Unidad 9. EspañA, De La RestauracióN A La Guerra Civil.

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Unidad 9. España, de la Restauración a la Guerra Civil. R.G.R

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Unidad 9. España, de la Restauración a la Guerra Civil.

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• Restauración y crisis del 98.Restauración y crisis del 98.• El Reinado de Alfonso XIII.El Reinado de Alfonso XIII.• La Segunda República.La Segunda República.• La Guerra Civil: inicio y desarrollo del La Guerra Civil: inicio y desarrollo del

conflicto y su evolución política y conflicto y su evolución política y consecuencias de la Guerra.consecuencias de la Guerra.

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El Reinado de Alfonso XIII.El Reinado de Alfonso XIII.

• Guerra hispano-norteamericana.

• 1902, juró la constitución.

• 1906, contrajo matrimonio y se produce el intento el atentado.

• Desde 1914, la atomización de los partidos dinásticos coincidió con un extraordinario

desarrollo económico -gracias a la apertura de mercados provocada por la primera

guerra mundial.

• La dictadura de Primo de Rivera (1923-1930) introdujo un paréntesis de tranquilidad y de orden y

terminó la guerra de Marruecos, gracias al desembarco en Alhucemas, reducto del cabecilla

rebelde Abd el-Krim (1925).

• Las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron una gran mayoría republicana en los

grandes centros urbanos

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La Segunda República.La Segunda República.

• En 1930 el pacto de San Sebastián (agosto 1930), y, apoyados por la UGT y algunos militares, prepararon una insurrección republicana para el 15 de diciembre del mismo año; ésta fracasó, tras ser reprimida la sublevación de Galán y García Hernández en Jaca (13 diciembre) y pese a la de Cuatro Vientos, al no producirse la efectiva participación de las organizaciones obreras. El comité revolucionario fue encarcelado, y Galán y García Hernández fueron fusilados.

• las elecciones municipales de 12 de abril de 1931 dieron el triunfo, en la casi totalidad de las capitales de provincia, al bloque republicano-socialista. El día 14, Alfonso XIII, al ser acatada por Sanjurjo la autoridad del comité revolucionario, salió del país. Inmediatamente, sin derramamiento de sangre, se produjo la transmisión de poderes.

• El nuevo gobierno, presidido por Niceto Alcalá Zamora y compuesto por radicales (Lerroux y Martínez Barrio), radicalsocialistas (Domingo y Albornoz), socialistas (Prieto, Largo Caballero, De los Ríos), más el catalanista Nicolau d'Olwer, el galleguista Casares Quiroga, Manuel Azaña y Miguel Maura, estableció el estatuto provisional de la república (15 abril), por el que se cumplimentaban los acuerdos de San Sebastián (cuestión de responsabilidades, libertad de creencias y cultos, ampliación de derechos individuales, respeto a la propiedad privada), y convocó a cortes constituyentes (3 junio).

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reforma técnica del ejército encaminada a reducir el gran número de sus oficiales y jefes (1931-1932); después de implantar el vorcio, secularizar los cementerios y disolver la Compañía de Jesús (enero 1932), se intentó la total sustitución de la enseñanza religiosa por la laica, se llevó a cabo un amplio programa de instrucción pública (a principios de 1933 se habían construido unas 10.000 escuelas) y, finalmente, se prohibió a las órdenes religiosas dedicarse al comercio, la industria y la enseñanza (ley de congregaciones, mayo 1933); el estatuto de autonomía catalán (setiembre 1932) y la ley de reforma agraria (julio- setiembre 1932) fueron aprobados. Todo ello provocó la fuerte oposición de las derechas del país, en especial de determinadas jerarquías de la Iglesia, como el cardenal Segura, y de gran parte del ejército (sublevación de Sanjurjo, agosto 1932). Por su parte, la política económica del régimen, si bien consigió mantener un presupuesto equilibrado y detener la deflación mediante la puesta en marcha de un amplio programa de obras públicas, no pudo impedir la existencia de gran número de parados. En realidad, pese a la legislación ferroviaria, la ley bancaria y la evaluación del impuesto sobre la renta, el poder económico del capitalismo español quedó intacto y el régimen, sin haber conseguido atraerse ni a la burguesía ni a los obreros y campesinos, sufrió en 1933 derrota tras derrota (elecciones municipales de abril; elección para el tribunal de garantías constitucionales, setiembre).

Azaña tuvo que dimitir, y Alcalá Zamora, primer presidente de la república, elegido tras la aprobación de la constitución (diciembre 1931), encargó a Martínez Barrio la formación de nuevo gobierno (octubre 1933), que disolvió las cortes y convocó nuevas elecciones. Éstas (19 noviembre-3 diciembre) significaron un cambio fundamental, que determinó el triunfo del ala derecha de la pequeña burguesía y una influencia predominante de las clases conservadoras.

