UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR … · sobre “Imaginarios de la modernidad en el Centro...

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL IMAGINARIOS DE LA MODERNIDAD EN EL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO TRABAJO DE GRADO PREVIO A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE LICENCIADA EN COMUNICACIÓN SOCIAL KATHERINE XIMENA CEVALLOS TRUJILLO DIRECTOR: MST. DIMITRI MAXIMILIANO MADRID MUÑOZ Quito – Ecuador 2014

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UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL

IMAGINARIOS DE LA MODERNIDAD EN EL CENTRO HISTÓRICO DE QUITO

TRABAJO DE GRADO PREVIO A LA OBTENCIÓN DEL TÍTULO DE LICENCIADA EN COMUNICACIÓN SOCIAL

KATHERINE XIMENA CEVALLOS TRUJILLO

DIRECTOR: MST. DIMITRI MAXIMILIANO MADRID MUÑOZ

Quito – Ecuador

2014

DEDICATORIA A mis padres Enrique y Patricia por su esfuerzo y apoyo incondicional; a mi hermana Jenny y a mis sobrinas Graciela y Doménica por ser mi fuente de alegría, mi motor para construir una imagen de superación; y a la persona que amo con el alma, Galo Iván por sus consejos y motivación. Katherine

ii

AGRADECIMIENTOS Agradezco a todos mis profesores a lo largo de mi vida estudiantil, quienes con las ciencias y letras me impartieron sus conocimientos, y además me enseñaron el valor de la ética para desenvolverme en la vida laboral y promover el desarrollo de país.

iii

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL

Yo, Katherine Ximena Cevallos Trujillo en calidad de autor del trabajo de investigación realizada sobre “Imaginarios de la modernidad en el Centro Histórico de Quito”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, hacer uso de todos los contenidos que me pertenecen o de las partes que contiene esta obra, con fines estrictamente académicos o de investigación.

Los derechos que como autor me corresponden, con excepción de la presente autorización, seguirán vigentes a mi favor, de conformidad con los establecido en los artículos 5, 6, 8, 19 y demás pertinentes dela Ley de Propiedad Intelectual y su reglamento.

Quito, a 13 de noviembre del 2014

CC: 1720937737 [email protected]

iv

CERTIFICADO

En mi condición de Director, certifico que la señorita Katherine Ximena Cevallos Trujillo, ha desarrollado la tesis de grado titulada “Imaginarios de la modernidad en el Centro Histórico de Quito”, observando las disposiciones Institucionales que regulan esta actividad académica, por lo que autoriza para que la mencionada señorita reproduzca el documento definitivo, presente a las autoridades de la Carrera de Comunicación Social y proceda a la exposición de su contenido bajo mi dirección.

Mst. Dimitri Maximiliano Madrid Muñoz Director

v

ÍNDICE DE CONTENIDOS DEDICATORIA ii

AGRADECIMIENTOS iii

AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL iv

HOJA DE APROBACIÓN DEL DIRECTOR DE TESIS v

ÍNDICE DE CONTENIDOS vi

ÍNDICE DE ANEXOS vi

ÍNDICE DE TABLAS ix

ÍNDICE DE GRÁFICOS x

RESUMEN xi

ABSTRACT xii

INTRODUCCIÓN 1

JUSTIFICACIÓN 3

CAPÍTULO I

COMUNICACIÓN Y MODERNIDAD 4

1.1 ¿Qué es comunicación? 4

1.1.1 Historia de la comunicación 5

1.2 Escuelas del desarrollo de las teorías y modelos de la comunicación 6

1.2.1 Teorías de la comunicación 7

1.2.2 Modelos de la comunicación 8

1.3 Teorías latinoamericanas comunicación y el modelo que fundamenta la investigación 12

1.3.1 Escenario sobre la comunicación cultural en América Latina 16

1.4 ¿Qué es modernidad? 19

1.4.1 Historia de la modernidad y su mirada desde occidente 19

1.4.2 Distinciones entre modernidad, modernismo y modernización 20

1.5 Construcción de Estado moderno 21

1.6 Enfoque de los medios de comunicación en la modernidad del siglo XXI 23

1.6.1 Desarrollo de la comunicación en la modernidad 24

CAPÍTULO II

COMUNICACIÓN, CULTURA E IDENTIDAD 26

2.1 Cultura e identidad 26

vi

2.2 ¿Qué es cultura? 26

2.3 ¿Qué es identidad? 27

2.3.1 Percepción y sentido de la identidad 29

2.4 Diferencia y alteridad 29

2.5 Comunicación y cultura 31

2.5.1 La comunicación, una transformación del campo cultural 31

2.6 Centralidad de la cultura en la sociedad 32

2.7 La cultura como mediación 33

2.8 Participación y expresión social 34

2.9 Arte y cultura 34

2.9.1 Escuela de Fráncfort y la producción cultural 35

2.9.2 Industrias culturales 35

2.9.3 El arte, una esfera de consumo 37

2.10 La comunicación, la cultura y el arte construyen identidad 38

CAPÍTULO III

IMÁGENES E IMAGINARIOS URBANOS 40

3.1 Imágenes e imaginarios 40

3.2 Cultura visual 40

3.3 Percepción de imágenes 41

3.4 Funciones de la imagen 42

3.5 Reconocimiento y rememoración de la imagen 43

3.5.1 De la imagen monosémica a la polisémica 44

3.6 Pensamiento simbólico 45

3.7 Modelización icónica de la realidad 46

3.8 Imaginarios Urbanos 47

3.8.1 ¿Qué es y cómo se forma un imaginario? 47

3.9 Marcas y territorios urbanos 48

3.10 Lugares y no lugares de la sociedad 49

3.11 Realidad urbana en América Latina 50

3.11.1 Impacto generacional urbano 51

3.12 Grafiti, expresión de la realidad 52

3.12.1 ¿Cómo se interpretan los grafitis? 53

vii

CAPÍTULO IV

LA CIUDAD 54

4.1 La ciudad 54

4.2 Construcción de la ciudad 55

4.3 Comunicación y ciudad 56

4.4 La ciudad vista y la ciudad imaginada 57

4.4.1 Percepción imaginada de una ciudad 58

4.5 Ciudad espacio público 59

4.5.1 Cambio de los espacios culturales en una sociedad en movimiento 60

4.6 Historia de la ciudad de Quito 61

4.7 Interpretación y configuración de Quito 63

4.7.1 Límites y bordes de Quito 64

4.8 Percepción imaginada de la ciudad de Quito 65

4.9 Herencia histórica de Quito 66

4.9.1 Arte colonial 67

4.9.2 Infraestructura arquitectónica de la colonia 69

4.10 Influencia de la religión en la ciudad 70

4.11 Identidad quiteña 71

4.12 Quito, patrimonio cultural 72

CAPÍTULO V

PERCEPCIÓN DE LA MODERNIDAD DEL CENTRO HISTÓRICO 74

5.1 Percepción del Centro Histórico 74

5.2 Construcción y reconstrucción arquitectónica de la ciudad 74

5.3 Paso de lo colonial a lo moderno en la arquitectura de Quito 75

5.4 Belleza moderna de Quito 77

5.4.1 Reconstrucción de iglesias en el Centro Histórico 78

5.5 Percepciones e imaginarios ciudadanos del Centro Histórico de Quito 79

5.5.1 Imaginario de Quito como gran metrópoli 80

5.6 Uso de los espacios físicos de la ciudad 82

5.7 Construcción de la identidad de Quito 83

5.7.1 Relaciones, expresiones e intercambios culturales en los jóvenes 84

5.8 Imaginario actual de Quito como Patrimonio cultural 86

5.9 Valor cultural quiteño frente al interés comercial 86

viii

5.10 Influencia de la modernidad en la forma de vida quiteña 87

CAPÍTULO VI

RESULTADOS OBTENIDOS EN LAS ENCUESTAS 89

6.1 Población investigada 89

6.2 Resultados de la encuestas a los jóvenes quiteños 91

6.3 Resultados de las entrevistas dirigidas a personas adultas viven en el Centro Histórico 101

CAPITULO VII

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 103

7.1 Conclusiones 103

7.2 Recomendaciones 104

BIBLIOGRAFÍA 106

ANEXOS 110

Anexo 1. Encuesta dirigida a jóvenes de la ciudad de Quito. 110

Anexo 2. Entrevistas dirigidas a personas adultas que viven en centro histórico. 113

Anexo 3. Fotografías 114

ÍNDICE DE TABLAS

Tabla 1: Definición de la ciudad de Quito 91

Tabla 2: Conocimiento de construcciones coloniales principales 92

Tabla 3: Criterio sobre construcciones modernas en el centro histórico de Quito 93

Tabla 4: Valoración sobre construcciones coloniales 94

Tabla 5: Beneficio de construcción de centros comerciales en el centro histórico 95

Tabla 6: Conservación del casco histórico de Quito 96

Tabla 7: Conocimiento de edificaciones en mal estado 97

Tabla 8: Criterio sobre construcciones en mal estado 98

Tabla 9: Importancia del centro histórico 99

Tabla 10: Utilidad del centro histórico 100

ix

ÍNDICE DE GRÁFICOS

Gráficos 1: Definición de la ciudad de Quito 91

Gráfico 2: Conocimiento de construcciones coloniales principales 92

Gráfico 3: Criterio sobre construcciones modernas en el centro histórico de Quito 93

Gráfico 4: Valoración sobre construcciones coloniales 94

Gráfico 5: Beneficio de construcción de centros comerciales en el centro histórico 95

Gráfico 6: Conservación del casco histórico de Quito 96

Gráfico 7: Conocimiento de edificaciones en mal estado 97

Gráfico 8: Criterio sobre construcciones en mal estado 98

Gráfico 9: Importancia del centro histórico 99

Gráfico 10: Utilidad del centro histórico 100

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Imaginarios de la modernidad en el Centro Histórico de Quito. Modern Imagery of the Historic Center of Quito

RESUMEN El trabajo determina si la arquitectura moderna del Centro Histórico de Quito construye una nueva identidad en los jóvenes, o si establece nuevos imaginarios de la ciudad definidos por los intercambios culturales y la preservación del Patrimonio. Contiene estudios teóricos de la comunicación, la cultura, la modernidad y un análisis del modelo socio semiótico para explicar cómo la producción y el consumo de discursos en la ciudad da significado a las acciones sociales, y crea usos para los espacios públicos. Se habla de las imágenes que se crearon en la ciudad como memoria histórica y que se transforman con la modernidad. Muestra a Quito como una ciudad colonial que permite ser imaginada como una gran metrópoli para construir identidad. El análisis de la percepción de la ciudad se basa en encuestas y entrevistas que permiten exponer sus memorias y un nuevo imaginario. Se concluye que las construcciones modernas dentro del centro histórico generan en la juventud un imaginario moderno en el que pierden valor las construcciones coloniales como manifiestos de cultura, para ser piezas de un museo inanimado sin significado. PALABRAS CLAVE: COMUNICACIÓN VISUAL / IMAGINARIOS URBANOS / CIUDAD / CENTRO HISTÓRICO / MODERNIDAD / QUITO

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ABSTRACT The work determines if modern architecture of the Historic Center of Quito has built a new identity in young people, or if new imageries of the city have been defined by cultural interchanges and preservation of the heritage site. It contains theoretical studies on communication, culture and modernity, as well as a socio-semiotic model to explain how production and consumption of speeches in the city have contributed with a background to social actions, and create uses for public spaces. Created images of the city have been granted a historic memory and get transformed with modernity. It shows to Quito how a colonial city be imagined as a great metropolis to build identity. Analysis of the city perception is based on surveys and interviews that allow exposing memories and a new imaginary. It has been concluded modern constructions in the historic center causes modern imageries in young people, where colonial constructions as expressions of culture, become pieces of an unanimated museum with no meaning. KEYWORDS: VISUAL COMMUNICATION / URBAN IMAGERY / CITY / HISTORIC CENTER / MODERNITY / QUITO

xii

INTRODUCCIÓN La comunicación es la base de la formación social, por eso todos los pueblos necesitan comunicarse y

compartir experiencias dentro del campo cultural. Las industrias culturales han internacionalizado

maneras de vivir, formas de comportarse, idiomas, religiones, con lo cual se priva a las personas de una

identidad cultural propia y les impulsa a buscar la satisfacción de necesidades y anhelos a través de

otras culturas. Desde este enfoque se identificaron cinco temas a tratar: comunicación y modernidad,

comunicación cultura e identidad; comunicación y cultura; y arte y comunicación.

La comunicación será tratada desde su concepto, historia de la comunicación y modelos de

comunicación, esta será la base para conocer la evolución que ha dado la comunicación a través de los

años. Para esto se utilizará trabajos de autores con pensamiento crítico y transformador que proponen a

la cultura como un elemento de dominación y resistencia.

Dentro del tema de modernidad se hablará de la historia de la modernidad, el Estado moderno, el

desarrollo de la comunicación en la modernidad. Dentro de cultura e identidad se tratará la percepción

y sentido de la identidad y la diferencia y alteridad, lo que ayudará a entender las diferencias

culturales, sus aportes y la necesidad de reconocimiento dentro de un grupo cultural. Estos temas se

tratarán a partir de la lectura de debates interculturales como parte de un proceso social.

La comunicación y cultura abarca temáticas como la comunicación, una transformación del campo

cultural, centralidad de la cultura en la sociedad, la cultura como mediación, y participación y

expresión social, importantes para el desarrollo y la interacción dentro de la sociedad. Finalmente en

arte y comunicación se desarrollarán estos temas: Escuela de Fráncfort; industria cultural y el arte; y

una esfera de consumo. Aquí aparecerán aportes de autores de pensamiento crítico latinoamericano

para el desarrollar realidades sociales.

El desarrollo del presente trabajo de investigación se ha previsto en 6 capítulos, en los cuales se

desarrolla el sustento teórico y social del imaginario de la modernidad del centro histórico,

especialmente en las nuevas generaciones.

El capítulo I desarrolla el concepto de comunicación y modernidad para establecer los avances que se

han producido a lo largo del tiempo en la sociedad, y cómo ésta actúa frente a ellos.

1

El capítulo II desarrolla cuatro conceptos funcionales sobre el desarrollo del imaginario: la

comunicación, la cultura, el arte y la identidad. Es frecuente que se confundan los términos descritos

anteriormente, y es necesario individualizar cada uno de ellos y definirlos en su real contexto con el fin

de hablar con propiedad de cada uno de ellos, tomando en cuenta modelos y teorías que han

fundamentado dichos significados.

El capítulo III desarrolla el concepto de imaginario partiendo de la imagen y su proyección histórica y

moderna partiendo de la imagen, el simbolismo y la percepción del ser humano ante su espacio vital.

El capítulo IV describe la ciudad de Quito desde su espacio histórico, estructural y perceptivo,

tomando en cuenta el título de Patrimonio de la Humanidad debido a la conservación y reconstrucción

de su centro histórico.

El capítulo V busca realizar la descripción actual de una ciudad que lucha entre su historia y su

modernidad, que sobrevive en su tradición aún por sobre el vertiginoso progreso al que se ve sometida

en su calidad de capital.

Con el fin de evaluar el imaginario actual de la ciudad, en el capítulo VI se reseñan los resultados de

las encuestas a jóvenes de la ciudad y entrevistas a adultos respecto a su percepción sobre el Quito

actual y su imaginario de la ciudad moderna e histórica.

2

JUSTIFICACIÓN Las ciudades de América Latina tienen como denominador común rasgos de identidad enraizados en

un período colonial de gran altura cultural y de expresión arquitectónica magnífica concentrada en

ciudades especialmente en la serranía, tal es el caso de Quito, cuyo centro histórico ha sido reconocido

como patrimonio de la humanidad. Sin embargo, una parte de este bagaje cultural está en mal estado,

han irrumpido construcciones modernas alternando con los monumentos coloniales, y se han abierto

plazas de comercio, lo que ha desviado la visión de sus habitantes quienes han cambiado su imaginario

de la ciudad considerándola moderna y comercial más que cultural e histórica.

Esta investigación abre un espacio de comprensión y discusión sobre las tendencias actuales de visión

de la ciudad y las perspectivas que esto conlleva, de esta visión depende la conservación y la

valoración de este espacio. Si tomamos en cuenta que el Gobierno actual está impulsando el turismo,

tenemos que considerar que la protección de nuestro patrimonio es fundamental, pero para eso hay que

partir de la educación de las nuevas generaciones con el fin de revalorizar este aspecto; este trabajo

dirige su visión hacia este objetivo, mediante la conciencia social.

Varios estudios existen al respecto de la arquitectura de la ciudad de Quito, sus tradiciones y

costumbres; sin embargo, no hay un estudio que pueda reflejar la problemática de nuevos imaginarios;

es decir de cómo se le ve a Quito en la modernidad, cuáles son sus cargas culturales y cómo influye

en la identidad quiteña, lo que hace de la presente una investigación original. Aquí se pretende indagar

la relación entre modernidad, cultura, identidad, comunicación y arte para la producción de símbolos y

bienes culturales, desde una perspectiva cultural; también se pretende aportar al conocimiento de la

realidad cultural actual que se vive en las calles del centro histórico de Quito y sus efectos sobre la

identidad para que los jóvenes conozcan las ordenanzas y las razones de la reconstrucción de

edificaciones y así contribuir a la preservación de Quito como Patrimonio Cultural.

La información estará respaldada por una investigación que presenta los orígenes de la comunicación,

su evolución a través de los años y su relación con la identidad cultural.

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CAPÍTULO I

COMUNICACIÓN Y MODERNIDAD 1.1 ¿Qué es comunicación?

El desarrollo de las sociedades humanas alrededor del mundo, fue posible gracias a la comunicación.

Las personas día a día emplearon su tiempo para comunicarse verbalmente; pero también lo hacen con

expresiones corporales, movimientos de las manos, distancias entre las personas, etc., todo sirve al

momento de expresar sentimientos, necesidades y deseos.

Roger define a la comunicación como un “proceso en el que los participantes crean y comparten

información a fin de llegar a una comprensión mutua” (MATTERLART, 1997: 108). Dentro de una

sociedad u organismo, ésta consiste en el intercambio de información entre dos o más personas, a los

que se denominan receptores y emisores.

Los emisores son aquellos que envían el mensaje (conjunto de códigos organizados) mediante el uso de

símbolos comunes verbales y no verbales a través de una canal (medio físico en el que se expresa el

mensaje) a los receptores (FERRERO, 1975: 120).

Estos últimos son quienes reciben el mensaje y dan una repuesta al emisor. Ésta comunicación es

fundamental para establecer relaciones humanas; sin embargo se ve afectada por diferencias culturales,

diferencias en el lenguaje o por fallas en la recepción o percepción del mensaje.

El ser humano vive en un entorno que él mismo crea llamado cultura, del cual recibe estímulos,

mensajes, a los que reacciona modificando su comportamiento en función de lo que ha recibido, hasta

el punto de cambiar su entorno.

En el siglo XIX, se logra una integración de sociedades humanas con base a la comunicación y su

principio de libre intercambio (FERRERO, 1975: 13); es decir intercambio de diferente información

que permita una interacción y avance social de acuerdo a la ideología y pensamiento de cada persona

garantizando progreso y desarrollo de la razón.

4

1.1.1 Historia de la comunicación

La historia de la comunicación empezó con las representaciones de pueblos antiguos (dibujos,

símbolos, sonidos). Con el paso del tiempo se desarrollaron los procesos comunicativos orales y

escritos, y se dio paso a la aparición de escribas (contabilizaban la entrada de bienes y administraban

documentación), crónicas (constancia de acontecimientos históricos) y correos (noticias oficiales de los

imperios).

En la Edad Media aparece un sistema de comunicación realizado por la iglesia, el cual ejercía control

represivo sobre la información. Aquí aparecen las cruzadas que fueron instrumentos de propaganda

para la iglesia y la corona.

Con el Renacimiento (fin de la edad media), aparece la imprenta y se desarrollan las artes, teatro,

pintura, escultura, poesía que implicaba un desarrollo cultural. Además surgieron algunos

descubrimientos como el reloj de arena, el microscopio, la pólvora y la navegación en barcos. El

nacimiento de la imprenta se remonta a China, en el siglo VII, aquí se reproducen por primera vez

dibujos y textos con la ayuda de caracteres de imprenta tallados e tablas de madera; posteriormente

aparecieron los tipos móviles que ya no eran de madera, sino de metal (RAYMOND, 1992: 12).

El alemán John Gutenberg, perfeccionó la técnica de la imprenta con tipos móviles flexibles y

resistentes, con lo cual hacía 25 impresiones por hora. Esta técnica sufrió variación cuando apareció la

imprenta a vapor que imprimía mil cien ejemplares por hora. Este avance tecnológico impulsó el

estudio y desarrollo de las ciencias, debido a la reproducción exacta de libros a gran velocidad, y

además impulsó la creación de gacetas o periódicos.

Más tarde con la revolución industrial se produce un desarrollo en el sistema de comunicación.

Aparece el ferrocarril, el telégrafo y el teléfono, produciendo mayor cercamiento entre las personas

alrededor del mundo; pero también aparece el proletariado y la prensa de masas.

Ya para el siglo XX, la comunicación comenzó a emerger como un campo académico, entre los

pioneros de estudio estuvieron Marshall McLugan, Paul Lazarsfeld y Theodor Adorno

(http://www.historiadelacomunicacion.com/historia-de-la-comunicacion.htm). Desde ese momento, la

comunicación ha estado en constante cambio, debido a la construcción cultural y a la relación social

con los medios de comunicación.

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1.2 Escuelas del desarrollo de las teorías y modelos de la comunicación

En el estudio de la comunicación se han desarrollado diversas investigaciones, en respuesta a la

necesidad del manejo de la información que se consolidaron en Teorías y Modelos de la

Comunicación. Existen diferentes modelos y teorías relacionados con los momentos históricos de los

estudios de la comunicación, por eso es necesario delimitarlo según los objetivos de estudio. Éstos se

manifiestan a través de escuelas, corrientes y tendencias.

La Escuela de Chicago, ve a la ciudad como un “laboratorio social” (MATTERLART, 1997: 23) hasta

la Segunda Guerra Mundial. En este laboratorio hay organismos que se relacionan entre sí y con el

entorno, lo que permite crecimiento de la comunidad al mostrar diferentes funciones. Robert Ezra Park

define a la comunidad como una población organizada en un territorio, cuyos miembros viven en una

relación de interdependencia mutua. Esta escuela fue la primera en tomar en serio la relevancia de los

medios en la sociedad; Park tuvo como precursor a Charlees Cooley, primer interesado en el estudio de

los fenómenos comunicativos desde las interacciones simbólicas.

Los intercambios de costumbres y creencias marcan una culturización que puede estar marcada por los

medios de comunicación ya que pasan a cumplir la función de difusores de información dentro de la

sociedad; ellos favorecen una emancipación, pero al mismo tiempo pueden ser disolventes de

identidades al promover una unificación cultural. La Escuela de Chicago evalúa los efectos que

producen las formas de vida de la sociedad y los medios como desordenadores. Harold Lasswell

referente de ésta escuela toma como base la psicología conductista y la comunicación de masas. Otros

referentes son: Primera generación, Ernest Burgess, Edward Franklin Frazier, Robert Ezra

Park, Charles Cooley; Segunda generación, Erving Goffman, Claude Shannon, Warren Weaver,

Wilbur Schramm.

Desde la mitad del siglo XX hasta los años 80, la Escuela de Palo Alto estudia la comunicación

humana y la considera una interacción social, ya que las relaciones sociales son establecidas

directamente por sus participantes como sujetos que se comunican e interactúan. Sus principales

representantes son: Gregory Bateson, Ray Birdwhistell, Stuart Sigman, Albert Scheflen, Paul

Watzlawick (MATTERLART, 1997: 23- 83).

En la Escuela de Fráncfort los investigadores Hegel, Marx y Freud constituyeron el Instituto de

Investigación Social; mismos que desarrollaron el pensamiento crítico de la transmisión cultural y de la

6

cual surge la Teoría crítica y la Industria cultural. Sus principales exponentes son: Primera generación,

Max Horkheimer, Herbert Marcuse, Theodor Adorno; Segunda generación, Jürgen Habermas, Axel

Honneth, Walter Benjamin.

1.2.1 Teorías de la comunicación

Las Teorías de la Comunicación aparecen para dar una explicación a la interacción comunicativa

dentro del campo científico con la llegada de la modernidad. A continuación se explicará las teorías

más representativas de la comunicación.

La Teoría Funcionalista afirma que la sociedad está formada como un sistema social donde cada actor

cumple una función. Los medios logran efectos de persuasión y manipulación de pensamientos,

generados por estímulos enviados al receptor. La nueva función de la comunicación es el

entretenimiento.

Harold Lasswell uno de los principales representantes de esta teoría, afirma que los medios vigilan el

entorno para representar realidades y así influir en el legado social; lo que formo parte de la

investigación dominante de masas de la comunicación Mass Communication Research. Esta

investigación forma parte de la “Aguja Hipodérmica”, término forjado por Lasswell para denominar el

impacto directo de los medios sobre los individuos. Charles Wright agrega además la función de

entretenimiento a los medios; Paul Lazarsfeld y Robert Merton definen que los medios deben cumplir

con las funciones de entregar estatus a las personas, establecer normas sociales y crear una

dependencia con la información de medios (MATTERLART, 1997: 28- 32).

La Teoría de la Comunicación de Paul Watzlawick, define a la comunicación como un conjunto de

elementos en interacción, basándose en tres hipótesis: La esencia de la comunicación reside en

procesos de relación e interacción (...), todo comportamiento humano tiene un valor comunicativo (…),

observando la sucesión de los mensajes reubicados en el contexto horizontal y en el vertical es posible

extraer una lógica de comunicación (MATTERLART, 1997: 48).

Cada miembro de una cultura forma parte de la comunicación, por lo cual es imposible no comunicar

ya que el significado de las palabras o cualquier acto comunicativo provee información, que puede ser

entendida por los intercambios de mensajes e interpretadas por reacción del comportamiento del

receptor. De ésta manera se le devuelve a la comunicación la multiplicidad y complejidad de contextos

7

e intervenciones, porque incorpora la noción de proceso social que integra modos de comportamiento

relacionados entre sí y adaptándolos según la experiencia personal.

La Teoría crítica parte desde una perspectiva marxista y desarrolla el pensamiento de la cultura de

masas. Las ideas que dominan una sociedad, son las que impone la clase dominante; cuestiona el rol de

la comunicación en la desigualdad y el poder; es decir la burocracia influye sobre la socieda y le quita

su capacidad de crítica. Theodor Adorno, Max Horkheimer y Herbert Marcuse acusan a los medios de

comunicación de manipular ideológicamente las masas (MATTERLART, 1997: 51- 52).

La Teoría Estructuralista asegura que la lengua es una institución social, un sistema organizado de

signos que contienen códigos de lenguaje. La palabra es un acto de expresión individual, y la

lingüística estudia las reglas del sistema organizado dando sentido de significado y significante a cada

expresión. Su objetivo principal es lograr estructuras sociales con un significado y una permanencia

para así crear una realidad. Sus principales representantes son Lévi Strauss, Roland Barthes y

Ferdinand de Saussure (MATTERLART, 1997: 59- 69).

Estos trabajos teóricos impulsaron estudios de hibridación cultural y mediaciones en América Latina.

Esta tendencia latinoamericana tiene como referentes a Jesús Martín - Barbero, Canclini y Luis Ramiro

Beltrán, principalmente.

La Teoría del Actuar Comunicativo aparece con Jürgen Habermas, esta parte de la teoría crítica en la

Escuela de Francfurt; él desarrolla un pensamiento teórico que desarrolla los procesos estructurales de

la sociedad con los objetivos propios y las experiencias personales, como parte de un intercambio

simbólico. Es decir, la experiencia social influye en las acciones comunicativas de las personas, a

través de la racionalidad (MATTERLART, 1997: 96).

1.2.2 Modelos de la comunicación

Los estudios de los modelos evolucionaron la comunicación directamente por el uso y control de

información y expresión, al mismo tiempo transformaron elementos culturales que afecta en los

pueblos la percepción de sí mismos y de su existencia en la construcción de una identidad.

El Modelo de Harold Lasswell toma como base la influencia de la propaganda a través de los medios

para crear su modelo de comunicación, denominado Mass Comunication Research. Este considera que

8

“los medios de difusión han aparecido como instrumentos indispensables para la gestión

gubernamental de las opiniones” (MATTERLART, 1997: 28). El modelo de Lasswell abarca estudios

de la psicología conductista y la comunicación de masas.

