Unidad 1 - Carrasco p. - Historia de América Latina, 1 - Prefacio y Capitulo 1

53
I listoria de América Latina, 1 Pedro Carrasco América indígena Guillermo Céspedes La conquista Alianza Editorial

Transcript of Unidad 1 - Carrasco p. - Historia de América Latina, 1 - Prefacio y Capitulo 1

  • I listoria de Amrica Latina, 1

    Pedro Carrasco Amrica indgena Guillermo Cspedes La conquista

    Alianza Editorial

  • Historia de Amrica Latina Dirigida por Nicols Snchez-Albornoz

    1. Amrica indgena Pedro Carrasco La conquista Guillermo Cspedes

    3. Reforma y disolucin de los Imperios ibricos. 1750-1850 Tulio Halperin Doghi

    Monografas Poblacin y mano de obra en Amrica Latina Compilacin de Nicols Snchez-Albornoz Breve Historia de Centroamrica Hctor Prez Brignoli

  • Pedro Carrasco y Guillermo Cspedes Nicols Snchez-Albornoz Alianza Editorial, S. A., Madrid. 1985

    Calle Miln, 38; 28043 Madrid; telf. 200 00 45 I.S.B.N.: 84-206-4201-0 (Tomo I) I.S.B.N.: 84-206-4299-1 (O.C.) Depsito legal: M. 38.175-1985 Compuesto en Fernndez Ciudad, S. L. Impreso en Lavel. Los Llanos, nave 6. Humanes (Madrid) Printed in Spain

  • NDICE

    AMERICA INDGENA Prefacio 11

    ^T) Origen y diversidad de las culturas americanas 15 Los primeros pobladores, 15.Tipos socioculturales. 21.reas cultu-rales del continente. 28.

    S El rea mesoamericana 33 Extensin y ambiente, 33.Lenguas, 37.Arqueologa e historia, 39.

    fST) La cultura nahua 51 Vida material, 51.Estratificacin social,, 59.Organizacin poltica. 68.Economa, 79.Religin. 86.

    4. Al norte de Mesoamrica 103

    5. El rea andina , 111 Extensin y ambiente, 111.Arqueologa e historia. 116. _

    ral La cultura incaica 123 Vida material, 123.Estratificacin social, 129.Organizacin polti-ca, 135.Economa. 144.Religin, 154.

    7. Esencia y origen de las civilizaciones americanas 175 Teoras de difusin transocenica, 181.Transmisin de plantas de cultivo, 185.Supuestas influencias asiticas en las civilizaciones ame-ricanas, 188.

    7

  • 8 ndice

    8. Los Andes septentrionales y el Istmo 193 Tipos de cultura, 194.Conexiones con Mesoamrica y Per, 195. Principales culturas arqueolgicas, 197.Los muiscas, 198.Otros pueblos histricos: la provincia de Cueva, 209.

    9. El Intertrpico oriental 211 Pueblos y culturas, 212.Las Antillas, 216.Los tupinambs, 220. Otros pueblos del Intertrpico, 231.

    10. Los pueblos del Sur 233 Los araucanos, 256.El Chaco, 246.Las Pampas y Patagonia; los onas, 249.Los pueblos costeos, 251.

    Eplogo: El mundo americano y la conquista ... . . . 253

    Bibliografa 257

    LA CONQUISTA I. Caracterizacin de una poca * 269

    EL Amrica y la expansin de Europa .. ... 273 1. La frontera ibrica, 278.2. La frontera atlntica, 281.3. Las rutas del Oeste, 289.

    III. Las Indias Occidentales 299 1. La naciente metrpoli, 301.2. La frontera del Mar Caribe, 307. 3. La sociedad de la nueva frontera, 315.

    IV. Conquista y poblamiento 323 1. Castilla de! Oro y la Nueva Espaa, 325.-2. El Per y Tierra Firme, 331.3. Logros y lmites de la conquista, 338.4. Conquista y socieda-des indgenas, 345.5. Conquista f Sociedad seorial, 352.

    Cronologa INfl

    Bibliografa , , 367

  • Amrica indgena

  • Prefacio

    Antes de la conquista europea, el continente americano estuvo habi-tado por sociedades en distintos grados de complejidad social y con tra-diciones culturales muy diversas. La especie humana se origin en el Viejo Mundo durante el perodo pleistoceno que comenz hace siete millones de aos; el poblamiento de Amrica tuvo lugar a partir de Sibe-ria durante el ltimo perodo glacial iniciado hace 70.000 aos. El pero-do prehistrico en nuestro continente es por lo tanto mucho ms corto que el del Viejo Mundo. Sin embargo, la arqueologa prueba que la pre-sencia humana se remonta por lo menos hasta hace 22.000 aos. La his-toria posterior al poblamiento original muestra varios focos de desarrollo cultural, y pone de manifiesto difusiones de poblacin y de cultura que abarcan extensas regiones del continente. Se han sugerido adems con-tactos extracontinentales con diferentes partes del Viejo Mundo y entre pueblos de muy distinto nivel cultural.

    A lo largo de esta compleja historia, Amrica siempre form un abiga-rrado mosaico de pueblos y culturas. El concepto de Amrica Latina como el de Amrica Hispnica o Iberoamrica que tambin se usan no se refiere a un tipo de sociedad o de cultura surgido del desarrollo interno de la sociedad indgena, sino que remite a la procedencia de los europeos que sentaron las bases para la formacin de los pases modernos de la Amrica intertropical y meridional. Estos pases no constituyen, sin embargo, sociedades europeas trasplantadas. L naturaleza de las socie-dades indgenas antecedentes condicion tanto las experiencias del primer contacto como los rasgos fundamentales de las sociedades que se des-

    H

  • 12 Amrica indgena

    arrollaron despus bajo dominio europeo. En las sociedades pluritncas que se establecieron a consecuencia de la conquista, la poblacin no europea fue en todo caso fundamental en los comienzos, aunque su im-portancia variara en la evolucin posterior. Los espaoles distinguieron claramente los grados de desarrollo sociocultural que encontraron entre los indgenas. Describan como pueblos que vivan en polica a cuantos ocupaban asentamientos permanentes bajo un rgimen de gobierno clara-mente institucionalizado. Corresponden a grandes rasgos a las sociedades de Mesoamrica y de la zona andina que clasificaremos como civilizacio-nes. En estas regiones, muy pobladas y con sistemas agrcolas avanzados, se establecieron los centros del dominio espaol basndose en los recursos ya desarrollados por la poblacin indgena que pas ella misma a ser parte esencial de la sociedad colonial.

    En cambio, los pueblos dedicados a la caza y recoleccin de pro-ductos silvestres o al cultivo de roza a menudo llamados brbaros por los espaoles formaban grupos de poblacin escasa, frecuentemente n-madas. Los europeos no lograron incorporarlos en forma permanente a la sociedad colonial. En las regiones pronto ocupadas por los descubri-dores, como las Antillas y las costas del mar Caribe, los indgenas no sobrevivieron las condiciones del rgimen colonial y fueron reemplazados como fuerza de trabajo por esclavos africanos. Las dems regiones habi-tadas por pueblos primitivos las zonas templadas y fras de Norte y Suramrica, partes de ra hoya amaznica no fueron ocupadas por po-bladores de origen europeo sino hasta mucho ms tarde. En ellas sobre-vivieron grupos indgenas con culturas de tipo aborigen hasta el momento del contacto. Este se produjo en general hacia la segunda mitad del siglo xix, induciendo entonces una trasformacin radical de su rgimen de vida que casi siempre acab en su extincin.

