Roland Borges Soto

Ultimo Pirata del Caribe…Cofresí

Novela de Ficción Histórica Ilustrada

Colección de Puerto Rico ©2009-2012

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Copyright © 1998-2012 por Colección de Puerto Rico Todos los derechos reservados incluso el de reproducción total o parcial en cualquier medio impreso, mecánico o digital sin permiso por escrito del editor. ISBN: Ilustración Digital por Roland Borges Soto Fotógrafos: Fernando J. Montano Eduardo González Irina Kozhemyakina Mónica N. Borges Pablo Cordero Freddy Badillo Javariz Rubén Edgardo Vásquez Roland Borges Soto Publicado por: VFS Multimedia Inc. Primera Edición 2012 Hecho en Puerto Rico

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Para Mónica y Nicole, con todo el cariño de papá.

Ficción histórica es un género literario propio de la novela en el cual la acción se desarrolla en un contexto histórico verídico, a partir del cual el autor cuenta su propia versión de la época, generalmente tratando acontecimientos destacables y conocidos. Me he permitido, para el desarrollo de la trama y después de la descripción de la situación presentada, usar un formato poco convencional en las novelas haciendo uso del recurso del diálogo teatral, anteponiendo los nombres de los personajes a sus líneas y estado para facilitar su comprensión. Algunos nombres y situaciones pueden corresponder históricamente en algunos de los personajes, los demás nombres son ficticios, cualquier parecido a nombres y eventos reales son pura casualidad. El español usado corresponde a la ortografía, vocabulario y sintaxis de los modos y los estilos de escritura de la época en que se desarrolla la historia, no necesariamente son errores. Palabras que en el español tradicional se escribían de una forma pueden haber variado con el español moderno y en la actualidad no se acentúan o se escriben de diferente manera.

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Agradecimientos

En primer lugar a Dios por haberme dado la vida y la creatividad. Gracias a toda mi familia y amigos por su resistencia durante mi proceso creativo y a la gente de Puerto Rico por ser tan valientes.

No tengo palabras para expresar la gratitud que siento por esos amigos que desinteresadamente me brindaron el apoyo necesario para la preparación de este libro y los demás proyectos derivados, ellos saben quienes son, gracias. También quiero agradecer a todos aquellos hombres y mujeres amantes de la historia, que con su aportación escrita mantienen perpetuado eventos y situaciones de interés para las futuras generaciones. Un pueblo que no conoce su historia está expuesto a repetir sus mismos errores.

Deseo expresar mi gratitud a todos los amigos que

colaboraron para la recreación gráfica de los eventos utilizados para imágenes digitales y materiales impresos, especialmente a mi hermano Edgardo y a papito Joe (Yoyo). Gracias también a todos los que de una manera u otra colaboraron con la fabricación de la utilería para la ambientación de las escenas. Sus aportaciones son invaluables, muy en especial a mi amigo Celedonio Rivera.

Finalmente a esas extraordinarias mujeres que me dieron su

incondicional apoyo y tiempo: A mi madre Inocencia Soto, apasionada por la lectura y excelente artesana adscrita al Instituto de Cultura Puertorriqueña; a mi esposa Marta González, Especialista en Educación Pre-escolar, lectora incansable y el agente motivador de mi vida; a mis hijas Nicole y Mónica, mi grupo creativo y amantes incondicionales de todos mis proyectos artísticos, digitales, escritos y de mis locas aventuras por la vida.

