URBANALIZACIÓN paisajes comunes, lugares globales · PDF filepaisajes independizados...

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  • URBANALIZACIN

    paisajes comunes, lugares globales1

    Por Francesc Muoz Urbanalizacin Se ha discutido mucho del fenmeno de la globalizacin y de cmo esta afecta a todas las esferas de la vida. Parece claro que si todo lo que nos rodea se hace global, lo mismo debera estar pasando con las ciudades. Lo primero que se puede plantear es la misma extensin que lo urbano ha alcanzado en el planeta. Alrededor del 80% de la poblacin mundial acabar viviendo en entornos urbanos en este nuevo siglo. De hecho, ms que del planeta Tierra quizs deberamos empezar a hablar ya del planeta ciudad. Pero, en que maneras concretas las ciudades se estn viendo afectadas por la globalizacin? Como se est viendo afectado, por ejemplo, el paisaje urbano?

    IMAGEN 1. Arquitectura global en construccin. Canary Wharf, Londres.

    1 Este texto resume algunos aspectos clave del concepto urbanalizacin. Para una explicacin detallada y con ejemplos sobre diferentes ciudades y contextos paisajsticos diversos ver MUOZ, Francesc (2008) Urbanalizacin: paisajes comunes, lugares globales, Gustavo Gili, Barcelona. Sobre la idea de la huelga de los paisajes, ver tambin MUOZ, Francesc (2006) urBANALizacin: la huelga de los paisajes. En MATA, Rafael; TARROJA, lex (coord.) El paisaje y la gestin del territorio (143-163). Coleccin Territorio y Gobierno. Visiones nm. 5, Barcelona, Diputaci de Barcelona y MUOZ, Francesc (2007) Paisajes aterritoriales, paisajes en huelga. En NOGU, Joan (ed.) La construccin social del paisaje, Coleccin Teora y Paisaje, Madrid. Editorial Biblioteca Nueva.

  • El paisaje siempre ha sido entendido como el resultado de la relacin que las sociedades humanas establecen con su medio, como la construccin cultural de su entorno. Sin embargo, el proceso global de urbanizacin y la progresiva extensin de la ciudad en el espacio, hacen que encontremos cada vez ms dificultad para apreciar contenidos de identidad o vernculos propios de los lugares a travs de sus paisajes, los cuales se nos muestran precisamente ms a partir de lo similar y genrico que de lo singular y especfico. El denominador comn de lo metropolitano, en unos casos, o las transformaciones aceleradas en el territorio, en otros, hacen que el paisaje deje de representar permanencias histricas o culturales para mostrar panormicas lquidas que pronto desaparecern sustituidas por otras nuevas.

    IMAGEN 2. Paisaje urbano genrico en la nueva Potsdamer Platz, Berlin. En lo que respecta al paisaje urbano de forma especfica, las ciudades siempre han constituido un espacio claramente diferenciado en el territorio y han mantenido rasgos y morfologas comunes que hacen que sepamos que estamos en la ciudad. Por eso todas las ciudades medievales aparecen ante nuestros ojos como similares y lo mismo ocurre con los restos del pasado industrial que hoy conservamos en ellas como patrimonio. Sin embargo, durante las ltimas dcadas, las ciudades se han ido orientando de forma muy clara hacia el consumo y las actividades relacionadas con el ocio, la cultura o el turismo global, mientras que sus periferias han sido carne de la dispersin de poblaciones, actividades y residencias. Si nos fijamos en el paisaje urbano, encontramos como ciudades distintas con historia y cultura diversas, de poblacin y extensin nada comparables, y localizadas en lugares muy diferentes del planeta, experimentan transformaciones muy similares y acaban produciendo un tipo de paisaje estandarizado y comn. La misma impresin nos produce visitar centros histricos o frentes martimos en cualquier ciudad que conducir por cualquier autopista a travs de regiones metropolitanas diferentes: un paisaje repetido y reincidente aparece ante nuestros ojos que van hilando retales de territorio cortados por el mismo patrn en un mismo relato visual. Un paisaje que, cual cinta de Moebius, no tiene principio ni fin y que se define, precisamente, por su ambigua ubicuidad.

  • IMAGEN 3. Espacios pblicos para el consumo en el centro de Rtterdam.

    IMAGEN 4. Paisajes del consumo urbano en el Soho londinense.

  • IMAGEN 5. La ciudad extensa en el gran Buenos Aires.

