Ubicacion Ideologica de Los Colombianos - Londoño y Gallego

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    La presente investigacin ha sido realizada por iniciativa y con financiamiento

    del Centro de Estudios en Democracia y Asuntos Electorales - CEDAE,

    de la Registradura Nacional del Estado Civil.

    Los resultados de la misma, as como los contenidos y opiniones contenidas

    en l no constituyen posicin oficial del CEDAE ni de la Registradura Nacional

    del Estado Civil ni comprometen institucionalmente las mismas

    y son responsabilidad exclusivamente de los autores del estudio.

    UBICACIN IDEOLGICA

    DE LOS COLOMBIANOS

    JUAN FERNANDO LONDOO OSORIO

    GLORIA CECILIA GALLEGO LUJN

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    UBICACIN IDEOLGICA DE LOS COLOMBIANOS

    ISBN: 978-958-58821-1-9

    Documento elaborado por:JUAN FERNANDO LONDOOGLORIA CECILIA GALLEGO LUJN

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    CONTENIDO

    PRLOGO 11

    INTRODUCCIN 13

    CAPTULO 1

    1. ESTADO DEL ARTE Y MARCO CONCEPTUALUBICACIN IDEOLGICA DE LOS COLOMBIANOS 15

    1.1. Literatura internacional 151.2. Ideologa y comportamiento electoral 161.3. Un paneo de las principales encuestas 18

    2. MARCO CONCEPTUAL 212.1. Ubicacin programtica y ubicacin ideolgica: definicin y lmites 212.2. Supuestos y orientacin de la Encuesta 24

    3. EL CONTEXTO DEL PAS: TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES 253.1. Las transformaciones estructurales 263.2. Los cambios polticos 30

    4. EL DISEO DE LA ENCUESTA 33

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    CAPTULO 2RESULTADOS DE LA INVESTIGACIN 35

    1. DESCRIPCIN TCNICA DE LA ENCUESTA1.1. Objetivo general 351.2. Ficha tcnica 35

    2. CONTENIDO DE LA ENCUESTA2.1. Temas morales 372.2. Temas de conflicto armado 442.3. Temas econmicos 522.4. Temas polticos y sociales 592.5. Medicin posiciones polticas 67

    CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 73

    BIBLIOGRAFA 77

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    NDICE DE TABLAS

    Tabla 1. Distribucin de la Muestra 36Tabla 2. Temas Morales Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Clara.

    EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO 42Tabla 3. Temas Morales Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Media.

    PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DE ACUERDO VS PERSONASTOTALES EN DESACUERDO 43

    Tabla 4. Temas de Conflicto Armado Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Clara.EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO 50

    Tabla 5. Temas de Conflicto Armado Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Media.PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DE ACUERDO VS. PERSONASTOTALES EN DESACUERDO 51

    Tabla 6. Temas Econmicos Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Clara.EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO 57

    Tabla 7. Temas Econmicos Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Media.PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DE ACUERDO VS PERSONASTOTALES EN DESACUERDO 58

    Tabla 8. Temas Polticos y Sociales Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Clara.EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO 65

    Tabla 9. Temas Polticos y Sociales Vs Sexo/ Edad - Ubicacin Ideolgica Media.PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DE ACUERDO VS. PERSONASTOTALES EN DESACUERDO 66

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    NDICE DE GRFICOS

    Grfico 1. Distribucin de la poblacin cabecera-resto 27Grfico 2. Evolucin PIB per capita (1970-2012) 28Grfico 3. ndice de incidencia en la pobreza (2002-2012) 28Grfico 4. Crecimiento clase media pases andinos (2003-2009). Porcentaje de la poblacin

    clase media Amrica Latina (2009) 29Grfico 5. Matriculados Educacin Superior (2000-2013). Matriculados por nivel

    de formacin (2013) 30Grfico 6. Acceso a internet en Colombia (2000-2013) 30Grfico 7. Preg. 1: Las parejas del mismo sexo deberan tener los mismos derechos

    que las dems parejas. 36Grfico 8. Preg. 2: Colombia debera legislar para permitir que las mujeres puedan

    practicarse abortos legalmente en cualquier situacin. 37Grfico 9. Preg. 3: El Estado colombiano debera legislar para permitir la

    realizacin de eutanasia para enfermos terminales. 37Grfico 10. Preg. 4: La discusin de las leyes no debe basarse en las posiciones

    de la Iglesia. 38Grfico 11. Preg. 5: El uso de ciertas drogas como la marihuana debera estar permitido. 38Grfico 12. Preg. 6: El manejo del consumo de drogas debe ser tratado como un

    problema de salud pblica y no ser considerado como un problema penalque requiere normas punitivas. 39

    Grfico 13. Preg. 7: Las personas que creen en Dios y van a la Iglesia tienen mejorescomportamientos que los dems. 39

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    Grfico 14. Ubicacin Ideolgica Clara EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO.Temas Morales 40

    Grfico 15. Ubicacin Ideolgica Media PORCENTAJE TOTAL PERSONASDE ACUERDO VS PERSONAS TOTALES EN DESACUERDO.Temas Morales 41

    Grfico 16. Preg. 8: En determinadas ocasiones la fuerza pblica ha tenido quecometer abusos como respuesta a los abusos de los grupos guerrilleros. 44

    Grfico 17. Preg. 9: El Estado ha sido el principal responsable por accin y omisinen las violaciones de derechos humanos en el pas. 44

    Grfico 18. Preg. 10: La guerrilla es una organizacin poltica que opt por la luchaarmada para defender sus ideales. 45

    Grfico 19. Preg. 11: La ausencia del Estado justific la creacin de gruposparamilitares que restablecieran el orden pblico en las regiones. 45

    Grfico 20. Preg. 12: Alcanzar la paz implica hacer concesiones polticas y judicialesa la guerrilla. 46

    Grfico 21. Preg. 13: Las condiciones sociales de injusticia y desigualdad explicanla existencia de la guerrilla en Colombia. 46

    Grfico 22. Preg. 14: La guerrilla es una organizacin criminal que se mantieneporque vive del negocio del narcotrfico. 47

    Grfico 23. Preg. 15: La mejor manera de alcanzar la paz es derrotar militarmentea la guerrilla. 47

    Grfico 24. Ubicacin Ideolgica Clara EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO.Temas de Conflicto Armado 48

    Grfico 25. Ubicacin Ideolgica Media PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DEACUERDO VS PERSONAS TOTALES EN DESACUERDO.Temas de Conflicto Armado 49

    Grfico 26. Preg. 16: Una reforma tributaria debera incrementar los impuestosdirectos de los ms ricos. 52

    Grfico 27. Preg 17: Colombia debera renegociar los Tratados de Libre Comerciopara poder proteger a los productores nacionales. 52

    Grfico 28. Preg. 18: El Estado debe subsidiar a los campesinos aun cuando susactividades no sean rentables con el fin de lograr la equidad social. 53

    Grfico 29. Preg. 19: Para garantizar la inversin extranjera el Estado nodebe subir los impuestos a las empresas que invierten en Colombia. 53

    Grfico 30. Preg. 20: Si la poblacin de un municipio se opone a una actividadpetrolfera o minera el Estado debe detener el proyecto as estoimplique menos recursos para el pas. 54

    Grfico 31. Preg. 21: La mejor forma de luchar contra la pobreza es medianteuna mayor inversin pblica por parte del Estado en proyectos sociales. 54

    Grfico 32. Preg. 22: Colombia debe detener la locomotora minera con el propsitode evitar que se sigan generando impactos sociales y ambientales negativos. 55

    Grfico 33. Ubicacin Ideolgica Clara EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO.Temas Econmicos 55

    Grfico 34. Ubicacin Ideolgica Media PORCENTAJE TOTAL PERSONASDE ACUERDO VS PERSONAS TOTALES EN DESACUERDO.Temas Econmicos 56

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    Grfico 35. Preg. 23: La pobreza es una situacin que puede remediarse con elesfuerzo individual. 59

    Grfico 36. Preg. 24: La inclusin de minoras en Colombia debe incluir cuposgarantizados para ellos en los cargos pblicos y otros beneficios especiales. 59

    Grfico 37. Preg. 25: La proteccin del medio ambiente implica que el Estado hagams exigentes las normas de licenciamiento ambiental a pesar de que estoretrase los proyectos. 60

    Grfico 38. Preg. 26: La salud debe ser responsabilidad del Estado y para garantizarlase requiere la gestin directa por parte del Estado y la reduccin del papeldel sector privado en la prestacin de los servicios. 60

    Grfico 39. Preg. 27: Los sindicatos son una expresin importante de lostrabajadores y el Estado debera hacer ms para protegerlos. 61

    Grfico 40. Preg. 28: El pago de horas extras constituye un derecho laboral quedebe ser reconocido as se afecte la competitividad de las empresas. 61

    Grfico 41. Preg. 29: Las crticas que se hacen al gobierno de Nicols Maduroen Venezuela obedecen a que se trata de un gobierno de izquierda. 62

    Grfico 42. Preg. 30: La ayuda militar de los Estados Unidos en Colombia con programascomo el Plan Colombia ha sido importante para la consecucin de la paz. 62

    Grfico 43. Ubicacin Ideolgica Clara EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO.Temas Polticos y Sociales 63

    Grfico 44. Ubicacin Ideolgica Media PORCENTAJE TOTAL PERSONA. Temas Polticos y Sociales 64

    Grfico 45. Resumen Posiciones Polticas de Izquierda a Derecha - UbicacinIdeolgica Clara EXTREMOS DE ACUERDO Y DESACUERDO 67

    Grfico 46. Resumen Posiciones Polticas de Izquierda a Derecha - UbicacinIdeolgica Media PORCENTAJE TOTAL PERSONAS DE ACUERDOVS PERSONAS TOTALES EN DESACUERDO 67

    Grfico 47. Preg. 31: En una escala de 1 a 10 donde 1 significa es la izquierda y10 la derecha donde ubica a los siguientes personajes. 68

    Grfico 48. Preg. 31: Ubicacin Lideres Polticos 68Grfico 49. Preg. 32: En una escala de 1 a 10 donde 1 representa la posicin ms

    a la izquierda y 10 la posicin ms a la derecha, donde se ubicausted mismo?. 69

    Grfico 50. Preg. 33: En una escala de 1 a 10 donde 1 significa es la izquierday 10 la derecha donde ubica a los siguientes partidos. 69

