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Trabajando tu llamado a las naciones Una guia para el misionero biocupacional

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Trabajandotu llamado

a las naciones

Una guia para el misionero biocupacional

Trabajandotu llamado

a las nacionesUna guía para el misionero biocupacional

Jonatán P. Lewis, editor

Publicado por Editorial Unilit

Miami, Fl. 33172

Segunda edición 1998 (revisada)

© 1995, 1998, COMIBAM InternacionalJonatán P. Lewis, editor generalMiguel Angel De Marco, consultor editorialAíxa Morales de Rivera y Audry Morales, traduccionesDona Kacalek, ilustracionesJeffNorthway, diseño de portadaDavid Treat, fotografías

Trabajando tu llamado a las ilaciones es una coedición de la Alianza Evangélica Mundial,COMIBAM Internacional y Editorial Unilit.

Todos los derechos reservados. Este manual no puede Ser copiado, reproducido o transmitidode ninguna formao propósito, sean estos electrónicos o mecánicos, así como tampoco puede serfotocopiado, grabado en voz o traducido a otros idiomas sin el permiso escrito del editor general.

Producto 498624ISBN 1-56063-975-XImpreso en ColombiaPrinted in Colombia

Sumario

Prólogo / 7

Prefacio / 9

Capítulo 1 • Cómo planificar para el éxito, Donaldo Hamilton / 13

Capítulo 2 • Entrar en perspectiva, Deltief Blocher / 27

Capítulo 3 • Siervos transculturales, David Tai-Woong Lee / 41

Capítulo 4 • El rol crucial de la iglesia local, Derek Christensen / 57

Capítulo 5 • Consideraciones críticas, Jonatán Cortés / 73

Capítulo 6 • Losfundamentos, Joshua K. Ogawa / 93

Capítulo 7 • La preparación personal, Elizabeth Vance / 109

Capítulo 8 • Dos destrezas básicas, Jim Chew / 121

Capítulo 9 • Dinámica de grupo y guerra espiritual, James Tebbe / 133

Capítulo 10 • El desafio de otra cultura, Elizabeth Goldsmith / 147

Capítulo 11 • El manejo de las tensiones, Carlos Calderón / 159

Capítulo 12 • La hora del protagonismo, Marcelo Acosta / 171

Conclusión ¿Cuál será tu parte? / 183

Apéndice A • Plan personal de acción / 185

Apéndice B • Plan personal de acción / 199

Apéndice C • Plan personal de acción / 203

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Prólogo

Como parte del movimiento misionero uno se alegra muchísimo con cada nuevo logro, concada paso adelante que podemos dar como Cuerpo de Cristo. Y precisamente eso es lo que ex-perimento en este momento, al ver que este material ha sido concluido y que ya está editándoseen varios idiomas.

Si la Iglesia ha de trabajar esforzada y eficazmente en la evangelización del mundo, esto sedeberá en gran parte a los cristianos que usen sus profesiones y oficios para entrar en países deacceso restringido. Esa es la razón de nuestra alegría al ver impresoeste material.

Trabajando tu llamado a las naciones, editado por Jonatán P. Lewis, es el primer curso efectivodestinado a la preparación de misioneros profesionales. El Dr. Lewis ha trabajado fuerte y minu-ciosamente para involucrar en este proyecto a varios especialistas internacionales en el tema.Tanto él como las personas a quienes ha invitado a escribir tienen una trayectoria probada ensus respectivas áreas. Verdaderamente, este no es un mero trabajo de escritorio, sino que cadaidea, cada párrafo, cada experiencia ha surgido de lo que significa «caminar con el Evangelio»en otras culturas, llevándoloy presentándolo a quienes nunca antes habían escuchado de él.

En estas páginas encontrarás el fruto de vidas entregadas a la misión sublime. Esto ha sidoposible porque esos hombres y mujeres, así como sus hijos, han dejado de lado sus culturas, subienestar y la calidez de sus amistades para viajar lejos y vivir en función de bendecir eterna-mente a otros.

Miles y miles de personas pasan a la eternidad directo a la perdición, por no saber de Jesu-cristo. Dios los ha creado, los ha amado ¡y ha provisto salvación para ellos! El quiere alcanzarlosa través nuestro.

Hace más de veinte años que con mi esposa estamos dedicados a las misiones. Y para serfrancos, el usar nuestra profesión fue la única alternativa que teníamos para ministrar en el paísal que fuimos llamados. Hemos aprendido mucho en nuestro propio andar y también hemos si-do testigos de las grandes cosas que Dios ha hecho con otros obreros de este tipo en todos estosaños. Por supuesto que hemos sufrido también, pero aquí estamos, gozosos de participar en latarea más gloriosa a la que podemos aspirar: saber que otros irán al cielo porque Dios nos hausado para hablarles. Como profesionales, comerciantes y ejecutivos podríamos estar contentoscon nuestra vocación y logros personales. Perot ¿qué se compara con el participar en la salva-cióneterna de otras vidas?

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Doy gracias a Dios por este curso. Te animo a transitarlo con dedicación y seriedad, ponien-do atención en cada idea compartida, meditando cada una de sus preguntas. Y si en tu corazónexperimentas el llamado de Dios a las misiones, déjame repetirte lo que aquel varón le dijera encierta noche al apóstol Pablo: «Pasa y ayúdanos».

Ing. Pablo CarrilloPM Internacional.

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Prefacio

La participación de Latinoamérica y de otros continentes del Tercer Mundo en las misionesmundiales está experimentando un tremendo crecimiento. Es un movimiento cuya visión, inspi-rada en el texto de Mateo 24.14, es hacer volver al Rey Jesús. «El cumplimiento de la Gran Comi-sión en nuestra generación», es el lema desafiante, y para realizarlo la iglesia cuenta con todoslos recursos espirituales, tecnológicos, financieros y humanos necesarios. Impulsado por un cre-cimiento sin paralelo en toda su historia, la Iglesia marcha hacia lo último de la tierra.

El año 2000 se ha propuesto como la meta para identificar y tener ubicados misioneros en to-dos los «pueblos no alcanzados», es decir, donde no existe un testimonio viable de Cristo. COMI-BAM Internacional está apoyando este movimiento, coordinado a nivel continental por el pro-grama Adopte un Pueblo (véase Apéndice D). A través de este programa se facilita información yayuda para las iglesias que quieran orar, ofrendar y enviar obreros a estos 11.000 grupos huma-nos no alcanzados por el Evangelio. ¡Unos 3.000.000.000 de personas!

Para lograr esta meta los misioneros biocupacionales son indispensables. La gran mayoría delos grupos humanos no alcanzados viven en países de acceso restringido para los misioneros yotros religiosos cristianos. Y si ellos no pueden ir, la Iglesia no puede contar con la «infantería»necesaria para penetrar a cada grupo con los portadores del mensaje de Jesucristo. Hoy en díano se puede hablar de misiones sin considerar el aspecto biocupacional.

Las iglesias de! Tercer Mundo están haciendo misiones con mucho sacrificio. Son misionesque en gran parte provienen de contextos de pobreza. Aunque la iglesia promedio siempre pue-de dar mucho más para las misiones de lo que en la actualidad se hace, los biocupacionalescuentan con sus trabajos para sostenerse, a! menos en parte. Esto no es una so!ución para asimi-lar la flaqueza de las iglesias que no ofrendan para las misiones, pero sí ayuda a enfrentar la rea-lidad económica con la cual muchos misioneros se encuentran. El hecho que los biocupacionalespuedan producir parte de su sostén ayuda a disminuir una de las barreras para el envío del mi-sionero que a menudo se presenta en la iglesia.

Los biocupacionales y la iglesia local

¿Quiénes son los misioneros biocupacionales? Son hombres y mujeres con un llamado genuinopara llevar el evangelio a otros pueblos y naciones. Son personas con dos ocupaciones. La pri-mera es la expresión de su vocación y compromiso con la extensión del Reino de Dios. La se-gunda es una ocupación con la cual son identificados por el pueblo en que residen —un trabajoque no los identifique como un «religioso profesional».

El modelo de! ministro biocupacional es tan antiguo como la Biblia misma. Noé, Abraham,José y Daniel como tantos otros fueron biocupacionales, ministrando al Señor y sirviendo a sus

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propósitos mientras desempeñaban otros oficios. Aunque siempre ha ha-bido lugar para las personas dedicadas exclusivamente a la administra-ción del culto y servicio a Dios, los biocupacionales también han jugadoun papel muy importante en el cumplimiento de! plan divino. Y siguenhaciéndolo. No cabe duda que la mayoría de los pastores en las iglesiasevangélicas del Tercer Mundo son biocupacionales —trabajando para sos-tenerse mientras pastorean sus congregaciones.

La iglesia local es el ambiente natural y eficaz para capacitar y orientaral misionero biocupacional. Ella tiene la autoridad espiritual y los recursospara hacerlo. Tal vez le falte una herramienta que la ayude, a fin de que laformación del candidato a misionero sea sistemática y eficiente. Creemosque Trabajando tu llamado a las naciones puede llenar este vacío. Es un curso

______________________ para la iglesia, diseñado para realizarse den-tro de la iglesia local y bajo la dirección de suslíderes.

«Lo ideal es usarloen el contexto ¿Quién debe estudiar

de una iglesia local, este material?con un grupo de estudio Trabajando tu llamado a las naciones sirve como

que se reúne semanalmente un curso inicial para todos los que sienten unainquietud por las misiones mundiales. Es una

para discutir ideas, introducción a todos los aspectos a considerarcompartir respuestas cuando uno desea realizar un llamado misio-

nero. A traves del curso uno puede llegar aa las preguntas y tareas, entender cuál será el camino personal que de-

berá trazar para llegar al lugar donde Dios loy apoyarse mutuamente con está enviando. Si tienes una inquietud misio-

consejos y oración.» nera, este curso es para ti.

Es también para la persona que siente uninterés por las misiones pero sin estar conven-

cida de que su papel es el de «ir» al campo, sino que está deseando apoyara los que son enviados. El tomar el curso junto con los que se están prepa-rando para ser enviados creará un vínculo especial entre el enviado y el en-viador. Llegarás a apreciar todo lo que el biocupacional debe enfrentar yserás de mayor y mejor apoyo a su labor porhaberlo cursado.

La intensidad dedicada al curso depende de la intención de cada parti-cipante. Para quienes desean preparase «para ir» es indispensable tomarseel tiempo para realizar el Plan Personal de Acción (PPA) del Apéndice A deeste manual. Aquellos que no piensan en ser enviados, no tienen la obliga-ción de completar el PPA, aunque sí deben apoyar a quienes lo están ha-ciendo, cuando estos piden su consejo, colaboración y oración.

lo

En ambos casos, los participantes examinarán cada uno de los asuntos concernientes a la mi-sión, pudiendo evaluar ya sea su propio alistamiento, o su participación en la preparación deotros. Con base en esta evaluación, podrá desarrollarse un bosquejo de metas, planes y un calen-dario, el cual podrá seguirse en forma responsable, a fin de lograr el envío del misionero. El pro-ceso necesario para desarrollar el Plan Personal de Acción para cada candidato a misionero estáclaramente delineado capítulo tras capítulo.

Maneras de estructurar el estudio

Este manual está diseñado con mayor flexibilidad para su uso en varios contextos. Se puede rea-lizar individualmente, bajo el asesoramiento de un pastor o líder de la iglesia; puede llevarse co-mo un curso por correspondencia, ofrecido por alguna entidad misionera como un curso porexten-sión apoyado por tutores, o también como libro de texto en una materia dictada magistralmente.Lo ideal es usarlo en el contexto de una iglesia local, con un grupo de estudio que se reúne se-manalmente para discutir ideas, compartir respuestas a las preguntas y tareas, y apoyarse mu-tuamente con consejos y oración. En el Apéndice B se encuentran sugerencias para quien deseeformar y liderar un grupo de estudio en su iglesia local.

El Apéndice C contiene la Guía para el estudiante, con instrucciones específicas para el uso delmanual y sugerencias generales sobre cómo estudiar para obtener su mejor provecho.

Esperamos que este curso pueda ser de bendición para todos los que amanlas misiones. Conla ayuda del Señor, será utilizado para reclutar y preparar miles de obreros para una cosecha es-piritual fructífera entre los pueblos menos alcanzados del mundo, y así apresurar el Gran Díade! Señor y su Segunda Venida (2 Pedro 3.12).

¡Maranata, Señor Jesús!

Dr. Jonatán P. Lewis, editor

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CAPÍTULO 1

Cómo planificar para el éxito

Los obreros biocupacionales —también conocidos como «hacedores de tiendas»— hancomenzado a jugar un papel esencial en el cumplimiento de la Gran Comisión. Paraterminar la tarea encomendada se necesitan decenas de miles de obreros, y el desafíoque presentan las misiones biocupacionales es enorme.

Obtener un empleo en el extranjero es posible. De hecho, en estos momentos haymillones de cristianos que se encuentran trabajando en un contexto extranjero. Sin em-bargo, por lo general, las razones por las que estós creyentes en Jesucristo buscan em-pleos en otros países no tienen nada que ver con la predicación del Evangelio. Comoconsecuencia, la mayoría de ellos logra muy poco impacto.

El obrero biocupacional debe ser un individuo bien entrenado, tanto en sus habili-dades ministeriales como en las ocupacionales. Debe tener capacidad para relacionarseeficázmente con otros, y a la vez ser maduro y sensible al Espíritu Santo. La perseve-rancia y la disciplina personal son también indispensables.

El preparar el camino hacia un ministerio biocupacional, a través de la planifica-ción cuidadosa, ayuda a dichos obreros a desarrollar precisamente esas destrezas, cua-lidades y madurez necesarias para el éxito. En el siguiente artículo, Donaldo Hamilton—quien posee un corazón comprometido con las misiones biocupacionales y una vastaexperiencia de treinta años en el mundo empresarial— aborda este tema.

Así que deseas serun misionero biocupacional, ¿verdad?Por Donaldo Hamilton*

Hace algunos años me encontraba esperando en un aeropuerto, y para aprovechar el tiempo es-taba trabajando en el manuscrito del libro Tentmakers Speak (Los obreros biocupacionales ha-blan). Fue allí que se me acercó un hombre y me preguntó sobre qué escribía. Al mirar mis notasse detuvo en la frase «hacedor de tiendas».

* Donaldo Hamilton trabajó por treinta años en corporaciones empresariales antes de involucrarse en el campo de los biocupacionales. En 1985 fundóTMQ Research en la ciudad de Duarte, California, desde donde condujo un estudio sobre la realidad de más de 800 misioneros biocupacionales. De es-te trabajo de investigaciónnació el libro Tentmakers Speak (Regal Press, 1987) y la pruebaTREP (Tentmaker Research Evaluation Profile).

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—¡Ah! ¡Se trata de hacer tiendas como lohacía el apóstol Pablo! —dijo. Sin necesidadde ninguna otra clave, el hombre sabía exac-tamente a qué me refería.