Gracias…a todos…

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Introducción

Roberto Cofresí (El Corsario Cofresí o El Pirata Cofresí) se ha convertido en un símbolo en contra del absolutismo y la codicia, imagen de los oprimidos que luchan contra el poderoso y voraz orden del Sistema para sobrevivir. El hecho histórico es que el Corsario Cofresí finalmente fué capturado, juzgado como pirata y ejecutado por sus crímenes. La Marina de Guerra de los Estados Unidos de América bajo las órdenes de la Corona Española, contribuyó a terminar con la vida de este personaje. Quien para algunos es un héroe y para otros un fugitivo que terminó fusilado en el campo del Morro en manos del régimen español. Este proyecto no es un juicio de por qué se debería o no honrar a Cofresí, pero sí un esfuerzo de mantener en perspectiva la historia del personaje más popular de aquellos tiempos. Esta reafirmación creativa de los hechos históricos, de ningún modo pretende cambiar los eventos reales de lo acontecido en la breve y sangrienta vida de Roberto Cofresí. Está diseñado para educar y disfrutar a través de la fantasía histórica, aspectos de la vida y tradiciones de nuestro pueblo en los umbrales del Siglo XIX. Algunos eventos y personajes han sido idealizados para dar mayor interés y atractivo a nuestro proyecto. Nosotros, como cualquier otra isla o país en el mundo tenemos historias. La de Cofresí es una de ellas. Bienvenidos a “Último Pirata del Caribe” Cofresí…

Nuestro personaje nació en tiempos difíciles. El Imperio Español estaba perdiendo sus influencias y control sobre sus colonias en el Nuevo Mundo y en sus islas del Caribe, incluyendo a Puerto Rico.

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Cofresí había establecido una reputación como un corsario despiadado y peligroso de la alta mar. Cuentan las leyendas que para ocultar sus tesoros utilizaba la Isla de Mona y más tarde los islotes de Vieques. La tradición destaca a Cofresí como un “Robin Hood del Caribe” que robaba a los ricos con el fin de dar a los pobres.

Cofresí y sus hombres fueron condenados a muerte y fusilados el 29 de marzo de 1825 por un destacamento del Regimiento de Granada del Ejército Español en la isleta de San Juan Bautista, Puerto Rico. (Memorias de Córdova tomo 6, página 280) Siete años más tarde otro corsario y terror en los mares, José Almeida, fué pasado por las armas el 14 de febrero de 1832 en las inmediaciones del Castillo del Morro donde se hallaba preso. Esto cierra el último capítulo de la piratería en las aguas de la Isla del Encanto, Puerto Rico. Hoy, el grupo creativo de Colección de Puerto Rico inicia una nueva experiencia para los fanáticos de la piratería y nuestra historia al igual que para los amantes de la lectura, la intriga, la aventura, la acción, el misterio y el romance. Que lo disfruten.

Visita: www.PirataCofresi.com o únete en Facebook al grupo Ultimo Pirata del Caribe.

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CAPITULOS

1 - Tocan a la Puerta 2 - Piratas y Corsarios en el Caribe 3 - Un Niño y una Ilusión… 4 - Un Joven Audaz 5 - Aprendiz de Marino 6 - Su Primera Embarcación 7 - El Rebelde Contrabandista 8 - Inestabilidad Política 9 - Se Restablece la Monarquía 10 - Nace el Pirata 11 - La Carta de un Amigo 12 - Primer Oficial 13 - Caín y el Mapa Falso 14 - Tormenta en Barlovento 15 - Perseguidores de Sueños 16 - Campamento en la Mona 17 - Un Galeón y sus Tesoros 18 - Asuntos de Familia 19 - La Patente de Corso 20 - El corsario Roberto Cofresí 21 - Cosas de Hombres 22 - Corazón de Pirata 23 - Se Busca Vivo a Cofresí 24 - La Bellaca 25 - Mi Paraíso Soñado 26 - El Gran Sueño de mi Capitán, Ilusión o Realidad 27 - Fondeando en la Boca del Infierno 28 - Ataque al Danés 29 - El Ataque del USS Saint George 30 - La Luna antes de una Aventura

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31 - Historia del Galeón Español 32 - La Seducción 33 - La Conspiración 34 - La Suerte está Echada 35 - La Emboscada 36 - Acusados, Juzgados y la Sentencia.... 37 - Ultimas Horas en el Calabozo 38 - El Día de la Ejecución 39 - La Carta a Magdalena 40 - Catorce Años Después 41 - Artimaña para Proteger un Gran Tesoro... 42 - Instrucciones para el Cofre #1 43 - Instrucciones para el Cofre #2 44 - El Regreso de Juancho 45 - Carta de Cofresí 46 - Voces en Sueños Nota

