Un Viejo Debate Gramática y Enseñanza de La Lengua

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MARÍA BARGALLÓ ESCRIVÁ Universidad Rovira i Virgili Tarragona, España [email protected] Un viejo debate: gramática y enseñanza de la lengua 1 Introducción La primera mitad del siglo XX sigue siendo hoy en día, en el panorama lingüístico español, un periodo que precisa de un análisis historiográfico detallado. Existen algunos trabajos que permiten reconstruir el panorama general en diversos ámbitos, pero sólo podemos extraer de ellos imágenes parciales de la compleja realidad del momento. Los estudios de carácter general como los de Diego Catalán (1974), José Portolés (1986), o bien los que se centran en algunos autores como los de Nieves Vila (1991) ofrecen datos importantísimos para poder avanzar en el conocimiento de los autores representativos y, en general, de la época de que tratamos en esta comunicación. No pretendemos cubrir aquí este espacio de la investigación –esperamos poder hacerlo mediante el proyecto concedido por el MEC para estudiar estos aspectos-, pero sí mostrar el interés que tienen determinadas cuestiones, a las que enseguida nos referiremos, en el periodo mencionado. En muchas ocasiones se indica que el mundo hispánico llega con retraso a determinados cambios o evoluciones en distintos aspectos de la ciencia. Podríamos decir que, para el tema que nos ocupa, el debate se produce al mismo tiempo que en otros países de Europa o América, pero las repercusiones se harán esperar puesto que no se producen cambios significativos en la enseñanza de la lengua española como lengua materna hasta la segunda mitad del siglo XX. El análisis que realizaremos en esta comunicación abarcará una serie de textos que, en la primera mitad del siglo XX, plantearon, desde distintas perspectivas pero con objetivos semejantes, la relación entre gramática y enseñanza de la lengua, especialmente para el caso de la lengua materna. Gramática y enseñanza de la lengua Para entender la situación de partida en nuestro país, cabe recordar que desde finales del siglo XVIII, una vez elaborada la primera Gramática de la Academia (1771), ésta se impuso como texto obligatorio en las escuelas; citamos a Lázaro Carreter (1949/85: 189): Carlos III, “[...] en 1780, ordenaba que ‘en todas las escuelas del reino’ se enseñase ‘a los niños su lengua nativa por la gramática que ha compuesto y publicado la Real Academia de la Lengua”. A la obligatoriedad que aquí se señala se suma, casi un siglo después, la exclusividad del texto académico, tal como recuerda el prólogo de la GRAE de 1917 (p. V), puesto que “la ley de 9 de septiembre de 1857 [la conocida como Ley Moyano], en su artículo 88 declara que la GRAMÁTICA de la Academia Española es texto obligatorio y único en las escuelas de enseñanza pública”. Para cumplir este cometido, como señala Fries (1989: 86), la RAE “[...] publicó, para uso escolar, dos adaptaciones de esta obra hoy apenas conocidas: un Epítome para la primera enseñanza y un Compendio para la segunda enseñanza. Ambas fueron publicadas por primera vez en el año 1857, por ordenanza real, y tuvieron durante mucho tiempo una situación de monopolio en la enseñanza de la lengua materna en España”. Es una buena muestra de ello el hecho de que el Epítome se editara por última vez en 1938 y el Compendio en 1949 2 ; es decir, estuvieron vigentes durante más de ochenta años. Esta reducción de textos de mayor envergadura tiene especial relieve en el siglo XIX en el que es frecuente en el ámbito gramatical así como en el de los diccionarios. En ambos casos se trata de aproximar las ‘grandes’ obras a los escolares o a aquellos que no son expertos en la materia. Las consecuencias de este hecho supusieron una reacción considerable, tal como explica Martínez Navarro (1998: 241): “[...] dado que la mayoría de los enseñantes confundía la reflexión gramatical con la repetición memorística de clasificaciones y esquemas –situación a la que contribuyó en gran manera el que los Epítomes de la RAE estuviesen redactados en forma de catecismo- se produjo una profunda reacción contra el estudio de la gramática”. La vigencia del texto académico como obligatorio en las escuelas se vio reforzada por leyes posteriores –1873 y 1895-, aunque a partir de 1926 –citamos a Zamora Vicente (1999: 404, nota 14)- empieza a cuestionarse este papel y a mitades del siglo XX la Academia ya no edita ninguna gramática destinada al uso escolar. Las discusiones que se producen en diversos foros a propósito de la renovación del texto académico indican, claramente, que el contenido de los textos gramaticales elaborados por esta institución no se correspondía con los avances que había experimentado la gramática en todos estos años 3 . La Institución Libre de Enseñanza y la renovación pedagógica Mientras la enseñanza oficial se regía por estos elementos que acabamos de señalar, se producía en España un movimiento de renovación científica y pedagógica a través de la Institución Libre de Enseñanza [ILE], creado en 1876, y que dio frutos importantísimos a finales del siglo XIX y principios del XX. Capitán Díaz (1994: 236) realiza un retrato de la importancia de esta institución y de las relaciones que mantuvo con las que eran pioneras en 1 Este trabajo forma parte del Proyecto (HUM 2005- 02055): “Historia de la enseñanza y el aprendizaje de la lengua española (gramática y literatura) en España durante el siglo XX (1907-1970)”. 2 Hemos extraído los datos de la bibliografía publicada por Fries (1989). 3 De hecho, la Academia reconocía en los diversos prólogos, entre ellos el de la GRAE (1917), que su Gramática no seguía los avances de la lingüística del momento. 280

