PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 12 PÁGINA 125

Unidad 12destierroy restauración

EN LA ILUSTRACIÓN, BAJORRELIEVE ASIRIO CON ESCENAS DEGUERRA.

ISRAEL ATRAVESÓ EN EL DESTIERRO LA PRUEBA MÁS DURA PARA SU FE. CON ANGUSTIA SEPREGUNTABA: «¿QUÉ FUE DEL DIOS QUE NOS SALVÓ DE EGIPTO?» PERO LES DESTERRADOS DELREINO DE JUDÁ SIN REY, SIN PATRIA, SIN TEMPLO, MEDITABAN, JUNTO A LOS CANALES DEBABILONIA, LA HISTORIA RELIGIOSA DE SU PUEBLO.

EsquemaESTE ES EL ESQUEMA QUE SIGUE EL TEXTO.LÉELO ANTES DE PONERTE A ESTUDIAR.

1. EL DESTIERRO Y EL REGRESO1.1. El destierro de Babilonia1.2. El fin del destierro1.3. El regreso a la patria1.4. Los samaritanos1.5. La «Casa del Señor»

2. BAJO LA TUTELA DE LOS PERSAS2.1. Un período de paz2.2. El peligro del puritanismo2.3. Los pobres de Yahveh2.4. La esperanza de la Buena Noticia

3. BAJO LA DOMINACIÓN GRIEGA3.1. El impero de Alejandro Magno3.2. La tiranía de los seléucidas

277 Sal 137,1-6.

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3.3. Levantamiento de los Macabeos3.4. La literatura apocalíptica

4. ROMA ENTRA EN ESCENA

bibliografíaLA UNIDAD HA SIDO CONFECCIONADAUSANDO LAS OBRAS CITADAS MÁS ABAJO.

Esta etapa de la historia de la salvación la encontramos en los siguientes libros del AntiguoTestamento: 2 de Crónicas, Esdras, Nehemías, 1 y 2 de Macabeos y en los libros proféticos.

para estudiarLEE EL TEXTO, HAZ UN ESQUEMAY ANOTA LAS DUDAS QUE TE SURJAN.

1. EL DESTIERRO Y EL REGRESO

1.1. El destierro de Babilonia

En la sesión anterior habíamos dejado la historia del pueblo de Dios en un momentodramático: derrotado por Nabucodonosor, rey de Babilonia, y emprendiendo la amarga ruta deldestierro. Todo esto pasaba —recordémoslo— el año 587 antes de Cristo.

Nos podemos imaginar el estado de ánimo de aquella gente. Lo habían perdido todo ytoda la culpa era suya: no habían hecho caso a los profetas y ahora recogían los amargos frutos.En tierra extranjera, la nostalgia de la patria, el remordimiento y la tristeza les roen el corazón.El presente es triste, el futuro se presenta negro: sólo viven de recuerdos del pasado.

Ni siquiera pueden encontrar refugio o consuelo en su fe. Los hechos que acababan devivir significaban una de estas dos cosas: o bien su Dios, Yahveh, se había cansado de ellos y loshabía abandonado, o bien había demostrado ser menos poderoso que los dioses de losvencedores, ya que no había podido salvarlos del desastre. La alternativa resultaba desalentadora.Todo se había hundido definitivamente.

El salmo 137 refleja admirablemente la tristeza y añoranza de los deportados de Babilonia:«Junto a los canales de Babilonia nos sentamos a llorar con nostalgia Sión; en lossauces de sus orillas colgábamos nuestras cítaras. Allí los que nos deportaron nosinvitaban a cantar nuestros opresores, a divertirlos; “Cantadnos un cantar de Sión.”¡Cómo cantar un cántico del Señor en tierra extranjera! Si me olvido de ti,Jerusalén, que se me paralice la mano derecha; que se me pegue la lengua alpaladar si no me acuerdo de ti, si no pongo a Jerusalén en la cumbre de misalegrías.»277.La violenta sacudida que supuso para el pueblo judío el destierro resultó ser un fuerte

revulsivo. El sufrimiento lo hizo madurar. Fue una experiencia dramática, pero su fe salió

278 Esd 1,2-3; ver también 2Cro 36,23.

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ESTA CABEZA DE MÁRMOL PUDO SER DEL PROPIO CIRO EL GRANDEO DE ALGÚN OTRO GRAN REY PERSA. CIRO FUE FAMOSO POR SUTOLERANCIA CON LAS RELIGIONES Y DIOSES NO PERSAS.

purificada y madura en la prueba. Los grandesacontecimientos les obligaron a replantearse muchascosas, a inventar formas de vivir su fe y a descubrirdimensiones nuevas hasta entonces insospechadas.No hay duda de que hombres como Ezequiel contri-buyeron a que esto fuera posible. Lo cierto es que eldestierro marcó muy profundamente la fe de aquelpueblo.