«Hacedores de tiendas>’, misiones biocu-pacionales, un concepto tan conocido que ca-si no necesita ser explicado. Hechos 18.3 diceque Pablo hacía tiendas para mantenersemientras predicaba el Evangelio. Tomando aPablo como ejemplo, el concepto se ha utili-zado para describir a todo aquel que —aligual que él— mantiene un empleo secularpara sostenerse mientras ejerce su ministeriocomo embajador de Cristo. Algunos piensanque todo cristiano que tiene un trabajo se-cular es un obrero biocupacional. «No tienesque ser un evangelista, y por supuesto que notienes que vivir en el extranjero», afirmanellos. «Mientras vivas para Cristo y ganes tupropio sustento, en vez de que otros temantengan, eres un obrero biocupacional»,concluyen.

Quizás haya algo de razón en una defini-ción tan generalizada como ésta. Sin em-bargo, más que aclarar el concepto, esta defi-nición tiende a hacerlo más confuso. Deninguna manera pretendo restarle importan-cia a la necesidad de que la gente testifiqueacerca de Jesús en sus trabajos. Quizás losmejores candidatos para obreros biocupacio-nales son aquellos que así lo hacen. No obs-tante, para nuestro propósito específico, ladefinición relevante es la siguiente: «Un obre-ro biocupacional es un cristiano que se desen-

vuelve en un medio transcultural y al que lacultura anfitriona reconoce como algo másque un “profesional religioso”. Sin embargo,es un misionero en todos los aspectos, ya seaen su compromiso, en su motivación y suentrenamiento».

Los obreros biocupacionales son personasque cruzan barreras culturales para llevar elEvangelio. En forma legal, sus visas y estatus

frente a los organismos gubernamentalesmanifiestan otra cosa, no necesariamente quesean misioneros o ministros religiosos. Usansus intereses, capacidades profesionales oproductos y no su religión para legitimar supresencia en medio de la cultura anfitriona.Sin embargo, admiten abierta y firmementesus convicciones religiosas.

Los obreros biocupacionales no son sola-mente «cristianos evangélicos que viven en elextranjero». El predicar el Evangelio no es unpropósito aparte de sus trabajos. Estos obre-ros tienen un llamado misionero, llevan unpropósito misionero, y han sido entrenadospara eso. Son recursos estratégicos para llevara cabo los propósitos de Dios, los cuales nopodrían realizarse de otro modo. La eviden-cia bíblica y el testimonio de innumerablesobreros biocupacionales a través de los añoshacen que uno se dé cuenta de que las misio-nes de este tipo deben considerarse como al-go más que simplemente una segunda opciónpara los lugares en donde misioneros regula-res no son admitidos.

1. ¿Cuál es la definición del término «cristiano biocupacional»? ¿Por qué es importante definirlo con precisión?

Debilidades

A pesar de las muchas ventajas que puedenofrecer las misiones biocupacionales, tantolos obreros que adoptan esta estrategia comolos misioneros tradicionales han percibidociertas debilidades. Dichas deficiencias tien-den a neutralizar el potencial que poseen losobreros para ser eficaces, contribuyendo a lacreación de estereotipos negativos y minandola credibilidad del movimiento en general.

1. Los obreros biocupacionales tienden aser «llaneros solitarios’>. Es decir tienensus propias ideas y casi nunca consideranafiliarse a otros ministerios ya estableci-dos. Suelen funcionar sin el apoyo de unequipo o alguna estructura a la que pue-dan rendir informes y serle responsables.Por esa razón tampoco consultan ni reci-ben autorización de nadie más, sólo deellos mismos. A menudo carecen de expe-riencia con respecto a otras culturas, asícomo de una estrategia a largo plazo; ex-ceptuando lo que pueden lograr por símismos. No alcanzan fines visibles y pue-den, incluso, crear problemas que los afec-ten a ellos mismos y a otros cristianos delárea.

2. Los obreros biocupacionales suelen lle-gar al campo mal equipados bíblica y espi-ritualmente. Ellos carecen del entrena-

Así que deseas ser... ¿verdad? / 15

miento, trasfondo y otros recursos necesa-rios para manejar los asuntos espiritualesque confrontarán.

3. Los obreros biocupacionales, a menudo,le dan poca prioridad al adaptarse a la cul-tura o aprender el idioma local.

4. Los empleos seculares de los obrerosbiocupacionales requieren tanto tiempo yenergía que sus ministerios se diluyen.

Estos temas constituyen serios problemas,pero no deberían caracterizar a los obrerosbiocupacionales que hemos definido. Estasdeficiencias pueden encontrarse esporádica-mente en el evangélico promedio que consi-gue un trabajo en el extranjero. Sin embargono deben caracterizar al obrero biocupacio-nal. Recuerde: son misioneros.

La mayoría de los misioneros no son «lla-neros solitarios» que no se sujetan a ningunaestructura, ni son irresponsables o están malequipados bíblica y espiritualmente. A ellostampoco les falta compromiso para adaptarsea la cultura o para aprender el idioma local.Al igual que otros misioneros, los biocupacio-nales deben recibir un entrenamiento comple-to, a fin de poder desempeñarse como minis-tros transculturales de la forma más efectivaposible.

2. ¿Cuál es tu reacción inicial hacia las debilidades que el autor ha señalado? ¿Las consideras realmenteasí? ¿Por qué?

Hacia un buen comienzo

Ahimaas era el más veloz de todos. Llegó an-tes que Cushi hasta donde estaba David parainformarle acerca de lo que sucedía en aque-

lla batalla crucial (2a Samuel 18.19-33). Eraimportante que David recibiera la informa-ción más reciente, pero también era necesarioque fuera la correcta. David quería saber so-bre su hijo Absalón específicamente, pero

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16 / Trabajando tu llamado a las naciones

Ahimaas había abandonado eh lugar de habatalla demasiado pronto, por ho que ah llegarhasta David no estaba al tanto del resultadode la batalla. Se le dijo que se hiciera a unlado, hasta que llegó el etíope, quien tenía hainformación correcta y compheta —a pesar deno ser la que David hubiese querido es-cuchar. ¡Es triste que se le haya dicho aAhimaas que se hiciera a un lado! Era unapersona de gran entrega, además de un exce-lente corredor. Sin embargo, no estaba bieninformado.

3. ¿Cuáles son las limitaciones que puede enfrentarcional, aun cuandofuera un excelente profesional?

Hoy mucha gente está altamente prepara-da en determinadas carreras, y posee un in-menso deseo de invohucrarse en el ministeriode has misiones biocupacionales. ¡Es una lásti-ma que tengan sólo la mitad de ha prepara-ción! Pablo he dijo a Timoteo que, como hom-bre de Dios que era, debía estar «enteramentepreparado para toda buena obra». (

2a Timo-

teo 3.17). Ese, en especial, es un buen consejopara un futuro obrero.

una persona al querer llegar a ser un obrero biocupa-

Cómo planificarla preparación

Hay cinco elementos que deben tomarse encuenta ah planificar tu preparación como mi-sionero biocupacionah.

• Evaluación• Prioridades• Disciplina• Metas• Responsabilidad

Evaluación

La palabra «evaluación» no es muy popular.La mayoría de has personas se resiste a serevaluada; les resulta demasiado amenazante.Sin embargo, es necesario que cada individuosepa dónde está parado antes de emprendercualquier empresa significativa.

Existen varios tipos de evaluación. Unode ellos es la autoevaluación, la cual se llevaa cabo usando una escala parecida a las queaparecen en este estudio. Si el individuo esverdaderamente objetivo, su autoevaluación

No obstante,se da esta ob-

puede resultar muy efectiva.son muy raros los casos en quejetividad.

Cuando ha evahuación puede ser verifica-da ah mismo tiempo por alguien que nos co-noce bien, entonces es posible que eh resulta-do sea más exacto. El poeta escocés BobbyBurns, escribió:

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«10h, quealgún podernos diera eldon de vernoscomo nos ven los demás!;

¡De cuántos errores nos libraría!»

Y esto es muy cierto para los obreros bio-cupacionales, quienes cuentan con un altopotencial para cometer toda clase de erroresen un contexto transcultural. El contar con laperspectiva de otras personas acerca de nues-tras fortalezas y debilidades nos ayudará aobtener un cuadro más exacto de nosotrosmismos.

Cuando es posible, la mejor forma de ob-tener una apreciación acertada es evaluar encomparación con un estándar conocido. Eneste tipo de evaluación cada individuo usaun formulario tipo, cuya puntuación se com-para con la de otros cientos de miles de per-sonas que han pasado por el mismo proceso.Este método elimina la mayor parte de lasubjetividad y cada área se analiza con crite-rios ya probados.

Basado en una extensa investigación, hedesarrollado una herramienta —un test— conel propósito específico de evaluar los aspec-tos del obrero biocupacional. A este instru-mento se lo conoce como el TREP* —por susiniciales en inglés, Tent maker Research Evalua-tion Profile. Sin embargo, aun utilizando estaherramienta, lo mejor es trabajar con otra per-

Así que deseas ser... ¿verdad? / 17

sona, quien pueda interpretar los resultados yayudar al evaluando a equiparse para el cam-po misionero.

Prioridades

Cuando la lista de recomendaciones cualifica-das para un obrero biocupacional es recogidade diferentes fuentes —así como se ha hechopara este curso— es inevitable que el candi-dato se encuentre con una larga lista de «in-dispensables», «importantes» y «deberías». Elenfrentarse a ella puede resultar abrumadorpara un candidato. Todos tenemos limitacio-nes en cuanto al tiempo y a la energía, por loque es necesario definir prioridades. Las eva-luaciones ayudan a determinar cómo se en-cuentra el individuo en cada una de estasáreas. Si tiene deficiencia en un área clasifica-da como «indispensable», es esta la que tienemayor prioridad, mientras que se puede tra-bajar en las áreas de los «importantes» y «de-bería» a medida que el tiempo y la energía lopermitan. Entre las páginas 22 y 24, bajo el tí-tulo de «Aceptar el desafío», hay un resumende las áreas que considero de carácter «indis-pensable».

4. Las evaluaciones yel establecer prioridades, cómo ayudan a determinar un curso de acción?

La disciplina

En el título de este manual Trabajando tu ¡la-mado a las naciones, la palabra «trabajo» tieneun doble sentido. Su significado primario esprecisamente el usar la vocación profesionalo la capacitación laboral como medio paraentrar al campo y para alcanzar un sosteni-miento económico, mientras se sirve comomisionero biocupacional. Pero el términotambién implica que el prepararse de la ma-nera correcta es un trabajo duro.

La preparación de un obrero biocupacio-nal abarca muchas disciplinas y requiere mu-cho tiempo y energía. Aquellos que piensanque las misiones biocupacionales son una al-ternativa sencilla a las misiones convenciona-les necesitan reconsiderar seriamente su filo-sofía acerca del ministerio. Si hay algo másdifícil que las misiones convencionales, esealgo lo son las biocupacionales. Además, re-quieren una preparación más completa; eltrabajar para llenar los requisitos necesariospara ser un obrero biocupacional requiere

* El TREP puede conseguirse en TMQ Research, 312 Melcanyon Rd., Duarte, CA 91010, EE.UU. Su costoes de veintedólares.

18 / Trabajando tu llamado a las naciones

una gran disciplina en un periodo de tiempo

prolongado.

Las metas

No se puede crear un plan de acción a menosque se conozca la meta. Y antes de diseñar unprograma de preparación es necesario que secomprenda a fondo el término «meta».

Hay mucha confusión en cuanto a esteconcepto; en especial entre los cristianos. «Sercomo Cristo» es un objetivo muy loable, perono constituye una meta. Las metas deben serespecíficas, como por ejemplo: «Para fin demes estaré estudiando la Biblia por lo menosveinte minutos diarios». Esa es una meta, di-rigida a lograr el objetivo de ser más comoCristo. Ella es válida porque es significativa,alcanzable, medible y manejable: ¡SAMM!

Examinemos cada una de estas caracterís-ticas de las metas válidas.

SignificativaEn la mayoría de los casos, el decir: «Mi metaes salir de la cama en la mañana» no es muysignificativo, puesto que no cambia en nadala realidad cotidiana. Sin embargo, para al-guien que tiene dificultades en compartir elEvangelio con otros, el decir: «voy a aprendera compartir mi fe con otros, y antes del 31 dediciembre voy a hablarle a alguien que nece-sita a Cristo» sí es significativo, sobre todo siesta persona se está preparando para ser unobrerobiocupacional.

AlcanzableEl querer retrasar el sol diez grados, volvién-dolo a su posición anterior, ciertamente essignificativo, pero no alcanzable. Es necesarioasegurarse de que la meta en cuestión puedarealizarse. La meta de hablarle a alguien quenecesita a Cristo antes del 31 de diciembre deeste año es significativa y alcanzable.

MediblePara que una meta sea válida, debe ser medi-ble. «Voy a memorizar algo de la Palabra» no

es una meta válida puesto que no es medible.Para establecer esta meta en términos válidoses necesario añadirle una cantidad. Decir:«voy a memorizar cincuenta versos nuevosantes de que termine el año» constituye unameta medible. Ahora bien, si la meta no se es-tablece sino hasta el primero de diciembre,puede ser que no se cumpla y por lo tanto esinválida.

Para que una meta pueda ser medible deun modo realista es necesario establecer pun-tos de referencia a lo largo del camino. En es-te punto puede ser muy útil un guía-verifica-dor. Si se establece la meta el primero de ju-nio en lugar del primero de diciembre, esosignifica que se deben memorizar dos versospor semana. Esto es alcanzable, pero se debenestablecer puntos de referencia. Por ejemplo,que para el 30 de setiembre se deben habermemorizado veinticinco versos. No es res-ponsable esperar hasta el 31 de diciembre pa-ra medir cuánto progreso se ha hecho. Ade-más, se tienen que determinar las dimensio-nes que abarca el «memorizar». ¿Qué quere-mos decir con memorizar? ¿Significa poderrepetir el verso palabra por palabra, o unaparáfrasis es suficiente? ¿Hay que memorizarlas referencias también? Mientras más preci-Sos seamos en cuanto a los términos, más cla-ra será la meta.

Volviendo al ejemplo original de «voy ahablarle a alguien que necesita a Cristo, antesdel 31 de diciembre de este año», esta afirma-ción constituye una meta significativa, alcan-zable y medible.

ManejableAquí es donde más frecuentemente se falla alestablecer las metas. ¿Qué significa «maneja-ble»? Puesto de manera sencilla, quiere decirque la meta pertenece a una persona específi-camente, y que esa persona tiene, además, losrecursos necesarios —el dinero, el tiempo,etc.— y la oportunidad para alcanzarla.

¿Cuán manejable es la meta de «voy a ha-blarle a alguien que necesita a Cristo antes

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del 31 de diciembre de este año»? La palabra«voy» —con sujeto tácito— indica la pertenen-cia de la meta. ¿Tienes los recursos para alcan-zar esta meta? De no ser así, quizás necesitesalgún tipo de entrenamiento en esta área ¿Hasestado testificándole a otra persona?

Quizás esta es una meta demasiado altapara este año. Una mejor meta podría ser:«Voy a tomar un entrenamiento sobre cómodirigir a una persona a tomar una decisiónpersonal de fe en Cristo, antes del 31 de di-

ciembre de este año». Esa es una meta signifi-cativa, alcanzable, medible y manejable.¡SAMM!

En términos generales, tenemos la tenden-cia de establecer metas que son demasiado al-tas para el trabajo a corto plazo, demasiadobajas para el trabajo a largo plazo. El aplicarlos criterios de SAMM al establecer las metasdebe ayudarnos considerablemente a corregiresta tendencia.

