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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA METROPOLITANA
UNIDAD IZTAPALAPA
LA IDENTIDAD NACIONAL DEL MEXICANO COMO IMAGINARIO SOCIAL.EL CASO DE LAS CLASES MEDIAS URBANAS DE LA CIUDAD DE
MÉXICO DURANTE EL MILAGRO MEXICANO (1940-1958).
TESIS
QUE PARA LA OBTENCIÓN DELGRADO DE LICENCIADA EN
HISTORIA
PRESENTA: BETZABÉ ARREOLA MARTÍNEZ.
ASESOR: MTRO. ANTONIO SANTOYO TORRES.
México, D.F. Mayo 2003
Agradecimientos:
En primera instancia quiero agradecer con especial cariño el apoyo de mi guía
intelectual y espiritual, un excelente maestro y gran amigo Antonio Santoyo, pues
gracias a él descubrí el bello placer que otorga el saber. No tengo cómo gratificar los
invaluables consejos y enseñanzas que hoy han cimentado mi vida, aquellas palabras
de lucha y consuelo que el alma necesita, cuando algún tropiezo o dolor nos hace
flaquear en el arduo caminar de nuestra existencia. Es por eso que concibo este mi
primer trabajo de investigación como el resultado de un gran esfuerzo y dedicación de
ambos.
También quiero agradecer la ayuda de los maestros: Martha Ortega, Federico Lazarín
y José Carlos Castañeda; quienes consideraron mi sueño por realizar esta tesis tan
extensa, ofreciéndome su comprensión y junto con ello trabajo en la misma
Universidad. Gracias a ello puede finalizar esta investigación.
No puedo dejar de lado por ningún motivo el apoyo moral y críticas constructivas de
mis amigos, especialmente de Elizabeth Torres, David Cruz, José Alfredo V, Ovidio
Mújica y Humberto Ramírez; así como de mi hermana Itzel Arreola.
Y con especial cariño agradezco las fuertes y fructíferas críticas de un gran filósofo
Edwin Rojas, a quien quiero y admiro mucho.
Pero más le agradezco a la vida, porque este es el comienzo de enfrentar, vencer y
saber disfrutar los grandes retos del oficio del historiador.
I N D I C E:
Introducción..........................................................................................1
1.- Marco teórico ...10
1.1.-El estudio de la intencionalidad a través del análisis
fenomenológico............................................................................................11
1.2.- Hacia un análisis de lapercepción....................................................................................................17
1.3.- La multidiciplinariedad en lahistoria..........................................................................................................20
1.4.- El análisis perceptual y el sentidointencional.....................................................................................................24
1.5.- Las representaciones sociales como fuentes deanálisis de la historia cultural........................................................................25
1.6.-La fenomenología y el análisis de lacorporalidad..................................................................................................30
1.7.- La fenomenología y el análisis de losbienes de consumo cultural ..32
1.8.- El campo semántico de la publicidadcomercial......................................................................................................36
1.9.- El análisis de los imaginariossociales.........................................................................................................39
1.10.- El análisis hermenéutico de lasimágenes......................................................................................................43
Antecedentes históricos .. .. .. .48
2.- La Identidad Nacional Del Mexicano Como Imaginario Social
2.1.- El nacionalismo posrevolucionario como símbolo unificador:el mito nacionalista ..... .59
3.-Nacionalismo e identidad cultural en el ámbito de la vida cotidiana.
Vestido e imagen. Look de las clases medias.
3.1.- Hacia un análisis de la corporificación socio-cultural .. 84
3.2.- Cuerpo e identidad: los nuevos usos del cuerpo .... 90
3.3.- La mujer mexicana moderna .... . 108
3.4.- Semiología de la moda: los códigos indumentarios ... 121
3.5.- La modernización del cuerpo y de la identidad 132
3.6.- ¿Identidad nacional o identidad moderna ? .. 138
3.7.- ¿Economía moderna o economía nacionalista ?..........................145
3.8.- El cuerpo institucionalizado ... .. ... .. 151
4.-Los bienes de lujo. Consumo conspicuo.
4.1.-Hacia un análisis del consumo cultural .. 158
4.2.- Consumo e identidad: las nuevas formas de consumo .. ..161
4.3.- Semiología del consumo: la mercantilización de la cultura .. 170
4.4.- Los espacios de las políticas cotidianas: la familiay la escuela . 184
4.6.- Modernidad y crisis de identidad ... ...201
4.7.- El consumo como estrategia política .. . 212
Conclusiones .. 216
Categorías analíticas .. .. .........222
1
TEMA: LA IDENTIDAD NACIONAL DEL MEXICANO COMO IMAGINARIO
SOCIAL. EL CASO DE LAS CLASES MEDIAS URBANAS DE LA CIUDAD DE
MÉXICO, DURANTE EL “MILAGRO MEXICANO”.
Introducción
En este trabajo nos interesa analizar un fenómeno cuya complejidad lo ha
llevado a ser abordado en sus diferentes tiempos y espacios históricos por
psicólogos, sociólogos, antropólogos, filósofos e historiadores, quienes han
establecido interesantes debates y puntos de vista en torno suyo. Nos referimos al
fenómeno de la identidad nacional de los mexicanos, que será abordado en este
trabajo de investigación desde el enfoque metodológico de la historia cultural.
Estudiaremos la identidad nacional como fenómeno cultural, esto es, como
eje de explicación de diferentes comportamientos, valores y percepciones que tuvo y
tiene el “mexicano” de su mundo y de sí mismo, lo que nos ayudará a entender su
comportamiento ínter social.
Entendemos por identidad “el punto de vista subjetivo de los actores sociales
acerca de su unidad y sus fronteras simbólicas, respecto a su relativa persistencia en
el tiempo; así como en torno de su ubicación en el mundo, es decir, en el espacio
2
social “1. La identidad se trata de una acción, de la autodefinición por los individuos
mediante la interacción social; por lo que el análisis de este fenómeno requiere ser
visto desde el punto de vista subjetivo del actor social. Es el resultado del modo en
que los individuos se relacionan entre sí, y la manera en que lo hacen dentro de un
sistema de relaciones y representaciones establecidas por el grupo social o colectivo.
Nuestro trabajo de investigación debió ser limitada en un tiempo y espacio
determinados, de modo que abarcará de 1940 a 1958. Partiremos de 1940 a 1958 ya
que los gobiernos sucesores de estos tres periodos gubernamentales: Manuel Ávila
Camacho (1940-1946), Miguel Alemán (1946-1952) y Ruiz Cortinez (1952-1958),
impulsaron una política de desarrollo nacional basándose en la industrialización,
aprovechando la insuficiencia de productos manufacturados extranjeros, provocada
por la Segunda Guerra Mundial.
Desde la perspectiva de este proyecto, hablar de los años cuarentas es
hablar de grandes cambios y transformaciones en la cultura2 mexicana. Hemos
elegido estudiar sólo la ciudad de México, ya que como sabemos en este periodo la
ciudad experimentó un notable crecimiento, en la transición de la vida rural a la vida
urbana, y es aquí donde se ubica la clase social que nos interesa estudiar, la clase
media, que crecía al mismo ritmo que la economía del país.
1 Bonfil Batalla, Nuevas identidades culturales en México, p 24.2 Es muy importante mencionar la manera en que en este trabajo se entenderá el término Cultura, que hemos retomadode la Antropología Cultural por ser la más aceptable y completa según nuestros criterios y perspectivas. Esta la definecomo el conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida socialmente adquiridos de los miembros de una sociedad,incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar, - es decir su conducta- .Harris ,Marvin,Antropología Cultural, p 20.
3
Mucho se ha hablado de los grandes cambios y transformaciones que se
dieron en las estructuras políticas, económicas y sociales del país a partir de 1940,
del crecimiento económico y tecnológico que se dio en este periodo, de la estabilidad
política nacional e internacional que experimentó el país, la consolidación del Estado
posrevolucionario con un proyecto de desarrollo nacional basado en la
industrialización tecnológica, que llevaría al país al “progreso” y la vida “moderna”,
bajo los principios de democracia social y nacionalismo cultural. Sin embargo muy
poco se ha hablado de los cambios y transformaciones que se dieron en la forma de
ser, de sentir, de actuar y de pensar de la sociedad; esto es de los cambios y
transformaciones del mundo práctico y sensible de lo cotidiano.
Sin lugar a dudas el sector industrial pasó a ser el sector más importante de
la producción y junto con el modelo económico capitalista y empresarial se daba
paso al México “moderno”. Después de tanta búsqueda desafortunada se estaba
ante un proyecto nacional que parecía prometedor y perfecto. El rumbo económico
del país abría definitivamente sus puertas al tan admirado Estados Unidos y más
pronto de lo que se imaginaba a la Europa occidental. La política capitalista
empresarial afianzaba sus raíces, junto con el lema revolucionario y nacionalista de
optimismo y esperanza.
¿Se había encontrado por fin el tan anhelado proyecto que salvaría al país
de todos los males que ya por tantos siglos venía arrastrando?. El objetivo de
nuestra investigación no es saber qué paso en el plano de las estructuras
económicas en este periodo denominado “milagro mexicano”, sino explicar cómo
percibieron y qué significo en realidad el llamado “milagro mexicano” para aquellos
4
hombres y mujeres que se veían integrados paulatinamente a las nuevas formas y
estilos de vida, dictados por la vida “moderna” inherente al imperialismo mercantil
norteamericano.
Nos interesa analizar la dinámica socio-cultural que vino a modificar entonces
las modalidades de ser del mexicano y, con ello, la manera de percibir su propia
cultura junto con la revaloración del nacionalismo que, para este periodo, se
integraba con gran fuerza en la educación, en las artes, el cine, la música y el
discurso político principalmente.
Nos proponemos estudiar la identidad nacional como fenómeno cultural,
dentro de las prácticas cotidianas colectivas, mostrando cómo este nacionalismo
cultural fue creado y formulado por la elite del poder en el imaginario social, siendo
este paradójicamente contrario a los valores que la vida urbana “moderna” alentaba.
Queremos ver cómo las clases medias – en el acto perceptual - fueron
transformando el sentido de su identidad nacional al integrar a su vida nuevas
modalidades culturales.
No podemos negar la idea de que toda cultura nacional es el resultado de la
convergencia de culturas diversas, pero es importante poner atención en el grado de
ruptura que se da en las formas culturales propias, y las consecuencias que ésta
puede traer; ya que las dimensiones que ha alcanzado la aculturación para el caso
mexicano han sido significativas.
Después de la independencia de México el país pasó por una serie de
tropiezos para la organización y creación de un nuevo proyecto político y social, la
5
inseguridad y el miedo a tomar las riendas de nuestro país, llevó tomar soluciones
siempre equivocadas, a imitar modelos constitucionales ajenos. “La nación que se
quería, debía imitar el modelo europeo y muy pronto el de los vecinos del norte. ‘Para
los liberales -apunta Luis González- existía un indomable antagonismo entre los
antecedentes históricos de México y su engrandecimiento futuro.’”… “Las costumbres
de los países avanzados debían imitarse: sus costumbres políticas, sus modas, sus
espectáculos”3 .
La calificación de los mexicanos como seres incivilizados y hasta bárbaros por
parte de la mentalidad eurocéntrica, parecía imponerse durante gran parte del siglo
XIX. Esto, junto con la falta de un horizonte ideológico, político y económico propio,
llevó a buscar catalizadores de imitación en aquellos países que parecían exitosos
como Francia y Estados Unidos.
De esto hablaba Samuel Ramos en su libro El perfil del hombre y la cultura
en México. El problema emana, según Ramos, de habernos creído dicha inferioridad,
que se manifestó a partir de la Independencia, cuando el país tuvo que buscar por sí
solo una fisonomía nacional, donde la única salida que encontró fue imitar. Se creó
así no sólo un país, sino una cultura bajo ideales extranjeros, que al no responder a
las necesidades de nuestra realidad sociocultural nos llevaron al fracaso y a la
dependencia no sólo del rumbo económico del país, sino también de las bases de
nuestra cultura nacional.
3 Bonfil Batalla, Guillermo, México profundo. Una civilización negada, p153 y 156.
6
Mostraremos cómo el mismo concepto de “cultura nacional” a partir de los
años cuarenta del siglo XX fue creado bajo la dimensión ideológica de la clase
dominante, expresado bajo un sistema de símbolos e imágenes que mostraban
falsas “realidades” de la historia y la vida cotidiana de los mexicanos. El discurso
público a partir de Manuel Ávila Camacho mostraba una exaltación del nacionalismo
cultural en la educación pública y las artes expresadas en el muralismo, la
arquitectura, el cine, la literatura; en la creación de instituciones como El Colegio
Nacional, El Instituto Nacional de Bellas Artes, en la reconstrucción de zonas
arqueológicas, la instalación de museos etc., que formaban en el imaginario colectivo
el ideal del “nacionalismo cultural” como una estrategia de consolación ante los
fracasos sociales de la Revolución Mexicana, y como instrumento político para dar
esperanza y credibilidad al nuevo gobierno.
Pablo González Casanova cuestiona hasta qué punto el concepto mismo de
cultura nacional designa más una intencionalidad política del sector social que posee
y gestiona los medios de producción y difusión cultural, o un producto social orgánico
representativo de la creatividad de un pueblo.4
Ya desde el siglo XIX se evidenciaba la admiración de los liberales por las
instituciones estadounidenses. Para el México del siglo XX, a partir del periodo
conocido como “milagro mexicano”, este fenómeno de imitación y asimilación cultural
se vio manifestado ya no sólo en el ámbito político, sino ampliamente en el modelo
económico y en los modos de vida de la sociedad. A pesar de que en el discurso
público se hablaba de un nacionalismo orgulloso, veremos cómo en el ámbito de la
4 Stefano Varesa, “una dialéctica negada” en Entorno a la cultura nacional, pp 147-148.
7
vida cotidiana y doméstica de las clases medias y las élites, este nacionalismo
parece bastante contradictorio.
De esta problemática parte nuestro interés por estudiar la historia de México
en un periodo que se caracterizó por el avance del país, en un sendero de
crecimiento económico y estabilidad política, pero al mismo tiempo por una fuerte
apropiación cultural orientada a los modelos de Estados Unidos.
Por entonces, muchos de los cambios que experimentaba el país en la esfera
política y económica traían consigo un nuevo panorama sociocultural, enfocado en la
vida urbana “moderna”. De éste, fueron las clases medias sus principales
protagonistas, las cuales desarrollaron nuevas formas de ser.
De este modo, la hipótesis general de este trabajo plantea: una crisis del ideal
de identidad nacional de los mexicanos en el periodo conocido como “milagro
mexicano”. Veremos cómo paralelamente al desarrollo de la imagen de
“modernidad”, “progreso” e industrialización, la sociedad empezó a negar una serie
de rasgos culturales preexistentes, mediante el establecimiento nuevos hábitos de
consumo, nuevos valores, nuevas aspiraciones y hasta un modelo de vida del país
vecino del norte. Este en buena medida fue tomando el control no sólo de la
economía del país, sino también de la cultura mexicana. Estos hechos contradecían
los ideales nacionalistas y revolucionarios que el discurso gubernamental exhibía.
Intentaremos demostrar, que el “nacionalismo” mexicano existió sólo en el
imaginario social, como iniciativa del gobierno posrevolucionario, el que lo utilizó
como instrumento de dominación simbólica mediante el mito de cohesión, justicia
8
social y democracia. Con esto, el poder posrevolucionario buscó integrar a su plan de
desarrollo económico, que contemplaba como beneficiarios a los sectores medios y
altos urbanos, dejando fuera a las clases más desprotegidas.
Analizaremos el “nacionalismo” en las representaciones y prácticas cotidianas
colectivas para ver las contradicciones entre el lenguaje simbólico del “nacionalismo”,
expresado en el discurso público, y el lenguaje simbólico de la vida “moderna”, tan
anhelada en la vida cotidiana por los sectores sociales dominantes y en asenso.
Para efectuar este estudio, ha sido necesario evaluar el estado de la cuestión.
Por ello, hemos establecido como primer capítulo un marco teórico, que pretende
mostrar al lector, el horizonte analítico y explicativo de nuestro tema.
El segundo capítulo, denominado “La identidad nacional del mexicano como
imaginario social”, muestra al nacionalismo como mito de cohesión social. Mito
formado por las clases hegemónicas a través de una serie de imágenes, símbolos y
conceptos en el imaginario colectivo. Aquí se busca mostrar la relación existente
entre imaginación y poder.
El tercer y cuarto capítulos, se concentran en el estudio de las emociones,
sentimientos y pensamientos colectivos como ejes de orientación de la acción social.
Para ello hemos dirigido nuestro análisis hermenéutico al estudio de la corporalidad,
dando énfasis a tres de sus dimensiones, el cuerpo individual, el cuerpo social y el
cuerpo político. Creemos, al igual que Focucault, que el análisis del cuerpo es
fundamental, ya que a partir de allí se sitúa el poder, pues a través del cuerpo se
determinan los roles y las formas de relación intersubjetivas.
9
La identidad nacional de mexicano como imaginario social. El caso de las
clases medias urbanas de la ciudad de México, durante “el milagro mexicano”; es una
trabajo histórico multidiciplinario que observa la psicología del mexicano, la vida
cotidiana, la cultura política y las formas de comportamiento; de modo que propone
un análisis de conjunto que permita entender la dimensión cognitiva de los valores,
códigos, pensamientos y hábitos en los que se configura el discurso de las redes de
poder.
10
1.- Marco teórico.
Después de haber planteado los objetivos de nuestra investigación, es
necesario establecer los lineamientos reflexivos y explicativos teóricos en los que
esta se ira desarrollando.
El fenómeno de la Identidad Nacional ha sido estudiado por innumerables
intelectuales, entre ellos Samuel Ramos y Octavio Paz, quienes han puesto
significativa atención a la psique y formas de comportamiento de los mexicanos.
Algunos otros como Roberto Blancarte, Bartra Roger, Antonio Caso, Leopoldo Zea,
Emilio Pacheco, Pablo Gonzáles Casanova, etc., han hecho interesantes reflexiones
históricas que nos permiten entender el desarrollo de dicho fenómeno; y ahora
nosotros hemos planteado nuevos puntos de análisis los cuales nos brindan nuevas
formas de abordar y entender este tema. Para ello se han seleccionado y adecuado a
nuestros intereses algunos lineamientos reflexivos de filósofos, antropólogos,
lingüistas, psicólogos y sociólogos que nos serán de gran utilidad.
Un tema como el de la Identidad Nacional nos lleva forzosamente a estudiar
tanto los hechos históricos como la estructura conductual5 de la sociedad mexicana.
De este modo nuestro trabajo no se puede limitar a un estudio de tipo descriptivo, sin
vincular el análisis reflexivo. Para lo cual hemos establecido tres niveles de análisis:
la indagación empírica6, en la que buscaremos captar a los objetos tal y como se
5 Entendemos que la conducta humana es aprendida, es decir, adquirida por transmisión social. Por ello, el ser humanoes producto del grupo, etnia o clase social al que pertenece.6 Del empirismo tomamos la idea de que la adquisición del conocimiento y pensamiento no se acentúan sólo en el papelde la razón; de este modo resaltamos también el papel de la experiencia, sobre todo el sentido de la percepción. Con ello,establecemos un equilibrio entre racionalismo y empirismo; ya que la mente también incorpora las sensaciones en laestructura de la experiencia. Será a través del análisis fenomenológico, que trataremos de captar y distinguir cómo son
11
presentan en la facultad cognoscitiva del sujeto - para tales objetivos nos
ayudaremos de algunos principios planteados por la fenomenología- , y de este modo
tratar de entender el sentido intencional de las clases medias en el periodo a
estudiar, y la manera en que éstas se percibían a sí mismas y a su mundo.
En un segundo nivel trataremos de buscar las relaciones e implicaciones,
conexiones y estructuras que en apariencia parecen superficiales, ya captadas en el
primer nivel con otros hechos, para así conectar datos; y en un tercer nivel poder
detectar las causas, condiciones y principios de relación con el fenómeno a estudiar.
Por último, en un trabajo de síntesis, vamos a catalogar, valorizar al
conocimiento; por lo que de las partes se buscará ir al todo para encontrar una
unidad que pueda conectar todos los elementos desconectados. Esto es, captar en
una amplia visión el orden que hay entre elementos aparentemente dispersos e
inclusive opuestos, aquellas relaciones aparentemente lejanas que simplifiquen la
formulación del fenómeno estudiado a través de la explicación o comprobación de
nuestra hipótesis.
1.1.- El estudio de la intencionalidad a través del análisis
fenomenológico:
Para estudiar la experiencia humana, no basta con estudiar la realidad
concreta, sino que es necesario adentrarse a la abstracción cognitiva7, ya que a
las cosas, a partir de cómo el sujeto piensa que son en realidad; esto con el fin de alcanzar una comprensión más precisade las bases conceptuales del conocimiento.7 En el caso particular de esta investigación se plantean como elementos de la abstracción cognitiva aquellosconocimientos subjetivos de los individuos como las emociones, sentimientos, impulsos, sueños, imaginarios; los cuales
12
través de esta buscamos extraer aquellas partes de la realidad no visibles a primera
vista y por ende altamente complejas en el proceso de conocerse. De este modo, nos
apoyaremos en algunas de las ideas de la corriente denominada fenomenología8 en
la que se define el cogito práctico como intencional; de modo que ésta busca
identificar y describir la experiencia tal y como es aprendida, siendo el sentido
intencional el punto de partida para entender el mundo.
De este modo, nos interesa describir y explicar la realidad a través de los
modos típicos en que las cosas y los hechos se presentan, entender la manera en
que ésta es percibida y entendida por el ser humano, y una vez aprehendida la
realidad, le da significado, valor y sentido intencional, a su mundo, a las cosas que le
rodean, a sus pensamientos y por ende a la acción humana9.
Por ello, es tan importante al análisis y descripción de los valores, sentidos o
significados de los bienes, símbolos y objetos; éstos al estar constituidos por un nivel
de intencionalidad nos permitirán conocer las conexiones vividas y preceptuales del
hombre y su mundo.
es necesario analizar en su pura esencia o noción, por medio de una operación intelectual que nos permita conocer lascualidades y características de estas en la realidad concreta.8 Del Bergsonismo y la fenomenología hemos retomado algunos lineamientos explicativos, en los que se establece laobservación de los hechos concretos en la percepción, memoria y experiencia humana. Se refiere a una filosofía de losvalores o fenómenos ideales, que aunque aparecen como elementos abstractos, son parte de la cognición humana y suestudio nos permite comprender la estructura de la conciencia intencional.A diferencia de fenomenología, creemos que en el análisis del pensamiento y los valores, debe incluirse el análisis delinconsciente, esto es, el conjunto de fenómenos psíquicos que actúan sobre la conducta como elementos preconceptualesy que después serán conceptuales en la conciencia intencional.9 Dicho término se refiere a “las maneras de obrar, pensar o sentir” , obedece a una reglas externas comunes ycolectivas, conocidas y aceptadas por la totalidad de la sociedad.
13
La fenomenología analiza la relación intersubjetiva10 e interactuante entre los
individuos y su mundo en términos de intencionalidad. Estos es, nuestro estudio
pretende hacer un análisis hermenéutico de la praxis humana en relación con las
circunstancias prevalecientes de su mundo. Y la fenomenología, al analizar los
sentidos de los modos de vida, nos abre nuevos horizontes para descubrir la
actividad y creatividad intencional del sujeto histórico ante su mundo.
De este modo, a través de algunos postulados ya mencionados de la
fenomenología buscamos explorar la experiencia intersubjetiva del hombre y su
mundo, por lo que tendremos que descartar el análisis objetivista –pues nos parece
una forma de análisis reduccionista- como única evidencia de la realidad, ya que este
tipo de explicaciones no se encuentran plasmados de forma directa en los
documentos escritos. Por ello será mediante el método hermenéutico que
buscaremos conocer y explicar una parte de la realidad sociocultural, a diferencia del
análisis objetivista y científicista que excluye el problema de los sentidos –los cuales
suelen ser múltiples y hasta contradictorios- de la existencia humana.
De ahí que busquemos estudiar al hombre en su comportamiento ante el
mundo que lo rodea, lo que incluye el mundo humano de las necesidades,
sentimientos, emociones, impulsos, sueños, exigencias e imaginarios; los cuales
también influyen en el sentido intencional del comportamiento humano.
10 Esta dinámica incluye percepción, cognoción y construcción social los cuales forman parte constitutiva de lo quehemos llamado experiencia intersubjetiva .
14
En el caso concreto de nuestro fenómeno de estudio, queremos analizar
cómo se fue formando y transformando la identidad nacional de las clases medias11
mexicanas ante el contacto cultural que se dio con Estados Unidos y que vino a
transformar la intencionalidad de sus actos y por ende la de su misma identidad.
Veremos cómo a partir de los años cuarenta se fueron modificando en la
sociedad mexicana, sus necesidades, modos de hablar, formas de conducta, valores
y símbolos propios, habilidades, creencias, conocimientos e identidad nacional;
transformaciones que fueron conformando a la nueva sociedad y con ello a todo su
entorno cultural. Las clases medias fueron expuestas a otros estilos de vida y
modelos culturales a través de símbolos e imágenes dadas principalmente por los
medios de comunicación y publicidad, que al ocupar un lugar clave en la vida
cotidiana de las personas iban ofreciéndoles una nueva concepción de su realidad
sociocultural. Lo que contradecía de manera evidente el nacionalismo cultural tan
pronunciado en el discurso público.
En nuestro estudio trataremos de descubrir qué tipo de emociones y
pensamientos fueron percibidos por las clases medias, ante el choque de lenguajes
simbólicos; uno hacia la cultura nacionalista y el otro el de la vida urbana “moderna”.
Donde los medios de comunicación y publicidad masiva influyeron de manera
fundamental en la formación de una nueva percepción de su identidad cultural; ya
que a través de éstos se ofreció a la gente una imagen del mundo moderno e
industrializado como única realidad obsesionante; seguida por modelos y
11 En la definición dada de clase media hemos dicho que esta la conforman varios grupos… Véase categorías analíticas. Peroen nuestro análisis específico éstas serán observadas como un solo sujeto perceptor.
15
estereotipos de la vida norteamericana, que vino a modificar en las clases medias su
visión sociocultural y con ello la identidad nacional.
Para alcanzar dicho objetivo hemos establecido este marco teórico creado y
limitado con base al horizonte histórico de nuestra investigación, que como ya hemos
planteado, incluye el estudio de aquellas zonas obscuras del hombre como el
inconsciente, contenido de pasiones, deseos, sueños, sentimientos, etc; para lo cual
se ha planteado un análisis semiótico hermenéutico de nuestras fuentes primarias.
Penetraremos en el campo del pensamiento lingüístico expresado en
aquellos mitos, arquetipos12 y símbolos polisémicos o plurisignificativos, a través de
los cuales buscamos entender el sentido intencional de la acción humana; por lo que
entendemos el concepto de lenguaje en un sentido amplio, como sistema de signos;
de modo que hablar de lingüística en este caso es hablar más específicamente de
semántica, en el que se enfoca el problema del lenguaje como expresión y
verbalización de actitudes del sujeto del habla.
Nos referimos a un lenguaje que incluye signos, símbolos, mitos; los cuales
dan muestra de un acontecimiento, pero no a primera vista; sino que hay que ir al
fondo de la comunicación entre el hombre que lo plasmó y el que lo interpreta. De
modo que nuestro trabajo hermenéutico, observa al lenguaje como fenómeno de
comunicación y la comunicación como acción, la cual está dotada de intencionalidad.
12 De acuerdo con el psicoanalista suizo Carl Jung, los arquetipos son unidades de conocimiento intuitivo que existen enel inconsciente colectivo, los cuales se transmiten a través de leyendas o mitos y que funcionan como patrones deconducta. En este sentido, serán analizados como mitos colectivos, el nacionalismo y la modernidad.
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Por ello, al igual que Wittgenstein, creemos que según las formas de vida son las
formas del discurso o los juegos del lenguaje.
A través del análisis hermenéutico de los símbolos, trataremos de examinar
aquellas estructuras ocultas; aquellos discursos contenidos de varios sentidos o
analogías que muchas veces son paradójicas y que dan muestra de las tensiones
históricas del pasado y que nos ayudan a entender mucho de lo que pasa en el
presente.
El interés de estudiar la semántica de los deseos, necesidades, sueños,
impulsos, pensamientos, etc.; nos ha llevado a incorporar a nuestro estudio
fenomenológico, otra herramienta de análisis contenida en el psicoanálisis.
Confesamos que dicha postura ha sido adquirida por la influencia intelectual de Paul
Ricoeur; quien utiliza estas dos disciplinas, el psicoanálisis y la fenomenología, con el
fin de construir al sujeto como un ser de intencionalidad dentro del discurso
intersubjetivo. Pero esto no indica que nuestro estudio se vea limitado en el campo
de la psicología individual; ya que además de ser sólo una herramienta de análisis,
ésta se amplia a la psicología social con la finalidad de entender aquellos
sentimientos sociales que al estar incluidos en la fase cognoscitiva y perceptual del
pensamiento, modifican el sentido intencional de la conducta humana.
Por lo que nuestro trabajo tratará de interpretar aquellas representaciones del
inconsciente13, las cuáles no se pueden ver de manera directa o inmediata a nuestra
13 Siguiendo con las ideas del psicoanalista Carl Jung, el inconsciente también consta de un inconsciente cultural, quecontiene ciertas fantasías atávicas, universales y heredadas, que pertenecen a lo que Jung denominó el ámbito colectivo.De este modo, nos interesa observar el inconsciente colectivo, esto es, aquellos recuerdos, ideas y modos de pensamiento
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percepción, ya que están en un estado de imaginación; de modo que será necesario
trasladarse a aquellas pruebas indirectas como símbolos y mitos en los que el
hombre expresa su realidad histórica, y en su interpretación contextual, podremos
detectar la complejidad de lo humano; y con ello poder comprender y explicarnos el
sentido histórico de la realidad socio-cultural.
Pretendemos así, que el análisis de estos procesos nos conduzca a conocer
el contenido de los pensamientos y a entender mejor el sentido de los actos y
comportamientos del sector social medio. En el que la percepción ocupa un lugar
primordial en la formación de la intencionalidad colectiva, ya que los individuos al vivir
en constante aprendizaje, van adquiriendo un conocimiento y entendimiento de su
mundo, según el tiempo y espacio en el que viven. De ahí que analizaremos al
hombre como sujeto cognoscente y perceptor de su mundo, veremos cómo el
individuo procesa y organiza lo que percibe y lo que piensa; tales procesos se ubican
entre la sensación y el pensamiento; por lo que nuestro estudio se introducirá al
campo del análisis de la percepción, pues consideramos que también mediante este
acto el hombre construye su realidad socio-cultural.
1.2.- Hacia un análisis de la percepción:
Muy pocos historiadores han puesto atención a la importancia del acto social
de la percepción como elemento clave en la formación del pensamiento y
comportamiento humano. De las ideas de Donald Lowe nació nuestro interés por
adentrarnos al análisis de la percepción, quien la define como el estudio de la
social; los cuales son representados por medio de símbolos, arquetipos, imágenes, mitos, que influyen en la conductahumana.
18
interacción dinámica entre el contenido del pensamiento y la institucionalización del
mundo. Coincidimos con esta propuesta en la importancia que asigna al estudio no
sólo de las estructuras económicas, políticas y sociales en sí mismas sino a su
vinculación con el pensamiento humano, que incluye a su vez la sensibilidad
humana, sus emociones, imaginaciones, sueños, deseos, impulsos etc.; ya que
estudiándolos juntos podremos entender el comportamiento humano en su relación
con los demás sujetos.
Entendemos que el ser humano se conecta con el mundo por vía de la
percepción en una relación interactuante. De este modo, analizar el acto social de la
percepción es estudiar la experiencia humana, que es formada en un todo reflexivo e
integral donde se localiza el contenido del conocimiento y por ende del pensamiento,
ya que la mente es el contenido de lo percibido y en esta acción se da la conexión
intencional entre el ser y el mundo histórico. De modo que al estudiar el acto social
de la percepción podremos conocer y entender la formación histórica de los
individuos en el mundo.
En el caso particular de esta investigación, nos interesa analizar la formación
y la acción constructiva del fenómeno de la identidad nacional en las clases medias
mexicanas, a través de la acción social perceptual de la publicidad comercial, para
tratar de comprender los tipos de pensamientos, sentimientos, emociones y formas
de representación que definieron la identidad del ser mexicano.
En el libro Historia de la percepción burguesa, de Donald Lowe se muestra la
importancia que hay en el acto de percibir y su influencia en la formación y acción
19
constructiva del pensamiento del hombre dentro de la relación intersubjetiva de éstos
con su mundo. Esta relación de la que nos habla Lowe la podemos entender como
aquella relación de comprensión e integración del hombre a su mundo, que se da
desde el momento en que nace, en el constante y necesario aprendizaje por su
mundo.
Nuestra investigación busca analizar la percepción intersubjetiva de las
clases medias y su mundo en un periodo de grandes transformaciones y
contradicciones en el contexto de los entornos de su cultura material e ideológica, los
cuales al ser creados bajo una intencionalidad –consciente o inconsciente-, poseen
significados y valores que le dan sentido a la conducta de los individuos. De esta
manera al analizar estas conexiones, podremos interpretar algunos constructos de la
realidad sociocultural.
Es importante estudiar cómo se va dando este aprendizaje y su influencia en
la formación de lo que Lowe llama una conciencia encarnada, en ésta, el hombre ya
no es sólo carne sino que va adquirido un conocimiento y entendimiento en su
relación con la realidad social en la que se ubica.
De este modo, nos interesa analizar de qué manera los individuos conocen y
perciben su mundo; para entender la intencionalidad de sus actos. El estudio del acto
de la percepción y el entendimiento humano tiene que ser situado entre el
pensamiento y la sensación; ya que el hombre no es sólo memoria racional; también
es memoria sensitiva, en la que se incluye deseos, emociones, necesidades, sueños,
ideales; los cuales dan sentido al comportamiento humano.
20
Por lo expuesto, podemos ver cómo la percepción resulta ser una
conexión no sólo intuitiva, sino reflexiva entre el perceptor (el hombre) y lo percibido
(el mundo), dotando de entendimiento al perceptor, el cual irá ubicando la
intencionalidad de sus pensamientos y sus actos dentro de su realidad sociocultural –
con este término nos referimos a la influencia de las circunstancias prevalecientes-
que al ser recibida por los sentidos influirá en la creación de un tipo de pensamientos
y sentimientos particulares correspondientes a su tiempo y espacio. Dentro del
aprendizaje humano, el acto de la percepción es fundamental, ya que por medio de
los sentidos se forma una impresión o expresión inmediata de la realidad
sociocultural la cual influirá en la intencionalidad de sus actos, y en el sentido de sus
comportamientos.
1.3.- La multidiciplinariedad en la historia:
Nuestra intención no es hacer un trabajo que se limite al campo de la
psicología social o de la Antropología estructural sino un trabajo interdisciplinario
histórico que aborde los diversos y múltiples aspectos de la realidad social, lo que
nos lleva necesariamente a mirar otras disciplinas y a olvidarnos de cualquier
discurso científico unitario ; ya que al analizar las mentalidades, la sensibilidad
colectiva, los imaginarios sociales y el mundo material que lo rodea, podremos, como
dice Lowe, conocer la intencionalidad colectiva como punto de partida, para entender
la experiencia intersubjetiva de los hombres con su mundo; esto es, el porqué de sus
comportamientos.
21
Dentro de esta realidad social no podemos referirnos sólo a las estructuras
políticas, sociales y económicas, sin tomar en cuenta las emociones, los
sentimientos, pensamientos e imaginarios que el hombre va adquiriendo y
modificando según la manera en que va percibiendo su mundo, ya que esta parte de
la abstracción cognitiva también forma parte de la realidad. En este mismo sentido, el
antropólogo Alan Beals nos dice: “El estudio de la sociedad es importante para
comprender cómo afecta su conducta al vivir en su conjunto, por lo que hay que
tomar en cuenta no sólo las instituciones sociales que el hombre ha creado...también
los impulsos que lo llevan a establecer tales agregados y la manera en que el
individuo resulta integrado en la sociedad en la que ha nacido”14. De ahí la
importancia del mirar hacia estas partes de la realidad social, ya que estos elementos
de la sensibilidad humana influye de manera fundamental en la formación del sentido
intencional tanto individual como colectiva de las sociedades.
Cuando hablamos de realidad social no nos restringimos a las evidencias del
“milagro mexicano”, de crecimiento económico, industrialización, “modernidad”,
“democracia” y hasta exaltación del nacionalismo del que se habla en el discurso
público, ya que no sólo eso encerraba la realidad social. Estas características del
milagro mexicano serán abordadas desde otra parte de la realidad social, desde el
ámbito de las prácticas cotidianas colectivas de las clases medias. Y es cuando
encontramos que aquellas “realidades” y el “nacionalismo” que es el fenómeno que
aquí estudiaremos, estaba muy lejos de las formas de vida socioculturales que esta
clase social adoptaba.
14 Beals Alan, Antropología Cultural, p 43.
22
Así, nuestro trabajo de investigación sostiene como hipótesis general una
evidente crisis de identidad nacional reflejados claramente en el ámbito de la vida
cotidiana de las clases medias y que paradójicamente contradecían los ideales que el
discurso público mostraba, ya que en este periodo en el que se pretendía alcanzar la
modernidad a través de la industrialización y urbanización del país, este, era
construido bajo un modelo nuevo, el de Estados Unidos; que en buena medida iba
tomando el control no solo de la economía del país sino también de la cultura
mexicana.
Veremos cómo paralelamente al desarrollo de la imagen de “modernidad”,
progreso, industrialización y auge económico, se empezó a negar una serie de
rasgos culturales preexistentes, pues se fueron estableciendo nuevos hábitos de
consumo, nuevos valores, nuevas aspiraciones y hasta un modelo de vida
provenientes especialmente del país vecino a través de los medios de comunicación
y publicidad, los cuales iban creciendo cada vez más y llegando a un mayor número
de mexicanos.
De este modo vemos claramente que el ideal de identidad nacional existió
sólo en el imaginario social al ser creación de la élite en el poder quien le utilizó como
instrumento de dominación simbólica mediante el mito de cohesión social para
implantar los planes del nuevo gobierno autoritario con rostro “nacionalista”. Además
que es imposible hablar de una sola identidad nacional en una cultura tan
heterogénea como la mexicana.
23
Como rechazo al gobierno español, se comenzó a crear la idea de
“soberanía y nación”, con base a la noción de patria como el mismo suelo o territorio
en que se ha nacido; de este modo, se crea un ideal de identidad el cual sustente un
proyecto nacional que busque el bien “común” de un futuro “propio”. Dentro de estos
lineamientos se dirigió el proyecto político de los siglos XVIII, XiX y XX; centrado en
la idea de nación y patria surge el Estado-Nación; junto con la exaltación de la
historia prehispánica, se crea la idea de una sola identidad unitaria de todos los
mexicanos.
En el periodo denominado “milagro mexicano”, tal definición de identidad
nacional del mexicano, experimentó evidentes contradicciones, ya que
paradójicamente, se dio el alejamiento y negación de los valores y tradiciones
culturales, frente a una imagen de “progreso y modernidad” de tipo estadounidense
que los medios de comunicación y publicidad ofrecían. Así se creó una cultura no
sólo híbrida, sino estéril y subordinada frente a las alternativas que imponía la
sociedad dominante. Con todo esto no queremos negar el evidente crecimiento y
estabilidad política que se dio en este periodo, sino subrayar que junto a ello la
enajenación cultural, fueron evidentes en el ámbito de la vida cotidiana de esta
sociedad.
La pregunta básica sería, ¿de qué manera se fue transformando la idea de
identidad nacional de las clases medias ante los nuevos modelos de vida dictados
por Estados Unidos que venía a cambiar la percepción de su vida, de sus formas de
pensar, sentir y actuar?.