Muchos libros de la Biblia nacerán en eldestierro o pocos años más tarde y son el testimoniode esta maduración que experimentó el pueblo. Eldestierro fue una crisis, y bien dura por cierto, peroque no hundió al pueblo, sino que lo hizo crecer.

1.2. El fin del destierro

Los grandes imperios tienen su época deesplendor y sus períodos de decadencia. Babiloniacomenzó a declinar mientras surgía un nuevo impe-rio: el imperio persa. Ciro, rey de Persia, conquistaráel imperio babilónico. Una de las primeras medidasque tome será permitir que el pueblo judío deportadoen Babilonia pueda volver a su país. Esto les permiti-rá reconstruir el Templo y llevarse allí los tesoros yobjetos sagrados que Nabucodonosor había arrebata-do como botín de guerra.

Todo esto sucedía el año 538. Casi a los cincuenta años, la trágica deportación estaba apunto de concluir. Se cumplían así las promesas esperanzadoras de Ezequiel y del SegundoIsaías. Como en un nuevo éxodo, la mayoría de los judíos deportados emprenden la ruta devuelta a su patria con el corazón rebosante de alegría y dispuestos a comenzar de nuevo.

Ahora el pueblo depende políticamente del imperio persa, pero la política del rey Ciro lesdeja un amplio margen de autonomía religiosa. Dependen de Persia, pero pueden tener suspropias leyes y practicar su religión. El rey Ciro ha sido su libertador. El instrumento de que seha servido Dios para cumplir su designio de salvar al pueblo una vez expiada su culpa. Los librosde la Biblia no escatiman elogios al hablar de Ciro. Llegan, incluso, a llamarlo el Ungido deYahveh.

1.3. El regreso a la patria

Ciro fue una bendición para los exiliados hebreos. Apenas vencidos los babilonios, y enpoder de sus nuevos dominios publicó un edicto, por el que se permitía a los cautivos regresara la tierra y, sobre todo, a la ciudad que tanto amaban, Jerusalén. Al comienzo del libro de Esdrastenemos las palabras con que se nos presenta el edicto:

«Así dice Ciro, rey de Persia: Todos los reinos de la tierra me ha dado Yahveh, Dios delcielo, y él mismo me ha encomendado le edifique una casa en Jerusalén, de Judá. Quien de entrevosotros pertenezca a cualquier porción de su pueblo, sea su Dios con él y suba a Jerusalén,situada en Judá, y edifique la casa de Yahveh, Dios de Israel, o sea el Dios que esté enJerusalén»278.

Podemos imaginarnos la honda alegría que esta orden produjo en el pueblo de Israel. Notodos volvieron, ya que algunos habían hecho fortuna, u ocupaban cargos elevados, y prefirieronquedarse, estableciéndose fuera de las fronteras de su nación y dando así lugar a lo que se llamó«La Diáspora». Es decir, los judíos que seguían siendo judíos, pero que habitaban lejos de

279 Ver Lc 9,51-53.

280 Ver Lc 9,54.

281 Ver Jn 4,9.

282 Jn 8,48.

283 2Re 17,24.

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Palestina.El exilio había sido una prueba difícil para la fe de los hijos de Israel, que durante aquellos

años habían vivido, no sólo en contacto, sino mezclados con un pueblo pagano. Humanamentehablando, hubiera resultado fácil para ellos perder la especial religiosidad monoteísta, que loshabía diferenciado siempre de los demás pueblos y renegar de su Dios, que, al fin y al cabo, noles había librado de la derrota ni de la cautividad. Pero Dios no abandonó a su pueblo y, le envióhombres, de la talla de los profetas Jeremías y Ezequiel, que mantuvieron vivo el espíritu israelita.