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  • MARA BARGALL ESCRIV Universidad Rovira i Virgili Tarragona, Espaa [email protected]

    Un viejo debate: gramtica y enseanza de la lengua1

    Introduccin La primera mitad del siglo XX sigue siendo hoy en da, en el panorama lingstico espaol, un periodo que precisa de un anlisis historiogrfico detallado. Existen algunos trabajos que permiten reconstruir el panorama general en diversos mbitos, pero slo podemos extraer de ellos imgenes parciales de la compleja realidad del momento. Los estudios de carcter general como los de Diego Cataln (1974), Jos Portols (1986), o bien los que se centran en algunos autores como los de Nieves Vila (1991) ofrecen datos importantsimos para poder avanzar en el conocimiento de los autores representativos y, en general, de la poca de que tratamos en esta comunicacin. No pretendemos cubrir aqu este espacio de la investigacin esperamos poder hacerlo mediante el proyecto concedido por el MEC para estudiar estos aspectos-, pero s mostrar el inters que tienen determinadas cuestiones, a las que enseguida nos referiremos, en el periodo mencionado. En muchas ocasiones se indica que el mundo hispnico llega con retraso a determinados cambios o evoluciones en distintos aspectos de la ciencia. Podramos decir que, para el tema que nos ocupa, el debate se produce al mismo tiempo que en otros pases de Europa o Amrica, pero las repercusiones se harn esperar puesto que no se producen cambios significativos en la enseanza de la lengua espaola como lengua materna hasta la segunda mitad del siglo XX. El anlisis que realizaremos en esta comunicacin abarcar una serie de textos que, en la primera mitad del siglo XX, plantearon, desde distintas perspectivas pero con objetivos semejantes, la relacin entre gramtica y enseanza de la lengua, especialmente para el caso de la lengua materna.