Tras la primera Guerra Mundial, la propaganda era utilizada para fines malos y buenos, ya que la

comunicación modelaba la opinión pública, mediante la acción de estímulo – respuesta, lo que dio

origen al surgimiento de la Teoría de la Aguja Hipodérmica, la cual analizaba la influencia de la

propaganda en la recepción de las personas. El acto de comunicación puede ser contestado gracias a

éstas preguntas: ¿quién dice, qué, por qué canal, a quién y con qué efecto? Dentro de la sociedad, el

emisor controla los medios, a la audiencia y a sus efectos; en cambio el receptor es el objeto de estudio

y análisis de control social.

La comunicación para Lasswell cumple tres funciones: la vigilancia del entorno (…), la puesta en

relación de los componentes de la sociedad (…), la transmisión de la herencia social (MATTERLART,

1997: 23). Así, la comunicación era puesta en marcha por un emisor que crea un mensaje y a través de

un canal, lo hace llegar a un receptor o audiencia para lograr sobre ésta un efecto determinado, que

responde a sus intereses ideológicos o económicos, modelando también a su cultura en el tiempo y el

espacio. Para mediados del siglo XX, las personas eran persuadidas por los medios de comunicación;

es por eso que Laswell realizó un estudio de los medios de comunicación y analizó las técnicas de

propaganda de la Guerra Mundial y la utilización de ésta para obtener un liderazgo político.

Durante la Guerra Fría se centró el interés del estudio de la propaganda a través de los medios de

comunicación, dando como resultado el surgimiento del modelo de Shannon y Weaver.

El Modelo de Claude Shannon y Warren Weaver no toma en cuenta el significado de los signos, ni la

intención de su emisión, sólo importa la lógica del mecanismo; una fuente emisora selecciona los

signos para organizar el mensaje, luego este es trasmitido por señales y estímulos físicos a través de un

canal hacia el receptor. La fuente es el punto de partida de la comunicación, que da forma al mensaje

transformado en información por el emisor quien lo codifica, para ser recibido al otro lado de la cadena

por el receptor quien lo descodifica (MATTERLART, 1997: 41); es decir la información es el

estímulo y el receptor actúa como respuesta a este. La comunicación consiste en reproducir en un punto

dado, de forma exacta un mensaje seleccionado en otro punto, mediante la cadena lineal de

comunicación: fuente – mensaje - emisor – canal – receptor – destino; esta sería una comunicación sin

pérdida, sin ruido y con el menor costo posible.

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El Modelo de Wilbur Schramm estuvo influenciado por Claude Shannon; Schramm trabaja la

comunicación interpersonal y la interacción como un “campo de experiencia” según la página

(http://teoriacomunicacion1.wordpress.com/modelos-de-comunicacion/modelo-de-wilbur-schramm);

cuanto mayor sea la experiencia compartida (cultura, código, valores, etc.), más sencilla será la

comunicación. Este investigador considera que en la comunicación colectiva se envía mensajes

idénticos hacia los receptores, quienes interpretan los mensajes por influencia de un líder de opinión. El

receptor selecciona el mensaje que menor esfuerzo le ocasione para percibir su significado; es decir los

mensajes que despierten su interés como parte de un grupo social.

Modelo de Ferdinand de Saussure y Charles Sanders Peirce toma como base el signo lingüístico para

desarrollar sus estudios a finales del siglo XIX. Saussure utiliza una perspectiva lingüística, mientras

que Peirce utiliza la lógica-pragmática, juntos sentaron las bases del Modelo de los Signos.

Para Saussure el signo tiene dos partes, un significado que es el concepto, y un significante que es la

imagen acústica; significante es elegido libremente con relación a la idea que representa pero impuesto

con relación a la comunidad lingüística que lo usa.

A Pierce le interesaba cómo el hombre conoce la realidad, por eso piensa que el signo debe tener un

objeto y un interpretante para conocimiento de la realidad; además pasa de la semiótica de signos a la

semiótica discursiva ya que en la comunicación se dan discursos no sólo signos (BITONTE, 2004:

https://es.scribd.com/doc/134400802/Bitonte-Bajo-Los-Signos-de-de-Saussure-Peirce-y-Lacan).

10

ESCUELA TEORÍAS REPRESENTANTES MODELOS DE LA COMUNICACIÓN

CHICAGO

Funcionalista Medios =

Normas sociales

Medios son entretenimiento

Efecto de

persuación al receptor

Harold Lasswell Charles Wright

Paul Lazarsfeld Robert Merton

Claude Shannon Warren Weaver

Wilbur Schramm

(1948) Mass Communication Research -Aguja hipodérmica

Comunicación con preguntas: ¿quién dice qué?, ¿por qué canal?, ¿a quién?,

¿con qué efectos?

( 1948 – 1949) La información es estímulo y el receptor actúa como

respuesta.

Mediante la cadena lineal de comunicación: fuente – mensaje -

emisor – canal – receptor – destino.

En la comunicación colectiva se envía mensajes idénticos hacia los receptores, quienes los interpretan por influencia de un líder de opinión. Seleccionan el mensaje que despierten su interés.

PALO ALTO

Comunicación Elementos de interacción

Todo movimiento tiene valor

comunicativo

Gregory Bateson Paul Watzlawick

Stuart Sigman

FRÁNCFORT

Estructuralista Institución

social = lengua Sistema de

signos Códigos de

lenguaje

Crítica Desarrollo del

pensamiento de la cultura de

masas Medios

manipulan ideologías

La burguesía domina a la sociedad =

Roland Barthes

Ferdinand de Saussure Axel Honneth

Charles Sanders Peirce

Walter Benjamin

Max Horkheimer Herbert Marcuse Theodor Adorno

Semiótica estructuralista desde la lingüística Signos desde la filosofía pragmática

Años 70s

Semiótica discursiva

11

desigualdad y poder

Actuar Comunicativo

Los procesos estructurales de la sociedad se vinculan con

las experiencias personales

Racionalidad

Jürgen Habermas

1.3 Teorías latinoamericanas de la comunicación y el modelo que fundamenta la investigación

Dentro de los aspectos que estudia la cultura social y la comunicación no existen verdades absolutas ni

tendencias universales. Hay diversas maneras de concebir los vínculos entre cultura y sociedad,

realidad y representación, acciones, imaginarios y símbolos.

Según versión de Néstor García Canclini, el principal problema de los estudios culturales es el intento

de homogenizar las expresiones y universalizarlas en todo nivel dejando afuera el folclor cultural latino

que es el punto que diferencia a los estudios culturales norteamericanos, pues estos tienen como

objetivo lucrarse. Otra de las críticas de este autor es el intento de volver americanos a los latinos, y la

llegada de población latina a América.

Canclini en sus escritos acerca de “Culturas Híbridas”, presenta conceptos interesantes acerca de los

fenómenos de la vida cultural urbana y de la cultura tradicional, especialmente en los grupos que están

inmersos en los procesos urbanos siempre cambiantes, ya sea positiva o negativamente, a esto se le

suma la interpretación de la modernidad y la posmodernidad como factores que crean el imaginario

colectivo de las personas; en base a estas ideas los nuevos medios de información desarrollan nuevas

formas de pensar del individuo frente a su medio.

El adelanto tecnológico, ha propiciado una industria audiovisual que integra o repite la cotidianidad

existente, a la vez que generaliza la información, esta es una de las estructuras que desarrollan las

culturas hibridas, como aquello que está entre lo posmoderno y lo moderno.

12

Las Culturas hibridas es una reestructuración social transitorio, donde la “industria cultural y las

comunicaciones masivas designan los nuevos procesos de producción y circulación de la cultura, que

corresponden no sólo a innovaciones tecnológicas sino a nuevas formas de la sensibilidad, a nuevos

tipos de recepción, de disfrute y apropiación” (MARTÍN – BARBERO, Jesús. (2001).

http://nestorgarciacanclini.net/index.php/hibridacion-e-interculturalidad/73-resena-sobre-culturas-

hibridas-estrategias-para-entrar-y-salir-de-la-modernidad).

Canclini interpreta la hibridación cultural como una interpretación útil de la relaciones de significado

que se han construido a través de la mezcla, por lo tanto trasciende los procesos de mestizaje.

Las transformaciones culturales que se dan por la irrupción de las nuevas tecnologías generan nuevos

imaginarios colectivos denominados “simbólicos”. En base a ello, la expansión de las urbes ha incidido

para que se arraigue lo híbrido, determinado por los procesos culturales. Esto conlleva al individuo a

un anonimato. La hibridación conceptualiza a la urbe como la entidad urbana con alta densidad de

población en la que predominan fundamentalmente la industria y los servicios. En ella se han integrado

las relaciones de grupo; la influencia de los espacios de participación democrática han influido en la

conformación y desarticulación de sectores; y la burocratización de estos espacios, han conllevado a

nuevos movimientos como sindicatos, grupos juveniles, feministas, etc.

En las urbes modernas se presentan los procesos de la integración de los medios de comunicación, la

interacción de producto y cliente, la sociedad de consumo y la totalización de los aparatos de

comunicación; estos crean nuevas estructuras que ayudan a identificar los procesos de la urbe mediante

lo visual, así conectan lo histórico y las incidencias tradicionales, tribus urbanas, etnias y colectivos

culturales que se entrelazan culturalmente pero que también se territorializan y desterritorializan

(GARCÍA CANCLINI, Néstor. http://rumyq.blogspot.com/2012/11/teoria-de-las-culturas-hibridas-

de.html).

Los conflictos urbanos y la historia están relacionados entre sí, dejando estructuras (monumentos,

grafitis, tatuajes, obras) que son memorias de acontecimientos de sectores de la urbe; de esta manera se

masifica el simbolismo de los sectores populares con característica de la modernidad; (MARTÍN –

BARBERO, Jesús. (2001). http://nestorgarciacanclini.net/index.php/hibridacion-e-interculturalidad/73-

resena-sobre-culturas-hibridas-estrategias-para-entrar-y-salir-de-la-modernidad). El autor señala que la

intromisión de ciertos caracteres híbridos como los grafitis también demuestra el pensar de los

ciudadanos de las urbes

13

La intromisión de esta actividad artística moderna rompe el paradigma estético en el cual se ven

envueltos los grafitis, como tal, se convierten en una expresión urbana, que busca la crítica del mensaje

visual.

Otra de las teorías sociales de la comunicación es la expuesta por Jesús Martín- Barbero, basada en el

paradigma de la mediación, que es aquel modelo que "trabaja con intercambios entre entidades,

materiales, inmateriales y accionales, adecuado para estudiar aquellas prácticas en las que la

conciencia, la conducta y los bienes entran en proceso de interdependencia" (MARTÍN - BARBERO,

2001 : 65). Un modelo que busca dar cuenta de las formas que toma la comunicación en cada

formación social, de las lógicas que rigen los modos de mediación entre el ámbito de los recursos, la

organización del trabajo y la orientación política de la comunicación, y por último de los usos sociales

de los productos comunicativos.

La mediación se considera como una actividad directa y necesaria entre distintos tipos de actividad y la

conciencia. La mediación es positiva y en cierto sentido autónoma; es decir tiene sus propias formas.

La investigación de Jesús Martín - Barbero ha sido fundamental porque destaca la influencia del

consumo de cultura y comunicación en América Latina, y su ideología de la dominación. En ese

contexto, contribuyó a generar la inflexión teórico-metodológica desde el énfasis en el mensaje como

estructura ideológica a los procesos de consumo.

El modelo sociosemiótico de Miguel Rodrigo Alsina, muestra el proceso de la comunicación de masas

como tres fases interconectadas: la producción, la circulación y el consumo. La producción es la fase

de creación del discurso de los medios de comunicación; la circulación se produce cuando el discurso

entra en el mercado competitivo de la comunicación de masas; y el consumo se refiere a la utilización

de los discursos por parte de los usuarios (ALSINA. http://portalcomunicacao.com/download/20.pdf).

Como se planteó en el modelo de Saussure y Peirce, la comunicación también son discursos no sólo

signos; es por eso que la interpretación se centra en el significado de las acciones sociales. Alsina

concibe a la producción de un mensaje un hecho social, condicionado por factores económicos,

políticos y culturales que inciden en las industrias comunicativas, así se logran vincular los discursos

con las ideologías, lo que genera una mediación simbólica entre la sociedad y el Estado. La

comunicación de masas se caracteriza por el carácter industrial de su producción (ALSINA.

http://portalcomunicacao.com/download/20.pdf); es decir producen información a gran escala; su

14

consumo es realizado por personas que poseen hábitos y vivencias diferentes, regidas por la cultura en

la que se desarrollan.

Los discursos producen información basada en la credibilidad, produce servicios con fines educativos,

y entretenimiento para el desarrollo de una cultura de masas, lo que construye productos

comunicativos, expresión - contenido (ALSINA. http://portalcomunicacao.com/download/20.pdf). En

la comunicación mediática estos productos comunicativos sufren una intervención tecnológica que

facilita su difusión y que tiene una incidencia comunicativa que produce usos comunicativos.

En el ámbito del consumo, el modelo sociosemiótico tiene tres aspectos: el contexto, la circunstancia y

la competencia. El contexto se refiere al momento histórico y cultural de cada sociedad, la

circunstancia es la situación concreta de consumo de la comunicación, y la competencia comunicativa

son los conocimientos y aptitudes necesarios para que un individuo pueda utilizar todos los sistemas

semióticos que están a su alcance como miembro de una comunidad sociocultural determinada

(ALSINA. http://portalcomunicacao.com/download/20.pdf).

El modelo sociosemiótico de Alsina es el que fundamenta esta investigación ya que los cambios

culturales que aparecen en el Centro Histórico de Quito, como se verá en capítulos siguientes, se

producen desde este modelo. Alsina menciona que el uso de los medios de comunicación, dentro de las

prácticas culturales cotidianas produce un efecto de conducta; es decir los cambios o discursos

producen reacciones en la sociedad. Los fenómenos culturales se consideran como producto de un

sistema de significación que se produce en la realidad.

Los cambios que se producen en la modernización de la ciudad, provocan cambios en su

infraestructura y en la reacción de sus habitantes, quienes utilizan los espacios de la ciudad de manera

diferente a lo largo del tiempo como acuerdos culturales, impuestos por los aparatos ideológicos del

Estado, lo que recrea el deseo del sujeto por el objeto que es el status y poder marcado por la clase

burguesa.

Las personas adoptan prácticas simbólicas como suyas, cada vez se pierde lo propio y se consume lo

ajeno a la cultura, lo que trasforman y se modifica la identidad. El Primer Mundo, descalifica los

sistemas de conocimiento no occidentales; quiere homogenizar las culturas; en la práctica simbólica

para representar la realidad se genera una cultura, con un discurso impuesto.

15

Las sociedades son cuerpos vivos y en cada momento histórico van a interpretar los fenómenos

sociales de una forma distinta, cualquier cambio social que se produzca a lo largo de la historia, busca

un nuevo equilibrio en la sociedad. Un discurso que es comunicado y luego reestructurado según

ciertas políticas comunicativas, económicas y sociales del medio de difusión, determina la relevancia

del acontecimiento dentro de un conjunto de acontecimientos comunicables que inciden en las

representaciones sociales de una nueva realidad. Para la difusión de un producto comunicativo se tiene

en cuenta la segmentación de las audiencias, según edad, sexo, gustos, intereses, etc., así se generan

reacciones diferentes frente a un cambio social.

1.3.1 Escenario sobre la comunicación cultural en América Latina

América Latina es un continente multicultural, con diversas identidades que se mezclan e

interrelacionan por la hibridación cultural. El desarrollo de los pueblos está ligado con la comunicación

y la educación. Diariamente, desde la infancia se transmiten signos que construyen una realidad en

común dentro de la historia y la cultura, que busca la identificación y el desarrollo de sociedades, por

medio del conocimiento y la conciencia. Francisco Gutiérrez menciona que la escuela no sólo ignora

en la práctica la existencia de los Medios de Comunicación sino que trata de supervivir de espaladas a

la realidad social creada por la existencia de los medios de comunicación masiva (GUTIÉRREZ,

2008: 112).

El ser humano está implícito directamente en la sociedad, él crea modos de existencia, vivencia y

realidades que se tejen en el tiempo dentro de un proceso de enseñanza y aprendizaje, lastimosamente

en países latinoamericanos la educación y el desarrollo no están presentes en igualdad, sólo unos pocos

pueden acceder a este privilegio, lo que provoca una desvalorización de conocimientos, y a su vez una

“indiferencia, desconfianza y aislamiento que prevalece sobre la cooperación y la comprensión mutua”

(BELTRÁN, 2008: 94) debido a que la educación mantiene una estructura de enseñanza individualista,

poco masificante. El hecho de obtener conocimientos, significa apropiarse de saberes, transformar y

producir discursos nuevos mediante una educación e interacción más dinámica.

Dentro de América Latina, se busca tener una educación más colectiva que comparta un respeto por la

historia de las comunidades y las tendencias históricas en una sociedad determinada (MARTÍN -

BARBERO, 2004: 73). A través de la comunicación y la participación social que existiera en cada

pueblo, se forman diversas características que los identifican al utilizar expresiones como la danza, la

16

pintura, el canto, etc. Es por eso que en América Latina, es común ver semejanzas en la vestimenta de

los pueblos aborígenes y en la instrumentación de su música.

El reencuentro de las culturas desde su pasado, hasta su presente, contribuye la formación de una

realidad social. La educación conduce al desarrollo, al progreso y a su vez a la liberación de las

ataduras sociales; bajo esta visión, se habla de un ser humano que cumple roles dentro de la sociedad y

que es capaz de conectarse con el mundo.

El acceso a la tecnología, a los medios de comunicación a más de satisfacer la necesidad básica de

comunicar, posibilita el conocimiento de culturas y amplía imaginarios sociales mediante el

intercambio de representaciones simbólicas para encontrar una identidad, porque “ser latinoamericano

es tener de indio, de hispano, una lengua común, diversidad en un mismo territorio” (RINCÓN, 1995:

102). Sin embargo, dentro de un mundo globalizado crecen los problemas de identidad por la falta de

reconocimiento del “yo” y el “otro” lo que provoca una resistencia y poca participación dentro de una

sociedad hegemónica.

Lo que se plantea es una comunicación para el desarrollo que refiere a estrategias aplicadas en países

tercer mundistas con el objetivo de mejorar sus condiciones de vida, debido a que los medios de

comunicación provocan cambios sociales, ideológicos culturales y conducen al crecimiento

económico, que según Beltrán es indispensable para la modernización de sociedades tradicionales por

medio del progreso tecnológico.

América Latina pasa a ser objetivo de desarrollo de organizaciones internacionales como la ONU,

Banco Mundial, UNICEF, UNESCO, etc. “La movilización de una audiencia masiva a través de su

organización social a nivel local, depende fuertemente de la comunicación y de una manera muy

distinta a la del enfoque de industrialización para llegar al desarrollo” (ROGERS, 2000: 136); es decir,

los medios masivos buscan crear un cambio para modernizar a las sociedades tradicionales por medio

de avances económicos y tecnológicos.

“Sólo por medio de la comunicación al pueblo, se puede tener lugar a cualquier desarrollo”

(BELTRÁN, 2008: 94). Bajo la influencia de la comunicación, el ser humano es capaz de cambiarse a

sí mismo y transformar al mundo, con el fin de modificar costumbres, pensamientos, comportamientos,

etc.

17

Cuando la comunicación está ligada al desarrollo, como menciona Rosa María Alfaro, lo hace no sólo

como aporte auxiliar y metodológico, sino como objeto mismo de transformación de la sociedad,

constituyéndose, por lo tanto, en medio y fin.

Participar implica compartir para involucrar a la población en un cambio integral que se precisa en

función del diseño y realización de un objetivo en común; pero la participación también se aprende y es

preciso estimularla, promoverla porque las comunidades deben ser los actores de su desarrollo a través

de la comunicación, no como un elemento de persuasión sino de intercambio participativo para

asegurar la justicia social y la libertad.

Algunos diarios de Ecuador hacen referencia a temas sobre desarrollo como la inclusión social,

reducción de la pobreza, equidad, etc., el porcentaje que alcanza es el 44.3% de la información

(BELTRÁN, 2008: 181) de esta manera se mantiene a los ecuatorianos informados del desarrollo

obtenido.

Como parte de los elementos para el nuevo desarrollo se plantea “la igualdad en la distribución de la

información, participación popular en la planificación y ejecución del autodesarrollo, autosuficiencia e

independencia en el desarrollo, y la integración de los sistemas tradicionales y modernos” (ROGERS,

2008: 207) todo esto para generar progreso social que no afecten al medio ambiente, sino que generen

fuentes de riqueza para fortalecer el sistema económico local y al mismo tiempo prevalecer la cultura

latinoamericana.

Las diversas culturas conjugan movimientos sociales que se interrelacionan en tiempo real y sin límites

para erradicar la problemática de dominación cultural y transformarla en intercambio, como dice

Martín-Barbero “sobre el fondo de la industria cultural el malestar en la cultura nacional desaparece”.

Este nuevo modelo social construye escenarios de realidades cotidianas, donde intervienen actores

sociales para formular procesos de integración cultural y reafirmar etnias a través del conocimiento de

la historia, problemas sociales y costumbres en común entre las naciones de América Latina, una lucha

por sobrevivir y reconstruirse al reconocer las diferencias culturales desde la resistencia. Como ya fue

mencionado, la idea de lo global desaparece lo tradicional de los pueblos y crea nuevas formas

culturales desde la industria, con lo cual se busca conquistar los mercados internacionales y

transformar a la cultura en mercancía, tema que será señalado a continuación.

18

1.4 ¿Qué es modernidad?

Se conoce como modernidad al período histórico que se da en los países del norte de Europa, al final

del siglo XVII y se cristaliza al final del siglo XVIII. Tiene como origen las connotaciones de la era de

la Gráfico, que está caracterizada por instituciones como el Estado-nación, y los aparatos

administrativos modernos.

La modernidad es ese primer momento en la historia donde el conocimiento teórico se retroalimenta

sobre la sociedad para transformar, tanto a la sociedad como al conocimiento. Las sociedades

modernas, distinguiéndolas de las tradicionales, son aquellas sociedades que están constituidas y

construidas a partir del conocimiento teórico; que además tiene adelantos tecnológicos que les facilita

la comunicación. La modernidad transforma la vida local, arrebatándola de sus tradiciones y cultura.

Culturalmente, la modernidad se caracteriza por la creciente apropiación de las competencias

culturales, por formas de conocimiento experto asociadas al capital y a los aparatos administrativos del

Estado, lo que Habermas describe como “una creciente racionalización del mundo-vida”.

Filosóficamente, la modernidad implica la emergencia de la noción de "Hombre" como fundamento de

todo conocimiento del mundo, separado de lo natural y lo divino” (HABERMAS, 1997: 45). La

modernidad comprende también el punto de vista metafísico, entendido como una tendencia que

encuentra en la verdad lógica el fundamento para una teoría racional del mundo compuesto por cosas y

seres controlables.

1.4.1 Historia de la modernidad y su mirada desde occidente

A través de la historia la sociedad Europa se lo ha conocido como el continente civilizado. Con el

inicio del colonialismo en América se colonializa también los saberes, el lenguaje y la memoria para

construir un nuevo imaginario. Este proceso terminó en los siglos XVIII y XIX en el cual, todo se

convirtió en un mundo universal. Los saberes modernos se relacionaron con el poder. La modernidad

se desarrolló progresivamente, y dio un salto del feudalismo al capitalismo, lo que dio como resultado

sociedades excluyentes y desiguales en el mundo moderno (ECHEVERRÍA, 1994: 70 – 72). La

modernización en el siglo XIX se presentó como una idea de progreso, de evolución hacia la

modernidad (occidental).

19

La idea de modernidad, comenzó con la ruptura del poder de la Iglesia, el desarrollo de las artes como

la música, la pintura, etc.; se inicia un pensamiento libre de toda esclavitud, porque se separó la fe y la

razón. La modernidad prometía una ruptura decisiva con el pasado y un salto hacia el futuro. Progreso

y modernidad iban de la mano; surge la ciencia y la tecnología, lo que garantizó un crecimiento

económico, esto significó que el conocimiento acumulado, podía llevar a mejores condiciones de vida.

Al comienzo del siglo XX, los historiadores encontraron una disciplina autónoma e independiente

desarrollando nuevas nociones de tiempo y nuevos códigos de conducta (occidental). La historia del

siglo XX fue escrita bajo el signo de la “modernización”, el proceso con el cual se define a occidente

como el modelo ejemplar.

Diferentes disciplinas como la economía, la sociología, la ciencia política, la psicología y la

antropología; establecían una guía para sus respectivas investigaciones: ¿cómo se hizo el mundo

moderno y qué lecciones podía transmitir el occidente de su trayectoria al resto del planeta? De ahí se

pudo conocer las formas de operar del mercado industrial, los efectos del crecimiento y de la

desigualdad, el impacto de esas rápidas transformaciones sobre los pueblos de lo que empezó a

llamarse Tercer Mundo (TOURAINE, 1993: 42 – 46).

El marxismo se convirtió muy pronto en la teoría social o doctrina preeminente de la clase obrera

organizada; a través de la fundación de sindicatos y partidos socialistas en países diversos, logró

establecer una amplia red de instituciones educativas y culturales independientes, editoriales, escuelas

y periódicos.

La ideología modernista, no triunfó sólo en el dominio de las ideas, sino también en el terreno

económico donde adoptó la forma de capitalismo (TOURAINE, 1993: 42); por eso se dice que la

modernidad anima las luchas contra la sociedad tradicional, antes que ilustrar.

1.4.2 Distinciones entre modernidad, modernismo y modernización

La modernidad es un proceso histórico-cultural que explica la evolución de las sociedades. Él término

modernidad tiene variaciones que adoptan un diferente significado, pero parten de la idea original de

modernidad.

20

La modernidad es un proceso histórico que tiene sus orígenes en Europa a partir de la Gráfico, que

antepone la razón sobre la religión. Se produce con la Revolución industrial y el triunfo del capitalismo

a finales del siglo XVIII y en el silgo XIX; aquí surgen nuevas clases sociales, se industrializa la

producción para aumentar la productividad y la economía de la sociedad que se resistirá a la tradición.

En la colonización, la modernidad fue un proceso destructivo de identidades y culturas americanas, que

a pesar de su resistencia, les impusieron nuevas formas de vida amenazante, lejos de lo “bárbaro” (ECHEVERRÍA, Bolívar. (2012). http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/osal/20120417105250/OSAL31.pdf).

Así pues la modernidad es una concepción social que implica la destrucción de las creencias

ancestrales, del empirismo y da paso al racionalismo como práctica del pensamiento; lo que permite

pensar en la emancipación de las tradiciones, las doctrinas o las ideologías heredadas.

A diferencia de la concepción de la modernidad, el modernismo representa el movimiento histórico del

siglo XIX e inicios del XX cuya finalidad fue la renovación creativa en el arte valiéndose de nuevos

recursos y obviando las tendencias antiguas. Por otra parte, la modernización es un proceso abierto y

continuo de interacción entre las culturas, de cambios en la esfera política, económica y social, que

comienza a partir de la Revolución Francesa en 1789 y con la Revolución Industrial en Inglaterra

(http://www.razonypalabra.org.mx/N/N75/monotematico_75/31_Ruiz_M75.pdf).

Se puede concluir entonces que modernidad es el proyecto civilizatorio de los pueblos desde la mirada

occidental, que da forma a una nueva organización política, el Estado; mismo que gracias al

modernismo sufre cambios en la estética de las ciudades, que albergará los nuevos estilos de vida de la

modernización.

1.5 Construcción de Estado moderno

El Estado moderno se origina por determinados cambios económicos y sociales que ocurrieron en

Europa entre los siglos XVIII y el XIX. Su nacimiento se encuentra en la época del Renacimiento en

Europa, escenario de importantes cambios en su ordenamiento político.

Poco a poco, surge entre las comunidades un sentimiento de identificación cultural y nacional en un

territorio con fronteras determinadas y con un gobierno que dirige los destinos del pueblo. Los

monarcas interesados en concentrar el poder, negocian con los señores feudales ayudados por lo

burgueses, tranzando derechos individuales sobre sus feudos a cambio de importantes privilegios

21

(http://www.portaleducativo.net/pais/es/octavo-basico/785/Construccion-del-estado-moderno-y-la-

monarquia-autoritaria). De este modo el concepto feudal de lealtad es reemplazado por el de autoridad

y obediencia, propios de un Estado con poder centralizado, todo era posesión del rey el cual lo había

entregado todo a manos de barones y señores, en quienes residía el poder político y económico en las

regiones.

