentino.

El gigante latinoamericano se mueve actualmente entre el BRICS y el Mercosur. Su disposiciónde fortalecer el primero se relaciona con las debilidades del espacio regional latinoamericano,que le impiden alcanzar relevancia internacional, y las dificultades de Unasur paraconstituirse en una alternativa, a causa de la diversidad de sus miembros.

Los vaivenes de Brasilde cooperación. Creyó necesariodecirlo, no estaba obligado. Alcontrario, seguro que eso no loayudó en la campaña”, apunta.Main es optimista sobre el fu-turo rol internacional de Cara-cas. “El papel de Venezuela en elescenario internacional se haconsolidado. El multilateralismoconviene. La eficacia y la utili-dad de organizaciones comoUnaSur para facilitar solucionesestán a la vista”.

En cuanto a las relaciones conEstados Unidos en los últimosmeses, Main informa que “Entreoctubre y noviembre hubo uncontacto entre Roy Chaderton, elembajador venezolano ante laOrganización de Estados Ameri-canos (OEA), y Roberta Jacobson,encargada del Departamento deEstado para América Latina. Elobjetivo es restablecer la relacio-nes a nivel de embajadores. Lás-tima que frente a la enfermedadde Chávez, el Departamento deEstado utilizó la expresión ‘tran-sición política’. Algo que noayudó mucho”.

EL ENIGMA DEL LIDERAZGO

Si la derecha venezolana seenfurece ante la compacta de-fensa latinoamericana de la legi-timidad de la victoria deMaduro, al chavismo le lastimala cruda consistencia de los nú-meros. Entre el 7 de octubre, úl-tima elección presidencial, y el14 de abril, se perdieron casi700.000 votos y casi 10 puntosen porcentaje.

El presidente de la Asamblea na-cional, Diosdado Cabello, el com-petidor más fuerte de Maduro enel liderazgo chavista, pidió una“autocrítica”, pocos minutos des-pués de la proclamación de los re-sultados electorales.

Qué rumbo tomará el cha-vismo sin Chávez empezará averse más claro cuando definansu propio rumbo los ministrosde Economía y de Defensa. Eneste último cargo fue confir-mado el almirante Diego Mo-lero, pero para el futuropróximo se posicionan algunosmilitares que participaron conChávez del fracasado golpe deEstado del 4 de febrero de 1992y “que tienen buenas relacio-nes con Cabello”, estima unafuente bien informada quemantiene el anonimato. Elmayor general Wilmer Barrien-tos, actual jefe del comando es-tratégico operacional, está enla pole position.

Batallas internas aparte, loque sí parece urgente para elchavismo es resucitar del fune-ral de su líder. Aprender a vivirsin él. Recuperar la energía ex-traordinaria de los movimientospopulares le resulta necesariopara que Venezuela no se trans-forme en una colonia econó-mica chino-iraní. Mientras lavoz grabada del Comandantecantando el himno nacional in-unda la avenida México desiertaen la noche, Helena Jiménez, ac-tivista chavista de 28 años, re-sume: “La historia de un paístendría que ser algo más grande,más abarcador, que la historiade uno solo”.

Periodista italiana