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BIB 101: La Misión de Dios en el Antiguo Testamento, página 287

Unidad 15: La Profecía en el Antiguo Testamento

Les he enviado persistentemente todos mis siervos los profetas, para decirles:

‘Apártense, cada uno de su mal camino; enmienden sus obras y no vayan tras otros

dioses para servirles, y habitarán en la tierra que les he dado a ustedes y a sus

padres’. Pero no han inclinado su oído ni me han obedecido.

(Jeremías 35:15-16, RVA)

La Misión de Dios en los Profetas Durante todo el tiempo del Antiguo Testamento, Dios envió a profetas para proclamar su

Palabra. Estos profetas eran sumamente importantes en la misión de Dios. Ellos llamaban al

pueblo a volver al Señor y apuntaban hacia el futuro Salvador.

Primero, los profetas llamaban al pueblo a volver a Dios (a arrepentirse). Los profetas

regañaban a la gente por su desobediencia y su maldad. Al mismo tiempo, invitaban a la gente a

volver a los caminos de Dios y a recibir su perdón y amor. Los profetas eran predicadores.

A menudo pensamos que la profecía en primer lugar es predecir el futuro. Es cierto que en

muchas ocasiones los profetas predicen el futuro, pero casi siempre estas predicciones son para

motivar a la gente a arrepentirse. Los profetas hablan de un castigo venidero, para que la gente se

dé cuenta de sus fallas y cambie. Luego los profetas hablan de una bendición venidera, para

motivar a la gente a confiar en el Señor y su amor. A veces las profecías son condicionales. Por

ejemplo, el profeta dice que Dios va a castigar al pueblo, pero si el pueblo se arrepiente, Dios no

llevará a cabo el castigo planificado.

El Señor afirma: “¡Vuelve a mí, rebelde Israel! No te recibiré de mal modo ni

mantendré mi enojo por siempre, porque soy bondadoso. Yo, el Señor, doy mi

palabra.” (Jeremías 3:12, DHH)

Segundo, los profetas apuntaban hacia el futuro Salvador, Jesucristo. El acontecimiento más

importante de la historia es la venida de Jesucristo para salvar a la humanidad. En los tiempos del

Antiguo Testamento, la gente todavía estaba esperando a la llegada del Salvador. Los profetas a

menudo anunciaban que el Salvador estaba en camino. A veces los profetas hablaban

directamente de Cristo; otras veces hablaban en símbolos y figuras. Pero siempre anunciaban que

la misión de Dios tenía que culminar en la llegada del Salvador.

Entonces vendrá el Redentor a Sión; vendrá a todos los de Jacob que se arrepientan

de su maldad. —Palabra del Señor. (Isaías 59:20, RVC)

Lamentablemente, a menudo la gente no quería escuchar el mensaje de los profetas. Algunos

profetas sí gozaron de éxito en sus ministerios, pero la mayoría sufrieron el rechazo y la

persecución y hasta la muerte. Hoy en día, es lo mismo. Muchas personas hoy no quieren

escuchar el mensaje de salvación en Jesucristo. Si anunciamos la Palabra de Dios, siempre habrá


algunas personas que nos rechazan o intentarán hacernos daño. Sin embargo, la predicación

nunca será en vano – ni en tiempo de los profetas ni hoy en día. Siempre habrá por lo menos

algunas personas que escuchan la Palabra y creen en el Salvador.

Los Profetas del Antiguo Testamento La profecía es sumamente importante. Hay profecías por doquier

en el Antiguo Testamento, y hay por lo menos 16 libros enteros

dedicados a la profecía. Los profetas del Antiguo Testamento

hablaron la Palabra de Dios (2 Pedro 1:21). Sin embargo, a veces

la profecía es muy difícil de entender. Por ejemplo, Felipe

encontró a un etíope leyendo el libro de Isaías. Le preguntó:

“¿Entiende usted lo que está leyendo?” El etíope respondió:

“¿Cómo lo voy a entender, si no hay quien me lo explique?”

(Hechos 8:26-40, Dios Habla Hoy) Vamos a aprender algunos principios que ayudan a explicar

las profecías del Antiguo Testamento.

¿Qué es la Profecía? La palabra “profeta” en griego es prophetes.

Prophetes = Pro (“por”) + Phemi (“hablar”)

Así que un “profeta” es alguien que “habla por” otro, es decir,

“habla en nombre de” otro. Específicamente, un profeta “habla

por” Dios. Una profecía es un mensaje de Dios.

Y [Dios] me dijo: “Oh hijo de hombre, yo te envío a los

hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se ha rebelado

contra mí. Tanto ellos como sus padres se han rebelado

contra mí hasta este mismo día. 4 Yo te envío a esta gente de

rostro endurecido y de corazón empedernido. Y les dirás: ‘Así ha dicho el Señor

Dios’. 5 Ya sea que ellos escuchen o que dejen de escuchar (porque son una casa

rebelde), sabrán que ha habido un profeta entre ellos. (Ezequiel 2:3-5, RVA)

Otras Palabras Bíblicas que Refieren a la Profecía La palabra “profeta” en hebreo es nabi’. Pero la Biblia también utiliza otras palabras para los

profetas:

“Vidente” (en hebreo, ro’eh o hozeh) – porque a menudo los profetas tuvieron visiones

“Hombre de Dios”

“Vigía”

“Mensajero de Yavé” (Jehová)

“Hombre del Espíritu”

La Biblia utiliza diferentes palabras para referir a la profecía:

Oráculo = profecía

Visión = una revelación por medio de algo que el profeta ve (no solamente escuchar una

voz)

Sueño = a veces las profecías tomaron lugar por medio de sueños o una trance

El Señor dice así…


Propósito de la Profecía Muchas personas creen que la “profecía” significa solamente

predecir el futuro (como un adivino):

Es cierto que la profecía bíblica a veces dice algo del futuro. Pero la

profecía bíblica también habla del pasado y del presente. El

propósito de la profecía no es predecir el futuro solamente para

satisfacer nuestra curiosidad.

El verdadero propósito de la profecía es:

1) traer a los incrédulos al arrepentimiento

2) dar esperanza a los creyentes

Por eso, se puede distinguir dos mensajes principales en las profecías del Antiguo Testamento:

1) Juicio: A los incrédulos y rebeldes, el profeta anuncia que el juicio de Dios se

acerca.

2) Salvación: A los arrepentidos, el profeta dice que la promesa de Dios se cumplirá.

Más que nada, Dios quiere salvar a las personas. Por eso, el propósito de la profecía (del mensaje

de Dios) también es salvar a las personas. Aquí hay dos ejemplos del llamado a arrepentirse:

Así ha dicho el Señor: “Por tres pecados de Judá, y por cuatro, no revocaré su

castigo. Porque despreciaron la ley del Señor y no guardaron sus decretos, y porque

les hicieron errar sus mentiras tras las cuales anduvieron sus padres, 5 enviaré fuego

a Judá el cual devorará los palacios de Jerusalén.” 6 Así ha dicho el Señor: “Por tres

pecados de Israel, y por cuatro, no revocaré su castigo. Porque venden por dinero al

justo y al pobre por un par de zapatos, 7 codician hasta el polvo de la tierra que está

sobre la cabeza de los empobrecidos y trastornan el camino de la gente humilde. Un

hombre y su hijo tienen relaciones con la misma joven, profanando así mi santo

nombre.” (Amós 2:4-7, RVA)

¡Vuelve, oh Israel, al Señor tu Dios; porque por tu pecado has caído! 2 Tomen con

ustedes estas palabras y vuelvan al Señor. Díganle: “Quita toda la iniquidad y

acéptanos con benevolencia; te ofrecemos el fruto de nuestros labios.”

(Oseas 14:1-2, RVA)

Abracadabra… ahora veo el futuro…

Arrepiéntanse, que pronto vendrá el castigo…

Confíen en el Señor, pues él les salvará….


Aquí hay dos ejemplos de la promesa de salvación en profecía:

Se dirá en aquel día: “¡He aquí, este es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos

salvará: ¡Este es el Señor! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos!”

(Isaías 25:9, RVA)

He aquí vienen días, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel

y con la casa de Judá. No será como el pacto que hice con sus padres el día que los

tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos invalidaron,

a pesar de ser yo su señor, dice el Señor. Porque este será el pacto que haré con la

casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mi ley en su interior y

la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya nadie

enseñará a su prójimo ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Señor’. Pues

todos ellos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el

Señor. Porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado”.


Características de la Profecía 1) Las profecías a menudo no siguen un orden cronológico. A veces la misma profecía

habla del pasado, el presente y el futuro, sin ningún orden. Cuando la profecía habla del

futuro, a menudo habla del futuro cercano (la situación en el momento de la profecía), el

futuro lejano (la venida de Cristo) y el futuro muy lejano (la segunda venida de Cristo)

otra vez sin ningún orden.

Es que Dios mismo no está limitado por el tiempo, y los profetas ven la historia desde el

punto de vista de Dios. Los eventos del pasado les recuerda de los eventos del futuro. Por

ejemplo, el profeta puede hablar – en el mismo pasaje – del castigo que Dios que vino

sobre Sodoma (en el pasado), que vendrá sobre Israel (en el futuro cercano) y que vendrá

sobre el mundo entero (en el futuro muy lejano). (Véase por ejemplo Ezequiel 16:44-63 y

Amós 4:11-13.)

Por ejemplo, en Oseas capítulo 13:

v. 1 habla del pasado (“Efraín era muy importante en Israel…”) y del futuro (“murió por

haber pecado con Baal…” – el castigo venidero).

v. 2 habla del “presente” (es decir, el tiempo cuando Oseas predicó, durante el Reino

Dividido cuando la gente del Reino del Norte – Israel – andaba tras dioses falsos).

v. 3 habla del futuro nuevamente (el castigo venidero).

v. 4-6 hablan del pasado (el Éxodo, cuando Dios salvó a Israel).

v. 7-10 hablan del futuro nuevamente (el castigo que está por venir).

…Y así sucesivamente.

En algunas ocasiones, las profecías en la Biblia no solamente hablan de diferentes

tiempos fuera de orden, también fueron escritas en diferentes tiempos, fuera de orden. Por

ejemplo, en el libro de Jeremías, el capítulo 34 contiene profecías escritas en tiempos del

Rey Sedequías (el último rey de Judá) pero los capítulos 35 y 36 contienen profecías

escritas en tiempos del Rey Joacím (un rey anterior). Luego los capítulos 37 en adelante

relatan eventos del tiempo del Res Sedequías nuevamente.


Por supuesto, no todas las profecías están fuera de orden. Algunos profetas son más

ordenados que otros. Por ejemplo, los primeros capítulos del libro de Daniel relatan

eventos en orden cronológico. Daniel 1 narra eventos que tomaron lugar en el “tercer año

del Rey Joacim” (605 A.C.). Daniel 2 relata eventos que sucedieron en el año siguiente,

en el “segundo año del reinado de Nabucodonosor” (604 A. C.). Y así sucesivamente.

Sin embargo, cuando usted lee las profecías en el Antiguo Testamente, no debe

sorprenderse si la perspectiva del tiempo cambia repentinamente.

2) Las profecías a menudo no siguen un orden lógico. A veces la profecía parece como un

sueño, brincando de una escena a otro, de un tema a otro.

Por ejemplo, Miqueas capítulo 2 cambia de tema bruscamente:

v. 1-5 El tema es el contraste entre los planes malvados de los seres humanos de robar y

el plan de Dios de traer castigo sobre los ladrones.

v. 6-11 El tema cambia – repentinamente Miqueas habla de los profetas falsos que

quieren suprimir las profecías de castigo y hablar puras profecías de prosperidad.

v. 12-13 El tema cambia nuevamente y en estos versículos Miqueas habla de cómo Dios

salvará a un remanente de Israel.

Otro ejemplo: en el libro de Zacarías, el capítulo 4 relata una visión para dar ánimo a

Zerubabel. Luego el capítulo 5 cambia el tema bruscamente. Zacarías 5 relata una visión

de castigo sobre ladrones y los que juran falsamente (v. 1-4) y una visión sobre la maldad

que irá a morar en Babilonia (v. 5-11). Luego el capítulo 6 cambia de tema nuevamente

con una visión de cuatro carros con caballos de diferentes colores (representando los

espíritus del cielo) que pasan por toda la tierra. Así que los capítulos 4, 5 y 6 tratan de

diferentes temas.

Por eso cuando usted lee las profecías en el Antiguo Testamento, no debe sorprenderse si

la profecía cambia de tema repentinamente.

3) Las profecías utilizan muchos símbolos e ilustraciones. En nuestro mundo de hoy, hay

muchos símbolos. Por ejemplo, una paloma puede ser un símbolo de la paz (o a veces, un

símbolo del Espíritu Santo). Una bandera puede ser un símbolo de un país. Nosotros

vivimos con estos símbolos y sabemos su significado.

También hay muchos símbolos en las profecías del Antiguo Testamento. Por ejemplo:

Volví a alzar mis ojos y miré. Y he aquí un rollo que volaba. 2 Él me preguntó:

“¿Qué ves?” Yo respondí: “Veo un rollo que vuela, de nueve metros de largo por

cuatro y medio metros de ancho.” 3 Entonces me dijo: “Esta es la maldición que

sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que roba (según consta en

este lado del rollo) será excluido de acuerdo con ella; y todo el que jura en vano

(según consta en el otro lado del rollo), será excluido de acuerdo con ella.”

(Zacarías 5:1-3, RVA)

En este pasaje profético, el rollo volador era un símbolo de la condenación de Dios sobre

los que robaban y los que juraban en vano en el tiempo del profeta Zacarías.

Otro ejemplo: En Daniel capítulo 2, el Rey Nabucodonosor soñó acerca de una estatua

grande de una figura humana. La estatua tenía la cabeza de oro, el pecho y los brazos de


plata, su vientre y muslos de bronce, sus piernas de hierro y sus pies de una mezcla de

hierro y barro. Dios dio a Daniel la interpretación de ese sueño, que la estatua

representaba 4 diferentes reinos que gobernarían sobre la tierra antes de la llegada del

Salvador. (Véase Daniel 2).

Otro ejemplo: En Isaías 5:1-7, la “viña” o “viñedo” es un símbolo de los judíos. Dios les

había “plantado” en la tierra prometida pero ellos produjeron solamente las “uvas agrias”

de la injusticia.

Jesucristo también utilizó muchos símbolos cuando enseñaba a la gente. Jesús habló

muchas veces en parábolas, que son cuentos que tienen un significado simbólico

relacionado con el reino de Dios. De la misma manera, los profetas del Antiguo

Testamento utilizan símbolos en sus profecías. A veces la misma Biblia explica el

significado de los símbolos. Otras veces no.

Los símbolos proféticos no se limitan a las visiones grandes. Algunos símbolos son

simplemente una palabra que se utiliza en una forma figurativa. Por ejemplo, “Jerusalén”

es una ciudad, pero también puede ser un símbolo del pueblo de Dios.

Otro ejemplo: el “templo” era un edificio, pero también es un símbolo de la presencia de

Dios. Así que cuando Ezequiel habla de la destrucción de Babilonia y la restauración del

templo, no está hablando solamente de un país y un edificio, sino también del día final

cuando toda maldad será destruida y estaremos en la presencia de Dios para siempre

(Ezequiel capítulos 40-48).

Otro ejemplo: cuando los profetas hablan de la “tierra” de Israel, a veces están hablando

de la tierra geográfica de Canaan. Pero otras veces están hablando del Paraíso, pues la

tierra de Israel les recuerda de esta promesa de Dios. ¡Y en algunas ocasiones, la palabra

“tierra” tiene un doble sentido!

Acciones Proféticas

A veces, para captar la atención y para dar fuerzas al mensaje, Dios mandó a los profetas

a hacer cosas extrañas como ilustraciones. Estas ilustraciones muchas veces parecen

muy raras a nosotros hoy en día, pero eran muy efectivos en la antigüedad.

Por ejemplo, el profeta Jeremías cargó con un yugo para mostrar que Dios iba a poner a

los judíos bajo el “yugo” (el dominio) de los babilonios (Jeremías 27:1-12). Un “yugo” es

una madera que se coloca a la cabeza o al pecho de los bueyes, los caballos u otros

animales, para que puedan arrastrar un arado o un vagón o algo parecido.