    Grfico 51. Preg. 33: Ubicacin Partidos Polticos 70Grfico 52. Ubicacin Ideolgica Ciudadanos. Lderes - Partidos Polticos 70Grfico 53. Preg. 34: Usted vot en las pasadas elecciones? 71Grfico 54. Preg. 35: En una escala de 1 a 5 donde 1 es el punto ms a la izquierda

    donde ubica usted al actual gobierno de Juan Manuel. 71Grfico 55. Preg. 36: En una escala de 1 a 10 donde 1 es totalmente de acuerdo y

    10 totalmente en desacuerdo que tanto se identifica con esta afirmacin.Identificarme con las concepciones ideolgicas del candidato es fundamentalpara m a la hora de escoger por quien voy a votar. 72

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    PRLOGO

    Una de las caractersticas de las democracias modernas es el alto grado de complejidad de losdebates que conducen a mejorar el funcionamiento de las instituciones. Muchos de los debates quedividieron las sociedades en el pasado ya han sido resueltos abandonando las posiciones extremas.Temas como la vigencia de los derechos humanos, la separacin de poderes, el modelo de organi-zacin territorial e incluso la discusin entre formas de gobierno parlamentarias o presidenciales noson ya el centro del debate porque frente a los hechos contemporneos la sociedad ha decididooptar por un orden constitucional y el estado de derecho. La superacin de estos debates ha deriva-do en el surgimiento de nuevos problemas y demandas, muchos de ellos complejos y llenos dematices.

    Para poder entender los desafos que afronta la democracia colombiana es necesario entender ymejorar nuestro nivel de comprensin de los fenmenos relacionados con la bsqueda, distribuciny ejercicio del poder que constituyen los elementos definitorios del carcter de la democracia. Poresta razn, la primera tarea que le hemos asignado al Centro de Estudios en Democracia y AsuntosElectorales (CEDAE) ha sido justamente promover una agenda de investigacin que persiga dosobjetivos. El primero, brindar mejor informacin y anlisis sobre los procesos polticos y electoralesque caracterizan la democracia colombiana. El segundo, conectar las agendas de investigacin conlas necesidades reales de los tomadores de decisiones en materia de reformas. Consecuentes conese propsito se han seleccionado un conjunto de investigaciones que buscan llenar los vacos quehoy tenemos cuando entramos a discutir temas relativos al mejoramiento de nuestras institucionespolticas.

    Para alcanzar este objetivo hemos buscado los ms importantes centros de investigacin del pasas como un conjunto de reconocidos expertos para que elaboren los estudios propios del centro yestructuren as lo que ser la agenda de investigacin del CEDAE. Hemos escogido esta metodolo-ga por considerar que nos permite potenciar las capacidades de instituciones que ya han adelantadotrabajos sobre estas materias y con los cuales esperamos generar sinergias.

    Como nuestro propsito es enriquecer el debate pblico esperamos que las distintas publicacio-nes propicien reflexiones en los escenarios polticos, sociales y acadmicos. La labor del CEDAE secomplementar con futuros esfuerzos en materia de promocin de la cultura poltica y en poner adisposicin de los colombianos la informacin de los procesos electorales que se han desarrolladoen el pas.

    De esta manera la organizacin electoral responde a una creciente demanda que los ciudadanosy sus dirigentes expresan y es la de proporcionar anlisis cualificados que permitan entender demejor manera las instituciones polticas. Es una tarea que viene abrindose paso en toda AmricaLatina y que ha llevado a que en casi todos los pases existan hoy centros de estudios y capacitacinque permitan trascender la labor de organizar elecciones y crecientemente avanzar hacia compren-der y apreciar mejor los valores, procedimientos y el conjunto de elementos que comprenden lademocracia.

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    Confiamos que la publicacin que usted tiene en sus manos contribuye de modo sustantivo aalcanzar el propsito comn de tener una democracia ms slida y profunda.

    Carlos Ariel Snchez TorresRegistrador Nacional del Estado Civil

    Diciembre de 2014

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    INTRODUCCIN

    La evolucin reciente de la poltica en Colombia ha trado grandes transformaciones en los ima-ginarios polticos de los ciudadanos. No slo se han transformado las condiciones estructurales devida de los colombianos, que ahora gozan de mejores ingresos, mayores niveles de educacin y msacceso a diferentes fuentes de informacin sino que los patrones de relacionamiento poltico tambinhan cambiado. Un sustrato social distinto ha permitido la aparicin de un sistema de partidos distin-to, las reformas polticas no han actuado en el vaco sino que han tratado de adaptarse a estoscambios en la organizacin social.

    No se trata de un proceso automtico ni sencillo, las transformaciones sociales pueden ir apare-jadas de evoluciones polticos o de revoluciones. Las democracias contemporneas han permitidoque las dinmicas sociales se vean reflejadas en las distintas formas de expresin de la ciudadana,desde un creciente nmero de organizaciones de la sociedad civil hasta los propios partidos polti-cos que deben representar las correlaciones de poder existentes en la propia sociedad.

    En materia de representacin poltica Colombia ha visto emerger nuevas formas de representa-cin y organizacin poltica. Hace 25 aos atrs el pas se caracterizaba por un slido bipartidismo.Una dcada despus el panorama mostraba por una explosin de organizaciones polticas cuandoms de 70 partidos contaban con personera jurdica. En los ltimos lustros el pas ha evolucionadohacia un sistema pluripartidista relativamente estable (permanecen constantes unas 6 organizacionesque captan cerca de 3 cuartas partes del electorado), pero al mismo tiempo abierto y cambiantecomo lo muestra la aparicin del Centro Democrtico durante la contienda electoral de 2014.

    Estas modificaciones necesariamente se correlacionan con cambios en la cultura poltica de losciudadanos. Resulta difcil creer que todas estas transformaciones son producto de la mera ingenie-ra poltica que ha caracterizado la vida institucional reciente. Y aun cuando se considere que sonmeras reacciones del electorado a los cambios institucionales es poco probable que los mismos nohayan terminado por afectar las creencias y formas de pensar de los propios ciudadanos.

    Este trabajo se construye sobre la base de que los cambios en el sistema de partidos suponentambin cambios en la cultura poltica de los ciudadanos. Las afiliaciones e identificaciones de losvotantes se han transformado tambin. Lo nico que ha permanecido relativamente constante enestas dos dcadas de cambio es el nivel de participacin y abstencionismo que caracterizan el com-portamiento electoral. Tal parece que ni partidos antiguos ni partidos nuevos logran cautivar el inte-rs de los ciudadanos. Pero la relevancia de esta constatacin contrasta con el poco conocimientoque tenemos sobre el comportamiento electoral de los ciudadanos.

    La mayor parte del conocimiento que poseemos sobre la forma de pensar polticamente de los colom-bianos obedece a los estudios de opinin pblica y marketing electoral que han concentrado sus esfuer-zos en identificar la percepcin de los personajes e instituciones pblicas y la intencin de voto por loscandidatos en las sucesivas campaas electorales (En esta lnea se encuentran los importantes trabajos deencuestadoras como Ipsos-Napolen Franco, el Centro Nacional de Consultora, Invamer-Gallup yCifras y Conceptos, entre otros). Adicionalmente, han aparecido otro tipo de estudios que buscan captarde forma ms amplia la percepcin de los colombianos en el marco de estudios comparativos, el principal

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    de stos se encuentra en los Estudios del Barmetro de Las Amricas conocido como Lapop. Pese aestos esfuerzos no tenemos informacin suficiente para saber por qu votan los colombianos, por qu seabstienen, ni tampoco para saber por qu votan como lo hacen por una u otra opcin.

    Una de las posibilidades de indagacin para intentar comprender mejor el comportamiento elec-toral de los colombianos es intentar ubicarlos en el espectro ideolgico con el fin de determinar lacomposicin de las preferencias ciudadanas en el escenario de las alternativas polticas. Aunqueexisten diferentes escuelas de pensamiento sobre cmo entender a los electores, la opcin de aus-cultar su ubicacin ideolgica presenta dos grandes ventajas. La primera es que es posible rastrearla ubicacin de los electores en una matriz universal (la que va de izquierda a derecha) y por otrapermite comparar la cultura poltica as descrita con la de otros pases. Esta perspectiva resaltaadems el papel organizador de la poltica y de los partidos, en cuanto los mismos presentan a losciudadanos ofertas polticas a partir de la construccin de propuestas de organizacin de la socie-dad y no solo con respecto al carisma de los lderes o la oferta de soluciones concretas (que es loque usualmente miden las encuestas de intencin de voto).

    El presente trabajo busca indagar por los valores e ideologa de los ciudadanos en la Colombiaactual. Para ello se ha sustentado el anlisis en la realizacin de una encuesta a ms de mil personas entodo el pas. La realizacin del trabajo utiliz una metodologa distinta a las que han sido usadas hastaahora en Colombia. La encuesta no se limit a preguntarle a la gente su propia identificacin ideolgicaen el espectro izquierda-derecha, sino que indag sobre las creencias de los colombianos acerca dedistintos temas con el fin de auscultar - con base en sus propias respuestas- qu tan cerca estn de lasposiciones polticas que defienden la izquierda y la derecha en Colombia. Se indag tambin qu tanimportante es la ideologa a la hora de votar. La metodologa y los soportes conceptuales de la encues-ta se encuentran en el captulo 1 de este trabajo. Los resultados de la encuesta se presentan en elcaptulo 2 y el anlisis de dichos resultados y las conclusiones constituyen la parte final.

    Dado que se trata de un trabajo novedoso ser muy importante someter el resultado al debatepblico con el fin de probar no slo sus conclusiones sino su propia metodologa e incluso la utilidaddel ejercicio mismo. Al elaborar esta propuesta se tuvo plena conciencia de que para muchos lasvariables izquierda - derecha no constituyen la mejor explicacin de las diferencias ideolgicas ac-tuales. El captulo 1 trata de dar respuesta a ese debate y plantear la validez de dicha diferenciacin.Es claro que existen otras formas de organizacin de las orientaciones polticas, la ms frecuente-mente aceptada se deriva del famoso diagrama de Nolan que plantea cuatro ejes, el liberal-totalita-rio para medir el respeto por las libertades y derechos, y el eje progresista-conservador (equivalentea la izquierda-derecha) para medir las posiciones econmicas y sociales. Pese a reconocer la impor-tancia de dicha alternativa esta investigacin opt por la diferenciacin tradicional no slo por ser lams comn y difundida (con lo cual es ms fcilmente comparable), sino porque realmente capta losejes ms importantes de organizacin del debate poltico en la sociedad colombiana actual.

