TREN AL OLVIDO - Payadores Chilenos · TREN AL OLVIDO Verso por reflexión El tren de la tradición...

1
LA ACEITUNA Por ponderación Una aceituna de Huasco más grande que el olivar, ¡todas las querían comprar pa´ hacerle al planeta un casco. Esto… no es ponderación les juro por Dios que es cierto por que ocurrió en el desierto de la tercera región. Muy curiosa producción tuvo don Jorge Carrasco, pues solo con un chubasco fue creciendo por el norte hasta alcanzar un gran porte una aceituna de Huasco. Llegó la prensa al instante, paparazis y curiosos y animadores famosos con matinales picantes, bajo el fuerte sol reinante ya pudieron divisar un cerro en pleno salar faltando diez pa´ la una y ya era la aceituna más grande que el olivar. Superpotencias mundiales, mas la KGB y la NASA, vinieron a ver que pasa con medios satelitales. naves ínterespaciales se logran comunicar, empiezan a negociar los consorcios, las naciones y una a una las acciones todas las querían comprar. Casi se forma la guerra con los países hermanos y decían los marcianos: ¡tiene una hernia la tierra! U.S.A. , Japón, Inglaterra más un gran físico vasco con otro igual… de Damasco casi piden por piedad que les dejen la mitad pa´ hacerle al planeta un casco. Despedida Desde parís a Rancagua cubrió el hollejo sobrante y al polo sur, al instante se le fabricó un paraguas. pero una inquietud se fragua por un problema dantesco y a resolverlo me ofrezco porque soy un sabio poeta: busquemos otro planeta para ir a enterrar el cuesco. LA MUSA QUE ES SOLO MÍA Verso por amor La vi desnuda en el río emergiendo del cristal era su cuerpo… un rosal diamantado de rocío. Cuarteta del cubano Jesús Orta Ruíz, el Indio Naborí. En una diáfana danza bañaba el río mi espera y en su sillón de ribera yo, descansaba esperanza. Rimaba la lontananza con el vaivén del estío, disparaba el desvarío a mi ensoñación confusa cuando sonriendo… a mi musa, la vi desnuda en el río. El sol luchó con la brisa, (cada cual quería abrazarla) y entre esa tácita charla sólo mi visión la hechiza. Esa endiosada baliza vestida de manantial, cual crisálida boreal fue cegando el arrebol, y la besó el tornasol emergiendo del cristal. Su sonrisa, su mirada, era código y deseo, cual sosiego y devaneo de permanente alborada. Blusa de piel nacarada lucía en el celestial y tan cadencioso vals que danzaba con las aves, porque de suave… tan suave, era su cuerpo... un rosal. Me convidó hacia su abrazo abreviando toda duda y como una ave zancuda tracé sinfónicos pasos. Fue consonancia en mis brazos su cuerpo, su escalofrío; acerqué su aliento al mío almibarizando el sello, como el madrigal más bello diamantado de rocío. Despedida Al encenderse la flama, germinó la gran canción vaciada en cada renglón del celeste pentagrama. Nuestra lírica amalgama se eternizó en poesía, y hoy la grácil fantasía en mi pluma permanece, de ver como crece y crece la musa que es solo mía. TREN AL OLVIDO Verso por reflexión El tren de la tradición rueda sobre un riel perdido, con traqueteo doliente a la estación del olvido Hoy, me sabe amargo el vino en la copa del recuerdo y en mi pecho, al lado izquierdo siento un dolor repentino. Un brasero mortecino, me hace emular el fogón encendido en la estación de tan singulares trenes, aunque no está en los andenes el tren de la tradición. En la esquina de la noche dicen que paró un momento y tomó el rumbo del viento con un lucero por coche, la luna, pálido broche, trepó a un carro compartido junto al abuelo querido con su mentira narrada pero, este convoy “sin nada”, rueda sobre un riel perdido. Dicen que de pasajeros va el cuento, la adivinanza, con la infinita esperanza de cambiar su derrotero. Mas, la coraza de acero los transporta irreverente y un túnel abre sonriente su bocota ancha, obscura, cuando ve que el tren se apura con traqueteo doliente. Ya se extingue la caldera, se acaba el carbón, el leño, no hay juego, leyenda, sueño, solo hay silencio y espera. Todo es siniestro allá afuera, no hay risas, canto ni ruido, no hay brasero compartido con mate tibio y amable, por que nada es comparable a la estación del olvido. Despedida Voy a frenar el avance de este tren sepulturero, pues ver el luto no quiero en la copla, en el romance. Yo no quiero que me alcance la fría malignidad, que asesina la bondad simple de nuestros cultores por culpa de los horrores de una vil modernidad.

Transcript of TREN AL OLVIDO - Payadores Chilenos · TREN AL OLVIDO Verso por reflexión El tren de la tradición...