5. ¿Por qué es importante entender el modo correcto de establecer metas para poder llevar a cabo nuestrosplanes?

Responsabilidad y sujeción

Ningún siervo de Dios alcanzará un éxito to-tal a menos que pueda contar con una estruc-tura a la cual sujetarse y ser responsable. Enel último análisis es a Dios a quien se es res-ponsable, pero también es necesaria la eva-luación y la consejería por parte de los de-más. Dios ha puesto a sus siervos en posicio-nes a través de las cuales puedan ejercer au-toridad sobre ti y se necesita humildad parasometerse a ellos.

En términos generales, la estructura deresponsabilidad que provee un mejor creci-miento y desarrollo, tanto espiritual comoministerial, es la iglesia local en la cual sirves.Idealmente, contarás con uno o varios conse-jeros que trabajarán contigo en tu desarrolloespiritual así como en otros aspectos de creci-miento, tanto social como personal.

También necesitarás una guía o mentor*,una persona que se comprometa con tu desa-

rrollo como obrero biocupacional. Aunque eldiscipulado es parte de esta relación, va masallá de esto. El mentor ideal es una personaque tiene experiencia como obrero biocupa-cional y ha apoyado a otros en sudesarrollo yubicación. No siempre se encontrará un men-tor ideal, pero el elemento más importante dela relación es el compromiso que él tenga contu éxito como misionero. Esta dinámica seilustra en el capítulo 3 de este manual.

Así quedeseas ser... ¿verdad? / 19 I

Un mentor ideal1. Es un cristiano maduro.2. Es un miembro comprometido de una iglesia de ser posible, la

tuya.3. Es una persona exitosa en su campo (preferentemente, similar

al que tu estás.4. Es un testigo eficaz en su trabajo.5. Ha tenido algún tipo de experiencia ministerial y ha trabajado

en el desarrollo espiritual de otros.6. Te conoce bien y está dispuesto a comprometerse el tiempo

que sea necesario para guiarte a través del camino hacia tupreparación y colocación como obrero biocupacional.

*Mentor: alguien que esta comprometido con tu éxito como misionero, y antequien vas a responderpor tu Plan personalde acción (PPA).

Walt Shearer, de International Interns, eseste tipo de persona. Él está sirviendo conti-nuamente como mentor de obreros biocupa-cionales. También ha desarrollado un progra-ma para ayudar a que cada iglesia forme unaestructura propia de amplio alcance y que sir-va como mentor. Este tipo de estructura esesencial dentro de las iglesias locales para lle-var a cabo la movilización a nivel mundial deobreros biocupacionales eficaces.*

En nuestras iglesias existen millones de«mentores potenciales». Aunque algunos sedesempeñan como diáconos, ancianos u otrotipo de oficiales, el mayor potencial numéricose encuentra entre los cristianos laicos madu-ros, quienes quizás no tienen ninguna res-ponsabilidad oficial en la iglesia. Ellos com-prenden lo que se necesita para ser un cristia-no exitoso en el lugar de empleo. Al unirse aotros individuos pueden hacer una valiosacontribución al compartir su sabiduría; ade-más de establecer una relación de sujeción yresponsabilidad.

Un grupo de compañeros —como ese conel cual quizás te encuentres tomando estecurso— constituye otra estructura de respon-sabilidad. Las personas que comparten tuedad y una motivación similares a las tuyapueden guiarte y aconsejarte durante tusaños de entrenamiento. El hecho de que elgrupo tenga una misma meta —convertirseen obreros biocupacionales— puede ser demucho estímulo. Sin embargo, existen algu-

nas limitaciones. El grupo quizás carece deun compromiso a largo plazo o del trasfondonecesario —en cuanto a consejería— para li-diar con situaciones difíciles. Por esta razónes necesario que la estructura de dicho grupose complete con el trabajo por parte de conse-jeros o de un mentor.

Las agencias misioneras también puedenproveer estructuras de responsabilidad. Unavez establecida la relación con una agencia,esta puede encargarse de guiarte hacia unapreparación adecuada. Aunque no todas lasagencias misioneras están preparadas para

trabajar con obreros biocupacionales —ni to-das están trabajando en el lugar hacia el cualsientes un llamado- las que sí lo hacen esta-rán en condiciones de proveer el apoyo nece-sario. Una vez que encuentres una agenciaque te resulte conveniente, debe escribirse unacuerdo entre la agencia, tu iglesia local y tumismo, a fin de aclarar los puntos acerca dela autoridad y la responsabilidad. Los mento-res también pueden jugar un papel muy im-portante en este proceso, cuando se están ne-gociando los acuerdos de trabajo y relación.

6. ¿ Qué importancia tiene la presencia de un mentor y una estructura de responsabilidad para el éxito del futuromisionero?

1 20 / Trabajando tu llamado a las naciones

«Entérminos generales,la estructura de sujeción

que provee un mejorcrecimiento y desarrollo

es la iglesia local.»

‘Para mayor información sobre el desarrollo de mentores para obreros biocupacionales en la iglesia local (disponible solo en inglés), solicitarla a WaltShearer, International Interns, P.O. Box 133, San Dimas,CA 91773, EE.UU.

Así que deseas ser... ¿verdad? / 21 ¡Trabajando tu llamado a través de este curso

El autor ha explicado en detalle los elementos que conlleva el prepararse para ser unobrero biocupacional. Los siguientes son algunos puntos específicos sobre cómo tomareste curso.

Trabajando tu llamado a las naciones está diseñado de modo que te ayude a convertirteen un obrero biocupacional.

El primer paso es concentrarse en los puntos que se discuten en cada capítulo. Laspreguntas que se encuentran intercaladas en el texto —así como las discusiones que es-tas generan— te ayudarán a reflexionar sobre cada tópico.

El segundo paso es realizar las asignaciones de tareas que se encuentran al final de ca-da capítulo. Muchas de estas asignaciones te ayudarán a evaluar tu preparación para laobra biocupacional. Otras requerirán que definas o expreses tu forma de pensar sobreun área en particular. En la mayoría de los casos estas tareas se pueden hacer completa-mente en el tiempo que dura el curso, especialmente si te comprometes a hacerlas entreuna sesión y otra.

El tercer paso —el cual es esencial para alcanzar el éxito- es escribir las metas en elPlan personal de acción (PPA), del apéndice A. Estas metas van a ayudarte a desarrollar,de manera concreta, las relaciones, los conocimientos y las habilidades que necesitas pa-ra ser un buen obrero. Las medidas sugeridas en el PPA están directamente relacionadascon las asignaciones de cada capítulo. Al igual que algunas de las tareas, se puedencompletar durante la semana, mientras que otras pueden requerir pasos adicionales, losque pueden tomar, incluso, años para completarse. Al completarlo, el PPA se convierteen la guía para alcanzarel objetivo de convertirte en un obrero biocupacional exitoso.

Trabaja con el Plan personal de acción del apéndice A

El Plan personal de acción (PPA) te llevará desde los procesos de análisis y reflexión que seencuentran contenidos en las tareas asignadas al final de cada capítulo hasta el desarro-llo de pasos específicos a tomar, con miras a tu desarrollo como obrero biocupacional.Esta tabla delineará una transición del pensar al hacer.

Si ya has logrado llevar a cabo uno de los pasos que seencuentran en la lista, no nece-sitarás tomar medidaspara lograr ese paso en particular. El paso 2-1 en el PPA del apén-dice A, por ejemplo, consiste en memorizar Mateo 28.18-20. Si ya has memorizado esteverso, no debes formular un plan de acción para lograr dicha tarea. No obstante, la eva-luación de tu destreza o habilidad en un área en particular no debe depender de ti sola-mente. El mentor tiene la tarea crucial de ayudarte a determinar el área de preparación ala que necesitas dedicarle más tiempo y esfuerzo.

El propósito de muchas de las tareas es ayudarte a expresar a otros tus pensamientosy convicciones. Estas asignaciones no sólo agudizarán tu forma de pensar sino que tam-bién ayudarán a las personas con las que hables a entender la dinámica de las misionesbiocupacionales. A medida que el Señor vaya despertando interés en los corazones delas personas con las que hables respecto a tu preparación y su futuro ministerio, dichoscontactos podrán convertirse —en ciertos casos— en relaciones fructíferas.

22

/ Trabajando tu llamado a las naciones

7. Examina las «acciones requeridas» en el Plan personal de acción del apéndice A. ¿Cuál es la acción querequieremayor tiempode tu parte para completar tu preparación como obrero biocupacional?

8. ¿Por qué es importante que los candidatos a obreros biocupacionales puedan expresarse con precisión acerca delfundamentode las misiones biocupacionales y de su compromiso con dicho ministerio?

Aceptar el desafío

Las misiones biocupacionales no son para to-do el mundo. De hecho, no representa unaopción fácil en lugar de ser misionero de ma-nera convencional. Ser un obrero biocupacio-nal es uno de los trabajos más difíciles, perolas recompensas que Dios tiene para aquellosque El usa para que otros lo conozcan bienvalen todo el esfuerzo, el dolor y las frustra-ciones por las que se transcurre en el proceso.

Primero establece en tu mente por quéquieres ser un obrero biocupacional. Luegobusca de forma diligente cuál es la voluntadde Diossobre el asunto.

Las misiones biocupacionales representanun medio magnífico para compartir el Evan-gelio de una forma natural, positiva, contan-do con el respeto y la confianza de aquellosque trabajan contigo. Las misiones biocupa-cionales no son lo primero que viene a nues-tra mente cuando pensamos en misiones, pe-ro sí es un esfuerzo misionero necesario. Enmuchas áreas, culturas y países es, a menudo,

. elúnico método permitido de hacer misiones.

¡Prepárate!

Acepta el reto y prepárate adecuadamentepara tu nueva carrera. Comprométete con unplan de autodisciplina organizado, de modoque puedas completar tu preparación comoobrero biocupacional. Si das un paso a la vez,el trabajo no te parecerá tan intimidatorio.

Desarrolla un grupo fuerte que te sosten-ga en oración y te infunda ánimo. El mejorgrupo de apoyo es tu iglesia local. Por lo tan-to, involúcrate entre ellos y sé sumiso y res-ponsable con el liderazgo.

Si acaso te dieras cuenta de que tu interésen las misiones biocupacionales ha disminui-do con el tiempo, retírate. No tiene nada demalo admitir que tu entusiasmo inicial no es-taba cimentado en la voluntad de Dios y queÉl tiene, en realidad, otros planes para ti. Nodebes ser necesariamente un obrero biocupa-cional para servir al Señor. Si Él quiere queestés en otro lugar, no vayas contra su volun-tad. Si lo haces, terminarás siendo un obrerobiocupacional mediocre, un cristiano medio-crey una persona solitaria.

Preparación Espiritual

1. Apoyo local. Dentro de tu estructura deapoyo, asegúrate de incluir un grupo decristianos que se comprometan a fortale-certe en la fe y a sostenerte a través de car-tas y de la oración. También debes tener unmentor ante quién ser responsable de tu vi-da espiritual.

2. Estudia la Biblia. Conviértete en un estu-diante de la Palabra. Intenta incluir dentrode tus planes un mínimo de un año paraasistir a un seminario o instituto bíblico.No será un tiempo desperdiciado. Estudiala Palabra en grupos de estudios bíblicos ytambién por tu cuenta. Sumérgete en lasEscrituras y deja que ellas llenen cada as-pecto de tu vida.

3. Aprende a orar. Comienza (si no lo has he-cho ya) a orar todos los días. Sé consisten-te. Hazlo incluso —¡especialmente!—cuando no tengas deseos. No olvides orarpor los problemas comunes de la vida, asícomo pedir que el Espíritu Santo te protejade la maldad espiritual.

4. Aprende a evangelizar. ¿Has compartidoabiertamente el Evangelio con alguien al-guna vez? Aprende cómo hacerlo desdeahora; ya que de no ser así, menos podráshacerlo en otra cultura. ¿Has llevado a al-guien a hacer una oración de entrega aCristo? Ese es uno de los gozos más gran-des que puede experimentar cualquiercristiano. Aprende cómo hacerlo ahora, demodo que tengas práctica para que tus es-fuerzos en el campo resulten naturales yhonren al Señor.

5. Aprende a discipular. El aprender a disci-pular presupone que tu ya has sido disci-pulado por alguien y, por lo tanto, tienesexperiencia en cuanto a enseñar y discipu-lar a otros. ¡Eso es presuponer bastante,¿no crees?! Quizás debas discutir primerocon tu mentor cómo puedes convertirte en

Así que deseas ser... ¿verdad? / 23

un discípulo de Cristo. A través de ese pro-ceso podrás aprender cómo discipular aotros. Algunos de los libros clásicos acercadel discipulado abarcan ambos aspectos.

Preparación cultural

1. Aprende el idioma. Comprométete a apren-der el idioma del lugar donde Dios te en-vía. Siempre es necesario conocer el idiomade la cultura anfitriona para poder evange-lizar con éxito. Al aprender el idioma, ade-más de demostrar respeto hacia las perso-nas y hacia su herencia, puedes lograr to-car no sólo sus mentes sino también sus co-razones. No te preocupespor cometer erro-res; incluso el hacerlo te dará oportunida-des para establecer conversaciones amisto-sas con aquellos cuya lengua intentasaprender.

2. Aprende a desligar el Evangelio de lasfor-mas culturales. No presentes tu cultura co-mo si eso fuera el Evangelio. Sólo escucha-rán y respetarán el mensaje si lo presentasde una manera aceptable dentro del con-texto de la cultura de quienes te escuchan.Es necesario que seas sensible y te esfuer-ces por aprender dicha cultura. Un buenpunto de partida será el demostrar tu grandeseo de conocerla, así como el respeto ha-cia las personas.

Preparación profesional

1. Aprende a ser el mejor. Tu credibilidad co-mo cristiano y cuán bien hagas tu trabajoson cosas que van a estar unidas fuerte-mente. Si tu trabajo es mediocre no refleja-rá una fe de excelencia. Aprende a ser elmejor ingeniero, maestro de idiomas, doc-tor o tipógrafo que puedas ser. Si tratas deescapar de las obligaciones de tu trabajo —

pensando que al ser obrero biocupacional«le haces un favor aDios»— tus compañe-ros se darán cuenta y van a perderte el res-peto; a ti y también a Dios.

I

2. Aprende a integrar tu trabajo junto con tuministerio. El mejor lugar para aprenderque toda tu vida es un ministerio es ahímismo, en casa. Tus horas de trabajo, losrecesos, las horas de almuerzo, tus nochesy tus fines de semana son todos parte de tuministerio. El ser cristiano requiere el 100%de tu tiempo. Es realmente necesario quetrabajes con esta área mientras aún estás entu país; ya que de otro modo sufrirás mu-

chas frustraciones en el campo por no tenertiempo para hacer exclusivamente «trabajomisionero».

3. Comienza a «cruzar culturas» mientras es-tás en casa. Dondequiera que vayas a ser-vir como obrero biocupacional necesitarásexperiencia transcultural. Involúcrate aho-ra con algún vecindario de algún grupo ét-nico específico, o con alguna obra en el in-terior de la ciudad. Trabaja con estudiantesde otros países. Gana experiencia aprove-

chando las ocasiones de servir como misio-nero a corto plazo. Hay muchísimas opor-tunidades.