    Esta investigacin no se pudo haber realizado sin el apoyo y el compromiso del equipo del Cen-tro de Estudios en Democracia (CEDAE) de la Registradura Nacional. Asimismo el agradecimientopara todos aquellos que aportaron en la construccin de este trabajo, Jaime Barajas, por sus apor-tes acadmicos en la conceptualizacin inicial, Felipe Guerra por su apoyo en la revisin bibliogr-fica y soporte acadmico y Vctor Barrera por sus aportes en la organizacin conceptual del soporteacadmico de la investigacin.

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    CAPTULO 1.

    1. ESTADO DEL ARTE Y MARCO CONCEPTUALUBICACIN IDEOLGICA DE LOS COLOMBIANOS

    En esta seccin se realiza un balance de la literatura internacional y nacional con el nimo deidentificar el debate actual sobre la importancia de la ideologa, sus implicaciones al momento deincidir en la orientacin del voto de los ciudadanos as como el diseo de las principales encuestasque han procurado ubicar ideolgicamente a los ciudadanos. Aunque se trata de un tema extenso yampliamente trabajado, particularmente a nivel internacional, aqu enfatizamos en los temas msrelevantes del debate con un especial nfasis en los estudios empricos.

    Se busca con esta revisin poder responder tres preguntas bsicas: importa la ideologa? Porqu y cmo importa? Qu lecciones se pueden derivar para el caso colombiano y, especficamente,para el presente estudio? Adicionalmente, con base en la literatura nacional, se espera ofrecer allector un balance sobre las principales aproximaciones analticas del comportamiento electoral en elpas y una revisin general de las principales encuestas al respecto. Del mismo modo y luego dehacer un balance sobre los modelos analticos con los que se ha interpretado el comportamientoelectoral en el pas, se realiza un balance de las principales encuestas de opinin y se identificanalgunos vacos que se espera que el presente trabajo contribuya a resolver.

    1.1. Literatura internacional

    No son pocos los trabajos y autores que consideran que la ideologa tiene un papel marginaltanto en las democracias consolidadas como en aquellas que se encuentran en proceso consolida-cin. Por una parte, desde una perspectiva ms terica, se ha vaticinado el fin de las ideologascomo resultado del triunfo del modelo democrtico liberal a nivel global (Bell, 1960) (Lipset, 1987).Se trata de la famosa tesis esbozada por Francis Fukuyama acerca del fin de la historia que tuvouna gran resonancia entre distintos analistas polticos.

    Por otra parte, desde una perspectiva ms analtica y emprica, se ha insistido, para el caso deAmrica Latina, que una de las caractersticas de la democracia en esta regin ha sido la debilidadrelativa de la dimensin izquierda/derecha como una divisin relevante toda vez que mecanismoscomo el clientelismo o el personalismo explican de mejor forma los vnculos entre electores y repre-sentantes (Levitsky, 2003; Dix, 1989; Roberts, 2002). En una lnea argumentativa similar, el anlisisde Peter Mair trat de evidenciar el declive de la polarizacin ideolgica entre los principales parti-dos polticos de Europa Occidental durante las dcadas de 1980 y 1990 (1998: 131).

    Sin embargo, este tipo de afirmaciones chocan con una tozuda realidad que, precisamente,evidencia una y otra vez la validez de la dimensin ideolgica y su pertinencia para leer los fen-menos polticos actuales. La emergencia de gobiernos reaccionarios en algunos pases de Europaoccidental y sus posiciones frente a nuevos temas como la inmigracin o el giro a la izquierda enAmrica Latina son ejemplos claros que demuestran que las divisiones entre izquierda y derecha

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    son relevantes. Se trata de una afirmacin que cuenta con un buen soporte emprico en la literatu-ra internacional. Por una parte, algunos estudios han controvertido la tesis de Peter Mair recincitado. A travs de un anlisis de larga duracin, por ejemplo, Budge y Klingemann (2001: 19 yss.) y Gunther y Diamond (2003: 191) demostraron que el declive de la polarizacin ideolgicano responda a un proceso lineal sino que estaba marcado por variaciones en el tiempo, conavances y retrocesos.

    Asimismo, estudios sobre comportamiento electoral han demostrado que la ubicacin en el con-tinuo izquierda-derecha afecta la intencin de voto y que su importancia ha venido en ascenso envarios pases en dcadas recientes (Franklin et al. 1992).

    De cara a esta evidencia, se hace palpable que la ideologa constituye una dimensin vigente queincide en la orientacin de los votantes en muy diversos contextos, bsicamente, porque funge comoun atajo para procesar un cmulo de informacin poltica que no es fcilmente asimilable por partede los electores. Siguiendo a Ronald Inglehart, la divisin entre izquierda y derecha responde a unasobre-simplificacin que es inevitable en la medida que permite asimilar muchos temas de poltica(1990: 292).

    As las cosas, la pertinencia de la dimensin ideolgica tiene que ver con su aplicabilidad a muydiversos contextos como resultado de su flexibilidad y la capacidad para absorber y simplificarmltiples conflictos dentro de los sistemas polticos.

    1.2. Ideologa y comportamiento electoral

    Cabe preguntarse entonces, qu explica que la orientacin del voto est motivada por cuestio-nes ideolgicas?

    Un conjunto de estudios sostienen que si bien la ideologa es un asunto fundamental de la polticasta no tiene mayor relevancia al momento de condicionar la intencin del voto de los ciudadanos.Sin embargo, estos resultados tienen que ver ms con problemas metodolgicos relacionados con laoperacionalizacin de la variable ideologa que con un asunto fctico sobre su irrelevancia. Estosestudios afirman que, por ejemplo, los ciudadanos no tienen ideologa despus de recibir un nocomo respuesta a la pregunta de Pertenece a alguna ideologa? (De la Calle, Martnez, & Orriols,2010). En este ejemplo, la ideologa muchas veces no adquiere un peso significativo en las encuestasporque se les pregunta a las personas que definan su ideologa segn autopercepcin, cuando stasmuchas veces no tienen claro en qu tendencia poltica los ubica tal u otro pensamiento. Pero si seles pregunta por su percepcin frente al aborto, un golpe de Estado de la extrema derecha, la ideade ser gobernados por el comunismo, entre otras, los ciudadanos van tomando posicin poltica, esdecir, hacen uso de la ideologa para definir su posicin frente a diversos temas de ndole poltica.

    Este tipo de apreciaciones, contrastan con un cuerpo de literatura relativamente vigoroso que hainsistido, por el contrario, que en efecto la ideologa cuenta al momento en que el ciudadano vota.De acuerdo al trabajo seminal de Inglehart y Klingemann la identificacin ideolgica de los votantesdepende de tres componentes: social, valorativo y partidista (1976).

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    En el caso del componente social, estos autores sostienen que la estructura social, el lugar queocupa el individuo en la sociedad y la identidad que se deriva de esto- determina el posiciona-miento de los electores en el espectro ideolgico. Aunque en su anlisis este factor tiene unarelevancia marginal, trabajos realizados por Freire (2006; 2008a; 2008b) han demostrado laimportancia de este componente a partir de sus caractersticas estructurales, organizacionales eidentitarias. El autor analiza el peso explicativo de los factores sociales en 12 pases de EuropaOccidental y demuestra que si bien, desde la dcada de 1970, los elementos sociales de ordenestructural han perdido capacidad explicativa en las orientaciones ideolgicas de los votantes, elfactor identitario ha cobrado mayor relevancia. De acuerdo a Freire, esto se debe, probablemen-te, al correlato social de una nueva poltica que, segn ha conceptualizado Inglehart, responde avalores inmateriales.

    El componente valorativo, por su parte, hace referencia a las actitudes que tienen los ciudadanosrespecto a los grandes conflictos que se buscan tramitar en el sistema poltico. Valoracin que, segnalgunos trabajos, est relacionada con el nivel de sofisticacin poltica de los individuos. Klingemann(1979) considera que mayores niveles educativos de la poblacin y un mayor inters en los asuntospblicos aumentan la probabilidad de que los individuos codifiquen y sean conscientes de una inter-pretacin ideolgica de la poltica. Otros estudios como los de Lodge y Hamill (1986) y Zaller(1992) sugieren que ciudadanos polticamente sofisticados tienden a formar sus opiniones y elegir aaquellos partidos polticos que mejor se ajustan a sus posiciones ideolgicas.

    Por ltimo, el componente partidista alude a la forma en que los partidos y las elites polticasenmarcan, de manera estratgica, algunos temas de poltica bajo matrices ideolgicas. As, si bienlos dos componentes anteriores se orientan por el lado de la demanda, el componente partidista dela orientacin ideolgica enfatiza el lado de la oferta e insiste en la forma en que los agentes polticosmovilizan al electorado y afectan su posicionamiento en una escala ideolgica de acuerdo a la inci-dencia que tienen en la estructuracin de ciertos temas, la orientacin ideolgica de las elites y elnivel de polarizacin del sistema de partidos (Huber 1989; Kitschelt and Hellemans 1990; Stimson,Thiebaut and Tiberj 2012; Knutsen 1998; Lachat 2008; Freire 2006, 2008; Adams, De Vries yLeitner 2012; Adams, Green y Millazo 2012).).

    Trabajos como los de Kitschelt y Hellemans (1990) y de Vries y compaa (2013) evidenciancmo la movilizacin de nuevos temas de poltica desplazan a los viejos temas que estructurabanel conflicto poltico y dan lugar a una reinterpretacin de lo que la ciudadana entiende por izquierday derecha. De nuevo, se trata de hallazgos significativos en la medida que ofrecen evidencia queinvalida la tesis que considera equivalente el predominio de los valores inmateriales a la maneraplanteada por Inglehart con una etapa pos-ideolgica.