Apéndices 1-2-3-4

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CAPITULO 1 Tocan a la Puerta

Ana Isabell era una niña a la que su abuelo José Isabell le contaba historias de piratas, las cuales a su vez a él le contaba su abuelo Juancho quien decía haberlas vivido. Esto hizo nacer en Ana Isabell una gran simpatía por las historias y cuentos de piratas ya que su tatarabuelo fué uno de ellos.

Ana Isabell tenía un perro de peluche que le había regalado Juan, un amigo de su padre, al cual llamó Duque. Ana Isabell lo veía como su mejor amigo, al grado de imaginar que tenía vida y nunca se separaba de él, hasta dormía en su cama. Una noche tocaron a la puerta de la casa de Ana Isabell, era el casero, quien amenazó a sus padres con denunciarlos y echarlos a la calle si no pagaban las rentas que tenían atrasadas. (Síndrome típico en nuestra cultura latina).

Ana Isabell escuchó la discusión y quería ayudar a sus padres, pero no sabía cómo. Esa noche antes de dormir, Ana Isabell

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recordó una de las historias de las que mencionaba su abuelo sobre el pirata Cofresí: contaba que éste tenía tesoros escondidos en las islas cercanas y que él había encontrado cuando niño un mapa y una brújula que escondía su padre Gregorio dentro de un cofre de cedro en un viejo baúl de viaje. Cuando su padre murió, José Isabell guardó en un lugar seguro aquel cofre cerca de la casa. Ana Isabell pensaba que si encontraba el cofre de cedro y a su vez el tesoro, podría pagar la deuda de sus padres y guardar algún dinero.

El abuelo contaba que su abuelo Juancho fué un marino a las órdenes del Capitán Roberto Cofresí en la goleta “La Ana” y que participó con él hasta su última aventura antes de que el Capitán pirata fuera apresado por la milicia española. Ana Isabell se esforzaba por recordar los detalles de aquella historia que contaba su abuelo José Isabell sobre Cofresí y su tatarabuelo. Pensó que si lograba hallar el tesoro todo se resolvería, así que tomó el diario donde ella anotaba lo más interesante de algunas de esas historias y comenzó a leer y recordar detalles de los cuentos del abuelo. Según, leía más se acordaba de nombres y eventos de los que hablaba el abuelo. Ella siempre pensó que todo era real, así que ahora tendría la oportunidad de corroborar parte de las historias. Cada vez que recordaba algo lo anotaba en su diario y continuaba leyendo. Sabía que si buscaba, encontraría claves para hallar el tesoro o algunas de las cosas que se narraban en las historias.

El abuelo mencionaba una goleta de nombre “La Ana”, un lugar llamado Bocas del Infierno, que todo fué a principios del año de 1825, que atacaron una nave que resultó ser un Buque de Guerra, que Cofresí tomó el timón de la goleta y con el viento a su favor huyó hacia la costa. También mencionó que cuando ganaron la playa sacaron todo lo de valor que pudieron de la goleta y lo enterraron, luego Cofresí dividió en dos grupos su tripulación y emprendieron su fuga tierra adentro por distintos caminos para encontrarse nuevamente en Cabo Rojo.

Ana Isabell tenía muy buena memoria y recordó muchos de los nombres y lugares que mencionaba su abuelo, así que siguió apuntando cada detalle en su cuaderno. El abuelo mencionaba que su abuelo Juancho tuvo que luchar con las Milicias Disciplinadas que

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rondaban la costa y que su grupo se dividió, unos corrieron hacia los montes y otros trataron de esconderse en algunas de las villas de la costa. Su abuelo, Juancho, logró refugiarse en una cueva que él ya conocía y que lo llevaría nuevamente hacia la mar. Así fué como pudo salvarse, porque el grupo de Roberto fué atrapado y algunos de los que huyeron con él, el resto murió defendiéndose. Contaba el abuelo que el último día que su abuelo Juancho vió al jefe pirata fué cuando fuera fusilado en los campos del Castillo del Morro.

