Un hogar en las alturas

2
102 Casas en los Un hogar en las alturas

description

Artículo sobre Bioconstrucción para Revista Namaste (Palma de Mallorca, España)

Transcript of Un hogar en las alturas

Page 1: Un hogar en las alturas

102 Casas en los

Un hogar en las alturas

Page 2: Un hogar en las alturas

103

La bioconstrucción como tendencia encuentra en los árboles un punto de partida como pocos a la hora dar vida a creaciones asombrosas que, además de ser amiga-bles con el ambiente, resultan espacios atractivos para los más diversos públicos. Cada casita del árbol es diferente, en principio porque no hay un árbol igual a otro. Es necesario evaluar la especie, la altura, la forma de las ramas, la resisten-cia, la velocidad de crecimiento, el tipo de madera, la sensibilidad a los hongos. Con estos puntos claros se podrá hacer un boceto, que de entrada debe contem-plar un anclaje fl otante que no limite la vitalidad del árbol. La madera es la reina de los materiales en este caso: materia prima renovable, reciclable, biodegradable, que ofrece solidez y aislamiento térmico, así como la cualidad de absorber y expulsar la humedad, lo que permite regular el medio ambiente interior.Las casas de los árboles cuentan con linternas y velas para las horas oscuras. En ellas toca ser efi ciente con el uso del agua a falta de tuberías, y a la hora de ir al baño no está de más saber que los deshechos van a fosas ecológicas o se reciclan en forma de compostaje. Una casa en un árbol es sin duda un buen ejemplo de bioconstrucción por múl-tiples razones. Está integrada en el ambiente, implica diseño personalizado, empleo de materiales saludables, optimización de recursos, programa de com-postaje, y consideraciones funcionales, bioclimáticas y de ahorro energético. ¿Desventajas? Obviamente no es una opción masiva de vivienda y existe una lógica limitación de tamaño. A eso se suma que requiere mucho mantenimiento, porque la propia naturaleza invade la construcción, sin contar que los pájaros carpinteros pueden agujerear la madera. Lo que no se pone en duda es que resultan una invitación estupenda a desco-nectarse del ajetreo diario. No importa si no se tiene jardín, si no hay árbol en casa que pueda abrazar el curioso alojamiento aéreo; desde Australia hasta Chile, pasando por Canadá, Costa Rica o Sri Lanka, sin dejar por fuera a Europa, existen complejos de cabañas turísticas que han hecho de los troncos sus pilares, y que son una invitación a entrar en sintonía con un ritmo en el que lo natural es protagonista. En España, específi camente en Granada, Gerona y en Castilla la Mancha, se en-cuentran algunos de los mejores ejemplos del escenario europeo; se trata de eco alojamientos que sorprenden por su belleza y comodidades similares a las de un hotel tres estrellas, cocina incluida. Suena bien, aunque vale aclarar que vivir col-gado de un árbol en comunión con la naturaleza exige renunciar a ciertas rutinas típicas de las urbes. ¿Por qué no?El viejo sueño infantil de la casita en el árbol ya no es exclusivo de los niños, ahora es cosa de grandes, de parejitas que buscan una escapada, de amantes de lo verde o de los curiosos que quieren sumar a su diario de aventuras una anecdó-tica experiencia de altura.

T. Sandra Barral Casas en los árboles. Un hogar en las alturas

Una casa en un árbol es sin duda un buen ejemplo de bioconstrucción por múltiples razones. Está integrada en el ambiente, implica diseño personaliza-do, empleo de ma-teriales saludables, optimización de recursos, programa de compostaje, y consideraciones funcionales, biocli-máticas y de ahorro energético