La inmensa mayoría, pues, se mantuvo fiel. Pero hubo además muchos que no sevincularon a la tierra extraña en que vivían, y habían permanecido en la esperanza de que algunavez se produjera este gran día de la repatriación. Y por fin se realizó esta esperanza. ¡Habíaterminado el destierro! Ya podían volver a la montaña idealizada, donde David estableciera lacapital de la nación santa.

Los judíos que quedan en Babilonia no se desentienden de sus compatriotas, sino quefinancian la expedición, y el primer convoy de repatriados se pone en movimiento, al mando deun tal Sesbasar. Poco después, salen nuevas caravanas todas llenas de planes y de entusiasmo.Su proyecto es construir en seguida el Templo y la ciudad. Pero su primer intento fracasa, porqueson pocos, porque la empresa es difícil y, sobre todo, porque los residentes en la zona escribenal rey advirtiéndole contra ellos, y Ciro, temeroso de revueltas y peligros, prohíbe la continuaciónde las obras.

Pero la inactividad y el desaliento duran poco, porque, animados por los profetas Ageo yZacarías, los recién llegados pronto inician de nuevo la reconstrucción del Templo, consiguiendoademás el apoyo del nuevo rey Darío, que les envía una fuerte ayuda material (Esd 1-6).

1.4. Los samaritanos

En los cuatro Evangelios nos encontramos con que, en tiempo de Cristo, hay en mediode Palestina un grupo de gentes despreciadas y odiadas profundamente por los judíos. Son lossamaritanos. Adoran al mismo Dios que sus vecinos, pero no acuden a Jerusalén a cumplir lospreceptos que indica la Ley. Son parangonados, por todos, con los publicanos o los pecadorespúblicos. Al paso de Jesús por uno de sus pueblos, se niegan a recibirle porque es judío279. Losapóstoles Santiago y Juan quieren que caiga sobre ellos fuego del cielo para destruirles280. Unamujer samaritana se asombra de que Jesús le dirija la palabra281. Y los fariseos, en plenoparoxismo de odio contra Cristo, no encuentran mayor insulto que escupirle a la cara: «¡Eressamaritano!»282. Como quien dice, «eres un perro».

¿De dónde ha venido tanto odio? Pues bien, es precisamente en el período, querecordamos en esta unidad, donde nació una enemistad que, sólo la total destrucción deJerusalén y la dispersión de los judíos, en el año 70 después de Cristo, pudo hacer desaparecer.

Para entenderlo, hemos de volver atrás, al libro 2 de los Reyes, donde leemos que, allá enlos días de la caída del reino del norte, en el 721 antes de Cristo «el Rey de Asiria mandó gentesde Babilonia, de Cuta, de Aya, de Jamat y de Sefarvaim y las estableció en las ciudades deSamaría, en lugar de los hijos de Israel. Se posesionaron de Samaría y habitaron en susciudades»283.

Estos extranjeros trajeron consigo sus dioses, pero, adoctrinados en la religión del país,aceptaron también a Yahveh. Y a su vez, los israelitas habitantes de la tierra, se dejaron seducirpor los dioses de los recién llegados, aunque no abandonaron, tampoco por eso, su fe en el Diosde sus padres.

La fusión de los nativos de Samaría con los colonos advenedizos, fue una híbrida

284 2Re 17,41.

285 Esd 3,10-13.

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mezcolanza de gentes, a quienes se llamó «samaritanos», que mantuvieron su especial situación,a lo largo de los siglos, como dice el autor del Libro de los Reyes: «Así, pues, estas gentesreverenciaron a Yahveh y sirvieron a la vez a sus ídolos. También sus hijos y los hijos de sus hijoshan venido obrando hasta el día de hoy lo mismo que sus padres»284.

Los samaritanos habían salido beneficiados materialmente con la deportación de losjudíos a Babilonia. Y por lógica, cuando éstos volvieron, haciendo valer sus derechos sobre susantiguos terrenos e intentaron reedificar su Templo como símbolo central de su Religión, susvecinos sintieron que su posición estaba en peligro. La actitud que adoptaron no fue al principiode agresividad, sino que más bien intentaron un acercamiento, ofreciéndose a colaborar, con losrecién llegados, en las obras. Pero los judíos se negaron. En una empresa tan sagrada para ellos,no podían aceptar ayuda de gente que había corrompido el santo legado espiritual de susantepasados. Y entonces se produjo la escisión definitiva.