24
1.4.- El análisis perceptual y el sentido intencional:
Al estudiar el acto de la percepción social de las clases medias, queremos
entender cómo reaccionaron sus integrantes, ante el cambio cultural que vivieron; lo
que vino a modificar no sólo las instituciones políticas, económicas y sociales del
país, sino gran parte de la cultura en su ámbito material y mental.
En este contexto, las clases medias empezaron a modificar y desarrollar una
nueva personalidad y con ello la propia idea de identidad nacional.
Para un análisis de la percepción como dice Lowe, será necesario ubicar un
perceptor, el acto de percibir y el contenido de lo percibido15; siguiendo esta idea será
necesario establecer lo siguiente:
• Ubicar al perceptor, que para nuestro caso serán las clases medias de
la ciudad de México en la época denominada “el milagro mexicano”
(1940-1958).
• Analizar cómo y bajo qué medios se dio dicha percepción; en este caso,
analizaremos la influencia de la publicidad comercial en la sociedad,
para que ésta se integrara y aceptara los nuevos modelos de vida que
la imagen publicitaria ofrecía.
• Finalmente descubrir qué es lo que estos individuos percibieron y de
qué manera se fue modificando la idea de identidad nacional de las
clases medias. Tratando de entender el sentido intencional de los
15 Lowe, Historia de la percepción burguesa, p 26-31.
25
nuevos comportamientos, necesidades, anhelos y sueños creados por
el nuevo modelo de vida al que se veían integrados paulatinamente.
1.5.- Las representaciones sociales como fuentes de análisis de la
historia cultural:
Este trabajo pretende comprender los tipos de sensibilidades, emociones,
impulsos, imaginaciones y pensamientos que dieron sentido a la formación y
transformación de la idea de identidad nacional en las clases medias, durante este
periodo de grandes cambios culturales. Para tales fines hemos integrado el análisis
de algunas “representaciones sociales”16. Nos referimos a aquellas representaciones
globales de la sociedad y todo lo que se relaciona con esta, todos aquellos
componentes del hecho social que nos hablan del comportamiento humano, desde el
orden social, institucional político, económico y sensitivo. Tales elementos nos
permitirán identificar y entender los valores, ideas y prácticas de una determinada
sociedad, y que no encontraremos en los documentos escritos, sino en el cuidadoso
análisis cultural.
Retomamos el concepto de Cultura dentro del campo de la Antropología, ya
que es la única disciplina que ofrece un esquema conceptual explicativo global de la
experiencia humana, al definir el concepto de Cultura: “como el conjunto aprendido
de tradiciones y estilos de vida, socialmente adquiridos de los miembros de una
16 Moscovici introdujo el enfoque de las representaciones colectivas, que subraya su función simbólica así como su papelen la construcción de la realidad. Entendemos así, que una representación social es un modo de conocimiento peculiar deuna sociedad. Véase Diccionario de Psicología social y de la personalidad, p 377-378.
26
sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar, sentir y actuar (es
decir la conducta)17.
Con ello se entiende que la cultura es aprendida, variable (que cambia) y que
se manifiesta tanto en las instituciones (económicas, políticas y sociales) como en
las normas de pensamientos y objetos materiales. Así, al estudiar la experiencia de
aquellas sociedades dentro de este análisis explicativo, buscamos estudiar a la
sociedad desde el aspecto de su personalidad, de las estructuras mentales y valores
culturales, para conocer los sentidos o ethos de sus pensamientos y sentimientos
que nos ayudarán a entender el porqué de sus conductas y las transformaciones de
su cultura.
Al igual que Philip. K. Bock en una orientación “mentalista” buscamos
entender la relación sistemática entre las formas culturales y el comportamiento
humano, que en nuestro caso estudiaremos por medio del análisis del ethos; esto es,
de los patrones integradores de valores que dan coherencia a las ideologías y
pensamientos de la sociedad. Para esto, hemos retomado de la Antropología Ideal la
visión integral de estudiar al hombre y sus obras, ya que creemos que el cuerpo del
hombre, su lenguaje y su forma de vida adquieren significado sólo cuando se les
considera como totalidades integrados y relacionados entre sí18.
En esta misma línea Ramírez Santiago en su libro Antropología Cultural nos
habla de la importante relación que hay entre las instituciones, económicas, políticas
17 Harris Marvin, Antropología Cultural, P 20.18 Bock, Introducción a la moderna Antropología Social, p 35.
27
y sociales, y la personalidad ,que incluye formas de ser, actuar, pensar y sentir de
los individuos.
Así entonces, estudiaremos cómo el hombre representa en aquel conjunto de
sistemas simbólicas sus pensamientos emociones y sensibilidades, que expresan el
mundo de las representaciones y de las prácticas sociales; de ahí la necesidad de
incorporar a nuestro análisis, todos aquellos signos y valores que expresan la
identidad histórica de los fenómenos; viéndoles a estos como partes integrales de
una cultura.
En el análisis de algunas formas de representación material, trataremos de
entender la relación intersubjetiva entre el individuo y su mundo, entre el conocedor y
lo conocido; analizar cómo mediante esta relación el hombre va dotando de sentido a
su vida, adoptando así una intencionalidad determinada. En este proceso los medios
de comunicación y publicidad masiva son elementos de gran importancia, por lo que
será fundamental: “analizar qué comunican estos instrumentos pedagógicos ya que
la cultura nunca es recibida de manera uniforme, la transmisión de la herencia
cultural esta gobernada por la disposición de las relaciones sociales”19. En tal sentido
Duby nos recomienda:
Es necesario que el historiador...observe con el mismo cuidado,
dentro del desarrollo cronológico, como la sociedad entera
recibió a los modelos culturales, que provienen de algunos
sectores privilegiados. Pues en la historia, toda la cultura
19 Pierre Rioux Jean., et al, Para una historia Cultural, p 454.
28
se transmite, y durante esa transmisión se une al movimiento
interno que la lleva a renovarse.20
Trataremos de descubrir cómo bajo aquellos ideales que el discurso público
gubernamental mostraba de ser un país que caminaba hacia la modernidad, la
democracia, la estabilidad política y crecimiento económico, la sociedad fue
recibiendo nuevos modelos culturales que orientaban el pensamiento de la sociedad
a apropiarse e imitar una cultura ajena. Mientras Estados Unidos comenzaba a influir
de manera significativa no sólo en el ámbito económico y político del país, sino
también en los valores, costumbres, ideales y hasta en las formas de ser del
mexicano.
De este modo, nuestro análisis irá más allá de lo evidente y lo plasmado en
las fuentes escritas, ya que pretendemos adentrarnos al estudio de los valores,
símbolos, signos y prácticas: que aunque requieren de un cuidadoso análisis
hermenéutico, son determinantes en la explicación de la realidad histórica.
Reconocemos el papel que juegan los símbolos, signos y valores en las acciones y
comportamientos humanos. Por ello, serán analizados a través de las
representaciones y prácticas cotidianas colectivas, para tratar de entender el sentido
de la acción socio-histórica.
Este análisis de los símbolos, signos y valores incluye el de los imaginarios
sociales, los cuales son ubicados entre lo mitológico o utópico y el acontecimiento, ya
20 Ibid, p 453.
29
que aunque son parte de lo ilusorio, son integrados en las mentalidades sociales y
por ende en el comportamiento humano; lo que les da un papel importante dentro de
la realidad histórica. Del mismo modo, para Peter Burke, el concepto de cultura
incluye la vida cotidiana de la gente común, los objetos materiales de los que éste se
rodea y las diversas formas de percibir e imaginar su mundo.
Del vasto conjunto de ámbitos de investigación que se pueden desprender de
esta conceptualización de la cultura, hemos elegido en primera instancia y de
acuerdo con nuestros fines el análisis de dos terrenos significativos:
Vestido e imagen. Look de las clases medias: Mediante el análisis de la
corporalidad21, pretendemos acercarnos al mundo cultural de valores e ideales de
una sociedad. Al respecto, David Le Breton escribe en su libro Antropología del
cuerpo y modernidad, que estudiar el cuerpo significa entender de una cultura sus
estados sociales, sus particulares formas de ver el mundo y con esto, la definición de
la persona; ya que el cuerpo es una construcción simbólica de la realidad social, es
efecto de la construcción sociocultural.
Del mismo modo, Ariés Philiph y Georges Duby en su obra La vida privada en
el siglo XX analizan las características de la vestimenta como elementos de jerarquía
social, de valores y costumbres de la cultura francesa. En nuestro trabajo se
observará la actividad corporal, que incluye su expresión física y sus funciones
simbólicas; ya que la utilización de ciertos productos de belleza, de ciertas telas,
21 Entre los numerosos estudios sobre corporalidad, podemos mencionar a Turner Bryan S, El cuerpo y la sociedad.Exploraciones en teoría social. Bernard Michel, El cuerpo. Michel Foucault, Vigilar y Castigar. Nacimiento de laprisión, Richard Sennet, Carne y Piedra, entre muchos otros.
30
colores, peinados, gestos, movimientos, etc., nos habla de gustos, valores, modas y
hasta estilos de vida. De modo, que será visto como otro elemento de
comunicación de significados y valores sociales de una cultura en particular.
Los bienes de lujo. Consumo conspicuo: Este análisis retoma de la
Antropología cultural el concepto de “consumo cultural”. Consumo no significa sólo
reproducción de la fuerza de trabajo y expansión del capital o competencia por la
apropiación del producto social. Según García Canclini, el consumo es también
elemento de diferenciación social y distinción simbólica entre los grupos, es un
sistema de integración y comunicación, ya que consumir es también intercambiar
significados y valores; es escenario de objetivación de los deseos, ya que a través de
ellos la sociedad selecciona y fija mediante acuerdos colectivos, significados y
valores. En este sentido la apropiación de cualquier bien es un acto que distingue
simbólicamente, integra y comunica, objetiva los deseos y ritualiza su satisfacción.22
Si consumir sirve para pensar, entonces todos los actos de consumo son
hechos culturales. Por lo que nuestro análisis del consumo cultural girará en torno a
las mercancías y su significación social para poder entender las necesidades,
sentimientos y pensamientos que llevaron al consumo de ciertos bienes.
1.6.- La fenomenología y el análisis de la corporalidad:
Del mismo modo que el análisis del consumo, el análisis de la corporalidad se
basará en la disciplina fenomenológica, ya que esta, más que preocuparse por la
22 Néstor García Canclini, Mabel Piccini, “Culturas de la ciudad de México: símboloc colectivos y usos del espaciourbano” en El consumo cultural en México, p 19-25.
31
existencia del cuerpo, lo que le interesa es entender el significado del cuerpo como
representación. Por lo que analizaremos desde el tipo de vestimenta, maquillaje,
peinados, hasta gestos posturas y movimientos corporales; los cuales nos ayudarán
a captar el lenguaje del cuerpo23 y el espacio social en su intersubjetividad e
interacción social.
Nos interesa conocer de qué manera la sociedad percibió su propio cuerpo; en
sus diferentes usos y significados socioculturales; los cuales nos permitirán entender
las formas de pensar y actuar de los individuos; incluyendo sus deseos, necesidades,
sentimientos, imaginarios, sueños, pasiones, etc.; esto es, aquellos valores
socioculturales, los cuales reflejarán el sentido intencional de sus comportamientos y
el de su propia identidad.
Ante nuestro interés por estudiar las estructuras de las creencias y actitudes
colectivas, nos adentraremos al mundo cotidiano de la corporificación social; en la
experiencia vivida del mundo práctico y sensual, para saber cómo pensaba la gente y
qué pensaba, esto es, los valores en los que se desarrolla la cultura.
Para poder comprender el mundo de los significados y valores, será necesario
observarles del modo en que éstos son aprehendidos y la manera en que se va
transformando, junto con el mundo macro-social de las instituciones económicas y
políticas, los sistemas de comunicación cognitivos incluyendo signos y símbolos, las
representaciones colectivas, y aquellas formas de pensamiento implícitos o
23 Tal análisis del lenguaje del cuerpo no se limita a una psicología del lenguaje corporal; nos referimos a un análisis delas concepciones del cuerpo, en tanto acciones discursivas, y la búsqueda de significaciones culturales en las accionescorporales mismas.
32
inconcientes; esto es, todas aquellas categorías que nos permitan interpretar el
carácter social o colectivo; lo que exige un trabajo hermenéutico que conecte el
microanálisis y el microanálisis.
1.7.- La fenomenología y el análisis de los bienes de consumo:
Utilizamos algunas formas de análisis que Donald Lowe y Mary Douglas
emplean como métodos de estudio. Retomamos de Douglas el análisis de los bienes
de consumo en sus usos, valores y significados para tratar de interpretar el sentido
intencional de los individuos, ya que cada producto al ser catalogado de manera
racional, nos deja ver cuáles son las necesidades, gustos, sentimientos,
pensamientos y formas de vida de una sociedad. Esto nos acerca a la manera en que
la sociedad percibe y vive su mundo. Sobre este último punto de análisis Lowe,
basándose en el método fenomenológico, busca entender la manera en que el
hombre percibe su realidad social y la adquisición del sentido intencional dentro de la
relación intersubjetiva del hombre con su mundo.
De esta manera, la fenomenología nos ayudará a demostrar cómo aquellos
elementos que parecen aparentes o superficiales como los bienes de consumo, la
vestimenta, etc., son fundamentales para entender la realidad social; ya que al estar
dotados de significados socioculturales; nos permitirán entender la intencionalidad,
tanto de los que les producen como de los que les consumen. Por lo que el análisis
de los bienes de consumo junto con el análisis fenomenológico nos permitirá hacer
un estudio sociocultural histórico de las clases medias en el periodo del “milagro
mexicano”.
33
Si buscamos descubrir los modos típicos en que las cosas y los hechos se
presentan ante los seres humanos, mediante algunas representaciones simbólicas24
de la vida cotidiana; trataremos de interpretar y conocer lo que Husserl llamaría las
“esencias” o valores, que son las que dan sentido intencional a la vida humana. De
este modo, el análisis de la cultura material, nos permitirá entender, desde qué
valores y significados las clases medias mexicanas fueron transformando su tradición
cultural y con ella, su propia identidad. Por lo que nuestro objetivo no es sólo conocer
el modo de vida de los hombres, sino el porqué de esos modos de vida, entender el
mundo humano de las necesidades, sentimientos, exigencias, finalidades e
intenciones de dicha sociedad.
Así, mediante el estudio de determinados bienes como la vestimenta, muebles
domésticos y otros bienes de uso cotidiano, podremos acercarnos a la comprensión
de las características y la evolución de la cultura, a saber el porqué la gente necesita
ciertos productos o bienes, el sentido y uso de cada uno. Al darles un sentido
explicativo a las mercancías éstas nos revelan la manera de pensar de una sociedad,
la manera de percibir su mundo; en este sentido Mary Douglas dice:
...los bienes son necesarios para hacer visibles y estables
las categorías de una cultura. Es una práctica etnográfica
común admitir que todas las posesiones materiales tienen
significados sociales; así como concentrar la parte más
importante del análisis cultural en su uso como comuni-
24 Nos referimos a aquellos símbolos que transforman el fenómeno en idea y la idea en imagen. Abarca tanto loconsciente como lo inconsciente, lo racional como lo irracional y hace referencia a las siguientes funciones: sentimiento,intuición y sensación. Véase, Dorsch Friedrich, Diccionario de Psicología, p 741.
34
cadores ...al mismo tiempo las mercancías tienen otro
importante uso; sirven para establecer y mantener
relaciones sociales...ofrecen una idea de los significados
sociales.25
Retomando estos conceptos, trataremos de ver cómo las clases medias
integraban y transformaban su vestimenta, y sus bienes de consumo, ante la nueva
identidad cultural que los medios de comunicación masiva y publicidad les ofrecían.
El consumo de ciertos productos, evidentemente era impulsado por diferentes tipos
de pensamientos y sentimientos aprendidos y percibidos a través de la experiencia
humana, y que después fueron representados en ciertos objetos que estudiaremos
bajo el concepto de consumo cultural.
Al analizar estos productos, sus usos, valores y significados, llegaremos a
conocer la manera en que estos individuos percibieron conceptos como: belleza,
comodidad, elegancia, placer, etc. Estos al ser plasmados en su vestimenta y otros
bienes de consumo nos hablan de formas particulares de pensar y sentir, y que no
sólo reflejan el comportamiento de una sociedad, sino también, sus ideas,
expectativas, valores y sentimientos.
Los bienes se convierten en portadores de significados sociales, por lo que
Douglas les llama “accesorios rituales”, ya que también les dan sentido a muchos
acontecimientos. Cierto tipo de accesorios y ropa forman parte de elementos
25 Douglas Mary, El mundo de los bienes, pp 74-75.
35
específicos de una representación social y ciertos productos son utilizados para
clasificar al grupo o individuo en un estatus particular. Douglas nos muestra cómo el
consumo puede ser un instrumento de investigación antropológica, sociológica e
histórica; ya que cada sociedad les da un valor no sólo material a sus productos, sino
también un valor sociocultural dejándonos conocer y entender la manera en que sus
integrantes perciben y construyen su mundo.
Al analizar ciertos bienes podemos inferir elementos que contribuyen a
elaborar explicaciones sobre la organización social, económica, política y hasta
estilos de vida de esta sociedad; en el tiempo y espacio en el que fueron utilizados,
tanto por sus características materiales como por los valores socioculturales que le
fueron asignados y que al analizarles nos dejarán conocer la intencionalidad de los
individuos26 en la percepción de su mundo y así, finalmente entender el sentido de
su comportamiento y modo de vida.
Pero, ¿por qué hemos elegido analizar, la vestimenta y los bienes de
consumo en nuestra investigación? Resulta bastante claro, que si nuestro objetivo es
estudiar las primeras impresiones (dadas por los medios de comunicación y
publicidad a los individuos) que influyeron en la formación de sentimientos y
actitudes, nos parece que estas dos representaciones son muy significativas, ya que
la sociedad les fue dando categorías de usos, valores y significados que, a su vez,
nos dejan conocer los gustos, costumbres, ideales, patrones de conducta y estilos
de vida - en permanente construcción y transformación- de una sociedad.
26 Nota : De este modo, se consideran a los individuos como seres intencionales, esto es, se le reconoce su independenciaen la constitución de los diferentes escenarios sociales.
36
1.8.- El campo semántico de la publicidad comercial:
Dentro del campo de la educación informal, consideramos a la publicidad
comercial, como uno de los agentes determinantes en la transmisión de modelos de
comportamiento, valores, costumbres, formas de pensamiento y patrones de
conducta; ya que mediante estos medios se busca establecer en la sociedad un
orden y control que permita orientar a los individuos en su mundo social y material,
facilitar la comunicación entre los miembros de la comunidad proporcionando normas
y códigos para clasificar los diversos aspectos de su mundo.
De este modo, buscan llevar a la población un tipo de conocimiento, valores
y modelos de comportamientos que les indicarán qué mercancías comprar, cómo
vestirse, qué comer, qué conducta es aceptable o inaceptable, cómo hablar y hasta
cómo sentir, qué es bello o feo, elegante o ridículo. Con todo ello, podemos ver que
su influencia en el estilo de vivir de los individuos es muy significativa, al ser parte de
las redes de poder27, buscan controlar y dar sentido a la formación ideológica,
económica, política y artística de la sociedad.
Al respecto el sociólogo C.W. Mills nos habla de cómo estos medios de
comunicación influyen en la cognición* de los hombres al vivir en un mundo
constituido por estereotipos que tienen la capacidad de determinar las creencias y las
27 Hemos retomando de Foucault la noción de poder, que más allá del ámbito gubernativo, hace referencia a unamultiplicidad de poderes que se ejercen en la esfera social; bajo este lineamiento será abordado nuestro estudio en lasrelaciones de poder y la disciplina corporal.
37
opiniones de la sociedad; aceptando la capacidad de estos de manipulación y control
social28.
A pesar de que a través de los medios de comunicación se producen
significados culturales, es importante aclarar que dicho análisis de la comunicación,
no pretende caer en reduccionismos y determinismos, al situar a la audiencia como
seres pasivos ante el poder de los medios; estando concientes del potencial que
tienen los consumidores de elegir y manipular activamente los productos de
comunicación; de este modo, partimos del poder persuasivo de los medios de
comunicación y publicidad masiva.
Nuestra investigación, busca estudiar las diferentes imágenes y símbolos
ofrecidos en la publicidad comercial a las clases medias, para tratar de entender, en
torno a qué tipo de valores y patrones de conducta vivió esta sociedad y su
influencia en la manera de percibir su propia identidad sociocultural.
De esta manera, analizaremos la publicidad comercial, para introducirnos al
campo de la percepción, ya que son un factor importante para la organización y
enmarcación del conocimiento y por ende del pensamiento humano. Así, la
publicidad comercial serán nuestras principales fuentes de investigación; ya que al
analizar aquellas revistas y periódicos que llegaban a las clases medias, podremos
entender qué símbolos, imágenes y conceptos de su mundo percibían.
28 Mc Quail Denis, Sociología de los medios masivos de comunicación,p 35.*La cognición social ha sido el enfoque dominante en la psicología social desde la década de 1970: se ocupa de laspercepciones y creencias de los individuos sobre el mundo social. Las principales áreas abarcan el estudio de cómo laspersonas se explican su propia conducta y la de los demás, los estereotipos que se forman sobre los sucesos sociales, laconcepción de ellas mismas y el rol que interpretan en el mundo social al que pertenecen, y en qué se ocupan en lasdiferentes situaciones sociales. La cognición social también estudia el efecto de todos estos procesos en el pensamiento yla motivación. Véase: Enciclopedia Microsoft® Encarta® 2002. © 1993-2001 Microsoft Corporation.
38
Intimaremos estudiar la experiencia humana tal y como es aprendida para
tratar de entender el contenido del conocimiento intencional del pensamiento
humano. Analizaremos los productos y bienes de consumo que se les ofrecía a las
clases medias, ya que detrás de estos también existían una serie de conceptos y
valores socioculturales que las clase medias iban percibiendo e integrando a su
pensamiento.
Nuestro objetivo es reducir a su verdadera transparencia lo que presenta la
publicidad; por lo que ésta será vista como parte fundamental del sistema cultural; ya
que expresan la manera en que los sujetos pensaban su realidad, y en su análisis
podremos entender mejor el sentido del comportamiento humano.
Así mismo analizaremos qué tipo de vestimenta y accesorios ofrecía la moda,
la cual era establecida bajo una serie de valores, gustos, necesidades e ideales que
los individuos fueron integrando a su forma de vida.
Por esto imágenes y objetos constituirán las principales fuentes de
investigación, lo que Noëlle Gerome ha llamado “archivos sensibles”. Éstos al ser
situados en los marcos de las prácticas en los cuales se utilizan, le darán sentido y
respuesta a nuestro análisis cultural.
Buscamos conocer el contenido del pensamiento transmitidos por estas
imágenes y símbolos a través de la publicidad comercial, quienes presentaban como
la más inmediata realidad, la iconográfica de un México urbano que se construía
como “Nación Moderna”, lo que vino a modificar, las formas de ser, pensar, sentir y
39
actuar de las clases medias las cuales iban integrándose a los nuevos modelos
socioculturales que el “México moderno” ofrecía.
Sí nuestro objetivo es estudiar el sentido de la conducta humana; las
representaciones materiales remodelan y reconstruyen los elementos del ambiente
en el que la conducta se produce, al describir el significado de los objetos podremos
entender la intencionalidad de los individuos; así demostraremos cómo aquellas
representaciones que parecen intrascendentes, superficiales o aparentes nos dejan
ver los valores y significados de las prácticas socioculturales.
1.9.- El análisis de los imaginarios sociales:
Si nuestro objetivo es conocer y entender el devenir histórico es necesario
adentrarnos a todas aquellas relaciones sociales que en su acción se formularon y en
el que operaron indudablemente fenómenos humanos como el imaginar, sentir,
pensar, creer, los cuales varía de una sociedad a otra según el tiempo y espacio
histórico. Por ello creemos necesario el análisis de los imaginarios sociales, ya que
mediante estos “una colectividad designa su identidad elaborando una
representación de sí misma; marca la distribución de los papeles y las posiciones
sociales; expresa e impone ciertas creencias comunes, fijando especialmente
modelos formadores [de creencias y comportamientos]…”29. De modo que estos,
tienen como finalidad elaborar instrumentos de percepción de la “realidad” social,
construida para ser mostrada como realmente existente, son un instrumento de
acceso a lo que se considera “realidad” de un espacio temporal específico; por lo que
29 Baczko Bronislaw, Los imaginarios sociales. Memorias y esperanzas colectivas, p28.
40
los imaginarios sociales son una forma de ordenamiento y control expuesto en un
conjunto de representaciones sociales que aunque son ideados tienen un eje de
acción en las mentalidades y comportamientos colectivos de la vida social.
“Una de las funciones de los imaginarios sociales consiste en la organización
y el dominio del tiempo colectivo sobre el plano simbólico”30; por ello buscamos
entender el ejercicio del poder simbólico, el cual se convierte en productor de sentido
mediante la manipulación de ideas vehiculadas a través de ciertos mecanismos
sociales que logran influir en las formas de pensar y actuar de los sometidos al poder;
esto con el fin de constituir una serie de ideas que legitimen y mantengan el orden y
control social de manera pacífica.
Como soporte de los dispositivos de las redes de poder31, los imaginarios
sociales son establecidos a través de una serie de símbolos que tienen como
finalidad instituir valores y moldear conductas tanto individuales como colectivas,
dichos símbolos son establecidos a través de imágenes, signos y mitos, los cuales
crean un lenguaje colectivo con el fin de establecer y unificar aquellos imaginarios
que al ser percibidos por los individuos logran orientar y manipular la experiencia
social y el comportamiento humano.
Los imaginarios sociales tienen como finalidad mantener el orden y el
equilibrio social, por ello utilizan la fe, los sueños y creencias de los seres humanos,
juntando de este modo, ideales utópicos y necesidades reales que si no son
30 Ibid., p 9.31 No olvidemos que analizaremos el poder desde la perspectiva foucouliana, como un entramado complejo en el que seconstruyen y funcionan las relaciones de poder, esto es, como una pluralidad de poderes singulares y colectivos, en lascuales los sujetos están presos.
41
manejadas con cuidado por parte del poder, llegan a provocar desórdenes o
desequilibrios sociales significativos.
Los símbolos que regulan los imaginarios sociales son creados por mitos,
utopías, e ilusiones, pero hay que tener cuidado ya que aunque son sólo ficciones,
estos tienen la capacidad de construir una parte esencial de lo real, sin olvidar que lo
imaginario no es real; y aunque los imaginarios sociales son representaciones de la
realidad social, no son un reflejo de ésta, ya que son inventadas y elaboradas con
materiales tomados del caudal simbólico; tienen una realidad específica que reside
en su misma existencia, en su impacto variable sobre las mentalidades y los
comportamientos colectivos, y nuestro trabajo es encontrar y establecer las fronteras
de tales imaginarios.
Tal trabajo no es nada fácil ya que con base a lo real o situaciones reales se
crean los imaginarios; pero también suele pasar que con base a los imaginarios se
llegan a suscitar situaciones reales; por ejemplo:
En esta investigación serán estudiados dos fenómenos históricos como
imaginarios sociales, el de “modernidad” y “nacionalismo” los cuales aunque
surgieron desde el siglo XVIII se han venido manifestando de diferente manera según
el tiempo histórico en el que se desarrollaron y nuestro foco de interés radica en ver
cómo se manifestaron el siglo XX.
El concepto de nacionalismo el cual es creado desde el siglo XVIII por parte de
la clase intelectual criolla -representado a través de las artes principalmente-, fue
constituido en el imaginario social, con el fin de acceder al poder con base su
42
derecho de origen. Tal imaginario nacionalista siguió siendo utilizado como
herramienta política para el siglo XIX, el cual hizo efecto en la práctica colectiva de lo
real, ya que fue la base ideológica de los principios sociales de la Revolución
Mexicana; pero ya para el siglo XX aquel nacionalismo entra en decadencia para
trasladarse sólo en el imaginario social.
Se entiende entonces que lo real puede engendrar lo imaginario y lo
imaginario puede engendrar lo real, por ejemplo, el concepto de “modernidad” surge
después de la independencia en el discurso político ante la necesidad de renovar el
sistema organizacional del país, para el siglo XIX dicho concepto sigue imperando
con base a una modernización económica capitalista y para el siglo XX con base a la
industrialización tecnológica, vemos que tales conceptos parten de lo real, pero no
por ello escapan a la creación de una modernidad imaginaria la cual fue presentada
como elemento característico del siglo XX. Con ello se afirma que los imaginarios
pertenecen al proceso de constitución de la realidad social.
El estudio de los imaginarios sociales nos lleva necesariamente a un estudio
interdisciplinario por la diversidad de enfoques que este representa, de modo que no
sería raro que muchos historiadores positivistas cuestionen su carácter histórico.
Incluso la misma definición del concepto imaginario o imaginación es difícil, pues
este incluye un proceso de coacción entre el inconsciente y la conciencia humana. Lo
que desde una visión reduccionista estos son focos de estudio correspondientes a la
psicología; pero como ya se ha dicho, el estudio de los imaginarios sociales exige la
observación de aquellas representaciones de la sociedad y todo lo que se relaciona
con ella, como es el orden social, lo que incluye las relaciones de poder, las
43
instituciones sociales, políticas, económicas, etc.; todos estos elementos
indispensables del quehacer histórico.
Vemos entonces que los imaginarios sociales son parte de la invisibilidad
social y nuestra tarea será hacerles visibles, para ello analizaremos algunas
imágenes publicitarias desde sus dos realidades significativas: “las físicas” y
“mentales”, ya que estás al estar contenidas de significaciones representacionales
nos muestra la manera en que se disponían las acciones sociales. De modo que
será necesario observar aquellos elementos simbólicos los cuales dan muestra de
los imaginarios sociales, y físicos como es la disposición de los cuerpos, los
productos de consumo, etc.; que en un análisis de conjunto nos permitirán interpretar
el disciplinamiento de la sensibilidad corporal y con ello el sentido de los hechos
socio-culturales.
1.10.- El análisis hermenéutico de las imágenes:
Además de los documentos escritos que como en toda investigación son
indispensables; nosotros nos hemos abierto a otra opción que en nuestra
investigación nos será de gran utilidad: las imágenes publicitarias. Partimos de la
premisa de que las imágenes como representaciones de la realidad son
documentos históricos tan valiosos como los documentos escritos, ya que comunican
y tienen significados creados por la experiencia vivida de los seres humanos.
Reflejan como no lo hacen los textos, múltiples aspectos culturales de la vida
cotidiana y las formas en que estos son interpretados por los actores sociales. Al
analizar algunas de sus manifestaciones –como lo haremos en esta investigación al
44
estudiar los bienes de consumo y la vestimenta- que nos hablan del comportamiento
de los individuos, esto es, de una cultura en particular.
Sobre esto Krysztof Pomian nos dice:
...cuando reflexionamos sobre las características
comunes de objetos tan diferentes como son los
textos, las imágenes, los sustitutos de bienes,
las órdenes, las insignias y los expuestos, llega-
mos a la conclusión de que cada uno está
compuesto de un soporte y de signos, que cada
uno tiene una cara material y una cara significante;
en resumen, que son todos objetos visibles
cargados de significaciones32
Buscamos analizar las imágenes como elementos inseparables del lenguaje.
Sólo hay que reubicar la imagen entre las diferentes clases de hechos culturales,
esto es, en el lenguaje intelectual, sensible, físico y psíquico.
Este análisis de los objetos y las imágenes debe hacerse en relación con un
tiempo y espacio histórico determinados, ya que la historicidad caracteriza a estas
imágenes y objetos en sus significados, sus relaciones entre unas y otras, en su lugar
de producción, de intercambio, de consumo, de conocimiento, de valor, etc.
32 Pomian.,K, “Historia cultural, historia de los semiórfos” en Para una historia cultural, p 96.
45
De ahí que se tengan que analizar no sólo los seres humanos y sus
comportamientos, sino también aquellos otros elementos de los cuales se sirven y
que codeterminan su lugar en la jerarquía social, su función y su identidad, ya que
todo es parte de una cultura en particular. En este sentido puede afirmarse que:
… anexar el estudio de la imagen a la
lingüística de ningún modo es negarse a
aislarla en la contemplación indefinida de
su iconocidad, separarla de toda otra consi-
deración, mutilarse los miles de vínculos que
le unen a la semiología general y a una
reflexión sobre las culturas.33
De este modo, analizaremos la imagen publicitaria desde el ángulo
semiológico para tratar de entender la función significativa en sus relaciones
económicas, políticas y culturales.
Las imágenes son testimonio de una “realidad” culturalmente codificada, ya
que muestran la existencia de aquello que representan; por ello hay que tener
cuidado entre la realidad aparente y la realidad “interna” y como documento social
tienen que ser interpretadas desde sus diferentes significaciones, como un sistema
de símbolos representacionales – el cual va más allá de la percepción- y dentro de su
composición elemental abstracta –el mensaje visual puro, el cual se da entre un nivel
consciente y un nivel del inconsciente- compuesto de efectos e intencionalidades,33 Metz Christian, Análisis de las imágenes, p 14.
46
esto con la finalidad de entender el sentido de esta representación o lenguaje y con
ello el de la realidad. De modo que se busca ir más allá de lo aparente; por lo que es
necesario un análisis que gire en torno al mensaje lingüístico, al mensaje icónico de
denotación y al mensaje icónico de connotación, este último depende del contexto y
la intención del hablante.
El análisis epistemológico lingüístico nos permite penetrar en diferentes
aspectos culturales que nos hablan de sentidos y actitudes, esto es de ideologías,
pensamientos y hasta emociones.
Con esto tenemos presente que las imágenes tienen que ser leídas en sus
significados – los ideológicos- y connotaciones – lo retórico-, ya que estos son
culturalemente codificados.
Junto al análisis semiológico, creemos necesario el análisis semántico; ya
que como bien nos dice Witold Rybczynski: “Las palabras tienen importancia. El
idioma no es sólo un medio, como una cañería de agua, es un reflejo de cómo
pensamos. No empleamos palabras únicamente para describir objetos, sino también
para expresar ideas, y la introducción de palabras en el idioma señala la introducción
simultánea de ideas en la conciencia”34.
Por lo tanto, veremos a las palabras como actos; las cuales tendrán que ser
analizadas en su propio espacio discursivo; de modo que podamos descubrir el
sentido e intencionalidad de las palabras y los signos; y de este modo poder estudiar
las actitudes de la sensibilidad humana.
34 Witold Rybczynski, La casa. Historia de una idea, p 32.
47
…, es necesario captar los términos reveladores,
y más que los vocablos, las frases hechas, las metá-
foras y la forma como los vocablos se asocian; ahí
se reflejan inconscientemente la imagen que deter-
minado grupo, en determinado momento,
tiene de sí mismo y de los demás35
35 Duby Georges, “Historia social e ideologías de las sociedades” en Hacer la Historia, p 165.
48
Antecedentes históricos:
La construcción de una identidad nacional ha sido un proceso contradictorio,
complejo y dinámico a través de la historia mexicana. Expondremos de manera breve
los diferentes lineamientos que ha presentado el desarrollo de este fenómeno, el cual
ocupa un lugar central en la problemática abordada por nuestra investigación.
Desde el siglo XVIII se empezó a plantear la cuestión de la identidad
mexicana, mediante la confrontación entre lo indígena y lo hispano ante la
dominación y control del poder en manos exclusivas de los españoles. Con ello
surgió la necesidad entre los criollos de reclamar lo que por derecho de origen
histórico consideraban que les correspondía. Antes de iniciar la lucha, en el ámbito
intelectual, se busca darle a las letras y a la pintura un carácter nativo, con temas que
hicieran alusión a lo propio; costumbres, temas populares, descripción del paisaje;
esto con la idea de mexicanizar el escenario y recuperar la patria pérdida, mediante
la exaltación del sentimiento nacional.
De este modo, al calor de la guerra de Independencia, los criollos ilustrados
inspirados en los principios de reivindicación del pasado indígena -representado en la
poesía patriótica-, y la influencia de los enciclopedistas franceses y federalistas
norteamericanos que nutrían los ideales liberales , se establecieron las bases del
patriotismo criollo que combatiría la dominación española.
Una vez ganada la independencia, se buscó la reconstrucción del espíritu
mexicano, para ello, se crearon escuelas de lenguas aborígenes; estudios de
49
intención nacionalista con temas históricos, biográficos y arqueológicos, como medio
de afirmación nacional.
Personajes como Guillermo Prieto e Ignacio Manuel Altamirano vieron la
necesidad de crear una conciencia y orgullo nacional; ante un país herido por la
conquista y agotado por la lucha. De esta manera, Altamirano convoca a la
aristocracia intelectual y artística de México a luchar por las letras, las artes y las
ciencias, las cuales necesitaban nutrirse de nuestros propios temas y nuestra propia
realidad, apartarse de la imitación servil para lograr ser expresión del pueblo y
elemento activo de integración nacional. Pero al mismo tiempo los liberales
admiraban la legislación de Norteamérica y veían en California y Nueva York los
valores de esfuerzo, industria y progreso que México debía seguir.
Con esto, vemos claramente que se trató de un nacionalismo creado por la
elite intelectual; en el que el indigenismo sirvió de instrumento de lucha entre
pequeños grupos de poder que buscaron imponer sus intereses; mientras que los
grupos mayoritarios compuestos por indígenas, muy lejos estaban de ser tomados en
cuenta.
Para el periodo de 1889 a 1910, es decir, durante el porfiriato, aquel
nacionalismo empezó a volverse pintoresco. La nueva generación intelectual vio en
la cultura occidental la fuente y la razón de su legitimidad. Ante una nueva sociedad
burguesa y cosmopolita, vieron el arte y la cultura como vehículos de propaganda
externa e interna. El grupo de los “científicos” veían al modelo europeo como
elemento clave de “progreso” y la filosofía positiva francesa como método formativo a
50
las exigencias educativas del liberalismo con lo cual se obtendría la tradición cultural.
Lo parisino dirigió la moda en el vestir, comer, trato social, decoración, paseos; ante
la ilusión de la ciudad armoniosa, de una actitud excéntrica y romántica. Mucha de la
vida pública comenzó a depender de las tradiciones que se consolidaban en
Norteamérica; por ejemplo la celebración del primer centenario de la Independencia
de la República con un desfile de carros alegóricos, fundado en el modelo de los
higparados de Nueva York, Chicago y San Francisco, que incorporó en su
reconstrucción escénica los espectáculos del music-hall .36
El positivismo mostraba un pasado abundante en perspectivas; en el que el
país lograría adquirir sentido y adquiriría la paz por medio del orden político y social.
Así, el orden filosófico actuaba como fuerza reguladora para convencer a los
individuos de la necesidad de ajustar sus actos a las exigencias de los principios
científicos y del Estado. Con ello, el positivismo y el enciclopedismo fueron elementos
de legitimación del poder, mediante el ideal del “Progreso”, como única solución para
sacar al país del atraso. Teniendo como adversarios naturales en una primera etapa
al clero y la milicia, con el fin de sustituir un Estado científico sobre el teocrático.
La clase más apta para tales fines era la burguesa, quien conduciría al
pueblo hacia la “civilización”. Entre estos, Gabino Barreda ofrece un plan educativo
para la reestructuración de la ideología nacional.
Hasta entonces, tales postulados no habían logrado la unificación, el control
del caudillismo, ni establecer las condiciones necesarias para el desenvolvimiento de
36 Bonfil Batalla Guillermo (compilador), Simbiosis de culturas. Los inmigrantes y su cultura en México, pp.460-466.
51
la industria, por lo que la salida era la evolución. Para ello eran necesarios los
principios de “libertad, orden y progreso”; la libertad como medio, el orden como base
y el progreso como fin.
Con esto, la idea de los europeos de calificarnos como seres incivilizados y
bárbaros parecía surgir efecto. Como consecuencia la falta de capacidad para
organizar el México Independiente y con ello el rumbo ideológico, político y
económico del país, llevó a buscar catalizadores de imitación de países como
Francia y Estados Unidos.
