UN periódico N° 147

24
Bosques chocoanos se fragmentarían en 40 años Zalamea, el dibujo como alma de la resistencia Imágenes y percepciones de un artista cuya obra logró desnudar el sistema óseo de un país que, por momentos, parece condenado al suspenso. Innovación Educación Coyuntura Salud Usan energía de las nubes para cargar equipos electrónicos Invierno incrementó contagio de toxoplasmosis en niños Ley de Víctimas: avances, limitaciones y retos Universidades públicas condenadas a debacle financiera 16 2 10 7 Pág. 12 Pág. 20 Archivo particular http://www.unperiodico.unal.edu.co [email protected] Bogotá D.C. No. 147, domingo 14 de agosto de 2011 Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987 El cálculo de 336 mil hectáreas de bosques deforestados por año en el país podría ser tres veces mayor, pues los sistemas cartográficos y de identificación forestal no están reflejando la realidad. A través de imágenes satelitales, registro de datos y modelos matemáticos, un estudio del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia evidencia la transformación de la selva y la pérdida de extensión forestal en el municipio de Acandí. Bosques chocoanos se fragmentarían en 40 años

description

Documento realizado por la Unidad de Medios y Comunicación – Unimedios de la Universidad Nacional de Colombia.

Transcript of UN periódico N° 147

Page 1: UN periódico N° 147

Bosques chocoanosse fragmentarían en 40 años

Zalamea, el dibujo como alma de la resistenciaImágenes y percepciones de un artista cuya obra logró desnudar el sistema óseo de un país que, por momentos, parece condenado al suspenso.

InnovaciónEducaciónCoyuntura SaludUsan energía de las nubes para cargarequipos electrónicos

Invierno incrementó contagio de toxoplasmosis en niños

Ley de Víctimas: avances, limitaciones y retos

Universidades públicas condenadas a debacle financiera

162 107

Pág. 12

Pág. 20

Arc

hivo

par

ticul

ar

http://www.unperiodico.unal.edu.co • [email protected]á D.C. No. 147, domingo 14 de agosto de 2011

Publicación de la Universidad Nacional de Colombia • ISSN 1657-0987

El cálculo de 336 mil hectáreas de bosques deforestados por año en el país podría ser tres veces mayor, pues los sistemas cartográficos y de identificación forestal no están reflejando la realidad. A través de imágenes satelitales, registro de datos y modelos matemáticos, un estudio del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia evidencia la transformación de la selva y la pérdida de extensión forestal en el municipio de Acandí.

Bosques chocoanosse fragmentarían en 40 años

Page 2: UN periódico N° 147

2

147 14 de agosto de 2011

Director: Carlos Alberto Patiño VillaCoordinación periodística: Carolina Lancheros Ruiz Coordinación editorial: Nelly Mendivelso Rodríguez

Comité editorial: Jorge Echavarría Carvajal � Egberto Bermúdez � Paul Bromberg � Alexis de Greiff � Fabián Sanabria Diagramación: Jonny Flórez Murillo Corrección de estilo: Verónica Barreto Riveros

Gestión administrativa: Jaime Lesmes Fonseca Impresión: CEET, Casa Editorial El Tiempo

Las opiniones expresadas por los autores y sus fuentes no comprometen los principios de la Universidad Nacional de Colombia ni las políticas de UN Periódico

Página Web: http://www.unperiodico.unal.edu.co Versión Internet: UNDigital Correo electrónico: [email protected] Teléfonos: 316 5348 - 316 5000 extensión: 18384 / Fax: 316 5232 Edificio Uriel Gutiérrez Carrera 45 Nº 26-85, piso 5º. ISNN1657-0987

Coyuntura

Ley de Víctimas:avances, limitaciones y retos

Si bien la ley de atención y reparación a las víctimas supera debates que polarizaron la discusión en la época del gobierno Uribe, se advierten limitaciones en la búsqueda y reconocimiento de la verdad, y retos como el impacto fiscal y la inversión que el Estado deberá hacer en reparaciones, entre otros temas.

Rodrigo Uprimny Yepes,Profesor Facultad de Derecho, Ciencias

Políticas y SocialesUniversidad Nacional de Colombia

Director de DejusticiaNelson Camilo Sánchez,

Profesor Maestría en DerechoUniversidad Nacional de Colombia

Investigador de Dejusticia

El 9 de junio del 2011, en la Casa de Nariño, el rutinario acto de sanción de las leyes se vio transformado con la visita de una extensa comitiva que tenía como invitado de honor al se-cretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-Moon. La oca-sión había sido estratégicamen-te planeada para presentar con regocijo no solo al país, sino a la comunidad internacional, una de las iniciativas bandera de es-

te Gobierno: la sanción de la ley de atención y reparación a las víctimas del conflicto armado.

Su aprobación casi unánime desconcertó a buena parte de la opinión pública, pues al inicio del mandato pocos contaban con que el Presidente Santos, elegido gracias a una plataforma de continuidad a las políticas del ex presidente Álvaro Uribe, hiciera de la sanción de la Ley de Víctimas una de sus priori-dades legislativas. Pero a pesar de la polarización vivida por un proyecto de ley similar que nau-fragó en el 2009, la actual ley no solo fue ratificada por una importante mayoría, sino que además ha sido catalogada de histórica.

Como suele suceder en este tipo de concertaciones políticas,

al texto final de la Ley de Víc-timas y Restitución de Tierras, (Ley 1448 de 2011), objeto de múltiples felicitaciones y reco-nocimientos nacionales e inter-nacionales, no le faltan críticas, tanto políticas (provenientes de sectores de izquierda y de de-recha) como técnico-institucio-nales.

El contenido

La Ley de Víctimas y Resti-tución de Tierras busca de algu-na manera reunir, en un mismo instrumento, diversas medidas y garantías para estas perso-nas, pero no codifica todas las normas existentes al respecto. No obstante, se refiere a múlti-ples temas, lo cual la hace tanto

comprensiva como ambiciosa. Así, cuenta con un capítulo in-troductorio en donde se señalan una serie de principios genera-les; un capítulo sobre participa-ción de las víctimas en el proce-so penal; una serie de medidas que buscan garantizar la seguri-dad y promover la protección de las víctimas y los intervinientes en los procesos de reclamación de tierras; una sección dedicada a la atención de víctimas y otra a las medidas de asistencia; un capítulo sobre reparaciones que incluye un novedoso proceso para activar la restitución de tie-rras despojadas; uno en donde se establece el arreglo institu-cional que operará el sistema de atención y reparación; un capí-tulo con normas especiales para niñas y niños desmovilizados,

Víct

or M

anue

l Hol

guín

/ U

nim

edio

s

La ley crea un sistema mixto judicial/administrativo para que las personas despojadas de sus tierras por causa del desplazamiento forzado puedan reclamarlas.

Page 3: UN periódico N° 147

3

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Coyuntura

y un capítulo final en el que se tratan normas adicionales sobre participación y otras.

A nuestro juicio, si bien la ley supera algunos de los deba-tes que polarizaron la discusión en la época del gobierno Uribe, aún cuenta con puntos proble-máticos. Es decir, en el texto se advierten bondades, pero tam-bién limitaciones y riesgos en el articulado.

Los aciertos

De la ley se destaca, en pri-mer lugar, el propio proceso de concertación y el reconocimiento simbólico que esta representa. Di-cha apertura permitió, a su vez, corregir una de las contrariedades fundamentales del anterior pro-yecto, que era la discriminación a las víctimas de agentes de Estado. El texto aprobado se basa en el re-conocimiento de la victimización a partir del hecho y no del agente, tal como erróneamente era de-fendido por el gobierno anterior. Gracias a ello, el texto de la ley también reconoce expresamente el concepto de conflicto armado, tema muy disputado en el país.

En segundo lugar, la ley in-corpora en general de manera apropiada, a nivel de los prin-cipios, los estándares interna-cionales sobre derechos de las víctimas. Tales principios son importantes no solo como re-conocimiento social y político del Estado a las personas afec-tadas, sino además porque la gran mayoría de mecanismos de reparación serán reglamentados por el Ejecutivo, lo que hace necesario establecer principios claros que orienten la función reglamentaria.

En tercer lugar, la ley de-muestra una intención de ajus-tar mecanismos que están ope-rando deficientemente, como la reparación administrativa (aun-que su reglamentación fue total-mente delegada al Ejecutivo, por lo cual es temprano para evaluar si habrá cambios importantes). Igualmente, el proyecto planea una propuesta de diseño insti-tucional que coordine la aten-ción integral a víctimas, con el fin de reducir los trámites y las rutas de acceso a derechos.

En cuarto lugar, la sistema-tización de los derechos de las víctimas en el proceso penal es en términos generales apropia-da, aunque a nivel técnico pue-da discutirse la conveniencia de que esas medidas estén en la Ley de Víctimas y no en el Có-digo de Procedimiento Penal. Algunas de estas, además, bus-can reducir discriminaciones de género detectadas en el acceso a los procesos ordinarios y de Justicia y Paz.

Finalmente, hace una apuesta importante por esta-blecer medidas en todos y cada uno de los componentes de la reparación (restitución, com-pensación, satisfacción, reha-bilitación y garantías de no re-petición), en donde se destaca el capítulo de restitución de tierras. Crea un sistema mix-to judicial/administrativo para que las personas que han sido despojadas de sus tierras, como producto del desplazamiento forzado ocasionado por el con-flicto, puedan reclamarlas de manera expedita y con algunas ventajas derivadas de la flexibi-lización de cargas probatorias y la creación de presunciones de despojo.

Las limitaciones

Aunque la ley abandona la problemática idea de que el Es-tado otorga las reparaciones con base en el principio de solidari-dad, no queda claro cuál es su fundamento. Así, con la falta de mención expresa a la responsa-bilidad del Estado, puede perder gran parte de su fortaleza como medida simbólica de reconoci-miento, que es en últimas lo que muchas víctimas han solicitado.

Asimismo, no se determina cómo reparar sin esclarecimien-to histórico. En ese sentido, la búsqueda y el reconocimiento de la verdad quedan sin cubrir, lo cual afecta no solo la posibi-lidad de satisfacer el derecho de las víctimas y de la sociedad en general a saber con certeza lo ocurrido, sino que además im-pide hacer ejercicios no dispu-tados de reparación y reconoci-miento. Adicionalmente, sin una política efectiva de judicializa-ción de los más graves hechos y atrocidades cometidas en el conflicto, las medidas de repa-ración quedan vacías en su con-tenido. Sin embargo, nada hace prever que existe una intención

gubernamental deliberada por articular estas necesidades.

De otro lado, la definición de víctima sigue generando po-lémicas, al menos por tres razo-nes: 1) la exclusión de aquellos denominados de “manos su-cias”, que señala que no serán víctimas las personas que hayan pertenecido a grupos armados al margen de la ley, lo cual es pro-blemático, pues si un paramili-tar o un guerrillero es torturado, no deja de ser víctima a pesar de ser también culpable; 2) no queda claro si están incluidas en los beneficios las personas victi-mizadas por los grupos armados que se activaron después de la desmovilización de los parami-litares (las llamadas Bracrim), y 3) la ley estipula que se podrán obtener reparaciones adminis-trativas materiales por hechos posteriores a 1985, y algunos críticos consideran que debió establecerse una fecha anterior.

Por último, un tema bien complejo: la articulación entre política social y de víctimas. Uno de los principales objetivos de los ponentes del proyecto era evitar una confusión que sue-le darse en Colombia entre los deberes estatales de reparación

integral, atención humanitaria y política social.

En parte, dicha confusión se presenta debido a que la ma-terialización de estos deberes a veces coincide en la práctica. No obstante, la reparación de las víctimas de crímenes atroces, la prestación de servicios socia-les a todos los ciudadanos y la atención humanitaria a perso-nas afectadas por desastres son deberes autónomos en cabeza del Estado, que tienen un origen y una razón de ser diferentes. Al final, aunque teóricamente la ley distingue entre asisten-cia humanitaria, política social y reparaciones, muchas medi-das concretas tienden a confun-dir los tres aspectos, en espe-cial cuando se trata de personas desplazadas, pues declara como reparación medidas de política social, como es el caso del sub-sidio de vivienda.

Los grandes retos

Con todas sus ventajas y li-mitaciones, la ley tiene riesgos y desafíos adicionales que solo podrán ser superados a partir de una reglamentación adecuada, y de clara voluntad política a la ho-ra de ser implementada. Al menos cinco retos pueden distinguirse como prioridades para el Gobier-no.

Primero, reglamentar los más de 15 programas y medidas que la ley delegó al Gobierno, entre los cuales se encuentran la repara-ción administrativa, la reparación para pueblos indígenas y comu-nidades negras, las reparaciones colectivas, entre otras. Segundo, garantizar seguridad para las víc-timas que van a acceder a los me-canismos, especialmente para los reclamantes de tierras. Tercero, asegurar una adecuada participa-ción de las víctimas y sus organi-zaciones tanto en el diseño como en la ejecución de las medidas. Cuarto, proporcionar la estruc-tura institucional necesaria para implementar la ley de manera tal que sea pronta, eficaz, respetuosa y sensible con las víctimas.

Finalmente, el tema del im-pacto fiscal y la inversión del Es-tado en materia de reparaciones sigue siendo el fantasma que ron-da la ejecución de la ley; el Esta-do y la sociedad deben hacer los esfuerzos necesarios para que las disposiciones establecidas en esta se hagan realidad. El efecto sim-bólico de su aprobación y el com-promiso del Gobierno se tornarán negativos si no se traducen en medidas concretas y específicas que vayan más allá de la entre-ga disfrazada de unos beneficios sociales o unos reconocimientos vacíos.

Fuen

te: A

FP

En teoría, la ley distingue entre asistencia humanitaria, política social y reparaciones, pero muchas medidas concretastienden a confundir los tres aspectos, particularmente cuando se trata de personas desplazadas.

En la ley no queda claro si dentro de los beneficios están incluidas las víctimas de grupos armados que se activaron después de la desmovilización de los paramilitares, como las Bacrim.

Page 4: UN periódico N° 147

414

de

agos

to d

e 20

1114

7Economía

Internacionalizaciónde las empresas colombianas,

¿“remedio” frente a la revaluación?

Ramón Javier Mesa Callejas,Decano Facultad de Ciencias Económicas

Universidad de AntioquiaDocente de cátedra

Universidad Nacional de ColombiaSede Medellín

Durante los últimos años, Co-lombia viene enfrentando un largo proceso de revaluación de su mo-neda, impulsado entre otras razones por la prolongada devaluación del dólar y la fuerte entrada de capita-les, atraídos fundamentalmente por el sector minero-energético y por la mayor rentabilidad de la deuda pública nacional. Esta última, debi-do no solo a la mayor diferencia de tasas de interés a favor del mercado financiero local, sino también a la abundante liquidez y al aumento del riesgo de los principales activos financieros de las economías avan-zadas.