1.5. «La Casa del Señor»

Echando una ojeada general a estos años, sobresale un hecho central y fundamental parael Judaísmo: la reconstrucción del Templo. Y es que Israel hace girar en torno a él todas susactividades, toda su vida. Y no sólo su vida religiosa, sino cuanto es esencial para el alma hebrea.Resulta difícil, desde nuestra mentalidad, hacerse una idea del espectáculo organizado en tornoa la reconstrucción del templo:

«Cuando los obreros pusieron los cimientos de la casa de Yahveh, asistieron lossacerdotes revestidos, con trompetas, y los levitas, los hijos de Asaf, con címbalospara alabar a Dios, según la ordenación de David, rey de Israel, y cantabanalabando y confesando a Yahveh: “Porque es bueno, porque es eterna sumisericordia para Israel.” Todo el pueblo lanzaba gritos jubilosos alabando aYahveh, porque se ponían los cimientos de la casa de Yahveh. Muchos de lossacerdotes y levitas y de los jefes de familias, ya ancianos, que habían conocidola casa primera, lloraban en voz alta al ver poner los cimientos de esta obra,mientras que los demás gritaban jubilosos, no pudiendo distinguirse en el puebloentre el clamor de los gritos de alegría y el de los llantos, porque clamaba elpueblo con júbilo y el ruido se oía hasta lejos»285.

2. BAJO LA TUTELA DE LOS PERSAS

2.1. Un período de paz

Desde la vuelta del destierro y durante un largo período, el pueblo judío dependerá delimperio persa. Durante estos años el pueblo goza de una amplia autonomía, beneficiándose dela política liberal de Ciro y de sus sucesores.

Los persas piensan, en efecto, que si a un pueblo se le puede dominar por la fuerza delas armas, es mucho mejor ganárselo con un trato favorable. Gracias a ello, durante el períodoque va desde el 538 —año de la vuelta del destierro— hasta el 333, el pueblo judío disfruta deuna paz que le consiente rehacer su vida y reconstruir sus instituciones. Son años sin granhistoria que contrastan con el pasado inmediato tan lleno de agitación y con el período queseguirá.

2.2. El peligro del puritanismo

Con la vuelta a su patria, se le presentaba al pueblo una ocasión inmejorable paracomenzar de nuevo. Como quien estrena una camisa nueva. Los jefes y reformadores del pueblo,

286 Esd 7,26.

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Esdras y Nehernías, no quieren caer en los errores del pasado, desean encarrilar bien las cosas.Pretenden tapar todas las grietas por donde se pueda colar el mal. Adoptan medidas radicalespara garantizar el éxito.

Si en el pasado el trato con los pueblos les hizo caer a veces en la idolatría, ordenan ahoraque todo judío que se haya casado con una mujer extranjera la eche de casa y se divorcie de ella.Si en el pasado no cumplir la Ley les había conducido a la perdición, procurarán ahora que todoel mundo la cumpla, a las buenas o a las malas, imponiendo duras sanciones a los transgresores.«Al que no cumpla exactamente la Ley de Dios o la orden del rey, que se le condene a muerte oal destierro, o a pagar una multa o a la cárcel»286.

Nadie pone en duda la buena fe y la buena intención de los reformadores, pero es ciertoque su política encerraba el riesgo del puritanismo. Las ganas de hacerlo bien les hacían caer enactitudes intransigentes y poco moderadas. Otro peligro era la hipocresía: Dios quiere que elpueblo cumpla la Ley, pero no basta con que lo haga externamente y por miedo al castigo.

Dos libritos de esta época reflejan cierta mirada crítica al rigorismo de los reformadores.El libro de Rut refiere el caso de una mujer extranjera que, siendo extranjera, es fiel en todo aYahveh, modelo de buena hija y excelente esposa. El cuento de Jonás, el profeta, nos recuerdaque Dios es mucho más compasivo y mucho menos intransigente que nosotros. No actúa comoamo justiciero que castigue severamente a la primera que hagamos, sino que perdona, una y otravez, «porque no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta y viva».

2.3. Los pobres de Yahveh

En este momento de la historia, las glorias pasadas quedaban muy lejanas. Ahora elpueblo judío es un pueblo insignificante, sometido a los poderosos imperios que le rodean. Unpueblo que en medio de su pobreza trataba de conservarse fiel a su Dios.