Un nacionalismo creado por intelectuales liberales y positivistas quienes
veían en las instituciones federales republicanas y el capitalismo liberal de Estados
Unidos como el mejor camino que el país debía tomar; en un proyecto que
asegurará lealtad de los individuos a la nación y el ascenso de la burguesía nacional
al poder. Esto, mediante un régimen dictatorial que estableció la paz como elemento
de control, mediante la represión; con un proyecto de educación en el que se
integraba sólo a las clases minoritarias; en la imitación a la cultura francesa e inglesa
como requisito de acceso a la “civilización” y “modernidad”.
Para finales de la época porfiriana se modifica el sentido nacional; dejando a
tras la cultura nacionalista de la Reforma. Surge un nuevo nacionalismo contra
aquellos intelectuales positivistas que denigraban la tradición nacional; en el que
personajes como Manuel Manilla y Guadalupe Posada buscaron demostrar que
México no era París, era necesario que México se expresará como diferente y no
como igual a Europa. Ante los males del Porfirismo, surge la necesidad de reivindicar
52
la exaltación de la lucha revolucionaria mediante la unidad nacional; aunque en
primera instancia seguía estando el ideal de “progreso” como herencia positivista,
ahora, el protagonista de la lucha serían las masas.
En esta defensa y búsqueda de lo mexicano, ideólogos como José
Vasconselos, Manuel Gamio y Andrés Molina Enriquez proponen varias teorías
basadas en los principios de identidad y carácter nacional popular. Un nacionalismo
dirigido hacia la identificación y revaloración de lo propio, negando y diferenciándose
de lo extraño o extranjero, en su tono político y expresión cultural, que intentaba
definir las características particulares, raciales, históricas o “esenciales” de la
mexicanidad y en el que el “pueblo” era el protagonista de la Revolución.37
La imagen del indio se volvió impulsora de campañas políticas y protagonista
del discurso revolucionario en el que el nuevo gobierno integraría a todos los
sectores sociales a la vida nacional; para tales fines se crearon instituciones de
reconocimiento y apoyo a la cultura indígena, siendo este el tema principal de la elite
intelectual.
Para 1920 se establece el régimen revolucionario de Álvaro Obregón, quién
junto a José Vasconselos plantearon un programa de nacionalismo cultural, en el que
se pretende la incorporación de las comunidades indígenas a la nación a través de
un sistema escolar nacional, se fundan escuelas rurales, junto con la difusión y
promoción de las artes, con el fin de crear una conciencia “cultural” y con ello una
atmósfera de optimismo y esperanza en el México revolucionario. Parta esto, se crea
37 Blancarte Roberto (compilador), Cultura e identidad nacional, pp 16-25.
53
un sindicato de artistas revolucionarios, dirigida a obreros, campesinos y soldados de
la Revolución; en el que se proponía un arte público, popular y mexicano.
Durante los treinta años siguientes, adquiere gran fuerza la pintura mexicana
muralista con Sequeiros en su expresión de la madre campesina, Rivera inspirado en
formas prehispánicas y populares, viendo al nacionalismo y el indigenismo como
verdadera religión, y Orozco, quien en sus temas expresa el dolor y la fatiga de la
lucha, todos ellos, buscan expresar la relación entre lo nacional y lo indígena. En la
música, los temas nacionales no faltaban con Manuel Ponce, Silvestre Revultas y
Carlos Chavéz, sin olvidar la novela revolucionaria con Mariano Azuela.
Hasta en el cine, el indígena llegó hacer el personaje principal, que junto con
el charro y la china poblana, se fueron convirtiendo en prototipos de lo “mexicano”.
Antes de 1940, existió una población creada por la revolución mexicana; aún en el
periodo de Cárdenas, el gobierno presta particular atención al tema indigenista,
como una de los principales problemáticas de resolver en su proyecto nacional
reformista; siendo, la reforma agraria una de las principales aportaciones en este
ámbito. “…el personaje del indio se fue haciendo con elementos que hasta hoy
resultan ‘típicos del indito mexicano’: el calzón y la camisa de manta blanca, el
sombrero de palma, los huaraches, la piel morena, el cabello negro, un sarape, la
forma de hablar, y ese caminar ‘medio brincadito’ “38. De este modo, el estereotipo se
fue formando en idealización, ya que se presenta la imagen de manera folklórica sin
ver la complejidad histórica y cultural del país.
38 Ibidem, p 359.
54
El nacionalismo revolucionario, parecía ser un nacionalismo más popular, de
contenido indigenista, aunque hasta el momento, no se había podido dar respuesta a
las demandas de estos, la revolución vino a marcar aún más la separación entre el
indígena y el mexicano al tratar de integrarle a la “familia mexicana”. Y fue mediante
la exaltación de la identidad nacional, que se logró rescatar su sentido de
pertenencia, más no de participación, relegándole una vez más a la marginalidad.
Con lo expuesto anteriormente, podemos ver claramente que de 1920 a
1940, el nacionalismo se convierte en elemento de expresión y acción de la
Revolución Mexicana además de haber sido utilizado por el Estado para legitimar sus
planes en la constante búsqueda de “progreso”, ya que mediante la unidad nacional,
se garantizaría el equilibrio político y social. De tal modo, el gobierno junto con la elite
intelectual, crea en el imaginario social el mito nacionalista, y erigir el sentimiento
nacional mediante las artes, para justificar los males y errores del pasado ; legitimar y
dar credibilidad al nuevo gobierno, por medio de un “nacionalismo” que tenía como
fin último, servir de instrumento de cohesión y control social.
Ante los pocos resultados de la revolución, la sociedad se vio decepcionada y
sin esperanzas; de tal modo, que el gobierno posrevolucionario buscó rescatar los
ideales del nacionalismo revolucionario en un nuevo nacionalismo que diera
legitimidad y credibilidad a su proyecto nacional. “Busca construir un nuevo rostro
mediante la suma de todos sus componentes culturales, éticos, sociales,
económicos, que garantice la unidad frente a un pasado disperso y desgarrado”. 39
39 Bonfil batalla., (coord), Nuevas identidades culturales, p 35.
55
Para 1940 se hablaba de un periodo de “renovación” y grandes
transformaciones. La entrada del gobierno posrevolucionario y su proyecto de
desarrollo nacional, basado en la industrialización tecnológica, que llevaría al país a
alcanzar las tan anheladas metas de “progreso” y “modernidad”; junto con los ideales
de “democracia” y “nacionalismo cultural” .
Un nacionalismo en el que se puso de manifiesto la igualdad de todos los
mexicanos, obreros, campesinos, burgueses, clases medieros, etc., todos unidos por
un mismo espíritu, una misma raza, y en el orgullo de ser mexicanos. Se creó un plan
de educación nacional en el que se buscó exaltar la “mexicanidad” y el orgullo
nacional, esto con el fin de consolidar la unidad nacional y estructurar un sistema
funcional que permitiera mantener el control de la sociedad, mediante una serie de
valores, costumbres y tradiciones que establecieron el orden moral y evitaron los
efectos de una sociedad ya cansada de tantas promesas e injusticias. De este modo,
el objetivo del nacionalismo fue, la formación de buenos ciudadanos para así poder
echar a andar los planes del nuevo régimen autoritario y evitar conflictos sociales.
Se dio paso a la política económica empresarial capitalista y con ello un
nuevo tipo de funcionarios públicos y empresarios, devotos del modelo económico
norteamericano quienes establecieron el rumbo que ahora tomaría el país.
Junto con la industrialización se impulsó la urbanización y la elevación del
nivel de vida; pero también se marcó una mayor ruptura entre los diferentes sectores
sociales: ya que dicho proyecto, dejaba fuera a los sectores más pobres y rurales.
Siendo los principales protagonistas las crecientes clases medias, como símbolo de
56
“modernidad” y “democracia”. “...sus gustos dominan el mercado de los bienes de
consumo y sus preferencias políticas orientan los programas de los partidos”40
De este modo, el Estado, les utilizó para esconder la desigualdad social,
mostrando una nueva categorización interna de la sociedad, en representación de la
“modernización económica”, “democracia” y “nacionalismo”.
Con esto vemos claramente que se trató de un nacionalismo implantado por
el gobierno en el discurso público y en una serie de símbolos e imágenes que se
contradecían con la realidad del país.
Aquel nacionalismo de origen Revolucionario y “popular” llegaba a su fin, ya
que el gobierno posrevolucionario reconoció las cualidades del progreso
norteamericano basado en el modelo económico capitalista empresarial; de este
manera, integró al proyecto nacional aquella ideología , que junto con la
industrialización llevarían al país al tan ya buscado “progreso” y “modernidad”.
Proyecto que nuevamente dejaba de lado a las clases pobres y marginales, ya que
los protagonistas de este proyecto eran las clases medias, las cuales sentían gran
admiración por el american way of life.
Así, la esperanza de crear una conciencia nacional y con ello el proyecto que
llevaría al país a la justicia y la igualdad se terminaban; ya que “…el país marchaba
40 Loaeza Soledad, clases medias y política en México, p 23.
57
por la vía de la modernidad y atrás quedan los indígenas, los campesinos, las
leyendas, los pueblos y hasta la Revolución” 41.
Hemos visto de manera muy breve el desarrollo histórico del llamado
“nacionalismo mexicano”, el cual desde sus orígenes fue creado por la clase
hegemónica en el imaginario social como instrumento de legitimidad y control social.
Aquello que se presentó como nacionalismo mexicano dice David Brading fue sólo un
ciclo de “patriotismo criollo”, después otro de “republicanismo” y “patriotismo liberal”,
siendo hasta el siglo XX en la Revolución, con la movilización de los campesinos, las
capas populares y la intervención de los sectores intelectuales, se puede decir que
comienza el momento nacionalista. Sobre el último punto divergimos de Brading,
pues como ya se ha dicho apreciamos un nacionalismo sólo como imaginario social,
el cual se desarrolló en la doble dimensión temporal histórica de lo real, -en el que lo
real puede pasar a lo imaginario y lo imaginario en lo real-.
Esto es, el nacionalismo mexicano es creado desde el siglo XVIII por parte de
la clase hegemónica, constituyéndole en el imaginario social por medio de las artes y
el discurso político, para el siglo XIX aquel imaginario nacionalista pasó a la coacción
de lo real ya que engendró a la Revolución Mexicana, pero no por ello dejó de ser
sólo un imaginario social. Mientras para el siglo XX aquel ideal nacionalista evidencia
una crisis, ya que con la entrada de la llamada “vida moderna” se da una negación de
aquellos valores que sustentaban el mito de identidad nacional. Con esto se entiende
que a través del imaginario nacionalista se construyó parte esencial de lo real que fue
41 Ibidem, p 319.
58
la Revolución Mexicana, pero no por ello dejó de ser un nacionalismo del imaginario
social.
Con esto pretendemos aportar elementos explicativos del sentido y la
significación de las transformaciones en la conciencia e identidad nacional en México
en este periodo, y en este sentido, contribuir a la comprensión, de su evolución
posterior.
59
2.- La Identidad Nacional Del Mexicano Como Imaginario Social.
2.1.- El nacionalismo posrevolucionario como símbolo unificador:
el mito nacionalista.
Este capítulo busca describir la manera en que la clase en el poder, modificó
y manipuló la imaginación colectiva por medio de una serie de representaciones
simbólicas, con el fin de crear en el imaginario colectivo, elementos de legitimación
de poder y de ordenamiento social. Mediante la presentación de un sistema de ideas
imágenes, se buscó presentar una imagen falsa de la realidad socio-cultural, con el
fin de manipular las mentalidades colectivas y con ello, los comportamientos
colectivos de la vida social.
Nos referimos a aquellas representaciones, símbolos e imágenes que
haciendo alusión al “nacionalismo”, fueron utilizados como estrategia de control y
poder. Por ello, en este primer capítulo, abordaremos la relación imaginación y
poder; observaremos las circunstancias y acontecimientos que dieron origen a estos
imaginarios; el papel de algunas instituciones políticas y sociales como la educación,
las artes, los medios de comunicación y el discurso gubernamental como
instrumentos creadores de estos imaginarios.
Con el fin de ver el alcance y fuerza de estos imaginarios colectivos, nos
adentraremos al ámbito de las prácticas cotidianas colectivas, para observar el papel
que jugó el nacionalismo dentro de este ámbito; y de este modo probar que este
60
nacionalismo sólo existió en el imaginario social y no en la conciencia intencional de
las clases medias.
Con ello, pretendemos mostrar cómo el nacionalismo de esta época, fue sólo
el resultado de una serie de representaciones, presentadas en una serie de símbolos
e imágenes, que tuvieron como fin, manipular, mediante el mito nacionalista, el
imaginario colectivo como una estrategia de control social; ya que dentro del mundo
práctico y sensual de lo cotidiano; en el que se incluyen emociones, pensamientos,
deseos, sueños y necesidades, el nacionalismo expresado por el discurso público,
lejos estaba de la realidad.
El panorama que muestra el país para 1940, es la de un país gastado y
decepcionado por la lucha revolucionaria y las pocas o casi nulas soluciones reales a
las demandas de igualdad y justicia social. A pesar de que el cardenismo se había
caracterizado por el manejo de una política nacionalista de participación popular con
perspectivas de desarrollo nacional independiente , había reconocido la identidad
nacional de las colectividades indígenas y el ideal de la lucha que permitiría la
desaparición de la fisonomía semicolonial, con políticas estatales como la
nacionalización de la industria, la auto-explotación de las riquezas nacionales y la
defensa de la soberanía nacional; en la realidad poco se vio de todo esto. Ante tales
hechos, era necesario volver a buscar la credibilidad de un gobierno que hasta
entonces no había cumplido con sus promesas.
En definitiva, era necesario plantear un nuevo proyecto gubernamental que
renovara las expectativas de progreso y “modernidad”, mediante el proceso de
61
urbanización e industrialización; junto con la exaltación de un nacionalismo que diera
esperanza y fe a la tan anhelada justicia social y al nuevo gobierno. De este modo, el
presidente Manuel Ávila Camacho, expresó su interés por exaltar la mexicanidad en
la memorización de la cultura, creando instituciones como el Colegio Nacional y el
Instituto Nacional de Bellas Artes.
...los presidentes mexicanos fueron accediendo, cada vez
con mayor vigor a partir de Ávila Camacho, al orgullo y la
ostentación de un patrimonio cultural genuinamente mexicano
y, por ello universal. La construcción de esta epopeya
incluye muchos matices, una vasta invención en
reconstrucción de zonas arqueológicas, instalación de
museos y agregados a la [ memoria] de los hombres ilustres42 .
Del mismo modo, en el “discurso nacional para la organización y control de la
sociedad”, el presidente Miguel Ávila Camacho, mostró su plan de unidad nacional, y
la necesidad de:
fomentar en todas las almas un propósito confortante: la unión
fraterna y al mismo tiempo, resulta urgente orientar la unidad
nacional, no hacia las fórmulas del pasado, buscando afrentas
un apoyo ilusorio en la tradición ilusoria del coloniaje,
sino dirigirla conscientemente hacia los éxitos del futuro,
42 Pacheco, Emilio, En torno al nacionalismo cultural, p 126.
62
afianzando a la Revolución y a la Patria en el mismo plano y haciendo
de laconcordia, una máquina de progreso en lugar de un recurso
de abdicación...Unirse para resistir supone una fortaleza
de espíritu muy plausible. Pero unirse para vivir y para crecer,
sin vehemencias y sin sectarios resentimientos, representa una
meta de más altura43
Aparentemente, el presidente Ávila Camacho, mostró un nuevo nacionalismo,
dirigido hacia el bienestar y el futuro del país, pero aún la base de este siguió siendo
los ideales revolucionarios, el fortalecimiento del espíritu, la exaltación de la patria, la
unión fraterna, como elementos de pacificación y control social; los cuales eran
según el discurso gubernamental, elementos fundamentales para el fortalecimiento y
pronto progreso del país.
De este modo, aparecen en el discurso los ideales de nacionalidad y
progreso –vía industrialización-, que como veremos más adelante, la creación del
primero, llevó a la crisis y hasta negación del segundo. Para ir mostrando esto de
manera más clara, hemos analizado el lenguaje publicitario, presentado en los
principales periódicos y revistas de la época, los cuales nos muestra lo paradójico del
tan exaltado nacionalismo y el tan anhelado progreso del país.
Encontramos un anuncio titulado “México, 1950: una metrópoli única”, en la
que se muestra la imagen del Palacio de Bellas Artes haciendo alusión a este como
el “corazón de una gran capital”:43 México a través de los informes presidenciales, “El sector paraestatal”Tomo 6, p 420.
63
Con la vieja Tenochtitlan como cimientos, México emerge hoy en
una ciudad única, se agrega ahora su desarrollo, su crecimiento,
su expansión hacia todos los rumbos, en un alarde de pujanza, de
fuerza y vigor. Su población de tres millones de habitantes tiende
a crecer muy rápido. Los edificios ambicionan alcanzar las nubes,
crece el tránsito. De las sombras de su pasado glorioso, ha nacido
esta capital única, de gran categoría, elegante y de extraordinaria
personalidad... Y así, borrando el pasado de la Gran Tenochtitlan,
ha surgido el México de 1950, una ciudad orgullosa, altiva, elegante,
única. Lo moderno ha desplazado a lo viejo, ¡lo imponente¡
a lo humilde, la belleza a la fealdad. Este es el nuevo México, esta
es la nueva metrópoli de América que muestra al mundo en todo
su esplendor y en su pujante desarrollo.44
De este modo, la idea de “modernidad”, dejaba atrás aquel México que
parecía detenido en un pasado ancestral y viejo, por una nueva ciudad encaminada
al desarrollo y al cosmopolitismo. Con ello, aquel nacionalismo que había sido
expresión de identidad y motor de la lucha revolucionaria, ahora se convertía en un
ilusión sentimental, que tenía como finalidad controlar y pacificar a una sociedad
cansada y decepcionada, por la revolución, la cual hasta el momento, no había
44 Hoy,24 diciembre , 1949, p 43.
64
cumplido con sus demandas sociales; y ante las contradicciones de la vida industrial,
la cual se pronunciaba hacia el “progreso” y la “democracia” del país.
En realidad, aquella aparente “democracia”, fue sólo el paso de la violencia
física a la violencia simbólica; ya que el Estado, estableció las condiciones
simbólicas, basadas en el “nacionalismo” y la “vida moderna”, para implantar el
funcionamiento y el control del poder. Aunque las contradicciones y el choque de
lenguajes simbólicos, en la vida práctica, pronto fueron evidentes.
Otro anuncio comercial de muebles de acero titulado “DM Nacional”; en la
que se muestra el Palacio de Bellas Artes y una Plaza Arqueológica Azteca:
¡Para admiración del mundo!
La fuerza expresiva de la cultura, forma toda una historia de arte
y en las piedras labradas por las manos de una ruina admirable
ha quedado plasmado el espíritu artístico de Nuestro México...!
Toda una época de esplendor, de grandeza, donde el arte creado
dio forma a una cultura, que habla a través de las esculturas y
monolitos que son mensaje de fortaleza de los fundadores de
nuestro espíritu nacional.
Hoy, México da forma a una nueva época, en la que aquel
espíritu vibra a través de modernas creaciones que eleva nuestro
nivel de vida y consolida nuestra civilización DM NACIONAL, fábrica
para admiración de México y del mundo, los mejores muebles de
acero para la oficina y el hogar, hechos por manos mexicanas con
materias primas mexicanas...!
65
He aquí una razón poderosa para asegurar que el futuro de México
es brillante...45
No se trataba simplemente de una nueva era como en aquel entonces se le
denominó; se trataba de crear una nueva imagen del país y dejar atrás aquella
realidad de pobreza, lucha, desigualdad e injusticia, en la que campesinos y obreros
habían ocupado un plano importante en el discurso revolucionario, y aunque se
siguió haciendo alusión a la revolución y a la vida indígena, esta fue adquiriendo un
perfil pintoresco y épico. Se trataba entonces de mostrar la imagen de un país que
caminaba hacia el desarrollo y progreso.
La vida rural, dejó de ser importante para el nuevo gobierno, el cual, planteó
como mira principal la industrialización del país en una iconografía totalmente urbana.
De este modo, el proyecto de “modernidad”, dejo de lado al campo:
El ejido y el dominio colectivo perdieron hegemonía
política. La distribución de la propiedad en el campo
en la década de los años 30´s aseguró la propiedad
de un determinado número de campesinos, pero al
frenarse el programa para cooperativizar las produc-
ciones más modernas, hizo que aumentara la mano
de obra excedente en el campo, parte de la cual
45 El Universal, 3 Septiembre, 1949.
66
engrosaba las filas del personal disponible en las
zonas urbanas y una parte considerable se dirigiera
a la frontera norte46
Ante el choque de lenguajes entre el nacionalismo como expresión de orgullo
por las raíces de la cultura mexicana; y la negación de esta como exigencia de la vida
moderna, pronto, surgieron críticas que expresaron:
Claro esta que con los tiempos se mudan las costumbres [...]
Como vivieron nuestros abuelos, desfile de militares con soldados
huarachudos, puestos de aguas frescas, pilas de cacahuates,
festones y banderas, en las pulquerías, charros de lienzo y de
banqueta, predecesores de “ Cantinflas”...
Ahora, más que entonces hay aglomeraciones en las calles
céntricas para ver pasar la columna militar. Nada más que se ha
perdido por completo el sello mexicano. Nos hemos estandarizado,
nos vestimos a la usanza europea y procuramos borrar el cuño
propio. Parece que nos avergonzamos de lo mejor que teníamos.
De nuestra idiosincrasia, de nuestras virtudes y nuestros defectos;
Por más que evolucionar hacia la mediocridad, ni hemos refinado
aquellas, ni hemos desvirtuado estos,, [...]. Playas, hoteles,
restaurantes y cantinas, se han contagiado con las modas ruidosas
de Hoollywood.
Los hoteles de plan europeo se congestionan. No podemos
quejarnos de estas cosas, ni nos corresponde tampoco. Los
46 México a través de los informes presidenciales, “El sector paraestatal”,Tomo 6, p 78.
67
jóvenes las encuentran bien y con eso basta. Por eso, todavía
nos quedan arrestos para gritar
¡Viva México!.47
Aún con todo esto, la publicidad, siguió mostró varias semblanzas
históricas, haciendo alusión al ideal nacionalista:
“Veracruz surge del pasado como cuna de mexicanidad. Allí se encuentran las
huellas misteriosas y profundas que tañen al nacimiento de México”; en este artículo
se hacía mención a la cultura totonaca y de sus pirámides en Papantla, como huella
imborrable y permanente del orgullo nacional.48
En otro artículo titulado “La Nación” se expresa:
Cuando decimos patria, aludimos cordialmente a la
Paternidad, Patria es por lo mismo hogar y familia,
ara y altar, cerebro y corazón, muslo y verbo. Patria
es todo aquello que nos forma, que nos define y nos
eleva, que nos da fisonomía y carácter. México tiene
una configuración geográfica determinada, que la
identifica como país; se caracteriza por sus costumbres
y tradiciones, por sus valores generales...como una
nación.49
47 Revista de Revistas, 19 Septiembre, 1943.48 Hoy, 1º Septiembre , 1951, p49 Revista de Revistas, 1º Septiembre, 1954.
68
Así mismo el muralismo, la música, la literatura , el cine, y la educación,
tuvieron como fuente de inspiración artística la corriente mexicanista, los cuales
mostraban a la revolución mexicana como elemento afirmador de vida; el surrealismo
mexicano, mejor expresado en el nopal mexicano, la imagen del indígena y la vida
agraria, fueron integrantes esenciales para la configuración de la llamada “cultura
nacional”, con el fin de recuperar la confianza perdida en un mismo ideal colectivo,
el vínculo nacionalista como auténtica expresión popular.
En consecuencia, se crea un plan de educación nacional, el cual consideró
las prácticas políticas, las costumbres y las tradiciones de los mexicanos, como
elemento despolitizador de conflictos sociales. Con un calendario cargado de fiestas
cívicas, el culto a la bandera y los héroes nacionales; los cuales mostraban la lealtad
a los símbolos patrios y los deberes a la patria.
El nuevo secretario Octavio Vejar Sánchez, de entrada dijo
que no permitiría que ideas exóticas predominasen en
los planes de la enseñanza y que la educación debería
tener un fin espiritual, aceptó que la religión y las
tradiciones patrias eran vínculo de la nacionalidad;
reconoció el papel de la familia como la principal
educadora y de esa manera abrió la vía regia a la
educación particular.50
50 Agustín, José, Tragicomedia mexicana, p 25.
69
En la reiterada búsqueda por parte del gobierno de un nacionalismo
sentimental, se crearon una serie de estereotipos nacionales, presentados por los
medios de comunicación masiva; el cine en su época de oro, creó una serie de mitos
que buscaron simplificar los rasgos de la identidad nacional. El indio que había sido
vehículo artístico de la revolución, ahora adoptaba una imagen dramática y estética,
la imagen del charro macho y conquistador mejor representado por Pedro Infante y
Jorge Negrete, o el de la madre sufrida representada por Libertad Lamarque y Sara
García entre otras, en una escenografía totalmente rural , tuvieron como principal
finalidad, exaltar las costumbres tradicionales.
Al mismo tiempo, el gobierno de Miguel Alemán y su plan de industrialización
vía unidad nacional, basado en el apoyo de Estados Unidos, transformó de manera
radical al país. La urbanización, la práctica de una economía transnacional
capitalista, estimulada por la Segunda Guerra Mundial, fueron algunos de los
elementos que contribuyeron de manera fundamental a caracterizar estos años como
un periodo de transición a la “vida moderna”. Con todo esto, la sociedad vivió en una
atmósfera de contraste entre las costumbres “tradicionales” y los nuevos usos y
prácticas, que ofreció la “vida moderna”:
En los cuarentas la gente percibía una nueva imagen asociada
a nuevas formas de consumo, hacia la modernidad como
realidad única y obsesionante; transmite un orden visual
sociocultural ya que infunde modelos de comportamientos
y creencias, se anticipa en el campo visual a las evoluciones
70
que aún no han dado lugar siquiera a elaboraciones
conceptuales o discursiva 51.
51 Gruzinski, Serge, La guerra de las imágenes, p 211.
71
Pero al mismo tiempo, el nacionalismo, representado en el cine, en las artes,
los medios de comunicación, la educación y el discurso público mostraban la
necesidad de seguir exaltando los valores, tradiciones y estilos de vida propios para
mostrar la esencia e identidad del país.
De este modo, la sociedad experimentó un choque de ideales, entre los
grandes cambios que les ofreció la “vida moderna” de tendencia cosmopolita,
asociada a la riqueza y con ello a un mejor estilo de vida; y las continuidades del
nacionalismo, asociado con el campo y la pobreza, pero también con la melancolía
de la lucha, como expresión de esperanza y orgullo.
En consecuencia, el país era guiado bajo un “nacionalismo industrialista”;
nacionalismo que decía ser populista, e industrialismo que prometía llevar al país al
desarrollo y al progreso. Esta pareció ser la fórmula perfecta de lo que se denominó
como “milagro mexicano”. Fórmula que no tardo en mostrar una serie de
contradicciones y perturbaciones dentro de la sociedad; ya que se trato de una
industrialización excluyente limitada a los sectores consumistas altos y medios,
marcando aún más la pauperización de las clases rurales y bajas urbanas. Mientras
el ideal de nacionalismo popular, quedaba como una lejana utopía.
Ante la ficción de poder constituirse como una sociedad “moderna”, esta
buscó en la cultura norteamericana el refugio de su ficción. Se comenzaron a buscar,
formas y estilos de vida similares a la del país vecino, como una necesidad de
cambio y como muestra de “progreso” y “desarrollo”. Con ello, la tan anhelada
búsqueda de identidad nacional, comenzó a perderse.
72
La guerra mundial, había favorecido las exportaciones, beneficiando de
manera significativa la economía del país, pero al finalizar esta, la industria de
Estados Unidos se extendió invadiendo el mercado nacional; además que la gente
prefería consumir productos estadounidenses como símbolo de estatus y
“modernidad”. Junto con la aceptación de estos productos, cuya percepción y
consumo será analizados en capítulos posteriores, se fueron modificando, los
valores, necesidades y estilos de la sociedad, y con ello su propia identidad.
Ante el derrumbe del antiguo dominio colonialista europeo, la principal
potencia occidental fue Estados Unidos, la cual se expandió militar y
económicamente, sustituyendo a Europa en gran parte de las zonas que dominaba,
estableció mecanismos de control, que fueron desde la creación de los llamados
organismos de defensa o económicos regionales, hasta influencias sutiles como la
difusión organizada del modo de vida de la sociedad de consumo a través de los
medios de comunicación.
De esta manera, la imagen de “modernidad” se relacionó con las formas y
estilos de vida de la cultura norteamericana; de tal modo, que llegó a ser la fuente de
inspiración del “México moderno”. A su vez, los medios de comunicación y publicidad
jugaron un papel fundamental, ya que mostraron la imagen de “modernidad” asociada
a nuevas formas de consumo, como realidad única y obsesionante, infundiendo
estereotipos de creencias y comportamientos.
La publicidad mostró una amplia apertura por los productos importados,
provenientes principalmente de Estados Unidos, en modelos de ropa, muebles,
73
bebidas, cigarros, aparatos electrodomésticos, automóviles, etc. El cine adquirió un
nuevo tinte, mostrando la atmósfera de las fiestas colectivas y la vida nocturna en
salones y clubes, todo en torno al consumo ostentoso, como muestra de una vida
exitosa.
Así. poco a poco, la idea del México rural y todas aquellas imágenes de lo
nacional, fueron quedándose atrás; el papel que anteriormente había jugado el
indígena en la sociedad, fue quedando en el olvido, ya que las exigencias de la vida
“moderna” industrial, sólo integró a las clases altas y medias urbanas como sus
principales actores, quienes buscaban resolver como principal problema de la
modernidad, “el prestigio social” .El cuerpo es transformado en mercancía, mediante
el consumo moderno, el cual se expandió rápidamente ante la lógica del capitalismo
imperial norteamericano.
De tal modo que se experimentó una tendencia racista y clasista. “La
sociedad marcaba con claridad las distancias entre los que no eran
iguales...Importaba entonces la diferencia entre la gente decente, de buen nacer y la
pelusa, los pelados, incultos, ignorantes y mugrosos”52.
Sin embargo, el discurso del gobierno público, decía pronunciarse por la
unidad nacional, por la preservación del patrimonio cultural, mediante la exaltación de
un nacionalismo popular, y un México democrático. Por ello, dicha expresión
nacionalista fue manipulada por una serie de símbolos e imágenes como el nopal , la
bandera, el charro, el indio, la mujer de trenzas y rebozo, etc.; con el fin de crear un
52 Agustín José, Tragicomedia Mexicana, V I, p 152.
74
sentimiento de identidad en los mexicanos, como regulador de la vida colectiva;
creando, formas de pensamientos y creencias comunes, que moldearan aquel
pasado lleno de lucha y desilusión, por un pasado lleno de orgullo, mostrando un
presente y un futuro prometedor hacia un mundo mejor, dando esperanza y
credibilidad al nuevo gobierno.
De este modo, entre 1920 y 1940, se habían logrado crear sentimientos
colectivos que permitieron hablar de la existencia de una identidad nacional, la cual
fue asimilada y percibida por la mayoría de los mexicanos, y que había logrado
alimentar y fortalecer el movimiento Revolucionario; pero para este periodo,
aquellos ideales parecía perderse ante las nuevas imágenes y símbolos que ofreció
la “vida moderna”.
Hablar inglés se convirtió en símbolo de estatus y prestigio, se fueron
incorporando al lenguaje términos que se mexicanisaban: “tenquiu, oquéi, sherap,
uan momen plis. Se empezaron a comer hamburguesas, páys, donas, hot dogs,
malteadas, áiscrim, margarina, mantequilla de cacahuate. La coca-cola sepultaba las
aguas frescas, quedaba prohibido tomar tequila, sólo whisky, pues había que
blanquear el gusto de los mexicanos53. Los deseos, los gustos y las necesidades
fueron modificados por el capitalismo mercantilista.
El placer se encontró en las mercancías, en aquellas casas ultramodernas al
estilo colonial californiano, en los abrigos de piel, las joyas, la seda, los guantes, los
sombreros, el maquillaje facial, los automóviles; como expresión de una vida llena de
53 Pacheco Emilio José, Las batallas en el desierto ,p 12.
75
plenitud y porvenir. Fueron reacción de la voluntad colectiva por renovarse, de seguir
los pasos de las sociedades modernas orientadas hacia el cambio y el progreso, en
ellos se vio la ficción y el deseo de ser como Estados Unidos.
Ante tales hechos, el país experimentó una importante baja de exportaciones.
Durante los periodos de 1946 a 1952 y de 1952 a 1958, se experimentó un
desequilibrio en el comercio externo del país ya que la política económica, al dar
prioridad a la industrialización, recurrió a la importación de bienes de capital. A esto
sumémosle el fin de la Segunda Guerra Mundial, ya que con él se reinició la
competencia internacional, afectando la actividad de la industria nacional mexicana
por su imposibilidad de competencia.
Entre 1946 y 1947 las importaciones se duplicaron más del 75%, y para
1948 y 1949, el país sufrió una importante devaluación, el peso mexicano perdió más
de 50% su valor frente al dólar, mientras que las exportaciones mexicanas quedaron
sujetas a los requerimientos de la economía norteamericana.54
Ante tal desequilibrio económico, y en el intento de recuperar el nivel de la
producción nacional, el gobierno de Miguel Alemán (1946-1952) y Ruiz Cortines
(1952-1958) utilizaron el discurso nacionalista, para fomentar el consumo de
productos nacionales, por medio de la publicidad, en la que se presento la Campaña
Nacional pro-peso mexicano.
54 México a través de los informes presidenciales, “El sector paraestatal”, Tomo 6, p 80
76
Como algunas manifestaciones de esta política, nos encontramos, por
ejemplo, un anuncio en el que se ve la imagen de una niña de trenzas, con su perro,
mirando por una ventana una gran tormenta:
SN ISIDRO LABRADOR...
Recuerda las palabras mágicas que nuestra mente infantil
pretenderán cambiar el tiempo malo por bueno...!
Hoy sabemos que esa magia puede convertirse en realidad,
porque está en nuestras manos lograrlo...!
Los malos tiempos se irán con nuestro trabajo, nuestro
esfuerzo y nuestro cariño hacia México, que hará aumentar
la producción en el campo, en la fábrica, en el taller...!
Por ello, debemos consumir exclusivamente productos mexicanos,
porque el valor adquisitivo de nuestra moneda, es magnifica
cuando con ella se adquieren artículos fabricados en el País...!
Ayude usted a realizar el mejor tiempo para México comprando
Sólo artículos Mexicanos...¡ CON PESOS MEXICANOS...!55
En la siguiente imagen, en la que se anuncian muebles de baño, se ve una
mano de protesta, en la que se dice:
55 El Universal, 3 Septiembre, 1949, p 28.
77
¡Basta ya!. En sus manos esta combatir el alza del dólar
defendiendo a México. Consuma lo que el país produce...
los muebles sanitarios “El águila”, son más finos que los
extranjeros, exíjalos, compárelos, prefiéralos. Cuestan
mucho menos.56
El anuncio del Ron “Madero XXXX “, se presentó haciendo alusión a los
valores nacionales:
56 El Universal, 8 Mayo, 1949, p 25.
El Universal, 8 Mayo, 1949 Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
78
Luces de alegría y tradición...México enciende hoy en
cada uno de los rincones de la patria los farolillos de
las posadas, fiestas simbólicas de júbilo y tradición
popular. Y en todas las posadas con su mismo saber
de tradición y mexicanidad estará presente el brindis
cordial de Madero XXXX.
¡Orgullosamente Mexicano! 57
Anuncios como estos, encontramos constantemente en la publicidad, a partir
de este periodo de crisis económica, en la que se manifestó la importancia de
comprar productos nacionales, haciendo hincapié en la calidad de estos productos al
igual que los productos importados y a sus precios más moderados. Sin embargo,
ante tales propuestas, los productos importados, siguieron anunciándose en la misma
proporción de años atrás, por lo que siguieron ocupando un lugar importante como
símbolo de “modernidad” y distinción.
Ante la búsqueda de los nuevos valores que propagaba la “vida moderna”,
como el de elegancia, distinción, personalidad, éxito, placer, comodidad; se fueron
dejando de lado, los valores nacionalistas que definieron la identidad nacional del
mexicano. Así, la identidad pasó de ser una identidad nacional colectiva, a una
identidad personal mercantilizada.
Resulta bastante clara la apropiación cultural que hacia el mexicano de
posición media y alta, de la cultura norteamericana; sin embargo, en el ámbito de la
vida pública se manifiesta un nacionalismo popular en sus diferentes57 Excelsior, Diciembre, 1949.
79
representaciones simbólicas, dirigidos a consolar y controlar a una sociedad cansada
y disgustada del mal gobierno. Por otro lado, la sociedad mayoritaria necesitaba de
estas representaciones simbólicas, para reconstituir su propia identidad, la cual se vio
mermada ante los valores y símbolos de la vida “moderna”.
Por medio de una serie de signos, imágenes y ritos colectivos el gobierno
buscó crear un ideal común en el imaginario social, que plasmará una identidad
colectiva, la cual utilizó como herramienta de control y cohesión social, para orientar y
manipular la sensibilidad colectiva.
A través de una serie de símbolos como la bandera en representación de
“esperanza”, la raza, como expresión de “igualdad”, el nopal y el charro como
Revista de Revistas, Septiembre 15, 1942. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
80
“dignidad”, se creó un lenguaje nacionalista que expresó : exaltación y unidad, pureza
y heroísmo, orgullo y generosidad, como elementos de unidad y control simbólicos.
Revista de Revistas, Septiembre, 1954. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
81
Hoy, Mayo 4, 1943. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
De este modo el Estado aseguró su dominio sobre las mentalidades e
imaginarios sociales, y con ello el dominio sobre la vida social en su conjunto.
El nacionalismo que predicó el Estado uniformó las creencias
colectivas y creo en la población un sentimiento de parentesco
que se manifestó...en la concepción del Estado como padre
82
y madre de la extensa familia nacional”58.
Por medio de este sistema de ideas-imágenes, el Estado buscó acondicionar
la realidad histórica, al nuevo proyecto gubernamental, en el que se reconoció al
Estado- Nación, como la forma ideal de organización política, como la fuente de toda
energía cultural y de todo bienestar económico59.
Ante tales situaciones, volvemos al cuestionamiento planteado al principio de
este capítulo sobre el nacionalismo como imaginario social que, como ya se ha
planteado, fue alentado y manipulado por parte del Estado por medio de una serie de
representaciones, símbolos y emblemas, para su legitimación y control social.
Por medio de estas imágenes, símbolos y valores nacionales, se buscó
articular un sistema ideológico, que sirvió a los proyectos e intereses de la clase en el
poder, ya que además de deformar la realidad, mostrando un futuro y una sociedad
más perfecta, se utilizó como elemento estabilizador; controlando así los modos de
acción de la sociedad, de una sociedad que vivió los contrastes de sus obsesiones
por la tradición y la “modernidad”: el cambio de la vida rural a la vida urbana
industrializada, de una identidad colectiva nacionalista a una identidad egoísta e
individualista.
A pesar de que en el discurso público se hablaba de una identidad nacional
como expresión de fórmulas culturales “propias”, ante las transformaciones de la vida
58 Florescano, Enrique, Etnia,Estado y Nación,p 49559 Kohn, Hans, Historia del nacionalismo, p 20.
83
“moderna” e industrial se fueron generando cambios profundos en este
reconocimiento común, dando lugar a nuevas identidades, a nuevas sensibilidades y
nuevas mentalidades, en las que se negaron los valores culturales preexistentes y
propios. Por ello, fue necesario crear en un idealismo simbólico, la imagen de un
nacionalismo como expresión de identidad cultural e histórica, la cual tenía como
meta el fortalecimiento psíquico de la colectividad, para tratar de hacer menos dura la
realidad de las mayorías y tratar de compensar la situación de miseria en la que
vivían, junto con el olvido de sus derechos.
