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Nuevas especies de mariposas en borde norte de Bogotá Investigadores de la UN descubrieron dos nuevas es- pecies de la subfamilia Satyrinae. Es una buena noticia para la ciencia y, aún más, para la Reserva Forestal en lí- mites con los municipios de Chía y Cota, pues se ratifica la importancia de los vulnerables y acechados bosques semiurbanos. Agro Salud Salud Educación Calidad y equidad: retos del proyecto de educación radicado en el Congreso VIH/sida: persiste el estigma y la autoexclusión Droga para colesterol atacaría el osteosarcoma Alternativa de alimento para cerdos, 50% más económico 13 5 8 6 Pág. 12 Pág. 9 Víctor Manuel Holguín / Unimedios http://www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D.C. No. 149, domingo 9 de octubre de 2011 Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 La incorrecta y excesiva fumigación con plaguicidas hace que el tubérculo más consumido del país sea potencial causante de graves enfermedades. Un estudio en la zona rural de Ciudad Bolívar, en Bogotá, da cuenta de los niveles de contaminación en las papas que consumen los capitalinos. Detectan exceso de químicos en cultivos de papa

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Documento realizado por la Unidad de Medios y Comunicación – Unimedios de la Universidad Nacional de Colombia.

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Nuevas especies de mariposas en borde norte de BogotáInvestigadores de la UN descubrieron dos nuevas es-pecies de la subfamilia Satyrinae. Es una buena noticia para la ciencia y, aún más, para la Reserva Forestal en lí-mites con los municipios de Chía y Cota, pues se ratifica la importancia de los vulnerables y acechados bosques semiurbanos.

AgroSalud Salud EducaciónCalidad y equidad: retos del proyecto de educación radicado en el Congreso

VIH/sida: persiste el estigma y la autoexclusión

Droga para colesterol atacaría el osteosarcoma

Alternativa de alimento para cerdos, 50% más económico

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http://www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D.C. No. 149, domingo 9 de octubre de 2011

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

La incorrecta y excesiva fumigación con plaguicidas hace que el tubérculo más consumido del país sea potencial causante de graves enfermedades. Un estudio en la zona rural de Ciudad Bolívar, en Bogotá, da cuenta de los niveles de contaminación en las papas que consumen los capitalinos.

Detectan exceso de químicosen cultivos de papa

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Director: Carlos Alberto Patiño VillaCoordinación periodística: Nelly Mendivelso Rodríguez Coordinación editorial: Carlos Andrey Patiño Guzmán

Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Diagramación: Jonny Flórez Murillo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros

Gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

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Economía

Alienados en la alimentaciónLa tendencia al monocultivo domina hoy la agricultura globalizada. Siembras de solo una especie conllevan un potencial riesgo fitosanitario. El llamado “granero” de las naciones es rico en grano pero pobre en genes.

Antonio Elizalde,Sociólogo y doctor en

Desarrollo Humano y Participación SocialRector Emérito de la

Universidad Bolivariana de Chile

Durante miles de años, los se-res humanos hemos experimen-tado diversas maneras de habitar un territorio y vivir en común, de encontrar y luego producir alimen-tos, de lenguajes para describir los mundos internos y externos y compartirlos con otros, de cons-truir viviendas e infraestructuras, de transmitir a las nuevas genera-ciones la experiencia adquirida, de crear instituciones que regulen la vida en comunidad. Las actuales formas de vida son producto de la evolución cultural.

Solo hace ocho mil años, cuan-do se descubrió que las semillas re-colectadas se convertían en plantas que crecían tan bien como las sil-vestres, se inició el cultivo y la do-mesticación de especies vegetales. Esto hizo posible el desarrollo de una economía hortícola. Después, el Homo sapiens desarrolló técni-cas de siembra, produciéndose un cambio en la relación con el entra-mado de la vida y la naturaleza.

A la domesticación de las plantas siguió la de los animales, la superación de la condición de cazadores recolectores y su trans-formación en campesinos. Recién hace tres mil años la invención del

arado, que usa otra energía además de la propia para remover la tie-rra, permitió el surgimiento de una economía agrícola, en la cual una fracción creciente de la población comenzó a hacer algo distinto a so-lo obtener alimento. La economía industrial hizo su aparición hace un par de siglos y la generaliza-ción del modo de vida urbano es reciente.

Casi un cuarto de millón de plantas es ofertado en el mundo, muchas incorporadas en nuestra dieta. En un área limitada en diver-sidad botánica como América del Norte, los indígenas se alimentaron de 1.112 especies diferentes, y aún hoy, los bosquimanos en las regio-nes áridas de África del Sur usan en una comida normal 85 vegetales silvestres1.

Cultivar y sus técnicas cambia-ron esta realidad, y la humanidad solo ha podido incorporar menos de 1.500 alimentos en la agricultura formal. A finales de 1920, una tien-da de comestibles típicos de Cana-dá ofrecía 900 diferentes productos. Hoy, una promedio tiene 12.000, incluyendo más de 50 cereales para el desayuno. Sin embargo, solo 30 cultivos proveen el 95% de los re-querimientos nutricionales huma-nos (tres cuartas partes de la dieta se basan en solo ocho cultivos), y el 75% de consumo de cereales se reduce al arroz, el trigo y el maíz.

Homogeneización vs. diversificación

Importantes restricciones de la producción incrementan el riesgo de la vulnerabilidad, debido a la gran uniformidad genética que la homogeneización comercial ha im-puesto. Ello sucede a pesar de que los agrónomos son conscientes de la situación.

En noviembre de 1979, los ge-netistas K. E. Prasada Rao y M. H. Mengesha recorrieron Sudán, po-sible centro del origen del sorgo, buscando los parientes silvestres de esta gramínea. Al final, no encontra-ron la variedad hegaris en todas las muestras tomadas y escasamente hallaron la variedad zera-zera “casi al borde de la extinción”, cerca de Damazin.

El sorgo es de gran importancia en los países tropicales y subtropi-cales, y el zera-zera es muy aprecia-do por su rendimiento y por ser la base de la mayoría de las modernas variedades híbridas. “Los botánicos del germoplasma están alarmados por la magnitud de la erosión gené-tica de los cultivares primitivos y la situación es más alarmante para los sorgos silvestres”, sostienen Rao y Mengesha.

Durante el último medio siglo, en la India han crecido probable-mente más de 30.000 diferentes variedades locales de arroz. La si-

tuación cambió drásticamente en los últimos 15 años. El director de investigación agrícola del Instituto de la India en Nueva Delhi, H. K. Jain, predijo hace unos 25 años que esta enorme diversidad de arroz se reduciría en ese lapso a no más de 50 variedades, de las cuales las diez primeras representarían casi tres cuartas partes de la superficie de arroz del subcontinente.

Los consumidores han sido educados por el mercado a comprar productos “naturales”, absoluta-mente normalizados y estandariza-dos en tamaño, sabor y color. Cada vez se reducen más las posibilidades comerciales de las especies no favo-recidas para la producción en esca-la, quedando al mero autoconsumo en localidades aisladas y al margen de las tendencias mundiales.

Tensión entre globalización y localización productiva

La tendencia al monocultivo domina hoy la agricultura global. Siembras de solo una especie y una variedad implican un potencial ries-go fitosanitario que como una peste podría afectarla y potenciar la ex-pansión de la enfermedad.

La experiencia dice que cuan-do las semillas de una cosecha se alejan de su “patria” genética, se experimenta una disminución de la diversidad, lo que ha conllevado desastres. Hace un siglo, el redes-cubrimiento de las leyes de Mendel sobre la genética concibió la ciencia de fitomejoramiento moderno, esa que creó unas pocas variedades de cultivos de alto rendimiento, bo-rrando, en unas décadas, la poca diversidad genética que existía en el hemisferio norte.

Las nuevas variedades fueron científicamente “diseñadas” para satisfacer los exigentes requisitos de la cosecha mecánica, la molienda, fermentación y horneado, pero su uniformidad ha aumentado el ries-go de enfermedades. Los criadores de semillas “mejoradas” considera-ron necesario el viaje de regreso a los antiguos centros de la diversidad genética en Asia, África y América Latina, con el objetivo de garantizar el éxito de sus variedades. El lla-mado “granero” de las naciones es rico en grano pero pobre en genes y, así, totalmente dependiente de la agricultura del Tercer Mundo para la supervivencia a largo plazo de la agricultura occidental.

Esas razones se esgrimen para mirar hacia la “rémora” de lo rural, desde una perspectiva distinta a la modernizante. Hay que encontrar respuestas a los desafíos planteados en las agriculturas ecológica, bio-dinámica, indígena, familiar, cam-pesina y todos los diversos tipos de agricultura natural, que buscan el equilibrio con el ecosistema y a su vez producciones agrícolas sosteni-bles, mantenidas a lo largo del tiem-po en distintas regiones del mundo, a pesar de las tendencias actuales que ponen en riesgo la seguridad alimentaria.

El mercado globalizado estandariza los gustos de los consumidores y le apuesta a homogeneizar los cultivos, un riesgo para la diversidad genética.

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1 Development dialogue. The Law of the Seed - Another Development and Plant Genetic Resources, 1983, pp. 1-2.

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Economía

Línea de pobreza y retos de la política pública

La reciente publicación de los datos de pobreza de la Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad (Mesep) abre una polémica sobre dos temas: los criterios normativos para definir el valor de la línea y su utilidad como instrumento de política económica.

Jorge Iván González,Profesor Instituto de Estudios Urbanos

Universidad Nacional de Colombia

La teoría económica constru-ye relatos. No existe un saber ob-jetivo. Por tanto, es iluso pretender que el sujeto pueda ubicarse por fuera del hecho que analiza. El valor de la línea de pobreza es una convención. Apenas es un pun-to de referencia. Es un parámetro razonable que permite hacer com-paraciones intertemporales, entre ciudades, países, etc.

Sería ingenuo pensar que en una cifra pueda subsumir la com-plejidad inherente a la pobreza. Al definir la línea se debe tener en cuenta su operatividad (posibili-dad de medir con las encuestas) y la viabilidad de hacer compara-ciones a lo largo del tiempo. Es-ta medida, como cualquier otra, siempre se queda corta frente al concepto que la respalda.

De acuerdo con la Mesep, la canasta nutricional mínima cues-ta 78 mil pesos mensuales por persona. Este valor sintetiza las definiciones calóricas de la FAO y los hábitos de consumo de las familias, que se obtienen de la encuesta de ingresos y gastos del DANE 2006-2007.

Si la persona tiene un ingreso inferior a 78 mil pesos, estaría en condiciones de pobreza extrema, porque ni siquiera puede adqui-

Entre el 2002 y el 2007, el porcentaje de pobres en Colombia se redujo de 49,4% a 37,2%. Sin embargo, el país aún lidera en América Latina las encuestas en desigualdad de ingreso.

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rir la canasta básica de alimentos. Entre el 2002 y el 2010, el porcen-taje de personas en condiciones de pobreza extrema se redujo de 17,6% a 12,3%. Ello significa que actualmente 5 millones de perso-nas no tienen el ingreso suficiente para adquirir esa canasta.

El valor de la línea de pobreza moderada resulta de multiplicar 78 mil pesos por 2,4. La cifra re-sultante es 190 mil pesos mensua-les por persona, así que el indivi-duo es pobre cuando sus ingresos mensuales son inferiores a 190 mil pesos. Una familia de cuatro per-sonas lo es cuando la suma de los ingresos de todos sus miembros es inferior a 760 mil pesos. Entre el 2002 y el 2007, el porcentaje de pobres se redujo de 49,4% a 37,2%. Ello significa que en Colombia hay 16 millones de pobres. Una cifra escandalosa.

El valor de 190 mil pesos es un punto de referencia y debe inter-pretarse en el marco de la justicia comparativa: no está bien que el ingreso de una persona esté por debajo de dicho umbral.

La cifra propuesta por la Me-sep fue criticada por el Vicepresi-dente de la República, Angelino Garzón, que la consideró muy ba-ja. En realidad es superior a la de la mayoría de países de América La-tina. Y mucho más alta con respec-to a los 120 mil pesos mensuales (2 dólares diarios por persona) que

se toman como referencia para ha-cer las comparaciones internacio-nales. Hay razones múltiples para afirmar que 190 mil pesos es una cifra baja, como también las hay para decir que es un valor alto.

Siempre existen argumentos normativos para justificar una u otra afirmación. Este no debería ser el centro de atención del deba-te. De todas maneras, una vez defi-nida la línea, no se debe modificar durante un tiempo razonable (10 años, por ejemplo), de tal forma que se puedan hacer comparacio-nes posteriores.

Instrumento fundamental de la política pública

La línea de pobreza es un ins-trumento central de la política eco-nómica porque permite conocer la dinámica de la economía y si las decisiones que se están tomando en el campo de la política pública reducen el número de personas por debajo de la línea.

La información disponible permite observar la evolución de la pobreza y el ritmo al que está cambiando. Aunque en Colombia el porcentaje de pobres ha dismi-nuido, lo ha hecho a una velocidad menor que el resto de países de América Latina. Desde esta pers-pectiva, los avances que se han logrado son moderados.

Las series de la Mesep mues-

tran que la brecha entre el campo y la ciudad se ha ampliado. La pobreza rural se reduce a un ritmo mucho menor que en las 13 prin-cipales áreas metropolitanas. Es-te resultado pone en evidencia el fracaso del modelo agropecuario y la falta de convergencia entre las ciudades y el campo. Lo ideal sería que las condiciones de vida fueran similares en los dos ámbitos, pero en lugar de converger, las tenden-cias muestran un progresivo dis-tanciamiento.

Es urgente reordenar el terri-torio y fortalecer los corredores urbano-regionales, de tal forma que haya afinidad entre el campo y la ciudad. Desgraciadamente, un instrumento tan importante pa-ra este propósito como la recién aprobada Ley Orgánica de Orde-namiento Territorial (LOOT) es de-masiado frágil.

Si los nuevos tratados de libre comercio aumentan la importa-ción de alimentos y bienes bási-cos, dicha distancia se agudizará. El acto legislativo que modifica la distribución de regalías crea un Fondo de Compensación que debe favorecer la convergencia. Ahora todo depende de la forma como quede finalmente reglamentado.

Distribución y tributación

Los datos de la Mesep po-nen en evidencia la pésima dis-tribución del ingreso que existe en Colombia. Entre el 2002 y el 2010 el coeficiente Gini solo pasó de 0,57 a 0,56. Este nivel es muy alto y muestra que Colombia es el campeón latinoamericano en la mala distribución del ingreso. Si la política económica efectiva-mente busca romper la trampa de pobreza, es necesario modificarla de manera sustantiva. Los dos go-biernos de Uribe fueron nefastos porque redujeron la tributación de los más ricos. Y el gobierno de San-tos es excesivamente pasivo para tomar medidas que reviertan esa situación.

El Director de la DIAN ha puesto en evidencia situaciones inaceptables: solamente siete car-tageneros dicen tener un patrimo-nio superior a los mil millones de pesos. Y, con razón, se pregunta in-dignado: ¿De quién son, entonces, todos los apartamentos lujosos de Cartagena? Si los ricos del país no tributan, los 16 millones de pobres no podrán tener condiciones de vida dignas.

En Colombia se ha olvidado que los impuestos son la principal fuente de recursos para financiar grandes proyectos, como gratuidad de la educación, generalización de la jornada única, mejor atención en los hospitales, descontaminación de los ríos, construcción de vivien-das, ampliación del transporte pú-blico, construcción de vías, etc. No queda más remedio que aumentar la tributación con criterios progre-sivos. Y no solo deben incremen-tarse los impuestos nacionales, si-no también los locales (prediales, participación en plusvalías, valo-rizaciones, entre otros), que están asociados al manejo del suelo y a la dinámica del urbanismo.

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María Victoria Valero,Doctora en Medicina Tropical y Salud Pública

Líder del Grupo Complejidad y PobrezaUniversidad Nacional de Colombia

Las afecciones parasitarias e infecciosas hacen parte del gru-po de enfermedades desatendidas, olvidadas o de la pobreza, según las clasifica la Organización Pana-mericana de la Salud (OPS). El in-terés por desarrollar y fortalecer la investigación clínica y farmacéu-tica es limitado, y la innovación en métodos diagnósticos eficaces y económicos es bastante escasa. Tienen como característica común la poca inversión para su control y manejo.

Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), la importancia de las enfermedades desatendidas (ED) radica en su impacto y persis-tencia en las poblaciones pobres o marginales, además de sus efectos secundarios en el mejoramiento de las condiciones de salud de los enfermos no atendidos oportuna-mente y con herramientas terapéu-ticas seguras y eficaces.

Según la OMS, alrededor de 1.000 millones de personas en el mundo sufren de al menos una ED. Estimaciones de su carga to-tal, comparada con la de VIH/si-da, malaria y tuberculosis, permite ubicarlas como un problema im-portante en el panorama mundial.(ver figura 1).