    IMAGEN 6. La urbanizacin dispersa en la regin metropolitana de Barcelona. Observamos, as pues, un tipo de urbanizacin banal de las ciudades y el territorio, en el sentido de que se puede repetir y replicar en lugares diferentes con relativa independencia del locus concreto. Ms que de urbanizacin podemos hablar entonces de urbanalizacin: los espacios pblicos son utilizados como playas de ocio; se establecen programas de seguridad y vigilancia urbana de manera estandarizada; se desarrolla un consumo de la ciudad a tiempo parcial, en funcin de la importancia que llegan a tener las poblaciones temporales y visitantes; se multiplican los barrios residenciales de casas en hilera, extendindose de forma clnica en las afueras de los centros urbanos, hacia los cuatro puntos cardinales. A veces, parecera incluso que fragmentos de unas ciudades son literalmente clonados en otras. Una produccin de paisajes comunes que alcanza una escala global pero que conlleva un uso, manipulacin y puesta en valor de algunos elementos de la esfera local en sus mltiples dimensiones: social, cultural o en lo que se refiere al entorno construido. La urbanalizacin se refiere, as pues, a un fenmeno de naturaleza ciertamente compleja, pero ello no es obstculo para que la experiencia urbana que se acabe teniendo en lugares diferentes sea, paradjicamente, similar e intercambiable, de igual forma que los contenidos de todas las parrillas televisivas del mundo se parecen entre s o que los almuerzos que se sirven en los vuelos areos son un producto igualmente genrico y que no pertenece a ningn lugar concreto.

  • IMAGEN 7. Almuerzo estandarizado. Vuelo Barcelona-Miln (Alitalia).

    Urbanalizacin: la huelga de los paisajes Esa extensin total de la ciudad y del universo cultural urbano ha producido algo que llamar como indiferentismo espacial. Es decir, aparecen semejanzas morfolgicas entre espacios normalmente concebidos como diferentes en momentos anteriores. As haba sucedido tradicionalmente con los espacios urbanos y los rurales, con los centros y las periferias, con las grandes ciudades y las de menor tamao. Este fenmeno se puede ilustrar en dos direcciones: En primer lugar, existe un indiferentismo espacial entre reas con diferentes grados de urbanizacin que, paradjicamente, no aparecen tan distantes en trminos morfolgicos y, en segn que contextos, incluso funcionales. En otras palabras, es posible encontrar caractersticas urbanas en territorios normalmente concebidos como espacios no urbanos. Esta dinmica produce la homogenizacin formal y funcional entre estos territorios de expansin metropolitana a partir de la localizacin de usos caractersticos de la urbanizacin dispersa: la residencia unifamiliar, las infraestructuras viarias o los contenedores comerciales, de ocio y tursticos.

    IMAGEN 8 y 8BIS. Residencias unifamiliares en la regin metropolitana de Barcelona.

  • Un paisaje que se puede encontrar de forma secuenciada y repetida en cualquier seccin que se haga en una regin metropolitana tal y como lo explicaba ya hace aos de forma muy grfica Edward Relph en The modern urban landscape (1987):

    Conducir por una ciudad en la dcada de 1980 es encontrar una limitada variedad de diferentes tipos de paisaje urbano, repetidos indefinidamente...Encontramos montonos proyectos de renovacin, torres resplandecientes de burocracia ostentosa, vulgares calles comerciales, tranquilos suburbios residenciales, los contenedores planos y los grandes espacios de aparcamiento de los centros comerciales, pintorescos barrios histricos, plantas industriales; despus hay ms modernos proyectos residenciales, ms suburbios, otra calle comercial, otra zona industrial, otro post-mortem paisaje urbano, otro suburbioParece que la vida moderna se llena con una aceptacin de discontinuidades repetidas de forma estandarizada

    IMAGEN 9 e IMAGEN 9BIS. Autopista interestatal Freeway 15. Phoenix, USA.

    En segundo lugar, puede observarse un indiferentismo espacial comparando espacios tipolgicos concretos en ciudades diferentes. As, por ejemplo, las diferencias morfolgicas entre los espacios de renovacin urbana, como pueden ser frentes martimos o centros histricos, en la mayora de ciudades son prcticamente inexistentes. Estos procesos han determinado un progresivo vaciado de los atributos del paisaje geogrfico en general y del paisaje urbano en particular. Para ilustrar esto, basta recordar la progresiva especializacin de territorios dedicados a la produccin de paisajes especialmente diseados para el consumo meditico y visual de las poblaciones metropolitanas: el paisaje natural, el paisaje urbano histrico o el paisaje urbano portuario serian tres ejemplos muy claros. Se trata, de hecho, de dinmicas tan importantes que se puede hablar de la existencia de un sistema de produccin de paisaje que tiene por objeto la produccin de morfologas, atmsferas y ambientes urbanos paradjicamente sin temporalidad ni espacialidad reales sino simuladas o clonadas. Una produccin de forma urbana globalizada que se concreta en una serie de paisajes comunes orientados no ya a la apropiacin de un lugar sino al consumo de su imagen, independientemente de donde se encuentre fsicamente el visitante observador. Algo que Ignasi de Sola-Morales intuy y escribi de forma lcida ya en 1995:

    Nos estamos enfrentando a la experiencia de una nueva cultura meditica en la cual las distancias son cada vez ms cortas hasta el punto de hacerse instantneas. Una cultura meditica caracterizada por el hecho de que la reproduccin de imgenes, con toda clase de mecanismos, hace que estas dejen de estar vinculadas a un lugar especfico y que fluyan, de forma errtica, a lo largo y ancho del p