Igualmente, los buenos precios internacionales de los principales productos colombianos como el pe-tróleo, el café y los hidrocarburos han aumentado de manera significa-tiva las exportaciones tradicionales y con ello la oferta de dólares en la economía. Hoy, el panorama se torna más complejo y se discute con insistencia qué hacer frente a este fe-nómeno, ante la perspectiva de una acelerada revaluación por el efecto contagio de la crisis fiscal en la zona del euro, los problemas de endeu-damiento en los Estados Unidos y la probable avalancha de capitales que se aproxima como resultado del grado de inversión otorgado por las calificadoras de riesgo internaciona-les al país hace un par de meses.

Uno de los argumentos más se-ñalados en contra de la revaluación es el efecto negativo que se deriva sobre la rentabilidad de los sectores exportadores, como son la industria y la agricultura. De hecho, la ines-tabilidad del tipo de cambio se ha convertido en uno de los principales problemas que enfrenta la industria en los últimos años. Ello debido a la pérdida de dinamismo de las deno-minadas exportaciones no tradicio-nales, que son las que generan valor agregado a la economía.

Crecimiento en medio de la revaluación

Sin desconocer lo anterior, las recientes cifras sobre el com-portamiento del sector exportador colombiano de productos no tra-dicionales, distintos a los minero-energéticos, indican una aceptable recuperación después de la crisis

Implementando estrategias de innovación en los productos y expandiendo sus negocios en otros países, los empresarios colombianos han podido contrarrestar los efectos negativos de la revaluación de la moneda. El éxito de estas acciones solo se reflejará en el futuro de sus exportaciones.

AFP

Fuen

te: A

ND

I, En

cues

ta d

e O

pini

ón C

onju

nta.

Fuen

te: E

l Tie

mpo

.com

y D

iner

o.co

m

económica mundial, la pérdida del mercado venezolano y la fuerte re-valuación del peso. En efecto, al cierre del mes de junio de este año, crecieron a un ritmo de 6,0% anual, más de 14 puntos por encima del nivel promedio observado en el pe-riodo 2009-2010, que fue de -8,6%.

Una probable explicación de dicha recuperación se relaciona con los avances en innovación y desarrollo que están introducien-do los empresarios colombianos en sus procesos productivos, acompa-ñados de un flujo importante de inversiones directas en el exterior. Esto les ha permitido diversificar la oferta exportable, lograr nuevos destinos para sus productos y con-trarrestar la reducción de los in-gresos por ventas ante la caída del precio del dólar en Colombia.

Frente al primer aspecto, según datos de la Encuesta de Opinión Conjunta de la ANDI correspon-dientes a febrero de este año, el 57,4% de las empresas encuestadas contaban con un área dedicada a investigación y desarrollo, para lo cual destinaron el 2,3% de su em-pleo total y el 2,5% de sus ventas. Los empresarios afirmaron que en los dos últimos años, el 11,4% de su producción corresponde a bienes con algún tipo de innovación, he-cho que se refleja en la consecución de nuevos mercados para la indus-tria colombiana (ver Cuadro 1).

Estrategia de internacionalización

El aumento del tamaño y la profundidad del mercado domés-tico de capitales colombianos, aso-ciado a la abundante liquidez y a las fuentes de financiamiento, les ha permitido a los empresarios lo-cales expandir sus negocios a otros países, especialmente a Estados Unidos, México, Brasil, Perú, Cen-troamérica y Chile, aprovechando la debilidad del dólar y las necesi-dades de liquidez de importantes firmas multinacionales.

Cuadro 1. Nuevos mercados para la industria en el 2010Regiones PorcentajeAmérica Latina 50%

Centroamérica 27,3%

Unión Europea 14,8%

África 1,1%

PaísesBrasil 13,6%

Perú 11,4%

Ecuador 8,0%

México 6,8%

Chile 9,1%

Estados Unidos 5,7%

República Dominicana 6,8%

China 3,4%

Argentina 3,4%

Israel 2,3%

Turquía 2,3%

Japón 1,1%

Italia 1,1%

Canadá 2,3%

Las mayores oportunidades de negocios en el exterior se vienen dando bajo la modalidad de inver-sión directa a partir de la compra de empresas en diferentes sectores productivos, principalmente en las áreas de comercialización, produc-ción, distribución y aseguramiento.

Una muestra es la inversión del Grupo de Inversiones Suramerica-na S.A., por un valor de US$ 3.763 millones. Se trata de la compra más grande realizada por una empresa colombiana privada en el exterior, con la cual adquirieron las com-pañías de la multinacional ING en Chile, México, Perú, Uruguay y Co-lombia. Así, este grupo se convierte en el primero en pensiones de Amé-rica Latina y en uno de los princi-pales en ahorro e inversión de la región, con 25 millones de clientes (ver Cuadro 2).

En general, los beneficios de estas inversiones orientadas al largo plazo comienzan a generar réditos en el corto plazo y están dando frutos de manera significativa en

la participación de los mercados internacionales, lo cual se refleja directamente en mayores ingresos y aumentos en la competitividad de las empresas nacionales. Para des-tacar en este frente, los resultados del primer semestre del Grupo Nu-tresa con sus filiales en el exterior, cuyas ventas crecieron 35,7%, apor-tando el 30,2% del total de ingresos facturados y destacándose el buen momento de los negocios en Es-tados Unidos, con crecimiento del 74,1%, Perú 19,5%, México 18,3% y Centroamérica 17,3%.

En síntesis, mediante las es-trategias de innovación, consoli-dación de inversión productiva en el exterior y nuevos mercados, el empresario colombiano encontró un mecanismo para moderar los efectos adversos de la tasa de cam-bio en la estructura empresarial. El crecimiento futuro de las exporta-ciones no tradicionales en medio de la revaluación confirmará el éxito de estas estrategias de internacio-nalización.

Cuadro 2. Algunas empresas colombianascon inversiones en el exterior

Empresa País de destino InversiónISA Chile Compra de Cintra Chile, principal operador de

concesiones viales

Banco de Bogotá Centroamérica Compra del grupo financiero BAC Credomatic

EPM Guatemala Compra de Deca II, dueña del 80% de la Empresa Eléctrica de Guatemala y de Comegsa

Grupo Nacional de Chocolates (Nutresa)

Estados Unidos Compra de Fehr Holdings

Casa Luker Panamá Compra de la Sociedad Panameña de Alimentos

Alpina y Quala Estados Unidos y Brasil

Contratos de maquila para producir refrescos y alimentos

Avianca Ecuador Compra de Aerogal

Grupo EMI El Salvador Compra de la Sociedad de Servicios de Atención Médica

Firma InterBolsa Estados Unidos Constituyó InterBolsa Securities

Empresa de Energía de Bogotá y Eléctricas de Medellín

Guatemala Construcción y operación de la red de transmisión de energía más grande de Guatemala

Internexa Chile Compra de red de fibra óptica para ampliar servi-cios de comunicaciones

Grupo de Inversiones Suramericana S.A.

Chile, México, Uru-guay, Perú yColombia

Compra de las compañías de la multinacional aseguradora y de pensiones ING en Chile, México, Perú, Uruguay y Colombia

Page 5: UN periódico N° 147

5

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Salud

Colombia, débil frente a vencimiento de patentes biofarmacéuticas

Laura Garzón Acosta,Unimedios

Entre el 2009 y el 2015 expiran más de 100 patentes de biofármacos (ver cuadro 1), medicamentos que, según la Federación Latinoamerica-na de la Industria Farmacéutica, se elaboran a partir de dos componen-tes activos: uno de origen biológico, extraído de microorganismos, órga-nos, tejidos vegetales, animales, y cé-lulas o fluidos humanos y de animal, y otro de origen biotecnológico, es decir, proteínas que se obtienen de células modificadas química o gené-ticamente.

Por ello, el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Con-pes) aprobó la Bioprospección, una herramienta para supervisar el uso sostenible de recursos biológicos y genéticos, que costó cerca de 27 mil millones de pesos y entrará en vigor en el 2012.

Con dicho control se pretende acelerar el proceso de búsqueda y estudio de moléculas y genes para la elaboración de biofármacos, hasta hoy inexistentes en el país. El venci-miento de las patentes implica una multimillonaria caída de los ingre-sos de los principales laboratorios, pero al tiempo representa una gran oportunidad para los fabricantes de nuevos medicamentos.

Acceso limitado

Una de las moléculas cuya pa-tente vence en los próximos meses es la anti-TNF, sustancia indicada para contrarrestar los síntomas de la artritis reumatoidea. En el mercado se encuentra con el nombre de Re-micade, y es producida por el labora-torio Schering-Plough, que también ofrece tratamientos para enferme-dades relacionadas con alergias y complicaciones respiratorias, entre otras.

Remicade no es de venta libre, y por lo tanto no se consigue en cualquier farmacia. Su presentación incluye una sola ampolla que cuesta 1.999.300 pesos en el mercado co-lombiano.

Gerardo Quintana, reumatólo-go de la Universidad Nacional de Colombia, señala que este medica-mento se recomienda a los pacien-tes cuando no responden adecuada-mente a los fármacos convenciona-les. “El Remicade previene erosiones y disminución del espacio articular. Su eficacia en pacientes con artritis reumatoidea con menos de tres años de evolución es del 97%”, asegura el especialista.

El costoso Remicade no está en el Plan Obligatorio de Salud (POS), sin embargo, no hay que recurrir a una acción de tutela, como en el caso del VIH-sida, para acceder a él.

“Se le entrega al paciente luego de que un consejo médico comprueba la condición de enfermedad, y de esta manera lo avala el POS”, dice Quintana.

Patentes y fármacos recombinantes

Los avances en genética y bio-logía molecular han permitido crear medicamentos biotecnológicos que, dicho anteriormente, se obtienen con microorganismos, células, ani-males o plantas, entre otros seres vi-vos modificados genéticamente. Su complejidad va desde proteínas sim-ples, como la insulina, hasta grandes moléculas.

Las moléculas proteínicas tie-nen una secuencia específica de aminoácidos que determinan las características de un fármaco. La química farmacéutica de la UN Ma-

ría Teresa Reguero explica que a las proteínas (carbono, hidrógeno, oxí-geno y nitrógeno) se les compara con un edificio, y a los aminoácidos, con los ladrillos que lo sostienen. Así, en biofarmacéutica se habla de medicamentos biosimilares y no de genéricos, porque sus compuestos son proteínas.

Señala que al extraer la proteína del organismo vivo, es habitual que otras vengan con ella –lo que se de-

nomina impureza– y se altere su fun-ción. Entonces, ¿qué ocurriría con un paciente diabético que tiene que inyectarse insulina todos los días y su biosimilar tiene una estructura diferente?

“Si el nuevo medicamento no tiene la misma secuencia, su estruc-tura será distinta y por lo tanto pro-ducirá efectos secundarios y hasta la muerte. Los biofármacos se usan por largos periodos y pueden producir inmunogenicidad, es decir, crear an-ticuerpos”, puntualiza Reguero.

Las industrias farmacéuticas que los fabrican los protegen a par-tir de patentes. En Colombia, dichos derechos exclusivos de producción oscilan entre 18 y 20 años. Pero cuan-do dicha propiedad vence, otro la-boratorio puede producir el mismo compuesto y entrar a competir por su venta en el mercado. En consecuen-cia, la segunda molécula a comer-cializar debe demostrar que no tiene ningún compuesto extraño o distinto a la proteína misma.

La entidad encargada de velar que los laboratorios innovadores cumplan con estos requisitos es el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima), que determina si la segunda molécu-la puede ser aprobada como medi-camento biocompetidor. De lo con-trario, el fabricante debe explicar por qué las diferencias y cuáles serían las implicaciones para los pacientes.

Sin una política clara

Hasta hoy, los nuevos biofárma-ceúticos se registran como un pro-ducto nuevo y no como un biosimilar. Los laboratorios aportan al Invima toda la información clínica y preclí-nica para asegurar su calidad bajo el Decreto 677 de 1995, que indica los datos a proporcionar para su registro y comercialización. “Sin embargo, los biofármacos requieren una política independiente que no se tiene hasta ahora. El documento Conpes lo que busca es abrir un capítulo especial dentro de este decreto dedicado a los biofarmacéuticos”, comenta Reguero.

Julio Delgado, de la Fundación Generación Bio y coautor del decreto que regula la producción de medica-mentos biotecnológicos en Colom-bia, indica que este tipo de fármacos son los más costosos del mercado y son responsables de la mayoría de los recobros de medicamentos al Fosyga. “Solo en el año 2008, seis de los diez más recobrados pertenecían a esta categoría, como lo demuestran los re-gistros del Sistema de Información de Precios de Medicamentos (ver cuadro 2)”, precisa.

Según estudios internacionales, una vez vencida la patente, el costo de estos medicamentos se reduce hasta en un 30%. Los más grandes labora-torios farmacéuticos se encuentran en Estados Unidos y Europa, aunque potencias emergentes como China, India, Corea y Brasil ya empezaron la carrera en esta competencia.

Cuadro 2. Registro del Sistema de Información de Precios de Medicamentos

Medicamento (nombre comercial) Laboratorio farmacéutico Biotecnológico Valor del recobro alFosyga en 2008

1. Riruximab (Mabthera) Roche Si 72.098.539.117

2. Adalimumab (Humira) Abbot Si 51.660.225.786

3. Infliximab (Remicade) Schering-Plough Si 48.757.813.578

4. Imatinib (Glivec) Novartis No 40.397.095.490

5. Trastuzumab (Herceptin) Roche Si 35.428.470.001

6. Interferon beta Ib (Betaferón) Bayer Schering farma Si 31.644.084.802

7. Etanercep (Enbrel) Wyeth Si 28.357.478.203

8. Micofenolato (Cellcept) Roche No 26.472.955.055

9. Temozolomida (Temodal) Schering-Plough No 25.874.795.954

10. Toxina butolínica (Botox) Allergan No 21.892.249.881

Cuadro 1. Biofármacos con patente 2009-2015Medicamento Uso Laboratorio

Eprex® Aumenta la producción de la hormona eritropoyetina, cuya ausencia causa algunas anemias. Amgen/J&J

Neorecormon® Para pacientes diabéticos con anemia renal primaria. Roche

Betaferon® Aumenta las defensas del organismo. Bayer

Neupogen® Aumenta la cantidad de glóbulos blancos, defensa contra infecciones. Amgen

Intron-A® y Roferon-A® Trata la leucemia y la hepatitis crónica B y C. También ciertos tipos de verrugas genitales. Schering-Plough/Roche

Enbrel® Combate la artritis reumatoidea temprana activa, moderada a severa. Amgen/Wyeth

Remicade® Para la artritis reumatoidea. Schering-Plough

MabThera® Para la artritis reumatoidea. Roche

Herceptin® Contra el cáncer de mama metastásico. Roche

Erbitux® Tratamiento para cáncer colorrectal, de cabeza y de pulmón. Merck-Serono

AFP

En la misión de fortalecer la vigilancia de medicamentos biológicos y biotecnológicos, el Invima suscribió un conve-nio con el Departamento de Farmacia de la Universidad Nacional para capacitar en el tema a los profesionales de la Subdirección de Registros Sanitarios de la entidad regu-ladora.