Dentro del grupo de ED in-cluidas por la OMS se encuentran la lepra o enfermedad de Hansen, leptospirosis, peste, tracoma, úlce-ra de Buruli, enfermedad de Cha-gas, tripanosomiasis africana (en-fermedad del sueño), leishmaniasis cutánea y visceral, oncocercosis, dengue, rabia humana, dracuncu-liasis, fasciolasis hepática, cólera, esquistosomiasis, filariasis linfá-tica, geohelmintiasis y accidente ofídico.

La OPS incluye algunas enfer-medades como sífilis congénita, micosis superficiales, bartonelosis, enterobiosis y toxocariosis. Todas con evidencia de transmisión en Colombia, a excepción de la es-quistosomiasis y úlcera de Buruli, de las que no se han registrado casos en el país, y de la tripanoso-miasis africana, de la cual no existe el vector transmisor del parásito en el territorio nacional.

Escenario local

Una de las dificultades para determinar la situación en Colom-bia radica en que solo algunas ED son de notificación obligatoria, en-tre ellas: rabia humana, acciden-te ofídico, sífilis congénita, cóle-ra, dengue, leishmaniasis, difteria, carbunco, las transmitidas por ali-mentos, enfermedad de Chagas, peste y lepra.

De estas, las que mayor in-cidencia tienen son dengue (que ubica al país como el tercero en América Latina con mayor número de casos), exposición rábica y leish-maniasis. Las estimaciones para el 2010 indican cerca de 18 millones de casos de parasitosis intestinal y unos 22.000 de leishmaniasis.

El país reúne condiciones que permiten la presencia de estas en-fermedades, determinadas por po-blaciones en situación socioeco-nómica baja, alto nivel de analfa-betismo, vivienda precaria, haci-namiento e inadecuada prestación de servicios públicos de calidad (principalmente agua potable), sa-neamiento, además de problemas en el acceso a servicios de salud.

Según el último censo reali-zado por el DANE en el 2005, el 27,7% de la población colombiana presenta Necesidades Básicas In-satisfechas (NBI) cercanas al 100%, y es en las regiones apartadas de

Salud

Figura 1. ¿Sesgos de la política internacional?

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Enfermedades desatendidas, poblaciones olvidadas

Peste, Chagas, leishmaniasis cutánea y visceral, oncocerco-sis, dengue y rabia humana hacen parte de las enfermedades olvidadas o de la pobreza. Aunque es una prioridad nacional buscar soluciones, la política sanitaria internacional las deja en segundo plano.

los grandes centros urbanos donde confluyen todos los elementos para que las ED persistan. Asimismo, en el 2008, el 46% de los colombia-nos se encontraba por debajo de la línea de pobreza y el 17,8% en condición de indigencia.

Sin embargo, este no es el úni-co factor de riesgo. Es necesario contemplar las inequidades en la cobertura de los programas de atención en salud, donde las mi-norías étnicas (indígenas y afrodes-cendientes), los niños y las mujeres son los más afectados. El cúmulo de dichas condiciones epidemio-lógicas y sociales forma un círculo vicioso.

Es importante mencionar que hay diferencias aún más profundas en el sistema de salud, como son los modelos de atención del régi-men subsidiado y contributivo, los planes complementarios y progra-mas de salud prepagada.

Estigmas

La mayoría de estos males de-jan secuelas a largo plazo, como el caso de la elefantiasis en las fila-riosis. Algunas, en su etapa cróni-ca, presentan manifestaciones con considerables costos económicos

para el paciente y el sistema de salud. Además, estas enfermedades trascienden su impacto a la socie-dad, por medio de la disminución en la productividad, bienestar y de-sarrollo de los afectados.

En el mundo ha surgido interés por abordar el tema dentro del con-texto del cumplimiento de los dere-chos humanos. En nuestro escena-rio, el Ministerio de la Protección Social expidió la Resolución 412 de 2000, la cual incluyó algunas de es-tas patologías. Su actualización en el 2006 permitió incluir otras como la tripanosomiasis americana o en-fermedad de Chagas.

En el 2009 la OPS, de la cual Colombia hace parte, aprobó la re-solución Eliminación de las enfer-medades desatendidas y otras infec-ciones relacionadas con la pobreza. Se reconoció que su eliminación o reducción drástica es factible con los instrumentos disponibles, por lo que los Estados miembros se comprometieron a llevarlas hasta un nivel en donde no se consideren un problema en salud pública en el 2015.

Para lograrlo, se planteó la necesidad de mejorar el sistema de vigilancia epidemiológica del país, además de la asignación de

recursos eficientes para lograr la sostenibilidad de los programas de control basados en estrategias de prevención, diagnóstico, trata-miento, control y eliminación de una manera integral. Acompaña-do de esto, se esboza el desarrollo de “pruebas diagnósticas asequi-bles, medicamentos más seguros y mecanismos oportunos que per-mitan reducir las complicaciones tardías”.

Los países más afectados se-guirán siendo aquellos con NBI más altos y sistemas de salud limi-tadamente fortalecidos en recurso humano y financiero para enfren-tar el control y la implementa-ción de programas operativos, con métodos diagnósticos rápidos y medicamentos seguros y de bajo costo que permitan un acceso uni-versal a las poblaciones afectadas.

El esfuerzo de los investigado-res, la academia y algunas agencias no gubernamentales ha permitido la inclusión de todas estas ED en la agenda sanitaria internacional reflejada en una mayor inversión financiera, el desarrollo de medi-camentos seguros y pruebas diag-nósticas rápidas de bajo costo para áreas remotas y con difícil acceso o políticamente inestables.

Carga atribuida a las enfermedades desatendidas comparada con VIH/sida,

malaria y tuberculosis.

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Salud

VIH/sida: persiste el estigma y la autoexclusión

La sociedad colombiana está lejos de acabar con los prejuicios contra los portadores del virus del sida. Un reciente estudio, pionero en el país, deja en evidencia que la situación es crítica para los seropositivos, que deben afrontan discriminación en puestos de trabajo, su vida familiar y hasta en la atención en salud.

Ana María Peláez,Unimedios

Julián Cardona* tiene 33 años, nació en Duitama (Boyacá) y hace siete años supo que tenía sida. Alguna vez acudió a un laborato-rio para tomarse un examen de rutina y la enfermera, al leer la orden médica, se negó a hacerlo. Sin embargo, otro profesional hizo la tarea.

A tres décadas de haberse descrito la enfermedad y de haber transcurrido una larga y dolorosa batalla para evitar la estigmati-zación de los portadores, la reali-dad sigue siendo dura para estas personas. Lo peor es que la au-toexclusión los aísla de una vida normal y hasta de mejorar sus expectativas de vida.

Así lo evidenció la Red Co-lombiana de Personas que Viven con VIH (Recolvih), que con el apoyo del Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH-sida (Onusida) y el Instituto para la Investigación del Medicamento en los Sistemas de Salud (Ifarma), desarrolló una investigación para medir los índices de estigma de las personas que viven con el virus.

El estudio, pionero en el país, revela los principales obstáculos de esta comunidad traducidos en la poca capacidad de acceso al trabajo, a los servicios de salud y la educación.

Metodología

Para encontrar los resultados cuantitativos del estigma y la dis-criminación en los potadores de VIH, Recolvih tomó una muestra que representara lo más fielmente la realidad de la infección en el país.

Al seleccionar los lugares de estudio se tuvo en cuenta la infor-mación de prevalencia de VIH del Ministerio de la Protección Social en el último año y los reportes his-tóricos de las diferentes regiones del país.

Se entrevistaron mil personas en Bogotá, la Costa Atlántica, el Valle del Cauca, el Eje Cafetero, Antioquia, Santander y Norte de Santander (todas consultadas en su orientación sexual, edad, edu-cación, estado civil, ingresos, si-tuación laboral, acceso a la salud, entre otras variables).

En los resultados del estudio, consignados en el libro Voces po-sitivas. Resultados del índice de es-tigma en personas que viven con VIH en Colombia, se encontró que 27% de los encuestados cree que las demás personas temen el con-tacto físico con ellos por el temor al contagio; el 20% que se debe al temor a la infección por otros medios.

La investigación señala que la falta de información frente a las formas de infección constituye una razón fuerte para que se genere estigma. Al respecto, Franklin Gil, investigador de la Escuela de Estu-dios de Género de la Universidad Nacional de Colombia y miembro del comité asesor del proyecto, ex-plica que “mucha gente piensa que hay riesgo por vivir con la persona, compartir alimentos y utensilios, dar la mano, etc., y eso científica-mente no tiene sentido”.

Señalados

En el cristianismo, el estigma es una huella impresa sobrena-turalmente en el cuerpo de algu-nos santos, como símbolo de la participación de sus almas en la

fe. Hoy, el estigma es un símbolo descalificador de género, orienta-ción sexual, grupo étnico, estrato social, creencias religiosas, raza, prácticas sexuales y personas que padecen enfermedades “moral-mente desviadas”, como aún la califican algunos sectores de la so-ciedad.

Desde que Cardona supo que era seropositivo, el estigma lo per-sigue de diversas formas. Para él, como muchos contagiados, los se-ñalamientos provienen de sitios que deberían ser neutrales como los centros asistenciales de salud. “Al principio me monitoreaban ca-da dos meses y luego cada cuatro; ahora ya vamos en cada seis me-ses. El protocolo de atención de VIH no ha cambiado como para que me cambien el monitoreo de esa forma”, dice.

El estudio revela que la resti-tución y garantía de los derechos de estas personas es un proceso que necesita ser fortalecido, tanto en el nivel individual como en el colectivo.

Por ejemplo, se requiere sen-sibilizar a los funcionarios que prestan constantemente los ser-vicios legales de salud, educación, trabajo, entre otros, pues es en estos ámbitos donde con frecuen-cia se presenta la violación de los derechos que cobijan a quienes viven con VIH.

Les dan la espalda

De acuerdo con los resultados de la encuesta, las condiciones de trabajo para los portadores de sida son críticas: 34% está desem-pleado y 26% vinculado al trabajo informal. La situación laboral no es más alentadora para quienes tienen empleo fijo, debido a que un porcentaje considerable per-dió su puesto una o más veces en el año.

En este caso se destacan los siguientes ítems: 15% afirma que fue despedido, 5% dejó el trabajo por la discriminación de sus jefes y compañeros, el 7% dice que por cuestiones de salud y el 3%, por ambas causas.

Por otro lado, 64% registra ingresos máximos de dos salarios mínimos vigentes legales o me-nos, lo que muestra que la mayo-ría de entrevistados cuenta con sueldos bajos. En cuanto al nivel de escolaridad, cerca del 70% tie-ne estudios básicos de primaria y bachillerato y 26% universitarios.

Un factor que alertó a los in-vestigadores es que, además del estigma externo, los portadores señalan sentimientos de vergüen-za por su condición, lo cual los lle-va con regularidad al aislamiento u ocultamiento. De igual forma, se observa que 20% indica senti-

mientos suicidas. Incluso, entre algunos persiste la idea de que deberían recibir un autocastigo por su situación.

Julián, por ejemplo, acepta que su estado de ánimo decae cuando entabla una nueva rela-ción sentimental y debe contar que es portador del virus. “La gen-te tiene miedo de mantener una relación con una persona conta-giada”.

El llamado del estudio es a que las actividades de asesoría y apoyo en salud se enfoquen no solo en el paciente, sino en todas las personas de su núcleo familiar, con el fin de tratar de eliminar los prejuicios y fortalecer las redes de apoyo, de manera que empiecen a promoverse prácticas más incluyentes.

Ya que el 10% de los encues-tados manifestaron haber perdido su trabajo en el último año debido a su estatus de VIH positivo, es importante revisar si aún existen empresas y organizaciones que solicitan la prueba de manera di-recta. Es necesario, además, edu-car sobre los mecanismos legales, jurídicos y sociales a través de los cuales es posible hacer valer los derechos vulnerados.

* Nombre ficticio por solicitud de la persona.

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La enfermedad ha sido registrada en pacientes mayores de 50 años, quienes padecen pérdida de material óseo; sin embargo, el porcentaje es mucho menor que en los jóvenes.

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Salud

Droga para colesterol atacaría el osteosarcoma

Las estatinas son un medicamento formulado principalmente para disminuir el colesterol malo. Ahora también podrían servir para atacar el osteosarcoma, uno de los cánceres más letales en jóvenes entre 15 y 25 años. Los resultados de laboratorio son promisorios.

Hermann Sáenz,Unimedios

En 1980 los canadienses se estremecieron al conocer el caso de un atleta que corrió a lo largo de ese país, el segundo más grande del mundo, ayudado de una pierna ortopédica. Su objetivo era conse-guir fondos para la investigación del osteosarcoma, cáncer que le había quitado su extremidad.

Unos 5.000 kilómetros de pe-regrinaje produjeron la creación de la fundación que hoy lleva su nombre, Terry Fox, que aún apo-ya los estudios contra todos los tipo de esta enfermedad. La rara afección se hizo conocida en el mundo gracias a la “Maratón de la esperanza”, como se llamó la hazaña de este hombre que murió a los 22 años.

Sin embargo, el osteosarcoma sigue siendo el tumor de hueso más común y la segunda causa de muerte relacionada con cáncer en jóvenes y niños, después de la leucemia. El 75% de los pacientes se encuentran entre los 15 y 25 años. Representa también el 15% de todos los tumores primarios en hueso y el 0,2% de los tumores malignos en niños. La incidencia ha aumentado en 1,4% al año en el último cuarto de siglo.

En Colombia, según cifras del Instituto Nacional de Cancerolo-gía, se reportó que 74% de los ca-sos de tumores óseos en pacientes mayores de 10 años fue por este padecimiento. Aunque se pensaba que era viral, aún se desconoce su origen; el único agente conocido es la radiación ionizante, implica-da en 2% de los casos.

Alta mortalidad

En general, del 80 al 90% de los osteosarcomas ocurren en huesos tubulares largos que rodean la ro-dilla y los hombros. La edad media de un paciente es de 16 años, con predominancia masculina, duran-te la etapa de mayor crecimiento.

“Por lo general se inicia en la cabeza del hueso. Externamen-te se ve una masa que crece en forma de tumor esférico. Es una acumulación de células adicional al hueso que no es fácil de detec-tar; habría que tomar radiografías todo el tiempo. Si hay un dolor en ese sector se atribuye a una lesión muscular, pero no a la generación de una célula sobre el tejido óseo”, afirma Adriana Umaña, docente del Departamento de Química de la UN.

La metástasis ocurre con fre-cuencia en tendones o músculos que rodean al hueso. Uno de cada tres pacientes desarrolla metás-tasis a pulmón, siendo la mayor causa de muerte por la enferme-dad. Esto ocurre porque el cáncer puede transportarse por medio del torrente sanguíneo a otros órga-nos.

La incidencia puede ser baja comparada con otros tipos de cán-cer, pero la tasa de mortalidad es superior al 90%, y las posibilidades de éxito después del tratamiento son reducidas, lo que demuestra su agresividad.

“Antes, lo que se hacía era am-putar la extremidad para comba-tirlo, era lo más práctico y seguro”, comenta María Claudia Sandoval, estudiante de doctorado del De-partamento de Química. Hoy el tratamiento se realiza dependien-do del grado de avance del mal. La cirugía sin ayuda de quimiote-rapia, en pacientes con osteosar-coma localizado, falla entre 85% y 90% de los casos.

“En el tratamiento, por lo ge-

neral, se usa una combinación de medicamentos de uso corriente en quimioterapia. La extirpación completa del tumor es indispensa-ble para el éxito del procedimien-to. En la actualidad, entre 80% y 90% de las intervenciones no requieren amputación. Una vez la metástasis ocurre, la cirugía es in-dispensable”, añade Myriam Sán-chez, profesora del Departamento de Química.

Fármaco multifacético

Un nuevo enfoque de trata-miento, en el que se utilizan las estatinas (componente esencial de un amplio grupo de fármacos usado en la actualidad), podría mitigar los efectos del osteosarco-ma. En eso trabajan científicos de la UN, en alianza con colegas de la Universidad de las Palmas de Gran Canaria (España).

Las estatinas, que inicialmen-te provenían del metabolismo de

un hongo, se conocen desde los años 70. Ellas ayudan a inhibir los efectos negativos de determinadas enzimas. En el caso del colesterol, evitan el depósito de grasa en las arterias. Hoy su uso es comercial y solo se fabrican de manera sin-tética.

Se emplean para el tratamien-to de varios padecimientos, como los niveles elevados de colesterol, la arteriosclerosis y las enferme-dades cerebrovasculares. Está de-mostrado que ayudan a disminuir los incidentes cardiovasculares co-mo infarto de miocardio, apoplejía y disfunción renal.