    Las regiones de Amrica Latina se han definido a menudo por la composicin de su poblacin: Afroamrica en las regiones tropicales de las Antillas y Suramrica; Indoamrica en la franja montaosa de M-xico, Centroamrica y los Andes; y, por otra parte, los pases de origen principalmente europeo, desde el S. del Brasil al extremo austral del continente. Estas grandes subdivisiones de Amrica Latina responden, como se ha dicho, a las caractersticas de la poblacin original que pro-piciaron distintas formas de colonizacin.

    Dada la amplia extensin de la Amrica Latina es obligado referirse al continente entero para discutir los antecedentes indgenas, pero esta obra no pretende ser una introduccin cabal a la historia de la Amrica precolombina, sino que hace hincapi en lo que las sociedades indgenas aportaron a la formacin y desarrollo de la Amrica Latina. Presenta un cuadro general de las reas culturales aborgenes del continente definidas

  • Prefacio 13

    segn su adaptacin al ambiente y el grado de complejidad social. De cada una de estas reas se presentan sistemticamente varios temas fun-damentales condiciones ambientales, cultura material, estratificacin social, organizacin poltica y econmica, religin de manera que quepa hacer comparaciones entre ellas. Se dan igualmente los rasgos de cada cultura que definen su singularidad y la imagen que de ella ha pasado a la historia. Para una descripcin ms detallada, se escojen las reas de altas culturas de Mesoamrica y los Andes, ya que son las que atrajeron el mayor inters de los conquistadores y formaron el ncleo del imperio espaol. Son tambin las regiones donde la cultura indgena ms contri-buy a la historia posterior y donde an predomina la poblacin de esta extraccin, en pases que proclaman su raigambre cultural prehispnica.

    En lo que se refiere a la evolucin histrica, se discuten en trazos generales el poblamiento inicial del continente y los primeros asenta-mientos humanos revelados por la arqueologa. El desarrollo arqueolgico posterior se trata como antecedente para la descripcin de la cultura existente en cada regin en vsperas de la conquista. No se examinan culturas modificadas por el contacto con los europeos, excepto en regio-nes como Chile o el Chaco donde se desarroll una situacin fronteriza peculiar en la que los indios mantuvieron su independencia durante mu-cho tiempo. Los mejores informes disponibles sobre estos grupos ind-genas revelan modificaciones impuestas ya por la adopcin creciente de tcnicas europeas y la adaptacin a la lucha de la frontera. La vida de los grupos indgenas una vez incorporados al sistema colonial no se dis-cute, en cuanto que pertenece a perodos posteriores de la historia de nuestro continente.

    El nfasis en el perodo previo a la conquista y las instituciones sociales de los grupos indgenas nos lleva a preferir la documentacin escrita a raz de la conquista. Esta se basa en la informacin de testigos presenciales y en las tradiciones indgenas recogidas entonces: relaciones de conquistadores, misioneros y administradores principalmente; en Me-soamrica y los Andes, tambin los escritos de los propios indios. Al interpretar y evaluar estos testimonios se toman en cuenta los datos ar-queolgicos, los estudios etnogrficos sobre grupos indgenas modernos y los conceptos generales de las ciencias sociales. En lo posible se sigue, sin embargo, las obras de los siglos xvi y xvn. Adems de constituir fuentes primarias para el conocimiento de esas culturas, proporcionan la percepcin de los primeros europeos y por ello son tambin los pri-meros productos de la historiografa de los pueblos latinos de Amrica.

  • 1. Origen y diversidad de las culturas americanas

    Los primeros pobladores

    La especie humana se origin, no hay duda, en el Viejo Mundo. En frica y Asia hay restos fsiles de los homnidos ancestrales, pero el con-tinente americano ha de haber sido poblado por grupos humanos plena-mente evolucionados que gradualmente entraron al Nuevo Mundo por el nico paso accesible sin medios de navegacin, es decir, desde el NE. de Asia al NO. de Norteamrica.

    El primer poblamiento del continente tuvo lugar antes de acaba? f& pleistoceno, el perodo geolgico anterfcr al reciente (u holoceno), durante el cual el globo estuvo sujeto a una serie d glaciaciones. Los restos halla-dos hasta ahora indican que el poblamiento ocurri durante los distintos estadios del ltimo perodo glacial, el llamado en Norteamrica Wisconsin (que comenz hace 70.000 aos), y que probablemente se inici antes del perodo Wisconsin clsico, cuya mxima extensin tuvo lugar hace 20.000 aos. En el territorio canadiense del Yukon se ha encontrado una raedera de hueso de carib asociada a huesos de mamut, fechados como de 23.000 a 28.000 a. C , y en Taber (Alberta) el esqueleto de un nio bajo dep-sitos glaciales fechados entre 20.000 y 60.000 a. C.

    Durante el perodo glacial las condiciones ambientales del continente eran bien distintas de las actuales. Un casquete glacial, el laurenciano, como el que hoy cubre Groenlandia, abarcaba todo el Canad al E. del Mackenzie y el Saskatchewan; al S. cubra toda la regin de los Grandes Lagos y llegaba hasta el Atlntico desde Nueva York hasta Terranova.

    15

  • 16 Amrica indgena

    Las cordilleras costeras de Alaska y Columbia Britnica estaban igualmente cubiertas de hielo, pero quedaba un paso abierto a la comunicacin que slo a veces se cerraba cuando se unan los dos casquetes. Las altas cum-bres del continente en las Rocallosas, Mxico y los Andes, tenan ms glaciares y de mayor extensin que los de hoy da.

    Con las glaciaciones coincidieron perodos pluviales, por lo que no _ existan los desiertos actuales. Las enormes masas de agua acumuladas en

    los casquetes polares bajaron el nivel de los mares en todo el globo en algunos perodos hasta cien metros por debajo del nivel de hoy. Debido a esto se conectaron Siberia y Alaska, aflorando sobre las aguas una ex-_ tensa regin en lo que hoy es el mar de Bering. En estas condiciones fue posible el paso por tierra de los primeros pobladores, si bien la confor-macin de glaciares y zonas abiertas fluctu durante milenios y no queda evidencia completa de las antiguas migraciones. Tambin es de suma im-portancia que en aquella poca exista por todo el continente una fauna de grandes mamferos hoy extinguidos. Haba caballos, mamutes, elefan-tes, mastodontes (otro proboscdeo), camlidos antecesores de los actuales y megaterios emparentados con los perezosos de hoy.

    Todava hay pocos hallazgos que documenten la primera etapa del desarrollo cultural del hombre americano, y por lo tanto la definicin de sus rasgos generales es en parte hipottica. Aunque los grupos amerindios modernos tienen caracteres claramente mongoloides, los restos ms anti-guos de los que se podran llamar paleoamericanos tienen rasgos del tipo que se ha llamado de Lagoa Santa, por un yacimiento brasileo. Se trata de_crneos dolicocfalos con ligero prognatismo, frente baja y pmulos salientes. LQS__rasgQS mongoloides aumentan en poblaciones posteriores, tal vez a consecuencias de nuevas migraciones desde Asia. En lo cultural los restos lticos son tilesxque pueden haber servido para golpear, cortar o raspar, pero faltan las puntas de proyectil; si las hubo han de haber sido de material perecedero, como madera endurecida. Se ha denominada esta etapa pre-proyectil o arqueoltica.

    En Mxico, uno de los hallazgos ms significativos es el de Hueyatlaco en la presa de Valsequillo (Puebla). Son depsitos profundos de 18.000 a 20.000 a. C. en los que hay restos de mamut, mastodonte, camlidos, ca-ballos y antlopes junto con raspadores que prueban la presencia humana. En Tamaulipas, en la Cueva del Diablo, se encontr un hueso de caballo con varios tiles de pieda de 10.000 a. C. Otro hallazgo extraordinario en Tequixquiac, Valle de Mxico, es el sacrum de un camlido crudamente tallado que representa la cabeza de un animal, acaso de un coyote. Se en-contr en un estrato fechado entre L0i> a 14.000 a. C. que tambin contiene unos pocos tiles de piedra, incluso un hacha de mano; es parte de los depsitos lacustres que constituyen la formacifi Becerra.