Figurativamente un “yugo” muchas veces simboliza que alguien está bajo el dominio de

otro, o está sujeto a otro.

Otro ejemplo: En Ezequiel 4 Dios mandó al profeta Ezequiel a quedarse acostado de un

solo lado por 390 días y luego por el otro lado por 40 días, comiendo una ración muy

pequeña de comida cocida sobre estiércol seco. Este acto simbolizó el pecado de Israel y

de Judá y las privaciones que sucederían durante el sitio de Jerusalén.

Todavía otro ejemplo: En Isaías 20, Dios mandó al profeta Isaías a andar desnudo y

descalzo por un tiempo. Este fue un símbolo de que los asirios iban a vencer a Egipto y a

Etiopía y llevar a sus cautivos desnudos y descalzos al exilio.


4) Las profecías a menudo se expresan en poesía. De hecho, casi todas las profecías están

escritas como poemas. Lamentablemente, hoy en día no estamos acostumbrados al

paralelismo y otras características de la poesía hebrea. Así que no apreciamos la belleza

artística de las profecías. Esta belleza ayudó a comunicar el mensaje de una manera más

efectiva.

El libro de Isaías en particular utiliza un lenguaje poético muy elevado, con juegos de

palabras, paralelismo y bellas expresiones retóricas. Por ejemplo:

Ciertamente la viña de Jehová de los ejércitos es la casa de Israel,

Y los hombres de Judá planta deliciosa suya.

Esperaba juicio, y he aquí vileza;

Justicia, y he aquí clamor. (Isaías 5:7, RV60)

Amós también presenta fórmulas poéticas interesantes. Por ejemplo, Amós

capítulos 1-2 repite la fórmula poética “por tres pecados de _________ y por

cuatro, no revocaré su castigo.” Amós utiliza esta fórmula en contra de todas las

naciones alrededor de Israel – y justo cuando los israelitas piensan “amén” y

sienten que ellos son mejores, Amós utiliza la misma fórmula en contra de ellos

también. Los israelitas son iguales que las naciones alrededor.

En cambio, el libro de Oseas tiene mucha emoción. La poesía no es elevada sino

apasionada. Oseas pinta a Dios como un esposo fiel e Israel como su esposa

adúltera:

El Señor dice:

“¡Acusen ustedes a su madre, acúsenla,

porque ella no es ya mi esposa

ni yo soy su marido!

¡Que deje de mostrarse como prostituta!

¡Que aparte de sus pechos a sus amantes!” (Oseas 2:2, DHH)

5) La profecía parece mucho a la predicación. Hoy en día, cuando predicamos un sermón,

queremos llevar el mensaje de Dios a los oyentes – tal como hicieron los profetas en

tiempos antiguos. Además, nuestro mensaje es igual que el mensaje de los profetas: juicio

y salvación (Ley y Evangelio). Queremos que los incrédulos se arrepientan y que los

creyentes tengan esperanza y la seguridad del perdón.

Es cierto que los profetas predicaron a la gente. Sin embargo, hay también una diferencia

entre la profecía y la predicación. La profecía es comunicar algo que Dios dijo

directamente al profeta; la predicación es una comunicación a segunda mano. Es decir,

el predicador hoy en día no tiene una revelación directa sino que aplica a nuestros

tiempos la palabra de Dios que él mismo conoce por medio del testimonio de los profetas.

La palabra del Señor que vino a Jeremías, diciendo: 2 “Ponte de pie junto a la

puerta de la casa del Señor y proclama allí esta palabra. Di: Oigan la palabra

del Señor, todos los de Judá que entran por estas puertas para adorar al Señor. 3 Así ha dicho el Señor de los Ejércitos, Dios de Israel: Corrijan sus caminos y

sus obras, y los dejaré habitar en este lugar.” (Jeremías 7:1-3, RVA)

6) Algunos profetas experimentaron un “éxtasis,” es decir, una experiencia distinta

sobrenatural o sicológica, cuando el Señor les habló. Durante esta experiencia, esos


profetas tuvieron un estado mental fuera de lo normal. Algunos cayeron en un trance (un

sueño despierto), otros mostraron una agitación intensa o cayeron en una inspiración

profunda. Por ejemplo, Saúl mostró un estado mental fuera de lo normal cuando el

Espíritu de Dios hizo que él profetizara (1 Samuel 10:11). En el Nuevo Testamento, San

Pedro cayó en un trance cuando Dios le mostró una visión de comer animales impuros

(Hechos 3:10 en seguida).

Sin embargo, esta experiencia tocó solamente a algunos profetas. Otros profetas

recibieron sus revelaciones sin ninguna señal de “éxtasis” o estado mental alterado.

Algunos tuvieron visiones o sueños (por ejemplo, Isaías 6:1-8). Otros escucharon la voz

de Dios (1 Samuel 3:1-21, 1 Reyes 19:9-19).

Por eso el éxtasis o el trance no fue la señal definitiva de un profeta verdadero. De hecho,

hubo falsos profetas y magos que experimentaron visiones y sueños y un estado mental

alterado, pero esas cosas no vinieron de parte de Dios. Por ejemplo, Jeremías advirtió en

contra de falsas profecías en múltiples ocasiones:

Entonces el Señor me dijo: “Mentira profetizan los profetas en mi nombre. Yo no

los he enviado ni les he mandado ni les he hablado. Les profetizan visión

mentirosa, adivinación vana y el engaño de sus propios corazones.” (Jeremías

14:14, RVA)

Los Profetas de Otros Dioses Algunos profetas falsos hablaron mentiras en nombre del Señor, el Dios verdadero. Por ejemplo,

400 profetas falsos dijeron al Rey Acab y al Rey Josafat que ellos tendrían la victoria en una

batalla en contra de Siria (Aram) – 1 Reyes 22:1-28.

Otros profetas falsos hablaron en nombre de dioses falsos. Hubo muchos ídolos en Israel y en

Judá y en las naciones alrededor de ellos: Baal, Moloc, Dagon, etc.. Esos ídolos tenían sacerdotes

y sacerdotisas – y también profetas. Se consideraba que esos profetas comunicaban un mensaje

recibido directamente de uno de esos dioses, a menudo por medio de un éxtasis o sueño o visión.

La profecía bíblica era muy diferente que la profecía asociada con los ídolos. En primer lugar,

por supuesto, los profetas bíblicos comunicaron mensajes del Dios verdadero. En cambio, los

profetas idólatras eran representantes de dioses ficticios hechos de piedra, madera, oro o plata.

Todo hombre se embrutece por falta de conocimiento. Todo platero es avergonzado a

causa de su ídolo. Porque sus ídolos de fundición son un engaño, y no hay espíritu en

ellos. 18 Son vanidad, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán. 19 No es

como ellos la Porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la tribu

de su heredad. ¡El Señor de los Ejércitos es su nombre! (Jeremías 51:17-19, RVA)

En segundo lugar, la Biblia enseña que un solo Dios hizo el mundo y guía toda la historia hacia

una meta. Por eso, para los israelitas creyentes, la profecía verdadera era firme y confiable.

Existe un solo Dios y ese Dios habló. Punto. La profecía hizo conocer la voluntad del Dios

supremo, y los israelitas debían someterse a él. Por eso, los profetas y la profecía ocupaban un

lugar muy importante en Israel y en Judá.

En cambio, las otras religiones de aquella época creían en muchos dioses y espíritus que a

veces peleaban entre si y cuyo poder podía crecer o menguar. Además, ellas pensaban que la

historia no se dirigía hacia ninguna meta, sino que era cíclica (todo se repetía como las

temporadas cada año). Por eso, para las religiones falsas, la profecía no era 100 % confiable. Si


un profeta habló algo en nombre de un dios particular, pues, se debía tomar en serio pero ¿qué tal

si otro profeta habló algo contradictorio en nombre de otro dios? La gente idólatra creía que un

dios podía tener poder por un tiempo, luego otro dios estaría por encima, y así sucesivamente.

Ellos creían que los dioses podían equivocarse o posiblemente no tendrían suficiente poder para

cumplir lo dicho. Por eso la profecía para ellos era importante pero podía fallar.

Además los paganos (los no judíos) querían saber del mundo espiritual no tanto para someterse a

los dioses sino para poder manipular a los dioses para su propio provecho. Para ellos el

profeta no debe simplemente repetir las palabras de su dios; el buen profeta debe influenciar a los

dioses con sus palabras y predicciones. Por eso la gente a veces pagaba a los profetas para que

ellos dijeran cosas provechosas. Por ejemplo, el Rey Balac de Moab quiso pagar al profeta

Balaam a maldecir al pueblo de Israel (Números 22:1 – 24:25).

Hoy en día los seguidores de la Nueva Era piensan igual que esos paganos de los tiempos

antiguos. La Nueva Era asevera que uno puede declarar que algo beneficioso va a suceder, y si

tiene suficiente fuerza espiritual, su declaración se hará realidad. Algunos cristianos han caído en

esta misma trampa, pensando que pueden “declarar y recibir” las cosas materiales que quieren.

Entre los paganos (los no judíos), los adivinos eran más importantes que los profetas. Los

adivinos no solamente interpretaron diferentes señales del futuro, sino también podían hacer ritos

para cambiar lo predicho. Los paganos normalmente tenían que confirmar o cambiar cualquier

profecía por medio de la adivinación. Así afirman algunos textos antiguos que tratan de las

profecías de diferentes ídolos.

En cambio, la Biblia prohibió la adivinación (con la posible excepción del Urim y Thummim). El

pueblo de Israel no debía manipular a Dios sino someterse a Dios. Con respecto a la profecía,

los israelitas no debían declarar a Dios lo que él debía hacer, sino escuchar con humildad lo que

Dios decía y obedecerlo.

Abajo hay un resumen de tres importantes maneras en que la gente antigua interactuó con Dios –

o con los “dioses”:

La Magia La Adivinación La Profecía

El ser humano busca

manipular los poderes

espirituales

El ser humano busca saber la

voluntad de los poderes

espirituales y también

cambiar la situación

El ser humano busca saber y

conformarse con la voluntad

de un ser supremo

Por ejemplo:

Encantaciones

Amuletas

Ceremonias

Sahumerios

Por ejemplo:

Examinar Intestinos

Examinar Líquidos

Necromancia (consultar

con los muertos)

Astrología (estrellas)

Augurio (aves)

Suertes

Por ejemplo:

Profecías

Visiones

Sueños


No sea hallado en ti quien haga pasar por fuego a su hijo o a su hija ni quien sea

mago ni exorcista ni adivino ni hechicero ni encantador, ni quien pregunte a los

espíritus, ni espiritista, ni quien consulte a los muertos. Porque cualquiera que hace

estas cosas es una abominación al Señor. (Deuteronomio 18:10-12a)

Profetas Verdaderos y Falsos Los pueblos paganos creían en muchos dioses y pensaban que la profecía se podía equivocar. En

cambio, la Biblia insiste que la profecía verdadera viene de un solo Dios que no comete errores.

Un profeta verdadero es una persona llamada por Dios mismo para comunicar un mensaje. Pero,

¿cómo se sabe quién es un profeta verdadero? Pues muchos falsos profetas hablan mentiras en el

nombre de Dios (Isaías 44:25, Jeremías 23:16, Ezequiel 13:9, etc.).

En el Antiguo Testamento, hubo 2 criterios básicos para reconocer un profeta verdadero:

1) La verdadera profecía no dice falsa doctrina. Si un profeta aconseja cosas que no están

de acuerdo con la Palabra de Dios ya revelada, no es un profeta verdadero.

(Deuteronomio 13:1-5)

Si se levanta en medio de ti un profeta o un soñador de sueños, y te da una señal o un

prodigio, 2 si se cumple la señal o el prodigio que él te predijo al decirte: ‘Vayamos

en pos de otros dioses’ —que tú no conociste— ‘y sirvámosles’, 3 no escuches las

palabras de tal profeta ni de tal soñador de sueños… (Deuteronomio 13:1-3a, RVA)

2) La profecía verdadera se cumple 100 %. Si un profeta predice algo que no sucede, no

es un profeta verdadero. (Deuteronomio 18:20-22)

Cuando un profeta hable en el nombre del Señor y no se cumpla ni acontezca lo que

dijo, esa es la palabra que el Señor no ha hablado. Con soberbia la habló aquel

profeta; no tengas temor de él. (Deuteronomio 18:22, RVA)

En el Nuevo Testamento, hay 2 criterios más:

3) La profecía verdadera no añade ni quita nada de las Escrituras. (Apocalipsis 22:18-

19)

Yo advierto a todo el que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno

añade a estas cosas, Dios le añadirá las plagas que están escritas en este libro; 19 y si

alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios le quitará su parte del

árbol de la vida y de la santa ciudad, de los cuales se ha escrito en este libro.

(Apocalipsis 22:18-29, RVA)

4) La profecía verdadera reconoce a Cristo como Dios y Salvador. (1 Juan 2:18-26,

1 Juan 4:1-3)

Amados, no crean a todo espíritu, sino prueben si los espíritus son de Dios. Porque

muchos falsos profetas han salido al mundo. 2 En esto conozcan el Espíritu de Dios:

Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne procede de Dios, 3 y

todo espíritu que no confiesa a Jesús no procede de Dios. Este es el espíritu del

anticristo, del cual han oído que había de venir y que ahora ya está en el mundo.

(1 Juan 4:1-3, RVA)

Aplicando estos 4 criterios podemos saber quién está hablando de verdad de parte de Dios, y

quién está mintiendo.


El “Cumplimiento” de la Profecía En muchas ocasiones las profecías en la Biblia hablan acerca de eventos que sucederán en el

futuro. A veces, los profetas hablan del futuro en una manera directa y clara. Otras veces, los

profetas hablan del futuro con símbolos y “tipos” que no son tan fáciles de entender.

Profecía Directa: es cuando la profecía habla tan claramente y directamente que se entiende

fácilmente aún miles de años más tarde. Por ejemplo:

1) Micaías profetizó que el Rey Acab iba a morir en la batalla de Ramot de Galaad, y así

sucedió. (1 Reyes 22:1-40)

2) Jeremías profetizó que Jerusalén iba a caer bajo el poder del ejército de Babilonia, y así

sucedió. (Jeremías 38:14 – 39:14)

3) Daniel profetizó cómo los imperios de Medo-Persia y Grecia iban a levantarse y caer, y

así sucedió. (Daniel 8:1-8, 19-22) Aunque Daniel utilizó algunas palabras simbólicas, es

muy claro a qué se refirió, pues un ángel explicó los símbolos.

Profecía Tipológica: es cuando la profecía utiliza un “tipo” (un anticipo de Jesucristo) en su

profecía. Por eso la profecía no es tan clara para nosotros hoy en día. Por ejemplo:

1) Moisés era un “tipo” de Cristo, es decir, Moisés prefiguró a Cristo. Moisés profetizó que

Dios iba a levantar a “un profeta como yo” (Deuteronomio 18:15-20). Aunque hubo

muchos profetas después de Moisés, solamente Jesucristo era un “profeta como Moisés”

(Deuteronomio 34:10-12).

El Señor tu Dios te levantará un profeta como yo de en medio de ti, de entre tus

hermanos. A él escucharán. (Deuteronomio 18:15, RVA)

Jesús de Nazaret, que era un hombre profeta, poderoso en obras y en palabra delante

de Dios y de todo el pueblo… (Lucas 24:19b, RVA)

Estos dijeron [a los guardias]: “¿Por qué no lo trajeron [a Jesús]?” 46 Los guardias

respondieron: “¡Nunca habló hombre alguno así!” (Juan 7:45-46, RVA)

2) El pueblo de Israel es un “tipo” de la Iglesia. Amós profetizó que Dios iba a levantar a su

pueblo y que tendría “posesión” de las naciones. Hoy en día, gente de todas las naciones

forman parte de la iglesia, el pueblo de Dios (Amós 9:11-12). Jeremías profetizó que los

exiliados de Israel y de Judá iban a volver a su patria (Jeremías 31) pero ese pueblo era

un “tipo” o una prefiguración de la iglesia y del Nuevo Pacto que Jesús haría con la

iglesia.