Recordando su pasado, el pueblo advierte que la vida de muchos de sus mejores hombresestaba marcada por la pobreza, la persecución y el sufrimiento; que la sencillez de corazón es loque les ha hecho grandes a los ojos de Dios. El pueblo recuerda también que las épocas en quenada les ha faltado, en que se han sentido seguros de sus propias fuerzas, han sido muchas vecesépocas en que se han apartado de Dios.

No pocas veces en el pasado, la vida fácil y desahogada, libre de riesgos y afanes, les hahecho autosuficientes y poco solidarios; ha hecho languidecer su esperanza y casi ha apagadosu fe.

Recordando todo esto, el pueblo descubre el tesoro de la pobreza. Y nace y se cultiva unestilo de vida, una espiritualidad que valora la sencillez, la persecución y la pobreza como unasituación vital que les aproxima a Dios. La pobreza y el infortunio, la persecución y el sufrimientono son signos de maldición divina. Yahveh ama con preferencia a los más sencillos y desvalidos.Sin esperanzas humanas, falto de fuerzas, el pobre pone en Dios toda su confianza.

Algunos salmos recogen oraciones que brotan de esta corriente de espiritualidad de lospobres de Yahveh.

También la historia que nos cuenta el libro de Job nos muestra un hombre maltratado porla vida con toda clase de desgracias y calamidades. Los que le rodean y sus mismos amigospiensan que su desgracia es un castigo de Dios. Job se rebela y se declara inocente. No aceptael veredicto de sus amigos y apela al tribunal de Dios. Cuando Dios habla le da la razón: elsufrimiento es un misterio, pero no es señal de un castigo de Dios.

2.4. La esperanza de la Buena Noticia

La espiritualidad de los pobres de Yahveh marca también las esperanzas mesiánicas. ElMesías que Dios enviará para salvar a su pueblo no actuará como un guerrero a sangre y fuego,será el Ungido de Dios, justo y pacífico, que vendrá a liberar y a hacer justicia a su pueblo. Estepueblo de gente sencilla y pobre vive esperando la Buena Noticia de la llegada de este Mesías

287 Za 9,9-10.

288 Is 61,1-3.

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libertador. Fíjate cómo hablan de él estos textos:

«Alégrate, ciudad de Sión; aclama, Jerusalén; mira a tu rey que está llegando:justo, victorioso, humilde, cabalgando un asno, una cría de borrica. Destruirá loscarros de Efraín y los caballos de Jerusalén; destruirá los arcos de guerra y dictarápaz a las naciones»287.

«El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviadopara dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados,para proclamar la amnistía a los cautivos y a los prisioneros la libertad; paraproclamar el año de gracia del Señor, el día del desquite de nuestro Dios; paraconsolar a los afligidos, a los afligidos de Sión; para cambiar su ceniza en corona,su traje de luto en perfume de fiesta, su abatimiento en cánticos»288.

3. BAJO LA DOMINACIÓN GRIEGA

3.1. El imperio de Alejandro Magno

En la segunda mitad del siglo IV, en Macedonia, al norte de Grecia, se está formando unnuevo imperio. Alejandro Magno hereda de su padre el reino de Macedonia. Después de asegurarbien la hegemonía macedónica en Grecia, se lanza a la conquista del imperio persa.

El año 334 cruza el Helesponto. Un año después derrota al rey persa Darío III en Isos y,atravesando Palestina, va a Egipto donde funda la ciudad de Alejandría. De nuevo vuelve al norte.Su avance arrollador no encuentra resistencia. A los nueve años de comenzar su campaña, elimperio de Alejandro Magno se extiende hasta la India. El pueblo judío queda engullido dentrodel imperio.

El año 323, cuando sólo tenía 33 años, Alejandro muere en Babilonia, víctima de lamalaria. A su muerte, sus generales se enzarzan en luchas feroces para alzarse con el poder. Elaño 301, acaba la guerra partiendo el inmenso imperio en cuatro partes, al frente de cada cualdominará uno de los generales. Tolomeo se queda con Egipto. Seleuco, otro general, con Siriay Mesopotamia. Palestina queda en medio, en su estratégica posición, codiciada por unos y otros.Durante todo el siglo III, del 301 al 198 antes de Cristo, los lágidas, descendientes de Tolomeo,controlarán y mantendrán el dominio sobre Palestina, pese a los intentos de los seléucidas porcambiar la situación.