    Gramtica y enseanza de la lengua Para entender la situacin de partida en nuestro pas, cabe recordar que desde finales del siglo XVIII, una vez elaborada la primera Gramtica de la Academia (1771), sta se impuso como texto obligatorio en las escuelas; citamos a Lzaro Carreter (1949/85: 189): Carlos III, [...] en 1780, ordenaba que en todas las escuelas del reino se ensease a los nios su lengua nativa por la gramtica que ha compuesto y publicado la Real Academia de la Lengua. A la obligatoriedad que aqu se seala se suma, casi un siglo despus, la exclusividad del texto acadmico, tal como recuerda el prlogo de la GRAE de 1917 (p. V), puesto que la ley de 9 de septiembre de 1857 [la conocida como Ley Moyano], en su artculo 88 declara que la GRAMTICA de la Academia Espaola es texto obligatorio y nico en las escuelas de enseanza pblica. Para cumplir este cometido, como seala Fries (1989: 86), la RAE [...] public, para uso escolar, dos adaptaciones de esta obra hoy apenas conocidas: un Eptome para la primera enseanza y un Compendio para la segunda enseanza. Ambas fueron publicadas por primera vez en el ao 1857, por ordenanza real, y tuvieron durante mucho tiempo una situacin de monopolio en la enseanza de la lengua materna en Espaa. Es una buena muestra de ello el hecho de que el Eptome se editara por ltima vez en 1938 y el Compendio en 19492; es decir, estuvieron vigentes durante ms de ochenta aos. Esta reduccin de textos de mayor envergadura tiene especial relieve en el siglo XIX en el que es frecuente en el mbito gramatical as como en el de los diccionarios. En ambos casos se trata de aproximar las grandes obras a los escolares o a aquellos que no son expertos en la materia. Las consecuencias de este hecho supusieron una reaccin considerable, tal como explica Martnez Navarro (1998: 241): [...] dado que la mayora de los enseantes confunda la reflexin gramatical con la repeticin memorstica de clasificaciones y esquemas situacin a la que contribuy en gran manera el que los Eptomes de la RAE estuviesen redactados en forma de catecismo- se produjo una profunda reaccin contra el estudio de la gramtica. La vigencia del texto acadmico como obligatorio en las escuelas se vio reforzada por leyes posteriores 1873 y 1895-, aunque a partir de 1926 citamos a Zamora Vicente (1999: 404, nota 14)- empieza a cuestionarse este papel y a mitades del siglo XX la Academia ya no edita ninguna gramtica destinada al uso escolar. Las discusiones que se producen en diversos foros a propsito de la renovacin del texto acadmico indican, claramente, que el contenido de los textos gramaticales elaborados por esta institucin no se corresponda con los avances que haba experimentado la gramtica en todos estos aos3.

    La Institucin Libre de Enseanza y la renovacin pedaggica Mientras la enseanza oficial se rega por estos elementos que acabamos de sealar, se produca en Espaa un movimiento de renovacin cientfica y pedaggica a travs de la Institucin Libre de Enseanza [ILE], creado en 1876, y que dio frutos importantsimos a finales del siglo XIX y principios del XX. Capitn Daz (1994: 236) realiza un retrato de la importancia de esta institucin y de las relaciones que mantuvo con las que eran pioneras en

    1 Este trabajo forma parte del Proyecto (HUM 2005- 02055): Historia de la enseanza y el aprendizaje de la lengua espaola

    (gramtica y literatura) en Espaa durante el siglo XX (1907-1970). 2 Hemos extrado los datos de la bibliografa publicada por Fries (1989).

    3 De hecho, la Academia reconoca en los diversos prlogos, entre ellos el de la GRAE (1917), que su Gramtica no segua los

    avances de la lingstica del momento.