En aquel tiempo, dice el Señor, yo seré el Dios de todas las familias de Israel; y ellos

serán mi pueblo… He aquí vienen días, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto

con la casa de Israel y con la casa de Judá… 33 Porque este será el pacto que haré

con la casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mi ley en su

interior y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.

(Jeremías 31:1, 31:31 y 33, RVA)

3) El Rey David es un “tipo” de Jesucristo, el Rey de reyes. El Salmo 2 habla del Rey David

(y su reino terrenal) pero también es una profecía de Cristo (y su reino celestial).

“¡Yo he instalado a mi rey en Sion, mi monte santo!”. (Salmo 2:6, RVA)

Contestó Jesús: “Mi reino no es de este mundo.” (Juan 18:36a, RVA)


Símbolos en las Profecías: Los símbolos probablemente son la parte más difícil de entender de

las profecías. En algunos casos, la Biblia explica el significado de los símbolos. Por ejemplo,

Jeremías 1:13 utiliza el símbolo de una olla hirviendo:

La palabra del SEÑOR vino a mí por segunda vez, y me dijo: “¿Qué es lo que ves?”

“Veo una olla que hierve y se derrama desde el norte”, respondí.

(Jeremías 1:13, NVI)

En este caso, la misma Biblia indica el significado de la olla hirviéndose en el norte:

Entonces el SEÑOR me dijo: “Desde el norte se derramará la calamidad sobre todos

los habitantes del país.” (Jeremías 1:14, NVI)

La profecía significa que los babilonios iban a “derramarse” desde el norte para traer destrucción

sobre Judá.

Sin embargo en otros casos el significado de los símbolos no es tan claro. Por ejemplo, el profeta

Joel habla de una plaga de langostas que ha de venir sobre el pueblo como castigo (Joel 1:4-9 y

2:2-9). Pero ¿se trata de langostas de verdad (insectos comiendo los cultivos)? ¿O se trata de un

ejército invasor que cae sobre el pueblo como una plaga de langostas? Joel 1:4 dice:

Lo que dejaron las langostas grandes lo devoraron las langostas pequeñas; lo que

dejaron las langostas pequeñas se lo comieron las larvas; y lo que dejaron las larvas

se lo comieron las orugas. (Joel 1:4, NVI)

En cambio, Joel 2:7-8 dice:

Atacan como guerreros, escalan muros como soldados. Cada uno mantiene la

marcha sin romper la formación. No se atropellan entre sí; cada uno marcha en

línea. Se lanzan entre las flechas sin romper filas. (Joel 2:7-8, NVI)

¿Será una plaga de langostas que parecen como un ejército? ¿O será un ejército que parece como

langostas? Hay controversia sobre este punto entre los mejores estudiosos de la Biblia.

Algunos símbolos eran muy claros en el momento de la profecía pero hoy en día no los

entendemos muy bien. ¿Cómo podremos comprender mejor el significado de los símbolos en la

profecía?

Primero, debemos consultar con el resto de la Biblia. Posiblemente existe un pasaje claro que

nos ayudará a entender el símbolo oscuro. Aun si no hay tal pasaje, debemos tener cuidado de

que nuestra interpretación esté de acuerdo con el resto de la Biblia y con la doctrina sana que

viene de la Biblia. Por ejemplo, hay controversia sobre la interpretación de la profecía de las “70

semanas” en Daniel 10:24-27. Algunos expertos piensan que esto refiere a los tiempos de

Jesucristo mientras que otros piensan que refiere a los últimos días. Cualquier interpretación

debe conformarse con lo que la Biblia dice acerca de la vida y muerte de Jesucristo y lo que la

Biblia dice acerca de los últimos días en Mateo 24 y 25, 1 Corintios 15, 1 Tesalonicenses 4 y 5 y

2 Pedro 2 y 3.

Segundo, debemos consultar con el contexto histórico y el contexto literario para ver si éstos

dan luz al símbolo. Por ejemplo, ¿qué significa el símbolo de los huesos secos en Ezequiel

37:1-10? El mismo contexto nos dice que los judíos se sentían como huesos secos, sin fuerzas y

sin esperanza, después del Exilio a Babilonia (Ezequiel 37:11-14).


Para saber el contexto de los símbolos proféticos, consulte con un buen comentario o con una

buena Biblia de estudio. Sin embargo tenga cuidado de escoger un comentario bueno. Algunos

comentarios promueven una interpretación rara de las profecías (la interpretación

“dispensacionalista”) y menosprecian las interpretaciones más comunes. Busque un comentario

que se limita a explicar el texto.

Cuando se trata de un símbolo con diferentes interpretaciones posibles, no debemos

menospreciar a los hermanos que tienen una interpretación diferente. No se trata de negar a

Cristo ni a la fe cristiana – solamente se trata de tener una idea diferente acerca de un símbolo

difícil de interpretar. Por eso, debemos reconocer que no somos infalibles. Podemos tratar de

persuadir a otros a aceptar nuestra interpretación, pero no debemos descartar o etiquetar a las

personas que no están de acuerdo con nosotros.

Cumplimientos Múltiples: Para complicar las cosas más, muchas veces una profecía particular

se cumple más que una vez. Es que los profetas veían futuros eventos similares y hablaban de

ellos como si fueran un solo evento. Cuando una profecía tiene más que un cumplimiento, los

cumplimientos son más completos cada vez.

Por ejemplo: Isaías 11:1-10 habla de un “retoño del tronco de Isaí” que tendrá el Espíritu del

Señor y que traerá prosperidad y paz. Esta profecía se cumple varias veces:

1) Se cumplió por primera vez con el buen Rey Ezequías. Ezequías era descendiente de

Isaí (Isaí era el padre de David). Él tuvo el Espíritu del Señor e hizo una gran reforma en

el reino de Judá (durante del tiempo del Tercer Decaimiento y Reforma). El profeta Isaías

profetizó antes y durante del reino del Rey Ezequías.

Algunas partes de Isaías 11:1-10 se cumplieron ya con el Rey Ezequías, por ejemplo:

Ezequías era un retoño de Isaí (v. 1, 10).

El Espíritu del Señor estuvo con Ezequías (v. 2)

Las naciones fueron en busca de Ezequías (v. 10) – acuérdense que los babilonios

escucharon el milagro de la sanación de Ezequías y vinieron a visitarle.

Sin embargo no toda la profecía de Isaías 11 se cumplió con Ezequías.

2) Isaías 11:1-10 se cumplió por segunda vez con la venida de Jesucristo. Jesucristo

también es descendiente de Isaí por la carne. Jesucristo tuvo aún más del Espíritu del

Señor. Jesucristo “no juzgó por la apariencia” (Isaías 11:3) y él nos trajo la paz con Dios.

Algunas partes de Isaías 11 se cumplieron con Jesucristo más que con Ezequías:

Jesucristo tuvo el Espíritu del Señor sin medida (v. 1 – véase Lucas 4:18, Hechos

10:38)

Jesucristo no juzgó por las apariencias (v. 3 – véase Juan 2:24-25)

Jesucristo era poderoso con sus palabras (v. 4 – véase Lucas 24:19).

Las naciones vinieron en busca de Jesucristo más que Ezequías (v. 10 – véase por

ejemplo Mateo 2:1-11 y Juan 12:20-23)


3) Isaías 11:1-10 se cumplirá por tercera vez y en una escala más grande cuando Jesucristo

vuelve visiblemente en el Día Final. En ese momento, de veras “el lobo y el cordero

vivirán en paz” (Isaías 11:6) para siempre.

Algunas partes de Isaías 11 solamente se cumplirán en la Segunda Venida de Cristo:

El lobo y el cordero vivirán en paz (v. 6-7 – véase Apocalipsis )

No habrá peligro alguno para los niños (v. 8 – véase Mateo 18:4, 10 y 14)

No habrá más maldad (v. 9 – véase Apocalipsis 21:4)

Todos conocerán al Señor (v. 9 – véase Habacuc 2:14, Mateo 24:14)

Todas las naciones estarán presentes en el Paraíso del Señor (v. 10 – véase por

ejemplo Mateo 8:11, Apocalipsis 7:9, etc.)

Cada cumplimiento de esta profecía es más grande y más completo.

Otro ejemplo: Jeremías 31:23-40 dice que el pueblo de Judá volverá a su tierra (v. 23-24) y

reconstruirá la ciudad de Jerusalén (v 38-40). En ese tiempo habrá un gozo increíble (v. 25). Esa

profecía se cumplió parcialmente cuando los judíos exiliados regresaron a Judá y construyeron

de nuevo el Templo y los muros de Jerusalén.

Sin embargo Jeremías 31 se cumplió en escala más grande con la venida de Cristo. Jesucristo

hizo un “nuevo pacto” de perdón por medio de su muerte (v. 31-34 – véase Lucas 22:20,

2 Corintios 3:6, Hebreos 12:24).

Además Jeremías 31:23-40 se cumplirá aún más ampliamente en el Día Final cuando todos

conocerán al Señor (v. 34 – véase Mateo 24:14). En ese día habrá aún más gozo que en el

momento del regreso del Exilio (v. 25 – véase por ejemplo Mateo 25:21 y 23, Juan 16:22,

Apocalipsis 21:4). En ese día habrá una abundancia aún más grande que cuando los judíos

regresaron del Exilio.

Cristo en la Profecía: Acuérdese que el mensaje principal de Dios es la salvación por medio de

Cristo. Al fin y al cabo, Cristo es el centro de toda la profecía de la Biblia. Nosotros cristianos

vivimos en el tiempo entre los dos cumplimientos más grandes de toda la profecía: las dos

venidas de Cristo.

Las profecías ya se cumplieron en Jesucristo; pero todavía queda un cumplimiento más grande

cuando Cristo vuelve.

Por eso cuando leemos las profecías del Antiguo Testamento, siempre debemos investigar qué

relación tiene la profecía con Cristo. Algunas profecías refieren a Cristo directamente. Otras muy


indirectamente. Algunas profecías tienen que ver con la primera venida de Cristo; otras con la

segunda; y otras con ambas.

La Interpretación de las Profecías del Antiguo Testamento Para nosotros que vivimos en el siglo 21, la profecía puede presentar ciertas dificultades. No

estamos acostumbrados a la poesía hebrea ni a los símbolos antiguos. Muchas personas hoy no

saben la historia de los tiempos antiguos. Sin embargo, he aquí algunas ayudas para comprender

mejor las profecías en el Antiguo Testamento:

1. ¡¡¡Ore para que Dios le guie!!!

2. Conozca el contexto de la profecía:

a) la situación histórica cuando el profeta habló

b) el significado de los símbolos

c) las características de la poesía

Para esto, un comentario bíblico ayuda muchísimo. Además, utilice los pasajes más

claros para interpretar los pasajes más difíciles.

3. Busque los dos temas de:

a) juicio y castigo (Ley) - ¿Cómo se aplica esta Ley a nosotros hoy en día?

b) promesa y salvación (Evangelio) - ¿Cómo nos consuelan estas promesas hoy?

4. Vea cómo la profecía se cumple (si la profecía predice algo en el futuro)

Acuérdese que la profecía puede tener más que un cumplimiento.

Pregúntese: ¿Cómo señala esta profecía a Jesucristo?

5. Aplique esta profecía a su vida.

¿Cuáles pecados son condenados en esa profecía? Si usted ha cometido pecados

parecidos, ¡arrepiéntase!

¿Cuáles promesas de salvación hay en esa profecía? ¿Cómo se aplican esas promesas a

usted hoy en día? ¡Confíe en el Señor y tenga esperanza!


Unidad 15: La Profecía – Preguntas de Reflexión Por favor conteste estas preguntas. En la clase hablaremos de las diferentes respuestas.

1. Dios quiere que cada cristiano sea como un profeta en el sentido de comunicar la Palabra

de Dios y señalar a Cristo como Salvador. ¿Cómo podemos ser mejores “profetas” hoy en

día en nuestras comunidades?

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2. En su opinión, ¿qué mensaje nos darían los profetas del Antiguo Testamento para nuestra

iglesia hoy en día?

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3. En algunas ocasiones Dios mandó a los profetas del Antiguo Testamento a hacer ciertas

“acciones proféticas,” haciendo algo como una “ilustración viva” del mensaje de Dios.

¿Qué podemos hacer hoy en día para ilustrar con nuestras vidas la Palabra de Dios?

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4. ¿Por qué piensa usted que Dios prohibió la adivinación en el Antiguo Testamento?

¿Quiénes practican la brujería y la adivinación hoy en día?

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5. Hoy en día hay muchas personas que pretenden predecir el futuro. Algunos aparecen en

el periódico cada día (en los horóscopos). Otros publican “profecías” cada año nuevo.

¿Cuál es la diferencia entre estos supuestos “profetas” y los profetas bíblicos?

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6. Cuando usted lee las profecías del Antiguo Testamento, ¿le son fáciles de entender? ¿Se

siente confundido como el etíope cuando leyó el libro de Isaías?

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Unidad 15: La Profecía – Preguntas de Repaso Estas preguntas están diseñadas para prepararle para los exámenes.

La Misión de Dios en los Profetas del Antiguo Testamento 1. ¿Qué hacían los profetas para avanzar la misión de Dios?

1) Los profetas _____________ al ___________ a _______________________

2) Los profetas _____________ hacia el ______________________.

2. Cuando los profetas predecían el futuro, era para motivar a la _______ a _____________

3. Escriba “V” si la frase es verdadera o “F” si es falsa:

___ a. Algunas profecías son condicionales, es decir, su cumplimiento depende de

cómo los oyentes se portan.

___ b. Todos los profetas gozaban siempre de mucha aprobación de parte de la gente.

___ c. Los profetas a menudo hablaban en símbolos y figuras.

___ d. La predicación nunca es en vano.

¿Qué es la Profecía? 4. ¿Qué es un “profeta?”

Es alguien que _________________________

5. ¿Qué es una “profecía?”

Es un ________________ de ______________

6. ¿Cuáles son algunos nombres que la Biblia da a los profetas?

_______________________________________________________________________

El Propósito de la Profecía 7. La profecía bíblica habla no solamente del futuro. También habla de:

________________________________________________________________________

8. ¿Cuál es el verdadero propósito de la profecía?

1) Traer a los ______________ al ________________

2) Dar ______________ a los _______________

9. ¿Cuáles son los 2 mensajes principales en las profecías del Antiguo Testamento?

1) _____________

2) _____________

Características de la Profecía en el Antiguo Testamento 10. ¿Cuáles son las características de la profecía en el Antiguo Testamento?

1) Las profecías a menudo ___________________________________________.

2) Las profecías a menudo ___________________________________________.

3) Las profecías utilizan muchos ______________________________________.


4) Las profecías a menudo están escritas en _____________.

5) La profecía parece mucho a la _____________.

6) Algunos profetas experimentaron un _____________.

11. ¿Cuál es la diferencia entre la profecía y la predicación?

La profecía es _____________ algo que Dios dijo _____________ al profeta.

La predicación no es una ___________________________ sino una _______________

de la Palabra de Dios a nuestros tiempos.

12. ¿Qué significa la frase “acción profética”?

_______________________________________________________________________

Profetas de Otros “Dioses” 13. ¿Cuáles son las diferencias entre la profecía bíblica y la profecía en nombre de otros

dioses en la antigüedad?

En primer lugar, la Biblia enseña que hay un solo __________.

En cambio, otras religiones antiguas enseñaron que hay muchos ____________.

14. En segundo lugar, la Biblia dice que la profecía verdadera es _____________________.

En cambio, otras religiones antiguas pensaban que la profecía podía _____________.

15. En tercer lugar, por medio de la profecía en la Biblia, los creyentes quieren __________

la voluntad de Dios y ____________ a ella.

En cambio, otras religiones antiguas querían ___________ del mundo espiritual para

poder ______________ a los dioses.

16. ¿Cuál es la diferencia entre la profecía y la adivinación?

La profecía es ____________ y _____________ con la voluntad de Dios

La adivinación es __________ la voluntad de los dioses para poder ________ la situación

Profetas Verdaderos y Falsos 17. Según el Antiguo Testamento, ¿cómo se sabe si alguien es un profeta verdadero?

1) La profecía verdadera _________________________________.

