PREPARAR PARA ASUMIR

UNA RESPONSABILIDAD

POLÍTICA Y ÉTICA.

Las condiciones de ejercicio del oficio

son tal heterogéneas que ya no

podemos recurrir a los programas para

tener la conciencia tranquila.

¿Acaso es necesario, bajo el pretexto que

esta en el programa?

¿Hablar con detalle de la revolución de

1910 a alumnos que no saben donde esta

china y solo tienen una vaga idea de las

grandes etapas de la historia humana?

Los profesores se ven enfrentados a

dilemas cada vez mas numerosos

que responden al desfase entre los

programas y el nivel, los intereses y

los proyectos de los alumnos.

La heterogeneidad de las clases

obliga a escoger con mayor lucidez

a los alumnos y alumnas.

Los practicantes están bastante

solos, puesto que los programas

son imprecisos, contradictorios o

vacios y siempre aconsejan.

El practicante se

puede remitir a sus

propios valores, si

estos lo guían sin

vacilación a

esforzarse por luchar

contra el fracaso o

el elitismo.

Tendrán mas éxito si

trabajan en equipo.

Por otra parte, incluso la reflexión

sobre el como suscita cuestiones

de ética:

¿Es justo motivar a los alumnos

ofreciéndoles golosinas?

¿Separar a dos amigos con el

pretexto de que hablan?

¿Amenazar a un castigo colectivo a

un grupo solidario con un alumno

rebelde?

Todo educador se sirve de la

formula mágica según Miller

(1984).

No nos enfrentamos a estos

dilemas con un catecismo, ni

siquiera con un código de ética.

La postura y la competencia

reflexiva no garantizan nada , pero

ayudan a analizar los dilemas. A

crear elecciones y a asumirlas.