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  • Europa: Era tiempo de innovaciones pedaggicas, de ensayos, tericos y prcticos, de reformas educativas, de nuevos mtodos. Los influjos y reflujos entre la nueva escuela europea y la Institucin Libre de Enseanza se dejaban notar: unas veces como confirmacin de ciertos supuestos fundamentales de la Institucin; otras, como continua asimilacin de la nueva pedagoga (con claros indicios de cientificidad) por la Institucin gracias a su afn de intercambios culturales y educativos por estar al da en materia de enseanza y de formacin humana. Esta constante preocupacin por estar al corriente de las innovaciones en el campo pedaggico se demuestra en la presencia frecuente de los profesores de la ILE en los congresos pedaggicos nacionales e internacionales que se celebran durante el ltimo cuarto del siglo XIX y el primer cuarto del XX. Tambin como fruto de esta institucin, se crea en 1882 el Museo Pedaggico Nacional que incidi de manera fundamental en la evolucin de las doctrinas pedaggicas en Espaa, tal como seala de nuevo Capitn Daz (1994: 263): Este afn de actualizacin pedaggica hizo del Museo un lugar de puertas abiertas a cuantos traan nueva savia en cuestiones de educacin y enseanza, a todos los proyectos o ensayos, cientficamente respaldados, y a aquellos rganos o instrumentos de experimentacin que facilitasen la investigacin. El inicio del siglo XX constituye un momento de especial relevancia en muchos aspectos de la vida espaola, de ah que Mainer denomine la Edad de Plata de la cultura espaola al perodo que va de 1902 a 1931. En 1907 se produjo la fundacin de la Junta para la ampliacin de estudios e investigaciones cientficas que, en palabras del profesor J.M. Blecua (1990: 23), [...] borra la apata decimonnica e inicia un programa sumamente moderno de renovacin de la situacin cientfica. Espaa abandona la inercia del siglo XIX y se incorpora a la ciencia europea. Y en 1910 se creaba el Centro de Estudios Histricos cuya direccin recay en Ramn Menndez Pidal, encargado especficamente de la seccin de Filologa. Los autores que traeremos a colacin, sern mayoritariamente, como veremos, alumnos, en primera o segunda o generacin como los denomina Cataln (1974)- del primer director del Centro de Estudios Histricos. Pertenece a la primera generacin Amrico Castro, y a la segunda, Amado Alonso, Samuel Gili Gaya y Salvador Fernndez Ramrez. Los textos a los que vamos a dedicar nuestra atencin nos muestran un panorama poco alentador sobre la forma en que se desarrollan las clases y la preparacin que tienen los profesores que las imparten a finales del siglo XIX y a principios del siglo XX4. Es Castro (1921/80) quien nos detalla, con una mirada cida, pero con profusin de datos, la situacin en que se halla la enseanza primaria y secundaria en Espaa. No podemos comentar con detalle cmo se desarrolla la enseanza de las diversas materias, sino que dedicaremos nicamente nuestra atencin a la de la lengua materna. Y lo haremos a travs de trabajos que reflexionan, de manera independiente, sobre esta cuestin, as como a travs de los propios textos gramaticales que aparecen en este perodo. La imagen que se deriva de todos ellos es una muestra de la preocupacin por estas cuestiones que determina una crisis en la enseanza de la lengua as como del papel de la gramtica en este mbito; por ello, tomamos de Gili Gaya (1952) el ttulo que da pie a este apartado: la crisis de la Gramtica.

    La crisis de la Gramtica A finales del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX aparece una serie de trabajos, vinculados en su mayora a los gramticos de la poca, dedicados a analizar crticamente la forma en que se realiza la enseanza de la lengua materna. Haremos un breve repaso cronolgico de sus aportaciones ms significativas. Desde un punto de vista cronolgico, cabe sealar, en primer lugar, un texto que publica el profesor de la ILE, Jos de Caso, que lleva por ttulo La enseanza del idioma (1889). En l se proponan ya algunas soluciones para contrarrestar la excesiva atencin hacia la gramtica que se observaba en las escuelas. Mariscal y Moreno (1998: 229) consideran que esta obra es una buena muestra de la pedagoga lingstica de la ILE, dado que [...] considera absurdo que las escuelas primaria y secundaria sigan apegadas al estril gramaticalismo, ya que los escolares llegan a aprender las definiciones gramaticales sin saber lo que dicen y sin otra utilidad que potenciar el intil memorismo. En esta misma lnea, y ya iniciado el siglo XX, Unamuno dicta una conferencia en Bilbao en agosto de 1905 titulada La enseanza de la gramtica. En ella indica que se concede una importancia exagerada, y hasta absurda, al cmo debe ensearse, y no se tiene en la debida cuenta que lo importante es qu es lo que se debe ensear. (p. 156) En 1912 el profesor Rodolfo Lenz, tras su formacin inicial en Alemania, se desplaz a Chile donde introdujo innovaciones didcticas en su paso por el Instituto Pedaggico en cuanto a la enseanza de lenguas modernas. Despus pas a ocupar la Ctedra de Gramtica castellana y, con posterioridad, la de Gramtica Histrica. Aunque su obra fundamental sea, para la mayora de autores, La oracin y sus partes (1920), obra a la que tambin nos referiremos ms adelante, nos interesa, primero, hacer referencia a un trabajo previo: concretamente, al que lleva por ttulo Para qu estudiamos gramtica? (1912). En este texto Lenz justifica una nueva concepcin de la gramtica teniendo en cuenta que la enseanza de la gramtica en estos aos est pasando por un perodo de crisis no slo en Chile, sino tambin en Francia; i ciertos puntos dela terminologa gramatical i su aplicacin escolar estn sometindose a un severo exmen tanto en Alemania como en Inglaterra5. Como justificacin del estado en que se encuentra la gramtica, Lenz alude a su historia, por lo que repasa las concepciones que se han ido acumulando a lo largo de la historia, empezando por los preceptos