2) La profecía verdadera _________________________________.

18. El Nuevo Testamento añade 2 criterios más:

3) La profecía verdadera ___________________________________________.

4) La profecía verdadera ___________________________________________.

19. En el siglo 16, Nostradamus dio algunas profecías acerca del futuro. Algunas de estas

profecías se cumplieron pero otras no. De acuerdo con lo que la Biblia dice, ¿es posible

que Nostradamus era un profeta verdadero de Dios? ¿O no?

____________________________________________________________________


20. Los mormones (la “Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días”) dicen que su

presidente es un profeta “que recibe revelaciones para guiar la iglesia de Dios.” De

acuerdo con la Biblia, ¿es posible que ese presidente sea un profeta verdadero?

_______________________________________________________________________

El “Cumplimiento” de la Profecía 21. ¿Qué es una “profecía directa?”

________________________________________________________________________

22. ¿Qué es una “profecía tipológica?”

________________________________________________________________________

23. ¿Qué es un “tipo”? (escoja una respuesta correcta)

a. un anticipo histórico de Jesucristo

b. un símbolo sin ninguna realidad histórica

c. una parábola, es decir, un cuento con significado espiritual

24. Si la Biblia no explica un símbolo, ¿cómo podremos descubrir su significado?

1) ______________________________________________________

2) ______________________________________________________

25. A veces una profecía tiene más de un cumplimiento. Cuando esto sucede, los

cumplimientos son cada vez más ____________.

26. La profecía de Isaías 11:1-9 tiene tres cumplimientos:

1) El Rey ______________

2) La primera ___________ de ____________

3) La segunda ___________ de ____________

27. ¿Cuáles son los dos cumplimientos más grandes de toda la profecía del Antiguo

Testmento?

Las dos ____________ de _____________

Cómo Interpretar la Profecía en el Antiguo Testamento 28. ¿Cuáles son los pasos para interpretar bien una profecía del Antiguo Testamento?

1) ___________

2) Conocer el ____________

3) Buscar la __________ y el _____________

4) Averiguar cuál es el _______________

5) ____________ la profecía a la __________________


Unidad 16: Los Profetas Mayores

Antes que yo te formara en el vientre, te conocí; y antes que salieras de la matriz, te

consagré y te di por profeta a las naciones. (Jeremías 1:5, RVA)

Repaso: la Interpretación de los Libros Proféticos Los libros proféticos del Antiguo Testamento son sumamente importantes en la misión de Dios.

Primero, los profetas llamaron al pueblo a volver a Dios. Segundo, los profetas apuntaban hacia

la futura venida de Cristo, el Salvador. Esto nos anima a estudiar los profetas del Antiguo

Testamento.

Al mismo tiempo, los libros proféticos a menudo presentan dificultades de interpretación. Los

profetas utilizan muchos símbolos y frecuentemente refieren a ciertos acontecimientos de la

historia del pueblo de Dios. Por eso, es importante conocer la historia y los símbolos del

Antiguo Testamento para poder interpretar la profecía del Antiguo Testamento.

Además, las profecías casi siempre están en forma de poesía. La poesía hebrea es diferente que

nuestra poesía hoy en día. Por eso, es importante conocer algo de la poesía del Antiguo

Testamento para poder interpretar bien la profecía del Antiguo Testamento.

Sin embargo, la profecía no fue escrita solamente para la gente antigua. Dios quiso que estas

profecías se escribieran en la Biblia para que nosotros hoy en día también pudiéramos

aprovechar de su mensaje. ¿Cómo podemos aprovechar de las palabras de los profetas? Primero,

podemos ver el cumplimiento de las profecías en Cristo. En los tiempos del Antiguo

Testamento, Jesucristo todavía no había venido. Por medio de los profetas, la gente sabía que el

Salvador tenía que llegar algún día. Sin embargo, la gente no tenía claros todos los detalles. En

cambio, hoy en día tenemos más claro el mensaje profético (2 Pedro 1:19) porque Jesucristo ya

vino. Podemos ver cómo Jesucristo cumple con muchas profecías del Antiguo Testamento.

Segundo, podemos aplicar a nuestras vidas la Ley y el Evangelio de las profecías. Cuando

los profetas llaman al pueblo al arrepentimiento, nosotros también debemos tomar este llamado a

pecho. Cuando los profetas regañan al pueblo por su pecado (predicando la Ley) nosotros

también debemos reconocer que hemos cometido pecados similares. Cuando los profetas

consuelan al pueblo porque Dios les ama y les perdona y les enviará a un Salvador (predicando

el Evangelio), esas promesas son para nosotros también.

En la Unidad 15 aprendimos 5 pasos para interpretar sanamente las profecías antiguas:

1) Orar

2) Conocer el contexto:

a) la situación histórica cuando el profeta habló

b) el significado de los símbolos

c) las características de la poesía


3) Buscar la Ley y el Evangelio (la predicación profética)

4) Averiguar el cumplimiento de la profecía (en Cristo)

5) Aplicar la profecía a su vida (arrepentimiento y fe)

Los Profetas en Diferentes Períodos del Antiguo Testamento Había profetas en cada época de la historia del Antiguo Testamento.

Por ejemplo, en la época de los Comienzos, Noé escuchó la voz del Señor y predicó a la gente

(Génesis 6:13, 2 Pedro 2:5).

En la época de los Patriarcas, Abraham, Isaac y Jacob también escucharon la voz del Señor y

compartieron el mensaje con otros. La Biblia directamente nombra a Abraham como “profeta”

(Génesis 20:7). Jacob profetizó acerca de las diferentes tribus de Israel (Génesis 48 y 49). Dios

dio a José la habilidad de interpretar sueños.

En la época del Éxodo, Moisés era profeta (Deuteronomio 18:15, 34:10) y Miriam era profetisa

(Éxodo 15:20). Balán también era profeta, pero él no dio toda su lealtad al verdadero Dios

(Números 22-24).

En la época de la Conquista y los Jueces, Déborah era profetisa (Jueces 4:4).

En la época del Reino Unido, Samuel era un profeta (1 Samuel 3:20) y en algunas ocasiones

andaba con todo un grupo de profetas (Por ejemplo, 1 Samuel 19:20). Saúl profetizó en dos

ocasiones (1 Samuel 10:11-12, 1 Samuel 19:23-24). Los profetas Gad y Natán profetizaron en

tiempos de David. David mismo escribió muchos salmos bajo inspiración del Espíritu Santo y

Salomón escribió muchos proverbios.

En varias ocasiones el Antiguo Testamento menciona a ciertos profetas sin decir sus nombres

(por ejemplo, Jueces 6:8, 1 Reyes 13:1, 13:11, etc.). Aún personas comunes y corrientes podrían

llegar a profetizar en situaciones extraordinarias (por ejemplo, Números 11:25-26, 1 Samuel

19:20-21, etc.).

Hubo tiempos en que no hubo profetas (1 Samuel 3:1); y hubo tiempos en que hubo grupos

grandes grandes de profetas (1 Samuel 19:20). Cuando llegó la época del Reino Dividido, Dios

envió una serie de profetas para llamar a la gente a volver al Señor.

Algunos profetas que profetizaron en el Reino del Norte (Israel) eran: Ahías, Azarías, Jehú,

Elías, Micaías, Eliseo, Jonás, Oseas, Amós, Oded, etc.

Algunos profetas que profetizaron en el Reino del Sur (Judá) eran: Semaías, Iddo, Hanani,

Eliezer, Joiada, Joel, Isaías, Miqueas, Nahúm, Habacuc, Sofonías, Jeremías, Abdías, etc.

En la época del Exilio y Regreso, hubo también varios profetas: Jeremías, Abdías, Daniel,

Ezequiel, Ageo (Hageo), Zacarías y Malaquías.

Después de Malaquías, no hubo profetas verdaderos – o por lo menos no eran inspirados para

escribir más libros bíblicos – hasta la llegada de Juan el Bautista en los tiempos de Jesucristo. Es

decir, hubo 400 años de silencio con respecto a la profecía. Durante esos 400 años, se

escribieron los libros apócrifos (libros deuterocanónicos) pero los judíos en general no aceptaron

esos libros como Palabra de Dios. Los rabinos judíos insistían que la profecía se terminó con

Malaquías.


Repaso de los Libros del Antiguo Testamento Hasta ahora hemos estudiado estos libros del Antiguo Testamento:

Pentateuco Historia Poesía

Génesis Josué Job

Éxodo Jueces Salmos

Levítico Rut Proverbios

Números 1 y 2 Samuel Eclesiastés

Deuteronomio 1 y 2 Reyes Cantares

1 y 2 Crónicas

Esdras

Nehemías

Ester

Ahora nos toca aprender los libros de los Profetas. Comenzamos con los Profetas Mayores.

Los Profetas Mayores

Nombre del Libro Significado del

Nombre ¿De Qué se Trata el Libro?

Isaías Nombre del Profeta:

“Dios es Salvación”

El Castigo de Dios y la Consolación de Dios

(Judá: 3r. Decaimiento y Reforma)

Jeremías Nombre del Profeta:

“Dios es Alto”??

La Gente Terca Recibirá su Castigo

(Judá: Fin de los Reyes Rebeldes)

Lamentaciones Lamentaciones

(Duelo)

Poemas de Lamento por el Cautiverio

(escritos por Jeremías)

Ezequiel Nombre del Profeta:

“Dios es Fortaleza”

Los Judíos Merecían el Exilio, pero Luego Serían

Restaurados (Babilonia: El Exilio)

Daniel Nombre del Profeta:

“Dios es Juez”

Fidelidad a Dios en un Mundo Pagano

(Babilonia: El Exilio)

Los profetas “mayores” son los profetas que escribieron un libro muy largo. Los libros de

Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel son más largos que cualquier otro libro de profecía.

(En realidad el libro de Lamentaciones no es un “profeta mayor” sino un libro pequeño de

poesía. Pero en la antigüedad, a menudo los libros de Jeremías y Lamentaciones aparecían

juntos. Por eso Lamentaciones se apega al libro de Jeremías hasta hoy en día.)


Los antiguos hebreos organizaron los libros del Antiguo Testamento en una forma diferente.

Ellos dividieron el Antiguo Testamento en tres partes: la Ley (“Torah” o “Pentateuco”), los

Profetas (“Nebi’im”) y los Escritos (“Kethubim”). Los libros de Isaías, Jeremías-Lamentaciones

y Ezequiel fueron clasificados como Profetas. El libro de Daniel fue clasificado como parte de

los Escritos. (Daniel era en primer lugar un gobernador. Pero Dios le dio el don de interpretar

sueños y de recibir visiones.)

El Antiguo Testamento:

nuestra clasificación

El Antiguo Testamento:

clasificación de los hebreos

Pentateuco La Ley (Torah)

Libros Históricos

Los Profetas (Nebi’im)

Libros de Poesía Isaías

Jeremías-Lam.

Ezequiel

Daniel

Los Escritos (Kethubim)

Libros de Profecía

El Contexto Histórico de los Profetas Mayores Los libros de los Profetas Mayores aparecen en la Biblia en orden cronológico:

Isaías profetizó durante el Reino Dividido. Isaías desarrolló su ministerio el Tercer

Decaimiento y Reforma en el Reino del Sur (Judá). Probablemente murió a manos de

Manasés, el Rey malo que comenzó el tiempo del Cuarto Decaimiento.

Jeremías profetizó durante el final del Reino Dividido y el comienzo del Exilio. Él

desarrolló su ministerio en Judá y luego en Egipto.

Ezequiel profetizó durante la primera parte del Exilio. Él fue llevado al destierro en

597 A. C. en el segundo exilio, y profetizó por varios años en Babilonia.

Daniel profetizó durante todo el tiempo del Exilio. Él fue llevado al destierro antes que

Ezequiel, pero sirvió a Dios por muchos más años en Babilonia, hasta el final del Exilio

cuando Ciro el Grande conquistó a Babilonia y permitió a los judíos volver a su tierra

natal.

Isaías Entonces escuché la voz del Señor, que decía: “¿A quién enviaré? ¿Y quién irá por

nosotros?” Y yo respondí: “Heme aquí, envíame a mí.” (Isaías 6:8, RVA)

Los Tiempos de Isaías: Isaías profetizó por más que 45 años (posiblemente 60 años o más). El

libro de Isaías es uno de los “profetas mayores” porque es tan largo (66 capítulos). Isaías

profetizó durante el Tercer Decaimiento y Reforma. En el año de la muerte del Rey Uzías,

Dios llamó a Isaías a ser profeta (véase Isaías 6). Isaías siguió profetizando durante los reinados

del buen Rey Jotam, del malvado Rey Acaz y durante las grandes reformas del Rey Ezequías.

Según una tradición antigua, Isaías fue ejecutado por el Rey Manasés, al comienzo del Cuarto

Decaimiento en el Reino de Judá. El Rey Manasés era tan malo y tan idólatra que sacrificaba a

sus propios niños a los ídolos. Según la tradición, Manasés mató a Isaías por medio de cortarlo


por la mitad. Posiblemente Hebreos 11:37 refiere a la muerte de Isaías. (Sin embargo, al final de

su vida, Manasés se arrepintió.) Así que Isaías profetizó en medio de lo bueno y en medio de lo

malo durante un largo tiempo.

Aquí hay una gráfica de los tiempos de las profecías de Isaías. Isaías profetizó en Judá. Sus

profecías coincidieron con el reinado de las personas cuyos nombres están resaltados en

amarillo:

Tercer Decaimiento y Reforma

Rey Amasías (malo)

Rey Uzías (bueno pero orgulloso)

Rey Jotam (bueno)

Min

iste

rio d

e Is

aías

Rey Acaz (malo)

Rey Ezequías (bueno)

Cuarto Decaimiento y Reforma

Rey Manasés (malo)

Rey Amón (malo)

Rey Josías (bueno)

Durante la vida de Isaías, el Imperio de Asiria era el gran enemigo del Reino de Judá. Isaías

presenció la caída del Reino del Norte (Israel) en 722 A.C. Los asirios conquistaron al Reino del

Norte y llevaron a muchísima gente al destierro. No contentos con eso, en varias ocasiones los

asirios invadieron al Reino del Sur (Judá) también. Una vez, el Rey Senaquerib de Asiria llegó a

las puertas de Jerusalén. Pero el buen Rey Ezequías (de Judá) confió en el Señor y presenció un

milagro. Dios envió una plaga sobre los asirios, y ellos tuvieron que dejar la invasión (2 Reyes

18 y 19, 2 Crónicas 32, Isaías 36 y 37).

Entonces Isaías hijo de Amoz mandó a decir a Ezequías: “Así ha dicho el Señor Dios

de Israel: ‘Con respecto a lo que me has pedido en oración acerca de Senaquerib,

rey de Asiria, 22 esta es la palabra que el Señor ha hablado acerca de él: ‘La virgen

hija de Sion te menosprecia; hace burla de ti. Mueve su cabeza a tus espaldas la hija

de Jerusalén. 23 ¿A quién has afrentado e injuriado? ¿Contra quién has levantado la

voz y alzado los ojos con altivez? ¡Contra el Santo de Israel!’... Por tanto, así ha

dicho el Señor acerca del rey de Asiria: ‘No entrará en esta ciudad; no tirará en ella

ni una sola flecha. No vendrá frente a ella con escudo ni construirá contra ella

terraplén. 34 Por el camino por donde vino, por él se volverá; y no entrará en esta

ciudad, dice el Señor. 35 Pues defenderé esta ciudad para salvarla, por amor a mí

mismo y por amor a mi siervo David’”. 36 Entonces salió el ángel del Señor e hirió a

ciento ochenta y cinco mil en el campamento de los asirios. Se levantaron por la


mañana, y he aquí que todos ellos eran cadáveres. 37 Entonces Senaquerib, rey de

Asiria, partió y regresó, y permaneció en Nínive. (Isaías 37:21-23, 33-37, RVA)

El libro de Isaías contiene muchas profecías de diferentes momentos de su vida. Estas profecías

no siempre están en orden cronológico.