Diversos factores estuvieron implicados en su triunfo, especialmente la reagrupación de las derechas en un bloque unido: la CEDA formó coalición con los agrarios, los monárquicos alfonsinos (Renovación española) y los tradicionalistas, y en algunos distritos electorales se unió con los radicales y republicanos conservadores. La ruptura de la coalición republicano-socialista y la abstención de los anarcosindicalistas implicaron la débil posición de las izquierdas en las mismas cortes; los radicales fueron los más beneficiados, y alcanzaron un predominio extraordinario al explotar el descontento de la clase media urbana.

Se formaron gobiernos radicales (Lerroux, 16 diciembre 1933; Samper, 28 abril 1934), con el apoyo condicionado de la CEDA; estos gabinetes intentaron la destrucción de algunas realizaciones del bienio anterior, especialmente en el aspecto social y religioso; amnistía de los sublevados del 10 de agosto de 1932, restitución de los bienes expropiados a la aristocracia, restauración, aunque parcial, de los haberes al clero y devolución de las propiedades confiscadas a las órdenes religiosas; en cuanto a la administración municipal y provincial, la política de rectificación llevó a la sustitución de los funcionarios republicanos de izquierdas por hombres afectos a la nueva política, fundamentalmente radicales; se dio un nuevo sentido a los jurados mixtos, cuyos presidentes fueron sustituidos por hombres favorables a los patronos (reducción de los salarios, elevación de las rentas de la tierra, derogación de la ley de términos municipales). Ello supuso para los radicales la escisión encabezada por Martínez Barrio, por su desacuerdo con la política llevada por su propio partido en el poder (formación de Unión republicana).

La posición del gobierno cambió en cuanto al problema autonómico de las regiones; en Cataluña se suscitó el conflicto con la ley de contratos de cultivo, aprobada por la Generalidad (con la que había triunfado Esquerra republicana en las elecciones de enero 1934) y declarada anticonstitucional por el tribunal de garantías constitucionales; del mismo modo, en el País Vasco se prohibieron las elecciones de representantes municipales, con la finalidad de establecer el concierto económico con el gobierno.

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La reacción de campesinos y obreros surgió ante la nueva situación (huelga convocada por la Federación nacional de los trabajadores de la tierra [primavera de 1934], huelgas promovidas por la CNT, y de los metalúrgicos en Madrid). Por otra parte, en el seno del Partido socialista se radicalizó la disensión entre el ala moderada (Prieto) y Largo Caballero, quien, a raíz de lo que consideraba desgaste de los socialistas en el poder, apoyaba una postura más radical. En Cataluña, el Bloc obrer i camperol propugnaba la unión de sindicatos y partidos obreros (Alianza obrera), que se hizo efectiva en ciertas regiones al recibir el apoyo de Largo Caballero, de algunas organizaciones del PSOE, de la mayoría de la UGT y de los sindicatos de oposición, y de la CNT. También los republicanos expresaban su preocupación ante la no declaración de republicanismo por la CEDA y su doctrina de la accidentalidad de las formas de gobierno, y el temor ante una situación internacional en la que el totalitarismo había hecho su aparición (subida de Hitler al poder [1933], represión violenta contra la socialdemocracia austríaca por el canciller Dollfuss [febrero 1934]), y sus implicaciones en España (creación de Falange española [29 octubre 1933], su unión con las JONS [febrero-marzo 1934] y las actitudes de tipo fascista de las juventudes de Acción popular).El 4 de octubre de 1934 Lerroux formó un gobierno en el que entraron tres ministros de la CEDA; tras los repetidos temores y amenazas de la izquierda por la formación de un gobierno radicalcedista, estalló la revolución de octubre de 1934: huelga general, levantamiento armado del proletariado en Asturias, sublevación de la Generalidad de Cataluña (reprimidos violentamente por el gobierno, que decretó el estado de alarma y la censura de prensa).En 1935 (en mayo había cinco ministros cedistas, entre ellos Gil-Robles en Guerra), el gobierno continuó su política revisionista, facilitada por la liquidación de los movimientos insurreccionales; a pesar del intento reformista agrario de Giménez Fernández, que mantuvo un programa basado en la política social católica, pero que fue atacado por la extrema derecha y la propia CEDA, dominada por los terratenientes, el gobierno aprobó la contrarreforma agraria y se planteó la reforma de la constitución; por otra parte, las medidas propuestas por Chapaprieta, ministro de Hacienda, fracasaron ante la oposición de la grandeza a los tímidos intentos de reforma tributaria (elevación de los impuestos sobre la herencia y la transferencia de grandes propiedades), y su plan de estabilización afectó especialmente al presupuesto de instrucción pública y a la reducción de sueldos a los funcionarios. En octubre de 1935, el escándalo del estraperlo y el asunto Nombela contribuyeron al desprestigio y destrucción del partido radical (Lerroux), y, en consecuencia, de la coalición radicalcedista.Debido a la política represiva del gobierno y a la anulación de la obra reformista del primer bienio, a partir de abril de 1935 los republicanos de izquierda, en especial Azaña, propusieron una unión de las fuerzas de la izquierda, liberales y obreristas. El Partido comunista de España propugnaba asimismo la formación de un frente común antifascista, según el programa previsto por la III internacional (7.º congreso, julio-agosto 1935). El presidente de la república, Alcalá Zamora, pretendía una solución republicana moderada, con el afianzamiento del centro; encargó a Portela Valladares la formación de nuevo gobierno (14 diciembre 1935), con la misión de disolver las cortes y convocar elecciones. El 15 de enero se llegó a la formación de un pacto electoral (Frente popular) entre los republicanos de izquierda, los partidos obreros y los sindicatos (la CNT no entró en el pacto, pero lo apoyó prácticamente).Tras la victoria del Frente popular en las elecciones de 16 de febrero de 1936, Portela Valladares presentó su dimisión (19 febrero), y se formó un nuevo gobierno, encabezado por Azaña y compuesto por republicanos (Izquierda republicana y Unión republicana), sin participación de las organizaciones obreristas, que intentó poner en práctica inmediatamente el programa del frente populista. Sin embargo, las elecciones habían demostrado el fracaso de los partidos centristas (Portela Valladares), y se había acentuado la radicalización de las posiciones en un triple plano: a nivel general, polarización en derechas e izquierdas; a nivel de partidos y organizaciones sindicales, afianzamiento de las tendencias extremistas (pérdida de partidarios de la CEDA en favor de la Falange; apoyo mayoritario a Largo Caballero en el seno del PSOE y la UGT); finalmente, entre los líderes políticos, sustitución de los moderados por los más radicales: Gil-Robles por Calvo Sotelo, entre las derechas, y Besteiro y Prieto por Largo Caballero, entre los socialistas.