    4 Puede obtenerse un resumen claro del panorama educativo de Espaa en este perodo en Gutirrez Cuadrado et alii (1988:

    571-593). 5 Mantenemos en este caso la ortografa original, dado que tomamos el texto de la edicin que lvarez Mndez realiza del

    mismo (cfr. Lenz 1912/87: 92-117).

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  • griegos. En ese recorrido atribuye un importante valor a la Gramtica de Bello, aunque no fuera determinante el efecto de esta obra en la mejora de la lengua culta de Chile. A propsito de la enseanza de la lengua afirma: Puede decirse que a veces los alumnos han adquirido el dominio sobre su lengua literaria a pesar de las absurdas clases de gramtica, que no traian mas que un formulismo no comprendido. (p. 101) Y es mucho ms contundente cuando indica (p. 102): La gramtica no es, ni ha sido jamas, un arte en el sentido propio de la palabra; la gramtica es una ciencia. Hablar una lengua es una costumbre que se adquiere paulatina e inconscientemente, hablar bien eso s que es arte. Desde cundo se aprende un arte estudiando una ciencia?. Como puede observarse, la perspectiva de Lenz contempla no slo la enseanza del espaol sino tambin la de cualquier otra lengua que aprenda el nio. Siguiendo el orden cronolgico, en 1921 aparece un texto de Amrico Castro dedicado a estas cuestiones, aunque como l mismo indica el texto fue escrito bsicamente en 1919. A diferencia de los dems autores citados, no tiene en su haber una gramtica, puesto que su labor se dirige hacia los estudios literarios y hacia determinadas cuestiones lexicogrficas6. Tal como hemos indicado anteriormente, pertenece a la que Diego Cataln denomina primera generacin de alumnos de Menndez Pidal. Seala Castro que La enseanza del espaol en Espaa7 (1921/80) iba dirigido a un Congreso de Educacin que no lleg a celebrarse. Los ttulos que da a los diversos apartados de que consta el texto, como l seala en la advertencia, tienen un aire polmico errores inveterados, la gramtica como fsil, etc.- y, en algn caso, carcter admonitorio: instruid sobre el lenguaje antes de ensear gramtica (apartado VI). Como sealbamos anteriormente, en la primera parte del artculo realiza una radiografa de la forma en que se desarrolla la educacin primaria y la secundaria en Espaa en aquellos momentos. Tal como hoy transcurre la vida de cultura en el interior de la mayora de nuestras escuelas, las discusiones sobre mtodos pedaggicos corren mucho riesgo de volverse palabrera huera, como una de tantas disposiciones emanadas del Ministerio de Instruccin (p. 210). En cuanto al diagnstico que realiza, se sintetiza en una primera frase contundente: Una primera confusin que conviene remover es la idea absurda de que el idioma se ensea estudiando gramtica. (p. 213). Ataca a continuacin el uso de la versin abreviada de la Gramtica de la Academia lo de saber gramtica se refiere a saberse de memoria ese nefando librito que se llama Eptome de gramtica, con cuya venta se enriquece la Academia Espaola (p. 213)-. Y contina diciendo: La gramtica no sirve para ensear a hablar y escribir correctamente la lengua propia, lo mismo que el estudio de la fisiologa o de la acstica no ensean a bailar, o