A pesar de que ya se vencieron algunas patentes de medicamentos elaborados a partir de organismos vivos, como el Remicade, que sirve para tratar la artritis reumatoidea, en el país no ha entrado en vigencia la política de regulación, creación y comercialización de estos biofármacos.

Page 6: UN periódico N° 147

614

de

agos

to d

e 20

1114

7Salud

Hallan helecho cancerígenoen el Caribe

La planta es altamente invasora y tiene compuestos químicos que pueden generar cáncer gástrico no solo en los animales que la consumen sino en los humanos que se alimentan de la leche animal. El hallazgo fue registrado en la isla de Providencia.

Giovanni Clavijo Figueroa,Unimedios

En medio de su trabajo en la consolidación de un herbario en San Andrés, Providencia y Santa Catalina, un hallazgo particular llamó la atención de dos investiga-doras de la Universidad Nacional de Colombia. Se trata del helecho macho, cuyo hábitat natural está lejos del mar.

Su distribución había sido re-portada en los valles, sabanas, cor-dilleras y llanuras del país, por eso su presencia en la Serranía El Pico, en la zona de Providencia decla-rada Parque Natural Regional, les resultó extraña.

La duda es: ¿Cómo llegó hasta dicha área ecoturística, catalogada como la menos intervenida del archipiélago? La bióloga Alexandra Tobar y la taxónoma (experta en clasificar especies) Brigitte Gavio, de la Universidad Nacional de Co-lombia en el Caribe, manejan una hipótesis: la planta, que pertenece a la especie Pteridium caudatum, fue trasladada en materas desde el interior del país, donde además de tener un uso ornamental se em-plea como purgante.

Las investigadoras se basan en la observación que hicieron del helecho en macetas y patios ador-nando casas aledañas a la reserva natural. “Esto supone que los po-bladores luego lo llevaron a El Pico y lo plantaron. Debido al clima cálido y a las condiciones del sue-lo de la isla, de origen volcánico y moderadamente ácido, sencilla-mente floreció”.

Sin embargo, la preocupación de las expertas va más allá, y se relaciona con una toxina propia de este helecho que puede produ-cir daños gástricos en el ganado y otros animales que lo forrajean, pues se acumula en su carne y de ahí puede pasar fácilmente al con-sumidor final.

Según Gavio, su dispersión podría alcanzar la falda de la serra-nía y contaminar el agua potable: “En la isla, las fuentes de agua dul-ce que abastecen a los habitantes son subterráneas y su alteración generaría un problema de salud pública”.

Salud animal

El helecho tiene dentro de sus componentes unas sustancias carcinogénicas cuya principal mo-lécula se denomina Ptaquilósido (pq). Una vez el ganado consume la planta, esta se libera en su orga-nismo y afecta diferentes órganos del aparato digestivo, según repor-tes anteriores sobre la planta en-contrados por las investigadoras.

El riñón y la mucosa de la veji-ga urinaria son los más perjudica-dos, asegura el médico veterinario de la UN Carlos Moreno. “Inicial-

mente, la molécula pq le provoca cistitis al bovino, y con el tiempo una inflamación crónica que ter-mina en carcinoma vesical. Los síntomas se manifiestan con orina de color rojo (hematuria), conlle-vando la muerte del animal”.

Salud pública

Esta enfermedad en los animales puede generar cán-cer gástrico, “de ahí que la le-che afecte a la población que la consuma”, señala Tobar.

Según la bióloga, estudios en Costa Rica y Japón mues-tran un alto índice de muerte por esta causa, ya que un porcentaje considerable de la leche que se bebe proviene de vacas alimenta-das con este tipo de plantas. Otro factor de influencia es la ingesta directa del helecho en ensaladas, como ocurre en Japón, y la utili-zación de sus hojas para envolver alimentos.

Al respecto, el médico gas-

troenterólogo de la UN William Otero afirma que aunque “en Co-lombia no existe ningún docu-mento científico que sustente la probabilidad de que los habitantes hayan desarrollado este tipo de patologías por consumo del hele-cho o por beber leche”, es nece-sario profundizar en los estudios para afirmar o descartar cualquier posibilidad.

Prevención en la isla

La identificación del helecho en Providencia constituye un aporte botánico al inventario de flora terres-tre del archipiélago, en su mayoría vulnerable a especies introducidas como Pteridium caudatum, cuya re-producción por esporas, y no por semillas, hace difícil su erradicación.

Registros botánicos señalan que en el territorio nacional hay alrededor de 1.600 especies de helechos distri-buidos en 36 familias y 130 géneros.

Ante la costumbre en algu-nas zonas del país de realizar quemas en terrenos donde se encuentra vegetación conside-rada peligrosa para la población, las investigadoras recomiendan a los isleños evitar esta práctica, pues el helecho es resistente al fuego debido a las caracterís-ticas tanto físicas de su rizoma (raíz) como químicas de las es-

poras. “Mientras las demás es-

pecies mueren por acción de las altas temperaturas, el helecho las soporta. Así sus hojas se calcinen, el rizoma sobrevive generando nuevos

brotes que se dispersan con faci-lidad ante la ausencia de compe-tencia vegetal”, asegura Tobar.

El estudio sugiere a las auto-ridades ambientales monitorear la planta tóxica que se reprodu-ce a 130 metros sobre el nivel del mar y cuya presencia se ha detectado hasta el momento en siete parches en el pico de la montaña.

Arc

hivo

par

ticul

ar

El helecho tóxico Pteridium caudatum se reproduce a 130 metros sobre el nivel del mar, en el pico de la montaña más alta de la isla de Providencia.

Page 7: UN periódico N° 147

7

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Salud

Invierno incrementó contagio detoxoplasmosis en niños

Las lluvias han provocado que la incidencia de toxoplasmosis, enfermedad transmitida por los gatos, aumente en la población colombiana. Los más vulnerables son las mujeres gestantes y los recién nacidos. Entre 2009 y 2010 se registró la muerte de tres bebés por esta causa.

Johanna Ruiz Bolaños,Unimedios

Un estudio del Centro de In-vestigaciones Biomédicas de la Universidad del Quindío, realiza-do con la Universidad Nacional de Colombia y las universidades Javeriana en Bogotá, del Norte en Barranquilla, Autónoma de Buca-ramanga e Industrial de Santan-der, confirmó que, durante la ola invernal, la toxoplasmosis tuvo un 90% más de incidencia en la po-blación, comparada con una etapa seca del año.

El análisis dividió en tres fases los mecanismos de transmisión. En primer lugar, y como ya se ha demostrado en estudios previos, se indicó al gato como principal hospedero del Toxoplasma gondii, microorganismo que causa la en-fermedad. Al excretar, el felino ex-pulsa millones de zooquistes (for-mas del parásito) que van parar a la tierra. Luego, con las lluvias, esos fragmentos de suelo se transpor-

Arc

hivo

par

ticul

ar

tan hasta los ríos, lagos y represas y los contaminan.

Jorge Enrique Gómez Marín, médico y coordinador de la inves-tigación, señala que el tratamien-to con cloro que se aplica en los acueductos no es suficiente para eliminar a los protozoos, pues son resistentes a esas sustancias quí-micas. En consecuencia, “encon-tramos este tipo de parásito en el agua que circula a través del grifo, pero con características que lo ha-cen más perjudicial para la salud”, asegura.

En el estudio se examinaron 15 mil recién nacidos de Bogotá, Armenia, Barranquilla, Santa Mar-ta, Bucaramanga y Florencia, con el objetivo de confirmar indicios que señalan que la enfermedad puede transmitirse de forma di-ferente al simple contacto con las heces de un felino.

“Existen muchas infecciones, como la toxoplasmosis, que suelen afectar a los niños, y pese a que pueden provocar su muerte, aún no se han detectado. Nuestro in-terés se concentró en determinar su prevalencia en la población in-fantil”, puntualiza el investigador. De esta manera, se confirmó su presencia en 71 menores.

Lluvia: factor común

El estudio se realizó entre el 2009 y el 2010, con la participación de 19 hospitales. La primera etapa consistió en hacer un análisis de los factores geográficos asociados a la presencia de la enfermedad en cada ciudad, teniendo en cuenta que la temperatura promedio, la

altura sobre el nivel del mar y las lluvias son muy diferentes.

Para determinar un posible contagio, Gómez especifica que se revisaron, entre otros aspectos, el nivel socioeconómico de la madre, su edad y su historia clínica. Tam-bién fue importante la referencia del hospital, pues el estudio conta-ba con centros médicos de primer, segundo y tercer nivel.

Luego de revisar minuciosa-mente los datos, se encontró que el único factor que se asociaba a la toxoplasmosis en todas las regiones era la relación tasa de infección-lluvias, análisis que no se había realizado en el país.

La muerte de tres bebés

La investigación revela que la toxoplasmosis es una causa de mortalidad en los niños del país. Los expertos lo evidenciaron lue-go de realizar pruebas confirma-torias inmunológicas y molecula-res en la sangre del cordón umbi-lical de 15 mil recién nacidos y de sus madres.

Los resultados arrojaron 71 muestras positivas para la inmu-noglobulina IgG, una de las cinco clases de anticuerpos producidos por el organismo, y marcadora de infección congénita. De igual ma-nera, se encontraron 143 mamás con antecedentes de toxoplasmo-sis durante el embarazo.

“Aunque estas mujeres fue-ron sometidas oportunamente a tratamiento, quizá infectaron a su hijo sin presentar señales evi-dentes. Por esta razón, comple-mentamos el examen del cordón

umbilical con los datos suminis-trados por las madres durante la gestación. Luego, hicimos se-guimiento completo a 109 niños que presentaron alguno de los criterios: el marcador hallado a través del cordón o el anteceden-te de padecimiento de la mamá”, dice Gómez.

A 15 bebés se les corroboró la presencia del protozoo, y tres fa-llecieron, dos en Florencia y uno en Barranquilla. “Así se confirma, por primera vez, que la toxoplas-mosis es una causa de mortalidad infantil en el país”, subraya el in-vestigador. Agrega que esta infec-ción muchas veces se confunde con otras bacterianas o virus.

Los niños cuyas madres fue-ron tratadas durante el embarazo no fallecieron, lo que señala la necesidad de hacer un diagnós-tico sobre la enfermedad en las mujeres gestantes.

Solución a la mano

Para los investigadores, el es-tudio, patrocinado por Colcien-cias con el apoyo de la Secretaría de Salud Pública y el Laboratorio de Salud Pública del departamen-to de Santander, permite propo-ner medidas de contingencia, so-bre todo en épocas de lluvia y con personas de alto riesgo como las mujeres embarazadas.

Aunque las disposiciones preventivas son bastante senci-llas, lo mejor es tenerlas en cuen-ta: tomar agua previamente tra-tada o embotellada, y si proviene del grifo, hervirla por 10 minutos.

La relación entre toxoplasmo-sis y lluvia ha sido estudiada

sobre todo en Francia, en zo-nas donde hay alta presencia de gatos.

Una de las epidemias más grandes fue descrita en 1995 en Vancouver (Canadá), donde un gato contaminó un reservorio de agua de la ciudad, afectando a más de diez mil personas.

Page 8: UN periódico N° 147

814

de

agos

to d

e 20

1114

7Salud

Parches terapéuticos y sin químicos

Películas poliméricas elaboradas con sustancias como almidón y gelatina, extraídas de árboles y plantas, ali-viarán la incomodidad de aquellas personas que debido a la hipertensión, la artritis y el dolor crónico, entre otras enfermedades, tienen dificultad para tragar los medicamentos. El emplasto, de origen botánico, facilita la absorción de los fármacos a través de la piel.

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Por causa de la diabetes, Pa-blo Ramírez lleva más de 20 años pinchando a diario su piel con diminutas agujas, para aplicarse la insulina que controla el ni-vel de azúcar en su sangre. Además del tiempo del que debe disponer a diario para su aplicación (mínimo10 mi-nutos) y de maltratar su piel, tiene que asumir el costo de las agujas, el alcohol y el al-godón (aproximadamente 50 mil pesos mensuales).

Como él, muchas personas deben administrarse medicamen-tos por vía intravenosa, oral (go-tas, jarabes), rectal (supositorios y pomadas), tópica (baños y gotas)

o a través de la piel (percutánea o transdérmica). Esta última ha sido materia de investigación durante los últimos 30 años, y se caracte-riza por el uso de parches como ruta de administración de algunos fármacos.

Tradicionalmente han sido fabricados a partir de sustancias químicas, pero ahora el Grupo de Investigación en Tecnología Far-macéutica, integrado, entre otros, por los profesores Hélber de Je-sús Barbosa y Bibiana Vallejo, ha

innovado en su diseño y los está elaborando a base de sustancias poliméricas de origen vegetal co-mo las celulosas, los almidones, alginatos y gelatinas, extraídas en su mayoría de árboles y plantas.

A estas películas se les agre-gan fármacos y extractos que presentan actividad biológi-ca comprobada, y, en el mo-mento de ser fijadas a la piel, facilitan de manera controla-da la desagregación de dichas sustancias hasta que llegan al torrente sanguíneo. Así se

tratan las afecciones.Según el profesor Barbosa, to-

do medicamento está compuesto por tres elementos: un principio activo o sustancia a la cual se debe el efecto; elementos auxiliares de formulación que lo ayudan a ac-

Los parches alivian el dolor, minimizan el riesgo de incumplir los horarios de con-sumo de píldoras y son mejor aceptados por los pacientes, ya que no producen molestia.

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

Arc

hivo

par

ticul

ar

tuar de manera estable y segura, y una aplicación tecnológica para su fabricación. “El resultado final son pastillas, píldoras, jarabes, cápsu-las y suspensiones, entre otros”, explica.

Al emplasto diseñado en la UN se le adicionaron extractos de origen vegetal certificados (aceites esenciales y plantas medicinales, etc.) estudiados en el Departamen-to de Química de la UN, bajo la dirección del profesor Luis Enrique Cuca.

La prueba piloto in vitro para demostrar su efectividad la está lle-vando a cabo la investigadora Lucy Gabriela Delgado, quien lidera un proyecto alternativo para tratar la leishmaniasis cutánea. La quími-ca farmacéutica ha experimentado con éxito el uso de los extractos botánicos mencionados, y ahora ensaya su inclusión en las pelícu-las poliméricas para determinar su acción y respuesta terapéutica en los afectados con la enfermedad tropical.

El profesor Barbosa afirma que, para estos casos de enfermedad cu-tánea, se busca que el fármaco se desprenda del parche y se fije en la lesión, pero que no llegue hasta la circulación sanguínea.