La primera parte del libro (capítulos 1-39) condena fuertemente el pecado pero de vez en

cuando ofrece una raya de luz, profetizando la salvación. Por ejemplo, los capítulos 1-5

condenan al Reino de Judá por su hipocresía, su materialismo y su vanidad:

Visión de Isaías hijo de Amoz, que vio acerca de Judá y de Jerusalén en los días de

Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías, reyes de Judá: 2 Oigan, cielos; y escucha, tierra,

porque habla el Señor: “Crié hijos y los engrandecí, pero ellos se rebelaron contra

mí. 3 El buey conoce a su dueño y el asno el pesebre de su amo; pero Israel no

conoce; mi pueblo no entiende”. 4 ¡Ay, nación pecadora, pueblo cargado de

iniquidad, descendencia de malhechores, hijos depravados! Han abandonado al

Señor, han despreciado al Santo de Israel y se han vuelto atrás. (Isaías 1:1-4, RVA)

Sin embargo el capítulo 6 relata cómo Dios en su amor limpia a una persona impura (Isaías) y lo

envía como su mensajero. Y hay también otros versículos que prometen el perdón de Dios para

los que se arrepienten, por ejemplo:

“Vengan, pues,” dice el Señor; “y razonemos juntos: Aunque sus pecados sean como

la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí,

vendrán a ser como blanca lana.” (Isaías 1:18, RVA)

También, en los capítulos 7-12, el Rey Acaz de Judá muestra su terquedad y falta de fe, pero

Isaías da promesas de liberación por medio de un niño que está por nacer de la familia de David:

Porque un niño nos es nacido, un hijo nos es dado, y el dominio estará sobre su

hombro. Se llamará su nombre: Admirable Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno,

Príncipe de Paz. Lo dilatado de su dominio y la paz no tendrán fin sobre el trono de

David y sobre su reino, para afirmarlo y fortalecerlo con derecho y con justicia,

desde ahora y para siempre. El celo del Señor de los Ejércitos hará esto.

(Isaías 9:6-7, RVA)

En los capítulos 13-27, Isaías anuncia el juicio de Dios sobre las naciones malas que se oponen a

los creyentes: Babilonia, Filistea, Moab, Siria, Israel, Asiria, Egipto y Etiopía, Edom, Arabia,

Tiro y hasta Jerusalén:

He aquí que el Señor devastará y arrasará la tierra. Trastornará su superficie y

dispersará a sus habitantes. 2 Al sacerdote le sucederá como a la gente del pueblo, al

esclavo como a su señor, a la criada como a su señora, al que compra como al que

vende, al que presta como al que toma prestado, al acreedor como al deudor. 3 La

tierra será del todo devastada y enteramente saqueada, porque el Señor ha

pronunciado esta palabra. (Isaías 24:1-3, RVA)

Pero también se profetiza la revelación del Dios verdadero y el fin de la muerte y el sufrimiento:

Sobre este monte el Señor de los Ejércitos hará a todos los pueblos un banquete de

manjares, un banquete de vinos añejos, manjares suculentos y refinados vinos añejos. 7 Entonces sobre este monte destruirá la cubierta con que están cubiertos todos los

pueblos, y el velo que está puesto sobre todas las naciones. 8 Destruirá a la muerte


para siempre, y el Señor Dios enjugará toda lágrima de todos los rostros. Quitará la

afrenta de su pueblo de sobre toda la tierra, porque el Señor ha hablado. 9 Se dirá en

aquel día: “¡He aquí, este es nuestro Dios! En él hemos esperado, y él nos salvará:

¡Este es el Señor! En él hemos esperado. ¡Gocémonos y alegrémonos en su

salvación!”. (Isaías 25:6-9, RVA)

En los capítulos 28-39, Isaías anima al buen Rey Ezequías a confiar en el Señor y promete un día

cuando la tristeza se acabará. A pesar de las fallas de Ezequías, Dios escuchó su oración y le

salvó milagrosamente de la mano de los asirios.

La segunda parte del libro de Isaías (capítulos 40-66) enfatiza la promesa de salvación,

aunque todavía hay momentos cuando Isaías pronuncia juicio sobre la maldad. Esta parte del

libro mira más hacia el futuro. En lugar de hablar tanto de los asirios, Isaías comienza a anunciar

el cautiverio del Reino del Sur (Judá) de parte de los babilonios. Pero ese cautiverio terminará

con un regreso gozoso a la tierra prometida. Isaías inclusive profetizó por nombre la venida de

Ciro el Rey de Persia, quien permitió a los judíos exiliados regresar a su patria:

Así ha dicho el Señor a su ungido, a Ciro, a quien tomé por su mano derecha para

sojuzgar a las naciones delante de él… “Yo lo levantaré a él en justicia, y allanaré

todos sus caminos. Él edificará mi ciudad y dejará ir a mis cautivos; no por precio ni

por soborno”, dice el Señor de los Ejércitos. (Isaías 45:1, 13, RVA)

Los capítulos 40-48 enfatizan que Dios redimirá (liberará) a su pueblo de su cautividad en

Babilonia. En estos capítulos también hay algunas profecías que miran más lejos, hacia la venida

de Jesucristo. Por ejemplo, Isaías 40:3-5 profetiza que alguien vendría antes del Salvador para

preparar el camino. Esa profecía se cumplió en Juan el Bautista.

Una voz proclama: “¡En el desierto preparen el camino del Señor; enderecen

calzada en la soledad para nuestro Dios! ¡Todo valle será rellenado, y todo monte y

colina rebajados! ¡Lo torcido será convertido en llanura, y lo escabroso en amplio

valle! Entonces se manifestará la gloria del Señor, y todo mortal juntamente la verá;

porque la boca del Señor ha hablado”. (Isaías 40:3-5, RVA)

Los capítulos 49-57 tienen aún más profecías de que Dios redimirá (liberará) al mundo entero de

su pecado. En esta parte hay varios pasajes que refieren al Siervo del Señor que sufre. El profeta

es un siervo del Señor, y también el pueblo de Judá debe ser siervo del Señor. Pero solamente

Jesucristo es el perfecto Siervo del Señor que sufre por los pecados de los demás.

Ciertamente él llevó nuestras enfermedades y sufrió nuestros dolores. Nosotros lo

tuvimos por azotado, como herido por Dios y afligido. 5 Pero él fue herido por

nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados. El castigo que nos trajo paz

fue sobre él, y por sus heridas fuimos nosotros sanados. 6 Todos nosotros nos

descarriamos como ovejas; cada cual se apartó por su camino. Pero el Señor cargó

en él el pecado de todos nosotros. 7 Él fue oprimido y afligido, pero no abrió su boca.

Como un cordero, fue llevado al matadero; y como una oveja que enmudece delante

de sus esquiladores, tampoco él abrió su boca…

Cuando se haya puesto su vida como sacrificio por la culpa, verá descendencia.

Vivirá por días sin fin, y la voluntad del Señor será en su mano prosperada. 11 A

causa de la angustia de su alma, verá la luz y quedará satisfecho. Por su


conocimiento mi siervo justo justificará a muchos, y cargará con los pecados de

ellos. (Isaías 53:4-7, 10-11, RVA)

Los capítulos 58-66 tienen muchas profecías que miran más adelante hacia la segunda venida de

Cristo. Estas profecías describen la gloria y el gozo de la gente que Dios ha redimido (liberado).

Ellos gozarán de un nuevo cielo y una nueva tierra donde no habrá nada malo.

Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y tierra nueva. No habrá más memoria de

las cosas primeras, ni vendrán más al pensamiento. (Isaías 65:17, RVA)

La Teoría Moderna de “Dos Isaías”: Algunos estudiosos de la Biblia piensan que el libro de

Isaías fue escrito por dos (o más) personas. Se dice que la primera parte del libro (capítulos 1-39)

fue escrita en tiempos del verdadero Isaías, pero que la segunda parte (capítulos 40-66) fue

escrita después del cautiverio en Babilonia. Estos eruditos piensan que la segunda parte del libro

tiene un estilo diferente y un pensamiento diferente (enfatiza la salvación en lugar del juicio).

Según ellos, esto cabe más con el tiempo del Exilio en Babilonia. Además, en esta parte Isaías

menciona detalles de la caída de Jerusalén y predice que Ciro el Grande permitirá a los judíos

volver a su tierra. Las personas que dudan de las profecías piensan que estas partes del libro

tenían que haber sido escrito después del Exilio.

Sin embargo, otros estudiosos están en desacuerdo con esa teoría. Isaías profetizó durante un

tiempo muy largo, en muchas situaciones diferentes. Es de esperar que algunas partes de su libro

tendrán un tono y un estilo diferente. Además, si creemos que Dios puede hacer milagros, ¿por

qué es difícil aceptar que Isaías podría profetizar detalles de la caída de Jerusalén y el regreso del

Exilio?

Profecías de Jesucristo en el libro de Isaías: Isaías apunta

claramente hacia Jesucristo el Salvador. Algunas personas

dicen que el libro de Isaías es el “Quinto Evangelio” porque:

1) Isaías tiene muchas promesas de salvación y 2) Isaías

contiene muchísimas profecías del nacimiento, vida, muerte y

resurrección de Jesucristo. Estas profecías fueron escritas 700

años antes de la venida de Cristo pero fueron cumplidos

asombrosamente por él. El Nuevo Testamento cita el libro de Isaías más que cualquier otro libro

del Antiguo Testamento con la excepción de los Salmos. Aquí hay algunas profecías de

Jesucristo que se encuentran en el libro de Isaías. Algunas de esas profecías son directas; otras

son tipológicas:

Profecía en Isaías Cumplimiento Contenido

Isaías 7:13-14 Mateo 1:18-23 El Salvador nacería de una virgen y sería

Emmanuel (“Dios con nosotros”)

Isaías 9:1-5 Mateo 4:12-16 El Salvador daría luz a los habitantes de

Galilea

Isaías 9:6-9 Lucas 2:11 El Salvador nacería como un niño del linaje

de David

Isaías 11:1-2 Mateo 1:6 El Salvador sería un retoño del tronco de Isaí

Isaías 11:2, 40:1,

61:1-2

Mateo 3:16,

Hechos 10:38

El Salvador sería ungido con el Espíritu

Santo


Profecía en Isaías Cumplimiento Contenido

Isaías 25:6-9 1 Corintios

15:54-57 Tendría victoria sobre la muerte

Isaías 35:4-6 Mateo 9:30,

11:4-6, 12:22, etc. El Salvador sanaría y haría milagros


Juan 1:23

Alguien prepararía el camino del Señor en el

desierto (Juan el Bautista)

Isaías 40:10-11 Juan 10:11,

Hebreos 13:20 El Salvador sería el Buen Pastor

Isaías 42:1-6, 49:6 Mateo 12:16-21 El Salvador sería el gran Siervo de Dios que

traería luz a los no judíos (los gentiles)

Isaías 50:6 Mateo 26:67 y

27:26-30 El Salvador sería golpeado y despreciado

Isaías 52:13 –

53:13

Mateo 27-28,

Marcos 15-16,

Lucas 23-24,

Juan 19-21

Detalles y significado de la muerte, sepultura

y resurrección de Jesucristo

Isaías 59:16-20 Romanos

11:26-27 El Redentor vendría de Sión (de los judíos)


Juan 12:46 Naciones vendrían a su luz

Isaías 61:1-2 Lucas 4:16-21 Sería ungido para predicar libertad a los

cautivos

Aplicando el Mensaje de Isaías a Nuestras Vidas: Al leer Isaías, debemos tomar a pecho su

condenación del pecado. Isaías profetizó que Jerusalén y Judá sufrirían la disciplina de Dios; y

esas profecías se cumplieron cien años más tardes, con la invasión de los ejércitos babilónicos. A

nosotros también, Dios nos advierte que pronto vendrá un día de juicio. Ahora es el momento de

arrepentirnos. Pero las dulces promesas de Isaías también son para nosotros. Por medio de Isaías,

Dios nos promete la salvación, la restauración, el gozo y el fin de toda la maldad. Como el

profeta Isaías, Dios nos ha limpiado y nos ha enviado como sus mensajeros.

Tema del Libro de Isaías: El Castigo de Dios y el Consuelo de Dios

Frase Clave: Quinto Evangelio

Jeremías Entonces el Señor extendió su mano y tocó mi boca. Y me dijo el Señor: “He aquí,

pongo mis palabras en tu boca. 10 Mira, en este día te he constituido sobre naciones y

sobre reinos, para arrancar y desmenuzar, para arruinar y destruir, para edificar y

plantar.” (Jeremías 1:9-10, RVA)

Los Tiempos de Jeremías: Jeremías profetizó durante los últimos años del Reino del Sur

(Judá), desde el 13º año del buen Rey Josías (626 AC) hasta unos años después de la invasión de

Babilonia (Judá fue totalmente destruido en el año 586 AC). Así que Jeremías predicó por más

que 40 años. Le tocó presenciar el último decaimiento del Reino del Sur. Después del buen Rey

Josías, hubo 4 reyes idólatras y débiles. La idolatría creció hasta un punto insoportable. Dios


envió a Jeremías a profetizar, pero muy pocas personas hicieron caso. Por eso vino el terrible

castigo de Dios: el Imperio de Babilonia conquistó al Reino de Judá. Los babilonios mataron a

muchas personas y llevaron cautiva a la gente educada. Al final destruyeron al mismo Templo y

a Jerusalén.

Aquí hay una gráfica de los tiempos de las profecías de Jeremías. Jeremías profetizó en Judá

durante los últimos años de ese reino, y durante los primeros años del Exilio.

Cuarto Decaimiento y Reforma

Rey Manasés (malo)

Rey Amón (malo)

Rey Josías (bueno)

Min

iste

rio d

e Je

rem

ías Fin de los Reyes Rebeldes

Rey Joacaz (malo)

Rey Joacim (malo)

Rey Joaquín (malo)

Rey Sedequías (malo)

Exilio a Babilonia

El “Profeta Llorón”: Se dice que Jeremías es el “profeta llorón” porque él vio de antemano

esta tragedia y profetizó acerca de ella, pero la mayoría de la gente no le hizo caso. Dios llamó a

Jeremías cuando todavía era muy joven (Jeremías 1:6). De antemano, Dios advirtió a Jeremías

que los judíos eran un pueblo rebelde y terco. Jeremías sufrió la

burla de la gente y en varias ocasiones fue golpeado (véase por

ejemplo Jeremías 20:2). Fue arrestado y metido en una cisterna

por un buen tiempo (Jeremías 38). Jeremías sabía de antemano

de la destrucción que venía en camino. El rechazo del pueblo le

afectó tanto que decidió no predicar más. Pero no pudo

contenerse (Jeremías 20:7-11).

Cada vez que hablo, es para gritar: “¡Violencia! ¡Violencia!” Por eso la palabra del

SEÑOR no deja de ser para mí un oprobio y una burla. 9 Si digo: “No me acordaré

más de él, ni hablaré más en su nombre”, entonces su palabra en mi interior se

vuelve un fuego ardiente que me cala hasta los huesos. (Jeremías 20:8-9, NVI)

Jeremías dijo repetidamente a los líderes de Judá que debían rendirse ante el Rey de Babilonia.

Él insistió tanto que sus enemigos le acusaron de ser un traidor de la patria. Jeremías presenció

personalmente las 4 ocasiones cuando los babilonios llevaron a diferentes judíos cautivos.

Luego, cuando el gobernador Gedalías fue asesinado, Jeremías aconsejó a los judíos a quedarse

en sus casas y no refugiarse en Egipto – pero ¡todavía no le escucharon! (Jeremías 41-43).

Jeremías en la Cisterna


El Mensaje de Jeremías: Jeremías dijo repetidamente que por causa de su maldad y su idolatría,

el Reino de Judá sería destruido por Babilonia.

[Dios dice:] “Recorran las calles de Jerusalén, observen con cuidado, busquen por

las plazas. Si encuentran una sola persona que practique la justicia y busque la

verdad, yo perdonaré a esta ciudad.” (Jeremías 5:1, NVI)

“Como la mujer que traiciona a su compañero, así me han traicionado, oh casa de

Israel”, dice el Señor. (Jeremías 3:20, RVA)

Jeremías llamó a los judíos a arrepentirse, es decir, a volver al Dios verdadero. Lamentablemente

muy pocos le hicieron caso.

[Dios dijo:] “¡Vuélvanse, oh hijos rebeldes, y los sanaré de sus rebeliones!”