4. Lee algunos buenos libros. Gracias a Dios,en los últimos cinco años han salido a laluz varios libros sobre misiones. Los en-contrarás en tu librería cristiana local, en labiblioteca de algún seminario cercano opuedes solicitarlos directamente de la edi-torial. Hay mucho que puedes aprovecharsi prestas tu oído a lo que Dios le ha ido en-señando a otros hombres y mujeres antesde ti. La experiencia de ellos no será, talvez, la tuya, pero sí los principios bíblicosque han aprendido y vivido en las misio-nes del Señor.

Sirviendo a Dios

Al ser un obrero biocupacional tendrás el pri-vilegio —no muy común— de estar en elfrente de batalla, en la guerra entre Dios y elpecado; es decir, a la vanguardia de las misio-nes cristianas de hoy. Siéntete orgulloso deser un obrero biocupacional ¡y regocíjate deque Dios te haya escogido para ser parte delcumplimiento de la Gran Comisión!

¿Así que deseas ser un obrero biocupacio-nal? ¡Sé uno excelente!

Las misiones biocupacionales significan diferentes cosas para diferentes personas. El tér-mino se utiliza de manera general para identificar a cualquiera que es un testigo activo deCristo en su trabajo. No obstante, de acuerdo a los propósitos de este curso, un obrero bio-cupacional es un cristiano que trabaja en un contexto transcultural, mientras que es reco-nocido por los miembros de la cultura anfitriona como algo más que un «profesional reli-gioso». En lo que hace a compromiso, llamado, motivación y entrenamiento, es un misio-nero en todos los aspectos. Cuando se aplica esta definición, las deficiencias principalesque se identifican en los obreros biocupacionales se pueden evitar con la orientación, en-trenamiento y responsabilidad adecuados.

Para convertirse en obreros biocupacionales bien equipados los candidatos deben,en primer lugar, evaluar su disposición, establecer las prioridades en cuanto a su prepara-

I 24 / Trabajando tu llamado a las naciones

«Elser biocupacionalrepresenta un medio magnífico

de compartir el Evangeliode forma natural,

contando con el respetoy la confianza de aquellos

que trabajan contigo.»

Resumen

Así que deseas ser... ¿verdad? / 25

ción y comprometerse con un plan en el que haya metas claras, así como una disciplina es-tablecida para alcanzar dicha preparación. El enfoque «SAMM» provee una guía prácticapara establecer metas válidas. Dichas metas deben sersignificativas, alcanzables, mediblesy manejables. Las asignaciones de tareas al final de cada capítulo y el PPA en el apéndiceintentan ayudar al candidato a crear un plan dirigido hacia metas ya establecidas, de ma-nera que pueda convertirse en un obrero biocupacional eficaz.

La responsabilidad es un componente esencial del servicio al Señor. Somos respon-sables, en última instancia, ante Dios, pero Él utiliza a otros cristianos para aconsejarnos yevitar que tropecemos. La iglesia local es el mejor lugar donde los obreros biocupacionalespueden establecer relaciones de responsabilidad. Además de aquellas personas que pue-dan ayudar eventualmente a los candidatos en su desarrollo espiritual y social, estos nece-sitan también un mentor, es decir una persona comprometida a ayudarlo a cumplir su lla-mado con éxito. Los grupos de estudio (otros obreros biocupacionales potenciales) y lasagencias misioneras constituyen otras estructuras de responsabilidad. Sin responsabilidady sujeción no es posible el éxito, ya sea en la preparación como en el ministerio.

Tareas________________Capítulo uno

Corno mencionáramos anteriormente, cada capítulo de este manual tiene tareas asignadas. Elpropósito de ellas es ayudarte a comenzar a lidiar con aquellos asuntos relacionados con las mi-siones biocupacionales. Si las realizas a medida que el curso transcurre, cuando hayas termina-do el libro deberás tener una idea bastante acertada de lo que necesitarás para prepararte cornoobrero biocupacional. Utiliza el PPA en el apéndice A para ayudarte en cada una de estas tareas.

Tarea uno

Los obrerosbiocupacionales son, a menudo, gente con un carácter independiente. Tienen muchainiciativa y creen conocer claramente cuál es su destino. Estas cualidades, que se consideran co-mo virtudes, pueden tornarse en los principales escollos de los obreros biocupacionales si no seubican dentro de determinados límites de ciertas estructuras de responsabilidad. A menudo, los«independientes» y los «llaneros solitarios» hacenmás daño de lo que bendicen. La sujeción a laautoridad yel ir a través de «canales» p ede ser difícil y a veces riesgoso; no es fácil poner nues-tras vidas en manos de otros, al igual que no lo es para otros dicha responsabilidad. No obstan-te, provee una comprensión más completa de las situaciones y garantiza un mayor sentido deresponsabilidad. En todo esto la confianza es un asunto fundamental.

• Escribe una declaración que exprese tu compromiso de desarrollar relaciones confiables de responsa-bilidad y sujeción, necesarias para convertirte en un obrerobiocupacional.

26 / Trabajando tu llamado a las naciones

Tarea dos

El planificar las cosas no es algo que surge de modo natural en la mayoría de nosotros. Quizás ati se te hace difícil crear un PPA como se sugiere en este curso. Sin embargo, aunque el planificares solo una parte del proceso por medio del cual Dios nos dirige, el hacerlo es un ejercicio valio-so y enriquecedor. Algunos de los Proverbios tratan, específicamente, sobre este tema. Mira Pro-verbios 15.22, 16.3, y 16.9. Planifica tu camino hacia las naciones. A medida que lo hagas, el en-foque «SAMM» para establecer metas puede serte de bendición.

• Memoriza los componentes del SAMM y pon en práctica dicho enfoque al establecer las me-tas de tu PPA.

Tarea tres

No cabe duda que el mentor puede hacer la diferencia en llegar a la meta de ser enviado comomisionero. Por esta razón es importante encontrar alguien con quien compartir la emoción y haresponsabilidad de tu preparación. Encontrar una persona con todas has características del idealserá casi imposible. Sin embargo, deberías buscar y comprometer a alguien. Si conoces a un mi-sionero o un cristiano que es extranjero trabajando en tu país, puede ser la persona indicada. Elpastor de tu iglesia, un anciano, diácono o miembro fiel son otros mentores potenciales. Puedeser alguien que esté tomando eh curso contigo pero que no tiene el compromiso de salir comomisionero.

• Encuentra alguien que está dispuesto a trabajar contigo. La responsabilidad inicial de tu mentor serála de repasar los planes que estás elaborando semana tras semana en tu PPA (apéndice A) durante estecurso. Al ayudarte en la formación de estos planes, se creará un compromiso mutuo para su ejecución alargo plazo.

La lista descrita en ha página 19 representa un ideal. Difícilmente encontraremos una personaque posea todas estas cualidades. La número seis es, quizás, ha más importante.

El ser mentor constituye, de por sí, una experiencia maravillosa. Las habilidades y la expe-riencia, tanto del mentor como del candidato, crecerán considerablemente. Las expectativas deambas partes deben ser realistas, ya que como en toda relación habrá logros y fracasos. Es nece-sario aprender a lidiar con ambos.

• Repasa la lista de la página 19 y úsala para identificar a las personas que consideras que podrían sertu mentor. Escribe sus nombres y discútelos con aquellos queforman el liderazgo de tu iglesia. Comienzaa pedirle al Señor que te dirija hacia la persona correcta.

CAPiTULO 2

Entrar en perspectiva

Llegar a ser un obrero biocupacional efectivo comienza con un entendimiento ampliode lo que es la hazaña misionera. Si bien es cierto que el propósito misionero de Diosestá presente en toda la Biblia, fue la Gran Comisión de Jesucristo lo que brindó a losapóstoles y a la Iglesia el peso mayor al mandamiento de alcanzar el mundo entero.Aquel mandato de «...Id y haced discípulos a todas las naciones» (Mateo 28:19) fue da-do con la intención de que todos los verdaderos seguidores de Jesús lo obedecieranhasta su regreso.

Muchos siglos después de haberse emitido este mandato, la Iglesia aún debecompletar la tarea. Si bien la fuerza misionera protestante ha llevado a cabo una mag-nífica labor en diseminar las buenas nuevas durante los dos siglos pasados, aún que-dan hoy en día dos mil millones de personas fuera del alcance de un testimonio vivodel evangelio de Cristo. La mayoría de esta gente sin alcanzar viven en países donde lapermanencia de los misioneros tradicionales es prohibida. Estos son países de accesocreativo, donde los cristianos de la Gran Comisión deben usar métodos indirectos paraintroducir el Reino de Dios.

La radio, los videos, las grabaciones y la literatura son métodos excelentes pa-ra llevar el Evangelio a los pueblos no alcanzados. Sin embargo, los testimonios vivien-tes que encarnan la gracia y la obra de Jesucristo, son agentes catalíticos esenciales pa-ra hacer discípulos de Jesucristo en estas regiones.

Es necesario utilizar las estrategias de «hacedores de tiendas» (también usadoen este libro como obreros biocupacionales) para lograr la entrada a los países de accesocreativo. El término «hacedor de tiendas» se toma de la costumbre del apóstol Pablode ejercer su oficio de hacer tiendas conjuntamente con el desarrollo de su trabajo mi-sionero. Pablo tenía varias razones por las cuales trabajaba con sus manos mientrastestificaba del Señor. Sostenerse económicamente, evadir la crítica y proveer un ejem-pio son las razones más prominentes. Estas razones aún son válidas para los hacedoresde tiendas modernos. Añadimos a todas estas razones la que para hoy en día es de su-ma importancia: proveer un acceso creativo a estos países donde la entrada es difícil.

En este capítulo el Dr. Blocher establece las bases del servicio biocupacionaldesde las perspectivas bíblicas, estratégicas y teológicas. Su vida y su ministerio porvarios años en Medio Oriente le permiten escribir con la autoridad de «uno que haestado allí».

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28 / Trabajando tu llamado a las naciones

Por fin aquí, sentado en una oficina de reclu-tamiento, firmando un contrato de empleopara desempeñar un desafiante trabajo en unpaís de acceso creativo. Después de diez añosde preparación personal, profesional y teoló-gica, se hace realidad el sueño de utilizar mientrenamiento y peritaje para ser embajadorde Cristo en un país no alcanzado. Con gozoen el corazón, silenciosamente le di la gloria aEl mientras examinaba con sumo cuidado laletra diminuta de los extensos documentos.

Todo se veía bien. El director de RecursosHumanos me extendió un último documentoque se leía de la siguiente manera:

«Con mi firma, doyfe que he sido informado de queel Islam es ¡a única religión legal en este país, y queno puede practicarse ninguna otra religión. Cual-quier violación a las costumbres de este país, inclu-yendo el uso de alcohol y drogas, constituye un actocriminal que será penalizado severamente.»

Esto era lo que tanto temía. ¿Podía yo fir-mar esta declaración y adherirme a su signifi-cado, o constituía esto una violación a mi lla-mado? Si firmaba esta declaración, ¿estaríayo negando al Señor? Escudriñé mi corazónmientras discernía cuidadosamente el signifi-cado de cada palabra. De repente me di cuen-ta de que lo único que yo tenía que confirmarera que había sido informado acerca de las le-yes y costumbres de este país, y de que estabacompletamente al tanto de los riesgos queconllevaba violar las mismas. ¡Nadie me de-mandaba que prometiera obedecerlas! «Gra-cias, Señor», suspiré. Firmé el documento conla consciencia tranquila. Este fue el primerode muchos desafíos que estaban por venir,desafíos con los que diariamente se enfrentaun embajador de Cristo en una situacióntranscultural y para los cuales debe pedir laguía y protección al Señor.

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Testificar y trabajarPor DeltiefBIocher*

*Detlef Blocher es un científico y maestro alemán. Ejerció su profesión porvarios años sirviendo en el Medio Oriente, lo cual le ha brindado una expe-rienda «de primera mano» en la concepción y desarrollode los ministeriosbiocupacionales.

La perspectiva bíblica¡Id, pues!Jesús ha confiado la Gran Comisión a sus dis-cípulos: «Toda potestad me es dada en el cie-lo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discí-pulos a todas las naciones.» (Mateo28.18b,19a). Al pueblo de Dios se le encomen-dó a llevar las buenas nuevas de Jesucristo almundo entero. Sin embargo, la mitad de lapoblación del mundo, especialmente en Afri-ca del Norte y Asia, no ha escuchado el Evan-gelio de forma significativa. ¿Pueden estaspersonas seguir sin escuchar el Evangelio?¿Están estas personas camino al infierno, a no

Entrar en perspectiva / 29

ser que reciban el perdón de pecados y la vi-da eterna que Jesucristo ofrece? ¿Cometió Je-sús un error cuando le pidió a sus discípulosque fueran al mundo entero, o era él un soña-dor irreal? ¿Podemos escudamos detrás de laexcusa de que estos países se han cerrado alEvangelio? Ciertamente, la actividad religiosadirecta está prohibida en la mayoría de ellos.El Señor, sin embargo, ha derramado muchosdones a sus seguidores: entre otros, la imagi-nación, la creatividad, el conocimiento y laexperiencia profesional. No hay país cerradopara un embajador de Cristo con experienciaprofesional. En lugar de «cerrados», debemosllamarlos países de accesocreativo.

1. ¿Por qué es importante pensar en estos países como «países de acceso creativo» y no como «países cerrados» alEvangelio?

En el Antiguo Testamento

¿Son, estos embajadores de Cristo con cre-denciales seculares, una nueva invención delos estrategas misioneros? Aunque no encon-tramos el término «hacedores de tiendas» enel Antiguo Testamento, sí vemos ejemplos degente que Dios llevó por caminos similares.Abraham obedeció a Dios y salió de Caldeapara vivir en Canaán, apacentar sus ovejas yproclamar el nombre del Señor en un ambien-te hostil (Génesis 12.8).

Otros no tuvieron la oportunidad de esco-ger sino que fueron llevados a un contextotranscultural por medio de circunstancias do-lorosas. Entre ellos está José, quien luego pa-só a ser gobernador de Egipto (Génesis 41); lasirviente de Naamán (2 Reyes 5); y Daniel, uncautivo de Israel que luego se convirtió en unoficial de alto rango en Babilonia. Ningunade estas personas escogió el exilio voluntaria-mente, sin embargo Dios las usó poderosa-mente en una tierra extraña.

Lot, Jacob, Noemí, Nehemias... Como ve-mos, la mayor parte de los testigos transcul-turales del Antiguo Testamento fueron hom-bres y mujeres a los que hoy en día llamamoshacedores de tiendas; no fueron profetas, ni sa-cerdotes ni clérigos ordenados. Por lo tanto,la tarea biocupacional no es una invenciónnueva sino la ruta clásica que ha usado Diosa través de toda la historia, con el propósitode que su nombre sea conocido hasta lo últi-mo de la tierra.

En el Nuevo Testamento

El mismo patrón se encuentra en el NuevoTestamento. La mayoría de los díscipulos te-nían trabajos comunes. Los testigos más po-derosos y efectivos, tales como Esteban y Fe-lipe (Hechos 6) no fueron apóstoles sino diá-conos. Felipe ministró en un ambiente trans-cultural cuando tuvo el encuentro con el ofi-cial etíope (Hechos 8).