Aunque la utilización de par-ches es común, “nuestro objeti-vo es aprovechar la película para transportar también medicamen-tos como el diclofenaco, el yodo y la insulina, con el fin de demostrar que también se pueden liberar en el sitio específico que requiere el organismo y así evitar efectos cola-terales”, asegura.

Los parches transdérmicos tra-dicionales se utilizan para el trata-miento de patologías como la hi-pertensión, el dolor crónico y el ta-baquismo. Como anticonceptivos, tienen la función de inhibir la ovu-lación y su efectividad es similar a la de los orales tradicionales, según la ginecóloga María Yolanda Torrente. “Pocas mujeres los usan, pues no están incluidos en el Plan Obligato-rio de Salud. La mayoría prefieren el pinchazo mensual o las píldoras que les ofrece la Entidad Promotora de Salud”, comenta.

Ventajas

Se han hallado muchos bene-ficios con el uso de estas películas. Por ejemplo, los pacientes que tie-nen dificultad a la hora de tragar una pastilla, basta con que las apli-quen sobre su piel.

Quienes deben ingerir más de dos o tres medicamentos al día, en ocasiones padecen de lesiones di-gestivas y reacciones adversas al fármaco en su organismo. Al no presentar una ingesta directa, los parches evitan cualquier efecto se-cundario.

La velocidad con que se des-prende el fármaco está relacionada con una acción terapéutica prolon-gada. De esta manera, el usuario no dependerá de unas horas limitadas de alivio (como al consumir pasti-llas o aplicarse ampolletas cada 6 u 8 horas, o según lo prescriba el especialista), ni correrá el riesgo de incumplir los horarios para su ad-ministración.

Adicionalmente, la piel no se verá tan afectada con el tiempo, como se observa en los pacientes diabéticos, ni se deteriorarán las vías digestivas de aquellos que diariamente deben consumir gran cantidad o diferentes medicamentos.

El nuevo método evitará prácticas tradicionales, como la inyección, para suministrar medicamentos.

Las películas son un medio de transporte de fármacos y su desarrollo se está realizando en el Departamento de Farmacia de la UN.

Page 9: UN periódico N° 147

9

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Page 10: UN periódico N° 147

1014

de

agos

to d

e 20

1114

7Educación

Universidades públicas condenadas a debacle financiera

Según cálculos de los Rectores a partir de lo postulado por el Gobierno en el proyecto de reforma a la educación superior, las 32 universidades estatales recibirían $ 63.389 millones adicionales el próximo año. Si esto se destinara únicamente a cobertura, solo se generarían 47.542 nuevos cupos, de los 645.000 que ha planteado el Ministerio para todo el sector de la educación superior en el actual periodo del presidente Juan Manuel Santos. Tan solo el 7,4% de la meta.

César Enrique Herrera De la Hoz,Unimedios

La oferta de educación supe-rior de “alta calidad” es costosa y no se consigue de un día para otro. Esta es una de las principa-les conclusiones de los procesos de acreditación que se han de-sarrollado en el país en la última década. Y es que para que una institución de educación supe-rior (IES) se acredite, debe con-tar con programas de bienestar estudiantil, laboratorios y biblio-tecas modernas, planta profeso-ral con doctorado y acorde con el número de estudiantes, entre otras condiciones que garanticen excelentes procesos formativos e investigativos.

En el caso de las IES estatales, estos procesos de acreditación han estado acompañados de un incremento, sin precedentes, de la cobertura y de las tasas de gra-duación en los últimos diez años. Según el Observatorio Laboral pa-ra la Educación, orientado por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), en el 2001 se graduaron 43.796 estudiantes de las IES pú-blicas y 94.914 de las privadas. En ese año existían 79 IES públi-cas y 189 privadas. En contraste, en el 2010 se graduaron 123.590 estudiantes de las IES públicas y 125.433 de las privadas, mientras para ese periodo había 80 IES pú-blicas y 206 privadas.

Lo paradójico es que los pro-cesos de acreditación de la cali-dad y ampliación de cobertura no han significado para las 32 uni-versidades que conforman el Sis-tema Universitario Estatal (SUE) la consecución de mayores recur-sos públicos. Por el contrario, han representado un importante es-trechamiento de sus presupues-tos, al punto de poner en riesgo el buen funcionamiento de estas instituciones.

Ante este panorama, el pa-sado 5 de junio el SUE y la Aso-ciación Colombiana de Univer-sidades (Ascún) presentaron un modelo financiero para asegurar el crecimiento de los recursos adi-cionales en un 3% anual sobre la variación del Índice de Precios al Consumidor (IPC) a partir del 2012 y hasta el 2022. La propuesta de los Rectores planteaba que es-tos nuevos dineros aumentarían la base presupuestal y el 50% de estos no estaría atado a requisitos preestablecidos por el Gobierno (porque no serían dineros adi-cionales sino el pago de tareas nuevas, como aumento de cober-tura). Entre otros puntos, también se pedía un plan de inversión en infraestructura física.

Más recursos, solo en el discurso

Desconociendo nuevamen-te la magnitud de los más de $ 672.000 millones de pesos de desfinanciamiento del SUE, el Gobierno solo acogió una peque-ña parte de las soluciones. En efecto, incluyó en el artículo 151 del proyecto el aumento anual del 3% sobre el IPC, pero con dos salvedades: por un lado, los nue-vos recursos se deberán distribuir entre las 80 IES públicas existen-tes y no solo entre las universida-des que requieren con urgencia el salvamento estatal, y, por el otro, la totalidad de los recursos se repartirán según el desempe-ño de las IES públicas frente a los cuatro criterios establecidos en el articulado inicial (cober-tura, productividad académica,

formación docente e investiga-ción, que no incrementará la base presupuestal).

Bajo este modelo, y según cálculos iniciales de las universi-dades, el año entrante el sistema estatal obtendrá $ 63.389 millones adicionales. Si esto se direccio-nara únicamente a cobertura, to-mando como base el costo por es-tudiante en el SUE, en promedio $ 4.000.000 al año, significaría la apertura de 15.847 nuevos cupos por año. Es decir que de aquí al finalizar el gobierno Santos serán 47.541 nuevas matrículas estata-les, lo que representaría apenas el

7,4% de la meta de 645.000 cupos que el MEN ha planteado para todo el sector de la educación su-perior en este mismo periodo.

Si los nuevos recursos so-lo se dirigieran para calidad, el aporte por cada estudiante en el SUE (que tiene aproximadamente 530.000 matriculados), sería de $ 158.500 al año, es decir, $ 79. 237 por semestre para cada alumno.

Estos cálculos muestran que los nuevos recursos no alcanza-rán para resolver el problema ni para adelantar los programas de modernización que requieren las universidades públicas. Así, estas

seguirán limitadas para construir nuevas aulas, contratar más per-sonal docente con altos estánda-res de formación, e incluso resol-ver problemas puntuales como la construcción del hospital univer-sitario de la Universidad Nacional en Bogotá.

A pesar de las proyecciones, el Gobierno sigue insistiendo en que la educación superior públi-ca recibirá recursos “como nunca antes”. Afirma, por un lado, que el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) beneficiará amplia-mente al sector (artículo 149 del proyecto) y, por otro, que llegarán

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

Con la reforma, las universidades públicas obtendrán $ 63.389 millones adicionales por año. Si estos recursos solo se destinaran a calidad, el aporte sería de apenas $ 158.500 por estudiante.

Page 11: UN periódico N° 147

11

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Educación

más dineros a la educación supe-rior gracias a la aprobación en el Congreso de la República del acto legislativo que reformó la distri-bución de las regalías y asignó el 10% del total al Fondo de Ciencia, Tecnología e Innovación.

Sin embargo, las cifras mues-tran que no ha habido una rela-ción directa entre el crecimiento del PIB y la inversión en educa-ción (ver gráfico), a pesar de que el artículo 87 de la actual Ley 30 establece que a partir de 1998 se incrementarían los aportes para las universidades estatales en un porcentaje no inferior al 30% del incremento real del PIB, basado en indicadores.

Según el rector de la Uni-versidad Nacional de Colombia, Moisés Wasserman, cuando crece el PIB se hace un aporte único. “Mientras que el producto inter-no es acumulativo, los aportes solamente se entregan en el año de su crecimiento”. Esto ha dado como resultado un declive en el porcentaje relativo de inversión en educación superior estatal con respecto al PIB. “Hace diez años estaba alrededor de 0,5%; hoy es del 0,4%, con una caída del 20%, lo que denota falta de decisión

para que la educación superior sea una prioridad del Estado”.

En cuanto a las regalías, el SUE reconoce que en efecto habrá más dineros para investigación, pero señala que estos recursos no podrán ser utilizados en gastos de funcionamiento, es decir, no se pueden emplear para corregir la esencia del problema financiero.

En suma, las universidades públicas no están de acuerdo con lo que propone el Ministerio. Y esta es la principal paradoja del Gobierno cuya principal bandera es “Educación de calidad: el cami-no a la prosperidad”. Si se acepta que la alta calidad es costosa, que el sistema público ha obtenido importantes resultados en acredi-taciones y cobertura y que en es-tos momentos el Sistema Univer-sitario Estatal está pasando por la peor crisis de toda su historia, ¿por qué no buscar mecanismos alternativos que permitan supe-rar la problemática?

Sin calidad no hay equidad

En un país con 2.697.813 jó-venes entre los 17 y 21 años por fuera del sistema de educación

superior (cifras preliminares del MEN a 2010), el aumento de co-bertura no es un simple discur-so. Es una realidad que debe en-frentarse con políticas enérgicas. Pues, a pesar de que en los últi-mos años la cobertura tuvo un incremento sin precedentes, pa-sando de 24,4% en el 2002 a 37% en el 2010 (1.587.928 estudiantes en educación técnica, tecnológi-ca y universitaria), Colombia se mantiene como uno de los países más inequitativos del continente, expresa el rector Wasserman.

“Si la calidad es privada se genera un nivel de inequidad muy grande y doloroso porque la gente puede llegar a prepararse pero no va a competir por las posiciones de liderazgo. Estos puestos serán únicamente para aquellos que sí pueden acceder a la alta calidad. Entonces, es muy importante un equilibrio: hay que abrir cupos para que mucha gente estudie carreras técnicas, tecnológicas y básicas, pero el Estado no pue-de darse el lujo de no tener una oferta fuerte, amplia, enérgica, de la más alta calidad, para aque-llos que tengan las capacidades y quieran hacerlo, aunque no ten-gan el dinero”.

Precisamente, uno de los argumentos para objetar el fun-cionamiento de IES privadas con ánimo de lucro es evitar que se perpetúen los indicadores de in-equidad social. Desde el SUE y Ascún se mencionan casos como el de Estados Unidos, en donde diversas instituciones con ánimo de lucro han sobrestimado las ex-pectativas salariales y laborales de los estudiantes, dejando a mi-les de personas y familias endeu-dadas con préstamos altísimos. Y otros, como el de Brasil, en donde la oferta de programas educativos se ha concentrado, dado sus ba-jos costos, en ciencias sociales y administración, en detrimento de las ingenierías o ciencias básicas.

Recientemente, el Observato-rio Laboral en Colombia presentó datos preocupantes que podrían acentuarse con la llegada de estas

instituciones. Entre el 2001 y el 2010 se graduaron 1.634.509 nue-vos profesionales. De estos, solo 23.335 estudiaron ciencias bási-cas (Física, Matemáticas, Geolo-gía, Estadística), y otros 26.640 recibieron el título en Agronomía, Veterinaria y afines. Es decir, solo el 3% de los egresados se concen-tra en áreas que son clave para la economía colombiana y para alcanzar altos niveles de investi-gación, innovación y desarrollo científico.

En contraste, se registraron 497.782 graduados de Economía, Administración y Contaduría, lo que representa el 30,5% del total.

Autonomía, ¿más de lo mismo?

Para los Rectores, la autono-mía universitaria es un aspecto tan importante que incluso presenta-ron un proyecto de ley estatutaria que, finalmente, fue rechazado por el Gobierno. Y aunque el MEN ar-gumenta haber incluido la mayor parte del articulado en el proyecto de reforma a la Ley 30 de Educa-ción Superior, los Rectores insisten en que el principio de autonomía consagrado en el artículo 69 de la Constitución de 1991 solo cobra sentido si se asume la totalidad de la propuesta presentada y no unas cuantas partes.

En este contexto, la reforma gubernamental podría convertirse en “más de lo mismo”. La Ley 30 fue elaborada hace 20 años pa-ra un país, unas universidades y unos desafíos sociales y económi-cos muy diferentes a los de hoy, y por eso se requieren cambios profundos. Por esto, las universi-dades no “cruzarán los brazos” y seguirán mostrando al Gobierno y a la sociedad colombiana la im-portancia de una reforma que con-signe los tres ideales defendidos: financiamiento adecuado para el sector estatal, respeto a la autono-mía universitaria y un sistema de educación superior diseñado para alcanzar la equidad social.

Víct

or M

anue

l Hol

guín

/ U

nim

edio

s

Participación en el PIB

Part

icip

ació

n en

el P

IB %

Años

Las universidades públicas urgen un plan de inversión en infraestructura física debido al aumento anual de alumnos. Por ejemplo, la UN en Palmira pasó de tener 676 estudiantes en el primer semestre de 1997 a alcanzar un promedio de 2.284 en el último año.

Presupuesto destinado a la educación superior pública con respecto al PIB entre el 2002 y el 2010. Fuente: Rectoría Universidad Nacional de Colombia.

2002

0,30

0,35

0,40

0,45

0,50

0,55

2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

Page 12: UN periódico N° 147

1214

de

agos

to d

e 20

1114

7Ecología

Alejandro Borráez,Unimedios

Si bien la cartografía colom-biana, complementada con inves-tigaciones ambientales, permite determinar que el país cuenta con más de la mitad de su territorio cubierto por bosques, el acelera-do incremento de la deforesta-ción (336 mil hectáreas al año), el cambio de uso de los suelos (para producción agrícola y ganadera, principalmente) y el aumento de los afluentes hídricos (que genera inundaciones), evidencian un de-vastador futuro forestal.

La necesidad de controlar la deforestación se hizo más evidente con la crítica temporada de lluvias. A su vez, el Gobierno admite que las políticas forestales en Colom-bia son insuficientes y ni siquiera hay consensos sobre asuntos ele-mentales como los conceptos y la reglamentación sobre el uso de los bosques. Tampoco se ha genera-do conciencia ambiental entre los ciudadanos, no en teoría sino en acciones, explica Sandra Sguerra, asesora del Viceministro de Am-biente.

La política que rige desde 1996 ha sido insuficiente para mitigar el daño ambiental. En lugares como el Chocó, cuya tasa de deforesta-ción es la más baja del país (18%), si no se toman medidas inmedia-tas e inequívocas, su fragmenta-ción ocurrirá en 40 años, o, como advierte Julio Carrizosa, investiga-dor de la Universidad Nacional de Colombia, se podría extinguir en menos de 70 años.