  • 6 *3 01

    6 m

    il

    7 m

    il

    8 m

    il

    9 m

    il E I E i E III 6 mil

    7 m

    il

    8 m

    il

    9 m

    il

    o * - m IO l 1 i i I I 1 i 1

    W a 00 i S< s ra o .c O -11 Fel

    E 3

    Ande

    s

    ntra

    les

    El Ar

    enal

    s de

    Su

    r

    Inga

    yacu

    cho

    u col

    dor

    e

    m < a

    4 o) 3 _ n O 1

    rte d

    am

    ri

    Istm

    o

    o , I O S hti o J

    ago

    z * -^ i ago

    UJ # i

    o O

    Mx

    ico

    agric

    ultu

    r

    Des

    ierto

    Tepe

    xpan

    Izta

    pa

    Desi

    erto

    jablo

    ^c**

    Tequ

    ixqu

    ia

    Huey

    atla

    c

    o I Q V ^

    Tequ

    ixqu

    ia

    -o 3 co * co 1

    "O . - r i 0 3 . 1 k 3 * O

    1* 3 1

    il S J - " i Cu

    lt

    nd

    a

    t CD 1 .3 o 03 J t f

    co to . Si I

    I a >~

    anu

    ra

    zado

    r de

    ea

    m

    o c Is

    om

    lao

    co m o #

    r 1

    3 to t o z

    Q_ V

    o m u~

    _ i i O ,

    # r

    H-

    # s

    r

    Este

    de

    o

    rtea

    mr

    ii

    Arca

    ico

    de

    j Es

    te

    4 4*

    4 z ;! t S8 o = me

    o

    ectil

    )

    E <

    CENO

    LITI

    (pr

    oyec

    t meo

    ectil

    )

    3 2 I

    CENO

    LITI

    (pr

    oyec

    t

    ROUE

    OL

    (prep

    roy O

    CULT

    RE

    GIO

    CENO

    LITI

    (pr

    oyec

    t

    ROUE

    OL

    (prep

    roy

    UA

    DR

    < O

  • 18 Amrica indgena

    En el Per se conservan los restos de la Cueva de Pikimachay en Aya-cucho, donde se encuentran raspadores y cuchillos asociados a megaterios y camlidos con fecha de 12.200 a. C.

    Al arqueoltico sigue otra gran etapa, el cenoltico, caracterizado por el uso de puntas de proyectil, en el que dominara como medio principal de subsistencia la caza de la fauna hoy extinguida. En Norteamrica, donde recibe el nombre de Llano, este perodo est bien representado en varias regiones. Las puntas ms antiguas parecen ser las de Sanda (Nuevo M-xico) de 12.750 a. C. Ms tardas son las puntas lanceoladas de tipo Clovis que se encuentran en muchos lugares desde Arizona a Nueva Escocia, a menudo asociadas a elefantes (Paralephas columbi), camellos, caballos y bisontes. Otro tipo posterior es la punta acanalada Folsom, probablemente un refinamiento de la Clovis, que es tpica de la llamada cultura de Lin-la agricultura. Si al comparar las culturas primitivas del N. y del S. se lidos y caballos casi haban desaparecido ya, pero los huesos de bisonte se encuentran frecuentemente asociados a estas puntas.

    A partir de esas fechas se manifiestan en Norteamrica variedades regionales que definen distintos tipos de adaptacin al ambiente, con ma-yor uso de productos vegetales. En el O. se habla de la cultura del desierto, caracterizada por el predominio de la caza menuda y por el uso de piedras de moler semillas.

    La cultura de cazadores del perodo Llano se prolonga en las llanuras, mientras que en el SO. y en Mxico se combina con la cultura del desierto.

    En el Este tambin se usan piedras de moler y se piensa que aument el uso de semillas, de frutas silvestres, y de la pesca.

    Pocos hallazgos del cenoltico en Mxico estn fechados con precisin. Hay algunos en la ya mencionada formacin Becerra del Valle de Mxico. En Izapa hay puntas de proyectil junto a huesos de mamut y en Tep/expan se encontr el esqueleto de una mujer, probablemente de 8.000 ,a 7.000 aos a. C , de caractersticas iguales al tipo fsico moderno. Otros restos en Tamaulipas y en Tehuacn (Puebla) muestran el recurso creciente a la caza mayor y a la recoleccin de plantas silvestres en secuencias que se enlazan con los comienzos de la agricultura.

    En Suramcrica aparecen restos del cenoltico en la Cueva Fell en Pata-gonia que incluyen puntas de proyectil con base cola de pescado, y otros tiles de hacia 9.000 a. C. Puntas semejantes se encuentran en el complejo tldense de la Argentina con piedras de boleadoras y huesos del caballo indgena extinto. Tambin hay puntas semejantes en Huanta (Per), hacia 9.000 a. C , y en El Inga cerca de Quito, dos mil aos despus, as como en el lago Madden, en Panam. En Muaco y Taima Taima, en el N. de Venezuela, hay restos de la fauna del pleistoceno fechados de 12.000 a 7.000 a. C. y tambin se han encontrado algunos tiles de piedra, pero la

  • i Origen y diversidad de las culturas americanas N

    asociacin no es clara. Ms tardos son los yacimientos cercanos de El lobo que contienen numerosos tiles de piedra pero sin restos de fauna.

    Como en Norteamrica, a partir de 7.000 a. C. aparecen restos cultu-rales de adaptaciones bien diferenciadas a ambientes distintos. As en la isla Englefield en el Sur de Chile, adems de puntas de pxgyectil hay restos de arpones de hueso que prueban la caza de mamferos marinos. En la costa peruana, el complejo de El Arenal se interpreta como campamentos de cazadores trashumantes que seguan a los venados y guanacos a los pastos invernales de las lomas. Los comienzos de la agricultura estn ates-tiguados en La Paloma, cerca de Lima, y en Ayacucho, desde 5.500 a. C.

    Adems de la arqueologa, se han estudiado la distribucin de rasgos culturales y las conexiones lingsticas para reconstruir la historia del po-blamiento y del desarrollo cultural del Nuevo Mundo.

    El nivel cultural de cazadores y recolectores que en tiempos del des-cubrimiento exista en los extremos N. y S. del continente es el mismo que muestra la arqueologa para los primeros pobladores. Por lo tanto, cabe considerarlo sobrevivencia del gnero de vida paleoamericano que ms tarde fue superado en las zonas intertropicales con el desarrollo de tiles de hacia 9.000 a. C. Puntas semejantes se encuentran en el complejo observan coincidencias de rasgos culturales que faltan en la zona inter-media, es de pensar que se remonten a la cultura de los primeros pobla-dores. Por ejemplo, las formas de habitacin de los fueguinos chozas con cubierta de ramas o pieles sobre una armazn de varas cnica o cupuli-forme tienen paralelos en Norteamrica. Igualmente, armas de caza como arpones, lanzadardos y boleadoras, se encuentran en los dos extre-mos del continente. Otros rasgos que se han propuesto como parte de ese antiguo fondo culturar, por encontrarse tanto entre algunas tribus sur-americanas como en partes de Norteamrica y el N. de Eurasia, son el juego de la chueca y el shamanismo practicado por hombres travestidos que tocan un tambor para invocar a los espritus. No obstante, el pueblo en el que se dan ms comnmente estos rasgos, los araucanos, no es uno

    os ms primitivos de Suramrica. Por otra parte, las culturas ms septentrionales de Norteamrica, en traste con los primitivos de Suramrica, muestran concordancias en for-imas de vestido, transporte y habitacin con culturas del Norte de Asia, ffcas culturas ms sencillas del Sur parecen entonces representar la cultura primitiva de los primeros pobladores, mientras que en el N. del continente continuaron llegando innovaciones desde Asia. El vestido de los fueguinos, capas de pieles y abarcas, tan sencillo a pesar del clima, puede ser resto de la cultura primitiva, mientras que los vestidos ajustados de los indios del Canad y de los esquimales, con paralelos en el Norte del Viejo Mundo, seran una innovacin posterior. Tambin cabe pensar, sin embargo, que

  • 20 Amrica indgena

    al pasar los primeros pobladores por las regiones tropicales del continente han de haber descartado las ropas de abrigo que usaron en regiones fras y que, por lo tanto, el vestido de los fueguinos no corresponde necesaria-mente al usado por los paleoamericanos de Norteamrica.