    Un segundo conjunto de estudios se ha enfocado en la forma en que las elites polticas usan ladivisin izquierda y derecha para movilizar los contenidos programticos de sus partidos (AlcntaraSez, 2008; Kitschelt, Hawkins, Luna, Rosas, & Zechmeister, 2010). En su estudio sobre las dife-rencias programticas y partidistas en varios pases de Amrica Latina, Mart y Santiuste (2008)encuentran que, en efecto, existen diferencias significativas y que stas coinciden con las nocionesbsicas de izquierda y derecha. Por otra parte, de acuerdo a una encuesta realizada a expertosacerca de las posiciones partidistas en 18 pases democrticos de la regin, Wiesehomeier y Benoit

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    encuentran evidencia suficiente para sostener que la dimensin izquierda y derecha estructura lacompetencia electoral (2009).

    Otro conjunto de estudios que han analizado el papel del componente partidista en la ubicacinideolgica de los ciudadanos ha insistido en el papel que tiene el nivel de polarizacin del sistema departidos. En este sentido, Freire anota que a medida que aumenta el nivel de polarizacin ideolgi-ca entre los partidos polticos los ciudadanos exhiben un comportamiento sistemticamente compa-tible con orientaciones de izquierda o derecha. Por su parte, Van der Eijk (2005) y compaaencuentran esta misma relacin en el anlisis que hacen de un poco ms de dos dcadas de estudiossobre comportamiento electoral.

    1.3. Un paneo de las principales encuestas

    En la seccin anterior revisamos el estado del debate acerca de la relevancia de la ideologa y susimplicaciones en el comportamiento electoral de los individuos. En esta seccin, reseamos algunasde las principales encuestas que se han realizado en el pas y en otros contextos geogrficos quepermite justificar la necesidad de elaborar un nuevo instrumento especializado en la ubicacin ideo-lgica como la que en este documento presentamos.

    A continuacin, se describen los principales avances en la materia y sus vacos, sin pretendercriticar estos estudios que constituyen hitos fundacionales en el rea de la opinin pblica, sinoresaltar un vaco en el estudio de la ideologa y el voto programtico. En trminos generales sesostiene que en las encuestas que se han realizado se ha menoscabado el papel de la ideologa dadoque en las definiciones de la variable ideologa del encuestado se excluyen dimensiones relevantes.

    En primera instancia, el anlisis ms importante tanto por la magnitud de la consulta como por lacomparabilidad de los datos con la regin se tiene el proyecto Opinin Pblica de Amrica Latina(LAPOP), que hoy se encuentra en la Universidad de Vanderbilt y es apoyado por la AgenciaInternacional para el Desarrollo de los Estaso Unidos (USAID). Este proyecto fue fundado en losaos noventa, e inici con un estudio de valores democrticos en un pas, Costa Rica, en una pocaen la cual la mayor parte de Amrica Latina se encontraba bajo el control de regmenes represivosque prohiban los estudios de opinin pblica (Seligson & Zechmeister, 2014, p. xiii).

    El Barmetro de las Amricas se constituy como un esfuerzo de LAPOP para determinar laspercepciones polticas de los ciudadanos de distintos pases del continente americano, comenzandoen con 11 pases y llegando a abarcar 26 pases en la actualidad. La percepcin poltica de losciudadanos la obtienen realizando un cuestionario con el cual se han podido observar la posicin delas personas en estos pases en temas diversos como el proceso de paz en Colombia, corrupcin,tolerancia, confianza institucional, partidos polticos, desempeo del gobierno, ideologa, entre otros.En lo que respecta al caso colombiano, la Universidad de los Andes ha tenido el convenio con laUniversidad de Vanderbilt y USAID y se ha encargado de los informes de las encuestas en Colombia.

    A grandes rasgos, si bien esta encuesta es un hito fundacional en torno al estudio de la opininpblica en Colombia y ha llenado un vaco en este campo con las encuestas anuales que se aplicandesde el ao 2004, su nfasis en la ideologa poltica de los colombianos es reducido. Para el anlisis

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    de la variable ideologa poltica se incluyeron unas pocas preguntas. En primera instancia, se lepregunt al encuestado por su auto-percepcin ideolgica, la posicin ideolgica segn afinidadpartidista, 5 preguntas de la intervencin del Estado en la economa y preguntas acerca de qutanto aprueba el ciudadano el aborto, la homosexualidad, la eutanasia, el divorcio, el consumo demarihuana y el sexo antes del matrimonio (Garca, Rodrguez-Raga, & Seligson, 2014, pp. 75-78).Claramente, reconociendo la relevancia e importancia de esta encuesta para el anlisis de la opininpblica, estas preguntas son insuficientes para completar un panorama de la ubicacin ideolgicade los colombianos en toda su complejidad. Esto se debe a que su enfoque no es ubicacin ideo-lgica, sino el de abordar un panorama amplio y complejo de las percepciones polticas y actitudesde la democracia.

    Para el caso colombiano se cuenta con la Encuesta de cultura poltica realizada por el DANEdesde 2007, que cubre los aos 2008 y 2011. Estas encuestas del DANE tienen por objeto brindarinformacin estadstica al Estado colombiano y sus habitantes para la toma de decisiones comoparte del objetivo del Departamento Administrativo Nacional de Estadstica como coordinador delSistema Estadstico Nacional. Su objetivo es dotar al pas de un sistema de informacin capaz degenerar conocimiento esencial sobre la realidad poltica y sus tendencias, por lo cual ha planteadoproyectos orientados en la produccin de informacin estadstica relacionado con temas polticos yculturales. La Encuesta de Cultura Poltica tiene como objetivo generar informacin que permitacaracterizar aspectos de la cultura poltica colombiana, basndose en la percepcin de los ciudadanossobre su entorno poltico (DANE, 2013, p. 6).

    La Encuesta de cultura poltica del DANE se enfoca en los siguientes aspectos de la culturapoltica de los colombianos. Primero, se pretende determinar: 1) el nivel de participacin de laspersonas; el tipo de acciones efectuadas; y el uso de los principales mecanismos y espacios determi-nados por la ley para hacer efectiva la vinculacin del pueblo en el ejercicio de toma de decisionessobre lo pblico. 2) Conocer los motivos que hay detrs del comportamiento electoral de los ciuda-danos; () la simpata y afiliacin con los partidos polticos, para determinar las valoraciones quetienen las personas de 18 aos y ms sobre el proceso electoral y el conteo de votos; (y) evaluarla vinculacin de las minoras sociales en participacin poltica en el marco del estado social dederecho. 3) Evaluacin que las personas hacen del desempeo de la democracia como sistema; ()la relacin que hacen de ella con diferentes conceptos y creencias; (y) la vinculacin en nuevosaspectos priorizados en la agenda institucional como el servicio al ciudadano y la rendicin de cuentas(DANE, 2013, p. 10).

    A partir de esto se puede afirmar que, si bien los elementos del DANE juegan un papel funda-mental a la hora de hacer un anlisis de la cultura poltica colombiana, no hay elementos sustantivosacerca de la ideologa poltica de los colombianos porque su nfasis es en los temas reseadosanteriormente.

    Por su parte, el Instituto de Estudios Polticos y Relaciones Internacionales (IEPRI) de la Univer-sidad Nacional de Colombia ha realizado la encuesta de Estudio de legitimidad institucional parael ao 2005 y 2007. Sin embargo, como su nombre lo indica, esta encuesta se enfoca en la confianzaen las instituciones, que no se relaciona directamente con temas de ideologa poltica. As mismo, vana ser 8 aos desde su ltima realizacin, lo cual implica cierto grado de desactualizacin.

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    Por ltimo, en Colombia la Encuesta Mundial de Valores (EMV) tambin tiene su captulo. Comoafirman en su pgina oficial, esta encuesta se constituye a partir de una red global de cientficossociales que buscan estudiar los cambios en los valores y su impacto en la vida poltica y social. Estaencuesta comienza en 1981, y ha realizado encuestas en alrededor 100 pases que representan el90% de la poblacin. La EMV es la investigacin no-comercial, trasnacional y multi-temporal msgrande del mundo acerca de las creencias humanas y sus valores a travs del instrumento de laencuesta.

    La encuesta se comenz a realizar para desafiar y verificar algunas hiptesis acerca de los cam-bios en los valores y las motivaciones de las personas en los pases industrializados como conse-cuencia de cambios tecnolgicos y econmicos, liderada por Jan Kerkhofs, Ruud de Moor y RonaldInglehart. ste ltimo fue quien busc ampliar el espectro de la Encuesta Europea de Valores atravs del mundo. La encuesta se ha concentrado en 6 perodos: 1981, 1990-1991, 1995-1997,1999-2001 con 65 pases, 2005-2007 y 2011-2012.

    Si bien esta encuesta pionera proporciona informacin transnacional y a travs de periodos tem-porales significativos, su nfasis es en valores generales de la cultura poltica, ocupando un espacioreducido las preguntas de ideologa en la encuesta. Esta encuesta, que tambin se ha realizado enColombia, no permite inducir a partir de sus resultados conclusiones sustanciales del panoramaideolgico colombiano y su complejidad.

    En conclusin, recogiendo los elementos de la encuesta de LAPOP, EMV, DANE e IEPRI, lasms significativas en torno a las percepciones polticas de los colombianos, muestran avances im-portantes en distintos temas electorales, institucionales, de conflicto armado, entre otras. Sin embar-go, su objeto no es determinar cmo se ubican los electores colombianos en las tendencias ideolgicasprincipales. Al respecto de la ubicacin ideolgica, en cada una se pueden recoger algunos elemen-tos que tienen que ver con la ideologa del encuestado, pero la escasez de estos elementos y laausencia de una intencin explcita de realizar una investigacin sistemtica y exhaustiva no dan paraabordar en su complejidad la ubicacin ideolgica en Colombia.

    En la encuesta de LAPOP y en la EMV se encuentran diversos elementos que pueden referirse ala ideologa pero, como se seal anteriormente, no son exhaustivos. As mismo, ambas presentanun problema de conceptualizacin de la variable ideologa. Por ejemplo, LAPOP resalta distintasvariables que pueden entrar a determinar la percepcin del ciudadano frente a distintos aspectospolticos pero en todo caso el enfoque general de la encuesta no es determinar la ideologia de losencuestados sino su percepcin sobre un nmero importante de temas de cultura poltica.