“En estudios realizados en cé-lulas in vitro, en laboratorio, se ha podido constatar que las estati-nas disminuyen la proliferación de células cancerígenas, así como varios de sus efectos biológicos, como la capacidad de invasión y migración. Algunos experimentos clínicos se enfocan en evaluar la disminución del riesgo de padecer

cáncer de próstata y seno”, explica Sánchez.

Entretanto, Sandoval asegura: “Encontramos que las células que son más invasivas mueren muy fácilmente por efecto del medica-mento; en cambio, las células de hígado normales que analizamos resistieron una dosis muy alta. Quiere decir que las estatinas no causan daño colateral, ya que no afectan las células sanas del pa-ciente”.

Las células enfermas prolife-ran y perduran mucho más. Lo que hacen las estatinas, de acuerdo con las especialistas, es acelerar el proceso natural de muerte de las células tumorales, las cuales tienen alterada su programación natural de vida.

Por ahora, los estudios del tratamiento del osteosarcoma con estatinas son analizados con dete-nimiento, ya que los modelos de investigación se basan en células tumorales extraídas de pacientes y de modelos adaptados de ratas y ratones, que aún no son del to-do compatibles con el organismo humano. El trabajo, sin embargo, representa una esperanza grande para las personas que padecen es-ta penosa y letal enfermedad.

El osteosarcoma se presenta en las

coyunturas o uniones de los huesos y se

caracteriza por una masa que empieza a crecer en forma de tumor esférico.

Terry FoxGracias a la maratón que empren-dió Terry Fox en 1980, el mundo em-pezó a conocer los efectos drásticos del osteosarcoma.

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Salud

Sin un sistema que regule los precios, las EPS seguirán recobrando los medicamentos que no están en el POS al precio que ellos establezcan.

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Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Los valores máximos aproba-dos recientemente para que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) puedan acceder al recono-cimiento y pago de recobros por medicamentos aún son contro-vertibles y discutibles. José Julián López, director del Centro de In-formación de Medicamentos de la Universidad Nacional de Co-lombia (Cimun), asegura que esa figura tiene quebrado el sistema de salud.

El Ministerio de la Protección Social expidió en agosto pasado la Resolución 3026, por la cual se establecen valores máximos para medicamentos no incluidos en el Plan Obligatorio de Salud (POS), con cargo a los recursos del Fondo de Solidaridad y Garantía (Fosy-ga). Sin embargo, el tema sigue generando reacciones de expertos, quienes aseguran que alrededor de esto existe todo un comercio que beneficia a unos pocos y no precisamente a los pacientes.

“Aunque el Gobierno dijo que pondría límite a los recobros, la norma contempla techos todavía muy altos”, asegura López, quien también es miembro de la Red Latinoamericana de Centros de Información de Medicamentos.

No obstante, señala que ya

Tope al recobro de fármacos es aún perverso

Aunque en agosto pasado, el Ministerio de la Protección Social volvió a ponerle un techo máximo a los recobros que realizan las EPS por medicamentos no incluidos en los planes de beneficio, los costos siguen siendo exorbitantes para el Estado. La medida aún es cuestionable y aumenta la debacle en la salud, asegura investigador de la UN.

hay un paso hacia adelante, pues por lo menos se fija un techo máxi-mo que aunque no es el ideal se puede negociar más bajo, ya que hay países que venden los mismos medicamentos mucho más eco-nómicos.

Un ejemplo es el Rituximab (empleado en pacientes con linfo-ma no Hodgkin, un tipo de cáncer en la sangre). En Colombia, 2,4 miligramos cuestan $ 14.837.489, mientras el precio promedio inter-nacional es de $ 5.662.991, según datos del Observatorio del Medi-camento.

Techos muy altos

Dicha resolución establece, además, los valores máximos para 135 medicamentos, entre los que se destacan, por sus exagerados valores, la Lenalidomida (para el tratamiento del mieloma múlti-

ple y la leucemia), cuyo monto máximo para ser cobrado es de $ 669.439,08 cada cápsula, tableta o comprimido.

El miligramo de Tirotropina (principio activo para enfermeda-des de la tiroides) puede cobrarse

hasta por $ 1.330.637,63.Lo mismo pasa con el

Trabectedin (para el cáncer sarcoma), que puede valer hasta $ 4.774.400 cada mi-ligramo. “Esto quiere decir que la medicación mensual estándar para una sola per-sona le costaría al Estado $ 143.232.000, a pesar de no curar la enfermedad sino prolongar la supervivencia

del paciente”, puntualiza el profe-sor López. Por ejemplo, una EPS le compra al laboratorio un medi-camento por 10 mil pesos y puede pasarle cuenta de cobro al Fosyga por un millón, “¡todo porque aquí hay libertad de precios!”, dice.

Re… caros

La Ley 100 de 1993, que creó el Sistema de Seguridad Social Integral, contempla un régimen contributivo, en el que el Estado aporta un porcentaje de dinero y el trabajador otro para pagar la Unidad de Pago por Capitación (UPC), con destino a las EPS para que promuevan la salud, como lo

indica su nombre.“Lo que están haciendo ac-

tualmente es administrar plata del Estado –enfatiza López– de-jando de lado la implementación de programas de prevención y promoción, porque les resulta más rentable tener gente enfer-ma y así poder cobrar al Fosyga por los procedimientos y medica-mentos para el paciente”.

El experto recuerda que el régimen subsidiado es aquel en el que la población más pobre, sin capacidad de pago, tiene acceso a los servicios de salud a través de un subsidio que ofrece el Estado. Entretanto, la UPC es la suma de dinero que el Sistema Gene-ral de Seguridad Social en Salud (SGSSS) reconoce a la EPS por ca-da afiliado, cotizante o beneficia-rio cubierto, para la organización y garantía de la prestación de los servicios incluidos en el POS.

Al finalizar cada año, el Con-sejo Nacional del ramo reajusta el valor de la UPC con el fin de conciliar la realidad del sistema con el costo que significa atender a cada persona afiliada al régi-men contributivo y al régimen subsidiado.

De esa forma, mediante el Acuerdo 19 de diciembre 29 de 2010, se procedió a incrementar dicho valor para el régimen con-tributivo en 4,25% (con base en el índice de inflación certificado por el DANE), quedando el UPC en $ 505.627,20 el año por persona, y para el régimen en $ 302.040 el año por persona. Esa diferencia de $ 203.587,20 es la que va a dar al Fosyga para cubrir la salud de la gente que no tiene trabajo (ré-gimen subsidiado).

En las EPS existe un comité técnico científico que evalúa si se puede prescribir un procedi-miento o un medicamento que no está incluido en el POS. En ca-so de dispensarlo al paciente, la EPS pasa una cuenta de cobro al Fosyga, con precios que hoy por hoy son señalados como exorbi-tantes. “A ese proceso es lo que se llama recobro, el cual tiene quebrado el sistema de salud”, destaca López.

Al no haber una norma que regule los precios, las EPS reco-bran los medicamentos que no están en el POS al monto que quieran. “La nueva resolución establece precios máximos, pe-ro incluso así siguen siendo cos-tosos”, manifiesta el profesor López.

Enfermos = ganancia

El Director del Cimun asegu-ra que a las EPS les interesa mu-cho más administrar los dineros que el Gobierno les da en forma de UPC. “Esto es más rentable, dado que el Estado no contrata por resultados en salud, simple-mente la EPS evita atender a las personas para no tener que gastar la plata de la UPC”.

El investigador norteame-ricano Thomas Steitz, premio Nobel de Química en el 2009, denunció en su momento que los laboratorios farmacéuticos no invertían dinero para investigar sobre antibióticos que puedan curar definitivamente las enfer-medades, sino que prefieren cen-trar el negocio en medicamentos que sea necesario tomar durante “toda la vida”. “Muchas farma-céuticas cierran sus investigacio-nes en antibióticos porque curan a la gente”. Esa es la terrible lógica que mueve hoy al “mercado” de la salud.

El Estado fija anualmente un rubro destinado a las actividades de promoción y prevención que deberían desarrollar las Empresas Promotoras de Salud (EPS). En el 2011 el valor fue de $ 19.864,80 por afiliado para el régimen contributivo.

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9Educación

El pasado lunes se radicó en el Congreso de la República la propuesta de reforma a la Ley 30 de 1992. Fueron seis meses en los cuales los sectores interesados pusieron las cartas sobre la mesa. El reto del Legislativo será rediseñar un sistema de educación superior que permita aumentar la cobertura sin descuidar los altos estándares de calidad en la formación profesional y la investigación.

César Enrique Herrera De la Hoz,Unimedios

El articulado final de la pro-puesta de reforma a la Ley 30 (proyecto 112) –insistió la minis-tra María Fernanda Campo– es el producto de una serie de diálogos sectoriales, foros nacionales e in-ternacionales, así como de otros espacios coordinados por institu-ciones educativas, organizaciones sociales y partidos políticos. Pero una cosa es la abundancia de es-pacios de discusión, y otra distinta es que exista un consenso entre rectores, profesores y estudiantes de las instituciones de educación superior (IES) sobre la convenien-cia de diversas iniciativas defendi-das por el Ministerio.

Quizá el único punto com-partido entre los diversos actores, instituciones y organizaciones del sector era precisamente la nece-sidad de plantear “una reforma integral” que modernizara el sis-tema de educación superior co-lombiano. Desde entonces, se ha subrayado que para construir un camino expedito al desarrollo eco-nómico y social, el país debía esta-blecer herramientas claras, nove-dosas y ampliamente financiadas por el Estado.

Entre otros puntos, se ha con-cluido que una reforma es perti-nente para asegurar el aumento de cobertura en educación técnica, tecnológica y universitaria, que en el 2011 es menos del 38%, es decir, más de 2.600.000 jóvenes entre los 17 y 21 años están por fuera del sistema; buscar el mejoramiento de la calidad ofrecida en las IES, pues actualmente solo 22 (9 públi-cas y 13 privadas) de 286 cuentan con acreditación institucional de alta calidad, y promover el recono-cimiento internacional de las IES colombianas (por ejemplo, en la clasificación QS World University del 2011 solo dos están entre las 500 principales universidades del mundo).

Más allá de los puntos comunes

La propuesta gubernamental tuvo tres ejes clave de discusión: el primero, planteado por el Sistema Universitario Estatal (SUE), que ha considerado que las herramien-tas financieras propuestas por el Gobierno nacional siempre han sido insuficientes para fortalecer de manera integral las finanzas de las universidades estatales. En términos generales, se ha plantea-do que las soluciones son “paños de agua tibia” frente a los gran-des requerimientos en formación e investigación. Los rectores del SUE, mostrando datos y cifras que respaldan sus análisis, insisten en que la educación de calidad es costosa.

Por ejemplo, según cálculos iniciales de las universidades, el próximo año el sistema estatal re-cibirá $ 63.389 millones adiciona-les. Si los nuevos recursos solo se dirigieran para calidad, el aporte por cada estudiante en el SUE (que tiene aproximadamente 530.000 matriculados), sería de $ 158.500 al año, es decir, $ 79. 237 por se-mestre para cada alumno.

La ministra de Educación, María Fernanda Campo, señaló que los partidos de la Mesa de Unidad Nacional “tomaron la decisión de apoyar de manera integral y decidida el proyecto”.

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Calidad y equidad: retos del proyecto de educación radicado en el Congreso

Un segundo punto de preocu-pación son los efectos negativos que pueden tener las disposiciones de vigilancia y control sobre la au-tonomía universitaria, consagrada desde la Constitución Política de 1991 y regulada hasta ahora, prin-cipalmente, a través de sentencias de la Corte Constitucional. Esto llevó incluso a que la Asociación Colombiana de Universidades (As-cún) planteara una Ley Estatutaria de Autonomía Universitaria para regular este derecho y evitar que cualquier gobierno pueda imple-mentar normas que sobrepasen las decisiones académicas, admi-nistrativas o financieras de las uni-versidades.

Y tercero, las universidades lideraron un proceso de férrea ne-gativa a la propuesta que permitía el funcionamiento de IES privadas con ánimo de lucro. En este tiem-po de debate, fueron importantes los aportes de Francisco Piedra-híta, rector de la Universidad Icesi de Cali, y las posiciones del rector de la Universidad Jorge Tadeo Lo-zano, José Fernando Isaza, quie-nes plantearon los principales in-convenientes que este modelo de educación superior ha tenido, por ejemplo, en EE. UU., Chile y Brasil, como el amplio endeudamiento de los estudiantes que acceden a este tipo de instituciones.

Desafío central

Aunque el Gobierno nacional insiste en que el proyecto respon-de a las principales inquietudes planteadas durante los seis meses de discusiones, rectores de univer-sidades públicas y privadas han señalado enfáticamente en que el proyecto no responde a las necesi-dades del país.

El Congreso de la República deberá hacerle frente a un gran desafío: la reforma debe asegu-rar que el sistema de educación superior se convierta en una he-rramienta de equidad social. Es-te tema puede entenderse de dos formas: por un lado, aumentar la cobertura más allá de los proble-mas de calidad. En efecto, la meta del Gobierno al 2014 es ubicar la tasa de cobertura en 50% (es decir, crear 640 mil nuevos cupos). Pero como insiste el rector de la Uni-versidad Nacional de Colombia, Moisés Wasserman, en los últimos años el país pasó de una cobertura del 24% al 37% sin que disminuye-ran los índices de inequidad social en el país.

Esto lleva a la segunda con-cepción de equidad, eje central de los planteamientos hechos por los rectores universitarios inclu-so desde mucho antes de que se iniciaran las discusiones de

la propuesta de la reforma del presidente Santos: si la educa-ción de alta calidad únicamente la reciben aquellas personas que pueden pagar sus altos costos, en-tonces se genera más inequidad porque en general las personas accederán a educación superior, pero no estarán en condiciones de competir por las posiciones de liderazgo científico, tecnológico o económico.

Así, el principal desafío de los legisladores, en primera instancia de los integrantes de la Comisión Sexta de la Cámara de Represen-tantes, es encontrar un punto de equilibrio: abrir cupos suficientes para todas las personas que de-seen estudiar carreras técnicas, tecnológicas o profesionales, pe-ro teniendo en cuenta al mismo tiempo que el Estado no puede darse el lujo de no tener una ofer-ta amplia, de la más alta calidad, para que aquellos que tengan las capacidades y quieran hacerlo, lo hagan, sin que la falta de recursos sea un obstáculo.

En este sentido, una política pública de reforma a la educación superior deberá centrarse en au-mentar los recursos que se desti-nan al sistema de educación co-lombiano, y lograr un equilibrio entre el aumento de la cobertura y la formación de alta calidad.

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Biodiversidad

Nuevas especies de mariposas en borde norte de BogotáA 30 minutos del área urbana de la capital, investigadores de la UN descubrieron dos nuevas especies de la subfamilia Satyrinae. Es una buena noticia para la ciencia y, aún más, para la Reserva Forestal en límites con los municipios de Chía y Cota, pues se ratifica la importancia de los vulnerables y acechados bosques semiurbanos.

Alejandro Borráez,Unimedios

No tienen los tradicionales y vistosos colores de los lepidópte-ros (orden al que pertenecen las mariposas), pero son dos nuevos y valiosos hallazgos para la ciencia. Además, representan una muestra de las condiciones ambientales fa-vorables que persisten en el borde norte de Bogotá, zona declarada Reserva Forestal el pasado 19 de julio. Allí revoletean dos mariposas que eran desconocidas por los ex-pertos.

Las dos especies hacen parte de la subfamilia Satyrinae (familia de las Nymphalidae), cuya carac-terística más relevante es el color oscuro de las alas. Tienen una vena ensanchada en la parte superior de las alas que les permite la movilidad y el aumento del calor corporal, algo muy útil si se tiene en cuenta que viven en altitudes cercanas a los 2.600 metros.

En la parte baja y posterior de las alas presentan manchas amari-llas que funcionan como mecanis-mo de intimidación frente a otros insectos; ese particular rasgo les permite a los investigadores identi-ficarlas rápidamente.

Para estar en actividad requie-ren temperaturas corporales de 36 ºC. Por sus colores oscuros, que absorben más rápido el calor, y su eficiente sistema de circulación, las Satyrinae logran soportar el frío de los páramos y la Sabana de Bogotá. Su principal fuente de alimento son las hojas de Solanaceae y de Chus-quea, características de los páramos bien conservados.

Si se tiene en cuenta que el rango de vida de las mariposas va-ría entre los 21 días y los 8 meses, se podría decir que las descubier-tas tienen una existencia media: un suspiro de vida de tan solo dos meses.

Su función en el ecosistema

“Fue un descubrimiento muy importante, porque en límites con Cota, colindando con el bosque de Las Mercedes y con el cerro de La Conejera, hallamos 23 especies de mariposas. Lo más impactante y hasta paradójico fue que estando tan cerca de la zona urbana (30 minutos) no habíamos identificado especies nuevas para la ciencia”, explica el investigador Gonzalo An-drade, descubridor de las dos Sa-tyrinae.