Acandí en parches

A través de imágenes sateli-tales (Landsat), registro de datos tomados en la zona y modelos ma-temáticos, el biólogo Henry Arella-no, integrante del Grupo en Biodi-versidad y Conservación de la UN, diseñó un simulador que permite

El cálculo de 336 mil hectáreas de bosques deforestados por año en el país podría ser tres veces mayor, pues los sistemas cartográficos y de identificación forestal no están reflejando la realidad. A través de imágenes satelitales, registro de datos y modelos matemáticos, un estudio del Instituto de Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de Colombia evidencia la transformación de la selva y la pérdida de extensión forestal en el municipio de Acandí.

aproximarse con una efectividad del 90% a los tipos de vegetación y cobertura que existen en Acandí.

Este municipio, ubicado en el norte del departamento del Chocó, es uno de los territorios que constituyen el Darién, y se-gún el Instituto Geográfico Agus-tín Codazzi, tiene una extensión

de 86.900 hectáreas.“Al analizar mil hectáreas,

encontramos ocho tipos diferen-tes de vegetación en un mismo bosque: Brosimum utile, Carapa guianensis, Hymenaea oblongifo-lia y Chrysophyllum, entre otros árboles talados indiscriminada-mente por la industria maderera.

No obstante, los mapas oficiales no los registran como tal, sino que los muestran como una sola gran masa vegetal”, dice Arellano.

Estas especies son empleadas para elaborar caucho, pegantes, aceites y fungicidas, principal-mente.

Con la información recopilada

Bosques chocoanosse fragmentarían en 40 añosBosques chocoanosse fragmentarían en 40 años

Los bosques son reguladores de recursos hídricos y ofrecen productos como semillas, químicos para extracción de medicinas, materia prima para la creación de pegamentos, tintes y cauchos. También son un espacio para la diversidad y conectividad de la fauna.

Page 13: UN periódico N° 147

13

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Ecología

En el 2010, las tasas de deforestación de bosques más altas en Colombia se registraron en la región del Magdalena Medio, con alrededor de 81.188 hectáreas de bosque por año. En Acandí (Chocó), estas alcanzaron las 295 hectáreas. La simulación muestra que, a pesar de los bajos porcentajes de destruc-ción de la vegetación, el territorio se transformó de manera significativa y su efecto en la biodiversi-dad, la conectividad y la variabilidad genética amenazan la oferta de los servicios ambientales.

Imagen satelital de los mapas de 1987 y su proyección a 2040

(altitud, humedad, inclinación del suelo y características estructura-les de la vegetación), así como el seguimiento satelital histórico de la zona (1987-2010), Arellano logró hacer un peritaje sobre la condi-ción actual de Acandí y una pro-yección de la imagen que captaría el satélite en el 2040, si no se inter-viene efectivamente el proceso de transformación de los bosques.

El biólogo explica que las ci-

fras son bajas si se comparan con otras regiones como la Amazónica y la Andina, pero no dejan de ser alarmantes ya que entre 1987 y el 2001 se perdió 11,76% de la ex-tensión forestal del municipio, es decir, 7.617 hectáreas.

Entre el 2001 y el 2010 el pro-blema incrementó. La pérdida fue del 13,90% (8.400 hectáreas). Los datos indican un aumento de aproximadamente 4.000 hectáreas

Foto

s: C

orte

sía H

enry

Are

llano

Colombia es el segundo país del mundo en diversidad botánica con 26.500 especies de plantas con flores, 1.562 líquenes, 840 hepáticas y 927 musgos, según estudios del Instituto de Ciencias Naturales de la UN.

de matorrales, en detrimento de los bosques naturales. “Estos valo-res reflejan la mayor transforma-ción presentada en la zona durante la última década, y la consecuente extinción de especies”, asegura.

Uso responsable de los recursos

Ante la situación, institucio-nes ambientalistas, científicas y

sociales trabajan en la elabora-ción de medidas que permitan comprender el problema y pro-poner soluciones efectivas.

El director de fomento a la investigación de Colciencias, Carlos Fonseca, advierte: “Cada vez dependemos más del conoci-miento. Aún no hay información completa de todas las especies de árboles que hay en el país. Se desconocen sus sistemas de reproducción y posibles servicios para el ser humano. Ahí está el principal reto. No podemos negar que el bosque es una gran fuente económica, pero tampoco pode-mos limitar esa economía a la explotación maderera”.

Para Ligia Arregocés, direc-tora ejecutiva de Ecofondo, si las comunidades que viven en torno a los bosques han logrado esta-blecer históricamente mecanis-mos de conservación sin afectar el aprovechamiento de los recur-sos, no hay razón para que hoy no se pueda continuar con este tipo de sistemas, presumiendo la existencia de especies de rá-pido crecimiento, otros usos de los bosques y productos no ma-derables.

Arellano lo ratifica argumen-tando que, “antes de los 80 se logró ver una recuperación consi-derable de los bosques en Acandí. Obedeció a que los habitantes hacían una explotación modera-da. Hoy, es evidente que se arrasó básicamente con los bosques de tierras bajas en terrazas y llanuras aluviales”.

Por eso, se espera que a fi-nales del 2011 –declarado por la ONU como el Año Internacional de los Bosques– haya propuestas claras para una política forestal efectiva, producida por los di-versos sectores interesados, entre los que se destaca el Ministerio del Medio Ambiente, las organi-zaciones ambientales, grupos de investigación y universidades.

1987

2020

2001

2030

2010

2040

Page 14: UN periódico N° 147

1414

de

agos

to d

e 20

1114

7Ecología

Mondoñedo: de desierto a bosque frondoso

Hermann Sáenz,Unimedios

Al recorrer la carretera que del municipio de Mosquera conduce a La Mesa (en el departamento de Cundinamarca), se pasa por un sector semidesértico llamado Mondoñedo, donde predo-minan canteras que explotan gran cantidad de minerales como la arcilla. El terreno es árido y de color anaranjado, sin embargo, dentro de unos años este panorama podría trans-formarse en un paisaje lleno de vegetación y color verde.

Esa es la meta que buscan alcanzar investigadores del Cen-tro Internacional de Física (CIF), adscrito a la Universidad Nacional de Colombia, y funcionarios de la Cantera San Fernando, a través de un ambicioso proyecto de refores-tación.

En épocas previas a la minería

Del basurero y luego cantera que ha sido la zona de Mondoñedo no quedará rastro. Un programa de reforestación de las zonas que ya no se usan para la explotación de minerales, liderado por la Universidad Nacional de Colombia, permitió la siembra de 2.500 especies de árboles y arbustos que le están cambiando la cara a este depredado lugar.

Arc

hivo

par

ticul

ar

este lugar era boscoso, pero debi-do a la intervención del hombre, a la evolución geológica y a los pro-cesos de disminución de las aguas lluvias, se transformó su configu-ración climática. Hoy funcionan allí cerca de 12 canteras que exca-van piedras, recebos y arena.

José Mejía, investigador del CIF, explica que el proyecto piloto de repoblar la floresta empezó en noviembre del 2009, en un terreno inactivo de 2,5 hectáreas, utilizado para botar escombros y residuos de la explotación en las canteras, y en zonas más pequeñas en las que hubo extracción de mineral. El objetivo es recuperar el 10% de la cantera, para comenzar.

Esta explotación lleva 20 años

funcionando y diariamente pro-duce entre 300 y 500 m2 de mate-riales pétreos (piedras naturales que se usan para construcción). La gerente de la cantera, Adria-na Ortiz, asegura que su empresa, consciente de la depredación de este espacio semidesértico, busca

de alguna manera compensar lo que ha hecho. “Queremos convertirnos en modelo para las demás industrias de la zo-na, por eso la reforestación se está adelantando en una parte

muy visual de la carretera hacia La Mesa".

Plante de especies nativas

Cualquier intervención que se haga sobre el medioambiente debe seguir prácticas que no causen im-pacto. Sobre ese principio de con-servación, que rige al grupo de in-vestigación del CIF, y siguiendo las

normas agroecológicas, se ejecuta el proyecto. Según Mejía, “en esta área la reforestación no se puede hacer con especies rústicas o de rápido crecimiento, y menos con plantas que sirvan de barrera cor-tavientos o que crezcan rápido y ‘tapen’ el problema. Por eso pensar en pinos, eucaliptos y acacias –las más empleadas por los sistemas para repoblar la vegetación– sería un error, pues no corresponden con la vegetación original y por tanto no se adaptarían”.

De ahí que el primer paso fue observar e identificar las pocas plantas o sucesiones vegetales que crecen en el sector. Al revisar es-tudios botánicos de la Sabana, se encontró que algunas especies na-tivas del altiplano cundiboyacense y de los cerros occidentales o sur occidentales de Bogotá eran simi-lares a las de Mondoñedo.

En consecuencia, las plantas que se sembraron en la cantera son: 200 árboles falso pimiento, 300 arrayanes, 400 laureles de cera, 200 sangregados, 150 alisos y 200 acacias japonesas. De arbustos, co-mo el mortiño, se sembraron 300; de hayuelos, 200; de dividivi de tierra fría, 50; de holly liso, 250, y de holly espinoso, 250. En total, Mon-doñedo se está recuperando con 2.500 árboles y arbustos nativos.

Especies con valor agregado

Del árbol conocido como aliso se sembraron varios ejemplares en la parte baja de las canteras, don-de siempre permanece húmedo, incluso en épocas en que la lluvia es escasa. Ello permite que esta es-pecie –muy amiga del agua– pueda desarrollarse. Debido a su rápido crecimiento, podría ser sostén de los taludes generados por la acu-mulación de material proveniente de la cantera y de los escombros que por muchos años rellenaron el sector.

Las otras especies también prestan este servicio ambiental gracias a su sistema de raíces, que se adaptan muy bien a las condi-ciones de sequía. Sus frutos son alimento de aves, las ramas alber-gue de pájaros y su sombra puede promover la proliferación de al-gunos mamíferos. Estos árboles y arbustos tienen condiciones más flexibles de humedad y son regu-ladores de temperatura en áreas semidesérticas.

La siembra tuvo algu-nas dificultades en suelos con mucha piedra, ladrillo y vari-lla, pues impedían abrir hue-cos y preparar el terreno para la reforestación.

Durante el primer semestre del 2011, cuando se hizo la labor inicial de mantenimiento, se en-contró que solo el 5% de los vege-tales plantados tenían algún grado de deterioro, lo que demuestra el éxito del proyecto. “A medida que explotamos sectores de la cantera, los vamos reforestando de la forma como nos enseñaron los exper-tos del CIF. Pronto tendremos otra hectárea cultivada”, dice la gerente Ortiz.

La siembra también está ayu-dando a la conservación de la lagu-na de La Herrera, el recurso hídrico natural más grande de la Sabana de Bogotá con 258 hectáreas, que se encuentra en las inmediaciones del sector.

Esas pequeñas plantas que empiezan a crecer en este lugar se-midesértico serán ejemplo de con-servación, mientras Mondoñedo recupera, paso a paso, su aspecto natural, depredado por la minería.

El programa se inspiró en la recupera-ción de la cantera Soratama, ubicada en Usaquén, en el norte de Bogotá.

La Cantera San Fernando invirtió 25 millones de pesos en el programa de reforestación de Mondoñedo.

Los árboles y arbustos nativos sembrados hasta ahora se han adaptado a las condiciones climáticas y geológicas de la zona.

Page 15: UN periódico N° 147

15

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Ecología

Caña de azúcar destruyeimportante humedal de Palmira

Jeinst Campo Rivera,Unimedios

Según la Política Nacional para Humedales Interiores en Co-lombia (PNH), del Ministerio del Medio Ambiente, el país cuenta con cerca de 20 mil hectáreas de estos ecosistemas representados por ciénagas, pantanos, lagunas y bosques anegados, capaces de controlar inundaciones y abas-tecer de agua a las comunida-des cercanas. No obstante, solo el 3,9% están protegidos.

Paradójicamente, el mismo informe señala que “los hume-dales son los ecosistemas más amenazados por actividades an-trópicas (realizadas por el hom-bre), y presentan fuertes procesos de deterioro por factores como la agricultura intensiva, la urbani-zación, la contaminación y otras formas de intervención en el sis-tema ecológico”.

Tal es el caso del humedal Timbique, cuyos 6,3 kilómetros de extensión abastecen la agri-cultura que desarrollan los cerca de cinco mil habitantes de los co-

Los riegos, drenajes y agroquímicos utilizados en cultivos de caña, así como las malas prácticas agrícolas domésticas, están convirtiendo el humedal Timbique en un caño de aguas negras. Expertos advierten el riesgo al que se exponen cerca de 5 mil personas que viven en sus alrededores.

rregimientos de El Bolo la Italia, San Isidro y Arizal, en el Valle del Cauca, y que según una investi-gación del Instituto de Estudios Ambientales (IDEA) de la Uni-versidad Nacional de Colombia en Palmira, está amenazado se-veramente por la contaminación directa y difusa que provoca el inadecuado uso del suelo en acti-vidades agrícolas y pecuarias.

Contaminación por caña

El estudio, adelantado por el ingeniero ambiental Jorge Alexán-der Santacruz, encontró que la labor que más afecta a este eco-sistema es el cultivo de caña de azúcar, ya que los agroquímicos que se aplican para el control de malezas llegan por infiltración a los acuíferos e impactan la calidad hídrica, causando efectos nocivos para el medio.

“El humedal Timbique está sufriendo un proceso acelerado de eutrofización, esto quiere de-cir que las malas prácticas de las siembras azucareras le están apor-tando una abundancia anormal de

nutrientes al ecosistema (como el amoniaco), disminuyendo la dis-ponibilidad del oxígeno que le da vida a la fauna”, precisa Santacruz.

Advierte que, tanto la aplica-ción manual de agroquímicos co-mo la aspersión aérea de pestici-das para combatir las plagas y ace-lerar los procesos de maduración de la caña han afectado a tortugas y aves típicas de la región, como la carau y la garza real, entre otros animales, al punto de provocar su muerte.

El uso de vinaza, desecho más contaminante de la destilación de alcohol carburante, es otro de los problemas que enfrenta el hume-dal, pues según el investigador, algunos ingenios azucareros des-tinan un pequeño porcentaje de este subproducto de la caña para tratarlo y elaborar compostaje. El resto lo aplican directamente en los campos como acondicionador de suelos, descargando altas can-tidades de materia orgánica (sobre todo alcohol) en la zona. A esto se suma la emisión de CO2 al am-biente provocada por la quema y tala de la planta.

De ecosistema a caño

Muestreos realizados entre septiembre y octubre del 2009 por la Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) –que apoyó la investiga-ción del IDEA– evidenciaron en Timbique altos niveles de nitró-geno que varían entre 2,54 y 3,55 mg/l. La presencia de este gas en el agua del humedal se de-be básicamente a los materiales orgánicos (excrementos) prove-nientes del vertimiento de aguas residuales domiciliarias y al la-vado de cocheras de las fincas aledañas.