    Las reconstrucciones a gran escala, basadas en la distribucin de ras-gos culturales, siempre ofrecen, pues, un alto grado de incertidumbre, a menos que hallen confirmacin en el testimonio arqueolgico; no entrare-mos en los detalles salvo en el caso de las posibles conexiones traspacficas por ser el tema que ha suscitado mayor inters (vase captulo 7).

    t # lingstica sirve tambin para reconstruir movimientos de pueblos y difusiones culturales. La comparacin de idiomas identifica las familias lingsticas formadas a partir de una lengua original, de la misma manera que del latn se derivaron las lenguas romances. Si los idiomas hablados por un grupo de pueblos pertenecen a la misma familia lingstica, esto quiere decir que los pueblos que los hablan deben haber tenido un origen comn, o al menos haber tenido conexiones culturales que hicieran posible la adopcin de un nuevo idioma. Algunos lingistas han tratado de esta-blecer conexiones genticas entre todas las lenguas del Nuevo Mundo e incluso con las del Viejo Continente! Sin embargo, ninguna de estas cone-xiones ha sido confirmada por estudios de lingstica comparada y nada cierto se desprende que sirva para interpretar el primer poblamiento de Amrica a base de la lingstica. El Nuevo Mundo se caracteriza por un grandsimo nmero de familias lingsticas sin conexiones probadas, ma-yor que en cualquier otro continente. Dado el conocimiento fragmentario o nulo de muchos idiomas y los pocos estudios realizados, es imposible establecer el nmero de familias lingsticas; 125 es tan slo una apro-ximacin. La evidencia de las clasificaciones lingsticas se usar ms ade-lante slo en casos de procesos histricos y culturales dentro de un mbito temporal y regional restringido.

    El fin del perodo paleoamericano se caracteriza por el fin de la glacia-cin, con el establecimiento de las condiciones climticas modernas, la extincin de los grandes mamferos y el desarrollo de adaptaciones para explotar los recursos diferenciados de cada regin. Se inician entonces las formas culturales que en las regiones marginales continuaron hasta la lle-gada de los europeos, mientras que en las regiones tropical y subtropical enlazan con el comienzo de la agricultura.

    El desarjollo cultural de cada regin, documentado por la arqueologa, se describir ms adelante como antecedente de las distintas culturas que existan en la poca del descubrimiento. Pero antes conviene definir en trminos generales los niveles de complejidad sociocultural y las reas culturales propias del Nuevo Mundo.

  • 1. Origen y diversidad de las culturas americanas

    Tipos socioculturales

    El mundo indgena americano ofrece una enorme variedad de formas sociales y culturales que representan niveles muy distintos en el proceso de evolucin social. Estos niveles suelen definirse segn dos criterios principales, o la accin del hombre sobre la naturaleza, o el grado y las formas de diferenciacin soci^.

    La accin del hombre sobre la naturaleza se manifiesta por la capa-cidad de extraer recursos para la subsistencia y el crecimiento de la so-ciedad, tanto alimentos como otros bienes destinados a satisfacer las distintas necesidades biolgicas y culturales. El grado de dominio tcnico se expresa por la fuente de energa empleada para la produccin, es decir, para trasformar materias primas naturales en bienes de uso. La energa usada puede ser la humana, la animal, el agua, el viento o los combustibles. En la produccin, el hombre siempre emplea tiles de tra-bajo, y la complejidad de stos, en especial la de las mquinas usadas para trasmitir y ampliar la energa, es otra medida del grado de evolu-cin tcnica. Cuanto ms sencilla es la tcnica de una sociedad tanto ms predomina la produccin de bienes de uso sobre la de tiles de trabajo y, entre los primeros, la produccin de alimentos sobre otros bienes de consumo.

    Las distintas tcnicas de subsistencia se definen por los recursos obtenidos y por el grado de participacin humana en su reproduccin y crecimiento. En las tcnicas ms sencillas de captacin el hombre se apropia los recursos naturales, tal como se presentan en la naturaleza, mediante la caza, la pesca y la recoleccin de plantas silvestres. En cam-bio, en el cultivo de plantas y la cra de animales, el hombre interviene en la reproduccin natural. De hecho hay gran variedad en las tcnicas de agricultura y cra. En algunos casos la participacin humana en la re-produccin y el cuidado de plantas o animales es mnima, y el cultivo o domesticacin supone simplemente una mayor accesibilidad a plantas y animales. En general, sin embargo, el cultivo y la cra son formas de simbiosis en las que el hombre y la especi utilizada se benefician mutua-mente. Si el hombre destruye plantas y animales para alimentarse y ob-tener materias primas, tambin las propaga y favorece mediante la siem-bra, la seleccin de semillas o de animales de cra, el aporte de abono, de riego o de forraje, o la proteccin contra las fieras y la intemperie. Muchas especies han evolucionado notablemente bajo el cultivo y no se encuentran en forma silvestre; algunas no podran subsistir sin la inter-vencin humana.

    El desarrollo de la agricultura y la ganadera son, pues, procesos complejos y graduales, no invenciones repentinas. Ambas existen con

  • 22 Amrica indgena

    gran variedad de modalidades, de productividad muy diferente y de con-secuencias tambin muy diversas para las sociedades que las practican.

    En la agricultura se distingue entre los cultivos de roza y los inten-sivos. En la tcnica de roza (que tambin se llama rocero, rocha, artiga, escalio), se rotura (o roza) la tiern virgen o por largo tiempo sin cultivar, en general quemando la vegetacin cortada en el desmonte o desbrozo. Se cultiva sin uso de abonos, de modo que la tierra slo rinde durante un perodo corto, que vara segn la fertilidad natural d suelo, despus del cual se abandona para rozar nuevos campos en terrenos incultos. Con este sistema de cultivo se necesita disponer de una reserva de tierra sin cultivar en la que se abrirn nuevas rozas, mientras que en las aban-donadas crece la vegetacin silvestre y se restaura la fertilidad del suelo que al cabo de cierto tiempo cabr volver a cultivar.

    La agricultura intensiva, al contrario, mejora la calidad natural del suelo y aun la configuracin del terreno, mediante tcnicas como el uso de fertilizantes, las obras de riego o avenamiento, el realce o rebaje de terrenos y la construccin de bancales o andenes. De este modo se puede. mantener la tierra en produccin constante en contraste con los cultivos peridicos y alternantes en lf| sistemas de roza. Hay tambin sistemas intermedios en los que la fertilidad natural o el uso de abonos permiten , que los terrenos no necesiten descansar ms que un breve perodo.