El experto en mariposas del Instituto de Ciencias Naturales de la UN hizo el hallazgo en enero del 2010, mientras estudiaba las carac-

terísticas naturales del área en el que limitan los municipios de Chía y Cota.

Según el profesor Andrade, la existencia de mariposas en escena-rios naturales es un bioindicador de la calidad ambiental del terreno en donde se encuentran, debido a las características de comportamiento de los ejemplares, ratificadas por la existencia de flora que sirve como alimento.

“Los machos de las mariposas recorren amplias distancias en busca de hembras para la reproducción, mientras que ellas buscan los sitios más adecuados para desovar. Ese patrón permite determinar la cali-dad ambiental de una zona, ya que las hembras depositan los huevos únicamente en plantas donde las orugas puedan alimentarse”, descri-be el investigador.

Añade que las hembras tienen sensores químicos en las patas que permiten identificar los metaboli-tos producidos por la vegetación, que es de lo que se alimentan. “Así detectan las mejores condiciones para dejar los huevos, de donde nacen las larvas. En la mayoría de los casos habitan los puntos medios de la planta para protegerse del clima”.

Además de su im-portancia como indicador ambiental, las especies en-contradas cumplen un papel importante como polinizado-res de las flores de Solanaceae (plantas herbáceas o leñosas) y la Chusquea (similar al bambú).

Se suman a la biodiversidad nacional

Con 3.274 especies, el país ocu-pa el segundo lugar entre las nacio-nes con mayor diversidad de mari-

posas, precedido por Perú y seguido por Brasil. Sin embargo, Colombia se ubica en el primer lugar del mundo en cuanto a especies únicas, que solo existen en nuestro territorio. Por ahora, el número registrado es de 350 y la cuenta crece con el hallazgo de las dos especies de Satyrinae.

“Trabajamos en su descripción. Luego continuamos el proceso de nombrarlas; tenemos definido que una de ellas será un homenaje al investigador Thomas Van der Ham-men, quien hizo una defensa eterna sobre la Sabana de Bogotá y a quien le debemos que hoy sea una zona de reserva”, asegura Andrade.

Según los requisitos técnicos, que son asignar un nombre en latín y la correspondencia taxonómica, la mariposa podría llamarse ‘Vander-

hammiensis’, o algo similar, por las características de la familia y de la especie.

A favor de la reserva

El hallazgo sirvió como argu-mento para que las autoridades ambientales gestionaran la decla-ración de la Reserva Forestal del borde norte de Bogotá, indica Da-lila Camelo, bióloga de la Subdi-rección de Recursos Naturales de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR).

“El terreno cumple con ca-racterísticas para la preservación y hábitat de especies a pesar de enfrentarse a factores contaminan-tes producidos en la ciudad. Allí se hallan camaleones, lagartos co-llarejos, colibríes, chisgas, mirlas, búhos, ardillas, murciélagos, entre otros, lo que permite afirmar que la capacidad ecosistémica de la zona

aún conserva condiciones favo-rables”, destaca la investigado-

ra de la CAR.La Reserva Forestal Re-

gional Protectora-Produc-tora del Norte de Bogotá (como se denomina ofi-cialmente) alberga en su territorio los humedales de Torca y Guaymaral, el cerro y el humedal de La Conejera y la ronda hidráu-

lica del río Bogotá.Son cerca de 1.500 hec-

táreas clasificadas como suelo de protección, que cumplirán

con el papel de ruta migratoria de especies y área de conectividad ecológica para la ciudad. Si el eco-sistema se conserva tal como está, las dos nuevas especies de mari-posas podrán seguir revoloteando en su hábitat, y quizá los científi-cos vislumbren nuevas sorpresas volando.

Las mariposas Satyrinae corresponden a los ejemplares 10.806 y 10.839 de la colección del Instituto de Ciencias Naturales de la UN.

Solo cerca del 40% del territorio nacional ha sido explorado en busca de nuevas especies.

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Fueron varias las sugerencias técnicas, administrativas y contables las que entregó en su momento la UN a los constructores del Aeropuerto del Café, en cumplimiento de los contratos de interventoría del proyecto. La Sede Manizales aclaró que la participación no incluyó en ningún momento la elaboración ni la interventoría de diseños.

UnimediosDesde hace 40 años, en el

departamento de Caldas se con-templa la idea de construir un aeropuerto de gran capacidad en el municipio de Palestina, a 20 minutos de Manizales. El proyec-to hoy toma forma y se concibe como polo de desarrollo para la región cafetera.

Entre los años 2005 y 2007, la Universidad Nacional de Co-lombia hizo parte de ese sueño colectivo al disponer de todo su conocimiento científico y tecno-lógico para cumplir con su misión institucional de aportar a la cons-trucción de Nación.

En ese momento, la Sede Ma-nizales fue contratada para reali-zar la interventoría técnica, admi-nistrativa y contable de siete terra-plenes a través de los respectivos convenios y contratos. En el 2008 también participó con una con-sultoría para realizar los cálculos de consolidación del presupuesto de la obra y hacer la revisión de los diseños del terraplén 8.

Dada la desinformación que existe entre algunos sectores so-bre el papel que cumplió la Uni-versidad en el proyecto, se debe aclarar que la participación no incluyó la elaboración ni la inter-ventoría de diseños en ninguna de las fases para las cuales fue contratada.

Acorde con su misión institu-cional de brindar apoyo al Estado en el desarrollo de proyectos es-tratégicos para el país, la UN en Manizales participó en la cons-trucción del Aeropuerto del Café (Aerocafé) estrictamente en los espacios establecidos en los con-venios y contratos.

Es así que los expertos de la

Institución entregaron recomen-daciones puntuales para que esa iniciativa regional, que lideran la Alcaldía de Manizales, la Gober-nación de Caldas y el Gobierno nacional, se llevara a cabo de la mejor forma.

La participación

Aerocafé requiere una inver-sión cercana a los 257 mil millo-nes de pesos, de los cuales 118 mil millones son recursos aportados por la región, 109 mil millones por la Nación y 30 mil millones por la Aerovicil. Según información del Instituto de Financiamiento, Promoción y Desarrollo de Caldas (Inficaldas), en la actualidad es un macroproyecto de importan-cia estratégica nacional a través del documento Conpes 3586 del 11 de mayo del 2009.

El aeropuerto tendrá una lon-gitud de pista de 2.400 metros y está diseñado para operar aviones tipo Air Bus A-319 con capacidad para 120 pasajeros, que cubren rutas mediadas (Miami y Suramé-rica), en contraste con el actual aeropuerto La Nubia que tiene restricciones en la capacidad de los aviones y por las condiciones meteorológicas.

Las características geográfi-cas y climáticas del municipio de Palestina (parte del área metro-politana de Manizales) permiten que durante la mayor parte del año hayan condiciones favorables de operación con una baja nu-bosidad. De ahí su importancia estratégica.

Uno de los mayores retos de la obra, y que requiere las mayo-res inversiones, es la adecuación del terreno en donde se construi-

rá la pista y la terminal aé-rea. Para ello, es necesario nivelar el suelo y formar una superficie plana y es-table en la cual puedan aterrizar los aviones. Esto se logrará a través de la construcción de 10 terra-plenes, o rellenos de tierra, que permitirán generar la superficie.

La UN realizó la inter-

ventoría técnica, administrativa y contable para vigilar y verificar que se diera ejecución y cumpli-miento a las obligaciones contraí-das en los trabajos de construc-ción de los terraplenes 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 del proyecto.

La Institución siempre estuvo al frente de sus compromisos ase-gurando el normal avance de las obras y exigiendo las medidas co-rrectivas del caso, para la solución técnica de las dificultades que se iban presentando a lo largo de los trabajos bajo su responsabilidad, tal y como consta en los diversas actas e informes de interventoría.

Vigilancia

Debido a que el progreso de la construcción del aeropuerto estaba ligado –como aún hoy ocu-rre– a metas económicas (desem-bolso de recursos), las obras del terraplén 4 quedaron inconclu-sas y la interventoría solo pudo avanzar hasta agotarse el presu-puesto; por tanto, se recomendó la permanencia de un grupo con conocimiento del proyecto y con el entrenamiento suficiente pa-ra encargarse de hacer el debido mantenimiento.

Ese equipo humano debía re-visar el comportamiento de todas

Uno de los mayores retos de la obra, y que requiere las mayores inversiones, es la adecuación del terreno en donde se construirá la pista y la terminal aérea. Para ello, es necesario nivelar el suelo y formar una superficie plana y estable en la cual puedan aterrizar los aviones.

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Infraestructura

las estructuras, la evolución de los desplazamientos anormales de las bases de los terraplenes y del sellado de las grietas que se generaran por el movimiento de tierras, para evitar problemas mayores sobre las estructuras, dada la saturación de las masas de suelo de los cuerpos de los terraplenes.

Específicamente, para esos terraplenes se sugirió hacer se-guimiento al manejo de aguas, revisar y hacer mantenimiento a las redes de drenaje, supervisar las estructuras de corrección de cauce y mantenimiento, perfila-do y conformación de surcos en los taludes o laterales de cada terraplén.

Asimismo, la Universidad re-comendó continuar con las la-bores de establecimiento de co-berturas vegetales en los taludes y cimas de los rellenos, con el fin de controlar la erosión hídrica intensa. El objetivo era evaluar la estabilidad de áreas adyacentes al proyecto y ejecutar las actividades necesarias en forma oportuna.

Por otro lado, también se planteó la necesidad de conti-nuar con el monitoreo topográ-fico de los rellenos, para analizar la evolución de la consolidación en el tiempo de las bases de los terraplenes y hacer seguimiento a su posible desplazamiento.

Adicionalmente, se recomen-dó examinar el lugar para de-tectar posibles grietas y proce-der a su sellado, revisar y hacer seguimiento de las entregas de los drenes (escapes de líquidos) horizontales y el mantenimiento a los desvíos de aguas, colocar franjas de rastrojo para contro-lar la erosión y defender los ca-nales frente a la saturación por sedimentación, continuar con la vegetalización de los taludes y sembrar estacas vivas (tallos o ramas de árboles) en los drenajes de influencia.

Finalmente, la UN sugirió que para los terraplenes 2, 3, 5,

6 y 7 era necesario inspeccionar permanentemente los drenajes y subdrenajes para verificar su fun-cionamiento, así como realizar el mantenimiento y las revisiones en forma oportuna y hacer los correctivos requeridos. Para cada una de estas observaciones tam-bién se solicitó llevar registro de las lluvias y su incidencia.

Vale la pena aclarar que la Universidad se desvinculó de esta fase del proyecto en diciembre del 2007 y que los trabajos solo se reanudaron en agosto del 2008, quedando la obra inconclusa, y a cielo abierto, por un espacio de ocho meses en un territorio de alta precipitación y complejidad geológica.

Consultoría para el terraplén 8

De acuerdo con la informa-ción que brinda Inficaldas, en la actualidad ya se encuentran construidos los terraplenes o re-llenos 1, 2, 3, 5, 6 y 7. En proceso de nivelación final el 4, y de cons-trucción el 8 y el 10.

Precisamente, sobre el relle-no de tierra número 8, cabe des-tacar que en agosto del 2008 la Sede Manizales adelantó la con-sultoría para realizar los cálculos de consolidación del presupuesto del proyecto y hacer la revisión de los diseños, todo con base en los planos entregados por el contra-tante, que, como se aclaró ante-riormente, no fueron elaborados por la UN.

En su informe final de con-sultoría, la Institución recomen-dó realizar un estudio detallado de la cimentación del terraplén, que incluyera, entre otros, la ela-boración de ensayos de campo y de laboratorio de mecánica de rocas (cómo responden ante las fuerzas aplicadas en el entorno físico), levantamiento geológico, clasificación de macizo rocoso y pruebas de carga. Además, un estudio de discontinuidades del

terreno, de estabilidad, de efecto local por sismo y análisis de esta-bilidad general de la ladera.

De igual forma, hacer un mo-delamiento bidimensional espe-cial que definiera las zonas de agrietamiento potencial, así co-mo delimitar los sectores de alta amplificación sísmica, con el fin de diseñar las medidas de control de estabilidad y deformabilidad más adecuadas para cada caso (ver recuadro Vigilancia al terra-plén 8).

Mientras que la Universidad Nacional de Colombia acompañó el proceso de construcción de Aerocafé siempre realizó un

acompañamiento constante y un seguimiento a las novedades que se presentaran en el transcurso del proyecto, para que existiera una retroalimentación en la base de datos de manera detallada, exacta y actualizada.

Adicionalmente y bajo los parámetros misionales que di-reccionan la actuación de la Uni-versidad, la participación en el proyecto siempre estuvo orienta-da a garantizar el cumplimiento de las funciones exigidas en los contratos y convenios bajo su in-terventoría, y ofrecer así la nece-saria seguridad y confianza para la entidad contratante.

Vigilancia al terraplén 8

Estas fueron algunas de las recomendaciones que entregó la UN a los ges-tores de Aerocafé, sobre la vigilancia y estudios que se le debían hacer al relleno de tierra (terraplén) número 8, cuya consultoría estuvo a cargo de la Institución.

Adelantar el seguimiento durante la construcción y la vida útil del te-•rraplén mediante la investigación del subsuelo y la instrumentación y seguimiento de los parámetros y variables adoptados para el diseño. De igual forma, detectar los fenómenos y mecanismos potenciales de falla.

Efectuar un estudio potencial de colapso mediante ensayos de succión •controlada en laboratorios, ya que es un relleno que estará sometido a altas cargas por peso propio y a saturación gradual por infiltración acu-mulada de aguas lluvias.

Llevar a cabo pruebas de arrancamiento de geotextiles (mallas que •evitan la mezcla de materiales) en cenizas volcánicas o de resistencia al corte a gran escala, para verificar los parámetros de resistencia usados en el diseño.

Aplicar el método observacional para el seguimiento de las variables de •parámetros y consideraciones usadas para diseño, y controlar la ejecu-ción segura de la obra mediante la revisión permanente y la adopción oportuna de medidas correctivas.

Evaluar y diseñar el proceso constructivo, y especificar las calidades de •los materiales de acuerdo con los estudios y consideraciones de diseño.

Los rellenos de tierra que necesita la terminal aérea plantean un reto para los ingenieros.

La UN participó en la interventoría del proyecto con los más altos estándares de calidad.

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Detectan exceso de químicos en cultivos de papa

La mayor producción comercial de papa se concentra en Cundinamarca (35%), seguido por Boyacá (30%), Nariño (15%) y Antioquia (10%). El restante se distribuye principalmente en las zonas de Caldas, Tolima y santanderes.

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Alejandro Borráez,Unimedios

El uso de químicos para com-batir las plagas en los cultivos de papa, como la polilla guatemalte-ca, el gusano blanco y el tiroteador Naupactus, entre otras, es una de las estrategias más efectivas para garantizar la producción del tu-bérculo. Sin embargo, en la zona rural de la localidad de Ciudad Bolívar de Bogotá, donde se pro-duce para distribuirlo en centros de acopio de la capital, el uso de plaguicidas sobrepasa los límites adecuados.

Es un problema que podría trasladarse del sembradío al pla-to del consumidor, si se tiene en cuenta que esas sustancias tóxicas se conservan incluso después de la cocción del alimento. Bajo la dirección del investigador Tomás León Sicard, del Instituto de Estu-dios Ambientales (IDEA), la pro-fesora Sonia Pertuz investigó las características de la producción de papa en esta zona de la capital. Lo que halló la alarmó.

“Cuando las papas se someten a fritura no pierden en su totalidad las condiciones potencialmen-te tóxicas de los plaguicidas. Las sustancias se conservan en una proporción que podría superar lo establecido por el Ministerio de la Protección Social”, explica la do-cente.

En el estudio se encontró que cada kilogramo del producto con-tiene hasta 0,12 miligramos (mg) de organofosforados y 0,54 mg de carbamatos (los dos plaguicidas más utilizados), cuando los límites permitidos por kilo son de 0,1 mg y de 0,05 mg, respectivamente. Una diferencia preocupante.

Cómo se cultiva

Según el antropólogo Raúl Angulo, en la zona rural de Ciu-dad Bolívar se cultiva papa para dos destinos principales: uno para centros de abasto y grandes com-pañías de alimentos y otro para el autoconsumo. El experto advierte que el riesgo de los cultivos es la cercanía al botadero de basuras Doña Juana y la evidencia del mal uso de las sustancias químicas, pese a las recomendaciones de las autoridades.

“Entidades públicas y priva-das del gremio establecen linea-mientos que van desde la adecua-ción del lote, la selección de las semillas, el tratamiento apropiado con fertilizantes y plaguicidas y el almacenamiento; sin embargo, uno encuentra que los agricul-tores almacenan su producción junto a los químicos, las máqui-nas y herramientas, o cualquier elemento de su vida cotidiana, sin ningún control”, dice el profesor Angulo.