La transformación del Estado medieval al Estado moderno fue muy lenta y se dio como respuesta a

importantes cambios sociales y económicos. El primer factor que lleva a éste cambio es el

descubrimiento de nuevas fuentes de riqueza, las rutas comerciales de la Europa medieval eran

limitadas y hacia el final del siglo XIV e inicios del siglo XV, se descubrieron nueva tierras (India,

África y América) y nuevas rutas comerciales, esto trae una inundación de plata y especias; el segundo

factor es el desarrollo de las finanzas internacionales, esto se da debido al nuevo comercio, aquí nace la

burguesía. El tercer factor es una revolución en los métodos de cultivo de la tierra producto del

progreso de la ciencia y de la tecnología, y de la propiedad territorial; en el cuarto factor está la

Reforma, impulsada por Lutero, que dirigió su movimiento en contra de la corrupción de la iglesia

(http://www.portaleducativo.net/pais/es/octavo-basico/785/Construccion-del-estado-moderno-y-la-

monarquia-autoritaria). Es así como cambian las fuentes de poder, ya no era el papa o el emperador, lo

que importaba era el Estado.

El Estado moderno se basa en una fuerza centralizada. Europa occidental, se estable conforme a los

nuevos conceptos en Estados territoriales delimitados, cada uno con su propia burocracia, su ejército y

su monarca absoluto; los derechos exclusivos de la propiedad privada se admitían universalmente.

El poder político de los reyes se fortalece y se sustenta gracias a la idea del origen divino del poder del

rey, contribuyendo al Régimen de Monarquía Absoluta, mismo que constituyó un Estado moderno

basado en una fuerte dirección de gobierno, con un territorio definido y con una comunidad de

individuos obedientes y sometidos al poder real. Después de la Revolución Francesa los Estados

absolutistas se ven afectados por ideas liberales, lo que dio paso a un Estado más democrático

(http://www.portaleducativo.net/pais/es/octavo-basico/785/Construccion-del-estado-moderno-y-la-

monarquia-autoritaria).

La característica principal del Estado Moderno es la soberanía que reside en el pueblo, que

institucionaliza al poder político; lo que se refiere a que hay cambios al interior del territorio, ya que un

nuevo gobierno central necesita unas vías de comunicación para el desarrollo político demográfico.

22

Debido a que el poder reside en el pueblo, en la nación, surge el concepto de Estado – Nación, que no

existe antes del siglo XVI, de aquí podemos afirmar que una Nación es “un pueblo que vive bajo un

único gobierno central lo suficientemente fuerte para mantener su independencia frente a otras

potencias” (ROZO ACUÑA, 1993: 21).

Las naciones buscan unidad y autoridad central y logran a través del Estado, una obediencia general de

la población, y la iglesia pasa a ser una organización voluntaria. Por medio del poder político legítimo,

“factor permanente de cohesión de la sociedad política, ya que ésta es una asociación obligatoria para

sus miembros” (ROZO ACUÑA, 1993: 41), el Estado tiene la capacidad de hacerse obedecer, es decir,

de imponer una conducta determinada a los miembros de la comunidad, por medio de sus derechos y

deberes impuestos. Por esto, se puede afirmar que éste es la base de las relaciones de poder por medio

de las cuales se obliga a hacer unos la voluntad de otros de forma legítima; es decir no es impuesto,

sino que siempre busca la aceptación colectiva y por eso siempre va acompañado de un sistema de

valores y creencias.

1.6 Enfoque de los medios de comunicación en la modernidad del siglo XXI

La modernidad es empleado también para designar a la nueva fase del capitalismo que se inicia

alrededor de la década de los 20 y termina en los 80. La ventaja específica de las tecnologías de la

comunicación del siglo XX, que incluyen la transmisión del sonido y de la imagen, consiste en haber

alcanzado a todos los públicos, todos los medios sociales y culturales. Las personas viven en una

sociedad de consumo, de democracia de masas y de medios de comunicación de masas. Así, el

desarrollo de la comunicación es una realidad adaptada a la sociedad de masas del siglo XX con

proyección para el siglo XXI.

Todo cambió desde la llegada de los medios de comunicación de masas. Gracias a la imprenta, pudo

existir la información a gran escala, de ahí la radio, tv y otros medios de comunicación masiva acceden

a un número incalculable de personas.

Estas transformaciones operan sobre lo social, incluyendo a la vida cotidiana, que pierde espontaneidad

y naturalidad para terminar por ser programada, organizada, controlada. Los medios manipulan las

conciencias, se desvía la energía creadora hacia el espectáculo, hacia la visión espectacular del mundo;

es decir se tiende al predomino de la apariencia sobre la realidad.

23

La explotación organizada y programada de la sociedad se lleva a cabo no sólo en el trabajo, sino a

través del consumo dirigido y manipulado mediante la publicidad. El lenguaje a su vez, como

discurso, va a aportar valores de reemplazo y sustitución; para que se produzca un desarrollo de la

sociedad se requiere generar un previo crecimiento mental de la misma. De lo contrario, no existen

condiciones apropiadas para generar desarrollo en la comunicación (ESTEINOU, Javier. (2002).

http://www.razonypalabra.org.mx/anteriores/n29/jesteinou.html); el discurso, sin otro referencial que sí

mismo, no tendrá valor por su verdad o por su nexo con una realidad externa sino por su coherencia; el

discurso se fetichiza, mientras su sentido se pierde, transformándose en retórica.

1.6.1 Desarrollo de la comunicación en la modernidad

La modernidad como etapa surge desde el siglo XVII hasta inicios del XX

(http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras23/notas/sec_4.html); por tanto sufrió muchos cambios

tecnológicos que influyeron en la comunicación, estos aspectos van desde la implementación de la

imprenta de tipos móviles, hasta la irrupción de la electrónica inicial en el mundo.

A partir de la llegada de la modernidad, gracias al desarrollo de los medios de comunicación de masas

y de los medios de transporte, las formas culturales y simbólicas se han producido y distribuido a una

escala cada vez más global, que une a personas desde lugares distantes; de ahí aparecen las relaciones

sociales que van más allá de la interacción cara a cara.

Es importante notar que varios teóricos, entre ellos Thompsom coinciden en pensar que el uso de

medios de comunicación de masas, además de trasmitir información a distancia “implica la creación de

nuevas formas de acción e interacción en el mundo social, de nuevos tipos de relaciones con los

demás y consigo mismos” (THOMPSOM, 1998: 13).

Con el desarrollo de las tecnologías, la comunicación aumentaron su velocidad para la difusión de

mensajes dentro de la sociedad, este es uno de los grandes momentos de la historia universal que marcó

el paso de mundo medieval al mundo moderno.

El Renacimiento es un movimiento que resucita el arte y la cultura, así como los valores espirituales

de la antigüedad clásica (http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras23/notas/sec_4.html). El

término no empieza a utilizarse hasta el siglo XVI, pero no será consagrado en sentido histórico, social

y cultural hasta mediados del siglo XIX, y lógicamente cambió el espectro de comunicación. A partir

24

de este momento, las personas sienten atracción por redescubrir al mundo y la realidad que los rodea,

liberado de todas las preocupaciones religiosas.

La era de las letras de molde, se inicia con la invención de la imprenta de letras móviles por John

Gutenberg, lo que permitió la serialización y abaratamiento de los libros, así como su mejora en la

durabilidad, esto dio paso a la publicación de diarios con información, y marca el inicio de los medios

de comunicación de masas (RAYMOND, 1992: 12). Otro de los inventos revolucionarios que

dispararon los medios de comunicación de masas es la radio, éste difundió noticias y mensajes a un

gran grupo de personas dentro y fuera de un territorio. Para 1950 sería un medio de gran influencia.

En 1960 surge la televisión como una nueva alternativa de comunicación, un sistema más novedoso y

de mayor alcance (http://biblioteca.itam.mx/estudios/estudio/letras23/notas/sec_4.html). Como se

puede observar, la evolución de la comunicación en la modernidad tiene marcada como tendencia la

agrupación e inclusión de personas dentro de la sociedad.

25

CAPÍTULO II

COMUNICACIÓN, CULTURA E IDENTIDAD 2.1 Cultura e identidad

La cultura y la identidad permiten identificar las relaciones entre personas y las pautas que se

establecen para la conformación de grupos con similares expresiones y prácticas culturales, que les

permite diferenciarse de los demás. ¿Cuál es la concepción de cultura?, ¿Cómo se establece la

identidad?, ¿Qué posibilita la unidad cultural de la humanidad a pesar de la diferencia cultural?

2.2 ¿Qué es cultura?

La situación actual de las personas se caracteriza por un proceso de múltiples cambios culturales

provocados por la modernidad, como la caída de referentes históricos o aparición de nuevas culturas.

La palabra cultura tiene varios conceptos desde diferentes disciplinas y enfoques teóricos a lo largo de

la historia.

En el siglo XVIII, los iluministas, los románticos y la Gráfico ven a la cultura como una configuración

del espíritu humano, como una razón de la vida humana que forma el modo de vida de un pueblo

(GUERRERO, 2002: 38). Es aquí donde se percibe a la cultura como sinónimo de cultivo del espíritu,

característica propia de las ciudades civilizadas y se empieza hablar de arte, ciencia y letra.

En 1850 se incorpora definitivamente el término cultura, kultur en Alemania para hacer referente a un

colectivo social. Según Turgot en el libro “La Cultura” de Patricio Guerrero, las ideas se las adquiere y

se las transmite, él define a la cultura como una herencia social y como conducta aprendida y

transmitida continuamente basándose en la semiótica. Para Nietzsche, en cambio, la cultura es un

centro en el pensamiento, es todo un acto creador y transformador del ser humano y del mundo que él

mismo ha creado (GUERRERO, 2002: 41).

Cada persona tiene una guía de comportamiento, formada por patrones que comparte en un grupo

social. A diario las personas manifiestan sus emociones y actitudes de varias maneras, según sus

costumbres, estos factores son construcciones sociales que posibilitan la inclusión de acuerdo a

afinidades ideológicas, de edad, sexo, etc., que crean una realidad y desarrollo en la sociedad. En este

26

punto, la cultura no sólo tiene un aspecto social, sino también personal, con lo cual los seres humanos

se van diferenciando entre sí y creando culturas.

La cultura no surge de la nada, esta surge de la necesidad de adaptación de las personas y sus aportes

en la sociedad como el lenguaje, la religión, el arte, etc. Esta idea surge de los estudios antropológicos

de Tylor, quien vincula a la cultura a un sistema de valores, criterios y maneras de pensar inculcadas

por la educación, religión o su entorno.

Para James Lull, “la cultura presupone cierta coherencia cognitiva –social y una continuidad del

pensamiento y actividad social” (LLUL, 1997: 109). Gracias a las similitudes de costumbres dentro de

un espacio social, las personas se ven influenciados por estereotipos ya establecidos, lo que les permite

formar grupos u organizaciones, el primero es la familia. Esta es la primera escuela de aprendizaje y

conocimientos.

Las personas aprenden por medio de la educación; pero otros por la convivencia. Sus conocimientos

pueden ir cambiando de acuerdo a los intereses de cada uno o a nuevos ambientes culturales,

adaptándose a una nueva cultura, donde existirá una mezcla de representaciones simbólicas, nuevas

creencias y comportamientos dentro de un nuevo sistema de valores que los caracterizan.

Las tradiciones, fiestas, comida, música son parte de las representaciones culturales construidas en un

grupo, en ellas se muestran estilos influidos por una determinada clase social. Es por eso que la cultura

es un sistema de interrelaciones de comportamientos que hacen posible la supervivencia, el bienestar

personal y colectivo, y la unión dentro de un espacio determinado.

Cada organización tiene un impacto en la sociedad tanto en su desarrollo económico como político.

Según Lull, la complejidad de la cultura está influida por recursos económicos (LLUL, 1997: 63), por

lo cual se negocia y combina territorios culturales para satisfacer nuevas demandas dentro de la

industria cultural tema que será tratado más adelante.

2.3 ¿Qué es identidad?

Las experiencias sociales, involucran prácticas y vivencias culturales que son trasmitidas por discursos

o formas de vivir, éstas prácticas transforman la cotidianeidad hasta marcar una memoria colectiva

27

dentro de un contexto social, lo que constituye un sentido de pertenecía e identificación. Esto es

identidad.

La identidad se modifica individual y colectivamente por influencia del contexto social, está ligada a la

memoria y al tiempo, referentes que construyen el futuro.

Entre las corrientes que contribuyen la formación de identidad están: la raza, la nación, la edad, el

género, la religión, la profesión/trabajo, la orientación sexual y la clase social. Hay interrelaciones

fuertes entre estos factores por ejemplo, es posible tener una identidad racial sin género; el género

media a la raza y a la nación (LLUL, 1997: 64). Es decir las características de las personas están

influenciadas por varios aspectos dentro de su contexto cultural; ellas buscan expresar y defender su

identidad con la construcción de procesos de socialización que les permita mantener relaciones con

otras personas o grupos.

Guerrero propone que, “la identidad es una esencia suprahistórica, un atributo natural inamovible e

inmutable con el que nacen y se desarrollan las identidades que determinan de una vez y para siempre,

la conducta y la vida de los individuos y las sociedades” (GUERRERO, 2002: 98). De aquí nacen las

raíces de las personas, sus costumbres heredadas a través del tiempo y las respuestas a las preguntas

¿quién soy?, ¿de dónde vengo?, ¿quién no soy?, con la creación de valores y símbolos de identificación

de un grupo determinado que buscan reproducirlos de generación en generación.

Los patrones de identidad están no sólo ligados al parentesco, sino también a su pasado histórico, su

lengua, su religión, su pertenecía a un territorio que le ayuda a diferenciarse de los otros.

Una identidad necesita estabilidad y pertenencia que le permita ser reconocida como tal, necesita ser

relativamente duradera, pues esta percepción requiere de continuidad temporal (GUERRERO, 2002:

101); es decir no se puede construir un futuro sin pasado dentro de una sociedad.

Tal como la cultura se modifica por influencia del entorno social, la identidad también cambia y se

transforma, modifica la percepción que una persona tiene de sí mismo y de los otros. Se crea así, un

nuevo sentido de pertenencia basada en los símbolos de un colectivo, expresados en la vida cotidiana

de cada persona.

28

2.3.1 Percepción y sentido de la identidad

Las identidades cambian y se modifican. Un ejemplo de ello es que con la llegada de la modernidad y

el uso de las tecnologías a nivel mundial, se puede conectar todo en tiempo real. Esto produce una

inclusión y al mismo tiempo una exclusión, ya que se crea una pérdida de presencia en el sentimiento

de compartir con los demás, haciéndolo invisible.

Los cambios dentro de las estructuras culturales de clase, género, nacionalidad, también cambian las

identidades personales para su auto reconocimiento, para ubicarse como pertenencia de un colectivo.

Estos cambios están influidos por los referentes sociales que convierten al individuo en un ser nuevo o

imaginado.

Los imaginarios, los significados, significaciones y sentidos mueven la praxis humana y determinan el

sistema de preferencias y prácticas. Modelan la percepción que una persona o grupo tiene de la

realidad, de sí mismo y de los otros; sus representaciones simbólicas se convierten en guías que

orientan las acciones humanas (GUERRERO, 2002: 101).

El comportamiento de las personas deriva de su construcción en la sociedad, de su identidad que se

construye a través del tiempo con discursos de pertenencia, que los orientan y los relacionan con los

otros u otredad, que es una relación de alteridad.

2.4 Diferencia y alteridad

Las personas se relacionan diariamente, construyen discursos e imaginarios culturales. Sus relaciones

identifican una diferencia que permite incluir o excluir al otro, al que no es igual. “Es el yo quien

caracteriza al otro a pesar de su otredad” (ÁLVAREZ, 2001: 20), el reconocimiento del otro sólo se da

después del reconocimiento de uno mismo.

El hecho de que cada persona es diferente, única, con pensamientos propios, hace que surja la

alteridad. La alteridad permite reconocer al otro y tolerar su pensamiento.

La cultura en la sociedad no es única, su construcción está dada por modelos culturales diferentes entre

sí que pueden ser incluyentes o excluyentes dentro de la diversidad. La destrucción de las diferencias

es una consecuencia del progreso; con la diversidad de cada grupo se configura los contenidos

29

culturales que se sustenta en su propio y diferente sistema de valores, de símbolos de identidad y

conocimientos que se preservan a través del tiempo.

La constitución de nacionalidades actuales, surgió de la lucha de pueblos socialmente marginados

(indios, negros), ellos renunciaban a su otredad con el fin de ser iguales al ser civilizado, pues su

realidad esclavista no les garantizaba el progreso. En ese entonces el esquema de la sociedad,

determina proyectos civilizatorios y de dominación intelectual de los pueblos “inferiores”.

La propiedad privada fue la primera en imaginar la constitución del otro, porque su trabajo era

aprovechado en la fabricación de mercancías (ÁLVAREZ, 2001: 48), aquí el yo era el ser superior y

autoritario y el otro era el ser dirigido; en este punto no se compartían los valores del otro como otro,

sino más bien les obliga a adoptar los valores de la cultura del yo.

En la actualidad, cuando se habla de cultura se lo hace desde la diversidad, alteridad y diferencia, es ahí

donde está la riqueza de la humanidad. “No por igualar se diferencia, ni por diferenciar se iguala, sin

embargo sin diferencia no hay igualdad, aunque sin igualdad puede existir diferencia” (ÁLVAREZ,

2000: 26).

Ninguna cultura es igual a otra, todas tienen características e identidades diferenciadas, aunque se

puedan encontrar expresiones de unidad dentro de la diversidad. La cultura permite una relación

constante con los otros estableciendo diferencias dentro de la alteridad porque la igualdad no es de ser

iguales sino de ser diferentes, de tener derechos.

La alteridad requiere de personas que se diferencien el uno del otro, puesto que el otro es distinto y

diferente y gracias a él se hace posible que el uno exista. No es sólo el hecho de conocer la existencia

del otro, sino reconocer su presencia e identificarlo con sus valores, creencias, costumbres y

necesidades.

La diferencia fue reemplazada por diversidad y esta constituye una realidad que incluye variedad,

unidad y respeto, necesarios para la convivencia dentro de una sociedad y la construcción de su futuro.

Esta idea se lleva a cabo mediante las relaciones entre culturas, acentuadas por la comunicación y la

precepción que tiene cada cultura de sí misma, en la construcción de su identidad porque la sociedad

responde a la comunicación e interacción cultural para garantizar la supervivencia de los pueblos.

30

2.5 Comunicación y cultura

La comunicación es una capacidad humana para el desarrollo y la interacción social. Las formas y el

contenido de la comunicación se determinan por el rol social de las personas y su pertenencia a un

determinado grupo, en el cual se realizan procesos de producción, intercambio y consumo.

Las tradiciones integran el conocimiento cultural que es transmitido por la experiencia y la práctica, de

generación en generación. A continuación se detallará la relación de la comunicación en el ámbito

cultural.

2.5.1 La comunicación, una transformación del campo cultural

La comunicación ha sido durante años parte fundamental en la comprensión de las civilizaciones; está

en relación directa con la sociedad y su organización. Con la comunicación de la mano, las personas

van evolucionando, creando desarrollo y potencialidades, individuales y grupales.

Los nuevos estudios de la comunicación, la vinculan con la búsqueda y defensa de una racionalidad

provocada por la experiencia social que contiene la praxis comunicativa cotidiana (MARTÍN-

BARBERO. http://biblioteca.ues.edu.sv/revistas/10800274-5.pdf), esto genera un cambio cultural que

conecta nuevas condiciones del saber.

En un medio, se proyectan referentes culturales que dan vida a la identidad de un pueblo. La praxis

comunicativa intercambia ideas y anhelos en busca de un progreso de la existencia humana. Los

cambios que se den dentro de la identidad se deriva por la mezcla cultural, que al mismo tiempo

fragmentan la memoria colectiva y crean nuevos imaginarios en base a la experiencia y nuevas

vivencias.

Decir se puede convertir en acción (MATTERLART, 1997: 59). Por medio de la comunicación, una

persona puede actuar sobre otra. Las relaciones comunicativas son productores y consumidores de

información en el cual participan personas en la construcción de valores sociales y significados

ideológicos.

Con la interacción social, las personas pueden actuar de una u otra forma, dependiendo de sus intereses

para construir realidades y actores sociales dentro de un modelo cultural que expresen actitudes y

rasgos comunes que los caractericen.

31

Herbert Blumer asegura que “los seres humanos actúan respecto de las cosas sobre la base de

significaciones que esas cosas tienen para ellos. La significación de las cosas surge de la interacción

social que un individuo tiene con los demás actores. Las significaciones se utilizan con un proceso de

interpretación efectuado por la persona en su relación con las cosas que encuentra” (MATTERLART,

1997: 93)

Las acciones e interacciones que se dan entre culturas, producen intercambios simbólicos y por ende

nuevos símbolos de expresión en el lenguaje que modifican las representaciones tradicionales, formas

de vida, costumbres y su capacidad de conocer lo propio y aceptarlo como tal dentro de su contexto

histórico. La producción de estos elementos crea una diferenciación e identificación cultural en

relación a otras personas o grupos, forman una conciencia social con la participación de actos comunes

que aseguren comprensión y favorezcan la comunicación entre personas de distintos referentes

culturales.

2.6 Centralidad de la cultura en la sociedad

La cultura es uno de los elementos centrales dentro de la sociedad, influye en diferentes aspectos de su

desarrollo y explica el comportamiento y la manera de ver el mundo de cada persona, con lo cual se

construye su identidad. La centralidad cultural se pronuncia a través de la mediación tecnológica, la

identidad y la cultura.

La cultura en la sociedad cambia con la mediación tecnológica de la comunicación, se forman modos

de percepción, lenguaje y nuevas sensibilidades. Con la era tecnológica, las personas dejan de

convertirse en entes pasivos para convertirse en participantes, lo que genera cambios sociales y

transformación del mundo. “El modelo global de la modernidad crea esquemas de comportamiento y

valores universales a través de sus técnicas, métodos y prácticas de organización” (MATTERLART,

1997: 86), se producen cambios culturales provocados por la mediación tecnológica e impactos

sociales.

La presencia de culturas universales, modifican relaciones de pertenecía. Alrededor del mundo existe

una creciente diversidad cultural que se enfrenta a modelos universales que tratan de unificar las

identidades de los pueblos al imponer formas de comportamiento, costumbres, formas de vestir, etc.

Estos elementos de transformación cultural crean riquezas a través de las industrias culturales y

modifican formas de producción y procesos simbólicos.

32

La información permite gestionar las actividades diarias y la toma de decisiones para producir cambios

rápidos e instantáneos (IGARZA, 2009: 30); la comunicación y el conocimiento se tornan relevantes

dentro de los procesos de producción cultural. Las personas buscan estar en contacto y formar

interacciones sociales en tiempo inmediato, se excluye el contacto físico para integrar un nuevo nivel

de cohesión social que se basa en el procesamiento de información o en la generación de conocimiento,

resultado de diálogos y la descentralización de la información.

La centralidad cultural en la era tecnológica refuerza la riqueza de los intercambios culturales y facilita

la internacionalización de saberes, esquemas de comportamiento y valores universales que construyen

nociones de mundialidad y subjetividades con nuevos referentes basados en relaciones de tiempo y

espacio que establecen parámetros de organización y relaciones de poder.

2.7 La cultura como mediación

La sociedad se desarrolla con la identificación y reconocimiento de culturas. La mediación cultural

contribuye a potenciar los recursos personales y sociales para evitar conflictos dentro de un grupo, por

causa de diferencias culturales.

Un intermediario son los medios masivos que por décadas llevaron información a un conglomerado.

Ellos son capaces de proyectar una problemática cultural, portadora de valores y anhelos de una

sociedad. Esto los transformaron en el “cuarto poder” (KAPUSCINSKI, 2003: 88) y son ellos las

fuentes creíbles de información, los mediadores de conocimientos y transmisión de pensamientos y

conductas, que ofrecen la posibilidad de diferenciar al otro o apropiar su modo de vida, lenguaje o

valores.

Aquí se pone en marcha la participación de los ciudadanos como actores sociales con base al diálogo y

al consenso. Esta forma de mediación, absorbe las riquezas culturales para mantener un orden en las

relaciones e intercambios sociales.

La cultura es una fuente de distinción de las personas, desarrolla características de comportamiento,

pensamiento, rituales, etc., que se conservan y se transmiten a través del tiempo. Éstas características

se convierten en mediación de todo lo humano, que lo distingue de los demás seres vivientes.

La mediación cultural se convierte en discurso simbólico dentro de la transformación social ya que “su

desarrollo depende de la evolución de sus estructuras internas” (MATTERLART, 1997: 78). Como lo

menciona Martín - Barbero, la mediación es la propia cultura porque es ahí donde se produce el sentido

de la comunicación y el valor del mensaje, el cual depende del significado que tenga para cada persona.

33

El ser humano es un sujeto cultural que entiende a la vida de manera diferente, resignificándola de

acuerdo a su cultura y construyendo manifestaciones dentro de su espacio social como referente de la

realidad.

2.8 Participación y expresión social

Los grupos culturales constituyen las claves de intercambio y participación social, en el cual cada

persona expone sus intereses y derechos. En los grupos culturales se establece participación dentro de

diferentes tareas que establecen relaciones de cooperación y determina en cierto grado una implicación

personal. Es por esto que dentro de cada grupo se comparte y construye colectivamente el desarrollo de

su praxis cultural que los identifica.

La participación permite el intercambio de información necesaria para garantizar estabilidad y la

satisfacción de intereses colectivos. La expresión es parte del desenvolvimiento personal y además es

un derecho que conlleva también a un deber de responsabilidad social. (ÁLVAREZ, 2000: 232)

El derecho a la comunicación es una condición para la construcción de desarrollo, la cual busca

potenciar escenarios de participación, herramienta para la organización social dentro de procesos de

planificación, lo que conlleva a una intervención económica, política, cultural, etc., que sustente su

sistema sociocultural. La comunicación como participación construye significados e ideologías, y a su

vez, una conciencia social. Esta afirmación, encierra la implicación de la identidad ya que es parte de la

cultura, y es quien hace posible una interacción entre los miembros del mismo grupo, asumiendo

sentido de pertenencia e identificación consigo mismo, y dando como resultado la realización de

trabajos sociales compartidos.

2.9 Arte y cultura

El arte es una representación creativa de expresión simbólica, da a conocer formas características de

una cultura dentro de la sociedad.

Con la difusión cultural se extienden valores culturales e incluso se mercantilizan patrimonios con la

llegada de la industria cultural. ¿Por qué tal significación?, ¿Dónde y cómo nace la producción cultura?

34

2.9.1 Escuela de Fráncfort y la producción cultural

Durante el siglo XX, se reevalúa la ideología marxista por algunos intelectuales. El marxismo

desarrolla el materialismo filosófico e intenta conocer en él, el desarrollo de la sociedad en base a la

teoría y la práctica. Marx plantea que el valor de la mercancía lo determina la cantidad de trabajo

socialmente necesario invertido en la producción, (CUEVA, 1987: 53) ya no se plantean relaciones

entre objetos, sino relaciones entre personas. Una parte de la jornada el obrero la empleaba para cubrir

sus gastos y la otra parte creaba plusvalía para el capitalista. Para el marxismo la lucha de clases por

los medios de producción, determina la historia de las sociedades.

Con el marxismo como fundamento, se construye la Teoría crítica que con la Escuela de Francfort se

busca acercarse a la realidad por medio del análisis y crítica de los problemas de los obreros y su

reflexión sobre las consecuencias del desarrollo de los medios de producción y de transmisión cultural.

La cultura hace referencia a un dominio intelectual y artístico. Con la aparición de medios de

comunicación ésta cultura se comercializa. “Los medios resultan sospechosos de violencia simbólica y

son tenidos como medios de poder y de dominación” (MATTERLART, 1997: 51), la acción de los

medios ha hecho que la cultura pase a ser un patrimonio universal y no sólo de una cultura dominante o

elitista.

La transformación cultural se presenta con carácter industrial, como un nuevo modelo capitalista de

producción que crea impactos en la percepción de la sociedad, la unión de los medios establece una

construcción de información sociocultural; es decir se realizan aportes desde el conocimiento y la

realidad para interpretar al mundo y concebir el modo de producción no sólo como una fuente

económica, sino como un conjunto de formas de vida.

La intelectualidad se convierte en un instrumento y objeto de trabajo que marcan relaciones de

producción y crecimiento económico. A mediados de los años cuarenta, Adorno y Horkheimer crean

el concepto de industria cultural, “analizan la producción industrial de bienes culturales como

movimiento global de producción de la cultura como mercancía” (MATTELART, 1997: 54).

2.9.2 Industrias culturales

La era de la propaganda y la mediación cultural altera el comportamiento y la organización social.

Aunque no siempre se logra forzar a las personas a actuar de manera imitadora al orden social; los

35

medios se convertían en instrumentos de regulación, su mediación expresaba procesos de dominio

sobre la razón para pensar colectivo, obteniendo una cultura de masas por medio de la propaganda.

Para ello se utiliza a las películas, revistas, programas de radio y tv como mercancías de transmisión de

bienes culturales.