(Jeremías 3:22a, RVA)

La palabra que vino a Jeremías acerca de todo el pueblo de Judá…, “Durante

veintitrés años ha venido a mí la palabra del Señor. Les he hablado persistentemente,

pero no han escuchado. 4 El Señor les envió persistentemente todos sus siervos los

profetas, pero no escucharon ni inclinaron su oído para escuchar. 5 Les decían:

‘Vuélvanse, pues, cada uno de su mal camino y de la maldad de sus obras, y habiten

en la tierra que el Señor les ha dado a ustedes y a sus padres, para siempre jamás. 6 No vayan en pos de otros dioses, para rendirles culto y para postrarse ante ellos.

No me provoquen a ira con la obra de sus manos, y no les haré mal’. 7 Sin embargo,

dice el Señor, no me escucharon, de modo que me han provocado a ira con la obra

de sus manos, para su propio mal. 8 Por tanto, así ha dicho el Señor de los Ejércitos:

‘Por cuanto no han escuchado mis palabras, 9 he aquí yo enviaré a tomar a todas las

gentes del norte y a Nabucodonosor rey de Babilonia, mi siervo, y los traeré contra

esta tierra y contra sus habitantes, y contra todas las naciones de alrededor, dice el

Señor. Los destruiré por completo y los convertiré en escarnio, rechifla y ruinas

perpetuas. 10 Haré perecer entre ellos la voz del gozo y la voz de la alegría, la voz del

novio y la voz de la novia, el ruido de las piedras del molino y la luz de la lámpara. 11 Toda esta tierra será convertida en desolación y espanto. Y estas naciones servirán

al rey de Babilonia durante setenta años’.”


Sin embargo en medio de todo lo malo, hubo esperanza. Jeremías profetizó que los judíos

tendrían que pasar años en Exilio en Babilonia; pero luego Dios les restauraría.

Porque así ha dicho el Señor: “Cuando según mi dicho se cumplan setenta años para

Babilonia, los visitaré con mi favor y les cumpliré mi buena promesa de hacerlos

regresar a este lugar. Porque yo sé los planes que tengo acerca de ustedes, dice el

Señor, planes de bienestar y no de mal, para darles porvenir y esperanza. Entonces

me invocarán. Vendrán y orarán a mí, y yo los escucharé. Me buscarán y me

hallarán, porque me buscarán con todo su corazón. Me dejaré hallar de ustedes, dice

el Señor, y los restauraré de su cautividad. Los reuniré de todas las naciones y de

todos los lugares a donde los he expulsado, dice el Señor. Y los haré volver al lugar

de donde hice que los llevaran cautivos”. (Jeremías 29:10-14, RVA)


Jeremías prometió que más tarde, la misma Babilonia sería destruido.

La palabra que el Señor habló por medio del profeta Jeremías acerca de Babilonia y

acerca de la tierra de los caldeos: “Anuncien en las naciones y proclamen. Levanten

bandera; anúncienlo y no lo encubran. Digan: ‘Tomada es Babilonia, Bel es

avergonzado, Marduc es hecho pedazos. Sus imágenes son avergonzadas, y sus

ídolos hechos pedazos’. Porque desde el norte subirá contra ella una nación, la cual

convertirá su tierra en objeto de horror. No habrá nadie que la habite. Tanto los

hombres como los animales huirán; se irán. (Jeremías 50:1-3, RVA)

Cuando Jerusalén cayó, el Rey de Babilonia (Nabucodonosor) protegió a Jeremías y le ofreció un

lugar en su corte real (Jeremías 39:12). Sin embargo, Jeremías también profetizó que los mismos

babilonios serían destruidos (Jeremías 50 y 51).

Profecías Fuera de Orden Cronológico: Las profecías del libro de Jeremías no están en

orden. Esparcidos por todo el libro hay profecías de diferentes tiempos: en los tiempos del Rey

Josías, del Rey Joacim, del Rey Sedequías, y después del Exilio cuando Jeremías fue llevado a

Egipto. Algunas profecías no tienen fecha. Es que Jeremías vivió en un tiempo de mucha

confusión y destrucción, y él mismo enfrentó gran peligro y oposición. Es muy probable que

Jeremías escribió diferentes profecías en diferentes momentos, y luego las coleccionó sin prestar

mucha atención al orden. Sabemos, por ejemplo, que Jeremías (con la ayuda de Baruc el escriba)

escribió sus profecías en tiempos del Rey Joacim (Jeremías 36:1-26). Sin embargo, Joacim

quemó el libro, y Jeremías se vio obligado a esconderse y a escribir su libro de nuevo. Cuando lo

escribió de nuevo, añadió más profecías (Jeremías 36:27-32) – y siguió añadiendo profecías, año

tras año.

En medio de todas las profecías tristes, Jeremías también ofreció esperanza. Él dijo que el

castigo de Dios no duraría para siempre. El tiempo del Exilio terminaría y el pueblo volvería a la

tierra prometida (Jeremías 29). Jeremías también profetizó acerca de la salvación venidera. Por

ejemplo, Jeremías 31 dice que Dios hará un pacto nuevo con el pueblo, un pacto de perdón de

los pecados. Este pacto nuevo se hizo realidad en el Nuevo Testamento, con la salvación que

Jesucristo gano por nosotros.

He aquí vienen días, dice el Señor, en que haré un nuevo pacto con la casa de Israel

y con la casa de Judá. No será como el pacto que hice con sus padres el día que los

tomé de la mano para sacarlos de la tierra de Egipto, mi pacto que ellos invalidaron,

a pesar de ser yo su señor, dice el Señor. Porque este será el pacto que haré con la

casa de Israel después de aquellos días, dice el Señor: Pondré mi ley en su interior y

la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya nadie

enseñará a su prójimo ni nadie a su hermano, diciendo: ‘Conoce al Señor’. Pues

todos ellos me conocerán, desde el más pequeño de ellos hasta el más grande, dice el

Señor. Porque yo perdonaré su iniquidad y no me acordaré más de su pecado”.


Otra profecía interesante de Jesucristo es Jeremías 31:15 (RVA):

Así ha dicho el Señor: “Voz fue oída en Ramá; lamento y llanto amargo. Raquel

lloraba por sus hijos, y no quería ser consolada por sus hijos, porque perecieron”.

Raquel era esposa de Jacob; sus “hijos” son los israelitas. Esta profecía refiere en primer lugar al

lamento que se levantó cuando tantos judíos fueron matados por los babilonios en el tiempo del


Exilio. Sin embargo esta profecía tiene un segundo cumplimiento cuando Jesucristo nació.

Cuando el Rey Herodes se enteró que el Salvador había nacido en Belén, él mandó matar a todos

los niños menores de 2 años en ese pueblito. El sepulcro de Raquel se queda cerca de Belén. Si

bien Raquel “lloró” por causa del Exilio, ella “lloró” nuevamente cuando los niños de Belén

fueron asesinados (Mateo 2:16-18).

Aplicando el Mensaje de Jeremías a Nuestras Vidas: El libro de Jeremías nos enseña cuán

tercos son los seres humanos. Aún el “pueblo de Dios” a menudo no quiere arrepentirse.

Jeremías tuvo que enfrentar mucha frustración y tristeza y rechazo de parte de la gente. Nosotros

también podemos esperar que habrá momentos difíciles en nuestros ministerios. A veces la gente

rechazará la Palabra de Dios. Pero el Señor fortaleció a Jeremías y ayudará a nosotros también.

Como Jeremías, nosotros no podemos dejar la misión de Dios, porque Dios es paciente y no

quiere que nadie se pierda (2 Pedro 3:9) – ni siquiera los más tercos.

Tema del Libro de Jeremías: La gente terca tendrá que sufrir el castigo

Palabra Clave: Advertencia

El Libro de Lamentaciones Ya estudiamos el libro de Lamentaciones en la Lección 11.

Ezequiel Vino a mí la palabra del Señor, diciendo: “Oh hijo de hombre, yo te he puesto como

centinela para la casa de Israel. Oirás, pues, las palabras de mi boca y les advertirás

de mi parte.” (Ezequiel 3:16b-17, RVA)

Los Tiempos de Ezequiel: Ezequiel era un sacerdote. Fue llevado cautivo a Babilonia en el año

597 A.C., con el segundo grupo de judíos exiliados. En este grupo de exiliados se encontró

también el Rey Joaquín de Judá. Ezequiel se quedó en la tierra de Babilonia, al lado del Río

Quebar (Ezequiel 1:3). Él tuvo una esposa (Ezequiel 24:15-18) y una casa (Ezequiel 8:1).

En el día quinto del mes cuarto del año treinta, mientras me encontraba entre los

deportados a orillas del río Quebar, los cielos se abrieron y recibí visiones de Dios.

Habían pasado cinco años y cinco meses desde que el rey Joaquín fue deportado.

(Ezequiel 1:1-2, NVI)

(El “año treinta” probablemente significa que Ezequiel tenía 30 años de edad cuando vio esta

visión.)

Cuando Ezequiel llegó a Babilonia, Daniel ya había estado allá por 8 años. Daniel ya era muy

conocido (Ezequiel 14:14, 20). Mientras que Daniel servió en el palacio, Ezequiel se quedó entre

los judíos exiliados.

Ezequiel comenzó a profetizar 5 años después de su llegada, en el año 593 p 592 A. C. Ezequiel

era diferente que otros profetas porque sus profecías están casi siempre en orden cronológico y

con fecha. Estas fechas se basan en los años después de la deportación del Rey Joaquín.

Cuando Ezequiel comenzó a profetizar, ya hubo un buen grupo de judíos en Exilio en Babilonia.

Sin embargo el Templo no había sido destruido todavía y los muros de Jerusalén todavía estaban

en pie. Ezequiel profetizó el sitio y la destrucción de Jerusalén y el escuchó las noticias cuando

esto sucedió. Después de la caída de Jerusalén, las profecías de Ezequiel dan consuelo y ánimo

para los judíos arrepentidos. La última profecía del libro tomó lugar 16 años después de la

destrucción total de Jerusalén.


Aquí hay una gráfica de los tiempos de las profecías de Ezequiel. Ezequiel profetizó en Judá

durante los últimos años de ese reino, y durante los primeros años del Exilio.

Fin de los Reyes Rebeldes

Rey Joacaz (malo)

Rey Joacim (malo)

Rey Joaquín (malo)

Min

iste

rio d

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Eze

quie

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Exilio a Babilonia

(70 años)

El Mensaje de Ezequiel: Se puede dividir el libro de Ezequiel en cuatro partes:

Capítulos 1-24: La Casa Rebelde de Judá Caerá

Capítulos 25-32: Las Otras Naciones También Serán Destruidas

Capítulos 33-39: La Restauración del Pueblo

Capítulos 40-48: La Restauración del Templo

Ezequiel predicó los capítulos 1-24 durante 6 años antes de la caída definitiva de Jerusalén en el

año 586 A. C. En esta parte del libro, Ezequiel habla como Jeremías. Condena la maldad de la

gente y predice que Jerusalén pronto será sitiado y capturado. Por un tiempo, Ezequiel se quedó

acostado de un lado en frente de una maqueta de Jerusalén y comía poco pan de mala calidad,

para simbolizar el sitio venidero de Jerusalén. Aunque la gente de Jerusalén trata de esquivar su

responsabilidad, Dios dice que cada persona morirá por su propio pecado.

“La persona que peca, esa morirá… Sin embargo, dicen: ‘No es correcto el camino

del Señor’. Oigan, oh casa de Israel: ¿No es correcto mi camino? ¿No son, más bien,

sus caminos los incorrectos? 26 Si el justo se aparta de su justicia y hace injusticia,

por ello morirá; por la injusticia que hizo morirá. 27 Y si el impío se aparta de la

maldad que hizo, y practica el derecho y la justicia, hará vivir su alma. 28 Por cuanto

mira y se aparta de todas las transgresiones que cometió, ciertamente vivirá; no

morirá. 29 Sin embargo, la casa de Israel dice: ‘No es correcto el camino del Señor’.

¿Acaso mis caminos son incorrectos, oh casa de Israel? ¿No son, más bien, los

caminos de ustedes los incorrectos? 30 Por tanto, yo los juzgaré a cada uno según sus

caminos, oh casa de Israel, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse y vuelvan de todas sus

transgresiones, para que la iniquidad no les sea causa de tropiezo. 31 Echen de

ustedes todas sus transgresiones que han cometido, y adquieran un corazón nuevo y

un espíritu nuevo. ¿Por qué han de morir, oh casa de Israel? 32 Ciertamente, yo no

quiero la muerte del que muere, dice el Señor Dios. ¡Arrepiéntanse y vivan!”

(Ezequiel 18:4b, 25-32, RVA)


Ezequiel predicó los capítulos 25-32 mayormente durante el sitio de Jerusalén (una parte del

capítulo 29 tiene una fecha más tarde). En esta parte, Ezequiel condena la maldad de las

naciones alrededor de Judá, particularmente Fenicia (Tiro) y Egipto. Estas naciones iban a sufrir

el mismo castigo que Jerusalén. Estas profecías se cumplieron dentro de 16 años. Probablemente

Ezequiel escribió estas profecías en lugar de decirlas en voz alta, porque Dios le mandó guardar

silencio desde el principio del sitio de Jerusalén hasta que llegara la noticia de su caída.

Entonces vino a mí la palabra del Señor, diciendo: 2 “Oh hijo de hombre, di al

soberano de Tiro que así ha dicho el Señor Dios: Por cuanto tu corazón se enalteció,

y porque, a pesar de ser hombre y no Dios, dijiste: ‘Yo soy un dios, y estoy sentado

en la sede de los dioses, en el corazón de los mares’; porque igualaste tu corazón al

corazón de Dios… 6 Por tanto, así ha dicho el Señor Dios: Porque igualaste tu

corazón con el corazón de Dios, 7 he aquí yo traigo contra ti extranjeros, los más

crueles de las naciones. Desenvainarán sus espadas contra la hermosura de tu

sabiduría y profanarán tu esplendor.” (Ezequiel 28:1-2 y 6-7, RVA)

Ezequiel predicó los capítulos 33-39 después de escuchar las noticias de la caída de Jerusalén.

Ezequiel inmediatamente predijo que los malos que quedaron en Judá serían destruidos. Además,

el profeta señaló que los líderes del pueblo (los “pastores”) eran en gran manera responsable de

haber desviado a la gente. Pero entonces Ezequiel comenzó a dar esperanza para la gente que

estaba bajo castigo. Profetizó acerca de un futuro “Pastor,” el Mesías venidero.

Yo mismo apacentaré mi rebaño, y lo llevaré a descansar. Lo afirma el SEÑOR

omnipotente. 16 Buscaré a las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a

las heridas y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y

robustas. Yo las pastorearé con justicia. (Ezequiel 34:15-16, NVI)

En estos capítulos Ezequiél profetizó que Dios daría a los judíos un corazón nuevo y fiel. La

tierra de Israel sería habitada de nuevo.

Yo, pues, los tomaré de las naciones y los reuniré de todos los países, y los traeré a

su propia tierra. Entonces esparciré sobre ustedes agua pura y serán purificados de

todas sus impurezas. Los purificaré de todos sus ídolos. Les daré un corazón nuevo y

pondré un espíritu nuevo dentro de ustedes. Quitaré de su carne el corazón de piedra

y les daré un corazón de carne. (Ezequiel 36:24-26, RVA)

Aunque los judíos se sentían tan acabados como unos huesos secos, Dios los levantaría y les

daría vida de nuevo (Ezequiel 37). Aunque gente mala y poderosa (“Gog” y “Magog”)

amenazarían al pueblo de Dios, el Señor les protegería.

Luego [Dios] me dijo: “Oh hijo de hombre, estos huesos son toda la casa de Israel.