La descomposición bacteria-na del material orgánico tanto de origen vegetal como animal produce amoniaco, compuesto químico altamente tóxico para los peces y un gran contaminan-te del agua y los suelos emplea-dos por la comunidad para sus prácticas agroecológicas.

En efecto, el estudio compro-bó un excesivo crecimiento de plantas como el ‘buchón de agua’ y la ‘lechuguilla’, creados por la abundancia de nutrientes del material orgánico desechado allí, que no permiten que los rayos del sol penetren. Este fenómeno afecta los procesos fotosintéticos y da vida a organismos que no requieren de oxígeno para vivir, por ejemplo las bacterias anaero-bias y algunos macroinvertebra-dos como Odonatos, Ephimeras, Dípteros y Hemípteros, presentes siempre en aguas contaminadas.

El director del IDEA en Pal-mira, Joel Tupac Otero, subraya que estas condiciones convierten el humedal en un caño de aguas negras amenazante para la salud de la comunidad. “De no tratar-se urgentemente, pronto tendre-mos un foco para el aumento de enfermedades, el crecimiento de vectores, malos olores y contami-nación de acuíferos”, enfatiza.

Oídos sordos

Para recuperar el humedal, la investigación del IDEA propone delimitar su área de protección con el fin de hacer constantes análisis físico-químicos, evaluar la calidad del agua mediante la inyección mecánica de aire, ha-cer un manejo adecuado de se-dimentos del lecho y crear zanjas perimetrales que atajen el mate-rial orgánico.

La PNH, por su parte, seña-la que las Corporaciones Autó-nomas Regionales y las Corpo-raciones de Desarrollo Sosteni-ble deben diseñar y desarrollar programas de conservación de ecosistemas de humedales y es-pecies amenazadas y/o en vía de extinción, para asegurar su sostenibilidad.

A pesar de que en esta inves-tigación participó la CVC, hasta el momento la entidad no ha puesto en marcha ninguna de las propuestas planteadas para el rescate del humedal. Así, “el estudio quedó en el pasado y el humedal en el olvido”, termina el director del IDEA.

Foto

s: A

rchi

vo p

artic

ular

Los agroquímicos utilizados en el cultivo de caña están impactando la calidad del agua.

El humedal Timbique, localizado en el corregimiento de El Bolo (municipio de Palmira, Valle del Cauca), tiene una extensión de 6,3 kilómetros y es una fuente importante para la agricultura de la región.

Page 16: UN periódico N° 147

1614

de

agos

to d

e 20

1114

7Innovación

Usan energía de las nubespara cargar equipos electrónicos

Ingenieros electricistas están capturando energía de las nubes de tormenta para activar celulares y videocámaras, entre otros dispositivos. El proyecto, único en Latinoamérica, podría implementarse en zonas del país cuyas condiciones de electrificación son insuficientes.

Elizabeth Vera Martínez,Unimedios

Las nubes de tormenta alber-gan energía. Por eso, son el centro de interés de David Fernando Ariza González, estudiante de la Maestría en Ingeniería Eléctrica de la Univer-sidad Nacional de Colombia, bajo la dirección del profesor Francisco José Román Campos, quien ha investiga-do la manera de obtenerla.

“Estas nubes tienen la capaci-dad de almacenar cantidades impor-tantes de carga eléctrica y generan campos con dicha propiedad física durante su actividad. Tales acumu-laciones hacen que exista una di-ferencia de potencial entre la nube y la superficie terrestre (gradiente), fenómeno que permite generar co-rrientes eléctricas denominadas co-rona, principio en el cual se basa la investigación”, afirma el ingeniero Román.

“Nuestro objetivo es obtener importantes cantidades de energía para activar equipos electrónicos co-

And

rés

Felip

e C

asta

ño /

Uni

med

ios

Jonn

y F.

Flór

ez /

Uni

med

ios

mo baterías de teléfonos celulares, MP3, cámaras fotográficas y de vi-deo, iPods, etc.”, asegura.

Efecto corona

Para atrapar la energía, los inge-nieros dispusieron en el Laboratorio de Compatibilidad Electromagnética un arreglo de electrodos flotantes (EF) tipo corona (elemento metálico similar a una aguja), que conduce energía. Este amplifica miles de ve-ces, alrededor de su punta, el campo eléctrico de trasfondo hasta iniciar una serie de descargas con el gas io-nizado presente en la atmósfera. “Tal fenómeno es conocido como efecto corona, y gracias a él es posible cap-

turar, de forma circular, la corriente energética proveniente de las nubes y almacenarla en condensadores”, explica el ingeniero Ariza.

El experimento se ensayó en campo abierto con la instalación de cinco electrodos tipo corona en pos-tes de los predios aledaños a la Fa-cultad de Ingeniería de la UN. Estos dispositivos y los datos que arrojan sobre voltaje, corriente y energía son monitoreados desde una estación meteorológica ubicada también en el campus. Según el investigador, “entre más dispositivos sean ubi-cados, mayor será la cantidad de corriente almacenada. En el caso de Bogotá, por ejemplo, una tormen-ta normal llega a generar hasta 15

microamperios por electrodo, lo su-ficiente para recargar una batería de calculadora.

La energía que han logrado al-macenar ha sido probada en la re-carga de los aparatos electrónicos mencionados, que requieren de po-ca potencia. El objetivo es avanzar hacia otros más robustos.

El Grupo de Investigación en Compatibilidad Electromagnética de la UN (EMC-UNC) es pionero en este tipo de estudios. “En la actuali-dad no hay referencia alguna de un sistema captador de la energía de las nubes de tormenta que utilice electrodos para almacenar energía mediante corrientes corona”, con-cluyó el ingeniero.

El proyecto permitirá avanzar en el análisis y caracterización de los principios físicos de este fenómeno natural para convertir su electrici-dad en una fuente de energía alter-nativa, que complemente los siste-mas tradicionales. Su beneficio se podría extender a sectores del país donde no hay redes eléctricas.

Julián Darío Cadavid Velásquez, gerente de transporte de energía de Interconexión Eléctrica S.A. ESP - ISA, destaca que aunque la aplicación de esta iniciativa se enfoca en consumos locales y bajas exportaciones de tensiones (niveles menores a 13,8 kV), como energía alternativa es viable para ser transportada en largas distancias.

En la punta de estos postes, ubicados en el campus de la Universidad Nacional en Bogotá, están los electrodos que atrapan la energía.

A diciembre del 2009, la cobertura del Sistema Interconectado Nacio-

nal (SIN) era del 95,56%, y la de las Zonas No Interconectadas (ZNI), del 65,16%. “A esa fecha –la más actualiza-da sobre el tema–, aproximadamente 562.000 viviendas en Colombia no te-nían electrificación”, explica Sandra Lizette Mojica Corchuelo, del grupo de cobertura y fondos de la Unidad de Planeación Minero Energética (UP-ME), adscrita al Ministerio de Minas y Energía.

Las ZNI son aquellas que reci-ben dicho servicio a través de solucio-nes aisladas como plantas diésel, por ejemplo Leticia y San Andrés.

Según XM Compañía de Expertos en Mercados S.A. ESP (filial del grupo empresarial ISA), encargada de prestar los servicios de planeación y coordi-nación de la operación de los recursos del SIN, el sector eléctrico se basa en la generación de energía hidráulica (64% de la producción) y térmica (30%). Sin embargo, también se explora su obtención a través de fuentes alterna-tivas como la eólica (originada por el viento) y la biomasa (materia orgánica e inorgánica como residuos vegetales, agrícolas, ganaderos, etc.).

India, Alemania y Chile, entre otros países, vienen trabajando en nuevas tecnologías (turbinas, aero-generadores, placas solares) para el aprovechamiento de dichas fuentes no convencionales de energía. Ello está incidiendo en el mejoramiento de la calidad de vida de los habitantes del planeta, ya que su carácter renovable las hace menos contaminantes que las convencionales, extraídas de combus-tibles fósiles, y permite crear sistemas eléctricos más eficientes.

Page 17: UN periódico N° 147

17

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Innovación

Viviendas bioclimáticas mejoran calidad de vida

Gimena Ruiz Pérez,Unimedios

Dos construcciones de piedra coralina, fibra, madera y cemento se convirtieron desde este año en sitio de reunión y espacio habita-cional de los pobladores de Isla Fuerte, corregimiento de Cartage-na. Fueron elaboradas mediante la unión de saberes ancestrales y materiales tradicionales con téc-nicas contemporáneas, gracias al trabajo del grupo de investigación en Georrecursos, Minería y Medio Ambiente (Gemma) de la Univer-sidad Nacional de Colombia en Medellín.

La práctica, conocida como bioclimática, “no pretende otra cosa que generar el mayor confort con el menor consumo energético y responder de manera muy inte-ligente a los sistemas locales que tienen que ver con iluminación, viento, agua y vegetación”, dice Sebastián Bedoya, arquitecto del proyecto.

Como ese lugar, ya van cuatro construcciones más: un aula en Titumate (Unguía, Chocó) y un complejo habitacional integrado por una maloca, un aula y una vivienda en El Totumo (Necoclí, Antioquia).

Para construirlos, los inte-grantes del grupo Gemma tuvie-ron en cuenta factores asociados con las condiciones propias de cada lugar, el tiempo, la cultu-ra y los recursos naturales, entre otros.

Por ejemplo, ubicaron sen-sores que les permitieron iden-tificar las corrientes de viento y realizaron cálculos matemáticos para verificar el recorrido del sol. Con eso, diseñaron las estructu-ras logrando un perfecto aprove-chamiento de energías. “Tienen persianas en las ventanas en vez de vidrios y no son herméticas sino que permiten la circulación del viento y la entrada de luz por aperturas superiores”, señaló Ale-jandro Delgado, uno de los inves-tigadores.

Además, aprovecharon los materiales propios de cada lugar, pues su funcionamiento y adap-tación depende de las condicio-nes climáticas de la región. Así, en Isla Fuerte resultaron más efi-cientes las arenas y la piedra co-ralina, mientras que en Titumate encontraron “buen material pé-treo y buenas maderas”, asegura el arquitecto Bedoya.

Se buscaba, asimismo, un re-torno al uso de materiales tradi-cionales, reemplazados en la ac-tualidad por nuevos modelos de construcción que ante las comu-nidades representan mayor poder adquisitivo.

También, dar una solución de vivienda amigable con el medio-ambiente, aprovechando mate-riales que pueden devolverse a la naturaleza, como caña, palma, bejuco y esterilla de guadua. “La idea era hacer edificaciones con el costo de una vivienda de in-terés social (de 25 a 30 millones de pesos)”, explica el investigador Antonio Romero.

Igualmente, los investigado-res vincularon a la población en el proceso de elaboración de los prototipos, con el fin de que ca-da uno pudiera ser replicado por los mismos habitantes, pues otro objetivo era responder eficiente-mente a las necesidades de con-fort de las comunidades, teniendo en cuenta sus propias capacida-des.

Todo esto hace parte del pro-yecto denominado Viviendas Bio-climáticas, que realiza el grupo

Foto

s: C

orte

sía G

rupo

Gem

ma

Seis edificaciones que aprovechan la luz solar, fogones eficientes de leña y un sistema de información georrefe-renciada están mitigando las necesidades de energía en poblaciones no interconectadas del país.

Gemma en asocio con el Instituto de Planificación y Promoción de Soluciones Energéticas para las Zonas no Interconectadas (IPSE), adscrito al Ministerio de Minas y Energía.

Potencialidades del territorio

Otro de los ejes del proyecto es la construcción de un sistema de información georreferenciada para el Chocó, que permita ana-lizar los potenciales energéticos y mineros y calcular, mediante indicadores, los recursos del suelo y el subsuelo.

“Si hay un ordenamiento energético se aseguraría la sus-tentabilidad de la población. O sea, este es el inicio de otro pro-yecto, de otra visión de territorio,

y nosotros lo quisimos iniciar por el Chocó, porque es una región megadiversa que tiene infinidad de recursos”, precisó Romero.

En el caso de las zonas in-volucradas en este proyecto, los análisis territoriales se direccio-narán específicamente hacia la planeación del aprovechamiento de los potenciales mineros, fores-tales, hidrogeológicos y energéti-cos disponibles en ciertas zonas no interconectadas del Pacífico colombiano y en la región de Ura-bá, tanto antioqueño como cho-coano.

Fogones eficientes y recetas tradicionales

Con el fin de atender a la necesidad de optimizar el con-sumo de la leña y evitar la apa-rición de enfermedades respira-torias y de la visión, el proyecto contempla la creación de un manual para la construcción de fogones eficientes, cuya base es una cámara que evita el exceso de leña y una chimenea que sa-ca el humo fuera de la vivienda.

“El manual tiene ocho di-seños diferentes, la mayoría se pueden construir con materia-les de la zona a un bajo costo. La cámara racionalizará el uso de leña y la chimenea evitará que quien esté en la cocina inhale el humo. Actualmente estamos en la fase de construcción de los fogones”, señaló Oswaldo Bus-tamante, investigador del pro-yecto.

Precisamente, fue en esa búsqueda por mejorar las con-diciones de vida de estas comu-nidades que el grupo Gemma rescató las recetas autóctonas de las regiones. Por eso, con lápiz y cuaderno en mano reco-rrieron los cientos de hogares para indagar por los “truquitos culinarios” de las mejores co-cineras de la zona, hasta con-solidar un atlas gastronómico que da cuenta de las mejores preparaciones tradicionales, en total 100 recetas.

Una segunda fase

Según Antonio Romero, se han logrado muchos aprendiza-jes gracias al trabajo en campo y al conocimiento de las comuni-dades, por eso en una segunda fase se pretende diseñar y cons-truir un nuevo prototipo, así co-mo medir y validar los proce-dimientos y saberes aplicados. En esta etapa se construirá una estación científica en la locali-dad de Nazareth, que servirá de centro integral de capacitación.

“Queremos que las personas se apropien de este conocimien-to y lo repliquen, empleando los recursos que les ofrece su entor-no”, concluye Romero.

Edificación construida en Isla Fuerte, corregimiento de Cartagena.

Complejo habitacional de El Totumo (Necoclí, Antioquia).

Aula construida en El Totumo (Necoclí,Antioquia).

Page 18: UN periódico N° 147

1814

de

agos

to d

e 20

1114

7Medioambiente

Los riesgos y lasostenibilidad del desarrollo

Las crisis ambientales requieren un manejo que supere la simple atención de emergencias. El país debe asumir la prevención del riesgo, la gestión ambiental y la sostenibilidad del desarrollo como prioridades para el diseño de una política pública.

Nohra León,Directora del Instituto de

Estudios Ambientales - IDEAUniversidad Nacional de Colombia

en Bogotá

Las dinámicas biofísicas del planeta, independientemente de la aparición de los sistemas hu-manos, se manifiestan a través de fenómenos naturales como los sismos, los huracanes, las lluvias o las sequías. Paulatinamente, es-tos eventos se han vuelto ame-nazantes, debido a las relaciones desequilibradas e insostenibles que el hombre ha establecido con la naturaleza.