    En cuanto a las materias primas, en los niveles tcnicos ms primi-tivos se usan productos naturales como madera, fibras, hueso, pieles o piedras con un mnimo de trasformacin. Con las tcnicas ms desarro-lladas se modifica considerablemente la naturaleza fsica y aun qumica de la materia prima, como por ejemplo en la cermica y ms an en la metalurgia. X La diferenciacin social dentro de un grupo humano se relaciona con

    todo lo anterior, puesto que cuanto mayor sea la productividad en una sociedad, tanto mayor puede ser la poblacin total; y a mayor complejidad en el proceso de produccin corresponde una mayor divisin social del trabajo.

    En toda sociedad siempre existen distinciones sociales, determinadas en parte por los factor naturales de edad, sexo y caracteres indivi-duales. Las distinciones de edad y sexo son la base para la organizacin de los grupos domsticos. Puede haber adems una institucionalizacin de diferentes actividades segn individuos o grupos, independientemente de sus caractersticas naturales.

    De especial importancia es la diferenciacin que consiste en que unos individuos o grupos ejerzan poder sobre otros. Cierto grado de diferen-ciacin del poder existe dentro de los grupos domsticos, donde siempre se dan ciertas formas de autoridad. Se encuentra igualmente en la orga-

  • 1. Origen y diversidad de las culturas americanas 23

    nizacin de grupos ocasionales para actividades colectivas como caza, guerra o prcticas religiosas. La institucionalizado!! de diferencias socia-les permanentes y extradomsticas que implican una distribucin desigual del poder, constituye la estratificacin social. El poder se puede ejercer mediante el dominio de recursos fundamentales, como son los medios materiales de produccin; es lo que llamamos poder econmico, que se basa en la institucin de la propiedad. Otra manera ms directa de ejer-cer el poder se basa en el ejercicio de la autoridad y del derecho a dis-poner de la fuerza; es ste el poder poltico componente de las institu-ciones de gobierno y del estado. Los dos aspectos, el poltico y el econ-mico, siempre estn estrechamente relacionados. El rgimen de propiedad requiere una organizacin poltica que lo sancione. Por otra parte, los privilegios polticos siempre acaban por tener su concomitante econmico. La apropiacin del excedente econmico se efecta entonces sobre la base de las relaciones polticas y toma la forma de prestaciones impuestas a individuos en condicin social de inferioridad, definida como servidum-bre personal o sujecin poltica. Aunque ambos tipos del poder el eco-nmico y el poltico estn ntimamente conectados, las instituciones que en una sociedad compleja definen las bases de la estratificacin siempre muestran la prevalencia ora del rgimen de propiedad privada, ora de la distribucin poltica de privilegios. En todo caso se establece una distincin entre productores y no-productores.

    Los niveles de complejidad establecidos a base de los criterios esbo-zados son tambin etapas evolutivas, puesto que los niveles ms com-plejos presuponen la existencia previa de los anteriores a partir de los cuales se desarrollan. El proceso de evolucin es agregativo; el desarrollo de un nuevo nivel implica la adicin de nuevos elementos culturales y el surgimiento de instituciones sociales especializadas que se encargan de actividades antes fusionadas en instituciones multifuncionales.

    Como clasificacin general usaremos una divisin en tres niveles de complejidad social. El ms primitivo es el de las sociedades que se suele denominar tribales o igualitarias. Estn organizadas'en grupos domsticos coordinados en estructuras ms amplias como bandas, aldeas y asociacio-nes. La solidaridad de estos grupos se basa en la cultura comn y la participacin igualitaria de sus componentes. Las sociedades del segundo nivel, los cacicazgos, tienen una clara diferenciacin funcional entre los caciques, o individuos con autoridad para dirigir las actividades del grupo, v la generalidad de la poblacin. Un tercer nivel ms complejo es el de civilizacin, caracterizado por el desarrollo de la estratificacin social y M\ estado como rgano de gobierno.

    Las sociedades tribales o igualitarias se basan en tcnicas de captacin >' en el cultivo de roza; los medios principales de produccin son la vege-

  • 24 Amrica indgena

    tacin silvestre, los cazaderos, las pesqueras o la tierra para el cultivo.? Todos los miembros del gruji pueden disponer de estos recursos, bien^ porque sean accesibles a todos ellos sin restriccin o porque haya una' distribucin especfica, pero bsicamente igualitaria entre los distintos' subgrupos o individuos. En todo caso los derechos de propiedad son-derechos de uso y el usuario dispone de los productos obtenidos mediante" su propio trabajo, sujeto todo ello a obligaciones sociales, como aporta-ciones a parientes o contribuciones a actividades comunales del grupo.

    Predominan en este nivel tes grupos domsticos para la organizacin-1 de la produccin y el consumo y como ncleo de las pequeas bandas o caseros que constituyen las unidades poltico-territoriales. Las ban-das o aldeas de mayor amplitud son a menudo agrupaciones estacionales determinadas por las actividades del ciclo anual de produccin. En tales* casos la composicin del grupo suele estar definida segn lazos de pa-rentesco y asociaciones ceremoniales. La desigualdad social se limita aT diferencias de sexo, edad y capacidad individual. A veces hay fputivos-en condicin de inferioridad incorporados a grupos domsticos, lo cual presagia el mayor grado de diferenciacin social en los niveles ms evolu-cionados. Estas sociedades son tambin igualitarias en lo poltico. No hay individuos que ejerzan permanentemente la autoridad fuera de su propio grupo domstico. El ejercicio de la autoridad en actividades comunales como batidas de caza, incursiones guerreras o ceremonias religiosas, est. restringido a la duracin de la empresa y se ejerce para coordinar la acti-vidad en beneficio del grupo. Dada la falta de autoridades permanentes, no suele haber fronteras tribales bien definidas.

    Los cacicazgos constituyen un nivel intermedio entre las sociedades ms primitivas con un mnimo de diferenciacin social y las sociedades ct-: vilizadas con clases sociales y el estado. El misS nombre de cacicazgo indica la existencia de desigualdad social. El cacique es un individuo privilegiado que simboliza y dirige el grupo en su conjunto. En lo econ-mico controla los recursos del grupo y os asigna a sus miembros para el uso de las unidades domsticas. Adems, a base de su dominio sobrft ia medios de produccin y sobre los miembros de su comunidad a quienes; puede pedir la prestacin de servicios, o/ganiza la produccin de unida-des ms amplias que los hogares individuales. Acta tambin como ^en-tro para la acumulacin de bienes, sea que procedan de las actividades por l organizadas o de contribuciones que recibe de miembros de so-grupo en forma de primicias y donaciones. En funciones de gobierno acta como cabeza del grupo en actividades guerreras, en la resolucin de conflictos y en el ceremonial. Es frecuente atribuir carcter sagrado al' cacique, lo cual ensalza su prestigio, pero tambin limita su libertad de accin al verse sometido a restricciones rituales. Todo esto le crea una

  • I. Origen y diversidad de las eSturas americanas 25

    posicin preeminente, peto lo distintivo de esta forma de diferenciacin sedal es que el cacique acta como representante, administrador y di-tcctor del grupo en beneficio de los intereses comunes del mismo. Es seor de gentes que son sus propios congneres, de la misma filiacin tnica e incluso miembro del mismo grupo parentil (de hecho es el ca-beza). Aparece como representante de un grupo que en su conjunto contrasta con otros grupos y sus respectivos caciques.

    La diferenciacin social en sociedades de este nivel distingue junto ;il cacique a su squito o corte, miembros de su hogar, as como a caci-ques de comunidades relacionadas y dependientes de l quienes forman una especie de nobleza, generalmente definida por trasmisin hereditaria. LJ gran masa de la poblacin forma el comn. Adems suele haber in-dividuos de situacin inferior y servil, generalmente cautivos de grupos enemigos, a los que frecuentemente se les ha llamado esclavos. Algunos pueden estar incorporados a los grupos domsticos de la gente comn; otros forman parte del squito del cacique. En este nivel de cacicazgo hay algunas sociedades con economas de captacin, como los pescadores de la costa noroccidental de Norteamrica, pero lo general es que se trate de grupos con agricultura bien desarrollada.