Page 1: TREN AL OLVIDO - Payadores Chilenos · TREN AL OLVIDO Verso por reflexión El tren de la tradición rueda sobre un riel perdido, con traqueteo doliente a la estación del olvido Hoy,

LA ACEITUNAPor ponderación

Una aceituna de Huascomás grande que el olivar,¡todas las querían comprarpa´ hacerle al planeta un casco.

Esto… no es ponderaciónles juro por Dios que es ciertopor que ocurrió en el desiertode la tercera región.Muy curiosa produccióntuvo don Jorge Carrasco,pues solo con un chubascofue creciendo por el nortehasta alcanzar un gran porteuna aceituna de Huasco.

Llegó la prensa al instante,paparazis y curiososy animadores famososcon matinales picantes,bajo el fuerte sol reinanteya pudieron divisarun cerro en pleno salarfaltando diez pa´ la unay ya era la aceitunamás grande que el olivar.

Superpotencias mundiales,mas la KGB y la NASA,vinieron a ver que pasacon medios satelitales.naves ínterespacialesse logran comunicar,empiezan a negociarlos consorcios, las nacionesy una a una las accionestodas las querían comprar.

Casi se forma la guerracon los países hermanosy decían los marcianos:¡tiene una hernia la tierra!U.S.A. , Japón, Inglaterramás un gran físico vascocon otro igual… de Damascocasi piden por piedadque les dejen la mitadpa´ hacerle al planeta un casco.

Despedida

Desde parís a Rancaguacubrió el hollejo sobrantey al polo sur, al instantese le fabricó un paraguas.pero una inquietud se fraguapor un problema dantescoy a resolverlo me ofrezcoporque soy un sabio poeta:busquemos otro planetapara ir a enterrar el cuesco.

LA MUSA QUE ES SOLO MÍAVerso por amor

La vi desnuda en el ríoemergiendo del cristalera su cuerpo… un rosaldiamantado de rocío.

Cuarteta del cubano Jesús Orta Ruíz,el Indio Naborí.

En una diáfana danzabañaba el río mi esperay en su sillón de riberayo, descansaba esperanza.Rimaba la lontananzacon el vaivén del estío,disparaba el desvaríoa mi ensoñación confusacuando sonriendo… a mi musa,la vi desnuda en el río.

El sol luchó con la brisa,(cada cual quería abrazarla)y entre esa tácita charlasólo mi visión la hechiza.Esa endiosada balizavestida de manantial,cual crisálida borealfue cegando el arrebol,y la besó el tornasolemergiendo del cristal.

Su sonrisa, su mirada,era código y deseo,cual sosiego y devaneode permanente alborada.Blusa de piel nacaradalucía en el celestialy tan cadencioso valsque danzaba con las aves,porque de suave… tan suave,era su cuerpo... un rosal.

Me convidó hacia su abrazoabreviando toda duday como una ave zancudatracé sinfónicos pasos.Fue consonancia en mis brazossu cuerpo, su escalofrío;acerqué su aliento al míoalmibarizando el sello,como el madrigal más bellodiamantado de rocío.

Despedida

Al encenderse la flama,germinó la gran canciónvaciada en cada renglóndel celeste pentagrama.Nuestra lírica amalgamase eternizó en poesía,y hoy la grácil fantasíaen mi pluma permanece,de ver como crece y crecela musa que es solo mía.

TREN AL OLVIDOVerso por reflexión

El tren de la tradiciónrueda sobre un riel perdido,con traqueteo dolientea la estación del olvido

Hoy, me sabe amargo el vinoen la copa del recuerdoy en mi pecho, al lado izquierdosiento un dolor repentino.Un brasero mortecino,me hace emular el fogónencendido en la estaciónde tan singulares trenes,aunque no está en los andenesel tren de la tradición.

En la esquina de la nochedicen que paró un momentoy tomó el rumbo del vientocon un lucero por coche,la luna, pálido broche,trepó a un carro compartidojunto al abuelo queridocon su mentira narradapero, este convoy “sin nada”,rueda sobre un riel perdido.

Dicen que de pasajerosva el cuento, la adivinanza,con la infinita esperanzade cambiar su derrotero.Mas, la coraza de acerolos transporta irreverentey un túnel abre sonrientesu bocota ancha, obscura,cuando ve que el tren se apuracon traqueteo doliente.

Ya se extingue la caldera,se acaba el carbón, el leño,no hay juego, leyenda, sueño,solo hay silencio y espera.Todo es siniestro allá afuera,no hay risas, canto ni ruido,no hay brasero compartidocon mate tibio y amable,por que nada es comparablea la estación del olvido.

Despedida

Voy a frenar el avancede este tren sepulturero,pues ver el luto no quieroen la copla, en el romance.Yo no quiero que me alcancela fría malignidad,que asesina la bondadsimple de nuestros cultorespor culpa de los horroresde una vil modernidad.