El modelo bíblico de «hacedores de tien-das», al igual que la expresión, se basa en lavida y ministerio de tres comerciantes: el

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30 / Trabajando tu llamado a las naciones

apóstol Pablo y sus dos campañeros, Aquila yPriscila. En Hechos 18.1-5 leemos: «Despuésde estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue aCorinto. Y halló a un judío llamado Aquila,natural del Ponto, recién venido de Italia conPriscila su mujer, por cuanto Claudio habíamandado que todos los judíos saliesen de Ro-ma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio,se quedó con ellos, y trabajaban juntos, puesel oficio de ellos era hacer tiendas. Y discutíaen la sinagoga todos los días de reposo, ypersuadía a judíos y a griegos. Y cuando Silasy Timoteovinieron de Macedonia, Pablo esta-ba entregado por entero a la predicación de lapalabra, testificando a los judíos que Jesús erael Cristo».

Pablo, al igual que la pareja Aquila y Pris-cila, hacían tiendas. En esto consistía su ofi-cio, por el que adquirieron la reputación deprofesionales cristianos. Eran consideradoscomerciantes, no predicadores, lo cual les diouna identidad secular. Fueron testigos del Se-ñor Jesucristo en la cultura extraña donde de-sempeñaron su trabajo.

Hacer tiendas:principios y práctica

En 1 Corintios 9, al igual que en otras de suscartas, el apóstol Pablo nos explica la razónpor la cual integró su carrera secular con laestrategia misionera en un solo ministerioglobal. De sus escritos derivamos varios prin-cipios importantes.

1. El papel del testigo no debe obstaculizarla propagación del Evangelio.«LO sólo yo y Bernabé no tenemos derecho deno trabajar? ¿Quién fue jamás soldado a suspropias expensas? ¿Quién planta viña y no co-me de su fruto? ¿O quién apacienta el rebaño yno toma de la leche del rebaño? ... Si otros par-ticipan de este derecho sobre vosotros, ¿cuántomás nosotros? Pero no hemos usado este dere-cho, sino que lo soportamos todo, por no po-ner ningún obstáculo al evangelio de Cristo¿Cuál pues es mi galardón? Que predicando el

evangelio, presente gratuitamente el evangeliode Cristo, para no abusar de mi derecho en elevangelio» (1 Corintios 9.6-7, 12, 18).

Pablo deja muy claro que los predicadoresde la Palabra tienen derecho a recibir un sos-tenimiento económico. Otros, como Pedro,utilizaron esta ayuda financiera, pero Pablorenuncia a ello con el propósito de alcanzaruna efectividad mayor en su ministerio. Pro-clamó el Evangelio libre de costo para evitaracusaciones de motivaciones erradas. Nadadebe obstaculizar el Evangelio. Ni el sosteni-miento económico, ni la posición de Pablo co-mo teólogo, ni su estilo de vida personal; na-da que beneficie al embajador mismo debe deponer en peligro la meta de alcanzar el mayornúmero de personas para Cristo. En tales ca-sos, Pablo renunció a los privilegios que legí-timamente le pertenecían.

A los obreros biocupacionales no se lospuede acusar de predicar la Palabra con el finde lucrar económicamente. En muchos luga-res esta estrategia tiene una ventaja tremendasobre los obreros que viven del Evangelio.

2. No ser carga,a otrosEn 1 Tesalonicenses 2.9 Pablo señala otros as-pectos importantes del ministerio biocupacio-nal. «Porque os acordáis, hermanos, de nues-tro trabajo y fatiga; cómo trabajando de nochey de día, para no ser gravosos a ninguno devosotros, os predicamos el evangelio deDios». Pablo no deseaba ser carga a otros, ymucho menos a aquellos a quienes ministra-ba. De igual manera los «hacedores de tien-das» pueden vivir de sus propios ingresos yahorrarle a la Iglesia este dinero, a fin de uti-lizarlo en el sostenimiento de los ministrostradicionales.

3. Dar valor a la ética de trabajoEste pensamiento se elabora más adelante en2 Tesalonicenses 3.7-13: «Porque vosotrosmismos sabéis de qué manera debéis imitar-nos; pues nosotros no anduvimos desordena-damente entre vosotros, ni comimos de balde

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el pan de nadie, sino que trabajamos con afány fatiga día y noche, para no ser gravosos aninguno de vosotros; no porque no tuviése-mos derecho, sino por daros nosotros mismosun ejemplo para que nos imitaseis. Porquetambién cuando estabamos con vosotros, osordenábamos esto: Si alguno no quiere traba-jar, tampoco coma. Porque oímos que algu-nos de entre vosotros andan desordenada-mente, no trabajando en nada, sino entreme-tiéndose en lo ajeno. A tales mandamos y ex-hortamos por nuestro Señor Jesucristo, quetrabajando sosegadamente, coman su propiopan. Y vosotros, hermanos, no os canséis dehacer bien».

Con estas palabras se alude a la importan-cia de una buena ética del trabajo. El trabajono es una maldición de la Caída sino unaprovisión maravillosa de Dios. El hombre,creado a la imagen de Dios (Génesis 1.27), de-be actuar y trabajar creativamente. No debepermanecer perezoso sino que debe cuidar dela creación y representar a Dios en la tierra.Nuestro llamado consiste en glorificar a Diosa través de nuestro trabajo. Es un honor tra-bajar y compartir con los que padecen necesi-dad (Efesios 4.28).

4. Un ejemplo para los nuevos creyentesA la misma vez, un «hacedor de tiendas» sir-ve de modelo a los nuevos creyentes, cuandoarmoniza su trabajo profesional y su vidapersonal con el Señor. Para crecer espiritual-mente, los creyentes jóvenes necesitan de al-guien que viva diariamente el discipulado enla práctica. Necesitan no sólo la enseñanza yla adoración inspiracional sino también losejemplos de personas maduras que muestrenuna vida santa y agradable a Dios.

Entrar en perspectiva / 31

Todos los aspectos de la vida deben estarbajo el señorío del Espíritu Santo —la utiliza-ción del tiempo, las habilidades, las relacio-nes, el dinero, el trabajo, la familia, la vida encomunidad y el tiempo de devociónpersonal.Es necesario que los nuevos creyentes en-cuentren un balance en la vida diaria y apren-dan a vencer las tentaciones, frustaciones yderrotas. Es importante que entiendan cómoutilizar las oportunidades diarias, a fin decompartir a Cristo con otros, en forma natu-ral y espontánea. Como cuestión de hecho,Pablo utiliza las palabras «copiar» o «hacermímica» para describir este proceso.

Muchas veces, el único modelo es el pas-tor o el misionero, porque no es común que elnuevo convertido, por lo menos al principio,deje su trabajo para dedicarse a tiempo com-pleto al ministerio. Nadie puede ser mejormodelo que un cristiano, que lleva una vidanormal y tiene un trabajo secular. Es naturalque el nuevo creyente se identifique con eltrabajador biocupacional y siga su ejemplo.

5. Un contexto para la responsabilidadEn sus cartas, el apóstol Pablo siempre usa elplural (nosotros, nuestro) para referirse a sutrabajo (2 Tesalonicenses 3.1; 2 Corintios 8.1).Pablo siempre trabajó en equipo y esto in-cluía la tutoría a compañeros más jóvenes (1Timoteo 1.2; Tito 1.4). Fue encomendado porla iglesia de Antioquía, a la cual brindaba in-formes con regularidad (Hechos 13.2-3; He-chos 14.26-28) y la que juntamente con él par-ticipaba en el servicio (Filipenses 1.5; 2 Corin-tios 8.4). Pablo era responsable, característicade extrema importancia para la efectividaddel ministerio de los obreros biocupacionales.

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3. Haz Un resumen de lafilosofta de! ministerio de Pablo, según se desprendede los principios anteriormente señalados.

2 32 / Trabajando tu llamado a las nacionesSer flexible cuandola situación lo requiereAunque Pablo se desempeñaba como obrerobiocupacional, tenía la libertad de asumir elrol de misionero tradicional cuando su trabajoasí lo requería. Aceptó que la iglesia de Filipoapoyara económicamente su ministerio (2 Co-rintios 11.9; Filipenses 4.10), pero no aceptó laayuda de la iglesia a la cual servía. Cuando suequipo evangelístico llegó a Corinto, Pablo re-gresó a su trabajo de predicador a tiempocompleto. Y cuando Silas y Timoteo vinieronde Macedonia, Pablo se dedicó exclusivamen-te a predicar, testificando a los judíos que Je-sús era el Cristo (Hechos 18.5). De hecho, Pa-blo oscilaba entre su trabajo de hacedor detiendas y el trabajo de misionero clásico, se-gún beneficiara más al ministerio.

De igual manera, hoy en día necesitamosque los ministros biocupacionales y los misio-neros tradicionales trabajen mano a mano. Enocasiones, el obrero biocupacional tendrá quedesplazarse al ministerio de tiempo comple-to, según crezca el trabajo y aumenten las de-mandas; según sea necesario y viable hacerlo.

Solamente parahacedores de tiendasUn modelo mucho más puro del ministeriobiocupacional lo exhiben las vidas de Aquilay Priscila. Aunque solo tenemos unas cuantasreferencias muy esquemáticas que aluden aesta pareja, podemos sin embargo llegar aunas buenas conclusiones (Hechos 18.2, 18,26; Romanos 16.3; 1 Corintios 16.19; 2 Timo-teo 4.19). Con la ayuda de algunas guías deestudio podremos poner estas referencias enorden cronológico.

Pablo llegó a Corinto para el año 51 o52d.C., y allí conoció a Aquila y Priscila. La pa-reja había salido de Roma porque el empera-dor Claudio había ordenado a los judíos salirde Roma (Hechos 18.2). La Biblia de EstudioNVI (versión en inglés) hace el siguiente co-

mentario de este verso: «Registrado en Sueto-nio (Claudio 25). Suetonio escribe que la ordense había dado por los continuos tumultos ymotines instigados por Chrestus (un error co-múnmente hecho del nombre de Cristo). SiChrestus se refiere a Cristo, es obvio que losmotines eran acerca de Cristo y no dirigidospor Cristo».

Más tarde se sabe que no todos los judíosfueron expulsados de Roma en el 49 d.C. sinosolamente aquellos a quienes los líderes delas sinagogas señalaban como instigadores.Obviamente, Priscila y Aquila ya eran cre-yentes y habían sido expulsados de Roma porsu fe. Roma, sin embargo, no era su ciudadde origen. Ellos eran oriundos de Ponto, quese encuentra en la costa sur del Mar Negro(Hechos 18.1-2). Vemos en Hechos 18.18-19que navegaron con Pablo a Efeso. Pablo losdejó allí para que le organizaran su próximacampaña evangelística, y continuó rumbo aAntioquía.

Pablo escribió la primera carta a los Corin-tios probablemente durante su estadía en Efe-so, en la primavera del año 55 d.C. En su car-ta, Aquila y Priscila envían saludos a la igle-sia en Corinto, junto con la iglesia que está ensu casa (1 Corintios 16.19). Quiere decir quepara aquel entonces ya habían establecidouna iglesia en su casa, y continuaban su con-tacto con sus amigos en Corinto. Dos añosmás tarde Pablo escribe su carta a los Roma-nos (primavera del año 57 d.C.) y saluda aAquila y Priscila que se encontraban ahora enRoma (Romanos 16.3) y nuevamente habíanestablecido una iglesia en su casa. ¿Los habíaenviado Pablo a preparar los detalles concer-nientes a su visita a la ciudad capital?

«Hoyen día necesitamosque los ministros biocupacionales

y los misioneros tradicionalestrabajen mano a manoa»

La última referencia de Aquila y Priscilala tenemos en 2 Timoteo 4.19, carta escritapor Pablo entre el otoño del 58 d.C. y el 66d.C. Para esta fecha Aquila y Priscila estabande regreso a Asia Menor. La pareja se caracte-riza por su extrema movilidad (del Mar Ne-gro a Roma en 48-49 d.C., Corinto en 51 d.C.y de nuevo en Asia Menor por el 58 d.C.). Es-ta flexibilidad es característica no sólo deAquila y Priscila sino de todos lo obreros bio-cupacionales, quienes frecuentemente debenmudarse de un lado a otro para aprovechar almáximo las oportunidades.

Un modelo parael ministerio

Hechos 18.26 nos muestra que Aquila y Pris-cita tenían un «hogar abierto» y que estabaninvolucrados en el evangelismo personal. Hi-cieron amistad con Apolo, quien era un edu-cado teólogo y conocido predicador. Con mu-cha sabiduría llevaron a Apolo a una com-prensión mucho más profunda de la Palabrade Dios. Aunque no es tarea fácil corregir losconceptos teológicos de un profesor de teolo-gía, lo ministraron para llevarlo a Cristo y lle-nar sus necesidades.

Esta pareja tenía un don especial paradiscipular y enseñar a personas, lo cual estípico del ministerio biocupacional. En 1 deCorintios 16.19 y Romanos 16.5 vemos queeran líderes de una congregación hogareña.La meta principal del ministerio biocupacio-nal no es el evangelismo sino el estableci-miento y el crecimiento de iglesias locales.En países de acceso restringido y durantelos períodos de persecución, las iglesias enlos hogares constituyen el modelo ideal deplantación de iglesias.

A la misma vez Aquila y Priscila sabíanmantener relaciones interpersonales a lo lar-go del tiempo. En Hechos 18.18 se nos diceque Pablo fue a Efeso y planificó un alcanceevangelístico en esta ciudad estratégica (1Corintios 16.19). Se llevó con él a Priscila yAquila para que le organizaran la campaña.Esto es evidencia de los dones que esta parejaposeía para establecer relaciones, redes detrabajo, administrar y planificar estrategias.Independientemente del lugar donde se en-contraran, siempre estaban a disposición dela iglesia local, utilizando sus dones para edi-ficar el Reino de Dios.

4. ¿Qué características en las vidas de Aquilay Priscila hacían de ellos excelentes misioneros biocupacionales?

Cuando estudiamos las vidas de Aquila yPriscila observamos ciertas cualidades queson típicas de los misioneros biocupacionalesefectivos. Algunas de estas son la flexibili-dad, la habilidad para establecer relacionesduraderas, la habilidad para establecer redesde trabajo y para empezar por sí solos un mi-nisterio, la motivación propia, la habilidadpara trabajar en equipo, el desarrollo de pla-nes estratégicos, la hospitalidad, la sabiduríay la responsabilidad. Es de especial interésque en cuatro de las seis referencias bíblicas

en torno a esta pareja, el nombre de Priscilase menciona primero. Esto puede ser reflejodel extraordinario aporte de esta mujer y dela amplitud de su trabajo en la obra del Señor.

Debemos también destacar el comentariotan significativo de Romanos 16.4, donde seseñala que Aquila y Priscila habían arriesga-do sus vidas por Pablo, de tal forma que nosolo él sino todas las iglesias de las nacionesles estaban agradecidas. No sabemos a cien-cia cierta si este comentario se refiere al motín

Entrar en perspectiva / 33 2

34 / Trabajando tu llamado a las naciones

de Efeso (Hechos 19.23-41) o a algún otroevento, pero queda en claro que Aquila y Pris-cila arriesgaron sus propias vidas para salvarla de Pablo. Ellos supeditaron todo al objetivoprincipal de sus vidas, y estuvieron dispuestosa hacer grandes sacrificios. Se tomaron todoslos riesgos por sí solos y no pusieron la cargade tomar riesgos en nadie más.