Adorno y Horkheimer fueron los primeros en utilizar el término “industria cultural”; ellos aluden que

la potencia de la radio, el cine, la televisión, son medios masivos que definen identidades al ser

industrializadas.

La industria cultural proporciona bienes estandarizados para satisfacer demandas de los estándares de

producción, “cada sector de producción está uniformizado y todos lo están en relación con los demás”

(MATTELART, 1997: 54). En este sentido se evidencia la mercantilización de bienes culturales y

artísticos; las creaciones se convierten en producciones y la cultura deja de ser un servicio social para

pasar a ser un bien rentable, basado en un trabajo creativo, organizado por un capital, destinado a la

producción ideológica y social.

Gracias al progreso de la tecnología se ha permitido la producción y repetición de mensajes culturales

para hacerlos más accesibles y garantizar su rentabilidad, sobre todo en países desarrollados, donde

además generan nuevas fuentes de empleo e ingresos. La reproducción cultural implica al mismo

tiempo reproducción de patrones culturales y roles sociales que generan un pensamiento y actuación en

el mundo.

Las industrias culturales han transformado la vida cultural de la clase social baja ya que se incluyen

dentro de una intelectualidad al entrar en contacto con libros, discos, películas, que antes eran

exclusividad elitista.

La creación de esta industria dio paso al desarrollo de la “industria de la imaginación”, incluye formas

artísticas de la cultura popular como la artesanía, el diseño, el patrimonio cultural, el turismo cultural,

los equipos culturales (museos, teatros, cines), (http://abelsuing.wordpress.com/2011/04/05/industrias-

culturales/). Con esto se alude a que esta industria es portadora de significados que dan sentido a las

conductas sociales. Pese a ser universales, las industrias culturales van a privilegiar a las

transnacionales porque son ellas quienes controlan la circulación de los bienes culturales, sus sedes se

encuentran en los Países Bajos, Estado Unidos y Alemania.

36

La acción de las empresas transnacionales reconfiguran la información de la sociedad y sus

entretenimientos. Se puede considerar como positivo la facilidad de intercambios culturales mediante

los productos industriales, y como un factor negativo a la paralización de producción nacional

(ANVERRE, 1982: 35).

El consumo cultural internacional pone en riesgo los modelos culturales de identidad. Si bien es cierto,

la industria cultural favorece la interrelación y el conocimiento de culturas que antes estuvieron

marginadas; ahora no todos pueden acceder a los mismos medios, como televisión por cable, internet,

etc. Debido a la oferta y demanda, estas culturas viven aún en condiciones desiguales.

2.9.3 El arte, una esfera de consumo

La industria cultural ha llevado al arte a la esfera del consumo. Los medios de comunicación y las

tecnologías buscan entretener a las personas y además hacerlos consumidores de cultura para mejorar

su nivel social. Con la industrialización, el arte dejaba de ser parte de las clases sociales altas, para

integrar la vida cotidiana de las clases medias y bajas. En cierta forma el arte se convertía en un bien

para todos.

Adorno y Horkheimer piensan que “el proceso de fabricación atenta contra una sacralización del arte”

(MATTELART, 1997: 55). La creatividad que antes impulsaba la circulación del arte, fue cambiada

por el consumo que explota medios de comunicación; de esta forma la producción y el consumo se

enlazan en el arte.

Walter Benjamín habla de una reproductividad de un dato cultural por medios técnicos. Una obra es

por definición única; sin embargo con la era de la reproductividad, esta obra se puede vender millón de

veces, lo que la convierte en mercancía al desvanecer su esencia artística. Por ello, tenemos por un lado

la pérdida de unicidad debido al progreso de la técnica reproductiva y, por otro, la pérdida del

momento creativo, el momento de la afirmación individual (LLADÓ, Albert.

http://revistadeletras.net/el-walter-benjamin-de-la-obra-de-arte-en-la-epoca-de-su-reproducibilidad-

tecnica/). Si se pierde el objeto material de la obra, también se pierde su historia y tradición de la

realidad.

La mayor difusión de discursos y movilización de recursos se logró a través de las artes plásticas, la

literatura, el cine y la música (ANVERRE, 1982: 41). La producción cinematográfica y musical llega a

37

los conglomerados y se expanden más rápido, lo que ha llevado a la industria a reproducir canciones y

películas en diferentes idiomas.

“Lo que se quiere decir es que el lenguaje es condicionante y constitutivo de conocimiento y

conciencia y, por eso mismo, no es del todo raro que el cine surja en la sociedad capitalista, que

necesita influir a las masas a la vez, sin ir individuo por individuo, como lo podía hacer una pintura”

(LLADÓ, Albert. http://revistadeletras.net/el-walter-benjamin-de-la-obra-de-arte-en-la-epoca-de-su-

reproducibilidad-tecnica/). Es decir, las nuevas realidades expresivas del arte están dominadas por una

ideología cultural que cambia una admiración individual, a una colectiva, impulsada por el poder.

2.10 La comunicación, la cultura y el arte construyen identidad

La comunicación es un derecho, base para la formación de la sociedad; sin embargo sus primeros

estudios respondieron a avances del conocimiento, más no a un intercambio social. Los modelos de

comunicación muestran al sujeto como un emisor que actúa por impulsos e influencias para crear

opinión. Roger define a la comunicación como un “proceso en el que los participantes crean y

comparten información a fin de llegar a una comprensión mutua” (MATTELART, 1997: 108). Con el

paso del tiempo se logra ver al sujeto como un ente dinámico, capaz de involucrar el sentido y la razón

para generar espacios sociales.

Las experiencias sociales, involucran prácticas y vivencias culturales que son trasmitidas por discursos

o formas de vivir, éstas prácticas de comunicación transforman la cotidianeidad hasta marcar una

memoria colectiva. “La cultura presupone cierta coherencia cognitiva –social y una continuidad del

pensamiento y actividad social” (LLUL, 1997: 59), en ella se tejen los valores y costumbres dentro de

su contexto social, lo que constituye un sentido de pertenecía e identificación. Las identidades se

distinguen y diferencian unas de otras para relacionarse entre ellas. Proceso que se construye desde los

sentidos que orientan y delimitan la relación con la otredad, que es una relación de alteridad. La

alteridad implica reconocer al otro para la convivencia y la constitución del ser (ÁLVAREZ, 2001:

63).

Las diferencias marcan una relación de otredad y da lugar a la diversidad, que incluye género, religión,

etnia, etc.; que son parte de la cultura. Las relaciones de los sujetos los transforman; pasan de su

individualismo a la integración, los que les da el derecho a participar e intervenir en las decisiones que

afecten su rol en la sociedad.

38

La identidad y la cultura están estrechamente ligadas y pueden ser modificadas por la industria cultural,

que influida por recursos económicos trabaja con los medios de comunicación para producir y circular

nuevas formas simbólicas a todas las clases sociales, por medio de la creación de bienes culturales

como el arte, la publicidad y la arquitectura. Para la Escuela de Fráncfort, la industria cultural “es un

conjunto compuesto con elementos que se diferencian extraordinariamente, con sectores que tienen sus

propias leyes de estandarización” (MATTELART, 1997: 83); es decir la producción cultural se mueve

por el capital y la organización del trabajo para crear un producto al servicio público. El consumo

forma parte de la sociedad.

Dentro de la industria cultural el mercado se muestra como su espacio social y el arte como mercancía

productora de comportamientos y sensibilidades sociales, basados en la comercialización, más que en

la construcción del sujeto. En América Latina, continente multicultural, el desarrollo de los pueblos

está ligado con la comunicación y la educación que también influye en la hibridación cultural, que

busca la igualdad, la autosuficiencia y la integración de sistemas tradicionales y modernos para generar

progreso social y generar fuentes de riqueza que fortalezcan el sistema económico local y la cultura

latinoamericana.

Este primer capítulo sienta las bases de la identidad y la construcción de una realidad social en relación

con otros, dentro de un espacio físico en el que se exponen prácticas y vivencias cotidianas, que servirá

de ayuda para el desarrollo del tema de estudio.

39

CAPÍTULO III

IMÁGENES E IMAGINARIOS URBANOS

3.1 Imágenes e imaginarios

La relación entre la realidad y sus representaciones provoca interés en el campo de la comunicación, el

arte y la cultura. La incursión del pensamiento en el campo de la comunicación, permite comprender la

función de las imágenes como lenguaje, por los conocimientos que ofrecen. Desde la percepción, cada

imagen sirve para identificar una serie de objetos que permite el desplazamiento por el mundo; sin

embargo esta misma percepción marca límites en el cual se dificulta su reconocimiento, ya que su

interpretación depende de convicciones arbitrarias que les atribuyen un sentido y un significado, según

cada cultura.

El objetivo de las representaciones visuales dentro de la cultura es la formación del conocimiento,

forman parte de la realidad cotidiana que permiten imaginar y crear una memoria personal que liga el

pasado, presente y futuro de una persona, y de la vida pública.

El capítulo abre el camino, acerca de la percepción de las imágenes y su interpretación dentro de un

marco subjetivo y social. En primera instancia se analizará cómo las imágenes construidas responden a

patrones culturales específicos, que llegan al entendimiento y representación de un objeto, se señalará

el estudio de la imagen a partir de su conceptualización como símbolo estructurador de la experiencia

en su relación con los sentidos y la realidad, ya que ésta es portadora de mensajes y vínculos de cultura

e identidad. Para este propósito se citarán los pensamientos de antropólogos simbólicos y

estructuralistas para conocer la relación entre la cultura y comunicación. Así mismo, se centrará en la

problemática de la iconicidad y su modelización de la realidad por medio del uso del grafiti.

3.2 Cultura visual

Una característica esencial de los seres humanos es la comunicación, para que exista es necesario crear

un sentido de discurso entre dos o más personas a través de diferentes medios. Con la llegada de la

tecnología y los medios de comunicación, las personas logran conocer lugares, formas de vida, etc., en

imágenes y sonidos que los representan, y los plasman en pensamientos que dan lugar a la formación

de culturas alrededor del mundo. La visión es uno de los medios que tiene el ser humano para adquirir

40

conocimiento, puesto que la percepción y representación visual otorgan a la imagen características

específicas que las convierten en un producto comunicativo.

La imagen es una representación construida por conocimientos aprendidos, es un fragmento de la

realidad a partir de la percepción del ser humano, con diferentes técnicas o recursos visuales y

audiovisuales. Primero aparecieron las representaciones pictográficas, luego la imprenta y

posteriormente la fotografía, el cine, la televisión; medios que transmiten información por medio del

uso de imágenes que han alcanzado importancia dentro de la comunicación.

Las imágenes no solo son, sino también dicen porque están dotadas de códigos culturales en sus

representaciones desde las primeras pinturas primitivas, hasta la era del arte actual; es por eso que el

lenguaje es un producto funcional del sistema nervioso asociado con el pensamiento abstracto,

moldeado 75% por la información que procede de la vista. (GUBERN, 1987: 1)

La aparición de nuevos objetos o seres se produce antes de que suelan existir nombres para ellos, y

cuando ya poseen uno se convierten en una representación icónica (GUBERN, 1987: 49); es decir las

creencias afecta el modo en cómo se mira un objeto, por su vínculo con el pensamiento personal. La

importancia fundamental de la vista es para las culturas la esencia y supervivencia humana

(GUBERN, 1987: 3), es una fuente de conocimiento del mundo exterior que interactúa con el cuerpo al

crear estímulos, formar una memoria personal y un imaginario colectivo. Las imágenes se encuentran

presentes en la vida cotidiana no tan solo como un producto visual, sino como un proceso cultural que

se construye para reflejar el mundo circundante dentro de una realidad social. La producción material

de las imágenes forma parte de la subjetividad, de un mundo simbólico cultural creado por sus

percepciones.

3.3 Percepción de imágenes

Las imágenes configuran el entorno produciendo efecto sobre la acción y las relaciones sociales que

tiene el ser humano. Cada persona tiene una percepción diferente que se vuelve referente de su

identidad porque se construye de acuerdo a la realidad y al mundo que los rodea.

“La simbolización nació de la necesidad de dar forma perceptible a lo imperceptible” (GUBERN,

1987: 86). Las cosas en el mundo se las puede imaginar y representar, por ejemplo desde el inicio de

las civilizaciones, se hicieron gráficas de lo que podían ver, como los animales, los paisajes, etc., esta

41

acción creó un vínculo cultural entre la percepción que está dada por la acción de ver, entender y

pensar para posteriormente interpretar de manera individual y colectiva. La interpretación cultural de la

imagen la convierte en un producto social que depende de los conocimientos que tenga una persona

para otorgarle un sentido y un significado, que represente lo que percibe con sus sentidos y le ayude a

estimular su mente para crear un signo en base a un discurso de realidad.

Fromm clasifica a la significación del símbolo de tres maneras: símbolo convencional, generado por la

validez social: símbolo accidental, generado por experiencias del sujeto; y símbolo universal, inherente

a la naturaleza humana (GUBERN, 1987: 87). Cada imagen es un reflejo de la sociedad que pasa a

convertirse en un símbolo social e ideológico que se transmite de persona en persona a través de

cualquier forma de comunicación.

La percepción de las imágenes comunica sensaciones, sentimientos, admiración para diferenciar un

elemento de otro por sus características de tamaño, profundidad, color, etc., “la capacidad perceptiva

se relaciona con los afectos, las creencias; modeladas por una clase social, una época y una cultura”.

(AUMONT, 1992: 81)

Algunas de las primeras imágenes en ser elaboradas sirvieron como símbolos religiosos de

manifestación sagrada, los pueblos aborígenes también plasmaron a sus ídolos para venerarlos y

mantener vivas sus ideas, con las características talladas en la imagen, le otorgaron un valor simbólico

que reflejaba sus conocimientos porque es reflejo de información, y al mismo tiempo le aseguraban su

aceptación dentro de un grupo social que luego de reconocerlo lo hará perdurar en la historia como

símbolo de identidad.

3.4 Funciones de la imagen

Como se mencionó anteriormente, la imagen es una representación icónica de un objeto percibido por

los sentidos, sean sencillas o complejas, ellas están hechas para ser vistas y crear una realidad. Algo

que hay que destacar es que las imágenes a pesar de crear una realidad, no son el reflejo de algo real,

pueden ser producto de algo imaginado o también pueden ser manipuladas con el fin de persuadir a las

personas a adoptar una misma ideología en la sociedad.

La vista, al ser parte del lenguaje universal, es la manera más importante y sencilla que tienen las

personas para comunicarse de manera no verbal. Pero, ¿cuál es la función que tienen las imágenes? Las

42

imágenes, dentro de la sociedad cumplen diversos fines que dependen de quién las realice y qué

quieran comunicar, ya que siempre debe haber una intención de decir o dar a entender algo; por

ejemplo, pueden servir para fines de propaganda, religión, educación, etc.

Jacques Aumont le otorga tres funciones a la imagen (AUMONT, 1992: 84).

Modo simbólico, las imágenes sirven como símbolos que manifiestan creencias, valores, políticas.

Expresa una filosofía que intenta ser reconocida y aceptada por otros.

Modo epistémico, la imagen aporta información y conocimiento. Definen o describen lugares, explican

cualidades, noticias y anuncian eventos.

Modo estético, la imagen está destinada a complacer al ser humano y proporcionarle sensaciones

específicas. Se consideran así las imágenes artísticas porque se vinculan con el arquetipo de belleza y

generan admiración.

Hay más elementos que influyen en la imagen, como el signo y el símbolo que representan una idea, un

sentimiento, etc., cada cultura le otorga un significado diferente, lo visualiza y lo plasma en su

memoria colectiva.

Las imágenes ayudan a conservar el pasado y marcar una línea con el presente. Gracias a las pinturas,

las fotografías, las artesanías, o la arquitectura; las personas logran conocer etapas anteriores de su

vida, conservarlas y convertirlas en tradición, para evolucionarlas en el futuro con la llegada de la

tecnología y entrar en la industria cultural.

3.5 Reconocimiento y rememoración de la imagen

La representación de lo visible como verdad y arte depende del conocimiento o de la manipulación,

que le otorgará un significado como lenguaje icónico. Posteriormente, las imágenes entrarán en

contacto con el mundo exterior a través de la visión para obtener un referente mental de un objeto.

Gombrich opone dos modos principales de inversión psicológica en la imagen: el reconocimiento y la

rememoración (AUMONT, 1992: 85). Para él, el reconocer algo en una imagen “es identificar, al

menos parcialmente lo que se ve en ella con algo que se ve o podría verse en la realidad” (AUMONT,

1992: 86).

43

Las imágenes representan un objeto y son percibidas dependiendo de las creencias de cada persona; es

decir no todos tienen la misma apreciación del mundo circundante, cada uno reconoce un objeto de

manera diferente dependiendo de su memoria colectiva, y si ve lo mismo de forma repetitiva podrá

recordar e identificar el mismo objeto en el futuro.

La rememoración por la imagen “es un esquema, una estructura sencilla, memorizable como tal más

allá de sus diversas actualizaciones” (AUMONT, 1992: 88). La imagen tiene una finalidad estética y

comunicativa, que expresa visiones de una cultura, puede reflejar desde la belleza de sus tradiciones

hasta la tristeza de sus problemas económicos, sociales, políticos, etc. Estas se construyen con

diferentes estilos dependiendo de cada época, con aspectos cognitivos que son adaptados a la finalidad

de la imagen y que pueden corregirse y evolucionar con el paso del tiempo.

3.5.1 De la imagen monosémica a la polisémica

Para comunicarse, las personas utilizan diferentes medios, uno de ellos es la palabra escrita que se

plasman en escritos, textos, revistas, etc.

Las diversas formas de comunicación nacen de la expresión de ideas, por esta razón las personas hacen

uso del lenguaje a diario. Los pensamientos llegan a un sin número de lugares por la reproducción del

medio escrito que gracias a la imprenta se prolongan los mensajes, y se introducen en la memoria

colectiva que se convierten en herencia del conocimiento.

Las personas cuando leen, ven letras que son símbolos o imágenes que construyen una realidad en la

mente de quien lee el mensaje. “La visibilidad de la imagen deviene legibilidad” (MARTÍN-

BARBERO, 2001: 26), es decir pasa del significado de la imagen al poder mental de su interpretación.

La mente capta las informaciones escritas, pero los dibujos o fotografías son más fáciles de procesarlas

porque son imágenes concretas que facilitan la memorización, ellas hacen referencia a la realidad

exterior y la representan con el uso de colores para que el parecido con lo real sea mayor; así la imagen

tendrá más abstracción que la palabra escrita.

Una de las características de las imágenes es que pueden ser monosémicas, con un significado obvio;

(http://laimagenfija.wordpress.com/caracteristicas-de-las-imagenes/) es decir van a tener un solo

significado de fácil comprensión dentro de un contexto social donde va a tener un sentido.

44

Las imágenes plantean formas de entender a la realidad, y como menciona Martín Barbero hay que

pensar la imagen; esta produce estímulos que crean un impacto emocional y mental en las personas

para convencer acerca de una idea. Cuando alguien lee decodifica tanto las letras, como las imágenes y

ellas actúan en los sentidos para otorgarle una connotación del mundo exterior en relación con su carga

cultural.

La palabra escrita y las imágenes monosémicas otorgan diversidad a la manera de recibir el mensaje y

se juntan para establecer relaciones de significado, porque son signos dotados de códigos

comunicativos que sugieren una forma comprensiva de conocer a una sociedad.

3.6 Pensamiento simbólico

La realidad y sus representaciones forman una relación provocada por el pensamiento simbólico del ser

humano.

El pensamiento simbólico transforma lo cognitivo en algo material, en representaciones sociales,

formas culturales o relaciones sociales que intervienen en la conducta del ser humano y le permite

interpretar el significado de la religión, la cultura, etc. En la infancia, el ser humano actúa frente a

estímulos de manera práctica sin reflexión interna, únicamente guiados por su aprendizaje sensorial, y

a medida que crece adquiere conocimientos que le permitirá razonar y elegir. En esta etapa él no

necesita mostrar lo que quiere, es suficiente con las palabras que utiliza para descifrar su mensaje; sin

embargo con el pasar del tiempo tendrá la necesidad de reflejar sus deseos en algo visible.

Como lo menciona Gubern, “el subconsciente humano es un productor de símbolos” (GUBERN,

1987: 92); es decir constantemente está imaginando o soñando algo que vio o algo que cree, para

plasmarlo en dibujos, objetos u obras de arte, se pasa del pensamiento mental al pensamiento

representativo. Las obras de arte por ejemplo reflejan la realidad o crean algo nuevo, de acuerdo a lo

percibido, a los sentimientos o al estilo que se vaya a plasmar. Así inicia la función semiótica en la

cual, las personas se vinculan con representaciones icónicas dentro de un entorno.

La imagen dentro de una cultura, unifica la experiencia humana, modela su conducta, y a la vez

construye símbolos que cumplen la función de desarrollo de las sociedades.

45

La incursión del pensamiento simbólico dentro de su materialización permite comprender el

funcionamiento de las imágenes como lenguaje. El simbolismo está basado en la abstracción consiente

que invade los usos sociales y es normalizado mediante convenciones socialmente aceptadas

(GUBERN, 1987: 88); es decir, es posible entender un objeto material ya que el mensaje es la imagen

misma.

3.7 Modelización icónica de la realidad

Las imágenes están formadas por varias estructuras, formas, colores, tamaños; estas mantienen una

relación estrecha con la realidad independientemente del grado de parecido que guarde con ella, por ser

modelo de su representación. La imagen representa la realidad según la percepción de los sentidos

particulares de cada persona. Cuando se habla de modelización se refiere a las características que se le

otorga a una imagen para representar determinada realidad.

Para Rudolf Arnheim, la relación de la imagen con lo real propone tres valores: de representación, de

símbolo y de signo.

El valor de representación refiere a la representativa de cosas concretas (AUMONT, 1992: 83). Es

posible identificar algo con mayor exactitud porque está más ligada a la naturaleza de la realidad. El

valor de símbolo, a diferencia de la representación, se refiere a cosas abstractas (AUMONT, 1992:

83). Es decir, se le atribuye un concepto o una idea por convención social, tiene un referente figurativo

y artificial. Por otra parte, el valor de signo representa un contenido por caracteres que no se refleja

visualmente (AUMONT, 1992: 83), porque son arbitrarios y sustituyen a la realidad sin mantener un

significante fácil de observar.

La imagen cumple una función dentro de la realidad que refleja su modelización y la torna más

evidente. La modelización se forma como resultado de la percepción y visualización de objetos, una

recolección de rasgos y estructuras que se guardan en la memoria, y sirve para familiarizarse con

realidad y el mundo externo dentro de la sociedad.

Las representaciones de la realidad usan lenguaje no verbal para comunicar un significado entre

miembros de una misma cultura, ya que produce significados mentales e imaginarios dependiendo del

sentido percibido, que permiten comunicar y compartir una interpretación del mundo. La existencia del

lenguaje implícito dentro de la imagen, permite comunicar pensamientos a través de signos que serán

interpretados; su significado es construido por el lenguaje y las prácticas culturales. De esta manera la

46

imagen crea símbolos culturales que modifica la estructura de una ciudad, le otorga nuevos

significados y nuevas maneras de interpretación por parte de las futuras generaciones, quienes crean

otras formas de expresión urbana dentro de una sociedad transformadora, tema que se indagará a

continuación.

3.8 Imaginarios Urbanos

A continuación, nos centraremos en el pensamiento contemporáneo de Armando Silva y su teoría de

imaginarios urbanos que ayude a entender cómo el mundo se construye y se vuelve a construir

incesantemente.

3.8.1 ¿Qué es y cómo se forma un imaginario?

La construcción social está dada por un orden, por creencias que rigen un sistema. Los imaginarios

sociales constituyen una manera de interpretación y conocimiento que le otorga una persona. El

concepto de imaginario es sinónimo de mentalidad, imaginación, cosmovisión, fantasía etc.

Los imaginarios se forman para enmarcar sentimientos o deseos de un conglomerado que se

manifiestas como promesa de manera colectiva (BUENDÍA, 2008: 262). Con este discurso, las

personas generan posibles interpretaciones del mundo, de acuerdo a su perspectiva y su modelización

de hechos sociales en las que el acto de imaginar puede transformar una realidad.

Una sociedad se transforma con el paso del tiempo, evoluciona y altera sus características; es por eso

que para cada generación se exigen nuevos avances que garanticen la supervivencia y la adaptación de

una sociedad más moderna. La creación de un imaginario pretende cubrir necesidades materiales y

realizar un cambio social; como menciona Silva, “hemos pasado de vivir unas ciudades definidas en

sus límites físicos a otras donde los urbano define una condición ciudadana con independencia de su

referencia material” (BUENDÍA, 2008: 262). Para la creación de imaginarios sociales se comparte

ideas dentro de un grupo para aceptarlas y tener una interpretación válida en común aplicadas en la

realidad social.

Los medios de comunicación juegan un papel importante ya que son un elemento que configura la

realidad y el actuar social, a través de ellos se llega a expandir una idea a gran escala que futura

transformaciones urbanas, construcción de nuevos espacios culturales, y además da apertura a la

llegada de expresiones como el arte del grafiti que vuelve visibles a lo invisible, los pensamientos.

47

Con la llegada de los imaginarios, la imaginación será según Silva, materia prima de una ciudad,

porque los pensamientos tendrán autonomía y las ciudades construirán nuevos paradigmas de

desarrollo urbano que satisfaga los deseos ciudadanos, les otorgue bienestar y les permita significarse

como seres de una ciudad.

3.9 Marcas y territorios urbanos

La noción de territorio urbano ha sufrido cambios como consecuencia de la desterritorialización de la

ciudad por la sociedad digital (BUENDÍA, 2008: 262).

Territorio es sinónimo de espacio, se vincula con la ciudad y la organización de un grupo de personas

para desarrollar la ciudad contemporánea. Dentro de él existen discursos de pertenencia en cuanto a

religión, cultura, lengua, etc., un espacio que guarda recuerdos e historia.

Para Armando Silva, el territorio sigue siendo un espacio habitado con ciertos límites geográficos y

simbólicos. Los límites geográficos están dados por la organización política de cada una de las

ciudades, mientras que los grafitis por ejemplo, cubren las paredes de las ciudades y forman parte del

hábitat de las personas como símbolo de manifestación. Esta es una forma de lenguaje cultural

manifestada dentro de un territorio. Dentro de él, las personas forjan su futuro y lo marcan con

identidad.

En el siglo XXI se entiende al territorio como sustento del mundo imaginado. Es decir, los límites se

quedan sólo como un tema geográfico, ya que con la llegada de las tecnologías se han cruzado las

fronteras y ahora las personas pueden conectarse desde varios puntos del mundo y crear realidades

urbanas desde la reconstrucción de nuevos territorios.

Las personas desde el inicio de la historia buscaron asentarse en un lugar específico, habitarlo y

transformarlo de acuerdo a sus intereses, el territorio desde este punto de vista se marca con una

identidad específica y al mismo tiempo marca la identidad de sus habitantes quienes existen no sólo

dentro de ese espacio físico, sino también se extienden mentalmente a otros territorios. En él, se expone

las costumbres de sus pobladores, que denotan un comportamiento social establecido dentro o fuera de

sus límites geográficos porque adquirirá diversidad y poder de representación simbólica por su sentido

de pertenencia.

48

3.10 Lugares y no lugares de la sociedad

Una ciudad está formada por diferentes lugares que son espacios públicos donde la gente tiene

presencia y puede interrelacionarse con otros, son espacios reales; sin embargo las personas pueden

construir espacios anónimos, imaginados que se convierten en entes invisibles de expresión de sus

deseos.

Dentro de la sociedad se marcan identidades y al mismo tiempo sentido de pertenencia cultural; pero la

similitud y la cotidianidad proponen escenarios de cambio. Los mass media se vuelven mediadores de

información que sirven como modelo de identidades e influencia sobre la conducta social. Jesús –

Martín Barbero propone tres lugares de mediación.

La cotidianeidad familiar es “unidad básica de audiencia” (MARTÍN- BARBERO, 2004: 85), porque

ella es la primera fuente de conocimiento y el primer lugar de pertenencia donde las personas

confrontan sus anhelos y frustraciones; es aquí donde los medios atacan con información que modifica

las relaciones interpersonales, brinda discursos de modernidad y cercanía a lugares o situaciones

distantes e imaginadas. La temporalidad social, “la sociedad tiene un tiempo productivo, valorado por

el capital, es el tiempo que corre y se mide, hecho no de unidades contables sino de fragmentos”

(MARTÍN - BARBERO, 2001: 145), un ejemplo de temporalidad es la programación de la televisión,

que para algunos es una fuente de ingresos, un negocio rentable, y para otros es una fuente de

entretenimiento e información real.