    Entre los cacicazgos hay gran variedad en la amplitud territorial y cuanta de la poblacin, as como en las formas de diferenciacin social y de organizacin de las actividades de gobierno, que anuncian en sus formas ms complejas las caractersticas de los estados arcaicos y de la estratificacin social de las sociedades clasistas.

    En las civilizaciones hay mayor diferenciacin social, lo que implica una divisin social del trabajo ms avanzada. Hay especialistas en dis-tintas ramas de la produccin, crendose una divisin entre los agricul-tores y los distintos artesanos. Hay tambin especialistas de varias artes y actividades intelectuales, lo que da pie a la cultura, en el sentido de creacin refinada de la inteligencia. Pero sobre todo se refuerza la especializacin en tareas de gobierno, milicia y organizacin ceremonial, surgiendo el estado como rgano que se atribuye el derecho exclusivo a establecer reglas sociales, resolver conflictos y ejercer la fuerza..Todas ta socifjades civilizadas tienen una organizacin estatal. Mientras que civilizacin denota el nivel de complejidad cultural en su totalidad, el estado es el rasgo diagnstico correspondiente en cuanto al grado de integracin sociopoltica.

    La estratificacin tsocial en las civilizaciones es distinta de la de los cacicazgos. Si bien surge a partir de ellos, se ahonda la diferenciacin cutre caciques y gente comn, desarrollndose lazos de solidaridad J aS* munidad de intereses y de cultura dentro de cada nivel social. Esto debi-lita e incluso rompe la comunidad de lazos tnicos y parentiles entsg 1

  • 26 Amrica indgena

    cacique y su gente. De esta manera se inicia la formacin de verda-deros estratos social, y los miembros del estrato dominante ya no son simples representantes del grupo que acta en el inters comn, sino miembros de un estrato privilegiado que se mantiene a costa de la masa de productores.LEs verdad que al estar encargados de las tareas de go-bierno tambin actan como dirigentes del grupo, pero lo hacen para mantener un orden social en el que ocupan posicin predominante.

    La organizacin estatal se encuentra en sociedades con tecnologas de alta productividad, generalmente agricultura intensiva. La extensin territorial y la poblacin son mayores que en los cacicazgos e implican la diferenciacin econmica y social entre distintas regiones, el desarro-llo de intercambios entre ellas y la distincin entre ciudad y campo.

    En la escala de creciente complejidad social las etapas aparecen como diferenslas de grado. Es difcil por lo tanto establecer estadios clara-mente separados sin reconocer formas de transicin. Siempre ha de ser as, puesto que cualquier formacin social nueva surge de una forma antecedente. Sin embargo, a menudo se han clasificado las sociedades segn unos pocos tipos bien contrastados, y pensado que las transiciones han sido rpidas y drsticas; o sea, que las revoluciones son la forma tpica de transicin de una etapa a otra. As se califica de revolucin neoltica al perodo de trasformacin caracterizado por la aparicin de la agricultura; y se ha llamado revolucin urbana al desarrollo de la ciudad como institucin que tipifica la divisin del trabajo entre campe-sinos y grupos urbanos, la formacin de clases sociales, el surgimiento del estado, la civilizacin, en suma. Este concepto de revolucin deriva,' empero, del estudio de la historia moderna de Occidente, caracterizada por un desarrollo acelerado de nuevos niveles de organizacin. Es, pues, mejor no prejuzgar, y aceptar que el proceso de trasformacin social no" siempre resulta de saltos revolucionarios.

    Las culturas americanas muestran gran nmero de variaciones qu en referencia a algunos de los esquemas vigentes de evolucin social habra que caracterizar como formas de transicin, y que, sin embargo, ' han tenido larga duracin en un proceso de variaciones y recreaciones cclicas dentro del mismo nivel de complejidad. Por .lo tanto, es prefe-rible considerar los niveles antes definidos no como categoras separadas ' radicalmente, sino como hitos en un proceso de trasformaciones en refe-rencia a los cuales resulta til clasificar, describir y comparar las socie-' dades concretas.

    Tambin es necesario insistir en que la evolucin sociocultural no es un proceso unilineal que seale una direccin nica que todos los pue-blos deban seguir por sus pasos marcados, sino que al contrario es multilineal y divergente. Dentro de cada nivel hay multitud de variedades,

  • I. Origen y diversidad de las culturas americanas 27

    y slo pocas de ellas cambian en el sentido de desarrollar un nuevo nivel evolutivo. Esto es especialmente necesario de tomar en cuenta en el caso de las civilizaciones americanas, que no se pueden asimilar a etapas en el desarrollo de la historia social europea. En Amrica ocurrieron pro-cesos cclicos de fragmentacin y reconstitucin de imperios. Los cam-bios que se efectan en este proceso son el desarrollo de variedades locales dentro de la misma estructura bsica y la reproduccin de la estructura unitaria original mantenindose dentro de los moldes funda-mentales de un mismo nivel evolutivo.

    Tambin hay que tomar en cuenta la posibilidad de involucin, es decir, de^ evolucin regresiva a niveles ms primitivos. Despus de la conquista europea se dio este proceso a consecuencia de la depauperiza-cin de grupos que sufrieron la violencia de la conquista, disminuyeron en poblacin y se refugiaron en regiones peor dotadas de recursos. Grupos del nivel de cacicazgo perdieron a menudo la diferenciacin social, las posibilidades de acumulacin de excedentes y las estructuras polticas que integraban B una unidad distintos grupos locales; es decir, que re-gresaron o involucionaron al nivel de las sociedades igualitarias. En tiem-pos precolombinos quiz ocurrieran procesos semejantes. Algunos de los grupos de recolectores en zonas marginales de Suramrica pueden haber sido lo que se ha llamado primitivos secundarios, es decir, grupos que luvieron antes una cultura ms compleja, pero que al encontrarse en regiones pobremente dotadas, bien fuera a consecuencias de su expansin I al ser empujados a ellas por grupos enemigos, se disolvieran en unida-des sociales de menor tamao y perdieran recursos tcnicos como el cultivo.

    Tambin cabe pensar en ctiifcto a los cacicazgos que no siempre representan estructuras previas al desarrollo de las civilizaciones, sino que a veces resultaron de la extensin de esas civilizaciones a regiones con menos posibilidades naturales para la preservacin de la base tc-nica y de la productividad que requiere una civilizacin. En estos casos sobrevino por consiguiente una simplificacin en la tcnica, se formaron sociedades de menor amplitud y se redujo la estratificacin social.

    Los procesos evolutivos mencionados implican adaptaciones a nuevos ambientes nsurales y a nuevos contactos entre diferentes grupos huma-nos, como consecuencia de la migracin a regiones con distintos recursos naturales, la anexin de nuevos territorios, la incorporacin de grupos a estructuras polticas mayores, el contacto mediante guerra o comercio, etc. lodo esto supone la difusin de elementos culturales de regin a regin \ de gflljpo a grupo. A veces se considera la difusin como un proceso .puesto al de evolucin o que incluso niega la posibili#d de sta. Mejor tk aceptar que la migracin y la difusin son parte del proceso de evo-

  • 28 Amrica indgena

    lucin sociocultural. La guerra y el comercio, condiciones o formas de contacto que difunden rasgos culturales, son tambin relaciones sociales que se sobreponen a las estructuras sociales internas de los grupos que participan en tales actividades. La difusin puede introducir nuevos re-cursos tcnicos cuyas consecuencias en la vida social y cultural son las mismas que se hubieran desarrollado independientemente. El contacto; con otros pueblos igualmente crea nuevas necesidades de adaptacin a un nuevo medio social. Este puede estimular el desarrollo de nuevas formas de produccin o de organizacin poltica y militar a fin de man-tener la independencia del grupo, al contrario puede llevar al someti-miento poltico, la huida o la depauperizacin, etc.