Además, agrega, es frecuente encontrar residuos de los empa-ques de plaguicidas tirados en el suelo, cerca a las fuentes hídricas. Entretanto, la nutricionista Pertuz también encontró que los cultiva-dores, con la idea de mejorar la efi-cacia de los químicos, los mezclan y los aplican de forma exagerada durante los cerca de seis meses de

crecimiento de la planta.En algunas siembras se detec-

tó un promedio de 25 aplicacio-nes de plaguicidas en ese periodo, lo que se califica como excesivo. Sumado a las fallas en la produc-ción, el estudio identificó la per-manencia de sustancias químicas nocivas a la hora de consumir el alimento.

“Luego de analizar una mues-tra de papa sembrada en Ciudad Bolívar, se evidenció que etapas como el lavado, el decorticado (la eliminación de la cáscara) y la cocción en agua disminuyen la presencia de los químicos. En general, cuando los tubérculos son sometidos a cocción húmeda (90 ºC por periodos cercanos a los 20 minutos), el plaguicida se reduce a niveles adecuados; no obstante, al someterlos a fritura, que requiere temperaturas de has-ta 220 ºC, se identificaron niveles altos de organofosforados”, asegu-ra la profesora de la UN.

Las consecuencias

Según datos de la Organiza-ción Mundial de la Salud, al año se intoxican dos millones de per-sonas por exposición directa o in-directa a plaguicidas, en especial

por el incumplimiento de proto-colos de seguridad industrial. Por esa razón, el problema se ubica en los trabajadores agrícolas someti-dos a la exposición directa a estas sustancias.

Vómitos, diarrea, abortos, do-lor de cabeza, somnolencia, alte-raciones en el comportamiento y convulsiones, entre otros sínto-mas, están asociados a acciden-tes donde una sola dosis alta de plaguicida basta para provocar la intoxicación.

De otra parte están los casos crónicos como cánceres, leuce-mia, necrosis de hígado, malfor-maciones congénitas, neuropatías periféricas, cefaleas persistentes y dolores. En estos el daño se mani-fiesta luego de un largo tiempo de contacto con el pesticida, dificul-tando su detección.

A nivel económico, los costos directos de producción de papa (cercano a los 8 millones de pesos por fanegada) corresponden en 50% al uso de agroquímicos, dis-tribuidos en fertilizantes (25%), insecticidas (18%) y fungicidas (7%). Por ello, el uso inadecuado y excesivo de los agroquímicos no solo pone en riesgo la salud de los consumidores, sino también el bolsillo de los productores.

Rastreando los residuos

Paradójicamente, las papas freí-•das pierden menos contaminantes que las hervidas.En tubérculos recién cosechados •se encontraron muestras que re-portaron valores de contamina-ción entre 0,51 y 0,65 mg/kg para organofosforados, y entre 0,51 a 0,57 mg/kg para carbamatos.En tubérculos recién cosechados, •sin lavar o pelar, se presenta con-taminación del orden de 0,27 mg/kg a 0,45 mg/kg respectivamente. Las papas almacenadas, peladas •y cocidas presentaron niveles de residualidad de 0. Sin embargo, tubérculos que en las mismas con-diciones fueron sometidos a fritu-ra presentaron valores de 0,12 mg/kg para organofosforados y de 0,54 mg/kg para carbamatos, un nivel alto según los estudios.

La incorrecta y excesiva fumigación con plaguicidas hace que el tubérculo más consumido del país sea potencial causante de graves enfermedades. Un estudio en la zona rural de Ciudad Bolívar, en Bogotá, da cuenta de los niveles de contaminación en las papas que consumen los capitalinos.

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Alternativa de alimento para cerdos,50% más económico

El caupí y la canavalia son dos eficaces plantas que servirán para alimentar cerdos. En la UN en Palmira encontraron que estas leguminosas pueden sustituir en buena parte a la tradicional y costosa soya que dan a los animales. Para los porcicultores es una buena noticia en medio de la crisis que afrontan.

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

Según la encuesta de opinión empresarial, realizada por la Aso-ciación Colombiana de Porcicul-tores (Porcicol), durante el primer semestre del año se evidenció en-tre los productores una caída en el precio de compra del cerdo, pero un aumento en los costos de pro-ducción. Esto a raíz del incremen-to en los precios internacionales de las principales materias primas para la alimentación de los ani-males, como el maíz y la torta de soya.

El volumen total de las im-portaciones de materias primas para la elaboración de alimento balanceado para cerdos presentó

“Es importante evaluar nuevos alimentos para nuestros animales, que permitan garantizar la seguridad alimentaria en el país”, dice la profesora Patricia Isabel Sarria.

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un aumento del 2,1% en los pri-meros cinco meses del año, en comparación con el mismo perio-do del 2010.

Por lo anterior, la magíster zootecnista Patricia Isabel Sarria estudia nuevas alternativas de ali-mentación que puedan sustituir la torta de soya en la nutrición de los cochinitos. Esta candidata a doc-torado en Ciencias Agropecuarias y profesora de la UN en Palmira trabaja de manera conjunta con el Centro Internacional de Agricultu-ra Tropical (CIAT).

En esa búsqueda, los investi-gadores encontraron en el caupí y la canavalia (especies de legu-minosas forrajeras) dos eficientes opciones de alimentación que los cerdos aceptaron en su dieta y

que representan un ahorro de has-ta 50% para los porcicultores del país.

Con altos niveles de proteína

El caupí es una leguminosa herbácea originaria del sudeste de África y ampliamente cultivada en América Latina. Conocida también como ‘cabecita negra’ o ‘fríjol caupí', es un forraje de climas cálidos, tole-rante a las sequías.

Increíblemente, según los ex-pertos, la planta ha logrado producir una tonelada de grano seco por hec-tárea en ambientes del Sahara, con solo 181 milímetros de lluvia por cultivo. Esto es, muy poca agua por muchos metros cuadrados de tierra.

La profesora Patricia Sarria asegura que “las semillas del cau-pí son ricas en proteínas y tienen un alto contenido de aminoácidos, lisina y triptófano, que si se com-para con el valor nutricional de los cereales, podría ser similar al fríjol. Además, sus hojas tienen un contenido importante de proteína y aceptable digestibilidad, por lo que pueden complementar la dieta de los cerdos”.

Asimismo, la Canavalia bra-siliensis es otra leguminosa her-bácea cuyo ciclo de cultivo es de ocho meses y cuyas hojas son de aproximadamente 12 cm de largo por 10 mm de ancho. Es tolerante a la sequía y adaptable tanto a sue-los arcillosos como a los arenosos de baja fertilidad. Ambas, según la investigación, pueden llegar a reemplazar hasta en 50% a la torta de soya.

Prueban los forrajes en cerdos

La evaluación de las nuevas al-ternativas de alimento para cerdos las realiza el CIAT en países como Honduras, Nicaragua, República del Congo y Colombia. Aquí se eli-gió al laboratorio Mario González Aranda, de la UN en Palmira, para adelantar las pruebas de acepta-ción, digestión y crecimiento de los porcinos, a cargo de la profesora Sarria.

Cosechas de caupí y canava-lia, sembradas por el CIAT en San-tander de Quilichao (Cauca), son enviadas al laboratorio para eva-luar su aceptabilidad en los cerdos, conocer el grado de tolerancia del animal y su comportamiento di-gestivo.

“Durante 14 días les damos unos 600 gramos diarios de forra-je caupí o canavalia, y hasta 100 gramos de grano caupí. En una primera fase de aceptabilidad, re-emplazamos hasta el 40% del ali-mento para monitorear qué tanto es consumido por los animales y qué tanto es rechazado”, afirma la zootecnista.

En la primera fase los investi-gadores lograron identificar que los cerdos consumen sin problema es-tos alimentos con una aceptación significativa.

En la segunda y tercera fase de evaluación, se realizaron pruebas de digestibilidad para saber qué cantidad de nutrientes son asimi-lados por el organismo de los ani-males y cuál es su comportamiento respecto a su crecimiento y calidad de la carne.

“Los resultados nos muestran que el grano de caupí puede ser digerido igual que el de soya y que en sus nutrientes hay altos conteni-dos proteicos que, incluso, podrían reemplazarla hasta en 50%. Entre-tanto, el follaje de caupí puede sus-tituirla hasta en 30% y el de canava-lia, en 20%”, afirma la científica.

También se evidenció que los cerdos alimentados con los nuevos forrajes crecieron muy similares a los que fueron proveídos del con-centrado habitual de torta de soya, que es de 600 gramos diarios.

Ello representa, entonces, un ahorro del 50% para los porciculto-res en la compra de materia prima para la alimentación de los ani-males. Normalmente destinan $ 32.400 para comprar 18 kilogramos mensuales de soya; con el caupí y la canavalia solo tendrían que invertir $ 16.200 por cerdo al mes.

Para la profesora Sarria, esto “fortalecerá a los criadores del país, que ahora cuentan con un vegetal rústico, confiable y económico, cul-tivable en cualquier terreno”.

“Esta es una buena noticia para los empresarios y productores de cerdos,

que enfrentan una crisis por los altos costos de la materia prima”.

Carlos Alberto Maya, gerente de la Asociación Colombiana de Porcicultores.

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Con ciencia y pedagogía mejoran los cultivos de aguacate

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

El aguacate ha sido conside-rado como una multifacética fru-ta que ayuda tanto a revitalizar el cabello como a la fertilidad de las personas. La creencia popular no está lejos de la realidad, debido a que es rico en potasio, magne-sio y vitamina E, un importante antioxidante que interviene en la estabilidad de las células sanguí-neas.

Originario de México (su nombre deriva de la palabra az-teca ahuacatl), es producido en países como México, Brasil, Es-tados Unidos, Australia, China y España, y en la actualidad es muy utilizado en las industrias farma-céutica y cosmética.

Según el Ministerio de Agri-cultura y Desarrollo Rural, en el país hay sembradas 15.490 hec-táreas de aguacate en los depar-tamentos de Bolívar, Antioquia, Tolima y Valle del Cauca; en el 2008, en esas regiones se produ-jeron 146.109 toneladas. Por eso, garantizar su producción es una prioridad para Colombia, en don-de se multiplican los cultivos.

El problema actual es que en su etapa de vivero, las plántulas son atacadas por potentes hongos como Phytophthora cinnamomi Rands., Phytium sp., Fusarium sp. y una de las principales plagas: el Copturus aguacatae, que afecta las raíces y causa la muerte de la planta en cualquier estado de desarrollo.

Científicos de Agronomía de la Sede Palmira evaluaron los pro-cesos agrícolas que se adelantan en la actualidad en los cultivos del país. Con la identificación de las principales enfermedades que atacan la fruta, propusieron solu-ciones de tipo cultural, biológico, físico y químico, con el objetivo de obtener plántulas más sanas.

Estrategias para los cultivos

Para que el aguacate tenga las mejores condiciones de siembra y, por consiguiente, la mejor cali-dad en el momento del consumo, el uso de plantas selectas de vive-ro debe ser el primer fundamento para el seguimiento técnico de la cadena productiva.

En ese sentido, los investi-gadores evaluaron las técnicas empleadas en la producción de plántulas de aguacate en el vivero Profrutales, en el Valle del Cau-ca. Con el acompañamiento de la Corporación Biotec, identificaron las debilidades en el manejo de los cultivos y propusieron estra-tegias para mejorar los procedi-mientos.

“Hicimos un diagnóstico de los procesos realizados en el vive-ro, donde identificamos manejos

inadecuados en la preparación de los sustratos (abonos) para el cre-cimiento de plántulas, así como en el manejo sanitario de los pro-ductos biológicos y fungistáticos, como el silicato de potasio. Tam-bién vimos fallas en la integración de conocimientos para el manejo adecuado de productos quími-cos por parte de los trabajadores”, afirma Milton Ararat, candidato a doctor en Ciencias Agropecua-rias.

Los investigadores encontra-ron que se usan grandes volú-menes de sustrato para el creci-miento de las plantas, como el compost de cachaza. En el vivero Profutales se aplican hasta 120 toneladas mensuales, sin tener en cuenta si el material cumple con las características óptimas: por ejemplo, que el tamaño de las partículas del compost sean homogéneas y tengan el grado exacto de humedad.

Los científicos propusieron experimentos de esterilización económicamente viables, que permitan disminuir el uso de abo-no de cachaza. Por eso, evaluaron dos metodologías de desinfección de sustratos como la solarización (cubrimiento del sustrato con plástico) y la desinfección con fungicidas de síntesis química

(método que debe ser usado con precaución para prevenir efectos contrarios).

Cuando se identificaron los problemas fitosanitarios (plagas y enfermedades) en el sistema de producción en condiciones de vivero, los investigadores deci-dieron implementar un plan es-tratégico que asegure la calidad

del material vegetal.“Realizamos una revisión de

los materiales utilizados en el vi-vero, diseñando un experimen-to para evaluar la respuesta de las plántulas a la aplicación de hongos micorrícicos. Se analiza-ron tres productos comerciales con el propósito de elegir el que tuviera la mayor concentración de esporas para proteger la fruta de los ataques de patógenos del suelo”, comenta Johana Patricia Melo, estudiante de la Maestría en Ciencias Agropecuarias.

Después, los investigadores evaluaron la presencia de enfer-medades en las plantas. Hallaron en las raíces hongos Oomycetos del género Phytium, ante los cua-les se debía proponer una estrate-gia de erradicación.

“Aplicamos el hongo Tricho-derma spp. para contrarrestar la enfermedad. Con el fin de veri-ficar su efectividad, realizamos pruebas donde se evaluaron di-ferentes productos biológicos. Se comprobó un control eficiente en condiciones de laboratorio (in vitro) y también una buena res-puesta fisiológica en el desarrollo de las plántulas”, afirma Ararat.

Abonos sin buen manejo

Ahora bien, si ya se habían identificado los hongos que afec-taban la calidad de los aguacates en condiciones de vivero y existía un método para erradicarlos, el grupo de investigación se encami-nó hacia la búsqueda de técnicas que optimizaran los procesos de preparación y manejo de los abo-nos.

“Aunque muchos productores compran sustratos que ya vienen mezclados, otros los preparan por sí mismos adicionando elementos de forma inadecuada”, sostiene el docente.

Por eso, se contó con el apoyo de José David Arias, estudiante de Diseño Industrial, cuya labor fue enseñar a los cultivadores a obte-ner una mezcla homogénea de los sustratos y en proporciones ade-cuadas, además de incentivar las buenas prácticas agrícolas.

“Planteamos el desarrollo de una máquina prototipo, con espe-cificaciones técnicas para mezclar sustratos. El objetivo es lograr alta homogeneidad en el tamaño de las partículas de la mezcla y optimizar el rendimiento de los operarios en cuanto a la producción del sustra-to por día”, afirma el diseñador.

Milton Ararat concluye: “Este trabajo contribuye a implementar el uso de microorganismos benéfi-cos para el control de la pudrición de las raíces de la fruta, la utiliza-ción de un sustrato con óptimas condiciones físicas y químicas pa-ra la nutrición de la planta y el establecimiento de siembras en campo con materiales sanos”.

El proyecto de investigación se desarrolló en el vivero Profrutales en el Valle del Cauca, y vincula tesis de doctorado, maestría y pregrado.

Equipo que realiza la mezcla homogénea y adecuada de los abonos para aguacate.

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En su etapa de vivero, las plántulas de aguacate son atacadas por potentes hongos que ponen en riesgo su desarrollo. El uso de microorganismos be-néficos y la modificación de algunas prácticas agrícolas podrán garantizar la producción de este fruto, codiciado en la industria.

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Medioambiente

Medellín se asfixiadebido a su topografía

La inversión térmica, fenómeno atmosférico bastante común, juega en contra de los habitantes del área metropolitana del Valle de Aburrá. Las características físicas de la región hacen que la contaminación se encajone y no tenga por dónde salir. Un novedoso uso de la fotografía permite comprender mejor esta particular condición.

Liliana Salazar Barrientos,Unimedios

En condiciones normales, la temperatura de la atmósfera dis-minuye con la altura, por esa ra-zón hace más frío en las monta-ñas que en las tierras bajas. La inversión térmica es la condición opuesta: se presenta por el cambio de temperatura en la madrugada. Es un efecto atmosférico natural, presente casi a diario y que no causa efectos nocivos.

El problema surge cuando ocurre en un área metropolitana como la de Medellín, ubicada en un valle profundo y estrecho. La zona tiene unos 1.000 metros de diferencia entre el punto más bajo y el más alto, en la cúspide de las montañas laterales. Además, las distancias entre las laderas orien-tales y occidentales no son mayo-res a 20 kilómetros, y en algunos casos apenas alcanzan los 10 kiló-metros e incluso menos.