A diario las personas emplean parte de su tiempo libre a ver la programación de la TV en diferentes

horarios y días, programación que relata historias que se asemejan a la vida cotidiana con la cual están

identificadas las personas, porque revive y repite sentimientos y espacios sociales. La competencia

cultural, la desactivación de las diferencias sociales y la integración ideológica dan cuenta de la

presencia de una matriz cultural y de un “sensorium que asquea a las elites” (MARTÍN - BARBERO,

2001: 145.

Los intereses justifican el actuar cultural, y muchas veces esos intereses están ligados a la significación

que los medios como la televisión, dan a la sociedad, esta ofrece el consumo de productos culturales

que marcan una línea divisora entre sociedades porque no todas pueden acceder a lo mismo.

49

El impacto de los medios genera sueños y realidades que la gente construye en su mente transformados

en no lugares para salir de la rutina. No lugares que son propios y no públicos, que les permiten

adquirir de manera rápida una vida anhelada aunque sea por unos instantes.

3.11 Realidad urbana en América Latina

América Latina a lo largo del tiempo sufre modificaciones dentro de la vida diaria en diferentes

sectores de la sociedad. Los países latinos tienen similitud cultural, es por eso que es fácil para las

personas que visitan cualquiera de estos lugares adaptarse a sus costumbres y adoptarlas como propias.

Las industrias culturales transmiten mensajes a través de telenovelas, programas de televisión o la

música que en general es música tropical, aunque algunos países adoptaron la moda de la música

urbana. Los mensajes dentro de estos productos culturales entran en la mente de las personas y

moldean identidades colectivas, ya que les da pautas de comportamiento que no diferencia clases

sociales.

Las ciudades se diversifican y guardan una carga histórica que se pierde en el tiempo por la

desvaloración indígena, porque ahora la tendencia es la pérdida de bases locales para entender los

procesos globales. Este componente desvaloriza la identificación territorial y da como resultado el

desarrollo de nuevas imágenes de la ciudad con representaciones de sus espacios cotidianos.

Los medios de comunicación y la rapidez en la difusión de los mensajes ayudan en la adopción de un

nuevo comportamiento de las personas, ellos con su deseo de imitar a determinados estereotipos

transforman su rol en la sociedad. Estos estilos de vida se presentan como una alternativa para percibir

el mundo, que impone una autorreflexión existencial hacia el interior de las culturas (SILVA, 2006:

120); es decir, la hibridación no pierde la identidad cultural autóctona, la transforma y la lleva a

producir símbolos modernos.

La modernización cultural en América Latina se observa en la fachada de sus ciudades, y en el

incremento del uso tecnológico que conecta ciudades entre sí. Esta adopción obliga a las personas a

aprender el manejo de equipos técnicos para formar parte del mundo globalizado. El llamado Tercer

Mundo se debate entre lo impropio y lo ajeno (SILVA, 2006: 121); en expresiones aprendidas de

afuera con el objetivo de hacerlas propias. Los jóvenes latinos se deslumbran por la moda y el

fanatismo y poco saben de sus raíces, ahí es cuando sienten más suyas costumbres que aparecen de

50

lejos. Las relaciones sociales crean una homogenización cultural, inmersa en referentes del pasado de

los que ya casi no se sabe, porque se pierden o se transforman de generación en generación.

Pocos son los países que conservan la belleza colonial impuesta siglos atrás; una de las ciudades con el

centro histórico más grande del sur del continente es Quito, tema que abordaremos a continuación.

3.11.1 Impacto generacional urbano

Las manifestaciones urbanas dentro de los públicos jóvenes afectan su comportamiento, ellos

mantienen una “relación imaginaria” (SILVA, 2006: 140) con culturas extranjeras provenientes en su

mayoría de Europa y Estados Unidos. Los jóvenes construyen su identidad y lo transmiten por medio

del uso de vestuario, lenguaje, o la apropiación objetos culturales con la finalidad de entender al

mundo, identificarse y diferenciarse. Dentro de este grupo de personas se generan conductas que

atribuyen significados sociales arraigados a su consumo cultural.

Las culturas urbanas adoptados por los jóvenes pasan de ser una moda a convertirse en un estilo de

vida que les genera autonomía y expresión, manifestado dentro de un espacio social. En América

Latina por su conciencia de “tercería marginal” (SILVA, 2006: 140), las industrias culturales se

aprovechan del mercado juvenil para generar valores culturales que favorezca su participación como

consumidores.

Las tradiciones autóctonas se mesclan con los riegos y oportunidades de la vida urbana, porque denota

libertad frente a las demandas culturales. Las costumbres adoptadas guían el paso a la adultez y crean

referencias para que las futuras generaciones desarrollen identidades y nuevos roles dentro de la

sociedad. Este sentido de identidad ofrece mayor diversidad cultural; las interacciones juveniles dentro

del entorno tienen un impacto cambiante en la sociedad, ya que están expuestos a influencias del medio

externo y a la posible modelación de su identidad hasta convertirse en una cultura mundial.

El uso de las tecnologías facilita este proceso por la rapidez del envío de información a través de las

fronteras, estos influyen en el conocimiento que adquieren los jóvenes y en socialización de acuerdo a

sus actitudes y formas de comportamiento que les significa inclusión dentro del mundo primer

mundista.

51

Armando Silva menciona la posibilidad de identificar al norte de América como sede de la cultura de

modo tradicional y al sur como sede subcultural, susceptible de ser globalizado y transformar su

manera de vivir cultural. Las industrias culturales son instrumentos de manipulación que reestructura

una sociedad generadora de productos culturales, capaz de modificar, e implementar modelos a ser

copiados que modifican conductas y cambian la integración de los jóvenes a las tradiciones arraigadas

por su familia.

3.12 Grafiti, expresión de la realidad

De acuerdo a la Teoría de la imagen, todo objeto está ligado a la realidad representada y a la

interpretación de quienes lo miren. El grafiti es una imagen de la ciudad, un arte urbano utilizado para

expresar lo que es prohibido en una sociedad, fue empleado en la década de los ochenta en países de

América Latina para liberarse de poderes políticos (SILVA, 2006: 18).

El grafiti son imágenes creadas con el uso de colores, formas y figuras, reproducidas en las calles con

spray como símbolo de protesta de un grupo cultural, un signo que expresa la forma de sentir y de

pensar dentro de un contexto social. Su característica repetitiva le convierte en un ente modelador de

la realidad, que llega a varios espectadores.

Al grafiti como toda imagen, se la puede definir como un conjunto de sensaciones que reflejan un

aprendizaje o habilidad, que engloba la expresión de una visión del mundo. En las calles, se observan a

los grafitis, tatuajes de la ciudad como lo denomina Armando Silva; ellos se tornan en íconos que

responden a una ideología que marcan la vida diaria de una sociedad. Este arte, expresa la realidad en

espacios abiertos como puentes, calles, paredes, puertas, etc.; por medio de formas y contextos que

atrapan miradas.

Las personas crean representaciones como símbolos del mundo social en el que viven y de su contacto

cultural, el grafiti por ejemplo es un registro visual (SILVA, 2006: 19); es decir es una imagen con una

intensión social comunicativa que descifra e interpreta los rasgos de una cultura.

Este tipo de arte urbano llama la atención por reflejar de manera creativa una realidad de protesta que

se ha convertido en un referente histórico y cultural gracias a las inscripciones creativas que muestra.

52

Estas significaciones culturales forman parte del contexto social, porque las imágenes adquieren un

significado y un sentido en el actuar diario de las personas, quienes están en constante relación con el

mundo.

El conjunto de signos que expone un grafiti son una forma de la comunicación, que media un contexto

y lo convierte en una práctica generalmente juvenil, que le da sentido a la realidad, mensajes a un

colectivo, y reconfigura una sociedad que marca una identidad y crea referentes culturales. Debido a la

carga ideológica que posee y transmite, le convierte al grafiti en una imagen utilitaria (SILVA, 2006:

21); es decir se la utiliza para persuadir a otras personas y construir un pensamiento similar que no

muera, sino al contrario, se fortifique y se continúen reproduciendo para que en el futuro se pueda

descifrar los cambios de una sociedad.

3.12.1 ¿Cómo se interpretan los grafitis?

Los grafitis son imágenes que comunican y representan una realidad social. El uso de esta forma de

comunicación como práctica cotidiana, tiene como objetivo representar al mundo, comprenderlo y

liberarse de una la realidad oprimente.

Los grafitis son una forma de hablar, interpretar y comunicar; son interpretados como una referencia

identificadora de participación ciudadana (SILVA, 2006: 18). Las personas a diario, usan su

conocimiento social para construir escenarios de protesta por medio de la elaboración de un grafiti, que

forma parte de la cultura y representa hechos históricos, que ligan el pasado, el presente y el futuro de

un grupo. La presencia de estas imágenes da vida a los pensamientos, al ser su reflejo y se convierten

en productos culturales.

La interpretación de los grafitis depende de las convenciones arbitrarias de las personas, de lo que ellos

pueden percibir para dotarles de un significado, a partir de patrones culturales establecidos. Los

grafitis aparecen como letras o dibujos envueltos en varios colores que embellecen el entorno y está

dirigido a un público específico, los jóvenes.

La cultura del grafiti convierte la producción de sus imágenes en una tradición anónima creativa, en la

cual existe relación entre el artista y el receptor de la imagen dentro de un espacio público que les

permite construir una percepción del entorno diferente a la impuesta por los poderes que rigen una

sociedad.

53

CAPÍTULO IV

LA CIUDAD 4.1 La ciudad

La ciudad tiene diferentes miradas, una de ellas es a través de los usos que hacen las personas de sus

espacios públicos, y de la apropiación y reconocimiento de un territorio. Las ciudades son centros de

prácticas, intercambios culturales, relaciones sociales, etc. que las personas desde su existencia utilizan

para comunicarse e intercambiar productos para su supervivencia.

Describir a una ciudad, no sólo desde sus actores y escenarios, sino también desde sus prácticas;

significa configurar una urbe a partir de las realidades que la diferencian de otras por sus imágenes,

cultura, valores; que además diferencian a cada uno de sus habitantes y los dotan de identidad, porque

ellos se forman imaginarios y nuevos usos para los espacios físicos.

De este modo la ciudad se desarrolla de manera física y mental; física con la construcción de

edificaciones que extienden a la ciudad a lo largo y a lo ancho; y mental porque es centro de ahí nacen

civilizaciones enteras que generan arte, ciencia e industrias; elementos que se relacionan para construir

y elevar el desarrollo de una urbe.

Un ejemplo de esto es Quito, ciudad que posee variedad de lugares que van desde lo colonial hasta lo

moderno, lo colonial manifestado en el Centro histórico con sus calles angostas, plazas e iglesias y lo

moderno expresado en la nueva urbe, una extensión de la ciudad tanto al sur como al norte, donde se

pueden apreciar nuevos sistemas de transporte como el Metro, el Trole y la Ecovía. Los imaginarios

modernos ven a Quito como una gran urbe donde cada personaje que forma parte de su historia está

cargada de una hibridación cultural que construye nuevas realidades sociales y culturales dentro de un

espacio físico determinado por prácticas y vivencias cotidianas.

Este capítulo indaga en el uso de los espacios públicos de la ciudad de Quito, las relaciones que se

construyen en estos espacios y cómo se reconstruye la ciudad.

54

4.2 Construcción de la ciudad

Una ciudad se construye en procesos de organización dentro de un territorio. Las infraestructuras

básicas, el sistema de transporte, agua potable, luz, gobierno, etc., son características indispensables de

una sociedad.

Según los conocimientos adquiridos por Barbero, las urbes moldean la realidad que perciben, y le

otorga la construcción de un espacio histórico, que se relaciona con su capacidad de desarrollo

(MARTÍN- BARBERO, 2001: 145) y con los imaginarios que se plantean para vivir de acuerdo a sus

intereses. Este espacio se vincula con la percepción del mundo y la cultura que le permite actuar donde

habita.

Las personas producen cambios en la realidad de la ciudad por sus formas de representación social y

política que le otorga un orden, de esta manera las personas sabrán cuáles son sus límites físicos. El

actuar de las personas genera diferentes lecturas de los ciudadanos quienes asumen un sentido de

pertenencia y forman representaciones simbólicas, que según su condición económica y socio-cultural

determinan acciones dentro de vida diaria en la ciudad que con el paso del tiempo se convertirán en

hábitos puestos en práctica.

“Una ciudad es imagen abstracta” (MARTÍN- BARBERO, 2001: 145); es decir es un ícono que

conjuga diferentes espacios, incluso los imaginados que no son estáticos, porque configuran la ciudad y

crean patrimonios culturales.

La configuración de las calles, plazas, iglesias, tienen características que reflejan cada época y que en

América Latina tiene vestigios europeos dotados en la colonización.

Las marcas territoriales crean en la población un tipo de mentalidad, que les ayuda a desarrollar la

ciudad bajo referentes establecidos. La formación de leyes aparece para controlar y mantener el orden

de los habitantes y de quienes visitan las urbes; este orden prevé civilización y modelos culturales, que

contribuirán en el control social y en el reconocimiento de deberes y derechos ciudadanos, que denotan

diversidad.

55

4.3 Comunicación y ciudad

La relación entre comunicación y ciudad está dada por las prácticas culturales en la ciudad, que crea

imaginarios o representaciones de la ciudad dentro del espacio social. La comunicación interfiere en el

proceso cultural al que están sujetas las personas al influir en el desarrollo de la ciudad porque ésta es

una imagen socialmente construida, con límites y barreras, que como lo menciona Silva se pueden

superar las fronteras y salir del espacio físico; aunque no de lo urbano debido a que forma parte de las

tradiciones y costumbres que cada persona lleva consigo.

Dentro de la ciudad se producen interacciones entre los medios y los receptores quienes construyen una

sociedad por medio del consumo de productos culturales que son recursos para moldear e interpretar al

mundo y sus actores para familiarizarse con realidad y el mundo externo dentro de la sociedad.

“No es la ciudad la que se anuncia, sino sobre la que se habla” (BUENDÍA, 2008: 262); es decir las

ciudades son lugares donde existen simbolizaciones que sirven para guiar la existencia personal; estos

son espacios de comunicación que cumplen un rol dentro de los procesos culturales y estructura las

clases sociales. En la ciudad se desarrollan prácticas y usos de la comunicación que expresan la

transformación de un espacio físico o territorio que denotan un sentido de apropiación o rechazo por

parte de los ciudadanos.

Este espacio cambia en el tiempo, se lo modifica por las prácticas culturales cotidianas que le otorga

significados a las acciones humanas; por ejemplo dentro de la ciudad se observan diferentes grupos

sociales como obreros, estudiantes, amas de casa, músicos, etc., cada uno de ellos tienen una manera

diferente de expresión porque significan y se desarrollan en diferentes espacios que les otorga un rol e

identidad. La calle, los mercados, los medios de transporte, son algunos de los lugares donde surge

interacción y circula comunicación, aquí se construyen historias que marcan a una ciudad.

Los medios de comunicación también juegan un papel importante porque son una vía rápida de dar y

obtener información, a través del uso del teléfono, Tv, radio, periódico, internet, ellos presuponen un

desarrollo tecnológico y moderno dentro de la ciudad. Se puede hablar entonces de un sistema de

información que actúa como emisor de señales para organizar, regular y controlar el espacio urbano; tal

es el caso del uso de los semáforos que indican la movilización de transeúntes y personas.

56

La información estimula la participación social. “El espacio público es un lugar de enunciación,

circulación y consumo de discursos” (BUENDÍA, 2008: 263). La información es captada por los

sentidos y día a día las personas responden a estímulos dentro de la ciudad; se entiende entonces cómo

los medios moldean esas respuestas ya que son ellos los encargados de producir miedo, comodidad,

seguridad u otras características que le otorguen a un lugar; es ahí cuando la gente podrá catalogar a un

espacio público como un lugar de resguardo o simplemente un no lugar, por ser extraño. El miedo es

un sentimiento que ataca a todas las culturas, que proviene de la pérdida de algo valioso que separan a

personas entre sí o a personas de personas.

Jesús Martín- Barbero menciona que si bien es cierto, la información es una forma de conocimiento

que marca pautas dentro de la vida social (MARTÍN . BARBERO, Jesús. (1990).

http://www.mediaciones.net/1991/01/comunicacion-y-ciudad-entre-medios-y-miedos/); sin embargo

los medios de comunicación envían información para todo el conglomerado, sin distinguir edad,

niveles de educación, ni estatus, lo que provoca que haya una homogeneidad en la ciudad que impide la

expresión de diferencias, sino al contrario fabrica un modelo a seguir.

El uso de las tecnologías para adquirir comunicación deja de lado formas tradicionales de enviar

información como los relatos, los cuentos, las historias, las experiencias. Hace algunos años atrás los

ancianos eran una gran fuente de enseñanza y aprendizaje; sin embargo ahora son ellos quienes

también deben estar al día con el mundo global para no ser desalojados de una ciudad moderna, que

como menciona Buendía, a cualquier edad se puede ser ciudadano, porque la ciudad es una aula de

enseñanzas sin límites (BUENDÍA, 2008: 262).

4.4 La ciudad vista y la ciudad imaginada

Las personas dentro de una ciudad adoptan diferentes formas de vivir, de acuerdo a su condición

cultural y social, cada uno de ellos se caracterizan por imaginar la ciudad y convertirla en un espacio

habitable. Los imaginarios permiten la creación de una nueva ciudad, que se pueda vivir de manera

colectiva.

Las grandes ciudades, como lo mencionamos antes, modifican las formas de vivir, pensar e imaginar a

un conglomerado, este proceso transforma modelos culturales dentro de la ciudad real, la ciudad vista.

La zonas donde viven las personas están dotadas de historia y patrimonio, que al ser influenciados por

la industria cultural les otorgan funciones diferentes, por ejemplo los inmigrantes debido a la

57

hibridación otorgan usos diferentes a los espacios públicos, lo perciben como un sector de

oportunidades reales y seguras en las que se dominan los imaginarios. Esta idea incentiva al desarrollo

de una ciudad más avanzada, con enfoques modernos que denoten belleza, estabilidad y seguridad de

vida.

Las casas, escuelas, iglesias, parques, son cuna de tradiciones y costumbres arraigadas desde el pasado

e incorporados en la memoria colectiva. Los imaginarios cambian esa mentalidad y manifiesta la

llegada de nuevos modelos que cambiarán la estructura de la ciudad, y mostrará una nueva cara

reflejada en las estructuras físicas de casas y templos; al mismo tiempo se cambiará el actuar de las

personas, porque enfrentarán un nuevo espacio que les exigirá vivir de distinta manera.

La comodidad y la seguridad son características que modifican la actitud de las personas, los vuelve

sedentarios o dependientes de la tecnología; muchas veces se pierde la idea de actuar en común, porque

se desarrolla el individualismo, como menciona García Canclini, los usos de la ciudad que realizan sus

habitantes pierde la experiencia del conjunto urbano y debilita el sentido de solidaridad y pertenencia

(GARCÍA CANCLINI, 1996: 77).

Estas ideas ponen en riesgo la vida activa de las culturas tradicionales y las aíslan de sus habitantes

porque se forma una hibridación cultural, una mezcla de costumbres, realidades y discursos que buscan

su existencia, expresión e inclusión dentro de una sociedad que los promueva y no los torne invisibles

dentro de la ciudad que ellos imaginan y que construyen a diario.

4.4.1 Percepción imaginada de una ciudad

Alrededor del mundo exigentes miles de ciudades que destacan sus mayores atractivos para atraer

miradas por la belleza que han construido en ellas; sin embargo estas mismas ciudades son capaces de

disfrazar o inventar una nueva imagen para ocultar la pobreza y las diferencias sociales. Entonces, lo

que se mira no es el espejo de lo que realmente es, de lado existentes múltiples realidades que generan

comportamientos, pensamientos, lenguajes e imaginarios como sentido de invención de algo,

necesarios para formar un orden social, según lo menciona Silva (SILVA, 2006: 95).

Los habitantes forman una imagen de representación de la ciudad para hacerse visibles ante el mundo.

Esta imagen se moldea desde la utilidad de las cosas que existen en ella; es decir desde el consumo y

las exigencias que tiene el ser humano en la modernidad.

58

La utilidad y la práctica que los habitantes generen en una ciudad permite imaginarla y hacerla más

cercana a ellos, su percepción crea una realidad cotidiana; es así como se hace frecuente la necesidad

de crear un parque, una esquina para quienes buscan un lugar de encuentro; o crear un sistema de

trasporte para regresar a casa.

Estas cotidianeidades crean espacios y formas de vivir dentro de su ciudad, que además le darán

identidad. Los espacios se usan como elementos de trabajo, entretenimiento o educación que

intervienen en el crecer de una ciudad, aunque a veces estos usos pueden mezclarse, un ejemplo de esto

es el uso que tienen las plazas de las iglesias, por lo general son sedes de encuentros de los devotos,

pero en algunas fechas del año se llenan de color para acoger a danzas, artistas y turistas, y se

convierten en centros de exposición de cultura de la ciudad.

Zimmerman menciona que una ciudad tiene superficies estriadas o lisas, estriadas las limitantes y lisas

las de resistencia y formación de estrategias (ORTEGA, 2004: 97). Esta denominación da cuenta que

en cada ciudad se crean diferentes espacios, algunos son centro de conflictos sociales donde se palpa el

desempleo, la pobreza, la violencia, etc., mientras que otros muestran lo contrario. Para imaginar una

nueva realidad en la urbe, bajo el discurso de igualdad ciudadana, se genera transformaciones que va

desde la física hasta la social.

La imagen que obtiene una ciudad está sujeta a cambios. Una ciudad de acuerdo a la necesidad de ser

una gran metrópoli cambia su fachada, construye nuevas edificaciones o remodela las existentes que en

el futuro tendrán nuevos usos. La vivencia y ocupación de los espacios establecen relaciones entre

aquellos que ven a la ciudad como un lugar de visita y consumo, y entre quienes la ven como suya,

como su fuente de historia, de identidad y como su lugar soñado para vivir sin desigualdades.

4.5 Ciudad espacio público

La ciudad está formada por espacios públicos que dan identidad a la urbe, y le permite reconocer sus

sitios urbanos, culturales o patrimoniales. Estos son centros de recreación y consumo, creados como

lugares de encuentro y de intercambio cultural, porque se desarrolla la participación ciudadana.

Según Silva, la ciudad es un lugar de construcción cotidiana de varios escenarios urbanos (SILVA,

2006: 33); es la representación de una sociedad visible que construye una historia porque es testigo de

cambios políticos y sociales que cambian a la ciudad. Las relaciones entre sus habitantes expresan

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ideologías que se manifiestan en las calles, plazas, parques y diferentes lugares de encuentro cotidiano,

que los convierte en espacios de uso colectivo de apropiación de las personas.

Los espacios públicos están plasmados en la memoria colectiva como referencias ciudadanas, que

convierten a éstos en lugares de conexión con los otros y en ejes de formación de valores ciudadanos

que caracterizan a estos espacios como incluyentes, como espacios de hibridación cultural, de igualdad

y apropiación de colectivos sociales; a pesar de la segregación de clases sociales que a través del

tiempo dividen a la ciudad por intereses o miedo a la mezcla cultural y transforman los espacios físicos

en lugares privados mediante el cierre de barrios o construcción de grandes edificaciones que dividen a

la sociedad porque éstos se convierten en uso especial de un público determinado.

Los espacios públicos también son centros de desarrollo del trabajo, del transporte, de la producción y

del consumo. El uso productivo de los espacios modifica la forma de vida de los ciudadanos y le otorga

un valor a la ciudad a la hora de fijar su residencia o lugar de trabajo.

El derecho a ser reconocido o a tener una identidad ciudadana se manifiesta dentro de los espacios

públicos, escenarios de intercambio, de trabajo, de desarrollo urbano y de la posibilidad de apropiarse

de una ciudad. De los espacios públicos dependen los privados porque ellos se crean por la necesidad

que tiene el conglomerado para satisfacer sus intereses de educación, salud, servicios, etc., de tal

manera que se crean espacios donde se accede a la diversidad y al poder de ser marginado o dominante.

4.5.1 Cambio de los espacios culturales en una sociedad en movimiento

La modificación de la sociedad y la cultura afecta las estructuras de las clases sociales, los valores que

marcan pautas para el comportamiento, las ideologías y las interpretaciones de la sociedad, ya que

aparecerán diferentes usos de los espacios dentro de una ciudad. La cultura es la expresión de la

identidad, que más allá de las artes, la ciencia y la tecnología; constituye el modo de vida en una

sociedad, porque a través de ella, es posible manifestar el sentimiento de pertenencia. La creación de

espacios culturales hace visible a una sociedad porque la representa y da cuenta de relatos e historias.

“La ciudad es un objeto a la vez construido y por construir” (SILVA, 2006: 12), que se transforma de

manera física con la creación de nuevas edificaciones que extienden a una ciudad por el uso colectivo,

debido a la apropiación de la gente que permite la expresión en un espacio físico.

60

Una sociedad en movimiento a diario redefine sus espacios públicos para recuperar su simbolismo,

identidad y referencias ciudadanas, que modificará las periferias y producirá nuevas centralidades en la

ciudad que otorga valor a las infraestructuras. Silva menciona que la ciudad no sólo es un lugar del

parecer, sino también del aparecer (SILVA, 2006: 65); es decir la cotidianeidad y la variedad de

culturas crean espacios urbanos de interés. Los imaginarios de los ciudadanos que construyen una

cultura a través de la identidad patrimonial, no solamente incumbe la riqueza ancestral de una

metrópoli, sino a todos los valores y símbolos culturales tangibles e intangibles de una ciudad,

expresados a través de las prácticas o estilos de vida. Estos cambios a menudo son reacciones contra la

forma cultural establecida, que a veces se vuelve repetitiva y monótona; es por eso que cuando se

mezclan diferentes culturas, éstas se convierten en elementos determinantes para la conformación de

acciones colectivas y actores sociales quienes reconfiguran los modelos de una ciudad colonial para

transformarla en moderna.

Una vez expuestos los ítems anteriores, se indagará en la historia de Quito para conocer los cambios y

modificaciones que sufrió la ciudad, y su influencia en la perspectiva cultural.

4.6 Historia de la ciudad de Quito

La historia de la ciudad de Quito resulta la suma y narración de los hechos más notables

protagonizados por los conquistadores y personalidades de la colonia, que se remonta al año 1030 a.C

cuando se iniciaron los primeros asentamientos en la región oriental de la ciudad. La ciudad por sus

depósitos culturales encontrados está relacionado a la nacionalidad ecuatoriana “Quitu” que en Cayapa

es qué población (RODRÍGUEZ, 1996: 47), lo que significó que se encontró tierra y se estableció en

ella una población denominada Quitu.

Los Incas llegaron a éstas tierras a conquistar a los Quitus y fortalecer su imperio. Túpac Yupangui,

hijo de Pachacútec, fundador del Imperio Inca inició la conquista; pero fue Huayna Cápac hijo de

Túpac, el Primer Inca quien estableció su residencia en tierras Ecuatorianas. Tiempo después los dos

hijos de Huayna Cápac, Atahualpa y Huáscar se enfrentaron, el uno desde Quito y el otro desde el

Cusco en Perú porque querían obtener el poder del Tahuantinsuyo. Atahualpa ganó la batalla y Quito

se convirtió en la capital del Tahuantinsuyo. Así Quito se convirtió en una ciudad importante, centro de

intercambio comercial.

61

Sin embargo, en este momento de gloria para Atahualpa, se inicia la conquista española. Los

geodésicos franceses llegaron a la tierra equinoccial en busca de la tierra del Equator (línea de

equilibrio) o Acuador (aguas de oro) (http://www.youtube.com/watch?v=-7Fm8QAJHm8).

Cuenta la historia que en las embarcaciones vinieron caza fortunas infiltrados con el objetivo de

encontrar a un monarca poseedor de tesoros. En 1533 Francisco Pizarro asesinó a Atahualpa

(SALVADOR LARA, 1992: 69) luego de torturarlo, y redujo a escombros el Tahuantinsuyo. Quito

ardía por los españoles y también por Rumiñahui, general inca quien prefirió reducir a la ciudad en

cenizas antes que la profanen los españoles (RODRÍGUEZ, 1996: 47).

Las batallas por ejercer el poder se sintieron no sólo en el imperio Inca; sino también entre los

españoles. El 15 de agosto de 1534 en Riobamba, Diego de Almagro hizo una precipitada fundación de

Quito para obtener la primacía de este territorio, la llamó “ciudad de Santiago” en Riobamba y la

traslado hasta el territorio del Quito actual; sin embargo Sebastián de Benalcázar no contento con esto

decidió refundar la ciudad el 6 de diciembre del mismo año con el nombre de San Francisco de Quito,

momento en el que se derrocaron a personajes incásicos que aún se resistían a la conquista, entre ellos

estaba Rumiñahui, Zopozopagua y Quimbalembo, quienes a pesar de la tortura jamás revelaron dónde

se enterró el tesoro de su líder (SALVADOR LARA, 1992: 70-73). A partir de este año, la ciudad se

convierte en el centro político del Ecuador.