que la mecnica no ensea a montar en bicicleta (p. 214). Las razones de este tipo de enseanza las encuentra en la historia: Este concepto de la gramtica como un arte de hablar correctamente es servil copia de la definicin que en el Renacimiento se daba a la gramtica de las lenguas muertas, sobre todo de la latina. (p. 214) Y concluye: Hablar y escribir correctamente es un problema de instinto, de prctica, de gusto y de inteligencia. La gramtica no interviene en esto para nada (p. 223). A la hora de sugerir bibliografa para el maestro8, indica explcitamente que no se utilice la Gramtica acadmica sino que en su lugar se siga la Gramtica de Bello, las Apuntaciones de Cuervo, el libro de Laura Brackenbury, el de Lenz y la Gramtica de M. de Montolu; a algunos de estos autores dedicaremos nuestra atencin un poco ms adelante. Entre la dcada de los 30 y la de los 40 encontramos algunos textos realizados por Salvador Fernndez Ramrez, autor que, adems de confeccionar una gramtica que tristemente no acab, tambin nos ha proporcionado algunas reflexiones sobre el tema que nos ocupa. El profesor Polo ha recopilado algunos de estos textos en el volumen titulado La enseanza de la gramtica y de la literatura (1985). En Instrucciones metodolgicas para la enseanza del espaol, los planteamientos que realiza se parecen a las palabras que citbamos con anterioridad procedentes de Lenz (1912/87): El estudio de una lengua verncula tiende ms que nada a cultivar la capacidad expresiva del hombre, a enriquecer sus posibilidades. Esta enseanza est, por consiguiente, ms dentro de los procedimientos de adquisicin de las tcnicas artsticas. Utiliza el ejemplo y la sugestin (p. 18). A propsito de la concepcin de la gramtica afirma: La gramtica no es una disciplina normativa. Es una ciencia analtica que estudia los hechos del lenguaje con toda la finura y profundidad que le permiten los mtodos de que dispone. Los resultados a que llega pueden muchas veces tener una aplicacin prctica y hasta normativa, y es verdad incluso que la investigacin se ha orientado histricamente, de una manera decisiva, al menos en sus orgenes, impulsada por la necesidad de obtener precisamente aplicaciones inmediatas (p. 30). Los elementos que acabamos de citar los encontraremos, con redactados ligeramente diferentes, en otros textos recogidos por J. Polo Metodologa de la enseanza de la lengua y literatura espaola y Enseanza de la gramtica y de la literatura-. En este ltimo trabajo ofrece una bibliografa bsica para el maestro que se enfrenta a la enseanza de la gramtica, donde cita, entre otros trabajos, el texto de Laura Brackenbury del que hablaremos enseguida. Por ltimo, en la dcada de los 50, Gili Gaya (1952), de quien tomamos la frase que introduca el apartado como ya hemos dicho, analiza los problemas relacionados con la enseanza de la lengua y de la gramtica. Como en otros casos, se plantea la enseanza de la lengua materna junto a la de las lenguas extranjeras y se comparan los mtodos habilitados para ello. Tras comparar las diversas vas de salida a esta crisis de la gramtica en distintas naciones europeas (Francia, Alemania, Austria, Inglaterra), llega a la conclusin de que [...] despus de