Ana Isabell quería recordar si el abuelo mencionó alguna vez el lugar donde podría estar el tesoro o alguna clave que ayudara a encontrarlo, así que se puso nuevamente a pensar qué otras cosas mencionó el abuelo cuando le contaba esas historias. Recordó que a veces el abuelo hablaba como en metáforas acertijos y ella no los entendía, por eso se le hacía difícil recordar muchos de ellos, pero lo más importante era recordar alguna clave que le ayudara a encontrar el baúl de viaje de su tatarabuelo. Siguió anotando en el diario nombres como Caín, Magdalena, Moncho, Chinto, Madame Beata, la Ceiba de Guánica, Punta de La Aguada; algunos pueblos de la Isla como, San Antonio de Padua, Naguabo, Patillas, San Germán, San Phelipe, el Padre José Antonio, el Águila, los Morrillos y otras palabras sueltas que podrían ayudarle más tarde.

Ana Isabell repasó nuevamente los nombres anotados y al leer el del Padre José Antonio, recordó que el abuelo mencionó que a éste le habían permitido ver los sentenciados a muerte y que fué el Padre José Antonio quien le entregó a su abuelo Juancho el mapa y la brújula del Capitán pirata día después de la ejecución. Entonces, Ana Isabell recordó la frase: “sólo hay cuatro llaves y sólo dos podéis juntar a la mía para abrir el gran cofre”… “sólo podréis encontrar cuando el más grande se oculte más hacia el norte y si es que tenéis el mapa junto a la ceiba”. (Clave para posicionar el mapa usando la brújula, noroeste, sol). El abuelo habló de un diario que tenía su padre, el cual había enviado su abuelo Juancho desde San Thomas y donde éste apuntaba claves para recordar dónde se escondían algunos botines tomados de los barcos mercantes que viajaban desde Nueva York hacia las Antillas y de la Península hasta Venezuela. Ana Isabell también recordaba haberle preguntado a su abuelo muchas veces dónde estaba ese diario y que él siempre

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contestaba “está tan visible como la palabra de nuestro Señor” (Códigos en las paginas de una Biblia que él le regaló a su hijo antes de morir y que era de su abuelo Juancho).

Ana Isabell decide que va a indagar el paradero del viejo cofre de cedro, encontrar la brújula y el mapa. Si lo encuentra, piensa ir a buscar el tesoro acompañada de su fiel perro Duque. Con lo que no contaba en su aventura, es que Carolina Iguina de la Torre, descendiente de Caín, uno de los piratas más desalmados de los mares que acompañaba a Cofresí, también estaba tras el mismo tesoro. El sueño la vence a la niña y se duerme sobre su perro Duque.

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CAPITULO 2 Piratas y Corsarios en el Caribe

Cuando se habla de piratas o corsarios generalmente se dice

que estos eran mercaderes y negreros, bandidos y contrabandistas que navegaban por iniciativa propia, con dispensa de algún país. Se dedicaban al saqueo de las riquezas obtenidas en las Indias por los españoles o de cualquier navío indefenso que estuviera a su alcance. Desde el siglo XVII aparecieron una serie de aventureros ingleses, daneses, franceses, puertorriqueños entre otros que llenaron las costas de las Indias Occidentales y que venían en busca de fortuna. En España se les llamaba herejes por sus actividades que se consideraban no sólo ilegales, sino violadoras de la fe católica. Estos piratas se adueñaron de esas costas del Caribe por espacio de 300 años. Nuestra historia gira referente a la figura de uno de los últimos corsarios o piratas del Caribe, Roberto Cofresí Ramírez de Arellano y las circunstancias históricas que rodearon su vida a principios del siglo XIX. Cofresí representa la idea romántica del pirata y el eje