Como hemos visto, ante la falta de un horizonte político, económico e
ideológico común y estable; la sociedad buscó catalizadores de apropiación cultural.
Sin negar la idea de que toda cultura es mestiza, producto de una fusión, esta
investigación no tiene como finalidad discutir la existencia de transculturación y
penetración cultural ante el imperialismo norteamericano, sino analizar en el campo
de los hábitos, costumbres, sentimientos, emociones, percepciones y de las
conductas simbólicas, la manera en que se fue conceptualizando la personalidad y la
identidad del mexicano. Y cómo, paradójicamente, ante tales hechos siempre se
buscaron, y se siguen buscando hasta nuestros días, figuras míticas como expresión
de un fuerte sentimiento colectivo, que logre identificar y diferenciar el “nosotros”.
Ante tales contrastes, es importante tener bien claras las diferencias entre:
sentimiento nacional, conciencia nacional e identidad nacional, para poder entender
el perfil cultural en el que se ha venido desarrollando el mexicano como ente
histórico.
84
El sentimiento nacional se da a partir de configuraciones generalizadas a
través de canalizaciones emocionales, los cuales son establecidos por la élite de
poder con el fin de ejercer un control persuasivo60 a través de una serie de símbolos
sociales que al estar dotados de significados compartidos provocan una reacción
emotiva produciendo dicho sentimiento nacional, que por su origen le hace ser algo
ambivalente.
La Conciencia nacional parte de un proceso que implica un razonamiento
reflexivo y una interpretación a nivel mental, por lo que hablar de conciencia nacional
conlleva una orientación hacia el “nosotros”, en el que existe un conocimiento de
pertenencia e incorporación en un “etnos”, a través de vínculos o enlaces raciales y
culturales, que le coloca en un estado de pertenencia a un grupo determinado.
La identidad nacional, se da a partir del punto de vista subjetivo de los
actores sociales en torno a sus unidades y fronteras simbólicas e ideológicas, los
cuales le establecen o le ubican en un espacio social determinado. Por lo que se trata
de una acción de autodefinición de los individuos con base a su interacción socio-
cultural.
60 El control persuasivo actúa a través de diversos organismos e instrumentos que conducen al individuo a proceder conarreglo a las normas, deseos e imperativos del grupo en el poder, en el que los medios de control social son numerosos.A diferencia del control coactivo el cual emana del derecho y del Estado y se cumple por medio de la fuerza o amenaza.
85
3.-Nacionalismo e identidad cultural en el ámbito de la vida cotidiana.
3.1.-Vestido e imagen corporal. Look de las clases medias.
Hacia un análisis de la corporificación socio-cultural:
En esta parte del trabajo se pretende examinar la identidad nacional de las
clases medias de la ciudad de México a través del análisis de algunas de sus
representaciones y prácticas cotidianas. Lo que buscamos es indagar, en el mundo
de las emociones, sentimientos, pensamientos, deseos y sueños de las clases
medias, y entender el sentido intencional – conciente o inconsciente- de sus acciones
y comportamientos dentro de su entorno social.
Para tales fines hemos elegido como herramienta de investigación el análisis
de la corporeidad, representada en la vestimenta utilizada y la apariencia física de
algunos representantes de dicha clase social. Esta perspectiva concibe el cuerpo
humano como constructo social de un entorno cultural, ya que éste es transformado
por los procesos sociales, económicos y políticos de cada cultura.
Por lo tanto, nuestro análisis de la corporeidad no se ocupará del aspecto
fisiológico, sino que nos interesa comprender su existencia social, lo que incluye
creencias, formas de pensamiento, valores, emociones, deseos, necesidades, etc.
Mediante la observación de la actividad corporal, que incluye su expresión
física y sus funciones simbólicas dentro de un sistema cultural dado, buscamos
entender la sociabilización y comunicación del sujeto con su mundo. De modo que, a
86
través del análisis del significado o significados del cuerpo, podremos penetrar en el
mundo de las emociones y los deseos, de aquellas realidades sensibles, que
indudablemente dan sentido al comportamiento humano.
En nuestra interpretación partimos de la idea expuesta por Bryan Turner
sobre que “... nuestros cuerpos son regulados y administrados en aras del orden
social” 61. Es decir, se aborda el problema desde la perspectiva de “la política del
cuerpo”, 62 esto es, el ejercicio regulatorio de las diversas formas de poder sobre los
cuerpos de los integrantes de una población.
Dicho estudio, requiere la observación conjunta del mundo macro-social, que
incluye las instituciones políticas, económicas y sociales; y el mundo cotidiano,
práctico y sensual de la corporificación socio-cultural. Con lo cual se busca entender
la formación del sentido intencional encarnado, el cual es establecido y
experimentado mediante elementos de intercambio y comunicación entre el lenguaje
de las representaciones culturales -cargado de significados simbólicos- y el mundo
de las prácticas sociales -en el que se incluye a la sensibilidad como una actividad
práctica-; por ello, “...las sensaciones , las palabras, las emociones, los gestos... son
esenciales para la existencia del sujeto y no menos fecundas para el
investigador...”.63 De este modo entendemos que el cuerpo no sólo es un entorno y
un medio del yo, sino también una experiencia externa de interpretaciones y
representaciones.
61 Turner, Bryan, El cuerpo y la sociedad, p 1562 Estudios entorno a esta problemática han sido abordados por varios estudiosos, pueden consultarse: Michel Foucault,Vigilar y castigar; Richard Sennet, Carne y Piedra; Bryan Turner, El cuerpo y la sociedad; entre otros.63 Le Breton, David., Antropología del cuerpo y modernidad, p 92.
87
Examinaremos el lenguaje del cuerpo en relación a su entorno social, lo que
incluye observar cuidadosamente sus características y transformaciones desde el
análisis intersubjetivo de su interacción social. Aceptamos que “por medio del cuerpo,
el ser humano está en comunicación con los diferentes campos simbólicos, que le
otorgan sentido a la existencia colectiva” 64
Será mediante la observación e interpretación cuidadosa de las imágenes,
presentadas en la publicidad, que trataremos de captar el lenguaje y los significados
de las representaciones culturales como elementos explicativos de la acción humana
y del sentido de la historia. Mediante el análisis hermenéutico del lenguaje del
cuerpo, pretendemos adentrarnos al mundo de lo que Roy Porter llama “prendas
metafóricas, en el que se incluyen los códigos morales, tabúes, prohibiciones y
sistemas de valores que ligan la disciplina a los deseos [y] la educación al control.”65
Este capítulo observará la “moda” de la vestimenta y la imagen corporal no
sólo desde el punto de vista estético sino como fenómeno social. Por lo que
analizaremos las formas, usos y estilos de ésta, dentro del marco estructural y
sincrónico a tratar; y en el que disciplinas como la antropología cultural, la psicología
y la sociología nos serán de gran utilidad.
Nos referimos al concepto “moda” como expresión de la voluntad colectiva y
como conducta simbólica, en la que están incluidos los impulsos, sueños y los
grandes fantasmas del inconsciente colectivo66, los cuales son orientados y
64 Ibidem ,p 25.65 Poter, Roy., “Historia del cuerpo” en Formas de hacer historia, p 285.66 Marc Alain Descamp, Psicología de la moda, p
88
determinados por la sociedad. De este modo, en la vestimenta y la imagen corporal
se expresan tanto las características del mercado de la moda, como el de los valores
y las prácticas de la comunidad.
Mediante el lenguaje simbólico del vestido y la imagen corporal, se pretende
estudiar el interior del cuerpo -sentimientos, sensaciones, deseos- y el cuerpo
exterior –su presentación, incluyendo el de las apariencias-. Ello dentro de un periodo
histórico considerado nacionalista y de la naciente vida “moderna”, tratando de
entender la evolución de la identidad social.
Veremos cómo en la vestimenta e imagen corporal, en las que se incluyen
gestos, movimientos, formas de caminar, de mirar, de peinarse, vestirse, maquillarse,
etcétera, se expresó la manera en que la sociedad mexicana fue modificando sus
valores, gustos, deseos, necesidades y formas de pensamiento. Es decir, la sociedad
mexicana se encontró en un momento de renovación, en el que tuvo la oportunidad
más amplia y decisiva de ser como las sociedades modernas de occidente para
orientarse hacia el progreso y la “modernidad”.
Esto, como un desahogo de aquel doloroso pasado histórico colonial, que le
había situado como una sociedad “bárbara” e “incivilizada”. Tal visión reivindicativa
encuentra sus antecedentes desde la segunda mitad del siglo XVIII y en el XIX, con
los ideales de los ilustrados, liberales y positivistas, quienes vieron en las
instituciones federales republicanas y el capitalismo liberal de Estados Unidos el
camino hacia el “progreso y la civilización”. El grupo de los “científicos”, integrantes
de la élite rectora hacia finales del siglo XIX, vieron al modelo europeo como
89
elemento clave del “progreso” y la filosofía positivista francesa como método
formativo de las exigencias educativas del liberalismo, de modo que el imitar a la
cultura francesa e inglesa, era la vía de acceso a la tan anhelada “modernidad”.
Para el periodo abordado por nosotros, el proyecto “modernizador” parecía
ser por fin una realidad, ello porque se estimularon como nunca antes la orientación y
el crecimiento capitalistas, los cuales fueron transformando la iconografía del México
revolucionario en la de un México que caminaba hacia el progreso y la “civilización”.
Este proyecto de nación “moderna”, en esencia, era producto del modelo
occidental, el cual fue impuesto sin tomar en cuenta la realidad histórica del país, se
trató de un modelo que sólo integró a las clases medias y altas urbanas. De modo
que lejos de haber sido un proyecto de desarrollo, se trato de un proceso de
crecimiento macro económico y sustitución cultural, como bien lo menciona Guillermo
Bonfíl: “... la clase media... vio su patriotería chafa y muy ñera, y la fue sustituyendo
por la aspiración de, si no ser, por lo menos parecer gringa: hacia allá orienta sus
patrones de consumo y de conducta, reales o sólo apetecidos”67
Aquellos ideales de identidad nacional, en torno a la valoración de la cultura
mexicana, del mundo aborigen comunitario y solidario que había sustentado la lucha
revolucionaria, fueron sustituidos por el mundo “moderno” mercantilizado, hedonista y
clasista. Ante las aspiraciones de ser una sociedad “moderna” y avanzada, la clases
medias se fueron apropiando de arquetipos culturales ajenos, ofrecidos por el
67 Bonfil Batalla, Guillermo., México Profundo, p 179
90
capitalismo mercantil, que pronto logró no sólo transformar, sino controlar los roles de
identidad y los estilos de vida de la sociedad.
De modo tal, que dicho proyecto de “modernidad” no sólo excluía y dejaba de
lado los problemas de las clases mayoritarias, sino que se convirtió en el instrumento
regulador del orden y control social. Mediante el consumo moderno pronto se
establecieron lo nuevos imperativos sociales, que tuvieron como fin crear cuerpos
pasivos y subordinados ante el nuevo régimen autoritario.
Con el acceso de los gobiernos posrevolucionarios, que decían ser
democráticos, y una sociedad que decía caminar hacia la “civilización”,
aparentemente la lucha y la violencia quedaban atrás, pues ahora el control era
ejercido por medio de un esquema simbólico bien estructurado, que tenía como fin,
mostrar, hacia fuera y hacia adentro un país estable económica y políticamente,
encaminado hacia la industrialización y la “modernidad”.
De tal modo que los levantamientos sociales disminuyeron significativamente,
no porque los problemas y demandas sociales se hubiesen resuelto o terminado, sino
que ni siquiera fueron considerados importantes por el nuevo gobierno. A diferencia
del gobierno antecesor cardenista, que había manejado una ideología política
populista, que incorporó a los sectores obrero y campesino a la escena política, los
gobiernos de Ávila Camacho y sus sucesores, recurrieron al apoyo de las clases
medias, y establecieron un mayor nexo con las clases altas como representantes del
poder económico, mientras la alianza respecto a los sectores obrero y campesino se
debilitaba en forma paulatina.
91
Ante la aspiración de ser una nación “moderna”, se mostró la imagen del
México progresista, eminentemente urbano, en el que el lujo, la riqueza y el placer
serían sus premisas. Pero este paraíso fue sólo para aquellos que le pudieron
comprar, las clases altas y medias urbanas, mientras el resto de la sociedad quedaba
en la pobreza y la marginalidad. Tal situación marcó aún más las diferencias y
desigualdades sociales entre los ricos y los pobres, entre la vida pueblerina y
citadina. Como compensación a esta situación, el nacionalismo sentimental, bien
expresado en el cine, mostró en películas como “Nosotros los pobres”(1947), “El rey
del barrio” (1949), “El dinero no es la vida” (1951), “La fuerza de los humildes”
(1954), “Macario” (1959); y en canciones como: “¡Hay Jalisco no te rajes!” , “¡Yo soy
mexicano!”; que la pobreza tiene dignidad, que el sufrimiento es temporal, al fin y al
cabo salvador.68
Creemos necesario analizar de qué manera se presentó y se desarrolló el
lenguaje bipolar: imaginación simbólica del “nacionalismo – modernidad”, ya que
como portador de sentido obedeció a la lógica de mantener el equilibrio y la cohesión
social. Lo que nos lleva a un análisis del control discursivo, en relación a
determinadas prácticas sociales, esto es, su significado más concreto y práctico en la
vida cotidiana, ya que nacionalismo y modernidad se presentaron como elementos
antagónicos de la realidad socio-cultural. Por ello, nos interesa ver de qué manera la
sociedad percibió y vivió aquellas paradojas, y los cambios que se dieron en la
identidad personal y colectiva de la sociedad, mediante el análisis de la corporalidad.
3.2.- Cuerpo e identidad: los nuevos usos del cuerpo:
68 Somos, 1 abril, 2000, p 9.
92
El objetivo de este capítulo es analizar lo que muchos investigadores
denominan “la política del cuerpo”; esto es, el papel de las distintas formas de poder
sobre los cuerpos súbditos.69 Entendemos a las formas de poder desde la amplia
perspectiva foucoliana, por lo que nos interesa analizar las múltiples y sutiles redes
de poder ejercidos en la esfera social. Nos referimos a aquellos pequeños poderes e
instituciones sociales, en las que se dan múltiples relaciones de autoridad en distintos
niveles, los cuales actúan como condicionantes para facilitar el funcionamiento del
poder. Con esto veremos que el poder se construye y funciona a partir de otros
poderes y de los efectos de estos. Mediante el análisis de las prácticas cotidianas
concretas, pretendemos entender esas redes de interdependencia y equilibrios de
poderes.
Nos ubicamos en un periodo histórico antecedido por la lucha revolucionaria
y una serie de movimientos populares, que colocaron al país en una situación
bastante vulnerable, de tal modo que era necesario consolidar un nuevo orden social,
que diera legitimidad al nuevo gobierno; a nivel externo, se estableció la
consolidación de la nueva potencia occidental, Estados Unidos, la cual fue
sustituyendo a Europa rápidamente, y extendiendo militar y económicamente sus
dominios en todo el mundo.
A nivel interno, el Estado mexicano alentó la creación de un sistema
simbólico de control social modelado en la vida “moderna” industrial, al estilo
norteamericano, con el fin de crear cuerpos obedientes y pasivos ante los nuevos
69 En el análisis del poder, al igual que Foucault, creemos necesario hablar de formas de poder en las que se incluyendistintas redes de intereses.
93
imperativos sociales, los cuales pronto regularon las formas de pensamiento,
anhelos, necesidades, gustos y estilos de vida de la sociedad.
A través de este sistema simbólico se presentó la imagen prototípica del
cuerpo “moderno”, el cual fue aprisionando los cuerpos de las clases medias en los
nuevos códigos y valores sociales establecidos por el mercantilismo estadounidense,
que pronto invadió no sólo el mercado de bienes, sino también el perfil cultural del
mexicano.
Mediante el análisis de la publicidad, pretendemos estudiar los códigos de
vestimenta y presentación, los cuales, obedecieron a ciertos códigos sociales que
fueron modificando la identidad y el comportamiento de la sociedad; orientando las
actividades corporales y con ello, necesidades, deseos, sueños, emociones y formas
de pensar. El cuerpo fue transformado por la industrialización, el capitalismo y la
ciencia, creando una sociedad pasiva y subordinada a los roles específicos dictados
por el consumo.
El cuerpo exterior se fue transformando, junto con el cuerpo interior; aquella
identidad fundada en los principios nacionalistas fue reencarnada por una identidad
individualista, conceptualizada a través del hedonismo personalista. Los integrantes
de las clases medias, principalmente, mostraron una transformación significativa
hacia una nueva sensibilidad y percepción de su mundo y de sí mismos, modificando
significativamente sus formas de pensamiento y estilos de vida.
En primera instancia, se observó una evidente generalización de actividades
corporales exacerbadas como el cuidado y arreglo del cuerpo físico, así como una
94
mayor atención a las diversiones públicas en cafés, bailes, centros nocturnos, etc.;
dichos fenómenos no se dieron por primera vez en este periodo, pues desde el siglo
XVIII en la Nueva España se vivió lo que Pedro Viqueira denominó cierto
“relajamiento de las costumbres”, esto en todos los niveles de la sociedad, por las
grandes transformaciones económicas, sociales y culturales de dicha época. Los
estratos superiores experimentaron un afrancesamiento en sus costumbres,
penetrados por el pensamiento ilustrado, la filosofía, las ciencias modernas y las
múltiples reformas que tenían como fin promover el progreso conceptual y material
del reino novohispano.70
Del mismo modo, después de la Independencia, se siguieron practicando
muchas de las costumbres heredadas del tiempo colonial; sin embargo la vida
republicana iría moldeando algunas prácticas que, por cotidianas y repetitivas,
influirían en la conducta de la población; ya que a diferencia del siglo XVIII, fue sólo la
“aristocracia” citadina, compuesta la mayoría por criollos blancos y su contraparte
europea, la que gozaba de múltiples diversiones y hacía alarde de su riqueza. Sus
casas se construían lujosas y se amueblaban con artículos de importación; pero no
bastaba con ser rico, pues había que demostrarlo dentro de sus actividades
cotidianas; de modo que era indispensable comer en platos chinos y usar vajillas de
plata que valían más de mil pesos. Mostrar una vida lujosa y de ociosidad era un
elemento primordial entre la élite criolla, ya que en torno a esto, se instituían redes de
poder, establecidos principalmente a través del matrimonio. De modo que preservar
la honra y la riqueza entre estas élites era parte de las reglas sociales.
70 Viqueira Abán, Pedro., ¿Relajados o reprimidos?. Diversiones públicas y vida social en la ciudad de México duranteel Siglo de las Luces.
95
Las mujeres debían lucir espléndidas alhajas como muestra de la riqueza de
sus maridos, el mobiliario debía ser magnífico: lámpara, tapices, mesas de maderas
finas, pianos construidos en Europa, crucifijos de oro y adornos de plata, sin olvidar el
sistema de etiqueta tan importante como elemento detector de jerarquía social.71
Aunque dichas acciones parecen ser generales en los siglos XVIII, XIX y XX,
a cada periodo le correspondieron diferentes motivos sociales e históricos. Aunque
estos no serán descritos aquí, ya que nuestro problema se limita al siglo XX, no por
ello dejamos de considerar la importante influencia de muchas costumbres de la vida
cotidiana de estos estratos sociales sobre las ya existentes y nacientes clases
medias de 1940.
El afrancesamiento, la exhibición de una vida ostentosa, el uso de vestimentas
sumamente elegantes, el uso excesivo de joyas, la vida social en torno a las fiestas y
reuniones que caracterizaban a las clases aristocráticas, se actualizaron en las
nuevas modalidades de vida de las clases medias de nuestro periodo a tratar, ya que
en la adopción de estas formas de vida, se lograban auto percibir como la nueva
“aristocrática “. A través de estas formas de conducta las clases medias lograban
mostrar su tan anhelado acceso a los estratos privilegiados del México
posrevolucionario.
Por ello, el cuerpo tenía que ser preparado para ofrecerlo a la vista de los
demás, pues a través de la apariencia física se establecieron nuevos y más
sofisticados detectores de jerarquía social e identidad personal y colectiva. Había que
71 Hernández Franyuti, Regina (compiladora), La ciudad de México en la segunda mitad del siglo XIX, Tomo II.
96
cumplir normas específicas de formas de vestir, peinarse, maquillarse, caminar,
hablar y hasta de divertirse, ya que la vida diurna y nocturna en clubes, salones de
baile y otros espacios, obedecía a la idea de éxito económico y prestigio social; así
como adoptar ciertos hábitos de consumo como los cigarro mentolados, el wisky,
joyas suntuosa o comprar en los nuevos y grandes centros comerciales de
características norteamericanas.
El cuerpo pronto se vio aprisionado, como nunca antes por los imperativos de
una vestimenta y apariencia física sumamente elegante, pulcra, perfecta e intachable,
como normas necesarias para la aceptación, el respeto y distinción social, lo que a la
vez le permitiría una vida exitosa y placentera. Todas estas ideas fueron expresadas
rotundamente en anuncios publicitarios como este:
Es usted El DESPEINADO?
En una fiesta...es un acto social, donde todo el mundo
se presenta irreprochable, el hombre despeinado,
no importa cuán pulcro sea el resto de su persona,
es siempre el hazme reír, la víctima de observaciones
y comentarios crueles.
Aunque su ropa sea correcta y sus maneras finas,
si no se peina y cuida el cabello, dará impresión de
descuido. No se exponga a tanto existiendo Vitalix,
la loción para el cabello que usan las personas
distinguidas. Vitalix deja el cabello lustroso y bien
97
peinado para toda la noche por rebelde que sea.72
En este texto publicitario, podemos apreciar claramente el sentido ideológico
y con ello, la importancia social que las clases medias atribuyeron al mundo de las
“apariencias”, como elemento de confirmación social; ya que era necesaria la
aceptación de los demás para afirmar su propia existencia y valía.
Algunos conceptos contenidos en la publicidad, además de expresar
claramente la manera en que debía presentarse el cuerpo exterior, también nos
muestran el tipo de personalidad y conductas que debían de adoptarse. Ser un
individuo irreprochable, esto es, mostrar un comportamiento impecable e intachable,
lo que nos habla de una sociedad regulada por una fuerte carga de lineamientos
morales; ser una persona pulcra, la cual debía preocuparse siempre por mostrar
una apariencia hermosa y bella, pues sólo así sería una persona distinguida y por
ende diferente y prestigiada.
A través de este tipo de valores y normas de comportamientos, las élites y
clases medias buscaron avanzar hacia la regulación, la corrección y la moralidad, con
lo cual se buscó engendrar una sociedad estandarizada, la cual debía adaptarse a
una nueva y compleja estructuración social en la que pronto se vio atrapa y
enajenada. Sin darse cuenta, los cuerpos de sus integrantes fueron convertidos en
cuerpos dóciles y obedientes a las exigencias de la élite política y económica y del
imperialismo mercantil.
72 Hoy, mayo 1, 1940.
98
Detrás de estos valores, se empezó a constituir una sociedad pasiva,
superficial y narcisista. El cuerpo interior – las necesidades, emociones,
pensamientos, etc.,- , y el cuerpo exterior –su presentación, incluyendo el de la
apariencia física-, se convirtieron en una mercancía. El capitalismo mercantilizó en
cantidad y calidad inéditas las fantasías, los placeres, los sueños y las necesidades
de la sociedad. A través del significado simbólico de las mercancías se logró
comprar el prestigio social, el éxito, el poder y el placer, como lo muestra la siguiente
publicidad de sombreros para caballero:
Stetson:
Realce su buen porte.
Un factor de gran trascendencia para alcanzar
buen éxito, descansa en la buena apariencia del
individuo, cuando usted lleva un Stetson, no sólo
luce una fina prenda de vestir, sino que su
airoso estilo, regios colores y suaves líneas
destacan su personalidad, confiriéndole una
nota de autoridad y distinción.73
John B. Stetson Company.
Propio para el que va para arriba.
El Royal STETSON de Luxe Stratoliner.
Sería una presunción por parte nuestra asegurar
73 Excelsior, Diciembre 17, 1947.
99
que por el mero hecho de llevar un ROYAL Stetson
De Luxe Stratoliner, usted va a subir un avión, en su
posición social o en sus negocios. Pero es indiscutible
que la buena presencia lograda mediante un vestuario
propio para cada ocasión, es un factor importantísimo
para el éxito de la vida.
El Royal Stetson De Luxe Stratoliner, completa la
indumentaria masculina de manera perfecta. Su
estilo airoso y su ligero peso imparten al que lleva
esa apariencia triunfadora del individuo que va para
arriba.74
Siempre y en cada lugar se ha dotado de significados simbólicos a la
vestimenta con el fin de señalar un alto rango o la pertenencia a un sector social. En
la época colonial mexicana se instituyeron una serie de leyes suntuarias en las que
se establecieron estilos y colores de vestimenta específicos según la clase social o
grupo racial al que se pertenecía; poco a poco este sistema de indicación social por
medio del color y las formas se fueron quedando a tras, y para el siglo XX, fue
primordialmente a través del costo de la indumentaria que se designó el rango social
de sus usuarios.
Por ello, las clases medias que buscaban colocarse entre las clases ricas
comenzaron a utilizar tejidos muy caros, pieles, guantes, sombreros, joyas, un estilo
74 El Universal, Septiembre 3, 1947.
100
de vestir excesivamente adornado y cargado de accesorios, como muestra de
capacidad de derroche ostentoso, de convencionalismo y de sofisticación. De modo
que había un tipo de indumentaria para cada ocasión, para vestir en el día se
requería de un estilo especial y otro si se trataba de la noche, para asistir a una fiesta
o para salir a cenar, para ir al trabajo y hasta para el uso cotidiano. Aquellas
personas que no cumplían con estos códigos indumentarios se les calificaban como
personas inferiores, deshonestas y hasta carentes de talento.
Ante los resultados del llamado “desarrollo estabilizador” del país, los
integrantes de las clases medias vieron la oportunidad de mejorar su vida social y
económica, de modo que, comenzaron a percibir su mundo en torno a ideales como
el culto al dinero, la búsqueda de estatus, el éxito social y el poder. Estos ideales les
colocarían como parte de una clase distinguida y diferente, para lo cual era necesario
mostrar una “buena apariencia”. El cuerpo y la personalidad de los individuos se
desarrollaron sobre la base de una nueva funcionalidad, que pretendía crear un
cuerpo productivo; a partir de este sentido intencional adquirido por las clases
medias, analizamos aquí el discurso de la moda, para tratar de entender los motivos
sociales e históricos contenidos en ella.
La preocupación por el prestigio social se trató en torno a la presentación
física personal del cuerpo, de ahí la tendencia de los integrantes de las clases
medias a rendir culto al cuerpo, pues había que presentarse siempre bellos o bien
parecidos, sanos, jóvenes, y saludables, así se percibirían y serían percibidos como
distinguidos y diferentes a los demás. Con ello, entendemos por qué la publicidad
aún para esta época utilizó el concepto de “aristocracia”; concepto que siglos atrás
101
hacía alusión a la clase noble, y para este periodo, se refería a aquellas clases que
sobresalían por algunas circunstancias de las demás. Por ejemplo:
Gemey:
Entre el brillo de las reuniones aristocráticas.
Gemey, el perfume selecto envuelve entre
sus mallas la distinción del ambiente y une
con su fragancia a toda la belleza...que
cuenta con devotos por doquier.75
Estas formas de pensamiento estuvieron ligadas a los ideales de ser como
las sociedades “modernas”, teniendo como inspiración a la cultura norteamericana, a
la lógica de la industrialización y el “desarrollismo”, como elementos engendradores
de un mejor porvenir y una vida llena de plenitud.
Ante tales cambios, nos interesa conocer las nuevas necesidades, sueños,
impulsos deseos y fantasías de la sociedad. A continuación se muestra el anuncio
publicitario de un reloj que formaba parte de las tantas y ostentosas joyas que las
clases altas y medias utilizaban para su ornamentación:
Haste:
...Hoy la juventud acostumbra regalar joyas
de precisión, de gran utilidad y belleza, que
en el Progresista México, dadas como símbolo
75 Excelsior, diciembre 3, 1941.
102
de compromiso, substituyen con creces a las
arcaicas alhajas que usaron nuestros abuelos.
LA COSTUMBRE ES HOY DAR UN BUEN RELOJ
DE COMPROMISO. Regale un Haste, que a la
perfección simboliza su afecto. Haste prueba el
Progreso de México, porque ha sido especialmente
hecho para México...y para usted.
La hora de México es de progreso y Haste es la
hora de México.76
Este mensaje deja leer la fundación del ideal del surgimiento de un nuevo
México, de un México progresista, urbano y joven. Había que dejar en el pasado al
México inestable, al México de nuestros abuelos, el cual se había caracterizado por
sus incesantes luchas sociales, la pobreza y la marginalidad. Por ello, la iconografía
del México rural y sus problemas, fueron desplazados por la iconografía del nuevo
México urbano, factor de renovación y porvenir.
Del mismo modo, con el desarrollo de la economía industrial y capitalista, el
país tomo una nueva posición mundial, lo que mostraba que por fin podría cumplir el
tan anhelado sueño de estar a la altura de sociedades como las europeas y la
estadounidense, de integrarse a la vida cosmopolita; sólo que para ello era
necesario ser como estas, adoptar de ellas modelos de comportamiento valores, y
76 El Universal, Diciembre 2, 1952.
103
algunos estilo de vida, los cuales comenzaron a transformar la identidad del
mexicano en una nueva identidad ajena e ilusoria.
En las siguientes imágenes publicitarias, podremos ver claramente la
manera en que se le presentó a la sociedad la idea de ser como la norteamericana,
ya que en ella, se encontraba lo moderno, “lo mejor”, el éxito, el placer, la distinción
y el “glamour”, como lo dice el propio anuncio:
Van Ess:
La afamada 5ª Av de Nueva York, cuyos salones
aristocráticos son la corte suprema del estilo y
la moda norteamericana, proclama el nuevo Van Ess,
el lápiz de las damas elegantes.
A usted también le emocionará sus arrebatadores
matices y le deleitará la precisión con que Van Ess
se aplica a los labios, la suavidad y el glamour
que los comunica... 77
La 5ª Av de New York, se consideró como la alcurnia del estilo y la moda
norteamericana; y por ende para la sociedad mexicana era símbolo de
modernidad, prestigio y elegancia.
77 El Universal, diciembre 14, 1941.
104
El sueño de convertir a la ciudad de México, en una gran metrópoli como
New York, moderna, cosmopolita y elegante, explica el porqué se consideró a los
productos norteamericanos como lo más selecto, hermoso, de buen gusto y calidad:
Nace una estrella en Texas:
Sakowitz de Houston.
Más bien dicho, un establecimiento bien conocido
Brilla ahora con un lustre fabuloso, los hermanos
Sakowitz, de Houston, se están mudando a su
magnífico edificio nuevo... una montadura digna
para la casa de modas que ha sido dictadora por
casi medio siglo, en el Sur del Este de los Estados
Unidos...Está usted cordialmente invitado a la
próxima apertura...78
De modo que el ir de compras a Estados Unidos se convirtió en la nueva
moda entre las clases medias y utilizar prendas creadas por modistos neoyorquinos
se convirtió en un elemento significativo de distinción social, por ello, las tiendas y
boutiques de “categoría” mostraba publicidad como está:
78 El Universal, Febrero 17, 1951.
105
El Universal, Diciembre 15, 1952. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
El Palacio de Hierro:
De New York a México…No en serie sino en
modelos exclusivos.
Para las posadas, cocktail o fiestas de
106
fin de año...le ofrecemos un inmenso
surtido de vestidos de las mejores casa
Neoyorkinas, confeccionados en sedas
lisas, crepes, taffotas, shan-silk, pean
de sore o terciopelos, en Negro o colores
lisos.79
Sobre esto, el psicólogo J. C. Flügel observa a través del lenguaje de la
indumentaria algunos trastornos neurológicos de las personas, ya que seguir cierto
estilo de vestimenta lleva consigo el querer ocultar o eliminar ciertas carencias físicas
y psicológicas. Existe un sentido implícito en la compra de ropa norteamericana por
parte de las clases medias, es el claro reflejo de un grupo social frustrado por un
sentimiento de inferioridad, que ante la falta de valía personal y social tiene la
necesidad de búsqueda de lo “superior” a través de estos productos.
La moda enuncia el mito de cambio, el cual era anhelado por los miembros de
las clases medias, que hasta entonces vivían en descontento con su posición
económica y en conflicto con su origen cultural. De modo que la exhibición del
consumo ostentoso se volvió una necesidad para afirmar la posición buscada y
ocupada en el espacio social por este sector; por ello acudió a modelos o arquetipos
culturales que le permitieran ocultar su pasado y su procedencia a través de la
adopción de una identidad artificial. Con ello se explica la existencia de anuncios
como este:
79 El Universal, Diciembre 15, 1952
107
Camisas Arrow:
La línea de camisas Arrow, para sport es muy
variada y atractiva; vea los nuevos diseños y
no olvide que además de elegancia, las camisas
Arrow están hechas para durar, todos sus modelos
tienen telas sanforizadas (previamente escogidas).
Las camisas Arrow son fabricadas únicamente en
los Estados Unidos.80
Podemos ver la manera en que la sociedad percibió a la cultura
norteamericana; como símbolo de renovación y progreso, y no sólo por el hecho de
ser aquél un país rico y poderoso, sino por el éxito que hasta entonces había
adquirido y que México no había sabido alcanzar. De ahí que la pretensión de
transformar el país en un México nuevo y superior, se haya basado en la imagen de
Estados Unidos, que pronto se volvió el dictador no sólo de la moda, sino también de
las nuevas pautas y cánones de comportamiento de la sociedad mexicana.
En este contexto la economía mexicana se vio fuertemente afectada ya que
el mercado interno se vio invadido por productos norteamericanos, los cuales, al
representar los ideales de la tan anhela vida “moderna”, la gente no dudaba en
adquirir:
80 Hoy, Diciembre1, 1943.
108
Al Puerto de Veracruz
Novedades de estación para dama.
Modelos preciosos, enormes surtidos,
colores encantadores recién llegados
desde los Estados Unidos.
Sweater para señora, lana fina, modelos
atractivos importados, sombreros últimos
modelos recién llegados de los Estados
Unidos.81
A.S. Cullen & Co. Gourielli.
Presenta la famosa línea de productos
de tocador para hombre.
Gourielli, premiada varias veces en
Exposiciones en New York, por su
Calidad y bellísima presentación.82
En el siguiente anuncio se ofrecen vestidos y blusas de seda adornadas de
piedras brillantes, materiales que socialmente muestran ostentosidad y lujo; lo que
nos remite a la preocupación de las clases medias por el ascenso de estatus social,
el cual podían obtener a través del consumo de este tipo de productos; de ahí que el
81 Excelsior, Septiembre 2, 1941.82 El Universal, Diciembre 14, 1952.
109
lenguaje publicitario utilicen palabras como: selecto, exclusivo, primoroso y
novedoso, ya que el sentido del lenguaje publicitario tiene como fin satisfacer aquel
sentimiento de inferioridad a través de aquel mundo imaginario caracterizado por un
“progreso” y “modernidad” al estilo norteamericano.
3.3.-La Mujer Mexicana “Moderna”:
El prototipo de la moda tanto en la vestimenta como en el maquillaje y
perfumes había sido guiada por París, pero a partir de esta época Hollywood
comenzó a invadir el mercado de la moda, inclusive la revista llamada “Revista de
Revistas” contaba con una sección titulada “La moda en Hollywood”. Esta mostraba
diferentes tipos de vestidos para dama, sombreros, peinados, todo haciendo alusión
a los estilos más vanguardistas, modernos, a la última moda; todos estos, modelados
por “estrellas” del cine hollywoodenses, las cuales pronto se convirtieron en el
prototipo de belleza que toda mujer mexicana “moderna” soñaba seguir.
El Universal, Septiembre 8, 1940. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
110
Tangee en el corazón de Nueva York:
Vista de Times Square, Nueva York, donde la aglomeración
de gente es noche a noche fantástica. Aquí en el corazón
de la gran metrópolis, puede verse el enorme luminoso en
que se anuncia Tangee, el lápiz de más venta en Estados
Unidos.
Millones de girls en Estados Unidos, famosas por su belleza,
por el buen gusto con el que se arreglan, usan a diario lápiz
Tangee, porque es el que produce más aspecto de naturalidad.
Hace ver los labios vivos –pero de un color que parecen natural;
suaves, pero no grasos...83
Vestidos de Ann Sheridan.
Ann Sheridan- que en “It All Came True” (“Sueño
realizado” en español) - acaba de conquistar el triunfo
definitivo como actriz de máxima sugestión - se ha
convertido, de la noche a la mañana, en una de las
dictadoras de la moda en Hollywood. Su guardarropa
es hoy la más admirada colección de modelos de exótica
elegancia, pues en todo traje, cualquiera que sea su calidad
o condición, siempre se destaca alguna nota de insólita
novedad y exquisito gusto. En esta página ofrecemos a
nuestras lectoras distintos modelos y en todos ellos, desde
el más suntuoso al más sencillo, algún detalle característico
83 El Universal, Septiembre 8, 1940.
111
del estilo de la estrella texana predomina y se hace inolvidable
para toda mujer que lo llegue a admirar.84
Hoy, Mayo 4, 1952. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
84 Hoy, Mayo 4, 1952.
112
En los años cincuentas se pueden distinguir dos tipos de mujeres, por
un lado las damas sofisticadas y mundanas, las cuales vestían muy elegantes, de
guantes, pieles, joyas y peinados muy trabajados, por otro, aquellas que se
consideraban entre las clases populares, vestían jerseys anchos, faldas o bermudas.
De este modo se podía hacer una clara distinción entre las mujeres “distinguidas”, las
cuales mostraban una belleza muy al estilo clásico, junto con una apariencia un tanto
arrogante, y las cercanas a una apariencia tradicional o modesta.
Aquella imagen de la mujer morena de largas trenzas que había sido uno de
los símbolos del nacionalismo mexicano comenzó a quedarse atrás como un mito
histórico de la revolución, pero ahora, ante el nuevo y renovado presente urbano e
industrial, las mujeres también tenían que modernizarse. Esto significaba buscar
parecerse a las “girls” de Estados Unidos, idea que fue claramente manifestada en
anuncios publicitarios como estos:
Peinados:
Penny Singleton..., nos revela una nueva personalidad
de mujer de gran mundo, un tanto sofisticada, brindándonos
este bello estilo de peinado, tan sencillo como de buen gusto,
y cuya nota distintiva la constituyen los bucles rizados en
espiral. Creación de Helen Hunt.
113
Hoy, Mayo 11, 1951. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
La influencia por el gusto clásico griego y romano se dejó ver en los peinados
de aquella época, predominando el cabello corto, rizado y rubio que pretendía
transmitir las mismas cualidades y valores de nobleza, pureza y dignidad
características de aquellas culturas. Por ello, las mujeres comenzaron a vestir trajes
largos y lisos, los cuales daban la idea de parecer una ninfa o diosa griega.
114
Tal esquema de belleza es el que las mujeres tenían que seguir para poder
mostrarse como una mujer “moderna”, concepto que en apariencia le colocaba ante
un nuevo estándar socio-cultural. De este modo, no tardo en extenderse el mercado
de los maquillajes, de los tintes de cabello color rubio y accesorio que lograrían darle
a la mujer mexicana el nuevo tipo de mujer de “mundo”, “bella” y distinguida.