    6 Como el propio autor indica, no descarta la posibilidad de redactar un manual para la enseanza del espaol, aunque no lleg

    a realizarse. 7 Tomamos el texto de la edicin que realiza la revista Cauce (cfr. Castro 1921/80). Ms recientemente, M. Pealver Castillo ha

    reeditado el texto a partir de la segunda edicin del mismo (1959). 8 Vase nota 23, p. 229.

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  • casi medio siglo de tanteos y vacilaciones se llega en todas partes a la conclusin de que la Gramtica debe figurar en los programas escolares, a condicin de graduarla bien, de que acompae siempre a la composicin y a la lectura, y no pretenda suplantarlas. (p. 120)

    La crisis de la Gramtica a travs de los prlogos y del contenido de las gramticas Hemos podido comprobar cmo los trabajos que acabamos de citar corresponden, en su mayora, a autores de gramticas que, con mayor o menor repercusin tuvieron un lugar en la lingstica del siglo XX. Es lgico, pues, esperar que en sus textos gramaticales tambin muestren su forma de entender la gramtica y, en consecuencia, la enseanza de la lengua, tal como podremos comprobar a continuacin. No nos limitaremos, sin embargo, a los autores citados anteriormente sino que comentaremos tambin algunas gramticas que supusieron algn avance significativo en el objetivo general de cambiar la enseanza de la lengua, de concebir la gramtica y, en consecuencia, la relacin entre ambas cuestiones. La obra que tuvo quiz mayor repercusin aparece en 1908; se trata del libro de Laura Brackenbury que lleva por ttulo La enseanza de la gramtica, que traduce al espaol Alice Pestana, profesora de la Institucin Libre de Enseanza, escritora y pedagoga portuguesa, especialista en educacin femenina. Hemos podido comprobar cmo se cita regularmente en los textos que acabamos de comentar. Segn Gili Gaya (1952: 119), el libro de Brackenbury [...] conmovi a la opinin profesional europea y americana en el primer cuarto de nuestro siglo. Planteaba en l, adems de una reflexin sobre cmo debe entenderse la gramtica, una propuesta concreta sobre cmo llevarla a la prctica en el aula. Las cuestiones que indica, tal como ella misma seala, sirven para la enseanza de cualquier lengua, puesto que proporcionan las bases necesarias para acometer el estudio de una lengua particular. Las ideas bsicas que se condensan en el texto pueden resumirse de la siguiente manera: a) la gramtica debe figurar en el programa escolar; b) no debe confundirse la gramtica con la adquisicin de un idioma; c) las dificultades derivan de la confusin entre gramtica con el estudio de las lenguas; d) la Gramtica es un examen sistemtico del lenguaje en cuanto expresin del pensamiento; e) la investigacin analtica del idioma, es decir, la Gramtica, ha de ser posterior a la enseanza de la lengua. Seis aos despus del libro de Brackenbury, apareca la Gramtica de la lengua castellana9 (1914) de Manuel de Montolu que es, segn Castro (1921/2001: nota 23, p. 75), [...] la nica gramtica pedaggica que se ha publicado hasta ahora, anatematizada en la Gaceta, por el Consejo de I.P., por no copiar los disparates de la Academia. [...]. En realidad, Montolu ya prevea semejante reaccin porque en el prefacio seala: [...] por mucho cuidado que hayamos puesto en huir de los radicalismos pedaggicos de ltima hora, aun no suficientemente compulsados por la experiencia, prevemos que nuestra obra ser juzgada en este pas nuestro, tan alejado del espritu de la pedagoga moderna, como esencialmente revolucionario. Y nuevamente insiste en los argumentos que ya aparecan en los autores anteriormente citados: La Gramtica no puede ensear a hablar, sino que presupone desarrollada ya en el nio la facultad del habla. Es el uso lo que ensea a hablar y a hablar bien. La Gramtica tiene propiamente un fin cientfico, que es la investigacin de la estructura del lenguaje, y de la relacin entre la forma del pensamiento y la de su expresin hablada. De esta forma, el contenido de este texto, distribuido en tres grados10, parte del concepto de oracin para introducir luego las distintas categoras gramaticales desde una metodologa inductiva11. Como libro dirigido a la enseanza secundaria, se publica La oracin y sus partes (1920) de Rodolfo Lenz, prologada, precisamente, por Ramn Menndez Pidal. En la introduccin podemos ver cmo se insiste en la conciencia del tema que nos ocupa y en las ideas que el mismo autor sealaba en el artculo anteriormente citado Lenz (1912): Muchas personas, tanto en Espaa como en Amrica, creen an hoy que las clases de gramtica han de ensear al nio el uso correcto del idioma patrio, o ms bien de la lengua literaria nacional, en oposicin al lenguaje familiar regional; pues piensan buenamente que la gramtica es el arte de hablar y escribir correctamente. Entre personas que hayan puesto alguna atencin en los estudios de filologa no habr necesidad de insistir en que tal definicin, por venerable que sea su antigedad, es cientficamente inadmisible. (p. 23) Y ms adelante seala (pp. 29-30): No es mi propsito escribir un tratado sistemtico de lingstica general, sino preparar el terreno para un estudio razonado de la Gramtica en los cursos superiores de la enseanza secundaria, tomando por base el anlisis del idioma patrio, pero aprovechando todas las nociones lingsticas que tenga el alumno en latn y en lenguas modernas. En 1938 vio la luz la Gramtica castellana de A. Alonso y P. Henrquez Urea. La obra, organizada en dos cursos, se concibi como un texto escolar y se propona para la enseanza secundaria. Como se indica en el prlogo dirigido a los profesores (p. 7), las doctrinas gramaticales del presente manual no siempre son las que uniformemente se repiten en los dems. Es sabido que, por la enorme profusin de la enseanza gramatical, cuyo profesorado es numerossimo y de muy varia preparacin, en ninguna otra disciplina cuesta tanto esfuerzo desterrar un error o quebrantar la venerable rutina de que se lamentaba Bello. Adems de estas cuestiones sobre relacin entre gramtica y lingstica, el contenido del manual muestra una atencin especial hacia la expresin escrita y oral, as como a la lectura y explicacin de textos. Se trata, pues, de una forma distinta a las habituales en las gramticas al uso, sobre la base slida de la Gramtica de Bello.