La ciudad de Quito se construyó como un centro sagrado de valor cultural, no sólo por ocupar una

posición en la zona privilegiada de la mitad del mundo, sino también por su influencia en el ámbito

político y en la religión. Según Diego Velasco, desde tiempos inmemoriales, en Quito se encontraron

ceques o caminos simbólicos, de rituales y líneas de energía que surgen de los volcanes y montañas de

su alrededor, tejidas entre sí para ubicar las cruces y piedras de la ciudad. Así, los templos de Quito se

ubicaron en una malla unidos por ceques, en el que se destacan cuatro colinas, una masculina que es El

Panecillo o Shunguloma; una femenina o de luna, colina de San Juan; Itchimbía en el oriente; y El

Placer o Yacu en occidente (http://www.youtube.com/watch?v=-7Fm8QAJHm8).

Esta cosmovisión indígena no sufre marcadas modificaciones con la presencia colonizadora, a pesar

del crecimiento de la ciudad, ya que aún se respeta los lineamientos del trazado aborigen dentro de la

ciudad, tal es el caso de la Plaza Grande desde donde se visualiza el Cayambe, al seguir la dirección de

los ceques que van desde la calle Guayaquil, la Av. 12 de Octubre, Guápulo, hasta El Quinche

(http://www.youtube.com/watch?v=-7Fm8QAJHm8).

62

Quito, ciudad milenaria, rodeada de montañas y nevados, guarda un tesoro colonial de pinturas,

esculturas y tallados de madera que se encuentran en los museos como muestras únicas de la Escuela

Quiteña. Su arquitectura de estilo barroco hispano, se destacará en las iglesias de San Francisco o

Templo de rayo, San Agustín o Templo del arcoíris, Santo Domingo o Templo de la cruz del sur, La

Merced o Templo de la luna y La Catedral o Templo del sol. Es así como Quito se extendió y se

transformó en una ciudad colonial y cultural en cuya estructura arquitectónica se distingue una plaza

central, piletas, calles empinadas de piedra, y parques con jardines y flores; lugares que vieron nacer a

nuevos personajes quienes querían la liberación del yugo español. Luego de algunos enfrentamientos,

el 10 de agosto de 1809 Quito quedó al fin independiente de España gracias al general Antonio José de

Sucre y otros próceres, quienes tenían ideales de libertad.

El hispanismo en el que se sustentó el discurso de dominio de la ciudad, permite explicar la abundancia

de monumentos dedicados a los conquistadores, así como la titulación de calles y plazas con los

nombres de personajes coloniales; mientras que los callejones y pasajes llevan los nombres de

protagonistas indígenas, quienes fueron sometidos al poder español durante varias décadas.

4.7 Interpretación y configuración de Quito

La ciudad puede tener diferentes interpretaciones y configuraciones, como parte de la cultura que

acumula tradiciones y costumbres; como bien social que crea bienes y servicios tanto públicos como

privados; o como bien físico que distribuye espacios que marcan límites dentro de Quito. Sin embargo

la mayor configuración que tiene la ciudad es gracias a la memoria colectiva, porque las memorias le

dan sentido a la ciudad, recrean la ubicación de lugares frecuentados, puntos de encuentro, caminos o

esquinas recorridas que son parte de la vida a lo largo de la historia; como es el caso de la Plaza de la

Independencia, sede de encuentros políticos y lucha de la libertad, la calle Guayaquil lugar que acoge

cada año a cientos de jóvenes que desfilan para saludar en sus fiestas a la carita de Dios, las plazoletas

de la iglesia de San Francisco o Santo Domingo, lugares de encuentro de varias personas que quieren

iniciar el recorrido por el Centro Histórico para contemplar sus balcones, testigos de serenatas o para ir

a probar comida tradicional en restaurantes del sector. Estos lugares están dotados de afectos que

permanecen en la mente de las personas para formar una cara de Quito en el presente y en el futuro.

Las memorias colectivas surgen del pensamiento de sus habitantes y de los hechos que acontecieron en

el pasado. Dentro de la ciudad es importante conocer lo que ellos piensan o imaginan desde su cultura;

como menciona Silva, un imaginario es la realidad que alguien percibe. “La ciudad reta, tanto al

habitarla, como al intentar pensarla” (MARTÍN- BARBERO, 2001: 73); por eso las percepciones que

63

se concibe de una ciudad como sus olores, su clima, sus colores, sus espacios y lugares, configuran la

realidad de Quito.

En la primera mitad del siglo XX, debido al crecimiento de su población Quito vive una

transformación de progreso y modernidad, el cual marca los límites del Quito antiguo y el moderno

(ORTEGA, 2004: 234). En el Quito antiguo surgen las percepciones de ser la parte vieja, laberíntica,

pobre y sucia de la ciudad; mientras que el Quito moderno se destaca por ser la parte que embellece a

la ciudad por sus grandes edificios, glamurosos restaurantes y centros comerciales, discotecas y barrios

residenciales. Estos imaginarios se constituyen en elementos que dan pertenencia de la ciudad,

modifican sus espacios y configuran el actuar de sus habitantes.

El proceso de transformación de la ciudad está ligado a la identidad colectiva y afecta a la cultura,

porque el desarrollo de la ciudad modifica los lugares, los cambia; y al mismo tiempo cambian los

afectos a esos espacios. Se inicia una nueva búsqueda que pretende reconocer calles, sederos, plazas,

rostros de la ciudad que configura modos de apropiación y una nueva imagen de Quito.

4.7.1 Límites y bordes de Quito

Quito es una ciudad que crece a lo largo del tiempo y se extiende tanto al norte como al sur. Sus límites

y bordes la separan de otras ciudades o la fragmentan para identificar lo colonial y lo moderno.

Silva menciona que los límites manifiestan un aspecto indicativo y cultural. “El uso social de un

espacio marca los bordes dentro de los cuales los usuarios familiarizados se autoreconocen” (SILVA,

2006: 29); es decir las personas construyen sus propios bordes y límites que son como envolturas que

separan lugares entre lo nuevo y lo antiguo en suelos urbanos, que al mismo tiempo ofrecen a las

ciudades características singulares e identidad. Dentro de los bordes se ubica lo tradicional, lo propio

porque pertenece a la ciudad; en cambio lo que está por fuera es lo extranjero, lo extraño, lo que está

excluido.

Las personas construyen límites en base a sus percepciones, a sus miedos a lo ajeno porque puede

resultar peligroso, una amenaza a su cultura y a ellos como parte física. Un ejemplo de esto son los

barrios de la ciudad, estos están nominados para dar límites imaginarios; es por eso que las personas

conocen cuáles son los barrios peligrosos, residenciales, etc., características que le dan identidad a un

lugar.

64

Quito en su desarrollo deja distintos bordes, como las calles angostas del centro de la ciudad, ya que

fueron construidas de acuerdo al tiempo colonial, donde no había tantos vehículos que provocaran

tráfico como en la actualidad. El desarrollo propone procedimientos colectivos que reconstruyen la

imagen de la ciudad que apunta a una definición de lo urbano, “para que la ciudad pueda hablar de

una urbanización dentro de su urbanidad” (SILVA, 2006: 30) El territorio urbano se marcó desde sus

inicios de formación física de la ciudad, sus habitantes lo interpretan y caracterizan asegurándole una

marca que lo identifica desde cualquier lugar del mundo; es decir lo dota de un valor simbólico, tal es

el caso de La Basílica del voto Nacional, lugar nombrado dentro y fuera del territorio urbano por ser

una de las iglesias más visitadas en Quito debido a su estilo gótico. En este lugar se observan diferentes

caminos de entrada y salida de personas por donde transitan personas propias y extrañas que acuden

para admirar la estructura arquitectónica y al mismo tiempo su valor agregado, el religioso. Este como

otros lugares se agrupan para formar una urbanización junto con sus habitantes, quienes por otro lado

marcan pautas de urbanidad, que les permite brindar buena acogida al otro. Esta característica junto

con otras se establecen dentro de los límites de la ciudad como parte de su cultura, y le permite a los

quiteños identificarse ante el mundo como personas cálidas y hospitalarias.

La singularidad de la forma urbana de Quito proviene de los primeros asentamientos, que en su

momento fueron los límites urbanos que corresponde a la línea imaginaria que delimita las áreas o

extensión urbana; o los bordes de la ciudad que corresponde al fin del territorio en relación con el

medio externo. La ciudad se caracteriza por tener bordes que cada día se extienden hacia las lomas y

cerros que circundan la ciudad por el incremento de sus habitantes, quienes la reconocen no como una

ciudad plana; sino como una ciudad de altura en donde se asientan nuevos proyectos inmobiliarios en

las afueras de Quito que con el paso del tiempo dejarán de ser aislados para estar dentro de los bordes

de una ciudad que parece no dejar de crecer jamás.

4.8 Percepción imaginada de la ciudad de Quito

Las ciudades no existen sólo por su arquitectura, su arte, etc., también es importante saber los

imaginarios que tienen sus habitantes y cómo ellos viven o sienten ese espacio. Los imaginarios se

construyen a partir de la percepción de la realidad de las personas. Dentro de la ciudad de Quito,

también se construyen imaginarios que marcan estereotipos de un determinado lugar, por ejemplo si se

habla del centro histórico de la ciudad, se da la idea de colonialismo pero también inseguridad,

entonces la gente al pasar por las calles sentirá cierto temor porque en su mente está plasmada la idea

de delincuencia y crea una forma conflictiva de relación social inspirada en la desconfianza y temor

65

hacia el otro. Armando Silva menciona que en las ciudades hay lugares de encuentros y desencuentros;

percepciones vulnerables que varían dependiendo de la cultura, porque a diario las personas están

construyendo relaciones sociales e identidades que los diferencian.

Quito posee variedad de lugares para visitar que van desde lo colonial hasta lo moderno. Lo colonial

está manifestado en el Centro histórico con sus calles angostas, plazas e iglesias; lo moderno, forma

parte de la nueva urbe, una extensión de la ciudad tanto al sur como al norte donde se aprecian nuevos

sistemas de transporte como el Metro, el Trole y la Ecovía. Estos imaginarios de la ciudad construyen

la realidad desde los sistemas de representación (SILVA, 2006: 146); es por eso que ahora se mira a

Quito como una ciudad en relación a otras, no como una pequeña metrópoli; sino como una gran urbe

que atrapa a los ciudadanos y vehículos en las horas pico.

Cada personaje que forma parte de la historia moderna de la ciudad, está cargado de una hibridación

cultural que construye nuevas realidades sociales por su uso social, se puede ver entonces que éstos

imaginarios determinan una nueva identidad quiteña basada en lo moderno (comodidad, tecnología).

La identidad se construye de manera social y cultural en relación con los otros, forma parte de un

habitus, dentro de un espacio físico y es en ese sentido, no sólo el resultado de determinadas

condiciones; sino que ella misma constituye una condición que predetermina las prácticas y vivencias

cotidianas, que potencian la construcción colectiva de espacios deseados y reinventados que

transformarán la zona urbanística, y los dotarán de nueva identidad.

4.9 Herencia histórica de Quito

La historia de Quito tiene una herencia arquitectónica reflejada en su centro histórico donde se

conservan las casas, iglesias y edificios coloniales. En sus calles y avenidas de piedra, se pueden

encontrar monumentos arquitectónicos de estilo español e indígena como muestra de arte viviente; uno

de ellos es el Palacio de Carondelet, lugar que alberga al primer mandatario del país, se extiende a lo

largo de la calle García Moreno frente a la Plaza de la Independencia y está dotado de balcones propios

de la época colonial.

Dentro del casco colonial también se observan iglesias y conventos que ponen en claro la inclinación

religiosa de Quito, la católica. La iglesia de San Francisco, para algunas personas es la más importante

joya cultural de todas las ciudades de América Latina por la belleza de su altar mayor, de las capillas

66

laterales y del púlpito (RODRÍGUEZ, 1996: 146), en esta iglesia se encuentra la imagen de la Virgen

de Quito elaborada por Bernardo de Legarda, uno de los más destacados exponentes del arte en la

Escuela Quiteña. La Basílica del Voto Nacional, también es una demostración de ideología y presencia

católica en la ciudad; este es uno de los lugares más visitados por los turistas nacionales y extranjeros,

quienes se deslumbran con el estilo gótico y las gárgolas que posee esta iglesia.

Los barrios tradicionales perduran aún en el corazón de Quito, ejemplo de esto es La Ronda lugar

donde habitaron varias personas siglos atrás, y hoy es sede de artesanías, bares, restaurantes y galerías.

El impacto de la cultura española mezclada con la indígena dio como resultado el arte colonial. Esta

historia quiteña manifiesta símbolos y significados del arte barroco que denotan una cosmovisión e

interpretación del mundo andino y de lo que le rodea a la ciudad; una ciudad dividida por el imaginario

en dos partes, una colonial y otra moderna, que crece de manera acelerada y que posee la mayor

concentración de arquitectura colonial de América del Sur, razón por la cual fue declarado Patrimonio

Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1978, (RODRÍGUEZ, 1996: 46) lo que impulsa a

cuidarla como tesoro de América.

4.9.1 Arte colonial

La falta de educación en la época colonial era un problema social, que no sólo afectó a quiteños, sino

también a colonizadores; es por eso que para disminuir el alto nivel de analfabetismo, el griego Juan de

Chipre “Juan Griego” enseñó a leer y a escribir en pleno centro de la ciudad (SALVADOR LARA,

1992: 47). Con este primer paso, tiempo después de la necesidad de embellecer y decorar Quito surgió

una nueva clase de enseñanza.

En la ciudad se creó un centro de enseñanza primaria y de Escuela de Artes y Oficios para que varios

indígenas, criollos y mestizos que carecían de poder intelectual aprendan oficios prácticos. La primera

Escuela de Artes y Oficios se fundó en el convento de San Francisco en 1551 (AYALA MORA, 1989:

169), en sus talleres se crearon pinturas y esculturas que se perciben en las calles, plazas o iglesias del

Centro Histórico, que formó un nuevo quehacer de la sociedad, un nuevo estilo de vida que se vinculó

al servicio de la religión católica.

Se escogió esta ciudad como centro de arte por su tradición milenaria de arte aborigen y visión

humanista, donde la ornamentación alfarera y estatuaria cerámica aparece desde los orígenes de la

ciudad (SALVADOR LARA, 1992: 145-146). La problemática del arte colonial en ese entonces fue

67

que a diferencia del arte español, en Quito no se enseñó a crear sino a imitar obras, a copiar el arte que

vino de Europa, lo que creó un “status cultural asignado” (AYALA MORA, 1989: 149) para la

población. Bajo esta idea, el arte se consideró como un oficio artesanal al igual que la carpintería, la

albañilería, etc. El artista colonial se limitó a ejecutar de manera servil todos los pedidos emitidos por

la élite quiteña; complacieron sus gustos en cuanto a colores, tamaños, matices, porque la libertad de

crear tuvo límites y los artistas no pudieron expresar ideas, ni de desarrollar sus talentos, siempre

estuvieron controlados por su consumidor más importante, la Iglesia.

Los primeros misioneros franciscanos, frailes Jodoco Ricke y Pedro Gosseal, influenciaron en las

técnicas y modelos que se emplearon en las pinturas y esculturas de la “Escuela Quiteña” que para

algunos historiadores existe por su influencia en el arte quiteño, y para otros nunca existió, como

menciona Ayala Mora es indudable que existió una producción artística en la Audiencia de Quito, pero

también existieron en otras ciudades escuelas de arte que impide distinguir la diferencia de una obra a

otra porque no tienen características sobresalientes ni diferentes en cuanto a su tema, forma de pintar o

tallar (AYALA MORA, 1989: 149). El arte religioso renacentista fue impuesto bajo patrones que

estableció la Iglesia en donde la técnica y el tema fueron aprendidos por los artesanos para plasmarlos

en sus obras, moldeadas por cuadros y esculturas del viejo continente, y que utilizaron grabado o

láminas importadas para la reproducción y repetición de varias obras, entre ellas el Cristo de los

Azotes, la Virgen niña de la mano de sus padres, (AYALA MORA, 1989: 171), etc.

Las obras que se reprodujeron en los talleres de Quito, sirvieron para el comercio, razón por la cual

años más tarde formaron agrupaciones para controlar la producción y ser mejor remunerados. Mientras

esto ocurría, ellos continuaron al servicio de la conquista. En este proceso no tuvieron identidad

propias, eran anónimos y sólo los quienes adquirían el reconocimiento de la sociedad podían firmar sus

obras, tal es el caso de los pintores Miguel de Santiago y Bernardo Rodríguez, y del escultor Bernardo

Legarda. Sin embargo, estos personajes “destacados” a pesar de su reconocimiento en el arte de Quito,

tampoco tuvieron el poder de crear algo nuevo para la ciudad. La virgen inventada por Legarda ya se

representó en el siglo XVII por Miguel de Santiago, y antes de él, en el siglo X la Apocalíptica Nueva

Era apareció en la cultura hispano- árabe; siglos después a través de un grabado se trasladó a Quito y se

la llamó Virgen de Quito (AYALA MORA, 1989: 177).

Dentro del arte colonial Ayala Mora habla de dos tipos de cultura, la Cultura Escolástica “con

manifestaciones del saber, crear y obrar penetrados por las verdades religiosas”, y la Cultura

Humanista “con tres momentos: el renacentista, el barroco y el ilustrado; busca ejercer formas de

68

héterorreconocimiento y del autorreconocimiento para reclamar la figura de padre – hijo más no de

amo –esclavo” (AYALA MORA, 1989: 150-157). Estas expresiones fue blanco de críticas por parte

de Eugenio Espejo, quien intentó romper los esquemas culturales establecidos, por lo cual propuso un

sistema de conocimientos basados en la razón, el buen gusto y el bello espíritu, para dejar atrás la

ignorancia y dar paso a la Gráfico.

Si algo refleja el arte colonial quiteño, no es otra cosa que obras artísticas de dioses de los

colonizadores, hechas por manos indias y mestizas, quienes a pesar de su anonimato dejaron huellas no

sólo en las imágenes sacras; sino también en la historia de Quito.

4.9.2 Infraestructura arquitectónica de la colonia

Quito es una de las más antiguas capitales de Sudamérica, mantiene aún aspectos de su pasado

colonial. Conocer su arquitectura, es vivir la ciudad y reconocer sus mensajes, las relación con sus

habitantes y la historia que en ella guarda.

La arquitectura colonial quiteña es de estilo barroco hispánico, es decir es una ciudad que se extiende

siguiendo un trazado rectangular, con una plaza central, calles empinadas y parques con flores. Durante

casi cuatro siglos, el trazado urbano creció a paso lento y en forma concéntrica alrededor de la plaza

principal (Plaza de la Independencia); el sentido concéntrico “expresa la estratificación social de la

población y su poder económico” (PERALTA, 2007: 19), el cual era mayor en el centro que en las

periferias.

La migración por los cambios económicos, provocaron cambios en la estructura física urbana. La

ciudad se hacía más extensa en los cuatro puntos cardinales; al sur se ubicó el Panecillo, al norte la

Basílica Nacional, al este el Itchimbía y al oeste el Parque de el Tejar (http://quito.com.ec/que-

visitar/centro-historico), las construcciones que se realizaron en esta área física conservaron

característica propias de la época colonial. La arquitectura de las casas era sencilla, con paredes de

adobe, pisos de piedra, techos de teja, algunas tenían corredores y amplios patios con una pileta en el

centro; mientras que la arquitectura de las iglesias y conventos era más compleja con características

renacentistas o góticas que permanecen en la actualidad. Esa era la imagen de los barrios de Quito, con

iglesias que permanecían abiertas para permitir que los indígenas adoptaran la nueva religión, y con

casas sencillas que tenían pocas aberturas que da cuenta de la actitud conservadora de la época.

69

La religión en la fe católica se hizo presente como parte de la conquista española. La ciudad se

convirtió en un gran convento en el cual emergían campanarios y cúpulas de 23 iglesias albergadas en

el Centro Histórico como atractivos de la ciudad, hechas con ideas españolas y manos indígenas.

Durante la época colonial, se denominaba a las calles por sus características, como es el caso de la

calle García Moreno, conocida como la calle de las Siete Cruces, porque a lo largo de su trayecto

existen siete iglesias. Las iglesias de la capital en sus exteriores, son obras de arte talladas en piedra

con diseños barrocos, ellas guardan obras de arte de “Escuela Quiteña”, pinturas y esculturas, además

muestran la riqueza de la ciudad, como la iglesia La Compañía de Jesús o Iglesia de Oro, porque su

interior está cubierto de láminas de pan de oro, como réplica de la Iglesia de San Bartolomé de Roma

(http://quito.com.ec/que-visitar/centro-historico).

Los asentamientos a gran escala cambiaron el paisaje natural de la ciudad. Su entorno arquitectónico de

Quito es muestra de historia, de la esencia cultural de la ciudad, que logró trascender de la sociedad

local hasta la internacional para convertirse en Patrimonio de la Humanidad.

4.10 Influencia de la religión en la ciudad

La Iglesia desde la época colonial fue propietaria de bienes urbanos y rurales, además fue quien educó

de manera espiritual y moral a los indígenas; es decir, ya no existían dioses Incas ni de ningún grupo

ancestral, sólo existía el Dios de los españoles, el único al que ellos debían obedecerle y tenerle miedo.

La influencia de la Iglesia católica se sintió en el aspecto moral, económico, social y político.

La religiosidad de los quiteños les llevó a tener fe en imágenes, lo que influyó en su vida cotidiana e

incluso les hizo creer la intervención de los santos en los fenómenos naturales. Tal es el caso que en

1575, luego de la erupción del Pichincha, se acordó celebrar el 14 de septiembre de cada año, una fiesta

a la Virgen María por apaciguar la furia del volcán (CARRIÓN, 1983: 92). Este como otros sucesos

son ejemplos de la fe adquirida por los quiteños y su creencia en las imágenes que se encuentran en las

iglesias de la ciudad. Esta es una tradición impregnada en la memoria colectiva; sin embargo al pasar el

tiempo la gente se olvida de ciertos sucesos que marcaron la vida de la ciudad y dan la espalada a la

Iglesia, lo que significó que de a poco esta pierda el control que ejercía en el Estado.

Las generaciones actuales son diversas y están menos apegadas a la religión; pero como lo menciona

Carrión, el culto decae pero la naturaleza se encargará de recordarles su advocación a los santos

70

protectores de la fragilidad humana (CARRIÓN, 1983: 93). Es por eso que para recordar su fe

católica, Quito se construyó como un gran convento que alberga varios edificios religiosos desde la

época colonial.

La Iglesia es una fuerza social, cultural e ideológica que influye en el pensar de la gente, es ella la que

juzga el bien y el mal en la sociedad; por eso cuando la gente a pesar de que se olvida de Dios, cuando

tienen un problema acuden a rezar en alguna iglesia o en sus casas con la esperanza de aliviar sus

problemas, porque tienen arraigada esa costumbre desde la infancia.

4.11 Identidad quiteña

La identidad como lo mencionamos en capítulos anteriores, es el conjunto de prácticas,

representaciones, expresiones, conocimientos y habilidades que las comunidades transmiten de

generación en generación. Estos elementos son constantemente recreados en respuesta a un entorno, la

interacción con la naturaleza y su historia; de ahí que proporcionan un sentido de identidad.

La identidad quiteña influye en el desempeño del colectivo social, a través del tiempo, con sus raíces

históricas que los envolvió en procesos culturales, políticos y sociales. La apropiación del espacio

urbano es un generador cultural, ya que es ahí donde se expresan ideales, maneras de vivir y

expresiones artísticas que estimulan su rehabilitación como bien cultural, porque es posible

compatibilizar la preservación patrimonial con el desarrollo de la ciudad (CARRIÓN, 1983: 298). Si

la ciudad debilita su espacio público, dificulta el acceso a políticas públicas y a la participación de los

quiteños en la resolución de los problemas de la capital, lo que altera sus formas de convivencia. Los

estereotipos quiteños se deben a la construcción social y cultural que las personas forjan cada día; es

decir, la sociedad quiteña vive en un ambiente donde cada persona determina su rol funcionalista y de

esta forma cataloga un modelo a seguir. Algunos deciden conservar los sabores de la ciudad y se

dedican a la preparación de espumilla, ponche, helados de paila, solicitados por propios y extraños a

cualquier hora del día; otros se dedican a la construcción de cometas, carros de madera, trompos,

juegos que aún están presentes en barrios de la capital; otros en cambio dedican su tiempo al

conocimiento, para acceder a la industria y al comercio, fuentes de la economía de la ciudad, en fin un

sin número de funciones que cumplen diferentes personajes para darle vida a la cultura de Quito.

Desde hace varios años, la identidad quiteña se manifiesta a través de expresiones artísticas, bailes,

comparsas, escenificaciones de mitos y leyendas; y demás actividades de carácter ceremonial que son

71

reproducidas en fiestas especiales, propias de la tradición como el caso del 6 de diciembre, día de

Fundación, donde cientos de personas cada año van a las calles de Quito para admirar comparsas y

desfiles en honor a la ciudad.

Estas tradiciones expresan recuerdos de la trayectoria histórica de una comunidad, son parte de la

memoria social, se conectan y se transmiten de generación en generación a través de cuentos y

leyendas. Uno de ellos es el de Cantuña, relacionado con la construcción de la iglesia de San Francisco;

en esa época la sociedad elitista tenía mente prejuiciosa y racista, no podían soportar que un indio fuera

más rico que ellos, es por eso que crearon la leyenda en base al temor en donde un diablo fue quien le

dio riqueza a Cantuña (REVISTA FAMILIA, 2011: 11) y él al no terminar la construcción de la iglesia

se quedó con su alma y con bienes materiales en recompensa.

El patrimonio de la identidad quiteña se plasma en la memoria y supone un registro de conservación

de recuerdos a través de imágenes, documentos, audios, conocimientos, etc., que contribuye a la

construcción de referentes de pertenencia. No hay que olvidar que uno de los referentes de identidad es

la presencia indígena mezclada y minimizada por la española. La aceptación indígena es necesaria para

fortalecer la integración de diferentes grupos sociales que quedaron olvidados y hoy se los ve transitar

algunos sin rumbo por las calles para crear un discurso de igualdad e incursión social.

4.12 Quito, patrimonio cultural

Quito posee el Centro Histórico más representativo del Ecuador y el más grande de América,

conformado por monumentos, iglesias, conventos, plazas que se conservan dentro del centro de la

ciudad como tesoros de América y la humanidad; es por eso que fue declarada por la UNESCO

“Patrimonio Cultural de la Humanidad” en noviembre de 1978 (RODRÍGUEZ, 1996: 46). Quito se

proyecta como una de las ciudades más características del arte hispano que se conjuga con el talento

indígena y el arte criollo que pocas ciudades en el mundo conservan.

El patrimonio cultural es un tema diverso, que además de representar al arte, también se conjuga con la

pluriculturalidad. La cultura se transmite de generación en generación como un proceso de

reafirmación de la identidad de la ciudad. En las últimas décadas del siglo XX el concepto de

patrimonio reconoce los bienes que expresan diversos modos de vivir, formas de lenguaje,

celebraciones, fiestas, gastronomía, etc. (OLLERO LOBATO, 2010: 285), es decir diferentes maneras

de expresión cultural dentro de un espacio físico para reconocer las identidades de la ciudad y su

72

sentido de pertenencia. Néstor Canclini afirma que “esa ampliación de concepto agrupa a bienes

simbólicos plurales de toda la sociedad, sin restringirse únicamente a los bienes de las elites

dominantes” (OLLERO LOBATO, 2010: 285).

En el centro de la ciudad se observan cientos de personas quienes transitan a diario por sus calles y

plazas que habitan espacios que para algunos les resulta ajenos, con el fin de expresar sus necesidades

y no sentirse excluidos. En las calles se mezclan voces y rostros que marcan la identidad de la ciudad,

de ahí surgen los relatos y las leyendas abiertas a imaginarios que explican a su manera la historia de

Quito. La configuración de una realidad simbólica que producen y viven los ciudadanos, son parte del

patrimonio cultural que se construye y se acumula en el tiempo, y se hereda de una sociedad a otra

como parte del pensamiento y espíritu de la ciudad, desde la perspectiva de los imaginarios.