Esto hace que el viento tome diversas rutas y que la aparición de la inversión térmica (más frío abajo y más calor arriba) dificulte la circulación del aire. Es como si el Valle de Aburrá tuviera una tapa que no lo dejara respirar; la conta-minación queda atrapada por más tiempo del normal.

“Se forma una atmósfera quieta que acarrea problemas en ambientes urbanos, pues los con-taminantes se acumulan a ras de piso. Los registros de la Red de Mo-nitoreo del Aire (Redaire) mues-tran que la concentración llega a un pico entre 8:00 y 9:30 a.m.”, explica el profesor Andrés Ochoa, investigador de la Facultad de Mi-nas de la UN en Medellín. A esa hora coincide la ocurrencia de la inversión térmica y un pico en la emisión de contaminantes.

Así, se perjudica la salud de casi cuatro millones de habitantes. “No es que la inversión ocurra solo en el Valle de Aburrá. El problema

es que es una población urbana muy expuesta a los problemas de salud asociados a concentraciones altas de contaminantes atmosfé-ricos”, enfatiza José Fernando Ji-ménez, también de la Facultad de Minas.

Medición propia

Esta situación llevó a los investigadores de la UN a pen-sar en un sistema con el que se pudiera construir el primer ma-pa atmosférico de la zona, para entender mejor las condiciones que determinan los niveles de contaminación. “No es la ciudad más contaminada, pero se puede agravar la calidad del aire si nos descuidamos”, puntualiza Jimé-nez.

Hace dos años, en el Centro de Investigaciones del Clima de Colombia se preguntaron si con tan solo imágenes fotográficas podrían comprender la comple-

jidad de la inversión térmica en la región. Al estudio se unieron los grupos de Oceanografía e In-geniería Costera y el de Láseres y Espectroscopía Óptica de la Sede Medellín.

El interés está puesto en los primeros 500 metros de atmósfe-ra sobre la base del Valle. Se insta-laron tres cámaras en el sector de Pajarito, en la ladera occidental, para la observación permanente del aire urbano.

El sistema monitorea la zona metropolitana donde hay mayor emisión de contaminantes, to-mando fotografías panorámicas cada 15 minutos. Los dispositivos descargan los datos (imágenes, fecha y hora) a un computador y luego se ingresan a una pági-na web. “El objetivo principal es cruzar información detallada de las condiciones del aire”, anota el profesor Jiménez.

Un rompecabezas

Los investigadores descu-brieron que era posible elaborar un mapa atmosférico solo con fotografías. El método comprobó que las complejidades topográfi-cas del Valle, las rutas del viento, el urbanismo y hasta la puesta del sol influyen de manera deter-minante en los niveles de conta-minación acumulados en la capa superior de la inversión térmica.

Por ejemplo, se determinó que en las laderas occidentales comienza a decaer la concentra-ción de contaminantes antes que en las laderas orientales, debido a que el sol repercute en la circula-ción del aire. Además, se estable-ció que los caminos que recorre el viento, constituidos por las com-plejidades topográficas como las cuencas hidrográficas, barren o guardan los elementos suspendi-dos en el ambiente, algo que varía según las épocas del año.

“En las tardes existen rutas del viento que van de norte a sur, encajonadas en el valle (vientos térmicos), mientras que por en-cima cruzan, de oriente a occi-dente, los vientos alisios”, detalla Jiménez. Así se logró saber cuáles puntos son los de mayor concen-tración de contaminantes.

Contribuye el hecho de que algunas de las cinco subcuencas o quebradas más importantes del Valle, ubicadas en los laterales del río Medellín, desvían los vien-tos en sentido opuesto, lo que ocasiona un cruce de corrientes que represan la contaminación en ciertos sectores. Se suma el urbanismo, cuyas altas construc-ciones encajonan los vientos y los contaminantes en la ciudad.

Otras complejidades que agudizan la contaminación del aire son los puntos estrechos que existen tanto en el sur como en el norte, las irregularidades topo-gráficas en la mitad de la ciudad como son los cerros Nutibara y El Volador, y los quiebres naturales que desdibujan la línea recta que haría más fácil la circulación de los vientos. Todo esto revela el monitoreo de la UN.

“Buscamos un sistema capaz de dar cuenta integral de la at-mósfera metropolitana, más que de las condiciones puntuales de aquí o allá”, manifiesta el profesor Jiménez. Ante variables como la ocurrencia de los fenómenos de El Niño y La Niña, y de otras ano-malías climáticas, este proyecto abre nuevas perspectivas para el mejoramiento de los métodos de diagnóstico y análisis de las con-diciones de estabilidad atmosfé-rica en zonas montañosas.

El estudio de la atmósfera de Medellín, a partir de fotografías, servirá para que las autoridades locales tomen medidas que mitiguen la contaminación del aire.

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Cabello, prueba para comprobar consumo de

drogas ilícitasPara determinar si una persona consume sustancias ilícitas se utilizan muestras de orina y de sangre; el problema es que la evidencia dura apenas un mes. La UN implementa una nueva técnica que utiliza fragmentos de cabello, elemento orgánico en el que los rastros de las drogas duran años.

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

La estandarización de una nueva técnica de laboratorio en Colombia determinará, con ma-yor confianza, si una persona consumió sustancias ilícitas y el grado en que lo hizo, entre otras aplicaciones. Si bien en la actua-lidad existen exámenes de orina y sangre para ese fin, el nuevo enfo-que ofrece ventajas mayores.

Se trata de la utilización de fi-bras de cabello para hallar rastros de compuestos como la cocaína, entre muchas otras sustancias. Este elemento orgánico permite conocer la historia de consumo de una persona, porque la evidencia permanece por largo tiempo, mu-cho más que en otras muestras utilizadas tradicionalmente.

Según la química farmacéu-tica Marian Dalila Vallejo Huer-tas, estudiante de la Maestría en Toxicología de la UN, la prueba de sustancias ilícitas en orina o sangre permanece en el organis-mo máximo 30 días. En cambio en el cabello, cuyo crecimiento es de un centímetro por mes, los rastros pueden durar años. Al-gunos pensarán que con raparse desaparecería la evidencia, pero no es así; el nuevo cabello crecerá con rastros minúsculos, pero que son viables para determinar el consumo.

Esto es muy útil para una amplia variedad de casos en los que se requiere más tiempo por la complejidad de los procesos ju-diciales, tales como el control de dopaje, la investigación de delitos bajo efectos de una droga, la con-firmación de consumo por parte de reclusos o en sitios laborales, para proceder en la suspensión de licencias de conducción o en casos de exhumación de cadáve-res.

En detalle

Bajo la dirección de la espe-cialista Nancy Patiño Reyes, Valle-jo desarrolló una metodología pa-ra extraer trazas (cantidades muy pequeñas) de cocaína de mues-tras de cabello, que solo pueden ser detectadas por un cromató-grafo de gases de alta tecnología.

Esta práctica, que hasta la fecha ha sido muy esporádica en el país, será implementada en el Laboratorio de Toxicología de la Facultad de Medicina de la Uni-versidad Nacional de Colombia, para realizar pruebas rutinarias.

Los investigadores primero debían hacer observaciones de-talladas que permitieran compro-bar la efectividad de la técnica. Por eso, con los permisos respec-tivos y los consentimientos in-formados, recolectaron muestras de pelo de 30 adolescentes de un centro de rehabilitación de Bogotá.

El estudio

Apoyada por las estudiantes de Farmacia Luz Adriana Ruiz Pé-rez y Mónica Andrea Bejarano, la experta tomó muestras de gajos de cabello similares al grosor de un lápiz, lo más cerca al cuero cabelludo.

Una vez recolectadas, las mi-dió y empacó en papel aluminio, identificando la punta y la raíz. En el Laboratorio de Toxicología se evaluó la integridad de cada muestra mediante un marcador químico, en este caso el azul de metileno.

Si al observar al microscopio se encuentra que el pelo queda

El análisis determina un perfil cronológico del consumo y si la persona lo hace de forma ocasional o permanente.

Las muestras son analizadas en un cromatógrafo de gases.

teñido con el reactivo, quiere de-cir que no es apto para el análisis, debido a que la muestra ha sido muy afectada por el exceso de uso de químicos, como los tintes de mala calidad.

El material que pasa la prue-ba es cortado en segmentos de tres centímetros, con el fin de determinar el tiempo de perma-nencia de la sustancia en el ca-bello. Cada uno de los segmentos se lava con un solvente orgánico (sustancia basada en carbono) para eliminar la posible contami-nación externa; por ejemplo, ase-gurarse de que la cocaína extraída se debe a su consumo y no a las partículas que quedan flotando en el ambiente.

El cabello limpio y seco se

destruye con un ácido fuerte para liberar las sustancias ilícitas. Con otro solvente orgánico se depura el alcaloide y finalmente se anali-za mediante la técnica de croma-tografía de gases de masas, que genera reportes a través del com-putador, denominados cromato-gramas. Son similares a los que imprime un electrocardiograma, pero en este caso refleja los picos de presencia del estupefaciente.

Consumo ilícito

Según el Estudio Nacional de Consumo de Drogas en Colom-bia, en el 2009 cerca del 2,5% de la población entre 12 y 65 años (19.764.799 habitantes) consumió cocaína alguna vez en su vida, y cerca del 0,4% (79.059 personas) se clasificó en los grupos de “abu-so” o “dependiente”.

El uso y abuso de psicoactivos es un problema de salud pública porque conlleva una serie de efec-tos negativos a nivel individual, familiar y social, y en consecuen-cia perjudica el normal desarrollo

de los grupos más vulnerables co-mo los niños y jóvenes.

“Las estadísticas evidencian la importancia de la existencia de Centros de Rehabilitación para drogodependientes, que buscan disminuir o erradicar el consumo de drogas”, explicó Vallejo, quien realiza su propuesta dentro del Grupo de Investigación de Sus-tancias Psicoactivas del Departa-mento de Toxicología, bajo la di-rección del profesor Jairo Alfonso Téllez Mosquera, coordinador de la maestría en el tema.

La investigadora indica que el procedimiento se ha adaptado a las condiciones nacionales y que pronto estará al servicio de la co-munidad desde la UN. Se podrá emplear para evaluar la exposi-ción de niños que están en sitios o casas donde existe evidencia permanente del uso de drogas por parte de los adultos.

Asimismo, es aplicable en el seguimiento a adic-tos recluidos, por ejemplo, cuando los pacientes salen los fines de semana para su casa y el centro no tiene control sobre ellos. La adop-

ción y estandarización de este ti-po de técnicas le permitirá al país contar con una nueva herramien-ta científica de apoyo a los proce-sos judiciales y de control en los centros de rehabilitación.

Con esta técnica se buscan nuevas matrices biológicas diferentes a la orina y la sangre para el análisis toxicológico.

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9Ciencia y Tecnología

Liliana Salazar B.,Unimedios

Los nanotubos de carbono tienen infinidad de usos. Gracias a ellos existen teléfonos móviles ca-da vez más pequeños y potentes. La Universidad Nacional de Co-lombia en Medellín es una de las pocas instituciones académicas del país que los fabrican y desarro-llan aplicaciones de vanguardia. Lo novedoso es que su producción es amigable con el ambiente.

Para entender la importancia de estas diminutas estructuras hay que escudriñar en sus orígenes. Las descubrió el japonés Sumio Li-jima mientras investigaba el com-portamiento de los materiales a altas temperaturas. Encontró que lo único que sobrevivía al exceso de calor era el carbono, y de una manera muy peculiar: en forma de tubitos a escala nanométrica (10 mil veces más delgadas que un cabello).

En los laboratorios del mundo se indagó sobre sus características. Se determinó que son diez veces más resistentes que el acero inoxi-dable y el doble de livianos que el aluminio; además, son grandes conductores eléctricos. Por eso, se consideran la esencia de los materiales en las aplicaciones in-dustriales y tecnológicas actuales. Esto hizo que se multiplicaran las publicaciones e investigaciones para buscar nuevos usos.

“Empresas alemanas han di-señado autos hechos en políme-ro, reforzados con nanotubos. Di-cen que les puede caer una casa encima y no les pasa nada. Son carros que no consumen mucho combustible porque el peso es el de un polímero (base química de materiales como el nailon o el po-lietileno)”, señala Germán Sierra Gallego, docente de la Escuela de Materiales de la Facultad de Mi-nas.

El experto agrega que esas ca-racterísticas hacen que los nano-tubos estén siempre ligados a la nanotecnología. “Son materiales diminutos, pero con grandes pro-piedades de transporte de energía; son los que hacen posible que ca-da vez los componentes electróni-cos sean mucho más reducidos”.

El carbono se transforma

En los laboratorios de carac-terización del Grupo de Ciencia y Tecnología de los Materiales se producen los nanotubos de car-bono por el método de Chemical Vapor Deposition (CVD) o deposi-ción en estado de vapor, una de las técnicas más económicas.

En este método se utiliza un gas que contenga carbono, puede ser un hidrocarburo como el meta-no, el CO2, el etanol o el benceno, entre otros. Se introduce en un hor-

Los nanotubos de carbono se fabrican en los laboratorios de caracterización del Grupo de Ciencia y Tecnología de los Materiales, de la UN en Medellín.

Estas diminutas estructuras comparten rasgos distintivos de materiales como el diamante y el grafito, que son muy útiles en la industria electrónica.

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Con nanoestructuras refuerzan propiedades de diversos materiales

no a alta temperatura, entre 600 ºC y 800 ºC. En el proceso se utiliza un catalizador metálico (níquel, plata u otros según el objetivo deseado), sustrato que permite la creación de los nanotubos y evita la forma-ción de carbono amorfo.

La función del catalizador es acelerar o propiciar reacciones químicas que logran romper los enlaces moleculares del hidrocar-buro. Es así que el carbono encap-sulado en las moléculas gaseosas se reorganiza en partículas metá-licas diminutas, que son las que conocemos como nanotubos. A la vista, a través de un microscopio superpotente, parecen espaguetis extremadamente delgados.

El valor agregado del trabajo que se realiza en la Sede Mede-llín es la utilización de precursores como el etanol, el metano y el CO2. Con el primero se impulsa la fabricación a partir de una fuente renovable. Con los dos últimos, el método es ambientalmente bene-ficioso.

“Cuando utilizo el CO2 de la atmósfera y lo paso por el reactor, capturo el carbono y lo condenso en forma de nanotubos; o sea, se-cuestro el carbono de la atmósfera y lo aprisiono en forma sólida. Si esto se hiciera a escala piloto sería

un mecanismo útil para disminuir la concentración de los gases de efecto invernadero”, explica Sie-rra.

Las aplicaciones

La fabricación de nanotubos de carbono con etanol está paten-tada. Es un proyecto que comenzó el profesor Germán Sierra mien-tras realizaba el doctorado en la Universidad de París, con apoyo de la Universidad de Antioquia.

Estos nanotubos se utilizan en diversos proyectos. El equipo, en conjunto con la Facultad de Ciencias, refuerza piezas de acero inoxidable para utilizarlas como biomateriales en implantes hu-manos, que normalmente son de titanio y otras aleaciones costosas. Con ello se promovería el acceso de las personas de escasos recur-sos a este tipo de piezas.

La idea del proyecto es uti-lizar segmentos de acero inoxi-dable, que son muy económicos, pero que necesitan fortalecer su resistencia mecánica y su biocom-patibilidad, para que el cuerpo no los rechace. El objetivo es recubrir la superficie del acero con los na-notubos.

Una de sus aplicaciones es

en microelectrónica y la modifi-cación del coeficiente de fricción, lo que significaría incrementar los niveles de resistencia al desgaste por el roce de dos piezas.

“Estados Unidos gasta al año 5% del PIB en solucionar proble-mas asociados a la fricción. Si uno disminuyera ese coeficiente en cualquier grado, el ahorro econó-mico sería de millones de dólares. Tenemos pruebas donde se uti-lizan los nanotubos de carbono como lubricantes en superficies secas o líquidas. El coeficiente de fricción disminuye de 0,45 a 0,15, es decir, en una tercera parte”, su-braya el investigador.

Otro proyecto en marcha bus-ca mejorar las propiedades del aluminio. La idea es reforzar ma-teriales económicos con nanotu-bos, para darles valor agregado. Inclusive, la meta es superar los aluminios tratados térmicamente, proceso que les da mayor resis-tencia.

La UN en Medellín es de las pocas universidades que invierten en la producción y caracterización de este material, que se constituye en uno de los elementos funda-mentales de la industria y uno de los más promisorios para la tecno-logía del futuro.

Los nanotubos de carbono son miles de veces más delgados que un cabello, diez veces más fuertes que el acero y el doble de livianos que el aluminio. Científicos de la UN en Medellín son de los pocos que los producen en el país e idean nuevos usos, como obtener un material que sustituya el titanio en implantes humanos.