    Estos problemas se plantean al tratar de interpretar la evolucin y la expansin de las culturas en el continente americano. Ataen tambin a la debatida cuestin que trataremos ms adelante de si las civili-zaciones americanas se desarrollaron por s mismas o si se originaron, o al menos recibieron aportes considerables, de las altas culturas asiticas.

    Los tres niveles socioculturales definidos sociedades igualitarias, cacicazgos y civilizaciones estaban representados en el continente en el momento del descubrimiento.' Es caracterstico del Nuevo Mundo la gran extensin que ocupaban las sociedades igualitarias de cazadores y reco-lectores, sin par en otras partes del mundo, excepto Australia. Abarcaban el extremo S. de Suramrica, as como el N. y el O. de Norteamrica, incluyendo regiones templadas de gran potencial agrcola, como Califor-nia y las pampas. Los cultivadores ocupaban casi por completo la zona intertropical y slo una pequea parte de las zonas templadas. Dentro de la zona agrcola intertropical, en la parte occidental montaosa se en-contraban as sociedades civilizadas de la Amrica Nuclear que com-prenda dos grandes tradiciones: la mesoamericana y la andina. Entre ambas haba sociedades a distintos niveles de complejidad que no alcan-zaron formas de integracin poltica comparables a as de las civilizacio-nes citadas. En la parte oriental del intertrpico, as como en sus exten-siones a la zona templada, las sociedades de cultivadores se encontraban a un nivel de complejidad social que variaba desde sociedades igualita-rias a cacicazgos con formas bien definidas de diferenciacin social.

    reas culturales del continente

    Por rea cultural se entiende una regin ocupada por pueblos que comparten formas de cultura y organizacin social que, si bien pertenecen a cierto tipo sociocultural, constituyen una manifestacin especfica del

  • MUH 1.reas culturales. 1. Mesoamrica. 2. Recolectores del SO. de Nortame-.i 3. Cazadores de las llanuras. 4. Cultivadores del SO. de Norteamrica. 5. Cul-

    -..n lores del E. de Norteamrica. 6. Pescadores del NO. de Norteamrica. 7. Caza-"

    i de los bosques. 8. Esquimales. 9. Civilizacin andina. 10. Los Andes septen-

    n.iles y el Istmo. 11. El Intertrpico Oriental. 12. .Araucanos., 13. El Chaco. < f Madores del Sur. 15. Costeos del Sur.

  • 30 Amrica indgena

    mismo, resultante de tradiciones histricas propias y de la adaptacin a un medio geogrfico concreto.

    La delimitacin geogrfica de las reas culturales slo puede ser" aproximada; siempre hay zonas de transicin y mezcla que imposibilitan" trazar fronteras culturales con precisin. Por otra parte, en algunas reas" conviven pueblos vinculados por sistemas polticos complejos, por el co-| mercio o incluso por la guerra, aun cuando estn a distintos niveles de'. complejidad sociocultural y representen diversas tradiciones histricas. "'

    El mapa 1 muestra las reas culturales de todo el continente. Defin'-'-mos cada rea en trminos de la cultura material e instituciones sociales;" en tiempos del descubrimiento, indicando cundo existe informacin' arqueolgica abundante sobre perodos ms antiguos. Se notan adems' los casos en que las sociedades indgenas se mantuvieron independientes despus del descubrimiento, aunque las afectaran influencias europeas, que trasformaron su cultura profundamente, antes de ser exterminadas o integradas a la sociedad colonial o moderna. '

    En la mitad septentrional del continente se hallaba una de las gran-"1 des civilizaciones de la Amrica Nuclear. Mesoamrica. Comprenda el centro y S. de Mxico y partes de Centroamrica, con una larga tradicin-, bien atestada por la arqueologa. Se caracterizaba por la agricultura inten-, _siva y fue uno de los centros principales para el desarrollo de varia.s-, plantas cultivadas. En el curso de su historia se formaron unidades pol.K ticas complejas que han merecido el nombre de imperios. Geogrfica-, mente, el rea se divida en dos partes conectadas por el istmo de Tehuan-' tepec; en lo cultural se definen segn los pueblos dominantes como le esfera nahua en el centro y S. de Mxico y la esfera maya, centrada en. Yucatn y Guatemala. En tiempos de la Conquista, el llamado imperts azteca dominaba la mayor parte de a esfera nahua. aunque no haba logrado someter varios estados menores. En los extremos del rea haba dos regiones de clara raigambre mesoamericana. pero ocupadas por pue-blos con menor grado de complejidad poltica. Una se extenda hacia/ el NO. (Nayjtfit, Sinaloa) y otra hacia el S. (Nicaragua).

    En Norteamrica, al N. de Mesoamrica, sobrevivan re.sios de los tipos de cultura formados a fines del perodo paleoamericano. Los reco-lectores del SO., sociedades igualitarias que explotaban los variados re-cursos del NE, de Mxico, la Gran Cuenca y las Californias, eran conV tinuacin de los recolectores de la cultura de] desierto. Entre los caza-dores de las llanuras, dedicados a la caza del bisonte, sobreviva la tradi-cin de los cazadores de fines del perodo paleoamericano. Despus del descubrimiento, adoptaron la vida ecuestre, lo que les permiti intensi-ficar la cacera y extender el marco geogrfico de sus actividades.

  • I Origen y diversidad de las culturas americanas

    Dentro del territorio de las antiguas grandes reas de recolectores y de cazadores, el cultivo se extendi a partir de Mesoamrica desde muy antiguo, como atestigua la arqueologijJjXos cultivadores del. SO. forma-, ban sociedades igualitarias, pero con poblados permanentes, principal-mente en Sonora y S. de Arimna, en las montaas de Chihuahua y en los pueblos de Nuevo MxicaLLa agricultura mesoamericana se extendi igualmente hacia el NE., constituyendo el rea cultural de los cultivadores le (H- de Norteamrica que ocupaba toda la regin al E. de las llanuras, excepto las zonas fras septentrionales donde no era posible el cultivo. Las sociedades ms complejas del SE. se pueden describir como caci-cazgos semejantes a los del intertrpico; en el N. predominaban, en cam-bio, sociedades igualitarias.

    Ms al N. y fuera del mbito que en algn momento form parte de la historia latinoamericana, haba tres grandes reas de cazadores y pescadores con desarrollos locales ms elaborados que la base cultural paleoamericana. Probablemente se deben a aportes asiticos, de tiempos relativamen-te recientes, que no llegaron a extenderse ms al S.