Este concepto de “mujer moderna” en apariencia conllevaba un relativo
cambio del rol social tradicional que la mujer ocupaba, ya que éste limitaba su vida al
mandato de su marido, al cuidado de la casa y los hijos. A esto sumémosle la
llegada de los aparatos electrodomésticos, los cuales contribuyeron a romper con los
viejos imperativos sociales, pues con el acceso de estos las mujeres ya no tenían
que pasar tanto tiempo en las labores del hogar, ahora tenía más tiempo libre para
hacer otras actividades como trabajar, divertirse y hasta estudiar, de ahí que la mujer
“moderna” era ya una mujer de mundo.
A pesar de todos estos cambios, la mujer tenía que seguir cumpliendo con
una serie de cánones que toda mujer debía seguir:
La mujer mexicana:
Mujer, luna y rosal, miel y azucena..., callada
y buena!...Belleza que se esconde y se recata,
chinampa con dos torres de claveles
y luna moza que en silencio muere..., la madre
tiene el vientre de rosales y sólo sabe que el
115
rosal da flores.86
Este anuncio nos muestra que el papel de la mujer no cambió en realidad
gran cosa, y que el concepto de mujer “moderna” se limitó a una intencionalidad
comercial, la cual le exigía verse bella y a la moda; mientras que social y
culturalmente está tenía que seguir conservando la tradicional postura de una
“buena” mujer: callada, bella, recatada y lo más importante, tenía que cumplir con su
principal tarea, el ser una buena madre.
¿Qué hace la mujer en el hogar?:
...ya no funciona la máquina de coser, porque
las prendas de ropa femenina, masculina e infantil,
se venden bastante bien confeccionadas a precios
mínimos... a la mujer, ya no le atrae la cocina, porque
los restaurantes proporcionan platillos tan exquisitos
como económicos. Ni se preocupan por el aseo de la
casa y de la indumentaria familiar, porque para eso
están los aparatos eléctricos que absorben basura,
devuelven la ropa lavada y exprimida. No tienen para
qué ir... a la compra cotidiana, porque basta una orden
telefónica...
Ante tal situación Byron puntualiza “sin corazón de
86 Revista de Revistas, Septiembre 14, 1941.
116
mujer no hay hogar”; y Gina, dice: “La mujer virtuosa
edifica el hogar, la loca lo destruye”87
Vemos nuevamente cómo ante el relativo cambio social que vivía la mujer al
tener más tiempo libre, el poder salir de casa para divertirse, trabajar o estudiar, no
tardo en ser tema de escándalo y crítica por parte de las clases virtuosas y
tradicionalistas de la sociedad. Con esto, podemos ver el choque de ideales a los que
se enfrentó la sociedad entre los valores tradicionales y los nuevos valores de la vida
“moderna”. La mujer tenía que mostrarse “moderna” ante el surgimiento de un mundo
nuevo y sofisticado al estilo american way of life, ideales que no lograron ajustarse a
los valores culturales existentes y al tradicional rol social de la mujer mexicana, tales
valores eran recordados y expuestos a la sociedad a través de diferentes elementos
persuasivos como el cine, el cual mostró en personajes tan significativos como los
representados por Libertad Lamarque el ideal de mujer, personificando a la madre
buena, sufrida y entregada siempre a su deber.
Otro personaje que logra ejemplificar de manera muy clara el choque de
valores entre la mujer moderna, la cual pretendía mostrar una nueva postura social y
la mujer tradicional fue Maria Félix, mejor conocida como “la Doña”, personaje que
parecía haber surgido contra el machismo de los hombres y la sumisión de las
mujeres. Este personaje, representación del nuevo mito femenino, personificado en la
norteña voz profunda y brusca, dizque segura y firme, campeona del levantamiento
de cejas, ofreció por décadas la imagen de una “nueva” mexicana. La imagen de
87 Revista de Revistas, Febrero 1, 1942.
117
María Félix ejemplifico muy bien los valores y actitudes a las que se enfrentaba la
mujer de su tiempo, las primeras manifestaciones de algo parecido al feminismo eran
expresados en su actitud altanera y rebelde, en sus palabras altisonantes, la cual no
dudaba en abofetear a los machos deseables que finalmente controlarían su vida y
sus deseos, culminando con la sumisión inescapable a la que cada mujer debía
someterse. Fue la síntesis del mito de la altanería sumisa y del nacionalismo
revolucionario de la Adelita que seguía a pie a su jinete a la altura de las ancas del
caballo.88
Aparentemente la mujer lograba colocarse en un nuevo rol social y político,
pues no olvidemos que bajo el gobierno de Ruiz Cortínez a ésta se les otorgó el
derecho a voto. Muchos encuentran en este periodo los primeros brotes de la
llamada liberación femenina. Ya para los años sesentas se fue haciendo evidente
una mayor participación de la mujer en el ámbito de la vida pública en los campos
laboral, político y económico. Pero es en el ámbito de la vida privada, aún en
nuestros días, en el que las mujeres siguen sometidas a una serie de normas
religiosas y morales que le colocan en una situación no sólo desigual sino hasta
inicua, por el simple hecho de ser mujer, lo cual obedece a los principios de una
sociedad machista.
A esta razón de ser de la mujer de seguir siendo buena esposa y madre, se
sumaba pesadamente la de mostrarse bella de pies a cabeza, ya que el éxito en su
vida radicaba en la conquista del hombre.
88 Cazés Daniel, La Doña,
118
Jabón Palmolive:
“Secreto de belleza para las esposas”
La belleza no termina ya en el cuello.
La mujer moderna desea una belleza completa...
de pies a cabeza....89
Polvo:
Que sus sueños se conviertan en realidad.
No basta poseer una personalidad encantadora
para ganar la admiración y el amor de él.
Hoy es necesario verse atractiva.90
Es por esto que para la mujer ser bella y recatada se convirtió en un
verdadero deber, aprisionando sus cuerpos en tales imperativos sociales. Tal deber
de las mujeres de lucir siempre bellas y elegantes, de peinar con gran cuidado su
cabello, usar medias de seda adornadas y ostentosas alhajas, el mostrar modales
dulces, suaves, comedidos y atractivos, fue una acción común entre las clases altas
en el siglo XIX como muestra de la riqueza de sus esposos, y que ahora las clases
medias ante el deseo de alcanzar tal estatus social, adaptaron tales acciones .Por
ello, los anuncios de maquillajes, perfumes, joyas, pieles, vestidos, medias, corsés y
fajas, comenzaron a invadir de manera significativa la publicidad comercial:
89 El Universal, Septiembre 1, 194090 Hoy, Enero 27, 1940.
119
Gemey:
El problema eterno de la mujer refinada: el perfume
queda resuelto con Gemey. Con la sugerencia de
su aroma evoca países de ensueño; regiones de
ideal; con hilo sutil de su fragancia, une la distinción
y la elegancia, y afirma la personalidad femenina.91
Medias:
No se concibe una mujer elegante SIN MEDIAS.
la fibra NARCO es el último descubrimiento de
América; es más resistente que la seda, presentación
impecable, gran flexibilidad...
En todos los buenos almacenes...92
La postura corporal del género femenino seguía dominada por una serie de
políticas cotidianas93 que aseguraban la subordinación y el control de estás, a través
de la lógica mujer-madre y que ahora se le agregaba el de mujer-bella, tal discurso
unilateral se basó en los principios del amor y la sexualidad, el primero tenía que ser
mostrado en la utopía materno-filial, y el segundo que aparentemente dejaba de ser
visto como algo secreto o enigmático era para reafirmar el deber de ser buenas
91 Revista de Revistas, Septiembre 12, 1943.92 Excelsior, Septiembre 1, 1943.93 Sobre el concepto de políticas cotidianas véase el libro de Daniela Eltiten, Los vigilantes en el que habla de la políticadel medio doméstico y de su trabazón con lo público.
120
esposas, pues aquellas mujeres que se salían de tales roles establecidos pronto se
vieron representadas en aquellas mujeres cabareteras y prostitutas.
Con todo esto podemos ver que las mujeres siguieron institucionalizadas por
una serie de cánones masculinos, cuando hablamos de instituciones nos referimos a
todas aquellas formas a través de los cuales se instaura una forma de control, lo que
incluye a la moral, la familia, la iglesia, la escuela, la sociedad, que también cuentan
con órganos de vigilancia como son los padres, los esposos, el vecino; los cuales se
encargaban de vigilar y castigar a aquellas mujeres que no cumpliesen con tales
políticas cotidianas. Tales posturas son muestra clara de un orden social
jerarquizante y autoritario.
De manera que ser una mujer “moderna”, significó ser una mujer que se
preocupara por tener y mantener una personalidad femenina; la cual debía mostrarse
siempre seductora y refinada; pero sin olvidarse de mostrarse siempre discreta,
integra, virtuosa, recatada y encantadora.
Por ejemplo, el uso de los guantes era fundamental ya que la mujer
verdaderamente elegante siempre los tenía que llevar tanto fuera de casa como en el
campo, fuese a donde fuese a un restaurante, al teatro, para almorzar o a una cena
de gala o baile, una mujer no estaba correctamente bien vestida si no llevaba
guantes.
121
El Universal, Diciembre 15, 1951. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Corsees
Silueta ultra-escultural para la vida moderna.
Un nuevo lapso de vida, talles esbeltos para
el apresurado vivir moderno...cuerpos moldeados
a perfección, adaptables a los vestidos de última
moda, de cintura estrecha...94
94 El Universal, Diciembre 15, 1951
122
Esmalte Peggy Sage:
Ponga en sus uñas un sello “ultra chic”
usando las creaciones Peggy Sage!. Los
esmaltes más originales…más permanentes
…los que confieren “glamour”. De exquisito
gusto ultra-moderno95
Como lo muestra la publicidad, los cuerpos “modernos” tenía que mostrar
una silueta ultra estructural, esbeltos y perfectos de cintura estrecha; ya que
tenían que adaptarse a los vestidos de última moda.. Surge entonces como una
nueva necesidad social, el mostrar siempre una apariencia irreprochable y “ultra
chic”; y en el que no sólo las mujeres, también los hombres debían de ocuparse por
mostrar un gusto ultra-moderno.
De modo que los cuerpos tuvieron que adecuarse a las exigencias del
mercantilismo moderno, incluyendo no sólo la apariencia física; sino también los
gustos, deseos y necesidades de la sociedad.
3.4.-Semiología de la moda: los códigos indumentarios.-
La publicidad nos muestra la relación existente entre consumo y necesidad;
ya que a través del significado simbólico de la vestimenta y otros productos de
consumo podremos conocer muchas de las carencias sociales, las cuales se trataron
95 El Universal, Diciembre 16, 1945.
123
de compensar y obtener mediante el establecimiento de nuevas formas de vida,
fundada en las modas y estilos de vida comercializados. Veremos cómo a través del
significado simbólico de las diferentes mercancías, como vestidos, pieles joyas, etc.,
las clases medias les manejó como símbolos de prestigio y poder, en la construcción
de su propia imagen, basada en la idealizada imagen aristocrática y la imagen del
país como la de un México “moderno”, urbano, y progresista.
Tratando de acercarnos al análisis psicosocial de la moda96, hemos
observado algunos materiales de los diferentes productos, telas, estilos y modelos,
presentados en la publicidad, para entender el significado y sentido intencional que
existió en el uso de estos productos. Por ejemplo, el sentido del mensaje de este
anuncio de maquillaje hace una clara distinción de aquellas damas de sociedad, las
cuales debían cumplir con ciertos patrones de comportamiento y presentación en
aquellos espacios de identidad social como las fiestas y recepciones en las cuales
debían lucir siempre un rostro hermoso.
Du Barry:
¿Quién es ella?. Du Barry presenta en su galería
de bellas y distinguidas damas de nuestra mejor
sociedad.
Una dama de su posición social que acude a
brillantes recepciones y fiestas, debe lucir siempre
un rostro hermoso y adorable con las preparaciones
96 Trabajos como el de Marc Alain, en su libro Psicosociología de la moda, nos muestra la importancia del inconsciente;esto es todo el conjunto de imágenes, valores, conceptos, emociones, instintos y todos aquellos mecanismos derespuestas, que subyacen en el comportamiento social.
124
de Belleza Du Barry. Antes de su maquillaje diario
sea más hermosa..., sea como ella, usando las
preparaciones Du Barry.
...Creaciones de Richard Hudnut. New York-París.97
De este modo, la sociedad se planteo como su principal preocupación
la búsqueda por lo material, ya que fue a través de modelos comunes de apariencia,
de consumo y actividades que las clases medias buscaron su afirmación social y su
valía personal.
Las pieles adquirieron una importancia significativa ya que fueron símbolo de
prestigio, originalidad y diferenciación de las clases “superiores”, de ricos y
poderosos. Eran símbolo de un gran vestir como lo menciona la misma publicidad, a
demás que instintivamente, a nivel del inconsciente, expresan sensualidad y evocan
impulsos sexuales.
El Palacio de Hierro:
Elegantísimos guantes: en terciopelo negro, de tres cuartos; propios para llevar con el traje de noche...
Guantes “DERNIEK CHIC”, piel genuina combinada con piel
Blanca, de gran vestir...
“CRISTINE” es el nombre de estos guantes confeccionados
a mano en ante genuino, negro con adorno de perlas.98
97 El Universal, Diciembre 3, 1951.98 El Universal, Diciembre 1, 1952
125
La seda ocupó un lugar cercano a las pieles, de manera que sólo la ropa muy
fina y costosa era hecha de esta tela, por lo que fue símbolo de lujo y ostentosidad.
En el análisis de un consumo habrá que contemplar el rasgo de que, a nivel instintivo,
esta tela, produce sensibilidad erótica; y el hecho de los trajes largos de seda
plisados eran característicos de las mujeres ricas del siglo XIX.
El Palacio de Hierro:
…nos ha llegado desde New York lo más selecto
…blusa en crepe de seda en bella combinación
con la falda alcochada de la misma tela…
otro elgante modelo exclusivo de casa MISS…,
también de New York…pura seda 99
La lana, el casimir y el terciopelo, son telas que se caracterizan por su
suavidad y finura, de modo que evocaban elegancia y delicadeza. Por ello, quien los
utilizaban buscaban realzar su personalidad y prestigio, como lo dice la publicidad; y
disfrutar a nivel sensorial, de que proporciona una especie de caricia.
Al Puerto de Veracruz:
Trinchera gabardina...elegante modelo.
Gabardina Imperial, pura lana...
Pantalón casimir peinado fino, buenos forros
elegante corte.
Traje de casimir peinado, clase fina, forros de seda...
99 El Universal, Diciembre 15, 1951.
126
Traje de casimir peinado, clase superior, pura lana,
en colores y dibujos de moda...100
Liverpool:
Suya será la elegancia y distinción que ofrecen estos
encantadores abrigos de pura lana...
En piel Daragan: capa “Murmel”.
Estola Petit-Gris.
Para realzar su personalidad : Abrigo Tweed, cuello grande,
muy elegante y distinguido...101
Al consumir estos productos las clases medias buscaban aliviar muchas de
sus carencias sociales como el sentimiento de inferioridad y marginalidad que tanto
les conflictuaba, ya que al utilizar estas prendas se sentían con más poder y libertad.
Este tipo de telas daba una mayor libertad de movimiento así como una mayor
capacidad de acción sensitiva dirigida hacia la comodidad y el placer, lo que a la vez
era una invitación al culto del cuerpo a los placeres, a las diversiones, los bailes,
clubes, etc. De modo que la ropa cumplía con dos funciones: al ser utilizada como
símbolo de categorización social dotaba a sus usuarios de superioridad y poder, y a
nivel instintivo evocaba sensaciones eróticas y sexuales que le hacían sentirse más
libres.
100 El Universal, Septiembre 1, 1951.101 El Universal, Diciembre 16, 1956.
127
Del mismo modo, el hombre tenía que cumplir con una serie de códigos
indumentarios, tenía que ser elegante y delgado, mostrarse bien vestido de camisa,
corbata y traje, ya que sólo a través de estos estilos de presentación física podía
acceder a la virilidad y respetabilidad social.
Van Heusen:
La camisa de más elegancia y mejor corte:
Buen gusto y distinción, son las características
de la camisa Van Heusen. Es acogida con
preferencia, para el caballero elegante...es
manifestación consumada de refinamiento...
Brinda la comodidad absoluta.
PARA ELEGANCIA VARONIL.102
Vemos entonces como la moda domestica el cuerpo debido a la necesidad
de exhibir un valor de jerarquía y éxito social a través de la apariencia física, se
recurre al consumo de accesorios como los guantes, joyas, relojes, sombreros, el
traje, etc. Sobre este último Curie Alison nos dice que fue visto como símbolo de
poder, el cual se utilizó como una especie de camuflaje, además de imitar los colores
y las formas del paisaje urbano servía para ocultar la barriga y las piernas flacas
características de las personas inactivas, de ahí que su diseño haya sido pensada
para aquellos hombres que hacen poco o ningún trabajo físico y que eran altos en
relación con su anchura, por lo que la finalidad de estos era realzar el porte
102 Excelsior, Mayo 1, 1943.
128
Con base al valor económico de la vestimenta se basó el valor personal y
social de las personas, ya que los mensajes publicitarios muestran un mundo
imaginario pleno de satisfacciones y riquezas: “los anuncios les presenta…, como
objetos mágicos que dotarán a sus poseedores de velocidad y virilidad
sobrenaturales”103. La sociedad prefería prendas provenientes de Estados Unidos,
pues veían en este país el ideal arquetipo de sus formas de vida, lo que nos habla de
una evidente incapacidad de asimilación psicológica de su propia identidad.
El Universal, Febrero 17, 1943. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
103 Lurie Alison, El lenguaje de la moda. Una interpretación de las formas de vestir, p 15.
129
El Palacio de Hierro
Blusas americanas de Jersey
BOEPPLE: Mills of New York.
Bouclé blanco como la nieve, ligero y suave
como la pluma…
modelos con perlas, bordados de plata u oro
y “rhinestones”.
TOBI :Of California.
Tejido de “Du Potn Ratiné. Varios modelos
con bordados a mano y adornos con joyería,
piedras de fantasía, perlas y oro... 104
El Palacio de Hierro fue un almacén de prestigio y símbolo de distinción
social. En este anuncio se muestran varios modelos de blusas americanas creadas
por modistos newyorkinos, característicos por sus materiales como las perlas,
piedras de oro y plata que identificaron la ropa fina. En la imagen presentada
aparecen tres mujeres que expresan en su porte y rostro un aire de delicadeza,
extrema elegancia y en su mirada cierta soberbia.
104 El Universal, Febrero 17, 1943.
131
Se muestran varias mujeres vestidas con diferentes modelos de abrigos,
todas llevan elegantes sombreros y guantes; sus rostros muestran un gesto de
orgullo y arrogancia como manifestación de su distinción social.
Como podemos ver el dominio del lenguaje publicitario prometía felicidad,
éxito, belleza, juventud, libertad, poder y seguridad; por ejemplo, en la siguiente
publicidad se muestra la fotografía de la bella estrella Hollywodense Virginia Fielde, la
cual muestra un traje sastre sumamente elegante, acompañado de un sombrero y
una estola de piel. La percepción de dichas imágenes provocaron en sus receptores
el deseo de imitación e identificación con los personajes que salen en estos anuncios
y que despertaron admiración como el caso de las modelos Hollywodenses, las
cuales se ubican en el prototipo de belleza y al querer parecerse a estás y ser tan
atractivas e importantes como ellas, las mujeres mexicanas de las clases medias y
altas no dudaban en vestirse como ellas.
Ante la búsqueda de ascenso social por parte de las clases medias, la
publicidad mostró imágenes como la siguiente, en la que vemos una mujer que
expresa en su porte y rostro un instinto de superioridad, poder y futuro. De modo que
al vestirse como estas modelos se podía acceder a aquella imagen de mujer
“moderna”, distinguida y de estatus social.
132
Revista de Revistas , Febrero 7, 1952. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 105
105 Revista de Revistas,Febrero 7, 1952.
133
3.5.-La “modernización” del cuerpo y de la identidad:
Hemos visto cómo el propio cuerpo tuvo que ser transformado ante las
exigencias de la “vida moderna”; creándose así cuerpos pasivos y dominados por los
imperativos de la “modernidad”.De este modo, se fue instituyendo una sociedad
pasiva y enajenada por las quimeras del consumo moderno. Sobre esto, Bryan
Turner menciona: “..., el consumo moderno se vislumbra como el producto de una
población pasiva y subordinada que ya no es capaz de darse cuenta de sus
necesidades ‘reales’ “106
Surgen conceptos como el de “ultra chic”, “ultra-moderno”, “glamour”, como
formas de expresión de aquel proceso de “modernización”, los cuales fueron
definidos según el valor simbólico de las mercancías. Del mismo modo los gustos, las
necesidades y hasta los sueños fueron homogeneizados en torno a aquel mundo
imaginario “moderno”. El ser humano se percibió a través del sentido expresado en
las estructuras simbólicas y arquetípicas de una cultura industrializada. Fue a través
del significado de estas imágenes y símbolos que radicó el valor personal y social de
las clases medias.
Para poder acceder a la “modernidad” los individuos tuvieron que alinearse a
los nuevos estilos de vida ya que estos tenían que pensar, sentir y actuar según las
nuevas normas de sociabilización; las cuales indicaban cómo vestirse, cómo
peinarse, qué comprar, cómo divertirse, etc. Además fue a través de estas nuevas
formas de sociabilización que se establecieron las relaciones de poder en sus
106 Turner Bryan, El cuerpo y la sociedad, p 52.
134
distintas jerarquías, entre aquellas clases superiores e inferiores, entre el gobierno y
sus ciudadanos y entre las culturas hegemónicas y las subordinadas
Ser moderno significaba estar a la moda, la cual era dictada por el mercado
norteamericano, mediante el consumo de este tipo de mercancías, la influencia de la
cultura norteamericana se hacia cada vez más evidente; pues a través del lenguaje
simbólico de estos productos; se fueron adoptando una serie de significados y
valores de la cultura ajena, los cuales vinieron a modificar, la forma de ser, pensar y
actuar de la sociedad. En esta lógica se fue creando una sociedad pasiva y
obediente a los lineamientos establecidos por el mercantilismo norteamericano, de
este modo: “La moda puede ser pensada como un conjunto de técnicas y saberes
que operan sobre el cuerpo y lo transforman en cuerpo productivo: en la sociedad
que Foucault llama disciplinaria, el mecanismo de la moda exige al cuerpo ser útil
entre otras cosas, como cuerpos consumidos”107
Los individuos se ven forzados a disciplinar sus cuerpos ante las miradas de
los otros, ya que ir contra de ello significaba el rechazo social, tal dicilplinamiento
incluyó el de los sentidos corporales, emociones, sueños, deseos, gustos, etc., los
cuales se vincularon a los significados de las acciones e interpretaciones del llamado
mundo “moderno”, el cual había sido creado y estructurado a través de imágenes,
símbolos, signos y objetos por parte del poder en el imaginario social, con el fin de
modificar aquel pasado inestable y empobrecido, por la de un nuevo presente que
caminaba hacia el progreso y hacia un futuro estable y austero.
107 Croci, Paula, y Alejandra Vitale (compiladoras), Los cuerpos dóciles. Hacia un tratado sobre la moda, p 15.
135
El Universal, Mayo 6, 1945. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
Hollywood Creation
Surge de un mundo nuevo. Como anticipo de una
Nueva era!.
Como anticipo de una nueva era de la belleza, surgió
FILMA CAKE MISSURKY, máxima creación de
Hollywood, para el embellecimiento instantáneo…
Realza la personalidad y los encantos de toda mujer…
Cuando desee provocar admiración, lucir hermosa y
Distinguida, use… MISSURKY108
108 El Universal, Mayo 6, 1945.
136
A través del análisis de esta imagen publicitaria podemos ver claramente
otras de las formas del ejercicio del poder por parte de las clases hegemónicas,
primero vemos cómo se muestra la imagen del surgimiento de un “mundo moderno” ,
idea que es acentuada nuevamente, al referirse textualmente a un mundo nuevo y
una nueva era, esto con el fin de plasmar tal hecho como algo “real” en el imaginario
social, dicha acción es efectuada a través de una serie de representaciones
corporales materiales que ya han sido analizados como son: los elegantes vestidos
creados por modistos, abrigos de piel, joyas, maquillajes, trajes, etc. , los cuales a la
vez están contenidos de significados mentales, y en los que se basará la autoestima
personal y el valor social de los individuos ya que a través de estos se promete:
felicidad, estatus, distinción, poder, erotismo, libertad, etc.; todo ello con el fin de
crear patrones de pensamiento y de conducta que logren disciplinar y controlar los
cuerpos de sus ciudadanos.
La publicidad como discurso social crea “realidades” con el fin de establecer
un orden simbólico que asegure un control social y delimitar el campo de acción de
acuerdo a la idea construida sobre el mundo, para asegura que los comportamientos
colectivos se den dentro de los límites de dicho discurso. De este modo los cuerpos
adquirieron nuevos usos y significados, con lo cual la sociedad fue perdiendo el
control de sus propios cuerpos y con ello, el sentido de su propia identidad social.109
En el periodo revolucionario, la identidad había partido de un sentimiento
colectivo basado en un mismo origen, una misma raza y una misma historia; pero
109 La idea de identidad social hace referencia a una historia u origen compartidos por un grupo humano, a un sistema depertenencia, a una ubicación en el tiempo y espacio que les distingue de otros grupos o sociedades.
137
ahora, ante la búsqueda de una identidad “moderna”, basada en el desarrollo
capitalista; esta partió de un sentimiento de individualidad, fundada en el consumo
moderno.
El cuerpo se convirtió en mercancía, y con base en su valor comercial
dependió su relación tanto consigo mismo como con los demás; de modo que una
de las mayores preocupaciones de los individuos fue realzar su propio cuerpo y la
ostentación de este, como un fin de su actividad y como medio para obtener éxito y
placer, impulsando la constitución de una sociedad hedonista, clasista e
individualista. De este modo, los cuerpos son vigilados y disciplinados ante los ojos
de los demás, vemos cómo a través de las diferentes prácticas sociales que hemos
analizado se ejerce un poder disciplinario como una estrategia de normalización
colectiva. Las relaciones de poder incluyen maniobras y estrategias de prohibición y
censura, así como determinados tipos de saber, acciones y hasta formas de placer.
A través del lenguaje corporal se manifestó la distinción social la cual exigía
nuevas formas de vida, nuevas costumbres y hábitos de comportamiento,
establecidas por la cultura industrialista de inspiración norteamericana, lo que
significó la propia transformación de la identidad social. Sobre ello Pierre Bourdieu
expresa: “ el cuerpo es la más irrebatible objetivación del gusto de clase. En primer
lugar en lo que en apariencia parece más natural, esto es, en las dimensiones
(volumen, estructura, peso) y en las formas (redondas o cuadradas, rígidas y
flexibles, rectas o curvas, etc...) de su conformación visible, pero que se expresa de
mil maneras, toda una relación con el cuerpo, esto es, toda una manera de tratar al
138
cuerpo, de cuidarlo, de nutrirlo, de mantenerlo, que es reveladora de las
disposiciones más profundas del hábitus”110
En torno al ideal de vida”moderna” se crearon una serie de imaginarios que
mostraban al progreso como única meta el cual aseguraría el bienestar social, junto
con la consolidación de un Estado Nación en sentido “moderno”. La muestra de
dicha modernización se hizo a través del México urbano, industrial y elegante,
fundado en patrones culturales norteamericanos, los cuales alinearon la organización
social, los hábitos y hasta las formas de conducir el cuerpo, esto es, el sentido
intencional del pensamiento y comportamiento de la sociedad. De este modo la
representación de la fisonomía de una gran metrópoli, junto a la práctica del culto al
cuerpo se asoció a la idea de “modernidad”.
110 Es importante hacer referencia a la noción de habitus según Bourdieu, quein le define como el conjunto de losesquemas de percepción, de apreciación y de acción adquiridos por el medio social en un tiempo y espacio determinado;es decir, es un conjunto de disposiciones socialmente adquiridas mediante el aprendizaje. Bourdieu, Pierre., Ladistinción: criterios y bases sociales del gusto, p 188.
Hoy, Marzo 30, 1945. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
139
En este periodo de posguerra se dio una explotación publicitaria que
propagaban nuevos hábitos hacia el cuidado del cuerpo, prácticas de higiene y
belleza, provocando en las clases medias y altas el consumo irracional de una serie
de mercancías que ocultaban la realidad mostrando la idea de un futuro armónico.
Ante esto, el poder de las élites rectoras adquirió una mejor manera de
control social, al satisfacer los sueños, fantasías y deseos artificialmente estimulados
en la imaginería de la cultura consumista. Con ello, presentaba un México renovado y
progresista; ya que las luchas sociales eran remplazadas por el encanto de las
grandes fiestas y reuniones sociales; el México rural, era remplazado por la gran urbe
industrializada y cosmopolita.
De modo que se creó una identidad estrictamente estereotipada; y una
sociedad pasiva ante los modelos culturales dictados por Estados Unidos y
enajenada por la aspiración de ser una sociedad “moderna”.
3.6.- ¿Economía moderna o economía nacionalista?:
El auge económico que a principios de 1940 había caracterizado a este
periodo comenzó a tener dificultades, ya que al finalizar la segunda guerra mundial y
reiniciarse la competencia internacional, las importaciones rápidamente se vieron
duplicadas afectando la actividad de la industria nacional. Con ello, el mercado
nacional se vio ahogado ante las mercancías norteamericanas, y para 1946 y 1947
140
más del 75% de las exportaciones del país estuvieron sujetas a los requerimientos de
la economía norteamericana.
Además, con la creciente apertura económica entre México y Estados
Unidos, el país sufrió un desequilibrio económico, a causa de la dependencia
técnica, industrial y científica frente a aquél país; ya que al no tener una base
económica competente, se dio una fuerte devaluación entre 1948 y 1949, en la que el
peso mexicano perdió más del 50% de su valor frente al dólar, por ello, el gobierno
de Miguel Alemán y de Ruiz Cortínez, utilizaron el discurso nacionalista para tratar de
regular la economía del país.
Boutiq Raúl:
... tres puntos
Nuestra fe en................... México
Nuestra esperanza en.....Miguel Alemán
Nuestro orgullo...............”Hecho en México”
Raúl
Fábrica de vestidos finos para señora.111
“También México merece su regalo de Navidad”
Déle a México su regalo de navidad, regalando este año a
sus familiares y amigos, artículos mexicanos. Al hacerlo,
usted también se hará un regalo comprando la mejor
calidad al menor precio.
111 El Universal, Septiembre 13, 1947.
141
Sus pesos lucirán más y tendrá la satisfacción de participar
en el impulso de nuestra industria y de la prosperidad de
México, que siempre se reflejará en la propia prosperidad
de usted112
El cardenismo había dejado profundos resentimientos entre los grupos de
poder económico y los propietarios de tierras ya que la retórica de la élite política se
había basado en la movilización social, la expropiación petrolera y el reparto de
tierras. Abandonando políticas consideradas socializantes y radicales, el gobierno de
Ávila Camacho se situó en el centro político, éste con el propósito de cumplir con una
política de reconstrucción nacional alejada del proyecto cardenista.
Teniendo como marco exterior la Segunda Guerra mundial, que ocupó el
interés de la economía estadounidense, el Estado mexicano se planteó como
principal interés la industrialización del país, para lo cual era necesario que creciera
la economía a través de la iniciativa privada, de modo que se emitieron decretos
presidenciales sobre la extensión fiscal para fomentar la creación de nuevas
empresas, se fomentó la exportación a la par de políticas proteccionistas para cuidar
a la emergente industria nacional. A pesar de ello, la inversión extranjera directa, el
comercio exterior, el turismo y la deuda externa aumentaron considerablemente,
desde los años cuarenta, especialmente desde la finalización de la Segunda Guerra
Mundial. Posteriormente ya entre 1952 y 1970 la inversión extranjera se cuadriplicó y
de ese total el 80% fue de origen norteamericano, lo que limitaba la relativa
112 Hoy, Diciembre 17, 1949.
142
independencia y proteccionismo económico del país frente a Estados Unidos. A esto
aumentémosle la acción de un mercado cautivo sin la capacidad de competitividad
con el exterior, lo que impidió su consolidación a través de la exportación hacia
mercados extranjeros, elementos que frenaron la creación de una verdadera
industrialización moderna e independiente que contribuyera al desarrollo del país. De
este modo se fue debilitando el control estatal de algunos sectores de la
economía.En los inicios de la agudización de esta relación vertical, el gobierno desde
1946 hizo un llamado a los mexicanos para que cooperarán a la unidad nacional y
modernización en aras de la riqueza del país y por ende, por el bienestar de todos.
Bernateina:
Coopere eficazmente con el Movimiento Económico
Nacional, al desarrollo de la industria mexicana, ofreciéndole
al público femenino trajes sastres y abrigos para dama,
confeccionados con telas y materiales mexicanos.113
Feria Mexicana Salinas y Rocha.
¡Sí! Salinas y Rocha, la más grande y la más
orgullosamente mexicana…ha organizado una
estupenda feria mexicana en todas sus grandes
tiendas para celebrar el aniversario de nuestra
gloriosa independencia…, para usted y todo el
pueblo mexicano ha engalanado con el más
113 Excelsior, Diciembre 5, 1949.
143
mexicano de los adornos…usted vendrá a gritar
con nosotros desde hoy mismo ¡¡¡VIVA MÉXICO!!!.114
El Palacio de Hierro:
Haga Patria. Adquiriendo artículos Hechos
México. Tan buenos como los mejores
importados115
A pesar de la presencia moderada de este tipo de anuncios, en el que se
hacía un llamado a los mexicanos para consumir productos nacionales, no
aparecieron con demasiada frecuencia, con excepción del mes de septiembre, en
conmemoración del día de la independencia y aludiendo a sentimientos patrióticos. A
pesar de su singular presencia y de la importancia de la inquietud de ciertos sectores
de las élites, la publicidad de productos importados no dejó de sobresalir, de modo
que los productos importados adquirieron un significado simbólico fundamental en el
imaginario colectivo.
Salinas y Rocha:
...Camisas de Popelina importadas...cuello indeformable
Camisas de vestir perfectamente bien cortadas, amplias,
Cómodas, con dibujo de fantasía de moda.
En pieles importadas...
Con los diseños varoniles y elegantes que causan sensación
114 El universal, Septiembre, 1947.115 El Universal, Septiembre, 1954.
144
En los Estados Unidos...116
Society:
La CAMISA PERFECTA.
La mejor hecha en México sobre patrones
Americanos y con todas las buenas cualidades
de las más finas camisas importadas!.117
A través de estos anuncios publicitarios podemos ver claramente el choque
de lenguajes simbólicos entre el discurso “nacionalista” y en de la vida “moderna”. De
las postrimerías de la Revolución hasta finales de los años sesenta, el discurso
político de la élite gobernante se sustentó en los valores de la Revolución Mexicana.
Vemos cómo el gobierno buscó la exaltación de los principios nacionalistas como
estrategia económica y política, los cuales mostraron una actitud de defensa por lo
“nuestro”, a través de la manipulación del sentimiento nacionalista colectivo. De ahí
que todos los mexicanos debían confiar en su gobierno, mantener la esperanza de
un mejor futuro, bajo el ideal del orgullo mexicano. A pesar de que se estimulaba a la
sociedad a consumir productos hechos en México, estos productos se hicieron bajo
modelos y patrones estadounidenses. Se hablaba del Santa de México, cuando la
misma idea del Santa Claus era creación de Estados Unidos. Otro ejemplo
significativo fue el que se muestra en la publicidad del almacén Salinas y Rocha, el
cual se llegó a anunciar como “la Gran Feria Mexicana”, mientras ofrecía una gran
cantidad de artículos importados.
116 El Universal, Febrero 22, 1951117 Hoy, Diciembre 6, 1941.
145
Gangas y más gangas en nuestra feria gran Feria Mexicana
en Salinas y Rocha:
- Joyería importada - Abrigos en lana
- Finísimos fondos -Calzado-mericano.
- Pantaleta moderna… -Bolsas de alta
cálidad...118
SEARS:
Este año Santa Claus se surte en México...
Principia en Sears el Santa de México.
Note el nuevo estilo Newyorkino. De esta singular falda
De pana...
Pana importada...colores de moda...119
Podemos ver de qué manera el gobierno y los sectores más favorecidos por
él manejaron todo un sistema de ideas-imágenes con el fin de legitimar el nuevo
orden político y social; exaltando en el imaginario colectivo, aquellos ideales que
expresaban los sueños y deseos de la sociedad por llegar a ser una sociedad
“moderna” y “civilizada”; a la par el ideal nacionalista que prometía justicia e igualdad,
que en su conjunto parecía prometer un futuro creciente.
118 El Universal, Septiembre 3, 1947.119 Excelsior, Diciembre 18, 1949.
146
A pesar de que estos dos sistemas simbólicos sirvieron de herramientas de
manipulación y control social, se trataba de lenguajes contradictorios, cuyas
oposiciones pronto se vieron reflejadas en la vida práctica de la población. La
sociedad se enfrentó a dos tipos de lenguajes simbólicos que debían integrar la vida
pública y la vida privada de los ciudadanos, los cuales fueron paradójicos. La
sociedad y el mismo gobierno tenían que enfrentarse a una serie de valores
tradicionales y problemáticas existentes que no podía desaparecer o remplazar con
el ideal de una nueva vida “moderna”, tales contradicciones podrían explicar muchas
de las problemáticas históricas que incluso hoy en día afectan a nuestro país.
3.7.-¿Identidad “nacional” o identidad “moderna”?:
El eje de análisis de esta investigación es intentar ubicar la identidad
nacional del mexicano en el periodo llamado “milagro mexicano”, para lo cual es
importante reiterar que el espacio en el que se establecen las identidades es el del
”imaginario colectivo” ya que es ahí donde se da la auto percepción y las
percepciones del otro como, nos dice Estela Serret120. Ahí se encuentran las muchas
variedades y percepciones de lo que significa ser indígena, ser ciudadano, habitante
de lo rural o lo urbano, ser hombre o mujer; de modo que la identidad colectiva121 se
establece a través de elementos simbólicos; en estos la sociedad busca ese sentido
de pertenencia del yo y de los otros, del ahora y el después.
120 La identidad nacional como problema político y cultural. Interner.121 La identidad colectiva de un pueblo o una cultura se da cuando hay un reconocimiento de otro u otros como miembrosde ese pueblo o cultura, por lo que se trata de una representación colectiva a través de las creaciones, actitudes ycomportamientos de los seres humanos.
147
Hemos mostrado dos formas de imaginarios sociales expresados en el ideal
“nacionalista” y el de la “vida moderna” como formas de control discursivo, los cuales
fueron generados e impulsados por la élite en el poder a través de un lenguaje
simbólico que pudiera moldear las conductas y orientar a los individuos a una acción
común. A través de estas estructuras simbólicas los seres humanos se interpretaron
y dotaron de sentido a su identidad.
Con base en el ideal nacionalista la sociedad adoptó una identidad que partió
del sentimiento de pertenencia a un mismo pueblo o cultura; dicha concepción se
fundó en una noción de lo comunitario, la cual obedeció a una lógica emocional de
sentimientos muy profundos como el de raza, sangre, espacio, creencias, etc. Tal
identidad había sustentado los ideales de la Revolución Mexicana como coacción de
un fin colectivo.
Con el desarrollo cuantitativo y cualitativo del ideal de vida “moderna” se fue
dando el debilitamiento del ideal comunitario, de modo que la identidad se construyó
a partir de un nuevo sentimiento individualista, como resultado de ese nuevo orden
social, el de la “modernidad” industrial. En éste, el modo de ser del sujeto fundó su
existencia en la autonomía y los intereses particulares, mostrando el individuo una
apatía creciente por los asuntos colectivos. Vemos entonces que cada uno de estos
imaginarios engendra identidades totalmente antagónicas; y que un profundo
problema surge cuando estos dos sistemas de lenguajes simbólicos son propuestos
a la sociedad en un mismo tiempo y espacio histórico. Se evidencia que en lugar de
haber cumplido con su objetivo de mantener el control y la cohesión social, generan
148
una serie de contradicciones y perturbaciones tanto a nivel colectivo como a nivel
individual.