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unificador de una serie de eventos que ocurrieron mientras vivía. Veamos la historia:

Contaba el abuelo, que le contaba su abuelo Juancho, que había una vez, en los albores del siglo XIX en las costas de la Isla caribeña de Puerto Rico una goleta llamada “La Ana” con un capitán llamado Roberto Cofresí y su tripulación. Le cuenta también de una pequeña isla con un mapa escondido y un enorme cofre lleno de riquezas enterrado por Cofresí; y de Caín el más malvado de todos en su tripulación que quería el mapa, desenterrar el cofre y tomar las llaves para quedarse con el tesoro de Black Bart. También había un gobernador despiadado que quería capturar al Capitán y a su tripulación para acabar con la piratería en el Caribe. Un Rey en la Metrópolis que estaba en guerra con otras naciones europeas y que las correrías de Cofresí le causaban problemas en sus posesiones de ultramar. España perdía su poderío en la Indias con una revolución en Venezuela y en la isla de Puerto Rico había inconformidad con el régimen establecido, se encubaba el separatismo y el contrabando era la orden del día.

Pero antes de continuar con nuestra historia, demos marcha en el tiempo y conozcamos los antecedentes de la misma. Vayamos a los primeros años de nuestro personaje... Volvamos a empezar…

Era el verano del año de 1791 en Tujao, al norte de Puerto Real en Cabo Rojo…para ser más exactos, el 12 de junio y María Germana Ramírez de Arellano estaba de parto de su cuarto hijo a quien bautizó en la fe cristiana con el nombre de Roberto. Bien, ya tenemos a Roberto, hablemos ahora de su niñez…

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CAPITULO 3 Un Niño y una Ilusión…

Roberto Cofresí Ramírez de Arellano había nacido en Tujao

al norte de Puerto Real en Cabo Rojo para el año de 1791. Desde muy pequeño era un chico muy independiente y amante de la naturaleza, sobre todo del mar donde asentaba sus sueños. Asistió a una pequeña escuela privada, aprendió catecismo y geografía bajo la tutela del profesor Don Ignacio Venero. Tan pronto dominó la lectura, comenzó a leer historias y cuentos de marinos. La literatura, especialmente la poesía, eran para él un mundo de libertad y quimera. Pasaba horas sentado frente a la bahía leyendo y pensando. En las tardes cuando llegaban los pescadores, salía corriendo al muelle para verles descargar sus redes. Su abuelo Don Clemente Ramírez de Arellano (Primo hermano del fundador de Cabo Rojo), le había regalado una chalupa en la que salía de pesca por las aguas cercanas a la costa de Puerto Real. Se pasaba observando los navíos que cruzaban el horizonte con la ilusión de algún día poder navegar

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en alta mar y conocer otros lugares fuera de las aguas de San Juan Bautista.

Conversaba con su abuelo una tarde frente a su casa mientras

miraba al horizonte. Roberto contaba ya con 10 años de edad y soñaba con ser un gran hombre de mar. Roberto: ¡Algún día tendré mi barco y una tripulación! y

surcaré los mares. Don Clemente: Si…sé que serás un gran marino, aunque ese no era

el deseo de vuestra madre que en paz descanse (Roberto había quedado huérfano seis años antes). Ella quería que fueseis un notable escribano o diputado de la corte de Don Ramón de Castro o algún otro regente en la Isla…

Roberto: Con vuestro respeto abuelo y el de la memoria de mi

madre, prefiero el mar antes que la política. La gente de la playa es más divertida que esos señores con los que vos siempre conversáis en la biblioteca.

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“Con un excelente argumento, un ritmo delirante y vistosas ilustraciones se presenta esta novela de ficción histórica basada en la vida, andanzas y heroicidad de un personaje mítico de nuestra historia, con grandes sorpresas al final que le serán muy difícil de olvidar...”

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