    En lai-bstr?horoeste, desde el S. de Alaska hasta el N. de la Alta California, vivan pueblos especializados en la pesca con tcnicas refi-nadas, que expotSI abundantes recursos de la regin, complemen-tndolos con la caza y la recoleccin en el bosque. Estas sociedades exhiban una diferenciacin interna de tipo cacicazgo incipiente y se ha pensado que recibieron influencias asiticas e interocenicas. M| Otras dos reas muestran aportes de la cultura circumpolar del N. de Asia, como son los trajes ajustados y el trineo tirado por perros. Una es la de los cazadores..de los bosques del Canad: la otra,(la de los esqui-males de la tundra y.._dg. jas.costas del rtico, especializados sobre todo en a caza de mamferos marinos, pero que tambin practicaban la pesca v algunos la caza del carib o reno salvaje. ,-, _En la parte occidental de Suramrica jse encontraba) la civilizacin

    [indina,| cuyo origen y largo desarrollo estn bien documentados por la irqueologa. El rea centroandina de Per y Bolivia fue de antiguo el ncleo de esta civilizacin, que se caracteriza por la agricultura intensiva, .mtq en la costa como en la sierra, por la cra d$ auqunidos v por la lurmacin,

    -

    de_grandes entidades polticas. En el siglo xvi, el imperio incaico Hnminaha. tq4g_ejl_jea_central y se haba extendido j n m s all. H;icia el N. haba conquistadoel Ecuador, antes ms parecido a la zona u.insicional de Colombia. Hacia el S. haba incorporado a los cuitivado-n-s de oasis en los desjertos_rjgl N. de Argentina y Chile, y tambin a luirte de los araucanos. ' Los Andes septentrionales y el Istmo formaban nana zona intermedia iitre las dos grandes civilizacig.ngs_de_la Amrica Nuclear. Inclua pue-

  • Amrica indgena

    blos agrcolas, con distintos niveles de complejidad. Los cacicazgos ms poderosos de los muiscas se asemejaban en cuanto a su complejidad social a los pequeos estados de la zona centroandina antes de SB incorpora-cin al imperio incaico. Los otros cacicazgos y las sociedades igualitarias eran ms bien comparables a las culturas del [ntertrpico Oriental, \ I Intertrpico Oriental comprende las Antillas y una gran zona de Suramrca que abarca las cuencas de los grandes ros del continente. Predominaba all el cultivo de roza en la selva tropical, sobre todo de tubrculos, al que se sumaban la caza y la pesca. Haba tanto sociedades tribales como cacicazgos. En varios enclaves y en zonas marginales sobre-vivan grupos dedicados a la recoleccin, caza o pesca, con alg decuj-tivo. En las regiones ms remotas, algunos grupos indgenas han con-servado su cultura aborigen hasta la actualidad.

    y>VEn el centro y S. de Chile, los 7a"ucano> eran cutivadores en zona Templada. Disponan de llamasdomsticas y vivan en comunidades igua-litarias con cacicazgos incipientes. Los ms norteos fueron incorporados al imperio incaico y despus al dominio espaol. Los dT~S. rechazaron la Conquista espaola, adoptaron la cra de ganado y el caballo y for-maron una sociedad fronteriza, caracterizada poFinTazas y'guen-asTnter-rnitentes, entre s y con los espaoles, que dur hasta fines del siglo xix.^

    c/El Gran Chaco era un_a_zona_ mixta de transicin entre los cazadores de lasjpampas y los agricultores y pescadores fluviales del intertrpico Oriental. Coexistan varias combinaciones de caza, pesca y cultivo, y varias formas de convivencia entre pueblos. En los mrgenes occidentales era notable la adaptacin a condiciones esteparias, as como la influen-cia de la civilizacin andina. Durante la poca colonial, varios grupos -ad.QBtaron^eLcaballo, se dedicaron al saqueo, y surgi una vida_de fron-tera que enfrent a varios gruj?os_mdgenas con las_fundaciones y misio-nes espaolas.

    .i ': En las Pampas y Patagonia, bandas de cazadores explotaban prin-"cfpalmente el guanaco y el and. En el perodo colonial se extendi _el aado cimarrn y consecutivamente^ el uso del caballo. En algunos pun-tos entraron desde Chile grupos de araucanos ecuestres. Tambin aqu la vida de frontera dur hasta el siglo xix. M Los costeos del j jur habitaban los archipilagos y cos.tas del S. de "Chile y Tier_ra__del__Fuego; Vivan en pequeas bandas jie organizacin) igualitaria que aprovechaban los recursos costeros, sobre todo mariscos y aves marinas, suplementndolos con la caza menor y la recoleccin:

  • I Puntas de proyectil de las culturas paleoamericanas. A. Clovis; B. Sanda; C. Folsom. (Shirley Gorenstein, ed. North America, New York, 1975, pp. 21, 24, 2?t|

    .'. Saero de Tequixquiac, Mxico. Hueso tallado en forma de cabeza de animal. (Shirley Gorenstein, ed. Prehispanic Amerfe, New York, 1974, p. 14.)

  • 3.Cabeza colosal olmeca. (Foto cedida por el Departamento de Antropologa y Etnolo-ga Americanas, Universidad Complutense, Madrid.)

  • 4.Figuras de estilo olmeca talladas en la roca. Chalcacingo, Morelos. (Migue) Covarru-bias, Arte indgena de Mxico y Centroamrica, Mxico, 1961, p. 71.)

    - Seor maya llevado en litera. Decoracin de vasija maya. (Btty J. Meggers, Prehisto-ric America, New York, 1979, p. 60.)

  • 6.Teotihuacn. Templo de Quetzalcoatl. (Foto cedida por el Departamento de Antropo-loga y Etnologa Americanas. Universidad Complutense, Madrid.)

  • 7.Columnas del Templo de Tula.

  • 8.Comienzo de la migracin de los mexicanos segn la Tira de la Peregrinacin. Repre-senta la salida de los mexicanos de Aztln, la llegada a Colhuacn y las ocho tribus na-huatlacas. (Eduard Seler, Gesammelte Abhandlungen zur amerikanischen Sprach- und Altertumskunde, Berln, 1902-03, Vol. II, p. 34.)

  • 9.Mantas decoradas. Cdice Magliabechi. (Seler, Op. cit., Vol. II, p. 531.)

  • 10.Guerreros mexicanos. Cdice Mendocino. (Seler, Op. cit., Vol. II, p. 548.)

  • 11.Tlaloc, dios de la lluvia. Cdice Magliabechi. (Seler, Op. cit., Vol. III, p. 437.)

    12.Quetzalcoatl y Tezcatlipoca. Cdice Borbnico. (Seler, Op. cit., Vol. III, p. 347.)

  • 13.El templo de Tenochtitlan. Sahagn, Primeros Memoriales. (Seler, Op. cit., Vol. II, p.771.)

  • 14.Fiesta del mes Xocotl huetzi. Cdice Borbnico. (Seler, Op. cit., Vol. IV, p. 69.)

  • 15.Estela Raimondi. Monolito estilo Chavn. (Julio C. Tello, Antiguo Per, Lima, 1929, tras p. 74.)

  • 16.Puerta del Sol, Tiahuanaco (detalle). (Geoffrey W. Conrad y Arthur A. Demarest, Re-ligin and Empire, Cambridge, 1984, p. 101.)

    17.Vista area de Chan-chan.

  • 22.Machu Pichu.

  • 27,Estatua monoltica de San Agustn. (Foto cedida por el Departamento de Antropolo-ga y Etnologa Americanas. Universidad Complutense, Madrid.)

  • 28.Adorno de tumbaga procedente de Sitio Cont, cerca de Nata. Representa dos gue-rreros con las cabezas de sus enemigos. (Samuel K. Lothrop, Cocl: An archaeologi-cal study of central Panam, Part I. Cambridge, Mass. 1937, p. 166.)

  • 29.Tipos de casas antillanas. (Gonzalo Fernndez de Oviedo, Historia General y Natural de las Indias, Madrid, 1959, Tomo I, Lm. 1.)

    30.Canoa antillana. (Oviedo, Op. cit. Tomo I, Lm. 2.)

  • 31.Guerreros tupinambs en atavo ceremonial. (Hans Staden, Vera Historia, Buenos Ai-res, 1944, p. 107.)

    32.Recibimiento del cautivo en una aldea tupinamb. Las mujeres lo llevan a rapar. (Sta-den, Op. cit., p. 135.)

  • 33.Araucanos del siglo xvn, segn Marcgrav. (Handbook of South American Indians, Vol. II, p. 709.)

  • 34.Matan, espnitu del Klketen entre los selknam. (Martin Gusinde, Fueguinos, Sevilla,^ 1951, p. 320.)