Nuestro interés no se limita a definir la identidad del mexicano en un contexto
histórico en particular, sino a pretender explicar las problemáticas que en la
búsqueda de su definición y acción causaron en la sociedad.
A partir del gobierno de Ávila Camacho se buscó abiertamente estimular el
desarrollo del México “industrialista”, y con ello la “modernidad” y el crecimiento
económico del país con base en el modo de producción capitalista mercantil,
desatendiendo las especificidades de las estructuras económicas, sociales y
culturales del país. Tales procesos traerían consigo importantes efectos de desajuste
y descomposición social. Esta obsesiva búsqueda de lo civilizatorio, de crecimiento
económico y progreso impulsada por criterios generalizantes y autoritarios, traería
consigo una serie de consecuencias no sólo políticas y económicas, sino también el
desarrollo en el largo plazo de una serie de efectos sociales que ponen en crisis la
propia identidad humana y con ello las posibilidades de convivencia social.
La idea de identidad nacional se había basado en un sentimiento de
pertenencia colectivo y genealógico. Aunque tal ideal había sido creación de un
lenguaje simbólico en el imaginario social, éste logró ser fuente de moralidad
logrando así consolidar las bases sociales y éticas del proyecto Revolucionario. Sin
embargo con la trama vertiginosa del nuevo imaginario social de la “modernidad”, los
principios de la identidad nacional entran en crisis pues no hay una coherencia
estructural con los valores y significaciones de la cultura tradicional, que ahora se
149
convertía en una mercancía, más ell proyecto de “modernidad” engendró una nueva
identidad en la que se va diluyendo aquellas redes de interpercepción entre los seres
humanos, es una identidad que se basa estrictamente en sentimientos personales e
individuales, y en la que el sentido de pertenencia es establecido ya no sobre un
principio genealógico sino fundamentalmente en la pertenencia a una clase social.
El complejo de inferioridad que perturbaba en aquel entonces tanto al
mexicano, lo llevó a rechazar sus raíces indias y ha buscar el futuro de México en el
extranjero, de ahí la absorción de formas de sensibilidad y comportamiento de la
cultura norteamericana. Nuestro estudio no busca problematizar la pérdida de
elementos o rasgos culturales de nuestra cultura, ya que estamos conscientes que
todas las sociedades son dinámicas y que todo conjunto humano se acultura
respecto a otro, de modo que el punto de análisis se dirige a la importancia y efectos
de estas variaciones, esto es al proceso de adaptación socio-cultural en la transición
del mundo tradicional al mundo “moderno”.
La sociedad comenzó a vivir bajo el discurso de progreso económico y
“modernidad” a través del consumo de una serie de productos y objetos que
satisfacerían aquella necesidad de renovación –económica- y “civilización” -al estilo
norteamericano-; ya que el pasado era visto como lo incivilizado y lo indígena como
lo salvaje. Y sólo a través del dinero se podía acceder al prestigio social y a la nueva
identidad. La iconografía del mundo moderno pretendía borrar el pasado indígena, el
México inestable de luchas e injusticias sociales y de pobreza; tal atmósfera ya había
engendrado una Revolución y consecuentemente una serie de levantamientos
sociales de campesinos y obreros, los cuales ya no era posible controlar a través de
150
la represión violenta, en una época en la que se empezó a manejar la bipolaridad
política del capitalismo mercantil y la democracia. Se buscó dejar atrás aquella
política económica tradicional de autosuficiencia y aislamiento de la nación, por la de
un libre mercado que abría sus puertas al comercio exterior y a la inversión extranjera
directa, pues se pensó que así el país se integraría al desarrollo y crecimiento
económico de los países “modernos”.
Con ello las clases altas y medias con capacidad de consumo conspicuo, se
sintieron arriba de los indios y de los campesinos, pero debajo de la élite blanca,
esto es, de los ricos norteamericanos. De ahí la búsqueda de vestirse y parecerse a
ellos, de adoptar sus formas de comportamiento y todo lo que la moda
norteamericana dictaba.
Para Alain Marc, la moda es una manifestación de individualismo y de
marginalidad; ante el deseo de hacerse ver, de ser distinguido, de no ser como los
demás y atraer la atención; por lo que a través de esta se manifestó una conducta
simbólica cuyo significado fue la diferenciación social.
Con ello, la identidad social se definió a través de la economía dominante, lo
que ahora ponía en crisis no sólo la idiosincrasia nacionalista ante la gestión de un
sentimiento de identidad personal e individualista, de este modo la identidad se
definió por los rasgos y características personales y no sociales.
Peinados:
Individualidad y una apariencia de distinción y
elegancia exquisita, caracterizan este original
151
modelo...Evocando un viejo estilo, rebosante de
feminidad y poesía...122
Se fueron creando colectividades diferenciadas remplazando aquel espíritu
colectivo por intereses estrictamente privados. De modo que a partir de este periodo,
la autodefinición de los individuos se basó en el sentido de distinción social a través
de la valoración de los bienes consumidos, marcándose aún más la diferencia entre
los que tenían los recursos económicos y los que no, lo que muestran claramente la
falacia de la democracia social a la que el gobierno hacía alusión en el discurso
político.
Vemos entonces que los bienes de consumo dejaron de ser sólo una forma
de código social, pues la sociedad les utilizó como una forma de sustitución de la
realidad histórica del país y a través del imaginario de vida “moderna”, crear una
nueva historia y una nueva identidad.
A pesar de que se mostraba la transición a la vida “moderna”, no era posible
borrar de la memoria social aquella identidad nacionalista que por tantos siglos había
identificado a la sociedad mexicana, aquellos símbolos nacionales que en el periodo
revolucionario habían adquirido tanta fuerza como la imagen del indio, el nopal, la
china poblana, la bandera y remplazarles totalmente por los símbolos e imágenes de
la vida “moderna”, de modo que la sociedad se sintió en conflicto entre aquella
identidad nacional y el interés de acceder al “paraíso” prometido por la “modernidad”
. Además que como ya hemos visto, el gobierno siguió utilizando el discurso
122 Hoy, Febrero 1, 1943.
152
nacionalista como estrategia económica y política, ya que a través del “orgullo
nacional” había que soportar la pobreza y la injusticia social.
Ante la pregunta planteada al principio de este apartado ¿si se trataba de una
identidad nacional o una identidad “moderna”?, podemos decir que tal identidad se
buscó a través de los dos imaginarios sociales el de el “México nacionalista” y el
“México moderno”, que como ya se ha mencionado se trataban de dos formas de
lenguajes contradictorios, el primero basó la identidad de los individuos en el ideal de
unidad colectiva por un mismo origen, una misma nación y por ende un mismo fin, el
segundo al tener como premisa la búsqueda de la “modernidad” y el progreso a
través de una economía monetaria, le llevó a negar su origen y a remplazar el “yo”
colectivo por el “yo” individual.
El nuevo orden social basado en la modernidad industrial, fue creando una
sociedad individualista y desinteresada de aquel espíritu colectivo. Ahora, el sentido
de su existencia se basó en intereses personales, y en la psicología de una sociedad
guiada por el egoísmo, la cual fue debilitando aquella identidad colectiva nacionalista;
engendrando una identidad artificial y sin ideales.
3.8.- El cuerpo institucionalizado:
Vemos claramente la expansión del dominio simbólico por parte de la nueva
potencia mercantilista a través de la moda, la cual, disfrazada en la fantasía de la
vida “moderna” y progresista, vino a uniformar y disciplinar los cuerpos y las mentes
153
de la sociedad, de una sociedad que ante la acción del fenómeno imitativo fue
perdiendo rápidamente el sentido de su propia identidad, al ser remplazada por una
identidad fragmentada , la cual era construida con base a los cambios e imperativos
dictados por la moda.
Podemos ver de qué manera los cuerpos fueron manipulados por la
iconografía del México progresista y “moderno”, expuesta a la sociedad a través de
una serie de símbolos e imágenes representados en ciertos productos y mercancías
que parecían cumplirles sus sueños de riqueza, éxito, estatus, poder, placer,
libertad y autonomía.
Ante el desarrollo de una sociedad consumista, el dinero se vuelve el nuevo
factor a través del cual se desarrolló tanto la vida social como la vida personal de las
personas. El dinero parecía dar una mayor capacidad de “libertad” y “control” a
quienes le poseían ya que a través de este por fin era posible obtener el estilo de
vida norteamericano tan deseado, se sentían más libres en la elección de sus
actividades; por ejemplo, aparece el ideal de mujer “moderna”, que con la llegada de
los nuevos aparatos electrodomésticos les facilitó el trabajo en el hogar dándoles la
oportunidad de realizar nuevas actividades y hasta de integrarse al mundo laboral
fuera de casa.
En el ámbito de las representaciones materiales, podemos ver la
transformación de aquellos vestidos característicos del siglo XIX sumamente
amplios, que parecían aprisionar y ocultar los cuerpos bajo grandes y pesadas telas,
junto a los incómodos corsés, que le restaban movilidad; pero para este siglo, esta
154
moda, fue sustituida por nuevos estilos de vestidos más ligeros y entallados, fajas
más cómodas y faldas más cortas que permitieron mostrar la figura del cuerpo,
incluso el traje de baño comenzó a ser más aceptado y común entre las mujeres;
todo esto nos habla de una mayor libertad de mostrar el cuerpo.
En los hombres aquellas camisas de cuellos duros y almidonados son
sustituidos por cuellos más flexibles o el material de los sombreros hechos de fieltro
blando; todos estos cambios en apariencia daba mayor libertad de acción a la
sociedad , de este modo también se vendió una libertad artificial como lo muestra el
siguiente anuncio:
Clover:
Clover, línea de oro.
¡La camisa moderna con libertad de acción!.
Anatómico y amplio, su corte moderno, elegante,
le permite lucir siempre impecable y con libertad
de acción.123
El maquillaje tan cargado, aquellos labios sumamente rojos, peinados
perfectos, los vestidos ajustados al cuerpo, la preocupación por la presentación de
cuerpos intachables y esbeltos, son muestra de un tipo de vestimenta y apariencia
física, que permitió a la sociedad experimentar y expresar parte de su sensualidad y
123 El Universal, Septiembre 5, 1958.
155
erotismo sexual, lo que les hacía sentirse más libres de los antiguos y regidos
códigos morales del siglo pasado.
Del mismo modo, la vida nocturna, en los clubes y salones causó furor en la
sociedad mexicana, el mambo, la rumba y la vida en los cabarets, creó una
atmósfera de fiesta colectiva, que propiciaban los ricos, para festejar las ganancias
desorbitadas que les proporcionaba el régimen alemanista; y para el pueblo, fue una
oportunidad de sacudirse u olvidarse de la dureza de la vida124. De este modo, el
disfrute de lo material, mostraba a la sociedad la apariencia de poseer una vida más
libre e independiente, la cual comenzó a centrar su vida en el culto a la vivencia
directa, a los pequeños deseos, a las comodidades inmediatas y palpables de su vida
privada, lo que a la vez le hacía desinteresarse de las problemáticas de la vida
política.
Vemos entonces cómo las necesidades sociales, los gustos y hasta los
placeres se vuelven parte de las cuestiones políticas, ya que forman parte de un
dispositivo de instituciones sociales previamente planeado; como dice Lionel Tiger en
su libro La búsqueda del placer … “El modo en que una comunidad trata al placer,
constituye una relación importante acerca de su naturaleza política”125
Nos referimos a la institucionalización del cuerpo a través de una serie de
políticas cotidianas, las cuales son impuestas con base a la nueva racionalidad del
mundo capitalista mercantil: la producción y consumo de los mismo cuerpos, ya que
estos se definieron y desarrollaron entorno al ámbito imperante del mercado; por
124 Agustín José, Tragicomedia Mexicana, p125 Tigre, Lionel.,, La búsqueda del placer..., p 124.
156
ejemplo la importancia de seguir los lineamientos dictados por una moda que
expresaba elegancia, buen gusto, personalidad, decencia y distinción, es muestra
clara de una sociedad fuertemente regida por un sistema de valores y códigos
morales que toda “gente bien” y decente debía de seguir. A través de valores como
este se instaura la vigilancia y el control de los cuerpos en el ámbito moral, familiar,
escolar, social y político.
Haste:
La decencia consiste en hacer grata la vida
de quienes nos rodean, dentro de la moral
y la satisfacción propia. Y si usted concierta
una cita a determinada hora y se presenta
con impuntualidad...esa decencia sufrió
menoscabo. “La puntualidad es cortesía de
reyes y deber de caballeros”…126
Todos aquellos cambios que parecían haberle otorgado a la sociedad una
mayor libertad y autonomía fue en realidad, el establecimiento de un nuevo orden y
atadura social; como bien dice Helena Béjar: “los individuos modernos están
condenados a ser esclavos de los objetos y de la sociedad…la colectividad tiende a
126 Hoy, mayo, 1940.
157
convertirse en una masa homogénea que amenaza la originalidad y la libertad
individual”127
El Estado, presento a través de un lenguaje simbólico a la sociedad un
mundo artificial, caracterizado por un renovado progreso y una vida llena de armonía,
elegancia, placer y suntuosidad, todo esto con el fin de crear seres homogéneos,
acríticos e incapaces de reaccionar frente a los imperativos del nuevo gobierno
autoritario, ya que estos, envilecidos por el disfrute de lo material, por la manía de
grandeza, fueron dejando en manos del Estado los asuntos de la vida pública.
Podemos ver claramente, que aquella relativa libertad, autonomía e
independencia experimentada por la sociedad, fue parte de un sistema de cohesión
social por parte del Estado, el cual funciono como órgano de conciencia, para
articular de manera racional las actitudes y las voluntades de una sociedad que
pretendía ser “civilizada”.
Hemos visto de qué manera los cuerpos fueron institucionalizados a las
normativas del capitalismo moderno y del imperialismo mercantil norteamericano; y el
alcance, (sin mencionar el económico y político) socio-cultural que este provocó en la
sociedad mexicana. A través de la historia se habían definido distintos conceptos de
nacionalismo con el fin de caracterizar la identidad de los mexicanos, los cuales,
hasta el momento no habían logrado socavar aquella sensación de inferioridad y
desvaloración cultural creada desde la conquista; de modo que la sociedad buscó en
127 Béjar Helena,
158
una engañosa hiperestimación, caracterizada por el narcisismo y hedonismo, su valor
e independencia, pero ya no cultural, sino personal.
Lo expuesto, responde a una lógica de equilibrio de poderes, a la cabeza, el
Estado autoritario mexicano y el imperialismo mercantil norteamericano, los cuales
fueron estableciendo lenta y complejamente las nuevas políticas de control sobre los
cuerpos de la sociedad, en coacción con redes de poder singulares y colectivas
ejercidos por pequeños poderes e instituciones dentro de la misma sociedad que
operan sobre las particularidades de los sujetos, a través de juegos estratégicos que
dan lugar a algunas personas –la familia, el esposo, la madre, el vecino, etc.,- a
determinar o limitar las conductas de los otros.
La evidente institucionalización del cuerpo, junto con la legitimación de sus
deseos y necesidades, tuvieron como fin crear una sociedad pasiva y enajenada ante
la obsesionante búsqueda de éxito, riqueza, poder, placer y libertad, los cuales
pronto se convirtieron en el nuevo y único sentido de su existencia; mientras que las
verdaderas necesidades y problemáticas de la sociedad mexicana, eran remplazadas
por las quimeras de una nueva vida “moderna” y “civilizada” al estilo
norteamericano. Como resultado de ello, nos encontramos ante una sociedad y una
cultura sin ideales sólidos y precisos, sin una identidad consistente.
159
4.- Los bienes de lujo. Consumo conspicuo:
4.1.- Hacia un análisis del consumo cultural:
Mediante el análisis del consumo cultural pretendemos hacer un estudio
empírico del uso y significado de las mercancías, tomando en cuenta no sólo su valor
material sino el valor socio-cultural que las clases medias les dieron a estas .De tal
modo que el consumo será tratado aquí como un fenómeno socio-cultural, tomando
en cuenta que dicha acción incluye distintos aspectos, tanto de tipo económicos
como ideológicos.
A través del estudio del significado funcional de la compra y uso de ciertas
mercancías, pretendemos acercarnos al campo de la percepción subjetiva de las
necesidades, gustos, costumbres y formas de pensamiento personal y colectivo de
las clases medias, para tratar de comprender el sentido intencional de su
comportamiento.
Como ya se ha mencionado, en este periodo se dieron importantes cambios
políticos y económicos que modificaron las relaciones sociales y con ello los
productos de consumo; de esta manera, nuestro análisis hermenéutico observará la
relación existente entre el consumo y los cambios socio-culturales del periodo a
tratar.
Es importante aclarar que nuestra investigación no pretende limitarse a un
estudio economicista, sino que pretendemos dirigirnos hacia un análisis cualitativo
mediante la observación descriptiva del fenómeno de la práctica del consumo, para
160
así tratar de comprender de manera integral dicho fenómeno. Lejos de preocuparnos
por los efectos económicos del consumo, nos interesa el acto del consumo en sí, en
el que se incluyen actitudes, motivaciones, sueños, deseos y necesidades sociales,
los cuales revelan el sentido del pensamiento y comportamiento de los hombres en el
conjunto social.
Entendemos, pues, que hablar del consumo de bienes materiales es hablar
también del consumo de sueños, imágenes simbólicas, placeres, necesidades,
gustos e ideales. Reconocemos que “La cultura del consumo utiliza imágenes, signos
y bienes simbólicos que evocan sueños, deseos y fantasías, que sugieren
autenticidad romántica y satisfacción emocional...”128
Por consiguiente, examinaremos algunos agentes socializadores del
consumo como la publicidad comercial, los símbolos, imágenes, valores e ideales
contenidos en ella; para ver sus efectos en las prácticas cotidianas colectivas y en la
formación de su identidad.
Así, los bienes de consumo serán utilizados como objeto de investigación
para conocer el pensamiento de las clases medias dentro de este periodo de grandes
cambios materiales y sociales, cuando la cultura estadounidense empieza a integrar
y a pautar la cultura mexicana, cuando las mercancías de Estados Unidos empiezan
a invadir el mercado “nacional”. Veremos de qué manera las clases medias disponen
e integran a su vida estos bienes. que contienen significados tanto materiales como
ideológicos de una cultura diferente y que se presenta a sí misma como superior.
128 ibid, p 60.
161
De tal modo, estudiaremos determinadas representaciones sociales en la
cultura material129 de ciertos bienes y objetos que las clases medias consumían con
una cierta intencionalidad. Al analizarles veremos cómo reflejan parte importante del
pensamiento, emociones, gustos, necesidades y anhelos; con ello, trataremos de
entender de qué manera se percibieron las clases medias ante los nuevos modelos
socioculturales, que vinieron no sólo a dar un nuevo sentido a su vida sino también
una nueva identidad socio-cultural.
Con relación a esto, nuestra investigación observa el consumo como un
instrumento de investigación antropológica útil a sus fines. Tomamos esta idea de
Mary Douglas quien en su libro El mundo de los bienes, nos muestra cómo por medio
del análisis de algunos productos, de sus características físicas, de su valor,
significados, usos, rasgo económico, etc., podremos interpretar y entender el sentido
de los valores, ideas, costumbres, sueños, impulsos, formas de pensar, de ser y
hasta de actuar de las clases medias.
Así, las mercancías son vistas como comunicadoras de valores y significados
sociales. A través de ellas vemos la función esencial del consumo en su capacidad
para dar sentido, ya que son un medio no verbal de la facultad creativa del género
humano, que nos permite descubrir las formas de expresión personal de los
individuos al consumir ciertos productos, y que nos habla no sólo de valores,
necesidades y costumbres de la sociedad, sino también de sensibilidades y
emociones que en relación con el pensamiento, son parte de la realidad social. Al
129 Aquí hemos retomado de la Antropología Cultural el concepto de una visión integral del hombre y sus obras.Creemos que el cuerpo del hombre, su lenguaje y sus formas de vida adquieren significados sólo cuando se les consideracomo totalidades integradas y relacionadas entre sí. Bock, Introducción a la moderna antropología social, p 35.
162
analizar el consumo desde esta perspectiva, trataremos de conocer y ver de qué
manera se fue transformando la identidad nacional de las clases medias y la manera
en que fueron percibiendo e integrando todos aquellos bienes y valores que les
ofrecía el mundo de la industrialización y la modernidad.
Ya hemos analizado la domesticación del cuerpo a través de la vestimenta,
ahora veremos cómo a través del consumo se buscó estructurar y diciplinar a la
“nueva sociedad moderna”.
Veremos a los objetos como portadores de valores de socialización, los
cuales simbolizan identidades, pensamientos y comportamientos. Ubicamos el
espacio del mercado y del consumo como eje importante de socialización ya que
moldea la personalidad de los consumidores, en él se engendran y comparten
patrones culturales y por ende es ahí donde se construye parte de la racionalidad e
intencionalidad que integra e interrelaciona a los miembros de una sociedad.
4.2.- Consumo e identidad: las nuevas formas de consumo:
Este capítulo pretende mostrar de qué manera el consumo se torna en un
instrumento de disciplinanización de los cuerpos sociales e individuales; esto es,
veremos cómo través del consumo también se ejerce la práctica política. De tal modo
que nos interesa analizar el proceso de coaccion de lo que Foucoult denomina las
redes del poder y su funcionamiento para disciplinar y controlar los cuerpos de sus
súbditos.
163
Veremos de qué manera el consumo funcionó como un sistema simbólico de
control, el cual ligado al ideal de vida “moderna” industrializada logró normalizar la
acción del consumo y con ello, regular los gustos, las necesidades, los
pensamientos, los comportamientos y estilos de vida de los individuos.
La década de 1940 y sus premisas de “modernidad”, progreso, “democracia”,
justicia y hasta ostentosidad, parecía ser el momento tan anhelado para liberarse del
pasado inestable y hasta incivilizado. Con la nueva política económica de apertura al
capital extranjero y la nueva relación de cooperación entre México y Estados Unidos,
se le veía como una oportunidad inédita de desarrollo económico para el país. De
este modo la publicidad comercial mostraba de manera insistente a esta época como
una nueva etapa de gloriosos progreso, con el fin de estimular la acción de compra,
de aquellos productos que simbolizaban la vanguardia y la nueva “modernidad” del
país, ya que este periodo fue visto como “el milagro” que mejoraría y salvaría al país
de todos sus males. De ahí el vínculo entre consumo y progreso:
Nestlé y Nescafé:
Siglo 20* Siglo de Progreso…y
Nestlé a la vanguardia con nescafé.
En la era mítica, el vuelo del ICARO
En l507, la máquina voladora de Leonardo da Vinci.
En 1903, el primer vuelo de los hermanos Wright.
Y ahora en este maravillosos sistema de navegación,
perfeccionado en nuestro gloriosos siglo de progreso,
el mundo entero cifra en él: su más grande esperanza
164
de libertad.130
Ford 1946:
…”símbolo de paz y progreso”…testimonio…
evolución de la industria automotriz…Grande,
hermoso…
Ford 1946 el nuevo lujo de sus amplios
Interiores,…nueva potencia…nueva economía131
Ante el impulso del modo de producción capitalista mercantil era necesario
crear un modo de producción y acción social que concordara con el nuevo orden
económico. Una mayor producción requería mayor consumo, pero no sólo eso sino
que también el consumo resultó ser el nuevo y mejor ordenador del sistema social, a
través del cual la sociedad podría cumplir el deseo adquisitivo de placer, confort,
poder, libertad, felicidad, riqueza, etc. Tal tendencia adquisitiva, nos dice Tomás
Moullan, se estableció como un nuevo valor, si el capitalismo necesitaba
consumidores ávidos, por ello se instala el consumo como una necesidad más fuerte
y profunda hasta volverse eje o motivo central de un proyecto existencial; esto es,
como “sentido de vida”132.
Por ello la publicidad muestra una imagen de vida centrada en el consumo, a
través del cual los sujetos tendrán que construir su identidad social. De este modo el
130 Excelsior, Septiembre, 1943.131 El Universaol, Diciembre 20, 1945132 Moullan Tomás, el consumo me consume, pp 19-20.
165
capitalismo mercantilizó las necesidades, las fantasías, los placeres y la propia
personalidad de los sujetos la cual se vio orientada al mercado. Durante el periodo
estudiado, el consumo simbólico funciono como generados y localizador de estatus, a
través de la adquisición de productos de lujo como joyas, ropa estadounidense
automóviles, etc., con el fin de escenificar la imagen del México nuevo que caminaba
hacia el desarrollo y la riqueza.
Tal acción se combinó con la imitación de patrones y estilos de “gran
consumo” de sectores ricos, de ahí que las clases medias y altas buscaban consumir
los productos del mercado norteamericano. En este marco, el valor de los objetos de
consumo se estableció basándose en tres funciones: el de su utilidad, en esta
categoría los objetos únicamente cumplen con una función práctica; el de su
representación simbólica en está los bienes adquieren significados implícitos que
figuran como detectores de estatus e identidad social; y el de su valor estético, en el
que se estiman y clasifican a los objetos entorno a lo que es bello, feo, elegante,
vulgar, etc., y quienes le compraban se veían dotados de la misma belleza y buen
gusto.
Radio automático:
Si es usted apasionado de la buena música…
si no tolera reproducción de música mediocre
si su oído es intransigente
si es usted persona de aficiones delicadas
si desea enorgullecerse legítimamente
si tiene usted suficiente dinero
166
el instrumento musical que usted encontrará en
los palacios de los Maharajá y de los Reyes
en las lujosas residencias de los banqueros,
industriales y millonarios norteamericanos…
en los hogares de los músicos distinguidos
y en las casas de los amantes de la buena
música, CAPEHART…no es un radio…
ni un fonógrafo…ni un simple aparato
mecanizado que “toca música”.
CAPEHART es un soberbio estuche que
encierra la más fina, delicada y perfecta
estructura radio-eléctrica…133
Wahl-Eversharp:
Al pensar en poseer algo de uso personal, que en
el trabajo…en sociedad es algo que aumenta la
personalidad, buscamos lo mejor, orientados
por lo que sabemos por la experiencia. Entonces
si se trata de lapiceros, no olvide usted que ninguno
ha sido tan justamente famosos como el EVERSHARP,
cuyas peculiaridades de cálidad, de belleza y de servicio,
lo han mantenido en ese envidiable sitio de ser…
133 Hoy, marzo, 1940.
167
INDISCUTIBLEMENTE EL MEJOR LAPICERO DEL
MUNDO…le ofrece también…la pluma fuente con …134
Estos dos mensajes publicitarios son una muestra clara de la importancia del
fenómeno del consumo o mercado cultural como portadores de valores sociales, ya
que entorno a este, las gentes o los consumidores simbolizan sus identidades y
formas de comportamientos. De ahí el valor del mercado como instancia de
socialización. Recordemos que desde la antigüedad el mercado fue un mecanismo
importante para la distribución de los productos de actividad familiar, y como espacio
de sociabilización obedeció a diferentes fines; por ejemplo el mercado de Tlatelolco
considerado el mercado más importante del México antiguo fue eje de comercio, de
poder político y cultural.
Todo señorío tenía su mercado; habitaban barrios especiales, tenían su propia
organización ceremonial y participaban de manera prominente en la vida económica,
política, ceremonial y militar. Los mercados se celebraban generalmente cada cinco
días y los más importantes como el de Tlatelolco eran diarios, en él se reunían
comerciantes y productos de toda el área mesoamericana, aquí se daba el
intercambio y distribución de alimentos y otros objetos de uso doméstico diario. La
economía del México antiguo era básicamente una economía natural, es decir que se
caracterizaba por un sistema de pagos en especie o en trabajos a través del trueque.
Con esto vemos que el mercado obedeció a diferentes fines, tanto al intercambio y
134 Hoy, Mayo, 1940.
168
distribución de alimentos como a otras prácticas asociadas a la celebración de fiestas
de sus dioses patronales.135
Vemos entonces que en el espacio del mercado o del consumo cultural se
moldea la personalidad de los hombres, se engendran y comparten patrones de
cultura, esto es, se construye parte de la racionalidad integrativa y comunicativa de
una sociedad.
Las mercancías fueron adquiriendo nuevos significados de aquellas dadas en
las antiguas urbes, ante las sociedades del capitalismo de producción industrial se
adquieren nuevas formas de producción e intercambio, nuevas identidades, nuevas
clases sociales, nuevas perspectivas de género, de etnia, etc. Ahora las imágenes
publicitarias y sus discursos se consumían más que las propias mercancías.
Las mercancías superan la mera utilidad, son guiadas por la moda, por una
moda que domestica de manera inconsciente e instala una nueva “realidad”. Durante
el periodo estudiado, de manera creciente, los conflictos políticos, económicos y
sociales son remplazados por la inmediatez del mercado de la moda a través de la
estilización de la vida. La creación de grandes almacenes de lujo, hoteles, grandes
edificios, la luz eléctrica y otros bienes ostentosos son mercancías que buscan
representar su propia “realidad”, para encubrir la miseria, las injusticias y la
explotación de las clases bajas y los indígenas, los cuales salían de los lineamientos
estéticos y representacionales de un México “moderno”, por lo que iban quedando
excluidos del proyecto de la modernidad industrial. El consumo “moderno” buscó
135 Villegas Cosío, Historia General de México, pp 230-231.
169
mostrar una nobleza que no existe, transformar la historia y la temporalidad en una
sola fisonomía: la del México urbano, “moderno” y progresista.
Adoptar la postura de que las necesidades son engendradas por el consumo,
sería aceptar la inexistencia de necesidades reales; así los hombres serían sólo
objetos pasivos de necesidades y realidades ya determinadas. Ante tales condiciones
no existirían los procesos y acciones sociales dirigidos a controlar y disciplinar. Por
ello es importante entender que el sujeto tiene necesidades reales, las cuales son
construidas culturalmente, y que tales necesidades son utilizadas por el consumo
dirigido para manipular y controlar a los individuos.
Desde este punto de análisis podremos entender de qué manera el consumo
envuelve y da cause a manipular aquellas carencias y necesidades sociales. Por
ejemplo, para este periodo se había estando viviendo con mayor fuerza una pérdida
de ubicación y valoración histórica; de ahí la crisis de sentido y pertenencia cultural,
lo que Samuel Ramos ha denominado “sentimiento de inferioridad”, la sociedad está
necesitada de seguridad psicológica lo que le condiciona a esa búsqueda de
sensación de bienestar ya que hasta el momento se siente insatisfecha de su pasado
y de su presente incierto; de este modo el consumo manipula tales necesidades y a
través del cumplimiento de deseos vanos como la adquisición de bienes de lujo se
cree obtener el sentimiento de seguridad, identidad social, poder, libertad , riqueza,
placer y distinción como lo muestrea el siguiente anuncio:
170
Lord Calvert:
Sr. Don Horacio Casasus, distinguido juriconsulto
Y fundador de Leonismo Nacional. Para hombres
de distinción Lord Calvert wisky auténticamente
Canadiense, proporciona un placer nuevo, distinto
refinado muy deacuerdo con la personalidad diferente
Y distinguida…136
El siguiente ejemplo nos muestra claramente el papel que jugó el ideal de “vida
moderna industrial” en la sociedad , la cual fue vista como la solución a todos los
males del pasado, en ella se tendría una vida mejor plena de alegría:
Industria Eléctrica de México:
Una mejor manera de vivir.
El más importante anhelo humano es el de vivir bien
Y desear ardiamente que las subsecuentes generaciones
Vivan mejor. Años de experimentación han culminado
En nuestra época con la producción de sirvientes
automáticos que hacen del tedio cotidiano de las
tareas domésticas en breve interludio hacia una
vida plena de alegría
Ofrecemos a los hogares de México, la bendición
Moderna de la comodidad, que hará de nuestra vida
136 El Universal, Septiembre 1, 1949.
171
Una existencia mejor 137
De este modo, el discurso ideológico de la “modernidad” expresa el
desarrollo de una actitud fetichista hacia las mercancías. Aquí el consumo conspicuo
aparece como una forma de renovación de vida, se habla de un mundo “moderno”
como bendición que cumple la fantasía de una vida formidable, plena de alegría.
Tales ideas llevan a crear nuevas formas de consumo que traerán consigo
nuevos estilos de vida, nuevos sujetos sociales, nuevas formas de percepción en los
individuos, tanto de su mundo como de sí mismos, y hasta nuevas formas de
psiquismo que serán analizados más adelante.
Veremos cómo el consumo fue uno de los instrumentos que logró fomentar y
elaborar el imaginario social de “vida moderna”, ya que a través del establecimiento
de una cultura mercantilizada se fueron instaurando una serie de valores y prácticas
sociales. Estas se conjugaban con los objetivos de las nuevas políticas e
instituciones cotidianas las cuales tenían como fin disciplinar y controlar a la
sociedad.
4.3.- Semiología del consumo: la mercantilización de la cultura.
En este apartado analizaremos el significado simbólico del consumo y su
forma de interacción social, esto es, la forma y el funcionamiento de éste discurso –el
137 El Universal, Febrero, 1949.
172
publicitario- con el discurso de tipo político, económico y social. Y de este modo
analizar lo que Foucault denomina “dispositivos de poder”, esto es, aquellas
ramificaciones por las que circula el poder y que funcionan como vasos
comunicantes. De este modo veremos de qué manera el discurso de la publicidad
sustentó y reprodujo los mitos o imaginarios del “nacionalismo” y la “modernidad”, ya
que a través de tales imaginarios se intersecciónan las diferentes redes de poder en
las que se ejercen una serie de políticas públicas y domésticas, las cuales buscan
regular y determinar las prácticas sociales y los tipos de conducta tanto social como
individual.
La publicidad busca vender la idea deseable del México nuevo, “moderno” y
“progresista”, y como discurso social crea “realidades” contenidas de un orden
simbólico. Lo que nos interesa es ver cómo a través de tales constructos simbólicos-
ideológicos se construyen y funcionan las redes de poder.
Para ello, es importante ver que el ejercicio de poder se ejerce desde
distintas modalidades e incluso de manera engañosa y sutil; por ejemplo, veremos
cómo se juega con la idea de libertad; ya que el ejercicio del poder requiere grados
de “libertad” o aparente “libertad”, con los que maniobra para someter. Para el caso
de nuestro periodo a estudiar, se hace creer a las clases medias y altas haber
alcanzado a través del dinero mayor poder y autonomía al lograr elegir qué comprar,
cómo vestirse, el formar su propia identidad, el lugar de estatus social, etc., pero en
realidad se trató de una “libertad” engañosa, la cual tuvo como fin someter, enajenar
y alinear las formas de pensar y actuar de los sujetos.
173
El siguiente anuncio muestra esta aparente libertad que se les hacía creer a
las personas las cuales al comprar productos de lujo, podían elegir el ser refinados y
hasta inteligentes:
Buick 1940:
Qué tiene ella que a usted le falta?
a lo mejor es su estupendo Buick 1940.
nadie lo puede negar. Dos muchachas igualmente
hermosas, inteligentes, atractivas, elegantes…
una con Buick 1940 y la otra sin él…no es
problema para quien tenga que escoger.
y todo tiene su explicación. La muchacha
afortunada que maneja su distinguido
Buick 1940, da inmediatamente la sensación
de contento y felicidad absoluta por numerosos
solicitantes en los salones de moda…en los
bailes…en las playas…en todas partes.
y esto no es privilegio exclusivo del bello sexo.
No. Hay que fijarse con cuidado.
El galán que luce su Buick 1940 esta en las mismas
circunstancias…
Y es que manejar un Buick 1940…poseer uno…
es la expresión más elevada del refinamiento y
de buen gusto, dentro del moderno criterio de
174
economía inteligente…138
Este proceso de mercantilización de las prácticas sociales lleva a una
búsqueda constante de distinción y adscripción de los sujetos a los diversos estratos
sociales. Por ejemplo, este anuncio propone un estilo de vida de felicidad absoluta,
de refinamiento o estatus, en la que los propios sujetos pueden construir su identidad
social a través de sus prácticas de consumo. De modo que si a través del dinero se
obtiene poder, identidad y felicidad, el sentido de vida girará en torno al consumo y
con ello al trabajo para obtener dinero; pero si tal deseo adquisitivo no tiene límites,
los individuos se ven pronto encerrados y enajenados en el círculo vicioso: trabajo,
dinero consumo, con lo que se hace evidente la existencia de una libertad aparente.
Este consumo simbólico de estatus estimula el mundo de las apariencias, ya
que los objetos poseídos y exhibidos son los que constituyen la identidad social, de
modo que la atención y preocupación de los individuos se centró más y más en la
satisfacción de específicas necesidades y deseos personales: como el cuidado
extremo del cuerpo, la compra de los productos más modernos, los más exóticos y
hasta los más banales; esto es en el consumo conspicuo.
Parker:
Poseer una Parkerd Vacumatic es timbre de distinción.
de exclusiva belleza…original en estilo…suprema en
funcionamiento…es la pluma que todo el mundo admira.
138 Hoy, marzo, 1940.
175
al comprar la aclamada Parker Vacumatic, usted
pronto se dará cuenta que es la pluma más deseada
y admirada del mundo. Esta exclusiva creación, en
anillos de perla laminada, rica en oro y de elegante
perfilado, es la admiración de todos y el orgullo de
su dueño.
Los puntos a prueba de asperezas, de oro …
Así, tiene usted una pluma de fulgurante belleza que
brinda nueva destreza a su mano y nueva inspiración
a su mente 139
El discurso publicitario instaura el consumo como deseo y el satisfacerle se
convierte en causa primaria y última de la conducta social. El sentido del lenguaje de
la propaganda adjudica potencialidades extremas al consumidor; por ejemplo, al
adquirir la pluma parker, el comprador deliberadamente busca obtener también,
distinción, admiración, orgullo, destreza y hasta inteligencia.
En este anuncio de cigarros se observa cómo el consumo simbólico funcionó
como portador de valor e indicador de éxito social; aquí el discurso juega con
palabras como: campeón, triunfo, destreza, valor y grado; de este modo ofrece al
consumidor indirecta, pero eficazmente una nueva y atractiva identidad social y
personal, generada por la apariencia material.
139 El Universal, marzo, 1940.
176
Cigarros Raleigh:
PERFECCIÓN.
En la proeza que despierta el aplauso de la multitud
…el campeón triunfa en medio de las aclamaciones
del público… es la técnica de un gran clavadista
que combinado destreza, valor y grado, realiza una
HAZAÑA PERFECTA.
Y también en Raleigh
Un conjunto de pequeños detalles es lo que hace de
Raleigh el cigarro perfecto…los más finos tabacos
exclusivamente importados…destaca entre los cigarros
Americanos…
Raleigh significa Perfección.140
Un problema muy serio surge cuando el consumidor se vuelve esclavo del
lujo, cuando el sentido intencional de su vida se dirige y limita a la búsqueda excesiva
del consumo de aquellos bienes que son los que ahora van a condicionar su valor
social y personal, cuando tales intereses comienzan a invadir y definir la vida privada
y pública de los individuos.
Este fenómeno logra convertirse en una cuestión ya no sólo de sociabilidad y
de relaciones de poder, sino que invaden la vida, afectiva, íntima y particular de los
sujetos, volviéndose parte de la organización psíquica. Nos referimos a una invasión
140 El Universal, Diciembre 16, 1945.
177
o alteración de la esfera de los valores espirituales y morales, que también son parte
de la actividad social. Con este planteamiento queremos acercarnos y entender la
relación entre la experiencia individual y las políticas públicas de poder. Para
ejemplificar de manera más clara esta idea mostraremos el siguiente anuncio:
Raleigh:
…cada Raleigh que usted enciende le abre las puertas
hacia el placer nuevo…calidad, frescura, precio…El
único cigarro americano, 100% importados.141
En este anuncio de cigarros se hace evidente en su contenido intencional la
correlación de las formas de placer con la acción del poder político; sobre ello señala
Lionel Tiger: “El modo en que una comunidad trata al placer constituye una relación
importante acerca de su naturaleza política”142. El placer se constituye con base a
las formas políticas, tanto públicas como cotidianas de cada sociedad; de modo que
éste se establece o modifica obedeciendo a un tiempo y espacio histórico
determinado.