El pueblo judío, pueblo pequeño y poco poderoso, va quedando a merced de los embatesde los grandes imperios, sometido al oleaje de la historia. En la práctica su situación ha cambiadobien poco. Simplemente han cambiado de amo: en vez de los persas, ahora tienen a los lágidas.

3.2. La tiranía de los seléucidas

El año 198, Antíoco III, rey seléucida, vence al general egipcio Escopas en la batalla dePaneion, cerca del nacimiento del Jordán. Los elefantes importados de la India son poderosasarmas de guerra que sorprenden y desarman a los egipcios. Palestina pasa al dominio de losseléucidas.

Pero ahora no se trata de un simple cambio de amo. No tardará la nueva situación endesencadenar la tragedia. Los seléucidas, a fin de aglutinar su imperio, quieren imponer a lospueblos sometidos una misma cultura, una misma ley y una misma religión. Convencidos de lasuperioridad de su civilización quieren imponerla, quieran o no, a todos sus súbditos; por algoson ellos los vencedores. Quien se resiste es perseguido a muerte.La situación aún será más grave con la subida al trono de Antíoco IV, el año 174 antes de Cristo.

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El rey acuña moneda en cuya inscripción se proclama la divinidad del rey. Saquea los tesoros delTemplo de Jerusalén para hacer frente a los gastos de sus campañas militares.

El año 167 entroniza en el Templo la estatua de Zeus de Olimpo, queda abolido el cultoa Yahveh y es substituida por los sacrificios obligatorios a los dioses paganos. Un decreto realcastiga con pena de muerte la observancia de la ley mosaica y la práctica de la religión yavista.El corazón de los judíos fieles se angustia entre la indignación y la impotencia. Su fe y suidentidad nacional están en peligro. Se enfrentan al dilema: han de escoger entre salvar su fe osalvar la vida.

3.3. Levantamiento de los Macabeos

Ante la política del rey, los judíos se van definiendo: unos le siguen la corriente; otros, porfidelidad a sus convicciones, no quieren ceder y arrostran el martirio. La Biblia recoge algunoscasos de ejemplar heroísmo de estos mártires de la fe, como el de aquella madre que anima asus hijos en presencia de los verdugos a mantenerse firmes en sus convicciones.

La situación se hacía cada vez más tensa. Bastaba una chispa que encendiera la revuelta.Y saltó la chispa. En el poblado de Modín, el sacerdote Matatías se deja llevar por la indignacióny mata al delegado real que había llegado al pueblo para obligar a todos sus habitantes a ofrecersacrificios a los dioses griegos. Matatías con sus hijos —los llamados hermanos Macabeos— yotros judíos que se le unen se refugian en las montañas y comienzan una lucha de guerrillascontra el imperio seléucida.

La lucha es larga y difícil, pero poco a poco y como fruto de sus victorias van arrancandode sus tiranos espacios de libertad. Consiguen la libertad religiosa y, después de purificar elTemplo, reinstauran el culto de Yahveh. Unos años después, hasta obtienen para el pueblo laexención de pagar el tributo.

Gracias a las armas y al juego político de alianzas se llega a una situación de prácticaindependencia. Los descendientes de los macabeos forman una dinastía, llamada de losasmoneos, que ocupa el trono real.

Los hechos de estos difíciles años han dejado su huella en la Biblia. Un par de librosllamados primero y segundo libro de los Macabeos nos cuentan las peripecias de la época.Tiempos de héroes y de mártires. Enfrentado a una situación de vida o muerte, el pueblo hasalido victorioso. El segundo libro de los Macabeos subraya insistentemente el carácterreligioso de la lucha. Da a entender también que en esta época va tomando cuerpo la convicciónde fe de una vida más allá de esta vida: Dios no puede dejar de premiar la generosidad deaquellos hombres que, por causa de la fe, daban todo lo que tenían, incluso la propia vida. Laproclamación de esta certeza es muchas veces la última palabra que se pone en labios de los queson asesinados o caen en el campo de batalla. Dios dará la vida a quienes han dado la vida porél.