    Por consiguiente, nos enfrentamos a un vaco porque el objeto de estudio de las encuestas nocorresponde con la intencin de determinar la ubicacin ideolgica de los electores, lo cual impli-ca que se elaboran pocas preguntas (LAPOP y EMV) o ninguna de ideologa (DANE). As mis-mo, hay un vaco en este campo porque las encuestas que abordan el tema ideolgico, comoLAPOP, privilegian la autopercepcin y solo incluyen algunas pocas preguntas que pueden ayu-dar a determinar la ubicacin ideolgica de los ciudadanos. Razn por la cual una encuesta enfo-cada entonces en estos elementos lograra llenar un vaco en la forma como se entiende lo quepiensan los colombianos.

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    2. MARCO CONCEPTUAL

    2.1. Ubicacin programtica y ubicacin ideolgica: Definicin y lmites

    A partir de la revisin de literatura, se puede inducir que el estudio de la ubicacin programticade los electores, as como las de los partidos, se define a partir de la necesidad de entender larelacin entre el voto del ciudadano y la propuesta de un partido poltico condensada en un progra-ma. Cuando el votante elige un candidato por la coincidencia con el programa del partido, la litera-tura lo nombra como congruencia programtica (Morales, 2014), y cuando el votante elige alcandidato por la coincidencia con su posicin ideolgica se le nombra como una congruencia ideo-lgica (Golder & Stramski, 2010). Ambas vertientes parten del supuesto de poder distinguir laspreferencias polticas en un eje de ideologa poltica, bien sea de izquierda-derecha (Morales, 2014:60), capitalismo-comunismo, liberalismo-conservadurismo, autoritarismo-democracia entre otrasdivisiones (para ver ms divisiones, vase Heywood, 1998). A continuacin se mostrar una revi-sin de literatura mediante la cual se puede definir el trmino ubicacin programtica, el cual no esnombrado como tal por la literatura.

    La investigacin de la literatura de la congruencia programtica gira en torno a ciertas preocu-paciones fundamentales. En primera instancia, varios trabajos se enfocan en determinar, a partirdel trabajo de Mainwaring y Scully de 1995, la calidad de la democracia de un pas en funcin dequ tan institucionalizado est su sistema de partidos y qu tanto estn estructuradasprogramticamente las preferencias (Mainwaring & Scully, 1995; Morales, 2014). Para descubriresta relacin, el anlisis toma como primer paso afirmar que los partidos y sus votantes se [pue-den ordenar] sistemticamente en un eje izquierda-derecha. En consecuencia, [los partidos] ten-dran agendas diferentes y programas claramente distinguibles, sucediendo lo mismo con loselectores. Esto tiene como soporte la comparacin de opiniones entre votantes y representantes(Morales, 2014, p. 60). Si los votantes eligen su voto en funcin del programa de los partidosdisponibles, se Segn Morales, hay una congruencia programtica entre votantes y partidos, locual constituye una estructuracin programtica de las preferencias en el sistema electoral (Mo-rales, 2014: 62). En ausencia de la estructura programtica, la democracia puede fallar porque noexisten vnculos polticos modernos entre los votantes y los partidos, dndole mayor cabida avnculos pre-modernos como la compra de votos y el patronazgo (Mainwaring & Scully, 1995)(Morales, 2014).

    En este sentido, se puede concluir que si tanto los votantes como los partidos tienen bien definidosus preferencias polticas y las mismas coinciden (esto es, las preferencias de los ciudadanos en-cuentran una oferta partidaria en la cual encajar) se podra afirmar que existe cierta coherenciaprogramtica.

    Este encaje de las preferencias tiene mucho que ver con la formacin histrica de los partidos, enla medida que los partidos han surgido como respuesta a demandas sociales histricas (clivajes) locual induce la posibilidad de que las preferencias de votantes y partidos coincidan y perduren en eltiempo, tal como evidencian por ejemplo los partidos socialdemocrtas en Europa (Maravall 2013).Sin embargo, las preferencias cambian a lo largo del tiempo y es posible que nuevas opcionespolticas surjan para representar nuevas demandas (Norris 2009).

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    En esta literatura el voto programtico tiene un componente adicional: la rendicin de cuentas.Segn Morales, el voto programtico se hace posible cuando los votantes tienen la posibilidad decomparar el programa propuesto por el candidato anteriormente elegido contra las acciones lleva-das a cabo por ste durante el cargo (Morales, 2014). Cuando los votantes descubren la incon-gruencia entre el programa y la accin del diputado, ellos castigan el error en las siguientes elecciones1) no reeligiendo al candidato o 2) no votando por el partido.. Esto implica que el voto programticose da cuando hay programas bien definidos, en un eje de izquierda-derecha, en el imaginario deelectores y las propuestas de los partidos que permiten la identificacin ideolgica entre estos (Mo-rales, 2014, p. 61), y cuando existe una rendicin de cuentas activa donde los electores comparanla coherencia entre el programa prometido con el programa ejecutado.

    Obviamente, ac se est realizando un anlisis desde un eje puramente terico y normativodel ejercicio democrtico. Las razones del voto y las imperfecciones de la representacin cons-tituyen un asunto mucho ms complejo, pero la lnea argumentativa que aqu se est defendien-do consiste en que el buen funcionamiento de la democracia supone que existen verdaderasalternativas entre las cuales los ciudadanos deben escoger y que los ciudadanos pueden distin-guir entre estas opciones. Si los ciudadanos no votan para escoger entre opciones reales (porcompra de votos, clientelismo u otras razones) se deteriora la calidad del ejercicio democrti-co. Igualmente, si los partidos no representan opciones distintas o no gobiernan en forma con-sistente con lo que prometieron tambin se deteriora la calidad de la democracia (Maravall2013, Przeworski 2012)

    La concepcin de la congruencia ideolgica tambin tiene como propsito abordar una proble-mtica de representacin poltica. En sntesis, esta vertiente se ha enfocado mayoritariamente enexaminar la relacin entre la congruencia ideolgica y las instituciones electorales []. La mayoraha encontrado que las democracias que cuentan con sistemas con reglas electorales de representa-cin proporcional producen mayor congruencia entre los ciudadanos y sus representantes que lasdemocracias que emplean sistemas mayoritarios (Golder & Stramski, 2010:90). Las institucioneselectorales donde ms se han enfocado los estudios comparados han sido las gubernamentales (eje-cutivo) porque la mayora de los acadmicos comparativistas interesados en la representacin hanenfocado su atencin en qu tan congruente es el gobierno con sus ciudadanos (Golder & Stramski,2010, p. 95).

    Sobre todo, el inters reside en analizar cmo el gobierno responde con polticas determina-das a las preferencias de los ciudadanos. As mismo, se enfocan en determinar cmo coincidenlos electores y el gobierno en el momento previo a la eleccin para mostrar las estrategiaselectorales de los candidatos, y los procesos de rendicin de cuentas donde el elector castiga aun gobierno que prometi y, o no ejecut, o ejecut en una direccin diferente a la prometida(Powell, 2009).

    Sin embargo, Golder y Stramski recuerdan que a pesar de que este objetivo de esta agendainvestigativa es extremadamente valioso, algunos tambin querrn saber qu tan certeramente elcuerpo colegiado de representantes refleja las preferencias ideolgicas de los ciudadanos. En otraspalabras, algunos pueden estar ms interesados en qu tan sustantivamente representativo es lalegislatura como un todo. por ejemplo, si 10% de la poblacin tiene preferencias comunistas, el

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    comunismo tiene el 10% de las curules?, etc.?- que en la congruencia entre las preferencias ciuda-danas y el resultado poltico (esperado) (Golder & Stramski, 2010, p. 95). Este punto adems dejade lado el tema de la agregacin de preferencias, que es una de las funciones naturales y ms impor-tantes de los partidos.

    En este sentido, se puede observar que existe un gran inters en entender las relaciones de repre-sentacin poltica a travs de la congruencia entre el votante y el candidato. Sin embargo, se presen-tan algunas diferencias en torno al problema que se busca abordar. Por un lado, algunos estudios sediferencian en que la congruencia ideolgica se enfoca en estudiar la relacin gobierno-votante y/orelacin legislador-votante a travs de la ideologa de los actores implicados en la relacin derepresentacin. Por otra parte, la literatura de congruencia programtica se enfoca en analizar larelacin partido-votante y/o candidato-votante a travs del programa poltico. La diferencia estribaen que el primero hace nfasis en la ideologa en un sentido amplio para analizar la relacin derepresentacin poltica, mientras que el segundo hace nfasis en el programa poltico de los partidosen un momento especfico de coyuntura electoral.

    Despus de este anlisis de la literatura pertinente, se puede afirmar que el trmino ubicacinprogramtica es un sinnimo de identidad partidista, que se define como la identificacin de unvotante con un partido que puede o no consolidarse con el paso del tiempo (Hoskin, Masas, &Garca, 2003; Mainwaring & Scully, 1995), ms no un sinnimo de ubicacin ideolgica. La ubi-cacin programtica es un resultado de la ubicacin ideolgica, porque la organizacin de los pro-gramas se construye sobre una visin del mundo enmarcada en concepciones ideolgicas. Por estarazn, incluso en sistemas multipartidistas las preferencias se ubican en visiones del centro a laderecha y del centro a la izquierda. Los partidos de centro no lo son porque carezcan de ideologa,sino porque en medio de diferentes opciones quedan ubicados en el centro.

    En ese orden de ideas, si se quiere determinar dnde estn ubicados programticamente losvotantes, se debe proceder primeramente en la determinacin de las preferencias ideolgicas en unsentido amplio de los votantes. Es decir, a pesar que la ubicacin programtica haga referencia a lacongruencia entre el programa de un partido y una concepcin de un programa ideal que tiene elciudadano, es necesario determinar primero cul es la tendencia ideolgica del ciudadano para en-tender las bases sobre las cuales se configura ese modelo ideal de programa poltico. Por consi-guiente, se justifica la bsqueda de un instrumento que permita determinar el grueso de la ubicacinideolgica de los votantes.