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Gonzalo Duque-Escobar,Ingeniero civil experto en geofísica

Investigador y docenteUniversidad Nacional de Colombia

Sede Manizales

El equinoccio del pasado 22 de septiembre marcó el inicio de una nueva temporada invernal. Existe expectativa sobre qué nos traerán estos meses tras los eventos que aso-laron a Colombia durante La Niña 2010-2011. Por eso, es importante se-ñalar los pronósticos sobre el clima y presentar elementos clave sobre cómo está amenazado y preparado el país.

La Niña y El Niño no son un de-sastre, solo son una oscilación cíclica y natural de la temperatura en la superficie del Pacífico (denominada ENSO). Otra cosa es el calentamien-to global del planeta, aún en curso, donde la acción del hombre, con el efecto invernadero, ha mediado para alterar la magnitud del fenómeno, que al exacerbarlo es la causa de inviernos cada vez más torrenciales, sequías más intensas o huracanes más devastadores.

Si la temperatura en Colombia se incrementa en 3 ºC, los pisos tér-micos se modifican. Equivale a variar el clima de cada región y ciudad por otro más cálido; sería como estar 500 metros más cerca del nivel del mar. En Colombia estarían amenazados páramos, manglares, ambientes co-ralinos, glaciares y todas las selvas andinas, costeras y de la Amazonia.

Según las previsiones asociadas al pronóstico global de incremento de la temperatura para el cambio climático, como las que presenta la Nasa en apod.nasa.gov, en Colombia se calentarían menos las zonas de relieve montañoso, como la Región Andina (2 ºC a 3 ºC), y más las re-giones planas, como la Costa Norte, la Orinoquia y la Amazonia (3 ºC a 4 ºC).

El escenario y la amenaza

Mientras en la zona Norte y Oriental prevalece un solo clima, en la Andina se presentan dos tempora-das invernales, que se inician con los equinoccios (marzo 21 y septiembre 22), y dos veraniegas, que empiezan con los solsticios (junio 21 y diciem-bre 22).

Cuando ocurre La Niña en la Región Andina, las temporadas de in-vierno y verano se hacen más húme-das. Con El Niño se hacen más secas, pero también los huracanes arrecian en el Caribe con mayor frecuencia e intensidad.

Un Niño moderado correspon-de a una anomalía térmica que está entre 0,5 ºC y 1,5 ºC, y un Niño fuerte supera los 1,5 ºC, según el Índice Oceánico El Niño (ONI, por sus siglas en inglés). Pese a ello, son otras las consecuencias de estos fenómenos cuando se incorporan a la dinámica creciente del calentamiento global.

En las dos últimas Niñas, por ejemplo, las anomalías de tempera-turas fueron parecidas: -10,5 ºC para el periodo 2007-2008 y -11,5 ºC para el 2010-2011, y duraron diez meses en promedio. Sin embargo, llama la atención la asimetría de los efectos en el país.

Mientras en La Niña de hace cuatro años las cifras llegaron a dece-nas de miles de damnificados en algo más de un centenar de municipios, en la que acaba de pasar ascendió a unos dos y medio millones de dam-nificados y daños severos en cientos de municipios, de los cuales cerca de tres decenas de cabeceras requieren reasentamiento.

Por sí mismos, los fenómenos de La Niña y El Niño no son los causantes de los enormes desastres de la pasada temporada invernal:

La imagen muestra las condiciones de La Niña débil: zonas frías en azul frente a Latinoamérica y cálidas en rojo hacia Indonesia.

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Sin gestión del riesgo, invierno volverá a hacer de las suyas

Al analizar los últimos dos fenóme-nos de La Niña, se evidencia que el calentamiento global es el que altera las condiciones del clima. Es en ese sentido que deben estar diri-gidas las acciones del Gobierno.

son las condiciones culturales, de infraestructura y de preparación del país –sumadas al creciente efecto del cambio climático– las que agudizan el problema.

En cuanto a los pronósticos, para la temporada de septiembre a noviembre en curso, el International Research Institute for Climate and

Society (IRI), basado en las predic-ciones de modelos y en las observa-ciones térmicas actuales (figura 1), estima que a pesar de que las con-diciones débiles de La Niña son el escenario más probable, también resulta posible un retorno a condi-ciones neutras, o sea, sin Niño ni Niña. No obstante, estará presente el

calentamiento global, como fuente de disturbio del clima.

El IRI estima que entre diciembre del 2011 y febrero del 2012, las proba-bilidades de que ocurra una Niña son de 50%, la de un periodo neutral, de 48% y las de un Niño, de 2%.

La gestión del riesgo

Ante lo grave del pasado even-to invernal, que desnuda la falta de adaptación al calentamiento global como causa primera de los daños aún por reparar, vale el reclamo desde la provincia por las acciones centrales pendientes para garantizar el uso ade-cuado de los recursos de la Nación, en prevalencia del interés general y sin detrimento de las medidas admi-nistrativas y la necesaria vigilancia y control.

En ese marco, el Gobierno da pasos fundamentales gracias a lo con-templado en el Plan Nacional de De-sarrollo, donde el tema se constituye en eje fundamental y se implementan tres estrategias: Gestión ambiental, Gestión del riesgo y Emergencia in-vernal.

Allí entran asuntos como el sis-tema de información ambiental, la gestión del recurso hídrico, el forta-lecimiento del Sistema Nacional de Prevención y Atención de Desastres (SNPAD), el inventario de asentamien-tos y aseguramiento de bienes en ries-go, el fortalecimiento de la Dirección General del Riesgo y sus similares a ni-vel departamental y municipal, así co-mo la rehabilitación, reconstrucción y prevención sector por sector, acciones que apenas van en curso.

A esto se suma la expedición del Decreto de Emergencia 144 del 21 de enero del 2011, para los Planes Muni-cipales de Reducción de Riesgos, y el fortalecimiento del SNPAD, al crear un ente de mayor jerarquía y proyección con la Dirección General del Riesgo.

Se destaca la incorporación de la gestión del riesgo en los Planes de De-sarrollo a la luz de la Ley 152 de 1994 y la expedición de la Ley 1454 del 28 de junio del 2011, para el ordenamien-to territorial, donde dicho aspecto se integra a los procesos de revisión y ajuste de los Planes de Ordenamiento Territorial; allí se contempla la asocia-ción de las corporaciones autónomas regionales y de los entes territoriales para emprender acciones de planifica-ción y gestión de los desastres.

En ese sentido, se han dado cam-bios organizacionales en el Estado y se han creado instrumentos idóneos, pero a la magnitud y naturaleza del problema se añade la deficiencia es-tructural que parte de una cultura de improvisaciones, consecuencia de ni-veles de información deficientes para el análisis oportuno y acertado de las acciones.

Referencias

Duque Escobar, Gonzalo (2007). Ame-nazas naturales en los Andes de Co-lombia. Documento de trabajo. Uni-versidad Nacional de Colombia (http://www.bdigital.unal.edu.co/1579/)(2011). Calentamiento global en Colom-bia (ponencia). En: El Día Mundial del Medio Ambiente, junio 6 del 2011, Ins-tituto Universitario de Caldas (http://www.bdigital.unal.edu.co/3673/)http://www.cpc.noaa.gov/products/analysis_monitoring/ensostuff/ens-oyears.shtmlhttp://iri.columbia.edu/climate/EN-SO/currentinfo/update.html

Nivel de anomalía climática, septiembre del 2011

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José Arquímedes Suárez,Unimedios

Medir los impactos concre-tos de Alianza para el Progreso en América Latina será muy difícil, a pesar de los estudios realizados y los que faltan por hacer; el espíritu de este programa ha sobrevivido a través de otras cooperaciones, pero un plan similar de Estados Unidos para la región no será posible, por ahora, debido a que estos países no representan ningún riesgo para la seguridad norteamericana.

Esa es la visión del historiador estadounidense Jeffrey F. Taffet, profesor asociado de la Academia de la Marina Mercante de Esta-dos Unidos, invitado especial al Seminario Internacional 50 Años de la Alianza para el Progreso en Colombia: Lecciones para el Pre-sente.

El profesor Taffet, especialista en el tema, afirma que los gobier-nos de la nación norteamericana posteriores a la formulación del programa no se comprometieron con la visión idealista de ayuda que planteó el presidente John F. Kennedy para la subregión. Cin-cuenta años después, la sociedad estadounidense prácticamente desconoce lo que fue ese plan de cooperación multilateral.

¿Qué resultados les dejó Alianza para el Progreso a Esta-dos Unidos y a América Latina?

Estados Unidos gastó muchos recursos para contribuir al desa-rrollo y el bienestar de la sociedad en América Latina: construcción de hospitales, carreteras, represas, vivienda y otro tipo de infraestruc-tura. En este nivel el programa sí tuvo éxito. Alianza para el Progreso se topó con problemas importan-tes en lo que tiene que ver con el alcance de la visión idealista del presidente John F. Kennedy sobre el cambio para mejorar la demo-cracia y promover las reformas en Latinoamérica. Estados Unidos francamente no se comprometió con esa visión y utilizó el programa como un mecanismo para condi-cionar a los gobiernos a hacer lo que a su gobierno le convenía.

Sin embargo, Colombia tuvo una mejor experiencia en compa-ración con las demás naciones lati-noamericanas, debido a que hubo mucho entusiasmo. Es justo decir que el desarrollo y la economía del país fueron mejores en los años 60. De otros países es más difícil decir eso. En Brasil, Chile y República Dominicana, por ejemplo, Alianza ayudó a promover alguna estabi-lidad, pero en realidad no cambió las condiciones básicas.

¿A través de qué programas ha sobrevivido Alianza en Améri-ca Latina?

El Plan Colombia es el único programa en que Estados Unidos está invirtiendo recursos en Amé-rica Latina y la lógica de la Alianza para el Progreso era la misma: si podía suministrar asistencia eco-nómica y militar, se creaba estabi-lidad para lograr un impacto po-sitivo sobre la política de un país extranjero. Este programa sigue, más o menos, esa idea. Es difícil entender por qué la gente quiere

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“Estados Unidos no se comprometió con Alianza para el Progreso”

Lo asegura Jeffrey Taffet, uno de los pocos estadounidenses que aún recuerda que su país algún día, por allá en los años 60, tuvo la visión idealista de aplicar un programa de cooperación para el desarrollo de América Latina, similar al Plan Marshall que se instauró para recuperar a Europa después de la Segunda Guerra Mundial.

hablar de intervención, pero en cierta medida los diferentes pla-nes (Alianza, Plan Colombia y los tratados de libre comercio) son

una forma de intervención debido a los intereses que Estados Unidos tiene en el mundo. Con Alianza se buscaba que el comunismo no se afianzara en América Latina. En la era contemporánea pretende limi-tar que las drogas lleguen al país. Entonces, es razonable pensar que utilice el poder que tiene para al-canzar estos propósitos. De mane-ra que es una intervención lógica, no hay nada que sea subversivo o malo en este concepto.

¿Cuál es la percepción de la sociedad civil estadounidense so-bre los resultados de Alianza para el Progreso?

Este programa es esencial-mente desconocido por la socie-dad civil estadounidense. Aún la gente más educada muy raramen-te sabe sobre esto. Se conoce y comprende el Plan Marshall. En cuanto a la política estadouniden-se en los años 60 existe conoci-miento sobre Cuba, sobre Bahía de Cochinos, la crisis de los misiles, pero hay poca comprensión sobre Alianza para el Progreso, algo que ya es parte de la historia. Eso es triste, pero es verdad.

¿Se han aplicado las leccio-nes heredadas de Alianza en pro-gramas posteriores hacia Améri-ca Latina?

Uno de los hechos interesantes de la política de Estados Unidos en los años 70 es que la administración de Richard Nixon se rindió frente a Alianza para el Progreso y se enfo-có en una política distinta, que en

vez de empujar el desarrollo deci-dió apoyar regímenes dictatoriales y militares como una manera de mantener segura la región. Así, las lecciones que hayan podido apren-derse no se tomaron en considera-ción.

¿Cuáles son las perspectivas de este tipo de ayudas para Amé-rica Latina?

No veo que esto vaya a suce-der nuevamente porque en Amé-rica Latina no hay una amena-za real para Estados Unidos. Los narcóticos son un problema y es posible imaginar que siga entre-gando dinero a Colombia y a otros países, como México, para enfren-tar el fenómeno del narcotráfico. También hay una dificultad con la migración ilegal, pero no veo que vaya a desarrollar programas de asistencia para frenar este asunto en América Central. Estados Uni-dos hoy está preocupado por el tema del fundamentalismo, por el sentimiento antiestadounidense, la violencia y el terrorismo, y Lati-noamérica no representa ninguna de estas amenazas.

¿Estudiar más lo que fue Alian-za para el Progreso contribuirá a aclarar sus impactos en la región?

Se necesita más investigación en América Latina, y más diálogo entre académicos latinoamericanos y estadounidenses sobre el impacto de Alianza, pero será difícil conse-guir respuestas concretas sobre los distintos impactos del programa en la región.

Jeffrey Taffet, experto en Alianza para el Progreso.

Ciudad Kennedy, en Bogotá, es la cara más conocida del programa Alianza para el Progreso en Colombia.

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Ciudad

Manizales, vulnerable a incendios

Fanny Lucía Pedraza Valencia,Unimedios

Cuando de amenazas se trata, se considera que Manizales es una ciudad vulnerable solo a eventos naturales: remociones de masa de tierra, inundaciones, sismos y erupciones volcánicas. Sin embar-go, existe un riesgo que no ha sido evaluado en su total dimensión: los incendios.

De hecho, no existe mayor in-formación frente a este peligro, como se evidencia en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT), que afirma: “No se cuenta con un inventario de las distintas tipolo-gías que componen los barrios, no se conoce el estado de las redes eléctricas, los mecanismos de coc-ción (medios que utilizan los ha-bitantes para preparar alimentos), la capacidad de combustión de los materiales, entre otros”.

Según lo evidencian las cifras del DANE, lo grave es que cerca de la mitad de la población de la capital caldense (unas 195 mil per-sonas) se ubica en los estratos 1 y 2, en sectores donde predominan construcciones fabricadas en ma-dera, esterilla-bahareque y hasta cartón, sin ninguna recomenda-ción o norma técnica. Este tipo de materiales son, precisamente, los más propensos a incendiarse.

El ingeniero civil John Fredy Osorio Cardona, magíster en Me-dio Ambiente y Desarrollo de la UN en Manizales, realizó una in-vestigación que analiza las falen-cias del POT de Manizales, de cara a la amenaza por incendios. “No solo hallamos desinformación, si-no también falta de interés de la Administración municipal frente al tema”, indica el ingeniero.

El actual POT muestra amena-zas relacionadas con la topografía de la ciudad (altas pendientes que pueden provocar derrumbes y des-lizamientos), el clima (prevalencia de lluvias) y las probabilidades de un sismo. No obstante, se queda muy corto ante la amenaza latente de incendios.

El magíster afirma que el pro-blema se debe resolver con rapi-dez, ya que la falta de mecanismos de prevención podría generar nue-vos y peores eventos catastróficos, como el ocurrido en agosto pasa-do, cuando 40 familias perdieron todo tras el incendio que destruyó el humilde barrio El Aguacate.

Un POT insuficiente

En el Plan de Ordenamiento Territorial del año 2007 se delimi-taron los barrios que por el tipo de materiales de construcción presen-taban mayor susceptibilidad ante incendios, a través de un Inven-tario de Tipologías Constructivas realizado por la Oficina Municipal para la Atención y Prevención de Desastres. El inventario especifica la vulnerabilidad de las viviendas según el riesgo de combustión que tienen sus materiales, pero se ob-vian factores como el acceso a la vivienda, el nivel socioeconómico y la poca preparación de los habi-tantes.

“El POT es insuficiente para cubrir emergencias por incendios, lo cual se puede corroborar al ob-servar la zonificación presente en los mapas; solo se describen las zonas como de alto, medio o bajo riesgo, sin saber la realidad que se vive en otros barrios de la ciudad”, explica Osorio Cardona.

En el mapa se establece en zona de alto riesgo a barrios como Galán, La Estrada, La Avanzada, Asís, San Antonio, El Bosque, La Macarena, El Nevado y Marmato.

“Quedan por fuera por lo menos otros 25 que están en riesgo debi-do a que prevalecen construccio-nes en bahareque, cartón, esteri-lla, guadua o madera; es el caso de los barrios El Aguacate y Camilo Torres”, argumenta el ingeniero.

Otro factor que complica el panorama es la falta de informa-ción de la comunidad frente al riesgo en el que vive. Se suma la falta de recursos, que impide a las personas buscar sitios segu-ros o contar con alternativas de vivienda cuando se presenta una conflagración.

Osorio Cardona halló que Ma-nizales carece de una red de hi-drantes fuerte. Según el Plan de Emergencias formulado el 16 de enero del 2003, deberían estar ins-talados en sitios clave y ser uti-

lizados para atender y prevenir posibles emergencias.