La perspectiva estratégica

Existen hoy en día más de dos mil millones depersonas que nunca han escuchado el Evange-lio. El recuadro de la página siguiente nosmuestra los países con el porcentaje más bajode creyentes evangélicos (según Patrick Johns-tone en Operación Mundo, 1995). Es evidenteque las necesidades más grandes están enAfrica del Norte, El Medio Oriente, así comoen toda Asia. Estos son los países del mundomusulmán, de! mundo hindú y del mundobudista; países que restringen la actividad mi-sionera cristiana en forma dramática.

Debido a que la mayoría de estas naciones

norte del ecuador, a esta región se la llama aLa ventana 10/40. Al día de hoy tenemos cono-cimiento de alrededor de 10.000 grupos etno-linguísticos que no han sido alcanzados porel evangelio. Es nuestra meta y nuestra ora-ción que de su propia cultura emerja unaiglesia en cada uno de estos grupos. Uno delos obstáculos que existen es que la mayoríade estas naciones están cerradas al trabajo mi-sionero directo, y no se les permite acceso alos misioneros tradicionales.

La oportunidad

La mayoría de los países de la ventana 10/40se dividen entre los que están experimen-tando una explosión económica (Asia Oc-cidental) y los que se encuentran sufriendogandes necesidades sociales (por ejemplo,Asia Central). Hay una demanda tremendapor ocupaciones tales como enfermeras,técnicos de laboratorio, fisioterapeutas, mé-dicos, maestros de escuela y maestros vo-cacionales, entrenadores en deportes, agri-cultores, especialistas en computadora, me-cánicos y técnicos, negociantes, expertos ense encuentran entre la latitudes loo y 400 al

Países de acceso creativo en la ventana 10/40y sus habitantes

Afganistán 16.862.000 Emiratos Arabes Udos. 1.485.000 Kuwait 2.600.000 Sahara Occidental 195.000Arabia Saudita 17.570.000 Etiopía 56.250.000 Laos 4.450.000 Senegal 8.620.000Argelia 29.900.000 Filipinas (islas) 63.670.000 Líbano 3.440.000 Siria 13.730.000Bahrein 609.000 Franja de Gaza 545.000 Libia 5.035.000 Sudán 31.090.000Bangladesh 143.100.000 Gambia 973.000 Macao 474.000 Taiwán 21.000.000Benin 5.340.000 Gibraltar 30.860 Malí 10.535.000 Tailandia 61.300.000Bután 1.540.000 6recia 10.120.000 Malta (Isla de) 361.000 Tayikistán 5.300.000Burkina Faso 10.000.000 Guinea 6.415.000 Marruecos 27.600.000 Túnez 8.900.000Camboya 10.300.000 Guinea-Bissau 10.374.000 Mauritania 2.310.000 Turquía 59.250.000Corea del Norte 22.227.000 Hong Kong 6.000.000 Myanmar 42.500.000 Turkmenistán 3.856.000Corea del Sur 44.284.000 India 936.360.000 Nepal 21.500.000 Vietnam 62.212.000Chad 6.500.000 Irán 63.000.000 Nigeria 140.360.000 West Bank 836.000China 1.210.000.000 Iraq 22.113.000 Omán 1.600.000 Yemen 10.400.000Chipre 716.000 Israel 5.000.000 Paquistán 122.000.000Djibouti 576.000 Japón 127.000.000 Portugal 10.500.000Egipto 60.460.000 Jordania 4.750.000 Qatar 483.000 Total 3.500.000.000

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comunicaciones, contadores ymuchos otros. Hay abundanciade empleos, particularmente enel área de cuidado médico,enseñanza de idiomas y entrena-miento vocacional, trabajo de de-sarrollo, tecnología y los nego-cios. A los profesionales cristia-nos se los tiene en alta estima porsu ética de trabajo, estilo de vidamoral, y respeto por la culturadel país anfitrión; razón por lacual con frecuencia se le toleraque compartan su experienciacristiana.

En estos países los obrerosbiocupacionales no son percibi-dos como proselilistas religiosos sino comoperitos profesionales que ejercen una buenalabor y contribuyen al desarrollo de la na-ción. Los obreros biocupacionales tienen uncontacto natural con sus compañeros de tra-bajo en los distintos niveles de la sociedad,contactos que no le son posibles a otros tiposde obreros cristianos tradicionales. Con fre-cuencia a los obreros biocupacionales se lespaga un buen salario, haciendo posible de es-ta forma que los recursos financieros en laiglesia enviadora se desplacen a otros misio-neros. En algunos casos, los hacedores detiendas, por tener buenos ingresos, puedencontribuir a los fondos misioneros de su igle-sia madre o pueden financiar proyectos en supropio país anfitrión.

La satisfacción que le produce su trabajopuede ayudar a compensar la frustración enel ministerio que frecuentemente experimen-tan los misioneros tradicionales, especialmen-

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te en las fases iniciales cuando todavía no sehan desarrollado los lazos de confianza. Losobreros biocupacionales no tienen casi restric-ciones en las visas y no están bajo ningunasospecha. Ellos encuentran muchas oportuni-dades para compartir a Cristo en una formano ofensiva para la cultura. Obtienen em-pleos en el país que de otra forma los ten-drían personas con un estilo de vida y una fi-losofía no cristiana. Los misioneros que ocu-pan estos puestos pueden proveer un buenejemplo alos nuevos creyentes del país.

Por lo tanto, los hacedores de tiendas pue-den hacer un aporte importante a las misio-nes mundiales y pueden complementar eltrabajo, siempre necesario, de los misionerosclásicos. En muchos casos los obreros biocu-pacionales trabajan mano a mano con los tra-dicionales y utilizan sus dones para ministe-rios especializados.

5. ¿ Cuáles son los factores que otorgan a los obreros biocupacionales una importancia estratégica para completar laGran Comisión?

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2 36 / Trabajando tu llamado a las nacionesLa perspectiva teológica

Desafortunadamente, en la historia de la igle-sia ha persistido una dicotomía entre el cléri-go y el laico, basada en conceptos falsos. LaEscritura llama santo a todo creyente (2 Co-rintios 1.1; Efesios 1.1, Filipenses 1.1). Se ex-horta a cada creyente a vivir una vida santa(1 Corintios 1.2; Efesios 1.4; Colosenses 1.22; 1Pedro 1.15-16) y a usar sus dones en la iglesialocal. Somos llamados a ser sacerdotes (1 Pe-dro 2.5) para traer’ las necesidades del mundodelante de Dios y representar a Dios en la tie-rra. Puede que tengamos un trabajo secular oministerio a tiempo completo, pero hemos si-do llamados a compartir a Cristo con otros(Hechos 1.8). Que esto sea en nuestro propiopaís o en el extranjero, depende de la direc-ción de Dios a nivel individual.

Por lo tanto, los obreros biocupacionalesno pueden ser «agentes secretos». No estáninvolucrados en actividades ilegales o sub-versivas, en actos criminales o revueltas polí-ticas como podrían sospechar los gobiernosde los países no cristianos cuando se estable-

ce en el país un misionero tradicional, sinninguna ocupación aparente o justificada alos ojos del propio país. Los hacedores detiendas viven de forma consistente con lo quecreen. Honran a Dios mediante la ejecuciónde su trabajo y con su estilo de vida, con sushechos y sus palabras; con su vida y su fe, enel tiempo libre y en el de trabajo. «Y todo loque hacéis, sea de palabra o de hecho, haced-

lo todo en el nombre del Señor Jesús, dandogracias a Dios Padre por medio de él» (Colo-senses 3.17). Este mandamiento es para todoslos creyentes cristianos, incluyendo los hace-dores de tiendas.

6. ¿Por qué no debe existir una dicotomía entre nuestra ocupación (secular o religiosa) y loque somos como santos ysacerdotes del Dios Altísimo?

¡El trabajo es un ministerio!

El hecho de que existan muchas ofertas detrabajo en los países de acceso creativo per-mite que algunos cristianos con cierta cargamisionera en su corazón, hagan uso de su tra-bajo con el solo pretexto de conseguir una vi-sa. De esta forma, encontramos estudiantesque no estudian para sus exámenes, maestrosincompetentes y mal preparados, técnicos sinpreparación que desempeñan un trabajo deinferior calidad, empleados que no tienen in-terés alguno en su trabajo ni sus compañeros.También hay negociantes ofreciendo produc-tos de mala calidad, compañías que solo po-

seen un número de apartado postal, etcétera.Para estos misioneros, el empleo es tan soloun medio que les permite llevar a cabo otrosintereses. Viven una vida doble y cuestiona-ble, que los pone bajo una presión poco salu-dable y que finalmente arruinará su reputa-ción y destruirá su personalidad.

Estos cristianos no son auténticos hacedo-res de tiendas. No tienen credibilidad y nopueden servir de modelos. La mayor parte denuestros contactos naturales en la vida los te-nemos con nuestros colegas y vecinos quenos llegan a conocer bien y nos observan a lolargo del tiempo. ¿No es contradicho, acaso,nuestro testimonio cristiano, cuando desem-

«Loshacedores de tiendasviven de forma consistente

con lo que creen.Honran a Dios mediante

la ejecución de su trabajoy con su estilo de vida,

con sus hechos y sus palabras.»

peñamos un trabajo descuidado? No pode-mos hacer una actuación de nuestro trabajosecular que esté en contra del verdadero mi-nisterio espiritual. ¡El trabajo es un ministe-rio! La credibilidad y la confianza que se deri-vancomo resultado de hacer una labor de ex-celencia establecen las bases de nuestro testi-monio cristiano. Los obreros biocupacionales

tienen como meta llegar a ser los mejores pro-fesionales que ellos puedan. Se derraman so-bre su trabajo con todas la fuerzas de su per-sonalidad, con sus intereses, la visión que tie-nen del mundo, y por lo tanto las conversa-ciones en torno a cosas espirituales surgen deforma natural.

7. ¿Por qué la actividad ocupacional es un ministerio en sí, y no tan solo un medio para justificar otra cosa?

La actividad biocupacional no es un con-cepto nuevo sino que es tan vieja como el tra-to de Dios con el hombre. Tanto los misione-ros de carrera que reciben sostenimiento eco-nómico completo, como los hacedores detiendas, son modelos bíblicos. Mientras siganexistiendo millones de gentes sin Cristo, am-bos tipos de misioneros se necesitan urgente-mente. En los países de acceso creativo no te-nemos otra alternativa que incrementar el en-vio de misioneros biocupacionales. Estoscomplementan el trabajo histórico del misio-nero tradicional. A medida que los obreros

Resumen

biocupacionales penetren en los lugares detrabajo y en los mercados del mundo, sus tra-bajos de excelencia serán sus testimonios. Losque no son salvos y los no alcanzados que-rrán conocer cómo es que experimentan unavida de abundancia. A medida que los hace-dores de tiendas, comparten las buenas nue-vas llenos de poder de Dios, se cumple elmandamiento de «Id y haced discípulos a to-das las naciones ... y he aquí yo estoy con vo-sotros todos los días, hasta el fin el mundo»(Mateo 28.19-20).

La Gran Comisión (Mateo 28.19-20) no es una opción. Se le dio a todos los creyentes «has-ta el fin del mundo». Los misionólogos conciben el mundo en términos de un mosaico degentes. Más de 10.000 de estos grupos etnolinguísticos (alrededor de dos mil millones depersonas) no han sido alcanzados con el mensaje del Evangelio. La mayor parte de estasgentes, viven en lo que llamamos La ventana 10/40, una región que comprende paísesque en su gran mayoría restringen el acceso a los misioneros tradicionales. En muchos ca-sos, la única forma de establecer un testimonio cristiano en estos lugares es a través delenvío de obreros biocupacionales (a quienes también se los conoce como hacedores detiendas). Por lo tanto, la movilización de un ejército gigantesco de misioneros biocupacio-nales es de suma importancia para completar la Gran Comisión.

El concepto de misiones biocupacionales está altamente respaldado por las Escrituras,tanto por el Antiguo como por el Nuevo Testamentos. El término ‘hacedores de tiendas’se deriva del hecho de que el apóstol Pablo desempeñó este oficio para sostenerse econó-micamente a sí mismo y al ministerio. Trabajando para su propio sostenimiento, Pablo

Entrar en perspectiva / 37 2

2 38 / Trabajando tu llamado a las nacionesevadió la crítica, proveyó un modelo importante a nuevos creyentes, utilizó una estructu-ra de responsabilidad ya existente, y proveyó una plataforma importante para testificar.Cuando la situación lo requería, Pablo también se dedicaba por completo al ministerio.De esta forma Pablo oscilaba de un sistema de sostenimiento económico a otro. Comocontraste, vemos que Aquila y Priscila representan un modelo puro de la misiónbiocupa-cional, demostrando la viabilidad del modelo para alcanzar grandes cosas para Dios. Sinembargo, se necesitan ciertas características específicas para ser un obrero biocupacionalexitoso.

El ministerio biocupacional tiene un respaldo teológico total. Ataca la falsa dicotomíaentre el clero y el laicado. Todos hemos sido llamados, como santos, a la santificación y alejercicio de ser sacerdotes de nuestro Dios. Como sacerdotes, intercedemos por aquelloscon los cuales establecemos contactos y les mostramos la verdad de Dios a través del testi-monio de nuestras vidas y palabras. ¡El trabajo es un ministerio! No se pueden separar.De otra forma, los hacedores de tiendas estarían en una situación moral embarazosa, vi-viendo una doble vida y desacreditando al Señor que reclaman servir. A medida que eltrabajo y el discipulado se integran, los obreros biocupacionales pueden ser usados porDios para atraer gentes al Salvador, y ayudarlos a establecer y fortalecer la iglesia entrelas poblaciones no alcanzadas del mundo.

TareasCapítulo dos

Tarea uno

Si hasta ahora no lo has hecho, memoriza los versos de la Gran Comisión en Mateo 28.19-20.

Tarea dos

Escribe un comentario acerca de uno o más de lossiguientes conceptos erróneos:

• La misión biocupacional es una idea nueva que se ha puesto de moda, pero no es realmen-te una parte de la estrategia actual de Diospara alcanzar las naciones.

• La misión biocupacional es sólo un «tren expreso» al campo misionero, para aquellos queno quieren desperdiciar tiempo entrenándose teológicamente o para aquellos que no quieren«mendigar» dinero o depender de los comités de misiones.

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• La misión biocupacional es una senda ilusoria que lleva a jóvenes bien intencionados, aun-que inexpertos, a desperdiciar su tiempo en situaciones frustrantes de trabajo, donde realmenteno pueden ministrar.

Tarea tres

¿Es tenido en cuenta el ministerio biocupacional en la política misionera de tu iglesia? Investigasobre esto, examinando los materiales escritos o dialogando con el liderazgo misionero.