    Por ltimo, para entender las preferencias ideolgicas es necesario entender el contexto polticoe histrico en el cual stas se construyen. Las posiciones evolucionan del mismo modo que cambiala sociedad, por esta razn algunos autores hablan de que en la actualidad existen valores postmateriales que no son tan fciles de encajar en la divisin tradicional de izquierda a derecha. Ladiscusin es vlida, pero la prctica ha mostrado que esos temas emergentes han terminado porencajar en las opciones que representan partidos de izquierda y derecha. La mejor prueba de ello esque las demandas ambientales, que suelen ser las ms representativas de este tipo de valores postmateriales no han determinado la aparicin de partidos verdes en todo el mundo, sino en unoscuantos pases (Alemania el ms representativo), y en lugar de ello, muchas de las banderasambientalistas han sido adoptadas por partidos de izquierda.

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    2.2. Supuestos y orientacin de la encuesta

    Las metodologas de investigacin se adaptan a la pregunta y al problema que pretende resolverse.Por ello, el mejor instrumento para determinar la ubicacin ideolgica de los colombianos es unaencuesta. Esto se debe a que este tipo de instrumentos permiten conocer la opinin de una muestrasignificativa e inducir generalizaciones acerca de stas. En el momento, existen dos modelos ideolgi-cos del voto para la ubicacin programtica. En primera instancia, segn Anduiza y Bosch, el modeloideolgico del voto parte de 3 supuestos: 1) La mayor parte del electorado tiene una ideologa deizquierda-derecha y, por tanto, es capaz de auto-ubicarse en esta escala ideolgica; 2) la mayor partedel electorado es capaz de percibir cules de los principales partidos son de derecha y cules son deizquierda; 3) en consecuencia, la mayor parte del electorado vota aquel partido que est de acuerdocon su propia ideologa izquierda-derecha (Anduiza & Bosch, 2004:204). Adems, este modelo su-pone que 4) el elector no vota para conseguir alguna cosa, sino lo hace meramente porque aquelpartido es el custodio de algunos valores polticos, de una ideologa izquierda-derecha, que l tambinmantiene y salvaguarda (Anduiza & Bosch, 2004:204). Por ltimo, 5) el voto ideolgico presuponeque la ideologa izquierda-derecha es anterior al voto, y que la ideologa no es un condicionamientoesttico porque un votante de izquierda puede considerar mejor opcin a un candidato de derecha quea uno de extrema derecha (Anduiza & Bosch, 2004: 204-9).

    Por su parte, el modelo de competencia espacial argumenta que los electores no votanirracionalmente a travs de las emociones por sus opciones de izquierda y derecha, sino que lohacen para obtener beneficios determinados. Entonces, en este modelo 1) El elector se auto-ubica-r en una escala ideolgica de izquierda-derecha; 2) el elector evaluar cul es la ubicacin ideol-gica izquierda-derecha de cada partido; 3) El elector votar al partido que minimice la distanciaentre su propia auto-ubicacin ideolgica izquierda-derecha y la ubicacin ideolgica izquierda-derecha del partido (Anduiza & Bosch, 2004: 212).

    Como lo evidencian Anduiza & Bosch (2004) y Peter Mair (2007) la mayor parte de las encues-tas que pretenden determinar la ubicacin ideolgica se basan en preguntas de auto-ubicacin ideo-lgica. Esto constituye un problema porque, como lo resaltan Heywood (1998) y Anduiza & Bosch(2004), las personas no se sientan necesariamente a hacer un anlisis profundo y pensar de unamanera sistemtica, propia de los anlisis tericos, la realidad poltica para determinar su posicinideolgica y estar en la capacidad de auto-ubicarse de manera consecuente con estas definicionespolticas. Por esta razn, se hace necesario proceder de manera tal que los encuestados demuestrensus posiciones polticas frente a los temas que definen por excelencia a la izquierda y la derecha,tanto en sus centros como sus extremos. Con esta metodologa, se puede hacer una sumatoria de lasrespuestas para determinar la ubicacin ideolgica de una persona sin caer en problemas de redun-dancia por las dificultades que implica la auto-ubicacin ideolgica.

    Esta es la razn por la cual se pueden obtener respuestas paradjicas (como la que se encontral aplicar la encuesta de la presente investigacin) en las cuales las personas manifiesten unas deter-minadas inclinaciones polticas a partir de sus posiciones sobre los temas y sin embargo al momentode preguntarles por su propia ubicacin se definan en un sitio distinto del espectro poltico.

    As mismo, en este trabajo se toma distancia del modelo ideolgico del voto en tanto que no seconsidera al voto ideolgico como un voto emotivo, no-racional donde el elector no busca obtener

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    nada a cambio. Esto se debe a que las ideologas, por ms inconscientes que sean, establecen unosparmetros polticos de lo deseable y lo no deseable. Cuando un votante elige a un candidato deter-minado lo hace porque espera que ste, entre otras cosas, lleve a la realidad poltica unas propues-tas con las que el votante est de acuerdo. Parte del problema de la poltica contempornea es queel horizonte de cumplimiento de dichas promesas es ms difcil de mantener en el tiempo y estasituacin explicara las preferencias cortoplacistas del electorado (Innerarity 2002).

    Por esta razn, recogiendo los acuerdos y desacuerdos con el modelo espacial del voto y elmodelo ideolgico nosotros partimos del supuesto de que: 1) si bien las personas pueden autodefinirseideolgicamente en una escala de izquierda derecha, es preferible determinar la ubicacin ideolgicaa travs de una serie de preguntas por la posicin poltica del encuestado frente a distintos temaspolticos que definen izquierda-derecha; 2) las personas ubicarn a los candidatos en un continuo deizquierda-derecha; 3) los votantes elegirn la opcin poltica que acorte ms la distancia entre suposicin y la del candidato (de nuevo, en un escenario de slo candidatos de derecha, alguien deizquierda puede preferir a la derecha moderada que a la extrema derecha, tal como el voto deizquierda a favor de Juan Manuel Santos Caldern en Colombia porque l buscaba una salida nego-ciada al conflicto armado, en contra de la visin de la extrema derecha de Oscar Ivn Zuluaga quepropona una solucin militar); 4) la ideologa es anterior al voto y; 5) el voto ideolgico es racionalporque pretende elegir una opcin poltica que materialice una propuesta poltica, aunque puede noser sistemtico.

    Por otro lado, en concordancia con la teora direccional reseada por Rabinowitz & Macdonald,en el presente estudio se pretende superar las limitaciones de distintos instrumentos de encuestas loscuales realizan preguntas de manera tal que no se puede distinguir la intensidad de la direccin de larespuesta del encuestado (Rabinowitz & Macdonald, 1989). Entonces, preguntas que se puedenresponder con un s o con un no, impiden demostrar con qu intensidad se da ese apoyo o eserechazo. En cambio, si se le ofrecen como opcin al encuestado que diga de 1-10 qu tan deacuerdo est con una afirmacin, o se ofrecen frases con distintos niveles de intensidad para que elencuestado elija entre esas la que ms se adeca a su percepcin, se puede no slo determinar si elencuestado est ubicado en un espectro de derecha o de conservadurismo, sino si est ubicado msal extremo o ms al centro (Rabinowitz & Macdonald, 1989). A este tipo de preguntas se les llamapreguntas de intensidad.

    De esta manera, la encuesta que se ha decidido aplicar busca entender las posiciones polticas delos encuestados a partir de un cuestionario de preguntas sobre temas que permiten medir la ubica-cin ideolgica en una escala de intensidad. Luego si se pregunta sobre la autoubicacin ideolgicade los encuestados con lo cual se busca contrastar los dos resultados.

    3. EL CONTEXTO DEL PAS:TRANSFORMACIONES ESTRUCTURALES

    La sociedad colombiana se ha transformado en las ltimas dcadas a un ritmo acelerado. Se hanproducido un conjunto de cambios sociodemogrficos significativos que han tenido repercusionesen el desarrollo poltico y democrtico del pas.

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    El objetivo de esta seccin es describir los elementos bsicos de esta transformacin para sus-tentar la hiptesis de que la actual sociedad colombiana difcilmente puede ser estructurada poltica-mente a partir de los lazos clientelares que han caracterizado la relacin entre partidos y electores.Una sociedad moderna, con mayor poder adquisitivo, ms educada y ms conectada resulta elsustrato indicativo del agotamiento paulatino. y ulterior- del vnculo clientelar y la apertura a nuevasformas de relacionamiento poltico.

    Esta seccin trata de dar a las preguntas (y respuestas) de la encuesta un trasfondo con unpanorama de cambio ms general que ha derivado en un perfil del elector colombiano muy distinto alque el pas tena hace unas dcadas atrs. En trminos generales, se trata de combatir la tendenciade considerar los procesos electorales como un reflejo automtico de prcticas clientelistas y, msbien, argumentar por qu y cmo se ha ampliado el margen de accin de los sectores de opinin.

    La descripcin que aqu se presenta se fundamenta en los trabajos clsicos que han insistido en laimportancia de las factores estructurales y su incidencia en la consolidacin de la democracia y lageneracin de nuevos vnculos entre representantes y representados de acuerdo a la configuracinde divisiones sociales y polticas que, en muchas ocasiones, condicionan la oferta electoral y. por lotanto, inciden en la orientacin del voto.

    Una relacin sobre la cual existe un consenso relativamente bien fundado en la literatura especia-lizada, gran parte de ella desarrollada a partir del trabajo seminal de Seymour Lipset (1959) que sibien no ha estado exento de crticas algunos de los elementos bsicos de su formulacin se mantie-nen y hoy se consideran una suerte de hechos estilizados. En su versin estndar, esta literaturasugiere que si bien el desarrollo econmico en s mismo no explica el surgimiento de la democracias la fortalece ah donde este tipo de rgimen ya existe (Pzeworski y Limongi 2000). Bsicamentepor dos razones. Primero, porque el desarrollo econmico supone cambios estructurales conimplicaciones en la distribucin de poder: se sustenta en un proceso de urbanizacin y en la emer-gencia de una clase media que altera el balance asimtrico de poder entre las elites y las masas en uncontexto donde el crecimiento econmico mejora las condiciones de bienestar (Pzeworski y Limongi,2000: 101; Huber, Rueschemeyer, and Stephens, 1993: 7475). Segundo, porque implica un cam-bio en la escala de valores de la sociedad: en la medida en que el bienestar de la sociedad aumentay accede a una mejor educacin se generan condiciones favorables para una participacin activa enlos asuntos pblicos y a fuentes de informacin diversas y plurales que permiten la estructuracin denuevas demandas y mayores exigencias al sistema poltico.