Esta nueva manera de analizar al patrimonio cultural posibilita la valoración de centros que contienen

bienes culturales, ya que el patrimonio conjuga lo material e inmaterial. Tal es el caso de los museos de

Quito, entre ellos el Museo Alberto Mena Caamaño en el que se encuentran obras de arte colonial, arte

republicano, arte contemporáneo, archivos y armas (RODRÍGUEZ, 1996: 54), que son resguardadas

como tesoros de la ciudad, porque cuentan su historia. Estas reliquias conservadas marcan escenarios

de identidad, que caracterizan a los quiteños como personas pluriculturales de mezcla española y

rasgos indígenas bajo el mando de la iglesia católica, con actitudes conservadoras en su mayoría. Sin

embargo, el proceso de modernización de la ciudad transforma los valores y costumbres sociales

(OLLERO LOBATO, 2010: 285); es decir, con la llegada de la tecnología y la visita de cientos de

turistas, ha obligado a los y las ciudadanas y ciudadanos a producir nuevas formas de comer, de vestir,

de actuar para estar a la par con el resto del mundo.

La distinción de la UNESCO al incorporar a Quito en el Patrimonio Cultural de la Humanidad exige el

esfuerzo por conservar intactas sus raíces y tradiciones culturales para enriquecer su legado, recibido

de sus antepasados. Este compromiso requiere la acción conjunta de los Poderes Públicos, de la Iglesia

y de sus habitantes para proteger y respetar los monumentos históricos que son el relicario donde se

encierran los hechos históricos que formaron los orígenes de la identidad quiteña.

73

CAPÍTULO V

PERCEPCIÓN DE LA MODERNIDAD DEL CENTRO HISTÓRICO 5.1 Percepción del Centro Histórico

El Centro Histórico de Quito, sufrió varios cambios tanto en lo arquitectónico como en lo cultural,

conservando su estilo colonialista. Después de conocer en los capítulos anteriores la arquitectura de la

ciudad, sus reconstrucciones, la cultura y la influencia que tienen los espacios físicos en la identidad

quiteña; este capítulo ampliará el análisis de las percepciones de la modernidad en el centro de la

ciudad.

Es necesario tener en cuenta testimonios reales de tres tipos de habitantes de la ciudad, el comerciante,

el transeúnte y el turista. Cada uno de ellos tendrá una mirada diferente y una manera especial de

percibir los espacios que tiene el Centro Histórico en el campo cultural como moldeador de

identidades. Además se conocerá los estudios que se han realizado acerca de este tema, dirigidos a

ampliar las visiones de la ciudad y explicitar la contribución que esta investigación puede tener en los

imaginarios de la modernidad.

Los métodos que se tomarán en cuenta para realizar esta investigación son el uso de encuestas y

entrevistas. Encuestas para conocer las percepciones e imaginarios que la gente tiene de Quito, y

entrevistas a expertos dentro del campo urbanístico para conocer cómo cambió Quito, con qué

propósito y cuáles son sus efectos en las costumbres de sus habitantes.

5.2 Construcción y reconstrucción arquitectónica de la ciudad

A pesar de que Quito no surgió con la llegada de los españoles, el periodo colonial es un elemento

determinante para la edificación de la ciudad, para dotarle de cualidades y formación histórica. A partir

de la Revolución Liberal se inicia el dominio de las relaciones capitalistas en todo el país, lo que

produjo el desarrollo urbano de Quito.

La modernización de los terratenientes agrarios, quienes pasaron a ser terratenientes urbanos lograron

cambios en la infraestructura de la ciudad y expansión en la misma, que cruzaron los límites de la

ciudad de esa época, el Panecillo por el Sur, y la loma de la Alameda por el Norte (CARRIÓN, 1990:

17).

74

Varias personas migraban hacia Quito para conseguir una fuente estable de ingresos, por lo que la

ciudad creció poco a poco; sin embargo el Centro Histórico por su religiosidad construida física e

ideológicamente, se convirtió en la centralidad de la ciudad, lo que para muchos fue un aspecto

positivo ya que permitió la conservación del mismo a través del tiempo.

El Centro Histórico se convirtió en un lugar de actividad comercial, turística, burocrática, con alta

demanda, pese a que en la época de los 70 (CARRIÓN, 1990: 17) se convirtió en un centro popular

informal que modificó los espacios religiosos y políticos, y al mismo tiempo la identidad social.

La ciudad sufrió transformaciones que reflejan cambios que afectan a la sociedad que la construye.

Después de varios años de construcción de edificaciones coloniales en Quito; iglesias, conventos,

colegios, conventos y casas antiguas del Centro Histórico fueron reconstruidos; tal es el caso del

antiguo edificio en el que funcionaba el Colegio Simón Bolívar, recuperado para su uso social. Las

reconstrucciones son parte de las políticas y acciones que propone el Municipio de Quito para la

conservación, preservación, salvaguarda, puesta en valor y uso social de los bienes culturales

patrimoniales (http://quito.com.ec/que-visitar/centro-historico) para conservar su estilo colonial y las

representaciones indígenas marcadas en la arquitectura y en el arte quiteño.

Estos lugares sufrieron daños debido al deterioro del tiempo, cambio de tendencias con la llegada de la

modernidad, evolución del arte y la cultura, terremotos como el de 1868 cuando derribó las torres del

convento de San Francisco. Una de las implementaciones que se muestran en las edificaciones es la

ornamentación muy típica en la fachada de plazas del Centro Histórico de la ciudad. Debido a la

modernización, las infraestructuras urbanas de la ciudad se beneficiaron del uso de servicios básicos;

tuvieron instalaciones de luz eléctrica, agua potable, alcantarillado, teléfono e internet; por lo que en

estos espacios se pudo crear nuevas dependencias como museos, teatros, radios, instituciones

educativas, etc.

5.3 Paso de lo colonial a lo moderno en la arquitectura de Quito

Con el inicio del colonialismo en Quito se organizó el espacio y el territorio de la ciudad. Durante la

década de los 50s, en la ciudad persistía el régimen de la hacienda tradicional tanto en el norte como en

el sur, era un área rural que necesitó ser modernizada para brindar mayor comodidad y status a los

ciudadanos.

75

Quito se formó con rasgos indígenas y españolas. La influencia indígena se refleja por el uso de

esculturas de animales místicos como el jaguar, ubicado en los bordes de las paredes de la iglesia de La

Catedral; la influencia de España marcó rasgos góticos en iglesias y conventos de la ciudad, muestra

del recentismo y de la llegada de lo mudéjar. “Lo mudéjar o morisco se caracterizó por el uso de

estructuras arquitectónicas románicas y góticas y el uso del ladrillo, la cerámica, la madera y el yeso”

(CARRIÓN, 1990: 149) esta influencia es notoria durante el siglo XVI y a inicios del siglo XVII.

En la etapa colonial, la fachada de la ciudad estuvo compuesta por casas con balcones y pilares de

piedra en la planta baja y de madera en la planta alta. La arquitectura tradicional o barroca utilizó

lunetos en bóvedas linternas en cúpulas y en cupulines para que entre la luz, porque ésta fue necesaria

para la apreciación del espacio (CARRIÓN, 1990: 150). Después de varias décadas de dominio de la

arquitectura barroca, fue necesario un cambio para pasar a la etapa de modernización y estar a la par de

las grandes ciudades alrededor del mundo, para ello se siguió un proceso de desarrollo no sólo en la

ciudad, sino también en todo el continente.

La Revolución Cubana de 1959 despertó esperanzas transformadoras en América Latina. Para detener

un posible avance comunista en el continente, desde los Estados Unidos se promovió el plan Alianza

para el Progreso, que luego inició la Guerra Fría en América Latina. Este plan junto con la Comisión

Económica para América Latina (CEPAL) determinó la necesidad del desarrollo de los países de

América Latina (PAZ Y MIÑO, 2003: 13). En la época de los 60s se sentó las bases para la

modernización al ejecutar la reforma agraria que dejó atrás el régimen terrateniente, en la ciudad se

impulsó la industrialización y la empresa privada para propiciar su desarrollo.

Una década después en Quito surgieron cambios, las familias de status alto y medio abandonaron el

centro para trasladarse hacia el norte de la ciudad, lo que provocó su ampliación y construcción de

nuevos edificios públicos y privados, e inclusive la construcción de la nueva Plaza de Toros que se

transformó en el lugar para la élite del norte, dejando atrás a las antiguas Belmonte y Arenas (PAZ Y

MIÑO, 2003: 13).

El boom petrolero también formó parte del desarrollo moderno de la ciudad. La riqueza del petróleo

enriqueció a las élites, quienes crearon los barrios burgueses de Quito caracterizados por la elegancia

de sus detalles arquitectónicos e inmuebles. En esta época también se fundan la mitad de los bancos

existentes en el país (PAZ Y MIÑO, 2003: 13). Para el desarrollo de la ciudad surgieron recursos para

alcantarillado, calles, avenidas, luz eléctrica, teléfono, pasos de desnivel, vivienda barata; surgen como

76

hitos de la arquitectura moderna hoteles, universidades y colegios representativos de Quito; se retoma

en la construcción el interés sobre la casa y el jardín como unidad; las artes plásticas y el arte mural

también se incorporaron en las fachadas de algunos edificios.

En el Centro Histórico apareció el tugurio (hacinamiento, densificación, inquilinato) (CARRIÓN,

1990: 18), paso para el proceso de urbanización y el crecimiento de la ciudad debido a la migración

hacia la capital. Aparecen nuevas representaciones arquitectónicas; el modelo colonial de las casas se

transformó en el proceso de modernización, atrás quedaron las casas con pileta en un patio central, y la

privacidad que estas le otorgaron a las familias quiteñas, fue el momento de la construcción del

condominio y la vida comunitaria, costumbre que les permitió vivir en menores dimensiones (PAZ Y

MIÑO, 2003: 301). En la década de los setenta, la arquitectura moderna de Estuardo Maldonado

presenta esculturas con materiales como el Acero Inox y composiciones geométricas que dan vida y

forma a los edificios de Quito (PAZ Y MIÑO, 2003: 301). Aquí se inician los proyectos de

conservación de la ciudad, tras la declaratoria como Patrimonio de la Humanidad.

5.4 Belleza moderna de Quito

“La arquitectura es la mayor expresión del arte verdaderamente humano, porque implica la

construcción de un tipo de obras que la naturaleza carece y que tampoco puede crear” (PAZ Y MIÑO,

2003: 14). Durante varios siglos, la arquitectura de Quito creció a ritmo lento, casas y edificios

tomaron color y fueron poco a poco remodelados; mientras que las calles de la ciudad se hicieron

estrechas, y cada vez fue más urgente detener la congestión.

El Centro Histórico albergó historia, que muchas personas decidieron abandonar para ir en busca de la

modernidad que les ofrecía el norte de Quito. Alrededor del centro se construyeron nuevos y altos

edificios que cambió la imagen de la ciudad, al contrastarse con las coloniales casas; esto significó una

ampliación de calles y avenidas para dar paso al automóvil y a los buses públicos, lo que marcó la

diferencia entre el Quito colonial y moderno, en el cual el peatón dejó de ser el protagonista del espacio

urbano.

Los límites de Quito se extendieron en los cuatro puntos cardinales. En el norte el Plan Regulador de

1942, modificó el modelo urbanístico introduciendo sobre la ciudad líneas diagonales y jardines

(PERALTA, 2007: 22); lo que significó una división entre lo popular y lo residencial. La pobreza que

se sentía en las periferias marcaron la desigualdad en la ciudad, para unos el Centro Histórico era

77

sinónimo de delincuencia, idea que está cambiando gracias a la recuperación de varios de sus edificios

y plazas.

Edificios, iglesias y casas contienen una ideología social, que busca difundir el desarrollo de la

arquitectura neocolonial. En la ciudad se crean o mejoran avenidas, bulevares, parques públicos, para

convertir a Quito en una ciudad más bella, atractiva para los turistas. Según Fernando Carrión, la

renovación urbana de la ciudad instaura una nueva forma y nuevos patrones de consumo introducidos

por la concentración del capital comercial en los denominados centros comerciales ubicados en las

zonas de expansión de Quito (CARRIÓN, 1983: 18); es decir la ciudad se moderniza con la

instalación de lugares en donde no sólo será un lugar de distracción, sino también será un lugar de

intercambio de dinero para fortalecer la economía quiteña.

Quito está dividido de manera imaginaria en un Quito moderno y un Quito antiguo. En el moderno se

encuentran altos edificios, centros comerciales y amplias calles, mientras que en el antiguo se conserva

la belleza de sus casas, iglesias y plazas. En la periferia de la ciudad, se encuentran las industrias como

forma de producción y mercantilización de productos de la ciudad. “El boom petrolero enriqueció a

varias familias en la ciudad, por lo que se desarrollaron barrios burgueses en Quito, vistosos por su

arquitectura, la elegancia de sus inmuebles y la ostentación de diversas viviendas” (PAZ Y MIÑO,

2003: 13).

El uso masivo de transporte, de servicios básicos como el agua potable, la energía eléctrica, el teléfono,

son muestras de que la modernidad llegó a toda la ciudad. Uno de los aspectos más importantes de la

modernidad es la vialidad. El Plan de 1967, dio énfasis al sistema vial, para acelerar el tránsito en la

ciudad (PERALTA, 2007: 22). La repavimentación, la creación de vías perimetrales, de túneles, de

parqueaderos, cambiaron la circulación de las personas y del comercio, con lo cual se extendió más la

ciudad, ya que ahora se puede movilizar a diferentes lugares dentro de la ciudad con la implementación

de nuevas vías y nuevas rutas de transporte urbano como es el caso del Metro, Ecovía y Trole bus.

5.4.1 Reconstrucción de iglesias en el Centro Histórico

Quito es una de las ciudades más grandes del Ecuador, alberga las principales instituciones

gubernamentales, culturales, financieras, y además los templos religiosos más visitados del país. Su

construcción empezó en la época colonial, durante el siglo XVI; el primer templo y monasterio a

crearse fue el de San Francisco, el 5 de enero de 1935 (SALVADOR LARA, 1992: 140). Esta iglesia,

78

así como La Merced en 1537, Santo Domingo en 1581, San Agustín en 1606, San Ignacio más

conocida como La Compañía en 1605, El Sagrario en 1657 (SALVADOR LARA, 1992: 140-145),

entre otras; tienen una arquitectura de estilo barroco con expresiones renacentistas, unidas al arte

español e indígena con el uso de oro en su interior, piedras y columnas, propias de la época colonial

con manifestaciones artísticas del arte de la Escuela Quiteña que generan un imaginario conservador en

la ciudad.

Estos templos sufrieron cambios a mediados del siglo XVIII, donde empezó su reconstrucción

arquitectónica en 1756, una de las causas fueron los varios terremotos que enfrentó la ciudad, como el

de 1868 mismo que derribó las torres originales de la iglesia de San Francisco.

La arquitectura y el trazado urbano crecieron a paso lento. En el siglo XIX y comienzos del siglo XX,

surgen transformaciones económicas y movimientos migratorios que transformaron la estructura física

del Centro Histórico (PERALTA, 2007: 19). Las actividades turísticas es otra de las causas para la

rehabilitación de las iglesias, en un sentido de promoción y desarrollo del patrimonio cultural de la

ciudad que transformaron los antiguos templos en centros atractivos para transeúntes o turistas, sin

perder su estilo barroco. Las iglesias se modernizaron con las instalaciones de luz eléctrica, agua

potables, alcantarillado, teléfono, e internet, como parte de su reconstrucción.

En algunos de estos templos religiosos se instalaron nuevas dependencias, tal es el caso de San

Francisco, que en la actualidad cuenta con museo, imprenta, teatro, radio, institución de educación

privada, con lo cual se hizo más pública para mayor interacción con la gente. Para la reconstrucción, el

poder público y privado activó programas de conservación encargados de recuperar las fachadas de las

iglesias, la limpieza de los monumentos y la exclusión de personas consideradas “peligrosas e

incapaces de mostrar una imagen positiva” a quienes visitan estos lugares (OLLERO LOBATO,

2010: 290).

La reconstrucción de la arquitectura del Centro Histórico ofrece modernidad, diversidad y riqueza que

forman paisajes arquitectónicos donde lo antiguo convive con lo moderno para mostrar al ciudadano y

turista un ambiente atractivo que guarda la belleza de su historia.

5.5 Percepciones e imaginarios ciudadanos del Centro Histórico de Quito

En el transcurso del siguiente estudio se intenta demostrar las percepciones que los quiteños tienen de

la ciudad, que responden a su cosmovisión e influencia cultural, historia, religión, tradiciones, valores,

79

etc., al uso de los espacios de la ciudad, y a la convivencia social. Los imaginarios que la gente tenga

de Quito y cómo la perciban, depende de la época y de los procesos que se desarrollen en su

cotidianeidad.

Los cambios en la cultura sólo pueden entenderse como parte de un proceso social. En la época

colonial la sociedad quiteña “estaba condicionada por el imaginario de separación y por un sistema

estamental y jerárquico” (KINGMAN, 2009: 47), lo que permitió organizar a la forma de vida de la

sociedad.

Quito estuvo ligado a la iglesia y a su concepción del bien y el mal, por lo que las personas de la

capital tenían una actitud conservadora en sus pautas de comportamiento, que tenían pocos colegios

para la enseñanza pero muchas iglesias para preponderar su fe. En esa época las plazas a las afueras de

las iglesias del Centro Histórico eran mercados donde la gente comercializaba sus alimentos, mano de

obra o animales, una época en el que estaban muy marcados los estratos sociales, en el que las

jerarquías promovían la hibridación, lo que podría ser asumido como barroco, que se mostró en

espacios públicos como el mercado o las plazas (KINGMAN, 2009: 48).

Estos espacios se reinventan de manera constante con la llegada de la modernidad porque cambian los

pensamientos con la llegada de los estudios y la tecnología. La imagen de la ciudad cambia por el

comportamiento, roles y funciones de los actores sociales, quienes cambian sus discursos porque sus

escenarios constituye sus prácticas y vivencias cotidianas. Al convertirse Quito en un área urbana,

metropolitana, sinónimo de crecimiento poblacional, las personas reafirman la identidad de su espacio

en relación a la nueva connotación que le produce estar dentro de un espacio más amplio.

5.5.1 Imaginario de Quito como gran metrópoli

Quito es una ciudad en constante evolución. En la época colonial las personas vivían en un Quito

antiguo rodeado de calles de tierra, casas de adobe, campanarios, zaguanes, cafés; que con el paso del

tiempo cambiaron y le dieron un nuevo rostro a la ciudad. Con las migraciones del campo a la ciudad,

esta crece tanto al sur como al norte y ocasiona una reorganización del espacio urbano. La

estructuración urbana respondió al modelo de la ciudad colonial, ya que entorno a la Plaza Mayor se

comenzó la jerarquización social (AYALA MORA, 1989: 213). En el centro se ubicaban los

mercados, escuelas, y en las afueras las fábricas como símbolo de industria.

80

En los primeros años de la colonia, las personas trasportaban su carga en animales o a “lomo de indio”

(AYALA MORA, 1989: 216), por el difícil tránsito en las calles. El mayor avance de transporte

terrestre se manifestó con la llegada del ferrocarril en 1873 (http://quito.com.ec/que-visitar/centro-

historico) con el cual varias ciudades pudieron conectarse para facilitar el comercio. El crecimiento

demográfico y poblacional incitó la ampliación de calles, puentes, autopistas para acceder a lugares

alejados del centro de la capital, fue necesario entonces mayor servicio de transporte público de

carretera, mismo que remplazaría al tren en 1975 (http://quito.com.ec/que-visitar/centro-historico).

La historia de Quito se distribuye al norte, centro y sur, ambientes distintos. En el norte, se ve el Quito

moderno con sus grandes estructuras urbanas y comerciales, representando a una ciudad que ha

despegado en el plano económico y ha dado paso a un desarrollo vertiginoso y acelerado. El centro

reúne el legado colonial y artístico propio de la historia colonial. La magia y misticismo se funden con

la belleza patrimonial de sus conventos e iglesias: La Compañía, San Francisco, La Catedral, La

Basílica y otras. La conjunción de elementos históricos, culturales, sociales y tradicionales permitieron

convertirse en la primera ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, en 1978. Más de 70 sitios

turísticos hacen de la ciudad un sitio especial para el visitante y una aventura para el quiteño que

recorre y reencuentra su pasado en las calles empedradas y balcones. El sur, menos moderno que el

norte pero más reciente que el centro, recoge a todo un grupo humano popular que si bien no ha

incursionado en las construcciones gigantescas y monumentales como el norte. Se ha acoplado en un

modelo comercial propio de toda la ciudad en todos sus sectores.

Lo moderno empezó a dar forma parte de la nueva urbe. Atrás quedaron las calles angostas, los cafés,

las casas de adobe, para convertirse en amplias calles, grandes restaurantes y casas de dos o más pisos

de cemento firme, ubicadas en su mayoría en el norte de la ciudad, que dejó de ser lugar de pastoreo,

granjas y cultivos.

Las expresiones culturales cambiaron de escenario, la Plaza Mayor ya no era testigo de actividades

recreativas, estas serían manifestadas en la Casa de la Cultura Ecuatoriana, un gran edificio circular

con fachada de espejos (SALVADOR LARA, 1992: 239) reflejo del arte moderno.

Jorge Salvador Lara nos dice que Quito a partir de los años 70 experimentó un crecimiento inusitado

producido por los petro dólares y la necesidad de asumir el papel de ciudad capital de un país petrolero,

pero este crecimiento trajo consigo el desarrollo cultural, social y financiero, por lo que si definimos a

una metrópoli como una ciudad principal representante de una sociedad, tendremos que reconocer a

81

Quito como tal, debido a que se ha convertido en el centro de movilidad política, económica, cultural y

social.

El deterioro de algunas edificaciones coloniales provocaron su reconstrucción por pare del Municipio

de Quito, que convierten a la capital en punto estratégico de los turistas nacionales y extranjeros para

mejorar la imagen de la ciudad y proteger el patrimonio arquitectónico. En la actualidad se pueden

apreciar nuevos sistemas de transporte como el Metro, el Trole y la Ecovía, que recorren la ciudad de

norte a sur hasta altas horas de la noche para que los quiteños puedan recorrer sus calles y ser partícipes

de diferentes actividades nocturnas en áreas rehabilitadas como el sector de La Ronda. Los

imaginarios modernos han hecho mirar a Quito como una ciudad en relación a otras, ya no se la ve

como una pequeña metrópoli, sino como una gran urbe que atrapa a los ciudadanos y vehículos en las

horas pico.

Cada personaje que forma parte de la historia moderna de Quito, se encarga de construir nuevas

realidades sociales, con imaginarios que determinan una nueva identidad quiteña basada en lo

moderno (comodidad, tecnología) para satisfacer sus necesidades dentro de esta ciudad que nunca deja

de crecer.

5.6 Uso de los espacios físicos de la ciudad

Los espacios públicos de Quito son lugares de encuentro de sus habitantes, quienes producen

momentos de inclusión, de construcción de ideas colectivas y movimientos sociales; es decir son

espacios que ellos utilizan para su interacción e intercambio ideológico entre los actores sociales para

crear identidad.

Los espacios físicos son ajenos o propios en el tiempo, crean sentido de pertenencia y reconocimiento;

además de ser un lugar físico, sus habitantes lo dotan de expresiones culturales y significado. Este

significado que se crea en la memoria colectiva, permite la recuperación de estos lugares e impide la

privatización de ellos, porque son necesarios para el encuentro social de cada uno de sus habitantes.

En Quito, se han realizado restauraciones de diferentes lugares de la infraestructura del Centro

Histórico para conservar su riqueza patrimonial. Según Eduardo Kingman las restauraciones “son una

corriente de retorno al pasado, a una ciudad colonial y a las viejas relaciones que supuestamente se

desarrollaban en su interior” (CARRIÓN, 1990: 55). Es decir, es un proceso que intenta recuperar los

mensajes del pasado, los lugares que sirvieron de encuentro para construir la historia de la ciudad; la

82

administración municipal está rehabilitando los espacios públicos y las áreas verdes de la ciudad para

el desarrollo de actividades de integración social y cultural.

El Centro Histórico de Quito se construyó como centro de espiritualidad por la influencia religiosa de

la época colonial, esa es la razón de la existencia de iglesias y conventos a su alrededor. Los

significados que cada espacio físico tiene dependen de la época en la que se sitúa. Por ejemplo, al pasar

por las calles de la ciudad, se puede observar que las plazas como la de La Independencia son espacios

para el encuentro de las personas de la tercera edad, jubilados que buscan momentos de relajación e

interacción con otros; sin embargo cuando la ciudad atraviesa por problemas políticos y descontento

social, estos mismos lugares se convierten en centros de disputa por el poder o de revuelta ciudadana.

La modificación del enfoque urbano crea nuevas formas de mirar a la ciudad y de utilizar sus espacios

físicos; tal es el caso de la restauración de la Plaza de San Francisco, la cual en siglos pasados desde su

formación fue un mercado popular y hoy es un lugar de encuentros culturales, en el que además se

encuentra un restaurant para el deleite de nacionales y extranjeros.

La inversión en infraestructura de comercialización (CARRIÓN, 1990: 55) es un factor de renovación

urbana. Algunas zonas de la ciudad como la Plaza 24 de Mayo, el sector de La Merced o El Tejar

fueron remodelados con la creación de bulevares o centros comerciales, lo que modificó las relaciones

de compra y venta entre los pequeños comerciantes y el público, y a la vez dio otro significado y uso a

estos espacios que al igual que todos los que se encuentran en el Centro Histórico de Quito, son de

relevancia para la construcción simbólica, el encuentro y la participación social.

5.7 Construcción de la identidad de Quito

La identidad quiteña se formó en el proceso de colonización y mestizaje, factores que construyeron la

identidad andina y sus patrones de comportamiento social, caracterizados por conductas pasivas e

influencia de la religión, la cual marcó estándares de una conducta conservadora e introvertida. Una

identidad necesita estabilidad y pertenencia que le permita ser reconocida como tal, necesita ser

relativamente duradera, pues esta percepción requiere de continuidad temporal (GUERRERO, 2002:

101); como se menciona en el primer capítulo, la identidad se modifica por la influencia del contexto

social, con las experiencias sociales y las vivencias diarias, ligadas a la memoria colectiva y al tiempo,

lo que construye un sentido de pertenecía e identificación. Las características de las personas están

influenciadas por varios aspectos dentro de su contexto cultural; ellas buscan expresar y defender su

identidad con la construcción de procesos de socialización que les permita mantener relaciones con

otras personas o grupos.

83

La formación de Quito como ciudad, creó un proceso de división social, cada clase cumplió un rol que

le otorgó características de diferenciación a cada una de ellas. La independencia de la ciudad

construyó el imaginario de territorio propio, idea que afianzó la creación de identidad nacional y

colectiva, con rasgos específicos que la identifican; a partir de ello se identifican como propias varias

tradiciones y fiestas culturales, cívicas, religiosas que imponen una marca en Quito y en sus

habitantes; esta ideología da muestra de la diversidad cultural de los quiteños, como un legado que

consolida su identidad.

La conducta y la vida de los quiteños nacen de sus raíces, de sus costumbres heredadas a través del

tiempo, de la creación de valores y símbolos de identificación que se reproducen de generación en

generación; tal es el caso de la creación de las leyendas de Quito como la de Cantuña, la Casa 1028,

entre otras; mismas que guardan mitos de una historia que se construyó en el pasado para crear

anécdotas o trazar una línea entre el bien y el mal influenciada por la religión.

Los espacios públicos forman un papel fundamental en la formación y expresión de la identidad, por

años el Centro Histórico de Quito se convirtió en el centro popular de informalidad, lugar comercial

donde los quiteños salen para adquirir ropa, accesorios, comida, etc., a precios convenientes; pero

también el centro es un “espacio reservado a la simbología de un poder religioso y político en

decadencia que da paso a nuevas formas de representación e identidad social” (CARRIÓN, 1990: 22).

Por el poder religioso, el Centro Histórico fue escenario de la formación de las leyendas de Quito; la

identificación del centro como un espacio político es porque ahí se encuentra el Palacio de la

Independencia o Casa Presidencial, lugares que antes estaban alejados de la gente común, porque no

todos tenían acceso a este; sin embargo ahora propios y extraños pueden entrar y conocerlos como una

forma de cercanía, de reconquista de los espacios públicos.

Los imaginarios, los significados, significaciones y sentidos de los quiteños determinan sus prácticas,

modelan la percepción que tienen de la realidad, de sí mismo y de los otros; sus representaciones

simbólicas se convierten en guías que orientan sus acciones dentro de la sociedad.

5.7.1 Relaciones, expresiones e intercambios culturales en los jóvenes

Mediante el estudio de la identidad quiteña, se observa la unión entre tradición y modernidad; la ciudad

vive una hibridación cultural, es decir ofrece a diario intercambios culturales que convierten a los

84

quiteños en seres moldeados por fusiones entre distintas culturas. La música, comida, fiestas son

factores que representan a la práctica de la cultura en la ciudad; esta práctica confronta a diario

costumbres locales con las extranjeras, que las fusionan y les otorgan nuevos usos; por ejemplo la

corrida de toros de ser una fiesta popular se convirtió en una fiesta para la élite, dejó de ser un

espectáculo del centro de la ciudad para trasladarse a la Plaza de Toros al norte de Quito.