Sus efectos se hacen evidentes en la generación de condiciones de riesgo, cuya materialización en grandes y pequeños desastres locales y regionales son cada vez más frecuentes1. En este sentido, la gestión del riesgo, que pasó del conocimiento de las amenazas al estudio de la vulnerabilidad fí-sica, y más recientemente al de los aspectos que generan la vul-nerabilidad social, no puede ser abordada de manera segmentada y unilateral porque va más allá de las disciplinas, dado que respon-de a una complejidad social y a una dinámica de desarrollo que requiere entonces de un enfoque integrador y holístico2.

En efecto, hemos venido transformando la naturaleza sin conocerla ni re-conocerla, cau-sando profundos desequilibrios (algunos de carácter irreversible) que dan cuenta de las interac-ciones hombre-naturaleza, ex-presados en los procesos antró-picos derivados de los patrones de asentamiento y los modelos de crecimiento por los que se ha optado, sin que medie el recono-cimiento de los alcances de los recursos naturales del planeta.

Los desastres expresan las in-equidades que generan los mode-los de desarrollo, los cuales pro-fundizan la problemática unida a la complejidad de los territorios. En esta misma dirección, cual-quier transformación de la natu-raleza en sí misma contiene res-tricciones, pues está ligada tanto al límite de la capacidad de sus-tentación como al que establece la Tierra frente a la vida humana que es capaz de sostener3.

Naturaleza en riesgo

En el mismo sentido, la carta al Club de Roma4 señala que al ritmo actual, estamos llegando al pico de la extracción de petróleo (con unos 87 millones de barriles diarios), lo que conduce a buscar crudos pesados y arenas asfálti-cas como en Alberta (Canadá), lo cual es perjudicial para el am-biente y presenta una baja tasa de retorno energético (EROI); más

gas con procedimientos de ex-tracción que implican inyección de agua con químicos dañinos; petróleo en el fondo del mar con riesgos que están a la vista, y a fo-mentar los agrocombustibles con un EROI muy bajo, aumentan-do la apropiación humana de la producción primaria neta de bio-masa (Hanpp), en detrimento de otras especies que compiten por el agua contra los cultivos para la alimentación humana.

El pico del petróleo, igual-mente, es una excusa para la ex-pansión de la energía nuclear, y por tanto aumenta el riesgo de la proliferación militar y la posibili-dad de guerras regionales atómi-cas en el siglo XXI. Como la ener-gía de los combustibles fósiles se disipa al usarla y no se puede reciclar, y como los materiales se reciclan solamente en parte, hace falta ir a buscarlos a las fronteras de la extracción, destruyendo bio-diversidad y vidas humanas.

La mitad de los humedales del mundo y un tercio de los man-glares han desaparecido. La dis-ponibilidad de muchas especies de peces disminuye. Una quinta parte de los corales se ha perdido. Aumentan las masas forestales en países europeos y Norteamérica (al haberse sustituido la leña por

combustibles fósiles), pero con-tinúa la destrucción del bosque tropical húmedo, a media hectá-rea por segundo.

Las especies se extinguen a un ritmo que es tal vez mil veces más rápido de lo normal, sin dar tiempo a catalogarlas, sin saber lo que se pierde. Hay POPS (con-taminantes orgánicos persisten-tes) dispersos por todo el mundo, hasta en los hielos polares, y car-gamos en nuestra sangre quími-cos tóxicos aunque no hayamos trabajado en ninguna industria. La Hanpp alcanza tal vez el 40% y sigue creciendo por las planta-ciones de árboles para papel, por los agrocombustibles, por la pro-ducción de alimento para el gana-do arrinconando a otras especies. Casi no quedan ríos sin represar en el mundo.

Más allá de la emergencia

A este panorama no escapa América Latina, y de manera par-ticular Colombia. Las reconfigu-raciones espaciales derivadas de las dinámicas propias de la na-turaleza, profundizadas por las acciones que las sociedades han establecido en dichos territorios, nos enfrentan a espacios geográ-

ficos fuertemente transformados e intervenidos.

En este contexto, la preven-ción del riesgo, la gestión ambien-tal y la sostenibilidad del desarro-llo se convierten en una triada de obligado abordaje, en el entendi-do de dar respuestas que vayan más allá de los mecanismos de atención y manejo de desastres, como usualmente se han venido asumiendo en nuestro territorio. Las coyunturas ambientales re-cientes demandan un verdade-ro liderazgo de la academia co-mo generadora de conocimiento y como responsable de entregar insumos a los tomadores de de-cisiones.

Por ello, las experiencias de orden investigativo y las lecciones aprendidas derivadas del ejercicio de Extensión en estos temas, que vienen realizando la Facultad de Ciencias Económicas, el Instituto de Estudios Ambientales y otros programas de la Universidad Na-cional de Colombia, permiten pensar en la necesidad imposter-gable de un trabajo conjunto con la academia, que a la vez ponga en manos de la sociedad, de las instituciones y de los diseñadores de política pública toda esta in-formación interdisciplinaria.

De otra parte, no se puede desconocer el impacto en las fi-nanzas públicas –en el orden na-cional y territorial– que genera la prevención, la gestión del riesgo y la atención de desastres. Por tan-to, es necesario reflexionar sobre las experiencias que ha tenido el país y la forma como histórica-mente se ha abordado esta pro-blemática en los presupuestos.

El Foro de Extensión e Inves-tigación UN 2011 “La prevención del riesgo y la gestión ambiental en el marco de la sostenibilidad del desarrollo en Colombia” tie-ne la responsabilidad de enfren-tar el debate temático, confrontar con los procesos investigativos interdisciplinarios y socializar los resultados de estas dinámicas con la comunidad universitaria, la so-ciedad en general y las institu-ciones tomadoras de decisiones, con el fin de que hagan parte de la planificación económica, el re-ordenamiento territorial y la po-lítica pública. El foro se realizará el próximo 7 de septiembre en el Auditorio 401 del Edificio 310 de la Facultad de Ciencias Eco-nómicas de la UN en Bogotá. La información completa del evento se puede consultar en: www.unal.edu.co/extensionbog.

1 Coca, Claudia P. Contribuciones de la gestión del ries-go del sector educativo de Bogotá en el contexto de la sos-tenibilidad urbana (tesis de grado), Bogotá: Universidad Nacional de Colombia - IDEA.2 Cardona, Ómar Darío. Estimación holística del riesgo sísmico (tesis doctoral), Bogotá: Universidad de Cataluña, 2002.3 Georgescue, Roegen y otros. Economía ¿Ecológica? (Traducción de Ramón Alonso Berrío Cárdenas), Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 1997. 4 Martínez, J. Hacia una economía sostenible: dilemas del ecologis-mo actual, Barcelona: Club de Roma, 2010.

El pico de la extracción de petróleo (unos 87 millones de barriles diarios) conlleva a buscar crudos pesados y arenas asfálticas, incluso en el fondo del mar, con ries-gos que saltan a la vista. Basta ver la tragedia ambiental ocurrida el año pasado en el Golfo de México.

AFP

Page 19: UN periódico N° 147

19

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Page 20: UN periódico N° 147

2014

de

agos

to d

e 20

1114

7Cultura

Zalamea,el dibujo comoalma de laresistencia

Si uno de estos días observa cómo la Plaza de Bolívar en Bogotá se convierte en un desierto de hielo atravesado por un hilo de sangre, o si tiene el privilegio de encontrarse con una ballena sumergiéndose en el centro de la capital, no lo dude, usted habrá entrado irremediablemente en el universo del artista Gustavo Zalamea (1951-2011), cuya obra logró desnudar el sistema óseo de un país que, por momentos, parece condenado al suspenso.

Luis Miguel Palacio,Unimedios

Lo hizo sin ningún tipo de ex-centricidades, alejándose del estilo sombrío de Dalí o Kahlo. Y para de-jar un recordatorio de la turbulencia colombiana, a este hombre tranquilo solo le bastó una poética incisiva más un ejercicio estructurado y sincero, a veces sombrío y otras tantas a todo color.

Nacido en Buenos Aires en 1951, Gustavo Zalamea llegó a Colombia un par de años después, de la mano de sus padres, la reconocida crítica Marta Traba, referente obligado al ha-blar de arte en Latinoamérica, y el periodista Alberto Zalamea. Con algo más de 20 años, comenzó un largo ro-mance con el dibujo y la pintura, cuya constante siempre fue la relación con la política colombiana, la literatura y el mundo del arte, desde donde ex-trajo imágenes de personajes como el francés Henri Matisse y el español Pablo Picasso.

Su hermano, Fernando, asegura que Gustavo no contó con episodios oscuros o megalómanos, sino con un lado apasionado muy fuerte que lo llevaba a refugiarse en la soledad para construir su obra. Lo describe como un ser paciente que comenzó a mos-trar su garra de dibujante a través de bocetos hechos en Puerto Rico, sobre Los Mitos de Cthulhu, del escritor es-tadounidense Howard Phillips Love-craft, alrededor de 1970, al tiempo que estudiaba Arquitectura en la Facultad de Artes de la Universidad Nacional de Colombia en Bogotá.

Dos años después empezó a es-tudiar Antropología en Concepción

(Chile), donde el destino no quiso que permaneciera por mucho tiempo, pues el 11 de septiembre de 1973 tuvo lugar el golpe de Estado perpetrado por el entonces comandante en jefe del ejército, Augusto Pinochet, y ocu-rrió la muerte de Salvador Allende. Es-tos hechos, aunados a la persecución de extranjeros, confabularon para que Zalamea decidiera regresar al país que lo vio crecer. No obstante, su retorno fue posible 50 días después de perma-necer en la Embajada de Colombia en Santiago.

Aunque el caos de una nación ajena sería solo el presagio del motor que movería su obra, fue luego de varios bosquejos para los poemas El Gran Burundún-Burundá ha muerto, de su abuelo Jorge, cuando comenzó a filtrarse con fuerza en su pensa-miento la quisquillosa idea política con las obras Nuestras instituciones (1975) y Telones para envolver nues-tras instituciones (1976). Una valora-ción de la época, hecha por el crítico Germán Rubiano en la revista Arte en Colombia en 1982, las cataloga como “dibujos de técnica mixta y acrílicos que insistieron en personajes desco-

munales y monstruosos alusivos, por símbolos evidentes, a políticos, mili-tares y clérigos”.

Olor a turbulencia

La década del 70 en Colombia, en la que inevitablemente se movía el jo-ven artista, vivía los rezagos del Frente Nacional, desmontado en 1974 desde el punto de vista constitucional pero no desde la práctica política.

“Llego de Chile a Bogotá con mi esposa y un niño pequeño huyendo del golpe militar de Pinochet. A partir

del año 77 me paseo con mi obra por las calles de la ciudad y me inserto en la Plaza de Bolívar, donde se empie-zan a producir batallas. Aunque siem-pre lo hice de forma abstracta, hay una premonición. Algo puede pasar en este lugar”, dijo Zalamea, quien en 1978 presentó su serie denominada ‘La ciudad’, generalmente vinilos so-bre tela que mostraban plazas, calles y edificios ardiendo. ¿Le daría el tiempo la razón?

“Con una visión personal y pro-funda, Gustavo se adelantó a definir cómo es la política en Colombia: su-

El miércoles 6 de noviembre de 1985, hombres del movimiento guerrillero M-19 se toman la sede del Palacio de Justicia en la

emblemática Plaza de Bolívar de la capital colombiana. “La violenta incursión armada de la guerrilla, la desproporcionada respuesta del Estado y los incendios que destruyeron la edificación dejaron cerca de un centenar de personas muertas y al menos 11 desaparecidos, cuyo paradero aún se desconoce”, indica el Informe Final de la Comisión de la Verdad, del 2009, sobre los hechos del Palacio de Justicia.

El 14 de noviembre de 1985, la revista Cromos publicó en su portada un reporte de los hechos: “… el país apenas se repone de esas horas aciagas”, rezaba, antes de dar paso al titular “Las 28 horas que estremecieron a Colombia”.

1985Obtiene el Primer Premio en el

Concurso Gráfica Juventud 85 en Bogotá y el Primer Premio en el Salón

Conmemorativo Gilberto Alzate.

1969Estudia Arquitectura

en la UN.

1973Golpe de Estado en Chile.

Regresa a Bogotá con su compañera Elba Cánfora.

1957Ingresa al Liceo Francés Louis Pasteur en Bogotá

1976Expone individualmente en la

Galería Viva México de Caracas.

1965Acompaña a Marta Traba, nombrada

directora de Extensión Cultural de la UN, a sus conferencias en varias

ciudades colombianas.

1972Estudia Antropología

en Chile.

1951Nace en Buenos Aires,

Argentina.

Arc

hivo

par

ticul

ar

Page 21: UN periódico N° 147

21

14 d

e ag

osto

de

2011

147

Cultura

cia y cargada de acciones ilegítimas”, señala el historiador costeño Álvaro Medina, quien asegura que ‘Los Nau-fragios’ creados por el artista hacen parte de las imágenes más poderosas del siglo XX en el país. En esta serie, el Capitolio se hunde al mejor estilo del Titanic, y con chimeneas a bordo se puede observar el movimiento lento de una institución cuyo destino final, sin duda, será el fondo del océano que la sostiene.

Para ese entonces, sin piedad, Zalamea se había untado de pintura para crear ‘La Plaza’, el más sólido de los símbolos del poder y descalabro político-social que plasmó en más de 40 trabajos de diversas técnicas que vieron la luz hacia 1980.

Y aparece el monstruo

En este punto surgen las prime-ras menciones a un elemento que ha pasado a ser, por antonomasia, ícono de la entramada imaginación de este bogotano “por adopción”. Se trata de la monumental ballena que asoma una y otra vez en el festín de su obra, por ejemplo, sumergiéndose en el corazón de la ciudad nublada cuyas venas o avenidas fluyen como ríos luminosos.

“Cuando aparece la ballena entra el mar a la plaza y nace un senti-miento entrañablemente poético en mi obra; una visión bárbara de la política. Creo que la poética nos salva de los hechos más espantosos”, dijo Zalamea al exponer su cuadro El mar en la plaza (1978) en el Museo de Arte de la Universidad Nacional de Colombia, durante el mes de abril del

2010. Lo acompañó con un fragmento de la novela Moby Dick, de Herman Melville. Esta enganchadora historia de 1851 narra la desesperada perse-cución de la gran ballena blanca por el capitán Ahab. El artista tomó el ce-táceo para adaptarlo a su obra.

“Era el monstruo de los mares dispuesto a terminar con sus enemi-gos. La pesadilla de los océanos, que se cernía de una vez para siempre so-bre un puñado de seres que no habían cometido pecado diferente al de obe-decer órdenes de un pobre loco…”.