    9 No se cita esta gramtica en el anlisis que M Luisa Calero (1986) realiza a las obras dedicadas a esta cuestin entre 1847 y

    1920. 10

    En la publicidad de esta obra se indica que est constituida por una serie de Gramticas graduadas y compuestas, segn los principios que exige la moderna tcnica de la enseanza de esta materia. 11

    Fernndez Ramrez (1985: 75) se refiere a ella como bastante estimable, con material til para la escuela.

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    En 1943 apareca la primera edicin del Curso superior de sintaxis espaola de S. Gili Gaya. Tal como indica en la introduccin: Nuestro libro se propone describir lo ms cuidadosamente posible el estado de la lengua actual y ordenarlo con fines didcticos. Pero como la descripcin de los hechos sintcticos carecera a menudo de sentido sin buscarle su fundamento psicolgico e histrico hasta donde lo podamos alcanzar, nos serviremos de explicaciones de este carcter en la medida en que sean indispensables para comprender los fenmenos sintcticos que estudiamos. (p. 12) En todas las obras que acabamos de citar predomina la intencin pedaggica, puesto que, como reconocen los propios autores, es sta la finalidad inicial que les gua, pero al mismo tiempo constituyen importantes gramticas del espaol, tal como seala Bosque (1991/97: 19). Es, segn este autor, una muestra de [...] la tradicional indiferenciacin que exista hasta hace no mucho entre manuales, tratados y libros de texto, una identificacin que parecera extraa en cualquier disciplina. El anlisis de los textos comentados nos ha permitido observar que los autores son conscientes de la necesidad de distanciar cada vez ms las gramticas tericas que deban servir, bsicamente, para la descripcin del espaol, de las gramticas pedaggicas que tenan finalidad escolar. Por ello, Fernndez Ramrez, consciente del problema y conocedor de los avances de la gramtica general y terica de las escuelas europeas, se plantea una gramtica distinta, cientfica por naturaleza, que, desgraciadamente, no pudo concluir.

    Conclusiones Los textos que hemos examinado nos muestran un panorama general en que un grupo de autores, vinculados en su mayora a la ILE, conscientes de la crisis en que se encuentra la enseanza de la lengua materna, formulan un anlisis certero del problema y proponen soluciones que son, fundamentalmente, coincidentes, tal como indica Martnez Navarro (1998: 242-243): a) la gramtica no sirve para hablar y escribir correctamente; b) la gramtica tiene que estar supeditada a la lengua; c) el valor propedutico de la gramtica reside en su capacidad para poner orden en los hechos de la lengua; d) la gramtica debe figurar en los planes de estudios, aunque sometida a una serie de condicionamientos. Estos planteamientos bsicos se traducen, paulatinamente, en las gramticas que intentan, por una parte, escapar a la rigidez conceptual que haba caracterizado la gramtica de la Academia, impuesta como texto nico en las escuelas; por otra, avanzan decididamente hacia una distincin que la segunda mitad del siglo XX desarroll con fuerza: la gramtica pedaggica frente a la gramtica terica. Los progresos de la lingstica y la no vinculacin de los textos escolares a los textos de la Academia actuaron, sin duda, como motores decisivos para este cambio.

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    MARA BARGALL ESCRIVUn viejo debate: gramtica y enseanza de la lenguaIntroduccinGramtica y enseanza de la lenguaLa Institucin Libre de Enseanza y la renovacin pedaggica

    La crisis de la Gramtica a travs de los prlogos y del contenido de las gramticasConclusionesBibliografa citada