En el periodo abordado aquí se dio un notable desarrollo de la economía
capitalista mercantil, pero para que esta etapa de la economía capitalista funcionara
fue necesario intensificar y consolidar el desarrollo de una sociedad consumista,
modificando e instaurando nuevas formas de placer que obedecieran a un orden
económico y político proyectado. Las necesidades de este orden proyectado
141 Hoy, Febrero 5, 1949.142 Tiger Lionel, La búsqueda del placer, p 24.
178
generaron nuevos objetos de deseo para una sociedad que vio crecer y encauzar
una pasión por los bienes materiales, los cuales otorgan un placer inmediato. Con la
adquisición de un placer artificial a través del “consumo” se instituye una sociedad
mercantilizada y se manifiesta un orden económico preciso. Se trata de una
sociedad concentrada en la búsqueda y el disfrute de lo material como objetivo de
vida, que busca cumplir con obsesiones cotidianas de estatus, poder, éxito social,
confort y bienestar. Enajenadas por esta pasión material, las clases medias y las
élites tienden hacia la formación de una sociedad homogénea, acrítica, desinteresada
por la vida pública, a la cual es más fácil manipular y controlar.
En el caso de nuestro ejemplo específico se muestra al cigarro como una
nueva forma de placer; este en una sociedad dominada por las apariencias fue un
símbolo de estatus y más aún si eran americanos o importados ya que esto le
atribuía a quienes le compraban mayor distinción y poder. Con este ejemplo
podemos ver de qué manera el placer es establecido y conducido por una serie
de instituciones públicas y cotidianas.
El deseo de “modernidad” y progreso creó una atmósfera de veneración por lo
contemporáneo, la búsqueda de la internacionalización cultural del país
representado en la tecnología y el confort estableció en las clases medias y
burguesas una mentalidad industrial como una lógica de renovación y prosperidad.
De ahí que el comprar aparatos electrodomésticos fue símbolo de civilización como lo
muestran los siguientes anuncios:
179
Hoy, Mayo 18, 1952. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
Fresh’nd aire:
El único circulador de aire realmente científico
y eficaz…considerando la gran necesidad de
una circulación científica de aire, un grupo
de expertos ingenieros adaptaron los conocidos
principios de la Ciencia Aerodinámica a los
problemas de la ventilación moderna,…; creando
el único circulador de aire realmente científico y eficaz.
Para hogares:…esta diseñado para realzar la
elegancia de cualquier habitación… , en combinación
con el atractivo color negro de la hélice, forman
una armonía…cada modelo incluyen los más
180
avanzados principios de la ciencia aerodinámica y un
control científico de volumen de aire143
El Palacio de Hierro.
Indispensable en toda cocina moderna, magnífica
batidora con control de 10 velocidades.
Plancha de gran lujo, totalmente automática,
¿si viera cómo alegra el trabajo?...
Tostador automático.
Utilísima waflera con piloto automático.
Secadora para pelo.
Vaporizador con termoestato para evitar que
la temperatura sea excesiva.144
Estos anuncios nos muestran cómo se presenta la nueva racionalidad de vida
futura fincada en la ciencia y la tecnología. Se habla de una circulación científica de
aire como una necesidad, la pregunta sería ¿una necesidad establecida por quién,
por los consumidores o por quienes manipulan el consumo? Se muestra el acceso a
una ventilación moderna o una cocina moderna como elementos que otorgaran a la
vez armonía y felicidad. Se habla de ciencia aerodinámica y control científico como
representación del México que camina hacia la “modernidad” y el progreso; todo esto
143 El Universal, Mayo, 1949144 El Universal, Mayo, 1949.
181
con el fin de impulsar los sueños de ascenso y bienestar de la sociedad. Se
monopolizan las ideas, las imágenes y las sensaciones a través de una política de
estilo de vida, la cual es en realidad una política de orden. El problema está en que
se trata de un estilo de vida que proviene del nuevo imperialista económico, político
y cultural de Estados Unidos, un estilo de vida ajeno a las problemáticas y
necesidades reales del México; pero lo más grave es que con base a estas ideas
ajenas se plantea el proyecto de vida del país y la aspiración de una nueva identidad
del mexicano.
De ahí que las imágenes publicitarias muestren a los compradores de
automóviles o de whisky como hombres rubios y perfectos, seductores y apuestos
“…es sus cuerpos se refleja la máxima potencia. No sólo están bien vestidos, sino
que también son elegantes [y] hermosos”145
Old Crow:
La excelencia de los wiskys americanos…
En su gusto delicioso, distinguido boquet
y su pureza intachable que garantiza el
gobierno de los Estados Unidos146
Como ya hemos dicho, el consumo juega con las necesidades y carencias
sociales y hace creer al consumidor que a través de la adquisición de ciertos bienes145 Moulian Tomás, El consumo me consume, p 23.146 Hoy, Diciembre 15, 1945.
182
podrá satisfacerlas. Ante una sociedad desilusionada de su pasado y un presente
inestable, el capitalismo vende la imagen de una vida próspera y casi perfecta. Ante
el sentimiento de inferioridad del mexicano, le vende una nueva personalidad
orientada al mercado, a través de la cual podrá obtener la estima y el poder que tanto
anhela. De este modo se crea en el imaginario colectivo el ideal de un México que
camina hacia el progreso, siendo este el mayor empeño colectivo y la gran esperanza
del futuro. La cultura y la identidad del mexicano se mercantilizan como lo muestran
las siguientes imágenes:
El Universal, Mayo, 1943. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
183
Se puede ver el coche y a lado de este una pareja de facciones occidentales y
delicadas, vestidos elegantemente, los cuales miran el coche sonriendo. Los coches
dan seguridad, además que el discurso publicitario ofrece comodidad, lujo y
supremacía en la adquisición del automóvil.
El Universal, Marzo 19, 1954. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
184
A través de esta imagen publicitaria podemos ver que los cigarros fueron
símbolo de fortuna, ya que en ella se presenta un hombre de apariencia elegante,
vestido de traje, que está leyendo en un sillón muy cómodo, junto a una lámpara y en
la boca sostiene un cigarro de marca Elegante; por su imagen corporal y los objetos
que le rodean, denota que es un hombre culto y de buena posición económica.
Las bebidas alcohólicas prometen alegría, potencia sexual y son la pócima de
la eterna juventud. Se presenta un wisky canadiense lo que le da mayor valor y
distinción. Recordemos que el hombre sajón encara la imagen del héroe o de la
figura superior.
Cada producto tiene como fin no explícito encubrir ciertas necesidades
sociales; por ejemplo los perfumes evocan lo esencial y lo eterno, figuran un escape
atemporal. Las fiestas, el baile, la vida nocturna estimulan los mitos de la noche:
sexo, excesos, placer, misterio y lo prohibido; de este modo el sujeto consumidor
cree haber superado la represión, se siente libre, cree haber superado el atraso, se
siente moderno y poderoso en un mundo de apariencias: “La impostura consiste en la
generalización a que se nos induce. Es la de imaginarnos a nuestros países poblados
por seres apuestos, elegantes y adinerados”147. En una cultura que se ha
mercantilizado ser equivale a parecer ser, y a través del tener se construye el ser.
147 Moulian Tomás, El consumo me consume, p 24.
185
4.4.- Los espacios de las políticas cotidianas: la familia y la escuela.
Ya hemos hablado de la relación entre las políticas cotidianas y las políticas
pblicas, ahora nos interesa observar de qué manera funcionan y se coaccionan
ambas políticas para disciplinar al cuerpo social.
Las políticas cotidianas cuentan con sus propias instituciones socioculturales
que son las que se encargan de disciplinar y vigilar que se cumplan tales políticas.
De este modo se entiende el concepto de disciplina como el mecanismo de poder por
el cual se controla en el cuerpo social hasta los elementos más tenues, por los cuales
se logra manipular los propios átomos sociales, esto es, a los individuos, tal acción
incluye vigilar y controlar las conductas, comportamientos, aptitudes; el buscar cómo
intensificar el rendimiento y capacidades de los individuos148. Tal acción dice
Foucault incluye la articulación de dos categorías políticas: la anátoma-política en la
que se disciplinan los cuerpos individuales hasta anatomizarlos y la bio-política la
cual se encarga de regulan a la población en su conjunto, y en la encrucijada de las
disciplinas y de las regulaciones como fuerzas políticas funcionan las redes de poder.
Hemos elegido observar dos instituciones cotidianas: la familia y la escuela,
pues tienen una importante influencia en la formación de los individuos. En estas dos
instituciones cotidianas se desarrollan valores culturales importantes: conocimientos,
normas, creencias, ideologías, prejuicios, costumbres, prohibiciones que orientan y
moldean el carácter, las metas, los deseos y comportamientos de la vida individual y
148 Foucault, Michel., Las redes de poder, p 58.
186
colectiva de los miembros de la sociedad. A través de estas instituciones se
desarrollan los mecanismos de poder o lo que Foucault llama “técnicas de
individualización del poder o disciplinas individuales” como formas de disciplina. A
través de estas se vigilan y se controlan las conductas, los comportamientos y las
aptitudes de los individuos para regular a la sociedad. De este modo, al igual que
Bourdieu, creemos que toda enseñanza, ya sea en la escuela o en el hogar,
descansa en la autoridad y por ende reproduce relaciones de poder, pues toda
acción pedagógica implica la exclusión o aceptación de ciertas ideas y el
regulamiento de los tipos de conducta. A través de estas dos instituciones la clase
hegemónica impone y legitima sus proyectos y acciones.
La familia doméstica ha sido la más antigua de las instituciones sociales, a
través de ella se constituyó la base de la unidad nuclear u organización social. Ante
la búsqueda de su supervivencia, estás unidades se agrupaban formando clanes, y
los clanes tribus. El principio de la familia obedece a un origen natural, a través del
vínculo alimenticio transitorio entre la cría y la madre.
Como toda institución, la familia es instaurada en torno a una serie de
políticas que regularán la base organizativa de está, las cuales se establecen según
el entorno sociocultural en el que se desarrolla; por ejemplo, existen familias
monógamas, poligámicas y poliándricas. Del mismo modo el órgano de autoridad
puede residir en un orden matriarcal o patriarcal. Antiguamente las familias eran
poligámicas y la autoridad residía en la madre, pero con el desarrollo de la
industrialización, la estructura de la familia ha ido cambiando, está ha sido reducida a
un concepto de familia nuclear, monógama y patriarcal.
187
La familia es un componente que obedece al sistema social en su conjunto,
de modo que su conceptualización y acción responden a las condiciones
socioculturales en la que se desarrolla. De este modo logra ser un receptáculo de
patrones de conductas, transmisor de valores e ideas tanto de índole ético y moral,
como político y económico. Además de que es la primera escuela natural, personal y
social de los individuos y ante su carácter eminentemente educador, nos interesa
observar en torno a qué valores, costumbres e ideales se desarrollaron las familias
mexicanas dentro de este periodo histórico en el que se manifestó el establecimiento
de la “familia moderna”, a través de una serie de conceptos y representaciones
simbólicas que tuvieron como fin instaurar un tipo de orden social acorde a los
intereses de las clases dominantes. Veremos cómo la familia consigue ser una
instancia tanto de orden físico como mental.
Las relaciones familiares se dieron en torno a un “estereotipo de familia”,
establecido según los valores e ideales de la época. En un periodo en el que por fin
se cree conseguir la tan anhelada “modernidad” a través del desarrollo de la
industrialización, las clases medias buscan alcanzar el mito de llegar a ser como las
familias pequeñas burguesas, lo que a la vez vino a transformar el tipo de valores,
costumbres, formas de consumo, de percibir y actuar de las familias mexicanas.
Dicho fenómeno ha sido muy bien representado en el filme “una familia de tantas” de
Alejando Galindo. En una reseña sobre dicha cinta se escribió:
La segunda mitad de la década de los cuarenta representó,
188
por lo menos para los sectores más favorecidos de la
sociedad mexicana, la época en que nuestro país
ingresó a una modernidad caracterizada por un estilo de
vida fuertemente influenciado por costumbres y hábitos
de consumo importados de los Estados Unidos…
Las clase media crecía y los aparatos electrodomésticos
comenzaban a invadir los hogares mexicanos, prometiendo
a las sufridas amas de casa una liberación nunca antes
soñada…
Una familia de tantas es uno de los mejores retratos fílmicos
de esta etapa de cambios sociales…los personajes de la
cinta… se ven enfrentados a una ruptura del orden tradicional
en el núcleo familiar, lo cual desencadena un choque de
voluntades irreconciliables…
Para que las clases medias pudieran acceder al progreso social asociado a la
industrialización y la “modernidad” al American way of live tuvieron que cambiar su
estilo de vida, desde la forma cotidiana de comportarse hasta la manera de decorar la
casa y sus costumbres. Como ejemplo de ello tenemos celebraciones como la
Navidad, el día de San Valentín, entre otras. Las necesidades y hasta los gustos
fueron alineados a esta racionalidad de ser “modernos”. Tal lógica fue muy bien
estructurada y alineada por parte de las clases en el poder, ya que lograron conjuntar
en un solo fin el bienestar tanto del país como de cada uno de los miembros que
conforman “la familia mexicana”. Tales dogmas fueron presentados a través del
189
discurso político y de los medios de comunicación, como lo muestra el siguiente
anuncio publicitario:
Olla Presto:
Hogares Felices…
¡La felicidad en el hogar principia en la cocina…
de ahí sale la energía que “los hombres del mañana”
necesitan para desarrollar sus capacidades morales
y mentales en beneficio de la familia y de la patria,
gracias a los más modernos utensilios de cocina que
mantienen íntegro el valor nutritivo de los alimentos
REGAL.
¡Cada uno equivale a un fiel y competente sirviente!...149
Vemos que este anuncio define la felicidad de los hogares a través de la
compra de bienes materiales y más aún de los aparatos electrodomésticos, estos
dotarán a los compradores no sólo de beneficios prácticos como el aligerar el trabajo
doméstico, el ahorro de tiempo y un mayor confort, sino también mayores
capacidades intelectuales y morales que traerán beneficios tanto a la familia como a
la patria. Notemos el juego dialéctico que el discurso maneja a través de una serie de
valores de identidad. Partiendo de los significado de familia como unidad social
básica fincada en lazos de parentesco, y el de patria, como la categoría social
basada en un mismo origen, una misma raza y un mismo territorio, y que al ser el
149 El Universal, Septiembre, 1951.
190
lugar donde hemos nacido, debe ser querida y respetada, el texto fusiona ambos
conceptos genealógicos para definir un “nosotros”. A través de este sentimiento se
busca manipular e impulsar la formación de ciudadanos que trabajen y sean fieles a
su patria; esto es, que piensen y actúen según los intereses de las clases dirigentes.
Veamos el siguiente artículo periodístico, presentado el mes de Septiembre que
aludiendo a esta fecha busca exaltar los valores patrióticos:
La Nación:
Cuando decimos patria, aludimos cordialmente a la
paternidad, patria es por lo mismo hogar y familia,
ara y altar, cerebro y corazón, músculo y verbo.
Patria es todo aquello que nos forma, que nos define
y que nos eleva, que nos da fisonomía y carácter.
México tiene una configuración geográfica determinada
que lo identifica como país, se caracteriza por sus
costumbres y tradiciones, por sus valores generales…150
El sentido del lenguaje simbólico manejado en este anuncio publicitario
muestra de manera más clara la analogía entre la familia y la nación. Por lo general
el padre se configura en torno a la imagen del Estado, la madre al de la tierra o la
sociedad, y los hijos y las hijas como aquella continuación o extensión de los valores
otorgados. De este modo, los valores ejercidos a través de la educación familiar
llevaron implícitos valores de la educación nacional. Para ésta, la sociedad tenía que
150 Revista de revistas, Septiembre, 1954.
191
ser tolerante ante cualquier anomalía, ante la desigualdad social no había que olvidar
el cooperativismo, ante la crisis económica se requería una sociedad trabajadora,
ante las injusticias y guerras tenía que ser pasiva y sus miembros debían
comportarse como auténticos ciudadanos, como condición para poder alcanzar el
progreso y la “modernidad” del país. En tal sentido va dirigido el siguiente anuncio:
Ron Batey:
¡Que bello es nuestro México!, ¡que generosa es
nuestra tierra!, ¡que noble nuestra gente!.
Estamos orgullosos por saber que México,
su tierra y habitantes han sabido siempre
responder satisfactoriamente y el país
Progresa…Guerras, crisis económicas
y otras calamidades mundiales que nos
han herido, no han logrado hacer mella
al progreso de esta noble nuestra tierra151
Fue entonces a través del máximo valor de la familia que se buscó ejercer un
mecanismo de control social; incluso la mercantilización a través de la publicidad
utilizó la imagen prototípica de “la familia clasemediera” para representar los
prodigios del México industrial y así homogeneizar las necesidades, gustos, sueños,
ideales y valores de la sociedad, ante las atrocidades de una economía capitalista
mercantil incompetente y dependiente de Estados Unidos, una política despótica y
151 Hoy, Diciembre 3, 1949.
192
autoritaria y una sociedad que también era mercantilizada y enajenada por la cultura
norteamericana.
De modo que la “modernidad” exigió no sólo a los cuerpos ser vestidos y
transformados, también las casas tenían que ser amuebladas y decoradas según lo
más nuevo y de moda, pues sólo así se podía disfrutar de las maravillas de una
época que traía consigo alegría, fiestas, comodidad y elegancia, como se muestra
en los siguientes anuncios:
Alfombras Mohawk:
Vista de gala a su casa. Vea las nuevas y primorosas
alfombras Mohawak.
Se inicia una nueva temporada de fiesta y de alegría…
es hora de dar a su hogar un toque distinguido y de
confort, moderno…modernos colores y diseños…
dando nueva vida…Alegría…comodidad y
elegancia al hogar que usted quiere tanto152
Long John:
UN HOGAR SE DISTINGUE POR LOS PRODUCTOS
QUE CONSUME. Special Reserve. Scotch Wisky.
¡El whisky escocés más selecto!. Vinos finos153
152 El universal, Diciembre 3, 1952.153 El Universal, Diciembre 2, 1952.
193
El consumo de nuevos productos domésticos por parte de las clases medias y
altas dan muestra de de las transformaciones que se dieron en las práctica sociales,
en las formas de imaginar y percibir su mundo, por ejemplo, los muebles son
cambiados por muebles supermodernos y estilizados, el terciopelo se cambia por la
lana virgen, los objetos de porcelana por los objetos de cristal, los candiles por las
lámparas de spots, los salones acogedores familiares por bares estilo Beverly Hills, la
sala estilo Napoleón III por un chipandale moderno, las camas de latón cubiertas con
colchas tejidas en hilaza o gancho, por unas de estilo norteamericano.154
Los espacios domésticos también son transformados ya que las viviendas
modernas cuentan con una habitación de recepción o hall la cual tiene que ser muy
amplia y cómoda para recibir a las visitas, cocina y anexos para criados, un cuarto
para cada uno de la familia, etc. De este modo los espacios y poco a poco los propios
individuos se forman en la pura funcionalidad y en el desarrollo de la vida privada, la
cual fue sustituyendo el interés de la sociedad por la vida pública y comunitaria.
Las nuevas formas de consumo representaban la transición de la vida
“tradicional” a una modernidad basada en culturas ajenas como la norteamericana y
algunas europeas, lo que causó una serie de contradicciones en la vida de los
mexicanos. Junto a la adquisición de estos nuevos objetos iban implícitos nuevos
valores y costumbres que no podían sustituir de un momento a otro y fluidamente los
valores y costumbres tradicionales, lo que implico choques y contradicciones
ideológicas, como lo muestra el siguiente artículo publicitario:
154 Loaeza, Guadalupe., Manual de la gente bien, pp 36-38.
194
Los hijos modernos:
Si hay mamás modernas hay hijos modernos como
efecto de una misma causa. De las familias cuya madre juega,
va de coctel en coctel, de recepción en recepción y “no sale
de la calle”…Los hijos ahora no tienen espíritu de familia
como antes lo tenían los hijos de otro tiempo, ya fuesen
pobres, de clase media o ricos y aristócratas. Los chicos
nunca abandonaban a su mamá ni hermanos, ella cocían la
ropa de él y las madres jamás dejaban a sus maridos aún
fueran un poco infieles. Y así el hogar mexicano estaba
sobre una base solidísima. Ahora nadie aguanta a nadie, ni
soporta la más ligera contrariedad. Los esposos discuten entre
sí y la madre es la primera que discute su libertad. Los
hijos no apuntan consejos, regaños de la autoridad de los
padres, son libres, sabios y quieren vivir su vida155
Este artículo deja ver claramente las contradicciones que se dieron en torno a
los valores ejercidos en el núcleo de la familia mexicana tradicional y los valores
adyacentes en lo que se denominó como “la familia moderna”. En la familia
tradicional, la autoridad se basaba en la figura paterna de índole machista, en una
relación de sometimiento por parte de los hijos y la esposa; mientras que en la
“familia moderna” esta relación de poder y sometimiento fue mucho más relajada, la
155 Revista de revistas, Febrero 14, 1954.
195
mujer podía fumar, trabajar, bailar y divertirse y los hijos experimentaban una mayor
libertad en sus vidas. El sustento de los valores ejercidos dentro de la familia
mexicana se basaba en una fuerte influencia de principios morales religiosos
católicos, de modo que esta se veía como una “unidad santa” que nada ni nadie
podía desintegrar. Ante este tipo de contradicciones se formulan las siguientes
preguntas ¿qué tipo de cultura se estaba conformado?, ¿cómo se le percibía? y
¿cómo se le vivía?, a estas preguntas podríamos intentar responderles a través del
siguiente anuncio publicitario:
Coca-cola:
RECUERDOS FAMILIARES…El álbum familiar nos
habla de la reunión hogareña en espera del “Grito”…
¡Con que viva curiosidad escuchábamos el relato
de las proezas de nuestros héroes mientras
saboreamos una coca-cola156
.
Hemos visto cómo a través de las distintas ramificaciones del poder se
construyen e infunden sistemas de percepción, de pensamiento, ideas, valores, e
imaginarios sobre la conformación y existencia del sujeto y su mundo. Como
ejemplo de un caso concreto se ha observado la manipulación de los conceptos de
familia y nación, el cual se vuelve a mostrar en este anuncio publicitario, con el fin de
revivificar y exaltar en los mexicanos los valores y sentimientos patrióticos de
“libertad e independencia”, para ello se hace alusión a otra estructura de valor
156 Hoy, Septiembre 22, 1945.
196
emocional bastante significativa para la sociedad como el de la familia mexicana, la
cual según el anuncio, está en espera del grito escuchando con orgullo las proezas
de nuestros héroes nacionales. Junto a ello y para completar la felicidad de los
mexicanos, el placer de saborear una coca-cola, la cual simboliza la modernidad y el
progreso anhelado. A través de estos dos escenarios, el del “nacionalismo” y la
“modernidad” de tipo occidental, la sociedad mexicana busca su emancipación, ya
que no sólo es libre e independiente, sino que se siente ya a la par de los países
llamados modernos.
En este contexto, hagamos una reflexión con base en lo que Bourdieu
designa como la subordinación del interés emancipatorio. En el que a través de la
creación de un tipo de conocimiento, de percepción de la “realidad”, se genera el
habitus necesario para satisfacer las necesidades de producción y control de la
sociedad; y de este modo en esa aparente emancipación dados a través del
nacionalismo y la modernidad los individuos terminan subordinados a aquella
“realidades” aparentes, las cuales son construidas y gobernadas por los grandes
intereses hegemónicos. Nos ubicamos en un periodo en el que la sociedad buscaba
obtener aquella “modernidad” y progreso, que a la vez le daría bienestar, seguridad,
poder y hasta libertad.
El sueño de acceder a aquellos productos y estilos de vida norteamericanos
era prueba fehaciente de que ahora sí el país se colocaba a la par de los países más
desarrollados; de modo que las familias mexicanas, orgullosas de su patria y sus
héroes se sentían dignas de remplazar el agua de horchata o de limón por la nueva
bebida coca-cola, o que las tortas de frijoles fueran sustituidas por los sándwiches de
197
jamón y queso amarillo. Además de esto, afirma Guadalupe Loaeza, “esta
generación fue la primera que entró por la puerta al mundo de la fantasía que
brindaba Disneylandia”157. De este modo, los individuos y grupos sociales aceptaron
y se subordinaron aquellos valores y taxonomías inculcadas persistentemente y
simultáneamente desde las distintas agencias del poder, acondicionando sus
sistemas de percepción, pensamiento y acción158, limitando el pensamiento de su
mundo y de sí mismos, su capacidad de cuestionamiento, análisis de participación o
posibilidad de una verdadera emancipación y autoconstrucción de su mundo e
identidad; esto, ante la fantasía de querer ser como los norteamericanos, una
sociedad poderosa y “moderna”.
Pasando al siguiente rubro de nuestro análisis, mostraremos de qué manera
la institución escolar actuó como otra agencia de poder.
A través de la institución de lo educativo se constituye parte importante de
nuestras formas de pensar, actuar y percibir la “realidad”. Muchos de los hábitos y
valores se construyen en las escuelas, los cuales después son trasladados a las
prácticas cotidianas.
Es necesario ver los lineamientos en los que se desarrolló la educación en
este periodo. La escuela buscó fomentar aquellos valores sociales y actitudes que
fueran coherentes con los planes e intereses de la clase en el poder. Las escuelas,
en su deber por impartir la educación cívica, entendida como la costumbre y
obligación de honrar a los símbolos de la patria, para el año de 1942 ven modificados
157 Loaeza, p 37-38.158 http://cueyatl.uam.mx/-cuaree/no28/cuatro/subord.html
198El Universal, Mayo 1946. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
sus planes y programas. Estos estuvieron encaminados a estimular aquello valores
en los que se basaba el proyecto político de los gobiernos industrializadores: unidad
nacional, democracia y solidaridad internacional.
De este modo, el Secretario de Educación Pública, Octavio Véjar Vázquez,
instauro una política educativa basada en el “amor”. A través en el que se enseñaba
a los mexicanos a amarse los unos a los otros sin importar las diferencias de clases
sociales pues sólo a través de la paz y el amor se podía llevar al país al progreso.
A diferencia del periodo cardenista en el que se impulsó la educación
socialista, para este periodo, la educación socialista es tachada tajantemente ya que
la lucha de clases es un obstáculo para el desarrollo integral del país. De modo que a
través de la educación se buscó formar un tipo de mexicano moralmente bueno,
obediente, trabajador a los intereses de las clases hegemónicas, acrítico, pues había
que luchar por los intereses de la Patria. Tales lineamientos fueron planteados
también por parte de las escuelas privadas:
199
Vemos que las escuelas fueron transmisoras no sólo de conocimientos, sino
también de valores sociales como el de “Moralidad y Disciplina”, y sólo a través del
cumplimiento de estos se obtendría el éxito social. Los programas educativos
presentaban las carreras comerciales como las de mayor futuro ya que la salvación
del país estaba en la economía capitalista de libre mercado. Por ello era fundamental
aprender la práctica comercial norteamericana, el inglés y leer todas aquellas obras
intelectuales norteamericanas para poder alcanzar el éxito y el poder del tan
admirado país vecino. Los proyectos educativos eran alineados al ideal de
industrialización del país, esto con el fin de disciplinar y formar ciudadanos
capacitados para el trabajo industrial y comercial.
El Universal, Mayo, 1946. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
200
Escuelas:
Escuela Internacional. Enseñanza comercial y bancaria.
Los puestos más altos siempre son para los más preparados:
Carreras comerciales
-Contador privado. Funcionario Bancario.
Secretarios Corresponsal…159
The Staub Business Academy:
“HABLANDO INGLÉS GANARÁ MÁS DINERO”160
Obras exclusivas Jackson:
Colección moderna de conocimientos universales
…verdadera divulgación científica.
Práctica comercial norteamericana: una moderna enciclopedia
De los negocios.
Notables obras en inglés:
-Enciclopedia Británica
-The New Enciclopedia Americana
-Webster’s (merriam) New Internacional Dictionary.161
Instituciones educativas como la escuela y la familia fueron utilizadas como
estrategias para la construcción de una nación regulada por el Estado. En el
159 El Universal, Febrero 17, 1951.160 Excelsior, Mayo 6, 1943.161 Excelsior, Diciembre 3, 1943.
201
siguiente informe presidencial de Adolfo Ruíz Cortinez podemos ver cómo manipula
ese sentimiento de sentido de pertenencia nacional para legitimar sus acciones
políticas y en el que los mexicanos tienen no sólo que aceptar, sino trabajar y
obedecer, para alcanzar la libertad, la justicia, el progreso del país y con ello el
bienestar de todos los mexicanos:
Es un legítimo orgullo nacional apreciar serenamente
los resultados de la solidaridad mexicana, dispuesta
siempre a servir con devoción patriótica, con entusiasmo
y valentía, los auténticos intereses de la patria.
El pueblo ha dado grandes pruebas de laboriosidad
y de unidad para alcanzar las metas nacionales nobles
y firmes cimientos sobre los que hemos de seguir
consolidando nuestro progreso social y económico.
Afirmamos que la actuación política de la mujer crecerá
benéficamente para el progreso democrático en México,
pues aportará su gran sensibilidad y su apasionado celo
por su hogar y por su patria de las escuelas
mexicanas, propugnando un sistema de vida de
constante mejoramiento, en lo moral, en lo cultural
y en lo económico, con afirmación de nuestras
tradiciones y conceptos sobre la libertad y el respeto
a la libertad 162
162 Hoy, Septiembre 10, 1955.
202
Como bien nos dice Federico Lazarín: …la educación se convirtió en una
bandera política de los gobiernos en turno, se ajustó a la idea de moldear en la
población una identidad nacional y la SEP se convirtió en un aparato de control
centralizado de estas ideas y en instrumento de homogeneización cultural e
ideológica163
Es por ello que hemos denominada a la escuela y a la familia como
instituciones cotidianas, ya que a través de estas se manejaron una serie de políticas
que se encargaron de vigilar y disciplinar con el fin de reproducir un orden social. Con
esto vemos que la escuela y la familia fueron una herramienta de cohesión social, a
través de estas dos instituciones se definió la manera de ser y pensar del individuo
como miembro del núcleo familiar, y del ser social, como parte de aquella comunidad
simbólica, definida y expresada por la clase hegemónica con el fin de establecer en el
imaginario social la identidad de lo que era ser mexicano.
4.5.-“Modernidad” y crisis de identidad:
Desde la segunda mitad del siglo XVIII, en la época del Liberalismo, de la
República Restaurada y el Porfiriato, el proyecto político se había basado en el ideal
de la “modernidad”, que hasta entonces había terminado en una “modernidad”
frustrada; pero ahora, con el proceso de urbanización e industrialización se vuelve
hablar de un nuevo mundo cambiante, que haría realidad aquellos sueños de
justicia, de mejora social, política y económica. Se busca instaurar tal mundo
163 Federico Lazarín, Revista Mexicana de Investigación Educativa, p 180.
203
fantástico a través de la iconografía de la vida urbana y el consumo “moderno”. Ante
aquel sentimiento de inferioridad del que nos habla Samuel Ramos, la salida es
imitar; y ante el sentimiento de soledad del que nos habla Octavio Paz, se acepta el
mundo de la simulación en el que los patrones de vida adoptan la forma de
mercancía. A través de los bienes y estilos de matiz estadounidense se instaura una
nueva “realidad”, una nueva mentalidad, para simular el arribo de un México en
progreso, “moderno” y hasta democrático.
El mito del “bienestar moderno” se hizo funcionar a través de las prácticas de
consumo, ya que sólo a través de los bienes materiales se obtendría poder, posición
social, comodidad, placer, etc., A través de la adquisición de bienes materiales la
sociedad trato de compensar sus sentimientos de inseguridad y soledad. Así se
formó una sociedad enajenada por lo material, cuyos miembros fueron centrando sus
vidas en los pequeños deseos, en la comodidad, el lujo, en la búsqueda de los
placeres inmediatos ofrecidos por la cultura de consumo.
Con ello se fue estableciendo una sociedad narcisista, la cual se preocupaba
sólo por el yo En este sentido el cuerpo se convierte en un instrumento de ratificación
sensual, dándose una exacerbada expansión de lo que muchos autores denominan
el culto moderno al cuerpo. Se vive y se trabaja para comprar comodidad a través de
los nuevos aparatos electrodomésticos, lujo a través de un automóvil, belleza a
través de la ropa, placer saboreando un wisky o bañándose con agua caliente, como
lo muestra el siguiente anuncio publicitario:
204
El regalo ideal de Navidad:
El baño es un placer
Cuando se puede gozar plenamente con:
-abundancia de agua caliente
-regulación automática de calor
-tomarlo a cualquier hora del día o la noche
-economía en el gasto de combustible
-encendido y calentamiento instantáneo…164
El consumo moderno ofrece exactamente lo que el narcisista desea:
comodidad, belleza, lujos y hasta poder y libertad, ya que le hace creer que el
consumidor tiene el control y la libertad de obtener lo que desea. En realidad el
consumidor se vuelve esclavo del lujo, y no sólo eso, sino que sus gustos,
necesidades y placeres son determinados por quienes manipulan el capitalismo
mercantil. Tales hechos desembocan en lo que Richard Sennet denomina “la muerte
del espacio público”, pues ante su preocupación por vestirse a la moda, comprar el
automóvil del año, de ir al club, se olvida de la vida pública, la cual ahora se deja en
manos de un Estado hegemónico y las élites vinculadas a él.
Es establecido todo un esquema de control y diciplinamiento al manipular a
través de una serie de símbolos y conceptos el imaginario social, por medio del cual
se implantan como axioma social el éxito y el bienestar personal. A través de esto el
poder ejerce un sistema de violencia simbólica por medio del cual instaura un orden
164 El Universak, Diciembre 16, 1945.
205
social concreto, enajenando el sentido de acción de la sociedad y creando desinterés
por la vida pública o las cuestiones colectivas. Estas son reemplazadas sútil e
imparablemente por un nuevo sentimiento individualista y egoísta, formando una
sociedad que paulatinamente ve disminuir la presencia de proyectos compartidos. Es
aislada, indiferente y progresivamente va viéndose más aún está más dividida por las
fuertes marcas de diferenciación social entre los ricos y los pobres, entre las clases
urbanas y rurales. Va resultando una sociedad dividida para que no piense, no
cuestione y así sea más fácil de manipular.
Se construye la imagen de un México en vías de modernización, en el centro
de la gran ciudad se levantan grandes edificios, modernos almacenes y salones de
baile a los que acuden las clases medias y altas; mientras en las orillas de la ciudad y
en los espacios rurales se queda la realidad del país, el México profundo del que nos
habla Guillermo Bonfíl, en el que imperan la pobreza, la desigualdad y el hambre.
La identidad es definida en torno a rasgos personales y no sociales; en torno
a la riqueza y los valores poseídos cada individuo tiene un estatus y funciones que
determinan su papel social. A través del México imaginario, el Estado – y las élites
vinculadas a él - dominó tanto la vida pública como la vida privada al crear en el
imaginario social un nuevo país armonioso y una nueva sociedad que se proyectaba
como “civilizada” y educada.
En apariencia, se dio una generalización de costumbres y hábitos dictados
por la vida “moderna”, con el fin de ocultar las diferencias sociales, a través de la
estandarización de valores, de estilos de vida y formas de comportamiento que
206
simbolizan la democracia social; pero en realidad las personas y su identidad eran
institucionalizadas en torno al sistema económico y político hegemónico.
El consumo “moderno” ofreció nuevos estilos de vida, modelos comunes de
apariencia y comportamientos, a través de los cuales los sujetos podían definir su
identidad. Se trataba de una identidad fundada en el dinero; lo que provocó no sólo
una fragmentación sociocultural, sino una serie de perturbaciones sociales por las
clases pobres que eran excluidas. Sólo la población urbana de clase social media y
alta, podía disfrutar de la nueva identidad dada por la modernidad, la cual dejaba
atrás la de el indito mugroso y guarachudo, o la de el ranchero rudo, pueblerino y
machista, por la del mexicano elegante, distinguido, culto y educado, como lo hacer
ver el siguiente anuncio:
Minuit: (centro nocturno):
El México aristocrático vera surgir como una
ensoñación plena de sugerencias, un centro
nocturno en donde la gracia y el refinamiento se
darán cita de medianoche…165
Lady Batimore: (perfumería y florería)
Elegante!...y distinguido, al servicio de
la sociedad capitalina…166
165 Excelsior, Diciembre 6, 1943.166 El Universal, Febrero 6, 1947.
207
La modernidad y la “civilización” fueron para unos cuantos, sólo para
aquellos que las podían comprar, acrecentando el clasismo, el racismo, y con ello, las
frustraciones sociales, pues el valor y la estima personal también se mercantilizaban.
Para quienes no pudieron acceder a aquéllas, se les vio como “salvajes”, incultos,
mugrosos e infortunados. Dentro de este grupo entraba una inmensa parte ésta, se
hicieron películas como “nosotros los pobres” o “ustedes los ricos”, en las que se
disfrazaba a la pobreza de dignidad, para instaurar la esperanza y el conformismo de
las mayorías.
A lo que se sumó otra vieja herramienta de poder, el ideal nacionalista; éste se
validó de una serie de valores y símbolos patrióticos con el fin de avivar los
sentimientos de voluntad, lucha y orgullo, y las ligas de pertenencia a una misma
raza y tierra, a las cuales había que permanecer leales y solidarios, pues el único fin
validó era el engrandecimiento y progreso de la nación. La sociedad tenía que
aguantar las injusticias, la pobreza y la desigualdad en torno al imaginario de
identidad comunal, a la cual pertenecía unida por una vinculación emocional y una
obligación moral. Muestra de ello tenemos en el discurso político emitido por el
gobernador del Estado de México, en su inicio de labores:
A LOS HIJOS DEL ESTADO DE MÉXICO:
Al iniciarse en nuestro país un nuevo régimen de Vida Pública, el gobierno del Estado
de México desea dirigirse a los sectores sociales de la entidad, para demandar de todos ellos
208
el cumplimiento de un programa de solidaridad y cooperación con la administración pública
nacional que hoy Inicia sus labores…
A LOS CAMPESINOS, les exhortamos para que procuren mejorar el rendimiento de
sus tierras… El hombre de campo debe tener la convicción de que su respectiva parcela es
una unidad económica que la República necesita tener en pleno florecimiento… Que
terminen las rencillas entre los grupos y personas, que se liquiden todos los obstáculos
que limitan el trabajo, pensando únicamente en que México necesita de todo nuestro
vigor y todos nuestros esfuerzos
A LOS OBREROS…les pedimos que abran los brazos generosos y
comprensivamente a una vida política de concordia y de trabajo…más deseo de impulsar el
ritmo de progreso que el país requiere, que al final de cuentas el acrecimiento de nuestra
riqueza traerá como resultado una situación de bonanza general, de la que cada uno de los
ciudadanos será partícipe.
A LOS PEQUEÑOS PROPIETARIOS DE TIERRAS los invitamos a que trabajen sin
preocupación ninguna sobre la suerte de sus heredades…es en ese legión de pequeños
propietarios en la que nuestro campo cifran una de sus mejores y más sólidas esperanzas.
A LOS MAESTROS, nos dirigimos para que reasuman la verdadera función social
que tienen encomendada. Miles y miles de niños mexicanos esperan la luz del saber y el
ideal de la cultura popular reclama la cooperación limpia y generosa del maestro de
escuela, que para siempre debe postergar las prácticas odiosas, los desvíos sectarios y
todo género de obstáculo que se pueda presentar para la realización del más grande ideal
del pueblo mexicano: la afectiva educación pública.