    En lo que sigue se describen estas tres grandes transformaciones en Colombia con el nimo deargumentar que si bien en la dcada de 1980 el modelo clientelista resultaba inadecuado hoy lo esmucho ms. Esto no implica negar que, en efecto, este tipo de prcticas persisten dentro del sistemapoltico colombiano pero s permite sostener que este estilo de hacer poltica tiene cada vez unmenor margen de maniobra.

    3.1. Las transformaciones estructurales

    Una de las principales transformaciones que experiment el pas en las ltimas cinco dcadas fue elacelerado proceso de concentracin de la poblacin en las ciudades principales e intermedias. Una

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    transformacin que, como acabamos de anotar, desencaden cambios ms profundos en la composi-cin de la sociedad, sus posibilidades de acceso a educacin y una mejora importante de su bienestar.

    Mientras que durante la primera mitad del siglo XX Colombia se caracteriz por ser una pas delabriegos en la medida que gran parte del incremento poblacional fue absorbido por el campo, propi-ciando la formacin de un extenso campesinado en todo el territorio nacional, a partir de la dcada de1940 la migracin campo-ciudad se aceler de manera singular. Segn Jos Olinto Rueda, esta nuevadinmica obedeci a la convergencia de varios factores: (i) la crisis agraria y la creciente presin sobre latierra; (ii) los desequilibrios regionales; (iii) la incipiente industrializacin en las ciudades y las ventajascomparativas en trminos sociales y econmicos que esto representaba frente al campo; (iv) el auge delcomercio y los servicios; y, (v) la violencia poltica desde finales de los aos cuarenta (Rueda, 1999).

    Estos patrones de migracin se reflejan en la evolucin de la distribucin de la poblacin deacuerdo a las categoras cabecera y resto estipuladas en los censos del pas (ver grfica: Distri-bucin de la poblacin cabecera-resto).

    Al observar esta evolucin, es evidente que dicha distribucin de invirti con particular intensi-dad desde la dcada de 1960 y se acento todava ms desde la dcada de 1980 con la particula-ridad de que en estos procesos de aglomeracin urbana, contrario a lo sucedido en otros pases deAmrica Latina, los flujos se dirigieron a configurar primacas urbanas regionales dando lugar a laconstitucin de una red de ciudades principales e intermedias de acuerdo a la naturaleza propia deun pas de regiones como Colombia (Rivera, 2003). Por ejemplo, como anota Rivera, el nmero demunicipios con ms de 20.000 habitantes pas de 16 en 1951 a 268 en 1993 y los municipios concien mil y ms habitantes pasaron de 3 en 1938 a 17 en 1973 y a 39 en 1993 (Rivera, 2003).

    Grfico 1. Distribucin de la poblacin cabecera-resto.

    Esta transformacin estuvo aparejada de un aumento sostenido del PIB per cpita (ver grficaEvolucin PIB per cpita 1970-2012) y una reduccin en los ndices de pobreza en gran medidaimpulsado por un cambio de la estructura productiva del pas y en un mercado laboral mucho msorientado hacia la ciudad. Segn Carmen Elisa Flrez (2000), entre 1951 y 1993, la agricultura queocupaba el 54% del empleo baj a menos del 30% mientras que los servicios, el transporte y elcomercio que ocupaban el 25% del empleo pasan a ocupar el 51%.

    Fuente: Rivera, 2003.

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    Fuente: BANCO MUNDIAL. http://data.worldbank.org/data-catalog/world-development-indicators?cid=GPDes_WDI

    Como muestran las grficas, el PIB per cpita muestra una tendencia al alza constante, especial-mente desde 2002. Por su parte, los ndices de pobreza muestran un descenso importante. Mientrasen el 2002 casi la mitad de la poblacin del pas se ubicaba por debajo de la lnea de pobreza a2012 se registr un descenso de 18 puntos porcentuales de modo que para este ao el 32% de lapoblacin se encontraba en condiciones de pobreza.

    Grfico 2. Evolucin PIB per capita (1970-2012).

    Grfico 3. ndice de incidencia en la pobreza 2002-2012.

    Estas nuevas condiciones se enmarcaron en la irrupcin de los sectores medios en la sociedad ycon ellos una demanda creciente por la educacin superior. Una dinmica que se ha acentuadodurante la ltima dcada.

    En el caso de la clase media, tanto en trminos absolutos como relativos, en Colombia se registrun crecimiento significativo si se le sita en una perspectiva comparada tanto respecto a los pasesandinos como a los pases de la regin latinoamericana en general. Las dos grficas que se presentana continuacin evidencian esta situacin.

    Fuente: BANCO MUNDIAL. http://data.worldbank.org/data-catalog/world-development-indicators? cid=GPDes_WDI

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    Por una parte, entre 2003 y 2009 la clase media en Colombia casi que se duplic superando pormucho las pautas de crecimiento de pases como Per, Ecuador y Bolivia. Mientras en 2003 eran7.104.629 los habitantes que se ubicaban en este sector para 2009 se registraron 13.642.84. Estecrecimiento ubica al pas como el cuarto pas de Amrica Latina con mayor poblacin ubicada en lossectores medios.

    Grfico 4. Crecimiento clase media pases andinos (2003-2009).Porcentaje de la poblacin clase media Amrica Latina 2009.

    Precisamente, la irrupcin de las clases medias y el aumento de su capacidad de consumo gene-raron una creciente demanda de educacin lo cual se ha reflejado en el aumento sostenido de lapoblacin matriculada en este nivel educativo.

    De acuerdo a la informacin suministrada por el Ministerio de Educacin, entre 2000 y 2013 seregistr un aumento neto de 1.177.167 estudiantes matriculados en instituciones educativas de nivelsuperior. De los 2.109.224 estudiantes matriculados en 2013, el 61,4% accedi estudios universita-rios y el 28,7% a estudios de nivel tecnolgico.

    Fuente: BANCO MUNDIAL. http://siteresources.worldbank.org/LACEXT/Resources/clase_media_data.pdf

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    De manera paralela a las transformaciones sociodemogrficas que ha experimentado el pas enlas ltimas dcadas, y casi que a la sombra, se ha evidenciado un creciente socializacin del accesoa nuevas fuentes de informacin entre la sociedad colombiana. Si bien en las dcadas de 1960,1970 y 1980 la creciente urbanizacin del pas implic un mayor acceso a desarrollos tecnolgicoscomo la televisin, desde principios de la dcada de 2000 se ha evidenciado un aumento impresio-nante en trminos del acceso a internet. Segn datos del Banco Mundial, mientras en el ao 2000apenas 2 de cada 100 colombianos poda acceder a este tipo de tecnologa en 2013 esta cifra haaumentado a 51; es decir, actualmente la mitad de la poblacin en el pas tiene acceso a la informa-cin que circula por internet.

    Grfico 5. Matriculados Educacin Superior (2000-2013). Matriculados por nivel de formacin (2013).

    Grfico 6. Acceso a internet en Colombia (2000-2013).

    3.2. Los cambios polticos

    Estas transformaciones, como anotamos en la introduccin, ha tenido un correlato en los fenme-nos polticos del pas. En efecto, si bien estos cambios estructurales no tienen un valor explicativo

    Fuente: MINEDUCACIN.

    Fuente: BANCO MUNDIAL.

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    singular sobre la actividad poltica como supona una vertiente de las teoras de la modernizacin, alcruzarse con otro tipo de transformaciones, en mayor medida institucionales, el pas ha percibidouna transformacin profunda en la forma en que se desenvuelve la poltica, especialmente la electo-ral. En esta seccin anotamos algunos elementos que inducen a pensar en las implicaciones de di-chos cambios. Por su importancia para el presente trabajo nos concentramos en tres: (i) la importanciaque ha adquirido el voto urbano; (ii) la base sociodemogrfica del posicionamiento ideolgico de loscolombianos; y, (iii) el protagonismo que ha adquirido algunos actores urbanos en el macro de lamovilizacin social del pas en los ltimos aos.

    La importancia del voto urbano. En primer lugar, en las ltimas dcadas se ha profundizado uncambio que se ha presentado desde la poca del Frente Nacional y que ha impactado tanto lademanda como la oferta electoral. Por el lado de la demanda electoral se ha evidenciado una mayorimportancia del voto urbano frente al rural de modo que las ciudades grandes e intermedias se hanconvertido en una de los espacios ms preciados (por lo necesarios) para ganar elecciones.

    Este patrn se evidenci con cierta magnitud en las elecciones parlamentarias de 2014.Para estos comicios el voto urbano en el pas represent la tercera parte del censo electoral, y unpoco ms de la cuarta parte en trminos de participacin electoral efectiva1 . Concretamente, de los32.835.856 de colombianos habilitados para votar en estos comicios, 10.780.625 se encontraban enlas siete principales ciudades de Colombia, a saber, Bogot, Medelln, Cali, Barranquilla, Cartagena,Ccuta y Bucaramanga; esto significa que un 32.83% del electorado colombiano est concentrado encontextos mayoritariamente urbanos, en donde ms del 50% de dicha muestra est concentrada en lacapital del pas. Ahora bien, en trminos de participacin electoral, de los 14.310.367 colombianosque acudieron a las urnas en 2014 para las elecciones parlamentarias, 4.115.539, es decir el 28.75%del electorado que efectivamente vot en Colombia lo hizo desde estas principales ciudades.

    En segundo lugar, a pesar de los problemas generados por diseos concebidos con el fin derenovar las prcticas polticas del pas como la eleccin popular de alcaldes y la apertura democr-tica de la Constitucin de 1991, al bajar las barreras de entrada al sistema poltico se foment unavariopinta diversificacin de la oferta electoral. Variopinta en el sentido que este tipo de diseospermiti, por ejemplo, fenmenos que aunque efmeros merecen destacarse como el desempeoelectoral del movimiento Alianza Democrtica-M-19-particualrmente durante la Asamblea Consti-tuyente- o fenmenos de opinin en las ciudades grandes e intermedias del pas que, en algunasocasiones, constituyeron elementos de aprendizaje para la estructuracin de una movimiento deizquierda que oxigen la poltica del pas como fue el caso del Polo Democrtico durante la dcadadel 2000. As lo sostiene Francisco Gutirrez Sann (2006:118 y ss.) al evidenciar la forma como lastransformaciones institucionales que implic la reforma poltica del 2003 generaron las condicionespropicias para que surgiera un movimiento poltico como el Polo Democrtico que en su momentode mejor desempeo logr apoyos electorales importantes bsicamente al constituirse en un red decongresistas con excelente historial y apoyos de sectores de opinin que estaban territorialmenteconcentrados, en su mayora, en Bogot (Gutirrez, 2006: 123).