3.4. La literatura apocalíptica

También en esta época aparece y se pone de moda un tipo de literatura, nada fácil de leere interpretar: los Apocalipsis. La Biblia recoge uno: el Apocalipsis de Daniel. Son de difícil lecturaporque están cargados de visiones complicadas, llenas de cifras, de colores y personajessimbólicos. La intención con la que se escribieron fue la de mantener la fe y la esperanza de losfieles en un tiempo en que todo empujaba a la desesperación. Cuando el futuro se presentabatan negro, cuando parecía que las fuerzas del mal lo iban a arrasar todo, los autores de losapocalipsis proclaman una convicción de fe: Dios es el Señor de la historia y la historia, guiadapor Él, camina hacia su culminación que, contra lo que pueda parecer en un momentodeterminado, será el triunfo total del bien y de la justicia, y la aniquilación del mal, la injusticiay la violencia.

Aunque el mal pueda ganar alguna batalla, la victoria final será del bien. Las dificultadespresentes son una prueba transitoria: los que permanezcan firmes, lograrán la victoria. Ésta esla intención honda de los apocalipsis: alentar la esperanza cuando todo convida a rendirse yclaudicar ante la fuerza avasalladora del mal. Todos los simbolismos que contienen los

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apocalipsis los hemos de entender e interpretar a la luz del fin que persiguen.

4. ROMA ENTRA EN ESCENA

La dinastía de los asmoneos, descendientes de los macabeos, gobernará el pequeñoestado que, después de tantos años de haberla perdido, ha conquistado su independencia.Pero los descendientes de los macabeos irán cayendo en el favoritismo, las luchas fratricidas yla represión más brutal. Los descendientes de los héroes de la resistencia se convierten enrepresores y verdugos de las aspiraciones nacionalistas. El pueblo, especialmente los fariseos,los odia.

Mientras tanto un nuevo imperio crece en el Mediterráneo. Roma va apoderándose delmundo. También el país de los judíos es objeto de su ambición. Las rivalidades internas quedividen Judea facilitan la entrada a Roma. El año 63 antes de Cristo, el general romano Pompeyoanexiona la provincia de Siria al imperio romano. Nuevamente el pueblo judío pierde laindependencia: pequeño satélite del poderoso imperio de Roma.

Hemos llegado al umbral del Nuevo Testamento. Bajo el reinado de Herodes el Grande,nombrado por los romanos rey de los judíos, bajo el control del emperador, nacerá Jesús deNazaret. En él han visto los cristianos cumplidas las esperanzas del pueblo de Israel, la realizaciónde las promesas de Dios.

resumenAQUÍ TIENES EL RESUMEN DEL TEMAQUE HEMOS DESARROLLADO EN LAS PÁGINAS PRECEDENTES.

El destierro en Babilonia fue para el pueblo de Dios una experiencia amarga, pero que sirviópara afianzar la fe. Duró desde el 537 al 538 antes de Cristo.

Ciro, rey de Persia, conquistando el impero babilónico puso fina al destierro del pueblo judíoy permitió a los desterrados que quisieron volver a su tierra y reconstruir el templo de

Jerusalén. Ciro fue visto por los creyentes como un enviado de Dios para liberarlos.

Después de volver a la patria, no fue fácil el nuevo asentamiento. Esdras y Nehemías seesforzaron por hacer una reforma de la vida religiosa del pueblo, y por mover a todos al

cumplimiento de la Ley de Dios.

En el siglo IV antes de Cristo el imperio griego vence al Persa. Israel cae ahora bajo sudomino, que al principio no supuso grandes cambios, pero que, a partir del 198 será una

carga pesada para los creyentes fieles que se verán obligados a elegir entre perder su vida oabandonar la fe de sus mayores y adorar a los dioses del imperio. De esta época son las revueltasde los Macabeos.

Después de la dominación griega, vino la romana, a partir del año 63 antes de Cristo.

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para reflexionarESTE MATERIAL TE AYUDARÁA ENTENDER MEJOR Y A PROFUNDIZAR EL TEMA.

1Sobre el destierro de Babilonia.C. F. S., marzo de 2004, Jesús PRIETO.

QUÉ QUITA Y QUE DA EL DESTIERRO

El pueblo de Israel ha perdido todo lo que constituía su vida: la tierra, signo concreto de labendición de Dios a su pueblo; el rey, por el que Dios transmitía esa bendición, garantía de la unidaddel pueblo y su representante ante Dios; el templo, lugar de la presencia divina.

En definitiva, Israel ha perdido incluso a su Dios. Por esta época, se piensa que cada país esprotegido por su dios nacional, que da fuerza a sus ejércitos. Así pues, el Dios de Israel ha sidovencido por el dios Marduk de Babilonia. Nadie se pone al servicio de un dios vencido...