He aquí que ellos dicen: “Nuestros huesos se han secado. Se ha perdido nuestra

esperanza. Somos del todo destruidos”. 12 Por tanto, profetiza y diles que así ha dicho

el Señor Dios: “He aquí, oh pueblo mío, yo abriré sus sepulcros. Los haré subir de

sus sepulcros y los traeré a la tierra de Israel.” (Ezequiel 37:11-12, RVA)

Los capítulos 40-48 hablan con mucho detalle acerca de la restauración del Templo. Para

muchas personas hoy en día, esta parte del libro parece un poco fastidioso. Sin embargo, para la

gente de aquella época, esos capítulos probablemente eran los más importantes. Ezequiel mismo

era un sacerdote, y el Templo fue sumamente importante para él. Más aún, el Templo era el lugar

central de toda la religión judía. Para los judíos, era casi inconcebible que el Templo dejara de


existir. La destrucción del Templo en el año 586 A.C. fue un golpe increíble. Ezequiel dedica

mucho tiempo entonces para asegurar a los judíos que Dios tiene planes para restaurar el

Templo. Más tarde, estas profecías se cumplieron en parte cuando el Templo fue reconstruido en

Jerusalén. Pero Jesucristo mismo cumplió estas profecías en una forma más grande en el Templo

de su cuerpo (de donde fluye el Espíritu Santo como ríos de agua viva – véase Ezequiel 47:1 y

Juan 7:37-39). ¡Y todavía esperamos adorar a Dios en el Templo celestial!

Junto a las orillas del río crecerá toda clase de árboles frutales; sus hojas no se

marchitarán, y siempre tendrán frutos. Cada mes darán frutos nuevos, porque el

agua que los riega sale del templo. Sus frutos servirán de alimento y sus hojas serán

medicinales. (Ezequiel 47:12, NVI)

Abundancia de Símbolos: El libro de Ezequiel abunda en visiones y actos simbólicos. Algunos

de esos actos simbólicos (acciones proféticas) eran muy incómodos para Ezequiel (por ejemplo,

guardar silencio por 3 años o comer pan cocinado con excremento humano). Dios advirtió a

Ezequiel que tendría que sufrir personalmente. En el momento cuando comenzó el sitio de

Jerusalén, Ezequiel perdió a su esposa amada. Así los exiliados iban a perder a su amada

Jerusalén (Ezequiel 24:15-27).

El Buen Testimonio: Ezequiel enfatizó que todo este sufrimiento – su sufrimiento personal y el

sufrimiento del pueblo – tenía un solo fin: “sabrán que yo soy Dios.” También la restauración

futura tenía el mismo fin: “sabrán que yo soy Dios.” Esta frase se repite en todo el libro. Después

de la cautividad en Babilonia, los judíos nunca volvieron a pecar con la idolatría como antes.

“Yo manifestaré mi gloria entre las naciones. Todas ellas verán cómo los he juzgado

y castigado. 22 Y a partir de ese día, los israelitas sabrán que yo soy el SEÑOR su

Dios. 23 Y sabrán las naciones que el pueblo de Israel fue al exilio por causa de sus

iniquidades, y porque me fueron infieles. Por eso les di la espalda y los entregué en

manos de sus enemigos, y todos ellos cayeron a filo de espada. 24 Los traté conforme

a sus impurezas y rebeliones, y les volví la espalda.

25 “Por eso, así dice el SEÑOR omnipotente: Ahora voy a cambiar la suerte de Jacob.

Tendré compasión de todo el pueblo de Israel, y celaré el prestigio de mi santo

nombre. 26 Cuando habiten tranquilos en su tierra, sin que nadie los perturbe,

olvidarán su vergüenza y todas las infidelidades que cometieron contra mí. 27 Cuando

yo los haga volver de entre las naciones, y los reúna de entre los pueblos enemigos,

en presencia de muchas naciones y por medio de ellos manifestaré mi santidad. 28 Entonces sabrán que yo soy el SEÑOR su Dios, quien los envió al exilio entre las

naciones, pero que después volví a reunirlos en su propia tierra, sin dejar a nadie

atrás. 29 Ya no volveré a darles la espalda, pues derramaré mi Espíritu sobre Israel.

Yo, el SEÑOR, lo afirmo”. (Ezequiel 37:21-29, NVI)

La última profecía de Ezequiel tiene la fecha de 570 A. C., 16 años después de la caída de

Jerusalén. Así que Ezequiel comenzó sus profecías después de Daniel y terminó antes que

Daniel.

Aplicando el Mensaje de Ezequiel a Nuestras Vidas: Ezequiel tiene mucho que enseñarnos,

pero hay dos cosas en particular que son sumamente importantes para nosotros como misioneros:

el arrepentimiento y el buen testimonio. Con respecto al arrepentimiento, Ezequiel insiste que

cada persona es responsable por sus propias acciones y que uno no puede salvarse por lo que


hizo en el pasado si comienza a andar en mal camino. Por otro lado, Dios no quiere la muerte de

nadie, sino que todos vuelvan de su pecado y vivan (Ezequiel 18:23 y 32; 33:11). Dios obra este

cambio de corazón en nosotros. Como misioneros, no solamente predicamos el arrepentimiento;

también practicamos el arrepentimiento. Vivimos una vida de arrepentimiento.

Con respecto al buen testimonio, Dios nos ha llamado – igual que llamó a Ezequiel – a ser

“centinelas.” Nuestro deber es señalar el camino al cielo a través de Cristo y advertir a las

personas que se han desviado de ese camino. Tenemos una responsabilidad tremenda hacia las

personas alrededor. Sin embargo Dios está con nosotros. Él toca los corazones; nosotros

solamente proclamamos fielmente su Palabra. Además Dios obra en medio de todo lo que

sucede, sea malo o bueno, para dar a entender que él es el Señor, el único Dios verdadero.

Tema del Libro de Ezequiel: Aunque los judíos merecían el Exilio, luego serían restaurados.

Palabra Clave: Centinela

Daniel Daniel respondió en presencia del rey diciendo: “El misterio sobre el cual el rey

pregunta, ni los sabios ni los encantadores ni los magos ni los adivinos lo pueden

declarar al rey. 28 Pero hay un Dios en los cielos, quien revela los misterios.”

(Daniel 2:27-28a, RVA)

Los Tiempos de Daniel: Daniel fue llevado cautivo a Babilonia, probablemente en el año 605

A.C. con el primer grupo de judíos presos. Daniel era un joven de la nobleza. El Rey de

Babilonia mandó entrenar a Daniel y a otros jóvenes para que formaran parte de su corte (Daniel

1:1-5). Daniel, en medio de un imperio pagano, siguió fiel al Señor. Daniel – junto con sus tres

amigos – llegó a ser ejemplo de cómo el creyente debe vivir en medio de un mundo incrédulo.

Aquí hay una gráfica de los tiempos de su ministerio:

Fin de los Reyes Rebeldes

Rey Joacaz (malo)

Rey Joacim (malo)

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Rey Joaquín (malo)


Exilio a Babilonia(70 años)

Regreso del Exilio

Fidelidad en Medio de las Pruebas: El libro de Daniel relata algunos eventos asombrosos,

cuando Daniel mostró mucha fidelidad a Dios a pesar de correr peligro por su fe. Por ejemplo, al

llegar a la corte, Daniel pidió permiso para evitar la comida de la mesa del Rey de Babilonia.

Probablemente tal comida había sido sacrificado a ídolos y además no cumplía con las leyes de

alimentos que los judíos guardaban (Daniel 1:6-21). Luego, los tres amigos de Daniel rehusaron

adorar a un ídolo aún cuando el mismo rey les amenazó con la muerte. En esa ocasión, Dios

mismo envió a su ángel a salvar a los tres de ser quemados vivos en el horno (Daniel 3).


Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que trajesen a Sadrac, a Mesac y a

Abed-nego. Luego estos hombres fueron traídos a la presencia del rey. 14 Y

Nabucodonosor habló y les dijo: “¿Es verdad, Sadrac, Mesac y Abed-nego, que

ustedes no rinden culto a mi dios ni dan homenaje a la estatua de oro que he

levantado?... Porque si no le rinden homenaje, en la misma hora serán echados en

medio de un horno de fuego ardiendo. ¿Y qué dios será el que los libre de mis

manos?” 16 Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron y dijeron al rey: “Oh

Nabucodonosor, no necesitamos nosotros responderte sobre esto. 17 Si es así, nuestro

Dios, a quien rendimos culto, puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu

mano, oh rey, nos librará. 18 Y si no, que sea de tu conocimiento, oh rey, que no

hemos de rendir culto a tu dios ni tampoco hemos de dar homenaje a la estatua que

has levantado.” (Daniel 3:13-18, RVA)

Cuando el Rey Nabucodonosor de Babilonia se preocupó mucho por un sueño, Dios dio a Daniel

la interpretación (Daniel 2:1-47). El Rey se impresionó mucho por Daniel y sus amigos, y les dio

cargos altos en la administración de Babilonia (Daniel 2:48-49, 3:30). Además publicó decretos

promoviendo la adoración al Dios de Israel (el Señor, Yavé – Daniel 3:28-29). Sin embargo,

parece que el Rey Nabucodonosor nunca dejó de adorar a otros dioses (ídolos) también. E Señor

era uno entre muchos seres divinos. Además, el Rey tuvo mucho orgullo y Dios le hizo

enloquecer por un tiempo (Daniel 4:1-37). Cuando el Rey Nabucodonosor volvió en sí, glorificó

a Dios y reconoció su poder.

Ahora, yo, Nabucodonosor, alabo, exalto y glorifico al Rey de los cielos, porque

todas sus obras son verdad y sus caminos son justicia. Él puede humillar a los que

andan con soberbia”. (Daniel 4:37, RVA)

Daniel siguió sirviendo como administrador en el Imperio de Babilonia hasta el final. El último

Rey de Babilonia, Belsasar, probablemente reinó conjuntamente con su padre. Ese rey agarró los

vasos y utensilios que habían sido saqueados del Templo de Jerusalén hace años, y los utilizó

para beber vino en una gran fiesta. Una mano sobrenatural escribió palabras sobre una pared, y el

rey se acudió a Daniel para la interpretación. Según Daniel, el reino de Babilonia iba a terminar y

el Imperio de Media y Persia iba a surgir como poder mundial (Daniel 5:1-28).

Así sucedió. Esa misma noche el Rey Ciro de Persia capturó la ciudad de Babilonia y mató a

Belsasar. Varios libros del Antiguo Testamento refieren al Rey Ciro el Grande. En cambio,

Daniel utiliza el nombre “Dario” en vez de “Ciro.” Hay dos posibilidades:

1) Posiblemente “Dario” era un nombre alternativo para “Ciro”. Casi todos los reyes en la

antigüedad tuvieron más que un nombre.

2) Posiblemente “Dario” era el “rey” de la ciudad de Babilonia y la zona alrededor, pero

estaba sujeto al gran rey “Ciro el Grande” quien dominaba todo el imperio persa. Daniel

6:28 da apoyo a esta idea.

El Rey Dario mantuvo a Daniel como un gobernante en su nuevo imperio (Daniel 6:1-3). Sin

embargo, algunos enemigos de Daniel lograron que el rey firmara una ley que en efecto prohibía

la oración por un tiempo. Como siempre, Daniel siguió firme al Señor y siguió orando a Dios.

Como castigo, fue echado en un foso de leones. Sin embargo, Dios salvó a Daniel y el Rey Dario

de Persia lo restauró, castigando a sus enemigos (Daniel 6).


Ya cerca, lleno de ansiedad [el rey] gritó: “Daniel, siervo del Dios viviente, ¿pudo tu

Dios, a quien siempre sirves, salvarte de los leones?” 21”¡Que viva Su Majestad por

siempre!” contestó Daniel desde el foso. 22 “Mi Dios envió a su ángel y les cerró la

boca a los leones. No me han hecho ningún daño, porque Dios bien sabe que soy

inocente. ¡Tampoco he cometido nada malo contra Su Majestad!”

(Daniel 6:20-22, NVI)

Daniel sirvió en el gobierno pagano por más que 67 años, por lo menos hasta el año 538 A.C.

Primero sirvió bajo los babilonios y luego bajo los persas y los medos. Sin embargo, aunque hizo

un buen trabajo, nunca se dejó llevar por la idolatría alrededor. Hasta el final, Daniel siguió fiel

al Señor.

Además que las historias, el libro de Daniel contiene varias profecías (visiones) acerca del

futuro. El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2:34-45) detalla los reinos que surgirán hasta la

venida del Salvador (el Mesías):

1) El Imperio de Babilonia

2) El Imperio de Media y Persia

3) El Imperio de Grecia

4) El Imperio de Roma

5) El Reino de Dios (la venida del Salvador)

Visiones de Daniel: En la última parte del libro, Daniel relata algunas visiones que él mismo

tuvo. En el capítulo 7, la visión de las cuatro bestias parece tener una explicación muy similar

al sueño de Nabucodonosor (arriba). Esta visión explica simbólicamente los reinos que surgirán

antes de la llegada del Mesías.

En el capítulo 8, la visión del carnero y del macho cabrío provee más detalles del futuro de los

imperios de Persia y de Grecia.

En el capítulo 9, Daniel se acuerda de la profecía de Jeremías, que el Exilio duraría 70 años.

Luego ora al Señor y recibe una profecía que el pueblo judío será juzgado nuevamente después

de “70 sietes” o “70 semanas” y el Mesías vendrá después de 69 de esas “semanas.”

En los capítulos 10 y 11, Daniel relata una explicación de parte del ángel Miguel, de los hechos

de futuros reyes en el norte y en el sur. Estos datos corresponden en mucho detalle con el reinado

de los Seleucidas en Siria (en el norte) y el reinado de los Tolomeos en Egipto (en el sur).

Estos eventos ocurrieron en los años 323-164 A. C., en los tiempos entre el Antiguo Testamento

y el Nuevo Testamento.

En el capítulo 12, Dios asegura a Daniel nuevamente que aunque habrá una abominación y

mucho sufrimiento, aquél que siga fiel hasta el final será bendito. Esta profecía tiene que ver con

el Día Final. Daniel no entiende toda la profecía, pero un ángel le asegura que Daniel no debe

preocuparse; él recibirá su recompensa cuando se levanta en el Día Final (Daniel 12:13).

En aquel tiempo se levantará Miguel, el gran príncipe que está del lado de los hijos

de tu pueblo. Será tiempo de angustia, como nunca fue desde que existen las naciones

hasta entonces. Pero en aquel tiempo tu pueblo será librado, todos aquellos que se

encuentren inscritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra

serán despertados, unos para vida eterna y otros para vergüenza y eterno horror. Los


entendidos resplandecerán con el resplandor del firmamento; y los que enseñan

justicia a la multitud, como las estrellas, por toda la eternidad. (Daniel 12:1-3, RVA)

Hay debate sobre algunos puntos de las visiones de Daniel, porque ellas utilizan muchos

símbolos. Daniel mismo no entendía todo. Sin embargo, es asombroso cuántos detalles de las

profecías corresponden precisamente con acontecimientos históricos en los siglos después de

Daniel. Particularmente, Daniel señala la venida del Mesías después de una serie de reinos – y

esto corresponde precisamente con el tiempo en que vino Jesucristo.

La Teoría Moderna de un “Daniel Falso”: Las personas que no creen en la profecía tienen

dificultades con el libro de Daniel y sus profecías detalladas. Para desacreditar el libro, estas

personas dicen que Daniel mismo no pudo haber escrito el libro. Mas bien, ellos piensan que el

libro fue escrito siglos más tarde, después de que habían sucedido las cosas profetizadas. Según

ellos, las profecías no son verdaderamente profecías.

Sin embargo, el libro mismo dice que Daniel es el autor (Daniel 7:1, 8:1, etc.). No hay ninguna

evidencia escrita en la antigüedad que niegue que Daniel escribió este libro. Además, si Dios

puede ver el futuro, por supuesto pudo haber dado estas profecías a Daniel. La “Teoría del

Daniel Falso” es un ejemplo de cómo algunas personas tergiversan los datos para desmentir

cualquier evidencia que contradice sus ideas.

El Idioma del Libro de Daniel: El libro de Daniel es muy interesante también por su idioma. La

introducción (el capítulo 1) y la mayoría de las profecías (capítulos 8-12) están escritas en

hebreo. Pero las historias (capítulos 2-7) están escritas en arameo. En los tiempos de Daniel, el

arameo era más conocido internacionalmente que el hebreo. El arameo es muy parecido al

hebreo, como el portugués es muy parecido al español.