-Th

CAPÍTULO 3

Siervos transculturales

Llevar a cabo la Gran Comisión no es una opción de la Iglesia: es un mandato. La ma-yoría de los cientos de millones de personas que se encuentran más allá del alcance delEvangelio viven en países donde se requiere que los misioneros tengan alguna formacreativa de lograr acceso. Es por esta razón que se torna imposible el que la Iglesia ter-mine la tarea sin la intervención de una buena cantidad de obreros biocupacionales. Esnecesario que dichos obreros se levanten. Pero... ¿dónde conseguirlos?

Una de las fuentes principales la constituyen los ávidos jóvenes de esta generaciónque han captado, desde temprano, el llamado de la Gran Comisión y la visión hacia lasnaciones no alcanzadas del mundo. ¿Qué se necesita para convertir a estos jóvenescomprometidos en obreros biocupacionales, con un nivel de involucramiento maduro?El Dr. David Taj Woong Lee —quien ha sido consejero y entrenador de muchos jóvenescon un fuerte deseo de servir como misioneros— describe en el artículo siguiente el pro-ceso de convertir el entusiasmo juvenil en la disposición necesaria para el desafío querepresenta el ministerio transcultural.

La preparación espiritualpara el ministerio transculturalPor David Tai-Woong Lee*

Kim, un joven recién entrenado a los 20 años,vino a hablar conmigo. Se había convertidohacía un año y medio y durante ese tiemposu visión misionera había crecido de maneranotable. Se encontraba en un momento du-rante el cual sentía que le era necesario tomaruna decisión acerca de convertirse en obrerobiocupacional e ir a uno de los países de acce-so creativo. «¿Qué debo hacer? ¿Qué pasosdebo dar para convertirme en un obrero bio-cupacional?», preguntó. Al mirar al joven pu-

de notar su sinceridad y su genuino celo. Ajuzgar por su fogosidad parecía listo paramorir por el Señor. Pero, ¿estaría listopara vi-vir para El, como un siervo transcultural?¿Qué debía aconsejarle? Yo conocía áreas queél tenía que desarrollar y en las cuales debíaser probado, antes de poner un pie en el cam-Po misionero.

Es en este punto cuando algunos líderesde misiones —especialmente aquellos que

*El Dr. Tai-Woong Lee es el director de Global Ministry Centeren Seúl, Corea del Sur. Los programasde ese centro están dedicadosa la capacitación de misioneros, tanto tradicionales comobiocupacionales. El Dr. Lee tambiénsirve en ¡a Comisión de Misiones de laAlianzaEvangélica Mundial y es considerado uno de los líderesmás importantes de su país en lo referentea misiones.

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carecen de experiencia ejerciendo papeles ad-ministrativos— cometen un grave error. Alver a una persona tan dedicada y de tal can-didez lo primero que se les cruza por la cabe-za es en colocar al nuevo misionero en mediode uno de los grupos no alcanzados, tanpronto como sea posible. Sin embargo, hemosvisto una y otra vez cómo estos individuosno sólo ponen en peligro su propia seguridadsino que llegan al campo con el potencial ne-cesario como para destruir el trabajo queotros han desarrollado tan paciente y minu-ciosamente a través de los años. Esto es así,

especialmente, entre aquellos que son coloca-dos en naciones de acceso creativo.

La gente hace suposiciones equivocadasacerca de los obreros biocupacionales. Pien-san que al no ser misioneros de profesiónpueden ir al campo con poco —o ningún—entrenamiento. Lo cierto es que mientras losmisioneros de profesión usualmente tienenun buen sistema de apoyo moral y logístico,muchos obreros biocupacionales dependende sus propios recursos. Por lo tanto es esen-cial que ellos sean evaluados en varias áreas.

7. ¿De quéforma podría una persona que no ha sido entrenada —o que es espiritualmente inmadura— entorpecer lalabor de Dios en un país de acceso creativo, en vez de contribuir afavor?

Examinar las motivaciones

«Kim, además de tu evidente amor por el Se-ñor y tu deseo de servirle, ¿por qué crees quedeseas ser un obrero biocupacional?»

«Desde que me convertí mi descontentoen cuanto a mi trabajo ha ido creciendo. Y co-

mo sé bien que hay oportunidades en otroslugares para gente con mis habilidades, pien-so entonces que es un buen momento parahacer un cambio. Me gustaría viajar y ver elmundo. Sé que el Señor necesita gente quevaya al campo misionero, y yo puedo y estoydispuesto a hacerlo».

2. ¿Cuáles son las razones por tas que tu estás interesado en considerar las misiones biocupacionales?

La gente desea convertirse en obreros bio-cupacionales por varias motivaciones. Las ra-zones que Kim expresó no son malas en símismas, sin embargo a su respuesta le faltabaun ingrediente esencial para el éxito de la mi-Sión biocupacional: el llamado claro de Diospara Servir como misionero. Sin este llamado,

Kim quizás podría lograr sus otros objetivos,pero su eficacia como obrero biocupacionalestaba en duda.

Al mirar a Kim sentado frente a mí quiseabrirle mi corazón. No era diferente amuchos otros muchachos a los que había

3 42 / Trabajando tu llamado a las naciones

aconsejado. Tenía un entusiasmo fresco y bri-llante hacia las misiones. ¿Era acaso un esca-pe? ¿O en verdad Dios había comenzado ahablarle a este joven, llamándolo para la de-safiante tarea de comunicar su amor a un ni-vel transcultural?

«El obrero biocupacional», comencé adecir titubeando «es como cualquier otro delos enviados de Dios. Debe ser un obrerobiocupacional porque tiene un llamado claropara ejercer un ministerio transcultural. Suinterés debe ser el obedecer la Gran Comi-sión, glorificar al Señor y obedecerle a todacosta, Kim. Tú has experimentado el amor deDios y quieres predicar y testificar a losperdidos. Vas por el camino correcto. Trata deechar a un lado cualquier otra motivaciónque esté atrayéndote hacia las misiones ycomienza a buscar cuál es el llamado de Diospara tu vida. Si E! te está llamando a ser untestigo transcultural, Él confirmará ese lla-mado.»

Al darse cuenta de la preocupación genui-na que sentía por él, Kim me demostró con susiguiente pregunta que había recibido debuena forma mi sutil reprimenda. «Si es cier-to que es necesario tener un llamado paraejercer un ministerio transcultural, ¿cómo re-cibo ese llamado? ¿Cómo puedo estar segurode que Dios me está llamando para este tipode ministerio?»

Con mucho cuidado comencé a hacerle unbosquejo de cómo entender más claramentela voluntad de Dios para él, en cuanto al ser-vicio transcultural.

Examinar el llamado

«Dios llama de modos diferentes a diferentespersonas. No existe una situación específica ala que Dios se limita para hacer un llamado.No obstante, existen dos extremos que se de-ben evitar. Uno es basar el llamado solamenteen los sentimientos personales, sin contar conhechos concretos. El otro es confiar en los he-

Cómo planificar para el éxito / 43

chos, sin tener ninguna convicción o realidadsubjetiva. Un llamado, si es uno saludable,yace en el punto medio entre estos dos extre-mos (véase la página 44). Un llamado debeincluir tanto el aspecto subjetivo como el ob-jetivo. Si careces de objetividad quizás seríasabio buscar más información. Si por el con-trario, careces de convicciones subjetivas, de-berías orar e incluso ayunar a fin de ver qué

es lo que Dios te está diciendo, en base al co-nocimiento que ya tienes acerca de las necesi-dades misioneras y las oportunidades de losobreros biocupacionales.

»Si quieres resultados concretos que teayuden a determinar la naturaleza de tu lla-mado, sigue estos pasos prácticos. A pesar deque no podemos encajonar a Dios, este es unproceso que ha sido probado a través de losaños. Primero, ora con la Palabra abierta. Mi-ra algunos de los llamados misioneros másimportantes de las Escrituras, como el de Efe-sios 3.1-13, el libro de Hechos y los pasajes enlos que se encuentra la Gran Comisión. En se-gundo lugar, escucha al Espíritu Santo. Pídeleque te dirija a medida que vas leyendo la Pa-labra con una mente dispuesta. En tercer lu-gar, consulta biografías de misioneros, esta-dísticas, información sobre diferentes países ycualquier fuente de la que puedas echar ma-no. Y en cuarto lugar, ora específicamente pa-ra recibir una convicción profunda en cuantoal llamado de Dios.

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«Elobrero biocupacionales como cualquier otrode los enviados de Dios.

Debe ser un obreroporque tiene

un llamado claropara ejercer

un ministerio transcultural»

44 / Trabajando tu llamado a las naciones

»Cuando todos estos elementos se unanpodrás tomar una decisión sólida. Si sientesque Dios te está llamando hacia el ministeriotranscultural, ora entonces: “Heme aquí. Es-toy dispuesto a dar un paso adelante. ¡Mués-trame el camino!” Si esta es la voluntad deDios, vasa experimentar su paz sobre ella.

Total Llamado Totalsubjetividad de Dios Objetividad(Sentimientos) (Hechos)

El llamado de Dios se encuentra en el punto medio, entre los senti-mientos y los hechos.

Luego de haber tomado la decisión y dehaberla confirmado en tu corazón, comienzaa dar los pasos necesarios para llevar a cabotu llamado. Este es un buen momento paraacercarte a algún líder de misiones de tu igle-sia o a tu pastor. Ellos podrán aconsejarte yguiarte a través de este proceso.»

Pasos hacia la madurez

A medida que yo le explicaba la manera debuscar la confirmación del llamado de Diospara su vida, Kim había permanecido es-cuchando atentamente. Cuando terminé, élhabló: «Creo que he hecho mucho de lo queusted sugiere. He orado mucho y hasta heayunado.

3. Lee Efesios 3.1-3. ¿Cuáles son los principios en este pasaje que pueden guiaral llamado de Dios?

4. ¿Qué otros pasajes bíblicos piensas que deberían ser considerados a medida que examinas un llamaao a las misio-nes biocupacionales?

»Admito que no sé mucho sobre misionesbiocupacionales, pero he estado leyendo bas-tante acerca del Medio Oriente y sobre lagran necesidad espiritual que hay allí. No es-toy seguro de que ese es el lugar para mí, pe-ro por lo visto el orar solamente no me estádando la confirmación que busco. Creo quenecesito conocer más acerca del ministeriohacia los musulmanes. ¿Hay algo más quepueda hacer?»

«Un llamado casi nunca ocurre en el va-cío», le expliqué. «Usualmente viene en unmomento en el que estás experimentandocrecimiento espiritual y te encuentras en-

vuelto activamente en el ministerio del mejormodo posible, según tus habilidades, sinimportar el entrenamiento que tengas. Estássirviendo en una iglesia, testificándole a tusamigos y orando por el mundo. Para em-pezar, me gustaría que empezaras midiendocómo estás en términos de tu crecimientoespiritual»

A renglón seguido saqué de mi archivouna hoja de papel con un gráfico y la pusedelante de Kim (véase la escala para evalua-ción de la página 55). «Esta es una lista de lascosas que deben ser evidentes en una personaque está creciendo espiritualmente. Toma tutiempo y mídete en una escala del 1 al 10.

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»Mientras más alto sea el número resul-tante, mayor es la madurez que has alcanza-do. De modo conveniente, la escala se divideen dos secciones: tu relación con Dios y tusdestrezas en el ministerio.»

Mientras Kim miraba la lista yo seguíacon mis instrucciones. «Esta lista es para quetú la uses. Trata de ser lo más honesto quepuedas contigo mismo. Quizás quieras que tupastor o alguien que te conozca bien teevalúe también. Cuando cuentes ya con unaevaluación precisa, usa esa misma lista paraestablecer metas para los próximos seis me-ses. Sea cual fuera la escala en que te hayascolocado, y basándote en tu estatus presente,establece una meta que se encuentre dos otres números más arriba como tu objetivo decrecimiento».

La mirada ávida de Kim me infundió áni-mo para continuar explicándole cómo se lo-gra el crecimiento espiritual. «El crecimientoespiritual surge más eficazmente cuando esnutrido por dos esferas simultáneamente: unsistema colectivo y un programa individual.El sistema colectivo tiene que ver con el climaespiritual de la iglesia a la que asistes, mien-tras que el lado individual se relaciona conun plan de discipulado hecho a tu medida,por el cual debes pasar» (figura de abajo).

Me dirigí de nuevo hasta mi archivo y sa-qué un par de diagramas:

Cómo planificar para el éxito / 45

«Déjame mostrarte gráficamente lo queintento decirte. A través de la adoración, lacomunión, la predicación, el servicio, el entre-namiento y la educación, la iglesia puedeproveer un clima que favorezca el crecimien-to espiritual. No obstante, aun si estás en unaiglesia saludable necesitas nutrirte indivi-dualmente en varias áreas esenciales, de mo-do que puedas crecer hasta convertirte en unobrero biocupacional maduro.

»La flecha que ves en este primer diagra-ma indica cómo tu programa autodirigidohacia el crecimiento intenta alcanzar ciertosobjetivos. Primero debes aprender a alimen-tarte de la Palabra de Dios, sin la ayuda deotros. Este es, quizás, el factor más importan-te del crecimiento —especialmente cuando vajunto a la oración. Al llevar a cabo estas dosactividades regularmente en un lugar tran-quilo estableces un “momento devocional”durante e! cual puedes desarrollar tu comuni-cación con el Señor.

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«Unllamado generalmenteviene en un momento

en el que estás experimentandocrecimiento espiritual

y te encuentras envueltoactivamente en el ministerio

del mejor modo posible.»

Conocimiento bíblico

Comunicación con Dios

Habilidades ministeriales

Habilidades de liderazgo

Crecimiento espiritual en un clima favorable

46 / Trabajando tu llamado a las naciones

»En segundo lugar necesitas cimentar fir-memente tu vida espiritual estudiando libroscomo Romanos, Efesios y los Evangelios.Estos libros te darán un fundamento bíblico yteológico firme. Por ejemplo, si tomas paraestudiar un libro como Romanos te ayudará atener un entendimiento sólido acerca detemas importantes —no sólo del contenido—tales como el ser justificados por la fe (capí-tulos 1 al 5), el vencer los deseos pecaminososy cómo depender del poder de la vida re-sucitada de Cristo (capítulos 6 al 8), entenderel plan futuro de Dios para con el Universo(capítulos 9 al 11), y cómo vivir una vida deservicio ministrando a los demás (capítulos12 al 16).

»En tercer lugar, es necesario que apren-das ciertas habilidades para el ministerio, ta-les como el evangelismo personal, cómo nu-trir espiritualmente a otros y algunos princi-pios para el entrenamiento de discípulos.

»En cuarto lugar debes desarrollar algu-nas destrezas acerca del liderazgo. Todo estodebe integrarse dentro de una visión globalpara las misiones mundiales. A medida quesigues tu plan personal de crecimiento co-menzarás a desarrollar aquellos elementos

esenciales para convertirte en un obrero bio-cupacional eficaz. Este segundo diagrama (fi-gura de la columna anterior) ilustra cómo sedesarrolla el proceso hacia una visión globalpersonalizada de las misiones mundiales.»

Cuando terminé con todo este discursosentía que había abrumado a Kim; en especialcuando exclamó: «¡Cielos! ¡No sabía que el al-canzar la madurez espiritual abarcara tanto!»,dijo. «¿Qué tan maduro debo ser antes deconvertirme en un obrero biocupacional? Po-dría tomarme años alcanzar lo que usted su-giere. ¡Siento que tendría que ser un giganteespiritual sólo para llegar al campo!»