Sin embargo, los pies de página del mundo de la literatura y el arte no se agotan con Melville, y en su obra resalta la utilización de imágenes como el óleo La balsa de la Medusa (1818-1819), del francés Théodore Gé-ricault; el irónico esqueleto de Paz de Idilio (1871), de Honoré Daumier, o una referencia del cine, del que toma una de las criaturas prehistóricas de Jurassic Park para ubicarla, furiosa y en posición de batalla, encima del Capitolio.

Esta última hace parte de la serie de postales ‘Proyecto Bogotá’ (1994), que presenta imágenes como una ca-lle atravesada por un río al que llama Chapinero y en el que navegan sus habitantes, dejando al descubierto su premisa “Hay que transformar la ciu-dad en utopía”.

María Teresa Guerrero, asesora cultural, señala que la postal Ejecutivo Chamberlain-Feliza se convirtió en premonición de un hecho real de la ciudad, en el que hombres secues-traron un bus ejecutivo y violaron a dos mujeres. El fotomontaje muestra un bus con una gran acumulación de chatarra soldada encima.

El laberinto caligráfico de Zalamea

Gran conocedora de la obra del maestro, la ex directora del Museo de las Américas en Washington, Ma-ría Escallón, considera que durante los últimos 15 años el artista había encontrado un camino que lo liberó un poco del compromiso político. A pesar de decir exactamente lo mismo, lo hacía con más libertad, pintando de una manera distinta por delante y por detrás del lienzo. Rescata de su obra la utilización de las figuras femeni-nas del pintor nicaragüense Armando Morales: “Las apropió y poco a poco fueron habitando casi todos sus cua-dros de las últimas épocas”, señala Escallón, quien además fue curadora de la muestra “Escrituras”, de Gustavo Zalamea, presentada en el Museo de Artes Visuales de la Universidad Jorge Tadeo Lozano en el 2010.

La exposición incluía diversos formatos de sus recientes trabajos, donde la escritura siempre fue pro-tagonista, pues este docente de la Escuela de Artes Plásticas de la UN construía su obra a partir de un la-berinto caligráfico que funcionaba como una bitácora conceptual. Las obras iban acompañadas entonces de textos como “El sueño de la razón pro-duce monstruos, Goya”, “La belleza del horror, el horror de la belleza, La Medusa” o “Ver, mirar, regarder, mirar atrás”.

Quizá gracias a esos garabatos realizó cerca de 150 exposiciones in-dividuales y colectivas en Colombia y el exterior, y ganó reconocimientos como el Primer Premio del XXX Salón

1989Obtiene con La Prensa el Premio Nacional de

Periodismo Simón Bolívar.

2011El 22 de junio sale de Bogotá

rumbo al Amazonas. El sábado 25 parte de Leticia

rumbo a Manaos. Muere en esta ciudad el 12 de julio.

2003Invitado de honor del XII Salón

Nacional de los Sindicatos del Grupo Renault en París.

1993Muestra en la Galería Art Forum (Quito),

dirigida por Katina Laznik, y en la salade la OEA en Buenos Aires.

1986Participa en la Muestra 1951,

en el Museo de Arte de la UN, en Intergrafik (Berlín), y

en la Bienal de Grabado de San Juan de Puerto Rico.

2010Expone “Escrituras”

en la Universidad Jorge Tadeo Lozano.

1996Expone “Juicios Finales” en la

Galería Diners.

Testigos de la historia

En la misma línea de Zalamea, años atrás, Alejandro Obregón, tes-tigo de los acontecimientos del 9 de abril de 1948 cuando asesinaron a Gaitán y la multitud enardecida gritó, lloró, provocó incendios y saqueos, y las masas reprimidas decantaron en centenares de muertos, pintó su pri-mer cuadro político (algo picassiano) titulado Masacre.10 de abril.

Luego, el hombre de los cón-dores y las barracudas creó durante y después de la dictadura de Rojas Pinilla obras relacionados con la ma-sacre de estudiantes el 8 y el 9 de junio de 1954 en Bogotá, hasta llegar a su emblemático óleo del año 62, Violencia, en el que el cuerpo sin vida de una mujer embarazada yace, podría decirse, arropado por la oscuridad.

“Años más tarde, en los 80, la artista bumanguesa Beatriz González también abordó el tema político pe-ro con el tratamiento pop de líneas sencillas y colores planos que emplea siempre en su propuesta, una burla del poder con cuadros irónicos”, indica Gustavo Medina, destacando además el trabajo que sobre la violencia hace Pedro Alcántara con sus personajes monstruosos a partir de las figuras expresionistas de la cultura Tumaco.

Nacional de Artistas (1986), el Pre-mio Nacional de Periodismo Simón Bolívar al mejor aporte original al pe-riodismo en el campo del diseño en 1989, y el Premio Casa Andrés Bello en Caracas (1992).

Entre otras distinciones se des-taca el Premio Nacional de Diseño Gráfico para la creación del logo del Museo Nacional (presentado por Col-

BogotáHomenaje a Alejandro Obregón

Tarjeta postal - 1994

Page 22: UN periódico N° 147

2214

de

agos

to d

e 20

1114

7Cultura

La Academia

Fue en 1995 cuando el maestro ingresó a la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad Nacional como docente. Tiempo después reemplazó al artista plástico Dioscórides Pérez en el Taller Experimental.

“Yo estaba trabajando con los estudiantes una disciplina fuerte del cuerpo derivada de mis estudios de Tai Chi en China. Cuando Gustavo entró a este taller orientó su visión hacia algo ignorado en la Universidad: pasar de la interiorización del cuerpo a su exteriorización sobre lo urbano. La ballena entró a formar parte de la reflexión de los estudiantes como una metáfora para considerar la ciudad como un cuerpo vivo de reflexión y análisis”, señala el reconocido artista que por estos días se dedica a terminar una reedición de grafías precolombinas que debían ser revisadas por Zalamea.

Con reglas estrictas, íntimas, pero también abiertas e incitadoras, se apropió y fortaleció durante muchos años la Exposición de Trabajos de Grado de la Escuela, donde los estudiantes muestran lo mejor de sus propuestas mientras Zalamea, además de atraer hacia ellos la atención de galerías y museos, los estimulaba para hacer de su obra algo esplendoroso y brillante. Con ello buscaba que lo que llamaba “el mundo real” no los tomara por sorpresa.

cultura en 1993). “En este logo, sín-tesis a mano alzada de la fachada, el maestro destacó, por una parte, el imaginario del recinto asociado al edificio y, por otra, su amor por el dibujo que definió como agente que actúa como recuperador de la memo-ria”, dice María de Angulo, directora del museo.

Buscando tres ríos

Después del año 2000, además de la academia, Zalamea se dedicó a desarrollar proyectos de video con su hijo. “En ese momento, para mi padre era importante explorar medios dife-rentes a la pintura”, dice Julián. Así, nacieron producciones como Doce fugas y El niño de los sortilegios. Luego de la muerte del artista, Julián invitó a varios profesores de la Universidad Nacional para mostrarles parte del universo de su padre, pues considera que difundir su trabajo es el mejor tributo que se le puede rendir. “Para eso lo hizo”, señala. Agrega que entre las propuestas más importantes de su progenitor están varias pinturas que concluyó antes de morir. Se trata de trabajos coloridos con claras referen-cias a la última cena de Da Vinci.

Gustavo Zalamea, dibujante que ya había recorrido el río Magdalena hasta su desembocadura en Bocas de Ceniza (Atlántico), y había vivido bajo luz y sombra las aguas del Orinoco, se encontró con la muerte el pasado 12 de julio en la confluencia del río Negro y el Solimoes, en Manaos (Bra-sil), víctima de una neumonía. A esta ciudad llegó luego de partir de la hú-meda Leticia (capital del Amazonas), en un viaje que duró cuatro días y tres noches. La travesía, absolutamente personal, oracular y exploratoria so-bre estas aguas, lo llevó a entrar con el cuerpo en el mundo de sus propios imaginarios, gran parte del tiempo sentado en el barco mientras leía el manuscrito de una novela de su her-mano Fernando.

Fue un gran compañero de via-jes y de contemplación, relata Nelson Vergara, docente de arte mediático de la UN, quien lo acompañó en este úl-timo camino, en el que ambos docu-mentaban el recorrido: Vergara desde la fotografía y Zalamea, como siem-pre, tomando apuntes, construyendo su maremoto caligráfico muy lejos de la fría Bogotá y su humillada Plaza que parecía haberse instalado en sus entrañas como un “mal” complacien-te que solo pudo exorcizar a través de dibujos y pinturas tan infalibles como inolvidables.

“Si miro mi trabajo en retrospectiva, lo veo como

una especie de rompecabezas donde las piezas encajan

sin dificultad. Estoy siempre recuperando elementos de

trabajos anteriores: pintura y dibujo están dialogando en una

misma tela”, Gustavo Zalamea.

Víct

or M

anue

l Hol

guín

/ U

nim

edio

s

Estudio, óleo sobre tela180 x 190 cm - 1986

Primer Premio XXX Salón Nacional de Artistas

Dibujo de uno de "Los naufragios"creados por Zalamea

Page 23: UN periódico N° 147

23

14 d

e ag

osto

de

2011

147

M

Page 24: UN periódico N° 147

2414

de

agos

to d

e 20

1114

7

Viviendo en el bosque. Un siglo de investigacionessobre los makú del noroeste amazónicoEditor: Gabriel Cabrera BecerraFacultad de Ciencias Humanas y EconómicasUniversidad Nacional de Colombia en Medellín

Aspectos claves de la logística internacionalen el sector de alimentosAutores: Óscar Eduardo Suárez Moreno y Jaime Antero Arango MarínFacultad de Ingeniería y ArquitecturaUniversidad Nacional de Colombia en Manizales

Cabildo, política y sociedad, 1810-1821El caso de la provincia de AntioquiaAutores: Renzo Ramírez Bacca y Marta Ospina EcheverriComisión BicentenarioVicerrectoría GeneralUniversidad Nacional de Colombia

El arte y la ciencia del cuidadoAutor: Grupo de CuidadoFacultad de EnfermeríaUniversidad Nacional de Colombia

Con el nombre de Makú se co-noce a varios pueblos indígenas ca-zadores-recolectores del noroccidente de la Amazonia: los Nükâk y los Kákwâ (Cacua o Bara Makú) de Colombia, los Hupdë y Yuhupdë de Brasil y Colombia, y los Nadëb (Kabori) y Düw (Dâw o Ka-mâ) de Brasil.

Son siete contribuciones acadé-micas que abarcan un siglo de inves-tigaciones y renuevan la información y el acceso a materiales sobre estos pueblos. Se desarrollan temáticas no ex-ploradas o dispersas en la literatura, que contribuyen a visibilizar su existencia y actualizar sus problemáticas.

El texto escrito por Theodor Koch-

Se orienta al sector de alimentos por ser uno de los más neurálgicos de la economía nacional. El diseño de contenidos tiene como guía principal el manual para la distribución física de mercancías de exportación de la Cá-mara de Comercio Internacional, y los términos de referencia comercial inter-nacional de Inconterm. Esta selección es producto de la dinámica generada en el proceso de aprender haciendo,

Las evidencias señalan que durante este periodo, asumido como un proceso de emancipación y transformación, se instauró un sistema político republica-no basado en los derechos y libertades individuales en las que se involucraron distintas clases y grupos étnicos. Tam-bién es cierto que el proyecto republica-no no significó una renovación total de

Muestra de manera sencilla aspectos relevantes del cuidado en enfermería. Para ello, se ha organizado en cinco capítu-los que abordan el tema desde diferentes perspectivas que, en conjunto, permiten comprender mejor su trascendencia.

En el primer capítulo se enuncian los elementos primordiales e imperativos relacionados con la fundamentación con-

Grünberg ofrece la primera caracteriza-ción de estos grupos.

P. van Emst observa la relación entre los nómadas makú con los vecinos seden-tarios y discute las lecturas de simbiosis o marginalidad involucradas. Su texto "So-metimiento voluntario: los makú en el occidente del Amazonas", no citado por los investigadores que trabajan en la zona, recoge las vivencias de este investigador.

Renato Athias, en "Ocupação espa-cial e territorialidad, entre os Hupdah do Rio Negro, Amazonas", describe y pole-miza las nociones de territorialidad de los pueblos, y en especial las de los hupdu.

Gabriel Cabrera Becerra aborda en una perspectiva histórica dos temáticas:

adaptado para la línea de ingeniería lo-gística en Ingeniería Industrial.

Se trata de evidenciar la importan-cia del posicionamiento geográfico y las tendencias globales a nivel macro de los mercados, con el ánimo de que el usuario se ubique y conozca al menos las caracte-rísticas culturales, sociales, económicas y políticas de su contraparte.

La secuencia de los contenidos, or-ganizada en ocho capítulos, facilita la

las élites económicas y políticas; por el contrario, se dio cierta continuidad de actores e instituciones preestablecidos.

El libro señala la necesidad de pre-guntarse, entonces, por las dinámicas del proyecto republicano impulsado en-tre 1810 y 1821, periodo que comprende el autonomismo local, la reconquista y el accionar de los ejércitos libertadores.

ceptual del cuidado. En el segundo se hace un aporte básico para mirar las experien-cias de entender cómo este puede ser orientado e integrado en la enseñanza de la Enfermería.

El tercer capítulo toca aspectos fun-damentales de la operalización del cuida-do en el contexto asistencial de la enfer-mería con los pacientes. El cuarto aborda

una aproximación histórica a la filmogra-fía sobre los pueblos makú, mostrando un breve panorama sobre el cine etnográfico. Asimismo, algunas notas sobre el lugar de la infancia entre los pueblos makú.

Patience L. Epps, con "A Escola entre os Hupd’äh do Alto Rio Negro: encontran-do un camino", muestra el actual sistema escolar y su injerencia en la vida cotidiana de los Hupd’äh. Ofrece algunas ideas para su mejoramiento.

"Localización estática en yuhup", de Ana María Ospina B., indaga la con-ceptualización espacial involucrando las variables distancia y visibilidad, poco con-sideradas en análisis similares de otras lenguas.

interpretación práctica de la dinámica del proceso importación-exportación, y ofrece herramientas para diseñar, en Ex-cel, una herramienta propia de costeo, que permite optar por la opción de venta más acertada a los intereses.

Por tanto, es un documento de con-sulta integral para estudiantes, impor-tadores y exportadores que requieran información de soporte para la logística de sus operaciones de comercio exterior.

En un extremo se tiene el ideario liberal que inspiró la nueva institu-cionalidad, apuntalada convenien-temente en el orden católico, y en el otro gana terreno la postura del ejército libertador que pudo haber limitado los autonomismos locales y revertirlos hacia una soberanía nacional.

experiencias de la administración de la enfermería para generar, con base en las reflexiones fundamentales centradas en aspectos éticos, experiencias trabajadas y una mirada al liderazgo como aporte fundamental en esta profesión. El últi-mo capítulo analiza aspectos cardinales de investigación, cultura y producción científica del cuidado.

Reseñas