Aplicando el Mensaje de Daniel a Nosotros: Daniel enfrentó muchos retos, tratando de vivir

como un creyente en un mundo pagano. Hoy en día también los cristianos somos menoría.

Vivimos en un mundo muy materialista con muchos valores anti-bíblicos. ¿Cómo podemos

seguir fieles a Dios cuando nos etiquetan como “intolerantes” y “fanáticos” porque creemos que

Jesucristo es el único Salvador? ¿Cuándo la sociedad insiste que debemos aceptar el aborto, la

eutanasia, la inmoralidad sexual (y los actos homosexuales) y otras prácticas que van en contra

de la Palabra de Dios? Daniel no solamente siguió fiel al Señor; también mostró el amor de Dios

en momentos muy difíciles. Por ejemplo, cuando Daniel no quiso comer de la mesa del Rey, él

no gritó ni pataleteó ni criticó a la gente por no ser creyentes. Al contrario, Daniel sabiamente

buscó llegar a un acuerdo que beneficiaría a todos. Así ganó el respeto de los no creyentes.

¿Podemos nosotros ser fieles a Dios pero a la vez dar buen testimonio con una actitud respetuosa

y llena del amor? Además Daniel era humilde en vez de orgulloso. No le dio pena admitir que él

no comprendía todos los detalles de las visiones que él tuvo. Cuando interpretamos la Biblia,

debemos tener la misma humildad y honestidad que Daniel.

Tema del Libro de Daniel: Fidelidad a Dios en medio de un mundo incrédulo

Palabra Clave: Fidelidad


Libros de Profecía: los Profetas Mayores Nombre del

Libro Significado del Nombre ¿De Qué se Trata el Libro?

Isaías Un Profeta:

“Dios es Salvación”

Frase Clave: El “Quinto Evangelio”

El Castigo de Dios y la Consolación de Dios

Isaías aplica la Ley (el juicio de Dios sobre la

maldad) y el Evangelio (la salvación y el perdón

de Dios) a los israelitas y también a nosotros.

Predice muchos detalles de la venida de Jesucristo.

Jeremías Un Profeta:

“Dios es Alto”??

Frase Clave: El “Profeta Llorón” (Advertencia)

Tema: La Terquedad y el Cautiverio de los Judíos

Jeremías advierta a los judíos que los babilonios van a

destruir a su país por causa de la idolatría y la maldad.

El profeta pone su vida en peligro para avisar al

pueblo, pero casi nadie hace caso.

Lamentaciones Lamentaciones

(Duelo)

Palabra Clave: Lamento

Tema: Poemas de Lamento por el Cautiverio

5 poemas que lamentan los sufrimientos de los

judíos cuando los babilonios saquearon a

Jerusalén. Jeremías (el autor) llora no solamente

por los sufrimientos del pueblo sino también por

su terquedad y falta de arrepentimiento.

Ezequiel Un Profeta:

“Dios es Fortaleza”

Palabra Clave: El Centinela

El Juicio y la Restauración

Ezequiel anuncia que el pueblo de Judá merece el

castigo del Exilio. Sin embargo, a pesar de su pecado,

Dios les va a restaurar. Ezequiel llama a cada persona a

arrepentirse. Enfatiza la necesidad de dar un buen

testimonio acerca del Dios verdadero.

Daniel Un Profeta:

“Dios es Juez”

Palabra Clave: Fidelidad

Fidelidad a Dios en medio de un Mundo Incrédulo

El libro relata cómo Daniel se mantuvo fiel a Dios en

medio de la corte real en Babilonia, un ambiente

totalmente donde él corría peligro de su vida por causa

de su fe. El libro también presenta visiones detalladas –

pero muy simbólicas – del futuro.


Unidad 16: Profetas Mayores – Preguntas de Reflexión Por favor conteste estas preguntas. En la clase hablaremos de las diferentes respuestas.

1. Hubo más profetas en algunos momentos que en otros. Después de Malaquías hubo “400

años de silencio.” Hoy en día tampoco hay muchos profetas verdaderos. Algunas

personas dicen que hoy no hay profetas porque no estamos en la onda con el Espíritu

Santo. ¿Está usted de acuerdo? ¿Por qué piensa usted que no hay profetas hoy en día?

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2. ¿Cuál es su pasaje favorito del libro de Isaías? ¿Cómo podemos poner este pasaje en

práctica hoy en día?

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3. ¿Cuál es su pasaje favorito del libro de Jeremías? ¿Cómo podemos poner en práctica este

pasaje hoy en día?

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4. ¿Cuál es su pasaje favorito del libro de Ezequiel? ¿Cómo podemos poner en práctica este

pasaje hoy en día?

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5. ¿Cuál es su pasaje favorito del libro de Daniel? ¿Cómo podemos poner en práctica este

pasaje hoy en día?

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6. En tiempos antiguos, los judíos no creyeron a Jeremías porque sus profecías chocaron

con los deseos de la gente. Hoy en día, ¿cuáles son algunas cosas en el mensaje de Cristo

que chocan con las ideas y los deseos prevalentes en nuestra cultura?

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Unidad 16: Profetas Mayores – Preguntas de Repaso Estas preguntas están diseñadas para prepararle para los exámenes.

La Interpretación de los Libros Proféticos 1. ¿Por qué es difícil interpretar las profecías del Antiguo Testamento?

a) Porque los profetas refieren a ciertos _____________________________

b) Porque los profetas utilizan muchos ______________

c) Porque las profecías casi siempre están en forma de ____________

2. ¿Cómo podemos aprovechar las profecías del Antiguo Testamento?

1) Nosotros hoy podemos ver el _______________ de las profecías en __________

2) Nosotros hoy podemos aplicar _________________________________________

3. Cuando los profetas regañan a la gente por su pecado, nosotros debemos

______________________________________________________________.

Cuando los profetas consuelan a la gente, ______________________________________

__________________________________.

4. ¿Cuáles son los pasos para interpretar bien una profecía del Antiguo Testamento?

1) ___________

2) Conocer el ______________

3) Buscar ___________________________

4) Averiguar cuál es el ___________________

5) ______________ la profecía a la ___________ de uno

Los Profetas en Diferentes Tiempos del Antiguo Testamento 5. Escriba el nombre de uno de los profetas que profetizó en el tiempo de los Comienzos:

_________________

6. Escriba los nombres de algunos de los profetas que profetizaron en el tiempo de los

Patriarcas:

___________________________________________________

7. Escriba los nombres de algunos de los profetas que profetizaron en el tiempo del Éxodo:

___________________________________________________

8. Escriba el nombre de uno de los profetas que profetizó en el tiempo de la Conquista y

los Jueces:

_________________

9. Escriba los nombres de algunos de los profetas que profetizaron en el tiempo del Reino

Unido:

___________________________________________________



Dividido, en el Reino de Israel: (no hay que escribir todos, solamente algunos)

_______________________________________________________________________


Dividido, en el Reino de Judá: (no hay que escribir todos, solamente algunos)

_______________________________________________________________________

12. Escriba los nombres de algunos de los profetas que profetizaron en el tiempo del Exilio

y Regreso: (no hay que escribir todos, solamente algunos)

_______________________________________________________________________

13. ¿Qué son los “400 Años de Silencio?” (escoja una sola respuesta)

a. Los 400 años cuando los israelitas eran esclavos en Egipto

b. Los 400 años de la época del Reino Dividido

c. Los 400 años desde el Rey Salomón hasta el Regreso del Exilio

d. Los 400 años desde Malaquías hasta Juan el Bautista

Los Libros de los Profetas Mayores 14. Memorice los nombres de los 5 libros de los “profetas mayores,” en orden.

15. ¿Por qué Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel son llamados los “profetas mayores”?

a. Porque cada uno escribió un libro largo de profecías

b. Porque cada uno era anciano cuando profetizó

c. Porque ellos eran más importantes que otros profetas

d. Porque ellos vivían en épocas anteriores a los otros profetas

16. ¿Cuál es el tema de cada profeta mayor? Escriba la letra correcta en cada espacio:

1) Isaías: ___

2) Jeremías: ___

3) Ezequiel: ___

4) Daniel: ___

A. Fidelidad a Dios en un Mundo Pagano

B. La Gente Terca Recibirá su Castigo

C. Los Judíos Merecían el Exilio, pero Luego Serían

Restaurados

D. El Castigo de Dios y la Consolación de Dios

E. Poemas de Lamento por el Cautiverio

El Contexto Histórico de los Profetas Mayores 17. ¿Cuáles de los profetas mayores profetizaron en Judá? (marque todas las correctas)

Isaías

Jeremías

Ezequiel

Daniel


18. ¿Cuáles de los profetas mayores profetizaron en Babilonia? (marque todas las correctas)

Isaías Jeremías

Ezequiel Daniel

Isaías 19. ¿Cuáles fueron los reyes de Judá durante el tiempo cuando Isaías profetizó?

a) El Rey ___________ que era bueno pero desobedeció y terminó con la lepra.

b) El buen Rey _____________

c) El malvado Rey ___________ que sacrificó a sus propios ____________

d) El buen Rey _____________ que llevó a cabo grandes ______________

e) El malvado Rey _____________ que probablemente mató a Isaías

20. ¿Qué hicieron los asirios durante la vida de Isaías?

_______________________________________________________________________

21. ¿Cuál es el tema de la primera parte del libro de Isaías (capítulos 1-39)? (escoja una sola

respuesta correcta)

a. Isaías condena el pecado pero también da un poco de esperanza de salvación.

b. Isaías se enfoca en la salvación pero también condena algunos pecados.

c. Isaías predice el comienzo del Imperio Romano.

d. Isaías critica al malvado Rey Manasés por su adulterio.

22. ¿Cuál es el tema de la segunda parte del libro de Isaías (capítulos 40-66)? (escoja una

sola respuesta correcta)

a. Isaías condena el pecado pero también da un poco de esperanza de salvación.

b. Isaías se enfoca en la salvación pero también condena algunos pecados.

c. Isaías predice el comienzo del Imperio Romano.

d. Isaías critica al malvado Rey Manasés por su adulterio.

23. En la primera parte del libro (capítulos 1-39), Isaías relata cómo Dios salvó al buen Rey

Ezequías de las manos de los ______________.

24. En la segunda parte del libro (capítulos 40-66), Isaías relata cómo Dios salvará a su

pueblo después de sufrir el exilio a manos de los _________________.

25. ¿Quién es el “Siervo del Señor” en las profecías de Isaías? (escoja todas las correctas)

a. Isaías mismo b. El pueblo de Judá

c. Jesucristo d. El arcángel Miguel

e. El Rey Amón


26. ¿Por qué algunos estudiosos piensan que el libro de Isaías fue escrito por diferentes

autores?

1) Porque diferentes partes del libro tienen un ____________ diferente y un

_______________ diferente.

2) Porque la segunda parte del libro tiene profecías detalladas de

__________________________________________________________.

27. ¿Por qué pensamos nosotros que todo el libro fue escrito por Isaías mismo?

1) Hay diferentes estilos en el libro porque Isaías profetizó durante ______________

____________ y en muchas ________________________.

2) Hay profecías detalladas del Exilio porque Dios __________________________.

28. ¿Por qué algunas personas dicen que Isaías es el “Quinto Evangelio?”

1) _________________________________________________________________

2) _________________________________________________________________

Jeremías 29. ¿Cuál fue el terrible castigo de Dios, que Jeremías profetizó y presenció? (escoja una sola

respuesta correcta)

a. Una gran sequía surgió en toda la tierra de Israel, por causa de su idolatría.

b. Un terremoto destruyó los muros de Jerusalén y mató a mucha gente.

c. Los asirios conquistaron el Reino de Israel y mataron a muchas personas.

d. Los babilonios conquistaron a Judá y destruyeron a Jerusalén y el Templo.

30. ¿Por qué se dice que Jeremías es el “profeta llorón?”

_______________________________________________________________________

_______________________________________________________________________

31. ¿Cuáles fueron algunas de las maldades que Jeremías sufrió de parte de sus enemigos?

a) Sufrió la ___________________________

b) Fue _______________

c) Fue _______________

d) Fue metido en una _____________

32. Según Jeremías, ¿por qué los judíos debían sufrir el Exilio en Babilonia?

_____________________________________________________________________

33. Según Jeremías, ¿qué sucedería después de 70 años en Babilonia?

_____________________________________________________________________

34. Según Jeremías, ¿qué sucedería al final a Babilonia? ___________________________


35. En el libro de Jeremías, las profecías no están en orden. ¿Por qué?

Porque Jeremías vivió en un tiempo de mucha _____________________________

36. ¿Qué hizo el rey Joacim con el libro de Jeremías?

__________________________________________

¿Qué hizo Jeremías al respecto?

_______________________________________________________________________

37. ¿Qué esperanza ofreció Jeremías?

a) El castigo de Dios _________________________________________

b) El pueblo ________________________________________________

c) Dios haría un _____________________________________________

38. ¿Cuándo se cumplió la promesa de un nuevo pacto de perdón?

_________________________________________

39. El libro de Jeremías nos enseña:

a) La gente a menudo es ___________

b) Cuando enfrentamos momentos difíciles, Dios nos ____________

c) Dios quiere salvar aún a los ___________

Ezequiel 40. ¿Cuál fue la profesión de Ezequiel antes de ser profeta? _____________

41. ¿Cuándo fue llevado Ezequiel al Exilio en Babilonia?

En el año ____________, en el ____________ grupo de exiliados

42. Escriba los datos correspondientes en cada parte de la siguiente tabla:

Fecha (Antes del sitio de Jerusalén,

durante el sitio de Jerusalén o

después del sitio de Jerusalén)

Tema

Ezequiel 1-24 Antes del sitio

Ezequiel 25-32

Ezequiel 33-39

Ezequiel 40-48

43. ¿Por qué la profecía de la restauración del Templo era particularmente importante?

a) Era importante para Ezequiel porque él había sido _____________

b) Era importante para el pueblo porque Templo era _________________________


44. ¿Qué dice Ezequiel con respecto al arrepentimiento y la responsabilidad de cada persona

por lo que ha hecho?

_______________________________________________________________________

45. ¿Qué dice Ezequiel acerca de ser “centinela,” de dar buen testimonio?

_______________________________________________________________________

Daniel 46. ¿Qué hicieron Daniel y sus tres amigos para mantenerse fieles a Dios en medio del

Imperio de Babilonia?

a) Daniel evitó la _________________________________________________

b) Sus amigos rehusaron ___________________________________________

47. Por el poder de Dios, Daniel interpretó un ___________ del Rey Nabucodonosor.

Por el poder de Dios, Daniel interpretó las ______________________________ en

tiempos del Rey Balsasar.

48. Al final, el Imperio de Babilonia cayó ante el poder del Imperio de Media y Persia. ¿Qué

sucedió con Daniel en ese momento?

a. Daniel murió.

b. Daniel fue llevado preso nuevamente.

c. Daniel siguió como uno de los gobernadores.

d. Daniel regresó a la tierra de Judá.

49. ¿Qué hizo Daniel al principio del Imperio de Persia, para mantenerse fiel a Dios?

Sus enemigos promovieron una ley que prohibía la _________ pero Daniel no hizo caso.

50. Como consecuencia, ¿qué sucedió a Daniel?

Fue arrojado al ____________________________ pero Dios le ____________

51. Escriba “V” si la frase es verdadera, o “F” si es falsa:

___ a. Hay mucha controversia con respecto a la interpretación de algunas de las

profecías de Daniel.

___ b. Daniel mismo comprendió el significado de todos los detalles de sus profecías.

___ c. Las profecías de Daniel contienen muchos detalles asombrosos acerca de lo que

iba a suceder desde el Exilio hasta la venida del Mesías.

52. La introducción (capítulo 1) fue escrito en: Hebreo Arameo

Las historias (capítulos 2-7) fueron escritos en: Hebreo Arameo

Las visiones (capítulos 8-12) fueron escritos en: Hebreo Arameo

53. ¿Por qué algunas personas dicen que Daniel mismo no pudo haber escrito el libro?

Porque ellas no creen en la ____________. Por eso, ellas piensan que el libro de Daniel

fue escrito después de ______________________________.

Unidad 15: La Profecía en el Antiguo Testamento · BIB 101: La Misión de Dios en el Antiguo...

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