“Se solicitó a la empresa Aguas de Manizales un informe del esta-do de los hidrantes. Esto nos dejó más preocupados, pues de los 859 instalados en la zona urbana, solo

50% están en buen estado, 4% están dañados y 1,1% regulares”, sostiene el in-vestigador. Un dato curioso es que no hay información precisa sobre dónde se ubi-ca el restante 45% de estas válvulas de emergencia.

Propuesta de la UN

Para John Fredy Osorio, es ur-gente replantear los mapas de ries-go de Manizales, pero sobre todo cambiar la percepción frente a la utilización de materiales como la madera y la guadua. Por eso, en su trabajo de maestría plantea seguir empleando la madera y el bahare-que, pero con una técnica que él denomina Bahareque Encementa-do Contemporáneo.

La propuesta es ofrecer mate-riales más livianos, resistentes al ca-lor y económicos en su adquisición,

como mampostería confinada, ba-hareque encementado contempo-ráneo y el sistema dry-wall (placas de yeso y acero galvanizado). “Des-de que se fundó, en Manizales las viviendas se construyen con mate-riales autóctonos sin ningún tipo de componente adicional. Lo que se busca es reforzar estructuralmente esos materiales tradicionales para que las viviendas sean óptimas”, asevera.

El investigador asegura que se debe estudiar a fondo la tradición constructiva de la región cafetera para que haya una mejor prepara-ción ante los incendios, pero consi-dera que más que cambiar los ma-teriales de construcción, hay que modernizar las técnicas. “Con lo que se construye una vivienda en mampostería tradicional se pueden construir dos en bahareque ence-mentado. Hay un ahorro entre 20% y 50%”.

Además de evidenciar la falta de preparación de las autoridades de Manizales ante el riesgo por incen-dios, el estudio de John Fredy Osorio se convierte en una herramienta con la que podría generarse una adecua-da gestión de la prevención.

La reformulación del POT en Manizales debe incluir un nuevo mapa de riesgos, una delimitación de otros barrios amenazados por incendios y la ubicación de hidrantes en puntos estratégicos.

El difícil acceso a barrios subnormales, como Galán (imagen), complica la atención oportuna de los organismos de socorro.

La falta de hidrantes en algunas zonas, como El Aguacate, disminuye las probabilidades de respuesta ante incendios. Esto no se contempla en el actual POT de Manizales.

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Casas de los estratos 1 y 2 de la capital caldense están construidas en madera, bahareque y cartón. Un estudio determinó que la ciudad no está preparada para una conflagración de gran envergadura, algo que se podría remediar si se replantea el actual Plan de Ordenamiento Territorial y se aplican nuevos métodos constructivos.

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La ciudad como referenteSi se lee con cuidado La Política de Aristóteles, se encontrará que no se sostiene la idea de que los ciudadanos construyen las ciudades, como si fueran no solo causas materiales sino también formales del espacio de la vida pública. Se encontrará, más bien, que son las ciudades las que constituyen a los ciudadanos.

Jesús Rodríguez Zepeda,Profesor e investigador

Departamento de FilosofíaUniversidad Autónoma Metropolitana de México

Sin ciudad, en definitiva, no hay ciudadano, tampoco sujeto al-guno del espacio público, ni posi-bilidad genuina de hacer política. Antes de las ciudades e incluso contra las ciudades puede haber dominio y fuerza, pero solo en el espacio urbano se puede hacer política propiamente dicha, es de-cir, vida ciudadana.

Y aunque, desde luego, las ciudades no aparecieron con los griegos y su historia se remite al menos hasta la Mesopotamia, solo al ser entendidas como espacio de la vida pública, los centros ur-banos dejaron de ser vistos como un mero lugar físico de concentra-ción de una multitud para ser con-templados como espacio, a la vez arquitectónico e intangible, de la intersubjetividad y la construcción de vida comunitaria.

En efecto, la polis (πόλις), es decir, la ciudad-Estado que dio lu-gar y contexto a las épocas áureas de la democracia ateniense y de la filosofía de la Antigüedad, es la condición de posibilidad de la vida pública, la deliberación colectiva, la legislación y la acción social.

Los hombres, como bien sos-tenía el estagirita, podían agru-parse, y de hecho lo hacían, en grupos familiares, clanes, aldeas o pueblos, y entonces eran solo familias y grupos humanos que pugnaban por construir su vida, es decir, su supervivencia y la re-producción cotidiana en su senti-do más elemental; pero para ellos la excelencia y el florecimiento, o sea la realización humana plena conforme a su logos (λóγος) o ra-zón, fue posible solo cuando se hicieron capaces de convivir en el espacio político de la ciudad.

Con el advenimiento de la ur-be, continuaba Aristóteles, las for-mas de agrupación humana que le precedieron en el tiempo podían entenderse como pasos necesarios

para la construcción del espacio urbano. La ciudad corona el pro-ceso de la sociabilidad humana, le otorga sentido final o teleológico al mandato biológico de la vida en común y proporciona un hori-zonte trascendente a la actividad cotidiana de las personas.

Al acentuar el peso axiológico de la ciudad, Aristóteles cambió la ruta de precedencia de las formas de organización humana e hizo de la última etapa la razón de ser de las anteriores, como si la ciu-dad hubiera sido siempre la meta oculta de los procesos de sociali-zación. La ciudad se convierte así en el referente para explicar toda otra forma de vivir en común, es el todo cuya calidad supera a cada uno de los elementos que lo cons-tituyeron.

Ello nos permite entender la famosa metáfora aristotélica del cuerpo y la mano: la mano (el ciudadano) solo es mano porque cumple su función en el cuerpo (la ciudad). Separada de este, la mano es un cuerpo inerte que ni siquiera merece ya ese nombre. No existe ciudadano si no existe la ciudad, y no existe, por ende, la posibilidad de vivir de manera plena en la soledad, el apartamiento y el en-cierro de la vida privada.

Terreno para el bien común

El idiota griego (ιδιωτης idio-tes) no era el sujeto limitado in-telectualmente, sino el sujeto en-cerrado en la vida privada, procu-rador únicamente de sus intereses y separado de la vida pública. El

tono negativo del adjetivo idiota en nuestra época proviene de esa idea de que la ausencia de publici-dad es un grave daño para la vida humana.

Aristóteles fue, así, el primer urbanita, acaso el más radical, y fue también el precursor de la de-fensa de la ciudad como terreno nutricio de la virtud, la justicia, el gobierno recto y el cultivo de las cualidades racionales del hombre. Y aunque Aristóteles nunca cayó en el juicio ingenuo de creer que el bien común que era posible de-fender en las ciudades habría de eliminar el poder y las relaciones de autoridad, sí entendió que tales formas de gobierno y dominio po-dían encontrar su rectitud bajo la forma de la justicia y la superación de la parcialidad únicamente en la ciudad.

Si bien no todas son justas y rectas, solo en ellas se puede construir la justicia y establecer formas de gobierno acordes con el bien común. El despotismo, el interés particular convertido en dominio del otro, contradice al es-píritu urbano de la libertad de los ciudadanos.

Aristóteles expulsó a las mu-jeres, a los niños, a los ancianos, a los esclavos y a los extranjeros de la ciudad. No lo hizo, por su-puesto, de la ciudad física y tan-gible, sino de la ciudad entendida como comunidad política y como prerrogativa geográfica de dere-chos. Su herencia, sin embargo, es clara. La ciudad hace libres a los hombres. En nuestra épo-ca, tendríamos que reformular el

aserto: la ciudad hace libres a las personas.

Tan poderosa y movilizadora ha sido la idea que en la Edad Media se hizo popular el adagio de que “el aire de la ciudad hace libres a los hombres”. En efecto, el espacio urbano, aún en sus proporcionalmente modestas di-mensiones, significó para el tar-do-medievo una ruta de escape de la servidumbre feudal y de la ausencia de vida pública. Las ciudades, por ejemplo, incuba-ron las universidades, las cortes, las aristocracias, las incipientes actividades industriales y en su espacio geográfico echó raíces el Estado moderno.

Existe, no obstante, un pode-roso prejuicio romántico contra las ciudades. Estas son presenta-das como culpables de romper las comunidades tradicionales, de inyectar libertad en relaciones es-tables de dominio, de despersona-lizar las relaciones entre la gente, de disolver el poder moral y las jerarquías de la familia y la religión y de hacer obsoleto el “cara a cara” de la intersubjetividad directa.

Jean Jacques Rousseau sería su gran detractor, o al menos el más poderoso precursor de su re-chazo moderno. Si el buen salvaje, ese sujeto poderoso, productivo y viril que puebla el mundo natural, es el prototipo de la integridad moral, la vida urbana es el camino de la abyección y la molicie. Hay que decirlo: buena parte de la et-nografía y la antropología contem-poráneas han heredado ese prejui-cio anticitadino de Rousseau.

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Ciudad

Libertad

La invención de América es la historia de la invención de sus ciu-dades. México, Buenos Aires, Lima, Santiago, Bogotá. Contra lo que con frecuencia se cree, el mundo colo-nial de la América española no fue fundamentalmente rural y campe-sino, sino urbano y exquisitamente complejo.

La política y el poder, con sus correlatos de vida artística e intelec-tual, se cultivaron en las ciudades y, cuando fue posible, desde allí irradiaron a sus periferias. En las urbes americanas se proyectaron los movimientos de independencia y se fraguaron nuestros actuales Estados. Como en México, hoy día se cultivan en su seno derechos que son inconcebibles en las zonas ru-rales de la misma nación. La ciudad sigue alimentando la libertad, y a la vez tomando impulso de ella.

La ciudad despersonaliza y di-luye las lealtades y los vínculos de la tradición; pero en vez de lamentar este hecho, habría que tomárselo en serio para perfilar el tipo de ciu-dadanía que nuestro tiempo exige. Frente al sueño polpotiano del ex-terminio de las urbes, habría que reclamar el ideal ciudadano de la comunidad política como terreno del encuentro de los diversos, de los poderes sujetos a revisión y control y de la marcha civilizatoria de la sociedad.

La ciudad de nuestros días no solo es un referente para el pensa-miento político debido a su larga historia y compleja fenomenología, lo es también debido a su capaci-dad de construir ciudadanos aptos para encarar el complejo mundo de la política.

La política y el poder, con sus correlatos de vida

artística e intelectual, se cultivaron en las ciudades

y, cuando fue posible, desde allí irradiaron a sus

periferias.

Jesús Rodríguez Zepeda es uno de los coordinadores del XII Simposio Iberoamérica: La Ciudad y el Poder, que realizará la Universidad Nacional de Colombia en Corferias.

Las ciudades permiten el intercambio, la vida pública, la deliberación colectiva, la

legislación y la acción social.

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Colombia, pionera en siembrade tabaco orgánicoMatices: Historias detrás de la investigaciónAutor: Unidad de Medios de Comunicación - Unimedios Universidad Nacional de Colombia

Literatura: teoría, historia, críticaAutor: Departamento de LiteraturaUniversidad Nacional de Colombia

Invitación a la ciencia, a su método y a la biologíaAutor: Germán Amat GarcíaFacultad de CienciasUniversidad Nacional de Colombia

Construir paz: aportes desde la Universidad Nacional de ColombiaAutores: Facultad de Ciencias Humanas, Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, Facultad de EnfermeríaUniversidad Nacional de Colombia

Dos tipos de hongos (micorrizas y Trichoderma) y una bacteria (Bacillus thu-ringiensis) son el trío poderoso que le dan la batalla a los contaminantes fertilizantes y fungicidas que se utilizan en los cultivos de tabaco. Los tres son organismos que provee la misma naturaleza y que, bien usados, ayudan a obtener plantas de taba-co orgánico en beneficio del ambiente y la salud de los agricultores.

Bajo el liderazgo del grupo Biogestión de la Universidad Nacional de Colombia y la financiación de la British American To-bacco, se desarrolla un proyecto piloto en el municipio de Campoalegre, en el Huila, en el que 10 familias campesinas, sin utili-zar insumos químicos, pronto producirán

Esta edición es una compilación de miradas diversas sobre un fenómeno en mutación permanente que se resiste a ser normatizado o subyugado por una mirada hegemónica como es el teatro.

El reconocido director teatral Santiago García expresaba: “La paradoja más importante del arte está en que, por un lado, tiene que buscar a brazo partido la invención, renovarse continuamente, encontrar en el cambio la vida; por otro, retornar al pasado, a la experiencia de lo

La metodología de la investigación se refiere a la indagación sistemática de los fenómenos y a la formulación de mé-todos que deben adoptarse en la práctica científica; forma parte de la construc-ción estructural de la ciencia y promue-ve los desarrollos en una modalidad de conocimiento posibilitado por la tríada sujeto-ciencia-objeto. El libro de texto Invitación a la ciencia, a su método y a la biología, escrito con una didáctica sencilla, muestra un panorama de la in-vestigación en el contexto de su riqueza conceptual, su perspectiva histórica, el sentido de la práctica científica y con el referente del método como un puente teórico-metodológico entre la investiga-

Acercar el conocimiento de la paz a los estudiantes y a la comunidad en general, a potenciarla a través de la con-vivencia y la prevención de los conflictos, y asumirla como preocupación funda-mental en cada acción que emprenden los seres humanos fue el objetivo central de la Cátedra Manuel Ancízar ‘Construir paz: aportes desde la Universidad Nacio-nal de Colombia’.

En este compilado se encuentran las percepciones de destacados acadé-micos de la Institución y del país que participaron en este encuentro de ideas, propuestas, análisis y controversias, que le apuestan al sueño de la reconciliación, como bien lo describe William Ospina,

tabaco orgánico de alta calidad.Matices: Historias detrás de la in-

vestigación muestra el duro camino que hay que recorrer para cambiar los hábitos y las percepciones de los campesinos, para quienes no es fácil abandonar los métodos tradicionales de sembrado e in-sertarlos en la era de la responsabilidad ambiental.

En el país, el tabaco ha sido un pro-ducto agrícola importante para la econo-mía. El departamento con mayor número de hectáreas sembradas es Santander, con cerca de 5.500, le siguen Huila con 2.400, Sucre con 900 y Bolívar con 400. De ahí la trascendencia de llevar alternativas orgánicas, pero que sean rentables.

trajinado, a la memoria de la cultura en que se asienta”.

Esta paradoja interesante, proyectada al teatro, podría considerarse como una justificación para postular el tema monográfico de la revista Literatura: teoría, historia, crítica vol. 13 No. 1. El teatro, que se sitúa en permanencia en una situación en la que quiere –tiene que– renovarse y al mismo tiempo retornar al pasado –a la memoria de la cultura–. Reclama que se renueve el pensamiento sobre él y se remita a su propio

ción y la ciencia. Se incluye también una “pequeña dosis” de reflexión sobre algunas implicaciones filosóficas, derivadas del co-nocimiento biológico.

La obra está dirigida a quienes se inician formalmente en la ciencia, parti-cularmente la biología, para que en una “primera impresión” puedan aprehender de esta su “lado amable”. Se desarrollan conceptos generales, lenguaje (teorías, leyes, hipótesis, modelos), los alcances de la inventiva, los descubrimientos, la genialidad científica, los componentes del método, su aplicación, su historia y una reflexión sobre los desarrollos del cono-cimiento biológico. Al final de la obra se incluyen algunas propuestas didácticas,

uno de los invitados especiales.Precisamente, este reconocido escri-

tor manifiesta que Colombia es una so-ciedad que no se ha reconciliado consigo misma, por eso invita a creer en el cambio de las cosas desde aspectos como la re-forma agraria enfocada desde un nuevo diálogo entre la economía, la ciencia y los conocimientos ancestrales, y desde una re-forma educativa, que forme seres humanos y ciudadanos que permitan que la sociedad se haga dueña de una memoria común.

La diversidad de pensamientos que se presentó en la Cátedra Manuel Ancízar evidencia una sola cosa: la urgencia de asu-mir acciones pacíficas en la cotidianidad de nuestros quehaceres.

pasado para poder dirigirse al teatro que les es contemporáneo.

Tres de los artículos interrogan la condición actual del teatro y su devenir, tomando apoyo en la verificación de la doble estrategia que el teatro despliega frente a los nuevos medios de comunicación. De otro lado, aparecen artículos que piensan el teatro desde la lectura atenta de la producción de dos autores teatrales de gran importancia y de las posibilidades que sus obras abren al teatro mismo.

bajo la modalidad de taller, orientadas a la revisión de algunos de los conceptos expuestos.

Aunque la investigación se aprende investigando, esta última es susceptible de enseñarse y aprenderse en un contexto cu-rricular mediante procesos pedagógicos, de manera que conocimientos, valores y habilidades se aprovechen de una manera óptima si al científico en formación se le facilitan instrumentos auxiliares, como el presente texto. Se invita a los lectores a enriquecer su interpretación sobre el mé-todo científico; es indiscutible que aún en los ínfimos resquicios de la práctica me-tódica de la investigación, siempre habrá espacios para el espíritu creativo.

Reseñas