El gran milagro del destierro es que esta catástrofe, en lugar de ser la ruina de la fe de Israel,provoca una exaltación de esa misma fe y la purifica. Esto se debe a algunos profetas, como Ezequiely un discípulo de Isaías designado como Segundo Isaías, y a unos sacerdotes. Estos hacen que elpueblo repase sus tradiciones para descubrir en ellas un fundamento a su esperanza. Juntos,inventarán así una nueva forma, más espiritual de vivir su fe. ¿No hay ya templo ni sacrificios? Puesse reunirán el sábado para celebrar a Dios y meditar su palabra. ¿No hay ya rey? Pues Dios será elúnico y verdadero rey de Israel. ¿Ya no hay tierra? Pues la circuncisión en la carne dibujará un reinode dimensiones espirituales... Así, en el destierro, se inaugurará lo que se llama el JUDAÍSMO, esdecir, una forma de vivir la religión judía que será la del tiempo de Jesús y la del nuestro.

¿QUÉ CUÁL ERA LA SITUACIÓN DE LOS JUDÍOS DEPORTADOS?

No es fácil responder a esta pregunta. El pueblo sufrió un shoc psicológico y moral terrible,y padeció también en su carne. Por aquella época la toma de una ciudad y la deportación significabamujeres violadas, niños estrellados contra las piedras, guerreros empalados o descuartizados vivos,ojos saltados, cabezas cortadas... Puede leerse en el salmo 137 (136) un eco de estos sufrimientos.

Pero, por otra parte, no debemos imaginarnos la vida en Babilonia como la de un campo deconcentración. Los judíos gozan de una libertad relativa (que no excluye el control y lasimposiciones tributarias y personales). Ezequiel puede visitar libremente a sus compatriotas; éstospueden dedicarse, si quieren, a la agricultura. Al final del destierro, algunos prefirieron quedarse enBabilonia, donde formaron un grupo importante y próspero. Los archivos del banco «Murasu» deNippur (al sur de Babilonia) nos indican que, un siglo después del destierro, algunos judíos teníanuna cuenta corriente bastante saneada.

Los desterrados descubren el pensamiento de los sabios babilonios sobre la condiciónhumana... los judíos entran así en contacto directo con un pensamiento que ya estaba ampliamenteextendido por todo el Próximo Oriente: también esto les ayudará a reflexionar.

PRIMER CUATRIMESTRE - UNIDAD 12 PÁGINA 135

para escribirSIGUE LAS INSTRUCCIONESY ESCRIBE TU REFLEXIÓN EN EL CUADERNO DE TRABAJO.

1Define estos términos usando tus propias palabras (recuerda que, como siempre, nosreferimos a su sentido en el Antiguo Testamento):a) Destierro o exiliob) Diásporac) Judaísmod) Pobres de Yahvehe) Apocalíptica

2Di en pocas palabras lo que hizo cada uno de los personajes siguientes, por lo quemerecieron aparecer en los libros del Antiguo tEstamento.a) Samuelb) Saúlc) Davidd) Salomóne) Jeroboam y Roboamf) Cirog) Esdras y Nehemías

3Lee en tu biblia el libro de Rut. Lee primero la introducción al libro que trae tu Biblia.Después de la lectura, contesta: ¿cuáles son los temas principales que toca el libro?¡Cuidado!, lo que se te pide no es cuentes la historia, sino las enseñanzas de la misma.No te preocupes si te parece difícil: escribe lo que puedas; en la próxima sesión elprofesor os ayudará con lo que os falte.

4Cuando el acceso a la Sagrada Escritura no era nada fácil ni por los costes (no todospodían comprar una Biblia) y por la lengua (¡el latín!), nuestros antepasados sabbían«leer» los relatos bíblicos en las representaciones iconográficas de las sillerías de loscoros, de los retablos, de los viacrucis... de las iglesias. En gran mediad nosotroshemos perdido esa capacidad. Y tenesmo que recuperarla. Hagamos un ejerciciosencillo. En las páginas siguientes tienes una serie de viñetas que representanmomentos del Antiguo Testamento. Están todas sacadas de una Biblia infantil: La Bibliadel niño. Selección de textos bíblicos. Ponlas en orden cronológico y explica lo quecada una de ellas representa.

El orden de las viñetas es el siguiente:

1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14

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La viñeta de la izquierda representa...

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