209
A LOS INDUSTRIALES, les reiteramos nuestro propósito de rodearlos de garantías
en el desenvolvimiento de sus empresas…les pedimos mayores estímulos a sus negocios y
un entendimiento más fecundo y más claro con sus trabajadores. La coordinación del Capital
y del Trabajo es una de las más firmes bases para el aumento de la riqueza nacional.
A LOS CIUDADANOS que en forma directa o indirecta se han visto vinculados en las
distintas banderas que participaron en la pasada pagra electoral, les solicitamos la
liquidación absoluta de sus pasiones. Todos, ávilacamachistas, sáncheztapistas, los que
fueron almazanistas, todos somos ciudadanos de la Patria y tenemos el deber supremo
de cooperar firmemente con el régimen nacional del Sr General de División MANUEL
ÁVILA CAMACHO. Cuyo gobierno de buena voluntad está inspirado en el limpio propósito de
gobernar para todos, sin pasiones y sin rencillas, sirviendo sólo a esta causa grande y
noble: el engrandecimiento de la Patria Mexicana.
Toluca, México., 1° diciembre de 1940.
El Gobernador Constitucional del Estado, WENCESCAO LABRA.167
Este informe muestra claramente el manejo del “nacionalismo” como forma de
control social, y cómo a través de este se buscó eliminar toda forma de agresión o
inconformidad por parte de la sociedad, pues el orden era factor indispensable para
lograr el crecimiento y progreso del país. De esta manera el nacionalismo fue
utilizado para establecer una tipo de relación congruente entre la sociedad y el
gobierno, en el que se muestra un Estado soberano que maneja los procesos
políticos y económicos de acuerdo al “interés nacional”, y construye el consenso
167 El Universal, Diciembre 1, 1940.
210
entre gobierno y la sociedad. A través de dicha acción, el gobierno busca ajustar los
intereses internos con los imperativos económicos y políticos externos.
No pocas veces se unieron valores nacionalistas y religiosos, la unión de
ambos principios doctrinales tuvo como fin dar mayor fuerza y credibilidad al discurso
como se muestran en algunos artículos periodísticos:
EL CATOLICISMO Y LA REVOLUCIÓN.
La religión católica y la revolución mexicana coinciden
exactamente con sus puntos fundamentales. Lo que
quiere decir que un divorcio entre ambas no tiene razón
de ser168
168 Hoy, Diciembre 6, 1941.Revista de Revistas, Diciembre 7, 1952. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
211
.Se muestra al catolicismo y a la Revolución como elementos salvadores y
libertadotes de los males del país. Lo que en la realidad evidencia la existencia de un
gobierno autoritario que ejerció un sistema de control y diciplinamiento a través de
valores y símbolos nacionalistas con el fin de adecuar la organización social en torno
a un estatismo económico y un centralismo político regidos por los imperativos
económicos de Estados Unidos. Ello explica anuncios publicitarios como este en el
que se utilizaron símbolos nacionalistas en función efectiva del capitalismo mercantil,
más no del interés nacional:
Excelsior, Diciembre 16, 1949. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
212
Ron Batey
Quetzalcoatl o Santa Claus.
El nacimiento o el arbolito.
Todo ello significa FELIZ NAVIDAD que nosotros le
deseamos muy sinceramente169
Por el contrario, hemos visto que los valores de la “modernidad” trajeron
consigo la negación de los valores étnicos o nacionales ante la estandarización de
aquellas culturas “desarrolladas”. Podemos afirmar que el nacionalismo fue formado
en el imaginario social como elemento de control y cohesión social, basado en una
falsa e inexistente homogeneidad y no en un país que se caracteriza por su enorme
pluralismo cultural; de modo que se trató de una fusión cultural que obedeció a una
mera norma de parentesco cultural.
La identidad nacional fue formada en el imaginario social a través de una serie
de sentimientos patrióticos con el fin de definir la idea que los individuos tiene sobre
sí mismos; esto es, como una auto representación, en relación a un “nosotros”. Es en
este sentido en el que se crea la idea de identidad nacional en el imaginario social
como herramienta de control y cohesión social. Se entiende entonces que la idea de
identidad nacional al ser un imaginario social, no es un fenómeno real, pero no por
ello, esta logró efectos significativos en el mundo real como instrumento de control y
diciplinamiento social, ya que tal concepción logró modificar y determinar el
comportamiento y la acción social. Pero ante la formación de otro imaginario social,
169 Excelsior, diciembre 16, 1949.
213
expuesto como la entrada de “la vida moderna” al país, a través de la apropiación del
estilo de vida norteamericano, en el que se establecen nuevos símbolos, conceptos y
sentimientos que conllevan a la negación de los valores culturales propios y del
propio ideal de identidad nacional; se evidenció la pérdida del sentimiento de
pertenencia a la comunidad cultural.
Tales hechos dieron como resultado la conformación paulatina de una
sociedad más y más individualista, y el olvido de aquellas utopías colectivas, las
cuales, aunque eran ideales imaginarios, habían logrado encauzar a la Revolución
Mexicana. Ahora, ante esta actitud individualista para la que el único objetivo era lo
personal se empiezan a golpear y devaluar las ideas revolucionarias y colectivas;
esto, primero en las élites y clases medias, hasta generalizarse en una gran parte de
la sociedad mexicana. Con ello, nos encontramos ante una sociedad que carece de
proyectos sociales, que ya no exige al estar enajenada por las quimeras de aquella
“modernidad” que engendra nuevos mitos, los cuales han dado un nuevo sentido a la
existencia del ser humano y que transformarán aquel pasado de pobreza, atrasos e
injusticias a través de la democracia, la justicia y el progreso económico.
4.6.- El consumo como estrategia política.-
Con lo expuesto hasta aquí podemos visualizar de manera más clara la
función del poder a través del consumo cultural como conductor de políticas
culturales. Ante el contexto de la entrada a la vida “moderna”, se establecieron
nuevos patrones de consumo, producto de la industria cultural dictada por Estados
214
Unidos. Esta vino a uniformizar los nuevos mitos-ideas del imaginario: democracia,
libertad, bienestar y progreso.
El consumo cultural sirvió de estrategia política a las diferentes redes de poder
exógenas y endógenas; esto es, para legitimar, controlar e integrar en una sola
racionalidad el patrón occidental de “modernidad” basado en el capitalismo mercantil,
el cual ahora era dirigido por la nueva potencia hegemónica norteamericana. A nivel
interno el consumo establece patrones de conducta para controlar los cuerpos desde
su interacción y concepción y de este modo homogenizar las formas de ser y actuar
de una sociedad que es presa del estatismo económico y el centralismo político de
un gobierno autoritario.
Lo que aquí nos interesa es observar cómo a través del consumo se estableció
toda una cultura imaginaria como prueba de una supuesta transformación temporal e
histórica, en la que el país era innovado y dirigido a la “modernidad” y a la
“democracia”, mediante el proceso del desarrollo industrial capitalista, la
urbanización, y la unidad nacional. Todo esto para disfrazar e implantar una nueva
“realidad”, que por muy encantadora que fuese, obedecía a la acción disciplinadora y
domesticadora de las diferentes redes de poder.
Como evidencia de “la modernidad industrial”, la aparición de los aparatos
electrodomésticos fue evidencia de toda una revolución doméstica, así como la
variedad de muebles modernos y nuevos estilos de decoración funcionalista, como el
Art Déco y otros. Estos rompen con el historicismo de finales del siglo XIX y su
emancipación de los cánones clásicos que habían dominado. Aquella gama de
215
consumo conspicuo que brinda sensaciones como amor, éxito, poder, libertad, etc.,
crea una nueva relación entre el poseedor y los objetos. En ella éstos alcanzaron a
personificarse, pues a través de un automóvil se obtienen libertad y prestigio, a través
de cierta loción virilidad; etc. Estos hechos establecieron una sociedad consumista,
de naturaleza inédita. En ella los sujetos necesitan siempre comprar en una
búsqueda y construcción del yo, de un yo artificial que, por ende, nunca se completa.
Como muestra de un país “democrático” se recrimina la violencia física, tanto
por parte de la sociedad como del Estado, de modo que “los burdos robos de ánforas
y los asesinatos de electores, que se dieron de 1921 a 1940, desaparecieron desde
los años cincuenta, con Miguel Alemán”170, y los levantamientos sociales también
experimentaron un descenso significativo, pero esto no era resultado de un gobierno
que se decía realmente democrático, fue sólo la sustitución de la violencia física por
otro tipo de violencia tal vez más devastadora, la violencia simbólica. Como ejemplo
de una sociedad más “libre” se presentan los primeros brotes de liberación femenina.
Las mujeres salen a trabajar, se integran a la vida nocturna en la que pueden bailar,
beber y fumar, su vestimenta es más coqueta, elementos que en apariencia muestran
una menor rigidez en los roles morales.
La sociedad cree haber alcanzado una mayor libertad y plenitud a través de
la obtención de bienes materiales los cuales transmiten una falsa capacidad de
control y poder de sus vidas; ya que en la realidad está se encuentra más sometida y
enajenada a la lógica de sistema capitalista mercantil, en el que sus sueños, deseos
y emociones son controlados por el mundo imaginario de la vida “moderna”.
170 Borrego, E Salvador, Neoliberalismo. Nuevo plan de la Revolución.,p 17.
216
También se hablaba de la creación y fortalecimiento de un Estado nacionalista,
el cual fue perdiendo su autonomía ante la dependencia económica de Estados
Unidos. El desarrollo de una industrialización excluyente, se antepone a aquel
nacionalismo que se decía popular, de modo que este siguió siendo una utopía ante
la evidente segmentación y desigualdad de las clases sociales.
Vemos entonces cómo a través del consumo la clase en el poder hizo implícita
la idea de tener una sociedad libre y autosuficiente para tomar decisiones, pero todo
ello en torno a un mundo imaginario. Por medio de éste se implantó un orden social y
el control a través de todo un sistema simbólico, con el fin de anular cualquier
posibilidad de proyecto social o acción revolucionaria.
217
Conclusiones.-
Abordar un tema como el de la Identidad nacional del mexicano es un gran
reto, ya que dicho estudio exige un cuidadoso análisis reflexivo multidisciplinario, en
el que se circunscribe la psicología del mexicano, su acontecer histórico y el de las
ideas epistémicas. Por ello debemos considerar que este trabajo sólo ha podido
abordar una pequeña veta de tan extenso y retador tema de estudio. Por muy
estudiado que éste sea, siempre tendrá mucho que ofrecer en la explicación, no sólo
del sentido del ser del mexicano, sino acerca del sentido del acontecer histórico de
nuestro país.
A pesar de ello, nuestro trabajo de investigación confirma la presencia de dos
sistemas simbólicos sumamente importantes para este periodo, el de la “Identidad
Nacional” y el de “la vida moderna”; ambos formados por las diferentes redes de
poder en el imaginario social con el fin de manipular y disfrazar la realidad social.
Hemos visto que la Identidad Nacional ha sido a través de la historia un
fenómeno idealizado y formado a través de una serie de imágenes y símbolos por
parte de las clases hegemónicas; ya que en un país como México, característico por
su variedad multirracial y multicultural es imposible la creación de una conciencia
nacional en la que se unifique la identidad de todos los mexicanos. Con ello
entendemos que la identidad nacional obedece y sigue obedeciendo a un sentimiento
genealógico, el cual fue constituido y sustentado por toda una gama de símbolos
patrióticos que lograron definir la autoconcepción del “nosotros” en la que se
comparte un mismo origen, una misma tierra y una misma raza.
218
Tal identidad nacional, al ser un imaginario no es algo real pero no por ello
deja de formar parte de la realidad, pues como una idea-utopía ha logrado modificar
los pensamientos y las acciones sociales. Por ejemplo, en el siglo XX fue una de las
bases ideológicas más importantes del proyecto social de la Revolución Mexicana; ha
sido utilizado como un medio de legitimación del Estado-Nación y de muchos de los
planes y proyectos gubernamentales. Ante el proyecto de los gobiernos de Miguel
Alemán, Ávila Camacho y Ruiz Cortines de modernización industrial acelerada, este
ideal de Identidad nacional entró en crisis, ya que se trató de una industrialización
excluyente que llevó a una más fuerte desintegración social y con ello a la formación
de una sociedad individualista, egoísta y enajenada ante el proyecto modernizador
occidental. Este al ser un proyecto ajeno en buena medida a las estructuras
económicas, políticas y socioculturales preexistentes del país, trajo como
consecuencia serias contradicciones.
La modernización basada en una economía capitalista mercantil de libre
mercado fue impropia en una economía poco desarrollada, que llevó al país a una
dependencia económica frente a Estados Unidos y a un “desarrollo” y “progreso” que
benefició sólo a una minoría, mientras la mayor parte de la población quedaba
excluida y seguía estando en la pobreza y marginación. Aquella idea de Unidad
Nacional populista, en la cual se había basado el gobierno revolucionario y
posrevolucionario, teniendo como su máxima expresión el cardenismo, ahora iniciaba
su deterioro. Aunque los siguientes gobiernos basaron su política en la democracia y
unidad nacional, el resultado fue no sólo una mayor pobreza de las mayorías y
dependencia económica del país, sino también una mayor miseria cultural que fue
219
mimando aquellos valores que sustentaban el ideal de Identidad Nacional. La
sociedad del México “moderno” vivía los resultados de un poder centralizado, a nivel
interno manejado por parte de los empresarios y la burguesía, y a nivel externo por
los países hegemónicos. Esto facilitó el proceso de neocolonización norteamericana,
la cual termino orientando e imponiendo los nuevos estilos de vida, costumbres,
actitudes que la sociedad como una sociedad “moderna” debía seguir, esto con el fin
de formar una población homogénea a la cual es más fácil de dominar y controlar.
En el desarrollo de este trabajo se han analizado las costumbres, las formas
de pensamiento, los hábitos de la llamada vida “moderna”, para ver cómo se
estructuran las figuras sociales en esta etapa histórica. Se implantó en torno a una
significación imaginaria de la “realidad”, mediante la imposición de un modelo
cultural que llevaría al país al desarrollo y la riqueza, en el que la sociedad podía
acceder al poder a través del dinero. Este le permitiría realizar sus sueños dados por
los bienes materiales: una nueva identidad basada en el dinero, que le daría
prestigio, autoestima y felicidad, concepto que cambia a través del aburguesamiento
de la cultura, pues la idea de felicidad ahora se limita al ensanchamiento material.
Tales ideales vinieron a estilizar la realidad, en ellos la sociedad vio el refugio de un
pasado frustrado y las soluciones de los males del presente.
Con ello se logró establecer un conformismo generalizado en el que la
sociedad se ocupaba sólo por producir y comprar. Toda su atención quedaba
centrada en la vida privada, mientras dejaba en manos del Estado la vida pública.
220
Tales hechos se dieron gracias a toda una maquinaria de redes de poder; las
cuales han sido estudiadas sobre las ideas de Foucault, quien hace referencia no
sólo al poder gubernativo, sino a toda una multiplicidad de poderes que se ejercen en
la esfera social. De este modo nos hemos acercado a explicar a aquellas
instituciones situadas en el ámbito cotidiano, en el que también se dan múltiples
relaciones de autoridad aún de manera sutil.
Los lineamientos de este análisis pretendieron hacer una crítica del dominio
del poder en aquellos ámbitos cotidianos por medio de los cuales se buscó
domesticar y anatomizar a la sociedad. En este marco, cuando hablamos de redes de
poder nos referimos a todo un entramado complejo de relaciones de poder, pues ya
que este se construye y funciona a través de diversos poderes como la escuela, la
familia, la supremacía del género masculino sobre el género femenino, o el
cumplimiento de los valores ético-morales vigilados por la misma sociedad, los
cuales raramente son cuestionados ya que su imposición pareciese legítima o
inexistente.
Hemos visto cómo a través de estas instituciones cotidianas se postula un
orden constitutivo, que controla y disciplina todas las actividades del sujeto. En ellas
se construye una sola racionalidad específica con el fin de perpetuar el orden social.
Hemos visto que el ejercicio del poder debe ser analizado, como bien dice Foucault,
a niveles microscópicos, ya que éste se da de manera sutil y opera no sólo a niveles
colectivos, sino también sobre la propia singularidad de los sujetos extendiéndose al
ámbito familiar, sexual, productivo. En esta constitución de prácticas específicas de
los sujetos hemos visto cómo participa el propio individuo al interiorizar formas de
221
dominio de sí mismo. Así, es evidente el ejercicio del control y la violencia simbólica
que, como se ha visto en este trabajo, actúa a través del ámbito familiar, la escuela,
los medios de comunicación, y el discurso “nacionalista” y el de la “modernidad”, por
medio de los cuales se imponen un sistema de símbolos y significados sobre la
“realidad social”.
Tal disciplinamiento incrementa las fuerzas del cuerpo productivo y
consumista, debilitando sus capacidades críticas, analíticas y de participación política
en el ámbito público, logrando su dominio. Esto explica la acción del poder interno, de
un Estado centralista y autoritario, y a nivel externo, de aquellas culturas
hegemónicas como Estados Unidos.
Hemos visto que el proyecto modernizador fue implantado sin tomar en cuenta
la situación real del país; tal proyecto se basó en un reduccionismo económico que
dio menos prioridad a los factores sociales. En este marco se vivía una serie de
demandas e injusticias de parte de las clases obreras y campesinas, y que la
revolución no había logrado resolver. A nivel político destina el contexto de la lucha
por el dominio del poder y una fuerte negación de los valores culturales propios, ante
la enajenación frente a la cultura norteamericana. Todo esto trajo como resultado la
desintegración sistemática de la vida política, económica y sociocultural, pues los
principios de democracia y desarrollo económico industrial nacionalista fueron parte
de la dimensión cognitiva que configuraron el discurso de las redes de poder.
Se entiende así, que la sociedad vivió y sigue viviendo enajenada en un
mundo imaginario en el que lo más importante es adquirir el bienestar personal. Con
222
ello todo objetivo colectivo ha desaparecido, se ha dado fin a cualquier proyecto
identificatorio y social con objetivos reales que puedan orientar solidaria y
comunitariamente a la sociedad, ya que el único objetivo es el dinero. Por medio de
éste se ha desarrollado una identidad mercantilizada, como resultado de una
sociedad consumida y atrapada en aquellas redes de poder, tejidas por sus propias
cargas personales de inferioridad y soledad.
223
Categorías analíticas:
Así mismo será necesario tener muy claro algunos conceptos de nuestra investigación
dentro del marco teórico concreto en el que estamos estudiando:
Apropiación cultural: Proceso por el cual un grupo queda absorbido y se integra o
adopta la cultura del grupo social dominante. Implica un cambio gradual en el que se
absorben los esquemas culturales de otra a través de un proceso de selección y
modificación. Suele producirse a causa de una dominación política o militar que por lo
general provoca notables alteraciones psicológicas y una gran inquietud social.
Clases medias: A sabiendas de lo complejo que resulta definir el concepto de clases
sociales y aún más el de clases medias, ha sido necesario definirle en el tiempo y
espacio histórico a tratar.
Parte de su complejidad se debe a que la clase media no la forma sólo un grupo
sino varios grupos; por lo que hablaremos de clases medias, sumando aquellas “nuevas”
que surgen por el auge económico característico de este periodo.
Para estudiar la identidad social de las clases medias nos hemos basado en criterios de
tipo objetivos (el poder económico) y criterios subjetivos (la conciencia de clase), pues
creemos que sólo analizándoles en su conjunto podremos tener un mayor acercamiento
en la identificación de las clases medias. De este modo observaremos tanto niveles
económicos: ingresos, egresos, ocupación; como niveles socioculturales: la gama de
códigos y símbolos de status que incluye sistemas de valores, normas de
224
comportamiento, patrones de consumo, que encierra la conciencia de clase en función al
sentimiento de pertenencia del sujeto a esta categoría social.
De este modo nos referimos a aquellas clases medias situadas en un periodo que se
caracterizó por su crecimiento económico basado en la industrialización, la entrada de un
nuevo grupo de poder empresarial y la transición a la vida urbana, entre muchas otras
cosas.
Entre 1940 y 1960 se modifican las ramas de actividades hacia el trabajo urbano;
modificando la distribución de ingresos y el nivel de educación. Ante tales hechos, las
clases medias existentes, experimentaron una recomposición interna que llevó a su
fortalecimiento y al surgimiento de una nueva clase media – nos referimos a la vieja clase
media burguesa y a la nueva clase media de empleados-. Por lo que no puede hablarse
de una clase media única; sino como un conjunto plural y heterogéneo que comprende
una diversidad de situaciones en términos de ingresos, calificación profesional, origen,
actitudes y comportamientos.
Por consiguiente, hemos establecido algunos criterios generales que nos ayudarán a
ubicar a las clases medias como aquellos: a) grupos que llevan acabo tareas no
manuales; b) que residen en centros urbanos; c) con actividades en el sector secundario
(industrial) y terciario de la economía (comercio, transporte y servicios); d) que cuentan
con algunos años de instrucción secundaria e ingresos que le permiten satisfacer sus
necesidades básicas y otras adicionales.171 Esta última categoría de educación es un
elemento importante de diferenciación social, ya que determina el marco de referencia de
sus patrones de consumo, de identidad cultural fundada en el conocimiento y en cierto
171 Loaeza Soledad (coord), Las clases medias en la conyontura actual, p
225
estilo de vida. A la vez se subdividen entre asalariados y no asalariados; en la primera
subdivisión entran los funcionarios, burócratas, empleados de empresas privadas,
maestros, cuadros medios del ejército y miembros del clero; en la segunda subdivisión
entran los profesionales independientes, pequeños y medianos industriales,
comerciantes y artesanos con funciones de dirección y administración.
A estos criterios va unido el criterio simbólico, el cual nos permitirá la identificación y la
relación social con unos y su delimitación con respecto a otros, lo que constituye un
elemento necesario para la cohesión y la acción conjunta de un grupo social
determinado.
Ya en el Porfiriato, las clases medias eran vistas como las clases modernas de la
sociedad, y será en este periodo cuando vuelven a ser los actores principales del
Proyecto Nacional; junto con los conceptos de democracia y nacionalismo fueron la
fórmula del equilibrio social. “…sus gustos dominan el mercado de los bienes de
consumo y sus preferencias políticas orientan los programas de los partidos”172.
Conciencia: La significación más exacta de los términos será: interdependencia mental
conciencia individual como orientación hacia el “yo” y el “alter ego”) e interpretación
mental (conciencia colectiva como orientación hacia el nosotros).Relacionado con el
papel de las pautas culturales, símbolos, valores e ideales en la vida social.
Conciencia Social: Percatación de las relaciones sociales que se dan entre los
individuos. La conciencia de sí mismo. Percatación de que las experiencias son comunes
o compartidas.
Cultura: Es muy importante mencionar la manera en que en este trabajo entenderá el
concepto de cultura y que hemos retomado de la Antropología Cultural por ser la más
172 Loaeza Soledad, clase media y política en México, p 23
226
aceptable y completa según nuestros criterios y perspectivas, quien le define como el
conjunto aprendido de tradiciones y estilos de vida socialmente adquiridos de los
miembros de una sociedad, incluyendo sus modos pautados y repetitivos de pensar,
sentir y actuar, es decir, su conducta.
Consumo Cultural: Nestor García Canclini le define como “…el conjunto de procesos
de apropiación y usos de productos en los que el valor simbólico prevalece sobre los
valores de uso y de cambio, o donde al menos estos últimos se configuran subordinados
a la dimensión simbólica”173.
De este modo, consideramos a los bienes como portadores de significados sociales; ya
que le dan sentido a muchos acontecimientos; al ser elemento de diferenciación social y
distinción simbólica entre los grupos, son un sistema de integración y comunicación; ya
que consumir es también intercambiar significados y valores culturales.
Control Cultural: como sinónimo de control social, se trata de la regulación de la
conducta mediante la imposición de modelos impersonales e institucionalizados.
Control Social: la sociedad o grupo consigue que la conducta de sus unidades
competentes, individuos o grupos, se conformen a lo que de los mismo se espera. Dicho
control se da de dos formas: 1) control coactivo: el cual emana del derecho y del Estado,
y se cumple por medio de la fuerza o la amenaza.
2) control persuasivo: actúa a través de diversos organismo e instrumentos que
conducen al individuo a proceder con arreglo a las normas, deseos e imperativos del
grupo social; por lo que los medios de control social puede ser diversos y numerosos.
173 Sunkel Guillermo (coord), El consumo cultural en América Latina, p 42.
227
Emoción: Estado complejo de un individuo en el que ciertas ideas, sentimientos y, de
ordinario, expresiones motoras se asocian para producir una situación reconocible como
tal por el individuo y con frecuencia por los demás
Enajenación: Erich Fromm, utiliza este concepto para calificar el carácter o la
personalidad de los seres humanos ante el mundo capitalista mercantil. En éste, el
hombre se convierte en una mercancía y en un sistema de deseos y satisfacciones. Ante
lo cual, pierde el sentido de su propia identidad, al ser determinado por aquellos
modelos corrientes dictados por la industria capitalista. El hombre enajenado ve a su
cuerpo, su mente y su alma como su capital, y su tarea en la vida es invertirlo
favorablemente, sacar utilidad de sí mismo; se siente como una cosa para ser empleada
con éxito en el mercado; adquiriendo lo que en palabras de Fromm llama un “carácter
mercantil”.174
Estilo: Variaciones dentro de una tendencia de moda.
Fenomenología: Análisis de la relación entre personas y mundo en términos de
intencionalidad.
Historia de las mentalidades: Este concepto fue designado por la historiografía
francesa a una historia de los sistemas de creencias, de valores y representaciones
propias a una época o un grupo. Más allá del proyecto mismo de reconstrucción de los
sentimientos y sensibilidades propias a los hombres de una época, se colocan las
categorías psicológicas, las que actúan en la construcción del tiempo y del espacio, en la
producción de lo imaginario, en la percepción colectiva de las actividades humanas; por
lo que se busca una reformulación total de la historia de las ideas. Así, la mentalidad
colectiva al regular las representaciones y los juicios de los sujetos de una sociedad,
174 Fromm Erich, Psicoanálisis de la sociedad contemporánea.
228
plantea una nueva relación entre la conciencia y el pensamiento (fenomenología),
cercana a la de los sociólogos de tradición durkhemiana, que pone acento sobre los
esquemas o los contenidos del pensamiento, que aunque se enuncie de modo individual,
son los condicionamientos que hacen que un grupo o una sociedad compartan un
sistema de representaciones y un sistema de valores.
Iconografía: Tratado descriptivo o colección de imágenes o retratos. Conjunto de
representaciones gráficas relativas a un personaje, objeto a asunto determinado.
Imperialismo Cultural: La rápida difusión o avance de una cultura a expensa de otras,
o su imposición sobre otras culturas a las que modifica, sustituye o destruye debido a la
influencia diferencial económica o política.
Impulso social: término general para toda la amplia variedad de resortes de la acción
humana, entre los que figuran los impulsos, las apetencias, sentimientos, intereses,
actitudes y hábitos; que se manifiestan en el curso de la interacción social. Las fuerzas
motivadoras (impulsos) tienen orígenes sobre manera complejos que van desde las
condiciones heredadas y necesidades biológicas hasta las que derivan del pensamiento
reflexivo, de la experiencia y de la formación cultural de una persona.
Look: literalmente (to look) mirar, pero también parecer o aparecer. Convertido en
sustantivo, el look equivale, en la utilización de la expresión que hacen las revistas de
moda, a la imagen que cada uno ofrece de sí mismo. Se utiliza para designar a aquella
oferta de identidad ligada al vestido.175
Modernidad: Ante la ambigüedad de dicho concepto, es necesario definirle y explicarle
dentro del tiempo y espacio histórico a tratar.
175 Riviére Margarita, Lo cursi y el poder de la moda.
229
Dicho concepto surge desde la segunda mitad del siglo XVIII y seguirá expresándose
en adelante según su contexto histórico, en la época liberal, en la República Restaurada,
el porfirismo y en la modernidad industrial; este último, tiempo y espacio histórico en el
que se ubica nuestra investigación.
Ubicando el concepto al periodo referido, nos conduce a una idea de la discontinuidad
del tiempo, de la ruptura con la tradición, junto a una sensación de novedad y la
sensibilidad dirigida al presente, por medio de nuevos espacios urbanos y en la incipiente
cultura del consumo desarrollada en la segunda mitad del siglo XX. Con esto podemos
ver claramente que se trata de una experiencia subjetiva, de manera que es necesario
analizar su desarrollo en las prácticas y actividades reales de la vida cotidiana y de los
diversos grupos del conjunto social.
Se utiliza para referirse a los estadios de desarrollo social basados en la
industrialización, el incremento de la ciencia y la tecnología, el Estado nación moderno, el
mercado capitalista mundial, la urbanización y otros aspectos relacionados con la
infraestructura; y distintos cambios culturales como la aparición de una identidad
“moderna”.176
Todos estos, elementos característicos del periodo denominado “milagro mexicano”,
en el que se experimentaron importantes cambios a nivel político –estabilidad interna y
externa-, en el campo económico –la industrialización y el auge del capitalismo mercantil-
y en el campo social – el discurso democrático y nacionalista-, elementos que surgieron
como lo contrapuesto a la vida “tradicional “; y como la evidencia de la transición a la vida
“moderna”.
176 Featherstone Mike, Cultura de consumo y posmodernismo, p 20.
230
Por ello, el concepto de “Modernidad” quedó implícito no sólo en el ámbito económico;
sino también en el ámbito social y cultural, la cual tuvo como base la industrialización.
Misma fecha en que comienza un nuevo gobierno, el gobierno posrevolucionario, quien
legitimó su poder bajo los conceptos de: nacionalismo, democracia e industrialización;
elementos que fueron la base del nuevo Estado-Nacional.
Del mismo modo se fue dando una nueva configuración de la vida hacia una cultura
urbana “moderna”, que venía a compensar o mejor dicho a enterrar los fracasos de la
Revolución Mexicana.
La guerra mundial, había favorecido las exportaciones y que la industria de Estados
Unidos se extendiera; así, la industria pasó a ser el sector más importante de la
producción; con ello el desarrollo de la energía, que dio mayor impulso a la urbanización,
al sistema educativo (la apertura de escuela francesas y norteamericanas con carreras
comerciales y empresariales principalmente); y así, todo un modelo económico capitalista
y empresarial se hecho a andar.
De este modo, la unidad nacional y modernizar el país, fueron los objetivos del nuevo
gobierno. Para lo cual se dio una transformación tanto en el entorno social como
espacial. Transformando la vida material y con ello la vida social, creándose nuevos
entornos humanos que vienen a desplazar los antiguos. Cambiando las imágenes del
mundo y la relación con él.
Eso fue la “modernidad” que caracterizó a este periodo, nuevas formas de poder
colectivo, nuevos ritmos de vida, la transformación a la vida urbana, la ampliación de
sistemas de comunicación y tecnología , nuevas formas de producción, de consumo y
con ello nuevas necesidades, deseos y demandas humanas.
231
Nacionalismo: Por la complejidad y la extensión que abarca el tema de
“nacionalismo”, creemos necesario establecer la manera en que en este trabajo se
definirá y se tratará para evitarnos cualquier confusión.
Nuestro objetivo no es limitarnos a la sola definición teórica de nacionalismo para el
caso mexicano a partir del periodo posrevolucionario, sino sumarle al análisis empírico;
esto es la manera en que las clases medias entendían y percibían el ideal de identidad
nacional en la práctica de la vida cotidiana, lo que ampliara la problemática y las
perspectivas de un tema que para muchos parece ya superado.
Para tan ambiciosos objetivo, es importante tomar en cuenta las recomendaciones que
Pier Vilar nos hace al tratar este tema; ya que la conciencia nacional no aparece en todos
los pueblos al mismo tiempo y como fruto de idénticos intereses sociales, económicos y
políticos; por lo que es necesario analizar los fundamentos de las estructuras
nacionales1.
De este modo para estudiar el nacionalismo es necesario definirle según el tiempo y el
espacio histórico a tratar, tomando en cuenta las características políticas, económicas y
socioculturales del momento.
En nuestro interés por estudiar la identidad nacional, esto es, ver cómo los individuos
perciben este nacionalismo, la ayuda de otras disciplinas como la psicología, la
sociología y la etnología nos serán de gran ayuda.
Para algunos estudiosos del tema como Chabod Federico, el concepto de
Nacionalismo en México ha sido utilizado como idea política correspondiente a un criterio
de evolución histórica o para Brading, el nacionalismo constituye un tipo específico de
teoría política.
1 Vilar Pier, Cataluña en la España Moderna,p
232
Siguiendo la misma idea de estos autores, creemos que el concepto de nacionalismo y
aún más para 1940 se utilizó como herramienta política y como forma de organización
social.
En un periodo donde se experimentan importantes cambios hacia una economía
industrial y de apertura al exterior, con una relativa estabilidad política basada en el ideal
democrático; en el ámbito sociocultural, los cambios que conllevan la nuevas formas de
vida urbana, con base a la industrialización la búsqueda de la “modernidad” y en el que
el nacionalismo fue uno de los elementos del discurso político que vino no sólo a
legitimar el nuevo proyecto económico, político y social, sino también a dar esperanza y
credibilidad al nuevo gobierno que hasta la fecha no había podido cumplir con las
promesas de la Revolución Mexicana.
Urgía construir una nueva imagen positiva de México y los mexicanos, por lo que la
clase en el poder se da cuenta que es necesario construir un ideal colectivo como forma
de organización social y que mejor que en un nacionalismo que autodefiniera y uniera a
los mexicanos, por medio de un pasado histórico que enorgulleciera y diera esperanza al
mexicano de un futuro con posibles proezas de justicia social.
Así entonces, mediante una serie de imágenes y símbolos como el indio, el nopal, la
bandera, el maíz, el charro, etc., mejor representados en la pintura, en el cine, la música,
etc., todos símbolos que encerraban un mismo pasado, una misma familia, un misma
lucha, una misma esperanza. Sobre esta idea, Enrique Florescano nos dice: “...el relato
histórico sembró en el imaginario colectivo la idea de que los mexicanos estaban ligados
a un proyecto histórico cuyos orígenes se hundían en los tiempos más antiguos, y la
233
convicción de que a pesar de sus notorias diferencias, formaban parte de una misma
familia cuya diversa genealogía se anudaba en los abateres del proceso histórico “2.
Para este periodo aquel nacionalismo que había sido motor de la revolución, se había
convertido en un nacionalismo motor de conformismo, de aceptación al nuevo gobierno y
su proyecto.
Nacionalismo Cultural: Implica la idea de que existen elementos, rasgos peculiares de
una cultura, los cuales pueden identificarse en mayor o menor grado con rasgos del
pasado, pero que en todo caso deben defenderse frente a lo extraño, lo diverso que
podría adulterarlos.
Encarnación: a partir del cual lo social entra en el individuo, y el cuerpo es el mediador
de nuestra socialización.
Estereotipo: son creencias exageradas asociadas a una categoría y cuya función
principal es justificar la conducta de un determinado grupo, en relación con esta
categoría. Son generalizaciones acerca de la configuración total de un rasgo, carácter,
comportamiento, etc., que puede presentar un individuo, grupo, clase o nación a los
cuales se les atribuye una serie de caracteres distintivos y peculiares.
Percepción: Aprehensión de la realidad por medio de los datos recibidos por los
sentidos. Entendiéndole como acto del entendimiento, como un todo reflexivo en el que
está interrelacionado el pensamiento y el sentimiento; los cuales realizan colectiva y
simultáneamente el conocimiento y la acción del hombre.
Publicidad: es un sistema de comunicación masiva que tiene por objeto informar,
persuadir y conseguir un comportamiento determinado de las personas que reciben esta
información.
2 Florescano Enrique, Etnia, Estado y Nación, p 497.
234
Representaciones sociales: El concepto de representación social encuentra su origen
en la noción de “representación social” por Durkheim para referirse a las características
del pensamiento social, en comparación con el pensamiento individual. Moscovici
introdujo el enfoque de las representaciones colectivas que subraya su función simbólica
así como su papel en la construcción de la realidad, las define como sistemas de valores,
ideas y prácticas con una función doble: establecer un orden que les permita a los
individuos orientarse en su mundo social material y dominarlo; facilitar la comunicación
entre los miembros de la comunidad proporcionándoles un código para nombrar y
clasificar los diversos aspectos de su mundo y su historia individual y grupal. Una
representación social define tanto el estímulo como la respuesta que suscita, por lo que
remodela y reconstituye los elementos del ambiente en el que la conducta habrá de
producirse, lo que da sentido a la conducta y la integra en un sistema conductual y
relacional más amplio.
Semántica: parte de la lingüística que se ocupa del significado o sentido de las
palabras en el plano de su expresión según el contexto histórico en el que se halle.
Semiología: Ciencia que estudia todos los sistemas de signos dentro de la vida social.
Pertenecen al dominio de la semiología los signos que reúnen las siguientes
características: los que son motivados, clara relación natural entre significante y
significado; los carentes de intención comunicativa, suspiros, tonos y timbre de voz que
informan sobre la procedencia o edad del hablante; los asistemáticos, publicidad,
insignias, fórmulas de cortesía; los que se expresan en la dimensión del espacio: artes
plásticas; los formados por elementos continuos; signos cartográficos; signos no
articulados y de simple articulación como gritos.
235
Sentimiento: Configuraciones generalizadas de emoción, pensamiento y acción; las
premisas mayores, determinadas cultural y psicológicamente, que sirven de fundamento
a los usos sociales, costumbres e instituciones de un grupo, clase o sociedad.
Psicológicamente, predisposiciones y canalizaciones complejas y emocionales del
impulso emotivo. Con frecuencia ambivalente.
Como el subconsciente, los individuos raramente son capaces de definir sus propios
sentimientos con cierta exactitud y sinceridad. No sólo no son siempre comprendidos por
otros en un plano verbal, sino que la descripción de muchos sentimientos en tales
términos es tabú.
Símbolo: Este, tiene una función intersubjetiva; esto es, que designa el objeto y las
reacciones del sujeto hacia el objeto; por lo que por medio de este se introducen valores,
moldea conductas individuales y colectivas –influye en el campo religioso, político,
económico, mítico- articulado por medio de imágenes que establecen ideas y acciones
de una sociedad.
Símbolo social: Símbolo no meramente personal, sino que, por tener una significación
compartida, puede comunicar dicha significación; por ejemplo los gestos, palabras,
signos, héroes. Se distinguen de los símbolos colectivos, en que éstos son símbolos o
representaciones de la colectividad, más concretamente de la historia y los valores del
grupo como un todo. Incluye cualquier palabra, marca, sonido u objeto; todos ellos
práctica y socialmente reconocidos e incluso muchos socialmente ignorados.
Vida cotidiana: La vida cotidiana, en palabras de Agnes Heller “es la vida de todo
hombre. La vive cada cual, sin excepción alguna, cualquiera que sea el lugar que le
asigne la división del trabajo intelectual y físico... Es la vida del hombre entero, ósea; el
hombre participa en la vida cotidiana con todos los aspectos de su individualidad y de su
236
personalidad...En ella se ponen en obra todos sus sentidos, todas sus capacidades
intelectuales, sus habilidades manipulativas, sus sentimientos, pasiones, ideas,
ideologías... La vida cotidiana es en gran medida heterogénea,...desde el contenido y la
significación o importancia de nuestros tipos de actividad. Son partes orgánicas de la
vida privada, las distracciones y el descanso, la actividad social sistematizada, el tráfico y
la purificación.
De este modo, la vida cotidiana no esta fuera de la historia, sino en el “centro” del
acaecer histórico; es la verdadera “esencia” de la sustancia social. La característica
dominantes de la vida cotidiana es la espontaneidad. El pensamiento cotidiano se orienta
a la realización de actividades cotidianas, y en esa medida es posible hablar de unidad
inmediata del pensamiento y la acción en la cotidianidad; por lo que el pensamiento
cotidiano implica siempre comportamiento.177
177 Héller, Agnes., Historia y vida cotidiana, pp 40-71.
237
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