    1 Para hacer este anlisis se tomaron los datos de las elecciones a Senado (circunscripcin nacional) suministrados por la Registradura Nacional del Estado Civil.

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    Las bases sociodemogrficas del posicionamiento ideolgico. La segunda transformacinestructural del pas tuvo que ver con la configuracin de una suerte de perfil sociodemogrfico de laubicacin ideolgica de los colombianos. As lo sostuvo Juan Carlos Rodrguez Raga en un estudioen el que contrasta la situacin del pas con los casos de Uruguay y Venezuela tomando los datos delos resultados de la encuesta realizada por el Latinobarmetro de Las Amricas para los aos 2004-2007. De acuerdo a su estudio, en el pas, al igual que en el caso uruguayo pero contrario a losucedido en Venezuela, la evidencia era consistente con que lo jvenes mejor educados y que habi-taban en las grandes ciudades reportaban sistemticamente un posicionamiento a la izquierda delespectro mientras que las personas mayores, residentes de pequeas ciudades y con menores nive-les de educacin registraban una orientacin de derecha.

    En un sentido parecido se han modificado las adscripciones ideolgicas de los colombianos,Segn los datos de la encuesta de LAPOP en su captulo para Colombia, en 2013 apenas uno decada cinco colombianos se senta afn con algn partido poltico en el pas (20.4% de los encuestados).Esta situacin no es extraa cuando se le compara con los datos arrojados por esta encuesta enaos anteriores; en promedio, apenas el 28,6% de los colombianos encuestados por LAPOP entrelos aos 2006 y 2013 afirmaron simpatizar con algn partido poltico, siendo el pico ms alto 2010en donde 37.2% de los encuestados dio una respuesta afirmativa a la pregunta por la afinidad par-tidista (Rodrguez, Garca &Seligson 2013: 71). Este bajo y preocupante nivel de afinidad partidistano solo es congruente con la crisis generalizada de la democracia representativa en Colombia y enmuchos de los sistemas democrticos alrededor del mundo (Ungar & Arvalo 2003), sino tambincon el mnimo nivel de legitimidad de los partidos polticos frente a la opinin pblica. Sobre esteltimo punto, cabe recordar que desde el 2004 hasta el 2013, los partidos polticos han sido lainstitucin ms desprestigiada a la luz de la percepcin de los colombianos, presentando los ndicesde confianza ms bajos en el pas, incluso ms bajos que los presentados por instituciones tancriticadas como el Congreso de la Repblica (Rodrguez, Garca & Seligson 2013: 39).

    Mayor protagonismo de los pobladores urbanos en la movilizacin social. La tercera con-secuencia poltica de las transformaciones estructurales que merece tenerse en cuenta est asociadaa la creciente movilizacin social que se ha experimentado en el pas, particularmente impulsado pordiversos sectores urbanos en las grandes ciudades de Colombia. Se trata de una situacin que sibien ha sido una tendencia histrica, al menos desde mediados de la dcada de 1970, se profundizmarcadamente durante el primer gobierno de Juan Manuel Santos (2010-2014).

    Segn el anlisis realizado por Mauricio Archila, Martha Cecilia Garca y Ana Mara Restrepo(2014), de acuerdo las cifras de la base de datos de luchas sociales del CINEP, durante el primergobierno de Juan Manuel Santos se present el pico ms alto de hechos de movilizacin en el pasregistrados desde 1975: 1027 hechos en 2013. De acuerdo a estos mismos autores, un poco msde la mitad de las 3.138 movilizaciones registradas durante este cuatrienio fueron promovidas porpobladores urbanos y asalariados y un poco ms de un tercio de las mismas estuvieron motiva-das por polticas gubernamentales inconvenientes y la exigencia del cumplimiento de derechos.

    Para culminar este aparte vale la pena preguntarse entonces si un pas distinto piensa igual, o silos cambios descritos (pueden ser muchos ms) conllevan cambios en las lecturas que los ciudada-nos hacen de los fenmenos polticos.

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    La hiptesis que aqu se plantea consiste entonces en que los fenmenos presentados en estaseccin llevan a la conclusin natural de que la sociedad colombiana ha seguido evolucionando y lastransformaciones han permitido la consolidacin de sectores urbanos ms amplios, mayores secto-res de clase media, con mayores niveles educativos y mayor uso de fuentes de informacin as comocon cambios en sus afinidades partidarias.

    Resulta difcil creer que esas transformaciones no han producido a su vez cambios en los mapasmentales de los colombianos, transformaciones en su escala de valores y recomposiciones en surelacionamiento con el mundo de la poltica.

    Captar esos cambios y aproximarse a las nuevas realidades de la cultura poltica es el propsitode la presente investigacin. No se busca slo saber qu piensan en promedio (tal como se hace enotras importantes encuestas), sino identificar cules son sus preferencias desde una matriz ideolgi-ca. La forma en que se construye dicho instrumento se explica en la siguiente seccin.

    4. EL DISEO DE LA ENCUESTA

    Para intentar captar la ubicacin ideolgica de los colombianos hemos sealado que existen dosopciones, la primera y ms comn, la auto percepcin, preguntarle a los propios ciudadanos dndese ubican ellos en dicho espectro. La segunda forma es preguntarle qu piensan sobre los distintosasuntos que dividen la sociedad y que caracterizan las posiciones de izquierda y derecha (existenalgunos temas, principalmente relacionados con asuntos nacionalistas donde es posible que haya unconsenso entre ambas vertientes, aunque incluso en esos casos hay matices).

    Por esta razn se ha diseado un instrumento compuesto de dos partes y cinco secciones. Laprimera parte busca auscultar las posiciones polticas de los encuestados, la segunda parte suautopercepcin y la percepcin que tienen de los lderes polticos. La primera parte se divide en 4secciones que recogen preguntas sobre los temas que dividen ms la derecha y la izquierda en laColombia de hoy. Muchas preguntas intentan captar el sesgo con que cada vertiente enfoca el pro-blema, esa ha sido una decisin metodolgica que tendr que ser sometida al debate y discusinposterior. Es probable que no estn todos los temas que dividen izquierda y derecha hoy en Colom-bia, pero se espera que todos los temas incluidos sean parte de ese debate. Es posible y necesarioque la formulacin de las preguntas sea sometida a debate y perfeccionadas en el futuro tal como hasucedido con otros instrumentos similares a lo largo del tiempo.

    Las secciones recogen algunas de las preguntas que hacen parte de otros tipos de test polticosque buscan determinar la ubicacin de los ciudadanos, tales como el famoso test de Nolan. En undeterminado momento se consider la opcin de usar dicho test para usarlo en esta investigacinpero lo que se poda ganar en comparabilidad se iba a perder en especificidad, as que se decidielaborar preguntas que ayudarn a captar la realidad de la poltica colombiana. La primera seccintrata de captar las controversias relativas a los temas morales, las cuales son bastante comunes eneste tipo de cuestionarios. La segunda seccin recoge opciones que son claramente referidas alcontexto colombiano, son aquellas relativas al conflicto armado y que claramente constituyen elclivaje ms actual y especfico de la realidad colombiana. La tercera seccin intenta captar el debate

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    sobre los temas econmicos, temas siempre caractersticos de la contienda izquierda derecha, peroque en este caso se han actualizado al debate de la Colombia de 2014. Finalmente, la cuarta seccinde la primera parte apunta a captar algunas cuestiones relativas a los temas polticos y sociales,desde los relativos a la inclusin hasta los que incluyen elementos de la seguridad social. La segundaparte se enfoca en las preguntas de percepcin poltica, donde se ubican a si mismos los ciudadanosy donde ubican a sus lideres y los partidos. Igualmente donde ubican al actual gobierno.

    Finalmente, resulta necesario enfatizar que el objetivo del estudio no es encontrar la ubicacinpromedio de los colombianos frente a cada tema. Ese tipo de ejercicio no cumplira el objetivo queaqu se busca. Lo que se intenta es encontrar las posiciones en los extremos (quienes estn fuerte-mente asociados a una posicin de derecha o a una posicin de izquierda) y tambin inferir quporcentaje de los colombianos tienden a adoptar posiciones hacia un lado u otro del espectro,cuantos van del centro a la derecha y cuantos del centro a la izquierda. Esta metodologa permitirentonces ubicar ideolgicamente a los colombianos en un espectro izquierda derecha

    El siguiente captulo presenta los resultados de la encuesta cuyo trabajo de campo se realizentre el 12 y el 28 de noviembre. El captulo final analizar dichos resultados y los pondr en pers-pectiva con respecto a las premisas tericas que ac se han presentado.

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    CAPTULO 2

    RESULTADOS DE LA INVESTIGACIN

    1. DESCRIPCIN TCNICA DE LA ENCUESTA

    1.1. Objetivo general

    Presentar las posiciones ideolgicas de los colombianos a partir de una encuesta de medicin desu identificacin con posiciones polticas determinadas.

    Elaborar una medicin de las posiciones polticas alrededor de cuatro grandes aspectos (mora-les, conflicto armado, econmicos y poltico sociales).

    Elaborar una medicin de las posiciones polticas de derecha izquierda a partir tanto de laautoidentificacin como de la identificacin de los lideres y los partidos polticos.

    1.2. Ficha tcnica

    Metodologa: Cuantitativa

    Tcnica de Entrevista

    Aplicacin de cuestionario estructurado aplicada en hogares, 100% cara a cara.

    Tcnica de Muestreo

    Muestreo Estratificado:

    Estratos: Regiones Atlntica, Pacifica, Central, Sur, Oriental y Bogot.

    Seleccin Multi-etpica: Municipios, Sectores, Manzanas, Hogares y Personas.

    Grupo Objetivo

    Hombres y Mujeres, mayores de 18 aos, pertenecientes a los seis estratos socioeconmicos.

    Cobertura

    28 Municipios

    N. de Encuestas: 1.078 encuestas efectivas.

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