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En las ciudades, la pugna se estableció entre las organizaciones empeñadas en la aplicación al máximo del programa

del Frente popular y las organizaciones derechistas (generalización de los choques entre las milicias obreras y

grupos falangistas paramilitares). Por otra parte, los campesinos se lanzaron a la apropiación espontánea de

tierras, impulsados por la CNT y por la Federación de los trabajadores de la tierra.

Las nuevas cortes fueron reflejo de esta situación, exagerada por algunos diputados (Calvo Sotelo, Gil-Robles). El 8

de mayo, aquéllas pusieron término a la crisis gubernamental, provocada por la destitución de Alcalá Zamora (7

abril), con la elección de Azaña como presidente de la república. Éste, al parecer, creía poder evitar, desde su nuevo

cargo, un golpe fascista y la posible formación de un gobierno exclusivamente socialista. Intentó lograr la

participación de los socialistas (Prieto) en el gobierno, pero, ante la negativa de éstos (Besteiro, Largo Caballero),

cuya ala izquierda, encabezada por Largo, abogaba, desde las columnas de Claridad, por una revolución socialista,

tuvo que llamar a Casares Quiroga a la presidencia del gobierno.

Azaña, que temía un golpe militar, envió a los generales Franco y Goded a Canarias y Baleares, respectivamente y

confió la jefatura del gobierno militar de Pamplona a Mola; con ello no pudo evitar que los grupos

antirrepublicanos, ante el temor de la consolidación de la república democrática, prepararan una conspiración,

organizada por Mola, que debía dar lugar a un levantamiento en julio. El asesinato de José Calvo Sotelo (13 julio),

principal representante civil de la misma, motivó el adelantamiento del golpe militar, que se produjo el 18 de julio.

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La Guerra Civil: inicio y desarrollo del conflicto La Guerra Civil: inicio y desarrollo del conflicto y su evolución política y consecuencias de la y su evolución política y consecuencias de la

GuerraGuerra

Mola La Proclama del General (1936).Tan pronto tenga éxito el movimiento nacional, se constituirá un Directorio, que lo integrará un presidente y cuatro vocales

militares. Estos últimos se encargarán precisamente de los ministerios de la Guerra, Marina, Gobernación y Comunicaciones.

El Directorio ejercerá el Poder con toda su amplitud; tendrá la iniciativa de los Decretos-Leyes que se dicten, los cuales serán refrendados por todos sus miembros.

Dichos Decretos-Leyes serán refrendados en su día por el Parlamento Constituyente elegido por sufragio, en la forma que oportunamente se estime.

Los primeros Decretos-Leyes serán los siguientes:

• Supresión de la Constitución de 1931.

• Cese del presidente de la República y miembros del Gobierno

• Atribuirse todos los poderes del Estado, salvo el judicial, que actuará con arreglo a las Leyes y Reglamentos preestablecidos que no sean derogados o modificados

• Defensa de la Dictadura Republicana. Las sanciones de carácter dictatorial serán aplicadas por el Directorio sin intervención de los Tribunales de Justicia

• Derogación de las Leyes y Reglamentos y disposiciones que no estén de acuerdo con el nuevo sistema orgánico del Estado

• Disolución de las actuales Cortes.

• Disolución del Tribunal de Garantías Constitucionales

• Restablecimiento de la pena de muerte en los delitos contra las personas (…)

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Ayuda Material Soviética.

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Fases de la Guerra.

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Fases de la Guerra.

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Batalla de Madrid

Febrero de 1937.

Batalla del Jarama.

Marzo de 1937. Batalla de Guadalajara.Noviembre 1936. Asalto a Madrid