Los albazos, pasillos, san juanitos y pasacalles son ritmos de identidad de la capital, famosos en

épocas pasadas y hoy reemplazadas por música internacional, ritmos como el reggaetón, pop, rock

ahora son punteros en las preferencias de los jóvenes de la ciudad.

Canclini menciona que mediante la hibridación, la fluidez de las comunicaciones facilita la

apropiación de elementos de diversas culturas (LUGO, Luis José.

http://revistacontratiempo.wordpress.com/2010/10/14/hibridacion-cultural-un-escape-a-la

globalizacion/).

La cultura puede ser modificada por la industria cultural, que influida por recursos económicos trabaja

con los medios de comunicación para producir y circular nuevas formas simbólicas a todas las clases

sociales, por medio de la creación de bienes culturales como el arte, la publicidad y la arquitectura; por

ejemplo en el Centro Histórico de Quito está presente la presencia de la fe católica, en cada calle del

casco colonial hay una iglesia muestra del proceso de evangelización y la imposición de un Dios

diferente al de los aborígenes, sin embargo también en esas mismas iglesias hay rasgos de los dioses

representativos como el jaguar, muestra de la mezcla española e indígena.

Las experiencias sociales, involucran prácticas y vivencias culturales que son trasmitidas por discursos

o formas de vivir, éstas prácticas transforman la cotidianeidad hasta marcar una memoria colectiva. Las

diferencias marcan una relación de otredad y da lugar a la diversidad, a nuevas costumbres que se

aprenden por la convivencia, los conocimientos pueden ir cambiando de acuerdo a los intereses de cada

persona, porque adoptan una nueva cultura, donde existirá una mezcla de representaciones simbólicas,

nuevas creencias y comportamientos dentro de un nuevo sistema de valores que los caracterizan.

La cultura transforma la vida en la sociedad. El intercambio cultural es un proceso que hace posible la

muestra de multiculturalidad en la ciudad, en las expresiones joviales que se percibe en las calles.

85

5.8 Imaginario actual de Quito como Patrimonio cultural

Quito para muchos, es la ciudad con el Centro Histórico más grande y mejor preservado de América

Latina, en ella resalta su estilo colonial y moderno, sus paraqués, iglesias, conventos, plazas, museos y

edificaciones históricas. Por su riqueza histórica, arquitectónica y cultural, la UNESCO la declaró

como Primer Patrimonio de la Humanidad en 1978 (RODRÍGUEZ, 1996: 46).

El Centro Histórico es una herencia de la sociedad. El legado a patrimonio “pierde su condición

histórica, porque se homogeniza y neutraliza, desapareciendo el sujeto patrimonial” (CARRIÓN,

1990: 26); es decir el rescate de esta herencia significa recuperar la historia de la ciudad. Las iglesias

del casco colonial como la de San Francisco, Santo Domingo, La Compañía, etc., son muestras de la

arquitectura barroca de la época, resultado de las influencias españolas e indígenas. Cabe resaltar que la

cultura indígena, a pesar de la represión por parte del yugo español, se encuentra reflejada en la

infraestructura y el arte quiteño, pintura, escultura de la mano de ecuatorianos indígenas y mestizos

como Caspicara, Legarda, etc.; lo que le otorga identidad a la ciudad, reconocida como la “Carita de

Dios”; su estructura colonial fusionada con las raíces indígenas la convierten en un Patrimonio de la

humanidad.

Los templos y conventos son monumentos arquitectónicos con imágenes de arte de la época colonial,

que guardan paisajes y leyendas de la historia quiteña; tal es el caso de la Sala Capitular de San

Agustín donde se puede observar una cruz, misma donde se proclamó la libertad para lograr que los

próceres de Quito den el Primer Grito de la Independencia. La ciudad se proyecta como una de las más

características de América Latina, lo que exige conservar y enriquecer el legado cultural que se forja de

generación en generación.

5.9 Valor cultural quiteño frente al interés comercial

La ciudad de Quito fue tierra de pueblos ancestrales como los Quitus, Karas, Cotocollaos, etc., ellos

por su paso en la ciudad dejaron un legado cultural de tradiciones que se mezclaron con las coloniales,

en la época de conquista. Décadas fueron necesarias para construir el valor cultural quiteño, con

símbolos que destacan la identidad de la ciudad; monumentos, iglesias, plazas, son representaciones

que identifican a Quito y por la cual la convirtieron en Patrimonio de la Humanidad que preserva estas

edificaciones y revitaliza sus costumbres y tradiciones.

86

El Centro Histórico de Quito es sede de diferentes lugares destinados al turismo y al comercio, pero ¿la

belleza arquitectónica perderá valor cultural debido al interés comercial y turístico que se muestra en la

ciudad? Las edificaciones coloniales guardan historia y cultura, son espacios que conjugan la vida

colonial con la moderna; por eso son objeto de visita de propios y extraños en cualquier época del año.

“El turismo incentiva la vitalidad de los centros, pero actúa como agente contaminante al incidir en su

territorio por las acciones inadecuadas en transformación de edificios y espacios, así como en el

comportamiento y condiciones de vida de sus habitantes” (CARRIÓN, 1990: 225). Es decir, el

turismo le hace bien a la ciudad porque además de exponerse al mundo, es una fuente de ingresos para

quienes trabajan en el Centro Histórico; sin embargo el uso turístico y comercial no tenía armonía

porque con la cantidad de comerciantes que vendían sobre las veredas, calles y plazas de Quito, era

imposible visibilizar la belleza de sus espacios arquitectónicos tradicionales.

El interés comercial está presente en la sociedad como base de la economía de varias familias; sin

embargo el valor cultural frente al valor comercial del Centro Histórico lleva ventaja, debido a que la

ciudad guarda historia y un legado cultural que está en la memoria de sus habitantes; es por eso que el

Fondo de Salvamento del Patrimonio Cultural (FONSAL) preserva los lugares turísticos de la ciudad, y

ahora se observa en el Centro Histórico calles libres de comerciantes informales, quienes ahora tienen

lugares más cómodos y seguros para trabajar, ya que entre esos planes del FONSAL y el Municipio de

Quito está la creación de bulevares y centros comerciales informales.

Estas ideas fortalecen y mejoran la calidad de vida de los habitantes, al conservar la belleza

arquitectónica del centro de la ciudad. El uso comercial que se genera en Quito es un conflicto social

que afecta al trabajador informal y al reconocimiento de los espacios públicos porque se modifican y

transforman; tal es el caso de la Av. 24 de Mayo, una zona rehabilitada en la que se incorpora espacios

de uso múltiple, cultural, recreativo, deportivo, y sitios para la venta organizada de diversos productos

que mejoran la cara de la ciudad y la situación de sus actores sociales, quienes de vendedores se

transformarán en agentes activos (CARRIÓN, 1990: 226-227).

5.10 Influencia de la modernidad en la forma de vida quiteña

Así como la historia determinó los espacios de Quito en su geografía, también influyó en la forma de

vida de los quiteños, pues lo cambios a los que se fue sometiendo fueron determinantes en la

organización social de la ciudad. Es así que la modernidad se caracteriza por ser autoreflexiva, esto

87

quiere decir, que la modernidad es el primer momento de la historia donde el conocimiento teórico, el

conocimiento experto sé retroalimenta sobre la sociedad.

Una segunda característica de la modernidad, es la descontextualización, que es el desarrollo de la vida

local en su contexto y que la vida local cada vez es más producida por lo translocal. Este señala que la

globalización no es una etapa nueva, distinta a la modernidad; sino que la globalización ocurre cuando

la modernidad logra universalizarse. Lo que quiere decir que en gran medida el control de occidente

sobre la modernidad se debilita, pero que al mismo tiempo, occidente ha logrado abarcar todo el resto

del planeta.

Para entender los fenómenos actuales, no basta el conocimiento sistemático de la organización social,

ni la invención de términos como postmodernidad, sino que es necesario comprender la significación

de modernidad, este criterio que día a día hace que los quiteños se sientan menos identificados con su

ciudad y su historia, porque el cambio violento de las edificaciones origina la adopción de nuevas

costumbres y hábitos desechando los tradicionales y convirtiendo a la ciudad en un espacio sin

identidad.

Lo anterior, aplicado a Quito puede decirse que la mayoría de los cambios que ha surgido en el quiteño

de ahora se deben a que en las generaciones actuales ya casi no hay referentes históricos, se está

perdiendo la memoria histórica porque no se sienten tan ligados a su ciudad, sino que sus hábitos,

gustos y comportamientos van a la par con la globalización con la que se homogeniza todo.

Los personajes urbanos, las leyendas y tradiciones ya no se toman en cuenta en la cotidianidad; ni

siquiera en los establecimientos de educación básica como la escuela se resalta la importancia de hacer

conocer todo lo que encierra nuestra ciudad. El Centro Histórico en estos tiempos se ve como folclore

de la ciudad, cuando ahí está una parte fundamental de ella, que la diferencia de las otras ciudades del

país.

88

CAPÍTULO VI

RESULTADOS OBTENIDOS EN LAS ENCUESTAS 6.1 Población investigada

Para la investigación planteada, se tomó como universo la población del cantón Quito comprendida

entre los 15 y 25 años, sin consideración de género, la misma que alcanza a 382.014,

(http://www.inec.gob.ec/inec/index.php?option=com_content&view=article&id=302), según datos del

INEC considerando que el porcentaje de población urbano de Quito es del 76.06% del total, se asume

que la población a investigarse es de 290.560 jóvenes.

Por ser una población sumamente amplia, se procedió a la extracción de una muestra representativa, la

misma que tiene como características aleatoria y no estratificada debido a que no interesa la extracción

socio cultural a la que pertenecen los jóvenes para opinar sobre el imaginario moderno de la ciudad.

La muestra se calculó de acuerdo a la siguiente fórmula:

PQkeN

NPQn−−

=

2

2

)1(

)(

Dónde:

N = Población total (290.560)

PQ = Varianza de probabilidad (0.25)

e = Nivel de error permisible en la muestra (8%)

k = Coeficiente de corrección del error (1.26)

25.026.108.0)1560.290(

)560.290(25.0

2

2

+−=n

25.026.108.0)1560.290(

640.72

2

2

+−=n

89

25.05876.10064.0)559.290(

640.72

+=n

5637.1171640.72

=n

62=n

A esta muestra se aplicó una encuesta con el fin de la influencia que tienen las nuevas edificaciones del

Centro histórico de Quito en la falta de valoración cultural por parte de los jóvenes, los nuevos

espacios de identidad y el imaginario actual de la ciudad.

90

6.2 Resultados de la encuestas a los jóvenes quiteños Pregunta Nº 1

¿Cómo definiría a la ciudad de Quito en la actualidad?

Tabla 1: Definición de la ciudad de Quito f %

Colonial 16 24%

Moderna 28 42%

Las dos 22 33%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráficos 1: Definición de la ciudad de Quito

INTERPRETACIÓN

Una de los principales elementos del imaginario coletivo de una ciudad se desprende de la

conceptualizacion que se tenga sobre la misma, y de hecho, el 43% de los jóvenes quiteños

encuestados considera a la ciduad como una urbe moderna, mientras que un 24% la concetualiza como

colonial, y un 33% mantiene una posicíon equilibrada entre los dos polos distintos. Esto nos indica

que la visión mayoritaria se alinea con la tendencia modernizante y globalizadora de la ciudad.

91

Pregunta Nº 2

¿Conoce usted las principales construcciones coloniales del Centro Histórico de Quito?

Tabla 2: Conocimiento de construcciones coloniales principales

f %

Si 9 14%

No 15 23%

En parte 42 64%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 2: Conocimiento de construcciones coloniales principales

INTERPRETACIÓN

Para poder onceptualizar a la ciudad en cualquiera de sus dimensiones y más aún en el plano cultural e

histórico, es necesario partir del conocimiento de sus estructuras, podemos ver que apenas un 14%

conoce las edificaciones coloniales principales, mientras que un 23% no tiene ningún conocimienot, el

63% restante, constituido como una mayoría de opinión, tiene un conocimiento parcial de las

estructuras arquitectónicas principales del centro histórico de Quito, por lo que su conceptualización

sufre un sesgo hacia lo que es más frecuente en ellos, es decir las construcciones modernas.

92

Pregunta Nº 3

¿Considera usted positivo la construcción de obras modernas en el Centro Histórico de Quito?

Tabla 3: Criterio sobre construcciones modernas en el centro histórico de Quito

f %

Si 36 55%

No 9 14%

En parte 11 17%

TOTAL 56 85%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 3: Criterio sobre construcciones modernas en el centro histórico de Quito

INTERPRETACIÓN

Acorde con lo anterior, el 64% de los jóvenes encuestados considera positiva la construcción moderna

dentro del centro histórico de Quito, es decir, mayoritariamente se constituye una imagen moderna de

la ciduad antes que de conservación, apenas un 16% se opone a la idea y un 20% tiene un criterio

dubitativo sobre este aspecto. Con esta idea base, es evidente que la definición de la ciudad de Quito

no es netamente colonial, y por tanto su imaginario es moderno.

93

Pregunta Nº 4

¿Por qué son importantes las construcciones coloniales del Centro Histórico de Quito?

Tabla 4: Valoración sobre construcciones coloniales

f %

Valor histórico 45 68%

Valor comercial 4 6%

Valor cultural 17 26%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 4: Valoración sobre construcciones coloniales

INTERPRETACIÓN

Sobre la importancia de conservar el centro histórico de la ciudadm, el 68% de los jóvenes encuestados

considera que el valor es solamente histórico, es decir una concepción estática y momumental de un

lugar geográfico que debería encerar un criterio más cultural, como lo consideran el 26% de los

jóvenes, y un 6% cree que el valor es comercial. Esta tendencia de cirterios evidencia una abstracción

cultural sobre la que no se genera importancia entre los jóvenes, solamente consideran la ciudad como

una colección de momumentos sin vida cultural propia.

94

Pregunta Nº 5

¿Cree usted que es beneficioso para la ciudad construir centros comerciales en el Centro Histórico?

Tabla 5: Beneficio de construcción de centros comerciales en el centro histórico

f %

Si 4 6%

No 56 85%

En parte 6 9%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 5: Beneficio de construcción de centros comerciales en el centro histórico

INTERPRETACIÓN

Sin embargo del criterio poco cultural que se mantiene sobre la ciudad, existe una tendencia muy

acentuada a no considerar como poritiva la inclusión de centros comerciales dentro del centro histórico,

así lo demuestra el 85% de opiniones en contra de esta inclusíon, mientras que apenas un 6% considera

positva esta iniciativa y 9% en parte positiva. Esta tendencia no es contradictoria con el criterio de

considerar históricas las construcciones coloniales, aunque no por las razones precisas.

95

Pregunta Nº 6

Cree usted que la ciudad de Quito debe:

Tabla 6: Conservación del casco histórico de Quito

f %

Tener un casco colonial puro 36 55%

Permitir construcciones modernas en su casco histórico 28 42%

Modernizar completamente su centro histórico 2 3%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 6: Conservación del casco histórico de Quito

INTERPRETACIÓN

El 55% de los jóvenes encuestados considera que el centro histórico debe ser mantenido puro, pero casi

la mitad, o sea el 42% considera que se debe modernizar permitiendo construciones modernas,

mientras que apenas un 3% cree que se debe modificar completamente. Esta opiniíon nos permite

determinar con precisión el hecho de que a pesar del imaginario moderno de la ciudad, existe una

valoración que de cualquier manera permite ese afán de preservación en la juventud.

96

Pregunta Nº 7

¿Conoce usted edificaciones en mal estado dentro del Centro Histórico de Quito?

Tabla 7: Conocimiento de edificaciones en mal estado

f %

Si 1 2%

No 62 94%

En parte 3 5%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 7: Conocimiento de edificaciones en mal estado

INTERPRETACIÓN

El conocimiento del centro histórico de Quito implica no solo concer las construcciones

representativas, sino además saber cuáles de ellas se encuentran en estado deficiente, aspectot que

apenas un 1% conoce y en parte un 5%, así pues, los jóvenes encuestados en casi su totalidad no tienen

conocimiento ni interés sobre el estado actual de las construcciónes coloniales del centro histórico, eso

lo asevera el 95% de los encuestados.

97

Pregunta Nº 8

¿Qué cree usted que debería hacerse con esas construcciones?

Tabla 8: Criterio sobre construcciones en mal estado

f %

Reconstruirlas 32 48%

Derrocarlas 4 6%

Modernizarlas 30 45%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 8: Criterio sobre construcciones en mal estado

INTERPRETACIÓN

En el caso de que se supieran cuáles son las construcciones que están en mal estado, la visión de los

jóvenes se encuentra dividida entre modernizarlas o reconstruirlas, con porcentajes de 45% y 49%

respectivamente, quedando solo un 6% de opiniones sobre derrocarlas. Esta información nos indica

que no existe un criterio unánime sobre la concepción del centro histórico de Quito, pues unos piensan

en forma conservacionista mientras que otros de manera reformista.

98

Pregunta Nº 9

¿Por qué es importante mantener el Centro Histórico?

Tabla 9: Importancia del centro histórico

f %

Tradición 46 70%

Comercio 12 18%

Cultura 8 12%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 9: Importancia del centro histórico

INTERPRETACIÓN

Acentuando más aún el imaginario actual de la juventud respecto a la ciudad, el 70% considera que su

función es tradicional, mientras que solo un 12% lo considera cultural y el 18% comercial. Estos

resultados no dan cuenta de una visión estática del centro histórico solo por tradición sin considerar

que la forma activa sería tomarlo como un elemento cultural.

99

Pregunta Nº 10

¿Cree usted que el Centro Histórico es útil para la ciudad y sus habitantes?

Tabla 10: Utilidad del centro histórico

f %

Si 45 68%

No 9 14%

En parte 12 18%

TOTAL 66 100%

Fuente: Encuesta es jóvenes quiteños

Autora: Katherine Ximena Cevallos Trujillo

Gráfico 10: Utilidad del centro histórico

INTERPRETACIÓN

Aún a pesar de lo anterior, el 68% de los jóvenes considera que el centro histórico si es útil para la

ciudad, aunque no se establece exactamente para que, solo el 14% considera que no tiene utilidad y el

18% en parte. Esta visión de utilidad nos da la idea de que existe una tendencia a respetar la identidad,

pero no a valorarla como cultura.

100

6.3 Resultados de las entrevistas dirigidas a personas adultas que viven en el Centro Histórico

1.- ¿Cómo ve a Quito en la actualidad?

- En la actualidad Quito es una ciudad que combina lo nuevo con lo histórico, es un espacio De

construcciones monumentales y amplio comercio que enmarcan a un centro histórico valioso.

- Quito se ha convertido en un espacio de comercio total, la actividad comercial se ha desbordado y

ha invadido todos los espacios de la ciudad.

- La ciudad en la actualidad ha perdido mucho de su encanto, ya no es la ciudad pequeña y segura

de antes sino un lugar agitado y ruidoso de comercio constante.

- La ciudad es un centro de trabajo en general, no se han respetado los monumentos históricos y se

ha destruido mucho de su historia.

- Lo mejor de Quito es su centro histórico, ahí se concentra la cuna de la cultura ecuatoriana.

2.- ¿Qué actividades son propias actualmente de la ciudad de Quito?

- La mayor parte de la actividad en Quito es comercial, sea de manera formal o informal, se ha

inundado de comercios a la ciudad.

- El comercio es la mayor actividad de la ciudad, en todo lado se comercia.

- El comercio es muy difundido e n la ciudad, pero además se tiene ciertas industrias que ya se han

establecido en la ciudad.

- El comercio es la actividad principal seguido de la burocracia, se puede decir que son las dos caras

de la moneda pues la una engendra a la otra.

- La ciudad de Quito es eminentemente comercial.

3.- ¿Considera usted que ha existido una evolución de la ciudad?

- Si, se ha logrado una evolución en el sentido arquitectónico y social.

- La evolución de la ciudad es total, y se sigue desarrollando en este punto, el crecimiento es muy

acelerado y trae problemas sociales.

- La ciudad es muy evolucionada, desde hace más de 20 años se ha cambiado bastante, aunque el

centro histórico permanece como era.

- Si ha evolucionado, lastimosamente también lo ha hecho en su centro histórico y por eso se han

perdido muchas cosas.

101

- La evolución de la ciudad es obvia, ha crecido hacia todos los lados posibles.

4.- ¿Qué opinión tiene usted sobre el centro histórico de Quito?

- El centro histórico es algo muy valioso para la ciudad, ahí se guardan parte de su historia, de su

tradición, y se ha conservado más o menos bien.

- El centro histórico de Quito es una valiosa colección de monumentos.

- El centro histórico es un espacio de cultura colonial valioso para toda la América.

- El centro histórico es un espacio de historia dentro de la modernidad de Quito.

5.- ¿Considera usted que el imaginario de la ciudad actual es moderno?

- Sí, es moderno por su concepción.

- Sí, es moderno por la cantidad de construcciones.

- Es moderno porque se ha invadido el centro histórico con construcciones modernas.

- Es una visón equilibrada entre lo moderno y lo anterior.

102

CAPITULO VII

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 7.1 Conclusiones

- La contradicción arquitectónica a la que hace referencia Robert Venturi tiene que ver con la

irrupción del modernismo dentro de la ciudad de Quito, alternando sus espacios históricos con

construcciones nuevas y modernas. Este aparecimiento de construcciones nuevas dentro del

centro histórico, sumado con la proliferación de barrios periféricos con arquitectura

contemporánea, hacen que la juventud de la ciudad genere un imaginario moderno en el que

pierden valor las construcciones coloniales como manifiestos de la cultura, y pasan a ser

simplemente piezas de un museo inanimado sin un verdadero significado para las nuevas

generaciones.

- Un problema colateral que se ha identificado alrededor del imaginario moderno de la ciudad en los

jóvenes quiteños es la pérdida de identidad, tomando en cuenta que esta es producto de la falta de

valoración de los monumentos del centro histórico, y la adopción de otros parámetros culturales

extranjeros, generando problemas de identidad social, esto demuestra la pérdida de identidad

definida como el desarraigo poblacional.

- En relación con la teoría de identidad, uno de los aspectos predominante en el imaginario del

joven es el conocimiento de las principales construcciones consideradas como emblemáticas

dentro de la ciudad, este desconocimiento provoca la pérdida de valor cultural y el poco interés

sobre la preservación de los mismos.

- A pesar de haber sido designada como Patrimonio de la Humanidad por su arquitectura, la ciudad

de Quito no tiene una unidad de criterio respecto al conservacionismo, pues se nota un bajo interés

en cuanto a la preservación de monumentos arquitectónicos en las jóvenes generaciones,

provocado por el desconocimiento total de la historia que guarda cada uno de ellos.

- El imaginario moderno de la ciudad en los jóvenes de Quito tiene otro aspecto de generación, es el

del valor comercial del espacio urbano, el centro histórico de quito no solo se ha visto invadido

por construcciones modernas, sino que además ha dado paso a un comercialismo total dentro de

103

su espacio físico, lo que remplaza la imagen de un espacio físico histórico por la imagen de un

lugar comercial adornado por construcciones coloniales.

- Se nota una brecha generacional respecto al imaginario de la ciudad, mientras para los jóvenes la

ciudad es un espacio moderno y comercial con cierto aire colonial por sus construcciones, las

generaciones de mayor edad consideran a la ciudad como un museo vivo en el que estorban las

actividades comerciales y los edificios modernos.

7.2 Recomendaciones

- Si bien es imposible frenar el progreso de la ciudad y con ello la contradicción arquitectónica, es

necesario que este proceso de modernización tengo cierto orden funcional que permita una mejor

identificación de lo que representa el Centro Histórico y concentre la idea de una ciudad moderna

con un espacio de historia que la identifica como única dentro de América Latina, este cambio en

el imaginario actual de la juventud respecto a la ciudad permitiría un interés propios en dicha

población respecto a la conservación y cuidado de los principales monumentos históricos del

Quito colonial.

- Una ciudad vive por sus habitantes, no es solo un grupo de construcciones lo que le da su

identidad, sino el empoderamiento de sus habitantes sobre la valoración de sus edificios, esto tiene

como origen el conocimiento y la difusión de la historia que se esconde en cada esquina del

Centro Histórico, esta difusión debe efectuarse mediante la incursión histórica en los centros de

estudio tomando como base una metodología vivencial y práctica.

- Con el fin de complementar la idea anterior sobre la historia de los principales monumentos

arquitectónicos de la ciudad, es necesario partir por el conocimiento del inventario mínimo de

construcciones históricas que debe manejarse dentro del sistema educativo de los jóvenes, y la

mejor manera para alcanzar este objetivo es buscar los mecanismos por medio de los cuáles el

joven quiteño se sienta parce activa y vital de este lugar, este nivel de compromiso se da cuando la

historia se torna viva y se comparte con quienes deben aprenderla, identificando los principales

monumentos de Quito y su historia.

- No es posible promover un conservacionismo histórico si no se cuenta con la formación básica de

un imaginario ciudadano histórico, en otras palabras, si la juventud no conoce ni identifica a la

ciudad como un centro de historia, no se le puede pedir que participe activamente en su

104

conservación, en este aspecto es importante emprender campañas de información y conocimiento

de lo que es el Centro Histórico para que en forma colateral se promueva su defensa y

conservación en las nuevas generaciones.

- No se puede evitar la irrupción de la arquitectura moderna ni de las actividades comerciales dentro

de la ciudad, tratar de frenar lo que se considera progreso es realmente ir contra corriente, pero si

se puede abrir espacios de rescate cultural en los que se detenga el avance del modernismo por

medio de la identificación, valoración cuidado de los principales edificios y monumentos

históricos de la ciudad, así, el imaginario podrá revertirse del comercialismo y modernismo

ciudadano a histórico y conservacionista.

- La brecha generacional que aparece entre las diversas poblaciones etarias de la ciudad se debe a la

poca integración que se ha dado en la conciliación de los imaginarios que se plantean distintos, en

este sentido, las generaciones mayores conservan la idea de un Quito colonial e histórico que no

ha sido comunicado a las nuevas generaciones, hace falta esa integración generacional para mover

el imaginario juvenil del comercial y modernista que mantiene al momento a lo que las anteriores

generaciones consideran.

105

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109

ANEXOS Anexo 1. Encuesta dirigida a jóvenes de la ciudad de Quito. Objetivo: Determinar la influencia que tienen las nuevas edificaciones del Centro histórico de Quito

en la falta de valoración cultural por parte de los jóvenes, los nuevos espacios de identidad y el

imaginario actual de la ciudad.

Instrucciones: Agradecemos su tiempo y la información que nos otorga, la encuesta es anónima, debe

escoger una sola respuesta de cada pregunta.

CUESTIONARIO

1.- ¿Cómo definiría a la ciudad de Quito en la actualidad?

Colonial

Moderna

Las dos

2.- ¿Conoce usted las principales construcciones coloniales del Centro Histórico de Quito?

Si

No

En parte

3.- ¿Considera usted positivo la construcción de obras modernas en el Centro Histórico de

Quito?

Si

110

No En parte

4.- ¿Por qué son importantes las construcciones coloniales del Centro Histórico de Quito?

Valor

histórico

Valor

comercial

Valor

cultural

5.- ¿Cree usted que es beneficioso para la ciudad construir centros comerciales en el Centro

Histórico?

Si

No

En parte

6.- Cree usted que la ciudad de Quito debe:

Tener un casco colonial puro

Permitir construcciones modernas

en su centro histórico

Modernizar su centro

histórico completamente

111

7.- ¿Conoce usted edificaciones en mal estado dentro del Centro Histórico de Quito?

Si

No

En parte

8.- ¿Qué cree usted que debería hacerse con esas construcciones?

Reconstruirlas

Derrocarlas

Modernizarlas

9.- ¿Por qué es importante mantener el Centro Histórico?

Tradición

Comercio

Cultura

10.- ¿Cree usted que el Centro Histórico es útil para la ciudad y sus habitantes?

Si

No

En parte

112

Anexo 2. Entrevistas dirigidas a personas adultas que viven en centro histórico.

Objetivo: Determinar la influencia que tienen las nuevas edificaciones del Centro histórico de Quito

en la falta de valoración cultural por parte de los jóvenes, los nuevos espacios de identidad y el

imaginario actual de la ciudad.

1.- ¿Cómo ve a Quito en la actualidad?

2.- ¿Qué actividades son propias actualmente de la ciudad de Quito?

3.- ¿Considera usted que ha existido una evolución de la ciudad?

4.- ¿Qué opinión tiene usted sobre el centro histórico de Quito?

5.- ¿Considera usted que el imaginario de la ciudad actual es moderno?

113

Anexo 3. Fotografías

Plaza de la Independencia

114

Plaza de San Francisco

115