Casi me río al oír la respuesta del jovenKim. El entusiasmo a menudo se desanimaante un panorama de trabajo arduo y pacien-te espera. Sin embargo, es este proceso el quenutre y fortalece el llamado de Dios. Kim ne-cesitaba escuchar aquella palabra firme; nece-sitaba que el Señor comenzara a trabajar ensu corazón.

«¿Qué tan maduro debes ser antes de con-vertirte en un obrero biocupacional? No exis-te ninguna regla fija ni establecida sobre elparticular», contesté con precaución. «Noobstante, me gustaría sugerirte cuatro guíasmínimas. Primero, debes ser capaz de nu-

trirte espiritualmente tú mismo, en un con-texto dentro del cual quizás no recibas muchoapoyo espiritual o emocional de parte deotras personas. Por otro lado debes sercompetente en la vocación que has escogido.Además debes ser capaz de ajustarte a la ten-sión emocional que produce el vivir dentro

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La base de la visión global para las misiones mundiales

Guías para medirel nivel de madurez

• Capacidad para nutrirse a sí mismoespiritualmente, sin el apoyo de los demás.

• Competente en la vocación escogida.• Capacidad de ajustarse emocionalmente

a la cultural.• Capacidad para testificar a otros y nutrirlos

a lo largo de su crecimiento espiritual.

del marco de tu cultura anfitriona. Y por últi-mo debes haber desarrollado y practicadolargamente la habilidad de testificar a otrosindividuos y de nutrirlos a lo largo de su cre-cimiento espiritual.»

Pasaron algunos momentos antes de queKim hablara: «Ya me doy cuenta de que esto

Cómo planificar para el éxito / 47

de las misiones biocupacionales envuelvemucho más de lo que se ve a simple vista».

«¿Por qué no tomas algo de tiempo parapensar y orar sobre esto?», le sugerí. «Ven ayerme de nuevo si sientes que el Señor estárealmente confirmando en ti un llamado paraservirle como un siervo transcultural.»

5. ¿Son razonables las guías que el autor establece para medir el nivel de madurez? ¿Por qué?

El obrero biocupacionaly aquellos a su alrededorPasaron casi siete meses antes de que Kimvolviera a yerme. Cayó una tarde por mi ofi-cina y pude ver en la expresión de su rostroque tenía muchos deseos de compartir con-migo lo que había ocurrido desde aquella úl-tima vez. Dios había estado obrando en su vi-da y confrontándolo con muchos asuntos deforma directa. El entusiasmo de Kim se con-vertía en un tranquilo caminar con Diosa me-dida que se disciplinaba a través de su «mo-mento devocional». Se notaba que había esta-do estudiando. El ser moldeado por una teo-logía sana no es algo que se logra fácilmente,pero Kim comprendía la importancia deaprender a alimentarse de la Palabra por símismo, y esto lo motivaba.

El Señor también le había hablado acercade su llamado para las misiones transcultura-les. Su convicción acerca de servir en un paísde acceso creativo había crecido. Su corazónhabía sido dirigido hacia servir entre estospueblos no alcanzados al leer sobre las pro-fundas necesidades —tanto físicas como espi-rituales— de muchas de las naciones musul-manas. Sin embargo lo inquietaba pensar có-mo podrían convertirse a Cristo las personasen estos países donde estaba prohibida laproclamación pública del Evangelio. «¿Cómo

puedo testificar en esas condiciones?», pre-guntó Kim.

«Precisamente, bajo estas condiciones elúnico medio de testimonio puede ser tu vidamisma. Un testimonio verbal explícito puedetal vez poner en peligro no sólo tu propia se-guridad, sino también la de tus compañeros.Por lo tanto una de las mejores formas de glo-rificar a Jesús como obrero biocupacional es através de una actitud de servicio. Esto puederesultar tan poderoso que la gente terminarápor preguntarte las razones y los recursosque te capacitan para ser diferente a los de-más. Esto proveerá una excelente oportuni-dad para presentar a Cristo.»

«Puedo entender eso en teoría», replicó,«pero me parece que a la larga es algo muydifícil de poner en práctica.»

«No es fácil desarrollar actitudes de servi-cio», respondí. «Puedes poner una fachadapor algún tiempo, pero a medida que la pre-sión crece y el tiempo pasa estas actitudes ar-tificiales se derrumban y no puedes evitar re-velar tu verdadera personalidad. La únicaforma de desarrollar una actitud de servicioes cambiar desde adentro. Cultiva la hu-mildad de Cristo como se refleja en Filipenses2.5-11 y pronto te darás cuenta de que la hu-mildad es el resultado de una vida crucifica-da con Cristo. Una persona así obtiene del Se-

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ñor el poder para negarse a sí mismo diaria-mente y se viste con virtudes como la compa-sión, la bondad, la mansedumbre, la pacien-cia, la templanza (Colosenses 3.12). Si los

obreros biocupacionales son realmente sier-vos, no sólo hablarán sus vidas sino que laspalabras de su testimonio serán poderosas.¡Tanpoderosas que la gente se convertirá!»

6. Lee Filipenses 2.5-11. En la mayoría de las sociedades, un siervo es usado por los demás y a menudo despreciado.¿Por qué es importante que los obreros biocupacionales actúen como siervos? ¿Quépuede esperar un obrero biocupa-cional si alcanza una actitud de servicio sincera ysostenida por Dios?

Capacidad de comunicación

«Creo que empiezo a entender cómo una ac-titud de servicio puede abrir puertas paratestificar», dijo Kim. «Pero, ¿acaso no es igualde importante poder comunicarse una vezque se han abierto esas puertas? Creo que esnecesario que podamos comunicarnos con laspersonas.»

«Tienes razón, Kim. La comunicación es laclave de muchas cosas en la vida. Es la clavepara un matrimonio exitoso, para el minis-terio en equipo, para la amistad y la vida engeneral.

»Para los obreros biocupacionales trans-culturales la habilidad de comunicarse es cru-cial. Muchos malentendidos y conflictospersonales innecesarios con los nacionales ytambién con los compañeros de ministerioson prevenidos cuando se poseen habilidadespara comunicarse correctamente. Por otro la-do, las destrezas en la comunicación intensifi-can el desarrollo de relaciones y amistadesfirmes, las cuales son, a menudo, los medios

por los cuales se comunica mejor el Evan-gelio. Y por último —y sobre todo— la ca-pacidad de comunicación puede ser usadapara testificar de modo efectivo. Una vez queel obrero maneje con fluidez el idioma lellegarán las oportunidades principales paracomunicar el Evangelio. Después de todo, espor eso que la gente se convierte en obrerosbiocupacionales.

»Sabemos, a través de la teoría de la co-municación, que no solo son importantes laspalabras, sino que tú, el emisor del mensaje,eres una parte clara del mismo. Eso quieredecir que si demuestras humildad y una acti-tud de servicio, tendrás una mayor oportuni-dad de comunicar el verdadero Evangelio. Si,por el contrario, demuestras una actitud alti-va y orgullosa, presentarás un mensaje dis-torsionado. Es necesario que como obrerosbiocupacionales que somos no solo tengamosbuenas destrezas de comunicación sino quenuestra vida vaya a la par con el mensaje. So-lo de esta forma podremos comunicar a Cris-to y su poder para cambiar vidas.»

7. ¿Cuál es el punto quequiere hacer ver el Dr. Lee en cuanto a la relación entre una actitud de servicio y la verdade-ra comunicación?

3 48 / Trabajando tu llamado a las naciones

«Creo que comienzo a darme cuenta», dijoKim pensativo. «Si voy a ser un testimonioeficaz dentro de mi cultura anfitriona, ese tes-timonio debe surgir del corazón. Será duro,pero tiene sentido. Tengo mucho que apren-der acerca de las destrezas de comunicacióntambién. Pero entonces, si voy a ser un sier-vo, ¿significa que no puedo levantarme en fa-vor de lo quecreo, de mis convicciones?»

«Esa es una muy buena pregunta, Kim.Muchas personas sacrifican sus conviccionespara ganar aceptación, pero nada sustituye eltener un genuino carácter cristiano en cuantoa las relaciones. El poner en práctica las habi-lidades para relacionarse sin tener credibili-dad personal a la larga sólo afectará tu testi-monio.

»Supongamos que vas a China. Te diréque hasta el más inconmovible de los comu-nistas vería con mayor agrado a un cristianode convicciones firmes y genuinas, en lugarde un ateo con capacidades profesionales yhabilidad de relacionarse, pero sin integri-dad. Así que antes de discutir cómo desarro-llar destrezas para establecer relaciones es ne-cesario que ratifiquemos la necesidad de

Cómo planificar para el éxito / 49

amor e integridad. Si estas ya se encuentranen su lugar correspondiente, hay algunas ha-bilidades aprendidas que ayudarán al desa-rrollo de relaciones.

»Una de ellas es la de poder hacer amigos.El Dr. Phil Parshall cuenta sobre cómo se hizoamigo de varios intelectuales musulmanes.Algunos de ellos se convirtieron en amigospermanentes e incluso a menudo facilitaronel camino para el Evangelio. Para algunaspersonas, el hacer amigos es tan natural comorespirar. Si tú estás en esta categoría, ya hassuperado un gran obstáculo. Pero la mayoríade nosotros necesita aprender cómo haceramigos, especialmente cuando estamos enuna cultura ajena a la nuestra.»

«Sí», admitió Kim, «a mí me es muy difícilhacer amigos. Parece que no tengo demasia-do en común con mucha gente, en especialcon aquellos que no aman al Señor.»

«El establecer buenas relaciones no es unaopción para los obreros biocupacionales. Hayvarias formas de conocer gente y empezar aconstruir amistades de un modo natural. Unaforma de hacerlo es demostrar un interés ge-nuino por aprender de otros. Me encontraba

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Destrezas para relacionarse

una vez en un tren que iba de Singapur aKuala Lumpur, y me senté al lado de unamuchacha malaya musulmana. Me pregunta-ba cómo podía empezar una conversacióncon ella y estuve pensando durante una horaantes de que se me ocurriera algo. Utilizandoun vocabulario simple empecé a preguntarlecon mucho cuidado acerca de la cultura ma-laya. Para cuando llegamos a nuestro destinoya había podido establecer una conversaciónmás profunda. No sólo pude compartirle mitestimonio, sino que pude escucharla a ellacontarme acerca de su historia como musul-mana. Por curiosidad le pregunté cómo eraque ella, siendo musulmana no se había ofen-dido por hablarle, siendo yo un hombre cris-tiano. Ella simplemente me dijo: “Porque

8. Proverbios 18.24 dice: «El hombre que tiene amigos hacribe tusvirtudes y debilidades en esta área.

usted quería saber acerca de nuestras costum-bres.” El demostrar interés por otros, acercade sus vidas, sus creencias, países y culturases la clave para establecer relaciones.

»Otra manera sencilla de establecer rela-ciones es el aprender a disfrutar deportes jun-to con otras personas. De hecho, cualquier in-terés o talento especial como tocar un instru-mento musical, por ejemplo, puede facilitar elcambio hacia una nueva y fructífera relación.Además de estos simples pasos para estable-cer amistades, un conocimiento básico de si-cología, antropología cultural y comunicacióntranscultural será también muy útil para en-tender a los demás.»

El obrero biocupacionaly su trabajo«El hacer amigos suena simple de la maneraen que usted lo explica», dijo el muchacho.«Supongo que parte de mi problema es queestoy demasiado envuelto conmigo mismo.No he sido muy amigable, ni siquiera conmiscompañeros de trabajo. Donde trabajo haymucha tensión y eso me pone a la defensiva.Temo que he ofendido a unas cuantas perso-nas. Quizás si me voy a trabajar al extranjeropodría comenzar de nuevo. Pero lo que real-mente me gustaría hacer es dejar mi profe-sión y dedicarme tiempo completo al Señor.Pero supongo que deberé tolerar un empleosi voy a ser un obrero biocupacional.»

«Creo que puedo entender lo que sientes,Kim. Mucha gente parece tener el mismo pro-blema y por ello se frustra. Pero un obrerobiocupacional que desarrolla un trabajo con

la única motivación de poder entrar a un paísdeterminado termina frustrándose. Trabajaren el extranjero no va a borrar el problemafundamental de cómo ves tu trabajo. Comoobrero biocupacional tu trabajo es tu minis-terio. Déjame ilustrarte este principio tanimportante.

»Ricardo es un profesor de economía quesirve en uno de los países de acceso creativo.Comparado con otras sociedades musulma-nas, esta es una bastante abierta. Él enseña enuna de las universidades y tiene grandesoportunidades de conocer estudiantes musul-manes en su salón de clases. Cuando estos es-tudiantes miran la vida de Ricardo, muchosse sienten atraídos hacia su persona. El estámanteniendo ahora varios grupos de estudiobíblico y a menudo se reúne con los estudian-tes que le piden consejería personal. Losaconseja sobre asuntos muy variados —desdeproblemas matrimoniales hasta inquietudes

3 50 / Trabajando tu llamado a las naciones

de mostrarse amigo». ¿Cómo haces amigos? Analiza y es-

espirituales. ¿Cómo surgieron estas oportuni-dades? En este caso, fueron las clases de eco-nomía de Ricardo las que abrieron un caminopara testificar. El se entrega a su trabajo. Díatras día comparte su corazón y su mente con

Cómo planificar para el éxito / 51

sus estudiantes. Ellos perciben que este hom-bre es único. A medida que Él se abre, ellosven a Jesús. Para Ricardo su trabajo está in-trínsecamente unido a su ministerio. ¡Su tra-bajo es su ministerio!»

9. ¿Piensas que tu ocupación es (o podría ser) tu ministerio, como en el caso de Ricardo? ¿Por qué?

Buscar la excelencia

«¡Cielos! ¡Ese es un gran testimonio! Supongoque Ricardo es una de esas personas afortu-nadas a quienes les gusta su trabajo. Franca-mente, yo sólo hago lo necesario para podertestificar del Señor. ¿Hay algo que pueda ha-cer para que mi trabajo sea un punto de parti-da para testificar?»

«Sí. Existen al menos dos áreas que se de-ben considerar. La primera es el trabajar paraalcanzar un nivel de excelencia dentro de la

profesión. Mientras mejores sean tus logrosen el área de trabajo, mejor oportunidad ten-drás de ganarte el respeto y la aceptación ge-nuinos. Ricardo, por ejemplo, demostró queera un excelente profesor. El obtener el respe-to y la aceptación de sus estudiantes se con-virtió en una oportunidad para testificar. Si

hubiese sido descuidado en su trabajo nadiehubiese tenido mayor interés.

»Otro punto importante es la excelenciaen el área de la integridad personal. ImagIna-te que eres un profesor muy conocedor de tumateria, pero nunca cumples tu palabra nidemuestras interés y amor genuinos por losestudiantes. En su lugar le prestas atención atus propios intereses más que a cualquier otracosa y no los respetas debidamente. El resul-tado es obvio. Tus palabras de testimonio notendrán mucho impacto y tus estudiantestendrán en poco tanto al Evangelio que predi-cas como a ti como maestro.

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«Elponer en prácticalas habilidades para

relacionarse sin tenercredibilidad personala la larga afectará

tu testimonio.»